Vous êtes sur la page 1sur 12

CUADERNOS DE

ARTÍCULO
MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA DE ENLACE

Valoración de candidatos a cirugía bariátrica:


descripción del perfil sociodemográfico y variables
psicológicas
Assessment of candidates for bariatric surgery: profile of demographic
and psychological variables
Enrique Pérez Martínez1, María de la Torre Esteve2, Sonia Tirado González3,
Carlos J. van-der Hofstadt Román4

Resumen

La valoración psicológica de los pacientes con obesidad mórbida previa a la cirugía bariá-
trica es parte crucial en la correcta selección de los candidatos. Se analizaron las característi-
cas demográficas, médicas y variables psicológicas de un grupo de 198 pacientes (127 mujeres)
con obesidad mórbida candidatos a cirugía bariátrica. La tasa de rechazo fue del 3%, por lo
que se descartan pocos pacientes. Cada paciente completó el Cuestionario de Ansiedad
Estado/Rasgo (STAI), el Inventario de Depresión de Beck (BDI) en su versión abreviada de 13
ítems y el Inventario de trastornos de la conducta alimentaria (EDI-2). No se encontró ninguna
diferencia entre los grupos con obesidad mórbida y supermórbida. Sí se encontraron diferencias
entre hombres y mujeres en ansiedad rasgo y en las subescalas Obsesión por la Delgadez y
Perfeccionismo del EDI-2, ajustándose así a lo informado en la literatura.

Pal abras cl av e: Obesidad mórbida. Cirugía bariátrica. Ansiedad. Depresión. Trastornos de la con-
ducta alimentaría (TCA).

1
FED. Psiquiatra. Unidad de Psiquiatría y Psicología Clínica. Hospital General
Universitario de Alicante.
2
Departamento de Psicología de la Salud. Universidad Miguel Hernández
3
Profesor Contratado Doctor. Departamento de Psicología de la Salud. Univer-
sidad Miguel Hernández.
4
FED. Psicólogo Clínico. Unidad de Psiquiatría y Psicología Clínica. Hospital
General Universitario de Alicante. Profesor Asociado en Ciencias de la Salud.
Departamento de Psicología de la Salud. Universidad Miguel Hernández.
Co rres po ndenci a: Dr. D. Carlos J. van-der Hofstadt Román
Unidad de Psiquiatría y Psicología Clínica
Hospital General Universitario de Alicante
C/ Pintor Baeza, 12
03010 Alicante
e-mail: cjvander@umh.es

C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011 29


Summary

The psychological assessment of patients with morbid obesity prior bariatric surgery is a cri-
tical part in the right selection of candidates. We analyzed demographic, medical and psycholo-
gical variables of a group of 198 patients (127 women) with morbid obesity who were candida-
tes for bariatric surgery. The rejection rate was 3%, so few patients were discarded. Each
patient completed the State-Trait Anxiety Inventory (STAI), the Beck Depression Inventory (BDI)
in his abridged version of 13 items and the Eating Disorder Inventory-2 (EDI-2). There were no
differences between morbid and super-morbid obesity groups. Differences were found between
men and women for trait anxiety and Drive for Thinness and Perfectionism EDI-2 subscales,
conforming thus to that reported in the literature.

Key wo rds : Morbid obesity. Bariatric surgery. Anxiety. Depression. Eating disorders (ED).

INTRODUCCIÓN Dicha valoración psicológica es parte crucial


en la correcta selección de los candidatos a CB,
La obesidad y sus repercusiones sobre el es- pues al menos el 3% de las contraindicaciones se
tado de salud de las poblaciones en el mundo de- debe a razones de tipo psicosocial (Bauchowitz,
sarrollado constituye un reto de primera magnitud Gonder-Frederick, Olbrisch et al., 2005), pero tam-
para los programas de salud pública. Así, por bién es importante en la detección de factores emo-
ejemplo, en EE.UU. en el año 2000 la obesidad fue cionales, psiquiátricos, cognitivos y conductuales
responsable de 400.000 muertes evitables (Hill, que pueden influir sobre el éxito de la cirugía y la
Catenacci y Wyatt, 2005). pérdida de peso a largo plazo (Grothe, Dubbert y
En España las cifras de prevalencia de la obe- O’Jile, 2006; Sarwer, Wadden y Fabricatore, 2005;
sidad también están creciendo, tal como muestra Sogg y Mori, 2004). De hecho, la literatura su-
el estudio DORICA, que encontraba una preva- giere que la comorbilidad psiquiátrica puede ser
lencia de obesidad del 15,5% en población adulta más prevalente en pacientes gravemente obesos
española entre los 25 y los 64 años de edad, sien- que buscan CB, sobre todo si incluimos los tras-
do en el caso de la obesidad mórbida (OM) del tornos por atracón, los trastornos afectivos, an-
0,6% (Aranceta, Pérez, Serra et al., 2004). siedad, bulimia, dependencia del tabaco y trastor-
La cirugía bariátrica (CB) en la OM consti- nos de personalidad (Grothe, Dubbert y O’Jile,
tuye un tratamiento efectivo para conseguir dis- 2006; Maddi, Fox, Khoshaba et al., 2001).
minuir el peso y revertir muchas comorbilidades Aunque no existe un protocolo de evaluación
en un número significativo de pacientes. Ade- estandarizado, el procedimiento más frecuente es
más, el desarrollo de las técnicas laparoscópicas la realización de una entrevista clínica acompa-
ha mejorado el pronóstico peri-operatorio, en la ñada de la medida objetiva de diversas variables
medida en que se reducen las complicaciones tras mediante cuestionarios autoadministrados (Grothe,
la cirugía (Kral, Brolin, Buchwald et al., 2002). Dubbert y O’Jile, 2006). Entre estas medidas en-
Puesto que la obesidad tiene un componente contramos desde algunos cuestionarios desarrolla-
conductual importante y la CB requiere para su dos específicamente para la OM, como el Boston
éxito a largo plazo de cambios conductuales durade- Interview for Gastric By-pass (Sogg y Mori,
ros, diversas organizaciones y guías clínicas reco- 2004), hasta un abanico de cuestionarios específi-
miendan la valoración psicológica de los candidatos cos para trastornos de la conducta alimentaria
(Caicoya, 2007; Consensus Development Confe- (BITE-2, EAT), para depresión y ansiedad (BDI,
rence Panel, 1991; Greenburg, Perna, Kaplan y Su- STAI, HADS) e instrumentos para valoración de
llivan, 2005; National Institutes of Health, Natio- la personalidad (MMPI-2, Millon) (Grothe, Du-
nal Heart, Lung and Blood Institute, 1998). bbert y O’Jile, 2006). En nuestro país también

