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EL ARTE
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; crsión española de
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Adriá11 Recinos
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Esca ohra fué publii.::1&1 por el .lnMitmt et- ·fot:·_S;1mmcnligncmle Kultu rforskn íng,
de Osl11, con el título l'ri111iti'.'I! clTt.
·; PREFACIO
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a una for 1na dog¡nática co1111í11 para transforniarlos en verdaderos
por los fe11r5u1e11os del bip11otis1110 y la sugestión en los cuales ~stas
tabús.
líneas ya no parece11 estar disti11ta-n1e11te trazadas. Nuestro a111b1e11te • P'" ·•• :·::.~-::-':: .-: .'.~ '!.'.'t:gia?- Creo que ..(":i u.n ·1.11 11cbacbo sorpre11-
cultural ba grabado t,111 profu11d11111e11te esta· 11vció11 en nuestra i11te- dier;· ~ 1;/,~ 11 ien escupiendo sobre su fotografía y baciéud.ola peda-
lige11cia, que co11sidcrJ111os co1l!o 1111 becbo f1111dtn11e11tal que lo~· zos, se se1'7tiría co11 razón, ultrajado. Sé que si esto 111e J:uluera acon-
fe11ó111e11os 1/laterialcs, parth'11/ar111e11te fuera de la co11ducta del tecido a 1/!Í cuando era estudiante se habría producido 1111 ~ue!o
bo111bre, 11U11ca puedeu ser iuf/uídos por los procesos 1ne11tales .v y yo b11bría be/cbo todo/º posible: por _h~ferir a ~ni_ adv~r~ar:~ 111
s11bjetiiYJS. C'o11 todo, cad,1 deseo '1.•ebe111e11te i'lnplica la posibilidad natura /o q 11 e et 111e babia hecho 1n cff1g1c, y haorra co11s11t1 ado
de ret7lizarse, y /ns or,1cioues e11ca11¡juadas a conseguir be11eficios u;i triu11fo co1!10 una co1npensació11 del daño que se 1ne babia cm1-
objeti<t os o recibir 1111:rilio 110 difiere11 e11 principio de los esfuer-:,os
1
sado; todo esto sin significado alguno psicoa11alítico. No creo. 911e
del bo111bre prirniti·¡:o realiz.ados con el propósito de i11te1";)e11ir eu el
171is se11ti11Jie11tos bubiera11 diferido gran cosa de los de ~tros JOVe-
curso i11co11tr.olahle de Ja 11aturaleza. [..,a credulidad cou que se--· 11es. F,11 esto ta7ubién, la reducción a una for1na co11n1n Y a un
aceptan feo1:ías f1.111tásticas relatii•as a la salud, el brote co11sta11te do~··111a uos baría retroceder a actitudes "rnágicas". . .
de sectas religios,1s cou abstrusos priucipios dog1J1áticos 1 así co1110 ,, Todos aquéllos que están co11vencidos de nuestra super1or1da~
las 11Jodas e11 las doctril!as científicas y filosóficas, de711uestra11 lo mental y de la incapacidad de los primitivos para pensar _con e/an-
endeble de 1n1estr1.1 prete11sit511 de fabriC<1t 1n1 siste'llltl racioual del dad, pueden leer con provee/Jo la colecció11 de superstzczo11es de
11n1ndo. est11dia11tes~ universitarios reunida por el doctor Tozzer y las lu1111-
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El. segundo p1mtofzmdamc11tal que debe tenerse presente es e11tre la distribución de los becbos culturales y su _nntigiiedad. ÓEl
pri11c~pio funda111e11tal contenido en esta hipótesis fué discutido
que cada cultura puede entenderse únicantente co1110 un producto
histr5tico detl!T71JÍ11ado por el 111nbiente socinl y geográfico e11 que 01:1plta111e11te po1· Georg Gerla11d en 1875/-3 aunque no esta111os
cada pueblo ha údo colocado y por la 111011era co1110 desarrolla el dispuestos n aceptar sus co11cl11sio11es. Los datos de la arqueolof.!.Ít?
material cultural que llega a S7l poder como aporte del exterioi· o prehistórica de1111testr1111 que algunas de estas conquistas 1n1i·i)ers1;les
se remo7Jtan a la época paleolítica. Los utensilios de piedra, el fuego
co'!~º. frmo ,d_e su propia facultad creadora. Para los fines de t17J
anahszs b1stor¡co tr11tnre7JJOS cada probl(!777a particular ante todo y los or77r11nentos se e11c11e11trn11 en ese periodo; pero la alfarería y
co1110 una unidad y proc11rare111os dese11redar los bilos que pue- la agricultura, que está77 distribttídas 1ne11os u11iversah11ente, apa-
den descubrirse e11 el desa1Tollo de su fot"'!lla actual. Por esta razón rece11 después, y los 111etales, cuyo uso es aún 111ás li11!Ítndo et1
110 dare:11os pr~11cipio a 1111.estrds i11vestigtrcio11es e i11terpretacio11es espacio, se encuentran todtt<..'Ía 1nás tarde.
co1J10 s1 se bulnera de1llostrado defi11itii·a111e11te la tesis f'1!17-da111e11ti1l Se ba11 hecho te11tatí·-;,Jas recientes para elevar a Ja enterraría de
de un solo desarrollo e11 u11a direcció11 1Í11ica de rasgos culturales eu pri11cipio ge11era{ este punto de """'ista que, con la precaució1tdehida,
todo el 111u11d~, de _7171 desarrollo que sigue en todas partes las 1nis- puede aplict1rse aquí y ,1/lá. H erbert Spinden en su rc-constrttcció11
n1ns ~rayectortas. S1 se pretende que la cultura ba seguido un curso de la c1:0110/op;ía prehistórica, A/fred ](roeber en su a11álisis de las
for111L1S c11lturales de la Costn del Pacífico y zílti111a111eute Clirrk
Se'/lle¡ante, debe prob11rse ttrl aset•er.1ció11 lh1sá11dose en estudios 11;i-
nuciosos_ de los ca111l;ios bistóricos brthidos e11 cult'l!ras separadas y TT1issler, han erigido cou funda1ne11to sobre :ste principio 1111 sistr!?n.1
por 111ed10 de 1111n!og1t1s en su desarrollo. de ~11c11de11r11nientos históricos que 1ne j1(1rece co111pleta1ne11te insos-
Puede asegurarse que el estudio crítico de los últi111os n17os ba teuzble. Que los rasgos c11!t11rales a1np!ie1111ente distribuidos desarro-
refutado defi11itit·,11neute 111 teoría acerca de In existe11cia de bo1no- lla11 for1nns especiales C!1J coda territorio j)articulnr es 111¡,1 'i.'Crd,1d
logías,de largo nlcauce que 11os per1aitiría11 ordenar todas /ns ;nfllti- tri!l.rda que 710 11ecesit11 de111ostrt1cid11. Que estos adsarrollos loc,7/es
pl_es lineas cult11r11les e11 tf1}¡7 esc11/,1 ascendente e11 la que se pueda pueden orde1h1rse en seríes crouolágicas y que los de distrí/Juciá11
asignar a cada 111h1 el lugar que le corresponde. 1l~if~· (i711itnd11 S07l los~ 1nás jói,eues, es sólo en pa1·te ·uerd,1d. l\r o es
_Por otra parte, existen circ1111stcr11ci.1s di11á1uic11s, hnsndas en el d1f1cd e7!contrar fe1101nenos que está11 centrt1liz.,1dos c11 cierta re1rió7l
a111lne11te, _e~1-facta1:es fi.<>iqJ.6p)¡;os, psicológicos y socii1les, que pue- ~' se 1l'S'i..'i77lece11 en la periferia, pero 110 es cierto. qu~ _fsto.r ,st;7·fr11
den producir procesos c11!tur11les se1nej1.111tes en dif ercJJtes jJ11rtes del 11l'"<-'11r1able1ne11te en 1111 11ntiguo substrato. AJ co11trt1rio, ocurre fre-
c11e11te111c1~tt! que uua ide,r, di11¡.1111~11do de 1111 ce11tro, se propaga e11
11n_111do, d_e 1;h;11er,1 que es probable que alguuos de Jos nca;1teci-
1J1~e11tos 1~1stor1cos p11cd1111 co11teu1jJli1rse desde pu11tos de r,,,iista din,f- 1117,1 'i.'1rst1r arc.r. T111JJpoco debe buscarse sie111pre el orige11 en el área
uucos 1llt7S ge11erall!s. de 7ll11yor desJ1rrollo. De /¡1 1nh-,1111 'll!111u:r,1 que e11contr111nos a11i11h1-
. N_o s:,.dispo11e_. -'j1~ e111b,1rgo, de d11tos bistr5ricos, y cuando 111 les que sobre·<.'Í'vc11 )' prosperan cu regiones 11111y díst1111tes de la
tn·-..·cst1g11:1(:n pref11stor1c11 110 re·-..·e!1? /11 sucesiá11 de cr1111bios cultu- !! fo11r;1,1l of Anh'rlc.111 Fol/.:-f.or~·. ,·ol. 11', pp. i.;-J(); t;1111hiCn en Sci~·nce,
rales, el u111co 111e1odo de estudio que ¡n1ede e1nplenrsc er el geográ- YOl. XH (IH88). PP· 19-1--196.
~: A11rl.>ropolo.!!,iscl.•c B.-iir.'igc1 1--iallc :1/S, pp. 401 ss.
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12 PREFACIO PREl'ACIO B
localidad en que se desarrollaro11, los rasgos cult1trales pueden trans- u1e11te posee111os. H_ay uzuy poc~s partes dr¡l_111undo en ~f!nde po-
portarse y enco11trar su expresión ·1nás alta en regiones 1t1uy apar- da1nos señalar 111edzante el estudio arqueologzco o geografzco co11~
tadas de S'!' ,..,.,.¡:.::~·:.'. !.;J:: !:;·,~·:::,:.; ;:1,hi:duY·J:e Jle11in, ·ius ·raiiados en parativo, el crechnie11to de. los estil~s. del arte. La a~queologza
11u1dera de Ja Nue'L'i7 Zela11dia, los trabajos de bronce de la a11tigua prehistórica en Europa, Asia y A7nerzca de7nuesr;·a, szn e'lnbar-
Escnudinavia, la gigantesca obra de piedra de la isla de Pascua, los go, que así co1110 los rasgos cultura(es ge11er~les estan en const~nte
antiguos desarrollos c11/t11rales de lr/a17da y sus influencias e11 Euro- estado de reflujo, así tt111zbién ca1nb1an los estilos del arte, y las z11te-
pa son eje1llplos de este becbo. rr1~pcio11es e1l la rvídtT t1TtÍstica de~ pueb/~ S077 a :nen.udo tan repen-
lguahne11te i:nse,f.!.·rrros son los 111étodos e7!lfJleados por Fritz ti11as que sorpte11den. Falta rveT Sl es posible derzvar le;;e_s valederas
Grae/mer y l'ater JV. Sclnnidt, q11ie11es prete'llden la estabilidad de que 1·eguleu el creci711ie11to de estilos de art~ especzfzcos, conzo
ciertas correlacio11es 1111ty antiguas, y ficticias segú11111e te-n10, entre los que Adamt¡. '!ª"Sebe/tema ha tratado de_ derivar para el a;te.de la
los rasgos cul_t1!Tªles. Eu.roptr septe~it)·io11al.~ Gracias a la creciente de~treza tecnzca.. Y
Probable11JeJ1te 110 hay necesidad de señalar la i11conve11ie11cia al perfecCio11anlie11to de los i11str1l7Jll!17tos de traba;o est~s c~1nbzos
extrema de la tentativa becba por El!iott Smitb para reducir todos está11 ita1nados a ocurrir. Su curso está 1narcado por la hzstorza cul-
los fe11ó11zenos etnológicos a una sola, y, hablando en se11tido a11tro- tural ~~e11eral del pueblo; pero 110 esta111os l!'IZ situación de ~e~l~rar
pológico1 tardía fuente, y para suponer la per111t111l!11cia de for111as que fas 111is1nas teude·ncias, 111odificadas por los sucesos bzstorzcos
culturales que en 11i11gu11a parte existe11. "focales, reaparecen en el curso del desarrollo del arte en todas partes.
Se ba observado frecue11ternente que los rasgos culturales son /Jeseo expresar 11Ji agradeci111ie11to a todos los que 111e han
excesivanzente tenaces y que al:sunos de ellos, de respetable anti- ayudado a reunir el 1J1aterial gráfi~o d~ este volu1nen. E_stoy reco-
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güedad, sobreviven hasta en los tie1npos actuales. Esta circu11sta11- uocido al ¡l¡fuseo A11zerica110 de H1stor1a Natura/, especzahnen.te al
cia ha creado la i-lnpresió11 de que la cultura prhnith;a es casi estable 1 Dr. Pli11y E. Goddard, por baben11e co11cedido per'llliso para man-
y ha pem1anecido en su fonna actual por espacio de 111ucbos siglos, : dar hacer dibujos de los especí111e11es, por su ayuda generas~ p~ra
lo cual 110 está de acuerdo con la realidad. Dondequiera que en- escogerlos y por el uso del 1nateri_al ilustrativo d~ las publzcaczo-
co11tra111os infor111ación detallada ve1J1os fonnas de objetos y cos- 11es del Museo. Estoy reconocido 1g11al111eme al .F1eld Museum de
t1nnhres en constante reflujo, unas veces estab/(!s por cierto tie111po Cbicago; al Museo Nacio11al de los Estados Umdos, de. fVasbzng-
y otras sufriendo rápidos ca111bios. En el curso de este proceso, elc- toll' al Museo de la U11it•ersidad de Pem1sylva111a e11 Filadelfia, al
111e11tos que en u11a época estaban reunidos co1110 unidades cultura- Fre~ Puh!ic Muse11111 de la ciudad de .Hilwaukee y al L111de11 Mus-
les, concluyen por separarse; algunos sobrevi1,,>en, otros 1nuere11, y e11117 de Stuttgrtrt por lt7s ilustracioues obtl!11iáas de sz~s especí111e-
por lo que hace a rasgos objetivos, la fo1711a cultural puede conver- nes. Los dibujos fuero11 becbos por Mr. fV. Baake, Miss M. Fran-
tirse en un cuadro caleidoscópico cou1puesto por una 1nisce!á11ea de ~iska Boas y Miss Lilliau Stemberg.
e/e1ne11tos que, sin e111bargo, son 111odelados de nuevo de acuerdo
con el variable fondo espiritual que integra la cultura y transfo17na
el 111osaico en un todo Otgáuico. A 1nedida qúe 1nejora la integra-
ció11 de los ele1ne11tos, la cultura nos parece 1nás valiosa. Creo que
puede afinnarse que la superr1..1ive11cia coherente de los rasgos cultu-
rales que no está11 couectados 01·gá11ica1nente es su111a1ne11te rara,
111ie11tras·4ue ros ele7lle11tos indi·vidua!es )' separados unos de otros
puede11 poseer 1111a lo11ge7.'idad 1naravillosa.
NINGÚN pueblo que conozcan1os, por dura que sea su vida, invierte
todo su tictnpo, todas sus energías en la adquisición del alin1ento y
Yivicnda, así con10 ta111poco aquellas gentes que \'iven en circuns-
' tancias inás fa,·orablcs y que pueden dedicar librcn1cntc a otr:as acti-
í vidades el ric111po que no necesitan para conseguir el sustento, se
ocupan sólo de trabajo pura111cnte industrial o ven correr los días
en dolce far 11ie11te. I-hsta las tribus más pobres han producido
obras que les proporcionan placer estético, y aquellas a quienes una
1 naturaleza pródiga o una inventiva 1nás rica les pcr1nitc vivir sin
Z()Zobras dcdic,111 gran parre de sus energías a la creación de obras
de arte. ·
i De una nlancra u otra todos los nlien1bros de Ja hun1anidad
gozan del placer estético. Ko iinporta cuán diverso sea el ideal que
se tenga de la belleza; el carácter general del goce que ésta pro-
duce es en tod:.1s p;1rtes del n1is1no orden; las rudas canciones de
los siberianos, la danza de los negros de Afric-a, la pantonü1na de los
indios de California, los trabajos de piedra de los neozelandeses,
los tallados de los de Mclancsia, la escultura de los de Alaska, tienen
para ellos un atractivo que no difiere del que nosotros sentin1os
cuando cscuchan1os un;1 canciún, vcn1os un baile artístico o adnli-
ra1nos una obra orna111ental sea pintura o escultura. La incra exis-
1
tencia del canto, baile, pintura o escultura entre las tribus que co-
nocen1os es una prueba del afán de producir aquellas cosas que
causan satisf~1cción por su for1na, y de la aptitud del hon1bre para
1 gozar de ellas.
Todas h1s actividades hun1anas pueden revestir fonnas que les
concedan 111érito estético. El sin1plc grito o la palabra no poseen
1 neces;:lrian1ente los atributos de lct belleza, y si acaso los tienen es
sólo por accidente. Los 1110Yii11ientos violentos e incontenibles que
pro\"oca la excitaci/in del ánin10; los ejercicios de la caza y los n1ovi-
nücntos gue requieren las ocupaciones di<1.rias, son en parre reflejos
de la pasión y en parte son detcnninados por necesidades prácticas;
¡;
16 INTRODUCCION !NTRODUCCION 17
no tienen ;1tr:!ctivo estético in1ncdiato. J_,o 111isn10 ocurre con todos Puede decirse que la consecuciún del triunfo es lo de menos
los productos de la acrivi<.i;1d industrial. J)ar una inano de pintura. 111ienrr.:Is exista el ideal de belleza por el cual trabaja l,.I atL~::iL•(, rtuu
cortar la 111;~Jcra o el hueso, tallar la piedra, no conduce por fuerza cuando por defectos de técnica no le sea dable alcanzarlo. Alois
a rcsult:!dos que dc111andcn nuestra ad111iración por su belleza. Ricgl expresa esta idea diciendo que la volunt~1d <le producir un
Sin c111hargo, todos estos acto:; pueden revestir valores estéti- resultado estético es la esencia del trabajo artístico. l~ien puede
cos. Los w1ovii11ic11tos rírn1icos~dcl cuerpo o de los objetos, fon11;1s athnitir!!c la verdad de este ascrro e indudable111enre son 111uchos los,.
<.]UC seducen la vista, la serie de tonos y 111odalidadcs de la pala- indi,·i<luos que se esfuerzan por expresar un inipulso estético sin
hrcl agrcldahlcs al oído, producen efectos artísticos. L<1s sensaciones poderlo realizar; su lucha por obtener un result<1<lo presup~n1e la
n1uscul,a~cs, visuales y auditivas son los n1atcrialcs que nos dan pla- existencia de una forn1a ideal que los 111úsculos inexpertos son inca-
cer cstctlco y <.1uc se cn1plcan en el arte. ", ·- - paces de expresar debidan1ente. El senritniento intuitivo de h1. forrna
. Podc1nos h<1hl:1r ta111hién de las i111presiones que. esri111u-lan los debe estar presente. Hasta donde alcanza nuestro conociniiento de
sentidos del olfato. el gusto y el tacto. Una co111binaci{Jn de olores, las obras de arte de los hon1bres prinütivos, el scnri111ienro de Ja for-
llll f?stín gasrron_i'nnico pueden lhunarsc obras <le arre con tal que 111a está íntin1a111ente ligado con la experiencia técnica. La natur<l-
despierten scnsac1oncs placenteras. lcza no parece presentar ideales forn1ales -o sean tipos fijos que
¿Qué es entonces lo que da a la sensación un valor estético~ inürar-, salvo cuando en la vida diaria se hace uso de un objeto
Cua1_1do el traran1icnn~ t_écnico ha alcanzado cierro grado de exce- natural, cuando se le inaneja, acaso con modificaciones, por n1edio
lencia, cuando el do1111n10 de los procesos de que se trata es de tal de procedinlienros técnicos. Parecería que solanicntc de esta rnanera
narur:1leza que se producen cierras fonnas típicas, da1nos al proceso logra la forn1a iinpresionar la 111enre hun1ana. r:i 1nero hecho de
el non1bre de arte, y por sencillas que sean las fortnas pueden juz- que los artefactos, obra del hon1bre, en rodas y cada una de la~ par-
gars? <les<lc_ el punto de viSra de la pcrfccciún forn1al: las ocupacio- tes del inundo tienen un estilo pronunciado, de111uesrra que ¡unto
nes 1ndustr1ales co1no la de cortar, tallar, n1oldear, tejer, así corno con las actividades técnicas se desarrolla un sentiniiento de la for111a.
las de cantar. bailar y cocinar, son susceptibles. de alcanzar exce- >:"ada existe que indique que la siniple conteinplaci<'in de la natura-
lencia técnica y fonnas fijas. El juicio de la perfección de la fonna leza o de los objetos naturales desarrolle un sentido de una forr11a
té~ni~a es csenci:11Inenre un juicio estético. No es posible declarar fija. Tan1poco poscen1os prueba alguna de que se desarrolle una
obJCtlvan1cntc donde debe trazarse precisa1nente la línea de sepa- forn1a estilística definida con10 producto puran1cnrc de la in1c1gina-
raci/111 ~nrre I.1s fonn;:is artística y preartístic;J, porque no poden1os ci/1n del trabajador, sin que éste vaya guiado por su experiencia téc-
derernllnar exacr,uncnre en diinde conücnz:1 la acritud estética. Sin nica que le hace darse cuenta de la fonna. Se concibe que las forn1as
cn1bargo, parece cierro que dondequiera que se ha desarrollado un estéticas clc111enrales con10 la sirnctría v el rirn10 no dependen de
tipo definido de 1110\·i111iento, una sucesión definida de tonos o una ;tctividades técnicas; pero éstas son c~n1unes ;~ todos los estilos
'I
fonna fija, debe convertirse en una nonn;.1 conforn1e ¡1 la cual se ha de arte, no son específican1cnte características de ninguna región en
de n1c<lir su perfección, es decir, su belleza. particular. Sin estabilidad en la forn1a de los objetos n1anufacrura-
· Ti.stos tipos existen en h1 hu111anidad en rodas p:1rtes del inundo, dos o de uso co111ún, no hay estilo; y la estabilidad de h1 forn1a
y dcbe111os dar por scnt;~do l1UC si un<t fon11a t1Lrc 1iü ~e ·;tjusta ·.i L1 ! depende del des".lrroilo de una alta técnica, o en unos cuantos ca-
nonna establecidtt dc111ucsrra que posee un atracti\'O estético para sos, del uso constante de la misma clase de productos nm1rnles.
una conn1nidad. debiera adoptarse in111cdiatouncntc. La fijeza de la Cuand() se han obtenido formas estables, puede sobre\"cnir el des-
forrna parece esr:1r 111ás Ínti1na111entc conectada con nuestras ideas ·Jrrollo i111<lginarivo de la fonna en una técnica in1pcrfcct~1. y en este
de belleza. caso la volunrad de producir un resultado estético puede c;..:ceder a
Con10 una nnn11:1 perfecta de la fonna soL.1111ente puede alcan- la capacidad del presunto artista. La 1nis111;.l. consideración es ,·erda-
zarse en una técnica tllll)' desarrollada y pcrfecran1cnte controlada. dcra cuando se trata del valor estético de los n1ovi1nicnros n1uscu-
debe h<1ber una ínri111a relación entre la técnica y el sentin1icnto de larcs de la canciún y del baile.
la belleza. . Los artefactos' construídos por el hornbre en todas partes ilel
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¡,t: 18 INTRODUCC!ON INTRODUCCION 19
'
/i mundo demuestran que las formas ideales se basan fundamental- arte, f' que, con10 el lenguaje,. e~ arte es una f_orrna de exp~esi?~· ~,n
1
mente en norn1as desarrolladas por técnicos experin1enrales. Pueden los tie1n pos modernos esta op1n1on se basa en p:artc cu c1 11 .......... v ""'""'
ser también desarrollos in1aginativos de formas establecidas n1ás an- servado frecuenten1ente de que en el arte primitivo hasta las simples
tiguas. Sin una base formal, la voluntad de crear algo que ejerza formas geoxnétricas pueden poseer un senti? o q~e .se une a. su valor
atracción sobre el sentido de la belleza, difíciln1cntc puede existir. ciuotivo, y que el baile, la n1úsica y la poes1a casi s1en1pre tienen t;n
significado definido. Sin e1nbargo, el significado de la for~a art1s-
i\1uchas obras de arte nos afectan de otra n1ancra. Las e111ocio- tica no es universal, ni puede dcn1ostrarse que sea neccsar1an1ente
nes pueden ser cstin1uladas no sé>lo por la forn1a, sino tan1bién por más antiguo que la pura forma. . ., , .
la asociación estrecha que existe cnrrc la forn1a y las ideas de la No es mi propósi~eng::ar en una discus1on de las reor1as filo-
gente. En otras palabras, cuando las forn1as encierran un significado sóficas de la estética y nlC concretaré a hacer unas pocas observa-
porque evocan experiencias anteriores o porque obran como símbo- ciones sobre IOs puntos· de vista de algunos aut?res que ,h~n tratado
los, un nuevo clcn1cnto se ~rcg;1 al goce estético. La for111a y su recienten1ente del arre sobre la base del material etnolog1co, y eso
signi~ica~o s~ co111binan para elevar el aln1a por encima del estado sólo en cuanto se refiere a la cuestión de si el arte prinlitivo es
e111onvo 1nd1fcrenrc de la vida de todos los días. De esta n1anera expresión de ideas definidas. .
puede afectarnos una hcnnosa estatua o una. pintura, una composi- Nuestros puntos de vista están fundan1ental!~1en;,e .de ac.~1crdo
ción musical. el arre dran1ático, o una pantonlin1a. Esto no es n1enos con los de Fechner, 1 quien reconoce la atracc1on directa . que
cierto tratándose del arte priniirivo que del nuestro. ejerce la obra de arte, por una parte, y los clen1entos asociados
A veces el pla~cr estético proviene de formas naturales. El que dan un tono específico a los efectos estéticos, por la otra.
canto de un pájaro puede ser bello; podemos experimentar placer \.''undt 2 restringe la discusión del arte a las formas en que
conten1plando la fonna de un paisaje u observando los n1ovinüentos la obra artística expresa algún sentinüento o en1oción. Y dice así:
de un animal; poden1os gozar de un olor o sabor natural o de otra "Con respecto al estudio psicológico el arte se encuentra en una
sensación agrad;.1ble; la grandeza de la naturaleza puede causarnos posición intern1edia entre el lenguaje y el nlito ... De esta manera,
una viva- cn1oción, y los actos de los ani111ales pueden tener un efec- la obra creadora artística se nos presenta con10 un desarrollo pecu-
to dran1ático: todas estas cosas tienen un valor estético, pero no liar de los 111ovit11ienros expresivos del cuerpo. Los 1.1den1anes y el
son arte. Por otro lado una 111elodía, una escultura, una pintura, una lenguaje pasan en un n10111ento fugaz. En. arte se les da algun<1s
danza, una p:1nto1ni111a, son producciones estéticas port1ue han sido veces un significado 111ás elevado, y en ocasione~ al n1on1ent~ ~ug;iz
creadas por nuestras propias ;:tcti,·idadcs. La forn1a, y la creación se le da fonna pennanente ... Todas estas relaciones se n1an1f1estan
por nuestro propio esfuerzo, son características esenciales del <Irte. principaln1enre en las etapas relativan1ente antiguas, aunque .no en
El goce o clcvaciún del al111;1 debe producirse por un;1 for111a par- las n1ás antigu1.1s de la obra artística, ~n las cua_les las neccs1dad_cs
ticular de i111presiún de los sentidos, pero esta i111prcsión .de los senti- 1non1cnnlneas de expresión del pensanuento don11n1.111 el arte lo n11s-
,1-.
dos debe lograrse por algún género de actividad h un1ana o por n10 que el lenguaje."
· úlgltn producto de la activid,1d hu1nana. Max \T er\vorn 3 dice: "El arte es la facultad de expresar proce-
Es esenci;1l tener presentes h1s dos fuentes de efecto -artístico, ;0s. _co~;ci~·l1t-e~t·pc;r-ú1edíl:iS·crcados por el propio <trtista, de n1ane-
la una basada sol<11nentc en la fonna, la otra en ideas asociadas con la ra que puedan percibirse por nuestros órganos de_ los scntid?s. En
forn1a. De orra .111anera la teoría del arte sería unilateral. Con10 el este sentido CTeneral el lenguaje, h1 canción, la 1nús1ca y el baile son
arte del hon1bre de todas p~1rtcs del 111undo, tanto entre las tribus arte, lo inisn~o que L1 pint...ur-.1, la escultura y la orn·,1n1entación. L.1s
prin1itivas co1110 en las ll<ICiones civilizadas, contiene a111bos cle111en-
:os, el pur;H11enre for1nal y el significativo, no puede accp~arse la 1 G. T .. Fcchncr, Vorscbule der Aestbetik.
:?'\lilhcln1 'Vundt, VOlkerpsycbologfr:, vol. 3, "Die l(unst"; 3"' cd., Lcip,.zig,
idea de fundar todas las discusiones acerca de las n1anifestaciones
1919, p. 5.
del ir:ipulso de_l arte en la hipótesis de que la expresión de los estados 3 !)ie A11fá11ge dcr J{unst, Jcna, 19::!0, p. 8. "Kunst i111 al\gcn1cinstcn Sinnc ist,
etnonvos 111ed1ante forn1as significati\'<lS debe ser el principio del wic das \\ºort scho!l sagr, cin 'J..;:ünncn'."
¡ INTRODl.íCCI()!~ 21
20 INTRODUCCION
ra todo adorno con10 representativo y ve el origen del arte en el
art~s. gráfic~<;y plásticas, en el sentido limitado de la palabra, resul- 1 pro_c_e!;() jn_ conscienre n1ediante el cual se presenta la forn1a con10
tan como consecuencia de la capacidad de hacer visihlcs los proce- alcro distinto del contenido de la in1presión visual, y en el deseo de
sos conscientes por n1cdio de inatcrialcs pcnnancntcs." d:.~r a aquélla un carácter pern1anente (p. 51). Por esta razún con-
Richard Thurn\vald 4 acepta el punto de vista de \\Tundt cuan- sidera ta111bién las fonnas artísticas con10 equivalentes de la n1anera
do dice: ".l'.] arte, por in1pcrfccros que sean sus recursos, es un 1 con10 la for111a se presenta ante el artista prinütivo.
!ncdio de expresión que pertenece a la hu1nanidad. Los 1ncdios que 1 Alfred C. Hadd<m' y W. H. Holmes' buscan el origen de todo
i
c111plca son diferentes de los que se usan en los adc111ancs, el lengua- el arre decorativo en el rcalis1110. J)iscutcn el traslado de las forn1as
je y la escritura. Hasta cuando el artista se propone l1nica111cntc la técnicas al arte orna111enral, pero \'Cn en éstas tan1bién el resultado
repetición de lo que ,picns~, lo hace por lo n1cnos con el propósito del cn1peño de reproducir la forn1a rcalística, es decir, detalles té~
subconsciente de con1Uriiear sus ideas o de ejercer influencia sobre nicos. 1-Ienry Balfourrn" está de acuerdo, en general, con esta posi-
los demás." ción, pero insiste tan1bién en el desarrollo de los n1otivos decorati-
El n1isn10 punto de vista unilateral puede reconocerse en la vos partiendo del uso actual de procesos técnicos.
opinión de Yrjü Hirn,;:; quien dice así: "A fin de co1nprender el Gottfried Sen1per 11 encarece la in1porrancia de la forn1a según
i1npulso artístico co1no una tendencia a la produccilin estética debe- la detertnina la n1anera de usarla, e Ínsiste en la influencia de los
n1os ponerlo en relación con alguna otra función de cuya naturaleza dibujos desarrollados en el tejido y en su traslado <l otras forn1as de
pueden derivarse las cualidades artísticas específicas. Esta función técnica, especialn1entc a forn1as arquitectónicas.
crce1nos que puede encontrarse en las actividades de la expresión Alois Riegl l:! se inclina igualn1ente a dar in1portancia al carác-
cn1otiva.'' ter representativo de las forn1as niás antiguas del arre, basando sus
Se notará que todos .~stos autores reducen su definición del razonan1ientos esencialn1ente en los tallados y pinturas realistas pa-
arte a aquellas forn1as que son expresión de estados en1otivos o ideas, leolíticas. Considera con10 el paso n1ás in1portante hacia adelante el
pero que no incluyen en el arte el placer producido por ele1nenros esfuerzo hecho para presentar a los anin1ales en su contorno, en una
pura1nente fonnales gue no son prin1aria1nenre expresivos. superficie de dos dünensiones que requiere el en1pleo de una línea
Ernst Grosse '' expresa opiniones se1nejantes en fom1a algo di- ideal Cn lugar de la forn1a de tres dimensiones que se nos ofrece en
ferente. Insiste en el propósito práctico de las fonnas artísticas que nuestra ~xperiencia de cada día. Supone que el adorno geo111étr~co
le parecen prin1arias. Sin en1bargo, supone que estas for111as, aun- se desarrolló mediante el manejo de la línea, habiéndose obtemdo
que dedicadas ante todo a fines prácticos, se destinan al 1nis1110 ricn1- por el procedinüento que se ha 111encionado, de acuerdo con prin-
po a llenar una necesidad estética sentida por el pueblo. Así, dice cipios for111ales.
t1ue el ornamento prinütivo, tanto por su origen con10 por su natu- Prescindiendo de la supuesta continuidad de estos dos aspectos,
raleza fundan1ental, no ·esr.í. destinado a servir de ele111ento decora- su 111anera de ver se distingue de la de los autores a que se ha hecho
tivo, sino con10 una n1arca o sí1nbolo prácrica111ente significativo, es referencia anteriorn1ente por el reconocinüento del principio de la
decir, tan expresivo con10 éste. Si no lo entiendo n1al, este signifi- fonna en contraste con el del contenido.
- -.-.. --_--.,-"?'-.
C<ldo práctico in1plica cierra clase de significado inherente a la El principio de la fomia ha sido defendido aun con mayor
for1na. ' .. energía-pm-..,van--Sd1eltL"111a, quien trata de probar los procesos defi-
.Eniil Stephan' deduce de su discusión nünuciosa del arte de la nidos de desarrollo por que ha pasado el tratamiento formal del
;\felanesia que los n1orivos técnicos no ofrecen suficiente explica-
ción acerca del origen de las forn1as artísticas (pp. 52 ss.). Conside- .-.; ..\lfrcd C. I-faddon, Evol11tio11 in Art, Londres, 1895.
:1 \V. H. I--Ioln1cs, "Origín and Dc,·clopnicnt of Form in Ccran1ic Art'',
A1111ual Ucport B11n•tru of Etb110Jogy, Yol. 4, 1886, pp. 443 ss.
-i Richard Thurn,,·:i.Id, Handbucb d1.:1· t•ergleicbcnden l'sycbologic, ber,111SgL'-
111 Hcnrv Balfour, Tbe Evolution of Decoratit•e Art, Londres, 1893.
geben t•o1i Gusttl'"i.' [{,1fk,1, vol. 1, p. 211.
11 Gottfricd Scnipcr, Dcr Stil in den Tcchniscben u11d Tekto11iscbe11 Küns-
;; YrjO T-Jin1, Tbc Origi11s of Art, Londres, 1900, p. 29. te11, 1860.
i; Ernst Grossc, /)ie Anf,Yugc der Ku11st, 189.J., p. 292.
7 E1nil Srcphan, Siidseekunst, Berlín, 1907. l:! Alois Ricgl, Stilfragcn, 2<i cd., Berlín, 1923, pp. 2 ss.
INTRODUCCION
22
arte de la Europa septentrional, prir11ero en el período. ncolí~ico, 1
, ueaoen 1ac d ad del bronce y ¡1or ú.ltimo en la_.edad del. h1erro.
1 ·_r_ " II
t> Alfred Vicrkandt1 4 encarece as1nus1110, i.a i111purta11<..:1a IUIH.i,~-
niental del clcincnto fon 11 al en el efecto cstcnco de todas las n1an1- ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS
fcst.1ciones del arre.
EL ELEAJE:-;To FORMAL EN EL ,\RTE
del tejido de las cestas Je California, son bien conocidas y nluy esti-
111ad.as por los coleccionistas. Al 111is11\o tic1npo las ccst.1<; están pro-
fusamente dccorad;1s con un;"t varicd,1d de dibujos gcotnétricos o
con el agregado de conchas y plun1:1s (hí.111. 1). I . .a fabricación de
cc!-:t~:; es una ocup,:cit'ln fc1ncnina y por eso ocurre que entre los
indüi:.; de C;11ifornia súlo las n1ujcrcs son arti~tas creadoras. Son en
su ré.cnica ~unas verdaderas virtuos:1s y su virtuosis1110 las hace pro-
ductivas. Co1np;1radns con L~s suyas la:-; obras de a1Le hechas por los
ho1nbrcs rc'iult;111 insignificante:.;.
Sin e1nbargo, las ci(cunstancias
que existen entre los vecinos del
norte de los californianos son a
la inversa. Desde Puget Sound
hacia el norte los objetos de uso
dcnnéstico y los utensilios de los
indios están hechos de n1adera v l
mucha parte del tiempo de los
ho111bres se etnplea en trabajar
este n1aterial. Son hábiles carpin-
¡
teros y talladores que mediante
la práctica constante han adqui-
¡
rido virtuosisn10 en el n1ane)o de
la n1adera. La exactitud de sus
Fig. l. Frente de una caja pintada,
tlingi[s, Alaska. obras rivaliza con la de nuestros
1ncjores artífices. Sus cajas, cubos,
!11armitas, cunas )7 platos están hechos de inadera, así con10 los de los
californianos están hechos de cestería. En la \"ida de aquéllos la
cestería desc111pcña un papel de relativa itnportancia. La indus-
tria en que han alcanzado la tnayor eficiencia es al n1is1no tie1npo
aquella en que el arte decorativo ha llegado a su n1ayor desarrollo.
r~ste encuentra expresión no súlo en la belleza de la forn1a del trab:l-
jo en n1adera, sino ran1bién en la decoraci<'n1 es1nerada. l·~ntrc esta 1
g~_Q~e todos los dcn1:.-Ís aspectos del arte deéorati-Yo son pálidos con1-
para~'t\Slr··cxpresión artística en el trabajo de 1nadera o en las
formos de arte que de éste se deri\"an (fig. 1). Todo este trabajo
es hecho por los hombres y de ahí proviene que los hombres son los
artistas creadores, nüentras <.\lle las 1nujeres parece que carecen de
inventiva y de sentido artístico. Aquí tan1bién el _virtuosisn10 en la L.ii~Il1"A l
Cestas n1aidu: 1 , d"
técnica y la productividad artística canlinan de la n1ano. --, isefio <le inriri ) . . ' . -
Co1no tercer cjcn1plo i11encionarcn1os a los indios pueblos del Ct1erpo: ganso:.; vol d _f c~:-;a, J,. diseno de Coo1tí; 4, borde·
an o, '· ninnposa n101uai'ías;
sudoeste de los :Estados Unidos. En n1uchos poblados de esta región con nianchas blanca:;.
la alfarería es la industria don1inante v en elL1 se encuentra la ex-
µresiún n1ás alta del arte. La fonna de.la Yasij.1 de barro se caractc-
ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS EL ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE 27
26
riza por una gran regularidad y se conviert~ en la base ?e la decora- for111an por encima del ruedo, hacen que las distancias entre las
. ciü11. Con1o-1.1 cer::::iica es un arte fc1ncn1no, las n_1uJcres s.on los puntadas y la íu_ei:za del tirón sean absolutamente parejas, de mane-
artistas n1ás productores entre los indios p_uc~los (f1g. 2). Sin em- ra que la superflC!e resuke ~uave y redondeada por igual y que las
bargo, las actividades industri;1lcs de cs:o~ ind1_os no son tan e_ntcr~ puntadas presenten un diseno perfectamente regular, de igual ma-
mente unilaterales como las de los de California y la Columbia Bri- nera que una costurera experta da sus puntadas a intervalos regula-
tánica. I'.:.n consecuencia, los ho111brcs cxpcriincnrados en el rr_a?ajo res y con u_n tir~ uniforme, a fin de que queden como las cuentas
industrial hecho con fines ccrctnonialcs no carecen de hab1hdad de un .""Sllr10. Idennca obse~vación puede hacerse con respecto a la
p:1ra la cxprcsi6n artística. cestena retorcida (f1g. 4). En la obra hecha por un experto, el tirón
Creo que estos ejc111plos demees-
tran guc existe una unión ínrin1a
entre la -destreza c111plcada en una
industria y la actividad artística. El
arte orna111cntal se ha desarrollado
en aqucilas industrias en que se ha
alcanzado la mayor destreza. La pro-
ductivid;u.i artística y la destreza es-
t~n cstrccha1nentc relacionadas. Los
Fig. 2. \Tasija de los zuiUs.
artistas productores se encuentran Fig. 3. Cestería
entre aquellos que han dominado una técnica, entre l<~s hon1brcs enrollada. Fig. 4. Cestería retorcida.
cuando las industrias están en sus n1anos, y entre las 1nu¡cres cuan-
do éstas se dedican a actividades industriales. de la cuer~a usada co~o trama debe ser tan uniforn1e que no se
Hay que convenir en que fuer~ . de todos los. elen1entos ad~en tuerza el lulo de la urdimbre y que la trama retorcida quede for-
ticiori de fonna, el producto de un obrero exper1111e1;tado en .cual- m~ndo vueltas a~regladas regularmente. Toda falta de control auto-
quier oficio tiene un valor artístico. Un niño que esta apre.nd1cndo n1anc~ prod~~e 1rregularid~des en el diseño de la superficie.
a hacer un cesto o una vasija no puede lograr la regularidad del Cna vas11a de f~r~1a l>Ien redondeada es igualmente el produc-
contorno que consigue el n1aestro. . . to del ;or:nple~o donun10 de una técnica. Las tribus primitivas hacen.
La apreciación del valor estétiC:º. de la pcrfccc1c'in técnica no_se su ceranuca sin ayuda del torno del alfarero, y en fa n1avoría de
liinitc1 al hotnbre ci\·ilizado. Se 111an1f1csta en _la~ ~orn1as de los ob¡e- los C;]Sos el al_f arero fabrica su vasija por el procedinlicnto del enro-
ros 1nanufacturados de todos los pueblos pnn11nvos_ qt~e n~>, se han llad~> con10 s1 se t~atara de una cesta. Come~zando por el fondo va
contanlÍnado de los efectos pern_iciosos de nuestra c1\·1ltza71on Y de pon~?ndo lar~as uras .redondas de barro fonnando una espiral, y
sus artefactos hechos a n1áquina. En Ja casa de los abongenes n_o ha;1c1~dola girar con~1nua111cn~e y colocando poco a poco 111 ,1 5 \r
encontran1os tr;1hajos hechos con descuido, sal_vo c:uando se. ha r~~1- n1as nr:1s. en una espiral seguida concluye por fabricar la yasij<~.
do que in1provisar. algo rápidan;cnte. J.,,a paciencia :'.' la e¡e~.~1c1on El donun10 con1plcto de la técnica d~ por resultado un corte trans-
""'"'...__ :.-."'"~_,,;-,.,.;; . .cuid:1dosa caracrenzan la 111ayona de sus productos. Interro~,1ndo- '~ersal pe:fccta1ncnre redondo y las suayes curvaturas de los lados.
'· Jos directa1ncnte y.escuchando la crítica que ellos nlis1nos hacen de En-::11111.no, Ja .faJra_dv..dcstrt.:Ga::-.pr-0ducc a su vez falta de-si1netría v
st¡ propia L1bor sé de111uestra el «1precio_ que l_o~ nati\·os si~n.ten pnr ~e _finura de la cur,·a. J~] virtuosisn10 y la regularidad de Ja supef-
L1 pcrfccci<'n1 técnica. Sin en1b..1rgo, el y1rruos1s1110, el don~1n10 co111- f1c1e ~- de la fon11:1 guardan en esto una ínti111;1 relacibn.
plero de Jos procedi111ienros técnicos, si?:nif~c:i una reguh1ntL1d «lllto- En la f;~~ric;1cicl1_1 de objetos de piedra astillada se encuentra
111<1tic:1 de n1ovi111icnto. Ji] cestero que fabnca una canasr ..1 enroll·,1da un;I corret1.c1on sen1c1antc. J)cspués (llle de la piedra <1uebradiza se
en cspir;1! 111:1nej;1 las fihr;1s (!lle con1ponen el rollo de .111odo r:ll que ha cons~gu1do una f~>;n1a en br.uto, se le d<l Ja forn1a definiri,·a, ya
consigue !a in:1vor unifon11itL1d en el di:í111etro del n11:n10. (f1~. 3) · ~e;1 1ned1;1nre la pres1on de_ un 111strun1ento que arranc·a L1rQas J-lo-
Al da""r sus punf:uias. el control auto1n;itico de L1 111ano 1zqu1crda que JUelas_ delgadas, o por astilh1do. indirecto. En el priincr Caso se
detiene el ruedo, y el de la derecha (]Ue tira de L1s puntad;1s tiuc lo c111pun:1 con la n1;1no derecha el 1nstrun1ento de asrill:.1r y haciendo
28 ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS
EL ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE 29
presión brusca111entc con su punta se arrancan de la superficie
las hojuelas o los pedacitos. Cua.ndo el obrero ha alcanzado el do- la sujeta. La hoja prestaría el n1isn10 servicio con un astillado or-
1ninio completo de esta técnica la presión que hace es uniforme y la t..liHario y l.,,11 ;u111·1u:-,}e ~oncha. Siii en;!Jargo, el artesano deseaba
ejecuta con igual rapidez; las distancias entre los puntos de ataque producir un trabajo de piedra excelente y a este fin dedicaba todo
son las 1nis111as y n1ucvc su astillador en líneas regulares. El resul- el cmdado, buen gusto y destreza de que podía disponer, y de esta
tado de su trabajo es un utensilio astillado de fortna y diseño super- 1nanera los objetos manufacturados indudablen1ente aumentaban de
ficial regulares, en el cual las depresiones largas y en forma de val~r. Por consiguiente, estos objetos pueden llan1arse, en el sentido
concha causadas por el desprendimiento de hojuelas delgadas son estricto de la palabra, obras de industria artística."
de igual tamaño y están excavadas con regularidad (fig. í). Todos estos ejemplos demuestran que el completo dominio
Cuando se hace el astillado in- automático de una técnica y la regularidad de la forma y diseño de
directo, la parte delgada del ob- la superficie están Íntimamente relacionados.
jeto en que se va a trabajar se Sin en1bargo, en otros casos se presentan tentativas de deco-
coloca sobre un borde duro y afi- ración en que n9 se ha logrado e'. d_ominio de la técnica. En algunas
lado y mediante un golpe hábil pocas tribus casi toda la obra an1stica e.s de este carácter. Entre los
en el cuerpo del pedernal se pro- habitante_s de lo Tierra del Fuego se encuentran sólo esósos ejem-
duce una fuerte vibración que plos de pintura que revelan falta de destreza (fig. 7). El diseño está
causa una ruptura directan1ente hecho s1mplc,mcnte de p_unros y líneas toscas cuya disposición es el
encima del borde afilado. De esta clen1ento an1snco esencial. Se con1prende que existe un sentimiento
manera, el punto donde ha de sal- de la simetría, aunque falta la habilidad para una ejecución perfecta.
tar la astilla y su tamaño quedan Los modernos bosquimanos hacen dibujos rayados en los huevos de
al arbitrio del experto artesano. avestruz que les sirven de recipientes para el agua (fig. 8). Aquí
Las circunstancias del trabajo enc~ntr:in1os un esfuerz<? para dar expresión a la forma, pero por
en madera son n1uy sen1ejanres. n1ed1os inadecuados. Es importante observar que el mismo n1otivo,
El alisado de grandes superficies dos círculos unidos por una faja angosta, aparece varias veces en
a . ¡, estos grabados. Es posible que el círculo le haya sido sugerido al
se hace gencraltnente con la azue-
Fig. ;. l.~tensilios de pedernal asti- obrero por la perforación de la cá~~ara del huevo de avestruz por
llado: a América del ~or:::e;
la. l,.n obrero experto 111aneja este
b Egipto. instru111ento de n1anera auto111áti- donde se saca el agua, pero la combinación no puede derivarse de
ca. La fuerza del golpe y la pro- las industrias de los bosquin1anos. ¿Consideraren10.s el diseño como
fundidad a que penetra en la nladera son sien1pre las misn1as y l~s producto del juego de .su imaginación o como un intento de repre-
astillas que arranca tienen sie1npre el ~nis1no. tan1año y !on11a. El sentación? J\,1c parece in1portante observar que los vecinos de los
obrero, aden1ás, 1nueve la azuela en fa¡as un1fonnes y hiere la su- bosquin1anos, los negros del Zan1beza, dsan el nüsmo diseño y que
perficie a distancias iguales . .l:] resultado de la acci~'n~ auton1ática en sus utensilios se encuentran tan1bién hileras de triáncrulos v ron1-
" .
es tan1bién en este caso la unifonnidad de la superf1c1e y la regu- bos como los que hacen los bosquimanos (fig. 9). Por consiguien-
laridad del patrón superficial (fig. 6). te, el diseño puede haber llegado de una fuente exterior.' Tal vez
F.stas circunstancias han sido bien descritas por Sophus.A.1üHcr,~.·;;;_-::--'··-· la decoración de los huevos de avestruz es pobre a causa de las difi-
quien dice: 1 "Gran parte de la labor de pedernal debe llamarse de cultades para manejar el material. Por lo menos los dibujos en zig-
lujo y se hacía con el único objeto de producir una obra de 1nano zag (f~g. 9) que se encuentran en un brazalete den1uestran 1nayor
niacstra. Cuando se fabrica una hoja de azuela todo lo que se nece- pcrfecciún técnica que los que se ven en los huevos de avestruz.
sita, para los fines pr<Ícticos a que se destina, es un buen filo cor-
tante. No se requiere finura en el frente, dorso y lados. sobre todo :.? F. \On Luschan. "Buschn1ann-Eiriritzungcn ;n1f Straussenciern", Zcitscbrift
für Et/Juolog,ic, Yol. ;5 (1923), pp. 31 ss. Hcndrik P. :\l. :\li.ilk:r y John F. Snelle-
porque una gran parte de éstos queda culúcrt·a por el tnango que 111;111, l.'l"fldustric des Caffres dm1s le sud-e.ft de r
Afriq11c (i;Í.1n. XIV, figs. 2-5).
\'éase ranthién P. C. Lepa.ge, l.a dJcor,lfion tJrfrnith:c; Afriquc. París. Librairic des
1 Sophus ;\·Hiller, 1\iordiscbc Altertu11zskundc, Estrasburgo, 1$97, yo\. 1, p. 190. arts décoratifs, híni. ;, en donde se Yen dise11os parecidos en Yasijas de barro.
F.L ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE Jl
30
ARTF5 GRAFICAS Y PLASTICAS
Deben n1cncionarse aquí tan1bién las pinturas y esculturas de
los nativos de lVlelanesia. \Tcn1os entre ellos una riqueza de forrnas
en obras de talla de técnica exce1C~te·. En algufi(~s· .espCcí111enes 1
•
<·
"=~,.,-- ················
;~a.
Fig. 11. Esquema de una caja Fig. 12. Caja de cuero
de cucrv crudo. Indios
sauks y foxes.
crudo. Indios sauks
y foxcs. .
Fig. 14. Diseño en cuero crudo
Fig. 13. Diseño en cuero crudo para una para una caja, Indios
111odo que las tiras n1,1rginalcs, e y e, forn1an los costados de l~1 caja. caja, Indios sauks ~· foxes. sauks y foxcs.
()tro pliegue sc111cj;1ntc se hace en b cuando se dobl<1 la parte de
arriba sobre la abertum superior de la caja. Los pliegues del fondo ces-·con las divisiones, sino que a consecuencia del 111étodo en1pleado
se cosen fuerte111cntc n1icntras que el de <lrriba pcrn1anccc abierto. al doblar y debido a gue el campo d y parte del e quedan cubiertos
.Lcf"fó"fñni"Te·stllt11ntc puede Yersc en la fig. 1~- Las partes de la super- por con1pleto, todo el diseño se deSafiiCtílJ-y-"'"cil'--lós c(>Stados n1ás
ficie que son enreramente im·isihles están indicadas por las líneas de cortos encontra111os única1nente frag111entos que se juntan de la 111a-
so1nbra horizontaies (fig. J 1). F_stas se dobL111 y cosen en el interior ncra 111ás irregular (fig. 12). Cuando se cierra la caja, el caITI}X> e se
de la caja. }__,as partes ciue pueden verse cuando se abre la caja junta con el ca111po l. y la.sccciún traslapada e se le une en el 111edio
están indicadas por h1s líneas diagonales de so111hra; 111ientras que el del costado angosto. Por arriba se junta con el can1po 2 y en el
área hh1nca es L1 parte de l:i superficie <1ue puede \'Crse cuando se fondo con el ca111po 4. !'oda la idea for111al del diseño concebido
cierra y ata la cajel. Se observar~Í que los C;1Inpos e re se tra:;lapan cuidadosatncntc se pierde en la caja tenninaaa. I"i"asta cncontra1nos
en los costados corros <le la C<tja cuando ésr~1 ha sido tenninada. La diseños hechos en cuatro fajas en lugar de cinco, de n1odo que
decoración de cst:ls c;1j:1s se hace cuid;1dos;11ncntc en un pedazo el diseño fundan1ental y los costados n'O coinciden (fíg. 14). Con10
34 ARTES <iRAFICAS Y PLASTICAS EL ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE
se observará, pues, el artista cn1plea· su ingenio en decorar el cuerv da con cuentas solas y alternas de vidrio y de hueso, luego una tira
crudo, pero en la c.tJ.i :;;:: ¡::-;::·;..!::: !:'..:: :-.~~:~~: f!!n<t:i!nentalcs de SIJ bien sencilla; a continuación viene otra decorada con cuentas solas y
pensada dccoraci<ln. alternas de vidrio y de hueso, luego una tira sericilla y por último
J~s tal el desprecio por el diseño original que en algunos cje111- otra igual a Ia prin1cra. Si indican1os las tiras sencillas y las decora-
plos (fig. 15) se ha cortado parte del dibujo a fin de gue se ajusten das por n1cdio de letras, cncontraren1os la disposición "siguiente:
Jos costados. I::n nuestro grabado han sido rcconstruídas las parres
1 ABCBA/ABCBA
cortadas, las esquinas de la derecha de la parre de arriba.
