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El libro Dialogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu Del año 1864 tenia

como objetivo primario denunciar el desacuerdo del autor con el régimen imperial
de Napoleon III. Esta obra trajo como resultado el trágico desenlace del autor,
Maurice Joly, Siendo encarcelado por cargos de menosprecio a la autoridad.
En si, en la obra se presenta a si misma como un “debate” entre los personajes
descritos en el mismo titulo de la obra, Maquiabelo y Montesquieu, y en el cual se
ponen sobre la mesa análisis políticos del régimen.
Se discute como la política ha desviado su camino del significado y concepto
original, dando como resultado una incongruencia sistémica entre cada una de las
partes que lo componen, corrompiendo a su vez otras instancias debido a la
naturaleza de la política misma y dando como resultado una incertidumbre
generalizada y polarización marcada de los estratos políticos.
Si bien lo expresado en el libro esta ambientado en una época y por lo tanto en un
contexto distinto al actual, la política hoy en dia no dista tanto de la descrita en la
obra. Grandes movidas políticas incluso “groseras” se llevan hoy en dia a plena
vista del publico; los políticos enalteciéndose y una telaraña de redes de
corrupción y abuso de autoridad extendiéndose. Esos son algunos de los ejemplos
actuales en el ámbito político.
Bajo la satira presentada en el texto, sin embargo, se esconda una cruda verdad
la cual fue, y aun en dia puede ser, demasiado cruda para algunas personas, pues
pone en duda diversos conceptos y presenta un punto de vista distinto de los
mismos, en ocasiones generando desagrado e incluso temor.
Sin embargo, si bien fue escrito a manera de sátira y aunque envuelve una
acerbada crítica al autoritarismo de Napoleón lll, la parte más relevante del texto la
constituye el diálogo que sostienen desde la eternidad ambas personalidades
históricas, quienes discuten al más alto nivel teórico, temas de increíble
actualidad: la razón versus la fuerza. Moralidad versus inmoralidad.
Montesquieu, autor ”Del espítitu de las leyes”, contrarresta los argumentos de
Maquiavelo, partiendo del hecho de que las sociedades siempre deben regirse
sobre leyes claras y definidas y no con actitudes amorales como medio de
justificar el fin., por otro lado, Nicolás Maquiavelo, llamado por algunos tratadistas
el verdadero fundador de la ciencia política, pone de manifiesto, mediante críticas,
elogios, sofismas, acusaciones, sus concepciones filosóficas que justifican su
proceder en su paso por la tierra.
Algunos de los apartados mas importantes del texto son los siguientes:
DIALOGÓ PRIMERO:

Todo inicia en un ambiente imaginario y ficticio en un encuentro en lo que se


asemeja a una isla en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu: Maquiavelo
extiende un saludo a Montesquieu diciéndole que si él es el grande a lo que él
responde con modestia que los que se encuentran ahí no se les puede dar el
nombre de grande, Maquiavelo respondiendo que él deseaba encontrar al ilustre
escritor de El espíritu de las leyes mientras que él le responde que las personas que
están ahí solo pueden compartir angustias, Maquiavelo responde que como puede
un filósofo hablar así que ellos qué importancia le podrían dar a la muerte si ellos
vivieron del pensamiento y el pensamiento nunca mueren que ellos están exentos
y que la muerte solo representa para ellos un lugar de retiro donde solo recogerán
las enseñanzas de historia y que ni siquiera la nada podría romper los lazos que
tienen con la humanidad. El creía comprender la ironía con la que ambos hablaban
además de que reconocía que al hacer el libro el Tratado del Príncipe se había
ganado una mala fama, decía que él había hecho tantas cosas por su país y sin
embargo había muerto pobre y solo esperaba Maquiavelo que el cielo fuera más
justo con él.

Aquí solo seda el encuentro entre estos dos grandes filósofos y se preguntan el
porqué de su llegada a ese extraño lugar donde ambos hablan de sus dos más
grandes obras y de las finalidades de cada una de ellas con el fin de desmentir la
mala fama que se tenía sobre “el príncipe”, donde de clara que no es un manual
para crear dictadores sino a gobernantes firmes en convicciones, además
Montesquieu defiende que es importante la división de poderes para mantener un
orden social, pero solo surgen algunos puntos de vista de ambos, resaltando las
siguientes fases:

El instinto malo es en el hombre más poderoso que el bueno.

