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ELIZABETH A.

JOHNSON

NUESTRA HERMANA DE VERDAD


Una aproximación hermenéutica feminista
Durante muchos años la autora del presente artículo ha estado bata-
llando con una cuestión fundamental sobre María. Dada la riqueza y
diversidad de la tradición mariana, evidente en el arte, la devoción, la
teología, la liturgia y el dogma ¿cuál es el mejor modo en que nuestra
generación puede interpretarla y relacionarse con ella? En una iglesia
multicultural del siglo XXI, en un mundo globalizado donde millones
de personas luchan por la vida y contra la injusticia, ¿cómo podemos
apreciar su relevancia para la fe y la praxis? El artículo propone muy
brevemente un acercamiento a María que la interpreta como una au-
téntica mujer (histórica) que nos acompaña en nuestras vidas (comu-
nión de los santos). Este acercamiento puede dar vida a la figura de
María y conectarla con los deseos espirituales y prácticos de la gente
en la iglesia de hoy.

Concilium 327 (2008) 495-503

Una cuestión urgente bordinado. La figura mariana pa-


siva y obediente que está dispues-
ta a hacer cuanto le digan los
Desde mi perspectiva, la res-
hombres con autoridad; la figura
puesta a las cuestiones teológicas
asexual cuya falta de experiencia
y prácticas planteadas acerca de la
se considera un signo de santidad;
persona de María había de ser lo
la mujer cuya única finalidad en la
suficientemente fuerte como para
vida es dar a luz; la silenciosa per-
sobrevivir en dos contextos. Uno
sonalización del llamado ideal fe-
es el del secularismo, que azota a
menino que consiste en nutrir y
las naciones post-industrializadas,
darse a sí misma; ninguna de estas
y donde la principal cuestión que
ideas promociona el desarrollo de
queda en pie es la de Dios. El otro
las mujeres en esta época ni ofre-
contexto es el de la lucha global
ce una base sólida para resistir el
por la plena dignidad de la mujer.
dominio masculino en todas sus
En este ultimo, la figura de María
manifestaciones, con frecuencia
ha jugado un papel ambiguo, que
físicamente violentas.
en ocasiones ha conectado sutil-
mente a las mujeres con la divini- Muchas teólogas feministas de
dad, pero en otras ocasiones ha los Estados Unidos descartaban a
fortalecido la autoridad masculina María, muchas mujeres creyentes
que pone a la mujer en lugar su- encontraban repelente su imagen y
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muchos estudiantes de mi univer- tió totalmente nuestra suerte como
sidad, simplemente la ignoraban. mujer pobre y humilde”. Este en-
La cuestión, por tanto, se hacía ur- foque de dos pasos se fundamen-
gente: o repensamos su sentido o ta en tres supuestos
la tradición mariana morirá.

Supuesto teológico, histórico,


Una respuesta: conectar la práctico
memoria y la esperanza
1.- Supuesto teológico. Sólo
Mi libro Verdadera hermana existe un solo Dios, el Dios trino
nuestra: teología de María en la que crea, redime y santifica el
comunión de los santos constitu- mundo y lo llama a una comuni-
ye un intento de responder a esta dad de amor. En este marco, Ma-
cuestión. El enfoque que he usado ría se encuentra en el lado de la
puede denominarse técnicamente creación: es una mujer.
hermenéutica histórico-liberacio-
2.- Supuesto histórico. Con el
nista feminista de las escrituras en
paso del tiempo, el énfasis cristia-
el contexto de la teología trinita-
no en la imagen del Padre-Hijo
ria. Dicho de otra forma, se funda-
desplazó las imágenes femeninas
menta en las dos columnas geme-
de lo divino, las cuales pasaron a
las de la memoria y la esperanza,
María. Ella se convirtió en el ros-
y lo hace en dos etapas. En primer
tro materno de Dios, una figura
lugar, descubre a María como una
protectora en un mundo cruel y una
mujer creyente verdaderamente
madre compasiva ante el tribunal
histórica. Luego extrae el coraje,
del Señor. En nuestro tiempo, la
el consuelo y el desafío de su me-
teología ha mostrado que podemos
moria viva, en cuanto que ella ca-
dirigirnos a Dios, que creó al hom-
mina actualmente en la comunión
bre y a la mujer a su imagen y se-
de los santos. Este método forma-
mejanza, usando legítimamente el
do por el binomio “entonces-aho-
género masculino y femenino por
ra” surge de la idea de que la re-
analogía, pues el misterio inefable
velación salvífica de Dios tiene
del Amor está más allá de ambos.
lugar precisamente en la historia,
Orlando Espín, por ejemplo, ana-
en unos tiempos y unos lugares es-
liza la devoción a Nuestra Señora
pecíficos, y no en el ámbito plató-
de Guadalupe, como una brillante
nico de las ideas eternas. Esto no
pneumatología popular que, en úl-
significa que la doctrina y la devo-
tima instancia, pone a la gente en
ción no tengan parte en la interpre-
contacto no con María, sino con el
tación. Como dijo Pablo VI, la im-
Espíritu de Dios.
portancia de María está unida al
hecho de que ella es efectivamen- 3.- Supuesto práctico. Para ser
te “nuestra hermana, que compar- viable hoy en día, la teología tie-

