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Jesucristo durante la Última Cena con el Grial, por Juan de Juanes (1570). La copa
representada se corresponde con el Cáliz de la Catedral de Valencia.
El Santo Grial o, simplemente, Grial, es el recipiente usado por Jesucristo en la
Última Cena. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la
obra de Robert de Boron Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este
relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y
ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores
posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre y el agua
emanadas de la herida abierta por la lanza del centurión en el costado de Cristo y
que, más tarde, en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo
a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las
historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Artúrico o Materia de Bretaña)
donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un
caldero divino.
Otras leyendas acerca del Grial se entrecruzan con las relativas a las distintas
copas antiguas que se consideran el Santo Cáliz.
Índice
1 Etimología
2 Historia
2.1 Chrétien de Troyes
2.2 Robert de Boron
3 Las leyendas del Grial
3.1 El Perceval de Chrétien
3.2 El Parsifal de Eschenbach
3.3 Ciclo de la Vulgata
3.4 Variante neopagana
4 Supuestos Griales
5 Otros significados del Grial
6 Literatura, cine y música
7 Bibliografía
8 Véase también
9 Referencias
10 Enlaces externos
Etimología
La palabra grial —pronunciada "graal" en francés antiguo, galaico-portugués y en
inglés medio, "grazal" en los textos provenzales y "greasal" en catalán — parece
ser una adaptación del término latino gradalis que implica la idea de un plato,
escudilla o bandeja con viandas que es llevado a la mesa en diferentes momentos
(gradus) de una comida. Al respecto dice Helinand de Froidmont en su Chronicon
(siglo XIII):1 «"Gradalis" o "gradale" en francés, es un plato ancho y hondo, en el
cual los alimentos son presentados ceremoniosamente, de a uno por vez, ante un rico
durante el desarrollo de la comida. En lengua vernácula se lo llama "greal", el
cual satisface y a la vez da la bienvenida a una comida; es de plata o algún metal
precioso similar, en tanto que su contenido es una abrumadora serie de costosos
manjares».2
En algunos textos de la Baja Edad Media aparece transcrito como «San Gréal»,34 lo
que ha dado lugar a interpretaciones esotéricas, según las cuales el nombre
derivaría de una supuesta forma «Sang Réal», es decir, «sangre real». Según los
defensores de esta idea, que no es aceptada por los medievalistas,56 la mención de
la sangre no se refiere a la de Cristo recogida en la copa, como sostienen
unánimemente los textos,7 sino a sus supuestos descendientes. Tal hipótesis se
desarrolla en el libro de Richard Leigh y Henry Lincoln: El enigma sagrado (The
Holy Blood and the Holy Grail, en inglés) utilizado como fuente por Dan Brown para
su novela El Código Da Vinci.
Historia
Chrétien de Troyes
El primer autor en mencionar al Grial es, entre 1181 y 1191, el poeta Chrétien de
Troyes en su narración Perceval —también llamada Le Conte du Graal—. La obra,
presentada como tomada de un libro antiguo, habla de la visita de Perceval —quien
aspira a ser caballero del Rey Arturo— al castillo del Rey Pescador, en el cual le
es mostrado un grial. Dentro del mismo hay una especie de oblea que,
milagrosamente, alimenta al herido padre del Rey. Perceval no pregunta por el
significado de este objeto, lo cual le es reprochado más tarde.
Robert de Boron
La obra de Chrétien de Troyes marcaría el comienzo de la leyenda, pero serían
Robert de Boron y Wolfram von Eschenbach quienes la desarrollarían de la manera que
la conoció la Europa medieval. Robert de Boron, en Joseph d'Arimathie y Estoire del
San Graal, es el responsable de transformar el «grial» de Chrétien en «El Santo
Grial». Este autor inglés espiritualiza el simple plato mencionado por el francés y
lo convierte en la copa de la Última Cena, la misma que, según sostenían las
leyendas, José de Arimatea usó después para recoger la sangre de las heridas
durante la crucifixión de Cristo. De Boron es también el primero en afirmar que
José y su familia llevaron el Grial a partes no especificadas de Britania.
Parzival, obra del caballero y poeta alemán Wolfram von Eschenbach, en la cual el
concepto de De Boron sobre la santidad del Grial es unido al relato de Chrétien de
Troyes.
Las cuatro continuaciones de la obra inconclusa de Chrétien de Troyes. Escritas por
diferentes autores en los cincuenta años posteriores a la historia original, siguen
el relato hasta la muerte de Perceval, ahora guardián del Grial, quien finalmente
lo lleva consigo al Cielo.
El llamado Percival de Didot (nombre del propietario del manuscrito) que es
probablemente una versión en prosa de la Estorie de Robert Boron.
El poema galés Peredur, generalmente incluido en los Mabinogion, inspirado en la
obra de Chrétien pero que incorpora elementos de tradiciones pre-cristianas, como
el culto céltico del Caldero.
El Perlesvaus, o Li Hauz Livres du Graal, considerado el que más se aparta de las
tradiciones arturianas dando versiones diferentes a las aceptadas sobre los
personajes de la historia.
