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Investigación numérica de la reducción de la erosión en codos promovida

por una cámara de vorticidad

Resumen
El desgaste erosivo suele ser un factor decisivo para la falla de las tuberías. Muchos
procesos industriales que requieren el transporte de partículas erosivas están
directamente expuestos a problemas de fugas o contaminación. Como resultado,
las operaciones de mantenimiento requieren costos innecesarios. Esta
preocupación industrial es responsable de que los investigadores líderes
desarrollen herramientas de análisis que puedan cuantificar con precisión el
problema de la erosión. Debido a este hecho, para validar el modelo CFD, los
resultados numéricos para el codo estándar se comparan con los datos
experimentales. Después de eso, se agregó una cámara de vórtice al codo
estándar, preservando las mismas características geométricas (por ejemplo,
diámetro y radio de curvatura) así como los parámetros de simulación (por ejemplo,
velocidad inicial, densidad, viscosidad, etc.). Sobre la base de simulaciones de
cuatro vías del flujo de gas-sólido en ambas geometrías, se realizó la comparación
entre los resultados de codo de cámara de vórtice estándar y se realizó un análisis
detallado de la influencia de la carga de masa en el flujo y en la tasa de penetración.

El presente trabajo utilizó el código UNSCYFL3D de volumen finito y no


estructurado, que soluciona el flujo de gas utilizando el enfoque Euleriano-
Lagrangiano totalmente acoplado. El k-epsilon de dos capas se usó para modelar
los efectos de la turbulencia. Curiosamente, los resultados muestran que la relación
de penetración en el codo de cámara de vórtice no se reduce exponencialmente con
el aumento de la carga de masa, lo que distingue del comportamiento observado en
el codo estándar. Otro hallazgo importante es que la adición de la cámara de vórtice
muestra significativamente la eficiencia del efecto de amortiguación. Comparando
el pico de la relación de penetración en ambos diseños de codo para una carga de
masa de 1.0, la reducción fue de alrededor del 93% cuando la cámara de vórtice
está presente. Con ello, a partir de análisis numéricos del flujo acoplado de gas y
sólido, se propone el mecanismo físico para el efecto de amortiguación.

Palabras clave: Erosión de codo, Erosión de codo de cámara de vórtice, Carga en


masa, Acoplamiento de cuatro vías, Colisiones entre partículas, Efecto de
amortiguación.
1. Introducción
Las partículas transportadas por un flujo de fluidos son una situación común en
muchos sistemas de ingeniería. La necesidad de modelar y predecir información
detallada sobre este tipo de flujos se convirtió en un problema importante en el
estudio de los flujos multifásicos en las últimas décadas. Al comprender la dinámica
del movimiento, es posible realizar mejoras y aumentar la seguridad durante la
operación de estos sistemas.

A lo largo de los años 60, se ha desarrollado un nuevo enfoque teórico, la dinámica


de fluidos computacional (CFD). La dinámica de fluidos computacional pretende
simular el flujo a través de metodologías numéricas diseñadas para representar un
fenómeno físico. Si bien su desarrollo comenzó hace más de 50 años, solo en los
años 90 comenzó a tener una mayor aceptación en la industria, especialmente en
proyectos aeronáuticos. Hoy en día, la dinámica de fluidos computacional se ha
convertido en una herramienta importante para estudiar los problemas de flujo,
ayudando a los diseñadores a optimizar sistemas monofásicos y multifásicos. En
problemas relacionados con el desgaste, el CFD se utiliza como herramienta para
predecir el desgaste en diversos entornos y, debido a su complejidad, no permite el
uso de correlaciones empíricas.

En este contexto, muchos sistemas de transporte están constantemente expuestos


a desgaste abrasivo. El mecanismo más común responsable de este tipo de daño
superficial se clasifica como desgaste erosivo. En muchos procesos industriales,
este tipo de desgaste surge del impacto de partículas sólidas contra la superficie y
tiene consecuencias notables en la confiabilidad y seguridad del equipo. El desgaste
abrasivo puede ser un problema en los separadores ciclónicos, hélices y bombas
(cf. Fig. 1), pero en los sistemas de transporte neumático el desgaste erosivo puede
ser incluso más grave (MILLS, 2004).
Figura 1 - Ejemplo de desgaste erosivo en una carcasa de bomba.

En términos generales, el desgaste erosivo es un problema que la industria ha


aprendido a vivir. Aunque hay muchas maneras de reducir la magnitud del
problema, relacionar el material transportado y el sistema en sí mismo requiere un
gran número de variables a tener en cuenta. Además, el tiempo de mantenimiento
y los costos de operación también son factores importantes que llevan a las
compañías a decidir cuál es el mejor método para reducir la erosión en sus equipos.
Para una planta de tubería completa, los efectos de diferentes elementos (por
ejemplo, constricciones, formas de tubería y accesorios de tubería) tienen que ser
considerados. Debido a la naturaleza del proceso de transporte, los sistemas de
tuberías están dispuestos a desgastarse cuando se deben transportar partículas
abrasivas. Cuando las partículas se transportan en suspensión a través del aire, se
requieren altas velocidades de aire de transporte para mantener el material en
movimiento, a fin de evitar la obstrucción de la tubería. En este contexto, los
accesorios de tubería proporcionan a los sistemas de transporte neumático su
flexibilidad para cambiar la dirección del flujo; sin embargo, estos puntos se vuelven
más susceptibles a las colisiones repetidas y puede ocurrir un desgaste rápido.

El objetivo de esta tesis es apoyar a la industria del petróleo y el gas analizando los
mecanismos responsables de la reducción de la erosión de los codos promovidos
por una cámara de vórtice. De acuerdo con Petróleo Brasileiro (PETROBRAS) y el
supervisor de la universidad, y respaldado por Conocido durante la revisión de la
literatura, se decidió centrar la investigación en la reducción de la erosión con el
aumento de la carga de masa para los codos estándar y de cámara de vórtice.
La presente disertación está organizada de la siguiente manera: el Capítulo 2
discute el objetivo y el método para alcanzarlo. En el capítulo 3, se presenta la teoría
de fondo como también una descripción general de los codos estudiados. El
Capítulo 4 presenta una descripción general de la relevancia de la fase de gas/
partículas y la predicción de la erosión. Los capítulos 5 y 6 describen el tipo de
discretización y el algoritmo de fase de partículas, respectivamente. El Capítulo 7
presenta un resumen de los experimentos y el enfoque numérico aplicado. La
disertación se concluye en el Capítulo 9 y las futuras recomendaciones de
investigación se presentan en el Capítulo 10.

2. ALCANCE
Después de una revisión exhaustiva de la literatura, para un éxito y cumplimiento
de la investigación de graduación, es de suma importancia definir el objetivo y el
método para alcanzarlo. Ambos están detallados en este capítulo. La primera
sección 2.1 presenta el objetivo de la investigación, luego de lo cual se gastan
algunas palabras sobre la relevancia del proyecto en la sección 2.2. Finalmente, en
la sección 2.3, se presenta una metodología para alcanzar el objetivo.

