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Monografía

“Educación Sexual en Chile”

Alumnos: Mayra Barría


Macarena Delgado
Constanza Roa
Profesora: Ana María Calderón
Asignatura: Pedagogía Familiar.

Junio, 2019.
ÍNDICE.

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 3
2. CAMBIO DE PARADIGMA EN LA EDUCACIÓN SEXUAL CHILENA. ........................... 5
3.- FAMILIA Y PEDAGOGÍA. ............................................................................................. 7
3.1 Conceptualización en la familia. ............................................................................... 7
3.2 Conceptualización en la pedagogía ......................................................................... 8
4. PROBLEMATIZACIÓN ............................................................................................... 10
4.1 ANTECEDENTES A NIVEL INTERNACIONAL ...................................................... 10
4.2 ANTECEDENTES A NIVEL NACIONAL ................................................................. 12
5. CONCLUSIÓN ............................................................................................................. 14

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INTRODUCCIÓN

¿Es Chile un país culto en materia de Educación sexual? La sexualidad es una


dimensión constituyente del ser humano que se expresa durante toda la vida. La
niñez y adolescencia son etapas significativas para potenciar el desarrollo de las
personas, por lo que es necesario proporcionar una educación de calidad que
incorpore la educación de la sexualidad como derecho humano y como estrategia de
calidad de vida actual y futura que contribuya al desarrollo de su bienestar y salud.

En Chile la educación sexual (ES) es la parte de la educación general que incorpora


los conocimientos bio-psico-sociales de la sexualidad, al menos ese es el ideal que
se quiere lograr como parte de la formación integral del educando. Su objetivo
básico es lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para
que se cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su
sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su
cultura, su época y su sociedad. Sin embargo, las bases fundamentales de la ES en
nuestro país se ven desviadas hacia un enfoque segregado que solo centra su
atención en prevención de embarazos e ITS, dejando de lado la identificación e
integración sexual.

Es por esto que en la siguiente monografía se propone un cambio de paradigma el


cual tiene por intención incluir tres aspectos principales tales como, la normalización
del cuerpo, los afectos y la responsabilidad compartida, los cuales serán los ejes
dentro de esta. De este modo incorporar el ámbito psicológico y social del cual se
encuentran en desventaja para así englobar todos los ámbitos que se requieren para
poder cumplir con el ideal.

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Por otro lado, se expondrá la importancia de la vinculación del colegio y la familia, ya
que se deben potenciar los tres aspectos anteriormente mencionados en todos los
entornos donde se desarrolle el alumno/a.

Todo lo anteriormente mencionado se respalda por los diferentes estudios realizados


tanto a nivel internacional como nacional, las cuales exhiben un desarrollo deficiente
en cuanto a los planes y programas establecidos para impartir en los colegios la
educación sexual, puesto que se evidencian solo conocimientos en el ámbito
biológico, es decir, embarazos no deseados y ETS, pero no en una formación
integral donde el niño conozca y respete su cuerpo.

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2. CAMBIO DE PARADIGMA EN LA EDUCACIÓN SEXUAL CHILENA.

Desde primero medio en nuestro país se instaura el curso de educación sexual


como obligatorio, en donde se da énfasis a métodos anticonceptivos e infecciones
de transmisión sexual (ITS), sin embargo, teniendo en cuenta las bases curriculares
de enseñanza básica, el tema se inserta desde cuarto básico en nuestros
estudiantes, con el objetivo de reconocer y valorar la sexualidad como una relación
de intimidad entre dos pares.

Llevando esto a la praxis, ocurre lo contrario al objetivo principal que se desea


fomentar desde enseñanza básica, es decir, el mayor enfoque se da en
anticonceptivos e ITS, por lo que, el concepto de “normalizar” la relación sexual
entre dos pares, toma un enfoque segregador e infunde el miedo a relacionarse en
libertad, ya que, la educación sexual enseñada a los alumnos incita a la abstinencia
sexual y no a la responsabilidad compartida frente a una vida sexual activa. Esto
queda en evidencia en el estudio “Prevenir con Educación”, realizado por la
Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) y la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año
2015, donde sitúan a Chile como la zona con menos educación sexual de
Latinoamérica. Desde esta perspectiva, la siguiente monografía tendrá como tema
central el cambio de paradigma en educación sexual, basándose en la
normalización del cuerpo y afectos para así concientizar acerca de la
responsabilidad compartida en la vida sexual.