El Diu Crône (La Corona), poema alemán de Heinrich von dem Türlin, en el cual es
Gawain, antes que Perceval, quien obtiene el Grial.
El episodio de Lancelot en la llamada Vulgata arturiana, donde se introduce a
Galahad como el héroe de la historia.
La Queste del Saint Graal, también parte de la Vulgata, que describe las aventuras
de Galahad hasta lograr obtener el Grial.
De las segundas se mencionan:
El Parsifal de Eschenbach
Este libro8 refleja la tradición alemana que luego inspiraría la ópera de Richard
Wagner. La historia presenta grandes paralelismos con la tradición francesa, aunque
tiene elementos específicos de la misma: el más importante de los cuales es la
identificación del Grial con una piedra preciosa «del más puro origen». Según
algunos estudiosos, Wolfram von Eschenbach se inspiró para esta descripción en el
pasaje del Apocalipsis (2, 17) en el cual se habla de «una piedra blanca» entregada
por el Señor a su elegido. La abadesa y mística Hildegard von Bingen, en el siglo
XII, lo relaciona con la lapis exillis, piedra desprendida de la corona de Lucifer
en el momento de su rebelión contra Dios.9
Ciclo de la Vulgata
Esta fuente, fuertemente influida por los escritos de san Bernardo de Claraval,
presenta la «demanda del Santo Grial» imbricada dentro del universo artúrico,
enriqueciendo la tradición con otros elementos como una descripción del origen y
significado del Grial. Según esta fuente, el cáliz habría pertenecido al servicio
de mesa de José de Arimatea, un rico comerciante judío, quien según la tradición
organizó la Última Cena.
Al morir José, los poemas aseguran que se tomaron recaudos para custodiar las
reliquias, nombrándose un caballero para tal fin. Siendo Sir Pelles el guardián del
Grial, otro caballero Sir Balin el Salvaje, quiso robarlo junto con las demás
reliquias; ambos se batieron en una justa pero, al perder su espada, Sir Balin tomó
la lanza sagrada e hirió a Pelles; inmediatamente el castillo se derrumbó debido a
la profanación.
Variante neopagana
Algunos estudiosos vinculados al esoterismo, como Malcolm Godwin, quieren
identificar la pérdida del Grial con hechos reales acaecidos a finales del
Neolítico, cuando supuestamente existían en Europa diversas tribus matriarcales
asentadas y pacíficas, cuya forma de vida se vio violentamente alterada por oleadas
de tribus guerreras y violentas provenientes de Asia. Estos sucesos, que no cuentan
con testimonios históricos o arqueológicos, habrían quedado en una posible memoria
colectiva y adquirido una dimensión simbólica en la mitología celta hasta que,
finalmente, fueron cristianizados por autores como Chrétien de Troyes, Wolfram von
Eschenbach y otros. En esta interpretación, altamente especulativa, el Grial
evocaría lo femenino (como símbolo del seno materno y de la vulva) y la Madre
Tierra.
Supuestos Griales
Varios autores consideran a diversas reliquias y copas antiguas como el Santo
Grial:
Réplica del cáliz de doña Urraca realizada para la exposición "Raíces. El legado de
un reino", que se celebró en el Palacio del Conde Luna en 2010.
El Cáliz de doña Urraca: según los autores de una investigación al respecto, este
objeto, que se remonta al siglo XI en su forma actual, sería el auténtico Grial,
partiendo supuestamente de dos manuscritos escritos en árabe en la Universidad de
al-Azhar (Cairo) que relatan el traslado de la Copa a España; donada por el califa
fatimí en 1054 al emir de la taifa de Denia, éste la regaló a Fernando I el Magno,
quien se convirtió en rey de León tras la muerte de Vermudo III en la batalla de
Tamarón. Esta investigación se detalla en el ensayo "Los reyes del Grial". El cáliz
de doña Urraca se compone de dos copas o cuencos de ónice de origen romano y, según
la nota periodística, a los investigadores siempre les llamó la atención que Urraca
entregara a los orfebres algo que materialmente no tenía gran valor y además era un
objeto de uso pagano.23 Margarita Torres y José Miguel Ortega del Río presentaron
el 26 de marzo de 2014 el libro "Los reyes del Grial", donde relatan que; "la copa
que la comunidad cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba que era el cáliz
de Cristo", se encuentra ubicada en la Basílica de San Isidoro de León".
