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DAÑOS AL MEDIO AMBIENTE

La deforestación, la quema de bosques y la operación de industrias sin las


adecuaciones ambientales necesarias ya tienen su efecto negativo en el clima
mundial.

La falta de agua, en varias regiones, la brusca variación del clima, con


temperaturas extremas, son algunas de las consecuencias.
Asimismo, la contaminación de cauces hídricos y la extinción de especies también
conforman el negro panorama con el que se celebra hoy el Día del Medio
Ambiente.

El clima viene sufriendo variaciones como consecuencia de la emisión de gases


de efecto invernadero que se desprenden de las actividades humanas.
El humo negro de vehículos en mal estado produce óxido de nitrógeno, óxido de
azufre, polvo y partículas que dañan la salud y el aire.

agua. Según las Naciones Unidas, para el año 2020 alrededor de 77 millones de
personas serán afectadas por la escasez de agua en todo el mundo; una de las
consecuencias del daño ambiental.

En Paraguay la falta de tratamiento del sistema de aguas subterráneas está


afectando al acuífero Patiño, que abastece de agua a más de 2 millones de
personas en Central y parte de Paraguarí. La presión de las poblaciones es un
factor que repercute en su deterioro.

Uno de los problemas es la la descoordinación entre las instituciones


gubernamentales como la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap)
y los municipios, encargados de implementar los desagües cloacales.

A esto se suma la falta de control del tratamiento de efluentes por parte de las
industrias.

El año pasado se inició una campaña de recuperación de los principales arroyos


del Asunción: el Mburicaó y el Ferreira.

Pese a que los cauces ya fueron liberados de la gran cantidad de basura, no


logran liberarse de la contaminación, debido a que los desagües domiciliarios e
industriales siguen desechando sus efluentes en ellos.

patológicos. Otro tema preocupante es la basura patológica. A un año de haberse


iniciado el conflicto, permanecen en el predio de Remansito 600 toneladas de
residuos hospitalarios en la fosa sanitaria, que según vecinos contamina todos las
fuentes de agua en la zona.
avances. Los niveles de deforestación han disminuido en los últimos años en el
país. Entre enero y mayo de 2006, la tasa de deforestación de la Región Oriental
se redujo en un 92% en comparación con el mismo periodo del 2005. En el 2006
fueron deforestadas 1.300 hectáreas en la Región Oriental y en el año anterior –en
el mismo periodo– fueron detectadas 19.600 hectáreas de bosque.

Los desmontes se detectaron en San Pedro, Amambay y Canindeyú, entre otras


zonas.

Puntos positivos y negativos

Deforestación 11.540 hectáreas fueron deforestadas en el 2005.

Desde la puesta en vigencia de la Ley 2.524 Deforestación 0 el nivel de tala de


árboles recayó en un 87%.

La tasa de deforestación anual es de 15.000 hectáreas en la Región Oriental del


país, según organizaciones ambientales. Recursos y su protección

5.892.877 hectáreas –que representan el 14.5% del territorio nacional– se


encuentran dentro de las áreas protegidas.

La extensión mínima exigida a nivel internacional es del 10%. Comparativamente,


y según rangos ambientales, Paraguay posee la mayor superficie de conservación
de Latinoamérica.

DEFORESTACION

Ayer hablábamos del Congreso Forestal Mundial de Buenos Aires que tiene por
objetivo llegar a acuerdos de protección de los bosques para mitigar el cambio
climático y defender los medios de vida sostenibles. Pero, ¿por qué son tan
importantes las políticas de protección forestal?

Cuando el hombre elimina un bosque y destina ese terreno a una actividad


económica, el planeta pierde parte de su capacidad para autorregular su clima y
para mantener la armonía del medio ambiente. Este proceso, denominado
deforestación, avanza peligrosamente en todo el mundo y es una de las
principales causas de muchos de los problemas ecológicos que nos acechan.

En búsqueda de un progreso económico que el hombre creía ilimitado y sin


consecuencias para el medio ambiente, los últimos siglos se han caracterizado por
una importante disminución en el porcentaje de bosques y espacios verdes que
pueblan la superficie terrestre. Y ya no se trata de un problema de ausencia de
estos espacios en los centros urbanos y sitios aledaños, sino directamente de la
eliminación de zonas naturales (muchas de ellas vírgenes o semi-vírgenes) que
eran verdaderos “pulmones” para el planeta.