2.1. Objetivo de investigación


Hay dos factores que influyeron directamente en el objetivo de investigación
definitivo de la disertación actual. Además de la literatura adquirida durante la
investigación bibliográfica, se tienen en cuenta las sugerencias y los consejos del
supervisor de la universidad. Las sugerencias del proyecto PETROBRAS se centran
en resolver problemas relacionados con el desgaste en la industria del petróleo y el
gas, mientras que mi supervisor también llama la atención sobre el valor científico
de la investigación. Por esta razón, el objetivo de la investigación se divide en un
objetivo primario y otro secundario.

El primer objetivo se relaciona con la investigación desde una perspectiva


científica. Este objetivo constituye la base para completar la investigación.
Lleve a cabo una investigación de los efectos de la carga de masa en la erosión del
codo, simulando el codo con un código interno de CFD.

La razón para enfocarse en el codo de noventa grados se relaciona con validar el


modelo de predicción de erosión con experimentos, implementarlo en el código y
analizar su capacidad para resolver problemas de erosión en ingeniería con
suficiente precisión.

El segundo objetivo cubre la parte de la investigación que es de particular


interés para PETROBRAS.
Predice el perfil de erosión en un codo de cámara de vórtice para diferentes cargas
de masa, con el objetivo de verificar sus beneficios en comparación con la geometría
de codo estándar.

La reducción de la erosión en los separadores ciclónicos y los sistemas de


transporte son de especial interés para la empresa. Para fines de ingeniería,
requieren conocer la magnitud de la erosión que actúa sobre la superficie del equipo
y los efectos de la carga masica en el proceso erosivo.

Ambos objetivos se cumplen simultáneamente a lo largo de esta disertación, por lo


que las conclusiones se pueden encontrar en el Capítulo 9.

2.2. Relevancia
Para esta investigación, la única herramienta de simulación disponible es CFD.
Desafortunadamente, la erosión, la experimentación y la medición no son factibles.
Durante el estudio de la literatura, no se encontró ningún ejemplo de la aplicación
de CFD en un codo de cámara de vórtice. Por lo tanto, sería más novedoso producir
resultados útiles utilizando únicamente CFD. El proceso de validación de codo
estándar formará una de las partes clave para obtener estos resultados con éxito.
Entonces, además de los beneficios para PETROBRAS, la investigación también
contribuirá a la comunidad científica.

2.3. Metodología
Conociendo los objetivos de la investigación, es posible delinear una metodología
inicial. Este proceso está diseñado con el conocimiento obtenido durante la revisión
de la literatura. Se muestra esquemáticamente en la Fig. 2 colocando los distintos
pasos en bloques y conectando las flechas.
Figura 2 - Metodología utilizada para alcanzar el objetivo de investigación.

Fase de validación
Para el codo estándar, se crea una configuración de simulación inicial basada en la
literatura y se prueban diferentes modelos de predicción de erosión. Después de
encontrar el mejor modelo, se ejecuta la simulación y el perfil de erosión resultante
se compara con los datos experimentales existentes. Dependiendo del resultado, la
configuración se actualiza para que los conjuntos de datos coincidan más
estrechamente. Tenga en cuenta que las actualizaciones se basan en la literatura
adquirida y conservan las características experimentales. La fase de validación
completa se cubre en la Sección 8.1.1 de este informe.
Fase de análisis
Una vez que la simulación muestra un buen acuerdo con los datos experimentales,
la configuración se modifica de tal manera que resuelve el flujo y la erosión para
diferentes cargas másicas. Las simulaciones de resultados pueden proporcionar
información importante sobre los cambios del perfil de erosión a las variaciones de
carga másica. Después de esta etapa, se crea la geometría de la cámara de vórtice
y la configuración de simulación de codo estándar de validación sirve como
configuración inicial para las simulaciones de la cámara de vórtice.

Finalmente, el codo de cámara de vórtice se simula con varias cargas másicas y se


utiliza la configuración de simulación más conocida utilizada para el codo estándar.
Al analizar el conjunto de datos resultante, es posible obtener resultados notables
en ambas simulaciones de los codos. La fase de análisis completa se cubre en las
Secciones 8.1 y 8.2 de este informe.

Sin embargo, antes de elaborar el objetivo de la investigación, primero se requiere


cierta teoría de fondo. Esto debería proporcionar al lector una comprensión básica
del desgaste por erosión y técnicas numéricas para calcularlos. El siguiente
conjunto de capítulos, agrupados en los capítulos 3 al 6, presenta esta teoría.

3. MARCO TEÓRICO
Varias características hacen que el perfil de erosión dentro de tuberías y codos sea
significativamente diferente. Por lo tanto, las técnicas de dinámica de fluidos
computacional (CFD) requeridas para estimular el flujo también difieren. Esta parte
de la disertación presentará la teoría de fondo requerida para comprender los
fenómenos básicos de erosión que ocurren dentro de las tuberías y las técnicas de
CFD empleadas para simularlos.

3.1. Tipos de desgaste


Como se describe en muchos libros, (por ejemplo, Gahr (1987) y Hutchings (1992)),
los diferentes tipos de desgaste pueden separarse haciendo referencia a los
mecanismos básicos de eliminación de material, que causan el desgaste a nivel
microscópico. Existen muchos intentos para clasificar el desgaste según los
mecanismos de desgaste, pero una clasificación de primer orden comúnmente
aceptada distingue entre el desgaste adhesivo, el desgaste abrasivo, el desgaste
causado por la fatiga de la superficie y el desgaste debido a reacciones químicas.
Muy a menudo, el daño observado en una superficie cargada tribológicamente es el
resultado de dos o más tipos de daño de superficie que coexisten o interactúan. Los
tipos de daño que interactúan pueden llevar a tasas de desgaste
desproporcionadamente altas, como por ejemplo en el desgaste de superficies con
oxidación mejorada; Sin embargo, el desgaste del adhesivo también puede ser
suprimido por oxidación (ASKELAND; FULAY; WRIGHT, 2010).

En este contexto, la presente disertación se centrará exclusivamente en la erosión


debida a partículas. Se sabe que otros tipos de desgaste pueden coexistir; sin
embargo, realizar un estudio con más de un tipo de desgaste al mismo tiempo puede
aumentar significativamente la dificultad de encontrar modelos matemáticos
precisos. Debido a este hecho, todas las geometrías estudiadas en este informe,
así como la base de datos experimental, tienen su superficie dañada
preferentemente por la erosión, evitando la interferencia de otros tipos de desgaste
y facilitando un análisis preciso de los modelos utilizados en las simulaciones.