El Santo Grial de O´Cebreiro (Lugo): El Cebrero es una aldea de Galicia en el
Camino de Santiago. En ella existe un cáliz, que posee una gran importancia
religiosa, ubicado en el Monasterio de Santa María do Cebreiro, existente desde
mediados del siglo IX, vinculada a un hospital que asistía a los viajeros. El Cáliz
en cuestión parece datar del siglo XII y presenta las inscripciones:"Hoc sacratur
quo cuntis vita parabatur";"In nomine nostri christi et beate Marie Virgine". Una
leyenda mencionada por diversas fuentes históricas y arqueológicas relata que sobre
el altar de la capilla lateral de la iglesia estaba celebrando la eucaristía un
monje. El religioso pensaba que aquel crudo día de invierno, en que la nieve se
amontonaba y el viento era insoportable, nadie vendría a la misa, pero un tal Juan
Santín, devoto vecino de la aldea de Barxamaior acudió. El monje menospreció el
esfuerzo del campesino “para ver un poco de pan y de vino”, pero en el momento de
la consagración la Hostia se convirtió en carne sensible a la vista, y el contenido
del cáliz en sangre, la cual manó hasta teñir los corporales. La leyenda, según
algunos, llegaría al norte de Europa, llevada por los peregrinos franceses y
alemanes, siendo la inspiración de ciertos relatos vinculados al Grial.[cita
requerida] En 1486 los Reyes Católicos, de peregrinaje a Santiago, se detuvieron en
el monasterio y donaron los fanales donde se guardan las reliquias del milagro. Se
supone que este cáliz es el que figura en el escudo de Galicia [cita requerida],
pero lo cierto es que el cáliz era un emblema de Galicia por razones de
paronomasia. El medievalista Mathew Kuefler llegó a la conclusión de que, en
realidad, la creencia de que el Cáliz de O Cebreiro fuese asimilado al Santo Grial
es producto de una simple confusión lingüística, ya que la hospedería de O Cebreiro
estaba dedicada a San Geraldo de Aurillac, cuyo nombre se pronunciaba Guiral en
occitano, dando pie a dicha confusión: de ahí la asociación entre la copa milagrosa
en la hospedería de San Guiral y el Santo Grial24.
El Cáliz de Antioquía de la Colección Cloisters del Metropolitan Museum de Nueva
York, descubierto en Siria a principios del siglo XX. Investigaciones de finales
del siglo XX sostienen, sin embargo, que la copa de Antioquía sería una
falsificación contemporánea a su hallazgo.25
El Sacro Catino de Génova, que fue llevado tras la Primera Cruzada a Italia. Es un
plato hexagonal verde que se creía de esmeralda, aunque es un cristal verde
egipcio. Los genoveses, en realidad, nunca han sostenido que se trate del Santo
Grial, sino de una pieza de la vajilla usada durante la Santa Cena.
El Vaso de Nanteos es un cuenco medieval de madera, procedente de la Mansión
Nanteos, en Gales. Según la tradición de la familia Powell, propietaria de la
reliquia, procede de la abadía de Glastonbury. Sin embargo, los que la examinaron
llegaron a la conclusión de que se trata de un objeto del siglo XIV. Además, la
tradición judía evita objetos porosos (como la madera) para la degustación del
vino.
El Cáliz de Ardagh encontrado en Irlanda; se halla en el museo nacional de Dublín.
Se trata de una pieza de orfebrería irlandesa fechada en el siglo VIII y nunca fue
identificado con el Grial de la leyenda.
La Copa de Hawkstone Park, propiedad de Victoria Palmer. La reivindicación de esta
pieza ha sido hecha por Graham Phillips, quien sostiene que la pieza fue llevada a
Inglaterra tras ser saqueada Roma por los visigodos. La copa no mide más de seis
centímetros, está hecha de una piedra semipreciosa —ónice verde— y, según el propio
Philips, es muy posible que date de la época romana.26
Achatschale: el Cuenco de Ágata que se encuentra en el tesoro de los Habsburgo en
Viena. Se trata de un cuenco del siglo IV procedente de Constantinopla o Tréveris y
que lleva una inscripción que puede leerse como B.XRISTO.RI.XXPP, supuesta
referencia a Cristo, o bien como ARISTO, que podría ser el nombre del grabador. Es
parte de las reliquias imperiales del desaparecido Sacro Imperio Romano Germánico;
entre las cuales también figura la Lanza de Longinos,27 y no ha sido asociada, por
lo común, con el Grial.
La Copa de Hierro: Aparece en las portadas del libro italiano: "La Leyenda del
Santo Grial" de Gabriella Agrati y Maria Letizia Magini, donde se indica que esta
pieza es el auténtico Grial, sin que exista alguna otra prueba conocida de dicha
afirmación.
Copa de Santa Isabel: Copa que perteneció a Santa Isabel de Hungría, a la cual,
tras la muerte de la santa, se le atribuyeron curaciones milagrosas. Isabel fue
educada en la corte de Turingia, donde residió por un tiempo Wolfram von
Eschenbach, autor de Parsifal.28
El investigador ocultista José Ignacio Carmona Sánchez, en su estudio histórico
Toledo y la Mesa de Salomón; entre Escila y Caribdis,29 relaciona al Grial con el
Castillo de Montalbán y la Iglesia de Santa María de Melque en Toledo.
Especulaciones que vincula, sin pruebas históricas, con la leyenda de la Mesa de
Salomón y con tradiciones cabalísticas.
Otros significados del Grial
El Grial es parte de la mitología cristiana medieval, por lo que carece de
referencias específicas en los textos bíblicos. Diversos elementos han entrado en
la formación del mito, entre ellos las leyendas monacales con su contenido
alegórico y las referencias precristianas a recipientes mágicos como el cuerno de
la abundancia o los calderos de la tradición céltica.