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Introducción
La enfermedad diarreica aguda (EDA) se define generalmente como una disminución en la
consistencia de las heces (sueltas o líquidas) y/o un aumento en la frecuencia de evacuaciones (la
presencia de tres o más deposiciones en 24 horas), con o sin fiebre o vómitos; sin embargo, un
cambio en la consistencia de las heces en comparación con la consistencia de las heces previas es
más indicativo de diarrea que el número de heces, particularmente en los primeros meses de vida.
La diarrea aguda suele durar menos de 7 días y no más de 14 días.1 Las causas más frecuentes de
diarrea son las infecciones del tracto digestivo, que pueden estar ocasionadas por bacterias, virus o
parásitos, los cuales pueden estar presentes en agua y alimentos contaminados, por factores como
la falta de higiene y una inadecuada eliminación de heces y basura.
La EDA puede ocurrir a cualquier edad de la vida, pero son los lactantes y niños menores de cinco
años los más predispuestos a desarrollar la enfermedad y a presentar complicaciones como sepsis,
deshidratación y muerte.2
Epidemiología
La infección se transmite por alimentos o agua de consumo contaminados, o bien de una persona a
otra como resultado de una higiene deficiente. Las enfermedades diarreicas son la segunda mayor
causa de muerte de niños menores de cinco años. Son enfermedades prevenibles y tratables.
En latinoamérica las enfermedades diarreicas constituyen la primera causa de muerte y, en todos
ellos, uno de los principales factores de morbilidad y mortalidad entre los niños de corta edad. De
aquí que la prevención de estas enfermedades y de la consiguiente mortalidad que ocasionan
merezca en dichos países atención preferente en los planes de salud pública y atención médica.
En Colombia, a semana epidemiológica 21 de 2018, se notificaron al SIVIGILA 70348 casos de
enfermedad diarreica aguda, en la misma semana de 2017 se notificaron 56855 casos del evento. A
la fecha, han ingresado al SIVIGILA 1 356 280 casos de enfermedad diarreica aguda. Respecto a las
muertes acumuladas a semana epidemiológica 29 se observó un aumento en el número de casos en
comparación con el histórico notificado en el mismo periodo 2013 a 2018 en los departamentos de
La Guajira, Chocó, Vichada, Nariño y Bogotá. En las entidades territoriales restantes no se
observaron variaciones.3
1
INS(2019)Boletín epidemiológico semanal. Archivo digital versión pdf
https://www.ins.gov.co/buscador-eventos/BoletinEpidemiologico/2019%20Bolet%C3%ADn%20epide
miol%C3%B3gico%20semana%2021.pdf
2
Idem
3
Idem
Clínica
El dato clínico relevante que condiciona el tratamiento y el pronóstico es la deshidratación. El rasgo
que define a la EDA es el cambio en la consistencia de las deposiciones y un aumento en el número
de las mismas, los vómitos y los síntomas respiratorios asociados sugieren etiología viral, la fiebre
por encima de 40ºC, la aparición de sangre en las heces, el dolor abdominal intenso y los signos de
afectación del SNC (irritabilidad, decaimiento, convulsiones) son signos sugestivos de etiología
bacteriana. La forma más fiable de diagnosticar y medir el grado de deshidratación es la pérdida de
peso, pero esto solo es factible en muy pocas ocasiones, ya que normalmente no se suele conocer el
peso exacto del niño antes del inicio de la EDA. 4
Durante un episodio de diarrea, se pierden agua y electrolitos (sodio, cloruro, potasio y bicarbonato)
en las heces líquidas, los vómitos, el sudor, la orina y la respiración. Cuando estas pérdidas no se
restituyen, se produce deshidratación. La pérdida de líquidos en la diarrea acuosa aguda puede ser
isonatremica, hiponatrémica o hipernatremica. La ventaja de corregir los desequilibrios de sodio con
SRO es que la corrección se produce de forma relativamente gradual, lo que reduce el riesgo de
complicaciones neurológicas debido a los rápidos cambios en la osmolaridad que pueden ocurrir con
los líquidos intravenosos. Las pérdidas de potasio en las heces suelen provocar hipocalemia. Esto a
menudo se manifiesta con debilidad muscular, aunque en casos más graves puede complicarse por
íleo paralítico y / o arritmia.5
Tabla Nº 1 Clasificación de la deshidratación
Elaboración propia adaptación de Doldán Pérez, Oscar. (s.f). Hidratación Parenteral en Pediatría. Pediatría
- Niños sin deshidratación o mínima deshidratación (<3% de pérdida de peso corporal), niños
con deshidratación moderada (3-9% pérdida de peso) y niños con deshidratación grave (>9%
pérdida de peso).