3.1.1. Erosión por partículas.


La erosión se define como el desgaste resultante de la interacción entre una
superficie sólida y un flujo de fluido que contiene partículas abrasivas con
cierta velocidad, o el impacto de partículas líquidas (o sólidas) en una
superficie sólida (FINNIE, 1960). Podemos dividir la comprensión de la erosión en
dos partes principales,
 la primera es la determinación de las condiciones de flujo de fluidos del
número, la dirección y la velocidad de las partículas que golpean la superficie.

 La segunda parte se puede definir como el cálculo del material de superficie


eliminado con los datos adquiridos de la primera parte.

Claramente, la primera parte del proceso de erosión se caracteriza como un


problema de mecánica de fluidos, con el flujo de fluido que transporta las partículas
hacia la superficie, lo que define el desgaste por erosión (PEREIRA; SOUZA;
MORO, 2014).
El desgaste por erosión depende del número de partículas que golpean una
superficie, así como de las cantidades físicas asociadas con ella, como la velocidad
de las partículas y su dirección relativa a la superficie a golpear.

Se sabe que estas cantidades están determinadas notablemente por las


condiciones de flujo. En otras palabras, cualquier cambio menor en las condiciones
de flujo, como el régimen viscoso o la temperatura, puede generar grandes
variaciones en la tasa de erosión. Por ejemplo, en operaciones en las que la
dirección del flujo cambia rápidamente, la erosión de las palas de una turbina suele
ser más severa que en una línea recta de tubería. Otro factor que aumenta la erosión
es la turbulencia local generada por superficies rugosas o partes desalineadas
(FINNIE, 1960).

3.1.2. Mecanismos de erosión.


De acuerdo con la literatura, hay varias formas de describir el mecanismo de la
erosión, según lo proporcionado por diferentes autores. Por lo tanto, es difícil
establecer solo el mecanismo como el mecanismo más confiable y real. Los más
utilizados en la literatura son los propuestos por Finnie (1960) y Hutchings (1992).

Finnie (1960) propuso un mecanismo de erosión en el que la partícula actúa como


una máquina herramienta, en la que se corta el material de la superficie, generando
un desgaste o raspadura. Además, para la erosión de los metales dúctiles, en el
impacto oblicuo, este mecanismo ocurre independientemente de su forma y tamaño.

Hutchings (1992) propuso un mecanismo similar. Sin embargo, dividió la acción de


corte en tres tipos diferentes, basándose en la forma y la orientación de la partícula
erosiva. El primer tipo se produce cuando hay erosión por el impacto oblicuo de las
partículas esféricas, y el material se elimina mediante una acción de arado,
moviendo los materiales hacia el frente y el lado de la partícula. El segundo y tercer
tipo se producen cuando hay una colisión de partículas con forma angular, y difieren
entre sí en la orientación de las partículas erosivas que golpean la superficie del
objetivo, así como la dirección de la partícula durante el contacto con la superficie;
en otras palabras, si la partícula se desplaza hacia adelante o hacia atrás durante
el contacto. El corte de Tipo I se define cuando la partícula avanza durante el
contacto y el material se elimina por impactos repetidos en un labio prominente
formado por la partícula angular de indentación. Se define el corte de Tipo II cuando
la partícula se desplaza hacia atrás, y el material se elimina si la erosión fue una
operación de mecanizado, y el material se elimina como una viruta debido al hecho
de que hay una punta afilada de la partícula erosiva, que funciona como una
herramienta de mecanizado (HUTCHINGS, 1992).

3.1.3. Influencia del flujo en la erosión.


La Figura 3 muestra cuatro configuraciones de flujo que se encuentran comúnmente
en aplicaciones de ingeniería. La primera configuración ilustra un chorro de impacto,
que cubre una amplia gama de aplicaciones, que representan desde
configuraciones de investigación hasta maquinado de abrasión; La Figura 3b
muestra la configuración del flujo que se encuentra en los flujos sobre las palas de
las turbinas y turbo maquinaria; La Figura 3c muestra la configuración del flujo que
se produce en el transporte neumático de sólidos en las tuberías; La Figura 3d
representa la configuración de flujo encontrada en los dispositivos de transferencia
de calor (HUMPHREY, 1990)

Figura 3: Ejemplos de configuraciones de flujo relacionadas con la erosión debida


al impacto de partículas sólidas (HUMPHREY, 1990).

El comportamiento dinámico de partículas grandes y pequeñas se interpreta


brevemente en la Fig. 1. La capacidad de una partícula para responder a los
cambios impuestos por el flujo, y, por lo tanto, los cambios de trayectoria se
caracterizan por el número λ, que se define por la relación de dos escalas de tiempo
que caracteriza la dinámica de las fases sólida y fluida, respectivamente. En la Fig.
1, este número simplemente representa la dimensión de la partícula; para λ >> 1,
las partículas tienen un alto volumen y responden lentamente a los cambios de flujo;
por otro lado, para λ << 1, debe seguir el flujo, siendo una alternativa a la
visualización del flujo. Esto es análogo al número de Stokes, utilizado clásicamente
en la investigación de sistemas de partículas.

La magnitud de la velocidad incidente de una partícula depende de su interacción


con el fluido, con otras partículas y con la pared. El comportamiento de estas
interacciones depende del régimen de flujo viscoso (laminar o turbulento), así como
el tamaño, la forma y la densidad de las partículas. Las interacciones entre las
partículas están fuertemente relacionadas con la concentración local de partículas,
lo que podría causar regiones de concentración alta o baja (PEREIRA; SOUZA;
MORO, 2014).

3.2. Accesorios de tubería


Una conexión se utiliza en los sistemas de tuberías de tuberías para conectar
secciones rectas de tuberías o tubos, para adaptarse a diferentes tamaños o formas,
y para otros fines, como regular o medir el flujo de fluidos. Algunos ejemplos de
accesorios de tubería se muestran en la Fig. 4. El término plomería se usa
generalmente para describir el transporte de agua, gas o desechos líquidos en
entornos domésticos o comerciales ordinarios, mientras que la tubería se usa a
menudo para describir el alto rendimiento (por ejemplo, alta presión, alto flujo, alta
temperatura, materiales peligrosos, transporte de fluidos en aplicaciones
especializadas (PARISHER; RHEA, 2002). Los accesorios de tubería se utilizan
comúnmente en los sistemas de flujo y pueden influir fuertemente en el flujo
(DESHPANDE; BARIGOU, 2001).

Aunque hay una gran cantidad de accesorios de tubería, el enfoque de este trabajo
estará dirigido solo a dos tipos de codos: el codo estándar y el codo de cámara de
vórtice. Estos codos se discuten en las siguientes dos secciones, respectivamente.
Figura 4 - Ejemplos de accesorios de tubería.

