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Los Instrumentos de percusión en una orquesta y su clasificación

Una orquesta sinfónica está conformada por un aproximado de 50 a 80 músicos,


dependiendo de qué tan necesarios sean a la hora de interpretar determinadas
piezas de música.

Esta misma, está dividida en secciones y sub secciones, las cuales son:

La sección de cuerdas, que está subdividida en cuerdas graves y cuerdas


agudas; las cuerdas graves son los contrabajos y los violonchelos; las cuerdas
agudas son las violas, y los violines (violines segundos, y violines primeros),
estos últimos son los que generalmente llevan la melodía principal y están
liderados por un concertino.

Otra de las secciones, es la de los vientos, la cual esta dividida en metales y


maderas; las maderas están también subdivididas en graves y agudas, que
serían los contrafagots, fagots, los clarinetes bajos, y los oboes, corno inglés,
clarinetes y flautas respectivamente; la sub sección de los metales, está
conformada por las trompetas, los cornos franceses, los trombones y las tubas.

La última de las secciones, de la cual escribiré, es la de las percusiones; esta


sección, es la más grande de la orquesta, hablando específicamente de la
cantidad de instrumentos diferentes. Dentro de los instrumentos más utilizados,
tenemos los timbales, los platillos de choque y suspendidos, el gran cassa o
bombo, el triángulo, y la tarola/caja/redoblante, dependiendo de la zona en cómo
se le conozca a este instrumento. Cada uno de estos instrumentos está
clasificado de diferente manera y también tienen una ejecución diferente, las
cuales describiré a continuación:

Timbales: Son membranófonos, lo que quiere decir que tienen una membrana a
la cual hay que percutir para que suene; actualmente, esas membranas están
hechas de manera sintética, y se llaman parches. Su caja de resonancia, es
básicamente todo el cuerpo del timbal, el cual tiene forma de una cazuela, sólo
que de manera un poco esférica, y está hecha de metal, mayormente con
aleación de cobre de latón, dependiendo de la calidad que este tenga.
Inicialmente se utilizaban solamente dos timbales, de diferente tamaño, que
serían para el primer grado de la escala de la tonalidad en la que estaría
compuesta la pieza que se ejecutaría, y para la dominante de esta misma escala.
Ya más adelante, fue cuando se empezaron a utilizar 3, 4 y 5 timbales, para una
mayor capacidad de tocar más notas, y no sólo la tónica y dominante, ya que
también antes, los timbales sólo podían tener una sola afinación al momento, ya
que su afinación dependía de llaves alrededor del parche. No fue hasta después,
que se les agregó un pedal en la parte inferior, que estaría conectado a un
sistema interno del timbal, para poder cambiar la afinación del parche incluso
durante la ejecución de una pieza.
Los timbales se percuten con dos baquetas, pudiendo ser éstas desde muy
blandas hasta muy duras, y de materiales muy distintos tales como el fieltro, el
fieltro seco, o de madera. El sonido se apaga mediante la utilización de las
manos. Las posibilidades interpretativas de los timbales van desde los golpes
secos, redobles, trémolos, hasta los mas modernos glissando que se obtienen
coordinando el golpe con el uso del pedal ya antes mencionado.

Platillos de choque y suspendidos: Son idiófonos, nombre que se la atribuye a


los instrumentos que su sonido es creado por la vibración del cuerpo del mismo,
aunque también es de sonido indeterminado (como la mayoría de los
instrumentos de percusión), esto quiere decir que no puede hacer notas
musicales, sino que cada vez que se les pega, produce el mismo tipo de sonido.
Los de choque son dos platillos que se sostienen uno en cada mano, y como lo
dice en su propio nombre, se necesita de chocarlos entre sí para producir
sonido, ya es dependiendo de si se mantienen en una posición cerrada o abierta,
el sonido se expandirá menos o más. Los suspendidos, son los que se colocan
en una base especial para platillo y se les percute con unas baquetas ya sea con
punta de madera, de nylon o de fieltro, estas últimas son las que más se utilizan,
ya que el mayor uso de esta variación del instrumento, es el redoble o el trémolo.

Gran cassa o bombo: También es un membranófono. El cuerpo de este


instrumento está fabricado de madera, y tiene forma de un cilindro. Posee dos
parches, colocados cada uno en los dos extremos del cilindro. Sus medidas
generalmente son de 14 a 16 pulgadas de ancho, y entre 28 y 36 pulgadas de
diámetro. Hay bombos que se ponen sobre una base, pero hay otros más
modernos, en los que ya están suspendidos dentro de un aro y son movibles
gracias a una base a la que están adheridos. A diferencia de los timbales, la
ejecución de de este instrumento, es generalmente con sólo una baqueta, pero
más grande, y también es de fieltro. La función de cada uno de los parches, es de
uno de golpe, que es donde se percute, y otro de resonancia, que como lo
especifica la palabra, hace que resuene el sonido. Hay obras musicales en las
que también se pueden utilizar rolls con dos baquetas.
Triángulo: Al igual que los platillos, son idiófonos y también tienen un sonido
indeterminado.
Están también hechos de metal, más específicamente de acero, que de hecho es
en sí el cuerpo del instrumento, una barra de este material doblada en tres partes,
para darle la forma del triángulo, uno equilátero para ser más específico. Este
instrumento, está colgado de una liga o de un hilo, con el que puede ser
sostenido con la mano, o para poder colgarse de una base, esto con el fin de
poder darle la libertad de que vibre y su sonido se expanda y no apague. Para
tocarlo, es necesaria una pequeña baqueta también fabricada de acero, que
comúnmente se conoce como batidor, y con esta se le pega ya sea por fuera, o a
veces también por dentro en alguna de las esquinas para poder lograr una mayor
rapidez y crear un trémolo.

Tarola/caja/redoblante: Así como los timbales y el bombo, este instrumento


también es un membranófono. Comparte la similitud con el bombo en la forma,
que es cilíndrica, y que también tiene dos parches en cada uno de los lados del
cilindro. También está hecha de madera, aunque a diferencia del bombo, también
puede ser fabricada en metal, acero específicamente. El tamaño también difiere
muchísimo del bombo, ya que las medidas de la tarola están en su mayoría
alrededor de las 14 pulgadas en su diámetro, aunque también puede ser de otro
tamaños. Lo que sí tiene más variación, son las medidas de su ancho, que
pueden ser desde las 3 hasta las 8 pulgadas, aunque las más comunes está entre
las 5 y 7 pulgadas. Se coloca sobre una base de manera horizontal (el parche de
golpe volteando hacia arriba, y el parche de resonancia volteando hacia abajo).
Lo que le da su sonido característico y metálico, es el ‘’entorchado’’, que
consiste en alambres muy delgados y de metal
La manera de ejecución de este instrumento, es con dos baquetas, una en cada
mano, y pueden ser con punta de madera o punta de nylon, dependiendo del
sonido que se requiera.

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