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Si ambos integrantes de la pareja, se responsabilizan de las consecuencias de una
relación sexual, el paradigma de educación sexual cambiaría. Puesto que, la mirada
social frente al acto sexual juzga de manera negativa tener relaciones sexuales ya
que, entre las consecuencias está la posibilidad de contraer una ITS o un
embarazo. Sin embargo, esta visión superficial debe cambiar, y poner énfasis en los
factores socio-afectivos y la normalización del cuerpo desde edades temprana para
así lograr crecer bajo la responsabilidad de nuestros actos. Para esto, es importante
establecer coordinación entre dos ámbitos fundamentales que son escuela y familia
para la formación integral sexual de los niños y jóvenes chilenos.

Lograr el cambio de paradigma entonces, implicaría la normalización del cuerpo


desde niños, entendiendo así que el pudor proviene de la vergüenza y de los
estereotipos de belleza establecidos por la sociedad, mostrando de esta manera la
superficialidad. Cuando en realidad, el cuerpo debiera ser visto desde la anatomía
humana, sin cánones de belleza establecidos.

Desde esta normalización del cuerpo surgen también los afectos, a los cuales hoy
en día la sociedad no está acostumbrada a demostrar de una forma positiva puesto
que, estos en algunos casos no se demuestran o se toman desde la mala intención
humana ya que, las estadísticas de violación, maltrato y abuso en nuestro país cada
vez son más elevadas, por lo que, las personas al momento de establecer
relaciones emocionales que involucren o no relaciones sexuales, suelen ser
esquivos frente a los afectos. Entonces se debe de educar a la población sobre que
las muestras de afecto bajo criterios de contextos emocionales mutuos promueven
un cambio de conceptualización y se rigen bajo la normalización de que se pueden
entregar sin malas intenciones que pueden atentar contra la integridad física y
emocional del otro, y esto ayudaría al cambio de paradigma y a la colaboración de
la responsabilidad compartida frente a el escenario sexual.

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Por otro lado, cabe mencionar la responsabilidad compartida frente al acto sexual
surge desde la normalización del cuerpo humano y los afectos, lo cual debe darse
desde antes de iniciar una vida sexual activa, entendiendo que tanto el hombre como
la mujer forman parte del proceso, por lo que, ambos deben asumir las
consecuencias de sus actos por igual, lo que daría como resultado el tan esperado
cambio de paradigma frente a la educación sexual de nuestro país. La sociedad en
la que está inserto nuestro país aún toma una postura desde el machismo, pues
considera que la mujer es quien debe asumir las responsabilidades y consecuencias
de los actos sexuales. Sin embargo, si se logra cambiar el paradigma de la
educación sexual, normalizando el cuerpo, y los afectos, la responsabilidad
compartida será el resultado del nuevo paradigma.

3.- FAMILIA Y PEDAGOGÍA.

3.1 Conceptualización en la familia.

Dentro del ámbito de normalizar el cuerpo, los afectos y asumir una responsabilidad
compartida frente a las relaciones sexuales. Surge la necesidad de aplicar el
cambio de paradigma de educación sexual desde el núcleo familiar a una edad
temprana (entiéndase núcleo familiar como personas a quien el niño considere
importantes para él y se encuentran presentes en su proceso formativo), siendo los
principales agentes de formación sexual, ya que, son ellos los responsables de
entregar los valores necesarios que influyen en la toma de decisiones frente a la
responsabilidad de la iniciación de una vida sexual activa.

La familia debe ser capaz de actuar como un normalizador del cuerpo, entregando
la información necesaria para que el niño pueda entender que él toma decisiones
sobre su cuerpo. Sin embargo, debe considerar que el autocuidado, el autocontrol y
el respeto sobre sí mismo son primordiales al momento de expresarse a través de él
y no debe sentir pudor ni debe influir la presión social que se ejerza en él.

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Los afectos, deben hacerse notar desde temprana edad en el niño, para que así
cuando decida iniciar su vida sexual, sea desde el ámbito emocional mutuo y no
desde el individualismo. La familia debe insertar seguridad y confianza para que, el
niño establezca relaciones desde esta misma concepción, ya que, los patrones se
lograrán repetir si son los correctos desde la base del hogar.

Si la familia logra afianzar los conceptos de cuerpo y afectos como pilar


fundamental de su desarrollo emocional, cuando el niño crezca logrará entender
que en su vida sexual primaran los conceptos antes mencionados, por lo que,
entenderá que la responsabilidad de iniciar un acto sexual es de ambas partes y se
debe realizar desde la aceptación del cuerpo como algo natural y los afectos
mutuos que deben existir frente a este acto. Ahora bien, en el caso de resultar un
embarazo no planificado, ambas partes al tener conciencia de lo anteriormente
mencionado serán capaces de entregarle al hijo el mismo desarrollo emocional que
fue entregado hacia ellos desde pequeños, entendiendo y normalizando el cuerpo,
los afectos y la responsabilidad frente a los actos.