El hombre experimenta mayor atracción por el mal que por el bien; el temor y la
fuerza tienen mayor imperio en el que la razón.
Estas fases resaltan ya que ante cualquier situación donde se vea involucrados los
intereses del hombre no es necesario ser líder, pero siempre el mal o la alevosía
domina en el pensar del hombre para obtener el mayor beneficio de una propuesta
o decisión.

DIALOGÓ SEGUNDO:

Montesquieu comienza diciendo que ambas doctrinas no son nuevas y que carecen
de base filosófica además de que la moral, la religión y el derecho no tenían lugar
en la política y lo único que podía salir de sus bocas era fuerza y comparaba a la
gente con bestias porque decía que solo los animales son hábiles y fuertes y solo
rigen entre ellos la fuerza brutal; decía que los hombres traicionan cuando serán
beneficiados haciendo referencia a los príncipes. Maquiavelo responde que si él no
había dicho que el temor es una necesidad Montesquieu responde que los estados
que el invoco les dio bases que destruían las sociedades porque decía que el interés
del estado solo representa el interés del príncipe, el fundamento del derecho es la
moral pero según Maquiavelo no; sin embargo un día el poder del pueblo romperá
sus cadenas y en ese momento recobraran la fuerza que les había sido robada le
reclamaba a Maquiavelo porque el adoraba a los grandes hombres mientras que el
admiraba a las grandes instituciones aunque pase lo que pase siempre existirán las
tormentas de la libertad y todavía seguirá habiendo crimines debido al estado actual
de las costumbres y de las instituciones políticas.

“El código de la tiranía, no es otro que el código de la bestia.”, “El bien puede surgir
del mal.”

Destacan estas frases ya que reflejan como a pesar que se vive a la par del mal, el bien
puede surgir de este ya que en una forma de gobierno tirana y déspota, se toman
decisiones que beneficien al pueblo gobernado sin afectarlo en sus intereses, hace la
comparación Montesquieu del hombre con bestias ya que frente a un interés no piensa en
las consecuencias de sus actos al tratar de obtener un beneficio de su interés, pero aun
así Maquiavelo sostiene que su forma de gobierno es la mejor
DIALOGO SEXTO:

Se discute porque Maquiavelo quiere saber cómo Dios crea a los reyes, obteniendo
como respuesta de Montesquieu Dios ha instituido la soberanía, no instituye
soberanos por que los reyes reinan de acuerdo a sus mandamientos según el
enfoque que tengan el más grande libro de la divinidad, pero la elección de los
príncipes ya sean buenos o malos son elegidos por las provincias o por el pueblo,
entonces se supone que Dios les hace responsables de sus actos, Montesquieu
señala que es mejor elegir a los representantes del gobierno, pero a Maquiavelo no
le parece para él es mejor que sea de carácter hereditario para evitarse todo tipo de
conflictos en elecciones y esas conglomeraciones que solo ocasionan desorden y
corrupción, entonces Maquiavelo le hace ver lo que pasa al ser el pueblo quien elija
a sus gobernantes diciéndole que si estos los eligen de igual manera tienen el
derecho de derrocarlos y moverlos a voluntad, pero Montesquieu añade que aunque
así sea el pueblo será castigado por las faltas que comentan al revelarse, se
contraria porque castigara de igual manera actos en contra de la moral.

DIALOGO SÉPTIMO:

En estas líneas Maquiavelo le reitera a Montesquieu que está equivocado acerca


de las doctrinas y principios que de estas emanan, ya que el despotismo aparece
ante sus miradas al igual que el monarquismo oriental, entonces aquí señala el
secreto para mantener el pueblo en orden a la par del despotismo y manteniendo el
aire monárquico, esto se consigue debilitando y desinteresando al poder público de
las ideas y de los principios con que se llevan a cabo las revoluciones, El poder con
el que sueño debe estar rodeado por publicistas, abogados y jurisconsultos en
cuanto a las más altas de las dignidades es necesario hallar la manera de conferirlos
a los hombres cuyos antecedentes abran un abismo entre ellos y los otros hombres
que solo pueden esperar la muerte, con ello ya Maquiavelo va planteando la
estructura del gobierno que quiere implantar en una sociedad, con reyes por
herencia y no por elección, además de censurar al poder público teniendo a favor a
los hombres que designe.
DIALOGO DUEDÉCIMO:

Aquí se tiene como énfasis a la prensa y al comercio, primero Maquiavelo revela


que estrategias tendrá su sistema de gobierno como medidas de control para
mantener al medio de comunicación más diverso e informativo por excelencia la
prensa y como mantenerla alejada y al margen de sus asuntos de política que
involucren la toma de decisiones sin dar por enterado al pueblo, básicamente se
apropiara de todos los periódicos, expidiendo licencias y manteniendo el control de
todo lo que se publique y en caso de la existencia de algún periódico clandestino
que publique algo en contra del gobierno rápidamente se le buscaría para darle su
castigo de acuerdo a las leyes establecidas para el control de la prensa, posterior si
lo publicado hace ruido en el pueblo, se recurrirá a la desinformación o en su defecto
se recurre a que los demás periódicos fieles al gobernante publiquen artículos a
favor del gobierno, en una lucha de artículos y si de la parte opositora publican 10
en contra de lado del gobierno 20 a favor y así sucesivamente, hasta dejar a la
oposición sin más que retirarse, de lado de la economía se proponen para aumentar
la, la liberación de créditos para el pueblo eso si con un estricto control de sus
inversiones y ganancias para poder retribuírselos, y que la población no tenga
gastos desmedidos como en la actualidad.

DIALOGO DECIMOTERCERO:

Las personas no siempre son lo que aparentan ser ya que como en el libro nos lo
menciona que hay Duque que después de la ejecución es una persona débil y ahí
está el punto la maldad en la que ya vivimos es la que nos enseña a ser así y tratar
de sobre vivir contra todo lo bueno y lo malo que se presente en la vida.

Los Ya no da miedo la crueldad en la que vivimos sino que ahora ya no se puede


creer en las buenas acciones que uno hace porque estamos tan acostumbrados a
ver el poder que sabemos que el que lo tiene es una persona poderosa y como
temerle a la dulzura de las personas cuando de ante mano sabemos que no del todo
son buenas intenciones así nosotros ¿Hay qué ser fuertes para que la vida sea justa
con uno mismo? No lo creo supongo que solo debemos de saber sobrellevar todo
lo que se nos presenta.

DIALOGO DECIMOCUARTO:

Las instituciones y las leyes sobre lo malo que tiene cada una de ellas y el poder
que ejercen, claramente lo dice los tribunales ya que son una institución están que
se basa sus propios juicios y con tal jurisprudencia que se les aplicara bajo un
reinado prácticamente se le daré el poder absoluto a la institución encargada de
impartir justicia el Estado, preocupante porque con tal libre poder será difícil impartir
justicia como tal, pero esperemos que no se dejen llevar por sus interese y en el
incumplimiento de sus funciones el estado se los demande.

DIALOGO DECIMOSEXTO:

En la organización del Estado de Maquiavelo también se plantea como la política


es un factor de grandes cambios, y con ello vine la conformación de una fuerza
miliar que no puede ser una guardia ciudadana ya que se presentarían delitos como
justicia por propia mano, además pueden presentarse golpes de estado, tiene que
ser del gobierno para controlar y cuidar los intereses del Estado; por otro lado
prohíbe ganar popularidad con el dinero de los súbditos, se plantea la idea de
cambio para beneficio de la clase obrera, que al limitarla se retrasa mentalmente
para conseguir el progreso en lo industrial y mayor crecimiento del Estado.

DIALOGO DECIMOSÉPTIMO:

En este apartado se cuestiona sobre la presencia de un líder spiritual y añade


Maquiavelo que no es de suma importancia ir a roma por un líder de esta índole,
que si el mismo gobernador ocupara ese puesto seria aceptado por todos, aceptó
por la prensa de la que se recibirían muchas críticas, pero se tomarían las medidas
necesarias para evitar a la prensa y seguir con la unificación, caso que lo veo difícil
al unificar la religión y la política pero en fin se observara cómo reacciona el pueblo
ante tal situación.
DIALOGO DECIMOCTAVO:

Por lo que se refiere a este décimo octavo dialogo entre Maquiavelo y Montesquieu,
nos explican el problema que en sus diferentes épocas han resultado ser las
finanzas en el mundo, tratándose especialmente en las contribuciones.

Montesquieu menciona que la administración financiera de un estado se basaba


básicamente en recibir y gastar donde la multitud de leyes y reglamento especiales
que tienen por objeto hacer que el contribuyente no pague más que el impuesto
necesario y establecido.

DIALOGOVIGESIMOTERCERO:

Maquiavelo dice que los que sus súbditos necesitan no son un alma buena sino un
brazo fuerte, soy el brazo soy la espada de las revoluciones que el soplo precursor
de la destrucción final dispersa, soy un enamorado de la conscripción y uno de los
inventos más brillantes del genio francés.

El sistema parlamentario los representantes de la nación tienen, por sí solos, o


conjuntamente con el poder ejecutivo, la iniciativa respecto de los proyectos del rey
o presidente de la nación.