30 C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011


existen propuestas concretas, tanto en lo que se En otro orden de cosas, las variables de género
refiere a la selección de pacientes -desde un punto están recibiendo cada vez más atención, pues se han
de vista psicológico- (Pérez y Gastañadui, 2005), publicado estudios en los que las mujeres tienen
como en un sentido más amplio (Luján y Parri - valores más altos en todos los parámetros psicopa-
lla, 2004). tológicos estudiados, como depresión, ideación pa-
Como resultado de estas valoraciones se ha des- ranoide, sensibilidad interpersonal, ansiedad social y
crito psicopatología del Eje I del DSM-IV-TR que mayor número de tratamientos previos por salud
varía entre el 20 y el 60% de las muestras de pa- mental (Mahoney, 2008; Martín y Messeguer,
cientes remitidos a CB (Martín y Messeguer, 2008; 2008), por lo que los candidatos deberían ser com-
Sarwer, Wadden y Fabricatore, 2005), siendo los parados con normas basadas en el género.
trastornos de ansiedad los más prevalentes, segui- En este estudio analizamos las características
dos por los trastornos afectivos (Black, Golds- demográficas, médicas y variables psicológicas en-
tein y Mason, 2003; Greenburg, Perna, Kaplan y contradas en una población de pacientes con OM
Sullivan, 2005; Grothe, Dubbert y O’Jile, 2006; remitidos para valoración previa a CB, en la Uni-
Martín y Messeguer, 2008; Mauri, Rucci, Calde- dad Multidisciplinar de Atención Integral al Pa-
rone et al., 2008). En el Eje II del DMS-IV-TR, ciente Obeso (UMAIO) del Hospital General Uni-
también se han encontrado altas cifras de preva- versitario de Alicante (HGUA).
lencia, siendo los trastornos del Cluster C (Com-
pulsivo, Dependiente y Evitativo) los más fre- MATERIAL Y MÉTODO
cuentes (Mauri, Rucci, Calderone et al., 2008).
Un estudio reciente (Sarwer, Wadden y Fabri- El “Programa Multidisciplinar de Intervención
catore, 2005) señala que entre el 3 y el 20% de Grupal Pre Cirugía” se incluye dentro del procedi-
los candidatos son excluidos por motivos psiquiá- miento de intervención que se realiza desde la
tricos, aunque también es un dato bien estable- UMAIO del HGUA. Los pacientes acuden a la
cido que la sola presencia de trastornos psiquiátri- UMAIO derivados desde los servicios de endocri-
cos no debe ser tomada como criterio absoluto de nología de los diferentes departamentos en que se
exclusión para CB. De hecho, las variables psico- estructura la organización de la sanidad pública en
lógicas no han sido predictores de la pérdida de la provincia de Alicante. Una vez recibidos y va-
peso en la mayoría de estudios (Grothe, Dubbert lorados por el servicio de endocrinología del HGUA,
y O’Jile, 2006). Incluso hay una evidencia limi- y comprobado que cumplen los requisitos básicos
tada que indica que los síntomas de ansiedad y precisos para ser incluidos en el programa, se les
depresión pueden ser predictores positivos de la solicitan el resto de estudios que se contemplan
pérdida de peso (Herpetz, Kielmann, Wolf et al., en el protocolo, incluyendo una valoración en
2004). También tenemos una evidencia limitada salud mental. En el caso de los pacientes del De-
de que el trastorno por atracón previo a la CB es partamento de Alicante Hospital General, la valo-
un predictor negativo de pérdida de peso tras la ración de salud mental se realiza en la Unidad de
cirugía, pues sólo aparece en estudios retrospecti- Psiquiatría y Psicología Clínica del HGUA. Cuan-
vos pero no en los prospectivos (Grothe, Dubbert do los pacientes acuden desde otros departamentos
y O’Jile, 2006). La falta de hallazgos con los pre- se les solicita un informe de adecuación de su
dictores psicológicos puede deberse al uso de mues- unidad de salud mental de referencia, además de la
tras muy pequeñas y seleccionadas. valoración anterior (van-der Hofstadt, Pérez, Abad,
En general, ante la presencia de trastornos psi- et al., 2010).
quiátricos en los candidatos, se recomienda conse- Una vez realizadas todas las pruebas, se pre-
guir un período de estabilidad de alrededor de un senta cada caso de modo individualizado en el
año antes de la CB (Black, Goldstein y Mason, Comité de Cirugía Bariátrica. Tras la aceptación
2003), y en el caso del trastorno por atracón se por parte del Comité para ser intervenidos, los
debe tratar antes de la CB, por ser un factor pre- pacientes comienzan, por una parte, la interven-
dictivo negativo de pérdida de peso (Greenburg, ción desde el servicio de endocrinología de la fase
Perna, Kaplan y Sullivan, 2005). denominada “Ayuno Modificado”, consistente en

