Gurevic, mediante un estudio había llegado a la conclusión de que el
sistema de intercambio de la Alta Edad Media no se basaba ni en el valor material de los objetos que pasaban de unas manos a otras ni en su valor de uso, sino que se basaba en el procedimiento mismo del intercambio ya que el “don” generaba un vínculo especial entre donante y receptor.
La riqueza en el mundo feudal era el arma que permitía afirmar el honor,
era un símbolo del poder político y un medio para sustentar ese poder. En este contexto la “generosidad” era un atributo necesario al señor cuyo objetivo era el prestigio social.
La “reciprocidad” o las formas económicas de “Don/Contradon” se
corresponden con un momento en la evolución de los sistemas sociales hacia las relaciones de mercado en la Alta Edad Media y a los sectores económicos de los pueblos germánicos que fue superada por la organización de los circuitos comerciales.