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ne que dejar claro el vínculo que restos descubiertos en Nazaret, en-
existe entre la fe y la justicia. Las contramos almazaras, lagares y
comunidades eclesiales de base la- piedras de molino, para moler el
tinoamericanas, por ejemplo, han grano, lo que pone de manifiesto el
comprendido la semejanza especí- carácter rural de esta localidad. Lo
fica de su vida con la de María de que no se ha encontrado es lo más
Galilea, una pobre mujer de pue- significativo: en efecto, hasta el
blo, que sufrió la violencia del es- momento nada de lo encontrado in-
tado. “Para las mujeres pobres”, dica que Nazaret fuese un poblado
explica Mª Pilar Aquino, “María rico: no hay calles pavimentadas,
no es una criatura celestial, sino ni edificios públicos, inscripciones,
que es alguien que comparte sus ni frescos decorativos, ni artículos
vidas como camarada y hermana de lujo. Los estudios económicos
en la lucha”, un imán de esperan- sitúan Nazaret en el estrato pobre
za para aquellos que han sido pri- del sistema financiero: formaría
vados de sus vidas. Con estas in- parte del 90 % de la población con
tuiciones, la mariología se con- cuyo trabajo se pagaban los im-
vierte en una compañera de la puestos que enriquecían a la élite.
praxis de la justicia. Los estudios políticos dejan clara
Sobre la base de estos supues- la violencia del modelo romano de
tos, el enfoque de dos pasos de una ocupación, como cuando en el año
hermenéutica de la historia acom- 4 a.C. tres legiones romanas sofo-
pañada por un recuerdo crítico y caron un levantamiento de los ju-
peligroso, conduce a una compren- díos; crucificaron a dos mil hom-
sión de María que puede servir a bres alrededor de Jerusalén y
una fe liberadora en nuestro tiem- marchando sobre Séforis, a unos
po. diez kilómetros de Nazaret, “que-
maron la ciudad y esclavizaron a
sus habitantes” (Josefo). Los estu-
Primer paso: Descubrir a la dios sobre la religión nos descu-
mujer de Galilea bren el estilo laical de la práctica
sinagogal judía, lejos del Templo
de Jerusalén con sus sacerdotes y
Para imaginarse a Miriam de sacrificios. Los estudios culturales
Nazaret como una verdadera mu- de la época y su influencia en las
jer de la historia que vivía con fi- mujeres acaban de situar a María
delidad a su Dios, no partimos de en su lugar y tiempo.
cero. La investigación del Jesús
histórico, que ya cumple dos si-
glos, nos ofrece una información
Contexto vital muy duro
sobre la Galilea del siglo I que pue-
de extenderse al redescubrimiento
de la vida de María. Desde la in- Al conceder a María su propia
vestigación arqueológica, entre los existencia histórica, se evidencia
224 Elizabeth A. Johnson
que el contexto de su vida fue eco- do investiga cómo la mujer histó-
nómicamente pobre, políticamen- rica de los evangelios camina con
te oprimido, y de cultura campesi- la iglesia contemporánea, acom-
na judía, caracterizado por la pañando a los creyentes como una
explotación y los sucesos pública- compañera de viaje. Esta conexión
mente violentos. Al quedarse pe- posee un sólido fundamento en la
ligrosamente embarazada, al dar a doctrina cristiana de la comunión
luz en un establo, al huir al extran- de los santos, que conecta al pue-
jero como una refugiada, al reali- blo a través de las generaciones
zar el duro trabajo de las mujeres mediante el poder del Espíritu. En
en un pueblo agrícola, al sentir an- cuanto mujer judía del siglo I que
siedad ante el ministerio de su pri- respondió sin reservas al Espíritu,
mer hijo, al perderlo al ser ejecu- María está ubicada en la comunión
tado por el estado, al vivir como de los santos, lo cual no disminu-
una anciana viuda en la comuni- ye su singular vocación histórica
dad posterior a Pentecostés, María de ser aquella mediante la que
se convierte en hermana de las vi- Dios se hizo niño, y tampoco la
das no contadas de las mujeres gracia específica que acompaña a
marginadas a lo largo de la histo- su vocación. Mientras seguimos
ria y de los que se solidarizan con honrando su relación crucial y ex-
ellas. La relevancia de este cuadro clusiva con Jesús, al relacionarnos
histórico se hace clara cuando la con ella como “nuestra hermana
teología reflexiona sobre el hecho de verdad”, refocalizamos su im-
de que es precisamente a esta mu- portancia para la iglesia contem-
jer (esta no-persona) a quien Dios poránea de acuerdo con la totali-
ha hecho grandes cosas. En su co- dad de su vida agraciada vivida en
mentario al Magnificat, Gustavo presencia de Dios.
Gutiérrez observa cómo este can-
to profético de una mujer humil-
de, “nos habla del amor preferen- Patronazgo y comunidad
cial de Dios por los marginados y
los maltratados, y sobre la trans-
La cuestión que se nos plantea
formación de la historia que impli-
es el modo de relacionarla. Hay
ca la voluntad amorosa de Dios”.
dos posibilidades. Tradicional-
Sacar la ubicación social de María
mente, la iglesia adoptó el mode-
fuera de este análisis y de esta exé-
lo de patronazgo, según el cual
gesis es perder su mordiente.
María y los santos son principal-
mente los intercesores ante un
Dios distante. Esta relación pa-
Segundo paso: Un recuerdo
trón-cliente no se encuentra en el
peligroso
NT ni en la iglesia de los primeros
siglos, y sólo se desarrolló cuan-
A continuación, nuestro méto- do la iglesia se estableció oficial-