4
Beneitez A, Duran M (2015) Gastoenteristis aguda. Pediatria integral XIX (1): 51-57. Recuperado de
https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix01/05/n1-051-057_Ana%20Beneitez-int.
pdf
5
Guarino A, Ashkenazi S, Gendrel D, Lo Vecchio A, Shamir R, Szajewska H (2014) A sociacion
europea de gastroenterología pediátrica, hepatología y nutrición/ asociación pediátrica europea
enfermedades infecciosa, evidencia basada en el manejo de gastroenteritis aguda en niños de
Europa. A rchivo en versión digital vista en pdf
Tratamiento
El tratamiento con soluciones de rehidratación oral es el principal tratamiento para los niños con
EDA; además es de suma importancia el tratamiento nutricional.
Las sales de rehidratación oral (SRO) deben su origen a los hallazgos clínicos y científicos llevados a
cabo el siglo XXI, hallazgos que en conjunto, permitieron el inicio de la investigación y el posterior
desarrollo de éstas. El mecanismo de acción de las sales de rehidratación oral, se basa en el papel del
sodio y sus mecanismos de transporte a nivel intestinal, gracias a su capacidad de generar gradientes
osmóticos y por ende arrastrar agua consigo al interior de la célula para posteriormente alcanzar el
torrente sanguíneo. La guía Colombiana recomienda el uso de SRO de baja osmolaridad entre 75 y
84 mmol de sodio con una relación sodio/glucosa 1:1 o en su defecto 2:1 y una osmolaridad entre
240-250mOsm/L SRO como la propuesta por la OMS.6
Debido a que la rehidratación oral es más eficaz y menos invasiva que la rehidratación intravenosa,
se debe intentar y promover la administración de SRO. En el caso de los niños que reciben terapia
intravenosa, se debe intentar cambiar a la rehidratación oral tan pronto como se indique lo siguiente
ya no se observa la rehidratación parenteral. La mayoría de los niños con diarrea aguda deben ser
tratados con solución de rehidratación oral (SRO), una mezcla de agua, sales y glucosa, tanto en la
fase de reemplazo como en la de mantenimiento. Para los niños con deshidratación severa, la fase
de reemplazo debe comenzar con líquidos intravenosos (FIV).7
- SRO de osmolaridad reducida:8 (50/60 mmol/L Na) deben ser utilizado como terapia de
primera línea para el tratamiento de niños con deshidratación nivel 1.
La SRO de osmolaridad reducida es más efectiva que la SRO de fuerza completa, medida por
resultados clínicos tan importantes como la reducción de la producción fecal, la reducción de
los vómitos y la reducción de la necesidad de tratamiento suplementario intravenosa.
Tabla Nº2 Composición de una solución de rehidratación oral con osmolaridad reducida
6
Carranza C, Gomez J, Wilches L (2016) Rehidratación paciente pediátrico. Revista medica 24(2)
Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/med/v24n2/v24n2a04.pdf
7
Cabañero M (2019) Deshidratación, rehidratación oral y nuevas pautas de rehidratación parenteral.
Recuperado de:
https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2019-03/deshidratacion-rehidratacion-oral-y-nuevas-paut
as-de-rehidratacion-parenteral/
8
UNICEF (S.F) New formulation of Oral Rehydration Salts (ORS) with reduced osmolarity.R ecuperado
de https://www.unicef.org/supply/files/Oral_Rehydration_Salts(ORS)_.pdf
Tabla Nº3 Composición de una solución SRO estándar y de osmolaridad reducida
- SRO modificado:9 No existe evidencia suficiente para recomendar a favor o en contra la
adición universal de SRO enriquecidas, Estos incluyen la adición a las SRO de zinc , zinc y
prebiótico (fructooligosacáridos y xilooligosacáridos), glucosa, polímeros , L-isoleucina o
miel. Aunque algunas intervenciones son prometedoras, no se ha producido ningún avance
importante.