3.2.1. Codo estándar


Un codo es un accesorio de tubería instalado entre dos tramos de tubería para
permitir un cambio de dirección, generalmente un ángulo de 90° o 45°. Un codo de
90 grados (Fig. 5) también se denomina "curva de 90", pero en este informe se usa
el nombre "codo estándar" para facilitar el tratamiento entre los dos tipos estudiados.
Es un accesorio que se dobla para producir un cambio de 90 grados en la dirección
del flujo en la tubería. Se usa para cambiar la dirección en la tubería y también a
veces se le llama "curva en cuarto" (MILLS, 2004). El codo a 90° se adhiere
fácilmente al plástico, cobre, hierro fundido, acero y plomo. También se puede unir
al caucho con abrazaderas de acero inoxidable. Está disponible en muchos
materiales como silicona, compuestos de caucho, acero galvanizado, aluminio, etc.
La aplicación principal de un codo estándar es conectar mangueras a válvulas,
bombas de presión de agua y drenajes de cubierta.
Figura 5 - Ejemplo de un codo de 90 grados

La mayoría de los codos están disponibles en variantes de radio corto o largo. Los
radios cortos de arco tienen una distancia de centro a extremo igual al tamaño
nominal de tubería (NPS) en pulgadas, mientras que el radio largo es 1.5 veces el
NPS en pulgadas. Los codos cortos están ampliamente disponibles, y se usan
típicamente en sistemas presurizados. Los codos largos se usan típicamente en
sistemas alimentados por baja presión y en otras aplicaciones donde la baja
turbulencia y la deposición mínima de sólidos arrastrados son una preocupación.
Los arcos se usan a menudo en sistemas de producción de gas y petróleo, y
causan la redistribución de gas y líquido que puede afectar la distribución de
los inhibidores de corrosión dentro y aguas abajo de las curvas. Los codos
también son una ubicación susceptible al impacto de las partículas a lo largo
del radio exterior (VIEIRA et al., 2014).

3.2.2. Codo de cámara de vórtice


En 1983, HammerTek Corporation propuso una variación del diseño de codo
estándar (PAULSON; HESS, 1983) que se nombrará a lo largo de este papel como
codo de cámara de vórtice (Fig. 6). También se denomina "Vortice Ell" o "Smart
Elbow" y permite cambios de dirección muy compactos (ya sea a 90° o 45°) dentro
de los sistemas de tuberías de transporte neumático, eliminando el desgaste en la
curva y/o en la sección secundaria recta después de la curva.
Figura 6 - Ejemplo de un codo de cámara de vórtice.

La característica única del codo de cámara de vórtice es la cámara circular


posicionada en el talón, llamada cámara de vórtice. Esta cámara crea una zona de
desviación sin impacto que guía el producto transportado suavemente alrededor del
codo. Además de eliminar o reducir en gran medida el desgaste, esta característica
también crea un flujo laminar en la salida del codo (ROTA, 2001).

Aunque no se encuentra comúnmente en la vida diaria, durante este trabajo se


mostrará que para aplicaciones industriales que requieren el transporte de
partículas abrasivas, el vortex-chamber elbow ofrece una excelente alternativa al
codo estándar.

3.3. CFD aplicado a problemas de erosión.


Muchos esfuerzos han motivado a la comunidad de investigación a comprender la
física detrás del proceso de erosión en los sistemas de tuberías. Investigaciones
experimentales (CHEN; MCLAURY; SHIRAZI, 2006; CHEN; MCLAURY; SHIRAZI,
2004; VIEIRA et al., 2014; TAKAHASHI et al., 2010; MAZUMDER; SHIRAZI;
MCLAURY, 2008) apoyan el desarrollo de las correlaciones empíricas y modelos
que son capaces para predecir el comportamiento de la erosión tanto en los flujos
individuales como en los multifásicos (AHLERT, 1994; NEILSON; GILCHRIST,
1968; OKA; OKA-MURA; YOSHIDA, 2005a; OKA; OKAMURA; YOSHIDA, 2005b;
ZHANG et al., 2007). En este sentido, El progreso en la comprensión de la
erosión debida a las partículas se ha logrado mediante la utilización de
modelos de CFD que pueden simular con precisión el movimiento de las
partículas y el fluido a través de tuberías y curvas (LAíN; SOMMERFELD,
2013).
En este trabajo se probaron cuatro modelos empíricos para el cálculo del índice de
erosión. Debe notarse que estos modelos se implementan en Unsteady Cyclone
Flow3D (UNSCYFL3D), trabajando junto con los modelos de fluidos y partículas.
Estos modelos se presentan a continuación, pero solo el modelo Oka, Okamura y
Yoshida (2005a) se usó para simular los casos. Oka, Okamura y Yoshida (2005a)
se explicarán en detalle en la Sección 4.3.

3.3.1. Correlaciones de erosión


La tasa de erosión se define como la masa de material eliminado por unidad de área
por unidad de tiempo. Se calcula en las paredes acumulando el daño que causa
cada partícula al chocar con la superficie de la pared. Está dada por:

en la que Af es el área de la cara, mπ es el caudal másico de partículas representado


por cada partícula computacional que colisiona con la cara y eT es la relación de
erosión, que consiste en la relación de la masa del material erosionado sobre la
masa del material erosivo y debe calcularse mediante una correlación. La erosión
está formulada en términos de la relación de penetración, de acuerdo con la
expresión.

donde mp es el caudal másico de arena de entrada (kg/s) y ρ es la densidad del


material del codo (kg/m3). La relación de penetración representa el espesor del
material eliminado de la pared sobre la masa de arena inyectada en el codo.

La correlación propuesta por Ahlert (1994) es:

en la que K es una constante dependiente del material, cuyo valor se asignó a


2.388×10−7 en este trabajo, Fs es un factor que explica la forma de las partículas,
f(α) es una función que expresa la dependencia de la incidencia de partículas con
el ángulo, uref es una velocidad de referencia constante y n un exponente constante.
Se informa que el coeficiente de forma F s toma el valor 1.0 para partículas
angulares, 0.53 para partículas semi-redondeadas y 0.2 para partículas
completamente redondeadas.

La función de ángulo f(α) se divide en dos rangos. Debajo de la transición


especificada por el usuario α0 es un polinomio en, el ángulo de incidencia en
radianes. Por encima del ángulo de transición, f(α) sigue una relación
trigonométrica,

Las constantes w, x e y son 1.0, 0.147 y -0.745 respectivamente, mientras que se


calcula internamente al requerir que f (α) sea continua en α0.

La correlación propuesta por Neilson e Gilchrist (1968) es:

en donde erC y erD representan contribuciones del corte y la deformación


respectivamente. La erosión por corte se modela en función del ángulo de incidencia
α.

siendo α0 el ángulo de transición, normalmente establecido en 45°, y εC el


coeficiente de corte, especificado como 3.332×107. Del mismo modo, la erosión por
deformación viene dada por
donde εD es el coeficiente de deformación, establecido como 7.742×10 7, y K la
velocidad de corte, por debajo de la cual no se produce erosión por deformación.
En este trabajo, la velocidad de corte se estableció en cero.

