Después de analizar las virtudes y limitaciones de la TCC, se puede considerar que
es una terapia con mucho potencial, prioritaria a nivel de investigación y que lleva aportando mucho valor a la psicología actual y a su desarrollo. Por ello es muy importante conocerla, aprenderla e investigarla, al igual que cuestionarla y mejorarla. Solo así podremos evolucionar la psicología como ciencia y como herramienta para el bienestar de las personas. Eso sí, conocer más corrientes, más teorías, más técnicas, no solo te abre nuevas perspectivas y métodos de trabajo, sino que te hace mejor psicólogo/a y profesional. Como psicólogo/as tenemos el deber de ir renovándonos constantemente, actualizándonos pues la ciencia avanza y la sociedad también, y con ello nuevas formas de entender el malestar y afrontarlo. Cuantas más herramientas tengas a tu alcance mejor podrás tratar un paciente. Los modelos de tercera generación se basan en conceptos de corrientes clásicas con otras más novedosas, formando modelos más integrativos, que aportan como mínimo esa visión de juntar aspectos positivos de diferentes corrientes. Además de ello, la terapia de cada psicólogo/a va a ser personalizada pese al modelo que escoja, siempre irá personalizada en base al paciente, y a los conocimientos que el psicólogo vaya aprendiendo y aplicando en consulta.