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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

ESCUELA DE POST GRADO


MAESTRIA EN CIENCIAS DE INGIENIERIA QUIMICA
MENCION EN SEGURIDAD INDUSTRIAL Y MEDIO AMBIENTE

TEMA:

PROPUESTAS DE REMEDIACIÓN DE SUELOS CON


PRESENCIA DE MERCURIO “Hg” EN DISTRITO DE
ANANEA.
CURSO:

DESARROLLO SOSTENIBLE Y MEDIO AMBIENTE

PRESENTADO POR:

ROY URIEL, SANIZO CUNO

RENE MARCIAL, MACHACA CUTIPA

LUIS, PINEDA QUISPE.

APOLINAR, VERA QUISPE

HARRY ALEX, RIVERA HUIRSE

RAUL, RAMOS RAMOS

ANANEA – PERÚ

JUNIO, 2019
INTRODUCCIÓN

El suelo, la capa más superficial de la corteza terrestre, constituye uno de los


recursos naturales más importantes con el que contamos al ser el substrato que
sustenta la vida en el planeta. Desde el punto de vista edáfico, un suelo es un
cuerpo natural tridimensional formado por la progresiva alteración física y
química de un material original o roca madre a lo largo del tiempo, bajo unas
condiciones climáticas y topográficas determinadas y sometido a la actividad de
organismos vivos. A lo largo de su evolución o edafogénesis, en el suelo se van
diferenciando capas verticales de material generalmente no consolidado llamados
horizontes, formados por constituyentes minerales y orgánicos, agua y gases, y
caracterizados por propiedades físicas (estructura, textura, porosidad, capacidad
de retención de agua, densidad aparente), químicas y físico-químicas (pH,
potencial redox, capacidad de intercambio catiónico) que los diferencian entre sí
y del material original. El conjunto de horizontes constituye el perfil del suelo y
su estudio permite dilucidar los procesos de formación sufridos durante su
evolución y llevar a cabo su clasificación dentro de las distintas unidades de
suelos.

La importancia del suelo radica en que es un elemento natural dinámico y vivo


que constituye la interfaz entre la atmósfera, la litosfera, la biosfera y la hidrosfera,
sistemas con los que mantiene un continuo intercambio de materia y energía. Esto
lo convierte en una pieza clave del desarrollo de los ciclos biogeoquímicos
superficiales y le confiere la capacidad para desarrollar una serie de funciones
esenciales en la naturaleza de carácter medioambiental, ecológico, económico,
social y cultural:

El suelo proporciona los nutrientes, el agua y el soporte físico necesarios para el


crecimiento vegetal y la producción de biomasa en general, desempeñando un
papel fundamental como fuente de alimentación para los seres vivos.

Es un componente esencial del ciclo hidrológico, actuando como elemento


distribuidor de las aguas superficiales y contribuyendo al almacenaje y recarga de
las aguas subterráneas.

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El suelo, a través de su poder de amortiguación o desactivación natural de la
contaminación, filtra, almacena, degrada, neutraliza e inmoviliza substancias
orgánicas e inorgánicas tóxicas, impidiendo que alcancen las aguas subterráneas
y el aire o que entren en la cadena alimenticia.

Es el hábitat natural biológico de muchos organismos de todo tipo y constituye un


elemento de reserva genética.

Desarrolla un importante papel como fuente de materias primas.

Sirve de plataforma para el desarrollo de las actividades humanas como soporte


de la estructura socioeconómica y forma parte del paisaje y del patrimonio
cultural.

El suelo es un elemento frágil del medio ambiente, un recurso natural no renovable


puesto que su velocidad de formación y regeneración es muy lenta mientras que
los procesos que contribuyen a su degradación, deterioro y destrucción son mucho
más rápidos. Por ello, es de suma importancia concienciar a la opinión pública
sobre este aspecto y establecer medidas ambientales y políticas de actuación que
garanticen la protección y conservación de los suelos.

Según FAO-PNUMA (1983), la degradación del suelo se puede definir como todo
proceso que rebaja la capacidad actual y potencial del suelo para producir,
cuantitativa y cualitativamente, bienes y servicios. Aunque se puede producir por
causas naturales, la degradación del suelo es fundamentalmente la consecuencia
directa de su utilización por el hombre, bien como resultado de actuaciones
directas, como actividades agrícolas, forestales, ganaderas, agroquímicas y riego,
o por acciones indirectas, como son las actividades industriales, eliminación de
residuos, transporte, etc. Estos procesos de degradación se pueden clasificar en
función de su naturaleza y del tipo de consecuencias negativas que provocan en
las propiedades del suelo: biológicos, como la disminución del contenido en
materia orgánica incorporada en el suelo; físicos, como el deterioro de la
estructura del suelo por compactación y aumento de la densidad aparente,
disminución de la permeabilidad y de la capacidad de retención de agua o pérdida
de suelo por erosión; y químicos, como la pérdida de elementos nutrientes,
acidificación, salinización, sodificación y aumento de la toxicidad. Estos últimos
son los que se engloban dentro del término contaminación.

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DEFINICIÓN DE TÉRMINOS BÁSICOS

Tecnologías limpias: Término para designar las tecnologías que no contaminan y


que utilizan los recursos naturales renovables y no renovables en forma racional.
Una tecnología limpia, Es la tecnología que al ser aplicada no produce efectos
secundarios o trasformaciones al equilibrio ambiental o a los sistemas naturales
(ecosistemas). Sobre las tecnologías limpias lo más destacable, es la reducción de
los desechos no biodegradables, y la autosostenibilidad ambiental, es decir, la
reposición del gasto ecológico causado por la actividad manufacturera. Un
ejemplo, si una compañía maderera piensa utilizar 10.000 árboles, deberá
reponerlos íntegramente y además pagar por el uso del recurso.

Fitoextraccion: es la descontaminación de los suelos, la depuración de las aguas


residuales o la limpieza del aire interior, usando plantas vasculares, algas
(ficorremediación) u hongos (micorremediación), y por extensión ecosistemas que
contienen estas plantas. Así pues, se trata de eliminar o controlar las diversas
contaminaciones. La degradación de compuestos dañinos se acelera mediante la
actividad de algunos microorganismos.

Mercurio: El mercurio o azogue es un elemento químico de número atómico 80.


Su nombre y símbolo (Hg), término hoy ya en desuso, que a su vez procede del
latín hydrargyrum y de hydrargyrus, que a su vez proviene del griego hydrargyros
(hydros = agua y argyros = plata). El nombre de Mercurio se le dio en honor al
dios romano del mismo nombre, que era el mensajero de los dioses, y debido a la
movilidad del mercurio se le comparó con este dios.