Las SRO basadas en carbohidratos complejos (como la harina de arroz o de trigo), pueden
reducir la tasa de gasto fecal pues incrementan la cantidad de sólidos en la luz intestinal sin
producir aumentos de la osmolaridad, al mismo tiempo que proporcionan una mayor
cantidad de glucosa para la unión con sodio y en teorıa, producen mayor absorción de agua.
10
9
Ibíd. Benitez. (2015).
10
Castrellón P, Polanco I, Salazar E (2010) Manejo de la gastroenteritis aguda en menores de 5
años: Un enfoque basado en la evidencia Guía de práctica clínica Ibero-Latinoamericana.
Recuperado de http://www.analesdepediatria.org/, day 27/08/2019.
- Preparación:11 Disolver el contenido del envase en la cantidad de agua potable indicada en
el envase, normalmente 1 litro. Si no se dispone de agua potable, o si no está seguro de que
el agua sea potable, hierva el agua durante al menos 10 minutos y déjela enfriar. Revuelva
bien, y dele al niño para que beba en una taza o cuchara. Tenga cuidado de mezclar la
cantidad correcta de agua. Si usa muy poca agua, la bebida podría empeorar la diarrea. Si
usted usa demasiada agua, la bebida será menos efectiva. No agregue líquidos como leche,
sopa, jugo de frutas o refrescos a esta solución de SRO.
- Rehidratación de acuerdo al nivel de deshidratación en que está el paciente pediátrico12
a. Se debe iniciar la rehidratación con SRO tan pronto como sea posible,
recomendándose la administración de forma fraccionada, en pequeñas cantidades,
cada 2-3 minutos.
b. Si no hay deshidratación: 10 ml/ kg por cada deposición realizada y de 2 ml/kg por
cada episodio de vómitos, con ingesta libre fraccionada entre episodios.
c. Deshidratación leve: se deberían ofrecer de 30-50 ml/ kg durante unas 4 horas, para
recuperar el déficit, más 10 ml/kg por cada deposición líquida.
d. Deshidratación moderada: 75-100 ml/kg para compensar el déficit más pérdidas. En
caso de mala tolerancia por vía oral, es preferible la administración de SRO a través
de sonda nasogástrica (reduce el número de complicaciones y el tiempo de estancia
hospitalaria) que pasar a la vía intravenosa.
- Líquidos que no se deben usar para rehidratación pediátrica: 13
a. No se deben utilizar bebidas con un alto contenido de azúcar.
b. El consenso médico no recomienda el uso de bebidas herbales (como canela, menta
o anıs) o de soluciones de rehidratación utilizadas en deportes que tienen un alto
contenido de glucosa lo que las hace inapropiadas para su utilización en la población
pediátrica con GEA.
Tratamiento nutricional
No existe ninguna evidencia científica que justifique la realización de cambios significativos en la
dieta del niño para el tratamiento de una diarrea aguda. En los niños que no están deshidratados, se
debe continuar su alimentación de forma normal y, cuando existe deshidratación, se recomienda un
periodo de ayuno (en el que se administran SRO) no superior a 4-6 horas antes de reiniciar la
alimentación.14
La realimentación debe ser lo más precoz posible, pasada la fase de rehidratación porque favorece
tróficamente al intestino lesionado, disminuye la permeabilidad intestinal secundaria a la infección y
mejora el estado nutricional. La realimentación precoz mejora la ganancia ponderal, no empeora ni
prolonga la diarrea, no aumenta los vómitos ni la posibilidad de desarrollar una intolerancia a la
lactosa o proteínas, Es muy importante no someter al niño a períodos de ayuno innecesarios, ya que
el reposo intestinal y la ingesta inadecuada de alimentos pueden producir malnutrición. Promover la
renovación normal de la mucosa intestinal y las funciones absorbentes y digestivas. Los objetivos de
la terapia son los mismos, ya sea en el hogar, en una clínica de salud comunitaria o en un hospital.
Aunque un tratamiento dietético individualizado más complejo podría estar disponible en un
hospital, los principios terapéuticos son similares en todos los ámbitos.15
11
Cattolica H (s.f) ORS Oral Rehydration a simple situation. Recuperado de:
https://rehydrate.org/solutions/packaged.htm
12
Ibíd. Benitez. (2015).
13
Ibíd. Castrellón; Polanco; Salazar. (2010)
14
Ibíd. Benitez. (2015).