La correlación propuesta por Zhang et al. (2007) es:

donde las constantes empíricas de Candnare, iguales a 2.17×10 7 y 2.41,


respectivamente. BH es la dureza Brinnell del material erosionado, Fs es el
coeficiente de forma de la partícula, en este caso 0.2 para partículas perfectamente
redondas, Vp es la velocidad de impacto de las partículas y α es el ángulo de
incidencia de partículas.

3.3.2. Coeficientes de restitución


Para obtener una predicción precisa de las trayectorias de las partículas, es
necesario seleccionar un modelo de restitución de partículas. A la inversa, se
necesita saber cómo las partículas se comportan cuando colisionan con las
paredes. Al colisionar, la partícula pierde energía, y la velocidad hacia atrás es más
baja que la velocidad incidente de la partícula. Este efecto se toma en cuenta a
través de los coeficientes de restitución. En este trabajo, se utilizaron tres modelos
diferentes, todos ellos derivados de estudios experimentales.

El modelo propuesto por Forder, Thew e Harrison (1998) para los coeficientes de
restitución normales y paralelos se da, respectivamente, por:

donde α es el ángulo de incidencia de partículas en radianes.


Sommerfeld e Huber (1999) propuso un modelo para el coeficiente normal de
restitución solo, con respecto al componente paralelo igual a uno. La razón de ello
es la baja contribución del componente paralelo a la reflexión de las partículas
después de la colisión. La correlación para el coeficiente de restitución normal está
dada por:

A pesar de los coeficientes presentados anteriormente, el modelo propuesto por


Grant e Tabakoff (1975), que no se muestra aquí, tiene una mejor precisión debido
a su relación con los datos experimentales sobre aluminio y arena. Este modelo
también se presentará en la Sección 4.3.

3.3.3. Coeficientes de fricción


La fricción no es en sí misma una fuerza fundamental, sino que surge de fuerzas
entre las dos superficies de contacto. La complejidad de estas interacciones hace
que el cálculo de la fricción a partir de los primeros principios sea impráctico y
requiere el uso de métodos empíricos para el análisis y el desarrollo de la teoría.

Un modelo empírico propuesto por Sommerfeld e Huber (1999) se describe a


continuación:

Vale la pena notar que los coeficientes estáticos y dinámicos de fricción se


asumieron como iguales en este trabajo. No se detectó una diferencia considerable
al prescribir el coeficiente dinámico más bajo que el estático.

4. Modelos matemáticos
Está claro que existen muchas técnicas de simulación diferentes disponibles para
el presente estudio. Sin embargo, no todas las técnicas son adecuadas para el tipo
de flujo que se está resolviendo. En función del tipo de flujo, se pueden hacer
suposiciones que simplifican las ecuaciones de flujo. Esto lleva a un conjunto de
ecuaciones que deben resolver el campo de flujo con suficiente precisión al usar los
recursos de la computadora lo más eficazmente posible.
Este capítulo presenta los modelos matemáticos que deberían ser suficientes para
el estudio actual. Para la solución de la fase gaseosa, se emplea el método RANS
con un modelo de k-epsilon turbulento de dos capas. La fase de partículas se trata
en un marco lagrangiano, teniendo la ecuación de movimiento basada en la
segunda ley de Newton. Para el cálculo de la erosión se propone y utiliza el modelo
más preciso. Cada técnica y modelo se unirá por separado.

El capítulo está estructurado de la siguiente manera. Primero, la Sección 4.1


presenta las ecuaciones de flujo. Luego, la Sección 4.2 muestra las ecuaciones de
movimiento de partículas. Finalmente, el modelo de erosión empleado se presenta
en la Sección 4.3.

4.1. Ecuaciones de la fase gaseosa.


Las simulaciones de fluidos se basan en las ecuaciones de Navier Stokes (NSE).
En notación tensorial, la continuidad y la ecuación del momento de Cauchy son
respectivamente,

donde p es la presión, ρ es la densidad del fluido, ui representa el componente i del


vector velocidad, τij denota el tensor viscoso molecular y fi es el componente del
término fuente.

Para un fluido newtoniano, donde ν representa la viscosidad cinemática del fluido,


el tensor se modela con el modelo Stokes de esfuerzo viscoso.

Para el presente estudio, se supone un flujo de estado estable e incompresible. Las


fuerzas externas, como las fuerzas de gravedad y los términos de la fuente debido
a la interacción de fase (Suip) se agregan a la ecuación de momento. Ahora la NSE
para la continuidad y el momento son,
El conjunto de ecuaciones presentado anteriormente permite que el flujo
experimente un comportamiento turbulento. Por lo tanto, el flujo contiene energía
cinética turbulenta (E) que se distribuye a través de remolinos con diferentes
tamaños. Cuando toda la turbulencia se resuelve, la malla debe ser lo
suficientemente fina para capturar incluso los remolinos más pequeños. Esta
técnica se llama simulación numérica directa (DNS). Sin embargo, con el hardware
disponible actual, esto solo es posible con geometrías muy simples y flujos de
números de Reynolds bajos. Con el fin de obtener una vista más clara de los
remolinos que se resuelven utilizando varios métodos, en la Fig. 7 se presenta un
gráfico logarítmico de esta energía con respecto al recíproco del tamaño de Eddy,
el número de onda (k).

Figura 7 – La energía cinética turbulenta distribuida en remolinos de diferentes


tamaños (FRöH-LICH; TERZI, 2008).

De esta figura se puede ver que el DNS resuelve todas las escalas de longitud
cinética turbulentas y, por lo tanto, toda la turbulencia. Por otro lado, las
simulaciones de RANS modelan toda la turbulencia y, por lo tanto, no resuelven
ninguno de los remolinos. Se puede ver que la mayor parte de la energía cinética
se encuentra en los grandes remolinos. Large Eddy Simulation (LES) se basa en
este hecho y resuelve las escalas grandes, mientras que las escalas pequeñas se
aproximan utilizando modelos matemáticos. En algunas regiones de un campo de
flujo, como la capa límite, los grandes remolinos también se vuelven muy pequeños
y requieren tamaños de celda muy pequeños.

Para el estudio actual, se considera un flujo confinado. Dado que el número alto de
Reynolds está presente y se producen fenómenos de flujo complejos, el DNS no es
una opción para resolver el flujo. Las LES también se descartan como una opción
debido a sus altos costos computacionales. Debido a que los RANS utilizan los
recursos computacionales mínimos y aún proporcionan resultados lo
suficientemente precisos, el enfoque principal se encuentra en esta técnica. La
siguiente sección muestra más detalles sobre este método.

