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Quitridiomicosis en Anfibios.

Presentado por:
Francy Tatiana Suárez Casallas.
Tania Gisell Ortiz Espinel.

Presentado a:
Carolina Falla.

Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales.


Facultad de Ciencias pecuarias.
Medicina de la conservación.
Bogotá.
2017.
INTRODUCCIÓN.

La quitridiomicosis es un hongo patógeno (Batrachochytrium dendrobatidis) que se encuentra en diversas


partes del mundo. Esta enfermedad se emergente específica de anfibios, la infección causada por el hongo
quitridio, afecta la piel de los anfibios, órgano extremadamente importante para estos organismos, ya que
gracias a su alta permeabilidad pueden efectuar el intercambio gaseoso, hidratarse y mantener el balance de
electrolitos. Se ha determinado que el hongo no afecta los órganos internos de los anfibios, crece sobre la piel
degradando la queratina, sustancia presente en la piel, y desarrolla estructuras en forma de tubos denominados
esporangios que se abren al exterior perforando la piel, afectando así severamente procesos fisiológicos como
el mantenimiento del balance de electrolitos, lo que trae consigo la muerte. (J. Bosch, 2015)

Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) fue identificado por primera vez en 1998 y descrito en 1999 (Berger et
al., 1998; Longcore et al., 1999) y ahora es la causa aceptada de la enfermedad potencialmente mortal
denominada quitridiomicosis. Colombia se encuentra en una posición geográfica donde todos sus países
vecinos han reportado casos positivos de la infecciones, pero los estudios sobre éste tema son muy pocos, sólo
existen dos reportes de infección con el hongo en una población de Atelopus de la Cordillera Oriental y en
otros anuros de la misma cordillera (B. Velásquez y cols, 2008)
RESUMEN.

La quitridiomicosis es una enfermedad infecciosa que afecta a los anfibios, causada por un hongo
Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) , ha conllevado mortalidades masivas, disminuciones de población y
extinciones de poblaciones y especies de anfibios de todo el mundo.Batrachochytrium dendrobatidis se ha
identificado en seis continentes, en dos órdenes de anfibios, 14 familias y más de 350 especies. En conjunto,
puede decirse que la mayoría de los anuros y urodeles, si no todos, son susceptibles a la infección; la
morbilidad y la mortalidad varían entre especies. Prácticamente no se ha observado mortalidad en renacuajos
(Blaustein et al., 2005) y las fases susceptibles de la vida del hospedador son todas las edades, larvas,
metamorfos y adultos, no se ha detectado viable en huevos. Los brotes de quitridiomicosis se asocian
principalmente a estaciones (meses más fríos), altitudes (la mayoría de casos graves en general se restringen a
poblaciones de grandes altitudes), y a hábitats de reproducción. Respecto a los últimos, los declives de
poblaciones son pronunciados en especies que viven en arroyos. (OIE, 2011)

Como bien ya sabemos, esta enfermedad fue identificada por primera vez en 1998 y descrito en 1999 (Berger
et al., 1998; Longcore et al., 1999). Después del primer registro de quitridiomicosis en anfibios de África en
1933 en X. fraseri, la enfermedad se mantuvo como endémica de esas tierras durante más de dos décadas,
antes de que algún ejemplar positivo fuera encontrado en las afueras del territorio de ese continente. Luego, la
enfermedad se comenzó a registrar en diferentes regiones del planeta, con una velocidad de dispersión
alarmante y que continúa hasta la fecha. El siguiente caso positivo de Bd fue un registro en Rana clamitans en
Québec (Canadá) en 1961, y desde entonces se fueron sucediendo nuevos registros en diferentes regiones del
mundo. (R. Ghirardi, 2011)

Después que Bd fue descrito se inició un gran debate sobre su origen, y se propusieron 2 hipótesis principales:
la hipótesis del patógeno incipiente establece que: el patógeno (o una cepa más virulenta del mismo) ha sido
recientemente extendida hacia áreas geográficas nuevas, encontrando nuevos hospedadores -nativos de la
región- que son altamente susceptibles a la infección y la hipótesis del patógeno endémico sugiere que: el
patógeno ha estado siempre en el ambiente pero que ha incrementado el rango de huéspedes o su poder
patógeno por cambios en las condiciones ambientales o, simplemente, no fue percibido previamente por el
hombre. (R. Ghirardi, 2011)