Puede decirse que circunstancias parecidas prevalecen en las repetida un·,1 y otra vez.:t El punto in1portante que debe observarse
telas 111odcrnas dibujadcts con las que se confeccionan los vcsti- es que cuando est-.1 pieza está en uso, la orla cuelga sin orden a lo
largo del lado exterior de la
pierna, de- rr~:do que no es po-
..---..-------~-----, _sible ver el C()111plicado diseño
rítnlÍco. La única ocasión en
que el fabricante puede hallar
satisfacción en su obra es cuan-
do la está haciendo o cuando la
enseña a sus anügos. Cuando
la usa no hay efecto estético.
En otros casos se aplican mo-
tivos práctican1ente invisibles.
Por ejemplo, en las esteras de
la isla de Vancouver el teje- 1
I¡
dor alterna la dirección de las
tir<lS en cuadrados sin intentar
que en la superficie destaquen Fig. 16. Orla de polaina.
los colores (fig. 17 )- Cuando Indios· t!'KXnpson.
la estera está nueva, estos pa-
1_ - ..! - -·-·- - - --- - -~--- - trones pueden \·erse bajo el reflejo de la luz, pero pasado algún
' ~¡-
l__jj rien1po desaparecen por co111pleto.
De igual suerte los dibujos tejidos en brazaletes de los ucayalis
i<tg. 15. Oisciios en c<l.jas de· cuero crudo, Indios sauks y foxcs. son práctican1cnte invisibles. 4 ~
Resun1iendo: objctivan1ente Ja excelencia de la fabricac¡ón es
dos. En este caso el fabricante procura obtener un efecto agradable un resultado de la regularidad de Ja forn1a y la unifonnidad de L1
para toda la tela. Si a ello no se opone la econon1Í<1 del n1ateri~l, el superficie t¡t1t son características de la n1ayor parte de las n1anufac-
sastre trata de juntar bien el diseño, pero sie111prc puede apreciarse :· --=::""tu::r:rs>p't:ittti:t4-i.,.as· no conta1rünadas; tan es así, que la n1ayoría de
el conflicto entre ésrc y L1s exigencias de la confección del traje. los objetos de uso diario deben considerarse con10 obras de arre. Los
Con10 un ejen1plo 111~1.s, 111encion;1ré una polain;1 hecha por una n1angos de los ~trtcfactos, las cuchilh1s de piedra, los recipientes, ves-
indi~1 del interior de h1 Cohunbia Británica. Presenta la dccoraci/>n
<tcostun1brada -u11~1 L1rg;1 orla que corre sobre la costura exterior. :: .famcs -reir, Thc Tbr)"/11pso11 l11di,11u of Briri.r/J Cohnnbitt, Pulilic:nions of thc
L.a orh1 es una larg·,1 picz~1 de cuero cort;tdo en tiras ;tngostas. Jcsup ~nrth P:\cific ExpcJirion, 1\'"ucYa York, 1900, yo\. I, p. 382. \"l;-.sc t::iniliién
Glad_,·s .. \. Rciclurd, "Thc Con1plc:-;it_\" of Rhythn1 in Dccor:iti\·c Arr··, A11u:ricm1
I::sras tiras están dccor;1d;1s en orden rítnlico (fig. 16); a una tira /lntf.1;-0¡10/0.'!,út, "':\!.S .., \·o\. 24 ( J!J22 ), p. 198.
decorada con una cuenta de vidrio v dos cuentas Zie hueso en orden ·1 ,\i:lx Sch111idr, "Bcsondcrc Gcflcchrsart dcr Jn<liancr in Uc;1yaligcbictc",
alterno le sigue una rira ~cncilla; J Conrinu;tciún viene otra decora- Arcl,h· fiir Atltl.•ropoiogic, N.S., Yol. VI (!907), p. 170.
36 ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS EL ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE 37
tidos, casas pennancntes, canoas, son de tal n1anera acabados que tallos de las plantas o por los bordes afilados de los cristales; las
sus forn1as tien<'n valor artístico. líneas curvas regulares por las conchas de los caracoles, por las en-
El trabajo experto en el tratamiento de la superficie puede dar redaderas, las burbujas de agua o las picUra.s J..1.:Uu111.ia::.; p1.-.iu uv hJ.y-
por resultado no sólo la unifornüdad, sino tan1bién el desarrollo de n1otivo evidente que pudiera inducir al hombre a in1itar estas deter-
los patrones. Cuando se labra la 111adera, la for111a del objeto que 111inadas fonnas abstractas, salvo, tal vez, en aquellos casos en que
se trata de tallar dcternlina la dirección 111ás conveniente de las las conchas curvas se usan con10 ornan1enro o se en1plean como
líneas q'ue deben seguirsé c6íl.''ta azuela. ~:n una canoa gra_ndc de utensilios. ,
Por otra parre, la línea recta se desarrolla constanten1ente en
Bella Bella se ha labrado el· cuerpo
el trabajo técnico. Es una forma característica de la correa o cuerda
de la en1barcación siguiendo líneas
estirada y su iinportancia no puede ser ignorada por el cazador que
horizontales, xnientras q~~..!a proa y
arroja una lanza o dispara una flecha. El uso técnico del vástago
la popa presentan líneas verticales.
recto puede n1uy bien haber sido in1portante por su derivación. De
El lobo esculpido en la proa de la
esta 1nanera, las plantas co1no el bambú o la caña pueden· haber
nüsn1a canoa presenta dibujos su-
ayudado al hombre a descubrir el valor de la línea recta.
perficiales en el cuerpo y en las ex-
tremidades (fig. 18). El uso deco-
rativo de las huellas de la azuela se
encuentra tan1bién en una n1atraca
( fig. 19). En este espécimen no es
Fig. 17. Tejido salteado que técnican1ente necesario alterar la di-
muestra la alternación rección de las ranuras, y los campos
de los diseños. en la parte superior de la n1atraca
solamente pueden explicarse por el Fig. 19. l\1acraca. Indios kwakiutl, Fig. 20. Base de un cuchillo
placer experimentado al ,·ariar la actividad sencilla en 111odos más Columbia Británica. de pedernal, Escandinavia.
nuevos y complicados.'
_ En el astillado del pedernal se producen líneas en zigzag ha- ¡\,1ás esencial que ésta parece ser la posesión de una técnica
ciendo que dos líneas se encuentren en una prominencia (fig. 20). perfecta, que in1plica gran exactitud y firmeza. de n1ovin1ientos, los
La experiencia técnica y la adquisicicín del virtuosisn10 han de cuales por sí n1isn1os deben conducir por fuerza a las líneas regula-
haber conducido probable- res. Cuando se elin1ina el balanceo incierto del instrun1ento cortan-
n1ente a que prevalecieran por ( te tienen que resultar curvas suaves. Cuando el alfarero hace girar la
lo general el plano, la línea
recta y las curvas regulares
con10 el círculo y la espiral,
l vasija que está fabricando y sus movin1ientos son- con1plctan1ente
regulares, la vasija resulta circular. El enrollado perfecta1ncnte re-
ªt~L.1r de la cesta o del ala111bre conduce a la for111aciún de espirales
·pues todas esras for111as se
1 ~uidistantcs.
presentan rara vez en la natu- ()tros nu111erosos rasgos característicos pueden observarse en
raleza, y son tan raras en· -Yer..:.
dad, que difícilmente han te-
nido ocasión de in1¡Jri1nirse en
fig-. 1R. Escultura tallada en la proa de
l el arte de todos los rien1pos )r de todos los pueblos. L1no de ésro~ es ·
la sin1etría; hasta en las forn1as n1ás sencillas del arre decorativo
se cncucnrn~n fon11as si111étricas. Las tribus de la 'i'ierra del Fue-
la n1cntc del ho_n1bre. una canoa. Bella Bella, Colun1hia go 11 se adornan la cara y el cuerpo con dibujos, 1nuchos de los
Las superficies planas csr:in Británica. 1 cuales son si111étricos. Líneas verticales en an1bos lados del cuerpo
í
representadas por los crist:1lcs, o una serie de punros dispuestos sin1érrican1cnte que van de oreja
las hendiduras de ciertas clases de roca, o por la superficie del agua a oreja ·p,1sando por la nariz. pertenecen a este género (fig. 21).
cuando se encuentra en reposo; las líneas rectas por los ,-,lstagos y 1; ,V. Koppcrs. Unter Fcuerland·lndianern, p. 48, lám. 7.
r:; \'éasc tan1hién b p. -1-8.
38 ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS
cfo ~0J>,
Fig. 25. Di-
go, suele _haber seí'ío de una
Cc:::::=J:,===J ex e e pe iones,
como por ejen1-
lanza de bam-
bú. Xuc\·a
T
Gninca.
~6lRH.
plo las decora-
ciones de las ca-
.t.s. sas n1elanesias
(lám. m). Hay
Fig. 23. Pinturas paleolíticas. otras causas que
pueden contri-
buir al desarrollo de patrones sin1étricos. En la fabricación de
cerán1ica enrollada o cestería enrollada, la sin1etría es ..el :resultpd_g. __
del procedimiento empleado para hacerla. Haciendo girar la vasija·
o cesta regularmente: se obtiene una forn1a circular. :El procedi-
111ienro de enrollar el bran1ante en nn n1~1ngo puede producir el
1nis1no efecto. En los utensilios que se 1nanejan con a1nbas n1anos
con10 el taladro de arco. se desarrollan ran1bién forn1as sitnétricas.
pero los instrun1entos de esta clase no son por ningún concepto Fig. ~7 · J)iscños peruanos.
Fig. 26 .. ,.Taso etrusco.
numerosos y su existencia no proporciona una explicación adecu;1d;1
de la prescnci;1 gcncr:1l de la sin1ctrh1.
42 ARTES CH.AFICAS y PLAs·r1cAS
1'1. FU'.MENTO FORMA! EN ~
Tenemos que dejar sin resolver la cuestión de si las circunstan- , ' •·.L ARTE
43
cias qUC a(1tií se refil:1-..!n s.:;¡: suficientes para explicar la sin1ctría
de for111a de aquellos enseres co1110 las puntas de lanz:1, puntas de
flecha, cestas y cajas. Dchc1nos darnos por satisfechos con dejar
establecida su presencia general y con el co11oci111icnto de que
dondequiera que se encuentren tienen un valor csrl:rico. Los cjcn1-
plos de diseños si1nétricos son n1u)r nu111crosos. l~as cajas de la
Columbia Británica (fig. 274, p. 255), los cabezales de los cafres
<.fig. 9, p. 29), .los ·escudos y rcn1os de los 111clancsios (figura 10,
p. J l) y los cueros
crudos pintados de
los sauks y foxcs (fi-
guras l 3-15, pp. 33,
34) pueden s.ervir de
tales ejemplos. Un
tipo especial de clise-
~¡ '-VJ ño si111étrico se en- Fig. 29. Diseiios de los dayak.
cuentra en nuestro
estilo heráldico con
sus ani1nales ra1npan-
tcs ~1 cada lado de un
can1po central. ~~sin
teresante notar que
esta n1is111a disposi-
ciún es 1nuy antigua.
Se presenta en la
l>ucrta de los Leones
Fig-. 28. Bolsas de cuero Fig;. 30. T:lbla t',1llada,
cn';do pintadas, schuS\Yap,
de ;\ lic en a s. Tan1-
K;iscrin A.ugust;l Flus,
Colun1hia Británica. N"uc\·a Óuinca.
bién se ha desarro-
llad<) indcpendiente-
1nentc en el Perú en ticrnpos prehistóricos (fig. 27).
En algunos objetos que se ven frecuenfcn1cntc desde lados
diferentes se encuentran fornias· que son sin1étácas .de antbos n10-
~_.~···~"--_¿.Its..,-..ya vistas de dcrcch~ a izquierda o de arriba abajo. Eje1nplos de
éstas se encuentran en el escudo australiano (fig. 22, p. 40), y en
los parfliJcbes (cueros) de los indios de la Arnérica del Norte
(fig. 89, p. l 02). Ta111hién puede presentarse la doble si111etrÍ;1 en
los objetos de carácter sin1ilar hechos por el 1nis1no proccdi111iento
técnico y por la 111is111a tribu, co1110 sucede en las bolsas de cuero
crudo (fig. 28) .
.En las forn1as circulares el di,ín1etro es frccucntcn1cntc el eje
de la sin1ctría. l·~n otros casos las zonas si111érricas est;Í.n diseñad;1s
en fom1a radial y puede haber nun1erosas repeticiones. l_,a circ:un-
_-\RTES GRAFICAS Y l'LASTICAS
res, de n1odo que hasta c~a~d~ la forma es ~a .n1isn1a, los tin;:e~ Y los En la fig. 34 aparece un segundo ejemplo. En este espécimen.
valores del color no son ident1cos. Un cspcc1mcn caracter1st1co de los ca1npos dispue.stos diagonaln1ente y n1arcados, 1, a, 2 b 10 tienen
csre ripo se describirá más adelante (fig. 53). . " la 111isn1a con1binaciún de colores.
El plan de uno de estos patrones se representa en la 33. fl Los campos más grandes en l son amarillos, Jos más pequeños,
Hay en él ocho campos rectangulares con dos d1bu¡os ( 1 y - ) ; los negros. Los ca111pos 111ás grandes en 2 son color de rosa, los 1nás
' de la derecha e izquierda de la pequeños, grises. El fondo en b es gris, el adorno morado. El fondo
línea inedia vcrricat·y los de· arri- en a es gris obscuro, el adorno lila.
ba y abajo de la línea inedia hori- Otro elen1ento fundatnental de la
zontal son sin1étricos en lo que se fonna decorativa es la repetición rít-
refiere a la forma. En lo que res- n1ica. Las actividades técnicas en que
pecta al color, el 1 corresponde -·---~ emplean n1ovi1nicntos repetidos re-
al 1b y el 1a al 1e; también el 2 ....gularn1_e.o_te conducen a la repetición
corresponde en color al 2b y el ríi:1nica en Ja dirección seguida por los
Za al 2c. Los colores en todos movin1ientos. El ritmo del tien1po apa-
estos casos están, en general, in- rece entonces traducido en espacio. En
vertidos. El 1 y el 2, y el lb y el el astillado, en el labrado, en el trabajo
2b tienen un fondo amarillento y a n1artillo, en los giros y presión re-
un campo rojo que rodea el di- gulares que se requieren en la fabrica-
ción de la cerán1ica enrollada, en el te- !
/
bujo que tiene forma arborescen- ¡
te; el Ja y el 2a y el Je y el 2e jido, _la ¡egu_laódad de la forma y la
tienen un fondo rojo pálido y un repettc1on r1tn11ca del n11sn10 n1ov1- Fig. 3;, Vasija de barro en-
campo verdoso que rodea la figu- n1iento están conectadas necesarian1en- rollada. Indios "pueblos"
ra en forma de árbol. Al dibujo te. Estos n1ovinüentos rítn1icos produ- prehistóricos.
co111pleto, compuesto de cuatro cen sienipre la n1isn1a serie de formas.
secciones. le sigue en la banda to- ~n n1uchas industrias y en todas partes del inundo se encuentran
tahncnte decorada otro juego de e1~n_iplos de fonnas rít111icas de superficie deternünadas por el do-
cuatro secciones de la mistna for- 111~1;10 pe:fec:o de ~ina técnica. F.n los. ~uchillos eg_ipcios de pe?ernal
01;1 que el anterior. En éste el (\case f'.g. ,, p. -8) se ,.e la exqms1ta regularidad del astillado.
fondo de J y 2 y lb y 2b es azul, _Este caracter no es tan frecuente en el astillado de los indios an1e-
y el de la, "za le 2c es ama- y y rica11:>s. Las t:1blas astilladas de los indios de la costa del Pacífico
rillento. El campo que rodea a la ~el ~o:te prcscnr:1n 111arcas de .este. proccdin1iento hechas con gran
fiaura en forn1a de árbol es arna- 1 cgulandad 'lue, tienen la apar1enc1a de un p<1trún (figs. 6, p. 30,
rifiento en 1 y lb, y vC~doso en Y l O, P· 31). En a<¡uellas superficies que van pintadas se borran
L1 v 1c. To111ado en con¡unto, el f:recuenten1cnte estas n1arcas con piedra arenisca o con cuero de
lad~l derecho es práctican1ente el nburún; pero en las par;c~ sin pintar se las. deja intactas, probable-
Flg. 34. Diseños de un tejido
111is1no que el izc¡uierdo volte:-1do n1enre P?r su efecto art1st1co. En los trabaJOS de n1etal del Oriente
peruano.
de arrih<i para abajo. ~] orden de los n1;1rnl.Ia:-os son tan regulares gue se fornl<1n diseños consistentes
los dibujos a la izquierda de arrib<l a abajo y en el lado derecho en .superf1c1es f~la1:as. Otros ejen1plos del efecto artístico de la regu-
de abajo a arriba, es, de acue~·do con el color del fondo, y r~pre h~rt(!a~l de i110\-11111cnro se encuentran en la cerá1niea acanalada prc-
scnt:1ndo el rojo por r, el an1;.1nllo por a y el azul por 11, con10 !-ague: h1stonc;1 del sudoeste de la .1\n1érica del Norte. Las roscas se hacen
f1D! L1 presi/Jn de los dedos y la serie de n1uescas fonn-:i en Ja super-
r r a n / a :l u u / r r a ;1 / ·.1 a u ll / r r a ·,1 / ;1 a u u / r r n a /
1" Fst:1s nhser\·aciones se refieren igualmente a los campos marcados J', t",
~' \\'alter Lchn1ann, l{1nutgcscbic1.ite des t1ftc11 Pcrrti Berlín, 1924, lá1ns. 3-4. eteércr:i.
48 ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS EL ELEi11E~TO FOIU!AL E~ EL ARTE 49
ficie un diseño regular (fig. 35}. En ninguna parte se ve n1ás claro <lis~~osicic'in de los ele111entos qu~ forn1ar~ las franjas es .n1ás con1-
el efc~to del auto1natisn10 c¡uc en la cestería, la fabricaci/,n de este- pie1.1 que. en el que hen1os descrito anteriormente. Designando los
ras y el tejido. Con10 se ha tiiciio <Ultcrioruu.:11Ll,; \p. -t7·)-1a L11Üfor- colores d1fc~·entes con núineros y las conchas de éentalla (n1olus-
111idad de la !-;upcrficic proviene de la regularidad del 111ovi1nicnto. cos) con la Ietr;1 /), encontran1os el orden
I. .a rcpcticiún rít111ica de éste conduce ra111hién a la repetición rít-
1nica del diseño. Bcllísitna 111ucstra de esto son \o:; incjorcs cjcn1- I 2 J D 2 1 2 3 2 1 2 D J 2 1. '"
plarcs de la cestería de California. l•:n el ensayo a que nos hc111os referido a11teriorrncntc se han
\Tariando la 111onotonía de sus 1110Yi111icntos v go1.ando de dado Pº.r, el doctor Rcichard otros ejetnplos de rinnos ccn11plcjos de
su habili<Lid jura ejecu- esta rcg1on.
tar una acción 111ás con1- I·:~ algunos :=asos _los rinnos no son tan distintos, pero a pesar
pkfa,- el virtuoso produ- · de ello pueden d1scern1rse. Puede servir de ejen11Jlo un collar cotn-
ce al tnis1no ticn1po un puesto. de una cuerda doble en la cual se han enc:e1nezclado cuentas
Tit·t;~o··-t,li·nbién n1ás con1- de var~os co_l~>res con cuent<lS rojas siguiendo el orden que se indica
plcjo. FA~to ocurre princi- a cont111uac1on;
paln1cntc en el tejido y
en L1s industri~1s conexas - r - r-- r--- r - - - - r - - - r - - - r--r-
co1110 el trenzado y dc- - r/ -:--r ----r---r ---rrr - - r - - - - r - - - r --r _
/ / / 1 " " ,, "
----·ª·:··
51
-~
el color del ritmo de la forma ( fig;. l 8). En la disposición se com-
bina 1;1 sin1etría con la con1plcjid;d rítmica. En una de estas fajas
(fig_ 38b) algunos de los rectángulos en forn1a de t;1blero rotnbal
de da1nas tie1~en un fondo blanco; en éstos hay dos filas de ron1bos
azules o n1orados en cad;.1 punta y dos filas de ron1bos rojos en el · d Wl!r,
centro ( discíio 1) _ ()tro.s rectángulos tienen un fondo an1arillo con Fig. 38. Bordados koryak.
ro111hos rojos .a los lados y azul~s en el n1edio ( discii.o ~). i\de111ás
de éstos hay uno con el fondo rojo y ron1bos negros ( disciio 3).
I .. os colores de las cruces est;.'í.n· dados irregulanncnte. Hav cuatro de los rectángulos. Por esta razón he colocado las cruces en el
C.ll que prcdonlinan el rojo y el blanco (diseño 4) }" otroS en que
orden que se ve en la línea superior y los rcctán!!ulos en la línea
~
predo111ina el ;unarillo y el azul (diseño 5). El arreglo n1ás si1né- inferior:
trico de est:l f<lja requiere un rect~íngulo an1arillo en e.l _n1edio del Cruces 4 5 5 5 4 5 4 4
frente. L'"n extre1110 de la franja, con10 se ve en el grabado. tiene 5 4 6
Rectángulos 2 2 2 J
trc.s h~1rras cortas az.ules sobre un fondo rojo (diseño 6). T.•] corte Frente Espalda
peculi.1r de este extre1110 casa con el corte correspondiente del otro
extre1no y den1uesrra que la franja, tal con10 está. ha sido ton1:1da l·] bordado de la figura 38b consta de cuatro elen1entos distin-
de unJ prenda de \-estir. J_,a in1prcsiún general del diseño es la de tos: una flor C~>n_hoj;1s ~1 cada lado (diseño I); una ra 111 a con hojas
que el rinno y sin1ctría de las cruces cst;ln subordinados n la si111etría encorvada~ (diseno 2); una ran1a con flores tennin;1les (diseño 3).
Fuera de estos hay otro elcn1ento cine se presenta sola1nenre una
•
52 ARTES GRAFICAS Y PLASTICAS
1:; Charles \\!_ ,\lc;HI, "Six-lJnit dcsign in A.ncicnt PcruYian Cloth", Bo,1S
An11ivers<try V'ohnne, N'ucYa York, 1906. pp. 193 ss.
ARTES GRAFJCAS Y PLASTJCAS
EL ELE.\!DITO FORMAL EN EL ARTE 55
Los diseños triangul:1rcs (hÍiu. 1v, fig. 2) siguen este orden:
El arreglo general de estos tipos es con10 sigue:
l. Fondo blanco figur-.is rojas puntos azul obscuro.
2. azul obscuro rojas a1narillo obscuro. 2 3 4 3"· 4 6 5" 4
J. anurillo rojas azul <>hscuro. 3 4 2 J 4 6 í 4 2 3 4
pardo rojas a111arillo. 3 2
4.
azul cclcsrc: rojas mnariUo ollscuro.
' 4 3 4 6 5 4 2 J
5.
6. a111ariHo o\Jscon.• rojas azul celeste.
+ 2 3 4 6 5 4 2 3 4
.J ' 5 .,.' +
4 3 '1· 6 ' 3
El patrón del p.íjaro Je cuatro cabezas (lám. II", fig. 3) tiene 2 3 4 6'' 5 + 2 3 4 2
los siguientes colores para el fondo, el pájaro y el ojo de éste: + 2 3 + 6 5
,,, 4 2 3 4
::' 3 4 6 5" 4 l' + 2 J
l. FonJt> C<>ior de rosa l. p:Íjóiro: a111arillo ojo: color de rosa .. ;;...... 5
.2 3 4 + 2 3 4
'·
J.
a1narillo
:unariilo obscuro 5. '· rojo
~llll"J.rillo p~lido -
an1:1rillo
a1narillo Al hacer este· arreglo -se .. incurr10, según parece, en· tres erro-
4. roio <Jbscuro ¡:.• :unariilo color de rosa
an.1arillo
res. En la prin1era línea horizontal se han trastrocado las dos cifras
5. 2'·' rojo obscuro a111arillo
6. an1arillo obscuro 3'·' :1111ariilo pálido - a1narillo pálido.
inarcadas con la nota a. En la sexta línea y en la octava se han
transpuesto las dos cífras n1arcadas con la nota h y en la línea
Una capa grande de lea cst:i l>ord<1da con diseños que rcpre- octava se han trastrocado las dos cifras con la nota c. Se observará
scnran a un hon1brc con un arco y tocado (fig. 39). Las figuras que una vez efectuadas estas transposiciones, las líneas diagona-
son las ntis111as en tod~1 Ia prenda, salvo que la posición y los objetos les que corren de la primera fila hacia abajo y a la izquierda siguen
que sostiene se alternan a la derecha y a la izquierda. Sin en1bargo, una alternación regular de tipos. El tipo 6 está relacionado clara·
la disposicic>n de los colores va- mente con el 2, y el tipo 5 con el 3. Como en cierro número de
ría: h<1y seis tipos distintos. To- trajeS tejidos pueden observarse sucesiones diagonales regulares,
n1ando en considcraci<)n única- parece probable que éstas eran deternünantes particulares del esti-
n1cnte los colores de la casaca, lo. Hay en total seis tipos diferentes, pero si nos i1nagina1nos las
piernas y cara podc111os arreglar- líneas seguidas, se encontrará que el niisn10 orden ocurre después
los en el orden siguiente:. de doce líneas. El bordado no representa un diseño regular de seis
unidades, sino que es 111ás bien un dibujo de c .....:::ro unidades de
Piernas
dos tipos distintos -1 2 3 4 y 1 6 5 4-. en el cual el pri1ner tipo se
1. Arn:irillo azul ohsctiro repite dos veces y el úl tin10 una.
2. n1or:1do COJO Observaciones sen1cjantes pueden hacerse acerc,1 de las telas
3. rojo azul obscuro reproducid<ls en la Necropolis of .4.11co11 de Rejss y Stlibel. He
.f. ª"·ut a1n·.1rill<> obscuro escogido unos pocos ejen1plos que den1uestran L1 repetición rít1nica
5. nc:crro azul oli:;curo
6. az~l obscuro 1~cgro
del color. La figura 40 1 ª representa una banda con fondo rojo en
la cual hay figuras de anin1ales en el orden siguiente:
Cara, abtrjo
111orado,
-.-· - ,.
aniaril!o.
..
--~:-
-;.·erde,
.....
~~~- .-
,.,,_,,_,,an1arillo,
_ . /1l.711co, :unarillo, 'l..'erde,
1. a;11arillo obscuru negro en otras palabras, una sucesión de ocho unidades consistentes en un
2. ;1111:1rillo blanc()
an1;1rillci <)liscuni
dibujo 1norado y uno· blanco interrun1pido por la sucesión si111étrica
3. p:1rdo
4. azt1[. rojo de los colores a111arillo, yerde, a111arillo. Los dibujos a111arillos están
Fig. 39. BordoJ.do pcru;1no de Ic:i.. :1111arillo 11\)sCi.lrt1 rodc,1dos de una grues·,1 orla negra.
5. pardo
6. a1n;1ri\lo obscuro :11narillo chiro En la figura 41 1 ' tcne111os otra lh1nda que consta de patrones
diagonales en un i11arco de líneas rojas, excepto en un lugar donde
1'J quinto y sexto tipos corresponden en el resto de la· di~;posi
10 Rciss and Stlibcl, /\leci·o¡iolis of Anean, p. 67b, fig. 3.
ción de sus colores al tercero y segundo tipos. 11 JdeJn, p. 67, fig. 6.
EL ELE1\-IENTO FORiVIAL EN EL ARTE 57
56 ARTES GRAflCAS Y PLASTICAS
La figura 44 está to111ada de un diseño un tanto con1plicado
se cncucntr,1 un 111arco nc<Yro. Con10 en el cspécin1en anterior, ci que no aparece por co111pleto en la sección 9ue aquí se representa.
negro sirve para sep::.rar e~ ~ojo y el an1arillo. f] dibuio es el 1nisn:~;· i.:~u ia-fibütcl ·44b puCdc verse el principio seguido en el diseño. I•]
en roda la banda y el orden de los clc111cntos el gue sigue: orden de los colores del dibujo principal en fonna de S es, 111orado,
;11narillo, verde, en fondn rojo.
;u11arillo ro¡o a111;1rillo pardo :unarillo
n1arco negro zigzo1g ncgTo ni:irco rojo zigzag rnjo niarco rojo
az:ul-,·crdc an1:1rillo 111or;1do
..
zigz;1g rojo !ll;1rco rojo zig-..i;a1;t rojo
color de rosa-negro,
rojo-antari!IO,
gris claro-gris oÍ>scuro,
ne!!"rn-color de rosa,
Fig. 41. Tela peruana. an;;!ri\Jo-rojo,
g:ris: obscuro-gris claro.
f~n otras palabr;is, la sucesión esencial es an1arillo, rc~jo, an1.1ri-
!L:1, p.irdo, .unarillo. azul-Ycrdc, an1arillo, inora<lo: una serie de ocho I-Tay en este cspéci-
clcn1cntos. 111cn llll<l 111Ycrsiún sis··
J\n la fignra -+~ cnconrra111os una fran'¡:1 de dibujos sencillos:- re111,ltica de Y;liorcs de
entrelazados,""" en fon11;:;. d·c S, en el siguiente orden: bl;1nco, azul obs- color; lo <1 uc es claro
curo, azul celeste, <llll:1rillo, pardo; llll<l serie de cinco cleincnros tiuc en el pri111cr ju ego d<:"
se repiten rcgulanncnrc. . . tres, es oscuro en el se-
-· L.1 figura 43 representa p.1rte del d1buJo de un poncho en el .. gt1ndri.---·gr-n.pn.:4ei-~'el"eS; ··
cual h<1y de abajo arriba una serie de seis p,1res de un discfio de
f·~s una tendencia JllU\r Fig. •13. 'l'cla pcru.1na.
grecas en el orden siguiente: 111;1rcada en un consJ-
,·crdc, rojo siderable n{n11ero de c;1sos. ··rcnc1nos, por ejc1nplo, una serie de
a111ari!lo, ;1zul
blanco, 1nor;1do bl;1nco, rojo, an1arillo; gris, color de ros:1, a111;iril!o,
'Jlll;trillo, par.do
rojo p:ílidn, negro; en que el bh1nco corresponde al gris obscuro y el rojo al color de
rosa p:ílido.
la sexta línea repite 1:1 sucesi<'>n de colores de la pri111era.
ARTES GRAFICAS y PLASTlCAS EL ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE 59
58
La tendencia a esta repetición de los colores se nora con gran
clarid;>1l en Jne códices mexicanos; por ejemplo en el Codex Nuttall,
p. 82 (fig. 47) cnconrramos en la figura del ángulo inferior, a
mano derecha, una base en la cual se U.'ian triángulos en forn1a de
escalinata. con el orden de sucesión: a111arillo, rojo, negro, amarillo,
111ora<l<>, pardo rojizo;. }:n la n1isn1a página,_Jas franjas de plu111a en
las casacas de las figi.iras representadas se encuentran en ¡l n1ismo
2 j o
3 4 3 2 4 l 5 5 J 5
ronll\(lS zigz:i,srs
2 3 4 J ?
ron1hos
los hábitos de 1novinücnto. La protección necesaria del borde se de .car;~crer cspccializ:ado, nüentras que los patrones del borde son
consigue c_osiénd.olc un collar. l . . as veras de la corteza corren nar;1- casi universales.
lela111cntc al borde y si todas las puntadas pasaran a través de la --···· l~~s ins-tri.icri\,-o observar que las vasija:l de estilo enrollado están
por lo gen~r;1l c<~n1plet;1111cnte pulidas y que a veces quedan en el
1nisn1:1 veta, prohahlc111cnrc la cesta se haría pedazos, por consi-
guiente, se necesita dar las pun- ( borde las 1111prcs1ones <le los dedos del nH~dclador. i\'o h;r-.,· u11;1
t:H.las de largos diferentes. La 1na- razún t~cnica y oblig:1roria que exija este 1nodo de confecciú1l, pero
ncra lll:Ís efectiva de cjccut~lr esto se exphc:1 <.:01110 un esfucrz:o para acentu;1·r la forn1a. Los eje111plos
consiste en con1cnzar con una de esta clase de 111anufactura son 111ny nu111crosos. l•'ilas de bolit;1s.
puntada corta que pasa por la bordes 111oldeados o líneas ·
a corteza in111ediata1n ente debajo talladas en el carel de las
"del collar de refuerzo, dando la si- vasijas (fig. 50), peque-
guiente Pt,in~ada un P?co 1;1{1s L1r- ñas curv<lS Il1<1rgin-.tlcs en
g;i y la prox11na todav1a 1nas larga. los discos <le bronce, lí-
l)c esta 111ancra la distancia des- neas <.1 uc decoran los bor-
de la pri111era puntada corta es des de ph1tos planos v cu-
ya suficientcn1entc grande para charas con10 las que· usan a
pcnnirir que se repita la. nue,·a. los esquimales de Alaska,
1íncas esgrafiad as en el
.... ;
punta.da corta, y continuando de
hordc de una vasija de es-
~
esta n1ancra, se desarrolla un pa- .-
Cuando se decora la propia superficie, estas líneas o bandas rior. l:stos tipos se encuentran en el arre europeo prehistórico lo
ornan1cntalcs dcsc111pcñan 1_:1 funcic)n de lin1itar y encerrar el c:unpo mismo que_ en América (fig. 53).
decorativo. Los cje111plos ·de cst<l clase son 111uy nu111crosos. Los cn- b1 las bolsitas de los indios de los Estados Unidos (fig. 54) el
contran1os en los bordes de nuestras alfo111bras, en la dccor:.1cibn cuerpo y. la tapa aparecen tratados con10 unid<tdes separadas. l:n
arquircctbnica cu;1ndo los ángulos y líneas de la cubicrt:l <le un las moc;Js111as las palas forman un campo separado del borde (fi-
edificio se for111:111 por trabJjos orna1ncntalcs de picdra1 en l<l cn- gura 5~). l::n los trajes, los disefios de los collarines, bolsas y 1n;tng.1s
cuadcrnaciún de los lihros; en un:1 pah1hra, pr{1cric:1111cntc en todas se cons1dcr:1n a inenudo co1110 unidades separadas. ,,~iss]er ha llan1a-
h1s forn1as del arte dccor;ttivo 1nodcrno, y no 111cnos en el ;lrtc <lo la atención hacia la influencia de la estructura de los trajes en su
prin1irivo. L~1s_. _n1:.1nt<ls de decoración. '.!z
los indios de Ah1sk<l ( véc1n-
sc figs. 269 Ss., pp. 25 i ss.),
los tr<tb<tjos de bronce de
1:1 antigua ~~scandin~1via, la
ccrániica pre h isrórica de
Europa y ht Ar11érica Cen-
tral, las r.1bh1s del reinare
triangular de las casas de
~ueva Zelandia, los cintu-
rones de Nueva Guinea. las
cestas de la Guinea britá-
nica (fig. 81, p. 96) y las Fig. 53. \! asija de barro, tipo Figo. 55. 1'Ioca-
tazas: de n1adera de la re- i\lolkenbcrg, período sfna bordada,
111egalítico. apaches.
gi/>n del Congo son ejen1-
Plos de est<l tendencia ( fi- Fig. 54. Bolsa, arapahos.
Fig. 52. Tallado en madera, Bambala, Congo. g-t1rél 5 2) .
... Sin en1bargo, hay mu- La división en tres partes del ca111po decorativo de las n1antas
chos: casos en que L1 dccor~1ciéin está adaptad.a tan íntin1amente a tejidas de Alaska está determinada por la posiciún de la n1anta. El
L1 forn1a del objeto que no se siente el estírnulo de desarrollar un ca111po 1nedio y n1ás ancho queda en la espalda de la persona que la
contorno que lo circunde. I~~t decor:1cibn del ca111po aparece con1~J usa .. los can1pos 1nás angostos y laterales del;tnte del cuerpo. (\' éan-
una pinrur.1 encajada en el objeto. (·~n otros c:Jsos el can1po n1arg1- sc f1gs. 269 ss., pp. 251 ss.).
nal liso y sin decor<tr hace !:is ,·eccs de un borde '-1lle se dcstaC<I del l·:n trajes hechos de pedazos de rch1, o en J.1 cestcrí~1 cosida
área ce1itral orn;1111ent;1l. l~n la cestería con decoración radial cn- (fig. 56) encontr:an1os algunas veces las costuras decora.das de tal
contran1os frccucntc111cnre un~t falt<l de discii.os en el borde y una n1odo que llegan a convertirse en un elcn1ento decorati,·o. En otros
tendencia a pennitir que el ornan1cnto corra hasta la parte superior casos las costuras están acon1pañadas de fajas dccorati''as. t:n las
de l.1 orilla donde parece conto si estti\·iera cortado. polainas Y can1isas: de los indios: de los l~stados l.,.nidos las costu-
Debe n1encionarsc, adc1nás, otro rasgo característico del ~1rte - ras están acentuadas frccuenren1c11tc por h1 .1dici/Jn de franjc1s. En
decorarivo. ;"\o s<'>lo está ·;1ccnruad,1 y li;11itada la for1na gcnerJl, otros objetos se da preferencia a ciertas zonas: aareaando elcn1cn-
sino que sus di,·isiones n~ttur:.ilcs son ·t.1111bién detenninantcs en_ ,la tos decora ti vos:. b b
aplic;tciÚn de los p;Jtrones decorativos )" hacen que la .d~cor;lCIOil En las: vasijas de barro se tratan las asas de la n1anera. di-
se distribuya en cantpos: bien distintos. L::sto es 111uy v1s1blc ~n l.1
'.!:.! Clark 'Vissler, "Structural Basis to thc Decoration of Costun1es ainong the
ccrá111ica, en la cu;1l el cuello se destaca del cuerpo de la vast)<l, o Plains Indians", Antbrop. Papers, American ,\1useum of Natural Histon·, yoJ. 17,
se divide por un ;Íngulo agudo en un~1 p;trte superior y otra infe- ~-~~ .
68 AH.."J'FS (;l{¡\l .. IC~\.s , ..PJ..AS"l'!(;As EL ELEMENTO FORMAL EN EL ARTE 69
tiv:1, c.s decir, que no se hay;.1 dado con ella por n1cdio de u_n proceso L1s flech:1s y tienden a representar una plegaria a la divinidad. La
intck:crual, pero después de hahcrh1 cncontrcHio queda SUJCta a una figu~a d~ ll!l niño. tosca111cntc trazada, cxpres;1 11n:1. )1l1·~~:1ri:1 :1nr
cxplic:1ci<'1n racional. . 1:1 salud del inf;111te; la figur;t de un ciervo es una or.·,c1on paf',l tener
1\sí ran1bién, cuando el ho111hrc tiene (Jl!C representar un oh¡c- hocna suerte en 1:1 cacería. l..<1s flechas con los tr:1pos prendidos se
ro, se cnfrcnr:1 con un problcn1a que requiere soh1ci('in. l,a prin1cra introducen en el techo de p·al111a de un te111plo y :1llí se las deja
soluciún no es un;1 conquista artísric;t sino pr;1ctica. Sohuncntc tcne- pudrirse. ;\;°o se les dcstin.1 :1 ser obr:1s de arte sino si1nplcs represen-
1110.s ohra de ar~~.. cu11ndo L1 soluciún cst;Í. dot;H..la de belleza fonnal ~----:--·.
de pájaros (fig. 60). Por otra parte, los trajes pintados de los sba-
111,111es están ejecutados tosca1ncnte (lá1n. Y1). Representan concep-
tos niitolúgicos y tienen valor única1nentc por su significado . .El
interés no radic;l en h1 fornlél. Co1no prendas de vestir sun de fabri-
c;1ci('in toSC«l, porque la belleza de cjecuciún es ::1quí de 111cnor in1-
p(:rrt;1ncia.
L"n tercer cjc1nplo se cncuenrrot entre los indios nortean1erica:"
nos de lots G n1ndcs Planicies. Su clrtc rcprc;.;cnt::1tivo, en el sentido
. estricto de h1 palabra, está confinado casi por con1plcto a una forrna
rose:• de escritura pictúrica. No han desarrollado un;J. técnica ~n·an-
Fig. 61. Fila ~upcri<)r, pictogr:1fí;1s de los indios ojih\\·as; fikt inferior,
íde:11 de los indios d.1kor:is.
ncs de n1apas del n1undo entero. I::n un 111apa confonnc a la prO- la atención en sus figuras principalc:;, y en las espadas de la gran-
yccci<}n de i\llcrcator, o en nuestros planisferios, dcforn1an1os de diosa escena de Ja conspiracil>n de Claudius Civilis y sus bátavos
tal Inodo la superficie del globo que pueden verse todas }¡-;.:; partes contra los rotnanos; n1as las figuras disrantcs'son de contorno claro,
del 111isn10. l·~sta1nos interesados sola111cnrc en n1ostrar, de la n1ancra aunque cst:-Ín pintad~1s con colores obscuros. Por otro lado Holder,
n1ás satisfactoria posible, las relaciones que existen entre las partes en el cuadro en <1ue representa un duelo, nos obliga a fijar la
del globo, y co111binanH>s en un cuadro todos <H.1ucllos aspectos <1oc atención en l;1s puntas de las esp;.tdas c.1ue pinta con un perfil pro-
nunca podrían verse de una ojc:r1d:1. ()curre lo n1is1110 en las pro- ,nunciado i11ienrn1s quc,.todo lo de1n:l.s aparece con 111;1yor ,·aguedad
yecciones arquitccri'>nicas ortogon~1lcs, cspccialn1cntc cuando se po- <1 1~1edid:.1 que se alej~1 del punto en que se concentr;,1 el interés del
nen en cont~1cto dos dibujos contiguos ton1ados en ánrrulos rectos :trtrsta.
el uno con respecto al otro, o en I,1s copias de diseño~ en guc h1s Ciertos detalles considerados con10 características pern1anen-
escenas o dihi¿.jos hechos en un cilindro, un vaso, o una vc1sija esfé- tes tienen un papel que dese1npeñar aun en- el arre n1oderno. Hasta
rica se desarr0Ih1n en un.1 superficie plana :1 fin de que puedan hace inny poco tie111po se co~1sideraba el color de la piel de una
apreciarse de un vist:1zo las relaciones entre las fon11as decorativas. persona con10 cscncialtnente pennanente. Por lo n1cnos los fuertes
J•:n los dibujos de objetos destinados al estudio científico pode111os can1hios que ocurren en realidad en las diferentes posiciones no se
;tdoptar a veces un punto de vista p·.1rccido y para dilucidar relacio- habían pintado hasta época 1nuy reciente. L~ na persona de piel cla-
nes i111portantcs trazar nuestro dibujo con10 si pudiéra111os ver a h1 ra, de pie entre un arhusto verde y una pared de ladrillo rojo.
\·uclta de la cs<1uin11 o a través del objeto. 1\'lovinlicntos diferentes tiene ciernurrcntc Ja car;l yerde de un lado y roja del otro, y si el sol
se representan en diagr:u11;1s en que se ilustran los 111ovi111ientos n1e- le est:i :1lun1brando la frente puede to1nar <l veces un intenso color
c.ínicos y en los cu<lles p·.1ra explicar cótno trabaja un invento, se an1arilio. )', sin e1nbargo, no esta1nos acostu111brados, o por lo n1cnos
exhiben varias posiciones de las parres en accic'>n. no lo estában1os, a pintar estos detalles e111inentcn1ente realistas. i\·Iás
..l\.111bas posiciones se han. ensayado en el arte priiniti\·o: la pers- bien concentr:unos la atención en lo que es pern1anenre en la piel
pcctiv;1 y la prcsenraciún de ·1as partes esenciales en con1hinación. del individuo. t"Jl con10 L1 \·cn1os a I..1 luz ordinari<l v difusa del día.
c:o1110 las parres esenci:1les son sín1bolos del objeto, poden1os dar a I:sta1nos acosttunbrados a \'Cr debilitarse L1s luces ·accidentales del
este n1étodo el no1nbrc de si111b<'ilico. Repito l]Ue en el inérodo si111- n1on1ento en favor de la in1presi/n1 pcnnancnte.
h<'>lico se hallan representados agucllos rasgos que se consideran t~n las representaciones pri~niti''<lS y si1nbúlicas estos rasgos i:cr-
csenci;1lcs y pcnnancnrcs. y que no h:1;r esfuerzo alguno de parte 111anentes se presentan de la n11sn1a inaner;1, )' a Ycces se acenru:1n
del dibuj ..1nte para concretarse a hacer una reproducción de lo l]Ue cnérgica111cnrc. Con facilidad se observará que los dibujos de los
cfcctiya1nentc ve en un 1110111cnto d;1do. niños son esenciahnente del canl.ctcr guc esta111os describiendo. Xo
J::s fácil de111osrrar que estos puntos de \·isra no falt,111 de ningu- son i111ág-enes de la n1e1noria, con10 pretende ,,.undt, salvo h:1sra
na n1:1ncr:i en el arre europeo. L.1 co111bin;1ci{)n de n1on1entos dife- donde k;s shnbolos se recuerdan Y' a\'tu:h111 a recordar. sino con1no-
rentes en una pintun1 aparece con1ún111cnre en el arte antiguo -por sicion_es de lo que ante la in1-.1gi11acÍ~)n del niña ~e prcsent•~ co,n10
ejen1plo cu;1ndo en el cu;1dro de ,\liguel _-\ngcl, _..\clín y I·~ya apa- escnc1:1l, v t:1l yez co1110 h;1cedero. L na persona nene dos o¡os qur
recen ;l un lado del úrbol de la ciencia en el Jlc1r;lÍso y al otro lado poseen sti for111a xnás característica ,·istoS de frente; un.i nariz pro-
se ye cc'1n10 son expulsados por el <Íngcl. f~n realidad, l:ada la tela de niinentc que llan1a inás la atenci{>n viéndola de perfil; n1anus con
grandes din1cnsiones contiene una co111binaciún de ,·istas <liferen- dedos gue se Yen inejor cuand<!_ las palxu:1s e:>t;l11 ·;ueltas haci,1 ade-
··tcs--:"Clia1ltf<'> Cc)11té.1l1pI:1111os un cu;;1dro s{,lo ,·e111os con claridad un lante; pies cu>·a forn1a se ,·e C<H1 clarid<l? únicain;nte de pc~·fil. FJ
<Írc;l pequeila y liniitad-.1, los puntos 111(is distantes <l}Xtrecen tanto c1.1crpo es cscnci.1l, lo 11lisn10 lluc el tr:l.!e; <le ah1 los lla111ados rn-
in,ls horrtH.Ios e indistintos cuanto 111á:; Jcjos se h-.1!L111 del centro. Sin \·os X que rctr;1t;.111 las partes encubiert:1s. ·i::stos dibujos son una
c111hargo, la n1:1yoría de ias pinturas 111;Ís :1nrigu:1s c.1ue contienen es- Colecciún de sí111bolos unidos entre sí de 111anera n1ús o n1enos satis-
cenas de gr:111 tt1n1:111o representan todas l:1s partes con igual clari- factoria 111edi:u1re un esque111a gencr;1J, ·aunque algunos detalles suel-
d~1d, con10 se present;111 ;1 nuestros ojos cuando éstos recorren el tos pueden estt1r fuera de lugar. Los niis1nns detalles exi;;rcn con~ún
ca1npo y van ex·a111inando uno por uno todos sus co1nponentcs. n1ente en los dibujos prinliti,·os. Cuando }(arl Yon den Steinen
Ren1brandt ernpleaha luces fuertes p:1ra ohligar al espectador a fijar hacía que los indios de 1:1 A111érica del Sur dibujaran a un ho1nhre
82 ARTE REPRESENTATIVO
ARTE REPRESENTATIVO 83
blanco, ag uél los le ponían el bigote en la frente como símbolo
característico, porque b~1staba con colocarlo con10 un símbolo en el
espacio 1llás a la 111ano. De la nlisn1a 111anera deben contc1nplarse las
pinturas egipcias con su 111czcla de vistas de perfil y vistas de frente
y los objetos transparentes a través de los cuales pueden \'erse
las partes ocultas (fig. 68). De ninguna manera indican incapacidad
para ver y dibujar en perspectiva; si111plc111cntc dcnn1cstran c.1ue el
interés de la gente se concentraba en la representación plena de los
sÍinbolos.
Fig. 69. Crab;ido csquin1al en un colinillo de n1orsa, Al:lska.
Cuando excepcionahncnte se da
al síinbolo una -gran in1portancia,
.. de inancra que .s.upera al i~1terés en
el dibujo, la forma general puede
c1npcqucñecerse y se originan
for1nas que, desde nuestro punto
de vista de la perspectiva, pierd~n
toda apariencia de realisn10. El
cnso 1nás característico de esta
clase se encuentra en el arte de la
costa del noroeste de los Estados
Vnidos, en el cual toda la forma
Fig. 68. Dibujos egipcios; arriba, ani111al queda reducida a un gru-
j.1rr;1 y p;:¡\angana; abajo, persona
po de símbolos desconectados . .'IJ
dunnicndu, cubicxta con una
n1anta. castor se le representa debida111cn-
te n1ediante una cabeza grande
con dos pares de incisivos y una cola esc:unosa (\·éase pp. 185 ss.).
Sin e111bargo, en este c~1so, ya no estan1os tratando con representa-
ciones toscas, sino con un arte alta111entc desarrollado, cuya for-
111;1 dcn1ucstr~1 que en su desarrollo 1.1 representación sin1b<;lica ha
sido de i111ponancia fundan1cntal.
La segunda for111a de reprcscntacic'JJ1 es por n1edio de dibujo en
pcrspccti,·a, en el cu.11 se utiliza la i111prcsiún Yisual n1on1enníne<1
prescindiendo de la presencia o ausencia de sín1l1olos característi-
cos. l~ste 111étodo no es por ningún concepto extraño a los dibujos
del hon1hre prünitivo, ni a los .de los Jliffios, pero. no es tan co111ún
con10 la representacilin sin1búlica. En cierto tnodo las forn1as sin1-
húlicas 111ás to:;cas contienen un cle111cnto de perspectiva, atlll(lUC
éste no abarca roda la figura, sino sólo las parres que se han reunic;io
con n1~ls o 111enos habilidad, de 111odo que se conserva una apa-
riencia de esgucn1a general. Tal es el caso de las pinturas egipcias,
de las de los australianos y de la escritura pictórica de la Atnérica Fig. 70. Pintllras en la roca de lo;; bosquimanos.
del Norte (véanse figs. 61-62).
En otros casos ~l :,irte del dibujo en perspectiva se eleva a un
84 AICrE REPRE.SEN"fA'TIVO ARTE REPRESENTATIVO s;
grado de verdadera excelencia. Lc1s siluetas de los csqui111alcs pue- n1i1s de acuerdo con la naturaleza. Los tallados en niarfil de los
den n1cncionarsc con10 un cjc111plo <le este caso particular (fig. 69). csquimalcs,d1ukchees y koryaks (fig. 73), las esculturas prehistó-
Sus figuras ~;or. sic1nprc pt:(1ucii.;1s, rayadas en 111arf~i, ·LL1...:1 l lll Jt.: ,. t.:- ricas y la cerániica de la A111érica del Norte son cjcn1plos de esta
nado o hueso y llenas de línc;1s de son1bra o pig1ncnro negro. La clase.
forma y la postura están hicn hcch:1s. Aunque por lo gcncr~1l no hay Cotno se ha dicho antes, no se puede trazar una líne;l clara de
un arreglo en perspccth«1 de los grupos, cada figura está bien
dc111arcacibn entre los dos 111étodos de rcpre:>cntaciéin gráfica. En la
cjccurach1 y produce un:1 sola i111prcsiún visual. -1~~nconrr.1111os pcrs-
1na)rorí:a de los casos las representaciones sin1bólicas son, por lo nic-
nos en parte, en perspectiva, ya sc;.1 guc se inantcnga la forrna gcnc-
r:1l, o que se presenten las partes en forn1a de perspectiva; niientras
1.1uc las representaciones pueden contener clc1nentos sin1bólicos.
()1ando el indio pueblo pinta la figura de un ciervo con cierto gra-
do de exactitud de perspectiva (véase fig. 142, p. 165), pero le
:.1grcga una línea que corre desde la boca al cor2.zún con10 un
sín1holo esencial de vida; o cuando se
;trreglan los sí1nbolos con un buen gra-
do de correspondencia en el orden de
la perspectiva, teneu1os forn1as en que
pueden observarse an1bas tendencias.
Fn rc;1lid·Jd, en todo dibujo o pintura
se encuentra cierro grado de sin1bolis-
1110 convcncion<1l, tanto inayor cuantc,
111;Ís ligero es el esbozo, en ·otras pala-
br;ts, 111ientras 111{1s se reduzca la repre-
1
"sent;tciún de los rasgos salientes. l:~sro Fig. 72. So111brcro de los
Fi~~- /!. Pintura p:1lcolítica (]l!C n:pn:scnt;1 a un bisonte. 1 es cspecialntente cier'to en todas las for- indios nootk;1s.
