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Frases Celebre de Duarte

“Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la


tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante”.

“Hay palabras que por las ideas que revelan llaman nuestra atención
y atraen nuestras simpatías hacia los seres que las pronuncian”.

“Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos


y para nosotros mismos”.

“El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico…O no tendremos Patria


y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”.

“El esclavo soporta su suerte aunque oprobia su triste vivir; pero el


libre prefiere la muerte al oprobio de tal existir”.

“Vivir sin Patria, es lo mismo que vivir sin honor”.

“Cuán triste, largo y cansado, cuán angustioso camino, señala el Ente


divino al infeliz desterrado”.

“La Nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes


sabias y justas la libertad personal, civil e individual así como la
propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la
componen”.

“Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y


verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones”.
Frase de Mella.

A continuación Educando te presenta por su importancia y


transcendencia de forma íntegra, dicho manual:

“1.- En la lucha actual y en las operaciones militares emprendidas, se


necesita usar de la mayor prudencia, observando siempre con la mayor
precaución y astucia para no dejarse sorprender, igualando así la
superioridad del enemigo en número, disciplina y recursos.

2.- Nuestras operaciones deberán limitarse a no arriesgar jamás un


encuentro general, ni exponer tampoco a la fortuna caprichosa de un
combate la suerte de la República; tirar pronto, mucho y bien,
hostilizar al enemigo día y noche, y cortarles el agua cada vez que se
pueda, son puntos cardinales, que deben tenerse presentes como el
Credo.

3.- Agobiarlo con guerrillas ambulantes, racionadas por dos, tres o más
días, que tengan unidad de acción a su frente, por su flanco y a
retaguardia, no dejándoles descansar ni de día ni de noche, para que
no sean dueños más que del terreno que pisan, no dejándolos jamás
sorprender ni envolver por mangas, y sorprendiéndolos siempre que se
pueda, son reglas de las que jamás deberá Ud. apartarse.

4.- Nuestra tropa deberá, siempre que pueda, pelear abrigada por los
montes y por el terreno y hacer uso del arma blanca, toda vez que vea
la seguridad de abrirle al enemigo un boquete para meterse dentro y
acabar con él; no deberemos por ningún concepto presentarle un
frente por pequeño que sea, en razón de que, siendo las tropas
españolas disciplinadas y generalmente superiores en número, cada vez
que se trate de que la victoria dependa de evoluciones militares, nos
llevarían la ventaja y seríamos derrotados.
5.- No debemos nunca dejarnos sorprender y sorprenderlos siempre
que se pueda y aunque sea a un solo hombre.

6.- No dejarlo dormir ni de día ni de noche, para que las enfermedades


hagan en ellos más estragos que nuestras armas; este servicio lo deben
hacer sólo los pequeños grupos de los nuestros, y que el resto descanse
y duerma.

7.- Si el enemigo repliega, averígüese bien, si es una retirada falsa, que


es una estratagema muy común en la guerra; si no lo es, sígasele en la
retirada y destaquen en guerrillas ambulantes que le hostilicen por
todos lados; si avanzan hágaseles caer en emboscadas y acribíllese a
todo trance con guerrillas, como se ha dicho arriba, en una palabra,
hágasele a todo trance y en toda extensión de la palabra, la guerra de
manigua y de un enemigo invisible.

8.- Cumplidas estas reglas con escrupulosidad, mientras más se separe


el enemigo de su base de operaciones, peor será para él; y si intentase
internarse en el país, más perdido estará.

9.- Organice Ud. dondequiera que esté situado, un servicio lo más


eficaz y activo posible de espionaje, para saber horas del día y de la
noche el estado, la situación, la fuerza, los movimientos e intenciones
del enemigo.”

A continuación te presentamos una auto-evaluación con la cual podrás


determinar cuanto aprendiste de Mella.
Frases a La Patria

La patria, posiblemente, es como la familia, sólo sentimos su valor


cuando la perdemos.

Gustave Flaubert (1821-1880) Escritor francés.

No he nacido para un solo rincón. Mi patria es todo el mundo.

Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.

Sólo el egoísmo y el odio tienen patria. ¡La fraternidad no la tiene!

Alphonse de Lamartine (1790-1869) Historiador, político y poeta


francés.

Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.

Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.

¿Cómo se puede decir a un hombre que tiene una patria cuando no


tiene derecho a una pulgada de su suelo?.

Henry George (1839-1897) Economista inglés.

Formémonos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable.

Simón Bolívar (1783-1830) Militar y político de origen venezolano.

La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la patria se funda en un


valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos
de un territorio en el suelo que habitan.

Ramiro de Maeztu (1875-1936) Escritor español.

La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de


nadie.
José Martí (1853-1895) Político y escritor cubano.

porque toda patria, para los que la amamos,

–de acuerdo con mi personal experiencia de la patria–

tiene también bastante de presidio.

Ángel González (1925-2008) Poeta español.

Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente.

Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.

Los Trinitarios

El ideal trinitario, duartiano y febrerista abrió el camino para el


desarrollo del pensamiento liberal. Aunque el conservadurismo se
impuso, nunca ha dejado de palpitar en el corazón de los dominicanos
la defensa de la justicia social. Larga es la lista quienes defendieron la
llama libertaria encendida desde la creación de La Trinitaria.

Prohombres como Juan Pablo Duarte, Francisco Sanchez del Rosario,


Ramón Matías Mella pasando por Gregorio Luperón, Benigno
Filomeno de Rojas, Pedro Fco. Bonó, Francisco Ulises Espaillat,
Federico Henríquez y Carvajal para sólo citar algunos. Mujeres de la
estirpe de María Trinidad Sánchez y Juana Saltitopa Salomé Ureñas,
entre otras, merecen un sitial privilegiado en la historia dominicana
por haber esculpido con dolor, sangre y sacrificio el ideal de justicia en
el corazón de los dominicanos. Esa pléyade de liberales sufre y
defienden sus ideas frente a los embates del conservadurismo que aún
persiste.

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