3.2 Conceptualización en la pedagogía

Si bien la pedagogía pone énfasis en las aristas de educación sexual que se centran
en los riesgos al iniciar vida sexual, la protección a utilizar para prevenir ITS y
embarazos, los embarazos no deseados y los contagios por ITS parecen ir en
aumento. Por lo que, surge la gran interrogante si en las escuelas la información
entregada frente a la educación sexual es realmente significativa y efectiva para los
jóvenes. Es por ello, que se debe dar a conocer la importancia del cambio de
paradigma en educación sexual, centrándonos en involucrar a la familia como
primera fuente de información frente a normalizar el cuerpo y los afectos para lograr
la responsabilidad compartida frente al acto sexual. Además de capacitar a docentes
y/u otros profesionales de la educación en cómo abordar esta temática en clases con
sus alumnos y a padres en reuniones o talleres.

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La finalidad del docente en primera instancia debe ser guiar e instruir a padres y
apoderados frente a cómo abordar el tema de educación sexual con sus hijos,
enseñándoles a ellos mismos como normalizar su cuerpo sin pudores ni cánones de
belleza, aceptándose y amándose tal cual, además de generar afectos mutuos y
correctos con sus hijos, para que así estos puedan replicarlos en un futuro. Desde
esta perspectiva también debe hacer hincapié en que la responsabilidad del acto
sexual es de ambas partes y las consecuencias que esto pueda traer también, por lo
que, deben cuidarse, respetarse, aceptarse. La educación sexual no solo nace del
enseñar a protegerse de ITS y/o embarazos, sino, de entender que la vida sexual
parte de crear un cambio de paradigma en el enfoque dado por establecimientos
educacionales. Se debe interiorizar a los padres en los tres aspectos nombrados
anteriormente (normalizar cuerpo, afectos, responsabilidad compartida), para así
poder lograr que estos transmitan de manera adecuada la información en sus hijos,
interiorizando y comprendiendo que solo así se logrará una educación sexual
efectiva, al contrario de lo que se infunda actualmente en los jóvenes frente a iniciar
su vida sexual con miedo en las consecuencias negativas de lo que esto puede
provocar, sino más bien educando desde el nuevo paradigma para tener el
conocimiento sobre la responsabilidad de sus actos.

También cabe destacar, que el trabajo de docentes frente a alumnos debe ir de la


mano con lo que los padres interiorizan en casa. A parte de educar y reforzar los tres
aspectos básicos de la nueva educación sexual que se quiere lograr, se debe crear
un ambiente de apoyo y confianza frente a los alumnos para así poder guiar de
mejor manera la responsabilidad frente al inicio de la vida sexual. Los alumnos
deben saber que pueden recurrir a docentes y/u otros profesionales de la educación
para despejar sus dudas, con el fin de evitar consecuencias indeseadas frente al
tema.

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4. PROBLEMATIZACIÓN

4.1 ANTECEDENTES A NIVEL INTERNACIONAL.

Chile en conjunto con otros 16 países de Latinoamérica participaron de un


proyecto, el cual consistió en mejorar la educación sexual en establecimientos
educacionales, por medio del documento ministerial llamado “Prevenir con
educación”. Se monitoreo los avances de los países en cuanto a los progresos en
materia de la salud sexual y reproductiva, y educación integral en sexualidad. Las
metas establecidas y acordadas por los ministerios de salud y educación de la región
en la Declaración fueron: Para el año 2015, reducir en 75% la brecha en el número
de escuelas bajo la jurisdicción de los ministerios de educación que no imparten
educación integral en materia de sexualidad. Y para el año 2015, reducir en 50% la
brecha en el número de las y los adolescentes y jóvenes sin cobertura de servicios
de salud que atiendan apropiadamente sus necesidades de salud sexual y
reproductiva.

De acuerdo a los resultados extraídos del reporte, los cuales fueron expuestos en el
2015, chile obtuvo las puntuaciones más bajas en relación a los demás países.
Mientras que el promedio de avance general en ambas temáticas fue de 69%, Chile
obtuvo el más bajo de la región, con 39% (Se evidencian resultados en el gráfico).

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De acuerdo a los objetivos de la Declaración Ministerial, existe una falencia en sus
cumplimientos, ya que no se ha logrado establecer lineamientos para la planificación
del trabajo conjunto entre el MINSAL, MINEDUC y el SERNAM. Así tampoco se ha
logrado promover un compromiso real y visible de los Ministerio de Salud,
Educación, Justicia y Servicio Nacional de la Mujer con la promoción,
reglamentación y ejecución de la Ley 20.418 que “fija normas sobre información,
orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad”. El Ministerio de
Educación si bien ha desarrollado Programas de Educación en Sexualidad,
Afectividad y Género no ha logrado implementarlos en la práctica como tampoco se
ha considerado el apoyo de la sociedad civil comprometido. Si bien los programas
cuentan con un presupuesto específico para su ejecución, no se ha garantizado su
implementación en los establecimientos educacionales del país.