Ideas principales

Maurice Joly, en Diálogo en el Infierno, consigue hacer debatir en el imaginario a


Maquiavelo y a Montesquieu donde se vislumbra el debate clásico entre la tiranía
y el despotismo, un debate, moral ético y político que hoy día aun sigue siendo
motivo de reflexión, el dialogo entre estos personajes antagónicos esta situado en
constante duelo del que tiene el poder y que lo desea y anhela, un debate critico
que se sitúa en los ámbitos del quehacer político actual, donde constantemente se
lleva a cabo la tarea de transitar de la tiranía y el despotismo hacia la democracia.
El transito constante, el anhelo comprende estaciones de paso en las que se
presentan a la vez y como pasajeros aparentemente contradictorios el estado-
nación y la monarquía absoluta. Una lucha, un vaivén constante, que puede
rastrearse desde la secularización del poder, que se entiende como el designo
divino que las autoridades ostentaban para organizar a los hombres dentro de una
comunidad política.

En el dialogo de Maurice Joly resalta la importancia de Maquiavelo, pues a partir


de este se da entrada a la teoría política moderna. Maquiavelo, vive la democracia
de Florencia y conoce al mismo tiempo la oligarquía de Venecia y la monarquía de
Nápoles. Estas formas de gobierno tan contradictorias inducen el pensamiento de
Maquiavelo el cual responde a la concepción divina del poder vigente hasta ese
momento no con una norma moral de la conducta del príncipe, de la política, sino
con una guía empírica de cómo debe actuar éste para prevalecer.

Para Maquiavelo la teoría es la naturaleza humana, igual en todo tiempo y lugar,


dicha naturaleza se caracteriza por ostentar rasgos por demás tozudos, como
característica de la naturaleza humana el hombre tiene como rasgó mal sano la
aspiración al dominio sobre todos los hombres, así como la atracción por el mal, el
mal como acción esta presente en todo momento en la naturaleza, de ahí que el
miedo y la fuerza se imponen siempre a la razón.

Por otro lado la figura de Montesquieu impugna este horizonte con el martillo de
los derechos políticos, anunciando el fin del primer asalto y la derrota de la tiranía
a los puntos. Montesquieu representa el paso necesario y la fe en el progreso,
pugnando por una tendencia social por la igualdad. Montesquieu cree en una
pasión colectiva que sea capaz de reparar la opresión que, más allá de la razón y
del progreso material, comparte naturaleza con la pasión de mando que define al
hombre y determina sus formas de poder.

A partir de esta contextualización de ideas y de autores el dialogo que se presenta


entre estos dos personajes el debate entre ellos parte desde el momento en que
Montesquieu en forma retadora y con lenguaje incisivo emplaza a Maquiavelo a
explicar a partir de qué medios o con qué medios existe la posibilidad de que el
príncipe puede mantener el poder absoluto dentro de sociedades políticas las
cuales descansan sobre instituciones liberales y representativas de la voluntad del
pueblo.Ante la advertencia y la búsqueda de explicación por parte de
Montesquieu, Maquiavelo responde de la siguiente manera: “El despotismo
aparece siempre a vuestros ojos con el ropaje caduco del monarquismo oriental;
yo no lo entiendo así; con sociedades nuevas es preciso emplear procedimientos
nuevos. No se trata, hoy en día, para gobernar, de cometer violentas iniquidades,
de decapitar a los enemigos, de despojar de sus bienes a nuestros súbditos, de
prodigar los suplicios; no, la muerte, los saqueos y los tormentos físicos sólo
pueden desempeñar un papel bastante secundario en la política interior de los
Estados modernos.”

La respuesta de Maquiavelo es por demás severa ante lo que se refiere al Estado


moderno, pues este en su creación se caracterizo por cometer violentas
inequidades, la maquinaria del estado moderno no puede estar desempeñada a
partir de prodigar suplicios, saqueos, tormentos y muerte, la maquinaria del
estado, no es propiamente la de ser una maquina de castigo.

Diferencias entre el teorico despota y el teorico de la libetad.

A Maquiavelo le causa escozor las civilizaciones de Montesquieu, y haciendo


referencia su momento de vida señala: “En nuestros tiempos se trata no tanto de
violentar a los hombres como de desarmarlos, menos de combatir sus pasiones
políticas que de borrarlas, menos de combatir sus instintos que de burlarlos, no
simplemente de proscribir sus ideas sino de trastocarlas, apropiándose de ellas.”