Taraxacum officinale: El diente de león es una planta perenne y no llega a la


madurez hasta el segundo año. Por eso, usualmente no se cosecha en el primer
año. Cuando empieza a crecer en su segunda primavera, inclusive antes de que se
puedan apreciar sus primeras hojas, se puede encontrar debajo del suelo una roseta
que se come en las ensaladas verdes. Después, las hojas empiezan a crecer
mientras los botones de las flores siguen enterradas en la base de la planta; se
pueden cosechar las hojas tiernas tanto como los botones para comer en ensalada
o cocidos a vapor. Una vez que las hojas se hagan más gruesas y la flor empiece
a abrir, la planta se hace amarga; en esta temporada (usualmente verano o
temporada de calor) no se cosechan las hojas pero las flores se pueden comer

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crudas o cocidas. En otoño, después de la primera helada, desaparece la amargura
de la planta y se puede volver a cosechar. La raíz se cosecha en otoño; el diente
de león tiene una raíz primera relativamente pequeña pero fuerte y bastante difícil
de desenterrar.

Suelo: Se denomina suelo a la parte superficial de la corteza terrestre,


biológicamente activa, que proviene de la desintegración o alteración física y
química de las rocas y de los residuos de las actividades de seres vivos que se
asientan sobre ella. Los suelos son sistemas complejos donde ocurren una vasta
gama de procesos sexuales, físicos y biológicos que se ven reflejados en la gran
variedad de suelos existentes en la tierra. Son muchos los procesos que pueden
contribuir a crear un suelo particular, algunos de estos son: la deposición eólica,
sedimentación en cursos de agua, meteorización, y deposición de material
orgánico.

Recuperación: Son todas aquellas zonas donde los problemas ambientales


provocados o inducidos, bien por la acción del hombre o por causas naturales,
requieran de un plan de manejo que establezca un tratamiento de recuperación o
uno que atenúe los fenómenos de degradación. Venezuela cuenta con tres (3) áreas
de protección y recuperación ambiental que abarcan una superficie de 4.168 ha.
Recuperación, término aplicado a la utilización y mejora de los suelos y los
recursos hídricos, con fines agrícolas o no, por medio de la irrigación, el drenaje
de marismas, la restauración de minas a cielo descubierto, y otras actividades de
construcción.

Tratamiento: El término tratamiento hace referencia a la forma o los medios que


se utilizan para llegar a la esencia de algo, bien porque ésta no se conozca o porque
se encuentra alterada por otros elementos.

La electrorremediación: es una tecnología para restaurar suelos contaminados que


se basa en la generación de un campo eléctrico a partir de imponer corriente
directa.

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I. PROBLEMA

Contaminación de suelos con metales pesados “mercurio”

II. OBJETIVOS

 Reconocer la significancia de la contaminación de suelos en el medio


ambiente.
 Dar a conocer tecnologías y métodos para la remediación de suelos
contaminados con Mercurio “Hg”.
 Conocer las propuestas para una remediación adecuado de un suelo
contaminado de Mercurio “Hg”.

III. MARCO TEÓRICO

3.1 EL SUELO

El suelo se forma por la interacción de los sistemas atmósfera, hidrosfera y


biosfera sobre la superficie de la geosfera. Ocupa la interfase entre la geosfera y
los demás sistemas, en la llamada Zona Crítica (National Research Council, 2001;
Brantley et.al. 2007), la parte más dinámica de la superficie de la Tierra. La
meteorización química y mecánica de las rocas y la influencia de ciertos procesos
microbiológicos producen el suelo. La meteorización está controlada
esencialmente por la energía solar, que regula el ciclo del agua y alimenta los
sistemas vivientes, y por circunstancias locales favorables (como la topografía) y
propiedades intrínsecas de las rocas (permeabilidad, alterabilidadad). Después de
un largo periodo de meteorización, y bajo condiciones climáticas estables, el suelo
puede alcanzar su equilibrio. Pero cuando uno de los parámetros del sistema varía,
el equilibrio se rompe. La interacción con el Hombre, un componente singular de
la biosfera, puede romper también el equilibrio, debido a su uso (agricultura,
industria, minería, ganadería, etc.). Este tipo de modificación negativa del suelo
se denomina normalmente degradación. La presencia en los suelos de
concentraciones nocivas de algunos elementos químicos y compuestos
(contaminantes) es un tipo especial de degradación que se denomina
contaminación. El contaminante está siempre en concentraciones mayores de las
habituales (anomalías) y en general tiene un efecto adverso sobre algunos

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organismos. Por su origen puede ser geogénico o antropogénico. Los primeros
pueden proceder de la propia roca madre en la que se formó el suelo, de la
actividad volcánica o del lixiviado de mineralizaciones. Por el contrario, los
antropogénicos se producen por los residuos peligrosos (hazardous wastes)
derivados de actividades industriales, agrícolas, mineras, etc. y de los residuos
sólidos urbanos. Desde un punto de vista legal, los contaminantes antropogénicos
son los verdaderos contaminantes. La toxicidad de un elemento o compuesto
químico es la capacidad que tiene ese material de afectar adversamente alguna

La contaminación por metales pesados se encuentra entre los impactos más graves
que puede experimentar el suelo por su lenta y difícil restauración. Dentro de los
metales pesados uno de los que más problemas acarrea es el mercurio, el cual es
considerado un contaminante a escala global (López-Tejedoret al. 2010) debido a
su transporte a larga distancia en la atmósfera, su persistencia en el medio
ambiente, y su capacidad de acumularse en los organismos alcanzando
concentraciones superiores a las del medio (bioacumulación) (Matsuyama et al.,
2017) y transferirse al hombre a través de la cadena alimentaria
(biomagnificación), causando efectos negativos y significativos sobre la salud
humana y el medio ambiente (OMS, 2017).

Se tiene conocimiento de su toxicidad desde que, en la década de los 50, la


empresa Chisso, dedicada a la fabricación de ácido acético, empleando sulfato de
mercurio como catalizador, vertiese grandes cantidades de líquidos residuales con
altas concentraciones de dicho elemento en la Bahía de Minamata. Posteriormente
se produjeron casos relacionados con la contaminación de mercurio en otros
escenarios: liberación de mercurio durante las operaciones de extracción de oro
en el Amazonas y Perú o la contaminación de edificios que albergaban la
fabricación de lámparas de vapor de mercurio en USA (Gochfeld, 2003).

En la naturaleza, el estado elemental no es generalmente frecuente, aunque otras


formas de Hg pueden ser transformadas a Hg0. El estado mercurioso es raramente
estable bajo condiciones ambientales convencionales. En forma iónica puede
formar compuestos orgánicos e inorgánicos, así como sulfuros y sulfosales
estables. (Adriano, 1986; Gaona, 2004) (Tabla 1).

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Tabla 1: Principales formas de mercurio en la naturaleza.

Las fuentes de liberación del mercurio al medio ambiente son tanto naturales como
antropogénicas. Especial interés tienen, entre estas últimas, las prácticas agrícolas,
como la fertilización. De hecho, se estima que el 95% de los alimentos se produce
directa o indirectamente en los suelos (FAO, 2015).