C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011 31


la realización de una dieta de muy bajo contenido tivas, ordenadas de menor a mayor gravedad (de 0 a
calórico con la intención de conseguir una pérdida 3 puntos). La tarea del sujeto es elegir aquella frase
de peso importante previa a la cirugía; y, por que se aproxime más a cómo se ha sentido durante
otra, la realización del “Programa Multidisci- la última semana. Como la escala es sumativa, la
plinar de Intervención Grupal Pre Cirugía”, con puntuación final oscila entre 0 y 39 puntos.
participación de los Servicios de Endocrinología – Inventario de trastornos de la conducta ali-
y de Cirugía, así como de la Unidad de Psiquiatría mentaria (EDI-2) en su adaptación al castellano
y Psicología Clínica, responsable de la parte del por Garner (1998), para una evaluación de la pro-
programa relacionada con la intervención psicoló- fundidad o gravedad de la sintomatología y de va-
gica (van-der Hofstadt, Pérez, Abad, et al., 2010). rias dimensiones que son clínicamente relevantes,
Entre las pruebas de evaluación que se realiza en el caso de trastornos de la conducta alimentaria.
a los pacientes en su primer contacto con la Uni- Es un cuestionario de tipo autoinforme que está
dad de Psiquiatría y Psicología se encuentran las formado por 91 ítems a los que se contesta en una
siguientes: escala tipo Likert de seis alternativas, donde el su-
– Ficha para la recogida de variables sociode- jeto indica la frecuencia con la que le ocurre cada
mográficas (sexo, edad, nivel de estudios, profe- situación (desde 0 =’’nunca’’ a 5=’’ siempre’’). Las
sión, estado civil, forma de convivencia, ingresos once escalas que forman el EDI-2 son: DT: Ob-
mensuales), antecedentes médicos y psicopatoló- sesión por la delgadez (preocupación por el peso
gicos, datos antropométricos (peso y talla). y miedo a engordar), B: Bulimia (tendencia a pen-
sar o tener atracones de comida), BD: Insatisfa-
– Cuestionario de Ansiedad Estado/Rasgo (STAI) cción Corporal (descontento con su imagen cor-
de Spielberger, Gorsuch y Lushene para la medida poral), I: Ineficacia (sentimientos de inseguridad y
de la ansiedad. Se utiliza la adaptación al caste- baja autoestima), P: Perfeccionismo (niveles de
llano realizada por Seisdedos (1988). Este cuestio- autoexigencia elevados), ID: Desconfianza Inter-
nario mide la ansiedad como estado y como rasgo personal (dificultad para expresar los propios sen-
y consta de 40 preguntas. Las primeras veinte timientos y pensamientos), IA: Conciencia Inte-
están dirigidas a detectar sintomatología ansiosa roceptiva (dificultad para identificar ciertas sensa-
como reacción transitoria (subescala de ansiedad ciones viscerales relacionadas con el hambre y la
estado, STAI-E) y las veinte siguientes buscan la saciedad), MF: Miedo a la Madurez (inseguridad
presencia de sintomatología ansiosa como rasgos con los cambios propios de la adolescencia), A:
persistentes de personalidad (subescala ansiedad Ascetismo (tendencia a sobrevalorar las restriccio-
rasgo, STAI-R). Todos los ítems se contestan en nes orales), IR: Impulsividad (dificultad para re-
una escala tipo Likert que puntúa de 0 a 3. En la gular los propios impulsos) y SI: Inseguridad So-
subescala STAI-E las respuestas de cada ítem os- cial (falta de seguridad en las relaciones interper-
cilan entre “nada” (0 puntos) y “mucho” (3 pun- sonales).
tos), mientras que en la subescala STAI-R lo Durante los dos años de vigencia del programa
hacen entre “casi nunca” (0 puntos) hasta “casi se han presentado candidatos 216 sujetos, de los
siempre” (3 puntos). El STAI posee validez dis- que 198 han cumplimentado todo el protocolo de
criminante y una buena consistencia interna. evaluación, resultando una tasa de participación
– Inventario de Depresión de Beck y Beck del 91,7%. De ellos, 145 (73,2%) pacientes se con-
(BDI) para la evaluación de la depresión. Se utili- sideraron aptos para iniciar el programa directa-
za la versión abreviada de 13 ítems, adaptada al mente tras la evaluación inicial, 17 (8,6%) fueron
castellano por Conde y Useros (1975). Este cues- valorados como aptos, pero con la recomendación
tionario evalúa depresión desde una perspectiva de iniciar una dieta previa y constatar su cumpli-
cognitiva, estando formado por los 13 ítems que miento, otros 30 (15,2%) se consideraron aptos
más correlacionan con la puntuación total del cues- bajo la condición de continuar con su tratamiento
tionario de 21 ítems original y con la evaluación en la unidad de salud mental de referencia y 6
clínica del nivel de gravedad. Cada ítem se res- (3%) pacientes fueron rechazados inicialmente,
ponde en una escala tipo Likert de cuatro alterna- proponiéndose una reevaluación posterior.