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mente en el imperio romano tar- Dentro de esta inmensa nube
dío. de testigos se encuentra Miriam de
Un modelo más antiguo, carac- Nazaret, una mujer de fe que oyó
terístico de la Escritura y de la la palabra de Dios y la observó,
época de los mártires, sitúa a Ma- colaborando con Él en la gran obra
ría y los santos no entre Dios y de la redención. Aunque las cir-
quienes habitan la tierra, sino jun- cunstancias específicas de su vida
to con sus hermanos y hermanas real no pueden repetirse jamás, en
en Cristo en una comunidad de re- su compañía la iglesia encuentra
ciprocidad. En este modelo la cla- la fuerza para afrontar nuestros en-
ve es el recuerdo, no sentimental, cuentros con el Espíritu. Este ím-
sino el recuerdo del coraje, de las petu recibe un límite crítico cuan-
derrotas y victorias de los que tra- do recordamos a la María histórica:
bajaron duro antes que nosotros pobre, mujer y en peligro, en una
para absorber sus lecciones de áni- sociedad violenta. Entonces, la
mo. En forma provocadora, Jo- memoria viva de esta mujer de Es-
hannes Baptist Metz llamó a este píritu resulta “peligrosa” en cuan-
tipo de memoria “peligrosa”. Al to que despierta la lucha compasi-
recordar así a María y los santos va por el reino de Dios, por un
se suscita una fuerza moral que sa- mundo justo y pacífico en el que
ca a la iglesia de la pasividad y la los pobres, las mujeres y todos los
lanza a un compromiso activo y seres humanos y la misma tierra,
compasivo con quienes se encuen- puedan prosperar como seres ama-
tran en situaciones agónicas. Po- dos por Dios.
tenciados por su memoria, nos
convertimos en compañeros de es-
peranza “No tienen vino” (Jn 2, 1- 11)
De El Salvador nos llega un
ejemplo concreto de cómo “fun- Una típica familia pobre de
ciona” este modelo. En los pue- Galilea da un banquete de bodas.
blos, la gente recita la tradicional El vino se agota, Miriam de Naza-
letanía de los santos añadiendo los ret lo advierte y actúa. “No tienen
nombres de sus propios mártires vino” dice a Jesús. A pesar de sus
por causa de la justicia. A cada dudas, ella consigue el resultado
nombre el pueblo responde “pre- esperado: seis tinajas llenas de un
sente”, está con nosotros. Óscar excelente vino. En este relato joá-
Romero, Ignacio Ellacuría, Celina nico, el vino, más que la cantidad
Ramos, jóvenes catequistas, cola- de 455 litros, significa el abundan-
boradores de la comunidad y líde- te don de la salvación que con go-
res religiosos: todos “presentes”. zo se derrama por la presencia de
El fuego de cada vida martirizada Cristo. Pero las palabras de María
prende un nuevo fuego en la si- se hacen peligrosas al evocar pro-
guiente generación. féticamente la crítica y la esperan-
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za. Los pueblos de las naciones nal, sosteniendo que María cono-
pobres oyen lo que dijo: “No tie- cía la divinidad de Cristo en el
nen vino” y prosiguen: ni alimen- momento que lo concibió (algo in-
tos, ni agua potable, ni casas, ni sostenible desde el punto de vista
educación, ni atención sanitaria, histórico). La otra despotricaba
ni empleo, ni libertad, ni seguri- contra el modelo de camaradería,
dad frente a la violación, ni dere- puesto que no apoyaba las devo-
chos humanos. María se encuen- ciones marianas tradicionales que
tra entre los marginados, formando se fundamentan en la súplica. Am-
parte del grupo que se queda sin bas recensiones abogaban por una
vino y proclama la esperanza de antropología de la complementa-
los necesitados. Lo que la impul- riedad, defendiendo los roles dis-
sa a pedir ayuda se corresponde tintos del hombre y la mujer, que
con el deseo de Dios de propagar se fundamentan en las funciones
vida abundante sobre la tierra. Así reproductivas biológicas. Por el
como sus palabras impulsaron a contrario, devolver a María a su
Jesús a la acción de Caná, su peti- propia vida de mujer histórica, co-
ción desafiante se dirige a la nectarla en la comunión de los
conciencia de la iglesia que es el Santos, permite que la teología lea
Cuerpo de Cristo en el mundo de los evangelios con la visión de una
hoy. Aunque la gente de las nacio- comunidad de discípulos en la que
nes ricas preferiría que no se les existe igualdad entre mujeres y
informara, su voz reverbera a lo hombres.
largo de los siglos: “No tiene vi-
no...debes actuar”.
Conclusión