Maquiavelo diagnostica de esta manera a los gobiernos del Estado moderno,


empero también realiza un diagnostico preciso de la actualidad de los gobiernos,
pues encuentra en la disolución del espacio público el resorte del poder y señala
que:

”El secreto principal del gobierno consiste en debilitar el espíritu público, hasta el
punto de desinteresarlo por completo de las ideas y los principios con los que hoy
se hacen las revoluciones. En todos los tiempos, los pueblos al igual que los
hombres se han contentado con palabras. Casi invariablemente les basta con las
apariencias; no piden más, es posible entonces crear instituciones ficticias que
responden a un lenguaje y a ideas igualmente ficticios.”

El señalamiento por mas fatalista que sea responde de manera cabal a la falta de
interés político del pueblo, que se ha vuelto apático y se contenta con tan poco,
que ha dejado de interesarse por la expectativa del quehacer político real,
contentándose con las pocas migajas que la elite política le arroja.

Por su parte Montesquieu esta convencido de que el progreso es capaz de


revolucionar el modo en que la sociedad llega a organizarse, de esta forma y
gracias al progreso se logra convertir al súbdito en ciudadano, y esto se consigue
a partir de la capacidad que el ciudadano ostenta para elegir, capacidad libre y
fundamentada en la voluntad, de esta forma el ciudadano pasa a ser un sujeto
activo, un sujeto de derecho dejando atrás la pasividad característica de un
subdito.

De esta forma la sociedad se constituirá en nuevos pueblos los cuales tienen y


ostentan la debilidad de darse constituciones que son la garantia de sus derechos,
y es que a partir del progreso la comunidad se ha transformado en nación y el
príncipe en gobernante, pues este alcanza la cima de su civilización, por lo que al
llegar a este punto es capaz de fundar el derecho público y de esta forma el
Estado se dota de instituciones estables y democráticas.

La intención de Montesquieu, no parte de un imaginario, ni una propuesta utópica,


la propuesta no tiene carácter ilusorio respecto a el cambio de la forma del poder,
los fundamentos de Montesquieu nacen a partir de la constitución de la sociedad
mediante una discusión sucesiva y constante, lo cual se inserta en el derecho y
obligación que tiene el ciudadano para deliberar y votar respecto a los
representantes de la nación.

Frente a esta argumentación Maquiavelo replica con un concepto pragmático de la


voluntad política del ciudadano y señala que los gobernados se encuentran
contentos y en armonía con el príncipe cuando éste no contraviene a sus bienes y
a su honor, por lo que si se mantiene un grado de armonía, la tarea del príncipe
será la de combatir a un pequeño numero de descontentos, de rebeldes, de
insatisfechos cuando siempre están contentos con el príncipe cuando éste no toca
ni sus bienes ni su honor, y por lo tanto sólo tiene que combatir las pretensiones
de un pequeño número de descontentos, que le será fácil poner en vereda.
Ante tal argumentación Montesquieu Objeción en un tono optimista hace
referencia al sentido moderno de los derecho político como bines públicos
apreciados de tal suerte que son y corresponden a las características propias e
individuales de cada ciudadano, pues dentro de los bines públicos también se
encuentra explicito el honor de los pueblos al mantenerlos, por lo que al atentar
contra ellos se atenta contra los bines de cada uno de los ciudadanos asi como
contra el honor de los mismos.
Por lo que habría que hacerse la pregunta sobre qué es lo que garantiza a los
ciudadanos su libertad, cuando, estos son despojados de su libertad individual,
atentar contra la libertad es atentar contra el ciudadano es atentar contra el Estado
y la nación.
Conclusión
El Maquiavelo de Joly es un autor cínico, el cual no explica y mucho menos da un
tratado de cómo establecer un gobierno despótico poco menos que invulnerable
conforme a una estrategia basada en la manipulación de los principios de la
democracia. El Maquiavelo del Diálogo es una figura con gran capacidad de
transformación. Antes de ser un filósofo italiano y un conspirador judío fue nada
menos que Napoleón III. Joly, contestatario a pesar de todos los riesgos y también
de sus propios miedos, decidió escribir un corrosivo alegato contra el monarca, su
bestia negra. En el Diálogo en el Infierno la sociedad aparece retratada como la
peor enemiga del príncipe y de Maquiavelo, pues esta llega a ser seducida sin
mayores esfuerzos por un tirano al que entrega mansamente sus derechos y
libertades. Más alla de los fundamentos de Maquiavelo, Joly rescata que la vida
social, es un estado de guerra permanente en el que el objetivo supremo puede
concentrarse en unas pocas líneas: "¡Triunfar!, ¡trepar!

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