La realidad es que los bosques son vitales para mantener el equilibrio ecológico y
la biodiversidad, además de cumplir un papel central en la limitación de la erosión
en las cuencas hidrográficas y en las fluctuaciones del clima. También tienen una
función social, ya que muchas comunidades rurales o aborígenes viven de
emprendimientos relacionados con la explotación de los bosques, que en la
mayoría de estos casos son explotados en forma sustentable porque existe una
mayor conciencia sobre la importancia del recurso.

La única opción es detener este proceso de deforestación

Desgraciadamente, ha sido sólo en los últimos años se está entendiendo en el


marco de la sociedad moderna que el crecimiento industrial y económico no puede
ir en desmedro de la eliminación de la mayoría de los espacios verdes del planeta.
Por lo tanto, se requiere con urgencia la creación de vías alternativas de desarrollo
que armonicen la eficiencia económica y la sostenibilidad ambiental, además de
garantizar al mismo tiempo la equidad social y el desarrollo cultural de las
comunidades.

¿Qué consecuencias puede tener la deforestación para el planeta, si la misma


continúa al ritmo actual? Sin ser catastróficos, puede ocasionar la eliminación local
o regional de diferentes especies animales y vegetales, la pérdida de recursos
genéticos, el incremento de plagas y enfermedades, el crecimiento de la erosión
de los suelos, la disminución de la recarga de los acuíferos y, en resumen, una
fuerte e irrecuperable pérdida de la diversidad biológica que caracteriza a nuestro
planeta.

Para cambiar este escenario se requiere una fuerte voluntad política, tanto de los
líderes de los países desarrollados como de los dirigentes de los países en vías de
desarrollo. En el primer caso, para detener la sobreexplotación de bosques que se
realiza en todo el mundo por parte de las empresas afincadas en estas naciones y,
en el caso de las naciones menos desarrolladas, para no permitir la pérdida de los
recursos naturales en sus territorios a cambio de beneficios económicos. Es un
cambio con una buena dosis de utopía, pero también posible. Solamente depende
de nosotros.

CONTAMINACION

El aumento continuo de la población y un incontrolado desarrollo industrial originan


serios problemas para el medio ambiente en forma de contaminación. Las causas
de la contaminación ambiental son variadas. La presencia en el ambiente de
cualquier agente físico, químico o biológico cuya concentración ocasione
alteraciones en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas se consideran
como parte de este tipo de contaminación.
Empecemos por los tipos de contaminantes.

Los contaminantes químicos provienen principalmente de la industria química:


productos tóxicos minerales, ácidos, disolventes orgánicos, detergentes, plásticos,
los derivados del petróleo, pesticidas (como el DDT), abonos sintéticos, etc. Entre
los contaminantes físicos encontramos la radioactividad, el calor, el ruido,
efectos mecánicos, etc., mientras que los contaminantes biológicos se refieren a
desechos orgánicos que, al descomponerse, fermentan y causan el daño
(excrementos, desechos de fábricas, papel, serrín de la industria forestal,
desagües, etc.)

Con todo, para concretar las causas de la contaminación ambiental, tenemos


que diferenciar entre tres tipos de contaminación entre las que encontramos sus
causantes:

 La contaminación del aire (o atmosférica) es la producida por los humos de


los vehículos e industrias, aerosoles, polvo, ruidos, malos olores, radiación
atómica, etc. Entre los contaminantes gaseosos más comunes encontramos el
dióxido de carbono, el monóxido de carbono, los hidrocarburos, los óxidos de
nitrógeno, los óxidos de azufre y el ozono. Para la organización Ecologistas en
Acción, las principales causas de la contaminación del aire están
relacionadas con la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y
gas). La combustión de estas materias primas se produce en los procesos
o en el funcionamiento de los sectores industrial y del transporte por
carretera, principalmente. Según datos de los ecologistas, aproximadamente
el 80% de la contaminación atmosférica en España está causada por el
tráfico rodado.