4.1.1. Simulaciones de Reynolds promediadas de Navier Stokes


Reynolds (1895) derivó un enfoque estadístico para aproximar las ecuaciones de
Navier Stokes. Al promediar el tiempo de las ecuaciones, solo quedan las
propiedades medias del flujo. Según Reynolds, para la mayoría de los flujos
turbulentos, solo estas características de los promedios son de interés. Las
cantidades presentes en el NSE se dividen en una media y un componente
fluctuante. Para la velocidad esto produce en notación tensorial lo siguiente,

por lo que sostiene que,

Reemplazando todas las cantidades variables en el tiempo en el NSE simplificado,


como se derivó en la sección anterior, con esta definición y reorganizando los
rendimientos de los términos para la ecuación de continuidad y momento en
notación tensorial,
De las ecuaciones anteriores se puede ver que, para el flujo tridimensional, están
presentes cuatro ecuaciones y diez incógnitas. Además de tres componentes de
velocidad desconocidos y la presión, la ecuación posterior contiene seis incógnitas
adicionales. Estas están incluidas en el tensor de esfuerzos de Reynolds,

El tensor de esfuerzos de Reynolds se debe modelar para resolver las ecuaciones


de RANS, que también se conoce como modelado de turbulencia. La calidad de la
solución depende en gran medida de la calidad del modelo de turbulencia aplicado.
La sección 4.1.2 describe el modelo empleado para la investigación actual.

4.1.2. Modelo de turbulencia


El tensor de tensión de Reynolds, τij, a menudo se aproxima a la hipótesis de
Boussinesq (1877) para vincular los esfuerzos de Reynolds con los gradientes de
velocidad media. Esta aproximación se formula de la siguiente manera,

En esta ecuación, tanto la viscosidad de Eddy cinemática, como la energía cinética


turbulenta, k, son desconocidas. Los modelos de cierre proporcionan un medio para
calcular estas cantidades adicionales mediante la introducción de ecuaciones
adicionales. Los modelos se pueden clasificar en cuatro tipos diferentes; Modelos
algebraicos, modelos de una ecuación, modelos de dos ecuaciones y modelos de
segundo orden. De acuerdo con Wilcox (1994), para las simulaciones de RANS, los
modelos de dos ecuaciónes son los más populares. Por otro lado, cuando se realiza
una simulación de simulación de Eddy desapegada (DES), a menudo se emplea un
modelo de una ecuación. El término del modelo de turbulencia de una ecuación de
o de dos implica que se utilizan una o dos variables de transporte adicionales para
la formulación que están relacionadas con el fenómeno.
Para las simulaciones de RANS, la mejor opción es utilizar el modelo de turbulencia
k-𝜀 o el k-ω. Estos modelos resuelven dos ecuaciones de transporte extra. Una para
k y una para 𝜀 𝑜 𝜔. Estas variables adicionales se relacionan con vt en el modelo de
𝑘 − 𝜀 como

Y para k-ω como;

Para esta disertación, se utiliza una variación de 𝑘 − 𝜀 y se explicará en detalle en


las siguientes subsecciones.

4.1.2.1. Modelo 𝒌 − 𝜺 de dos capas


El modelo más famoso de los dos es el modelo 𝑘 − 𝜀 de dos capas de los cuales el
estándar es emitido por Jones e Launder (1972). En esta formulación, la segunda
variable de transporte utilizada es la disipación de energía cinética turbulenta. En la
literatura, el método se refiere a menudo al modelo estándar 𝑘 − 𝜀. Cuando se aplica
el modelo estándar 𝑘 − 𝜀, usualmente se utilizan los coeficientes de cierre
publicados en Launder y Sharma (1974).

El modelo 𝒌 − 𝜺 de dos capas se emplea, ya que puede manejar bien tanto el


flujo del núcleo como la región de la pared cercana. Esencialmente, consiste en
resolver el modelo estándar para la región de flujo turbulento y un modelo de una
ecuación para la región afectada por la viscosidad. En el modelo de una ecuación
k-ε se conserva la ecuación de conservación para k, mientras que se calcula ε a
partir de

La escala de longitud que aparece en la ec. (4.14) se calcula a partir de,


En la ec. (4.15), Rey es el número turbulento de Reynolds, definido como:

donde y es la distancia desde la pared al centro de los elementos. Este número es


la demarcación de las dos regiones, totalmente turbulenta si Rey > Re∗y, Re∗y = 200
y afectada por la viscosidad, Rey<200. Para el modelo de una ecuación, la
viscosidad turbulenta se calcula a partir de,

La escala de longitud en la ecuación anterior se calcula de la siguiente manera

En el código UNSCYFL3D, tanto el k-ε estándar como el modelo de ecuación


descrito anteriormente se resuelven en todo el dominio, y las soluciones para la
viscosidad turbulenta y la tasa de disipación de energía cinética turbulenta
proporcionadas por ambos modelos se combinan sin problemas.

Una función de mezcla, λε, se define de tal manera que es igual a la unidad lejos de
las paredes y es cero muy cerca de las paredes. La función de mezcla utilizada aquí
es,

La constante A determina el ancho de la función de mezcla


El propósito de la función de mezcla λε es prevenir la divergencia de la solución
cuando la solución de los modelos estándar y de una sola ecuación no coinciden.
Las constantes en las fórmulas de la escala de longitud, ecs. (4.15) y (4.18), se
toman de:

Dado que no se utilizan funciones de pared, es muy importante refinar la malla para
tener y+ <1 en el primer elemento alejado de la pared y garantizar resultados
precisos para el flujo de fluido.

4.2. Ecuaciones de movimiento de partículas.


Como se mencionó en la Sección 4, la fase dispersa se trata en un marco
lagrangiano, en el que cada partícula se rastrea a través del dominio y su ecuación
de movimiento se basa en la segunda ley de Newton. Las trayectorias, el momento
lineal y las ecuaciones de momento angular para una partícula esférica rígida se
pueden escribir, respectivamente,

En las ecuaciones anteriores, ui = Ui + ui’ son los componentes de la velocidad


instantánea del fluido. La velocidad media del fluido Ui se interpola desde el campo
de flujo resuelto, mientras que el componente fluctuante u′i se calcula de acuerdo
con el modelo de dispersión de Langevin propuesto por Sommerfeld (2001). dp es
el diámetro de la partícula e Ip = 0.1mpd2p es el componente de inercia para una
esfera. A diferencia de la mayoría de los códigos CFD comerciales, UNSCYFL3D
resuelve la rotación de partículas. Esto es particularmente importante cuando se
trata de partículas grandes, que frecuentemente chocan con las paredes.
La correlación empírica propuesta por Schiller e Naumann (1935) se usa para
evaluar el coeficiente de arrastre de cada partícula:

En las ecuaciones. (4.26), Rep es el número de partículas Reynolds

El cálculo de la fuerza de elevación inducida por cizallamiento se basa en el


resultado analítico de Saffman (1965) y se extiende a los números de Reynolds de
partículas más altas según Mei (1992):

→ es la vorticidad,
𝜔

es el número de partícula Reynolds del flujo de corte y

representa la relación de la fuerza de elevación extendida a la fuerza de Saffman:

β es un parámetro

que varía con 0.005 <β <0.4.