Batrachochytrium dendrobatidis es un hongo del orden de los Chytridiales que se compone de rizoides en
forma de fibras que crecen desde la capa exterior de la piel del individuo hospedero. Cada segmento del tallo
colonial forma un esporangio. Este zoosporangio posee una o más papilas inoperculadas (que no tienen una
tapa como tal, sino sólo un agujero); dentro de esta estructura se desarrollan las zoosporas. La punta de cada
papila de descarga tiene un tapón que se lisa para liberar las zoosporas contenidas dentro del zoosporangio.
Las zoosporas son casi esféricas con una o más proyecciones, y son las estructuras encargadas de la
dispersión o diseminación. Los esporangios forman colonias monocéntricas en la epidermis de los anfibios,
principalmente anuro. (OIE, 2011)
En la fisiopatología, las zoosporas móviles que se alojan en la piel de anfibios adultos, o bien, en las partes
bucales de las larvas; ambos sitios poseen queratina, la cual es degradada por Bd para obtener sus nutrientes.
Después de un periodo de motilidad de 24 h, las zoosporas se enquistan y crecen finos rizoides a su alrededor,
induciendo la formación de un esporangio joven; este crece y el citoplasma desarrolla divisiones mitóticas
para formar las zoosporas que después serán liberadas, incrementando la abundancia de Bd en los anfibios.
Las células huésped de Bd se ubican en el estrato córneo de la epidermis, el cual es la capa más superficial;
sin embargo, también se han localizado zoosporangios de Bd en el estrato más interno, sugiriendo que el
patógeno se desplaza hasta la capa más profunda de la piel para después proliferar en el estrato córneo. (C.
Mendoza, P .Burrowes y G. Parra, 2015)

Algunas de las afecciones provocadas por la enfermedad y que en algunos casos provoca mortalidad incluyen:
1) desequilibrio osmótico originado por las perforaciones en la piel donde se sitúan los tubos de descarga de
los zoosporangios o por la hiperqueratosis de la piel, en especies más vulnerables este desorden ocasiona un
desbalance de electrolitos severo que redunda en un fallo cardiaco; 2) un bloqueo del intercambio de gases
causado por la hiperplasia de la piel y 3) la liberación por parte del patógeno de enzimas proteolíticas tóxicas
para los anfibios. Por otro lado, encontraron que algunas micotoxinas secretadas por el patógeno inhiben la
proliferación de linfocitos y causan la apoptosis de estos, provocando el incremento de la infección cuando los
anfibios no presentan una respuesta eficaz por parte de macrófagos y otras células del sistema inmune innato.
(C. Mendoza, P .Burrowes y G. Parra, 2015)

El órgano diana del que tomar muestras es la piel (Hyatt et al., 2007). Un signo clínico observado en la
quitridiomicosis es la muda excesiva de piel de la superficie epidérmica. La piel mudada a menudo procede
de las superficies ventrales del abdomen, las extremidades y los pies, y suele identificarse por hiperqueratosis
y la presencia de zoosporangios, otros signos clínicos que presenta la enfermedad son: Letargia, anorexia,
postura anormal de las patas traseras, hiperemia, eritema, decoloración de la piel. Algunos anfibios no
presentan síntomas clínicos, estos animales son portadores de la enfermedad. Puede transmitirse entre
animales por contacto entre ellos o con zoosporas móviles vehiculadas con el agua. Se considera que la
transmisión a largas distancias tiene lugar por medios distintos del agua, como el traslado de animales durante
el comercio internacional (Rowley et al., 2007) y posiblemente por el movimiento de agua contaminada o
suelo húmedo. (OIE, 2011)