 La contaminación del agua (o hídrica). Según la Organización Mundial de la


Salud (OMS), el agua está contaminada cuando su composición se haya
alterado de modo que no reúna las condiciones necesarias para ser utilizada
beneficiosamente en el consumo del hombre y de los animales. La
contaminación del agua afecta a ríos, acuíferos y mares, que se convierten
poco a poco en verdaderos basureros. Como denuncian organizaciones
como Greenpeace, cientos de sustancias tóxicas son arrojadas al agua sin
un control adecuado: al año se vierten al agua en España más de 4,6
millones de toneladas de contaminantes. Entre ellos, encontramos
vertidos de aguas negras (urbanos e industriales), de petróleo, productos
fitosanitarios (como plaguicidas), abonos, pesticidas, detergentes y otros
productos nocivos para el medio ambiente. Por su parte, los ecologistas de
WWF destacan que la agricultura constituye el contaminador difuso más
importante de España. La contaminación por nitratos en las aguas
subterráneas se debe a la infiltración de los fertilizantes agrícolas, de los cuales
se usan en España aproximadamente 1.700 toneladas al año.

 La contaminación del suelo es la producida por el vertido de sustancias


químicas y basuras. Cuando acumulamos basuras al aire libre en un mismo
lugar durante mucho tiempo, parte de los residuos orgánicos fermentan y se
filtran a través del suelo, sobre todo cuando éste es permeable. Al dejar pasar
los líquidos, contamina con hongos, bacterias y otros microorganismos
patógenos el suelo y las aguas (superficiales y subterráneas) que están en
contacto con él, afectando a las cadenas alimenticias. Los plaguicidas utilizados
en la agricultura son otro de los principales contaminantes del suelo. Uno de los
insecticidas más usados es el DDT, que puede mantenerse por 10 años o más
en los suelos sin descomponerse. Los fungicidas, por ejemplo, incluyen
contaminantes como azufre y cobre. La actividad minera también contamina
los suelos a través de las aguas de relave, que contienen elementos químicos
como mercurio, cadmio, cobre, arsénico, plomo, etc.

QUIMICOS

El crecimiento urbano e industrial de las últimas décadas ha ocasionado un


aumento de la contaminación química y, por tanto, un mayor riesgo para la
salud. La mayoría de contaminantes químicos producen efectos perjudiciales en
función de su concentración, por lo que es importante determinar su existencia y
controlar el nivel de cada uno de estos elementos potencialmente peligrosos.
La contaminación química empezó a convertirse en un asunto preocupante para
la opinión pública tras la Segunda Guerra Mundial, después de que se hiciesen
evidentes las repercusiones de la lluvia radiactiva ocasionada por las guerras y
ensayos nucleares. En la década de los 50 se produjo la Gran Niebla de 1952,
que se llevó la vida de unas 4.000 personas en Londres, lo que motivó la creación
de una de las leyes modernas más importantes sobre el medio ambiente: la Ley
del Aire Limpio de 1956.

A menudo oímos hablar de la lluvia ácida, que es un fenómeno producto de la


contaminación química. Consiste en una precipitación de cualquier tipo (lluvia,
partículas o nieve) con altos niveles de ácido nítrico o ácido sulfúrico. Es causada
por la emisión de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno que reaccionan con las
moléculas de agua formando ácidos muy dañinos. Puede ser por causas
naturales, como los óxidos de nitrógeno que ocurren debido a rayos, material
vegetal en descomposición o el dióxido de azufre emitido por erupciones
volcánicas. Pero la mayoría se deben a la actividad del hombre, sobre todo por la
quema de combustibles fósiles.

Otros posibles contaminantes químicos son los pesticidas en la agricultura y, en


la ganadería, serían los antibióticos, hormonas, ya sean naturales o sintéticas,
o el clenbuterol usado para favorecer el engorde del ganado, entre otros. También
son frecuentes las dioxinas, que se liberan en el ambiente cuando se queman
materiales que contienen cloro, sin olvidar los mencionados contaminantes
químicos naturales, como ciertas toxinas producidas por mohos.

Prevención de la contaminación química

Los contaminantes químicos pueden provocar un daño de forma inmediata o a


corto plazo (intoxicación aguda), o generar un daño por una exposición
prolongada, una intoxicación crónica, como puede ser el caso de una enfermedad
profesional. El mayor problema de los efectos de los contaminantes
químicos es que, a veces, se sabe muy poco de sus consecuencias
potenciales a largo plazo.