La elevación inducida por la rotación se calcula en función de la relación dada por
Rubinow e Keller (1961), que se amplió para explicar el movimiento relativo entre la
partícula y el fluido.

En la Ecuación (4.29)

El coeficiente de elevación Clr se obtiene de la correlación propuesta por Lun he Liu


(1997)

Además, la partícula giratoria experimenta el par del flujo del fluido. La correlación
de Rubinow e Keller (1961) se amplió para dar cuenta del movimiento relativo entre
el fluido y la partícula en un número de Reynolds más alto:

El coeficiente de rotación, Cr, se obtuvo a partir de la siguiente correlación, derivada


de las simulaciones numéricas directas de Dennis, Singh e Ingham (1980):
Fuerzas como la de Basset y de la masa virtual han sido desatendidas. Este es un
supuesto razonable, ya que la densidad del material de partículas es más de 1000
veces la densidad del gas (CROWEet al., 1997; CROWE; MICHAELIDES;
SCHWARZKOPF, 2005).

La extensión del enfoque de Euleriano/Lagrangiano a las mallas no estructuradas


requiere el uso de esquemas de interpolación precisos, ya que en las ecuaciones
anteriores las propiedades de las fases continuas deben determinarse en el centro
de la partícula. Se han probado algunos esquemas de interpolación y se obtuvo el
mejor compromiso entre precisión y costo con el esquema de Sheppard.
Básicamente, los componentes de velocidad y vorticidad en la posición de la
partícula se calculan pesando los valores de los elementos vecinos con sus
distancias inversas desde sus centros hasta la posición de la partícula. Para integrar
las ecuaciones diferenciales ordinarias (4.23), (4.24) y (4.25), se usó el esquema
analítico para las velocidades lineales y angulares.

Al chocar una partícula con una pared, las nuevas velocidades lineales y angulares
de la partícula después del rebote se calculan de acuerdo con las siguientes
ecuaciones de conservación (BREUER; ALLETTO; LANGFELDT, 2012):
Colisión antideslizante:

Colisión deslizante:
En las ecuaciones anteriores, los superíndices − y + indican valores antes de y
después de la colisión, respectivamente, ep es el coeficiente de restitución paralelo,
e es el coeficiente de restitución normal y μd el coeficiente de fricción dinámica. →
𝑛
es el vector de unidad normal que apunta hacia afuera de la cara del elemento que
está siendo impactada. ⃗⃗⃗⃗⃗⃗
𝑢𝑟𝑝 es la velocidad relativa en el punto de contacto:

Las colisiones entre partículas se modelan con un modelo estocástico de esfera


dura. Según lo descrito por Oesterle e Petitjean (1993) y Sommerfeld (2001), para
cada pieza computacional, se genera un compañero de colisión ficticio, y la
probabilidad de una colisión se verifica en base a una analogía con la teoría cinética
de los gases. Esto, a su vez, requiere que el muestreo y las velocidades lineales y
angulares de RMS, así como la concentración de partículas en cada volumen de
control, sean muestreados y almacenados en cada cálculo Lagrangiano. Aunque
requiere mucha memoria, el método es bastante económico y eficaz, y evita el uso
del modelo de colisión adeterminista, que es bastante costoso computacionalmente.

Numerosos estudios experimentales han demostrado que la rugosidad de las


paredes es importante en el comportamiento de las partículas. Por lo tanto, su
influencia debe incluirse en el modelado. Como lo demuestran Lain, Sommerfeld e
Kussin (2002) y Benson, Tanaka e Eaton (2004), la rugosidad de la pared
desempeña un papel vital en la dispersión de partículas en los transportes
neumáticos. Para tener en cuenta estos efectos, implementamos el modelo
propuesto por Sommerfeld y Huber (1999), para representar los efectos de las
asperezas de la superficie en el flujo de partículas. En resumen, la rugosidad de la
pared se simula suponiendo que el ángulo de impacto efectivo es una geometría
compuesta por un ángulo geométrico de impacto αgeométrico agregado a una
contribución estocástica debido a la rugosidad de la pared.
su contribución estocástica se muestra a partir de una distribución gaussiana con
una desviación estándar ∆γ, que depende de la estructura de la rugosidad de la
pared y el tamaño de las partículas. Desafortunadamente, el valor de ∆γ debe
calibrarse para proporcionar el mejor acuerdo entre lo experimental y pérdidas de
presión simuladas.

Cuando se usa una malla estructurada, es sencillo determinar el elemento que


alberga la partícula, ya que existe una relación directa entre el índice del elemento
y su ubicación física. Debido a que se usa una cuadrícula no estructurada en este
trabajo, existe la necesidad de un algoritmo específico para ubicar la partícula
después de que su posición final se calcule mediante la integración de la ecuación.
(4.23). Para ello, se utiliza el algoritmo de localización de partículas propuesto por
Haselbacher, Najjar e Ferry (2007) y se detallará en la Sección 6.

4.3. Ecuación de predicción de la erosión.


Después de una búsqueda exhaustiva en la literatura, los trabajos de Pereira, Souza
e Moro (2014) y Duarte, Souza e dos Santos (2015) mostraron que la combinación
de los modelos propuestos por Oka, Okamura e Yoshida (2005b) para el índice de
erosión y Grant e Tabakoff (1975) para el coeficiente de restitución fueron los más
adecuados para la predicción de erosión cuando se investigan los codos de noventa
grados. En consecuencia, estos modelos se utilizaron en este trabajo y se
describirán a continuación.