15
National Research Council (US) Subcommittee on Nutrition and Diarrheal Diseases Control.
Nutritional Management of Acute Diarrhea in Infants and Children. Washington (DC): National
En el monitoreo de la terapia nutricional para la diarrea, la observación clínica cercana del niño
incluyendo la ingesta de alimentos, la voluntad de comer, la actividad y el malestar aparente podría
ser más útil que simplemente llevar un registro de la frecuencia, cantidad y calidad de las heces.
- Elección de alimentos17
Los criterios para elegir dietas que satisfagan los requisitos normales y las necesidades
adicionales de crecimiento deben incluir la composición de nutrientes y la densidad de los
alimentos, la familiaridad de los alimentos y la posibilidad de mezclas de nutrientes
complementarios que maximicen la absorción, en particular la de los carbohidratos. La
selección de los alimentos también requiere la evaluación de las concentración de nutrientes
en relación con el contenido energético. Uno debe considerar la capacidad gástrica, el
número de alimentaciones por día y las necesidades nutricionales del niño. Si la cantidad de
alimentos que satisfacen las necesidades energéticas estimadas excede la capacidad gástrica
esperada, la dieta es demasiado voluminosa. El volumen puede reducirse aumentando el
contenido de grasa de la dieta. Las infecciones acompañadas de vómitos o el consumo de
alimentos con alta osmolaridad o contenido de grasa retrasan el vaciado gástrico y a
menudo disminuyen la tolerancia al volumen. Para minimizar estos problemas, es muy
deseable dar de comer con frecuencia (por ejemplo, cada 2-4 horas, dependiendo de la edad
del niño) cantidades más pequeñas.
18
Ibíd. Castrellón, Polanco, Salazar. (2010).
19
Román, E; Barrio, J; López, M. (SF). Capítulo 2: Diarrea aguda. En: Protocolos
diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP.
Recuperado de: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/diarrea_ag.pdf
20
Figueroa, O; Vásquez, M; Noguera, D. (2014). Alimentación del paciente con diarrea aguda. En:
Archivos venezolanos de puericultura y pediatría. Vol. 77. Núm. 1. Pp. 41-47.
Se recomienda continuar la alimentación habitual en los niños menores 5 años con EDA que
reciben leche materna. Así mismo, en aquellos que reciben una fórmula láctea apropiada
para la edad, se recomienda continuarla a la dilución y frecuencia normal.21
Un meta análisis observó que la tasa de fracaso terapéutico en el grupo alimentado con
leche libre de lactosa fue de 12%, en comparación con la tasa de fracaso terapéutico del 22%
en el grupo alimentado con lactosa. Los resultados beneficiosos de la restricción en la lactosa
se evidencian más en el caso de la diarrea grave. Adicionalmente se encontró que las
fórmulas con lactosa presentaron mayor frecuencia de evacuación y duración de la diarrea.25
No hay suficientes investigaciones en el caso de pacientes no hospitalizados que demuestren
la efectividad del manejo con fórmula nutricional sin lactosa. Por lo que en general no se
recomienda emplear este tipo de fórmulas para el manejo de la diarrea.26
No se recomienda la alimentación del niño con diarrea aguda con dietas altamente
restrictivas como aquellas a base de pan, arroz, manzana (ejemplo; dieta BRAT) o a base
exclusivamente de alimentos altamente astringentes (arroz, pollo, zanahoria, pera, durazno,
manzana.27
En cuanto a las pectinas y su presencia en los alimentos encontramos que éstas están
formadas fundamentalmente por largas cadenas compuestas de unidades de ácido
galacturónico, que puede encontrarse como tal ácido, con el grupo carboxilo libre, o bien o
con el carboxilo esterificado por metanol (metoxilado). En las frutas, la mayoría de los
grupos ácidos del ácido galacturónico están esterificados por metanol. Este metanol puede
perderse con relativa facilidad por hidrólisis ácida o enzimática, dejando el grupo ácido libre.
En función del porcentaje de restos de ácido galacturónico esterificado, las pectinas se
clasifican como "de alto metoxilo", cuando este porcentaje es superior al 50%, y "de bajo
metoxilo", cuando es inferior.