La estimación reciente de las emisiones totales mundiales de Hg oscila entre 5000


y 8000 toneladas por año (UNEP, 2009). Estudios recientes estiman que, de las
toneladas de mercurio emitidas a la atmósfera, aproximadamente un 95% se
encuentra en suelos, un 3% en aguas oceánicas y un 2% en la atmósfera. También
se estima que entre un 40 y un 75% del mercurio atmosférico actual tiene como
origen fuentes antropogénicas (Gaona, 2004).

En respuesta a la contaminación del Hg en el suelo, se han desarrollado diversas


tecnologías de remediación para reducir o eliminar su presencia en él. Dentro de
las más utilizadas encontramos técnicas físico-químicas como la
solidificación/estabilización, la inmovilización y la vitrificación (Mahbub, 2017).
La fitorremediación engloba un grupo de técnicas emergentes basadas en el uso
de especies vegetales y sus microorganismos asociados para extraer, acumular o
inmovilizar los contaminantes del suelo. Actúa de tres formas: fitoestabilización,
fitoacumulación y fitovolatilización (Lázaro, 2008).

3.2 FUENTES DEL MERCURIO

El mercurio se encuentra en la naturaleza, principalmente como sulfuros,


formando parte de todos los tipos de rocas (ígneas, sedimentarias y metamórficas);
las pizarras ricas en materia orgánica están particularmente enriquecidas en este
metal. Los principales minerales de mercurio son cinabrio, mena principal, y

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metacinabrio (polimorfos de HgS), así como livingstonita (HgSb4S6). El
mercurio en esta forma se puede movilizar y liberar por actividad volcánica o por
erosión de las rocas. De forma natural, se encuentra como traza en el petróleo y
carbón. En suelos el mercurio está presente de forma natural en concentraciones
de una poca ppm y alcanzan valores inferiores a 100 ppm. En áreas asociadas a
depósitos metálicos de oro y molibdeno es superior (de 20 a 250 ppm) de mercurio
pudiendo alcanzar 2.000 ppm. Si los depósitos son de mercurio, los niveles de este
metal son considerablemente superiores, llegando en algunos casos a 100.000
ppm. Sobresale el mayor contenido de mercurio en el horizonte A con respecto a
los restantes horizontes del suelo. La mayor parte de las aguas naturales
(subterráneas, superficiales y marinas) contienen niveles inferiores a 2 ppm de
mercurio. (Adriano, 1986).

Las fuentes antropogénicas incluyen la explotación de los depósitos naturales de


mercurio, la mayoría de los cuales se encuentran a niveles relativamente
superficiales (desde pocos metros hasta 700 metros), así como en la minería del
oro (Paruchuri et al., 2010). El distrito de Almadén (Ciudad Real, España),
constituye la concentración natural de mercurio más grande del mundo. Está
formado por una serie de depósitos de mercurio mineral, predominantemente en
forma de cinabrio. La producción de mercurio en Almadén representa más del
30% del total conocido de mercurio producido en el mundo (Gaona, 2004).

Otras fuentes importantes tienen su origen en la recuperación de mercurio


procedente de industrias obsoletas y productos de desecho, la combustión de
calderas alimentadas con carbón, petróleo, gas natural o combinación de ellos,
incineración de residuos municipales y médicos que contienen mercurio en su
composición (pilas, interruptores eléctricos y relés electrónicos de diversos
aparatos, lámparas, aparatos utilizados para la medición de la presión sanguínea)
(Cheng y Hu, 2012). Procesos industriales como la producción de cloro-álcali,
cloro etileno y acetaldehído que utilizan compuesto de mercurio como
catalizadores son actividades antropogénicas que generan una gran cantidad de
Hg al medio ambiente, contribuyendo a la contaminación del suelo principalmente
por emisión de partículas transportadas por el aire y residuos que van a parar a los
suelos. (Gaona, 2004).

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Especial interés tienen las prácticas agrícolas. De hecho, se estima que el 95% de
los alimentos se produce directa o indirectamente en los suelos (FAO, 2015).
Ejemplo de ello es la aplicación de lodos y de fertilizantes de tipo fosfatado que
pueden incrementar el contenido de mercurio en el suelo. Es sabido que el
contenido de metales pesados en lodos de depuradoras es un factor limitante para
su aplicación, estando regulada su aplicación en el sector agrario (Real Decreto
1310, 1990) y en fertilizantes elaborados con materias primas de origen vegetal o
animal (Real Decreto 506, 2013). Por otro lado, se ha constatado que en la
producción de fertilizantes fosfatados se originan subproductos de mercurio que
pueden ser transferidos en su aplicación (EPA, 2018).

Mercurio en el medio ambiente

El mercurio en el medio ambiente se encuentra en constante movimiento entre


atmósfera, agua y suelo (Figura 1).

La mayoría del mercurio liberado a la atmósfera, es en forma gaseosa elemental


(Hg0), que puede tener como origen procesos naturales o antrópicos. Durante su
transporte, el mercurio elemental pasa a Hg2+, por la acción de oxidantes
atmosféricos como el bromo, ozono, HClO, HSO3-, -OH presentesen la niebla y
en pequeñas gotas de lluvia. Una pequeña fracción del mercurio oxidado (Hg2+)
es reducido en la atmósfera por el SO3- o por fotoreducción del Hg(OH)2.

Figura 1: El mercurio en el medio ambiente.

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Una vez liberado a la atmósfera el mercurio tiene un tiempo de residencia que
varía según la forma en la que se encuentre. El Hg0 tiene un tiempo de residencia
medio de alrededor de un año, mientras que su forma oxidada, tiene tiempos de
residencia que oscilan entre horas y meses (Gaona, 2004)

Sin embargo, la porción principal de Hg2+ de la atmósfera se deposita en el agua


y en el suelo, transformándose en formas orgánicas tóxicas, como por ejemplo el
metilmercurio (CH3Hg) pudiendo afectar a sus organismos y pasar al hombre a
través de la cadena alimentaria. Dicha deposición se produce principalmente por
vía húmeda (absorción del contaminante en forma de pequeñas gotas y
transferencia a la superficie por la lluvia, niebla o nieve) (Mahbub et al., 2017).

Existen una serie de vías a partir de las cuales el mercurio llega al agua. Puede ser
depositado desde la atmósfera principalmente por vía húmeda y proceder del
lavado y arrastre de mercurio desde el suelo a las aguas (Gaona, 2004). La
transformación más importante que tiene lugar es la metilación que se puede llevar
a cabo por dos vías: metabolismo microbiano (proceso biótico), el cual requiere
una transferencia del ión metilo (CH3-) por las bacterias sulfato reductoras, siendo
el mecanismo predominante para su formación (Mahbub et al., 2017) y una
metilación química (proceso abiótico), que depende de las características físico-
químicas de los cuerpos de agua (donantes de metilo adecuado, la forma del Hg,
el pH, salinidad y fuerza iónica) y del impacto antropogénico ya que el uso
generalizado de compuestos de Hg, como fungicidas, insecticidas, bactericidas
han dado lugar a la presencia de estos compuestos en aguas naturales y sedimentos
(Celo et al., 2006). Transformación similara la que experimenta el mercurio en los
sedimentos.

