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MI PROYECTO TEATRAL

“EL CABALLERO CARMELO”


PERSONAJES
01. ROBERTO: Hijo mayor de la familia
02. PAPÁ LUCHO: Padre de Roberto
03. HECTOR: Hermano de Roberto
04. JESÚS: Hermano menor de Roberto
05. MAMÁ JUANA: Mamá de Roberto
06. ROSA: Hermana mayor de la familia
07. CARMEN: Hermana de Roberto
08. ALCALDE: Retador del padre de Roberto
09. MARÍA: Hermana menor de la familia
10. DON JUAN: Arbitro de la pelea
11. DOÑA JULIA: Protectora de animales

ESCENA NÚMERO 01 (LLEGADA DE ROBERTO)


NARRADOR: Un día después de tomar desayuno, cuando el sol empezaba a calentar, vimos
aparecer, desde la reja, en el fondo de la plazoleta, un jinete en bellísimo caballo de paso,
pañuelo en cuello, que agitaba el viento.
Lo reconocimos. Era el hermano mayor que volvía después de años, todos salimos al encuentro
de tan grata visita.
ROSA: ¡Roberto! ¡Roberto! Mamá Juana es Roberto, vamos a alcanzarlo.
ROBERTO: (Aparece en la puerta y es recibido por toda la familia) Familia me encanta volverlos
a ver, después de mucho tiempo, (preocupado y angustiado) ¡Mamá Juana! ¿Y la higuerilla?
NARRADOR: La higuerilla era un árbol que había plantado el mismo con ayuda de sus
hermanos, antes de que se fuera de viaje, toda la familia se puso a reír ante la pregunta de
Roberto.
MAMÁ JUANA: ¿Cómo dónde está? Estas parado bajo ella, es este árbol tan grande que ya
creció.
ROBERTO: Vamos al comedor, para ver los regalos que he traído para la familia, vamos, vamos.
MARÍA: Hermano, ¿Qué haz traído en tantos paquetes?, ya queremos saber.
ROBERTO: Tranquila, no te desesperes, haber vamos a entregar los regalos, María a ti te traje
esta blusita, Rosa para ti he traído estos ricos alfajores con manjar blanco, mamá Juana no me
he olvidado de ti, te he traído estos ricos panecillos y estos dulces.
JESÚS: Roberto y ¿Para papá?, ¿Qué trajiste?
ROBERTO: Nada, para papá no he traído nada.
JESUS: ¿Cómo que nada? , no te puedes haber olvidado de papá
ROBERTO: Mentira, como me voy a olvidar de papá, ¡Héctor, Tráeme el Carmelo! (Ingresa
Héctor, con una caja grande), para papá Juan he traído el Carmelo (saca de la caja un gallo)
NARRADOR: Así entro a nuestra casa este amigo íntimo de nuestra infancia ya pasada, a quien
acaeciera historia digna de relato, cuya memoria perdura aún en nuestro hogar como una
sombra alada y triste: el caballero Carmelo.
ESCENA NÚMERO 02 (LA SUERTE DEL PELADO)
NARRADOR: Amanecía en Pisco, alegremente, aquel día, mientras contemplábamos a los
discretos animales, escapase del corral el Pelado, un pollón sin plumas, que parecía uno de esos
jóvenes de diecisiete años, flacos y golosos. Pero el Pelado, además de eso, era pendenciero y
escandaloso, aquel día mientras la paz era en el corral y los otros comían el modesto grano, él,
en pos de mejores comidas, había escarbado en la mesa del comedor y roto varias piezas de
nuestra limitada vajilla. Cuando mi padre supo de sus fechorías comento en el almuerzo.
PAPÁ LUCHO: Nos comeremos al Pelado el domingo..
CARMEN: (Defendiendo al Pelado) El Pelado es un gallo que dará crías muy buenas, desde que
llego el Carmelo lo miran mal al pobre Pelado.
CARMEN: (Muy angustiada) ¿Cómo no matan a los patos? Si ellos ensucian el agua, ni al
cabrito que el otro día aplasto un pollito, ni al puerco que todo lo ensucia y solo sabe comer y
gritar, ni a las palomas que traen mala suerte…
ROSA: Pero ese Pelado es demasiado pendenciero e imprudente ¿Cómo va a ser bueno?
MARÍA: Ese Pelado siempre está causando problemas, la vez pasada también estaba haciendo
desorden en los cuartos.
CARMEN: ¡No es justo!, Siempre lo están culpando, acaso hay pruebas, solo se dicen cosas y
no se lo encontró en los cuartos, pudo ser cualquiera.
MARÍA: El otro día se escapó a la calle y casi se lo come un perro.
NARRADOR: El pobre Pelado estaba condenado, mis hermanos pidieron que se le perdonase,
pero las roturas eran valiosas y el infeliz solo tenía un abogado, mi hermana y su señor, de poca
influencia. Viendo ya perdido su defensa se puso a llorar.
MAMÁ JUANA: (Acercándose a Carmen y besándole la frente) No llores: no nos lo vamos a
comer el domingo, sécate esas lágrimas.
CARMEN: (Limpiándose los ojos) Gracias mamá.