32 C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011


Los 198 pacientes tienen una media de edad de poral (IMC) superiores a 40 en el 96,4% de la
41,5 ± 10 años. La distribución por sexo es de muestra (191 participantes), cumpliendo así los
127 mujeres (64%) con una edad media de 42 ± criterios para el diagnóstico de obesidad mórbida,
10 años y 71 hombres (36%) con una edad media mientras que el 42,4% de la muestra (84 partici-
de 41 ± 10 años). pantes) presentó valores superiores a 50, indica-
En la Tabla 1 se presenta la distribución de las dor de obesidad supermórbida. El rango de valores
principales variables sociodemográficas. Como se en IMC osciló desde 36,5 hasta 70,3. No se han
observa, la mayoría de los pacientes de la muestra encontrado diferencias estadísticamente significa-
están casados viviendo en su propia familia, tie- tivas ni clínicamente relevantes entre los grupos
nen estudios primarios o secundarios y se encuen- de IMC>40 e IMC>50 en las puntuaciones obte-
tran laboralmente activos con unos ingresos me- nidas en las 11 escalas del EDI-2, así como en el
dios entre 500 y 2000 euros mensuales. STAI-E, STAI-R ni BDI.
Con respecto a los indicadores antropométri- La distribución de los resultados obtenidos
cos, se obtuvieron valores del Índice de Masa cor- por sexo se presenta en la Tabla 2. Se han encon-

Tabl a 1
Frecuenci as de l as v ari abl es s o ci o demo g ráfi cas *

Estado Convivencia Estudios Ingresos Situación


Civil mensuales laboral
Soltero 43 Solo 12 Sin 20 <500 € 20 Activo 94
21,7 6,1 estudios 10,1 10,1 47,5
Casado 122 Familia 41 Primarios 81 500-1000 € 65 Baja 15
61,6 Origen 20,7 40,9 32,8 temporal 7,6
Viudo 7 Familia 141 Secundarios 70 1000-2000 € 72 Baja 10
3,5 Propia 71,2 35,4 36,4 permanente 5,1
Separado / 26 Otros 4 Superiores 27 >2000 € 40 Jubilado 4
Divorciado 13,1 2,0 13,6 20,2 2,0
Paro 40
20,2
Ama 31
de casa 15,7

*En cursiva aparece el valor del porcentaje

Tabl a 2
Val o res de tal l a, pes o e IMC

Total Hombres Mujeres


Media DT Media DT Media DT t p r
Talla 165,1 9,6 173,9 6,9 160,2 7,1 13,2 0,000 0,69
Peso 135,5 25,4 153,3 25,5 125,6 19,2 8,6 0,000 0,53
IMC 49,5 6,9 50,5 6,8 49,0 6,9 1,6 0,120 0,11

C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011 33


trado diferencias estadísticamente significativas y sujeto consume alcohol, cannabis y otro tipo de
clínicamente relevantes entre hombres y mujeres estimulantes; un sujeto consume cannabis y esti-
en cuanto al peso y la talla pero, como era de mulantes; uno alcohol y otro estimulantes). En
esperar, no en cuanto al IMC. Siguiendo los cri- cuanto al consumo de fármacos psicotropos, los
terios de Cohen (1988), estas lógicas diferencias más utilizados son los antidepresivos (22%) y los
son grandes, tal como reflejan el coeficiente r de ansiolíticos (17%), además del consumo de antip-
tamaño del efecto en ambos casos (,69 y ,53 res- sicóticos (2,5%) y eutimizantes (1%). Un 17% de
pectivamente). los pacientes se encuentran en tratamiento ambu-
Tal como muestra la Tabla 3, las enfermedades latorio en su unidad de salud mental de referencia
que más frecuentemente afectan a nuestros pacien- y tres sujetos han tenido alguna hospitalización
tes son el SAOS (41%), hipertensión arterial psiquiátrica.
(37%), dislipemias (33%), diabetes mellitus
(26%), artrosis (22%) y hepatopatía grasa no RESULTADOS
debida al alcohol (21%). Entre las mujeres, un
13% padece amenorrea o infertilidad y otro 13% Ansiedad y depresión
ovario poliquístico. En cuanto a los antecedentes Se estudiaron en todos los pacientes los nive-
de tipo psicopatológico, cabe destacar que un les de ansiedad y depresión a través de los cuestio-
27% padece ansiedad y un 22% síntomas depresi- narios STAI-R-E y BDI, cuyos resultados descrip-
vos, mientras que el 19% presenta comorbilidad. tivos principales se muestran en la Tabla 4. El
Además, la muestra presenta un índice muy grupo de mujeres puntúa ligeramente más alto en
bajo de consumo de sustancias psicoactivas (un ansiedad estado y rasgo, aunque estas diferencias

Tabl a 3
Antecedentes pers o nal es

N %
Diabetes Mellitus 52 26,3
Hipertensión Arterial 73 36,9
Dislipemias 66 33,3
Hiperuricemia 24 12,1
Cardiopatía Isquémica 17 8,6
Antecedentes Artrosis 44 22,2
personales SAOS 81 40,9
Asma 20 10,1
Amenorrea/Infertilidad* 16 12,6*
S. Ovario poliquístico* 17 13,4*
Hepatopatía grasa no alcohol 42 21,2
Antecedentes Depresión 44 22,2
personales Ansiedad 53 26,8
psicopatológicos Abuso Físico/Sexual 13 6,6

*Calculado sobre el total de mujeres (N=127).