Como se explicó anteriormente, la tasa de erosión y la relación de penetración se


definen, respectivamente, como:

La ecuación predictiva del daño por erosión propuesta por Oka, Okamura e Yoshida
(2005b) se puede expresar como
E (α) y E90 denotan una unidad de material erosionado por masa de partículas
(mm3kg− 1). g(α) es la dependencia del ángulo de impacto expresada por dos
funciones trigonométricas y por el número de dureza (Hv) de Vickers del material
inicial codificado en la unidad de GPa, como en la ecuación. (4.42):

n1 y n2 son exponentes determinados por la dureza del material erosionado y otras


condiciones de impacto tales propiedades y forma de las partículas. Estos
exponentes muestran los efectos de la deformación plástica repetida y la acción de
corte, y para las partículas de SiO2 se expresan mediante:

La relación de erosión de referencia E90 (daño por erosión en el ángulo de impacto


normal) está relacionada con la velocidad de impacto, el diámetro de las partículas
y la dureza del material erosionado, y se puede expandir de la siguiente manera:

u y D son la velocidad de impacto (m*s−1) y el diámetro de partícula (μm),


respectivamente, y uref y Dref son la velocidad de impacto de referencia y el diámetro
de partícula utilizados en los experimentos de Oka, Okamura e Yoshida (2005b). k 3
es un exponente que toma una unidad arbitraria y está determinado por las
propiedades de la partícula. El exponente k2 se puede determinar por la dureza de
Vickers del material erosionado y por las propiedades de las partículas, como se
muestra en la ec. (4.46)

Según Oka, Okamura e Yoshida (2005b), el término K(aHv)k1b es altamente


dependiente del tipo de partícula y del material erosionado. La dureza de Vickers no
se correlaciona con las condiciones de impacto y otros factores. El presente trabajo
utilizó los datos experimentales de Oka, Okamura y Yoshida (2005b) para derivar
una función y obtener la relación entre la dureza de Vickers del material erosionado
y E90 a la velocidad de impacto de referencia. La función obtenida por el ajuste de
la curva que se muestra en la Fig. 2 de Oka, Okamura e Yoshida (2005b) para el
par de aluminio SiO2 se proporciona a continuación:

Es importante destacar que esta función es para el par arena-aluminio y puede


cambiar para otros materiales. Como resultado, E90 puede expresarse como sigue:

La fuerza supuesta del modelo Oka es que los coeficientes para una combinación
particular de materiales erosivos y erosionados pueden derivarse de coeficientes
más fundamentales. Por lo tanto, los coeficientes fundamentales para la arena
pueden servir como base para la erosión de la arena y el acero y la erosión de la
arena y el aluminio, por ejemplo. La Tabla 1 resume todas las constantes del modelo
de relación de erosión utilizadas en el presente trabajo.

Grant e Tabakoff (1975) propuso el modelo de restitución después de tratar la


dinámica de movimiento de partículas post colisional en un enfoque estadístico.
Basados en datos experimentales sobre aluminio y arena, propusieron las
ecuaciones (4.49) y (4.50) para los coeficientes:

La fricción es otro efecto importante a tener en cuenta en las interacciones entre la


pared y la partícula. Dependiendo de los coeficientes estáticos y dinámicos, las
partículas pueden perder energía y velocidad, lo que afecta directamente a la
erosión. En UNSCYFL3D, se utilizó el coeficiente estándar (μ = 0.25).
Tabla 1 - Constantes utilizadas para la correlación de la relación de erosión.

5. Discretización de volumen finito


Para la investigación actual se emplea el código UNSCYFL3D. UNSCYFL3D, entre
muchos otros paquetes de CFD, utiliza un Método de Volumen Finito (FVM) para
resolver un campo de flujo según sus límites geométricos y sus respectivas
condiciones de contorno. Para este enfoque, las ecuaciones presentadas en el
capítulo anterior deben ser discretizadas en el espacio. Dado que los
problemas se tratan de forma estable, la discretización en el tiempo no se
describirá en este trabajo. Este capítulo presenta una breve descripción de los
métodos de discretización empleados para la investigación actual. Se basa
principalmente en la información de la Guía fluida (2005), complementada con el
trabajo de Ferziger e Peric (2002) y Mathur e Murthy (1997). Es posible que los
métodos que se describen a continuación no sean óptimos, pero se ha demostrado
que ofrecen resultados suficientemente precisos en un tiempo razonable para el
problema en cuestión.

La sección 5.1 presenta el FVM. Luego, las Secciones 5.2 presentan la


discretización espacial. El acoplamiento presión-velocidad se presenta en la
Sección 5.3 y el procedimiento de solución se elabora en la Sección 5.4.

5.1. Método de volúmenes finitos


El Método de Volúmenes Finitos (FVM) es un método para representar y evaluar
ecuaciones diferenciales parciales en forma de ecuaciones algebraicas (LEVEQUE,
2002; TORO, 2009). Al igual que el método de diferencias finitas o el método de
elementos finitos, los valores se calculan en lugares discretos en una geometría de
malla. En el método de volumen finito, las integrales de volumen en una ecuación
diferencial parcial que contiene un término de divergencia se convierten en
integrales de superficie, utilizando el teorema de divergencia. Estos términos se
evalúan luego como flujos en las superficies de cada volumen finito. Debido a que
el flujo que ingresa a un volumen dado es idéntico al que sale del volumen
adyacente, estos métodos son conservadores. Otra ventaja del método de volumen
finito es que se formula fácilmente para permitir mallas no estructuradas
(VERSTEEG; MALALASEKERA, 2007).

5.2. Discretización espacial.


Las ecuaciones de conservación para la continuidad, los componentes de velocidad
y para las variables de turbulencia en estado estable se pueden escribir
genéricamente como:

Integrando la conservación general de la ec. 5.1 sobre el volumen de control V,


obtenemos

Tenga en cuenta que, para los términos que implican integrales de superficie en la
ec. 5.2, el Teorema de divergencia de Gauss se aplicó para convertir las integrales
de volumen en integrales de superficie (FERZIGER; PERIC, 2002):

Para el elemento L que se muestra en la Fig. 8, y ubicado en el LHS de la cara f, la


discretización de la ecuación 5.3 produce:
Figura 8 - Control de volumen para una discretización de volumen finito.

donde Jf es el caudal másico, a través de la cara f, Γf el coeficiente

de difusión en la cara y es el vector de área normal de la


cara f, que se dirige desde el elemento L al elemento R. A continuación, se detalla
la discretización de cada término de la Ecuación 5.4.

El término de advección
Respecto al término advectivo en la ec. 5.4, cuando se emplea el esquema de viento
ascendente de primer orden, φf se le asigna el valor del centro del elemento en el
elemento L si Jf es positivo. De lo contrario, el valor de elemento R se establece en
la cara. Debido a que los esquemas de primer orden suelen ser muy difusos para
muchas aplicaciones de interés, en este trabajo se usó un esquema de viento de
segundo orden:

Si Jf > 0. Si J < 0 se aplica la ec. 5.5 considerando el elemento a la derecha de la


cara f, R. En la ecuación anterior, el valor de la variable en la cara se obtiene

mediante la extrapolación del segundo orden del valor viento. El vector se


dirige desde el centro geométrico del elemento L hasta el centro de la cara f.
(Gradφ)rL es el gradiente en elemento L reconstruido, que se calcula nuevamente
mediante el Teorema de la divergencia de Gauss
donde φf es el promedio de los centros de elementos que comparten la cara f. El
primer término en el lado derecho de la ecuación. 5.6 siempre se trata de manera
implícita, mientras que el segundo término se trata como término fuente y, por lo
tanto, se calcula explícitamente.

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