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Considerando estos antecedentes del año 2015, era alta la probabilidad que la vida
sexual de los jóvenes y adolescentes chilenos fuera en decaimiento y se elevarán
las diferente problemáticas que aborda este tema, como son las enfermedades de
transmisión sexual, de las relaciones insanas, embarazos no planificados, entre
otras consecuencias como fruto de una mala educación sexual.

4.2 ANTECEDENTES A NIVEL NACIONAL

Recién en el año 2010 la educación sexual fue obligatoria en la enseñanza media


chilena. Sin embargo, académicos aseguran que esta formación no se hace
realmente efectiva en el contexto escolar. Así lo asegura el doctor Antonio Salas,
presidente de la Sociedad Chilena de Sexología, quien agrega que "nos hablan de
reproducción o de comportamiento sexual pero nunca de sexualidad" y que "nos
centramos en la problemática pero no en la sexualidad como algo humano y sano".
Esta falta de información, dice Salas, se explica en parte con que en Chile "la
educación sexual en el contexto escolar chileno es prácticamente inexistente". Para
el experto, no solo se desconocen temas como la anticoncepción o las
enfermedades de transmisión sexual, sino que también la afectividad o la sexualidad
integral. Lo mismo afirma el doctor Ramiro Molina, coordinador académico del curso
"Educación sexual para la escuela de hoy" de la Universidad de Chile, quien plantea
que "en el sistema público, que es más del 70% del sistema escolar, en realidad
simplemente no se aborda este tema". De hecho, Chile fue el último país en
Latinoamérica en incorporar la obligatoriedad de la educación sexual en enseñanza
media, bajo la Ley 20.418 promulgada el 2010.

Sin embargo, Molina (AÑO) explica que en la práctica esta no es efectiva ya que se
excluye este apartado de la ley en el reglamento publicado en 2014. "Al no haber
reglamento, en los últimos años no ha habido ninguna política explícita de
introducción de educación sexual en los establecimientos escolares y no tenemos
hasta el día de hoy un programa", asegura.

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Se evidencia que la sexualidad en nuestro país no es visto como algo humano y
sano en el estudio realizado por el centro “Mintimidad” a 1607 pacientes donde se
arrojó que el 50.7% de ellas nunca había mirado sus genitales y que el 72.9% recibió
una educación sexual restrictiva en sus casas y colegios. Al respecto la directora del
centro Odette Freundlich afirma “es sorprendente la falta de curiosidad, el miedo, los
nervios, la vergüenza, la sensación de hacer algo indebido, que sienten tantas
mujeres, frente al hecho de mirar sus propios genitales”.

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5. CONCLUSIÓN

La evidencia expuesta responde al necesario cambio de paradigma que se debe


llevar a cabo en materia de educación sexual en nuestro país. Dado que el énfasis
principal debe ser centrarse en reconocer y valorar la sexualidad como una relación
de intimidad entre dos pares llevado a la realidad aún estamos al debe y alejados
de hacerlo parte de nuestro contexto. Sin embargo, la transición al cambio pasara
en la medida en que se logre incluir principalmente tres criterios básicos propuestos
partiendo por la normalización del cuerpo, siguiendo con los afectos para unirlos en
un todo y lograr la tan deseada responsabilidad compartida en la unión sexual.

Para lograr llegar a este cambio se debe hacer partícipe a la familia desde la infancia
y sobre todo en la adolescencia ya que son ellos los responsables de entregar los
valores necesarios que influyen en la toma de decisiones frente a la responsabilidad
de la iniciación de una vida sexual activa.

Por otro lado, la pedagogía debe atravesar por un cambio abandonando el centro
de la educación sexual en métodos anticonceptivos e ITS para crear una visión
multidimensional de la sexualidad, comenzando por el amor propio para llegar a
normalizar el cuerpo y entregar afectos sanos hacia los demás. Además de incluir y
guiar a la familia frente al actuar y responsabilizarse por sus hijos.

Solo con el cambio de paradigma Chile se logrará ubicar dentro los estándares de
educación sexual en Latinoamérica y transitara hacia menos embarazos no
deseados y contagios de ITS, ya que, la toma de conciencia comenzará desde
antes del inicio del acto sexual formando jóvenes responsables y libres de carencias
propias.

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