34 C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011


Tabl a 4
Res ul tado s de ans i edad y depres i ó n

Total Hombres Mujeres


Media DT Media DT Media DT t p r
STAI-E 16,4 10,0 14,8 8,8 17,3 10,6 -1,7 0,097 0,12
STAI-R 22,2 10,9 19,5 10,2 23,7 11,0 -2,6 0,010 0,18
BDI 6,7 4,7 6,8 4,6 6,7 4,8 0,2 0,869 0,01

no son estadísticamente significativas ni clínica- xos en las escalas de Obsesión por la delgadez (DT),
mente relevantes en el caso de la ansiedad estado. donde obtienen una mayor puntuación las muje-
Si comparamos los resultados en las escalas res, y Perfeccionismo (P), donde son los hombres
de ansiedad de nuestra muestra con los baremos los que obtienen una mayor puntuación. Los ta-
normativos de adultos de la adaptación española maños del efecto de dichas diferencias son me-
del cuestionario (Seisdedos, 1988) vemos que, en dios-bajos (,16 y ,20 respectivamente).
cuanto a ansiedad estado, los hombres se encuen- Para el análisis de los resultados de las escalas
tran en el centil 35 y las mujeres en el centil 40. del EDI-2 se tuvieron en cuenta los baremos de la
En lo referente a ansiedad rasgo, el grupo de hom- adaptación española del cuestionario (Garner, 1998),
bres se encontraría en el centil 50 y las mujeres tanto en población normal como clínica y pobla-
en el centil 45. ción de riesgo.
Por otro lado, al comparar las puntuaciones ob- Se observan diferencias importantes en los re-
tenidas en el Cuestionario de Depresión de Beck sultados según la comparación con los diferentes ba-
con los puntos de corte establecidos por Conde y remos, tal y como muestran los siguientes resul-
Useros, en la adaptación española del cuestionario tados obtenidos del EDI-2 (ver Figura 1).
(1975) en su versión reducida de 13 ítems, encon-
tramos que la media de la muestra (7 ± 5) se en- – Obsesión por la delgadez (DT): 10,8 ± 5,2.
cuentra en el límite superior del punto de corte Supone un valor muy elevado con respecto a la
propuesto para la depresión leve (puntuación total población general española (4,7 ± 5,4) y a la
en el BDI de 5 a 7). Según estos criterios, el 36% muestra de casos de mujeres en riesgo (5,9 ±
de los pacientes no padece depresión o sus niveles 5,5), aunque más cercano a la muestra normativa
son mínimos (0 – 4), el 26% padece síntomas de casos clínicos de mujeres (11,7 ± 7).
leves de depresión (5 – 7), el 32% padecería nive- – Bulimia (B): 1,5 ± 2,9. Supone un valor
les de depresión moderados (8 – 15) y el 6% pade- similar a la muestra normativa de población nor-
cería depresión grave. No encontramos diferencias mal (2,1 ± 2,8) y a la muestra de mujeres con
significativas ni clínicamente relevantes entre hom- riesgo (1,5 ± 2,6). Se encuentra algo más alejado
bres y mujeres en la puntuación de depresión. del valor de la muestra de casos clínicos de muje-
res (3,9 ± 5).
Síntomas relacionados con los trastornos de
la conducta alimentaria – Insatisfacción corporal (BD): 19,1 ± 6,6.
Supone el valor más elevado comparado con las
Se estudiaron en todos los pacientes los sínto-
muestras normativas, aunque está más cercano a
mas relacionados con los trastornos de la conducta
los casos clínicos de mujeres (13,8 ± 8,8) que a
alimentaria a través del cuestionario EDI-2. Los
resultados de los estadísticos descriptivos principa- las mujeres de riesgo (8,1 ± 7,3) y a la población
les en estas variables se muestran en la Tabla 5. normal (6,7 ± 6,8).
Se encontraron diferencias estadísticamente signi- – Ineficacia (I): 3,6 ± 4,2. Supone un valor
ficativas y clínicamente relevantes entre ambos se- muy similar a la muestra normativa de población

C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011 35


Tabl a 5
Res ul tado s del EDI-2

Total Hombres Mujeres


Media SD Media SD Media SD t p r
DT 10,8 5,2 9,7 5,3 11,4 5,0 -2,3 ,025 0,16
B 1,5 2,9 1,8 3,3 1,3 2,6 1,1 ,282 0,08
BD 19,1 6,6 18,0 7,0 19,8 6,3 -1,9 ,065 0,13
I 3,6 4,2 3,0 4,0 3,9 4,2 -1,6 ,109 0,11
P 3,7 3,6 4,7 3,9 3,2 3,2 2,8 ,005 0,20
ID 2,8 3,4 2,8 3,5 2,8 3,4 -0,0 ,999 0,00
IA 4,1 4,1 3,3 3,8 4,5 4,2 -1,9 ,056 0,14
MF 6,3 4,2 6,5 4,5 6,2 3,9 0,5 ,614 0,04
A 4,6 3,3 4,6 3,9 4,5 3,0 0,1 ,886 0,01
IR 1,9 3,6 1,8 4,1 1,9 3,3 -0,1 ,915 0,01
SI 2,9 3,5 2,7 3,2 2,9 3,6 -0,4 ,693 0,03

DT: Obsesión por la delgadez; B: Bulimia; BD: Insatisfacción Corporal; I: Ineficacia; P: Perfeccionismo; ID:
Desconfianza Interpersonal; IA: Conciencia Interoceptiva; MF: Miedo a la Madurez; A: Ascetismo; IR:
Impulsividad; SI: Inseguridad Social.

