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Reporte: Histeria

La histeria ha sido una enfermedad que ha pasado por diversas etapas históricas, teniendo
en cada una un valor diferente a la anterior. En el siglo XIX, en Inglaterra se veía la
enfermedad como una afectación en mujeres que incluía diversos síntomas que iban desde
el insomnio y la pérdida del apetito, hasta agresividad, pensamientos intrusivos y cambios
de humor repentinos. No obstante, al igual que en las diversas coordenadas de tiempo y
espacio, el grupo médico de la época desarrolló un método para tratar dichos malestares: la
estimulación genital.

El tratamiento que hoy se consideraría poco ortodoxo, en ese entonces tenía como
objetivo lograr que la paciente tuviera un orgasmo para disminuir o desaparecer los
síntomas que les aquejaban. Aquí es el área en la que se desenvolvía el Dr. Dirymple,
experto que acogería Dr. Mortimer Granville después de ser despedido por su “teoría del
gérmen”.

Y así, comienza la práctica del Dr. Mortimer en el campo de la estimulación genital,


no obstante, se le presentan diversas dificultades como los valores conservadores de época
victoriana, una mujer defensora de los derechos de la mujer que le acusa de charlatán y la
repentina pérdida de su ‘habilidad’. Esto lo lleva a encontrarse nuevamente sin trabajo y
con ideas por llevar a cabo.

Mientras tanto, Lord Edmund St. John Smith ha desarrollado un aparato eléctrico
que lejos de su función pensada (plumero), puede ser de utilidad para la labor de los
doctores. Es entonces que Mortimer convence al Dr. Dirymple para que lo utilice en el
tratamiento, llevando al éxito inmediato.

Eventualmente se presenta una situación común en la época, la hija mayor del Dr.
Dirymple es arrestada y es diagnosticada con histeria para evitar la cadena perpetua; sin
embargo, al tener la enfermedad, se recomienda que sea recluida en un sanatorio para
retirarle el útero, causante de su mal. No obstante, se demuestra que es un mal común que
no es lo suficientemente grave para ser considerado una enfermedad mental, por lo que se
le asignan días en prisión.
Es importante recalcar la última parte, puesto que, a lo largo de la historia de la
humanidad, distintos tratamientos se han ofrecido para la cura de la histeria. Empezando
con los primeros diagnósticos que incluían la movilidad indeseable del útero, la retención
de semen femenino, la continencia sexual y la posesión demoniaca, y tenían diferentes
formas de curación como respirar olores desagradables, terapia con sanguijuelas,
cauterizaciones y exorcismos. Más tarde se presentó la ‘innovadora’ opción de la
extirpación del útero, cirugía llamada “histerectomía” hasta hoy en día.

Con la invención del ‘consolador’, ‘vibrador’, ‘dildo’, se inició una nueva era, no
sólo en el ámbito médico y de tratamiento de la histeria, sino en general para el sector
poblacional de mujeres. Fue un aparato revolucionador que retó directamente a los valores
victorianos y que permitió concebir a la mujer como un ser más integral y humano, con
deseos y necesidades.

Cabe resaltar de que la histeria hoy en día se entiende de forma diferente y los
tratamientos son por mucho diferentes de los propuestos en los primeros siglos, pero el
avance que presentó el dispositivo, no se puede negar.

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