1
n1:1s de la caricatur;J.
pcctiva de grupos en las pinrur;is hechas en h1 roc;1 en el ~4..frica Jcl Si el arte representativo se desarrollara hasta el absoluto rea-
1 lis1110, la fotografí:1 esrcreoscópica en colores sería el tipo inás elc-
Sur (fig. 70), t]UC no son perfectas sino indiccH. L1s por el recorte
de las figuras y los tan1años rclati\·os de los objetos pr<')xi111os y de Y<tdo de ;.lrte, pero naturaln1cnte no es así. Dejando a un lado la
los que se YCH a lo lejos. I:] realisn10 en perspectiva de L1s figuras 1 arracciún e111oriva del propio objeto, una copia exacta de un objeto
so!.1s ap:1rece aún 111ás desarrollado en las pintur;.1s del ho111hrc natural, con10 una flor de vidrio, una escultura pintada, una iinita-
paleolítico 1nás 111oderno. que se encucntr;.111 en h1s cavernas del sur ciún de sonidos naturales o una p<1ntonli111a pueden lleaar a cons-
• - • _, • • I:> •
de }•"'rancia y J·:sp:úi.1 (fig. 71 ). "\:o son raros los esfuerzos n1enos t1tu1r una intensa arracc1on e111otiva, pueden excitar nuestra adnu-
h:ibil<;s de rcpres~~~r~~~i{~}.,E~~.r:.).ll~di<? dc _J;1 pcrspccti\·a. f,n esteras racifin por la destreza de J;t ejecución; pero su valor a.rrísrico
procedentes de la regi<'>n del Congo :' en scnnhrcros de pahna de la dependerá sic111prc de la presencia de un elen1ento forn1al que no
isl:.1 de >~;111cou\·cr (fig. 72) se ohscr\·a (]UC se h;1n hecho tentati\·as es idéntico a la fonna que se encuentra en la naturaleza.
dcs111aii<1d;1s de esra clase de rcprcscnraci<'in. l·~n las de la prin1era Debe concederse i111porrancia a los puntos de vista caracterís-
regiún no111brada ha:'· ani1nales de perfil y en L1 segunda escenas t~cos de donde evolucionan los dos 1nétodos de reprcscnt<iciún grá-
de la pesca de J.1 ballena: h~nnbrcs que Yan en 1111:1 canoa y que fica, pon¡uc el desarrollo del dibujo en pcrspccti\'a se representa
est.Ín iz;1ndo a bordo u.na b:1llen:1 arpon:HLI. frecuentc111cntc con10 un desarrollo del 111étodo sin1bóiico 111ás tos-
]\'lucho in:Ís co111uncs son h1s esculturas en n1adcra, hueso o· co. Por cierto que ;unbos tienen fuentes psicalógicas distintas que
piedra, o los objetos de barro que no son si111bt'ilicos, pero csr~ln per111anccen activas tanto en la antigua corno en la n1odcrna historia
86 ARTE REPRESENTATIVO ARTE REPRESENTATIVO 87
del arre. Vierkandr 1 designa los varios 111étodos de representación que comienzan por la recolección de frutas y pasan por el pasto-
como sugestivos ( audeutend), descriptivos ( bescbreibend) y en rC'n h1sr~1 llcg.:u:.. a la agricultnra .. F.n épocas prehistóricas se suponía
perspectiva ( m1scba11licb ). Los dos pr1111cros corresponden a lo que que estas tres etapas eran características de todo hu111ano desarrollo,
he lla111ado aquí si111búlico. Estos 111érodos difieren única111cntc en el hasta que se reconoció que no existe conexión entre la invención
carácter 111ás o 111cnos frag111cntario de los sí111b0Ios. El tipo en de la agricultura y la do1nesticaciún de los aniinales -la pri111era
pcrspccriYa no se dcri,·a de los dos pri111cros co1110 _rc_sultado de un~1 tU\'O su desarrollo en la ocupación de la rnujer que recolectaba h1s
cvoluciún; se basa en una actitud 111cnral el.ira y d1snnt<l1 cuy<t pre-- flhú1tas pan1 la ali1nentaciún, y la segunda en la afici{in de los '10111-
bres a la c:1za. Los hon1bres no tenían oportunidad de fan1iliarizarse
con el 111~1ncjo de las plantas, y las rnujeres carecían por su parte
de la oportunidad de tratar con los anin1ales. Por consiguiente, no
es posible derivar de las nliSl11as fuentes el desarrollo de h1 ;1gricul-
tura y el del pastoreo.
No es 111etios arbitrario suponer que las for111as sociales puedan
h,1berse desarrollado en sucesión regular uni\'Crsahncnte válida, b;1-
sándose sien1prc c.1da etapa en una nüsn1a etapa anterior en tod,1s
p<Irtes del inundo. No existe prueba que pudiera obligarnos a supo-
ner que las organizaciones n1atrilineales precedían sien1pre a las
patrilineales o a las bilaterales. Al contrario, parece 111ucho tll<Ís pro-
a bable que Ia vida de los cazadores en unidades de una sola fanlilia. o
la de grupos 111ás o n1cnos nun1erosos en territorios 111ás feraces
h;1y~1n producido resultados diferentes. Unica1nente en <H]uellos C<l-
sos en que las circunstancias sociales y psicolúgicas son continu¡1s
pode111os esperar una c\·oiuciún continua.
Tern1in:ada est<i bre\·c digresi<)n, ,-olva111os a nuestro tenia. L.~ls
representaciones se conYicrten en obr,1s de arte sola111entc cu.1ndo
se h·a donünado perfccta111entc la técnica de su fabricaci<'in, por lo
Fig. 73. Escu!tur:is de !os kory:i.ks.
1nenos por cierto nún1ero de individuos; en otras palabras. cuando
se ha ejecutado por uno de los procedinücntos que est<Ín industrial-
scncia n1ás antigu;1 se n1anifiesta en L1s pinturas realistas en perspec- n1cnre en uso Corriente. Allí donde se practica la escultur.1 pode1nos
tiva de 111uchas._tribus prinüri,·as. esperar forn1a artística en el tallado; donde predonlinan la pintur::t,
La teoría de un dc.sarrollo continuo del arre sin1bólico al rea- la alfarería o el trab:1jo en 1netal, se encuentra la fonna artística en
lista es una de las ntn11erosas tentati\·as que se lran hecho p<1ra los productos de :H1ue!L1s industri:.1s en que se obtiene el n1ás alto
den1ostrar un desarrollo continuo de fonnas culturales, una evolu- grado de habilidad técnica ..El esqui111al talla en Ill<'!.rfil, astas de
ciún constante e ininterru111pida. Este punto de vista ha ejercido ,-enado o hueso, de los cuales fabrica sus arpones y n1uchos otros
un<l proftinda influenci~1 en toda la teoría de la etnología. La cYo- utensilios; ejecuta ·con -el cuchilto su n1ejor trabajo representativo,
Iuci{ln que signific;.1 el ca111_bio continuo de pensanúento y acciún. el cual const;1 de pe(1ueíias esculturas y asbozos en que aplica los
o de continuidad histc'iric-.1, debe aceptarse sin reserva ..Es diferente. ·111isn1os 111étodos que en1plca cada día. fJ neozelandés talla en nta-
cuando se la concibe co1110 significando el desarrollo continuo Y dera, hace dclicJdas L1borcs en piedra, y pinta; su 1nejor tnlliajo
universal111en.te \•álido de una ~fon11;1 cultural que proYienc de u;1 represent;1tivo está hecho por estos n1étodos. Se hall:1n otros cjc111-
tipo anterior. coino el supuesto desarroll_o de fonnas eco11Ó1nicas plos en el trabajo en n1et;1l y tallado en n1·,1rfil de l~enin (fig. 74),
ináscaras de Ja cabeza de los ca111crones ( fiz. 75), los tallados- en
1 "D:is Zcichncn dcr ?\'atun·Oikcr'', Zcitschrift fiir trngc<;,;;tt11dtc l'sychologh', n1:1dcra de la costa noroeste de los l~~.stados l.T1Íidos (véanse fürs. 154-
\'Oi. 6 (l9J:!), pp. 3.f7 SS. 156, pp. 182-184), l;i ccri1111ica del Perl1, la del distrito de 'loruba
88 ARTE REPRESENTATIVO ARTE REPRESENTATIVO 89
(fig. 76), la de Centroamérica y Arkansas (fig. 77), l~ cestería de du~tos art!sticos ddhombre: Una ':'ez que se ha establecido un tipo
los pi111as y los bor~ados y tch1s de los peruanos (vcasc f1g. 39, def!n~do, c1ercc una influencia donunanre sobre .la.$ nuevas tentativas
~54). . . .. arnsncas. Cuando su domin_io se prolonga por largo rie1npo puede
Con10 las rcprcscntac1oncs dcsnnadas a tener valor arnst1co se suceder que las reprcscnrac1ones se fundan en un inolde de hierro
hacen por 1ncdio de la técnica 111cís altan1cn.rc desarrollada, no, es _de Y que los reinas 111ás diversos to1ncn fonnas si1Tlil~1res. Entonces
extrañar que el estilo for111al de h1 tccn1ca parece que el viejo patrón ha sido mal interpretado y de él se
-adt1uicra ascendiente sobre la fon11a de la l~a~ <lcsarroll~1do. nueYas forn1as. De c..c.;ra 1nancra, según ,1()'1i den
rcprcscntaciún. Las líneas angul<1rc~ del te- Ste1nen, las f1gurtllas de las e~culturas. de las l\'1arque~as que origi-
jido hecho con 1natcrial ordinario y las nalmente representaban dos figuras espalda con espalda, han detcr-
fon11as en escalón de hls diagonales que se
dctcnninan por esta técnica in1pri111cn fre-
cucnrcn1entc su sello en las representaciones
v se vuelven parte integrante de un estilo
iocal. Se desarrolla así una íntin1a relación
entre lns clc1ncntos for111alcs y los represen-
tativos t}UC hace que la rcprescntaciún reci-
ba un valor forn1al co1npleta111ente separado
de su significado. I\lientras n1ás honda es la
influen~ia del elen1ento forn1al y dccor~1rivo
sobre el 111étodo de representación, hay 111ás
probabilidad de <]Ue los elementos formales
lleguen a tener un valor en1orivo. F.s ab-
soluta1ncnte arbitrario suponer su desarrollo
unilateral de lo representativo a lo fonnal o
viceversa, y aun hablar de una transfon11a-
ci('1n aradual de una for1na representativa a
una t'onvencional, porque la propia repre-
sentaci<'H1 artística solan1ente puede proce- Fig. ''· ;'Iásc:1r;l de b cabez:i., F:g;. 76. C.1he;r.;i de terr-.icot"J. de
der sobre la base de las forn1as técnica111en- Río Cross, Ca1nerón. lfe, distrito de \"ontba.
Fig. 74. \":i.ciaclo en te desarrolladas. l\n otro lugar tratarcn1os de
bronce, Benin. este tcn1a con 111ayor dctenin1icnto (véanse núnado un tipo de representaciones entcra111enre nuevas, o, co1110 él
PF· 117 n. J. . . prefiere decirlo, han sido 111al co111prendidas y se han desarro!I~1do
t~n todos los aspectos de la vida puede observarse la influen- de nuev.1s inancras. \"o no dudo que en algunos casos ocurra este
cia controladora del patrón, o sea de cierta fonna típica de conduc- pro~cso de nl~!a interprctaci6n, pero no es él el que en este lugar
ta. Así con10 nosotros pcnsa1nos siguiendo .un_ .plan .de causalidad nos interesa. E1en1plns notables de la influenci~1 donünadora de un
objeti\·a y inaterial. nsí el hon1brc prinütiYo piensa en un plan en patrún pueden encontrarse en n1uchas partes del inundo. El estilo
que figura la causaiidad subjetiva como elemento importante. Así de la. costa noroc~rc de los Estados l 1 nidos es tan ·rígido {1uc todas
como nuesm1s rehlcwnes personales con nuestros panentes cons.111- las f~guras de an1_111alcs represenr~das en superficies planas esrá.n
guíncos están dercnninadas por el parrfn1 de nuestra fa1nilia, así fundidas en el 11usn10 inoldc, ( veanse pp. 184 ss. J; h1 f rccucncia
las rclacion(!S correspondientes en otr}1s sociedades están goberna- abrun1adora de la espiral en Nueva Zelan<lia es otro eje1nplo; las
das por sus patrones sociales. La interpretación del patrón puede figuras entrelazadas del arte germánico de principios de la Edad
can1biar, pero su fonn·a es capa'l, de continuar por largo tie111po. i\tled1a; los parrones angulares de los indios de la An1érica del Norte
La 1nis111a estabilidad de patrón puede observarse en los pro- (véase p. 174); todos ellos den1ucstran esta 1nisn1a condici<'>n. F:n un
ARTE REPRESENTATIVO ARTE REPRESENTATIVO 91
90
arte cuya técnica no admite el uso de líneas curvas y en el cual se artesanos se encuentran en todas las forn1as de sociedad; de la
han desarrollado patrones decorativos, no hay_Jugar para las líneas n1isma .n1:ivera que hay creyentes e incrédulos, hay artistas creado-
ciü:vas; y los contornos redondos de los ob¡eto: aparecen rotos res que se levantan sobre el nivel del artesano hábil y mercaderes
en fon11as angulares. Los patrones, o con1~ cornenten1ente deci- que están satisfechos con intitar servil, pero ficltnente, los 111odelos
mos, el estilo, domina el arte formal lo 1111smo que el represen- existentes. Allí donde el arte representativo ha caído bajo el rígido
tativo. control de la técnica, hay paca oportunidad para el desarrollo de
Sin en1bargo, el estilo en n1anera alguna se determina por. con1- un estilo naturalista; allí donde la técnica es libre, poden1os ta111bién
pleto por las tendencias formales generales que hemos exammado, esperar forn1as libres. Esta condición se realiza de dos n1aneras, a
ni por las relaciones entre estos ele~nentos y ~l ca1npo decoranvo, saber: en aquellos casos en
sino que depende de 1nuchas otras c1rcunstanc1as. que el arte representativo .no
Hay otro punto de que debe tratarse aquí. Se ha llamado la ··:· está esch1vizado por una téc-
atención acerca de la ausencia aparente de elementos puran1e:ite - nica unilateral, y en circuns-
formales en el arte de aquellas tribus que desde un punto de vista tancias en que se ha alcanza-
econón1ico e industrial son de lo más prin1~tivo, o sean los ~;od~r~os do un airo grado de libertad
bosquimanos del Africa del Sur, lo~ esqmmales_ de la reg1on amca en el uso de una variedad de
de la AnJérica del Norte, los austrahanos y, en t1en1pos rcn1otos, los procesos técnicos. Un estu-
cazadores paleolíticos. Este hecho no es enter~mente exa~to, corno dio de roda la esfera de pro-
lo ha indicado ya Vicrk·andt, porque otras tribus que v~ven en el ductos de arte den1uestra
n1isn10 nivel industrial no parti~ipan de estas. característIC;as, espe- que allí donde se practica
cialmente los veddah y los habitantes de las ISlas Andaman. Ade- una técnica que da libre cur-
n1ás, no es cierto en manera .alguna gue las escultura~ en la roca del so al desarrollo de la for1na,
Africa del Sur hayan sido hechas por los bosqmmanos. Parece surgen fonnas n·aturalisras, o
bastante bien averiguado que las n1ejores que ~e conocen fueron sean aquellas que están rela-
hechas en los rien1pos antiguos y que los bosqu1n1anos actuales. sa- tivatnente -libres de an1ane-
ben bien poco acerca de su origen. En las pin~uras y p~troghfos ran1ientos estéticos, aunque
sudafricanos y en las obras de arte de la~ otras tribus anter1orn1ente son a veces de generalización Fig. i7. Cabeza de barro de Arkans>ls.
111encionadas encontran1os un arte realista 111uy desarrollado que atrevida. El grabado en ma-
presenta una verdad sorprende_nt7 de percepción de la p~;spectiva, dera, hueso, n1arfil o piedra, y el 111odelado en barro son las artes
tanto en reposo con10 en n1ov11111ento. En esta observac1on ~~ ba- principales que dan cst;t libertad, la cual no se encuentra fácihnente
sado \Ten,•orn una distinción entre lo que él llan1a el arte f1s1ote- en la representación gráfica. En consccuenci,1, en 111uchas cultur:1s
r:ípico )r el ideoplástico; el l?ri111ero contiene i111ágcncs visu~1Ics que por lo de111ús se h~11Ian bajo el estricto control del estilo conven-
,-crd;tdcras y del 1110111cnto, n11cntr<1s que el segundo rcpre!-:ent:1 _a cional, }~ por Jo n1cnos ocasionaltncnte, cncontran1os figuras de bul-
la naturaleza 111odeh1d.i de nuc,·o por el pcnsanuento y, por cons1- to que son natur;1listas. _Ejcn1plos de estas figuras se encuentran
cruientc, en un estilo con,·encion·oal. 1 en el ·arte de la Costa del Pacífico del ~ortc; en \':1ciados de brnnce,
1
:::- N'o creo que pueda sostenerse la asignaeit'ln de. estos ~~tilos, a -tallados en n1adcr;1 y figur;1s de barro de Africa (figs. 74-76); en
diferentes 111odos de cultura, porque las representaciones fis1oplas-
tic:1s por ningún concepto están Iinlitadas a las tr_ibu.s de la e:;truc-
1 las ,·asijas de los antiguos habitantes de i\rkansas (fig. 77); y
í'
en tr,1bajos de piedr;1 de léxico y cer-.ínlic;1 del Perú. Por otra
tura econ{nnica 111á.s sencilla, ni, con10 acab<t de 1nd1c~1rse, son co- ! parte, nuestro realisn10 inodcrno está basado en el hecho de su
111uncs a todas ellas. En estos asuntos, lo nlis1110 que en todas h1s en1·Jncipación _de un solo estilo rígido que controla toda la produc-
de111ás cuestiones étnic.1s, deben1os evit;tr considerar a las tribus ción de arre. rfal libertad no se encuentra con la 1nis1na extCnsión
con10 si fueran u·nidades unifon11cs. La variaciún individual, tanto en el ·arte pri1nitivo con su nún1ero tnás li111itado de procedinlientos
en el aspecto físico conto en ht vid<t de la inteligencia, es t~n in1por- técnicos
tante en la sociedad prin1itiva con10 en la nuestra. Los artistas y los L.:1 teoría propuesta por i\![ax Ver\vorn 1ne parece que descansa
92 ARTE REPRESENTATIVO
ARTE REPRESENTATIVO 93
en otro error. No sólo es incorrecto suponer que las representacio- cuerpo y que usaban oman1entos geo1nétricos en sus utensilios de
__ nes.fides de la nacurale~a están limitadas a las tribus del más b~jo hueso, decoraban sus trajes y .otros objetos de corta duración de los
nivel econóniico e -industrial;- sino que puede probarse tan1b1cn cuales no han quedado huellas. Si suponemos que los restos de
que, por lo 1i1enos los que ~iycn ~n. la .ép.oca actual, poseen tanto el los indios actuales de las planicies de los Estados Unidos, o los
arte .idcoplástico con10 el fis1opl:1snco. ~·s:o es lo que ocurre, cspc-, de los australianos hubieran estado expuestos por n1iles de años al
cialn1cnte con los csqui111alcs, qtucnes, st bien producen un nun1ero climahúmed<> de Eu~??ª• ..".~.;:egur~. que nada quedaría que pudi~ra
notable de tallados y dibujos realistas, tienen tatnbién cierto nlunc- ayut!afnos a penetrar en Ta cbmplc¡1dad de su cultura y en la exis-
' ro·de diseños geoméfri- ;' · .. . tencia de su arte simbúlico, es decir, ideoplásrico .
. C()S: co1wencio11ales que :~. ·
: se ilianifiestan con re- ....•.. · .·. .
'· ·.~á·d·.,
:..-.·.gu·.·.ia.n ~ éSt:ós········.·.·~"
:· ,:E.i1tr.·. •.
· ..,, .•.,:-~oS"c-mas:·_.-p-~Hn~n-tes~":'i' i~\·.c
. -·,, .·-·-· •.·.··
; ,•,:. ·: 'son·las líneas en fonna · ·
. dé ágúijónes y la suce- ..
· si6rH3e figtiras .en for- .· ··?-'·
ma'; de Y q?e se alter- .
nan-enJa:f1g. 78. Esca
lllrhna' tiene-a veces un
signifiéadó'. simbólic~,
ló misn~o 'qúe otros di-
señás ·-gcoihétricos con-
vencionales-entre otros
grupos de gentes. Cuan-
do al finar de Ja Y bi-
fllfcada ~e_. presentan
·pcqú_c~os _cí_~~ulos, se la
Jri_~~r11rc:t;~ :_ con10 una
· flcir. Adein;ís; los trajes
. de "los· --.-hofilf)rcs V las i-~ig. 18. Tn!lalins e1, niarfil y hueso, y t:ttunjc
n1ujcres están: dcºcora- ~ de !ns cs·quin1_a!cs oricnt:llcs.
dos sien1¡'>rC con 111oti:.. .
vos que indican o accntúa1\ las l~artcs. del cuerpo que cubret~,. con10
los on1é>platos o ·el cstcr"t't<__[l. ~..spcc1;1lt~1cntc e~Jtre l.os natn.os .de
Alaska· el arte conYcriciotlal es ·tdeoplasnco en el sc11t1do ·que indica /
··--·~ --·~''""VCr"V.'ITTíl?'"·"''~.:,. .,.,,. 4 ,,.,.,._. '"'. ~ ''~ •w·····.
1 .
Ya hc111os dado a- conocer ej-en1plos del arte geon1étrico orna.-
n101il1J.. . de. los' bosc.1ui1ilanoS- (fig. -8, p. 30); sin e111bargo, no sabc1nos
si tiene un significado sin1bblico. I!.l arte orna111ental de aquella~
gent~s es n1uy ·pobre porque .t!encn muy poc;ts cosas que pueden
servir de ·reina de ornan1ciltac1on.
Púrccc más que probable que el_ hombre de la época l"'!eolíti~a
niás reciente cuyos instrumentos cstan enteran1entc en ~l nus1110 ni-
vel que los de Iris tribus pri111itivas 111odcrnas, que se adornaban el
·SÍMBOLISMO 95
~·,.
relaciones de .asociacibn del producto de arte o del acto artístico.
Co1110 estas fonuas. son significativas, deben ser ran1bién rcpresen-
t<ltiv<~S no ncccsarian1enrc de objetos tangibles, sino a vccc.s de ideas
e
n1ás o 111cnos abstractas.
En nuestra cxposici<)n anterior hc111os deinostrado que el arte
representativo puede estar y está generalmente•bajofa influencia de.
la for111:1 técnica, de tal 1nanera que en n1uc;hos casos no se :i;econoce
·~·
con facilidad el prototipo ·natural. .....
Es un hecho nc>tablc que en el arte de muchas tribus, en tod°'
partes del mundc>, el c>rnamentc> que a nosotros nc>s parece pura-
n1cntc fonnal está asociado a un significado, .es decir, esi;:á -interpre-.
tado. ](arl von den Steinen encontró que los patrones gecnnétricos " .
..y n···.·
.•.... ;
';;
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.:: ·. ..
m
·..
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..
de los indios del Brasil representaban peces, murciélagos, ¡tbejas y
•
otros ani111alcs, aunque los triángulos y ro1nbos de que constan
no tienen relación aparente con estas formas aqim,des. El dibujo de
.
la }"'rte superior de la fig. 79 representa murciélagos, indicados por· . .
los triángulos negros. L,1 figura que le sigue hacia abajo representa r . Fjg.; 80. Ornatucritos .de los
el uluri, un pequeño objeto de barro que usan las mujeres en lug-ar Fig. 79. Orna111cutos de los aucros,.Bruil.·. k:zrayacs.
de t:1p:lrrabo. La tercera figura representa un pez, cuyas gr:.1ndes
esca1nas van indica,das~con ro1nbas. La cuarta y quinta figun1s t:un- sün.étri_caruente y tiene ele11~(!ntos .rÍtp1iC*_ili,~Utc. repetidos. de· largo
bién representan peces~, a la .últin1a se le lh1n1a "abejas jc'1\·cnes". desi.gual, representa murciélagp5. Estos sp¡i:idé,nricos ,en la forma al
Varios platos de barro que se decía representaban animales , "·''"" :.=~.,.......,., ..pelicano fo1gara de Nueva Jtlanda (v.éase fig. 101, p. 111). La
csc1ban caracterizados en parte por cabezas, exrren1idades v colas tercera fig1m¡ hacia abajo .rep.re5ent~· la.s Jl)arcas de la piel de la ser-
bien· dístintas, n1ientras <].Ue otros no se parecían a las fornÍ~s que ¡nenre de cascabel, ylas figuras rl'$ta11t~:son:igualmenre nwrcas de
los notti\ros pretendían que representaban. Existe," sin en1bargo~ una la piel de varias culebras. : , · · .:·:" .....
scn1cjanza general de forn1a entre las figuras pur:.ln1cntc coú,·cncio- \V. E. Rothl»1 recogido,el signifi.cadp de los disei\os de ceste-
nalcs y las realistas. lo cual sugirib a von den Srcincn l<t deducción ría de los indios de la Guayán¡1 Inglesa} .~lgunos de estos diseños
de que las primeras se desarrollaron de las segundas. Ehrenreich l \\-".E. Roth, "IntroducrOry $tudY_of Ans ~úd.Cráfts, and Customs of rhc
corroboré> más tarde estas observaciones tanto en la An1érica del Guiana lndians", J,C/fb. An11ual Rcport, Bureatl o{ A1ne1-i~an EtbÍlolo_gj, Washing-
94 ton, 1924, pp. 354ss.
96 SIMBOUSMO SIMBOLISMO 97
contienen figuras realistas, pero mud10s de ellos son derivados geo- scntan la nuez inoscada silvestre. En e la barra vertical de conexión
InCtricos ~~ ,-ba:1:1da,s. en, :r.igzag. y .fonnas sinuosas con1~~.J~'!~. !JU~ se_ .. __ ---~e la doli_Ie _T _reprcsenta las r~mas principales, la horizontal las
presentan ctl)a cC~rcría·_ torcida ordinaria en _n1uchas partes del 111un- ramas secundarias. A la fig. 82a se le llama el ciempiés a la b la hier-
dO. La .n1ayOfht· . ~e. ·estas f~n1.1as se explican co1no pertenecientes a ba de la sabana; :~ c-f per-
anin1alcs; algunas se identifican_ por-su for1na, otras i1nitan el diseño vincas; a g 1nar1posas, y
••
de la piel o· sugieren partcS .del cuerpo. Hay también numerosas los diseños de árboles b-j
·~-.-w.~ representan culebra:;. El q;
cuadro en el ángulo infe-
a f
rior a n1ano iu1uierda de j
es la cabeza del reptil.
Ehrenreich fue el pri-
n1cro que obscrvb el siin-
hol isn10 altarhcnte des-
arrollado de los indios de
··-
•••
b América del Norte y
su obscrvacibn di6 ín1petu
a los estudios del arte nor-
.tca111Cricano que fueron
instituídos principahnentc
. ~
represet)taciones de plantas (figs. 81-82). En algunas de éstas el redas, lugares para <1Ca111par,-que son tan i111portantcs para los indios
signiff6ado·dc_-1a for1nú sc)·Cconocc al instante, con10 en la culebra <.1ue h:1bitan las pradcrús sin fin. LTn ejc1nplo típico se encuentra en
que _persigue a una. rana (fig. 8Ja), o en la .fonna hu1nana (figu- el orna111cnto to111ado de una inocasina (fig. 8311), en el cual una
ra 81 b). El cuerpo de Ja culebra está representado por la figur•l serie de tri.ínguJ,1s azul obscuro representa 7nontaii.as, una faja azul
sinuo~.;a, la cabeza por un triángulo. A la derecha de la c~1bcza cst~í celeste un río, y una roja un !)<;:ndcro. l.111 segundo orna111cnto, to-
la rana. Menos daro es el perro que ap.nece en la figura 81 c. La mado rnmhién de una 1hocasina (fig. 8Jb), presenta una serie de
interpretación. de los dibujos <:]e las figuras 81 d, e y f y 82 parece
con1plct;1111.entc, .arbitraria ..LaS sinuosidades de L1 fig. 81 d-f rcprc- :! Erb11ologiscbcs Noti-:..blntt, ,-ol. 11, l, pp. 27 ss. (1899).
SIMBOLISMO SIMBOLISMO
tiendas. Los, puntos rojos de las tiendas triangulares representan las divinidades. El borde inferior de· ¡a capucha está interrumpido
fuego. . e.n •tnl>o~ [a(iJ>.!i..J)QL pequeñ9~_c.~1admdos bl,a11cos Y: azules, los cua-
"Las capuchas de las cuoos estfa por lo general ricamente les se dice que representan la edad del niño. No supe lo que que-
ornamentadas. El diseño de un espécimen que compré es de espe- rían decir con esta expresión; probabl~mente .c:m e.l cambio de
cial interés en virtud de la representaciún de ideas abstractas (fi- estación, puesto que la alternación del azul y el blanco significa la
guras 83 e y d). Como de costumbre, fa cara superior de Ja capucha sucesión del invierno y ·verano. . ·
es blanca, c~Ior que en el sin1bolis1110 ds.Ios indios sirve para desig- ···: "E:ttapucha remata enu1.'a gualdra¡~ ¡:uadrada que lleva en el
nar el cielo y la centro un ron1bo ve1~de, .~.~~1~~.-.t~.r11gQ~:;.eq,~parras e.1~·.cruz, pero es
vida. Ui1a línea ., ' ",: c:;:_;~ . ~;:.:;','..;.t;'.:;../~',:,;.'_::·._' - ''
verde forina el
a 111argc·n y toda
-;·~·.·. ·- la superficie es-
. , ·-~ .•. "
,--~--·-- ..... tá dividida en
tres campos por
dos líneas azu-
les convergen-
tes. Los grandes
carnpos latera-
les.son estricra-
n1ente sin1étri-
cos. Con tienen
tres grupos de
estrell,as repre-
sen ta dos por
rectángulos. La
línea más baja
-cuatro rectán- Fig. 84. i\1ocasinit, .arapahos. Fig, ss.: ·F.'urid.~.. de. cuchillo, arapahos.
gulos rojos con
centros verdes más pequeño y más sencillri. qü~ las figllraii correspondientes del
e interiores- re- ca1npo cenrr11I, y rcpresentµ...~-~.l.·c9razó~~-.'~~ ..líneas.·y. ángulos azules
Fig. 8.l. Disciios de Ic~s indios c!1cycnncs. presenta las es- de Jos rincones de la guctldra pa -continúan--de la_· nlis1na 111anera en el
trellas grandes Jade> opuesto y representan los sucesos inesperados de la vida. l_,05
y briIIantes; y la fila de L.1 parte superior, roja y sin centros, contie- ad111in1culos de cada. lado son .las orejas del· niño; las líneas cortas
ne a los hijos de his estrellas. No se sabe a punto fijo si con este de cuentas bordadas en la espalda de b gualdrapa rcprcsenr;m el
térn~ino s~ .co111prcndcn la.~ estrcllas.1nenorcs o las exhalaciones. cabello.'~ ......,,,.~~..:~::~·~'·"-'"'. .... ......
canlpo
,;...... ~::: ~!:~;.;..·.,'t"l del rñediÓ, li111itado por líneas azules, representa el Con .funda1nento en estos result:idoi(.- s~· c1nprendió un estudio
can1ino de la vida del niño. En .~stc ca111po se encuentran figuras bastante extenso del si111bolis1110 del arte :clel ·indio -atnericano,. en el
verdes peculi.1res que tenninan por cnciina. y por abajo en puntas en curso del cual A:. L. Krocbér investigó. el arte de los arapahos;
forina de T. Tienen figura ro111boidal v encierran un tablero de Roland B. Dixon el de !.is tribus de California; Clark \Vissler el de
cuadros rojos y an1arill~>S. Designan la buena suerte del niilo o el los sioux y blakfcet, y H. I-LSt. Clair el de los shoshon.es. Más tarde
éxito que tendrá en I.1 vida. En e·sre caso el verde sin1bolizc1 el creci- se extendiú este estudio a las árc<ls ady::tcctitcs.
miento y desarrollo; el an1arillo, la n1adurcz. y perfección; el rojo, la Los resultados obtenidos por J(rocbei ii:t~ican una íntin1a se-
sangre, la vida y la buena fortuna, todo lo cual tiene rel.1ci6n con n1ejanza entre el sin1bolisn10 de los arapahos y el de_ los che.venncs.
SIMBOLISMO 101
100 SIMBOLISMO
Aquí también aparecen en número considerable las líneas abstrac- los disefios, pero los pocos fragmentos que recogió Robert H.
ta~_:_ !3~.st?-_rfa con .dar uno~ pocos cjc111plos. En una mocasina ª (fi- ~'vic 7 ~cn1ucstran que los priJ1:cipios que se encu~~tran _en~re otras
gura 84) "la faja longitudinal significa el camino hacia nuestro des- tnbus nb les eran desconocidos. Confirman este punto los dibujos
U:
tino. na pei¡tt_eñ~ ~aja en. el talón de !a mocasina (que no aparece que se encontraron en un tambor (fig. 87).
en l_a figura) s!gmf1ca la idea contrana, el lugar de donde hemos "El can1po gris del centro es por sí mismo un tan1bor; los ani-
ven.ido. La vanedad de color en la faja más grande representa una llos concéntricos a su alrededor
variedad <1t> cosas. (que 11l'tm.rattll'énte son de muchos colores dife- son sí111holos del arco iris, y los ..:....
rentes) ·que "?º desea poseer. Los pequeños rectángulos de" azul cuatro juegos de líneas oblicuas
ob,scuro son s1111bolos a ~os que se d:.1 el non1brc de 'hiitcni'. 4 La (amarillas, negras .Y blanquizcas)
orill.~·. ~!anca d.e esta n1oca.'i_n~, con10 lo indica su _color, re~res~nta representan la luz del sol..El ,color
la meve. Las figuras que'háy en ella représerttim ccrros--:Con áfbóles verde que se halla·0en medio de.
derechos. ~..faja sobr~ el .~01pein~ signi~id.'subiendo-~l;-~"rr'°'~Y.- estas líneas denota las nubes; los
_ _,.... . ba1ando: luego (elevandose su porc10n media cuatro anillos siguientes el arco.
sobre los extremos por el empeine del pie). Los iris, y el anillo exterior no tiene
P?ntos en esta foja representan lugares descu- significado conocido. Al otro lado
b1e_r_to~ >Pº~ la nicv_c que se funde._" La vaina hay una estrella en el centro; el
de·ptfi'í.'>l:~ representada en la figura 85 "tiene cíiculo negro representa ·la. no-
c1~:· cl,ex~rc·nío :süpcrior una cruz que significa che, el ·color azul de la circunfe-
· una· ¡>crsona. Los triángulos encima y debajo , renda el crepúsculo, y las Hneas
de él so¡1 montañas. En la parre inferior, en la oblicuas rojas, amarillas y blan-
línea dd medio, hay tres cuadrados verdes, cas la luz del sol."
símbolos:.de vida o abundancia. Las líneas rojas Algunos diseños arapahos se in-
y oblictias que apuntan hacia los cuadrados sor terpretan ·con10 representación de
pensmnientos o deseos dirigidos a los objetos rasgos geográficos o una aldea en
apetecidos, rcprCscntados por los sí111bolos de su medio geográfico. En el espé-
Fii;t. 86. Polainas' cic
h~s indios siou:\:. 1:1. vida. cimen que aparece en la fig. 88
Las observaciones hechas entre los indios "los dos grandes triángulos de los
sioux por Clark \Yissler han dado resultados semejantes, El discí'io cxtrctnos ·representan tie1~das, el
de una polaina (fig. 86) puede servir de ejefoplo. Representa una ro111bo del centro dos tiendas; en-
batalla.º El centro c1.1.fór1na de r0111bo es aquí el. cuerpo de un ho111- tre ellos una faja blanca con pun-
bre. Los grandes triángulos son las tiendas de la aldea en que tuvo -tos negros representa un. sendero
lugar Ja bataJla;Las figuras dcútadas representan heridas y sangre; de búfalo con las huellas del ani- Fig. 87. Ta111bor de los .:i:ssiniboincs.
.las líneas rectas que las ·sosrjenen, las flechas disparadas. Las líneas mal. Los cuatro triángulos OOt:u- .
cruzadas se dice que representan flechas y lanzas.
Los assiniboincs,una.'rnmn'empar011trrclli'dC'~~<'Si"tlt!X; ··
no produjeron mucha infonrn1ciém con respecto al significado de
:vl{, L. KrocbCr; ·"Thc Ara¡laho", Hulletin A7ncrican Muse11111 of N11tural
History, vol. .:\'VHl, ..¡)p. 39-40.
l
1
sos rojos a lo largo de los costados son n1ontañas; los pequeños
triángulos an1.anllos encerrados por ellos son tiendas; las líneas ·azu-
les dobles que rodean todo el patrón representan cadenas de mon-
tañas. Los rectángulos pequeños en este borde, pintados de ro¡o y
a1narillo, representan lagos".
4c Hiiteni se dice que significa v.idn,. abundancia, alin1cntos, prospcrid:ul, bcn- Las interpretaciones geográficas son n1uy co111unes entre la
dicit?.flC~f tcn1poralcs, dt-sco o esperan;.-..'\ de obtener h1 coniida, or:i.ciún para conse- mavoría
,
de las tribus indias .de las Grandes Planicies. Las monta-.
guir b nhunclanci::t., o las -cosas <JUC se apetecen (A. L. l{rocbcr, ibíd., p. 40).
r. T.oc. cit., p. 88.
r Rohert H. Lo,vie, "The Assiniboine'', Antbropological Papers, A111erican
G Ck1rk 'V'ísslcr,· "Dccorati\·c· 'art. of thc Sioux Indians'', JJullctin. At111•1·icm1
M11setn11 of Nat1tral HistOry, \'Ol. Xvur, p. 253.
,\1usC1n1l of Natural History, vol. rv, p. 26.
1 1DEP. DE FILOSOFIA E
101 SIMBOLISMO SIMBOLISMO IOJ
~as, "":vemas, árb,oles, arrgyos, lagos, senderos y tiendas aparecen representan montañas; una línea roja en el centro .. representa un
simbolizadas comunmente en las formas angulares de sus pinturas y . río, y unos triángulos rectángulos son tiendas. .. _ _ .
-- ---·-·bordado,;, Com¡iarada con éstas la asociación entre las ideas abs- Otro parflecbe shoshón de patrón semejante ha sido explicado
tractas y la fonna geométrica es bien rara, como sigue: una línea azul que encierra··~m rectá!iWulo interior es
Unos P"';ºs ~jemplos pueden ilustrar también las explicaciones un fuerte o vallado rodeado por el. ene1111go, al .cual se representa
dadas por los md10s shoshones.8 Las inrerpretaciones son principal- por cuadrados rojos y verdes· en el margen.· Una línea amarilla y
.... ..,.,.,_ .... ,,,...,J mente ge'?gráficas. En la fig. 89 el triángulo rojo del centro repre- roff· que pasa por el"'é'él!ri'O' es el paso por donde escapa la gente .
senta la nerr.1, el fondo verde, los árbole8; En este terreno verde -.,... .1., ..
acerca de esta pieza le dió también .la siguiente explicación (figu- Representaciones parecidas se encuentran en bordados de tra-
ra 91): "Llamamos a todo el di'eño 'nnbe enteramente sola'. Cuan- jes tejidos, así una Iíne~_ en_ ziw.ag !'11 !'.!1ª \>oJsJL'~(fig. 94) reµre 7 .
do una persona n<i asiste a los bailes en la época en que bailan' ¡)ara senra el rayo, las cruces a las Pléyades.
que llueva, se ya después de la muerte al Lago Sagrado y cuando Volviendo a Polinesia tenen1os una con1pJeta descripción del
rodos los espíritus de los demás muertos vuelven a Zuñi para hacer tatuaje de los nativos de las Marquesas, que nos ha dado von den
la lluvia, ella no puede ir, sino que tiene que esperar enteramente
sola, como una nubecilla solitaria que se queda en el ciclo después ;ii;;i;itttt;!ti
· que se.han deshecho las nubes de la ton11enta. Ella no hace más que ' ti
sentarse y esperar con1plcra-
n1ente sola, sic1npre 1nirando,
mirando en todas direcciones, ;:ti 1¡ t I \ 1
i 1 i!S· 1c
esperando ·que alguien llegue.
Por eso pone111os ojos que n1i-
ran en todas direcciones."
Se han dado también conve-
nientes interpretaciones si1nbó-
licas de ciertos objetos ceremo-
niales de los indios huid1oles.'
En \1n "escudo frontal", ob-
jeto sagrado (fig. 92), apare- Fig. 93. Prenda ceremo-
. 11ial tejida, indios huicho-
cen sfmbQ!os de fertilidad re-
lcs, México.
presentados por figuras geo-
111étricas: "La cruz en el centro
~
-Fig. 92. Objeto Ccrcn1011ial, indios representá nubes en el horiwn- -~
huichOles. 1\léxico. .te; los scg111cntos de color que ' '
Fig. 95. Disciios de tatuaje. nativos de las
con1pletan el círculo interno J'\1:trqucsas.
representan pájaros rojos y azules (vencejos) que vuelan encima
de las nubes. En el segundo Círculo se ven varias cruces que repre-
sentan el n1aÍz rojo, amarillo y azul. En la zona exterior hay una Stei11cn, t:! de la cual aparece que en la in1a-
línea en. zigzag roja y amarilla que representa a la Madre Agua del ginación de los nativos de aquellas islas los
Este, una deidad. Nueve triángulos entre la cabeza y la cob de la disciios tienen un significado definido. J\1cn-
serpierite, todos apiñados, representan -el n1czcal (un cactus narcó- cinnaré una serie de triángulos negros sobre
,tico) -de supueSta- relación con el 111aíz, al que se t~enc con10 sí111- . bases rectangulares, llan1ados las Fanaua,
bolo ee las·súplicas para .obte1~r lluvia y s~.lud." Fig-. 9.¡., J)isciio de un,_ n1ujer_cs, que n1urieron de p~rto (fi~. 9~a);
~i'-""""..~~º~~Qtro.:ejetnplo sen1ejante se encuentra en un espaldar de sacrifi- hols.1, indios huicholes. y .loti· Ct4tllul·o~;.. ·nubes del viento del norte
cios (fig. 93 ),'º en el cual .el símbolo (a) representa una serpiente, . (fig. 95b). En la fig. 95c se ve una fila su-
(h) ni;bes ,blancas, (e) nubes negras, ( d) lluvia (barras amarilla;· y perior :1 la que un inforn1antc lh-1111{, ·~el suj·cto con el paso del ga-
blancas); (e) flores de árbol, ( f) un sannienro de calabaza, estos llo", y una fila inferior <1uc IJan1ú "el héroe Pohu y su casa". Otro
dos .en represen:-ición de la. vegetación que brota después de la 1 1 Carl Luniholtz., "J)ccorati\"C Art of thc 1-Juichol lndians", 1Meu1oirs, A111er-
Ihma;.•r(g) la tierra con sus cerros. ic,111-.\t11s<!"ln11 of Nat11rnf History, \·o!. 111, -p. 325, fig. 257.
0 Cal-I Luml~olii.;· :,;$j~ri~t~6H~~1-of thc Huichol Jndian·s". Me711oirs, A111erict1n 1:! Karl Yon den Stcíncn. IJie 1l1aTq11esm11."T und ibre l\1111st, Berlín, 192;;
Muretmz of Natttral Hiiio'ry, yol. in; P~· 125, fig. 133. r:1mbién '"· C. 1-:l'andy, Tattoof11g iu tbc A111rq11esas, Bcrnicc P. Bishop -'1useun1,
- lo ]bid . .p•. 146, -fig; -173~ · Boletín 7, Honolulú, 1922. ·
106 SIMBOLISMO
SIMBOLISMO 107
informante de una aldea diferente designó las figuras con los brazos Al contrario se conocen muchos casos en que hay gran vacilación
levantados como malpart~s legendarios en que se advierte un pecho, con respecto al significado del:símbolo. Una persona''puede inter-
y las figuras bajas semicirculares y rectangulares como·otros·se1es pretarlo de un 1rracl·o~·-y_-üci'a'"·<le·-cü1a·ü1airti1:"'3:1iífu:rente~. ·pore'jt:tnpiu,
abortados <]Ue se componen s<Ílo de costillas. De las dos figuras ' enne los diseños .d': los indios de Califomia,Ia ~,forma puede
análogas, 95d y e, a Ja primera se Je llama cangrejo y a la segunda designarse por d1stmtas gentes, o a veces por la D)Isffia persona en
rortuga, mientras que a la 95/ se le llama el baño del héroe Kena. ocasiones diferentes,. o como una pata de lagartija, o una montaña
En nqs.srra civiliz.1ci~.12~·.:C1~111tra;nos casos en los cuales la cubierta de árboles, o una pata de lechuza. Se cQ.llcibe que un in¡;li,,. ,,~,..
CO!l)J,l?§_jpón de la forma o del color posee .un s!gnificad'.' simbólico viduo p~eda sentir un fuene.:...yalor emotivo a la .vista. de un.diseño,
cnteraü1cntc separado de sns valores for1nales. El caso n1as corr1.entc pero tratándose de asociaciones variables el símbolo.· no tiene un
es el de la.• banderas nacionales. No sólo son ornamentales, sino <]UC v-~lor e1i:otivo 11ue, deba _acatarse por toda l~:tr!bu. Selrá '.me!'?s apro-
pos~en una fuerte atracción en1otiva; ponen . de n1;inificst? .eksenti-
n1iento de patriotisn10 nacional y su~ vaIOt~-1~0._p~~~~~-.~n~.~~.1~.~s~ . ~~
sobre. uua ·base puramente formal, sino qtié estan· funi:lados- en Ta •
asociación de la forma con campos definidos de nuestra vida emo-
prndo nuentras mas vanables sean las asociac1'!'1es:·de '.md1v1duos y ·
tribus. Creo que ésta es tambi~n Ja razón por.Ja.cnahes :imposible
entre nosotros un arte expresionis.~, o. porfio .menos: el-motivo de
que tal arte no le llame Ja ateÍJ.<¡í6n'a .t()d,q ehµ¡undo:Jl.ien puede un
-
.... --
tiva. Esto mismo se aplica a ciertos símbolos. En Alemania, en el artista aleccionar a un grupo' de dis<;Í¡>tilos:y ad(Ilirad9res en el
mon1eq.to actual~ la svástica con10 ·sí111bolo del ·antise111itisn10, y la s_imbolismo que cultiva, pero ~ ~mam~nte:!lifíéJI que.\iicho simbo-
estrella de David, como símbolo judío, tienen una significación po- lismo se desarrolle de tal manera' que sea seri~<j.9;por todos.nosotros.
lítica muy definida. y. son capaces de excitar las· pasiones más vio- En música existen unas pocas :asociaciones·•,tle>'este' ~i¡><>·· Sentimos,
lentas cuando se las usa co11 fines decorativos; no .a causa de su por ejemplo, la diferencia entrela,impresió¡{:que causan; én el ánimo
fomia, sino por Ja reacción emotiva a las ideas que representan. Las el tono may~ y el menor; ehpri¡nero.'rnás:,al.~~l' y/enérgico, el
insignias militares, Jos emblemas de k• sociedades secretas, los em- segundo dulce, sentimental y hasta trist.~. J:o'1,viene recordar que
blemas de los estudiantes y otros distintivos ejercen Ja misma in- estos tonos emotivos no están conectados en,manei:a alguna en todas
fluencia por sus asociaciones. En virtud del foerte valor emotivo partes con estas dos formas, sino que en la música de otros pueblos
de estos patrones·~· el caráCter específico de las asociacioiles, puede que posee.o algo comparable a nuestro mayor y menor, las relacio-
restringirse el uso del ornamento a clases especiales de objetos, o nes pueden ser enteramente diferentes. Nosqtros sentimos también
reservarse para clases o individuos privilegiados. Así, entre nosotros, cierta energía· conectada con. el tono mayqr. de n1i· ben10I, pero
la cruz o la bandera no pueden usarse de manera apropiada en todos esto se debe indudablemente a asociaciones específicas que no cuen-
los lugares y en todo tiet11po, y las insignias de grado se reservan tan en otras áreas cultu.rales.
para aquellos que tienen dcrechq a .usarlas. De igual ú1ancra los . El arte expresionista re<]uiere un fondo cultural muy firme y
distintivos, toté111ícos sola111ente pueden usarse por los privilegia- un1forn1e, con10 el que poseen muchos pueblos de est_ructura social
dos y no por aquellos que pe•tenecen· a otro totem. Poderosos sencilla, pero que no pueden existir en nuestra sociedad compleja
valores en1otivos ,·1111 asociados co1i1únn1cntc Con todas la'i fonnas con sus muchos y contradictorios intereses y su. gran variedad de
que se usan oen los :rituales in1portante5. Los sencillos orna1ncntos de situaciones que crean diferentes cen~~os erpotivoS para .c3da una
corteza de cedro reñidos de .rojo_que acostun1_b_ran los indios~~ _ la de sus nun1erosas clases.
Colu111bia Británica poseen· esa· átra'Cción""-fi"&f·qttc·T()s:.:a-g'fegtc:fdS'. or:.. f ,.., En con.secuencia, es in;port.ante. saber si exi~ten ·firmes asOcia-·
namentales simboliz.m los dones que el que los lleva ha recibido cioncs entre la fonna y el signi_ficado, y· si estas· asoci'aciones Van
de ·su protector sobrenatural. acon1pañadas de fuertes reaccioi1cs en1otivas>.... .
Se recordará fáciln1entc que estas circunstancí:.is pueden existir . La pri1n~ra cuestión puede investig~rs_e_ ._(f~. dos n1aneras; estu-
únican1ente cuando la interpretacibn del orna1nento, y con él su diando la variedad de forrnas que se usan para .represen~ar los n1is-
significado e1notÍYo, están establecidos firn1en1enre en la 111ente de n~os objetos, y, a l_a inversa, considc:ra?do fa vari.edad de expl.ica-
las gentes; cuando todos reacciona.n sin falta y sin vacilar ante el c1ones dadas a la IllL'illla for1na .. Los d1senos de 'los arapahos reunidos
nlis1110 patré>n. Pero esto no ocurre ni con 111ucho en todas partes. _por ·Kroeber ofrecen un ca111po favorable para este estudio. La· serie
108 SIMBOLISMO SIMBOLISMO 109
.de for~as interpretadas como estrellas (fi~. 96) se basa en la conoce~ algu~os de estos diseños. El primero está tomado de una
. tendenc1a,~_r1_~J.J!rt:~..<1-~. J.os.i11dj.<.J_s . _~~-lrut Planicies a ·usar figuras tri- b~lsa ( J) el diamante central representa a una persona, los diseños
angulares y. cuadrangulares y líneas .;;g;;~tas, y én ·!a· éscasez de mangulares en los extremos de !as líneas, cascos de búfalo. Un
polígonos. Eneontra'n10~. por consiguiente, con10 representaciones diseño parecido ( k) de una mocasina representa el ombligo y unas
de las estrellas,- cruces, grupos de cuadrados, dia1nantes y una cruz flechas; el fondo es nieve. En un tercer ejemplo ( q) el diamante del
con alas .triangu~ares. ~n· la últi111a figura, p~>r cierto bastante rara, centro representa a uria tortuga, las líneas sus patas y los pequeños
"'de la sene, !a esrl'Clll!'~tá representada por un exágono. En al.,unos patrones en los extren1os de estas líneas, huevos. ~·---·-· ......-.. ·
.-~aso~ ~a. asociación . .entre la fonna y su sigrlificadó se vq_e.ly~ n1ás Otro ejemplo de la variabilidad de la explicación del mismo
mtehg1ble por el cai\1po general en que se encuentra el elemento de diseño se encuentra en dibujos de l\'ueva Irlanda 14 (fig. 99). El
·_ : · _._:_, ~'.~,r,:. . ... _ . . diseño~ con10_, por ej_cn~plo, por churrón representa la hoja _de una palmera, un brazalete, un gusano,
:X + ·'..*_·_:-tiifi;0 T + el contraste'.'.'de.colore.~ entre e!
"_-._. . ' \ .~'- . · .diseií<>·Y e!J!>Ado.Y'.. .
la pata de un ave, huellas de un crustáceo, o espinas de pescad(>~~-
•+ J.g
.··.· · ... ·
.... · • · ·. •·" ,: · · ·• La variedad de fom¡as que
se .usan para representar a una ¡} •
'."
+ persona puede servir con10 otro ,
ejemplo (fig. 97). Algunas de
éstas son semejantes a !as for-
mas usadas para representar la
estrella.
Un ejemplo más es la repre-
l ....
-
Fig. 97. Patrones que represen-
tan personas, indios arapahos.
en este sentido la hoja de arce dene un significado definido. U na He escogido como otro· ejemplo un .objeto deco.rado de Nueva
. _____!i_oja enca~?ada ~€0 arce puede se~ un símbolo del otoño. · Irlanda, déscrito por Stephan. Eri la figura 101 · ( á) representa el
Durante la primera guerra mundial se acostumbraba poner una ave llamada fragata, ( b) espinas de pescado, (e) .botones para sartas ·
mano ensangrentada en los carteles para provocar el odio del popu- de conchas usadas como dmero, ( d) brazos.de,ho!l)bres y (e) una
lacho, porque ·simbolizaba la crueldad imaginaria del soldado ale- cabeza de pez. En un remo (fig. 102) las espira.-"'
mán, y su asociación se cultivaba asiduamente de palabra y por les representan los opércnlos de un caracol; los
escrito. Puesta en otro n1edio, ·un:.r.·;tnano ensa.ngrcntada"'-puede ser triángulos conexos, las alas .del ave fragata. En
símbolo de sufrimiento o de sacrificio, como la mano roja impresa otros ·especímenes las espm.les representan fron-
en los muros de las iglesias o santuarios. .J:las de Jielechos jóvenes.
Una rosa blanca puede ser el símbolo de la n1uerte o de la
inocencia. La media luna puede hacernos pensar en TÜrquía, en una .. -
hermosa noche de verano, o concebirse ·p~ran1entc con1ó una fonn(J..... _....
No sólo es variable el significado de. los diseños, sino que ·
muchas veces las explicaciones de las formas que encontramos en
ellos parecen completamente incoherentes. No son muy numerosos
los cru;os en que encontramos un simbolismo claramente definido y
congruente que se extiende sobre todo el patrón,
A juzgar por la información que suministra Stephan con res-
pecto a las pinturas y esculturas de Melanesia,1" las explicaciones,
por variadas e incoherentes que sean, las dan los nativos sin vacila-
ción, y aunque a los misn1os elementos del diseño no les da!l. cada
vez la mism:1; interpretación, el grupo completo, expresado en cual-
quier tiempo, parece presentarse con claridad en la mente de la
persona que proporciona la explicación.