normal (3,7 ± 4,2) y a la muestra de mujeres con – Miedo a la madurez (MF): 6,3 ± 4,2. En
riesgo (2,6 ± 3,2). Se encuentra más alejado del este caso, valor similar al resto de valores norma-
valor de la muestra de casos clínicos de mujeres tivos, mujeres en riesgo (6,8 ± 4,5), mujeres
(10,3 ± 7,9). casos clínicos (7,2 ± 5,5) y población normal
– Perfeccionismo (P): 3,7 ± 3,6. Supone el (7,9 ± 4,6).
valor más bajo comparado con las muestras nor- – Ascetismo (A): 4,6 ± 3,3. Valor similar a la
mativas, aunque está más cercano a la muestra de población normal (4,6 ± 3,3) y mujeres en riesgo
población normal (4,7 ± 3,6) y a la de mujeres (4,1 ± 3). Más alejado del valor medio de las
en riesgo (4,7 ± 3,8) que a los casos clínicos de mujeres con casos clínicos (6,6 ± 4,7).
mujeres (6,4 ± 4,5). – Impulsividad (IR): 1,9 ± 3,6. Supone el
– Desconfianza interpersonal (ID): 2,8 ± 3,4. valor más bajo si lo comparamos con las mues-
Valor más similar a los casos de riesgo de muje- tras normativas, población normal (6,4 ± 5,2),
res (2,5 ± 2,8) y a la población normal (3,9 ± mujeres en riesgo (3,2 ± 4) y casos clínicos de
3,4). Más diferenciado de los casos clínicos de mujeres (6,8 ± 6,1).
mujeres (5,9 ± 5). – Inseguridad social (SI): 2,9 ± 3,5. Más cer-
– Conciencia interoceptiva (IA): 4,1 ± 4,1. cano a la población normal (3,9 ± 3,8) y a las
Supone de nuevo el valor más bajo comparado mujeres en riesgo (2,5 ± 3,1), que a los casos clí-
con las muestras normativas, está más cercano a nicos de mujeres (7,4 ± 5,4).
la muestra de población normal (5 ± 4,5) y a la En líneas generales, el perfil de nuestra mues-
de mujeres en riesgo (3,8 ± 4,1) que a los casos tra, tanto para el grupo completo como para hom-
clínicos de mujeres (10 ± 7,2). bres y mujeres específicamente, se asemeja más

36 C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011


Fi g ura 1
Gráfi co s de perfi l . Co mparaci ó n de l a mues tra de es tudi o g l o bal y po r s ex o s co n
l o s baremo s es paño l es

C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011 37


al baremo de población general, salvo en el caso el sentido de que las puntuaciones en el EAT y en
de las escalas Obsesión por la Delgadez e Insatis- el SCL-90-R, referidos a trastornos de la conducta
facción Corporal, donde se obtienen puntuaciones alimentaria y psicopatología general, respectiva-
más elevadas, acercándose más al patrón de la pobla- mente, son mayores en la OM que en los super-
ción de casos clínicos de mujeres. Sin embargo, mórbidos (Martín y Messeguer, 2008).
hemos de destacar que el IMC medio de la mues- Un 17% de los pacientes candidatos están en
tra de la adaptación española del EDI-2 fue de tratamiento por parte de su Unidad de Salud Men-
20,7 ± 3,4 en hombres y 20,1 ± 2,5 en mujeres, tal de referencia a los que, si añadimos el 3% de
bastante alejado de los datos obtenidos con nues- pacientes que son excluidos, nos encontramos con
tros pacientes. que un 20% de la muestra está en tratamiento es-
pecializado por motivos de salud mental. Del to-
DISCUSIÓN tal de pacientes, un 27% padece ansiedad y un
22% síntomas depresivos. Estos valores se en-
El estudio realizado señala que nuestra muestra cuentran en el rango inferior de los resultados des-
de pacientes presenta, en líneas generales, carac- critos en la literatura, en la que, como ya presen-
terísticas similares a aquéllas informadas en la tamos, se ha descrito psicopatología del Eje I del
literatura. En lo que se refiere a los resultados de DSM-IV-TR entre el 20 y el 60% de las muestras
la valoración, los datos que presentamos están en de pacientes con OM remitidos a CB (Martín y
el límite inferior de los descritos por Sarwer, Wa- Messeguer, 2008; Sarwer, Wadden y Fabricatore,
dden y Fabricatore (2005), que cifraban un por- 2005).
centaje de rechazos por motivos psiquiátricos en- Los resultados obtenidos en el apartado de con-
tre el 3 y el 20%. Este bajo resultado, al menos sumo de sustancias resultan igualmente muy ba-
en parte, puede deberse a que en la mayoría de los jos. Posiblemente estos bajos resultados puedan
casos, a excepción de los que acuden derivados ex- explicarse, además de por la valoración previa a la
clusivamente desde el Departamento de Salud de que se someten muchos de los pacientes por parte
Alicante Hospital General, los pacientes han rea- de su unidad de salud mental de referencia, por la
lizado ya previamente una valoración por parte de presencia de una elevada deseabilidad social, dado
las unidades de salud mental de referencia, aunque el interés de los pacientes de presentar una buena
sin que se siga un protocolo concreto y unificado imagen de sí mismos de cara a ser incluidos en el
de valoración, lo que sí se hace en UMAIO al ob- programa quirúrgico de UMAIO.
jeto de unificar la valoración de todos los pacien- Con respecto a las variables psicológicas, los
tes de los diferentes departamentos de la provincia resultados obtenidos en el STAI indican que, al
de Alicante. igual que en la adaptación del cuestionario, no
Además de lo anterior, el bajo porcentaje de ex- hay diferencias estadísticamente significativas ni
clusiones puede explicarse por la escasa presencia clínicamente relevantes en ansiedad estado entre
de pacientes con abuso de sustancias psicoactivas hombres y mujeres, pero sí en ansiedad rasgo. Es-
en la muestra, ya que ésta es una de las principa- tos resultados concuerdan con la idea de que los
les causas de exclusión (Grothe, Dubbert y O`Jile, hombres tienden más a negar que a afirmar la an-
2006), así como por el hecho de que los pacientes siedad rasgo, por lo que esta escala muestra, en
con patologías psiquiátricas están en tratamiento general, valores más elevados en mujeres que en
por los servicios de salud mental, lo que permite hombres (Seisdedos, 1988).
una estabilización de los síntomas que no contra- En cuanto a las puntuaciones en el EDI-2, la
indica la CB. muestra de pacientes con los que trabajamos pre-
Por otro lado, no hemos encontrado diferen- senta un perfil muy similar a lo encontrado en la
cias en ninguna variable entre los pacientes con literatura. En este sentido, se han encontrado dife-
OM y obesidad supermórbida (IMC > 50). Este rencias estadísticamente significativas y clínica-
resultado es habitual en la mayoría de los estu- mente relevantes entre hombres y mujeres en las
dios revisados, apareciendo únicamente un estudio escalas del EDI-2 Obsesión por la Delgadez y
en el que se encuentran de manera paradójica, en Perfeccionismo, en la misma línea que los resulta-