La recepción de mi propuesta
El método hermenéutico que
hermenéutica
interpreta a María como una au-
téntica mujer que nos acompaña
La reacción al método herme- en nuestras vidas, contribuye a una
néutico en dos pasos que propon- teología coherente con los elemen-
go en mi libro ya mencionado, ha tos de la biblia, la tradición y el
sido abrumadoramente positiva. magisterio conciliar de la iglesia,
Las reacciones han confirmado que es capaz de promover la ac-
que este enfoque da vida a la figu- ción a favor de la justicia y la paz
ra de María y la conecta con los en el mundo, potenciando en par-
deseos espirituales y prácticos de ticular el desarrollo de la mujer, y
la gente en la iglesia de hoy. Hu- producir sentidos religiosos para
bo dos recensiones que fueron nuestro tiempo. La Galilea del si-
muy negativas. Una rechazaba la glo I no es un mero contexto, sino
lectura histórica de los textos bí- la urdimbre y la trama del mundo
blicos a favor de la lectura doctri- en el que aconteció la revelación

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de Dios. Fue en este escenario eco- la tierra. Dejar que esta matriz de
nómico, político y cultural, vivien- su mundo histórico modele la ima-
do su fe judía como campesina, ginación teológica, ayuda a asegu-
donde María realizó su itinerario rar que cuando la iglesia la honre
de fe. Fue en esta mujer concreta y reflexione sobre su significado,
en la que Dios hizo grandes cosas, verdaderamente impulse nuestro
pues entendió su vida desde la con- compromiso con el Dios de la vi-
vicción de que Dios elimina la da: Miriam de Nazaret: Presente.
opresión a favor de los pobres de

Condensó: DOLORS SARRÓ

La persistencia numantina en mantener en todo su rigor normas que in-


cluso un gran número de fieles y de teólogos considera anacrónicas y a veces
inhumanas, está creando una situación que no resulta exagerado calificar de
desastrosa. La situación no tiene salida fácil mientras no se cambien los pre-
supuestos de fondo.

ANDRÉS. TORRES QUEIRUGA, La moral eclesiástica atrapada entre el sexo


y la política, Mensaje 536 (2005) 11.

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