En casi la n1ayoría de Jos caso..ct la interpretaci6n nos parece a
nosotros co1npleran1ente incoherente. Los térininos con gue se de-
signan las mismas formas por distintos individuos y en diferentes
ocasiones son tan variados, que es difícil co1nprender que esta111os
tratando sin1plen~entc con no111bres de ele1nent<::>~ de diseño.
Como ejemple> típico de la falta de relación entre los símbolos
que con1ponen. el on1a1nento· puede 1ncncionarsc una vaina de pu-
ñal arapahó 1 • (fig. !00). "Las líneas verdes que forman un cuadra-
do en la parre sup~rior representan ríos. La figura que se ve en el
interior es un águila. Las dos porciones obscuras más grandes de
esta figura son huellas de ganado. Las dos filas de triángulos-err-el~"''~~~""""·"""~~·"~'·'·
cuerpo de la vaina representan puntas de flecha. Los cuadrados Fig. 100. ,~aina bor- Fig. 101. .. Tabla pin- Fig. 102. Remo· de-
del n1edio son cajas, y Iás líneas entre ellos son la cruz convencio- dada de pui1al, ara- tada,. ~cu-Ñ.Ceck- corado; Neu-l\.icck-
na] de la estrella de la mañana. Los cuadrados pequeños que se ven pahos. , · lcnburg. . ' Icnburg.
en el pendiente agregado a la punta de la vaina son huellas de
ganado." En el arte de la Costa del Pacífico del Non e se da a las figuras
convencionales un significado totén1ico definido. No .existe un con-
15 Emil Stephan, Siidseekunst, p. 86. senso general respecto a su significado, pero a muchas formas se les
lG Krocbcr, "The Arapaho", Bull. A111. Mus. Nat. Hist., vol. x:vnr, p. 87. asigna un significado de acuerdo con la filiación totémica de su
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i\1an:ta'.íi~~~ . de ~~ ·de.~ra montéS,.tlingits, Alaska. Fig~ .c ~fría.~de los indios pomos, California."
1
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piernas traseras y l~s'.~k~l?cion~s de la cadera están r~presenra guras a y b maripósas; los J;9mps del centro les l¡.;man punt~".d'e
_l,, ..
flecha; a C se le designa con,. e[ nombRde puntas de flecha afil~d:¡s.
("P
das por los dos gran~es o¡os mverndos y el orn~mento ad1unt¡i a lo
;1 :·: ,; .-;:
largo del ?orde su¡:\~~~r.' Los d~s segmentos ob~curos im:nediata- Los pomos del norte llaman a J, banda ancha puntiaguda, espald~ de
(' '
mente, enctm:i, de lo~,:ºLºs se explican como los pies del .anunal. La cien·o o sa~tas. para un juegpi los; pomos centrales les llaman p~p o
f' ..
. e.ara; en medio del. du;eno,. r~presenta, con10 de cost.un1bre, el cuer- huella de ciervo; los pomos,;ofi.ef\~ales, zigzag o marcas del oriente .
po del mismo. ,Los'diseños en forn1a de pequeños ojos con las El diseño e recibe el nombr,e de :plumas de codorniz; f y h, por los
orejas y plumas del al.a anexas en medio de cada .lado del cuerpo, se po111os.del norte, "puntas agudasiy.serpiente acuática con una raya
interpretan como las pi~rnas delanteras y los pies. Los diseños de en el medio"; los pomos centrales les llaman ·~parecidas a. puntas
los tableros laterales se explicañeomo lobeznos sentados. delgadas de flecha", y a los triángulos sueltos, cuello de tórtola.
Parece probable que dondequiera que ocurren inteFpretaeion-e,,,.,.~ = ''°."'"1· · Los po111os orientales Ilan1an a los diseños. n1ariposa y "serpiente
variadas·de la misma fom1a, ocle fomias estrechamente relaciona- acuática con una raya en el medio (gaya)". Al diseño g le llaman
cias ent_re;ií/deritrO de la nlisn1:.1 ..unidad social. existen circunstancias , los pomos del norte espacios .vacíos y tliseños de punta de codor-
de esta clase. niz; los pomos orientales mariposa y plumas de codorniz; a i le lla-
· Carecen1os de toda infor1nación que pudiera pcr111irirnos deci- man los pomos centrales punta de flecha de plumas de codorniz.
dir si hµ; ideas expre..~adas son. eritCra1nente incoherentes. Es de supo- Esta usanza corresponde a nµestros térnlinOs cuando hablan1os,
nerse. que hay asoci.aciones qué nos son ·desconocidas y que crean por ejemplo, del diseño de "huevo y sacra". Entre los isleños de las
mayor unidad que Jaque aparece en la superficie. Tengo la impre- 1; S. A. Barrctt, "Ponto.Indian Baskctry", ljniv. nf Ca.lifOrnia Pul>lications, en
sión de que en .conexi<)n coti .l.t interpretación existe cierto tono A111. Arcb. and Etbnol., vol. vu, n<.1 3.
114 SIMl!OUSMO SIMBOLISMO 115
1
1
Schetland los patrones de )as medias de punto se llaman "flores", fácilmente. Los enumeraremos aquí de acuerdo col} sus nombres:
.Pal.a.bra_ que sirve de sinónimo de patrón. Los trabajos calados de aljaba (a); escudo (b); mijo (e); c'!chillo (~);punta de flec~a
México llevan también. nombres.'" Aquí encontramos, por ejemplo, (e); persona amable (f); regatón de.la~ (g); alas de golondr1-
fos de "Jesusito", "Colmena" (a) (fig. 105), "Ojo de perdiz" (b), na (b); cola grande (i, j); flechas (fe), [Os trJ'S jJtimos patrones
... Semilla y Cáscara de Tomate" (e), ''Bejuco" ( d), "Tela de araña" pueden considerarse como forn1as compui;stas. El 'pentág~no ocupa
(e). Lo mismo ocurre con los bordados del Paraguay." una posición excepcional. Todos estos elementos const.an de lineas
rectas. Se presentan algunas curvas coµ¡.o, segmentos, medias lunas,
espiralés y círculos. Los cir<:ulos de \!11~\l,s· ~nchas se llaman anillos
del. brazo. (m); los angostos, brazaleées (n)." La ornamentación
general éonsta de filas diagonales o .venicales del diseño i y j. El
.·,. .••p1!1'1Q;:C~cié~eríscicó
---- ,, '';---~~'i*"'~·se•,..que sólo Jt
fori_nan de pequeños detalles que se e11cuentran combinados con n·lientras que en otras se ven solan1erite unas pocas protuberancias
~an~dad :n otr<~.;~l<:>tivos...A'\ ~consecuenc_ia de c_s~_o, y. dc_bido a la que, ..\>~E ~u posición, r_ec~t.erd_a_n la ca;a. Geo~?~. Grant M~cCurdy
tn.tehgenc~a. an_ah~t'?a:dc los nativos, se produce el curioso fcnc'>111eno nos lleva de nuevo a Chiriquí, donde el recogto para colecciones de
d<:. que se_;· dé -!!l~J~i~c;n10 no~~1brc a los diseños que en apariencia nluseos :dgunas series -de tipos que con1ienz3.n con la forn1a del ar-
son -~'el t<~?~> d1fc~rtte~ por. ._l<!--n1eno~ en lo c.1uc se refiere a la itn- madillo y terminan con pequeños puntos decorativos (fig. 114).
p~es~on gcncr;1l, >::~q.ue los nativos del sexo contrario den al 111isn10 Von den ~reinen encontró los 111isn1os fenbn1enos en los ~atuajes
diseno no1nbrcs d1~"t1ntos porque cada uno considera a derer1ninado de los habirnntes de las Mar-
eien1ento con10 la par- <.p.1esas.
··";-'"' te' principal." Los pa- En unos :j)úCE>s: t."'asos-la no-
trones ínti111a1nente
relacionados de la fi-
table .semej~n7;!1_.~_e los patro- ....
. . .¿
nes, que no· se·--CoI'Ílpagina con a b e d
. ...........
.,,,.-,,~,....;;..,,:..
' '
~.--· .. gura 108 b y d se de- · · 1;-· díversia#d"'.i:lt·:·fos•"tTombres,
rivan de hilos tejidos sugiere una relacibn histórica
( fig. 1osa). Llaman a entre las fonna.<. Tal es el caso, g
e
la forma b ímbolo por ejemplo, de los patrones
(¿entretejido'); a e la de antílope y escarabajo de los
marimba y a d el pie bushongos (fig. 115). El pa-
de Matarma. Los ban- -.recido entre el diseño realista
gayos llaman al mis- de la cabeza de antílope (a) y h
111_0 patré>n en tallado el del escarabajo ( d) es eviden-
.1:, ,- t,
( e,__f) espalda y cabe- te. Sin embargo, no es necesa-
za de boa. A los pa- ri0: suponer una transiciún del
Fig. 1or ·oiscñOs de IOs pangwcs.
trones 108 g y b les diseño del antílope al del esca-
llaman rodilla y a i el rabajo, pero hay que dar una
. nudo. respuesta a la cuesribn de hasta
El significado del ornamento primitivo ha sido estudiado tam- d<lnde la fori"na. estilística pue-
bién de otra 111anera. Se ha demostrado en 1nuchos casos que se de habeÍ- 111oldcado las dos re- Fig. 108. Diseiíos de los hoshongos.
pueden.ar.~eglar.s,e~~~.~ . e~,Jas· cua,:les poden1os colocar en un cxtren10
present;lciones en la 111is1na for-
una representac10n .r~ahsta ae-un objeto. Podemos pasar ~radual n1a. o bien. ·c/>1110 una fonna ornan1cntal puede tener contornos que
tnente ·~ fomtas n1ás.Y··~lás convencionales, ·cada una de 1;s cuales
.expresen por una parte una cabeza de antílope. y por la otra, ,el
P"''<;nt: una.s~1~1ej_apza ~la~~ ~()n la que la precede, pero termina en
un d1seno.geon1et1J.C:O :pura1nen:te~.c_o!1vencional en el que difíciln1en- cuerpo de u11 cscarabajo. 2 ·1 ·
Surge <H.JUÍ el i1nportantc_problc111a d~ si hcn1os de supone: que
te Jl~~de _r~conocerse:_la ___etapa ~111c1al. Creo que. el prirncro<.que dcs-
cubno este.fenótnerio,.fué Fedefli:o Ward Putnam, quien describió rodas estas for111as son desarrollos del reahs1no al convcnc1onahs1110,
~l·desarrol.l~, c?mo él le H:mó, del pie hueco y hendido de las vasi-
""' .. ··"'°"''-~'W'lolWÍHentp-se ha creído,.o si puede haber ocurrido el
¡as de Clu,nqm (Cost~ ,Rica), <le una forma de pez a un diseiio proceso cont~ario, o sea que· existía_ un diseño geon~étrico y que
p~1_r:an._1eJ~té: . .~órt_y~n.tjb11al: ·.(fig ..:~_l O~)\ Le siguieron otros (JUC hi- ruvo lugar un.des~:rrollo gradual hacia una forn1a realista, que en ~l
cieron .es_rud1os de· traii.sa_ccion<:-c;: J:arecidas en otras parres del n1un- parrún 'gcon1étrico se lcy< un signific:1do y de csra. 111::111~ra se or1-
1
)
do. "'tllmm {-f. H,o!tnes dessribto los llamados vasos de cocodrilo crinar<in fc>rn1ns significativas. Dcsgrac1:.1da111cntc es 1111pc>s1blc hctcer
de Chi_r,iqúí, ·den10Sttaildo las rciáciones (fig. 113.), en algunas de ~sn de pruebas ~le car.lctcr~.histÍ>rico y nos vc1110~ obEgados 'e\
l:.1s cuales enc<>l.l.tr~n1.<~_s -,una ca.ra perfecta111cntc ch1ra v disti11t:1. :valernos de pruebas indirectas. "No nos es dc1blc seguir el excelente
aparece entre dos hif<~s··dc- i~. t~;11{1a. y l~is" 'c1en1cntos scl'ncj:lntcs conti!,!l,"os. forn1;1dos
:.!1 r:..··rorday et 1·. ..\.Joyc<:, op. cit., P· 212.
de tejido s·encillo hecho de :-irriha ahajO. ~
118 SIMBOLISMO SIMBOLISMO 119
o
· Sin embargo, podemos aplicar el método geográfico, el único_..
que .ha hecho posible desentrañar parte del desarrollo histúrico de
los pueblos que no poseen documentos escritos y para aquellas cul-
.,
;') ·:
.,.;.~:i
....,......,,. • ,,,,., __ , ____ ..,.,,..,..;..,,.,.; ..o;..;.. •• ~-~-.-::-, •• ~
S1 cncontra111os 1ntcrpret'c1cioncs lbgicas de h1 11Iisn1a fonna en ;Írcas Fig. l l i. Flcdtas de cocodrilo,. Nue\·a Guinea.
120 SIMBOLISMO
¡ SIMBOLISMO 121
nido de Ja misma manera, y cuyo juego fué interrumpido al estar desarrollo de nuestra ciencia .desde aquel entonces ]Ja establecido
listos para reanudar su viaje. Tenemos también abundantes prueb,1s tan finnemente el hecho de que debe considerarse ~ue aún las cul-
... de que· las rocaS de forn1a curiosa no s<'Jlo se con1paran con· seres· turas más prinütivas han tenido un desaf,~ollo ·· hiSt<>:ri~o no n1enos
anitnados, sino <.]Ue son efectiva111ente consideradas con10 ho111- complejo que el de fa civilizacibn, que Ja teoría d.el c1dgen indepen-
bres o aninu~les convertidos en piedra. Así los indios pueblos refie- diente de fcnú1nenos casi idénticos en territorios cc>htiguos no pue-
ren en las leyendas de su enligración que un:.1 persona o ani111al que de sostenerse por 111ás tie111-
vcncid't.,dc fatiga a· cat1si.1...J~argo viaj.c se sent{1 a dcsc.1nsar, fu¿·
tn1nsforn1ado en piedra. Todavía se ensc1ian las fonnas .dc·un hal-
po y ha sido abandonada por
todos los investigadores s&->-
.A"'\.,. !'l • r . ;;s:;·;-
cbn, de un hon1Urc, de utf <J.<io y de una 111uj~!' que .Yª~~rg~~nq~1_ u~~~~. rios.
canasta. En la isla de Vancouver se enseñan las !i..t~~- <]UC dejú el Cuand9 estudia111os el sig-
hérc1c de Ia.;cul.!1Jra c..'U:~···,~i.~~:sob~e nificado del patrc'111 encon- ·~·' -
se ha desarrollado en un lugar, o l_o que p;1rcce 1uáS probable, por el líneas azules c.lue se exriend_en h<lci::1 abajo· desde la· base.· indican
concurso de la:; acti\.-idades~-a·rt-Íst·~e...-.Gi-e~~.rilit-1s. -111ananrialcs y puede haber pCqneños triáflgulo:;· colocadoS"·•.en' et-· 1 · 1"·--..w:.;.;~
]-lace unos treint:1 o cuarenta años, hc1jo la podcros~i influencia de triángulo interior. De esta 111anera se conviert~ en la n1ontafia nlítica
la teoría de la evoluci<'>n, el ctnc'>logo en funciones de psicólogo en que, en la aurora de los ticn1pos, se guafdaban los búfalos y c.1ue
habría interpretado esta sctnejanl.a con10 dchid·cI -.i la identidad de está situada en una llanura cubierta de ni~ve, En· fas faldas· de la
la reaccic'1n de la 1nente del ho111brc a l.is 1nis111:.1s o parecidas C;1usas 111ontaña crecen :írboles.
del a1nbientc -con10 J)aniel G. Brinton explicaba la se111cjanza de ,,Iuy diferente es la interpretación que dan los indios pu.eblos.
las niitologí:1s de los algonl1uinos y los iroqucse:;. Sin e1nb::1rgo, el En su país árido, de lo que hay Ill<Ís necesidad es de lluvia, sin la
::t; J:tnics A. Tcir, "Thc Tho1upson India.ns of Brirish Coliunhia", Puhlications cual sus cosechas se pierden y el ha1nbre a111enaza a la gente. La vida
of tb,• /esu¡J Nortb l'acific Ex¡u:ditio11, ,·ni. 1, Urn. 19. comunal se deS<irroli<l alrededor de hi idea de <¡uc la fertilidad debe
124 SIMBOLISMO SIMBOLISMO 125
Conseguirse n1cdi~nte la abundancia de las lluvias y, en consecuen- formas re<1listas, n? .e]lcu~ntra ª!?ºYº en los hechos porque faltan
cia, interpretan el sitnbolo con10 una nµbc de donde la lJµyia ~e ~as fo.rn1as .de tra~~.l__C:~º!1·_ ~-º- ~~} ~1!"t.~~~-~.--~~~~t~-~<J-~clusión _~_ q_uc;:_ l_a
desprende. Co1i10.su.arte es.de.e~tilo mu~ho menos angular que el 1dennda? de.forma y la diferencia de significado no se deben a una
deJos i~dios•dc'\ils::pfanieies;s~tµyen frecuentemente .el triángulo geomemzacton ~e l_a~ formas reali~s! sino a la lectura que puede
por .un>sémicírcülo y ele 'esta 1ilanera obtienen un parecido mucho hacerse de un s~gmf1cado en los vie¡os patrones convencionales.
.·más realista con··ln~ rt~bes, .su¡~er.tl<>J1icndo tres de estos sc1nicírculos Este punto de vista se corrobora con Ja incertidumbre que existe
~los cuales bajitrt"lcl!i'1filos & lq. lluvia. Si volvemos a las mese- con resp~eto ~' muc~1os de l?s _sigRificad.os. I;os blaekfeet; según
hl~;d~I oeste encc~nti:amos entr'el.()S shoshones el disefio regular dd C:_lark \V1ssler, - n.o i:enen pract1camente mteres alguno en el signi-
~~ng11lo obtuso ~plica.do y explicado :sobre_la base de rasgos ge~ ficado ~ic estos d1seno.s: Los. arap~\1os se conducen de manera un
~fico~;a ell~ les sugie~en pas()sde ~l~ntana y un fuerte proteg1- poc~ diferente en ocas1on~ ta~b1en diferentes. Los objetos cere-
~º'. p()r empaliz.~das.. 'Más. al fí9'1:'tc '.nt> el,icoíittaíi1Q.<; 'd. rectángulo
·
~;b:::;;!íie!!\i!l!!i!!
· º" *.
.,.ittsctito,i'""º"P~.,.¡sten..el trián-
gulo y los espolones de la base.
mo.males pueden tener un sign1f1cado bastante definido; pero a los-
tra¡es, bolsas y ?tr~s prendas se les dan interpretaciones que son..
epteram~nt~ s'!bJetlvas y que, por consiguiente, ofrecen grandes
I•:sro~ se explican con10 las ga- diferencias mdtvtduales.
rras del. oso; el triángulo es la . La i111P?rtancia de la posicibn social, o quizás mejor de los
planta del pi,e, los espolones las '?te~e~es sóciales del dueño de un objeto, en la determinaci<'>n del
.. garrjtsc.):;n .los bosques del este s1gn1f1cado d~ lo~ orpamentos ~e ha demostrado con mayor clari-
.. ~c,,.presenthn nuevos dcsarro- d~d entr; los 1nd1os stoux. En nen1pos. pasados su oman1entación se
:· 11.,s; :El triángulo es aquí exce- co~po,ma de bordados de púas de puercoespín, pero éstas han sido
.' .siV~.ril:ente. angosto, de nlodo susrmudas a~tualmente por cuentas. Los hombres y las mujeres
:·q~'.'cnoq~•:i:~.lugar pan1 el rec- usan ~n _const?er:i~le escala los mismos diseños ornamentales, pero
tangulo inscrito que se ve re- con d1stmto s1gn1f1cado. Un patrbn en forma de rombo que lleva
F;t; us; Diseño tn.Agrilar de los. "pliO- ducido a Ull trifogulo. Los la- agregados accesorios dobles triangulares, ya se le encuen'tre en una
blos... prtiliistóricos; · · dós del triángulo se extienden cuna o ~n una. polaina f;n1enin~, s~ interpreta con·10 una tortuga,
· ·. · · · . . · · :· _ .. hasta n1ás allá del vértice, so- por ser este animal un s1n1bolo 1nt1mamente asociado con el naci-
b!i todo entre lcis indi(Js sioux, y se agrega a los lados un número miento. y la madurez de la mujer. Pero cuando se le encuentra en
cOnsiderable de· líneas· rectás casi verticales. La for111a ofrece así ?e
la polaina _un, hon1bre rep~esenta un enemigo n1uerto. 2 s
d~rt:o parecido co1i ht col:( del.pez y en. ese semi do la interpretan. . Mencionare un caso n:as en, que se ha observado el procedi-
mten:o de_ l;i !ectura. En, cierta epo_ca, cuando yo visitaba la Co-
º.··.d··.".'Í.• . ·.n.1ás
·'IC·.·
..·.
ttjángulo y el..c·u.·r~ctángulo
".'oso.s so.n inscr·i~os.
l.º.·..s...de.sarrollos en ~ueva
están aún
Inglaterra.
presentes
El
de n1c1ncra lumbia Bntamca, compre a una mu¡er anciana una bolsa tejida, la
i~eq_uív.oca·,. aú11qtie se ·agregan·,:lfneas cutvas características del arte cual. estaba dccor_ada con una serie de rombos y pequeña_s figuras
d~l:;este de losEstados lJnidos. La interpretación ha vuelto a cam- b_ordadas. y parecidas a una cr~z. ~-Iabiendo indagado sobre el par-
. biiir; el. patrím .e~ símbofo• de u,4Q poblaci\m o de la tribu y su jefe. ticular, supe que la bols~ habt&- s1dc¡. comprada a una tribu veci-
> ! .. En !linguna de estas tribüs encontramos un indicio de b exis- na. ~ que su. nt:ev~ ?uefio. no .sa?_ía -nada respecto al significado
tencia .de. forniás 'mas'reMíSt'a~1t~iibt;rsc derivado ongmal del diseno -st es que ex1st1a tal significado, lo cual es du<fo--•.,-~
eltriáilgulo c9nvet1éional. Lasforn1as .realistas de las tribus del oeste so porque !ªrribu en. ~uestión no es dada a interpretaciones. Al
sori casf'Íxclusiva:-y:'t()scamente pictográficas y no puede describirse nuevo duen_o le parec10 9ue IHs .r?n1bos -se asen1ejan a una serie
la transición de las pictografías a los patrones geométricos orna- de lagos umdos por un no. Los diferentes colores de los rombos
mentales .. Las formas realistas de las tribus del este se encuentran es- sugerían, según ella, los colores de los lagos: una orilla verde era
pccialn1énte en las esteras y tejidos, los que ran1poco den1uestran la vegctaci<'>n de las n1árgenes, ~na zona a1narilla interior, el agua
relación alguna con las forn1as .triangulares de que cstan1os tratan- ::r 1J11llt:tiu o[ tbe A111erica11 M11se1t11t of Natural History, ,-o!. X\"111, p. 276.
do. La teoría de que el patrón se ha desarrollado bajo el peso de un ::s Clark- ~Visslcr, "Dccorativc Art of the Sioux Indians" . Bull. A111. Mus. Nat.
History, vol. xv111, pp. ~5.1, 273.
estilo apren1iante l}UC funde en un n1is1110 1nolde una variedad de
126 SIMBOLISMO
tipo que hemos descrito. Las variaciones de la forma geométrica espécimen más ha sido tratado como una forma muy contrahecha
son muy pequeñas.'"' - . ---- - - de un lobo. f.41_ c.~be~:;1.,~~-~oqu;.n.t~.~- ~JJ._UDª-J:l.Mnta de l.!~9 _c;le_}9s ex-
En muchos c:asos parte del alfiletero ha sido trabajada. en for- tremos, y las piernas delanteras en la otra punta del mismo extre-
mas representativlls, a veces ocurte lo mismo con todo el ob¡cto. En mo; las dos piernas traseras están talladas en las dos puntas del lado
unos pocos especímenes se ha dado a las prominencias la forma de -! opuesto. .
cabezas de foca. Una ligera ampliación y la adición de ojo~ y boca Observaciones semejantes pueden hacerse respecto a los mstru-
son suficientes para producir este efect<>"'(fig. 119c). l'cn otwS ment9s para enderezar las fle-
casos se han desarrollado Jos rebordes dándoles la figura de cabezas chas y _cljchill-os para la nieve
de.morsa (fig. U9d), o en otras-fom1as de animales que se ada_Pta;i · de -fos esquimales de Alaska. '°
a la forma del reborde-(fig.119e).Agregando un punto para md1- _ ,_J;..QS ejemplos que se han -ci-
cat el ojo y cortando la parte interior del reborde se conserva - tadb demuestran fuera de toda
esencialmente la forma exterior y se consigue dar la forma de la ·-dud:t'que·el pr.'!ced~i~n~o de
---- .. • ·- • ...,
4
voluminosa cabeza:de la morsa con sus grandes colmillos;.~ puede la lectura extste· y 1ust1f1ca el
repetirse el morivo de la morsa de manera que la fom1a or1gmal del significadó de muchas formas
alfiletero queda considerablemente obscurecida. Agregando una ca- '\ geométricas; que no· es necesa-
beza de foca al extremo inferior, la parte baja del objeto recibe más rio suponer en todos y cada
o menos la forma -de una foca. uno de los casos que el orna-
Es·importante:observar que en todos los especímenes d~ este mento geométrico se deriva de
tipo persiste el ornamento de _dobles espolones, aunque se mter- representaciones realistas, Hjal-
ponga con la _cabeza .de foc¡¡-que ;a menudo se- agrega al extr~o mar Stolpe, a cuyas investiga-
inferior•. Parece muy poco probable que las muchas formas amma- ciones sobre el "arte primitivo
les agregadas a: los alfileteros hayan sido las fon:nas prima~as ~e debemos tanto, tenía una· -0pi-
donde se derivó la fom1a geométrica. Al contrano, la ampha d1s- ni6n exageradade _los diseños
tribúción y gran ~recuenci~ ~e las foi:mas geométricas, ~u confor- realistas-porc¡ue creía que cada Fig. 120. Devanad~ de los esquim:tlcs
midad con el esnlo geomemco esqu1m~I y la presencia d~ este forma geometrica. debe_ haber- de Alaska..
estilo geométrico eri especímenes que 1?º nm~an las fonnas ammal~s se derivado de una representa·-
militan por completo en favor de la hipótesis de que la fomia mas ción. Stephan expresa la mi5ma ~reencia. Explicaré·el p~nto de vista
antigua: es geométrica,-.cualqtiiera que sea el origen de los rebo.rdes de Stolpe por medio de un e¡emplo. Entre I~~ esqmmales de la
y prominenciasc Posiblemente el ~ábito de. grabar fonnas an~ma Groenlandia oriental se encuentra una decorac10n de sombra para
les. ha inducido al artista a-productr las vananres que se descnben los ojos hecha de pedazos de marfil puest?s- n_no al lado del otro.
_·en-·este lugar, ,.; ..- .- : ·, ;_. - _ - _ _ . _ Stol pe explicaba esta forma como una denvactón de grabados que
- Igualmente _interesantes son las devanaderas que usan los esg_m~ representaban focas, abreviados.p!>r la repetición rítmica del .diseño
- males de Alaska; C11yo proto~ es .un pedazo d~ asta de canbu de la_ foca (fig. 121). Sin embargo, sabemos que los esqmmales,
--Cótt:ida como se ve eri la "figura 120, y que ha sido des~rrollada _,_. -~·ª~'"-~-___..,.,.,._.,g.,imdQJabrican_ pequeños bloques de marfil como lo.s que se usan
·dándole formas anifüalesc Un espécimen tiene,. una decorac16h geo" en la manufactura de cazonetas u otros objetos seme¡antes, c~rtan
métricá e1,1.el cuerpo, y tres de los extremos han sido trabajados en el coln·lillo de la nlorsa prec~samente de esta_ manera, y así, mediante
fonna dé' c:ibezas de animal. En otro, a los dos puntos de un lado se un proceso técnico, se. han familiarizado con la forma ?'':ªmental.
les ha dado la forma·de cabezas de foca, las cuales están conectadas Por consiguiente, no es indispensable suponer que el diseno ha te-
por una linea larga con las aletas que se ven en el lado opuesto. Un nido un origen realista.
30 E. W.Nelson, "The Eskimo.about B~hring Strait", Annual Report, Bureau
:ro \réase Franz Boas. "Decorative designs on Alaskan Needlecascs", Proceed-
ings of the United States National Mu~'etn11, vol. X..\'.x1v (1908), pp. 321-344, ''iash-
of An1erican Ethnology, vol. XVIII,: láms. 40, 48, 94.
jngtOn, D. C.
1
1
130 SIMBOLISMO SIMBOLISMO 131
Es interesante comparar el procedimiento de que tratamos· wria está muy difundida y se la refiere como expli.i:ación de una
con otros fenómenos étnicos de importancia. similar..La condusión gran varkdad d.e fenómen,<)s, .I;;J hijo de una de l~.. nmjeres se con-
esencial que se deduce de nuestl"l!S observaciones es que la misma vierte en el héroe de la cultura y destruye a los monstruos que
forma puede tener.diferentes significados; que la forma es constante infestan el mundo. Por medio de este cuento se expl.jcan las costum-
y la interpretación variable, no sólo de parte de la tribu sino tam- bres, ceremonias y prerrogativas de los clanes; deacuerdo con los
bién del individuo. Puede demostrarse que esta tendencia por nin- intereses principales de las tribus de que se trata. Los mitos de la
·~ /
naturaleza'fecogidos de mdii1rp:n.tes del mundo por Diihnhardt"
están llenos qe ejemplos ®--esta clase; los hechos más diversos. se
explican por unos mismos cuentos. Esto dernu0$.tra que:, ~,.¡~0o¡t.~
nible la teoría de que los cueµtos se han desarrollado ~º!ll? .~ecto
inmediato de la contemplación ~e los fe.Q'óm!l11q~at\!.fí.!t~~J):'.;\l~e; .
n;ás bien, los c~ent?s son preexi~tentes. ~.que ~-H,Ph~ti.YL.
solo se les añadió mas tatde, precISamente.como las_form"l''ae:arte
que han existido primero y a las que luego se les ha dado. un signi~
ficado de acuerdo con la disposición mentítl propia .del individuo
o de la tribu.
La misma observación se ha. hecho ·con respecto a las ceremo-
nias. La llamada danza del ~l se ejecuta por casi todas las tribus
de las grandes Planicies. El curso general de Ja ceremonia ,es esen-
cialmente el-mismo en todas partes, aunque las diferentes tribus han
agregado especiales detalles característicos. Por otra parte; el signi-
ficado presenta variantes todavía más gra11des. ·En un caso la fun-
ción se lleva a cabo en cumplimiento de u11 voto hecho cuando se
invoca la ayuda sobrenatural· en momentos .de pena; en otro caso
se realiza para adquirir el derecho de propiedad de un fardo. sagr~-
do, y por último! es una ceremonia periódica de ~nr!~u... ·. ' .
Estos tres e¡emplos demuestran q,ue la expbcac1on ps1colog¡ca
Fig. 121. \~i.o;eras y vasija, ammassaliks. de una costumbre y su desarrolle¡ histotico no son en manera algu-
na los n1Ísn1os; al -contrario, debido a interpretaciones secundarias
gún concepto se limita al arte, sino que también se halla presente que se establecen en e) curso del tiempo. y cuyo carácter general
en la mitología y en el orden ceremonial, que en éstos también per- depende del interés cultural del pueblo, la explicació11. psicológica
1nanece la forma exteri.or, niientras .que las interpretaciones que la es mucho más probable que sea del . todo independiente de los
acompañan son muy diferentes. En el caso de la mitqlogía podemos acontecimientos históricos que. han tenido lugar. El sÍ!llple hecho de
observar que de la misma manera que los patrones tienen una exten- que una tribu explique las formas de acuerdo con determinad_o
. ",sa 'distriboeié:tt, así camtJié1Pies 1rt-1otivos o niitos, a-· aun los planes de patrón no de1nuestra que ·elhrs·,se.,ha-y~esa;F_o.Ua~~~A?st;CI-~nc1a·
acción se encuentran en grandes áreas. Por ejemplo, el bien cono- de representaciones efectivas de los objetos. qu.e actualmente repre-
cido cuento del vuelo mágico, que es uno de los cu~iltos de hadas sentan. - , ,
más ampliamente distribuídos, se encuentra en nun¡erosos lugares Se admitirá tal vez que en el. caso espe,:ial del trián~lo de la
de la América del Norte. Entre los esquimales se le refiere como An1érica del Norte de que hemos tratado, los ._razonam1~ntos son
causante del origen de la niebla; en Co1umbia Británica como ex- convincentes porque no existen formas de transición, pero que,
plicación del origen de ciertas ceremonias canibalistas. Otro ejem-
.'ll Oskar Diihnhardt, Natursagen, vol. 4. LeiP.Zig~ I9i2.
plo es la llamada historia del marido estrella, un cuento de dos s2 Leslie Spier, Antbropo/ogical Papers of the Ameriptm Museum of.NatUTal
muchachas que fueron llevadas al cielo por las estrellas. Esta his- History, vol. xvr ~1921), pp. 457 ss. .,
132 SIMBOLISMO SIMBOLISMO 133
cuando se encuentra una serie casi continua de forn1as, con1enzando Sin ctnbargo, este ejen1plo no es pertinente porque ordinariamente
con la más realista y ternlinando con una puran1ente geon1étrica, no no tr~t;1111os_ ~on_ copias de .qis~ñ~s prestados de gente de mayor ~es
es posible eludir la conclusiúri de que el desarrollo ha sido en la arrollo técnico, sino con aquellos que pertenecen a una sola tribu.
direccil>n del realisn10 hacia el convencionalisn10. Ya he indicado En algún material mexicano he tenido ocasión de observar el
que por cuanto no hay prueba de c~1rácrcr histórico, la sucesión efecto de la producción de fábrica y de la ejecución desmañada.
puede n1uy bien ser al revés. En todos los casos que se han descrito En el occidente de México se hacen platos de calabaza de árbol
y que están basados en investigación directa e'ntre gente prinlitiva :.. cubiertos con laca anaranjada. En1pleando el procedinliento del co-
acerca del significado de los diseños, se ha encontrado que las for- lor desvanecido se les cubre en seguida con laca verde. La industria
1nas realistas y las convencionales se prcscnt:111 al nlis1110 tien1po. Por es probablen1ente de origen español. Los especín1enes antiguos he-
consiguiente, sería necesario dar una razón de por qué algunos ar- chos de n1adera son de ejecución excelente; están decorados en su
tistas excelentes han de usar un estilo, y otros iguahncnte buenos n1ayor parte con fom1as ariÍii)alcs, ciervos, peces, etc. En la actua-
unq_ diferente; o de por qué aun el 111isn10 artista ha de catnbiar los lidad este .trabajo es de ejecución muy inferior y los productos se
dos estilos. Yendcn en los n1ercados con16 el de Oaxaca (fig. I 22). En algunos
Se pretende generaln1ente que la ejecución desn1añada trae con-
sigo la degcneraciiln del patrón, y que de esta n1anera causa tnala
inteligencia. Yo no considero sostenible esta explicaci{n1 dadas las
condiciones de vida que existen entre las gentes pri1nitivas, porque
no hay ejecución descuidada entre los nativos que fabrican utensi-
lios para su propio uso. La cerániica y las pinturas de los indios de
la América del Sur observados por von den Steinen, las flechas
de cocodrilo de la Nueva Guinea, los tallados del ave fragata, están
todos hechos cuidadosan1cnte. A n1cnudo encontra111os que la gente
echa n1ano de efectos de inferior calidad para ca111biar con las tribus Fig. 122. Oi~cilos de yasijas hechas de calabazas de árbol, Oaxaca.
yecinas, guardándose el buen n1atcrial para su propio uso. Los na-
tivos de la isla de Vancouver, por ejen1plo, ;1dulteran con bayas de espccÍI~1enes se usan todavía los diseñüs de peces d_el tipo antiguo,
sauco los pasteles de fruta que hacen para ,·cnder, n1icntras gue en pero ta111bién encontra.111os, con n1ayor frecuencia, patrones de
los que fabrican para el consun10 de la casa hacen uso de las bayas hojas y poden1os observar aparcnte111e_1;te aquella clase n1al en- ?e
de 111ayor valor, con10 las azules o las de color de saln1ón, sin agre- tendido de que habla Balfour. La reg10n de las branqmas se con-
garles otros n1ateriales de clase inferior. Esta tendencia, sobre todo ,·icrte en la base de la hoja. La cabeza del pez corresponde a la base
Si se la con1bina con el deseo de fabricar aprisa grandes cantidades de la hoja; las aletas a los recortes marginales .Y las costillas del pez
de material, da por resultado trabajo de inferior calidad. Enton- a Jos nen·ios de la hoja. Como el pez y la ho¡a se presentan ambos
ces surge la pregunta: ¿qué pasa en casos de esta índole~ ¿Conduce en los tipos tnodernos, no sabc1nos si nos hallan1os f:ente a una
la obra descuidada a n1alos entendidos y <11 cnnvencionalisn10? Bal- transfon1lacic'>n efectiva o un verdadero 1nal entendido. Pu:de
four ha tratado de aclarar el proceso;. hizo que un individuo co- ser t<unbién que el proceso psicológico que esto implica haya sido
- .,. . ., - ....... ·· piara un diseño y . usó la prin1era reproducción co1110 original para 1nás bien ·1a sustitue-ic)n del tcn1a antiguo por el nuevo, proceso en
una segunda copia. Siguiendo de este n1odo obtuvo las transfonna- el cual el tema nuevo fué controlado estrictamente por la forma
cioncs n1ás sorprendentes. Tal¿:s resultc1dos pueden ocurrir cuando -.1ntigua y estereotipada. Co1no verexnos, las c1rcunstanc1as de este
un trabajo hecho por incdio de la técnica 1nás perfeccionada se género son a vec~s n1uy poderos~s. . .
imita por gente de menor capacidad. El ejemplo típico es el de la ()tro buen c¡en1plo es la ceranuca fa~r1cada par,a l~ venta p~r
los antiCTuos habitantes del Valle de i\1c:uco. La ceranuca se hacia
degeneración de las n1onedas griegas copiadas por inütadorcs cel- "' , re f'iere a11agun, s
en ese lugar en grandes cantl'd ades, y, segun , " se
t<lS,:i:i lo cual condujo a la co111pler:1 destrucción del diseño original.
:14 Bcrnardino de Sahagún, Historia general de las cosas de Nueva España,
:::i \ • éa5c /\fox FJJcrt, Re,1/Jexiko11 der Vorgf!sc/.iicbtc, vol. 6, pp. 301 ss. ecl. C . .\'l. de Husta1nante, :\1éxico, 1830, vol. 3, p. 56.
134 SI MBOLIS~ 10 SIMBOLISMO 135
vendía en los mercados públicos. Las vasijas revelan claramente el Uno de los diseños más sencillos es instructivo en lo que se
efecto de la, producción_ en masa y del consiguiente trabajo superfi- refiere al tratamiento superficial y al desarrollo de un estilo indivi-
cial. La ceranuca azteca es funda1nentaln1ente de tipo unifon11e. En tiuai.- Üliü de los elenfl!nto!) ·decorativos se compone de una serie de
Culhuacán, una pequeña aldea al pie de la Sierra de la Estrella se figuras enlazadas en forma de S (fig. 124). Se notará que en Ja figu-
hacía una clase ordinaria de esta loza. Grandes cantidades de rie~tos ra I 24b las líneas que parecen haberse desarrollado de las formas en
se encuentran_ en el su~lo pantanoso que en los cie1npos antiguos se S van degenerando en sitnples curvas, nüentras que en e las líneas
usaba corno tierra de J<lrd1n. La ccrá111ica es gruesa, de color ana- han sido dibujadas con n1ayor cuidado.: La figura 124d representa
la decoración, por la parte de afuera, de una vasija, y aquí las cur-
vas en fon11a de S han sido conectadas con csn1e-
ro y van desarrollando un patrón nuevo.
()tro patrón sencillo que dcn1uestra el efecto.·
de la pro.ducción rápida consta de la repe.riciún
regular de una curva y dos rasgos verticales. ~~s
probable que Ja forma se derive de un círculo
a seguido de rayas verticales con10 las que se en-
b cuentran tatnbién en la ceránüca bclla1ncnte pin-
tada de Texcoco (fig. 125a). Los especímenes
correspondientes de Culhuacán se ven en la figu-
ra 1!.5b y c. Aunque en unos pocos casos la curva
es un círculo n1ás o 1nenos cuidadosan1ente dibu-
jado, tiene generaltnente la forn1a de una espiral.
U na de las características n1ás notables del des-
arroilo de este patrón es la tendencia a can1biar
la direcci(111 de las ravas verticales v darles una
d posición inclinada (fig. l !.6). Según. la tendencia
Fig. 123. Frag1ncntos de ,·,1sijo1s del pintor, las rayas se inclinan fuerte1nente de Fig. 125. Disc-
Fig. 12-l. Discíios de \"<lsijas de barro de
de barro de ·rcxcoco. arriba y a la derecha hacia abajo y a la izquierda iíos de \·asijas
Culhu.1c,ín. · de barro, Cui-
( a, b a dentr<>, e, d a f ucra ) , n11cntras ciuc en e v f .
. . d , . 11uacan.
f<~njado <!hscuro ~l pintad:1 de negro. l'.~s una for111;1 local pronun- 1as rayas corren de 1zqu1cr a a derech;i. l:..n la
c,iada, n~as obscura que la loza ligera de Tcxc~1co (fig. J ~ 3); las i
1
r:ipida creación de estas fonnas las líneas verticales se transfonnan
lineas p1ntad:1s son anchas ~I' roscas, inic:nrras que las de Tcxcoco e.n g;1nchos. Son tan. características que parece perfec::a111ente po-
son _111ur, delicadas. L~>s patrones son fijos, pero la rapidez de la sible reconocer la n11sn1a 1nano en estos especí111encs.
fabr~cac1on ha producido _un estilo definido, an;ilogo a los estilos de Todavía hay otra 111anera de tratar el diseño. En la fig. 127a
csc~1tur.1 a 111ano.. ~:tda pintor tenía su l?~~)p_i~!. i114_~odo __de _111anejar la. espiral se encuentra en dirección opUesta a la que se le da co-
el p1nccl, ,lº. que d10.J1or resulta?o que su tndn·Hlualtdad puede reco- rr1enrc111entc y una sola línea vertical divisoria se coloca entre las
nocerse fac1l111cntc:··· 1-Ie. c~cog1do unos cuantos cjc111plos p<lra n1os- dos espirales, tornando el extre1no de la prin1era espin1l el lugar de
trar el ~~cero de, r:atar el d1:.;eño a la, ligera. F.s c~enci:al ad\·crtir que la segund<.1 línea vertical. ..:\..quí ta1nbién el n1étodo de tratan1iCnto es
en el nus1110 especnnen las hnc;1s estan traZ<HL1s s1en1pre de la nlisn1a consecuente. ~~n unos cuantos casns la línea espiral en luaar de ter-
n~an_era; es decir, 9u~ la tnano del pintor obedecía a hcibitos de n1o- nlinar brusca1ncntc continúa bajo las rayas verticales. Y ~n un caso
,·1n11ento 111uy def1n1dos. . '1nás, una línea separada horizonta!, sencilla o doble se coloca debajo
de la espiral (e).
, ~:-. \Téasc Franz Boas y i\lanuc\ G;linio, Albr1111 de coleccio11cs a1·queol<Jgic,n lJn diseño frecuente del cual se han recogido tnuchos especí-
l\Icx1cu, 1912. ' '
tnenes se co1nponc de una espiral con curvas anexas. Posiblemente
SlMllOLlSMO l37
136 SIMBOLISMO
uniéndose al centro y for1nando un gancho. En otros casos ( d, e),
.L? 17 2,;IV zv
_¿ 1
la espiral y la línea horizontal inferior se trazan de· la inis111a ina-
==
ncra. Sin c111bargo, las líneas horizontales se hacen separad.tn1ente
~s~ i dibujando un ángulo recto, probabletnente desde arriba hacia abajo
..../~)>.>
.7'..J.'-.<.-.<.""'-"<"6<. .....
J~c y agregando una línea central. E:n estos casos la horizontal tennina
en el lado más lejano en un ángulo agudo. En la figura I 28f, las dos
a b líneas horizontales están separadas de la curva: en g, han sido he-
a b chas n1uy ·largas )r parece que la del n1edio se ha tra7~ado de un
golpe con la espiral. El método para producir la b es el mismo que
se ha usado en b y e, pero la línea horizontal superior es de tan1año
e d
111ucho 111ás reducido. El 1nisn10 1nétodo se usa en i con la djferencia
de r¡ue la horizontal inferior está volteada y terniina brusca111ente
y que las horizontales superior y n1edia están hechas- en forn1a de··
una sola curva eri for111a de herradura. En j y k se ha cn1plcado un
n1étodo co111pletan1ente diferente, la espiral se queda con10 antes,
e pero las líneas horizontales están hechas separadan1ente en fonna
e
Fig. t~6. Fig:. 127.
de un 3. En I y 111 toda la curva está hecha de una línea continua
que ha motivado que la horizontal del n1edio se doble en forn1a de
¡eJle..31 una gaza. En 11 se han tratado las tres horizontales de 111anera dife-
ª O =110= 11 C31e..3) b j
rente; la figura en for1na de una larga S que con1ienza arriba y a la
e Q31 e,.31 c___i / c:.31 d k e.311 e.311 C,.:SllllC,.:S// I izquierda ha sustituído a las líneas añadidas a la horizontal inferior.
l~n principio se111ejante, pero con1enzando por el lado opuesto. se
aplica en o; en este espécin1en las tres horizontales han ton1ado
la fonna de una e3piral que tern1ína abajo en un espolón casi ,·erti-
cal. En p rcconocen1os una for111a en que la curva en forn1a de S
está hecha por separado; en el n1edio se agrega una línea horizontal
adicional y, aden1ás. la parte n1ás baja de la curva en forn1a de S
está conectada con la horizont~il inferior. La fortna q está ;1l reYés
Fig. 128. y ;111.adiendo la curva en fon11a de S al centro de la espiral, se des-
Discilns de \·asijas de barro, Culhuacán. arrolla una fonn:.i divergente.
Creo que 111uchas de Ias forn1as st11nan1ente irregulares que se
se deri\'<l de un círculo y .líneas rectas (fig. 128a). t·:jecurtindolo presentan en la cerá111ica pintada pueden explic-,1rse de la n1is1na 111a-
rápidan1cnre. el centro del círculo se conecta con h1 circunferencia, nc1«1. ()tro eje111plo de esta clase lo constituye h1 lla1nada ccnlnlica
de 111odo gue roda la línea se transfor111a en una espiral. A veces de cocodrilo de los indios de Chiriguí (fig. 129) en que \Y. H.
las espirales se convierten en un sencillo gancho ( h ), y· el punto Holn1es basaba sus argu111cntos de degeneración gradual de h1s for-
n1ás bajo de la circunfe,rcncia continúa en Ja línea horizontal con- n1:1s realistas en forn1as convencionales. Aunr¡ue la propia v<Isij·.i
tigua. 1':n la gran nh1yoría de los cspccín1cncs puede reconocerse la está bien hecha. la pintura es casi sien1pre desaliñada. con10 resul-
sep~1r.1cic'n1 entre el círculo y la línea contigua por una Yuclta brus- t~1<lo evidente de la produccié>n en niasa. El r~1sgo n1ás característico
ca, o por lo n1cnos una n1clla en la línea horizontal n1ás baja (e). de hi decoración de esta loza es el trabajo de línea y punto. Todos
La fonna {1ue se desarrolla del patrún original depende enreratnente los diseños se caracterizan por el nso de líneas negras y rojas 111ez-
del giro peculiar del pincel que usa el artista. En muchos casos ( h, ch1das con puntos. Los diseños geo1nétricos, así con10 las fon11;1s .
e) la espiral, continuando en la línea horizontal n1ás baja y volvien- ;1ni111ales, están ejecutados toscan1ente. El profesor Holn1es ha lla-
do sobre la línea horizontal del centro, se hace de un golpe y la n1ado la atención h<1cia el hecho de que los puntos se usan para
línea horizontal superior se añ .1de por un 111ovin1iento separado,
SIMBOLIS•\lO Sli\1BOL1Si\10 139
138
indicar las escamas de los cocodrilos, pero este hecho no demues-
tra que todos los puntos se deriven de escamas de lagarto. Las
forn1as con10 las. que se ven arriba y a la derecha en la fig. 1_10
pueden bien entenderse con10 tentativas de dccoraci{1n general por
111edio de líneas negras y rojas, n1ala1nentc ejecutadas; lo cual parece
tanto n1ás probable cuanto que el triángulo con puntos tiene una
distribuci/n1 11n1cho nl<Ís an1plii t¡uc los n1otivos de cocodrilo. Por
consiguiente, una reprcscnraci<'n1 de este anitnal puede explicarse
con10 habiendo sidv ejecutada de acucrdn con la técnica aplicada a
los 1notivos gco1nétricos. Debido a la ejecución desaliñada la forn1a
ani111al puede degenerar confor111c a los hábitos de .trabajo del artis-
ta individual. Esto no prueba, sin cn1bargo, que el cocodrilo, con10
tal for111a, sea 1112.s antiguo que la decoración de líneas y puntos.
Debe tenerse presente ta111bién que el hocico volteado del cocodri-
lo, a que se da n1ucha i111portancia con10 111edio de identificación, es
un carácter de distribuci<Jn inucho 1nayor que el propio n1otivo de
ese reptil. Las representaciones de n1onos lo tienen y lo encontrc1-
n1os iguahnente en representaciones del interior de Costa Rica y de
algunas partes de la .'\.n1érica del Sur. Esto es cierto ta111bién con
respecto al apéndice de la nuca que se presenta en Costa Rica lo
n1is1110 que ~n la A1néric-.1 del Sur.
Iguahuente instructiva es la <1plicaciún a las vasijas de peque1los
nudos y filetes, lo cual ha sido explicado por el Dr. G. G. MacCur-
dy con10 resultado de la degenef'ación de h1s figuras de ar1nadillo.:1¡:
La característica esencial de toda esta loz:1 es el uso de pequeños
nudos y filetes aplicados a Ia superficie de la vasija, o a alguna <le
sus partes, con10 los pies, el cuello, el ho111bro o el asa. I::stos agre-
gados est{1n decorados con una serie de cortas i111presiones paralelas.
l,Tn núdulo oval con un;l sola línea inedia o varias se usa frecucn-
ten1ente pan1 indic<lr un ojo; un nc'idulo p;trecido con \'arias líneas
paralelas indica el pie; una serie de filetes cortos y p<tralclos con
iíncas cruzadas cortas y pan1lelas ta111bién se aplica a las fonna-s que
representan anin1alcs, pero se encuentran ta1nbién en el cuerpo de
los \"<l5os. El Dr. C. \ .... l-fartn1an ;:< y S. K. Lothrop:i.~ describen los
1 niisn1os 111otivos técnicos procedentes de otras partes de Costa Ilica.
Estos son tan se111ejantes en carácter técnico a los especÍinencs de
Fig. 129. Disciios de cocodrilo de la ccr:ímica de Chiriquí. Chiriquí que es difícil dtH.t1r que se dcri\·en de un 111is1no artefacto.
El n1étodo de decuraciún de que se trata está a111pli:1111ente cspar-
:¡() Gcorgc Gr,int .\f..tcCurdr, "A Study of Chiriqui,111 .-\ntit¡uities", 1Ueu1oirs,
Couuecticut Acade-111y of Aru .111d Scieuce~., Yo\. 3 ( 19! 1), pp. -l-8 ss.
3< C. \'. Harcman, Arcb.1eologic,1l R''.se,1rcbes iu Cost,1 Uica, Esrocoln10, !901.
::is Samucl l{irkland Lothrop, Pottery of Costa Rica and Nicaragua, Nt1c\·a
'York, .\luscuin of thc .-\111crican lndian, 1--layc Foundation, 19~6.