38 C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011


dos obtenidos en la adaptación española del cues- ción social, así como la aparición de nuevos planes
tionario. Los autores encontraron que varones y positivos de futuro.
mujeres reflejaban actitudes diferentes hacia los En conclusión, podemos decir que la valoración
aspectos personales, corporales y sociales relacio- psicopatológica y el apoyo psicosocial son funda-
nados con la conducta alimentaria, particular- mentales en los pacientes con OM candidatos a CB.
mente, las mujeres destacaban significativamente En cualquier caso, resulta preciso profundizar en el
por su mayor Obsesión por la delgadez, Insatis- estudio de la influencia que las variables psicológi-
facción Corporal, Ineficacia y Conciencia Intro- cas tengan sobre los resultados a medio y largo
ceptiva, mientras que los varones sólo destacaban plazo de la CB, de cara a protocolizar de forma sis-
ligeramente en Perfeccionismo (Garner, 1998). temática modelos e instrumentos de valoración. Por
Asimismo, Garner, Olmsted y Polivy (1983), otra parte, el progresivo aumento de sujetos candi-
en un estudio en el que aplicaron el EDI a un gru- datos a beneficiarse de técnicas de CB hace necesario
po de mujeres obesas y a otro que lo habían sido, que las valoraciones no sólo se orienten a determi-
encontraron que las obesas tenían puntuaciones nar qué sujetos se puede incluir o no en los progra-
más altas que el grupo original no clínico de los mas quirúrgicos, sino que deben contemplar el
baremos en Obsesión por la Delgadez, Insatisfa- poder disponer de datos que permitan la priorización
cción Corporal y Bulimia, y también puntuacio- de los pacientes en las listas de espera.
nes más altas que las que habían sido obesas en la
escala de Insatisfacción Corporal. BIBLIOGRAFÍA
En la misma línea trabajaron Calderón, Forns
y Varea (2009) en su estudio con adolescentes, don- 1. Aranceta J, Pérez C, Serra LI, et al . : Estudio
de encontraron que aquéllos con obesidad grave DORICA: Dislipemia, obesidad y riesgo cardio-
mostraban una elevada preocupación por su as- vascular. En: Aranceta J, Foz M, Gil B, Jover E,
et al. (eds). Obesidad y riesgo cardiovascular.
pecto físico (insatisfacción corporal y obsesión
Estudio DORICA. Madrid: Panamericana, 2004;
por la delgadez) y por su entorno social (descon- 125-156.
fianza interpersonal), así como una moderada pre- 2. Baucho wi tz AU, Go nder-Frederi ck LA, Ol -
sencia de tensión subjetiva (A-E y A-R). Resul - bri s c h M, e t al . : Psychosocial evaluation of
tados similares encontraron Britz et al. (2000) en bariatric surgery candidates: a survey of present
una muestra de jóvenes adolescentes de entre 15 y practices. Psychosom Med 2005; 67: 825-832.
21 años con extrema obesidad, quienes presenta- 3. Bl ack DW, Go l ds tei n RB, Mas o n EE. : Psy -
ban más trastornos afectivos, trastornos somato- chiatric diagnosis and weight loss following
morfos y trastornos de alimentación, comparado gastric surgery for obesity. Obes Surg 2003; 13:
746-751.
con el grupo control normo-peso.
4. Bri tz B, Si eg fri ed W, Zi eg l er A, Lamertz C,
La OM conlleva el aislamiento social y ocu- Herpertz-Dahl mann BM, Rems chmi dt H, et
pacional, así como el desarrollo de graves comor- al . : Rates of psychiatric disorders in a clinical
bilidades (Martin, 1999). Por tanto, es lógico que study group of adolescents with extreme obesity
los obesos se sientan rechazados por la sociedad y and in obese adolescents ascertained via a popula-
puedan desarrollar graves problemas emocionales tion based study. Int J Obes 2000; 24: 1707-14.
y psicológicos. La CB suele conllevar una mejo- 5. Cai co y a Co us s i ni MJ. : Evaluación psiquiá-
ría significativa de los parámetros psicopatológi- trico-psicológica. En: Martin Duce A, Díaz del
cos de los pacientes, tal como se ha señalado en Val I. Cirugía de la obesidad mórbida. Madrid:
diversos estudios (Dixon, Dixon y O’Brien, 2003; Aran ediciones, 2007; 135-141.
6. Cal deró n C, Fo rns , M y Varea V. : Obesidad
Malone y Alger-Mayer, 2004; Papageorgiou, Pa-
infantil: ansiedad y síntomas cognitivos y con-
pakonstantinou y Manplekou, 2002; Powers, Ro- ductuales propios de los trastornos de alimenta-
semurgy y Boyd 1997; Sarwer, Wadden y Fabri- ción. An Pediatr 2009; 71 (6): 489-94.
catore, 2005), tanto por la disminución del estig- 7. Co h e n J. : Statistical Power Analysis for the
ma social al perder peso, como por el aumento de Behavioral Sciences. 2nd. edit. , Hillsdale, NJ,
su reconocimiento social, lo que conlleva una dis- Erlbaum 1988.
minución de la ansiedad y del miedo a la interac- 8. Co n de V, Us e ro s E. : Adaptación castellana