ESCENA NÚMERO 03 (UNA TRISTE NOTICIA)


NARRADOR: Una tarde, mi padre después del almuerzo dio la noticia. Había aceptado una
apuesta para la jugada de gallos de San Andrés, el 28 de julio.
PAPÁ LUCHO: ¡Familia, Familia! He aceptado una apuesta para una pelea de gallos en San
Andrés, el 28 de julio, el Carmelo tendrá que pelear con el Ajiseco.
HÉCTOR: (Angustiado) ¿Cómo dices Papá?
PAPÁ LUCHO: El alcalde me ha desafiado a una pelea de gallos el 28 de julio en San Andres,
no podía dejar que me ofenda de esa forma.
ROBERTO: Padre, el Carmelo no está en condiciones de pelear, ya es un gallo viejo a
comparación con el ajiseco, será su sentencia de muerte.
PAPÁ LUCHO: Ya está hecho, hice una apuesta con el alcalde y no hay marcha atrás, ya di mi
palabra, así que dentro de unos días vendrán a entrenar al Carmelo.
MARÍA: Papá, ¿Por qué tienen que pelear?, van a lastimar al Carmelo, por favor no lo hagas
pelear, te lo ruego.
NARRADOR: El Carmelo iría a un combate y a luchar a muerte, cuerpo a cuerpo, con un gallo
más fuerte y más joven. Hacía ya tres años que estaba en casa, había él envejecido mientras
crecíamos nosotros, ¿Por qué esa crueldad de hacerlos pelear?
ESCENA NÚMERO 04 (EL TERRIBLE DÍA)
NARRADOR: Llego el terrible día, todos en casa estábamos tristes, a nosotros ya nos permitían
verlo, el día 28 de julio vino el preparador.
ENTRENADOR: (Sacando de la caja que trajo) Estas navajas le quedaran bien a el Carmelo, le
quedan exactos, saldremos vencedores, el Carmelo es un gallo de raza y linaje.
PAPÁ LUCHO: (Dirigiéndose al entrenador) Lo haz preparado bien, tenemos que ganar al
Ajiseco y callar la boca al Alcalde, para que otro día no me rete.
ENTRENADOR: No te preocupes, es un buen gallo, y las navajas que le he preparado son las
mejores, seguro ganamos.
PAPÁ LUCHO: Llego la hora tenemos que partir, (Dirigiéndose al entrenador) Mete al Carmelo a
la caja, salgamos pronto.
MAMÁ JUANA: ¿Qué crueldad?, lo van a matar.
NARRADOR: Todos lloraban inconsolablemente, no querían que el Carmelo peleara, porque
sabían que no lo resistiría.
MARÍA: (Hablándole a Jesús) Oye, anda junto con el … ¡Cuídalo! ¡Pobrecito!
JESÚS: No te preocupes yo lo acompañare durante la pelea.
NARRADOR: Llegamos a San Andrés. El pueblo estaba de fiesta, Banderas peruanas
agitándose sobre las casas por el día de la patria, que allí se celebra con una gran jugada de
gallos, a los que solían ir todos los hacendados y hombre de dinero, cuando mi padre se
encuentra con el alcalde.
PAPÁ LUCHO: Señor alcalde, buenas tardes ¿Cómo está usted?, he traído a mi Carmelo para
el duelo de hoy.
ALCALDE: Bien, estoy bien y con muchas ansias de disfrutar de la pelea, que gane el mejor.
PAPÁ LUCHO: Ya sabemos quién va a ser el ganador, lógico que mi Carmelo.
ALCALDE: Jajajajaja, ya lo veremos en el campo de batalla, el Ajiseco será el ganador,
pasemos al campo.
NARRADOR: mi padre empezó a saludar a muchas personas y se ubicó en una esquina a
esperar el momento de la batalla, al frente estaba el adversario dueño del Ajiseco, un gallo joven
y muy fuerte, entonces sonó una campanilla dando inicio a la primera pelea, todo fue muy rápido,
cuando en la pelea final le tocaba el turno al Carmelo.
DON JUAN: En la pelea estelar tenemos un enfrentamiento de infarto, salgan al campo Don
Lucho y el Carmelo que se enfrentara al Ajiseco cuyo dueño es el señor Alcalde, hagan sus
apuestas.
JESUS: Vamos Carmelo, eres el ganador. (Gritando con euforia)
ALCALDE: ¡Vamos ajiseco! Tú le puedes ganar a este pobre gallo achacoso.
NARRADOR: Nuestro Carmelo al lado del otro era un gallo viejo y achacoso; todos apostaban al
enemigo, como augurio de que nuestro gallo iba a morir. No falto aficionado que anunciase el
triunfo del Carmelo.
DON JUAN: Haber pasen al frente los gallos, vamos a comenzar, (Parándose en el centro
sujetando la madera) todos listos, solo esperamos el sonido inicial (cuando suena la campanilla
saca la madera y comienza el combate).
DOÑA JULIA: (Aparece en escena) ¡Esta pelea de gallos no puede continuar!
ALCALDE: ¿Por qué? ¡Es una tradición en nuestro pueblo!
PAPÁ LUCHO: No se puede detener la pelea, debemos continuar.
DOÑA JULIA: (Alterada) Yo lo se señor, pero se debe maltratar salvajemente a los animales. Así
que si quieren continuar, lo tienen que hacer sin navajas.
ALCALDE: Esta bien, si don Lucho acepta.
PAPÁ LUCHO: Estoy de acuerdo, creo que debemos cuidar a nuestros animales.
NARRADOR: Así continúo la pelea, el ajiseco dio el primer golpe, el Carmelo había caído, toda
la multitud gritaba viva el Ajiseco, el Alcalde ya frotaba las manos de vencedor.
DON JUAN: Aun no ha enterrado el pico, todavía no hay vencedor
NARRADOR: Los gallos dejaron de pelear y el Carmelo tomo un nuevo aire, y como si se tratase
de un soldado herido se levantó y de un salto derribo al ajiseco, que con pocas fuerzas ya no se
pudo levantar.
DON JUAN: Ha ganado el Carmelo, es el vencedor de esta pelea, se lleva el premio mayor.
PAPÁ LUCHO: (Dirigiéndose a Jesús) Te dije que íbamos a ganar, yo confiaba en el Carmelo,
ahora tenemos que cuidarlo y curarlo de sus heridas.
DOÑA JULIA: Tiene que cuidar a los animales, ya sabemos que este tipo de eventos son
tradicionales pero no debemos sacrificar a los pobres animalitos, buena suerte Don Lucho.
ALCALDE: Lo felicito por la victoria, fue una gran pelea, mi ajiseco también está bien ahora
tendré que cuidarlo.
ROBERTO: Ahora tenemos que reclamar el premio, somos los ganadores.