Una vez depositado en el suelo, las especies Hg2+ están sujetas a un amplio
abanico de reacciones químicas y biológicas. Encontramos comunidades
microbianas resistentes al mercurio portadoras de un operón (mer)que produce la
enzima reductasa mercúrica encargada de reducir el Hg2+ del suelo a Hg0 volátil,
que vuelve a la atmósfera (volatilización). Se han llevado a cabo diversos estudios
que demuestran que esta emisión está relacionada con la temperatura y la
radiación solar, aunque sus mecanismos no son del todo conocidos (Moore y
Carpi, 2005)

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Una gran parte del Hg lleva a cabo reacciones de adsorción-desorción y forma
complejos con la materia orgánica (Mahbub et al., 2017). La complejación entre
los metales y la materia orgánica puede cambiar su comportamiento. Las
moléculas que constituyen la materia orgánica contienen grupos funcionales como
el carboxilo, fenol, grupos aminos y sulfhídrico que pueden formar complejos
muy estables con los iones metálicos, reduciendo su movilidad del mercurio en el
suelo, haciendo que este actúe como una gran reserva de mercurio. (Dunhamet al.,
2015)

En ambientes reductores y suelos sulfurosos, las bacterias reductoras del sulfato


catalizan la reacción de formación de HgS, insoluble, a partir de H2S y Hg2+, lo
que supone una variación en la disponibilidad del Hg en el suelo. Como paso
previo a la formación de HgS, se forma el sulfuro de dimetilmercurio (CH3Hg)2S.
El HgS es una forma poco móvil y poco reactiva de Hg (Castillo, 2005). Como en
el agua, en estos ambientes las bacterias reductoras de sulfato favorecen, además,
la metilación del mercurio (Kelly et al. 2006; Kelly et al. 2007; Lefebvre et al.
2007; Mahbub et al., 2017).

La demetilación del CH3Hg es otra transformación importante. La demetilación


reductiva, llevada a cabo por bacterias mercurio-resistentes, convierten el
metilmercurio en mercurio elemental, que vuelve a la atmósfera. Por otro lado la
demetilación oxidativa produce Hg2+, que es usado como sustrato para la
metilación (Mahbub et al., 2017).

3.3 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA MOVILIDAD /


BIODISPONIBILIDAD DEL HG EN EL SUELO

El Hg se acumula en mayor medida, en los primeros centímetros del suelo, las


concentraciones suelen disminuir según se avanza en profundidad. Esto se debe a
que la disponibilidad del Hg no solo depende de su especiación química sino
también de las propiedades del suelo particularmente el pH, potencial redox y
contenido en coloides del suelo:

pH: en medios ácidos, la proporción de metales pesados en la solución del suelo


es más alta, generalmente en forma de cationes, que son biodisponibles. A un pH
bajo, hay menos grupos hidroxilos con los que coordinarse quedando reducida la
posibilidad de formar precipitados. Hasta pH<2 predomina la forma Hg2+, con

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valores de pH entre 2 y 4,5 la especie dominante es HgOH+ y a partir de 4,5 la
especie Hg(OH)2 se vuelve dominante (Adriano, 1986)

El potencial redox: en condiciones naturales de potencial redox y pH, la


solubilidad del mercurio esta principalmente determinada por las especies Hg
(OH)2, Hg0 y HgS. En condiciones moderadas de oxidación por encima de pH 5,
la especie dominante del mercurio es el Hg0. Si nos encontramos ante condiciones
reductoras el Hg puede precipitar como HgS, que presenta una solubilidad muy
baja, sin embargo, en condiciones de reducción fuertes, su solubilidad aumenta
por conversión del Hg2+ a Hg0 o a HgS-2 si el pH es elevado. Condiciones
reductoras son óptimas para la formación de metilmercurio, y condiciones
aeróbicas para la perdida de metilmercurio del suelo (López-Tejedor et al., 2010).

Coloides del suelo (arcilla-materia orgánica): El tipo de suelo va a ser un factor


fundamental a la hora de determinar el comportamiento del mercurio. Por lo
general, el mercurio se acumula en los horizontes superficiales del suelo. De
manera que su concentración disminuye poco a poco en los primeros 20 cm del
suelo, para luego estabilizarse en la profundidad. La concentración de mercurio
en solución presente en un suelo está controlada por las reacciones de adsorción–
desorción con la materia orgánica y los minerales de éste, reduciendo las pérdidas
de mercurio del suelo por volatilización. Sin embargo, las precipitaciones
ocasionan una disminución de la concentración de mercurio en la capa orgánica
superficial y un aumento en las capas más profundas, como resultado de procesos
de lixiviación (Lopez-Tejedor et al., 2010). Sin embargo, la formación de
complejos entre el mercurio y la materia orgánica, reduce la movilidad del metal
(Dunham, S., et al., 2015).

A pH < 4 el mayor sorbente para el Hg es la materia orgánica, mientras que a pH>


5.5 los mejores sorbentes son los óxidos de hierro y los minerales de arcilla ya que
la materia orgánica se satura con Ca2+ (Adriano, 1986).

Fang (1978) observó que la mineralogía de las arcillas también es determinante


en la sorción del mercurio en el suelo, siendo la illita la que mayor capacidad de
sorción presenta frente a la caolinita que es la que menos (López-Tejedor et al.,
2010).

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Mercurio (Hg): Es un metal líquido a temperatura ambiente, que además de
encontrarse en su estado elemental, se puede hallar como derivados inorgánicos y
derivados orgánicos. El mercurio elemental es poco soluble y por lo tanto poco
tóxico al ingerirse, pero puede emitir vapores tóxicos a cualquier temperatura y
ocasionar intoxicaciones agudas y crónicas por su inhalación (Sarmiento et. al.
1999; Bayona, 2009).

La toxicidad que exhibe el mercurio depende drástica-mente de la fase química en


la que se encuentre. El metilmercurio es una de las formas con elevada toxicidad
y es muy fácilmente incorporado en la cadena alimenticia y bio-acumulado en
seres vivos. Afecta principalmente al sistema nervioso y puede producir graves
daños en el cerebro en estado fetal. Es activamente perjudicial para el sistema
cardiovascular y puede ser cancerígeno.

3.4 EXPOSICIÓN A METALES PESADOS (HG) Y SUS EFECTOS EN LA


SALUD Y AMBIENTE

Como ya fue anotado, la presencia de metales en el ambiente se da por vía natural


y antropogénica. Se movilizan en matrices de agua, suelo y aire.