C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011 39


de la Escala de Evaluación Conductual para la 21. Mal o n e M, Al g e r- May e r S . : Binge status
Depresión de Beck. Rev Psiquiatr Psicol Med Eur and quality of life after gastric by-pass surgery: a
Am Lat 1975; 12: 217-236. one year study. Obes Res 2004; 12: 473-81.
9. Co ns ens us dev el o pment co nference panel . 22. Marti n LF. : The biopsychosocial characteristics
Gastrointestinal surgery for severe obesity: of people seeking treatment for obesity. Obes
Consensus development conference statement. Surg 1999; 9: 235-43.
Ann Intern Med 1991; 115: 956-61. 23. Marti n MJ, Mes s eg uer C. : Análisis de varia-
10. Di x o n JB, Di x o n ME, O`Bri en PE. : Depre- bles psicopatológicas y demográficas en una po -
ssion in association with severe obesity: chan- blación de pacientes remitidos para valoración
ges with weight loss. Arch Intern Med 2003; psiquiátrica previa a cirugía de obesidad mór-
163: 2058-65. bida. C Med Psicosom 2008; 86-87: 52-59.
11. Garner DM, Ol ms ted MP y Po l i v y J. : Deve- 24. Mauri M, Rucci P, Cal dero ne A, et al . : Axis
lopment and validation of a multidimensional I and Axis II disorders and quality of life in
Eating Disorder Inventory for anorexia nervosa bariatric surgery candidates. J Clin Psychiatry
and bulimia. Int J Eat Disord 1983; 2: 15-34. 2008; 69: 295-301.
12. Garner DM. : Eating Disorder Inventory-2 (EDI- 25. National Institutes of Health, National Heart,
2). Madrid: TEA Ediciones, 1998. Lung and Bl o o d Ins ti tute. Clinical Guideli -
13. Greenburg I, Perna F, Kapl an M, et al . : Be- nes on the identification, evaluation and treat-
havioral and psychological factors in the assess - ment of overweight and obesity in adults. NIH
ment and treatment of obesity surgery patients. publication 1998; 98: 4083.
Obes Res 2005; 13: 244-49. 26. Papag eo rg i o u GM, Papako ns tanti no u A,
14. Gro the KB, Dubbert M, O `Ji l e JR. : Psy - Manpl eko u E, et al . : Pre- and postoperative
chological assessment and management of the psychological characteristics in morbidly obese
weight loss surgery patient. Am J Med Sci 2006; patients. Obes Surg 2002; 12: 534-39.
4: 201-206. 27. Pérez J, Gas tañadui MJ. : Valoración psicoló-
15. Herpetz S, Ki el mann R, Wo l f AM, et al . : gica y psiquiátrica de los candidatos a cirugía
Do psychosocial variables predict weight loss bariátrica. Papeles del Psicólogo 2005; 90:10-14.
or mental health after obesity surgery? A syste- 28. Po wers PS, Ro s emurg y A, Bo y d F, et al . :
matic review. Obes Res 2004; 12: 1554-69. Outcome of gastric restriction procedures: weight,
16. Hi l l JO, Catenacci V, Wy att HR. : Obesidad: psychiatric diagnoses and satisfaction. Obes Surg
visión general de una epidemia. En: Wadden T, 1997; 7: 741-7.
Stunkard A, Barkowitz R (eds). Clin Psquiatr Nort. 29. Sarwer DB, Wadden TA, Fabri cato re AN. :
Barcelona: Masson, 2005: 1-25. Psychosocial and behavioral aspects of bariatric
17. Kral JG, Bro l i n RE, Buchwal d H, et al . : Re- surgery. Obes Res 2005; 13: 639-48.
search considerations in obesity surgery. Obes 30. S e i s de do s M. : STAI. Cuestionario de Ansie-
Res 2002; 10: 63-4. dad Estado-Rasgo. Adaptación española. Madrid:
18. Luján JA, Parri l l a P. : Selección del paciente TEA 1988.
candidato a cirugía bariátrica y preparación pre- 31. So g g S, Mo ri DL. : The boston interview for
operatoria. Cir Esp 2004; 75 (5): 232-5. gastric by-pass: determining the psychosocial
19. Maddi SR, Fo x SR, Kho s haba DM, et al . : suitability of surgical candidates. Obes Surg
Reduction in psychopathology following baria- 2004; 14: 370-80.
tric surgery for morbid obesity. Obes Surg 2001; 32. v an - de r Ho f s t adt CJ, Pé re z E, Ab ad AL,
11: 680-5. B e re n g ue r R, Mo n c h o E, Pi c o A. : Progra-
20. Maho ney D. : Psychological gender differences ma multidisciplinar de intervención grupal pre
in bariatric surgery candidates. Obes Surg 2008; cirugía bariátrica. C Med Psicosom 2010; 93-94:
18: 607-10. 34-44.

40 C. Med. Psicosom, Nº 99 - 2011

Vous aimerez peut-être aussi