140 SI.\lBOIJS1\'I()
SL\!BOL!SMO 141
ciclo; su uso abarca la An1érica Central y las Antillas. t:.c;; su1nan1ente
característico de la loy,a arcaica; espcciahncntc las figurillas de este Llega111os así a la conclusión de que el uso de nódulos y filetes
antiguo período están sicn1prc 1nod,ch1das por 111~'}.io d~ rí!dulos y para f vi ·11 ""- 111\JL~ \ 03 ~ .... d! u 1.ul~Ho- c.si.á relaciondJo· h;:-iLÓrican1ente
filetes agregados .. Durante c,src periodo se rcpr_cse~1ra. ~l OJO rcgu- con el 1nétodo de decorar vasijas por 1ncdio del agregado de piezas
lanncntc por 111cd10 de un nodulo con una o Yanas 1nc1s1ones. Tatn- separad~1s. Por consiguiente, el n1otivo del armadillo únican1ente
hién se encuentra esta récnic-a en el l·~cuador :m en époc;1s 111<Ís re- puede ser una aplicación especializada de la forn1ación de n1otivos
cientes. La orna111cntaci<'n1 de h1s vasijas por 111cdio de la decoración anin1ales con los ele111cntos de que se trata. Los ele1nentos por sí
de núdulos c1<rrce:ados llc<TÚ ;\ su 111ás afr() dcso1rrollo en el período nüsn1os no pueden ser considerados pri1narian1cnte con10 sín1!Jolos
~
tolteca. En la" AnH~ric;1 " ~orte no es co111ún. Se prcscnt;111 r·¡1 ctes
del del annadillo, ni es posible interpretar a todos los anin1ales for-
esgrafiados en rc?tos de la región inedia del i\ 1lisisipí pero aun n1ados de estos elcn1entos co1110 pertenecientes a esta especie.
aquí no constituyen un rasgp pronunciado. Contrastando con s~.1.. El punto cs<;ncial de esta consideración radica en la amplia
f recuencia en la ·cerán1ica altan1ente desarrollada de los pueblos 1 distribuciún de los n1otivos técnicos y forn1ales en áreas extensas,
_!
antiguos de la At11éric;1 Central, se observa su rareza en Africa, don- aunque difieran en detalles en las diversas localidades. Estos moti-
de las forn1as 'n1uy desarrolladas no faltan en inancra alguna, y vos técnicos y forn1ales son los n1atcriales con que opera el artista
donde las tapaderas con figur<ts de ani111ales parecerían sugerir fácil- y deterniinan la for111a particular que ton1a un n1otivo geon1étrico o
111cntc la aplicación de este artificio ...iº t~sto 111is1110 es verdad tratán- un 111otivo viviente. Si los n1ateriales con que operan la 1nano y la
dose de la ceránlica europea prehistórica. l·] nódulo aparece en la in1aginacibn del artista son el filete ranurado y el nódulo, éstos se
cerámica de Michelsberg, en Jaispitz (,\foravia) y en otras pocas encontrarán en todas sus representaciones.
localidades de época ulterior. Tan súlo en las decoraciones desliza- Los investigadores que han tratado de probar que las forn1as
das ( barbotine) de la terra sigilfata encontra111os algo l]Ue se ase1nc- convencionalizadas se originan de representaciones 1nediante un
ja a la orna111cntaci<Ín aplicada an1ericana, pero con10 el n1aterial se proceso de degeneración, han desestimado por lo general la pode-
aplica en un estado sen1iflúidó, no logra L1 niisn1a libertad de trat-.1- rosa influencic1 de los hábitos de 1novin1iento y de arreglos fon11ales
111icnto. Las protuberancias que se presentan en la cerá1nica europea en el estilo resultante. En aquellos casos en que hay una tendencia
prehist<'1rica fueron hechas al parecer nl<ls bien inlitando las decora- a organizar 1noti\•os decorativos en tablei::os rect::1ngulares, en áreas
ciones de bronce hechas con punzón y pcrrcneccn a un período circulares, o en cainpos definidos de otra 111ancra, el resultado tiene
ulterior. ·Las fiauras de ani1nal adheridas, hechas de barro, co1no las que ser 111uy diferente de los de111ás en que el artista arregla habi-
que se cncuent~'cln en Gc111einlabarn, ta111bién pare€cn ser i1nitacio- tualinentc su n1aterial en ca111pos grandes o en bandas continuas. La
nes de trabajos de 111et:ai y· Jan1ás alcanzaron :1qucl desarrollo tan costun1brc -de decorar la cenlniica por el 1noldeado y· de agregarle
cart1cterístico del arte cerán1ico de la A1nérica Central. for1nas en relic,·c, debe conducir a resultados diferentes de los que
l:] pie hendido de cascabel característico de Ja cer:Íl11ica de se obtienen por la pinturc1 o el grabado. El uso de líneas y el hábito
Chiriquí den1uestra de n1anera aún n1ás concluyente que Ia aplica- de en1plcar puntos o círculos afecta asinüs1no el estilo r~sulta:ite. A
ciún de filetes y nudos, <]uc las fonnas de arte dC esta prcn·inci:1 1ni juicio, debe haber poca duda acerca de que si un arttsta nene la
deben considerarse co1no un desarrollo cspeci,11 de forn1as caractc..,. costun1bre de usar diseños de puntos y líneas co1nbinados y, 1nás
rísticas de un área n1ucho nlás extensa. Este tipo de pie está cn11plia- tarde, trata de representar un anin1al, este n1étodo particular será ~l
n1ente esparcido 111;\s alhí del territorio en que . ~xisten l~~s fonnas q~~ aplique en la reprcsentaci{,n. El origen de los h~bi~os de n~oY~
de pc;.-;.· 11 nüento debe buscarse probablen1ente en los proccdun1entos tccn1-
cos, el del arreglo en .los 111isn1os procedi111ienros y en las for1nas de
::n ,\brshall I-T. S,n·illc, "J'he .4ntiquites of .lf,111.1bi, Ec~ador. Xl1cr;1 York, los utensilios fa111iliarcs.
1910.
ui ,~éasc un on1a1ncnto en rclic\·c en una Yasij.1 de lnz;1 roj;1 de Ban;1n;1, Congo
El examen del material hecho en fábrica demuestra que el pro-
BcJg;1, Anílales du A.fuséc dtt Co11go; Notes a1Mlytiq11es sur fr.1· collection~ L'tb110- cediniiento de tratc1r liaera1ncnte el diseño, o la ejecución descuida-
,'.!,r.1pl.iiq11es, \·o!. 2, Bruselas, 1907, "Les industries indigCncs", Hin. ur, fig. :--f .. da, conduce ante tod<~ al desarrollo de características individuales
H \'éasc Franz Boas y }\1anucl G;11nio, Alb1nn de colt:ccio11es .1rq11eolúgicas, que pueden con1pararse 1nejor con la escritura a n1ano. Los an1ane-
:\ICxico, 1912, lán1s. 36, 42,-5L ranüentos pronunciados nos penniten reconocer la 111ano del. arte-
sano. Sólo cuando una persona ingeniosa y que etnplea un cuidado
142 SIMBOLISMO SIMBOLISMO 143
extraordinario opera con este n1aterial tradicional se desarrollan posición de d está ligera111ente can1biada; el ojo se reconoce con
nuevas formas semejantes a las que desc'ribe Ba1four. Fácilmente se tac1hdad e inn1ed1atalni::i1-tf: a su derecha~ iúás levantada qu'e en los
observará que esta..., condiciones no se realizan frecuentcn1ente en la casos anteriores, se ve la boca con un coln1illo. El cuerpo está en la
sociedad primitiva. misma posición que antes, siguiendo la orilla del disco y termina en
Creo que en la 1nodificación del diseño_ interviene ?tra causa un cascabel. En e la cabeza se ha acortado n1ucho 111ás y el ojo se ha
más poderosa. Los patrones ornamentales ncncn que a¡ustarsc_ al reducido a un solo círculo pequeño nücnrras que el cuerpo y la cola
can1po decorativo a que se aplican. No es frecuente que el arnsta conservan sus ra..:.;gos característicos.
se satisfacra con representar parte de su tcn1a y cortarlo donde ter- Los elen1entos for111ales de que se ha tratado al principio de
tnina el ~an1po decorativo. Preferirá en tal caso re~orcer y aj:1star este libro ejercen una in-
·a··
__ las partes de manera que quepan en el can1po que t1~nc <1 su d1spo-:- fluencia de largo alcance so-·-·
... si~ií>n. Cuando se representa un ave con las alas abiertas _que ocu- bre las fon11as decorativas. -
paría aproximadan1entc un ca1npo cuadrado, y el espacio que se Las exiger1Ciás 'dC- Ii sln1etría .. ~ .·
dentro de un can1po decora- :·.@) :
tivo requieren reajustes que
pueden n1odificar considera- . . ,
•
libertades tnás grandes con las fonnas exteriores de ani111alcs, no :1ba jo.~:: ·. .
vacilan en desfigurarlas de n1anera que el artista pueda ajustar el :\'lucho 111.is poderosa que .
aniinal al ca111po decorati\·o. Su 111étodo se discutirá en n1ayor deta- l:1s necesid.1des de ajuste for- . . '
lle en otro lugar .(véanse pp. 181 ss.). n1al es la tendencia sii11húli- Fig. 1.i 1. Conchas COll b rcrrt"scntolciún de
En algunos discos de conchas de los cúes de Tennessce se C<l q uc puede conducir a 1-.1 scrpicnrc Je e;ISc:il>cl.
representa ...de esta n1anera la serpiente casc;1bel (fig. 131). La cabe- abre,·iacioncs en que la re-
za de la serpiente está ,·uelta hacia arriba y la 111andíbula. se reco- presentaciún se reduce a la:.; 111::Ís ligeras indicaciones. E.n nuestros
noce fáciln1ente en la fig. 13 la. T~l ojo, representado por varios c.studios que preceden hc111os visto ~1ue h1s representaciones si111hú-
.., círculos, se ve d0trás de la boca. El cuerpo continúa a lo largo del hcas .son; lllU)' con1;uncs Y- <-]tH;_ en 111uchos casos acontece que el
borde inferior hacia la derecha y ternüna a la izquierd:1 en un cas- propio s1n1h~>lo esta representado en una n1anera 111:ís o 111enos en
cabel. La analogía entre las partes b y ,¡- de la figura se reconoce al pcrspccti\··.1. o~Jndct1uicra t1ue el arte del pueblo vacila entre el
instante; la diferencia esencial consiste en que el cuerpo en h no n:<H1o si111hólico y el representativo de delineación, surge la oportu-
está dccor:1do; el cascabel se halla in111ediata111entc enci111a y detrás nidad de que se presenten las forn1as realistas v abreviadas, las unas
del ojo. La figura e conserva todc1vía la nüs1na forni-.i, pero agre- c1l lado de las otras. A este género pertcnece1~ 1~1s urnas faciales, la
gada a las decoraciones que se encuentran en los especí1nenes ante- representaciún prehistórica de figuras hu111anas de piedra, y hasta
riores está la larga gaza con círculos pequeños que rodea el ojo. La nuestros bustos y retratos pueden considerarse co1no continuación
4'.? Tbe E'l:olution of Art, 1893, p. 50. ~:1 A. R. 1-fein, l)ic bildeudc l\.ii11ste bei den IJnyal·s of Horneo, figs. 48, 49, 51.
144 SIMBOLISMO
'P
::.de esta práctica, ya que ellos son fraginentarios en cuanto a que
n 1:solaE'....:1-.~.: .:;-.:;.;,.~.¡;¡·'~F •...:!!.~ ¡;.-;;·~e del-cuerpo en-'-iuc·er¡~~lntra111os ex-
1n .presado con 1nayor claridad el carácter del individuo, porque el V
resto del cuerpo está cubierto sic111p.i:-c· de una vestidura incxpresiv;a
. :-qu_e o_culta cualquiera individualid,1d 1<.¡uc pudiera existir. El caráct~ ESTILO
pr~nc1pal d: las for~11·1~ de. ~stc tipo será la tendencia a sugerir un...
ob1cto n1cd1antc la 1nd1cac1011 de unos pocos de los rasaos 1nás ca-
racterísticos. Sería erróneo probablcnlcruc . hablar en cs:os casos de ·
una disolución gradual de la forma realista y del desarrollo con base Nos ocL·P.A.R ..:11.1os ahora del problen1a de los estilos de arte indivi-
en ella de una forn1a c_onv~n~i<!nal, porqpe esto no es lo que efecti_- duales. Los e~en.1entos for1nalcs generales de que habla111os anteri~r-
1
__ :a1~~enre ocurre. Los c;los tipos se presentan al lado el uno del otro. 1nente, 0 sean 'la ·si1netría;e1 ritn10 y el énfasis o delin1itación_· de
·
n1ento co1no el palo arrojadizo está naturah11ente relacion;.1d;1 con \·ecinos esquitnalcs del norte y de sus vecinos indios de las n1esetas
la tnancra con10 se usa. La tabla incún1oda de J~affinland debe sen- del interior v tribus de la costa del sur, faltan en estos lugares por
tirse pesada en n1anos de un nativo que ha aprendido a 111ancjar el co1npleto. .,
palo angosto y ench1,·ijad<~ del 1\.'lar de Bchring. -La adaptación de Observaciones parecidas pueden hacerse con respecto al ina-
la_111ano al 1nango no pernute el uso de for111as que requieren n1ovi- nejo del cuchillo. El tallador en n1adcr<l. de la An1érica del ::"\"orte en
n11~~tos n1usculares extraordinarios que disnlinuirían la precisiún y los tietnpos 1nodernos usa principahnente el cuchillo corv0 cuya
fac1hdad de su uso. Por consiguiente, las V<lriaciones de forn1a Se hoj;.1 fonna parte de una superficie en espiral. l,os especín1enes ar-
144 Sli\1BOLISi\10
·. de esta práctica, ya que ellos son frag111entarios en cuanto a que ' "
i:. i:solar;;;:;.-.~;: .:.:.1-.:;.:.:.f>.:.;,1- .h¡;. .... ::.~ i;.;;·tc del ··ct1crpo en""-iuc· e;1~,H1tra1nos ex- I'.
,,., presado con mayor clarid,1d el carácter del individuo, porque el j,
V
. resto del cuerpo está cubierto sic111prc· de una vestidura incxpresiv;a
1;-·· ':qu_e o~ulta cualquiera individualidad1quc pudiera existir. r:i caráctC:I." ESTILO.
pn_nc1pal de lao; for1nas de este tipo será la tendencia a sugerir un
objeto 1ncdiantc la indicaciún de unos pocos de los rasO'OS inás ca-·-·
racterísricos. Sería erróneo probablc1ncü.tc. hablar en cs~os casos a·e ·
una disolución gradual de la fonna realista y del desarrollo con base N"os ocvP~RE~1os ahora del proble111a de los estilos de arte indivi-
_en ella de una forn1a cpnv~n~<~nal, porqpe esto no es lo que efecti:- duales. Los c~en_1entos forma.les generales de que hablan1os anteri~c-
1
_:a1~~enrc ocurre. Los qos tipos se presentan al lado el uno del otro. 1nente, 0 sean 'la 'sin1etría,e1 ritn10 y el énfasis o delinlitación_' de
la forn1a, no describen- de. !llanera- adecuada un estilo específico,
¡ -- ' porque se enctientran en la ba~ de todas las forn1as del arte or-
1 namental> Ei arte representativo es n1ás capaz de desarrollar rasgos
diferenciales, porque en cada área las !epresentaciones sin1bólicas,
en perspé~tiya ·y variables, tienen cara:_Cterísticas peculiares y pro-
nunciadas.· Los principios de selccci6rt simbólica y el método de
con1posición ayüdan a individualizar las for1nas de arte representa-
tivas; pero •. aden1ás de éstas, n1uchos elen1entos fon11ales son parres
integran~s,de ·todo estilo de arte y éstos le dan su carácter 1nás
específic6c El neozelandés, el rnelanesio, el africano, el norteame-
ricano, el1 ·esquitnal, todos tienen la costu1nbre de tallar figuras de
bulto. Todos son representativos, y, sin· e111bargo, la procedencia
de cada itno· se deten1Üna con facilidad en vista de características
fonnales ,bien definidas.
Conc,cntrare1nos nuestra atención en la elucidación de los prin-
cipios co11f.onne a los cuales pueden describirse los estilos de arre.
~os preguntar;en1os asi1nis1110 h~1sta dónde pueden con1prenderse
,·.· las circunstancias históricas y psicolúgic;1s bajo las cuales crecen y
florecen <\iclws estilos de arte.
Conviene co111enz;1r con un prohlc1na sencillo. Hcn1os visto
~ . '¡ ! ll ue podc}~~os considerc1r con10 o Uras de arte los utensilios sin de-
corar fabricados mediante una técnica. perfectan1ente controlada,
... en otras palabras, hechos por un virtuoso. Pertenecen a este grupo
las had1as de {licd'ra pülida, puntas astilladas de flecha o de lanza,
cucharas, cajas, en su111a, cualquier objeto de uso di~1rio, a condi-
ción únican1ente que la forn1a que reconozcan1os con10 concebida
en espccÍI11enes toscos, sea. trabaj<tda confonne a una técnica per-
fecta. Los objetos de esta clase, usados para los niisn1os fines, no
tienen en n1anera alguna la nlistna for111a en todas partes. Los (!spe-
cÍinenes acu1nulados en los n1uscos etnológicos den1ucstran que
hasta épocas 111uy recientes, antes de que se contanlinara de artícu-
145
146 ESTILO
ESTILO 147
los europeos, cada localidad, así con10 cada período cultural, ha reducen a los límites establecidos por los hábitos fijos de movimien-
desarrollado tipos fijos a que se l.'.tñía estrlcta111ente. to de 1a gente~ Allñ- en el caso· <le· q·Ue una variación de la forn~a
Se con1prueba esta observación con los utensilios de los tic111- llegara a llamar la atención, no sería adoptada si hiciera necesano
pos prehist()ricos, así con10 con los que se han recogido entre las un nuevo sistetna de n1anejo. Mientras más fundan1entales sean
tribus primitivas de nuestra época. Los palos arrojadizos de los es- los hábitos de 1novinüento que determinan la forma del objeto,
quünales pueden servir de cjc1nplo. Se usan para dar inayor ín1pctu
incnos pr<iliable será una desviación del tipo acostun1bra~~·
a la~ arn1as que se arrojan con la 111ano. El principio a que obedece
Los h~bitos de n1ovinliento que encuentran expres1on en las
fonnas de los utensilios están en parte muy especializados -:-con10
los que se requieren para el .uso efectivo de los p~los arroj~di_zos ,ª
que nos he1nos teferido-, pero o~s son de caracte~ n1uc~1~ n1as
general, y se diría que. grandes.po.rct_?nes dela hu1nan1dad se carac-
terizan por hábitos de esta cl~s~ que influyen_ e~ _Ias forn1a_s de sus
.• instrun1entos y enseres don1est1cos. La restr1cc1on a las islas del
;J 1 :,; ,,, J>acífico del procedinliento de producir el fuego por frotació~1 en
,'."' hendidura; las áreas descritas por Edward S. J\1orse en que existen
·.;; .,. diferentes tipos de lanza1niento de las flechas; el uso generalizado
.}~ ¡: ). de palos arrojadizos en Africa y su insignificancia rc_lativa en n1u-
~~ .: chas partes de A111éri~a, son ejc1nplo~ ?e esto que d~c~n1os. .
l..Tn ejc1nplo curioso de la estab1hdad de los habitos de .n1ov1-
111icnto se encuentra entre los esl1ui111alcs; a pesar de su gran 1nven-
tiYa los antiguos csqui111ales no parece que hayan usado la sierra
para cortar los huesos l_argos. El corte, se hacía sie111¡~re abricn~o
agujeros· 111uy juntos a lo largo de la linea en que se iba ~ partir.
L..ucg·o que se había ;lhicrto un nún1cro suficiente de agtl)eros, se
a b e d e f scp<1~·aban las partes de un 1nartillazo o por 111edio de una cuña;_pa-
Fig. 13?. P,1!os ;1rrojadizos de los csqui1n:1lcs; .1, (;r(lcnl:india; b, Bahía de t~ngon·a; rccc que ·1as sicrrns de piedra escan1osa er<1n del todo desconocidas
e, Cu111bcrl::i.nd Sound; d, Point B;1rro,,·; ,., Ahska (el hH.,r.11· exacto cst:í. en duda)· para ·aquella gente. . . . ~ , .
f, Cabo ::'.'\on1c. ~ '
Cit;'lrc111os otro e¡c1nplo: los indios de la Costa del Pac1f1co del
~ortc, desde el sur de :\laska hasta el centro de la isla de \'ancou-
su uso es el nlisn10 entre ~oL~as las tribus csL1uin1alcs, pero presentan \'cr, no practican el arte de picar y astillar h1 picdr;L ·rodos sus
forn1;1~ locales lllll)' cspcc1<1hzadas, de apariencia tan distinta que ~n
trabajos de picdr;1 se h;?ccn en roca dura que se 111ancja aserrándola,
cada npo puede reconocerse con secruridad la rcgi<'>n de donde ,·ie-
!1C_ (fig. 132). " golpeándola, picándol:1 y puliéndola, o en piedras suaves qu~ pue-
den cortarse cnn c.,..¡__ cu-ch}llo y ali;.¡arse con 111atcriales de pulir. Las
" · Es i111portante para los fines de nuestra invcstigaci/H1, con1-
prender las razones que producen esta fijeza de tipo. En un instru- hcr111os;1s hojas de espada astilladas, qt1c son car;;1ctcrísticas de sus
111cnto con10 el palo arrojadizo está naturalincntc ret1cionad;1 con ,-eci"nos esquin1ales del norte y de sus vecinos indios de las 111csetas
la n1anera con10 se usa. La tabla incón1oda de I~affinland debe sen- del interior y tribus de 1~1 costa del sur, faltan en estos lug·arcs por
tirse pesada en n1anos de un nativo que ha aprendido a 111ancj<1r el cotnpleto.
palo angosto y cncLn·ij.1do del Mar de Behring. La adaptación de ()bservacioncs parecidas pueden hacerse con respecto al n1a-
Ia_n1ano al 111ango no pcrnut~ el uso de forn1as que requieren 111ovi- ncjo del cuchillo. El tallador c.n n.1adcra de la Arnéri.ca del Norte en
n11~r:tos n1usculares extr:t<>rd1r~_<:tri?s que disnünuirían la prccisi<'>n y los tic1npos 1nodernos usa pr1nc1pal111ente el cuchillo corvo cuya
facilidad de su uso. Por cons1gu1entc, las V<lriaciones de forn1a se hoja for1na parte de una superficie en espiral. l,os especírncnes ar-
144 SIMBOLISMO
T :T
Jos europeos, cada localidad, así como cada período cultural, ha reducen a los límites establecidos por Jos hábitos fijos de movimien-
desarrollado tipos fijos a que se ceñía estricta111ente. to de la gente~ Aüñ~· eil el casó" <le <filé una vari~ci?~- de la forn~a
Se con1prucba esta observación con los utensilios de los tic111- llegara a: llarnar la atención,. no se~ía adopta,.da s1 h1c1era necesario
pos prehistóricos, así con10 con los que se han recogido entre las un nuevo siste111a de n1aneJº· Mientras mas fundan1entales _sean
tribus primitivas de nuestra época. Los palos arrojadizos de los es- los hábitos de movimiento que determinan la forma del ob¡eto,
qullnales pueden servir de cjc111plo. Se usan p;Jra dar n1ayor Ín1pctu n1cnos p:robaLle será una desviación del tipo acostumbra~~-
a la~ arn1as que se arrojan con la n1ano. El principio a que obedece Los hábitos de inovinüento que ·encuentran expres1on en las
for1nas de los utensilios están en parte muy especializados -con10
los que se requieren para el uso efectivo de los p~los arrojadi?OS ,"
J que nos he1nos referido-, pero crrr:t>s son de caracte_r n1uch9 n1as
general, y se diría que. grandes . por.ci9i:ies de_la hu111an1dad se c-arac-
terizan por hábitos de esta clase que influyen_ er: _las for111a.s de sus
instrun1cntos y enseres don1ésticos. L_a resrr1cc1on a l·as isl_a,s del
Pacífico· del procedinliento de producir el fuego por frotac10~1 en
hendidura; Jas árc;-1s descritas por E.dward S. Morse en que e~1sten
diferentes tipos de lanzanüento de las flechas; el uso g~neralizado
de palos :rrrojadizos en Africa y su insignificancia re_Ianva en n1u-
chas partes de A111érica, son ejeinplo~ ?e esto gue d~c1.111os. .
t)n eje1nplo curioso de la estab1hdad de los hab1tos de .n1ov1-
1nicnto se encuentra entre los esqui1nales; a pesar de su gran inven-
ti,·a los ;Intiguos csqui111ales no, parece que haya1: usado la ~ierra
para cortar los huesos 1.:irgos. El corre, se hacia. s1en11~re abr1en~o
ag-ujeros· 111uy juntos a lo h1rgo de la linea en que se tbJ a partir.
Luego que se habí:1 <lhicrro un nlu11erq sufieie~1te de aguje_:os, se
a b e d e f scpar;1.IJan h1s partes de un 1nartillazo o por n1ed10 de una cuna; _p<l-
recc que ·t1s sierras de piedra csca111osa er<1n del todo desconocidas
Fig. 13~. Palos ;irroj;Hlizos de !(ls cst¡uin1;1les; ,7, Gr<,cnlandi;t; b, ffahí.1 de L'ng;n·a;
e, Cunibcrl::ind Sound; d, Point B.1rrO\\"; r!, A.foska (el lugar c~acto cst;Í en dud;1); p<1ra ;1quell:1 gente. _ . _ .. , _
f, Cribo :'\"01nc. ~ Cir-.ire111os otro eJcn1plo: los 1nchos de la Costa del Pac1f1co del
:"\orte, desde el sur de A.J,1ska h-.1.sta el centro de la isla de \\1ncou-
su uso es el niis1no entre tod:1s hui tribus esquin1alcs, pero prcscnt<1J1 vcr, no practic;111 el arre de picar y astillar lc1 picd_r:l. "To<~os sus
for111a~ locales n1uy espcci<1lizadas, de apariencia tan distinta que ~n tn1bajos de piedr;1 se h;?cen en roca dura que se n1aneJ<l a.serrandola,
cada ~ip~> puede reconocerse con segurid;1d la regiún de donde Yie- golpc:índola, pic;indola y puliéndoh1, o en piedra~ sua\·es qu~ pue-
)lC, (f1g. ] J2). den corr.1rse con c-l-cuch.i.Jlo y alisarse con 111ater1ales de -pulir. Las
· .. ,,_ t:s i111portante par;1 los fines de nuestra invesrig,1ci6n, con1- hcnnosas hojas de espada <lstilladas, que son caracterí:.ticas de sus
prendcr h1s razones que producen f.!sta fijcz;1 de tipo. l:~n un instru- ,·ccinos esq uiinalcs del norte y de sus vecinos indios de h1s 111eser;1s
n1ento co1110 el palo arroj;1dizo está 11atur~11inente reb1cion;1d;1 con del interior y tribus de 1:1 costa del sur faltan en estos lugares por
1
la 111ancra con10 se usa. La t;1bla incbn1oda de 13affinL111d debe sen-
co111plcto.
tirse pesada en n1anos de un nativo que ha <lprendido a n1anej;1r el ()bscrvacioncs parecidas pueden hacerse con respecto al 111a-
palo angosto y encla,·ij;1do del i\:lar de Bchring. -La ;1daptación de ncjo del cuchillo. El tallador en 111adcra de la An1érica del ~orte en
la.111ano al 1nango no pcr1nit~ el uso de fonnas que requieren IIIO\'i-
1os ticn1pos 1nodernos usa principaln1ente el cuchillo corv0 cuya
nuentos n1usculares extraord111;1rios que disniinuirían la precisi{ln y
facilid;1d de su uso. Por consiguiente, las v;1riaciones de forn1<1 Se hoja forn1a parte de una superficie en espiral. lJos cspecín1cnes ar-
ESTILO 149
148 ES'l'ILO
hábitos 111ás antiguos que ellos. En tien1pos posteriores puede ha-
qucolúgicos de este tipo son raros, 1 de tnancra que no es scrruro hcrsc invertido el orden en cuanto a que cada generación estabiliza
:¡~:~ :::;::::.:.::~·::::~~:·: -J~-~~;;:-t;lr haya -:¡iJ.o· d;;.:~_uso general en la é~oca sus hábitos de 2r;uerd0 con los objetos a que está acostun1brada.
;1nngua. En la actualidad cst;Í distribuído' indudablc1ncntc en todo En los tie111pos inodernos existe una pern1anencia sen1ejante de
el continCntc.:.! r::I cuchillo se usa con10 dC'shastador llevándolo en fonna de los utensilios que se ajustan a hábitos conctetos de n10Yi-
dirección. al c~1crpo. f_<~n Africa, por otrati);ti·r·c. el rallado se hace 111icnto, co1no se de111uestra por la rigidez de fornl<l de 1nuchos
con una escofina y un cuchillo recto y dC dos filos_:: Súlo una ,-cz i1~strtuncntos de los 111ercaderes o h1 pcnnanencia del teclado del
lic encontrado una referencia del uso de un cuchillo corvo, en for- ¡11:1110.
111a de h~~~· que se usaba para desbastar Tú _vara de una flecha \·, 1 A.un<1t1e basado en la educación de otro órgano de los senti-
probablc1ncnrc, para otros fines sc111cjantc~: ·sch\vcinfurth 4 inforiÚa
r
... ¡:::
dos, se encuentra el niis1110 conservatisn10 en la estabilidad de las
;l]l_IC los 1~1angbattu son el. (1n_ico pueblo C_n h1~ r.~gion~s que visitú for111as de las letras de nuestro alfabeto. Cuando escribin1os, tanto
-1ncl':.lyen?o hasta los C!,'1pc1os-, que están fanriliarizados con el los hábitos de n1ovin1icnto firn1cn1cnre establecidos con10 la fijéz."l
uso del_ trinchante ?e un solo filo, 111icnrras que los· de111ás usan ' ::··-.
1 .. de las asociaciones entre la i1nagcn visual y los Caracteres, ayudan
el cuch11lq de dos filos. Se die~ ramb!én del pueblo que habla i!.t a cstabili:t.."lr laS for111as antiguas y a dificultar las inqovaciones.
1
que usa un, asta de lanza para trinchar:· · La estabilidad del lenguaje es otro. fenó111eno de ~a nlisn1a clase.
Otro_pjen~plo que viene a co1nprobar nuestro aserto se encuen- ' Las c;1ractcrísticas fonéticas funda1nentales de una ICrigua se basan
tra en los ,J11arnllos que usan los indios de la- costa de la An1éric~ del en los h:ibitos de lll()Yiiniento; el uso del vocabulario y de las for111as
Norte. Las tribus de la costa de ''rashington _usan un n1artillo de 0Ta111aticales está fundado en parre en asociaciones auditivas. En
n1an~ hecho de _una sola piedra con una cape.za lateral para golpear; f ~odos estos casos, en el uso de instrtunentos, fonnas y lcngu<1 je. la
•!
las tribus .de la isla de \Tancouver un 111arrillo de 1nano hecho ta111- inteligencia se vuch·e tan co111pleta1nentc ajustada al uso de h;ibitos
11:
bién de una sola piedra con un brazo cilín;drico y una cabeza plana definidos de n1ovin1Íento, y a ciertos tipos de asociación entre las
l' '
en el cxtre1110 inferior;~; los de la Colu111biá Británica del norte un<I iinprcsioncs de los sentidos y actividades concretas, que la resisten-
piedra-n1artillo pesada atada a un n1;1ngc~ gfandc de n1adera. cia a cualquier can1bi_o se presenta con10 la actitud n1ental niás na-
Los hábitos de 111ovin1i~nto o posicic'ni _se expresan de otra 111.1- .~;'
.. tur;1l, por la sencilla razún de que tal c;unbio exigiría el trabajo de
ncra en los n1ucl~les de casa y el vestido. La.~. tribus que acostu1nbran oh·idar lo aprendido y \·olver a aprender. Debe entenderse que esto
sentarse e!1 cuclillas en el suelo no usan h~1ncos ni sillas. Las {¡ue ' no i111plica una estabilidad absoluta, la cual no existe, sino única-
;;•)
acostun1h;an acostarse de Jado no usan los ~oportes deJ cuello que se n1cnte la resistencia indh·idual a los ca111bios bruscos.
"
cncuentra_i_1 entre la gente que usa un tqc<1do co111plic;1do y que t~sra resistencia se expresa de otra 1nanera po~ 111edio de un
se acuesta -~obre las espaldas. .
,, '.l' ·Jpego cn1otivo a L1s, fonnas usuales. ~~n el can1po _dC _ los instru1nen-
l·:s i11l1y poco probable que los hábit(ls de la <rente se hayan ' tos, quizás no sea solo el ph1cer del Juego el que induce al hon1bre
originada ·:en las fonnas de los efectos don1ésticos ~ue usaban.· l~s ' a co1lsaarar to111to tr;1b:1jo a la fabricaciún de sus utei)silins. con10 el
1nás fácil ;'suponer que los inventos hny;.11\ ~ido· dctenninados por ;1111or afinstrun1ento cspecic1l que está usando, a111ór que in1plica
\ placer en los 111ovi111icnros ;1costu1nbrados y en la fotn1a del ob¡eto.
- 1 1--Iarlañ l. Sniith, ''..-\rchacology of d1c Thmnpson H.ivcr Rcgion", l'ubl.
r~'>t<l actitud 111ental es una de las fúentes tnás itnportantes del con-
Jc:sup NortlrP,1ci{ic Expeditiou, yoJ. 1, fig. 351.d, p. 418; Ja111cs Tcir, '"fhc ·rhrnnp-
son Indinns'", idet11, figs. 125, 126, p·. ts=i-; ra1--,·cz~siin.isn10 cl""cuéhillo de dicnrc de ser\·;1tis1110 en la fon11:1 de los objetos de uso, )' de L1 rendenci_a a
castor, ide111, fig. 49, p. 1++. darles la 111ayor perfccciún técnica posible. La intensidad de la rcla-
:.= ()tis ·¡_·. 2\lason, Rcport U.S. l\1,uio11a! iv!uscu111, 1897, parte 1, pp. 725 ss. ciún cn1otiv·a entre un~l persona y su instru111cnto es natt~raln1cnre
;¡ :\I. \\/Ciss, /Jic VOJl:erstii.1111111: iur l-.7ordcn /)cutscb-Osta{rikas, p. --1-21 ss.; tan1-
1nayor cuando el fabricante y el que lo va a usar son la ~111sn1a per-
Lién G. ·rc:-.-sn1ann, lJic: P.r11gwe, p. 222; Jan CzckanO\\·sky (Runnda), Le. (\·é;isc
p. 115), p. 1)5. soria, v tiene que decaer ante la facilidad con gue se obtienen :irros
1 G. Sc~n,·cinfurth, hn Her-::..eu r,.·on Afrika, 3::i cd., p. 349. p~1ra s~1stituirlo. Esta es una de las causas de la r;lpida decadencia en
;:; F.. \'i/. _Sniith ~-A. :\I. J)alc, 1'/Je licr-specrki11g l'eop/es of Nortbern Rodl.'l'Si.r, la bellez;l de la fonna de los utensilios nativos que se presenta tan
\·oJ. 1, p. J99.
pronto con10 se introducen instrun1cntos y artefactos europeos.
H Frn.nz Boas, "Thc l\:\1·akiutl of \"nncou\·cr Island", Puhlications of tbe /l'.H1p
Nortb l'.1cifi1· Rxpcdition, Yo!. 5, pp. 31.+ss.
150 ESTILO ESTILO 151
Si bien la falta de variación en las for1nas de los utensilios y su El conservatisn10 de la forn1a se hace sentir en n1uchos casos
caracterización regional son a n1cnudo expresiones de hábitos de en que se hace un objeto co? n1aterial nuevo. El aba~dono del_ ma-
n1ovimiento definidos, o de otras reacciones sensoriales que están terial antiguo puede provex;ir de la falta de ~~a cantidad suficiente
asoc1acias-fíflnen1entc CCú1· actividades útiles tjue se han vuelto cul- del mismo, o puede ser debido a una mnovacion que procede de un
turaln1cntc fijas, hay otros ca.sos en lluc la retención conservadora impulso creador interno. Consmuye una ruptura con el pasado. Sm
de la forma no puede explicarse de h misma manera. Esto es espe- e1nbargo, las forn1as antiguas se conservan algunas veces. i\11entras
ciahnentc cierto cuando el u.so de un objeto no depende en grado tnás plástico es el nuevo n1aterial, 1nás fáciln1ente ocurr:,n esta~ sus-
considerable de su forrna. l•] hecho de c..1uc una cesta sea redonda u .~ ... ,
tituciones. El barro, la niadcra en 111enor grado, y ta111b1en la piedra
oblonga, angular o sin esquinas, no ipfluyc en la n1ancra de usarla, son los n1ateriales principales en que pueden in1_i~arse las forrnas ~e
a n1enos que sirva para el acarreo. Sin cn1bargo, en 1nuchos cc1sos, la bulto. Especialmente el barro se presta con facilidad para la fabri-
fan1iliaridad que resulta del uso prolongado de los objetos puede cación de una gran variedad de fonnas. ~uando se ha logrado la
conducir fáciln1ente a un apego en1otivo que encuentra expresic'~1 netesaria destreza ern:lar el temple a la arcilla, en modelarla y que-
en la pcrn1anencia de Ja forn1a y en la negativa de aceptar for111as 1narla,_se tiene.Ja. oportunidad de copiar toda clase de forn.i_as. De
nuevas no fa1niliarcs para el uso de todos los días, una resistencia esta n1anera enconrrainos platos y cucharas de concha, ;as~¡;1s h~
en1otiva al ca111bio que· puede expresarse de varios 111odos -co1no un chas de calabaza y fonnas de cestas inütadas en la ceranuca. f,:1
sentiniiento de lo inadecuado de ciertas forn1aS, de un valor especial la actualidad segllin1os haciéndolo así; e~ nuestra loza de C~11-
de índole social o religioso, o de un ten1or supeísticioso inspirado na tenen1os ejen1plos innun1erables de copias hasta de lo~ trabajos
por el can1bio. Favorece ta111bién la pcrn1anencia de la fonna la par- n1:ís finos. En .!\frica encontra1nos lán1paras de barro derivadas de
ticipación de 111uchos individuos en la fabricación de los objetos. las forn1as de lá111paras de bronce de la antigüedad, en las cu~~es los
En la n1ayoría de los casos cada persona acude a sus propias necesi- con1plicados pies inlitan la labor de al~n1bre, y 1nuchas V<lSIJaS de
dades. El nún1ero de inentalidades originales no es seguran1ente n1ás barro parecen copias de cestas .. Por e¡cmplo, los platos de. barro
grande en la sociedad pri111itiv.a que en la nuestra, aunque no creo cere 1noniales con 1nango de los indios pueblos se parecen rnas a las
que sea 1ncnor. La 1nayor parre de los fabricantes de objetos de uso cestas que a las vasijas de barro. . . . . ,
cuDtidiano son, en consecuencia, i111itadores v no creadores, v la En vista de la gran frecuencia de fonnas inutat1Yas en la cera-
111asa de 111ateriai unifonne que se c111plea y que se ve consta~1tc- 111ica se ha forn1ulado la teoría de que todas las fonnas de artefactos
111cnte tiene que irnitar el libre juego de la in1aginaci<ln de los priinc- de barro se han de haber originado de prototipos que fueron he=
ros autores. El deseo de probar delibcrada111ente a crear algo nuevo, chos prin1cra1nent7 n1ediante otra téc~1i.ca. El profesor S~hucl~;.11:dt'
que caracteriza las industrias de nuestra époc<t, no se halla presente supone que las pr1111eras for111as ncolincas que son punt1agul~<lS en
en los ho111brcs prinliti\·o:.;, cotno ta111poco existe entre nuestros la base, deben ser copias de b~>tellas hechas ,de. cuero. C~1sh:ng y
ca111pcsinos nlicntras no se han contanlinado de las influencias de h1 Holn1cs" han sostenido la teoría de que ht ceran11ca y los d1senos de
la nústna se han desarrollado de la cestería, que las Y<tsijas fuéron
ciudad. Con esto no pretendo asegurar que las fonnas prinütivas snn
absoiuta111cntc estables; nada habría nlás lejos de la verd;]d; pero el prin1ero 1nodeladas en una cest:1 y g.t!e la cesta y su Cubiert<l. el.e
b:1rro fueron quc111adas a cont1nuac1on. De esta tnancra la ces-
esfuerzo consciente de h;H.:er can1bioS que car;tctcriza nuestras n10-
ta se quen1aba y la \'asija de barro quedaba :on la for111a de la cesta.
das es raro. So1nos ta111bién conservadores en f;]s fonnas cuya 111odi-
En con1probaciún de esta teoría se ha scr:aiado el he.cho de que
ficaciún exigiría ca111bios fund:uncntalcs de hábitos. · c.feGri\·an~te s~.h\t_n-encontrado cestas cubiertas de arcilht, en cuya
La cs61bilidad de los arreglos interiores de las casas, no obs- superfi~ie se ve pintado en barro. el diseño ornan1ental qt~c se obser-
tante rodas las variaciones de detalle; el apego a tipos de ventanas '"1 corr1enten1entc en la cesta. Sin en1bargo, est<lS tentativas no n1e
que se usan en diferentes países; las for1nas de las iglesias; nuestros
hábitos locciles de alin1entaci/n1, son ejetnplos de un grado conside- < c,,r1 Schuchardr, Alteuropa, Berlín, 1919, p. 44.
rable de conservatisn10 ..Esto ocurre ta1nbién, por lo rnenos en parte, :.; \V/. H. Hohncs, ''()rigin and J)c\'clopn1ent of Fonn and Ornan1cnt in Ccr-
mnie Art"; Frank Hanülton Cushing, "A Study of Pueblo Pottcry", Fourtb A111111,1l
en l~>s patrones fund:nncntales de la indun1entaria n1asculin;1 y fe- R.!!port, Bureau of Etlnrolo.v,y, Washington, 1886. 1;ay prucb;\s, sin cn1liargo, de
111.-:!ntna. que h1s ,-asijas fueron 1noldcadas en ccst;\S y luego retiradas y quen1adas.
ESTILO 149
H8 ESTILO
htlbitos 1nás antiguos que ellos. En tien1pos posteriores puede ha-
<¡ucológícos de este npo son raro:->, 1 de 111.1ncra que no es seguro berse invertido el orden en cuanto a que cada generación estabiliza
:¡~:~ ::;~: ·_::~·~::~!:: J.:: (:.¡;-t.1r haya :.:Jo d .. ..iso general en 1.1 éf)oca sus hábitos de c1r;uerd0 con los objetos a que está acostun1brada.
;111ngua. ~n la actualidad está distribuí do' índudablc111cntc en todo l<~n los tic111pos 111odernos existe una pern1anencia se1ncjante de
el continente.:: [~] cuchillo se usa con10 JC·shasrador llevándolo en fonna de los utensilios que se ajustan a hábitos conctetos de 1110\'i-
dirección. al c~1crpo. l~:n Africa, por otralj)'ai·rc, el tallado se hace 111icnto, co1no se den1uestra por la rigidez de forn1a de 111uchos
con una cscof111~1 y un cuchillo recto y dC dos filos.: 1 Sólo una \·cz instru111cntos de los 111ercadcres o la pennanencia del teclado del
he encontrado una referencia del uso de un cuchillo corvo, en for- piano.
111a de h~~~' que se usaba para dcsba;.rar Íi1 vara de una flecha \~, ..\u1li.1uc baS<tdo en la cducaci<'>n de otro úrgano de los scnn-
probablc111cnrc, para otros fines sc111ejantc~~ 'Sclr\vcinfurth 4 infonÍl<t <los, se encuentra el 1nis1110 conservatisn10 en la estábilidad de las
,l]l_Ic los l).l_angbattu son el. (1n_ico pueblo C_n las r~gionGs que VlSltO for1nas de las letras de nuestro alfabeto. Cuando escribin1os, tanto
;-.< -1ncl~1ycn~o hasta los eg1pc1os-, que están f.uniliarizados con el los hábitos de n1oviniiento firn1en1cnte establecidos con10 la fijéza
uso del. trinchante ~le un solo filo, 111icntras que los de111ás usan de las asociaciones entre la itnagen visual y los Caracteres, ayudan
el cuclullq de dos filos. Se dice también del pueblo que habla ifo a estabilizar laS forn1as antiguas y a dificultar las inqovaciones.
que usa Ull; asta de lanza para trinchar." L<l estabilidad del lenguaje es otro. fenón1eno de ~a nlisn1a clase.
Otro.~jeinplo que viene a coinprobar nuestro aserto se encuen- Las características fonéticas fundan1entales de una lCngua se basan
tra en los .J:narrillos que usan los indios de la· costa de la An1érica del en los hábitos de n1n\·inliento; el uso del vocabulario y de las fonnas
Norte. Las tribus de la costa de ,,,.ashingron usan un 111artillo de ºT:1111aticales está fundado en parte en asociaciones auditivas. En
n1an~ hecho de _una sola piedra con una cap~za lateral para golpear; ~>dos estos C¡lsos. en el uso de instru111entos, fonnas y lengu<1jc, la
las tribus .de la isla de \ 1ancouver un 1nartillo de 1nano hecho t<Ull- inteligencia se vueh-c tan con1pleta1nente ajustada al uso de hábitos
bién de una so!a pic:dra.con._un brazo cilín;drico y una cabeza plana ¡·
definidos de n1ovinücnto, y a ciertos tipos de asociación entre las
en el cxtren10 1nfcnor; i. los de la Coltnnbiri. Británica del norte u11~1 in1prcsioncs de los sentidos y actividades concretas. que la resisten-
piedra-Ill<lrtillo pesada atada a un 1nango gÍ-ande de 111adera. cia a cuah1uier ca111bio se presenta con10 la ::1ctitud n1ental 111,ís na-
Los l)ábitos de 111ovin1ic:nto o posicic'~j :se expresan de otra 111<1- tur<1L por la sencilla razún de que tal ca111bio exigiría el trabajo de
nera en los n1ucl~lcs de casa y el vestido. La.s. trihus que acostu111bran olvidar lo aprendido y Yolver a aprender. Debe entenderse que esto
sentarse c!1 cuclillas en el suelo no us~111 bancos ni sillas. l.,as t1ue no iinplica una est<1bilidad absoluta, la cual no existe, sino única-
acostu1nb;an acostarse de lado no usan los ~oportes del cuello que se 111cnte h1 resistencia indi\·idual a los ca1nbios bruscos.
encuentraf_l entre la gente <1ue usa un t<>;cndo co111plicado y que l·~sta resistencia se expresa de otra n1anera po~· 111edio de un
se acuesta. ~obre las espaldas. apego cn1otivo a L1s fonnas usuales. t~n el can1po de·. los instrun1en-
.. l·:s n~~1y poco probable que Jos hábit.os de la gente se hayan ? , •• • tos,... quizás no sea. sólo el placer del juego el que indu~~ <11 ho111bre
or!g1n:1d.a len las fonnas ~e .los efectos don1~'>ticos que .usaban. l~s a cons:1grar tanto tr.1b.1jo a la fabricación de sus uteii.s1hHs, con10 el
111Js fac1l ~">uponer (¡u.e los 111\'entos h;.1y.1n !-ildci_ dcternnnados por a111or t1T instrun1cnto especial t1ue está usando, a1nor que in1plica
placer en los 1novi1nicntos acostu111brados y en la fofn1a del objeto.
- 1 1-iarbñ l. Sn1ith, '·.-\rcl1:ieo!ogy of the Tho~1~1~son Rivcr Region". 1'11hl.
l:~">ta actitud 111ental es una de las fuentes inás iinportantes del con-
Jcn1/J /\'ortl.rP,n·ific E.tpeditio11, Yol. 1, fig. 352d, p. 418; Jan1cs Tcit, ···rhe 'l'hon1p-
son lndians", idf!111, figs. 125, 126, ¡'i. tS4; t:il-\·c"Zási1nisn10 c!'Cuébillo de diente de ser\·arís1110 en la for111;1 de los objetos de uso, y de la tenden~i.a a
c;1sror, idet11, fig. 49, p. l+f. darles !:1 n1ayor perfccci<'in técnica posible. La intensidad de la rcla-
:! ()tis ·¡_·. ~'fo.son, R.t·port U.S, N.rtional i'vlusctnn, 1897, parte I, pp. 725 SJ . ciún c1notiva entre un:1 persona y su instrun1ento es naturalincntc
. , :i 1\I.. :vCiss, Die ~ólkcrsti.i11n11e i111 'J\Tordeu /)c11tscb-Ostafrik11s, p. -+21 ss.; tan1-
1nayor cuando el fabric~111tc v el que lo va a us~1r son la nüsn1a pcr-
lncn G. l~1;n1ann, J)1e P,1ng·wc, p. 222; Jan Cz.ckanO\\·sky (Ruanda), l.c. (\'Ú;1sc
p. l 15), p. 155. S<)\{;1, v tiene qüe dec~1er ant¿ la facilidad con que se- obtienen otros
·l G. Sd.1\\"cinfurrh, hn Hcr:..eu t:on Afrika, 3'1 cd., p. 349. para s.ustituirlo. Esta es una de las causas de Ia rápida decadenci<l en
~. F. \V. _Sn1irh y A . .\l. Dale, ]"be lla-speaki11g Peo ples o{ Nortb~'Tll Rodb~·si.1, la belleza de la for111a de los utensilios nativos que se presenta tan
\'oi. 1, p. 199.
pronto co1110 se introducen instru111entos y artefactos europeos.
u Fr;lll% Boas, "Thc K\\"akiutl of \·ar1cou\·er Island", Pubiications of tbe jes11p
Nort!.1 />,1ciffr J<:xpeditio11, \·ol. .i, pp. 31.¡.ss.
150 ESTILO ESTILO 151
Si bien la falta de variación en las for1nas de los utensilios y su El conservatisn10 de la forn1a se hace sentir en n1uchos casos
caracterización regional son a nlcnudo expresiones de hábitos de en que se hace un objeto con material nuevo. El abandono dd. ma-
movimiento definidos, o de otras reacciones sensoriales que están terial antiguo puede prove1.nr de la f~lta de u~a cantidad suficiente
asoc1adas-iitlnen1ente c-oi1' actividades útiles que se han vuelto cul- del 111isn10, o puede ser debido a una 1nnovac1on que procede de t~n
turahncnte fijas, hay otros casos en que h1 retención conservadora i111pulso creador interno .. Constituye una ruptura con el pasa~o. Sin
de la forn1a no puede cxplic~1rsc de Li 111is1na nu1ncra. Esto es cspe- c1nbargo, las for111as antiguas se conservan algunas veces . .i\11entras
ciahnentc cierto cuando el uso de un objeto no depende en grado 111ás plástico es el nuevo n1atcrial, 1nás fáciltncnte ocurr~,n estas_ sus-
considerable de su for111a. l,:J hecho de que una cesta sea redonda u tituciones. El barro, Ja n1adera en 1nenor grado, y ta1nb1en la piedra
oblonga, angular o sin csquin·,1s, no ipfluyc en la 111ancra de us<:1rL1, son los 1nateriales principales en que pueden iin_i:arse las fonnas d_e
a 111enos que sirva para el acarreo. Sin c111bargo, en n1uchos c;1sos, la bulto. Especialmente el barro se presta con facthdad para la fabri-
fa111iliaridad que resulta del uso prolongado de los objetos puede cación de una gran varied.ad de forn1as. <;:uando se ha logrado la
conducir fáciln1ente a un apego en1otivo que encuentra cxpresiéxn necesaria destreza err-dar el temple a la arcilla, en modelarla y que-
en la per111ancncia de L1 for1na y en la negativa de aceptar fon11as 111arla, ..se tiene.la. oportunidad de copiar toda clase de forn.:as. De
nuevas no fanliliares para el uso de todos los días, una rcsiStencia esta n1anera encontrai'nos platos y cucharas de concha, ;as_IJas h~
en1otiva al can1Uio que puede expresarse de va~ios n1odos -con10 un chas de calabaza y for111as de cestas iniitadas en la ceranuca. E._n
scntinliento de lo inadecuado de ciertas for111as:, de un valor especial la actualidad segltitnc~s haciéndolo así; e~ nuestra loza de C~11-
de índole social o religioso, o de un ten1or supersticioso inspir'Jdo na tenen1os eje111plos 1nnt11nerables de copias h·asta de los_ tr;Jba¡os
por el ca111bio. Favorece ta1nbién la pern1anencia de la for111a la p~1r n1,ís finos. En Africa encontra111os lániparas de barro derivadas de
ticipacié>n de 111uchos individuos en la fabricaci()n de los objetos. las for111as de lán1paras de bronce de la antigüedad, en las cu·~~es los
En la n1ayoría de los casos cada persona acude a sus propi<Is necesi- con1plicados pies ii~litan la labor de al~111bre, y 111uchas vas1 J<lS de
dades. El nún1ero de 111entalidades originales no es segura111enre n1ás barro parecen copias de cestas .. Por e1cmplo, los platos de. barro
gr<tnde en la sociedad prin1itiv:a que en Ja nuestra, aunque no creo ceren1oniales con inango de los 1nd1os pueblos se parecen inas a las
que sea 1nenor. La 111.ayor parte de los f,1bricantes de objetos de uso cestas que a las vasijas de barro. . . . . ,
cuotidiano son, en consecuencia, itnitadores y no creadore:;, v L1 En vista de la gran frecuencia de forn1as 1nutat1Yas en ht cera-
111asa de inateriai unifor111c que se c111plea y que se ve consta;1te- nüca se ha forn1ulado la teoría de que todas las fonnas de artefactos
111ente tiene que in1itar el libre juego de la i111aginaci<ln de los pri111c- de b:.trro se han de haber originado de prototipos que fueron he~
ros :autores. El deseo de prob,1r deliberadan1cnte a crear algo nueYo, chos prii11era111ent~ 111ediante otra téc~1~ca ..El profesor Sc:huci~a~dt ·
que caracteriza las industrias de nuestra época, no se halla presente supone que las prnneras fonnas neolincas que son puntiagu<.~as en
en los ho1nbres prinlitiYo:.;, co1110 ta1npoco existe entre nuestros la b.1se, deben ser copias de botellas hechas de cuero. Cus!ung y
can1pcsinos rnientras no se han contaniinado de las influencia~ de J;1 l--Iohncs" han sostenido la teoría de que la cerá1nica y los dise11.os de
ciudad. Con esto no pretendo asegurar que las fonn;1s prinütivas snn la n1is111a se han des;trrollado de la cestería, que las ,·asijas fuéron
absoiut:1111cntc estables; n;1da habría n1ás lejos de L1 verdad; pero el prin1cro 111odel·ad,1s en una cest·:1 y q_t~c h1 cesta y su Cubierta de
barro fueron quen1:1das <l connnuac1on. De est<l n1anera la ces-
esfucr:1.o consciente de hacer ca111bioS <1ue caracteriza nuestras rno-
ta se quenlaba y la v;1sija de barro quedaba con la for111a de la cest~l.
das es raro. Son1os tan1bién conservadores en las for1nas cuya 1nodi-
En co111probaéiún de esta teoría se ha se~alado el hc;_cho de que
ficaciún exigiría c;1111bios fund:1111entalcs de hábitos. ·
c·feGti.\"an:iw:ite s~_h"1.n e.ncontrado cestas cubiertas de arc1lla, en cuy<-1
La csfiibilidad de los arreglos interiores de h1s casas, no obs- superficie se ve pintado en barro el diseño orna111ental qt~e se obscr-
t<lnte todas las variaciones de detalle; el apego a tipos de ventanas ,.,1 corricnte111ente en la cesta. Sin e111bargo, estas tentativas no n1e
que se usan en diferentes p<1Íses; las fonnas de las iglesias; nuestros
hábitos locales de alin1ent~1cibn, son eje1nplos de un grado conside- 7 Car! Schuch:trdt, Afteuropa, Berlín, 1919, p. 44.
rable de conservatis1110. Esto ocurre tan1bién, por lo 111enos en parte, ~ \'{!.H. Hohnc-o, "Origin and DcYclopnient of Fornl and Ornan1cnt in Cer-
aniic _.\rt"; Fr.ink l-f:n11i!tnn Cushing, °'A Study of Pueblo Pottery", Fourth A111111al
en lc!s patrones fund~unentales de la indunlentaria n1asculina y fc- Rr.:port, Buremi of Ethuology, Washington, 1886. 1--Iay pruebas, sin cn1bargo, de
111cn1na. que h1s \·asijas fueron inoldeadas en cest:1s y luego retirad:1s y queniadas.