Por ello, es importante la prevención, con el objetivo de evitar o, al menos, paliar


los efectos negativos del agente contaminante. Las medidas preventivas sobre la
contaminación química deben incluir, entre otros:

• La información y formación de las personas potencialmente expuestas a los


contaminantes.

• La dotación de equipos de protección en caso de trabajadores en contacto con


este tipo de sustancias.

• La limpieza de los lugares afectados.

• La medición y control de estas sustancias en el medio ambiente y


la existencia de protocolos de actuación en caso de darse una situación de alarma

En conclusión, en nuestra vida diaria deberíamos evitar sustancias químicas


contaminantes habituales como, por ejemplo, los aerosoles. Cada molécula de
este químico puede deteriorar alrededor de 10.000 moléculas de ozono. También
es aconsejable lavar bien frutas y verduras antes de su consumo. Tratar de evitar
el contacto con estas sustancias contaminantes es la mejor prevención.

LOS DESECHOS

La importancia de los desechos como mecanismo de transmisión de


enfermedades no está bien determinada pero se le atribuye la incidencia de la
transmisión de algunas enfermedades, al lado de otros factores principales que
actúan por vías directas. Estos riesgos van asociados a efectos directos a la
salud y a efectos indirectos para la misma.
Efectos directos: estos se refieren al contacto ocasional directo con la basura,
que algunas veces contiene excremento humano, de animales y restos de otros
agentes que pueden ser fuente de transmisión de enfermedades, de los cuales los
recolectores y personas encargadas del servicio de recolección son los
mayormente afectados.

Efectos indirectos: estos están vinculados a la proliferación de vectores de


importancia sanitaria y de molestias públicas, entre las que se encuentran, la
mosca, las ratas, las cucarachas que encuentran en los residuos sólidos su medio
alimenticio y su hábitat, y transmiten enfermedades como fiebre tifoidea,
salmonelosis, disenterías, diarreas, malaria, dengue, rosis y rabia, entre otras.

Por otro lado, la alimentación con basura (cerdos, aves y otros), práctica
inadecuada, pone en peligro la salud pública. Al ser consumidos estos alimentos,
pueden causar enfermedades como la triquinosis, la cisticercosis y otras, en el
caso del cerdo. Otro de los efectos indirectos asociados a los desechos sólidos,
son los accidentes aéreos y terrestres, causados por la poca visibilidad al
producirse incendios, humo y aves en los botaderos de basura mal proyectados,
ubicados cerca de aeropuertos y carreteras.

Efecto en el medio ambiente

Es obvio que los efectos ambientales es más prominente que producen sobre el
ambiente los desechos sólidos son el deterioro estético del paisaje natural y de la
ciudad, y sobre todo, la contaminación de agua, suelo y aire.

- Alteración del sistema hídrico

Este efecto es el más grave problema en cuanto a la contaminación ambiental por


los residuos sólidos; sin embargo, es el menos reconocido. Afecta las aguas
superficiales y subterráneas, por el vertido directo de las basuras a los ríos y
quebradas y por la mala disposición de líquido percolado (lixiviado), producto de
los botaderos a cielo abierto estas descargas provocan el incremento de la carga
orgánica y disminuyen el oxígeno disuelto, aumentando los niveles de nutrientes y
algas que dan lugar al fenómeno de eutroficación en los cuerpos bénticos de
aguas y causando la muerte de peces, la generación de malos olores, el
deterioro del aspecto estético y la pérdida del recurso agua como fuente de
abastecimiento a poblados.

Por otro lado, las descargas de basura a las corrientes de agua en el vertido a las
vías públicas trae consigo la disminución de los cauces naturales, los canales y la
obstrucción de las alcantarillas, provocando inundaciones y, con ello, pérdida de
bienes e inclusive vidas humanas.

- Alteración del sistema edafológico

El abandono y la acumulación de desechos sólidos a cielo abierto es causa del


deterioro estético y la desvalorización del terreno propio, y de las áreas
adyacentes. Esto es debido a la contaminación causada por distintas sustancias
contenidas en la basura, sin ningún control.

- Alteración del aire

Es evidente el impacto negativo que causan los vertederos a cielo abierto, los
incendios y el humo que reduce la visibilidad, causando irritaciones nasales y de la
vista, además de incremento de afecciones pulmonares, aunado a las molestias
originadas por los malos olores.

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