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La historia republicana del Perú es la historia peruana bajo gobierno republicano

independiente, que se prolonga hasta la actualidad. Oficialmente, la historia del Perú


independiente empieza el 28 de julio de 1821, día en el que el general argentino José
de San Martín, jefe de la Expedición Libertadora, proclamó la independencia del
Perú en Lima, la capital del entonces Virreinato del Perú. Para el historiador Jorge
Basadre el punto de partida del nacimiento de la República del Perú es la instalación
del Primer Congreso Constituyente del Perú, el 20 de septiembre de 1822.[1]
San Martín, tras proclamar la independencia del Perú, asumió el mando político
militar de los departamentos libres del Perú, bajo el título de Protector, según
decreto dado el 3 de agosto de 1821. Dio también al flamante Estado Peruano
su primera bandera, su primer escudo, su himno, su moneda, así como su inicial
estructura y sus primeras instituciones públicas.
El 27 de diciembre de 1821, San Martín convocó por primera vez a la ciudadanía
con el fin que eligiera libremente un Congreso Constituyente, que tendría la misión
de establecer la forma de gobierno que en adelante regiría al Perú, así como dar
una Constitución Política adecuada. Dicho Congreso se instaló el 20 de septiembre
de 1822 y su primer presidente fue el clérigo Francisco Xavier de Luna Pizarro.
San Martín, no pudo, sin embargo, culminar la guerra contra los españoles. Si bien
todo el norte del Perú se había sumado voluntariamente a la causa patriota, el
centro y el sur del país permanecían ocupadas por las tropas virreinales. San
Martín consideró necesaria la ayuda militar externa y en pos de ella fue a
entrevistarse en Guayaquil con el libertador Simón Bolívar, que al mando de la
Expedición Libertadora del Norte, había logrado la independencia de los actuales
territorios de Venezuela, Colombia y Ecuador, este último, con ayuda de tropas
peruanas. En la entrevista de Guayaquil, realizada entre los días 26 y 27 de julio de
1822, los Libertadores discutieron tres importantes cuestiones:
 La suerte de Guayaquil, que siendo territorio peruano, fue anexado por Bolívar a la Gran
Colombia.
 La ayuda que debía prestar Bolívar para el fin común de la independencia del Perú.
 La forma de gobierno que debían adoptar las nacientes repúblicas hispanoamericanas.

La entrevista no llegó ningún resultado concreto. En lo que respecta al primer


punto, Bolívar ya había decidido que Guayaquil perteneciera a la Gran Colombia y
no admitió ninguna discusión al respecto. En cuanto al segundo punto, Bolívar
ofreció enviar al Perú una fuerza auxiliar grancolombiana de 2000 hombres, que
San Martín consideró insuficiente. Y en lo referente al tercer punto, Bolívar era
decididamente republicano, contraponiéndose así al monarquismo del Libertador
rioplatense. Desilusionado, San Martín retornó al Perú, ya convencido de que
debía retirarse para dar pase al Libertador del Norte. Renunció ante el recién
instalado Congreso del Perú, que acto seguido, entregó el Poder Ejecutivo a tres
de sus miembros, que conformaron un cuerpo colegiado de tres miembros
denominado la Suprema Junta Gubernativa y cuya cabeza era el general José de la
Mar (21 de septiembre de 1822). Los otros integrantes de dicha junta eran Manuel
Salazar y Baquíjano y Felipe Antonio Alvarado.
La Junta Gubernativa quiso acabar la guerra de la Independencia por cuenta
propia y organizó la Primera Campaña de Intermedios, que culminó en fracaso, tras
las derrotas en Torata y Moquegua. Temerosos de un avance realista a la capital,
los oficiales del Ejército se sublevaron en el llamado motín de Balconcillo y
presionaron al Congreso para que destituyera a la Junta y nombrara como
Presidente del Perú a José de la Riva Agüero (28 de febrero de 1823).

El Mariscal José de La Mar, vencedor de Ayacucho y presidente del Perú (1827-1829).

Riva Agüero quiso también derrotar a los españoles que aún resistían en el centro
y sur del Perú, y organizó una Segunda Campaña de Intermedios, cuyo mando
encomendó a Andrés de Santa Cruz. Los patriotas avanzaron hasta el Alto Perú, y
tras ganar la batalla de Zepita, emprendieron una desordenada retirada hacia la
costa, culminando así, esta expedición igualmente en fracaso.
Desacreditado ante la opinión pública, Riva Agüero tuvo una abierta disputa con el
Congreso. Se trasladó a Trujillo, donde instaló su gobierno, mientras que en Lima
el Congreso nombraba como nuevo Presidente a José Bernardo de Tagle, más
conocido como el marqués de Torre Tagle. El Congreso, vista la crítica situación,
acordó llamar a Bolívar y a su Ejército Libertador.
El 1 de septiembre de 1823 arribó al Callao el Libertador Bolívar. El día 10 de
septiembre el Congreso de Lima le otorgó la suprema autoridad militar en toda la
República. Seguía siendo Torre Tagle presidente, pero debía ponerse de acuerdo
en todo con Bolívar. El único obstáculo para Bolívar era Riva Agüero, que
instalado en Trujillo con un ejército de 3000 hombres, dominaba toda la región
aledaña. Sin embargo, los mismos oficiales de Riva Agüero, apresaron a éste y lo
enviaron al destierro. Así se pudo finalmente unificar el mando del país en manos
de Bolívar.

El 5 de febrero de 1824, se produjo un motín en las fortalezas del Callao, de


resultas del cual los realistas recuperaron este importante bastión. Ante tal
delicada situación, el Congreso dio el 10 de febrero un memorable decreto
entregando a Bolívar la plenitud de los poderes para que hiciera frente al peligro,
anulando la autoridad de Torre Tagle. Se instaló así la Dictadura.
Tras reunificar el mando del país, Bolívar instaló su cuartel general en Trujillo y
organizó la campaña final de la Independencia, contando con la ayuda decisiva de
los peruanos, tanto en soldados, como en dinero, abastecimientos y recursos de
toda índole. Tras las batallas de Junín y Ayacucho, el 6 de agosto y 9 de diciembre
de 1824 respectivamente, se logró derrotar definitivamente a las
tropas realistas del Perú

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