ESCENA NÚMERO 05 (ENTRADA TRIUNFADORA)


NARRADOR: L familia estaba reunida en casa, todos estaban preocupados esperando noticias
de la pelea, todos imaginaban lo peor.
MARÍA: Pobre, Pobre el Carmelo, de seguro ya está muerto, que pena era un buen gallo, no fue
justo que terminase de esa forma.
MAMÁ JUANA: No te adelantes a los hechos, ¿Quién sabe? De repente vuelve sano y salvo,
solo tenemos que esperar (Suena la puerta)
ROBERTO: ¡Familia! ¡Familia! Hemos llegado, el Carmelo ha vencido, es el campeón, nos
trajimos el premio mayor, fue una pelea muy emocionante.
CARMEN: ¡Que alegría! El Carmelo es el campeón.
MARÍA: Y ¿Dónde está el Carmelo? Acaso ha muerto, queremos saber.
PAPA LUCHO: No te preocupes, aquí está el campeón, está un poco lastimado así que tenemos
que cuidarlo mucho, requiere un buen descanso.
MARÍA: Jesús y yo nos encargaremos de curarlo y alimentarlo, tiene que ser tratado como el
campeón.
PAPÁ LUCHO: (Dirigiéndose a Héctor) Anda llévalo al corral y colócalo sobre algodones, dale
agua y comida para que se recupere pronto.
HÉCTOR: Estoy de acuerdo contigo papá, doña Julia dijo que lo teníamos que cuidar, vamos
María, Carmen, Jesús llevemos al Carmelo al lugar donde lo cuidaremos.
DOÑA JULIA: (Tocando la puerta de la casa) He venido a curar las heridas del Carmelo,
después de la pelea seguro esta lastimado.
MAMÁ JUANA: Gracias por venir, lo hemos puesto en un lugar muy cálido y lo hemos
alimentado, ojala se recupere pronto.
JESÚS: Yo lo acompañare, yo sé dónde está, vamos por favor.
NARRADOR: Así fue como el Carmelo marco nuestras vidas para siempre aun lo recordamos
con mucho cariño, un bello animalito que es tema de conversación en las reuniones familiares en
donde mi papá cuenta sus hazañas.

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