En los tejidos jóvenes especialmente en las frutas, las pectinas se encuentran presentes en
cantidades tan abundantes que a menudo forman canales anchos. Al ser un coloide
hidrofílico, las pectinas tienen la capacidad de absorber grandes cantidades de agua. En la
mayoría de tejidos vegetales y en las frutas inmaduras gran cantidad de material está
presente en forma insoluble en agua llamada protopectina, transformándose a su forma más
soluble con la madurez. La madurez como proceso fisiológico natural de las frutas y
vegetales ocasiona una disminución progresiva en los parámetros como grado de metilación,
contenido de ácido galacturónico, la fuerza del gel, etc.28
La pectina permanece intacta en la parte alta del tracto gastrointestinal, y sólo es degradada
por la microflora del colon y menos del 5% es indigerible y recobrada en la evacuación; puede
formar gel y tiene una considerable capacidad de retener agua, atrapar cationes y material
27
Ibíd. Castrellón, Polanco, Salazar. (2010).
28
Paredes, J; Cañizares, A; Hernández, R. (2015). Efecto del grado de madurez sobre las
propiedades fisicoquímicas de pectinas extraídas de cascos de guayaba (Psidium guajava L.). Revista:
Idesia (Arica). Vol 33. Num. 3.
orgánico como ácido biliar. La pectina ha demostrado ser un compuesto capaz de mejorar la
estructura de la mucosa del intestino, prolongar el tránsito intestinal, y actuar frente a
procesos diarreicos, debido a que incrementa la solidez de las heces y mejora la reabsorción
de agua en el colon. Se encuentra en alimentos como manzana, pera, durazno, auyama sin
concha, zanahoria y plátano.29
1. Si el niño en su alimentación aun incluye leche materna debe continuar con esta de manera
normal ya que no le causará ningún daño y presenta efectos beneficiosos sobre el
tratamiento de la diarrea.
2. No alimentar al niño con dietas restrictivas como las basadas en solo consumir pan, arroz,
manzana, tras la rehidratación continuar con la alimentación normal.
3. No ofrecer jugos de frutas gracias a su alto contenido de azúcar, es preferible que consuma
agua o leche materna si aun hace parte de su alimentación.
4. No suministrar bebidas gaseosas y/o bebidas rehidratantes para deportistas.
5. Se recomienda que el niño consuma normalmente los alimentos que hacen parte de su
alimentación habitual, iniciar la alimentación lo más pronto posible.
6. Evitar y manejar la deshidratación suministrando sales de rehidratación oral de acuerdo al
criterio médico.
7. Suministrar la leche de fórmula con normalidad, no diluir ni recurrir a fórmulas libres de
lactosa.
8. Ofrecer alimentos como papa, yuca, plátano, que son ricos en carbohidratos complejos, y de
carnes con poca grasa, de acuerdo a la disponibilidad y preferencias del niño.
9. Ofrecer frutas como pera, manzana, guayaba que favorecen la absorción de agua y la
recuperación del episodio diarreico.
10. Preparar los alimentos de la forma más higiénica posible, lavando correctamente todos los
alimentos y empleando agua potable, tratada; con el fin de evitar nuevas infecciones que
agraven la condición actual.
29
Ibíd. Figueroa, Vásquez, Noguera. (2014).
REFERENCIAS
- Beneitez A, Duran M (2015) Gastoenteristis aguda. Pediatria integral XIX (1): 51-57.
Recuperado de:
https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix01/05/n1-051-057_Ana%20
Beneitez-int.pdf
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parenteral. Recuperado de
https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2019-03/deshidratacion-rehidratacion-oral-y-nuev
as-pautas-de-rehidratacion-parenteral/
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5 años: Un enfoque basado en la evidencia Guía de práctica clínica Ibero-Latinoamericana.
Recuperado de http://www.analesdepediatria.org/, day 27/08/2019
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- FEAD (s.f) RECOMENDACIONES DIETÉTICO-NUTRICIONALES EN LA DIARREA AGUDA.
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https://www.saludigestivo.es/wp-content/uploads/2016/07/recomendaciones-dieteticas-en-dia
rrea-aguda.pdf
- Figueroa, O; Vásquez, M; Noguera, D. (2014). Alimentación del paciente con diarrea aguda.
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Infectious Diseases Evidence-Based Guidelines for the Management of Acute Gastroenteritis
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- INS(2019)Boletín epidemiológico semanal. rchivo
A digital versión pdf
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0epidemiol%C3%B3gico%20semana%2021.pdf
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5 años SGSS. Bogotá.
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