152 ESTILO
ESTILO 153
parecen convincentes: La :eránlica 111ás antigu; q_ue conoccn1~s ~s
nluy tosca y no recuerda ninguna otra forn1a tecn1ca. Los esqu11~1a solidez del tejido requiere que el salteado se haga en o_rden alterno
les hacían lá1r:.para..c:; de arcilla sin quen1ar que parece hab~r sido .Y _de este 1nodo produce inn1ediatan1cntP rllc:<"ñnc: r11.,:-:-on.,Jp~ il(':
si111plen1entc con1pri1nida para d~1rlc fonna. Parece 111~1cho n1as J:ro- superficie. Mientras 111ás con1plejos sean los n1ovin1ientos rítnuco~,
bable que el proccdinliento de quen1ar el b~rro haya sido dcscuhter- inás co111plejos tan1bién serán los diseños. Se ha pretendido atribuir
to cuanJo se cocía la co11lida en sucio arc1llos.:> o en pozos hechos a esta fuente el origen de todos los patrones decorativos in1por-
en el 111is1110, y no que se cerrar;111 las cestas hern1ética1nentc <lpli- rantcs. Creo que esto es una exageración, porque hay otras cir-
c:i.ndolcs una capa de barro y que después de haberlas elabo:;1do cunstancias-""quc pueden conduéir-~perfectan1ente al descubrinliento
con inucho trabajo se las destruyera intcncionaln1ent~. No quiero, de patrones, Le llamo deliberadamente descubrimiento, no inven-
sin e1nbargo, introducir en lugar de las otras una teorta nueva. y no ción, porque creo, con10 aquellos investigadores que quisieran deri-
co1nprobada. P~ra nuestro__ propósito basta con r;c~nocer l_a_ ·e~1st~n var del tejido· todos los diseños, que la invención inten~ional es
cia de copias frecuentes de fonnas naturales y tecn1cas·~l1.ceranuca. n1enos in1portatlte qúe el descubri111iento de poSibilídades que llegan
()curre lo nlisn10, ··aunque ·no tan generahnentc, con el tallado a observa"rse con10 un efecto del juego, espcciahnente- del"juego
en 111adera y hasta con los trabajos en piedra, particula:n1ente en rítnlico cotl pr9cedin1ientos técnicos. .
piedras suaves que pueden hacerse con un cuchillo. Copias en 111~ Pienso qu~ la aparición de cierto nún1er? de s~nctllos el~-
dera de objetos hechos de cuerno de búfalo se encuentran en Afr1- 1nentos ·orna111entales puede explicarse como habiendo sido deternu-
ca. 1\luchas de las copas grandes de 111ader~, b:IIan1ent~. talladas, de nado récnica111ente. Hen1os visto anteriorn1ente que la línea recta y
la regiún del Congo tienen para iní la ~par1enc1a de vaSlJaS de barro la curva regular corno el círculo y la espiral presuponen una r~cnica
sostenidas en su sitio por soportes de piedra. Lo~ tallados e? n1ade,:a exacta, que son den1asiado raras en la naturaleza para ser considera-
i1nitan las forn1as que se hacen jt~!ltando !as d1fercntes_p1ezas. En das de carácter representativo. La línea recta puede ser resultado
,1lgunas regiones encontran10~ vas11as de piedra de la 1;11sn1a fo~n1<1 del corte, pliegue o división de algunas clases de madera, del uso de
que se usa corri:n~e111~ntc par~ las de 111adera. Las n1as conoc1~~s cañas o materiales parecidos, del estiramiento de las fibras y _de mu-
entre las forn1as n111tat1vas de piedra son las ha~has europeas prehis- chos otros proccdi111ientos. Los círculos pueden tener s~ o_r1gen en
tóricas, hechas de este 111arerial, que son copias de las forn1as de las vueltas regulares de la cestería enrollada y de la ceranuca de la
annas de bronce que se usaban en regiones má~ al sur, o l<?s bancos nlisn1a fonna; las espirales en la colocación de rollos ord1nar1os. Te-
de piedra de la antigua An1érica del Sur, copiados de asientos de jiendo n1ateriales ordinarios se llega a formar figuras rectangula-
n1adera. res, patrones en fonna de tablero, diagonales par~cidas a escalones y
1-Iasta ahora he111os hablado única111ente de las for111as genera- 111uchas otras fonnas co111plicadas. Arando los hilos con cuerdas se
les de los qbjetos )r no dC la dccon1ción u ori:ia111ento. Al ,rra~ar producen líneas rectas que se cortan en varios ángulos .. así como
de los cle111enros pura111entc fonnales hen1~>s_ visto que 1:1 tccn1ca fonnas paralelas, circulares y en espirai. Pod.en1os. af1n11ar _con
produce alaunas veces diseños en las superf1c1es de los obJetos 1na- certeza la existencia en áreas separadas de un origen independiente
i1üfacturad~>s. ):'a hc1nos nlencionado los patrones que se pro.duc~n a;
del dibujo triangular en cestería (fig. 104 b, p. 000), de las for-
labrando la piedra, desbastando y tejiendo ~on 111aterial ord1nar10. tnas radiales sencillas en las placas de cestería enrollada, de l~ cruz
Difícihncnte puede exagerarse la J111porranc1a de estos. patrones su- de la svástica, de la línea sinuosa v 111uchas otras fonnas snnples
perficiales_ pa_ra_el d_e_sar_rolk)_ u ornan1ento que se o~ne~c. Cuand.o con10 las espirales de la Bohe1nia préhistórica, de la _Sibc~ia oriental,
el obiéf0._Csfá QCSbhst~lildo una tabla. de gran ta1nano t1~~1C (1UC ,Ir de i\-'Ielanesia y del Nuevo i\1éxico ~n.tiguo-;- de -1~ 1'den~1dad·d~ los
can1bi,1nJo de posiciún a fin de cubrirla en _toda su cxtens1on. Segun cle111enros de diseño de Afric;1 v i\111cnca; de la ex1stcnc1a del circu-
la 1nancra con10 se n1ueve se desarrollan diferentes patrones de su- lo y el punto central e1;- la ~U.ropa pr?l~is:órica y enr_r~ Jos ,esq:ii-
perficies contiguas. J\ [ucho n1ás in1port<~ntes son los díse~os que se
1
111alcs. 1':t principio de sunetna, de cqu1hbr1~, de rcpet1cH~n r1t1111ca
desarrollan naturaln1ente cuando un re¡ednr se pone a JU~ar ~on v de énfasis dado a los puntos o líneas pronunentes se aphca a rnda
su técnica, es decir, cuando él o ella no se contentan c?n t~JCr sn11- Clase de técnica y puede conducir a desarrollos paralelos._
plemente de arriba para abajo y comienzm: a ·saltar hilos_ mtrodu- I-Ie111os visto que en algunos casos, ele111~nt_os sencill_o~ gue
ciendo de esta n1anera ritn1os 111::\s con1pleJOS de n10\·1n11ento. La se desarrollan independientemente poseen pecuhandades est1hst1cas
que diferencian una localidad de la otra. Pero. aun cuando las far-
ESTILO 155
!Srlf.0
IH . "b\ son práctica1nente las n1isn1as. Sin en1bargo, los estilos de arte que
"d, nticas el arreglo en el ca1npo decorativo es susceptI e
mas sean I e ' d d ¡ c lidad usan son 1nuy característicos.
d dar una forn1a específica al arte e ca_ a o a . . ·- De lo anterior infcrin1os que, aden1ás de la influencia de la
e Los negros del Congo present,m un e¡en1plo excelente del .trdas
· , · tra Sus patrones tcp os técnica, deben haber 1nuchas otras causas que deten11inan el estilo
l d del diseño de una for111a rccn1c~1 a o . : . .1 1 individual de cada área. Dudo mucho que pueda darse alguna
;o,~<;tan en, gr;,111 parte de bandas q~1c se cortan, inut~ndo e c1~~:~~ vez una explicacián satisfactoria del origen de estos estilos, sería
lazado de b;mdas anchas. Estos mot1v<». apare~en en¡~ m~y~~ 1 h- 1 tan difícil con10 descubrir todas las circunstancias psicológ·icas e
dc los trab<tjos decorativos de esta:.> tribus. sn. .·t..ela or ,l ' y ' 1 histc'>ricas que dctcnninan el desarrollo del lenguaje, la. e_structura
social, la tnitología ~J la religión. Todas estas ·cosaS'S9ñ<taji -~-xtre
n1ada111ente cornplicadas en su crecüniento que en¿-~I.<!i!~or ·. dC. l<?s
casos no podcn1os hacer tnás que esperar que· llegUCúl.~·a. ·deSe;nre-
dar alg~nos hilos que for111an la tela actual y dct"eti~~l~r~·_al%~nas
de las lineas de conducta que puedan ayudarnos a con1p:render lo
que pasa por la n1ente de las gentes. ·
Ante todo deben1os fijar la atención en el artista 111isn10. Hasta
ahora sello hen1os considerado la obra de arte sin referencia a su
autor. Unican1ente cuando se trata de una obra desaliñada nos he-
n1os referido al artista, porque nos ha parecido que su conducta.
tal con10 se revela en su obra, nos ayudaba a con1prender la suerte
de los diseños. Por consiguiente, poden1os esperar que ta1nbién
en un terreno n1ás a111plio el conocinliento de la disposición de áni-
1110 y los actos del ::1rtista contribuyan a dar una con1prensiún n1ás
clara de la historia de los estilos de arte. Desgraciadan1ente las. ob-
servaciones sobre este ten1a son n1uy raras y nada satisfactorias
porgue se necesita un conoci1niento ínti1110 del pueblo par<l con1-
Fig. 133. 1\:ht lanuda del Congo. prender los pensanüentos y senti111ientos n1ás Íntin1os del clrtist<i.
Aún c-.1nociéndolo a fondo el proble111a es su111an1cnte difícil por-
· ·d los cuales vuel ,-en que el proceso n1ental de la producción artística no tiene lugar en
nud·1 (fio- 133) in1ita los patrones entrctcp os,
a a~arcc~; en sus rallados en 1nadcra, cspccial111cntc_ ~1 ~t~ f~~>pones 1<1 plena claridad de la conciencia. El tipo 111ás elevado de la pro-
(\:é·tsc ficr 51 f) 66) y en los tallados en cucn~os e u fa.º· ducci/Jn artístic<l está allí, y, sin c1nbargo, su cre;1dor no sabe de
'· o· -, · ' · ·, l e ·¡c·1no l:as ·11as en- déinde ,·iene. Scrí~1 un error suponer que esta actitud no existe entre
Son inuy con1uncs·tan1b1cn en e clrt~. a111 I '_ - , : s~ l·1s
.11"cl·1s
trete • · que l''1reccn inütacioncs de tcpdo ord1nar10; y ¡' -, . las tribus cuyas producciones artísticas nos parecen tan ceñidas ~1
A ' · d ¡ S y entre os 111-
encucntra en inuchas partes de la inenca e ~ ur l { un estilo duro y fir111e que no deja lugar para la expresión del
. - )UCÍ)Ios. ]Jarte del tallado en inadcra de Ton,g<~ revc a cara- sentinliento del individuo y para que un genio creador se 111ani-
~~~~Je la influencia en el estilo de los inétodos artisnc~.s- d~.\.-ata~~-c~ ficste con libertad. Recuerdo el caso de un indio de h1 isla de \ran-
de los hilos que se encuentra tnuy dcs;1rrollado en <1s is ,1s e e couver que venía padeciendo de una larga e·,úer1ncdad que lo obli-
Océano Pacífico. . d .' ¡. b .. - g;1ba ;1 pcrn1;111ecer en can1a. T--Jabía sido un buen pintor, pero sus
Dando por bueno todo lo :anterior, queda to ª' ia en_ ~-º -~c~t producciones en nada diferían estilística111entc de las de su tribu.
rid-ad la cuestión de por qué ha de habe~ aquel grad(! d.e in ~v1, :1·~ Durante su larga cnfenncdad solía sentarse en su can1a, con el
l'z·1ciún uc se observa hasta cuando existen pr<!ccdnn1~nros tccn1- pincel entre los labios, callc1do )' ;JI parecer olvidado de cuanto
1" . ·¡g L · d 1·,, 5 de l·i Gu·:iyana v los 1ndoncs1os us<lll los
cos s1nu ares_ os 11 i · ' ' • ·, . ¡ ' ·d Je rodeaba. I:~ra difícil hacerle hablar, pero cuando lo hacía, se
:_, i1e'todos d'c te.1er con inateriales inas bien an~1os y r1g1 º~·
1111s111os 1 · · l · de ccsterr1 exph1~·aba describiendo sus visiones de diseños que ya no podía
Las circunstancias técnicas que donunan sus tra )<ljOS •
152 F.s·r1I.C)
ESTILO 153
parecen convincentes: La ~erán1ica 1nás antigu;i- q.ue conocen1~s ~s solidez del tejido requiere que el salteado se haga en mden alterno
n1uy tosca y no recuerda n1ngun~ otra forn1a tecn1ca. Los esqu11~1a y de este 1nodo produce inn1ediatan1rntf' ili<.:f'ño<::: il1"''.,j'"n,_,l('<.: el('.
les hacían lán~paras de arcilla s111 quen1ar que parece hab~r sido sui)erficie. Mientras n1ás con1plejos sean los n1ovimient?s rítn1_ico~,
si1nplen1ente co111pri1nida para darle forn1a. Parece n11:1cho 1nas i:ro- 111ás con1plcjos ta1nbién serán los diseños. Se ha pretend.1do ~tr1bu1r
bablc que el procedi111iento de qucn1ar el barro haya sido descubier- a esta fuente el origen de todos los patrones decorativos 1n1por-
to cuanJo se cocía la co1nida en suelo arcilloso o en pozos hechos tantcs. Creo que esto es una exageración, porque hay ot~as. cir-
en el nüstno, y no que se cerrar.111 las cestas her1nética111enrc apli- cunstancia~ue pueden conduélr~perfectan1ente al descubr1nuento
cándoles una capa de barro y que d_espués. de haberlas elabo:;1do de patrones, Le llamo deliberadamente. descubrimiento., .no inven-
con 1nucho trabajo se_ las destruyera 1nrcnc1onaln1ent~. No quiero, ción, porque creo, con10 aquellos investigadores que qu1s1er~n deri-
sin en1bargo, introducir en lugar de las otras una teor1a nueva_y no var del tejido· todoS los diseños, que la invención inten:.':52.nal es
co1npr9bada. Para nue_strg _propósito basta con r~c~noc_er -la_ e~1st~n menos importante qúe el descubrimiento de posibilidades que llegan
cia de copias frecuentes- dt fonnas naturales y tccn1cas',en -ceranuca. a observarse como un efecto del juego, especialmente- del. juego
()curre lo nlisn10, ·aonque no tan generahncnrc: con el tallado rítnüco con· pr9tedin1ientos técnicos. .
en 111adera y hasta con los trabajos en piedra~ parncula~n1ente en Pienso. que la aparición de cierto nún1ero de senc11los ele-
piedras suaves que pueden hacerse con un cuchtllo. Copias en 111~ 1nentos ·ornan1entales puede explicarse como habiendo sido deternü-
dcra de objetos hechos de cuerno de búfalo se encuentran en Afr1- nado récnica1nente. Hen1os visto anteriorn1ente que la línea recta y
ca. ;\'luchas de las copas grandes de madera, bellamente. talladas, de la curva regular con10 el círculo y la espiral presuponen una t~cnica
Ia regiún del Congo tienen para n1í la <~par1enc1a de vaSIJaS de barro e:xacta, (1ue son den1asiado raras en la naturaleza para ser considera-
sostenidas en su sitio por soportes de piedra. Lo: tallados e? n1adcya das de carácter representativo. La línea recta puede ser resultado
iniit<Hl las forn1as que se hacen j~:itando ~as diferentes. piezas. E.n del corte, pliegue o división de algunas clases de 1nadera, del uso de
.1lgunas regiones encontra1110.~ vas11as de piedra de la 1~usn1a fo.:111•1 cañas o 1naterialcs parecidos, del estira1niento de las fibras y _de n1u-
que se usa corri~n~en1~nte pare~ las de 1nadcra. Las n1as conoc1d.~s chos otros procediinicntos. Los círculos pueden tener su origen en
entre las fonnas nn1tat1vas de piedra son las hachas europeas prehis- las vueltas regularc.s de la cestería enro~~ada y de la cer~nii~a de la
tóricas, hechas de este 111aterial, que son copias de las for111as de 1nis111a forn1a; las espirales en la colocac1on de rollos ord1nar1os. Te-
arinas de bronce que se usaban en regiones n1á~ al sur, o lc~s bancos jiendo inaceriales ordinarios se IIe~a a formar fis-uras rectangula-
de piedra de la antigua América del Sur, copiados de asientos de res, patrones en fonna de ta?lero, diagonales par~c1das a escalones y
n1adera. n1uchas otras fonnas con1plicadas. Atando los hilos con cuerd;1s se
1-lasta ahora he1nos hablado única1ncnte de las for111as genera- producen líneas rectas que se cortan en .varios ángulos: así como
les de los objetos y no de la decoración u ori:ia111cnto. Al ,tra~<lf forin;1s paralelas, circulares :Y- en espiral. Pod_en1os. af1r111ar. con
de los ele1ncntos pura1nente fonnales hen1~>s. visto que I:1 tccn1ca certeza la existencia en áreas separadas de un origen independiente
produce alaunas veces diseños en las superf1c1es de los obJetos 111a- a;
del dibujo trian"ular en cestería (fig. 104 b, p. 000), de las for-
nüfacrurad~>s. Ya hernos 111encionado los patrones que se pro_duc~n n1as radiales scn~illas en 1-Js placas de cestería enrollada, de l~ cruz
labrando la piedra, desbasn.1ndo )~ tejiendo ~on 111aterial ord1nar10. de la svástica, de la línea sinuosa y 111uchas otras fonnas s11nples
Difícihncnte puede cx;;1gerarse la 1n1portanc1a de estos. patrones su- con10 las espirales de la Bohenüa_prChis~úrica, de la -~ibe~ia ~-riental,
perficiales. p~_ra_~el desar.r~Bo. u orna111ento que se o~ner:e. Cuand.o de i\·felanesia y del Nuevo_ i\1éx1co ~n.nguo;- <le -·I~ ·1dcn~1daa J; los
el obiCf({ Cstá OeSbhstatldo una tabla de gran ta1nnno t1~~1c <-1ue ,ir cle111cntos de diseño de Afnc•l v A111cnca; de la e:x1srcnc1a del circu-
catnbi<lndo de posicién1 <l fin de cubrirl;.l en _roda su cxtens1on. Segun lo y el 1:unt~) c_e1~tral ei: la ~Úropa pr~J:ist_órica y cnt_f~ ,los ;sl1:ü-
la 111ancra con10 se inueve se desarrollan diferentes patrones de su- 111ales. l·J pr1nc1p10 de s1n1etna, d; equ1hbr1~, de repet1cH~I1 r1tnuca
perficies contiguas. /\'lucho 111ás i1nport~ntes son los dise~os que se y de énfasis dado a los puntos o hneas pron1u1enres se <lphca a rada
desarrollan naruraln1enre cuando un te¡ednr se pone a JU~ar ~on Clase de técnica y puede conducir a desarrollos paralelos ..
su técnica, es decir, cuando él o ella no se contentan c?n t~¡cr snn- I-len1ós visto que en algunos casos, ele1n~nt~Js scnc1ll?; ~ue
plcmente de arriba para abajo y ~omienza~ a s.1It.u hilos. mtrodu- se desarrollan independienre1ncnte poseen pcculiar1dadcs esnlisncas
ciendo de esta n1ancr;1 ritn1os nias con1ple¡os de 1no\·1n11ento. La que diferencian una localidad de la otra. Pero aun cuando las for-
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¡-4 FSTILO
'
son práctica1nente las n1Ísn1as. Sin en1bargo, los estilos de arte que
'. "d 'nn·cas el arreglo en el campo decorativo es susceptible
massean1e ·• dll"dd usan son rnuy característicos.
de dar una fonna específica al arte de ca_ a oca 1 a . tras- De lo anterior inferimos que, además de la influencia de la
L s ne ros del Congo presentan un e1emplo excelente del .. ¡. técnica, deben haber 111uchas otras causas que detenninan el estilo
l do d~i di!cñ~~ de una fonn:t técnica a otra. St~s t'atr~ncsl tep< o~ individua! de cada área. Dudo mucho que pueda darse alguna
:C>nSt<l.11 en ra.n >"clrtc de bandas <1l!c se cortan, 11111tan o e cn:rc
lazado de b;~ndas ~nchas. Estos motivos_ apare~en eln l~ m~y~r P·'~t~
vez una explicación satisfactoria del origen de estos estilos, sería
1 tan difícil con10 descubrir todas las circunstancias psicológicas e
de los trabc1jos decorativos de csra:-; tribus. Su~ t.e a or ,1 .1 y .1 1
histc)ricas que dcter1ninan el desarrollo del lenguaj~'- lc:..estructura
.. 1 social, h1 111itologh1 ~> la religión. Todas estas co~--.s-~n--taµ ·~f{tre
n1ada111ente con1plicadas en su crecitniento que, en:.el:·.-:!P~or-_de l(_)s
casos no podc111c:s hacer 111ás que esperar qu'e: llegúCTn:i!l?a.-deSenre-
dar algunos hilos que forman la tela actual y dctetil1l1fa<: algunas
de las líneas de conducta que puedan ayudarnos a cd1ilprender Jo
que pasa por la mente de las gentes. · •..
. '\.nre
. todo debcn1os fijar la atención en el artista n1isn10. Hasta
ahora sólo hen1os considerado la obra de arte sin referencia a su
autor. Unican1enre cu<u1do se trata de- una. obra desaliñada nos he-
n1os referido al artista, porque nos ha parecido que su conducta.
tal co1110 se revela en su obra, nos ayudaba a con1prender la suerte
de los diseños. Por consiguiente, poden1os esperar que tar11bién
en un terreno 111ás an1plio el conociniiento de la disposición de áni-
1110 y los actos del artista contribuyan a dar una co111prensión n1ás
clara de la historia de los estilos de arte. Desgraciadarnente las.ob-
servaciones sobre este tenia son n1uy raras y nada satisfactorias
porque se necesita un conoci1niento Ínti1110 d"el pueblo µara con1-
Fig. !33. 1·c1a hint1d;1 del Congo. prender los pensarnientos y senti111ientos znás Ínti111os del artista.
Aún cDnociéndolo a fondo el proble1na es sun1an1ente difícil por-
.. d l · alcs ,-uel\'Cll que el proceso n1cntal de la producciún artística no tiene lug,1r en
nuda (fig. 133) inlir:.1 los patrones enrretc¡_1 los, os Cllc • c.<>p<>nes
" ll d d
a a.parecer en sus ta a os en n1a era, es¡Jecia . 1ncnrc en sus
. . d b '1falo · L1. plena claridad de la conciencia. El tipo 111ás elevado de h1 pro-
', . f cr - ., ) 66) V en los talh1dos en cuernos e t . . ducciún artística esrá allí, y, sin en1bargo, su crc<1dor no sabe de
(' ca~o1:~~1~Y.' ~<:111un~S· ra111bién en e\ art~. an1eric<~no !as faJ~: e11~~ dónde rienc. Sería un error suponer que esta actitud no existe entre
trete'¡id·1s que ¡Jarcccn inlitacioncs de tcpdo ord1nar10; y 1, •, . las tribus cuy<1s producciones artísticas nos parecen tan ceñidas a
" d ¡ !\. ' · del Sur y entre os m-
cncuentra en 111uchas partes e a ;.. inednca d T
a·1 revela cb1r<l-
dios pueblos. p,1rrc del taUa?o en ina ei:a e on,<:>'. . d 1 - . t:l.o
un estilo duro ~t' finnc que no deja lugar para la expresión del
sentí1nient~J del individuo y para que un genio creador se nh1ni-
inente la influcnci .1 en el estilo de los n1ctodos ;1rt1snc~·s, : l·atad l fiestc con libertad. Recuerdo el caso de un indio de la isla de \Tan-
de los hilos ci.ue se encuentr;1 inuy des-arrolh1do en ,1s is .1s e couver que venía padeciendo de una larga eafer111edad que lo ob1i-
Océano Pacífico. . l .' l· b · · 1- g~~b~1 a pcnnanccer en carna. I-labía sido un buen pintor, pero sus
D<tndo ¡)or bueno todo lo ·anterior, qneda tot ª' 1aden. ªd.º. ~et producciones en nada diferían cstilístican1cnre de las de su tribu.
rid.ad h1 cuestión de por que, lia d e ¡l<l b e: .aquel :::-arJ.do. .e 111 1v1uuc1-
' . Durante su h1rg<1 cnfenncdad solía sentarse en su can1;-1, con el
lízaciún que se observa hasta cuando existen prc_lced1nu_~n~os __tec~11- pincel entre los h1hios, callado y :Jl p<lreccr olvidado de cuanto
. . ·¡ L s '1nd'1<1s de l·1 Guayana Y los indonesios us,111 os
cos s1nu ares. o. · ' . ·, · .¡ ' ·d le rodeJba. l:ra difícil hacerle hablar, pero cuando lo hacía, se
. os inétodos de tejer con tnater1ales tnas bien an~ ios y ngr º~· expL1_v<1ba describiendo sus visiones de diseños que ya no podía
~~~n~i~cunstanci<lS técnicas que don1inan sus tnth<l)OS de eester1a
156 ESTILO ESTILO 157
ejecutar. Su mentalidad y su actitud eran indudablemente hs de a pesar de la rigidez del estilo, sería difícil encontrar dos objetos
un artista legítin10 e inspirado. _/ _ que tengan idéntica ornan1entación.
El carácter general de las producciones artísticas U.Cl hornbre -- · Cuitndo los diseños son n1uy con1plicados ) se hace necesaria
7
en el inundo entero dctnucstra que el estilo tiene Lt virtud de linü- una rígida si1nctría o repeticiones rítmicas exactas, encontramos
1
rar la inventiva del artista productor; pues si conccdcn1os que el 1 algunas veces el uso de stencils o patrones para estarcir. Otras ve-
genio potencial con10 el que acaba111os de describir nace en todas 1 ces ocurre que una persona traza un discf1q y otra lo ejecuta. En
l:.1s culturas, la uniforn1idad de las 1nanifestacioncs de arte en una estos casos puede tratarse de una verdadera copia, pero a1nbos casos
rrihu dada sólo puede co1nprcndcrsc con10 resultado de estas li- son raros en la cultura pri111itiva y no n1odifican el cuadro general
nütaciones. ~.- · que hcn1os esbozado.
La restricción de la inventiva no se debe, co1110 acaso podría I~s interesante escuchar las opini.ones de los individuos que
suponerse, al hábito de copiar viejos.diseños y a l:t pereza de in1a--· crean diseños nuevos. La noveda~, según he1nos visto, consiste
ginaciún del artista que encuentra n1as fácil copiar que inventar; al po_r lo general en con1binar entre sí los ele1nentos de viejos pa-
contrario, los artistas prinlitivos casi nunca copian. Solan1ente en tránes haciendo uso de n1aner<Is nuevas. Sin cn1bargo, los autores
casos inuy excepcionales cncontra111os diseños de trabajo con10 los de estos diseños están convencidos de que han creado algo nuevo.
que us;1111os en el bordado, la fabricación de YCstidos~ el tallado Mi información acerca de la actitud de estos artistas procede úni-
en 111adcra y la arquitectura. La obra se proyect:l en la n1ente del ca1nentc de los indios de la A1nérica del Norte, los cuales llan1an
autor antes de que éste le dé principio y viene a ser la ejecución a este género de diseños "diseños soñados", )' pretenden que se
directa de la in1agen 111ental. Acontece, sin cn1hargo, guc en el les aparecieron efectivan1ente en sueños. Esta explicación del ori-
proceso de ejecución de dicho plan surgen dificultades técnicas gen de la nueva for1na se presenta con notable uniforn1idad en todo
que le obligan a n1odificar sus intenciones. I~:jcn1plos de este caso el continente. Se la ha encontrado en las Grandes Planicies, en las
pueden descubrirse en la ohra acabada, y son 111uy instructi\'OS mesetas del noroeste y entre los indios pueblos. todo en los Esta-
por cu:1nto arrojan n1ucha luz acerca de los procesos 111cntales del dos Unidos. Es indudable que se trata solan1cnte de otro non1bre
obrero. Especi,1ltnentc en la cestería rican1ente decorada poden1os aplicado a la invención. Expresa una facultad poderosa de Yisua-
Yer c{nno surgen esas dificultades y qué influc~1cia ejercen en el lización que se 111anifiesta cuando la persona está sola y en reposo
desarrollo del diseño. y puede dar libre curso a la i1naginación. Posiblcn1ente los artistas
I·~s evidente que ni en la fahric;1ción de productos en cantidad,
tienen un poder in1aginativo 1nayor que el que posee cualquier
con10 la cer:cítnica que hen1os descrito anterionnenre (pp. 136 ss.), adulto entre nosotros. Los pocos individuos que crean nueYas for-
se acostun1bra copiar. I .. os .patrones son n1u1r sencillos y requieren n1as de esta n1anera tienen prohablen1ente un gran conocinüento
únic;1111cntc un pequeño nún1cro de n1ovinüentos nniforn1es que se
de la técnica y un yasto do1ninio de una n1ultitud de forn1as co-
coinbinan de varias n1aneras. l'.l 1nétodo de tr:ih:1jo corresponde
rrientes. r:n un caso que ha sido investigado con algún deteni-
esrricta111entc a nuestro n1é:odo de escribir, en el cu;1l tan1bién :>e
111iento por Ja111es Teit, la 111ujer que creaba nueYos patrones de
presenta un nún1ero de n1oyi111ientos uniforn1cs en una inultitud
cestería era ta1nbién uno de los 1nejores técnicos y· tenía un gran
de co111binlciones.
.i\.unque el artesano trabaja sin copiar, su i111aginacic'>n nunc<l do1ninio de una extensa variedad de for1nas .
se elc\'a por encin1a del nivel del copista porque usa únican1ente Cuando se con1paran los patrones hechos por artistas indi-
111orh·os fa111iliares con1puestos de la n1anera acostun1brada. ?\~o viduales se ve que el nún1ero de diseños hechos por distintos indivi-
se ncc<'<>ita tener inucha práctica para aprender a ejecutar un rr~1.,. duos difiere n1uv considerablen1cnte. Algunos doininan toda la
bajo c1n sencillo sin el auxilio de patrones. -El nH:todo que se en1- extcnsi6n de las· fonnas nücntras guc otr7>s se satisfacen con un
plea es el 11iis1no que se sigue en el arte popuL1r europeo. l .. os pequeño 11ún1ero que repiten continuan1cnre.
patrones bordados o tejidos, los tallados en n1adcra de los aldeanos l] poder do::: control de un estilo fuerte y tradicional es sor-
europeos no son copias de patrones sino el resultado de la c0n1po- prendente. Los hahit<Intes de la costa del noroeste tienen inétodos
siciún individual. Sólo en las épocas en que el arte popular entra caracrcrí:~ticos para representar las cabezas, ojos. cejas y articula-
en decadenci:1 ;tp<1rccen los libnis de p<ltrones. J>or consiguiente, y ciones. I. . :1 fig. 6i (p. 79) describe el esfuci-1.0 de un excelente
ESTILO 159
158 ESTILO
artista haida que tratÍ> de ilustrar el cuento del águila que se lleva
por los aires a una 111ujer. _
·La forn1a general del águila se acerca tnucho a la realidad,
pero el artista no pudo prescindir de colocar el dihu jo caracterís-
tico del ojo en la articulaciún del ala ni de trazar la cabeza en el
estilo convcncion~11 en que se presenta a est;l ave de rapiña. La
tnujer arreb;1tada por el águila tiene los patrones típicos de las ce~
jas y carrillos. El estilo se ha enseñoreado del cuadro <]tte había sido
concebid~>_ co~no una repre~_l?I~taciún del natural. .
Parecidas observaciones pueden hacerse con respecto al \Vas-
g~,el nwnstruo fabufoso.de·euerpo de lobo y largás orejas. En la
fig,__ 1}4 se le ve..lkvai1do a una ballena en la cabeza, entre las dos
orejas, otra en la colá y una persona en la b<?ca. Tiene la nariz
alta característica del lobo, las orejas volteadas (que aquí se ven ·al
trasluz). Las grandes articulaciones del hon1bro y la cadera, y las
n1anos y pies en for111a de ojos son elen1cntos del arte de la costa
del noroeste. La b;.Jllcna de ajos redondos, con el agujero por
donde resopla y la cola característica, está de acuerdo asinlisn10
con el estilo de arte loc;1l. Y, sin e111bargo, el artista tratú de hc1cer Fig. 134. Pintura luida que representa a un monstruo n1arino en forina de uo
una pintura realista. lobo que conduce a dos ballenas.
Del todo se111cjante es otra pintura hecha por el nüsn10 ar-
tista, Charles Edensa\v (fig. 135), guien tratb de ilustrar para n1í
el cuento de un joven que ca7.{1 al n1onstruo 111ari11;:) '\:asgo colo-
cando debajo del agua un cedro partido cuya hendidura se 111an-
tenía abierta por 1nedio de un palo atravesado. Se puso de cebo
a un ni1lo sobre el árbol y al aparecer el 111onstruo listo para devo-
rarlo, el joven ca7.ador derrih<'> el palo atravesado con lo cual el
;Írbol se ccrr<'> y capturú <11 111onstruo. En este esbozo se indica
el ;\rbof 111ediante el ángulo negro y <1gudo pnn·isto en el interior
de los dientes (1ue 111,1c1ron al 111onstruo. l~l p<1lo ;1travesado que
111;1nricne <1bicrto el ;\rl>ol f):ti-rido está indic;!do por el tra,·es;1ño L§~;1i(]e
negro. [] \\"asgo en fon11a de lobo con una gran espina dorsal
aparece 111ordiendo la cabeza del niño, 111icntr;1s el joven cst<-Í sen- '
'
tado_ en el árbol. 1.:.1 historia continúa diciendo que el joven ,·iste
.
la pi·cr dCl ,\~asgo yr·s:1IC tod;1s las noches a c:.1zar ani1nales 1narinos
~
_que dcpnsit;,l <:n la pla:·a de la aldc;1. Su suegra pretende c.<;tar do-
tad;t de poder 111ágico y que ella es la que ha cogido l:.1 caz;l. Cu·,u1do
el jcn·en da a conocer que ésta ha sido cobrctda por él, su suegra
cae por tierra a\•ergonz;1d;1 por el joven: ~-\. la izt1uienl1 se h1 rc- Fig. !35. Dibujo h;iida que representa el cuento de un jo\·en que C;11.Ú :1 un
prescntcl en trt~je de hechicera, con C<lscabeles de concha, delantal rnonstruo 1narinri.
de bruj:.1, collar de adornos de hueso y la corona de hechicera; su
postura indica que est;Í cayendo. Se notar{1 que c1quí ta111hié11 cada
156 ESTILO ESTILO 157
ejecutar. Su n1cntalidad y su actitud eran indudablen1cntc las de a pesar de la rigidez del estilo, sería difícil encontrar dos objetos
un artista lcgítin10 e inspirado. que tengan idéntica ornan1cntación.
El carácter general de las producciones artísncas Uc'I 11on1ÍJre -· · C'uiti1do los diseños son n1uy con1plicados ) se hace necesaria
1
en el 111undo entero dcn1ucstra que el estilo tiene la virtud <le lin1i- una rígida sin1ctría o repeticiones rítn1ica.s exactas, encontramos
tar la inventiva del artista productor; pues si conccdcn1os que el algunas veces el uso de stencils o patrones p;1ra estarcir. Otras ve-
genio potencial con10 el que acabainos de describir nace en todas ces ocurre que una persona traza un diseño y otra lo ejecuta. En
las culturas, la nniforn1idad de las inanifestacioncs de arte en una estos casos puede tratarse de una verdadera copia, pero an1bos casos
tribu dada sólo puede co1nprcndcrse con10 resultado de estas li- son raros en la cultura prinüciva y no n1odifican el cuadro general
nlitaciones. ~-. · que hc111os esbozado.
La restricción de la inventiva no se debe, co1110 acaso podría Es interesante escuchar las op1n1oncs de los individuos que
· suponerse, al hábito de copiar viejos diseños y a la pereza de ima- · crean diseños nuevos. La noveda<:I, según hen1os visto, con'siste
ginacibn del artista que encuentra n1ás fácil copiar que inventar; al por lo general en con1binar entre sí los ele1nentos de viejos pa-
contrario, los artistas pri1nitivos casi nunca copi:tn. Solan1ente en trones haciendo uso de n1aneras nuevas. Sin ctnbargo, los autores
casos 111uy excepcionales encontra1nos diseños de trabajo con10 los de estos diseños están convencidos de que han creado algo nuevo.
<.]lle us:u11os en el bordado, la fabricación de ,-esridos~ el tallado i\1i inforn1ación acerca de la actitud de estos artistas procede úni-
en niadera y la arquitectura. La obra se proyecta en la n1cnte del can1entc de los indios de la América del Norte, los cuales llaman
autor antes de que éste le dé principio y viene a ser la ejecución a este género de diseños "diseños soñados", y pretenden que se
dircct<l de la i1nagen 1nental. Acontece, sin c1nbargo, que en el les aparecieron ·efectiva111ente en sueños. Esta explicación del ori-
proceso de ejecución de dicho plan surgen dificultades técnicas gen de la nueva fon11a se presenta con notable unifornlidad en todo
que le obligan a n1odificar sus intenciones. I~:jcn1plos de este caso el continente. Se la ha encontrado en las Grandes Planicies, en las
pueden descubrirse en la obra acabada, y son 111uy instructÍYos mesetas del noroeste y entre los indios pueblos. todo en los Esta-
por cuanto arrojan n1ucha luz acerca de los proecsos 111entales del dos Unidos. Es indudable que se trata solamente de otro nombre
obrero. Espccialtncnte en la cestería rican1entc dl'.corada poden1os aplicado a la invención. Expresa una facultad poderosa de ,·isua-
\·cr c('in10 surgen esas dificultades yr qué influcnci:1 ejercen en el lización que se n1anifiesta cuando la persona está sola y en reposo
dcsnrrnllo del disei'io. y puede dar libre curso a la in1aginación. Posihlcn1ente los artistas
I·:s evidente que ni en La fabricación de productos en cantidad, tienen un poder itnaginativo 111ayor que el que posee cualquier
con10 la cer<Ín1ica que hen1os descrito antcriorn1cnte (pp. 136 ss.),
adulto entre nosotros. Los pocos individuos que crean nue,·as for-
se acostun1bra copiar. l~os patrones son n1uy sencillos y rec¡uieren
n1as de esta 111anera tienen probablen1ente un gran conocinüento
únic;11nente un pequeño nún1ero de n1ovinücntos uniforn1es que se
de la técnica y un vasto doniinio de una n1ultitud de forn1as co-
con1hin;.111 de Y<lrias n1ancras. FJ n1étodo de tr:1h:1jo corresponde
estrict:n11cnte a nuestro n1é:odo de escribir, en el cu.1l t;1111bién :;e rrientes. i:n un caso que ha sido investigado con algún deteni-
present•l un nún1cro de n10vi111ientos uniforn1cs en una 1nultitud 1niento por Jan1es Tcit, la n1ujer que creaba nueYos patrones de
de co111binaciones. cestería era ta1nbién uno de los n1ejores técnicos )~ tenía un gran
.;\unque el artes:1no trabaja sin copiar, su i1naginación nunca don1inio de una extensa variedad de for1nas .
se clc\·:1 por cncin1a del nivel del copista por<]Ue usa únican1ente Cuando se con1paran los patrones hechos por artistas indi-
n1oti,·os fa1niliares con1puestos de la 111anera acostun1brada. ~o viduales se ve que el nún1ero de diseños hechos por distintos indivi-
se ncc(:"ita tener 1nucha práctica para aprender :1 ejecutar un tr;1,.. duos difiere inuv considerablcn1cnte. Algunos donünan toda la
h<'!jo t<111 sencillo sin el auxilio de patrones. -El 1nérodo que se cn1- extensión de las· fonnas nücntr;as guc otr~s se satisfacen con un
plea es el 111isn10 que se sigue en el arte popular europeo. l .. os pcquefi.o nón1ero que repiten continuan1cntc.
patrones bordados o tejidos, los tallados en n1ader;1 de los aldeanos 1] poder do: control de un estilo fuerte y tradicional es sor-
europeos no son copi~r.s de patrones sino el result:1do de la con1po- prendente. Los habir:1ntes de la costa del noroeste tienen 1nétodos
siciún individual. Sólo en las épocas en gue el arte popular entra caractcrÍ:.;ticos para representar las cabezas. ojos. cejas y articula-
en decadencia aparecen los libros de patrones. Por consiguiente, y ciones. l .. a fig. 67 (p. 79) describe el esfuerzo de un excelente
ESTILO 159
158 ESTILO.
artista haida que trat{, de ilustrar el cuento del águila que se lleva
por los aires a una 111ujer. _
· ·La for111a general del águila se acerca 1nucho a la realidad,
pero el artista no pudo prescindir de colocar el dibujo caracterís-
tico del ojo en la . miculaciún del ala ni de trnzar la cabeza en el
estilo convencional en que se presenta a esta ave de rapiña. La
mujer arrebatada por el águila tiene los parrones típicos de las ce-
jas y carrillos. -~~I estilo se ha enseñoreado del cuadro que bahía sido
concebid:,_ co~no una reprc~entación del natural. .
J>arecidas observaciones pueden hacerse con respecto al \,\'as-
g<\el rnonst~uo fab,ul<>so de·euerpo de lobo y largas orejas. En la
fig,_ 1}4 se le ve llevando a una ballena en la cabeza, entre las dos
orej<1s, otra en la cohi. y una persona ·en la boca. Tiene la nariz
alta can1ctcrísrica del lobo, las orejas volteadas (que aquí se ven al
trasluz). Las grandes articulaciones del hon1bro y la cadera, y las
n1anos y pies en fonna de ojos son elen1entos del arte de la costa
del noroeste. La ballena de njos redondos, con el agujero por
donde resopla y la cola característica, está de acuerdo asinlisn10
con el estilo de arte local. Y, sin en1bargo, el artista trató de hacer
Fig. 134. Pintura haida que representa a un monstruo nlarino en fonna de un
una pintura realista. lobo que conduce a dos ballenas.
Del todo sen1cj~1ntc es otra pintura hecha por el 111is1no ar-
tista, Charles Edensa\V (fig. 135), quien tratl1 de ilustrar para n1í
el cuento de un joven que cazú al n1onstruo 111arinn \\"asgo colo-
cando debajo del agua un cedro partido cuya hendidun1 se 111an-
tenía abierta por 1ncdio de un palo atravesado. Se puso de cebo
a un niíio sobre el árbol y al aparecer el n1onstruo listo para de\·o-
rarlo. el joven cazador derrihú el palo atr<lYesc1do con lo cual el
árbol se ccrrú y capturú ;.1l 111onstruo. l'.)1 este esbozo se indic;:l
el <ÍrhoI 111ediantc el ;Íngulo ncgr~) y agudo pro\·isto en el interior
de los dientes que 111c1taron al 111onstruo. l~I p<1lo atra\·csado que
111~1ntiene abierto el ;.Í.rhol p:1rtido está indic<H:lo por el tra\·esafio
negro. [] \\"asgo en fonna <le lobo con una gr<ltl espina dorsal
ap~1rccc 111ordiendo la cabeza del niño, 111icntr:1s el jcn·cn está sen-
tado. en el árbol. La historia continúa diciendo que el joven ,·iste
la piCrdCl \\-~asgo y·-s¡1IC todas las noches a c'J;r:ar ani111'Jles rn·arinos
que dcp;)sita en l.1 playa de la :1lde<1. Su suegra pretende C'<;tar do-
n1da de poder n1ágico y que elL1 es la que ha cogido la c;1z;~. Cu:ando
el jo,·cn d·a a conocer que ésta ha sido cobrada por él, su suegra
cae por tierra a\·ergonzada por el joven: .i\ la izl¡uicrda se la re- Fig. 135. Dibujo ll.iida que represent•l d cu.cnto de un jo,·cn que C;l7.Ú a un
prcsenr;1 en tr<.1je de hechicera, con c;1scabeles de concha, delantal n1onstn10 111annt).
de hruj:1, collar de ;1dornos de hueso y la corona de hechicera; su
postur<t indica que est<Í cayendo. Se notaní que aquí ta111hién c;1da
160 ESTILO ESTILO 161
figura presenta rasgos característicos del csrilo ornamentat"dcl nor- embargo, acerca de si la espiral se ha convertido alguna vez y de
oeste de los Estados Unidos. esta n1anera en un motivo dominante del arte local.
En la fig. 136 se representa parte de la fábula del cuervo. La La espiral tallada de Nueva Zclandia (fig. 137) es doble ge-
figura hun1ana del ángulo superior a 111:1110 izquierda se supone ncraln1ente· uno de sus brazos se dirige hacia adentro, el otro hacia
<]UC reprcscnt:l al dueño del anzuelo del pez 1nero. Debajo de él se afuera, y l~s dos se enlazan en el centro. Las espirales ~stán colo-
\·e :-11 cuervo volando y elevando sobre las espaldas al dueño del an- cadas de n1anera que sus contornos generales se arn1onizan c<?n el
r.uclo del 1ncro. Según la lcycnd<1, el CU(T\'O lo arroja al 111ar, se
apodera del anzuelo del 111cro y conücnza a pescar. I~ste incidente
~e"·"'ª n)ano derecha del dibujo. El sig-
nifi_cado dcf s.cllo del ángulo superior a
1n~lno de'rccha no es claro.
cortan las orillas de aquél.
La apariencia de la espiral
refleja la poderosa influen-
cili de la ·aplicación ,de un
9 @'·
can1po decorativo, aunque frecuenteinente sus vueltas exteriores
tan n1ucho tnás rigurosa111ente en el ca1npo decorativo. La gran La fijeza de la forma se observa hasta en los toscos dibujos
libertad de las formas de Nueva Zelandia, la delicada precisión de representativos hechos sin aquella habilidad técnica que se adouiere
todos los elementos integrantes y la multiplicidad de formas ca- en las ocupaciones industriales. Ejcn1plo notable de Csto son Cierras
nceradas con la espiral faltan en la Nueva Guinea. forn1as usadas por las tribus algonguincs de los bosques que rodean
La tercera región, la del A111ur, en donde se usa extensan1ente la los Grandes Lagos
espiral, representa formas fundament;1lmente diferentes (fig. 139). occidentales y tan1-
bié11 por las '~ccin.as
tribus de los sioux.
r:n sus pictografías
~-~ ~··t~Jf[t~:-~~
•
las figuras hu1nanas '
·;;:·.~
aparecen regula'r-
n1ente con anchos
hon1bros que bajan
:fzAíl-··
~
V- - -
·.. ,..
en disnünuciún en
líneas rectas hasta J.
la cintur3. LT nas ve-
ces la figura apare-
ce cortada en e~'tc 6
lugar y otras se ex-
tiende hacia abajo
1
desde la cintura. La
fig. I 40a represen-
ta un dibujo pota-
"·aronli;. la figur<l
l 40b un d i b u j o
Fig. 138. Tiprn; de espirales de Fig. 1.i9. F..-;pir;1lcs del Río "·ahpaton sioux del
la '.'.'t1c\·a Guinea ()rienral. A111ur. nüsn10 tipo. En los
Ct!entos de invier-
,\Iicnrras que las espirales de la :'\ucva Zclandia y h1s de la :\'lleva no de los siou:x pu-
Guinea son de igual anchura en tod:1 la c:xtcnsi<'>n de su curso, las blic;llh>s por ~ L1!10- r
de h1 rcgiún del A111ur ·prcscnt<111 dcs:1rrollos laterales peculiares. r\· se n.:prcsenra J.1
I~as csninllcs de cst<l región son gcnen1li11entc sencillas y anchas; o figur~1 en un est!h) Fig-. ¡.¡.o_ Pic:togr;1fías que repn.:st:nran seres ht!111;111os;
bien s:n1 dnblcs, pero sin enlazarse una con la otra. LoS contornos cc~111plet;1111cnte di- a, pot;n\·atomi; b, ,,·ahp;1ton sioux; e, bbckfcet; d,
dnl;ota~; e, csqui~1inlcs de :.\h\sfot; f, esbozos en lápiz
de lc1s bandas en cspin1l \";lrÍan en esrrechcz. Cu.indo el curso ge- ferente (fig-. !40d). de los est¡uin1;1ks de h1 costa occidental de hi Hahí:i
neral de estas cspiFafes -aej·;1 e~'ti11pos que podrían quedar sin deco- l·:stc tip<~ se cn- de Hudson. .: ··
rar, se les rellena de anchos z;.1rcillos. proyecciones parecidas a cucntn1 tc1nto en los
hojas, u ornan1cntos circulares independientes que a3Tudan a n1an- cuentos .:.le invierno de La Fla111111c con10 en los de L,onc-I)og. ]Jo-
tener el fondo dividido en b;1ndas {1ue conservan aproxünad<1111cntc dernos co111p·Jrar est-,1s fonnas con el sí111bolo típico {]Ue us'án los
la 1nis1na anchura. A n1enudo las variaciones de Lis líneas de espi- blackfcet para representar a un cnen1igo 111ucrto, el cual, según
rales fon11an figuras de ¡1ni111ales, princip;1lt11cntc a\·cs y peces; h1s \\"issler, tiene ~;ic1npre L1 fon11a que rcproducin1os en c. La 11üs111a
cuales son a veces de fon11;1 bastante re;llista. forn1a aparece, a 111cnudo con una sola pierna, en las reproducciones
de picrogr~1fh~s. l~~nter;1111cnte distintas de estos tipns de los indios de
las Pl:1nicies son las fonn;.1s que us;111 los csqui111ales de i\.h1ska en sus
164 ESTILO ESTILO 165
dibujos en hueso, astas de ciervo y 1narfil (e). Las fonnas son sic111- figuras de n1ovin1ienco animado se representan con piernas y c~er
prc pequeñas siluetas en a9i111a~o n1ovit11iento, y el rcalis1110 de po filiforn1cs, 111íentras que en otros casos se dan a las pantorrillas
forn1a y 111ovin1iento de los dibujos produce un fuerte contraste din1ensiones ex·ag·eradas. LaS piiituras de los bosqU.i1nanos son de
cuando se le co1npara con el estilo convencional de los indios de las tipo un poco sen1ejante a las del período paleolítico. .Encontramos
planicies y de los bosques. Hasta las representaciones pictogr;.lficas la inisn1a exageración del largo de los n1ien1bros, y, cspecialn1ente
de ho111brcs en 1novinüento que se encuentran en otros tipos de di- en la representación de las hembras, una exageración de todos los
rasgos caractcrístico·s del cuerpo.