Los metales son persistentes, es decir, no pueden ser creados o degradados, ni


mediante procesos biológicos ni antropogénicamente. Una vez que han entrado en
los ecosistemas acuáticos, se transforman a través de procesos biogeoquímicos y
se distribuyen entre varias especies con distintas características físico-químicas
por ejemplo, material particulado (>0,45 µm), coloidal (1 nm-0,45 µm) y especies
disueltas (=1 nm) (Martorell J.J., 2010). La materia particulada y coloidal, tanto
orgánica como inorgánica, desempeña un papel clave en la coagulación, la
sedimentación y en los procesos de adsorción, los cuales influyen en los tiempos
de residencia y transporte de los metales trazas desde la columna de agua a los
sedimentos y a otras matrices.

La inhalación y la ingesta de alimentos, son dos de las causas más sobresalientes


de contaminación. Los efectos tóxicos dependen del tipo de metal, de la
concentración y en algunos casos de la edad de la población expuesta. Algunos
estudios que evalúan la contaminación de metales pesados en alimentos, carne y
leche, han encontrado que el cadmio, el mercurio, el plomo y el arsénico, son

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cuatro de los elementos que por su impacto en la salud y concentración deben ser
cuidadosamente evaluados y monitoreados.

Humanos: se ha estudiado que el Hg causa varias enfermedades


neurodegenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica, el Alzheimer y el
Parkinson. El mercurio elemental y los compuestos inorgánicos del mercurio han
demostrado afectar al sistema inmune y a los riñones.

Los mayores problemas de salud humana están relacionados con metilmercurio,


que parece ser una amenaza para los sistemas cardiovascular y nervioso, debido a
que la presencia del metilo le permite atravesar con facilidad las membranas
biológicas, una vez en el interior de la célula se une a grupos tioles o imídicos de
las proteínas, lo que facilita su desnaturalización (Castillo, F, 2005). El
metilmercurio puede ser absorbido por los organismos acuáticos y bioacumularse,
principalmente en los peces y representa más del 90% del Hg total del pescado y
marisco. La ingesta semanal tolerable de metilmercurio es de 1,3µg/kg de peso
corporal y de 4 µg/kg de peso corporal para el mercurio inorgánico (EFSA, 2018).

Invertebrados: el crecimiento y la reproducción de los invertebrados son


susceptibles a la contaminación por Hg en el suelo. Dado que se encuentran en el
inicio de la cadena alimentaria, se puede transferir y pasar a niveles tróficos
superiores. Los invertebrados más estudiados han sido diferentes especies de
lombrices que se han consideran biomarcadores en la toxicidad del suelo. La
acumulación y toxicidad del Hg en las lombrices se ve afectada por varios
factores, como las interacciones suelo-Hg, la interacción de las lombrices con
sustancias disponibles a través del contacto dérmico y/o ingestión de los suelos.
El suelo ingerido está sujeto a reacciones químicas en el intestino de la lombriz.
La proporción biodisponible de Hg para absorción dérmica en el suelo es
generalmente muy baja y la actividad de las lombrices aumenta el contenido de
materia orgánica, lo que contribuye a una menor biodisponibilidad de Hg. El grado
de bioacumulación del Hg en los invertebrados del suelo es importante debido a
la intoxicación secundaria por Hg de los depredadores vertebrados (Mahbub et al.,
2017)

Plantas: el mercurio puede ser extraído por los sistemas radicales de las plantas y
transferidos al interior de las mismas. La transferencia del mercurio a la planta a

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través de las raíces es muy lenta y no depende de la concentración del mercurio
total presente en el suelo, si no de cantidad de mercurio fácilmente disponible
(Lopez-Tejedor et al., 2010). Las formas inorgánicas del suelo están más
disponibles para la absorción de la raíz, sobre todo cuando está unido a ácidos
fúlvicos. Se ha demostrado que el mercurio intracelular se une a grupos - SH,
fosfato y otros grupos activos en ADP y ATP, alterando la permeabilidad de la
membrana y la actividad mitocondrial. La toxicidad del Hg en las plantas afecta
al sistema antioxidante, a la fotosíntesis y a su crecimiento, alterando su
rendimiento. Ejerce también un efecto sobre la absorción de nutrientes y la
homeostasis e induce a la genotoxicidad (Matsuyama et al., 2017). Estudios
recientes muestran que las plantaciones de arroz también pueden acumular
metilmercurio, procedente del suelo contaminado de áreas de minería de Hg
(Zhang et al., 2010), de esta manera el Hg podría pasar a través de la cadena
trófica. Se han llevado a cabo ensayos con cultivos de cebada, altramuz, garbanzo,
lenteja y berenjena en suelos contaminados con Hg y se observó que la mayor
concentración de Hg se dio en la raíz, seguida de tallo, hojas y fruto (Millan, 2007)

3.5 RECUPERACIÓN DE SUELOS CONTAMINADOS POR HG

En respuesta a la contaminación del Hg en el suelo, se han desarrollado diversas


tecnologías que tienen como objetivo reducir o eliminar su presencia en él,
mediante procesos físico-químicos, térmicos o biológicos. Estas técnicas se
pueden llevar a cabo en el mismo sitio en donde se encuentra la contaminación,
sin necesidad de un tratamiento previo para su aplicación (in-situ) o puede requerir
de la excavación o cualquier otro proceso para remover el suelo antes de su
tratamiento (ex-situ). El Real Decreto 9/2005 que establece la relación de
actividades potencialmente contaminantes del suelo y los criterios y estándares
para la declaración de suelos contaminados, prioriza las técnicas de tratamiento in
situ.

16
IV. ANÁLISIS SITUACIONAL

El desarrollo de actividades antropogenicas no controladas, ha contribuido cada


vez más a la generación de residuos con elementos potencialmente tóxicos que en
concentraciones altas pueden tener efectos nocivos a la salud de la población y
afectaciones al equilibrio ecológico y el ambiente. Uno de los problemas más
señalados por la sociedad a nivel mundial que ocupa un lugar prominente, es la
progresiva degradación de los recursos naturales causada por la gran diversidad
de contaminantes tóxicos orgánicos e inorgánicos, tanto en la atmósfera, agua,
suelo y subsuelo, procedentes de diversas actividades naturales y antropogénicas
generando un irremediable deterioro en el ambiente.

Actualmente se han de implementar técnicas y procesos mitigadores para resolver


la contaminación originada por metales pesados en suelos, esto costara mediante
estrategias basadas en el uso de plantas que tienen la propiedad de acumular
metales pesados; proceso denominado “fitorremediacion” que consiste en la
remoción, transferencia, estabilización y/o degradación y neutralización de
compuestos orgánicos, inorgánicos y radioactivos que resultan tóxicos en suelos.
Esta tecnología que ha generado el ambiente mismo en aras de autodepuración sin
la intervención del hombre tiene como objetivo degradar y/o asimilar, los metales
pesados, presentes en el suelo, lo cual tiene muchas ventajas con respecto a los
métodos convencionales de tratamientos de lugares contaminados; en primer lugar
es una tecnología económica, de bajo costo, en segundo lugar posee un impacto
regenerativo en lugares en donde se aplica y en tercer lugar su capacidad extractiva
se mantiene debido al crecimiento vegetal.