Hay 3 respuestas principales para la regulación de la infección por Bd por parte de los anfibios. La primera
consiste en un incremento en la tasa de muda de piel, la cual contribuye a desechar las zoosporas del
organismo señalan que esta respuesta se presenta tanto en anuros como en caudados y funciona como una
estrategia para controlar la infección por Bd. La segunda respuesta sucede cuando las células de la primera
fase de actividad del sistema inmune (fase innata) detectan la entrada de las zoosporas al organismo y activan
al sistema nervioso, el cual estimula glándulas de la piel para que sinteticen y secreten péptidos
antimicrobiales.. Diversos autores señalan que los péptidos antimicrobiales de las familias caerina, citropina,
uparina y dahelina son eficaces para reconocer e inducir la disrupción de la membrana celular del patógeno y
eliminar la infección. Igualmente se ha sugerido el combate de la infección por parte de la segunda fase de
respuesta del sistema inmune (fase adaptativa) a través del incremento linfocitos T y B, así como de los
anticuerpos IgM, IgX e IgY Sin embargo, se ha observado que esta fase se altera en el estadio metamórfico
debido a que se presenta una destrucción de hasta 40% de linfocitos, con el fin de permitir la reorganización
de tejidos . Esto explicaría por qué en algunas especies se ha demostrado que los juveniles de los anuros
representan la etapa más vulnerable a la quitridiomicosis. Otra posible respuesta de defensa por parte de los
anfibios es la conducta de termorregulación. Por ello, algunos individuos infectados con Bd podrían modificar
su comportamiento desplazándose de un microhábitat fresco a uno más caluroso. (C. Mendoza, P .Burrowes y
G. Parra, 2015)

Se han encontrado 2 factores que están asociados a la prevalencia de este patógeno y a la respuesta de las
comunidades de anfibios en diferentes partes del mundo:

 Cambio climático global. Uno de los efectos del cambio climático es el incremento de la temperatura
en los hábitats donde viven los anfibios. Esta señala qué condiciones fisiológicas no letales, pero sí
estresantes pueden alterar el comportamiento y el sistema inmunitario comprometiendo la vitalidad
del individuo. También señala que, al incrementarse la temperatura, los anfibios se agregan y
hacinan en un mismo hábitat, lo que promueve el acercamiento del parásito a los huéspedes. (C.
Mendoza, P .Burrowes y G. Parra, 2015)

 Comercio internacional e introducción de especies exóticas. Diversos estudios señalan que la


aparición del patógeno en algunas regiones de Asia, Australia, Europa, Norte y Sudamérica ha sido
provocada por el comercio y consecuente introducción de especies exóticas infectadas. Los anuros
Lithobates catesbeiana, X. laevis y Rhinella marina han sido determinados como vectores de la
enfermedad, también pueden actuar como vectores los reptiles Anolis humilis, A. linotus, Pliocercus
euryzonus, Imantodes cenchoa y Nothopsis rugosus estas especies, están vinculadas con la
dispersión y prevalencia de la enfermedad en los ecosistemas. De igual manera, se ha planteado que
otros posibles agentes de dispersión son las aves Branta canadensis y Anser domesticus, ya que el
patógeno presenta una elevada afinidad y adhesión al tejido queratinoso de los dígitos de esas aves,
por lo que podría dispersarse hasta 30 km en cada vuelo. (C. Mendoza, P .Burrowes y G. Parra,
2015)

Se ha documentado un tratamiento seguro y eficaz contra infecciones por Bd (en adultos y renacuajos) con
voriconazol. Este tratamiento consiste en aplicar spray una vez al día durante 7 días a razón de 1,25 mg litro–
1 (OIE, 2011).

ESQUEMA ENFERMEDAD.
BIBLIOGRAFÍA

 O.I.E. (2011). Infección por Batrachochytrium dendrobatidis. Manual acuático de la O.I.E.


 J. Bosch (2015). Implicaciones del cambio climático en la incidencia de los hongos quitridios
patógenos de anfibios. MINISTERIO DE AGRICULTURA, ALIMENTACIÓN Y MEDIO
AMBIENTE.
 C. Mendoza, P .Burrowes y G. Parra. (2015). La quitridiomicosis en los anfibios de México: una
revisión. ScienceDirect. Revista Mexicana de Biodiversidad, Vol. 86, Issue 1, Pages 238-248
 B. Velásquez y cols. (2008). INFECCIÓN POR EL HONGO QUÍTRIDO
BATRACHOCHYTRIUM DENDROBATIDIS EN ANUROS DE LA CORDILLERA
OCCIDENTAL DE COLOMBIA. HERPETOTROPICOS Vol. 4(2):65-70
 M.C. Vizcano, C. Barnes y M.Ordoñez. (2013). Estructuración genética de muestras del
hongo Batrachochytrium dendrobatidis en Ecuador. Revista ecuatoriana de medicina y ciencias
biológicas.
 R. Ghirardi. (2011). Estudio de quitridiomicosis por Batrachochytrium dendrobatidis en anfibios
anuros del Litoral, Cuyo y Patagonia Argentina. Tesis Doctoral, Universidad Nacional De La Plata,
Facultad de Ciencias Naturales y Museo.

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