"Hay mayor variedad de diseños para el cuerpo, pero por lo antiguos que se encuentran hoy día en nuestros n1useos, y la fijeza
general se escogen ciertos patrones bien conocidos y la n1anera del tipo es claran1ente reconocida por los artistas indígenas.
co1110 d~b~ usarse cada uno serC: fijada clara1nente. El patrón n1ás "F.s!"c. !-'.!~~ es 1nás q~'~- unn entre 1nuchos. tipos de decoración
caracteris~1co, y ei:i Ia actualidad el tipo 1nás popular, es el del cier- igual111ente fijos que gozan de popularidad en la época presente
vo y el girasol (f1g. 142). En lados opuestos del cántaro se han en la región zuñi. Existe, por eje111plo, una figura 1nuy con1pli-
pintado dos grandes cada y aplanada que se repite litcrahncnte en cientos de especí-
111cdallones gue repre- 1nenes de cántaros, y sie1npre sin la tnenor variaciún, ya en Ia pro-
sentan girasoles. Algu- pia fig_ura o en su aplicación al cántaro. Se usa sien1pre en grupos
nas veces se usan tres de tres y con el segundo de los diseños del borde. Hay tarribi.~n ··-:c.·:t>.·-;;._·"-
medallones de esta cla- <·>tros tipos, Gualquiera de los cuales es conocido por los alfareros
se, pero dos es el nú- z~~. ~i-~n infor111ados y puede ser descrito por e,llos. Aungue la
mero preferido. El es- invenci6n de nuevos diseños es considerada entre 'ellos con1ü eri-ii- ·-'·
pacio entre los n1eda- '"·--nentetnente deseable, el nún1ero efectivo de vasijas zuñis·· gue -·no
llones está dividido ho- pertenecen a uno u otro de estos tipos reconocidos es en extren10
rizontaln1ente por una reducido."
faja angosta, que puede Escogeré con10 un eje111plo n1ás el estilo de los bordados de
llenarse con pajarillos las camisa> de los haussas (fig. 143). Félix von Luschan ha llama-
convencionales o con do la atención acerca de la rigidez del patrón general. 1 º Un can1po
una figura de caracol angosto y alargado en el ángulo superior a 1nano izquierda del
entrela7.a da. En cada diseño rodeado a la izquierda por una línea blanca delgada, y a
uno de los espacios for- la derecha por un campo blanco con triángulos largos y agudos,
111ados por esta faja hay li111ita el agujero por donde pasa la cabeza. Por consi~uiente, el
dos ciervos pintados, a disco blanco a la izquierda de éste descansa S()bre el lado derecho
cada uno de los cuales del pecho, y el disco superior sobre el hombro derecho. La línea
rodea una graciosa la- que divide el diSeño en una parte superior y una inferior y que
bor con volutas, lla1na- conüenza precisan1ente en el exrren10 inferior de la hendidura por
da en la ter111inoloo-ía donde pasa L1 cabeza, separa el bordado del cuerpo de la canlisa
-· la casa del
(1e 1os zun1s <( .::-
del de la bnlsa grande de abajo. El borde superior de la bolsa
cier\'o". En total se está decorado sie111pre con un diseño central que consta de un ca111-
Fig. 143. Bordados de los haussas. po cuadrado con figuras ta111hién en cuadros, a cuya izquierda se
usan ocho ciervos, dos
. . p:1ra cada uno de los encuentran dos triángulos y a la derecha tres. En n1uchos especí-
cuatro ~a1npos. Estos an1n1a!es esnín pinr:1dos sic111prc cxactainente 111enes se ve. en L1 orilla derecha del ca1npo, una Llja en fornia de
de la nusn1a 1nanera, de perfil, con la cabeza hacia la derecha e indi- gaza. EJ discfio de la parte inferior de la bolsa y el del cuerpo
ca1_1do algunos de Ios órganos 'internos. Xo h~t)r vari,1ci<)n ni si- ele la canlisa son si111étricos en su parte principal. El patrón de la
quiera .~n los roll~)S orna111entales l}Ue rodean la representación. _En flecha de tres puntas de la orilla inferior vuch·e a aparecer arriba,
l~s vas11as, pequen:,;; se per111ite sustituir :tl cicr\'-.:> de L1 p·,1rtc infe- · ·-- ~égüido, en el interior, por el n1isn10 tipo de roseta. Los dos dise-
rior y 111_as peq~1e_na por. uno de los varios patrones cur,·os 0 en il.os difieren, sin ctnbargo, por el hecho de que el patrún de tres
C;~~acol })len_ dcf1~1~~os, pero ~ualesguic~a ot~·:1s dcs,·iaciones del plan punr:-1s con la faj:1 :inexa en fonna de g<1za se repite a la dcrcch;1
est,1blec1do son ~nticadas ser1an1ente. L'.J pr1n1ero de los dos discfios de la abertura de la cabeza, vuelto, fonnando ánguL¡s rectos, hacia
de} borde:. 1nenc1<~na.~os co1_1 :1~1terioridad, se us:~ sie111pre con el pa- la parre correspondiente del borde Je la bolsa. ~Este patrln1 ron1-
t~on ~~l ciervo. L.1 c,n11pos1c1on con1pleta, prec1s:11nenre en la cont- pc la sinietría de los diseños superior e inferior y produce una
b1nac1on que se ha descrito, aparece una y otra vez en los c:Ínt~tros io Félix Yon Luschan, Beitriige -::,111· Vólkerku11de, p. 50. Leo Frobcnius ha rc-
que se usan actual111enre entre los zuñis, así con10 en eje1npJ;1rcs lll;Ís prcsenrndn algunos patrones de la 111is111a cl:<se en Das srerbende A(ril•a, lán1s. 58-60..
168 ESTILO
ESTILO 169
reforn1a del prin1ero, que, sin cn1bargo, no influye en los c!c-
mentos del patrón. En la bolsa de abajo y a la izquierda se en- tusángulos que tienen el vértice cerca de la línea divisoria central.
!"'1H'1.,t-r·1 11 "'! -f:i-j2- rectangular con t:n diseño de hoja que fon11a Esto se ve clarame.nrc:; en el e_spécimen que aparece en la fig. 144 b,
una orilla interior. en el cual cada. diseno comienza en el margen con un triángulo
Se advierte asiniis1no una gran fijeza de diseño en las cajas que ~1;1unta hacia ~l interior en dirección al triángulo opuesto, y
de cuero crudo de los indios sauks y foxcs a que n1c he referido tan1b1en en otras figuras en que, de acuerdo con el estilo de arte
de los bosques del este, se sustituye el ángulo agudo por un seg-
2
2
3 3
4 4
5
5
a b b
1 ig. 14-J.. Cueros crudos pintados de los s~1uks y foxcs. a
.1nrcriorn1cntc (p. 31 ss.). l:] rasgo C<lractcrísrico es L.1 divisi<'>n Fig. l-t5. Cueros crudos pintados de los sauks y fo:xc~.
·- -·,I
'•
·---.--
Fig. 149. Diseño de una Fig. 150. Diseilo de los dos lados de una l1ui-.
a b bolsa, Ojib"·a. Pota\\·acon1i.
Fig. 148. Cueros crudos pintados; 11, io\\·ays; !J, otocs.
,,·atornis usan los nlis111os arreglos decorativos, pero dejan la faj:1
no usan un faldún para cubrir el frente. l:] fondo no está decorado central sin decorar. 11
y doblan scncillan1ente el cuero en fonna de caja y~ lo cosen todo Para con1prender clara111ente el carácter de un estilo local . . ~
junto (fig. 147). El método que emplean los otoes )"a veces los indispensable con1pararlo con las forn1as relacionadas con él que
io\va-rs es diferente tarnbién. Un faldón corto cubre parte del se encuentran en áreas contiguas. Las circunstancias histúric;.1s
frent.c; los _lados .están pleg~1dos un poco a la nhtnera que usan los con10 las que pueden señalarse en el desarrollo de las forn1a~ de
-. ÍÜXCs~ )'"i'lay-Una falta absoluta de coherencia entre el diseño con10 arte ~n los tien1pos prehistóricos 'e históricos Je 'Europa y ;\.!a
se traza en el cuero y como aparece en la caja terminada (fig. 1+8). han sido ta111bién factores dctcrn1inantcs en la fonnaciún del arte
Las bolsas tejidas de los ojib\vas y pota\vatornis (figs. I 49 y de los hombres primitivos. Probablemente no existe una sol:i rc-
150) presentan un ejemplo más de fijeza del tipo. Los dos lados gi6n en la cual 'pueda coniprcnderse por entero el estilo del ;1rtc
opuestos tienen sie1npre patrones distintos. Los patrones pura111en- con1n un producto interno y una expresión de la vida cultural
tc geo1nétricos se trazan siempre de 111anera si1nétrica. Hay una de una sola tribu. Sie111pre <.1ue se dispone de una cantidad :-.1;,
ancha figura central orlada de nurnerosas rayas angostas, seguidas,
ll \'éasc Alanson Skinncr, '"l'hc i\'1ascontcns or Prairic Pota\\·aton1i Jn,F
por arriba y por abajo, de una faja ancha de un patrón diferente Bul!eti11 o[ the Pu/Jlic A1use11111 of tbe City of Milwaukee, \·ol. 6, n" 2, hí.n1. 2 i.
del cenrral. A veces los colores de arriba y los de abajo est<Ín in-
1
1
174 ESTILO. 1 ESTILO 175
ciente de material nos es posible señalar la influencia de las tribus han tratado de estas cuestiones con muchos pormenores (fig. 151).
vecinas, unas sobre las otras, y que se extiende frecuentemente La disposición en bandas paralelas es característica de los arapahos;
a v:istas distancias. La diseminación de los rasgos culturales qne un campo central rodeado de un cuadrado, de los shoshones del
ha dado lugar a las estructuras sociales, los ceremoniales y los cuen- norte. A consecuencia del contacto ínrin10 en quevi-ven estas tribuS
tos de las tribus con10 se los encuentra hoy día, ha sido ta111bién en los ticn1pos actuales, lo cual facilita el co111ercio entre ellas, la
un elcn1ento i111portantísi1110 para dar fonna a las tnanifcstaciones distribución no es tan clara con10 probablen1ente lo era en los
de su arte. La distr.ihución local de procedinüentos técnicos, de tien1pos n1ás antiguos.
elen1entos de for111a 'y de siste1nas 'de ~arrCgto contribuye a consti- Jlucdcn observarse asinlis1no ciertas diferencias,·-en el arreglo
tuir el carácter de cada estilo de a~tc. En otro lugar se ha tratado del bordado de cuentas, cuyas fom1as guardan gran unidad en
de la distribución de la cerán1ica decorada por n1cdio de-bolitas y~
filetes aplicados (véase p. 139), y se
ha visto que ese proCeso técnico --:-·
cubre una extensa área continu-a- y ..
se aplica de diferentes maneras pÓr
cada grupo cultural. Hc1nos visto
también que el diseño triangular
característico con el rectángulo ins-
crito, a n1enudo con líneas de agui-
jones a lo largo de la base, está dise-
1ninado extensan1ente en el conti-
nente norteamericano. Encontran1os
que esta forma es con1ún a los indios
Fig, 151 a. Tipo de pintura de pueblos de las mesetas y del nor-
parflJcbe (cuero de búfalo) y
de bolsa, arapahos. oeste y de las llanuras, y que puede
reconocerse el patrón fundan1ental
en la Nueva Inglaterra y el Labrador. Los patrones co1npuestos de Fig. 151 b, c. Tipos de pintura de parflJcbc (cuero de búfalo) y de bolsa,
shoshoncs-.
líneas, triángulos y rectángulos son característicos del arte del indio
nortcan1cricano. No obstante su sencillez, estas fonnas están prác- una extensa área de las praderas del oeste. l)na fonna caracte-
tican1enre confinadas a la Ainérica del Norte. Su fucr~e individua- rística de este diseño se cotnpone de un ro1nbo o rectángulo cen-
lidad den1uestra que la distribución actu<ll se debe con seguridad a tral, de cuyos ángulos arrancan líneas que tern1inan en triángulos
la influencia recíproca ent~e las diversas culturas de la Ainérica del que 111iran hacia el ca111po central ya sea con el vértice o con la
Norte. '7\:o pode1nos cst<1blecer dúnde tuvo su origen el parrón. hase; a veces se encuentra al final de estas líneas un travesaño con
pero es indudable que su actual distribuciún se debe al contacto púas. E:ntre lo:' arapahos (fig. 15::!) estos patrones aparecen solos
cultural; su aparición está relacionada probablen1ente con el uso· del sobre un fondo liso; entre los sioux (fig. 15 3) el cuadrado central
cuero crudo tieso para receptáculos, _con el 1nétodq de_,.p_~.u,~ar qu.e_ . se usa raras veces. 1\lientras <1ue entre los arapahos las líneas están
acostu1nbran los indios y con el sistc111a antiguo de decorar los ..teji- .- corriente111ente unidas sólo a los <los extre1nos opuestos, los sioux
dos y bordados con púas de puercoespín. I-Ie lla1nado la atencic\n casi sien1pre los prenden a los cuatro ángulos del ro111bo cen-
acerca de la diferencia en la disposición de estos parrones entre tral. Aden1ás, a los sioux les gusta \ ariar el fondo insertando estre-
llas o cruces y el diseño parece presentarse duplicado si111étrica-
nun1eros<1s tribus, y _\. L. J(roeber, R. 1-I. Lo,vie y Lcslie Spier i:!
n1ente con 1nayor frecuencia que entre los arapahos.
1:! Leslic Spicr, "A11 A11.1Iysis of Plains l11dian ParflCcbe Dccor.1tio11" Unh·er-
La cestería de los indios de Cohnnbia Británica presenta otro
sity of 1Vasbi11gto11 P11blicatio11s in A11tbropology, Yo!. r, pp. 89ss., donde se han buen eje1nplo de diferenciación en el arreglo e identidad de los
citado !:is publicaciones anteriores. ele111entos del patrón. l·~nrre los indios tho1npson los elen1entos
176 ESTILO ESTILO 177
k m n o p
q r s
Fig. 152 .. J)iscíi.os ar;1¡n.hns.
del diseño están distribuídos por igual en todo el lado del cesto;
entre los lilloocts se reducen a la parte superior del lado, quedando Fig. 153. Diseños sioux.
la p:lrtc inferior sin decorar; entre los chicotincs ha\r tres fajas
de decoración a lo largo de la parte superior de la éesta (véase usan n1ás al norte los indios thon1pson, nlientras gue en las regiones
p. 290) .. del sur se usa una n1ultitud de inétodos en el tejido de las cestas.
Coino otro caso de a1npli<l distribución ·de w1 eleroento de En todas estas se presenta el n1is1110 tipo de punta de codorniz
diseño, debido cvidcntcn1cntc a difusión, n1cncionaren1os el orn;1- (véase p. 113).
1ncnto de California 1Ia111ado punta de: codorniz que consta de un Hasta ahora hemos hcJb!ado de estilos locales como si en cada
áng_ulo recre: con un, rabo delgado y derecho y un pesado braí'.o caso se presentara únican1cnte un solo estilo c_n una tribu individual,
hor1zonral. l~.stc p::ltron se encuentra con1ún111cntc en toda C<llifor- lo que quizás parezca plausible por la uniformidad relativa de la
nia y se_ cxr,icndc h:1ci:1 el norte hasta las rrih,us ~ahaptin del Río vida de las tribus. Sin e1nbargo, existen tnuchos casos en los cua-
Colu111b1a. l'..s inuy 2111portanre observar (1ue recn1c~1111enrc la cc;;ta les pueden observarse en Ja 111is111a con1unidad es:ilos funda111ental-
de las tribus .sahaptin pertenece al tipo enrollado yr superpuesto que mente diferentes. Me he referido varias veces al tallado y dibujo
178 ESTILO
La scle<.'ciún <ld arte <le la cost;i del noroeste tbda por I-fcrbcrt "h:iihn
:!
Figura tallada, Columbia Brit;Ínic;i.
(f)il! Ku11st der Pránith:ell, pp. 100 y lOf, lám. 48, 50 ,. 51) es característica
únic:u11entc de las rcprescllt<tcioncs r~alist;ts. Sohmcnrc l·as [:Í111in:1s 47 y 49 y
p;trtc de b .~2 son cstilísric:1n1cnrc típicas.
184 cos-rA DEL P:\CIFIC() SEPTENl'Rl()NAf. COSTA J)EL PAC!FIC<> SEP.TEN"l"RIO~·:\L 1R5
Cuando el artista desea conseguir la verdad realista lo consi- figura anin1al al can1po decorativo antes de ocuparnos de los ele-
gue fácihncntc; pero ~stc no es el caso corriente; por lo general 111entos puraincnte fonnalcs.
C! objeto del trabajo artístico es decorativo y la representación En la figura 157 a se reproduce una figura del modelo de un
pilar totén1ico que representa al castor, cuya cara ha sido tratada
slguc los principios desarrollados en el arte decorativo.
un tanto con10 el rostro hu111ano, especiahncnte la regibn que rodea
Cuando la fonna del catnpo decorativo lo pcnnitc, se con-
los ojos y la nariz. La posici6n de las orejas, sin e1nbarg~>, indic-.1
serva el contorno de h1 fonna ani111al. Se insiste crcnerahncntc en que se trata de una cabeza de ani1fial. Los dos grandes ··-¡ncisi\·os
las din1ensioncs de la C:,1bcz;1 en con1paracibn con;:.i el. cuerpo )~ h1s sirven para identificar al .roedor por excelencia, el castor. La cola
cxtrc1nidadcs. Se da gran pronú- está voltea.da enfrente del cuerpo y adornada de líneas de son1bra
ncncia a las cejas, la boca y la 11:,1-
riz. En casi tod..n:~ los casos las
cejas tienen una forn1a fija, aná- ~-··
loga a aquella qüc. a los rndios les
, 1
gusta dar a sus propi_as cejas, con
una orilla afilada en e.l borde de
las <')rbitas y un ángulo. agudo en
la orilla superior, siendo 1nás an-
chas las cejas en un punto un
poco afuera del centro, renl:atan-
do en punta en los ángulos exte-
al'~
rior e inferior· y ternlinando brus- '""V' ~\ ~
de la cuchara representa a un ho111brc que sujeta a un pcl1ueño el 3 la pintura de los carrillos. La cabeza del gavilán está colocada a
anin1al con el cuerpo dividido en scgn1cntos, el cual puede repre- cada lado de la figura humana. En el borde inferior del canapé
sentar a la libélula, aunque· i·a cabez,1 parece n1ás pequeña que de 11~~1L11Lia h1 111c-1ndíbula-l·l1fcr~~J¡_· (5), sobre los ojos las plun1as de
.:i\.. ....
costun1brc. 1: la cabeza (6); el ojo que está junto a la cabeza en el ala lateral del
l~n las figur~1s 167 y 168 pueden reconocerse los 111is111os sím-
bolos del gavilán. r~<.j digno de notarse que en la
1nayoría de estos cspccín1cncs la boca cst;l sepa-
rada por co111pleto del pico y tiene la fonna de
la boca_ provista de dientes de un 1n;unífero. En la
"pinrura faé:ial de la figura 169 se exhibe una for-
. -1na caract~ísrica del pico del gavilán.
La_ figure! _1_70 ofrece la parre delantera <le un
tocado que fepresel1ta al águila, y es 111uy pareci-
da a las for1nas de la serie que c1ntecede, pero
difiere de ellas en que el pico del ave no está vol- Fig. 17::!. Pintur.1 en un reino que representa al ga.Yilán,
teado hasta tocar la cara, sino que tennina en kwakiutlcs.
una punta aguda que se prolonga hacia abajo, y Fig. 173 Pintura en el respaldo y uit ex:rrcnio de un canapé
en que no hay indicación de una boca de n1an1Í- <]UC representa a un ho1nhrc ~· a un ga,·il:ín, k,,·akiutles.
fcro. Se ven las alas del águila que se extienden de
la orilla del cuerpo hacia adentro. La articulación
del hombro está indicada por la cabeza de una
figura hu111ana qt~e está tallada orna1nenrali11ente
en las alas. Los pies se ven a los lados del borde
inferior de la escultura, debajo de l;1s alas. En el
cuerpo del águila se ve tallada la figura bastante
realista de un sapo. Se ve t<unbién un águila en
la parte superior del pilar de la casa haida (figu-
Fig. 17-L .\fango de una cuchara hecho de cuerno de
ra I 71). Las alas est<.Ín volteadas hacia adentro cahr;1 11\;)ntés que representa a un;\ libélula.
delante del cuerpo y las curvas de h1s figuras in- Fig. 175'. Cuch:1r;1 p;tr;\ cotncr bavas con un gr<lbado
feriores se ajustan al lado encorvado.' que rcprcscnt<l •l una· Jibélu\;l. -
l~n las figur;1s 17?. y 173 ofrezco dos repre-
sentaciones del gavilán (o gavilán pez) hechas c;1n<1pé es !:1 articulaciún del hon1bro. T~J hueso
Fig. 171. Pilar de por los k"·akiutl~s. El tratan~ento es diferente de del ala se ve en el 7 la pi un1a larO'a del ala en
el de 1os h<11d;1s,
- · Y1\·an1ente
- 1
casa que represen-
.l l)cro el pico encor- el 8. las plu111as del cuerpo en el;::.9.
ta, arn 1a. a un .l l ·, ' ·¡· ¡ (fº
águihi, , .. ahajn'_ 11 _._:\'~.U') s_c,.CJ.u;.t1enrra ta111 nen aqu1. :.ne rc1110 1- La libélula está representada +~<Jn un~1 -g.ra11
11~1 cucr~·o 1narino. guLl 172), el nú111ero 1 representa 1:1 ceja y· la cabeza, un cuerpo largo v dividido en scg111en-
orej;1, el 2 .el carrillo, el 3 el al:1, el 4 el pico. La ros y dos pares de ala~. Anrcrionncnte n~ls he-
figur:1 17 3 ha sido ro111ada de h1 pintura de un canapé. l'.:n el respal- 111os referido a la represenraciún del toc:1do de
d<~ se presenta :1 un hon1hrc con las orejas ( 4) sobre la cabeza 1 la figur;l 159. J_,,1 cabeza es huniana pero está provista de orejas
con10 las de los anin1~1les de los haidas. F.l nú1ncro I es el on1bli- d~ ~ln_in1al. Se ha 111encionado.ran1bién ~1ue el ani111al con el cuerpo
go1 el 2 las arrugas ciue \·ande la nariz a las .con1isuras de los labios, dl\·1d1do en segn1entos de la f1g. I 66 puede ser una libélula, :n1nque
i; Yé.1nsc t:unbién las figs. 207, 243 y 257. carece de alas. Según l:~densa\V, el 1nango de cuchara (fig-. 174)
< \'é:1sc ta111hién b fig. 215. representa igual111ente un;1 libélula. Tiene un pico fucrtcn1Ci1re en-
191 cos·rA DEL PACIFIC() si_.:1rrEN'fRJ(>NAI. COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 193
Corvado, las alas han sido colocad~lS Ü<ljo la n1andíbuJa inferior y el
cuerpo segn1entado for1na la punta del niango. Una representación
l'.:-f)l'.cial111cntc bucila ·de··u.11 caballito del· diablo se encuentra en la
cuchara para bayas de los haidas' (fig. 175). Debe fij<lTSC la arcn-
ci/n1 en la trcn11pa en espiral de este espéci111en.
J. . .a característica 111..Ís i111portantc de la orca, según J,1 repre-
sentan los haidas, es l.1 larga ;.llCt<l dorsal, frecucntc111cntc con un
círculo blanco o una barra blanc;.l en el n1edio, y u11;1 cara u ojo
<¡uc indica una articulación en la hase. La cabeza es alarg;1da y fa
boc<t l:.1rga y cuadrada en el frente. Las ventanas de la nariz son
gn1ndes,. alta.<.; y· al nlis1110 tie111po alargad<ts. La distancia entre la
boca y las cejaS es grande y en los pilares toténücos y los 111angos
de clichaT~i. la ·cabeza eStá colOcad;.1 sie1npre de n1anera que el largo
hocico apunta hacia .abajo. Visto de· perfil, el frente de la cara
es cu.1drado a C<lusa de la prolongación hacia adelante de la nariz
sobre la parre frontal de la boca. l<] ojo por lo genen1l es redon-
do, pero a veces está rodeado de líneas <llargado1s del párpado con
ángulos agudos interiores y exteriores. A veces el agujero de soplar
se representa 111ediante un punto circular sobre Jn frente. Unas
cuantas representaciones de la orca aparecen en la figura 17 6 tal b e e
co1no se encuentran en inangos de cuchara hechos de cuerno de
cabra n1nntés. En a y b la aleta dorsal se levanta in1ncdiata1ncnre Fig. 176. a-e. Obras de talla en fomia de 111a11gos de cuchara de cuerno de cabra
sohre la cabeza del anin1al. La cara invertida en h prohablc1nenre 1nontés que representan a la orca, tling1ts.
representa el agujero para soplar. En a y e las alcras están ple-
gadas hacia adelante; en el últin10 espéci1ncn la cola está vuelta
enfrente del cuerpo. En el cascabel (fig. 177) aparece la gran
cabeza C<lracterística con: la cara de t:unaño exagerado. L<1 .boca
está proyista de gn1ndcs dientes; el ojo es redondo. Frente a la
aleta dorsal; el úlrin10 non1br:H.io sol<uncnrc cnscñ~1 h1 C<thcza. I. . . a
178) es anonnal por cuanto tiene una aleta dors~1l n1uy pequeña.
(véase tan1bién la figura 1_82 d).
:\lgun<ts 1náscaras y platos de los k\V<1kiutles que representan
<l Ja orca se ven en la figura I 79. Aunque ha)' algunas diferencias
en el trata1niento del ani111al, Jos rasgos principales son con1unes
, a.. ~.!.lll_U)~ tr-,,iRr\t~~-l~odos estos cspecín1enes, n1enos el h, tienen Ja
aleta dorSal; ef últi1no no1nbrado soLuncnte enseña la cabeza. La
Fig. 1i7. Casc<lbcl que re- Fig. 118. Flor.Hlor de n1adera que represen.ta
nariz. larga y alta se cncuentr;l en todos, a excepciún de e, d y e.
presenta ;1 la ore:"!, h:tidas. a la orca, haid;ts.
La cara ;i!ta y de gran tamaño es común a todos ellos. En la fi-
gura e se ve un gr.in plato do111éstico!• que se dice representa a la
!:. f_-;tas cucharas pbnas de 111atlera se usoin p•1r;1 co111er las bayas del j:ihon-
cillo b,nidas h<Jsta h;1ccr espun1~1.
fl Estos platos se usan en fas gran<lcs fiestas. Algunos son de enorn1c t:1111aii.o.
Son cn1blcnms <le ]:¡ fa11ú!io1 del duciio de la co1sa.
194 COST.'l. DEL PACIFICO SEPTE"TRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRION."L 195
---~
dientes, a 111enudo en el acto de tragarse algún ani1nal. Frecuen-
ten1ente tiene salida la lengua. Las v~ntanas de la nariz son altas y
~ e
redondas y están representadas a veces por espirales (véanse tam-
bién las figs. 157 yr 175); en los pilares toté1nicos y los n1angos de
cuchara labrados se parecen a las de la orca, pero no se extienden
tanto hacia atrás. Hay una vuelta pronunciada en el perfil desde
la nariz hasta la frente. Las patas son grandes (fig. 181).
En la figura 182 se presentan tres cucharas para bayas que
según Charles I:~densa\v representan al oso. La figura 182 a es n1uy
f clara. Al final de la cuchara se ve la cabeza con una enorn1e oreja
Fig. 179..\ Lísc;1r.1s y phitos que rcprcscnt<lll a la orca, kw;J.kiutlcs.
( 1), cuyo ta111año está detern1inado por la forn1a de la cuchara.
Hay dos dientes indicados por curvas rojas (2). Debajo de la boca
hay una ancha curva negra, la pierna delantera ( 3), y a la derecha
de ésta la pata de adelante. La parte nlás baja representa las pier-
nas traseras. La figura 182 b no es tan clara. La curva del medio
es la articulación de la cadera; debajo de ella, a la derecha, se
halla el 1nuslo., y a la izquierda la pata con grandes garras. :Edensa\\'
consideraba el diseño que se ve sobre la articulaciún de la cadera
cotno la cola., y la pttnra t.:01110 la cabez;1, pero yo pongo en duda
cst;.l interpretación. l~l cxtren10 de la cuchara se ascn1cja inás a la
cabeza de un 111onstrL10 n1arino y el diseíio de la articulación
de la cadera es parecido a una aleta. La figura 182 e fué lla1nada
ta111bién por el nlisn10 infonnantc con el no1nbrc de oso, )~ la 182 d
con el de orca. Las coloco una ;1l lado de h.1 otra porque el parecido
fonnal de la p~1rte inferior de an1bas ·es sorprendente. La tnitad
derecha de la base de 182 e tiene la fonna característica de la
:1lera dorsal de la orca y corresponde a un diseño análogo que se ve
en la figura 182 d. F.n a1nbos cc1sos el ojo invertido ~ncin1a de la
Fig. !81. ·r.tlbdos de n1;1ngos de cucharas
hechos de cuerno de cabra 1nontés que
"aleta" podría ser la articulación. El resto del diseño está for111ado
Fig. 180. Casco <1uc rcprc~
scnt;l a b orc;l, tlingits. rcprcscnt;lll :i.l oso. por elen1enros del ojo y las paras que no .se reconocen fáciln1ente.
l~n 182 d las curv<lS plan;1s del n1cdio pueden ser el cuerpo; enfren-
196 COSTA DEL PACIFICO ·SEPTENTRIONAL
COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 197
te, a la izt]uierda, la aleta, y encima de ella el ojo y la boca. En
pero debajo de la barba pueden advertirse las dos aletas pectorales
182 e los . cJc1nc~1tos son todavía n1enos claros. Según Edensav:
·- que lo itj~Qt.ifi<;~!l con10 pez.
no hay cabeza, solainente una cola en el extrcn10 supcriu1 ~l.. l,l
En la figura 186 ~parece el nrnng:o de una daga de cobre en el
cuchara. cual la boca con los angulos depr1nudos, las Hncas curvas en los
Son 1nuy ntuncrosas las representaciones del 1nons-
truo 1narino, cuya fonna es en gran parte la de un oso, y
en parte la de una orca. J~n algunos casos el n1onstruo
tiene una cabeza y cuerpo de oso (fig. 183 ), pero con
aletas pegadas a lo~ Ct)do~. .l::n esta for111a aparece en
1nuchos 1nangos de cucharas de cuerno (fig. 184). Y en
otros casos 1'fiás, Cata:tcerísticas
del oso.- v de la orca están e_n-
tren1ezcfadas de diversas 111a- Jl,®í
ne ras.
La rana está caracterizada 2" ~
por una ancha boca desdenta- lfÍJ,
da, una nariz chata y la falta J o '--'
,o
de cola. (9)
La serie que sigue (figs, 185- o
188) se compone de represen-
taciones de la lija o tiburón.
Cuando está representado todo
el cuerpo de este anin1al, se ca-
racteriza por una cola hetero-
cerca, una boca grande cuyos
ángulos se dirigen hacia abajo,
una serie de líricas curyas en
cada carrillo, tiue representan
las agallas, y una frente ;1lta
que ;cn1ata én punta e i111it;1 la ,e
d
posiciún inferior de la boca. b
Está decor;.1da a n1cnudo con Fig. 18:!. Cucharas para co1ncr Fig. 183. Figura tallada que represen-
dos círcuJos;·. (las-· .\~encanas de hay~1s que representan al oso; tt, b, ta a un n1onstruo 111arino, dingits.
la nariz) v una serie de lí- tsin1shiancs; e, tlingits; d, repre- Fig. 185. Parte de un pilar totéinico
ncas -curvaS_. (arrug2s) parcci- senta a la orc:1. tallado en piedra que representa a
un tilnfr/111 c"iifonado i>or un águila,
das a las líneas de las agallas delos c.1rrillos. Fig. 184. J\[angos de cuchara hailfoS.
La figura 185 rep~csenta a un tibun'n1 dcYorando a un nlero. rnllados en cuernos de c;ihra Fig. !86. Enipuií.adur:i de una daga
y está to111ada de la parte superior de un pilar toténlico. L~1 cabeza n1ontés, que rcpresent<lll a un que representa la c01bcza de un tibu-
1nonstruo n1:irino.
ticn~ los sí1nholos C<~racteríst!cos, a los cuales se han agregado rón, tlingits.
aqu1 los nu111crosos dientes afilados que se encuentran a 1ncnudo.
carrillos_ y el on~a111~nto que se levanta por cnci111a de la frente
aunque no regulannente; con10 sín1bolos del tiburún. Se ha 0111i-
caractenzan al nburon.
tido la 111ayor parte del cuerpo porque el anin1al está suficiente-
, Una pipa pequeifa (fig 187) tiene la forma de un tiburón
1nente identificado por los sí1nbolos que se encuentran en la cabeza;
l'J extrcn10 cuadrado, a 1nano derecha, es la cara del anin1al (figu~
198 (XJSTA DEL PACIFICO SI::PTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIO:--lAL 199
ra 187 a). Los ojos .y la boca esnín incrustados de con~ha de oreja guiente serie de sín1bolos se ha descrito en las observaciones que
1narina. A causa de la estrechez de la cara las tres lineas curvas preceden:
que gcncraln1cntc se encuentran en los c"airil~oS están colocadas l. Del castor: grandeS _·¡n~isivos; nari~ .gr.a1~de y redonda; cola
debajo de la boca. El extremo opuesto de la pipa presenta la cola esc;u11osa, y un palo sostenido en las patas delanteras.
vuelta para arriba. En los lados se ven grabadas las aletas pec- ~. De la escorpina: dos espinas que se levantan sobre la boca
torales que se extienden sobre el cuerpo de la pipa. . y una alet;1 dorsal continua.
La figur;1 188 es copia del tatuaje de la espalda de una mu¡er 3. Del ga·viltfn: pico grande y cncorv<1do, cuy:J. punta está
haida. Aquí rcncn1os única1ncntc el contorno de la cabeza de un vuelta hacia atr::Ís de 1nanera que toca la cara.
tiburón, caracterizada nucvan1cntc por sus señas peculiares, la fren-
te alta, los ángulos dcprünidos de 1~1 boca y las líneas curvas de
c;1da carrillo.
Fig. 187. Pi¡:r.l. de palo ljUC rcP.rcscnta Fig. iS8. Tatuaje que represen~
a un tiburón, tlingits. ra a un tiburón, h;iid:ts.
200
COSTA llF.L PACIFICO SEPTENTRIONAL \ COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIQ:-;AL :!01
lengua saliente; nariz grande y redonda; y vuelta bruscan1ente des- grandes y redondas, dientes grandes y oreja larga. El oso pardo
de ht troíllJY,1 hasr.1 la frente. b tiene un ojo redondo con un 2ro blanco, 1nás pcqueñn g ..1e· el
8. Dél ·111tnJstruo 1na1-ino: cabeza de oso; garras de oso con del oso pardo del n1ar. La nariz no es redonda sino alta, los dientes
tnctuhranas nat:ttorias afi.adid.1s, y ;agallas y cuerpo de orca, con va- grandes pero no canto con10 los del oso pardo del 1nar. La oreja
ri;1s aletas dors;1lcs; u otras 111czclas del tipo de oso Y de orca. es pequeña y puntiaguda. El castor e tiene, aden1ás de los grandes
incisiYOS, una nariz alta y redonda y una oreja n1uy_j)Cqueña. El
e
1
1
b e
a
d f g
Fig. 19.::?. 1·ipos de ojos de di\·crsos seres, kwakiutlcs; a, ballena; b, león n1arino;
f g e, rana; d, serpiente de dos cabezas; e, hon1bre; f, trit6n; g, espíritu del 1nar.
e
Fig. 191. 1"ipos de oj(ls de Y:irio!-i ani1n:11cs, indios k,\·:1kiutks; a, oso n1arino;
{J, u~o pardo; e, c1stnr; d, lobo; i:, ;lguila; f, cucn·o; g, orca. lobo d tiene un ojo largo y oblicuo; la Oreja está echada hacia
atrás; tiene 1nuchos dientes. El ojo del águila e tiene una n1edia
9. De J:1 Jibé/u/ r: cabci'.'cl gr:1ndc, cuerpo delgado y seg111cntado
1 Jun<t blanca detrás del globo, la nariz. es oblicua y está puesta en
v aL1s. . · · ¡ alto sobre el pico. El ojo del cuervo f es blanco en el centro. La
·· ¡o. f)c la r1.1na: boca ancha y sin dientes; nanz e 1ata, y i1u- orca g tiene unas cejas ntU)' grandes, un ojo )' cara largos, nariz.
sencia de la cola. . . . y boca largas tan1bién, ésta últin1a con. n1uchos dientes. L~J ballena
1 ¡. Del pitáu de asta de cier't'O 1?crson1f1cado: scnICJa~:rc a un ·(fig. 192 :7) tiene un ojo y una nariz redondos. El' lebn n1arino
·
050
con la boca depri111ida en las conusuras co1110 la de la_hJª· . 11 b tiene una nariz redonda, dientes grandes, el ojo junto a la na-
1~- f)el Citraco/: tron1pa larga con brusca ,-uelra l~a~1<1 aba10 .. riz y un.1 oreja pequeña. La rana e tiene un ojo alargado, boca
I-1c tenido ocasiéin de cx:.uninar con 111,1yor ~-S~-!~1~1~~º· -~~}-~);r.. plana y nariz chata. La serpiente fabulosa de dos cabezas d ticnea un
J.:.,,-,1\.;.iudes con respcct~ a los sí~1!bolos us:1dos pa_ra _ cs1gnar. a ojo pequefio con10 el del lobo, una nariz en espiral y ~In penacho
cierto·~ ani1nalcs. LTn ~lrnst"J n1e dio un:J sene de d1sc1:0~ del ºJ? también en espiral. Los ojos del hombre, del tritón >" del espíritu
junto con las partes ·.idv-.1centes de h1 c·rn1 y me exphco,de qu~ redondas (fig 193) son asin1is1no características de h1 cola del
111 ,1ncn1 car;1ctcnza ca<.11 uno al an11nal de que se tr.rta. Estos d1 del mar que da la salud aparecen en e, f y g.
seños pueden ,-crs<.! en ~;1s figu_r .1s 191 y. 192.. ~ . . . Los k\vakíucles proclan1:1n ca111bién con10 n1~ldelo de la coL1
F.l oso p;1rdo lil•H·ino a nene un ºJº g1 ande. cuy,1 fo:n1J no del ave una articulación con un solo ojo, aunque algunas veces
est;l. concrctan1cnte dctcnninada, unns Yenranas de la nari/: n1uy puede haber dos globos encerrados dentro de un ojo. Las plumas
ave. La cola de la ballena, orca y n1arsopa, por otro lado, está
tt ,.éasc t·,1n1hién b c.u:·.1ctcrizaciún del Jobo, p. 207.
~02 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL
COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL
203
dividida en dos partes y las aletas tienen doble curvatura por el
lado de ·:.?dc:T!"ro. .
Los kwakiutles pretenden a.c:;i1nis1no que exista una diferencia
entre los diseños que representan plumas del ala y los que repre-
sentan aletas (fig. 194). Las plumas ,;d ala deben ser puntiagudas;
.- ,., __ ,_,_,,,_.,,.~:f""' !a aliet~1, por su parte, no tiene punta y h:1 sido cortada a escuadra .
En !:is figs. 19 5 y
i96 están representa-
dos los cle111cntos ca-
racterísticos del 1nero
v del lobo. Se supone
que tales cle1nentos se
usan por los kwakiu-
tles en representación
de estos ani1nales, es-
cogidos de acuerdo
con las exigencias del
ca111po decorativo. En
las figuras que aquí se
reproducen se dan sin
referencia alguna al Fig. 195. Elen1entos usados en la representación del niero, kwakiutles.
ca111po decorativo. En
la fig. 19 5 está repre-
sentado el n1ero de la
n1anera siguiente: ( 1)
la boca Y enci1na de
ella la nariz, (2) los
Fig. 193. E,qilos de colas, 'l.:\\·;1kiutles; arriból. ojos, ( 3) el hueso de
ª'·e; abajo, ni:unífcl'os n1arinos.
la parre superior de la
cabeza, y ( 4) el lado
de la cabeza. En ( 5)
se presentan las aga-
llas; ( 6) y ( 8) repre-
sentan el· canal intes-
tinal, y (7) es la parte
del canal intestinal in-
111ediata1nentc debajo
IJA(·~
del cuello; ( 9) es la
clavícula, (10) la ale-
ta lateral, cuyos hue-
Fig. 194. Estilos de diseilos de alas ~· sos se ven en ( 11);
Fig. 196. Elcincntos usados en la representación del lobo, k\vakiutlcs.
-1.lisci'ios de aletas, k\\'akiutlcs; arriba, alcr;1; ( 12) es la sangre coa-
:1h;1jn, al;1.. gulada t¡ue se cncuen-
COSTA DEL PACIFICO SEPTE~TIUO~AL 205
104 C<)S'íA I>EL PACIFICO SEP.fE:"-rrRH>'.\.'AL
frente del oso. Cada uno de los tableros laterales representa a un ca del borde inferior de la manta. La cara del centro del borde
oso joven. El diseño que corre a lo largo del borde infe~~or es el inferior es la cola del cu7rvo .. Los diseños del ala lateral que se ex-
arroyo de agua dulce en que vive cf oso. ~egun Jo1111 l~. ~\~;1nton tienden hacia la parte mfenor debajo de las mandíbulas de la
esta manta representa al oso pardo del n1ar. .La exphcac1on de cabeza grande, son las alas del cuervo. Los tableros laterales re-
las partes principales es la misma que da el Temente Emmons, sal- presentan a los dos cuervos jóvenes de perfil.
vo que las tres cabezas que están a lo largo del borde supenor se La manta que aparece en la fig. 204 presenta, según Emmons,
..• ,.. · han explicado, hl del en la part1;._superior, a un.oso pardo sentado. En el cuerpo del oso
1nedio, corno la par- hay una cabeza de cuervo. Los cuartos traseros .están tratados
te lnás alta de la ca- con10 una cabeza de ballena. Los ojos son al. ru.is.ino tien1po las
beza, y las !.uerales articulaciones de la · '-·3
con10 ias orejas. Los cadera, la boca, los
diseños del ala t1ue se pies del oso. Según
extienden hacia los otra explicación que
lados desde el borde le dieron, la figura
cortando las partes principal es una ba-
medias de los table- llena cuya cabeza
Fig. 202. i\.1anta chilkat. ros laterales, fueron está abajó. El cuer-
explicados co1no par- po, vuelto para arri-
te de las piernc1s de- ba, está tratado con10
1-J.nteras que repre- una cabeza de cuer- Fig. 204. 1'1anta -chiikat.
sentan probable111en- vo, y la cola con10 una cabeza de oso. Los tableros laterales son
te las aletas que se los c<?stados y la espalda de estos anin1ales, pero represent<ln al nüs-
cree iban pegadas a 1110. t1e1:1po, a \111 "águila de _pe_:fil arriba, y a un cuervo de perfil
los brazos del os·o aba)º· .S~gun S"'anton el diseno representa a un n1ero. La cabeza
p<1rdo polar. Los dos esta ahaJO. To~a la gran cara del medio representa el cuerpo; y la
ojos in,·ertidos en el cara grande 111as cerca del borde superior, la cola. Los diseños del
Fig. :!03. ,\tanta chilkat. borde inferior, con ala en _los tableros laterales, cerca de la cabeza 111ás baja, son las
los ornan1enros ::uia- pequ.enas aletas pector::1les y el resto de los can1pos laterales, la aleta
didos a la derecha e izt1uicrda, se decía que representaban las pier- continua del borde.
nas traseras. La tnanta de la _fig. 103 (p. 112) representa, según En11nons,
La n1anra que aparece en la fig. ~03 reprcsent::1, según l~nnnons, a una ballena sun1crg1da y los can1pos laterales a un cuervo sentado.
a una loba con su hijo. Al cuerpo del lobo se le da la fonna Je l.,;1 C'J.bez'J. con h1s fosas nasales )r la boca se Ye en la parte inferior.
un gavilán; los dos ojos y los disefi.os de alas entre aquellos cerca La ~ara central representa el cuerpo. Los ojos junto al borde su-
del borde inferior de la n1ant<1, son la cara del gavilán. El dise11.o penor son las alet;1s de la cola. Los diseños de caras a los lados
doble ·d-e-plun~a-·.euci1ua' de: estos ojos representa._ -las orejas del ga- del cuerpo representan las aletas. En los-··ta-bktn~~lateiaies·"'"SC pre-
vihl.n. La cara del centro del borde inferior de la nianta representa senta al cuervo scnta?o. Según S\vanton la 111is111a tnanta representa
el cuerpo, y los dise1los de plun1~1 del ala guc se extienden hacia la ;1. un lobo con su cr1a. La cabeza se ve en la parte inferior. Las
parre inferior bajo los ángulos de las 111andíbulas del lobo, las alas p1crn;1s traseras y las ~rticulaciones de la cadera están representa-
del gavilán. En los tableros laterales se ve al lobo joven sentado. das por dos .grandes OJOS y los orna1nenros yccinos a lo largo del
Estos diseños probable1nente representan al 111isn10 tie111po los la- b:lrdc superior: los dos scgn1entos obscuros in1nediatamente enci-
dos y la espalda del cuerpo del lobo. Según S\\·anton la 111;1nta ina del ojo son los pies. La cara en el n1edio del diseño representa,
representa a un cuervo joven. ~] cuerpo del ave est{1 ocupado por con10 de cc_lst~rnbre, el cuerpo ~el anin1al. El pequeño diseño del
dos perfiles de cuervos representados por dos grandes ojos cer- OJO. con d1senos anexos de ore1a y ala, en n1cdio de cada lado
212 COST.~ OEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIO~AL 213
del cuerpo, se interpretan como la pierna delantera y el pie. Cada de los ángulos superiores y externos deberían ser los orificios de
uno de los tableros laterales se explica con10 la representación de un resoplai'._,
lobo sentado. · r~~sto;. cic111pk>s den1uestran clara1nente la an1plitud del ca111po
I-lay tainbién considcn1bles discrepancias en la explicación de c:1 (1ue puede ejercitarse la fantasía del intérprete. Los s;n1bolos
la n1anta que aparece en L1 fig. 205. Según ILnHnons, representa se prcst2n a diversas explicaciones, que se escogen proh:-thlc111entc
a la orca. En cada una de la.s cst1uinas inferiores está la nütad de la
cabcz;l con dientes; enfrente de los dientes, las ventanas de.-la na-
riz, entre las dos inirades de la cabeza; en el borde inferior de la
manta, la cola. La cara invertida, en el medio del borde superior,
representa el cuerpo. Los grandes diseños cuadrados que contie-
nen el diseño de las
anteojeras, a cada
lado, se i.nterpretan
como agua lanzada
por el orificio de so-
plar. Una mitad de
la aleta dorsal está
indicada por un pe-
queño diseño redon- Fig. 208. J\'láscara con
c··
l·1g. 20·'· J\anta
'1 1 "lk·ar.
cu do de la pluma del Fig. 207. i\láscara que pintura que simboliza
ala en cada esquina representa al gaYilán, al pican1aderos,
tlingits. tlingits.
superior, y el rostro humano de perfil que se halla debajo de él
representa una mitad del orificio de resoplar. Según Swanton está
de acuerdo con las filiaciones totén1icas de su due-
representado aquí el espíritu del nlar. En cada esquina inferior se ve
ño. ~ó todos ellos parecen estar enteran1ente de
una mitad de la cabeza; el diseño del ojo enfrente de la lengua se
acuerdo con el uso 111ás aceptado en el noroeste; por
interpreta como la barba. Las dos caras en el medio del borde infe- ejemplo la explicación que da Swanton de la manta
rior se explican con10 los hijos de este espíritu del 111ar; los diseños últi1na111ente 111encionada parece dudosa por la posi-
de plu1na de pican1aderos enCiina de ellas, con10 la parte interior del ciún invertida del son1brero y la interpretación de Fig. 206. J\-lode-
cuerpo del viejo ani1nal; Ja gran carel invertida en el n1edio del bor- un ::;i1nplc diseño de ala con10 el cuerpo. lo de pibe ta-
de superior, _cqmo su sonlbrero; los grandes diseños cuadrados a l-lasta aquí he estudiado los sín1bolos única- témico con tres
cada lado de esta cara, que c6ntienen los diseños de anteojeras, co1no 111enre en conexión con su uso en la representación figuras que re-
la aleta dorsal; las dos caras hu1nanas de perfil cerca de las esquinas de varios. an1111a
. l es. r.s
T.'. •
necesario •
averiguar a I1ora d e abajo
pre·senrn.n, de
arriba, a
superiores; -los hijos, cuyos· cuerpos se representan por el diseño de qué 111ancra se les en1plea para identificar a los ani- la escorpina, la
plun1a red~>nda sobre la cara. n1a,l~. lieiµos .'3_stt)..,qtle en algunos de los casos an- lija y el 1~ons
Todavía n1e fué proporcionada otra explicacibn del nüs1no reriores estaban representados anitnales completos y trua 111ar1 no,
pa.trbn. .En cada ángulo inferior se presenta una 1nitad de la ca- que se le> identificaba por medio de estos símbolos. haidas.
beza de la orca. Su alimento está representado por el diseño del Sin embargo, se concede al artista gran libertad en
ojo enfrente de la boca. La cola está debajo, en el medio; las dos la sclccciéin de la figura del anin1al. Cualquiera que sea su for1na,
111itades de la aleta dorsal están in1nediata111ente encin1a de la cola; inientras se hallen presentes los sín1bolos reconocidos, queda esta-
la cara invertida de la 1nitad del borde superior es el pecho; los blecida su identidad. f·fc1nos n1encionado anteriorn1enre que los
diseños cuadrados adyacentes y el diseño de plun1a redonda <lncxo sín1bolos se aplican a 1nenudo a los rostros humanos, nüentras que
son las patas delanter<Is. I:~n consecuencia, las caras de perfil cerca el cuerpo de la figura tiene las caractcrístic;1s del animal.
'·
'
214 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACil'ICO SEPTENTRIONAL 215
En el pilar totémico 'de la figura 206 encontramos aplicado calan1ar. Por n1edio de este sín1bolo se reconoce la cara como la
este principio. Cada uno de los tres anin1ales representados en él del calamar.
tiene un rostro humano, al cual se agregan sín1bolos característicos. De la 1nis1na 1nanera la n1áscara ae la i1gur:a .!. i u se ii:fenniica
En la figura de arriba las orejas indican un ani1nal; los brazos, a con10 la orca por los dos ornan1entos negros pintados en la mejilla
los cuales se han agregado 111en1branas natatorias, al 111onstruo n1a- izquierda que se ex-
rino (véase fig. 183). La figura siguiente hacia abajo representa
t~s~~~~ ~~;~,:.·;e~~º~ CC:':/:1':.1 ~-et?
'al 'tilfür{m. Originalmente estaba agregado a él un fabio grande
con un labret. Esto indicaría que to que está representado es un sentan la aleta dorsal ~ --- ~
de la orca. fig. 211. Grabado en madera que representa
tiburón hen1bra. Sus
Estos síinbolos se a la orca, tlingits.
sí111bolos son la tron1-
usan tan1bién con10
pa alta peculiar que se
pinturas faciales y pinturas del cuerpo por los bailarines, a quierÍes
levanta sobre su fren-
se reconoce de esta 1nanera con10 personificación del animal en
te,. y las aletas, que es-
cuestión, o nlie111bro del grupo social con que están asociados los.
tán colocadas bajo la
animales (véanse las figuras 264 y 265, pp. 244 y 245). A veces
barba. El cuerpo de
estos sín1bolos están adheridos a los trajes. Perrenece a esta clase
la figura n1ás inferior el adorno (fig. 212) que representa la
que se ve bajo la cara
aleta dorsai de una orca y se lleva pe-
representa a un pez; y
gado a la parte de atrás de la n1anta.
las dos grandes espi-
Habiéndonos fanüliarizado de este
nas que se levantan
n1odo con unos cuantos sín1bolos de
sobre las cejas especi-
Fig. 109. 1\1áscara con Fig. 210. l\láscara con anitnales, investiguen1os en seguida la
cejas que sin1boliza al pintura que simboliza a fican a la escorpina. manera que cn1plea el artista indígena
c:ilan1ar, tlingits. la orca, dingits. En n1uchos casos
para adaptar la forma animal al objeto
los cuerpos de los ani-
que trá.ta de decorar. Ante todo dirigi-
111ales no están representados y los síinbolos esenciales se aplican a re111os nuestra atención hacia una serie
una cara puramente hun1ana. Este estilo se encuentra en n1ás- de ejemplos que demuestran que aquél
caras y pinturas faci'1.les. se esfuerza, sie111pre que le es posible,
La fig. 207 tiene una cara hu111ana con orejas tatnbién hun1a- por representar a todo el ani1nal en el
nas. Sólo la nariz indica que no se pretende representar, con esta objeto c¡ue desea decorar.
n1áscara, a una criatura hu111ana. Está fuerten1ente encorvada Y La figura 211 es un garrote que se Fig. 212. Grabado en 1nadera
echada atrás hacia la boca, "si1nbolizando así al gavilán.· . usa para 111atar a las focas y al n1ero que representa la aleta dorsal
En la fig. 208 ven1os la cara de una n1ujer con un labret de antes de n1cterlos dentro de la canoa. de la orca, t!ingits.
ta111año n1oderada1nente grande. Las orejas, con10 antes se ha expli- f:] g:abado representa a la orca. La ale- Fig. 213. ,\Iodclo de un pi!ar
ca_d_o, son la_s_ d~_o..-HJl~ a~i1~~al.,,".. ~~ª-· n9.riz, que se ha perdido, tenía ta dorsal, sí111bolo principal de la orca, toté_nüco ':JU.:... ~:rr~.<:!!!.~.. -~_ ..1.111
tiburóil," ha:idas. · ·
indudablen1ente la forn1a de. un píco de ave. De esta n1anera la cara no podía faltar; pero si se la pusiera en
se caracterizaba con10 la de un ave; estaba calificada con10 tal, en el bastón en posición recta, este
en parte, por la for111a del pico, pero principaltnenre por los or- objeto tornaría una forn1a incó1noda. En consecuencia, el artista la
na111entos pintados en rojo y negro en los carrillos y la frente. dobló hacia abajo a lo largo del costado del cuerpo, de modo que
Estos orna1nentos representan las plu111as del pic<nnaderos de ah1s cubre la -pata delantera. La cola de la ballena habría estorbado el
encarnada::. n1:lnejo del n1ango, y en vista de ello se la volvió hacia adelante y
Una 1nascarita que representa un rostro hu1nano (fig. 209) está acostada sobre la espalda.
tiene, en lugar de las cejas, dos filas de círculos: las ventosas del La deforn1aciún del cuerpo ha sido llevada todavía n1ás lejos
216 COSTA DEL l'.\CIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 217
en el mango de una cuchara (fig. 176 a., p. 193) que representa barba hay dos patas delanteras. El cuerpo debe considerarse vuelto
al 1111sn10 anJJnal. La gran cabeza de la ballena, a la cual van agrc- hacia arriba, pero ha sido acürtado tanto que sólo queda la cola,
g•·.das las patas <lclantcras, está cerca· <le lá concav1dau de Ja '"cü..:: la cual se levanta in111cdiaran1ente enciina de la cara.
chara. l:] cuerpo ha sido forzado hacia atrás hasta doblarlo por En un son1brero de baile hecho de palo (fig. 218) los sín1-
coinpleto. Por consiguiente, el patrbn de la superficie de la cola holos han sido agregados a la cabeza. Con10 todo el cuerpo ha sido
se ha g~abad<~ en e~ reverso de la cuchara, y las dos 01nitido, la aleta dorsal, sí1nbnlo esencial, ha sido trasladada de la
proyccc1oncs 111111cd1ata111cntc debajo de la boca son las espalda a la _cabeza, )' las patas,,...delanteras se han añadido a la
dos puntas de 1::1 col;] de la ballena. La alet;l dorsal se cabeza derr~s de las cejas.
cxticnde·hacia arriba desde la cabeza de la lia!lena. entre
las picn~as del ho111bre que fonna la punta del n1ango.