La fitorremediacion no es un remedio para todos los suelos contaminados, antes


de que esta tecnología pueda volverse técnicamente eficiente y económicamente
viable, hay algunas limitaciones que necesitan ser superadas como, por ejemplo,
sus mecanismos fisiológicos.

Durante años los problemas medioambientales generados por las actividades


antropogenicas han sido omitidos, causando un olvido respecto a la normatividad
y cumplimiento de las mismas, la minería informal desarrollada en la región puno,
ha ocasionado una contaminación total en las cuencas existentes, las mismas

17
cuencas que alimentan al lago Titicaca, generándose así una contaminación en
serie.

Actualmente río Ananea se encuentra seriamente afectada por la actividad minera


desarrollada en la región, debido a la explotación minera informales cuyo proceso
de extracción del oro implica la eliminación de gran cantidad de sólidos en
suspensión, los cuales son vertidos directamente a los cauces nacientes de los ríos.

V. PROPUESTAS DE MEJORA

5.1 FITORREMEDIACION MEDIANTE LA FITOEXTRACCION

¿Qué es la fitorremediación?

La Fitorremediación es el uso de plantas para limpiar ambientes contaminados.


Aunque se encuentra en desarrollo, constituye una estrategia muy interesante,
debido a la capacidad que tienen algunas especies vegetales de absorber, acumular
y/o tolerar altas concentraciones de contaminantes como metales pesados,
compuestos orgánicos y radioactivos. La contaminación ambiental por metales
pesados y otros tóxicos representa un riesgo potencial para todos los organismos
vivos. En el caso específico de contaminación por metales y no metales, un
proceso de Biomagnificación puede dar lugar a la intoxicación de los
consumidores finales. Para evitar estos riesgos se hace necesaria la eliminación o
reducción de los tóxicos mediante técnicas cuya elección dependerá del medio que
se ha de limpiar.

Hay plantas que tienen la interesante capacidad de limpiar los ambientes


contaminados. Pueden acumular o transformar sustancias tóxicas que aparecen en
el suelo o el agua, ya sea por accidente (por ejemplo derrame de petróleo o
aceites), por la actividad del hombre (por ejemplo desechos mineros) o por
cuestiones geológicas (por ejemplo altos niveles de arsénico en las aguas
subterráneas). Las plantas también ayudan a impedir que el viento, la lluvia y las
aguas subterráneas extiendan la contaminación a otras zonas. Este uso de las
plantas se conoce como “fitorremediación”, y aunque es bastante reciente, ofrece
ventajas muy interesantes, como el bajo costo y la rapidez del proceso.

18
Al tomar por las raíces el agua y los nutrientes, las plantas también extraen del
suelo los contaminantes. Dependiendo de la sustancia, podrá almacenarse en las
raíces, tallos y hojas, o transformarse en sustancias menos perjudiciales en el
interior de la planta o en gases no tóxicos que se liberan al ambiente. La idea, en
el caso de la acumulación, es destruir luego la planta y procesarla según el
contaminante. Se conocen unas 400 especies que pueden acumular selectivamente
alguna sustancia. La mayoría son muy conocidas, como el girasol, la cebada, la
alfalfa, el nabo, la totora, entre otros.

FITOEXTRACCIÓN: También conocida como fitoacumulación consiste en la


absorción de metales contaminantes específicos por las raíces de las plantas y su
acumulación en tallos y hojas. Existen variedades de plantas muy adecuadas para
este uso debido a que absorben gran cantidad de metales, en comparación con
otras especies. En primer lugar, se seleccionarán las especies más adecuadas,
según los metales presentes y las características del emplazamiento, y se
cultivarán en la zona contaminada. Una vez completado el crecimiento vegetativo
de la planta el siguiente paso es cortarlas y proceder a su incineración y traslado
de las cenizas a un vertedero de seguridad. Estas cenizas apenas ocuparán un 10
% del volumen que ocuparía el suelo si se excavará par su tratamiento. Otra
alternativa es transformar las plantas en abono vegetal para reciclar los metales.
El proceso se repite hasta que se alcance la reducción de concentración de metales
deseada.

Más de 400 plantas pueden absorber grandes cantidades de zinc, níquel y cobre y
la fitoextraccion también se realiza con éxito en presencia de plomo y cromo.

5.1.1 Fitorremediación de contaminantes orgánicos e inorgánicos

Se basa en los procesos que ocurren naturalmente por los cuales las plantas y
los microorganismos rizosféricos degradan y secuestran contaminantes
orgánicos e inorgánicos.

Los contaminantes orgánicos dependiendo de sus propiedades pueden ser:

Degradados en la zona radicular

incorporados a la planta (degradación, secuestro, volatilización)

19
En cambio, los contaminantes inorgánicos no pueden ser degradados, pero
pueden fitorremediarse mediante estabilización o secuestro en la parte
cosechable de la planta.

Entre los factores que controlan la cantidad de contaminante (orgánico) que la


raíz de la planta puede tomar:

 Propiedades químicas del contaminante (hidrofobicidad y volatilidad)


 Condiciones ambientales
 Características de la especie de planta
 Propiedades del suelo
Las sucesivas cosechas de las partes aéreas de dichas plantas con altas
concentraciones de metales, pueden ser convenientemente tratadas como
residuos o como fuente de metales.

Los avances biotecnológicos posibilitan “mejorar” genéticamente a las plantas


fitorremediadoras para que sean capaces de crecer en ambientes contaminados
con uno o varios metales y sustancias peligrosas para la subsistencia de la
vida.

5.1.2 Tipos de plantas más utilizadas

Freatófitas: plantas de raíces profundas (álamo, sauce, algodonero, nabo,


amapola, diente de león).

Pasturas: por su tipo de raíz retienen el suelo (centeno, sorgo, festuca, girasol)

Legumbres: permiten enriquecer el suelo en N2 ((trébol, alfalfa, caupí)

Acuáticas: permiten la degradación de contaminantes en humedales


artificiales.

5.2 TECNOLOGIAS DE FITORREMEDIACION

Las fitorremediacion se pueden aplicar tanto a contaminantes, presentes en


sustratos sólidos, líquidos o en el aire.

20
Figura 2: Fitorremediaciones aplicadas a sustratos sólidos.

Figura 3: Tecnologías de fitorremediación

21
Figura 4: Proceso de fitoextracción

5.3 VENTAJAS Y DEVENTAJAS DE LA FITORREMEDIACIÓN

5.3.1 Ventajas

Las plantas pueden ser utilizadas como bombas extractoras de bajo costo para
depurar suelos y aguas contaminadas.

