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CONTROL DE LECTURA 1

De la crítica a la apología. La izquierda latinoamericana entre el neoliberalismo y el

neopopulismo

A partir de los años 80 y la década siguiente, las transformaciones democráticas la

apertura pública y la modernización estatal produjeron la desaparición de las

dictaduras y también la desaparición de las ideologías de izquierda o derecha

como se habían concebido hasta entonces.

En la última década del siglo XX, varios gobiernos latinoamericanos emprendieron

reformas estructurales en sus economías, encaminados a estabilizar las finanzas,

y terminar con la crisis de la deuda.

Bajo las presidencias de Fernando Collor de Mello (1990-92) e Itamar Franco

(1992-95) en Brasil, Carlos Saúl Menem en Argentina (1989-1999), Carlos Salinas

se produjo una misma agenda política monetaria, basada en la privatización y

desregulación alentada por instituciones globales como el FMI y el BM.

Se produjo una confusión o asociación de los términos democracia y mercado,

muchos intelectuales que habiendo sido francamente izquierdistas en los 70´s se

identificaron con esta nueva democracia. (Octavio Paz, Mario Vargas Llosa,

Ernesto Sabato).
La vulgata neoliberal se produjo en la prensa oficial de varios gobiernos de la

región durante los años 90. La confluencia de periodistas y académicos en las

cajas de resonancia mediática de estos gobiernos dio un espesor tecnocrático a

los discursos de legitimación.

Se volvieron en expertos en economía que calculaban las ventajas de reducir el

Estado y abandonar las estrategias de gasto público en beneficio social que

ligaban supuestamente a la tradición populista.

Los teóricos del liberalismo exaltaban la modernización como una meta que

llegaría de la mano del achicamiento del Estado y se enfrentaban a un pasado

populista latinoamericanos de mediados del siglo XX. Fue así como el

neoliberalismo produjo una fatal confusión entre democracia y mercado.

En los primeros años de la década del 2000 la política latinoamericana dio un

vuelco fundamental, gracias sobre todo a la consolidación de Hugo Chávez en el

poder de Venezuela. Lo que dio lugar a una nueva geopolítica de la izquierda

latinoamericana, basada en la capitalización de la renta petrolera a favor de los

triunfos electorales de los líderes, partidos y movimientos afines de la región.

A partir de 2006 con el segundo triunfo de Chávez, donde con su Revolución

Bolivariana inicia un proceso de radicalización socialista. Llegan Evo Morales a

Bolivia, Rafael Correa a Ecuador, Daniel Ortega a Nicaragua y Cristina Fernández

de Kischner en Argentina. Fue entonces cuando la nueva izquierda

latinoamericana formada en la oposición al neoliberalismo de los 90 y el abandono


de modelos ortodoxos como el soviético y el cubano, comenzó a derivar simbólica

y políticamente hacia el neopopulismo.

A partir de entonces los elementos participativos, comunitarios y asistencialistas

de estas izquierdas, empezaron a ser relegados por una movilización plebiscitaria

puesta en función de la reelección inmediata o indefinida de sus líderes, a raíz de

la muerte de Chávez acabaría ocupando el centro de la ideología del socialismo

del siglo XXI.

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