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Proyecto: El Monstruo de Colores

Docente: Lorena Miranda


Sala: roja Turno: tarde
Duración: Septiembre, Octubre y Noviembre.

Teniendo en cuenta las características psico-evolutivas de los niñ@s a la


edad en la que están en Ed. Infantil, no espero que gestionen sus
emociones, diferencien a la perfección entre el bien y el mal, y conozcan sus
sentimientos en todo momento. Yo hablo de niñ@s que no reciben el afecto,
la atención, y la comunicación de su entorno más adulto, que merecen y
deberían tener.
Estas carencias generan muchas dificultades en el aula, especialmente en la
socialización, en actividades de pequeños grupos, en la relación con la
maestra, y en el comportamiento; en general, todo se concentra en una
enorme llamada de atención.
Ésto si proviene de uno o dos alumn@s, lo puedes gestionar, pero si proviene
de la mitad de la clase… te enfrentas a un problema que debes abordar.

Así comenzamos una nueva etapa que marcaría un antes y un después en el


grupo del aula.

Lectura del cuento el Monstruo de los colores de Anna Llenas.


Aprovechar la lectura para reflexionar con los niños en qué momentos han
experimentado ellos esas emociones a lo largo de su día y, si procede, qué
hicieron o podrían haber hecho para sentirse de otra manera.

Hacer un pequeño juego muy divertido y fantástico para fomentar la


empatía y aprender sobre la expresión no verbal de las emociones. Consiste
en observar atentamente las imágenes del libro (sin leer el texto) y tratar
de averiguar juntos lo que está sucediendo y las emociones que están
experimentando los personajes y el motivo de las mismas.

Jugar con "EL TEATRO DE LAS EMOCIONES":


Esta actividad consiste en crear un teatro donde representaremos historias
inventadas por los propios niñ@s.

Realización de un juego donde reproducimos los frascos del Monstruo con


botellas de plástico y tapas hechas con fieltro. Las acompañamos de
etiquetas donde las imágenes transmitían diferentes sentimientos. El
objetivo era clasificarlas en su correspondiente frasco, a la vez que los
propios alumn@s contaban alguna experiencia vivida que coincidía con la de
la imagen.

Construcción de un Mapa Conceptual compuesto por papel de seda y


etiquetas con los nombres de las Emociones trabajadas, escritos por los
alumn@s en mayúsculas.

Dibujo libre con las pizarras donde los niñ@s dibujaban al protagonista de
la historia.

Taller de Marionetas, hechas con una plantilla que se adaptaba al envase


de un envase del papel higiénico, añadiéndole lana amarilla para hacer
nuestro Monstruo.

Dibujamos emociones: Esta es una actividad muy sencilla.


Ponemos un espejo delante del niño y le ayudamos a representar las
expresiones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir
cuándo se ha sentido así.

Ahora que hemos trabajado las expresiones faciales de las emociones


podemos jugar a hacernos fotografías unos a otros expresando diferentes
emociones con los gestos y guiños faciales adecuados. ¡Será divertidísimo!

Se preparan varias tarjetas y se escribe en ellas diferentes emociones.


Luego el niño toma una tarjeta y debe representar la emoción mímicamente.
El resto debe adivinarla. Quien la acierta es el siguiente en salir.

Podemos incrementar la dificultad poniendo emociones o sentimientos menos


conocidos por los niños. Con esta actividad tan fácil los niños aprenden
vocabulario emocional, a poner palabras a cosas que han sentido, a fijarse en
cómo se manifiestan sus sentimientos en todo el cuerpo, a observar a los
demás, a prestar atención a la comunicación emocional no verbal y a los
gestos y expresiones corporales de las emociones.
Cuando el niño no sepa cómo representar la emoción podemos dejar que
intente explicarla, poner un ejemplo o contarnos una situación donde él
mismo la experimentó. También podemos aprovechar el cambio de turno
para que cada uno recuerde alguna experiencia relacionada con dicho
sentimiento y reflexionar un poco todos juntos.
Y por último la composición del Cuento con los dibujos de las páginas que
entre todos volveremos a contar, recordar, y representar.

DIARIO DE MIS EMOCIONES


En niños más mayores en lugar de dibujar las emociones que estamos
experimentando, es un muy buen recurso usar la escritura expresiva.
Consiste en hacer una especie de diario donde intentaremos hacer un
pequeño balance del día, empezando por las cosas positivas y dejando para el
final las negativas. Haremos hincapié en cómo nos sentimos, qué
pensamientos tuvimos, cómo actuamos,…
Podemos empezar a hacerlo de forma conjunta adulto y niño para que luego
pueda ir haciéndolo él solo cuando crezca.
El diario nos ayuda a aumentar nuestro bienestar porque nos hace más
conscientes de las emociones que vivimos, sus causas, sus efectos, los
pensamientos que provocan en nosotros, cómo solemos actuar,... Además
podemos detectar patrones y nos ayuda a cambiar conductas o
pensamientos destructivos por otros más conciliadores y saludables.

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