Las plantas emplean energía solar.

El tratamiento es in situ. Costo aproximado entre 500 s./ por tonelada de tierra
contaminada (costo 10 veces menor respecto de los métodos tradicionales).
Algunos procesos degradativos ocurren en forma más rápida con plantas que
con microorganismos. Es un método apropiado para descontaminar
superficies grandes o para finalizar la descontaminación de áreas restringidas
en plazos largos. Es una metodología con buena aceptación pública. Se
generan menos residuos secundarios.

5.3.2 Desventajas

El proceso se limita a la profundidad de penetración de las raíces o a aguas


poco profundas.

La fitotoxicidad es un limitante en áreas fuertemente contaminadas.

22
Los tiempos del proceso pueden ser muy prolongados. La biodisponibilidad
de los compuestos o metales es un factor limitante de la captación.

Deben considerarse contaminaciones potenciales de la cadena alimentaria y


napas de agua.

Se requiere comprender mejor la naturaleza de la planta.

DIENTE DE LEÓN (TARAXACUM OFFICINALE): El Diente de león


pertenece a la familia de las Compuestas (Compositae) o también
denominadas Asteráceas (Asteraceae); su nombre en latín “Taraxacum”
deriva del griego “tarasso” y del árabe “tarakhshaqún” que quiere decir hierba
amarga; el término “Officinale” hace referencia a sus cualidades medicinales.
a) Descripción: Es una hierba perenne que crece hasta 30cm de altura; las
hojas tienen los márgenes profundamente dentados, de tamaño variable de 5 a
30cm de largo y 1 a 5cm de ancho, crecen desde la base del tallo en forma de
roseta, tallo tierno y hueco la flor surge del centro de la planta, es de color
amarillo en forma de cabezuela con muchísimos pétalos muy pequeños; al
madurar, las flores se convierten en las características bolas de pelusa que
contienen las semillas que son un fruto pequeño de 2.5 a 4mm de largo,
cilíndrico y seco. b) Tiempo de recolección: verano y otoño, cuando la flor es
aun amarilla. Son de mayor calidad al segundo año. c) Otros usos: Alimento,
bioindicador; con la raíz tostada y molida se prepara un sustituto del café. d)
Adaptabilidad: es una especie de fácil adaptabilidad, más aun por la extensión
de sus raíces.

23
5.4 LOMBRICULTURA

La lombricultura tuvo su origen en California, EE.UU., se extendió a Europa y


finalmente hacia el resto del mundo; aplicando normas y técnicas de producción
a la especie Eisenia foetida más comúnmente conocida como "lombriz roja
californiana". En la cual se utilizan lombrices para digerir la materia orgánica
provocando su degradación. El producto final es el "lombricompuesto",
caracterizado por su excelente calidad como abono orgánico, acondicionador de
suelos o sustrato de cultivos (Díaz, 2002).

La Lombriz Roja Californiana (Eisenia foetida) es la más conocida y empleada en


más del 80% de los criaderos del mundo. La humedad adecuada para su desarrollo
es del 60-70%, el rango de temperatura es de 12-30ºC, el pH óptimo es de cinco a
ocho, la aireación es fundamental para la correcta respiración y desarrollo de las
lombrices; el alimento principal es materia orgánica parcial o totalmente
descompuesta, constituida por residuos vegetales, estiércoles, frutas, tubérculos y
restos de aserraderos. El lombricompuesto es un fertilizante orgánico de buena
calidad, cuya característica fundamental es la bioestabilidad, pues no da a lugar a
fermentación o putrefacción. Se debe tener en cuenta que las temperaturas
elevadas, los niveles de pH extremos, al igual que los gases tóxicos que emanan
del estiércol durante los procesos de fermentación son letales para las lombrices,
por lo cual, el material orgánico, empleado como alimento, debe estar total o
parcialmente descompuesto (García & Solano, 2005).

Las lombrices en la actualidad se han convertido en el mejor aliado del hombre


para combatir la polución que él mismo produce. Estos animales realizan con

24
notable eficiencia la destoxificación de residuos orgánicos contaminados por
microorganismos patógenos, parásitos e inclusive metales pesados.

En Uruguay, el ente sanitario del Estado (OSE) emplea lombrices para rehabilitar
el lodo contaminado del alcantarillado y aguas servidas con el objetivo de
transformarlo en un producto útil para la agricultura. Esta experiencia de campo y
las pruebas hechas en el laboratorio confirman que las lombrices son un agente
descontaminante muy efectivo. Sin embargo, aún se desconoce con certeza cuál
es el mecanismo bioquímico implicado en este proceso.

Lo interesante es cómo esta lombriz, que vive en tierra fresca, es capaz de crecer
y reproducirse en un medio donde hay una presión tóxica tan fuerte. En estos
barros crecen organismos inferiores, como bacterias u hongos, pero no proliferan
aquellos organismos que se sitúan en niveles más altos de la escala zoológica.

“Las lombrices producen metalotineina -una proteína diseñada especialmente para


recubrir los metales y mantenerlos seguros”, explicó Mark Hodson de la
Universidad de Reading. “En términos generales, si una lombriz de tierra puede
resistir a una clase de metal, puede resistir a varios tipos de metales”, agregó. Una
pieza clave en la investigación fue el más reciente sincrotrón (acelerador de
partículas) creado en Oxfordshire.

5.5 ELECTRORREMEDIACIÓN DE SUELOS CONTAMINADOS

En las últimas dos décadas se ha incrementado el interés por desarrollar


tecnologías que ayuden a solucionar el problema de los suelos contaminados, la
mayoría de estas se han orientado hacia los procesos de remediación in situ, dentro
de los cuales se ha propuesto a la electrorremediación por su capacidad de remover
contaminantes tanto orgánicos como inorgánicos. El presente artículo ofrece una
revisión técnica sobre la tecnología de electrorremediación para la restauración de
suelos contaminados con compuestos orgánicos e inorgánicos, se presenta el
fundamento técnico, los mecanismos para remoción del contaminante, los factores
principales que influyen en el proceso, las variantes electrocinéticas utilizadas
para mejorar su rendimiento, así como una visión sobre su aplicación en campo.

El aprovechamiento de los recursos naturales (maderas, minerales, agua, etc.) ha


sido base fundamental para el desarrollo de la humanidad. Como resultado de la
tecnificación de los procesos de producción a partir de la revolución industrial

25
(1750 d.C.), el uso de estos recursos se incrementó, y en consecuencia, también
se comenzaron a generar grandes volúmenes de desechos industriales y urbanos.
Estos desechos, debido al lento desarrollo y a la ineficiencia de las técnicas de
manejo, han generado una gran cantidad de sitios contaminados con metales
pesados, compuestos orgánicos y otros materiales peligrosos (Virkutyte et al.
2002).
En las últimas tres décadas se han desarrollado diversas tecnologías para la
remediación de suelos contaminados que actualmente se aplican exitosamente.
Sin embargo, a pesar de la existencia de estas tecnologías, se continúa realizando
investigación orientada a mejorar la eficiencia de las ya existentes así como el
desarrollo de técnicas innovadoras, por lo cual muchas de ellas se encuentran en
etapa de investigación para determinar su factibilidad técnica y económica. Dentro
de la diversidad de tecnologías, figuran las aplicables in situ, las cuales al evitar
operaciones de excavación y transporte, suponen una reducción de costos y
riesgos. Dentro de este grupo de tecnologías destacan algunas como:
electrorremediación, arrastre de fluidos, extracción forzada con vapores,
oxidación química y “landfarming” (un resumen de las ventajas técnicas y
aplicabilidad de estas tecnologías se presenta en el cuadro I). En el caso de la
electrorremediación, esta técnica ha demostrado su capacidad de remover algunos
contaminantes orgánicos como tricloroetileno e hidrocarburos, ya sea en estudios
de laboratorio, a nivel piloto y de campo, (Martínez 2001, Molina et al. 2004); sin
embargo, su principal aplicación ha sido en suelos contaminados con metales, para
remover elementos como Cr, Cd, Hg, Pb, Mn, Zn y As (Hamed et al. 1991, Acar
et al.
1994, Hicks y Tondorf 1994, Reed et al. 1995, Acar y Alshawabkeh 1996, Cox et
al. 1996, Hansen et al. 1997, Kim y Kim 2001, Suer et al. 2003, Pazos et al. 2006).
En diversos estudios de investigación la aplicación de la electrorremediación ha
permitido alcanzar eficiencias de remoción cercanas al 100 %, principalmente si
la contaminación es causada por un solo metal ([Pb] Hamed et al. 1991, Reed et
al. 1995, Acar y Alshawabkeh 1996, [Cd] Acaret al. 1994, Hicks y Tondorf 1994,
[Hg] Cox et al. 1996, [Ca] Maini y Sharman 1999). En las aplicaciones en campo,
los resultados han sido variables dependiendo del tipo de suelo, el tipo de
contaminante y la variante tecnológica utilizada. El presente documento tiene la
finalidad de presentar una revisión técnica sobre la electrorremediación como
tecnología para la restauración de suelos contaminados con compuestos orgánicos
e inorgánicos.
En el análisis se presentan el fundamento técnico, los mecanismos de remoción
del contaminante, los factores que influyen en el proceso, las variantes utilizadas
para mejorar su rendimiento, así como una visión sobre su aplicación en campo.

5.5.1 Fundamento de la técnica

La electrorremediación es una tecnología para restaurar suelos


contaminados que se basa en la generación de un campo eléctrico a partir de
imponer corriente directa. Para la aplicación de una diferencia de potencial,

26
o una corriente directa, se requiere el empleo de electrodos (ánodo y cátodo),
los cuales son colocados en pozos excavados en el suelo, usualmente estos se
humectan con un electrolito para mejorar las condiciones de conducción del
campo eléctrico.
La acción del electrolito permite transportar el contaminante hacia los pozos
en donde será extraído.
Al contrario del arrastre de fluidos, esta técnica permite establecer una
migración dirigida, la cual evita la dispersión del contaminante fuera de la
zona de tratamiento.

5.5.2 Mecanismos de remoción

Los mecanismos principales por los cuales el campo eléctrico conduce los
contaminantes hacia los electrodos son: electromigración, electroósmosis y
electroforesis. Siendo los dos primeros los que ejercen la mayor influencia en
el transporte del contaminante. A continuación, se describe cada uno
Electromigración. Es un fenómeno en el cual los iones en solución y los
coloides que tienen carga eléctrica se mueven a través del campo eléctrico con
una velocidad que es proporcional al producto de la fuerza del campo eléctrico
y la movilidad del ión o partícula, un esquema se presenta en la figura 1. La
ecuación básica que describe la electromigración de iones a través de un
capilar es:

Electroósmosis. Es un fenómeno de transporte en el cual el líquido saturante


junto con las sustancias que se suspenden en él (coloides con y sin carga
eléctrica), fluyen hacia uno de los electrodos (normalmente hacia el cátodo)
(Virkutyte et al. 2002), un esquema se muestra en la figura 2. La tasa de este
flujo es proporcional al producto de la fuerza del campo eléctrico aplicado y
al potencial ζ de la interfase sólido-líquido. El valor del potencial ζ es función

27
de las propiedades del suelo, así como de la fuerza iónica y el pH del
electrolito (Yeung 1990).
Por ejemplo, con un gradiente de potencial eléctrico de 100 V m-1 , los valores
típicos de potencial ζ están entre -10 y -100 mV, lo cual causa que el agua
fluya hacia el cátodo a una velocidad que puede alcanzar 10 cm⋅día-1 ; bajo
estas condiciones algunas pruebas de laboratorio han demostrado una eficiente
remoción de compuestos orgánicos insolubles, los cuales tienen cargas iónicas
parciales, por lo que las cargas iónicas totales resultan ser muy débiles y no
lograrían moverse solo por electromigración (Yeung 1990, Martínez 2001).

Electroforesis. Este mecanismo se observa cuando hay partículas o coloides


con carga eléctrica, de forma que los contaminantes ligados a este material
particulado pueden ser transportados por el campo eléctrico (Virkutyte et al.
2002).
En principio se espera que la aplicación de la electrorremediación en un sitio
contaminado con metales sea sencilla debido al rápido transporte por
electromigración y a que no es afectada por las variaciones de potencial. En
suelos contaminados con metales, la electromigración tiene un mayor impacto
que la electroósmosis, para que un metal sea transportado
por el fenómeno de electromigración debe de estar en solución y tener una
carga eléctrica, la cual no debe de cambiar mientras migra hacia uno de los
electrodos.

28
CONCLUSIONES

los niveles de hg (mercurio) detectadas en Ananea tiene contenidos altos de


concentración.

La concentración de mercurio hallada en hojas de diente de león (Taraxacum officinale)


tiene una media de 0.510 ppm.

Los contenidos de hg (mercurio) representa riesgos para la salud.

Perú es un país minero por excelencia, cuyo agente contaminado es identificado a nivel
nacional que tenemos.

29
RECOMENDACIONES

Realizar estudios similares que determinen la presencia de Hg (mercurio) plantas, entre


otros, así en el suelo, como factores determinantes de la presencia de estos contaminantes
con el fin de monitorear los niveles de concentraciones en Ananea.

Es necesario dar a conocer a la población el impacto que puede conllevar el Hg (mercurio)


contaminadas y la repercusión que se da a largo plazo.

Realizar estudios sobre las fuentes de contaminación de zonas, de modo que sea posible
realizar estudios retrospectivos acerca del origen, y extrapolar los resultados para realizar
una evaluación del riesgo de estos contaminantes.

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