. :'_La .f1gur~ 2-l ~~S· un pequeño pilar roté111ico que re-
presenta al tiburon. La P..~~-nta de la cola del anünal for-
111:1, el ren1atc superior del p_ilar, _xnicntras que la cara
esta colocada en su cxtren10 1nfer1or. Con10 la n1ayoría
Fig. 215. Cuchara para bayas con Fig. 2 !6. :\nzuclo para n1ero que repre-
de los sí1nbolos del tiburón se encuentran en Ja cara, senta al castor, clingits.
diseño que representa •l .águila.
h~1bo necesidad de llevarla a una posiciún en que pu-
diera verse de frente, pero el artista deseaba ta111bién
n1ostrar Ia espalda del pe-.t. )Jara que fueran visibles las
aletas las empujó hacia atrás mucho m:ís allá del sitio
que en realidad les corresponde.
Lavar~ del jefe.(fig. 214) que repr.esenta igualmen-
te a~ nburon. ha sido defonnada del n11sn10 1nodo, pero
aqu1 se le ha di.1do toda la vuelta a Ja cabeza, de n1anera
que mirn a la espalda del pez. Las alerns pectorales se
,·en deba¡o de la barba.
En la cuchara para bayas (fío-. "15) hay un áuuil;1
1 , b . b
cuy~ ca 1cza esta co111ple~an1cnte Yoltcada. El ala pc-
<1_ucna ocun::1 el c¡~1;1po brlJº, la_ cabeza. F.l n1;1rgen supe-
no.r con dccor;tc1on geon1err1ca representa el cuerpo Fig. 217. Parte de pilar toténüco que representa :al tiburón, haidas.
ba¡o el cuc!! se ven las articulaciones de la· cadera, h1 Fig. 218. Sonllircro de baile que representa a la orca, tsin1shianes.
pierna !" el pie. Fig. 219. Son1hrero de p:ilu con un grabado que representa a la escorpina.
Los c;unhios de posiciún y de ra111año relativo de
hts p<1rrcs del cu~rpo, resultantes de t<lles adaptaciones I•:n todos estos casos el artista se ha to111ado grandes liberta-
r· .. ~i-+ , •. _ a !;1 forn1a del ob¡eto por decorar, son todavía de 111avor des con la forma del cuerpo del animal y lo ha tratado de tal
r~~-Jc1 . ¡cf~,,-.:iJ!~a~~~-:lU~ 5i~PJirn.tcs ejen11:los. · 111anera que los sí111bolos se vuelven clara1nente-visibles-. E:n':gmcral
que re pre- l·.n un anzuelo de n1ero (f1g. 216) o-rabado con un procura representar a todo el anin1al, y cuando esto no es posible,
scnta :i! tihu- diseño dci castor, los dos int:iSiYoS, sgnb:J]Os de esrc presenta todas sus partes. Las partes insignificantes se onüten fre-
ri'm, tlingirs. anilll<lL han sido trasladados al 11lis1110 hH.io de L1 boc~1. cuenten1ente.
. . l·~n rc;1_lidad sói~> uno de los incisi,·os es ,·isible de per- Deformidades de largo alcance resultan del reajuste dCI cuer-
fil, pero siendo s11nbolos unportantes, se les presenta a los dos. po aili111;1J al c::unpo decon1tivo y de la necesidad de conservar
. La figt~r;1 ~ 17, e: un tiburón representado en la parte supe- sus sín1bolos.
rior de un pilar totenuco. La cabeza del ani111al aparece bajo Ja for- La figura 219 reproduce la parte de arrib;1 de un son1brero de
111a de un rostro hun1ano con los sí1nholos c:1racterísticos. Bajo 1:1 palo en el cu<li se ha grah;1do la figura de una escorpina. F.! ani-
COSTA()[,(, PACIFICC) SEPTE::--:TRIO;\J'AL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 219
218
inal está visto de arriba, con10 si estuviera acostado con su la~o divfsi?n, y _sería 1nuy difícil junta~ los cuatro aspectos en forn 1a
inferior sobre el son1brero. La fonna de los son1breros de. baile arnsnca,_ 1_rnc_ntras que los .dos. perfiles no ofrecen dificultad. Este
de estos indios es la de uü "con<> trlln~ad_o. A la parte de ar~1ba se · es. el 1nérodo de representación· empleado por los artistas indígenas
agrega una serie de <~nillos, hecho~ pn~1c1paln1ente d~ ~este~~a, que (f1gs. 2"!, 255-257, p. 239). Se supone al animal partido en dos,
indican el rango social de su ducno, siendo cada amll» el sn~1bolo ~k la cabeza :1 la cola, de modo que las dos mitades coinciden
de un peldaño ascendido en la escala social. Por este m'.mvo la un1can1cnte en la punta de la 1~ar1z y la punta de la cola. La n1ano
arte de arriba del so1nbrero no pertenece al ca1npo decor~nvo, pasa }mr•· este c1gt1Jero, y el an11nal rodea entonces la muñeca. En
Puc está confinado a ia super~icie del c<~no. A consccuenc1~ de esta }~osiciún está represe~t?d~ en el brazalete. Por consiguiente,
~to el artista se vió en la necesidad de abrir la espalda de la escor- el n1etodo adoptado es 1dent1co al que se usó en el son1brero
pina lo sufic..-iente pf:ra hacer lugar a la ffreca en el c_a_111po de- (fig. 219), con la diferencia que la abertura central es inucho más
·-.;orativo. Lo hizo así representando al ;1n1111al con10 v1~to desde grande y que el ani111al' ha sido-:-represeritado en una superficie
· arriba, pero partido y en- cilíndrica no en.:..una . .. --
s:1ncha<lo en el n1cdio, -de cónica.
1nanera que la parte supe- Exa111inando la ca-
rior del sombrero está co- be1,a del oso que apa-
loc;ida en la abertura he- rece en el brazalete e:~'=="!f!§~~~~~~~g~~Ífil~~
ch·a de este tnodo. (fig. 221) se advier- Fig. 221. Disei'ío de un brazalete que representa
La figura 220 represen- te clara1nente que a un oso, indios del Río Nass.
ta un plato en fonna de esa idea se ha segui-
foca. Todo el plato está do con tod? rigor. Se observará que existe una depresión profunda
Fig. 220. PI.reo para gra."a que representa a
• una foca. tallado en fonna de ani- entre Jos OJOS, la cual se extiende hacia abajo hasta la nariz. Esto
111al; pero el fondo, que den1ues;ra que la cabeza propian1ente dicha no niira al frente, sino
corresponde al ,·ienrre, está aplanado y la espa!da ha sido va~iada qu~ esta cotnpuesta de dos perfiles que se unen por la boca y la
para forn1ar la concavidad del plato. Con el fin de conse~tur un nariz pero que no -están en contacto entre sí al nüsn10 nivel de los
borde inás ancho se alargó toda la espa~~a, con lo ci:al el annnal se ojos y la frente. El orna111ento peculiar que se levanta sobre la nariz
,·olviú dcsn1edidan1ente ::1ncho en relac1on a su longitud. Las patas del oso, decorada con tres anillos, representa un so1nbrero con tres
delanteras están ralladas en L1s posiciones que les correspo.nden a los anillos que designan el rango de la persona que lo lleva.
lados del iJlato. Las patcls traseras est~n volteadas y un1.~as estre- . De este n1odo debe111os adnlitir que las representaciones de
chan1ente ~ la cola. L'T n 111étodo parecido de represento1c1on se u~a an1111ales en plat<:s y brazaletes (y pode111os agregar el diseño del
en la decoración de caj;1s pequeñas. Se consider,a 9ue toda la ca¡a son1brero de la figura 219) no deben considerarse co1110 vistas en
representa a on ;111i111~1. El frente del cuerpo esta ~)lnta~o. º. t~~l~~1do perspectiva. sino coino figuras de ani111ales cotnpletos n1ás o 1ne11os
en el frente de la ca1a; los costados, en los, lados de. L1s c.1¡.~s, el dcfonnadas v divididas.
h1do posterior del cuerpo, en la earte de arra~ de ~a 1111sn1a (~canse La tranSición del brazalete a la pintura o O'rabad~> de ani111alcs
figs. 282 v siguientes, p. 260). ~J fondo c.~c L.1 C<lJ<l cs. el cston1ago en una superficie plana no encierra dificultad"::> alcruna. El n1isn10
..:.-...dCl__ ai1in1a.l; la p::irte superior, o el h1d~> abierto de 0:1rr1ba, ,su espal- princ.ipio se :.1plica; y:--1'6!'>-animates::-se· representan ::.ya sea divididos
..,...-~"C-~-:-~-·., da. _Estas cajas. hechas de un;1 sola pieza de 111adcra, estan dobla- en dos, (~e 1nodo gue los perfiles se junten en el incdio, o con l<l
0
. · -e· ...
d~ts. pero aquí se han reprr:senr-.1do sin doblar. . . . . ·cabeza \•1sta de frente con dos perfiles del cuerpo anexo. l:~n los
En la decoraci/H1 de brazaletes de plat<1 se sigue un pnnc1p10 casos que hasta ~1hora se han considerado se cortú el ani1nal de
sen1ejante, pero el problen1a difiere un _t<1nto del que se pr;s~nt<l extrc1110 a extrc1110, o sea desde la boca hasta la punta de la cola.
en ht decoración de caj:.1s cuadrad'J.s. l\'l1cntras 1.1uc en este ultt1110 Se penniriú t1ue estos puntos se juntaran y se extendic'i al ani1nal
c;1so las cuatro esquinas establecen une~ di,·isiún natural entre t:s sobre un anillo, un ~ono, o los lados de un- pris111:1. Si nos i1nagina-
cuatro vistas del anin1al -frente v perfil derecho, espalda y perfil 111os el brazalete abierto y aplanado del n1odo que aparece en la
izquierdo-. en el braz. 1lcre rcdo1~do no existe t:.11 líne. 1 1narcc1d-.1 de figun1 22 I, ohtcndrenHJS un corre del ani1nc1l desde la boca hasta
220 COSTA IWL PACIFICO SLCPTENTRIONAL
COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 221
la cola. unido sola111ente por la boca y con las dos tnitades exteri-
didas sobre una superficie plana. Este es el resultado natural del
en1pleo <lcl n1étodo que se ha descrito cuando se aplica a hl dec0ra-
ciú11 de superficies planas.
(Jaro está que cuando se trata de superficies planas este pro-
cediniicnto pennitc introducir 111odificaciones variando el n1étodo
de hacer los cortes. Cuandcr· se divide de esta nlaLlera el cuerpo
,~ de un anin1al grande, con10 el de un pez o el de un cuadrúpedo
en pie, resulta un diseño que forma una
tira larga y angosta. Por este n1otivo el
n1étodo de cortar se usa principaln1ente -r,_. -
en la decoración de fajas largas. Cuando
el can1po que se ha de decorar se acerca r
1nás al cuadrado, aquella fonna no es
favorable. Para obtener en tales casos un
diseño cuadrado se cortan cuadrúpedos Fig. 223. Pintura tun1ada de la facha-
sentados sobre las ancas de la n1anera Fig. 224. Son1brcro de n1adera pinta-
da de una casa, que representa a un
do con el diseií.o de una escorpina,
que se ha explicado anteriorn1ente, y se oso, tsin1shianes.
haidas.
Fig. 222. Pintura que re-
desdobla el animal de modo que las dos
presenta a un oso, haidas. nütades pern1anezcan en contacto por la
nariz y la boca, en tanto que la línea
media del fondo <1ucda a la extren1a derecha y a la extren1a iz-
quierda.
L.a figura 222 (una pintura haida) que representa a un oso,
da a conocer un diseñ•:> que se obtuvo de la manera indicada. La
enor1nc anchura de la boca, .que en estos casos se obserYa. es pro-
ducida por la unión de los dos perfiles de que se compone la
cabeza.
l<".ste corte de la· cabeza se pone de inanifiesto con la 111ayor
claridad en la pintura que se ve en la figura 22 3 y que representa
iguahncnte a un oso. Esta pintura. se encuentra en la fachada de
una casa tsin1shian. El agujero circular en el n1edio del diseño Fig. 22.'i. Sonibrero hecho de raíces de abeto con el diseño de un castor, haidas 0
es la. puerta de l:-1-·casa. El anin1al está cortado de atr;ls para ade- tsin1shiancs.
lante. de n1odo que sólo se tocan las partes del frente de la cabeza.
Las dos niitades de la n1andíbuh1 inferior no se tocan entre ..si~-Lª~:
espalda está representada por el contorno negro en el cual se indi-
c:1 el cabello por 111edio de líneas finas. Los tsin1shiancs lla1nan a
este diseño "reuniÍln de osos". con10 si en él hubieran sido repre-
sentados dos de estos anin1ales.
I:~n algunos casos los diseños pintado::; en son1brcros deben
explicarse ta1nbién co1110 si estuvieran fonnados por la uni<'in de
dos perfiles. F,sto es lo que ocurre en el son1brero de palo pintado. fig. 226. 1"atuaje que reprcscn- Fig. 227. Tatuaje que represen-
(fig 224), en el cual se ve el dise11o de la escorpina. Se notar;Í t;t a un p~ito, haidas.
ta a un cuen·o, haidas.
COSTA DEL PACIFICO SFPTF.'.'JTRIO:-:AL COSl'A DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL
que sólo la boca del anin1al está unida, 1:nientr_as que los ojo~ están la cola esca111osa, están claran1ente representados. J\1iencras en la
.rnuy separados. L'ls espinas se levantan n11ncd1ata1ncntc enc1n1a de 111ayoría de las obras de talla y pintura.s la _cola está vuelca hacia
la boca. Las patas delanteras están pegadas.ª los ángulos de la cara arriba enfrente del cuerpo, aquí aparece colgando entre los dos
y la aleta dorsal se ve dividida en dos muades, cada una de las pies. El significado de los ornamentos en la parte superior del
cualc:.; está unida a un ojo. . delantal a la derecha y a la izquierda de la cabeza, no n1e parece
(•] castor (fig. 225) ha sido tratado de la ni1sn1a n1ancra. La
111uy claro, pero si algunn tiene~, c~eo que deben considerarse
c:1hezit'cstá partida hasta la boca,_ l', sobre ésta se levanta el son;- como la espalda del cuerpo partido y dóblado a lo largo del mar-
brcro con cuatro an1llos. La d1v1stcin ha sido llevada por <letras gen superior de la
hasta la cola, pero ésta se encuentra ·intacta y vuelta hacia el centro n1anta. Si esta ex-
plicación es exac-
ta tene111os que
considerar al ani-
rna l dividido· en
tres pedazos, con
un corte que co-
rre a lo largo de
los costados del
cuerpo y otro l]Ue
va a lo L1rgo de la
espalda.
Fig. 229. Pobina pintada con La figura 229
Fig. :?28. Delantal de baile rcjido de bn'1 un disciio que representa a un presenta el diseño Fig. 231. Polaina bordad:i
d; cahr,l 1'.lo1:rés. que rcprcscnt:i a un castor, c:lstor scnt;tdo en una cabez:i. de una polaina de Fig. 230. Cuero para que representa :i un n1ons-
rsin1shiancs. de ho:uhre, haidas. cuero, con un cas- jug:ir con un diseño truo n1arino con cabeza
gr;1bado que rcprcscn- de oso y cuerpo de orca,
tor agazapado so- ra ;11 castor, tlingits.
del son1brcro. La itnportancia de los sín1bolos se dc111uestra con haid:is.
bre una cabeza
gran claridad en este espéci1nen. Si se onütjeran lus dos grandes
hu111ana. En _este espécünen observan1os que las proporciones del
dientes negros que se \'en bajo los cuatro anillos, y la cola con las
cuerpo han sido n1uy defonnadas debido a la n1ayor anchura de la
líneas de so1nhra, la figura representarí.1 a la rana._ .,
l~n otros diseños el corte se ha hecho en d1recc1on opuesta
polaina en su parte superior. La cabeza ha sido considerable111cnte
a la que se ha descrito a."nteriorn1entc. \\1 del pech~l a la espalda
en~anchada a fin.de llenar la porción 1nás a111plia del can1po deco-
rativn.
\. el ani1nal está desdobL1do, de inodo que las <los nutadcs se unen
;l lo largo de la línea n1edia del dorso. Esto se ha hecho en los ~l cuero para jugar de la figura 230 está tratado de 1nanera
tatu;1jcs haid.;1s,_ figs. 226 y 227, _que. r.cpr~scntan en su or,?en al se111eF1nte. R~prescnca al castor y probableinente puede explicarse
pato y al cUéf\,o: Fñ an1b·os -sé-·fi'á ·''dejado intacta ·Ia Cüla. El pato con10 un anHnal corcado en dos. Los sín1bo.1os,__ grar1d,i;s. -~isi.-:- _.
ha ~ido partido <1 lo largo de la espalda, de lll<ln~r<l qt~e la~ dos vos _Y una c~la con e_<;c¡unas, aparecen aquí con10 en todas las den1~is
inin1dcs del cuerpo 11() se juntan, salvo en sus porciones inferiores, ~·epr~scntac1ones del castor, pero se hari_ onlitido las cxcrenlidades
nlicntras que las dos niit<1des del cuer\'o se dejan en contacto hasta 1nfer1ores. A lo que parece pudiera explicarse ta111bién este dise1i.o
h~ cabeza. con10 una vista_ de frent~ del ani111al, pero la depresi/n1 profunda
La figura 118 contiene un del<lnt:al de baile tejido con lana entre l<~s dos OJOS no esta en favor de esta suposición. La cabeza
de c:1bra 111oncés atado a un pedazo grande de cuero cuyos flecos consta 1ndudable111ente de dos perfiles que se unen por la nariz y
están adornados de picos de alca. El diseño tejido reprc~~nta al la boca, pero el corte no continúa hasta la cola, que pern1aneCe
castor; los sín1bolos de este anin1al, los dos pares de 1nc1s1vos y intacta.
C()S'fA J)Ef. PACIFIC() s¡.:p·ri-:Nl"RJ()NAI. COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 225
En la figura 231 se reproduce una polaina bordada con caño- l<~s sí111bolos del tiburón den1ostré que se ven mucho mejor en la
nes de plun1a ~bre una_ pieza de ~uero. El diseño, que representa al vista de frente de este anin1al. Por esta razón se evitan las vistas
111onsrruo 1nar1no descrito en la figura 183, debe explicarse tan1bién de lado de la cara del pez y al represeñ.tai'lo por entefo" Sé hace un
co1110 una representación del ani111al dividido a lo lar<ro <le su lado corte de la espalda al lado inferior y se desdoblan los dos lados
inferior y aplanado. l·:n la porción inferior de la pol:1~1a se ven los dejandn la cabeza inirando al frente.
- ., ' -
-.,,~ •.
~.
dos perfiles que se La pintura de la figura 232 ha sido hecha de esta 111anera, que-
jt~nt~1n a~ nivel de los dando las c.U>S 111itades del cuerp<r.-co1npleta1nente separadas una de
OJOS, lllJClltras 'iliC .. : _otra, y dobladas de derecha a izquierda. La cola heterocerca se· di-
las· dos bocas quedan vide en dos 111itades
separadas. Las venta- y aparece en cada
~ nas de 1:1 nariz se ven extren10 vuelta hacia
en el pequeño trián- abajo. Las aletas pcc-
gulo debajo de la lí- tqrales están alarga-
nea que conecta los das indebida1nente a
dos ojos. Debido a la fin de llenar el espa-
Fig. 232. Pintur:i que representa a la lija o cazún, r l l l · cio ,·acantc debajo
haid;i:;. lonna e e a po a1na
los brazos no están de b cabeza.
pegados al cuerpo, El tiburón que se
sino a h1 parte supe- presenta en la figura !Jr.,w::~
rior de la cabeza; : 33 está tratado de Fig. 234. Pintura de la orilla de una n1anra que
aparecen en las ori- n1ancra ligeratnente representa a una orca, tlingits.
llas derecha e iz- distinta. Otra vez se
quierda de la polaina deja intacta la cabeza. El corte está hecho de la espalda al pecho,
,~ están \'Ueltos hacia pero la.s dos 111itades del anin1al no están scpar:adas; se unen en el
;dentro <l lo largo de pecho y están desdobladas de manera que las aletas pectorales y
las 1nandíbulas -infe- las aletás dorsales aparecen a la derecha e izquierda del cuerpo. La
riores; las patas. con cola heterocerca no está indicada con claridad en este espécin1en.
sus tres dedos. tocan El método de corte empicado en la figura 234 es también di-
el borde inferior. ferente. La figura representa una pintura hecha en la orilla de una
Las aletas~ que se su- gran 1nanta de cuero. ~] ani1nal en ella representado es la orc:a.
Fig. :!.~3. J)iseiio de un phtto de éizarr:i que representa pone que nacen de la La punta superior representa claramente el perfil del animal. La
a un tibur(m, haidas. parte superior de los pintura inferior representa el otro perfil, de n1odo que tanto la nü-
brazos. se unen a tad derecha con10 la izquierda están visibles. Con10 no queda
los codos y están \'ueltas hacia arriba. ()tro par de aletas, que fal- lugar para presentar la aleta dorsal en la pintura inferior, se la
tan en -+a n1ayoria 1:1-c lm;--i~prescntacioncs de este n1onstruo, están indica 111ediante una línea curva en una de .las seri.~s de fl.ccns 1nás
pegadas a la parte superior de la espalda y fonnan las dos partes anchos en el borde inferior. Llan1a la atenciún que las colas en
delanteras a la derecha y a la izquierda del borde supe1 ior. En la las <l~is nlitades del anitnal P.o estén dibujadas si1nétrican1cnte; pero
espalda vernos una serie de círculos que representan probable111entc es posible que esto se deba a un error del pintor, porque el diseño
la aleta dorsal. La cob1 ocupa el centro de L1 orilla superior. Los se repite de la nüs1na 111anera en el borde opuesto de la n1anta, pero
~Jrnan1entos 111ás pequeños en los ángulos exteriores de la cabeza, con colas si111érricas. Las dos niitades del cuerpo difieren en algu-
.Junto a la boca, representan probahletnentc las agallas. nos detalles, pero sus rasgos principales son idénticos. La pata
En las ~iguras <.]Ue siguen ven1os que se ha ~plicado un nuevo natatoria se presenta en gran escala. Está pegada inmediata1nente
corte. Las figuras 232 y 233 representan al tiburón. !\l tratar de detr~ís de la cabeza y se extiende hasta un punto cerca de la cola.
2:?.6 COSTA DEL PACIFICO·SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 227
Su part~ principal está ocupada por una cara frente a la cual se nlodo que la vista de frente de la cara se obtiene tnirando hacia
\·e un ºJº· abajo sobre la espalda del pez. La~ espinas se levanta? sobre la
Los ani111ales están representados por inedio de coites- no sólo nariz y las cc1as. Las aletas pectotares se. rnues~r~ui cnc11na de las
en superficies pl:1nas sino tatnbién en esculturas en relieve en las cejas a la orilla de la parte grabada del pilar, nnentras que la por-
que no puede mostrarse uno de los lados. cibn trasera de la parte inferior del cuerpo
Tal es el caso de todos los pilares toté- ocupa la parte superior del borde _del pilar.
micos, pon¡ue el lado·de ~t-r.Ís del pilar La figura excesivamente complicada que
no está grabado. Sie1npre que pueden re- aparece en el centrn del pilar (fig. 237)
unirse todos los sÍlnbolos en el frente del debe explic;1rsc de la 1nisn1a n1anera que la
pilar totén1ico, se representa a los anin1a- figura 23.S.-. )~en1os aquí al 111onstruo n1arino
les aparcnte1nente en su posición natu- reproducitl.() anterionnente en la fig. 18 3.
ral. Pero las representaciones de aquell.os Ti~ne cabeza de oso y en .cada oreja se ha
ani111alcs cuyos sín1bolos podrían colocar- colocado una figurilla hun1ana cuyas tnanos
se en el lado de atrás del pilar toté1nico sujetan los párpados del n1onsrruo, que es-
den1uestran que el artista los divide pre- tán levantados. La cola (e) está vuelta ha-
cisa111ente a lo largo de la parte posterior cia ~rriba enfrente del cuerp~\ in1nediara-
del pilar toténlico y extiende este cor- 111ente enci111a de una cabeza de castor que '·
te de tal 111anera que el anin1al queda ex- es la figura que sigue en la parre inferior de
tendido a lo largo del frente curvo del la columna. La aleta dorsal (a) ha sido par-
pilar. Esto resulta claro cuando se exa- tida y la niitad de la 111is111a se ve debajo de
n1inan las figuras siguientes. la b<)ca del oso, indicada por una proyec-
La figura 23; representa a un n1ons- ción que e:;tá decor;1da con un círculo do-
truo 111arino con cuerpo de ballena y pa- ble. Las patas delanteras del animal ( d) es-
ras de oso. Se diferencia del n1onstruo tán levann1d;1s frente al pecho y aparecen
descrito anreriorn1ente en que tiene una debajo de la boca. Las aletas, que están pe-
cabeza de ballena y carece de aletas agre- gadas a aquéllas ( b), se ven a derecha e
gadas a las patas delanteras. Sin e111bargo, izquierda de la cola. El n1onsrruo se está
Fig-. ::!35 . .\lodclo de pil;ir presenta una gr:1n aleta dorsal. [·] orificio trag,1ndo a otra criatura, pero no se ve con
toténlic(1 <1ue representa a fig. ::!.:;?. ,\lodc\o de
de resoplar de la ballena se 111uesrra so- ch1ridad de qué ani111al se trata. Una cola
un n1onsrrun marino, h:iidas. pihir toténiico que re-
Fig. 136 . .\lodclo de pilar
bre las cejas. La cola está \·olteada frente de pez y una 1nano se ven saliendo de la
prescnt;1 a un rnons-
rotén1ic(l que represcnt;1 a .al cuerpo y las patas se levantan frente al boc;L El espacio co111prendido entre las pa- truo n1arino dcvor:ul-
un 1nonstrt10 1narino, haidas. pecho. La aleta dorsal puede rec~>nocerse ras delanteras y la cola del 111onstruo rna- do a un pez, h<1id:1s.
en la faja_ angosta, adornada con un anillo rino est{1 ocupádo por un ave invertida que
pequeño, que se inclina hacia abajo, del codo h<1cia la cola. Vn puede verse clara111ente cuando se invierte la figura, y cuya cabeza
adorno de esta clase se ve en a111bos lados del gn1bado. Así ,·en1os,.,. se presenta con el pico descansando entre los pies. Las dos alas (e)
pues, que la aleta dorsal ha sido dividida y está vuelta hacia abajo
a lo largo de cada lado del cuerpo. r:sto den1uestr'-1 que las orillas
. '
están extendidas y van desde las aletas del antebrazo del 1nonstruo
hast<l su aleta doÍsal. Fl punto específico que pone de 111anifiesto
derecha e izquierda de la parre t;.11lad;1 del pilar toténüco deben esta figura es el 1nisn10 que he tratado de explicar al estudiar la
considerarse con10 la línea n1edi.1 de la espalda que ha sido partida figura 23;, o sco1 que los dos bordes del pilar gr;1bado deben con-
y separada por la fuerza. siderarse con10 la línea inedia extendida de la espalda del ani:nal
La escorpina del pilar totémico (fig. ~36) está tratada de b que ha sido representado en el pilar.
nlisn1a 111anera pero en este caso el corte se ha hecho a lo largo
1 Estas obras de ralla demuestran que t:ant;.> en los son1breros,
del lado inferior del anin1al. La cabeza está vuelta hacia arriba, de (los que se ven en h1s figuras 219, 224 y 225), co1no en for1nas
228 COSTA DEL PACIFICO SEPTFNTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 229
planas (véase la 163), debemos considerar el borde exterior de la En la figura 240 que representa el diseño de u~ plato circular
figura co1n~> los lad~>s ensancl:1:_~dos de u~- corre_ he~ho a lo larg~> de pizarra tenemos un buen ejemplo de la adaptac10n de un perfil
del Jaoo nlfcnor oc1 cucfpü.- 1 üdas estás dCfünnac1ones y cortes al can1po decorativo. El diseño representa a una orca con dos
pueden explicarse por la necesidad que el artista siente de dar a aletas dorsales. El animal está doblado alrededor del borde del plato
conocer en su obra todns los sí111bolos del anin1al. de n1odo que la cabeza toca la cola. Las dos aletas dorsales están
En la n1ayoría de los casos los sín1holos aparecen clanu11entc
en perfiles de ani111alcs. Por cst;1 razún, cuando el artista represen-
ta perfiles. no ha tratado de 111ostrar a1nbos lados del cuerpo. r\
cori'tinuaciún daré a conocer una serie de figuras que ilustran este
punt<;.
La· figura 238 representa la parte superior de una caja en la
cual ha sido grabado el n1onstruo 1narino '\rasgo:_ Ti_~nc cabezc1
+
!
Fig. 238. Grabado en pizarra Fig. 239. ·ratuajc que representa al !abu-
qu"c representa al 1nonstruo loso 1nonstruo n1.uino Ts'un1'a'ks, ha1das.
inarino 'V asgo, haidas.
Se observará que la cola del águila ocupa el centro inferior. del debajo de la barba, que corresponde a la mitad del pico que se, ve
anillo. Arriba hay una figura hnn1:in:l v1sr:i <lr frC'nt~. Cl\V:QS~.-braz~>s, en Ja figura 166 (p. 189); pero no he observ_ado. un solo espec1-
de ta111año ditninuto, están colocados cerca de los ~ngulos 1nfer10- 1nen e11 que tal cosa ocurra, por lo cual n1c 1nc~1nu a c0ns1derar
rcs de la cara, n1icntras que las 111anos son de t:unano 1nuy grande. los grabados en platos de aves del trueno co111~> vistas entera1nente
Las dos figur:is sentadas deb,1jo de las dos manos representan prn- de frente.
bablc1ncntc la espalda del ho111brc que se ve en la parte su¡:cr1or, Este ornamento puede haberse originado de la manera siguien-
riCro no se ve Cü'Ii'. CTarída<l qué rclaci{~1; t~nga1: con las ~1guras te: 111uchos platos para grasa y ali~1~,ntos tie~en la forn1a de canoas.
peculiares en fonna de aletas de la po~~1on 1nfcr1or de la pintura. La canoa siinboliza la píesentac1ón a los 111-
La figura 242 reproduce un tatuaJe que r<:pres~nta a la. luna. "~irados de un carga1nento de co1nida; y que
En su parte 1nfeno~_ puede ver- esta interpretación probabletnente es exacta se
. · · · "sé la úiedia'."'fi'íhá. "En· la parte con1prueba con el hecho de que. el anfitrión
obscura -del·~satélite--se presen- se refiere algunas veces en sus discursos a la
ta una figura ·sen1ihun1ana de canoa llena de con1ida que ofrece a sus comen-
perfil. con una picrn_a. Un _bra- sales. A n1e11udo se 111odifica la for1na de canoa
zo se extiende hacia aba10 y y puede establecerse una serie de tipos que
otro hacia atrás, con10 si la fi- constituyen la transición entre los platos de
gura estuviera levantando un canoa y las bandejas ordinarias. Los platos b
gran peso. de esta clase llevan sie1npre una _cara conven-
Muy pocos son lo~ diseños cional en cada extre1110 corto, mientras que la
existentes que puedan interpre- parte n1edia no está decorada. Esto guarda ana-
tarse con10 vistas de frente de logía con el estilo de la decoración de la ca-
ani1nales. Anterior111ente he ex- nÜa. l'~n general la decoración de la canoa es e
Fig. 244. Pintura ton1ada de la facha-
da de una casa, que rcpre..<>cnta al plicado que la cara del tiburún toté111ica. Sin en1bargo, puede ser que _la n1a-
a\·e del trueno, k\vakiutlcs. se presenta sie111pre de esta n1~1- nera peculiar con10 se representa :t.pico del
nera porque sus sín1bolos apa- gavilán ·haya dado lugar al pred?n11n10 de es,ta
recen 111ejor en esta posici{in. Sólo hay otro anin1al que se ve pin- decoración. La 1nandíbula superior del halcon e
tado o o-rabado en superficies planas viendo entera1nente de frente, se 111ucstra sie1npre de tal inodo que la punta
v es el ~avilán. o ave del trueno. cuyo sín1bolo es el pico alargado llcaa a la n1andíbula inferior v regresa a la
que baj71 hasta la barh<.1. _En las figs: 165-168 se dieron a conocer bo~a. Cuando se pinta o graba él pico vi:ro de d
algunos grabados que representan a esta ave tnitolúgic;t. frente, se le indica por i11edio d~ una fa1a an-
l~~ncontra111os representaciones de la cara entera del ave del o-osta en fonna de cuña en 111ed10 de la cara, a
trueno usadas frccuenten1entc en platos, en los cuales está indicado ~uy;1 punta roca el borde inferior de la barba.
el largo pico por 1nedio de una cuña prolongada que di,·ide la boca La 111isn1a for111a ton1an la proa y popa de una
en dos nlit~1des. Sin c111bargo, no se sabe a punto fijo si el artista c;1noa con un perfil de cara en cada lado cuan-
considen1 sie111pre esta cara co1110 una vista de i1 ente, pues a n1e- do se las representa en una superficie plana o Fig. 2.J5 . .\lodc!o t!c
11udo encontr:l1110::; (fig. 243) una depresiún entre los dos ojos, ligcra111cnte redonda. Por consiguiente puede un pilar totémico con
1
que corresponde a la depresión qne describÍ' :1nteriorn1cnte al rc- s~r que originahnentc la línea del 1nedio no diseño qllc rcprcscn-
ferinne a la uni/n1 de los perfiles de ani111ales. l)udiera ser que la fucr:1 el nico del ª<lYihln sino el escorzo de la r:l :l m;;i orca, h:iid:is.
larga cuña central debiera considerarse con10 las dos 111it:ldcs del proa o popa' de la~ canoa. T~s tan unifonne esta decorac1on" gue 1a
largo pico dcsccn<lenrc, t1ue se juntan en el 111edio. 1\'o obstante. explicacitin que <tquí se da n1e parc~·c probnble. .
podría esperarse que en este c:aso, nlgnnas veces por lo 1~1Cn(~S, se I:~n la ficrur;1 244 ve1nos una pintura que representa una vista
hubiera llevado el pico hacia afuer;1 a la derecha y a la 1zqu1erd;1 de frente dcf ave del trueno. Su si111bnlo principal es el l:.1rgo pico
que. \·istn de fren::e, aparece cD1110 una linea ·la:ga que b,1j:1 de la
232 COSTA llEL PACIFICO SEPTENTRIO:-.iAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 233
nariz a Ia boca. Es dudoso en este caso que se pueda considerar siguiente, deben1os imaginarnos que la cabeza ha sido vuelta hacia
el cuerpo corno partido a lo largo de la es¡»!da. Como la cara abajo detrás de la figura humana ( b) que cabalga sobre la aleta
se presenta positivamente dt.: frente, pare.ce 1nas probable que el dorsal (;; ). Debería hallarse, en consecuencia, en ci reverso del pi-
aniinaI esté representad-a con las al:as abiertas, de inancra sen1e- lar toténlico, que no está grabado. Por esta razón, y de acuerdo
jante al águila de la figura 241. . . . con lo que antes se ha dicho, el artista la dividió y la extendió de
J•:n páginas anteriores he descrito algunas d1secc1ones cn1plea- suerte que la línea media aparece en cada borde de la parte graba-
.. das para rep_rc- da del ¡>!lar. De este modo, la mitad derecha de la cabeza ( d) ha
sentar a varios sido puesta a la vista en el lado derecho del pilar totémico y la orrn
1
animales. Hasta . mitad. en. el lado izquierdo. Esta es la explicación de la cabeza de
ahora solan1ente ballena con sus dientes que se ve en nuestra figura junto a la cola,
hen1os tenido ca- habiéndose omitido la mandíbula .mferior. La pata delantera (e),
sos de_"diseCcio.:. que se une a la cabe-
nes sencillas. En za, está extend~da· so- ·
n1uchos otros en bre la espalda de . la
que la adapta- ballena, indudable-
citín de la forn1a n1ente bajo los pies
Fig. 246. Pintura del frente de una caja, con un diseiio anin1al al ca1npo de la criatura hu111a-
que representa a la rana, haidas. decorativo es na n1ontada sobre la
más difícil, los aleta dorsal del cetá-
cortes y defor- ceo. Por lo tanto,
n1aciones son de debe explicarse la fi-
alcance n1ucho gura con10 si el ani-
n1avor que los mal hubiera sido re-
que· hen1os visto torcido dos veces,
hasta .iquí. volteándose la cola Fig. 248. Pintura toniada de la fachada de una
El corre que casa con un diseño que representa a una orca,
hacia arriba sobre la k\\·akiutlcs.
se ha empleado espalda y la cabeza
en el pilar toté- h~cia abajo del estómago, y luego partiéndola;y extendiéndola ha-
niico (fig. 24;) cia afuera.
es 1nucho 1nás in- . La figura 2-+6 es copia de la pintura de la fachada de un;1
trincado que los C:lJ<l hecha en un papel, con lápices de color, por un indio haida
anteriores. La fi- llan1ado. \ \'ih~. Representa a una rana. La 111~yor parte del frente
gura superior re- de la ca1a esta ocupada por la cabeza del ammal, que de cuerdo
presenta a un ave con lo que anterion11ente he1nos dicho, debe considerarse co1110
que aparece en con1puesta de ªºs perfjJc§.._contig9.os.. El sín1bolo de la cabeza de
. Fig. 247. Pi;itura. de la fach.1do1 Je una L1 forn1a de un Ia ~~Hla es la ?OCa -~·fsOeiltadii:-~a~· dos porc~ones negras que se
casa, con un disciio <¡uc rcprcscntol :1 la
ser htu11c1110 con extienden hacia aba¡o desde los angulos 1nfer1ores de L1 cara -.;on
urc-.1, k\\"<tlüutlcs.
alas prendidas a Jas tfos Illitades dcJ Cuerpo, a las cuarcs van unidas Jas pat;lS delc1ntc-
Jos brazos. Debajo de est<l figura cncóntra1nos una repres~ntaci~'i~1 de ras guc ocupan el espacio debajo de la boca; el brazo v el antc-
h1 orca. La p~1rtc trasera de su cuerpo se reconoce con 1nas fac1hd:d braz:o cst:in ,·ue!tos hacia adentro, las patas delanteras Yu~lt<ts: hacia
que la cabeza. Cabalgando sobre la c1leta dors:1l se ,-e una pequen? afuera bajo el brazo. Las piernas traseras ocupan el can1po lateral
figura hu111ana. La cola (a), que aparece en la orill:1 inferior de la f1- a a1nhos lados de la cabeza .v no est<Ín unidas en n1aner:: alcruna con
rr~1r;1 ' está vuelta hacia atrás sobre la espalda del anin1al. Por con-
~
Las piernas ( 5) ocupan las partes inferiores derecha e izquierda algunos brazale~es de plata. Los animales en ellos representados
de la pintura, quedando los pies ( 4) desconectados de las delgadas aparecen tan1b1en en for1na 111uy frag111entaria.
piernas. -· · En l~t Iigu1a 2)5 v\,;1110!> ai. La:>tor·partido en· Jos ah> Iaro-o de
I;:n la figura 254, que es una pintura hecha en el borde de una la espalda. La cara del mis1110 no necesita nueva cxplicaciú1~ Las
111anta, se rcprcscnt::l al 1nonstruo tnarino descrito en la figura 183. piernas delanteras se le juntan en cada lado, con los dedos de los
Aquí se ve al animal partido en dos a lo largo tic la espalda; pero pies vueltos hacia adentro; pero se ha omitido todo el resto del
todas sus t>artes,'~ ·excepción de la cabeza, las patas y la cola, se cuer~o, a excepción de las dos mitad?s de la cola,, que el artista
presentan en din1cnsiones sun1an1cnte reducidas. Los dos cnor1nes se vio obligado a nlostrar porque son s1111bolos del anin1al.
ojos y la nariz en En la fig. 256 re-
n1cdio de ellos se re- conoccn1os al n1oe.s-
-· -~"cono-cen con facili- , .,,._ truo n1arino con ca-
dad. Los dientes es- beza de oso y cuerpo
. tán. indicados por de ballena. Ac¡uí
una serie de líneas tatnbién la 111avor Fig. 255. f)iscño de un brazalete de plata que
!'arte de los dibujos representa al castor, haidas.
oblicuas bajo cada
uno, pero se han sirve para represen-
on1irido las 111andí- tar la cabeza y ante-
bulas inferiores de brazo del 111onstruo.
las dos mitades. To- Las aletas, que están
do el cuerpo está re- añadidas a los brazos
superiores cerca del Fig. 2;6. f)iseño de un brazalete. de pbta l¡uc
presentado por la lí- representa a un n1rn1struo n1:irino, h;1id:1s.
Fig. 253. Pintura de la fachada de una casa, que nea delgada que des- codo, se ven en pe-
representa a u11 cucn·o, k\\·akiutlcs. de el ángulo inferior queña escala. Todo
externo de los ojos el resto del cuerpo es
se extiende hacia de pequeñas ditnen-
arriba, luego a lo lar- siones; sus dos nlita-
go del bc;rde supe- d es, con Ja initad Fi:;. 257. Di·.;ciio de un bra7.'1lctc de pi.ira que
rior de la pintura y anexa a };t cola, ocu- rcprescnt;t al ga\"ilán. haidas.
nue,·an1ente hc1cia pan única111cnte el
Fig. 254. Pintur:t del borde de una 1nanta, que l~orde st~perior cxtre1no del brazalete. 'Xo es del todo claro par<l n1Í
representa ;t un numstruo 1narino, Coltimbia abajo. Las tres aletas
Bridnica del Xorre. dorsales se 1nucstr<1n SI el artista tratb de representar h1s dos n1itades de la ;1Jet;1 dDrsal
sobre esta línea, h1 por 1ncdio del orna111cnto cur\'O contiguo al son1brero que se lc\'an-
111itad de cada una en cada lado de la espalda. Los brazos están indi- ta sobre la nariz del 111onstruo. ..
cados por dos curvas bajo la línea que indica la espalda. La alct<l del l'.] gavilán que aparece en la figura '257 ha sido cort;1<lo de
brazo se ve debajo del antebr·aJffi-~,..:f.ndas..::estas.-.partes son de peque- diferente n1;-1nen1, o sea del pico h;1cG atrás, volteando en seauida
ñas ditnensioncs, pero la pata que linda con el antebrazo se presenta 1-as dos n1i~-.1des h-.1ci<1 <tf ucr-,1. FJ centro del diseño está ocu¡;;1d6 p~r
en gran escala, con las garras vueltas hacia la car;L La línea que h1s dos nntadcs de !a c:1beza v L1s dos garras contiguas. L<tS alas
representa el cuerpo corre hacia an1bos cxtrc111os de la pintur:1 a lo e~t<Ín separadas del cuerpo 'y; ocupan los ángulos ~xteriorcs del
largo del borde inferior hasta confundirse con L1 cola, de la cual d1sc1lo.
se Ye una n1itad a cada lado. Las proporciones del cuerpo est<-Ín No n1enos con\·cncionalcs son los diseños que aparecen en };1
tnucho 1nás defonnadas en este cspéciinen que en cualquiera de Io·s siguiente serie de trabajos de talla. La fig. '258 es la <le un inons-
casos anteriores. truo n1arino ajustado a un plato de pizar;a circular. f] tallado es
I~a serie de figuras que siguen son diseños encontrados en perfecta111ente si111étrico. f] dibujo parece asin1étrico porque ha
240 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 241
sido to1nado desde un punto de vista excéntrico. Aquí tan1bién 111a está indicada por un óv:ilo cuyo centro está ocupado por un
ocupa el centro Ja cabeza del aniinal. La cola se ve bajo la parte ojo. De ella se alzan los tres dedos o garras. Los símbolos impor-
n1ás interior de Ja l>oca:, vuelta 'iü1Cía-arriba freritC al Ctierpo. Los tantes del _n1onstruo, las aletas, que están añadidas al antebrazo, se
brazos están considcrablen1entc acortados y adheridos a los ángu- 1nuestran JU!lto al codo y se levantan a los lados de la plancha de
los inferiores de la boca, con las garras tocando la barba. Las aletas piedra. afuera de los ojos. Los dos orna1nentos que ocupan las es-
esnín unidas a la parte superior de los brazos y vueltas hacia arriba quinas superiores de l.1 piedra son indudablemente la cola. Esta
de n1aner.a. que se encuentran junto a los h1dos de la cara y tnás o disposiciún está de-
n1cnos al nivel de las orejas. Llan1a111os nucva111ente la atención ter1ni nada nunbién
hacia las ventanas eje la nariz en espiral. por lüs pribcipios ge-
En la fig. 259, que representa el frente de una pequfña caja neral es que gobier-
_ "":~·grabada en pizarra_,,l;Ct!nües- nan h1 decor~1ciún de
tra _al_ nlis1110 1i11'1'rstiuo n1a- cajas (\·éase la pági-
rino. LTna· vez 1nás vcn1os al na :!63).
aniinal partido en dos; el El tiburón que se
corte separa los ojos y las 1
ve en la fig. 261 Se
orejas, pero la boca ha que- encuentra en uno de
dado intacta. Se ha on1itido los extren1os de la Fig. 259. Frente de una caja de pizarra con
todo .el cuerpo, a excepción pequeña bandeja de un discii.o que representa a un n1onstruo
de las patas, que están agre- alin1entos. No es ne- niacino, haidas.
gadas a las aletas. F áciln1en- cesario repetir la des-
re se reconocen las patas que cripci<'>n de la cara
están vuelt;lS hacia adentro del tiburón, cuyos
bajo la boca, mientras que sín1bolos caracterís-
L1s .1Ietas se extienden hacia ticos es f;í~il recono-
arriba a lo largo de los bor- ( cer. Si he introduci-
Fi~. 258. Plato de piz:irra con un diseiio do aquí estcl figura
des exteriores. . de la piedra.
que representa al 1nonsrruo niarino,
La aleta dorsal ha sido divi- ha sido para hacer
liaida~;.
dida en dos partes, y una ver que todo el cuer-
niit;1d se \'C en cada esquina superior. l~l ornan1ento del ce~1tro ¿_el po del ani1nal ha sido
borde superior representa prob;.1blc1nente la cola ,·uelta hacia arriba onütido con la única Fig. 260. Plancha de pizarra con un discílo que
sobre L1 espalda de 1nodo que casi toca la cabeza. Este arreglo pue- excepci{)n Je sus ale- representa a un 1nonstruo 111;Irino, haidas.
de considerarse en conexión con el rrata111iento fon11al de frentes de tas pectorales, que
cajas de que se habi:irJ más adelante (pp. 255 ss.). · están Libradas en el borde de la bandeja a ambos lados de la frente.
L:i fig. 260 representa el grabado de una piedra de p1za_rra. Su posición es un tanto sen1ejante a la que se encuentra en el pilar
Tcnc1nos <ltlUÍ una-·reprcscntaciúrr:rl!fercnte del n1onstrt10' n1anno. totémico de la fig. 213.
ciuc es ta111bién, con10 diría1nos, n1uy abreviada. La cabeza ocupa. 1:11 }:ls fígs. 262 y 263 cncontra111os las representaciones de la
con tnucho, la parre n1ás grande del grabado. El cuerpo que se ve escorpina deforn1ada ~~ disecada de la niisrna 111anera que el n1ons-
bajo la cabeza, en el centro de la piedra, está indic~1do por un truo nh1rino de las figur<lS tJue preceden.
cuadrado relativa1nenre pequeño con esquinas redondeadas y de- La escorpina hc1 sido adaptada a un plato de pizarra circular
corado con dos aletas..El resto de la dccoraciún del borde infcrinr en la fig. 262. El centro del diseño está ocupado por una roseta
de la piedra debe interpretarse con10 los brazos del 111on~truo; la que indudablc1nenre se ha copiado de patrones europeos. Los con-
?"ran cara de cada esquina representa un codo. La totalidad del tornos de las diferentes partes del cuerpo se han reforzado en el
brazo que se extiende del codo a la tnano ha sido oniitid;1. La úlri- dibujo con el objeto de h;.1cer un poco n1ás claras sus relaciones.
, , COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 243
_+_ .
Se notará que ]a cabeza está dividida en dos partes que se ¡m:tan ángulos de la cara hasta el medio del margen inferior de la piedra.
única1nente por la nariz y _I~.. ~~ndíb?la s~perior. ~as dode~s~~~~~ Se ha dejado a las aletas pectorales en contacto con los ángulos de
se levantan inn1ctlhtta1ncntc de Ja nariz. La::.. do~ 1!11tades l d l
(T
la boca y se las ha colocado en la misma posición que en la figura
se extienden de los ángulos de la car.a bac1~ ar~1ba a lo ,arb o e que precede, es decir, junto a la n1andíbula inferior. Se unen in-
borde del plato, volviéndose allí más fmas e md1cando ª~ 1 "1 por-
0
mediatamente debajo de la barba del animal. Creo que los orna-
ción estrecha del cuerpo del pez cerca de la ~ola. Esta ultnna n~ mentos que se extienden a lo largo de los bordes derecho e izquier-
ha sido partida y está vuelta hacia arriba y arras de inod_<) que toe~ do de la piedra representan las aletas dorsales.
la roseta central. Co111par~n~? ese.e 4i,s~ño con el que se halL1 en e He tratado en otró lugar (p. 216) de la deformación y disec-
ción extraordinarias- de la _<>rea y su adaptación a una manta, y he
hecho allí la descripción correspondiente.
Una deforrn.act&n '·-única en su género se encuentra ·en las
pir¡tura.s c<:>rp<:>r'!.!<:.s. usadas. . -
por los indios kwakiutlos ~~--,,,o-~~-_,,.~=,,---~~
en un baile de muchachos.
La figura 264 es copia de
una de estas pinturas que
representa al oso. En el pe-
cho aparece la cabeza de
este aniinal vuelta hacia
abajo. Los puntos blancos
que se ven sobre las cla-
vículas son los ojos del oso; Fig. 263. Frente de una caja <l<: pizarra con
la línea angular con sen1i- un discilo que representa a un pez, haidas.
\1 círculos,_ la boca y los dien-
tes. En los brazos se presentan las piernas delanteras con la·s garras
Flg. 261. Dise1lo del extrcnio inniediata1nente debajo del codo. Las partes traseras se ven en el
de~ una bandeja para alin1cn- frente de los muslos. En la espalda de la persona se presenta la nuca
Fig. 262. Plato de pizarra co~1 un ~liscño que
tos que representa a un ribu-
rún, tlingits.
representa a una escorpina, ha1d;ts. del oso puesta en la parte superior, y a continuación, extendiéndose
hacia abajo, se halla la esp;-1lda cubierta de líneas que representan el
centro del borde superior de la fig. :!59 se obser,·ará h1 gran se- pelo. Las articulaciones de las caderas se indican por medio de dise-
n1cjanza que existe entre los dos, y que hace c:ee_:, con10 se h~ ños obscuros ·en las asentaderas. El diseño especial de la pierna iz-
dicho anterionnente, que con el segundo de los d1scnos no1~br~1dos quierda se dijo que representaba la cola.
se haya tratado de representar la cola del n1?13~truo. Las ~leu.1s pec- Todavía n1ás notable es la rana que aparece en la fig. 265.
torales de la escorpina se n1uestran en pos1c1on un t<1nto an~)rn1~1. En la parte baja de la espalda se presenta la parte superior de la
l:~stán yueltas hacia adcL1nte del cuerpo de n1;111era que se JUilta~1 cabeza-. de hr ranaf-arriba los dos ojos con sus cejas, abajo, la boca.
con la inandíbula inferior. Se las puede reconocc;r _cn~re las 111and1- I:~n correspondencia con este lugar encontramos en el frente del
bulas y el bode del plato. La aleta dorsal esta md1ca.da por los cuerpo la boca provista de dientes (que en realidad no pertenecen
Jaro-os ornan1cntos c¡ue se c>:"t1enden des~c el o¡o h.1st.1 L1 col.1. a la rana). F.l lon10 de h1 rana se ve en la parte superior de los
- de la, f1"rr.
" E• n e1 d.1seno ~· -
º63 .se ha, chsecado
· un ¡1ez
. de 1n;.1nera
. brazos. l':I lado opuesto dC las piernas traseras se presenta en el
un poco diferente. La cabeza o:upa el borde supenor d~ la ~?1~ frente de los cuerpos. Parece que en el diseño copiado para 1ní
dra y tiene una notable fonna triangular. El cuerpo h<~ sido dl\ 1- por un indio se 01niriú accidenrahnente la pintura del frente del
did<; en dos, de la cabeza a la cola, y volteado y. rctor~1do de 1na- brazo izquierdo. La articulación del hon1bro se ve en el frente de
nera tal que cada nlitad se extiende en curva hac1•1 ~1ba10 desde los los inuslos; las patas dclanter;is en la posición correspondiente de-
244 COSTA DEL P.\ClrlCO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 245
trás de los muslos; las articulaciones del tobillo en las rodillas, y del tobillo, así con10 de unión en la base de la cola y de la aíeta
el pie en las pantorrilla.s. J.:n otras palabras, se presenta a la rana dorsa~ de l~, ballei;a: Se co?sidera con~o un corte transv·:rsal Je
en fonnc tal, con10 si el cuerpo de la persona fuera el batracio. No l~ art1culac1ou ··esfer1ca; el circulo extenor es la cuenca y e¡ int~
~e d_ió explicación alguna <1<"t:rca del diseño negro de la pierna r1or la ?ola. A nlenudo ton1a el óvalo la fom1a de una c;ira, va en
lZ<.JUICrda. su plemtud, ya de perfil. ·
Nos ocuparen1os ahora del lado puran1cnte forn1al del trata- . ,La disposición gen~ral de este disefio demuestra que la c.c;nli-
111icnro del ca111po decora- cac1on no es por n1ngun
tivo. E."\:iste una tendencia concepto sos.renible en to-
a cuOrir toda· la·:supc!r.ficie dos los __ casos.. Así, en la
con clen1entos gráficos, manta (fig. 205, p. 212),
evitando dejar lugares :va- el patrón_de! ojo en los
cíos. Cuando la superficie dos ártgúlbs iilferiores no
del objeto representado tiene --conexic'lñ con una
carece de rasgos que se articulaci<'in. I~n la posi-
prestan para el desarrollo ción n1encionada, en la
decorativo, el artista recu- boca de un anin1al, se in-
rre a expedientes que le terpréta algunas veces co-
consientan llenar de dibu- mo el alin1cnto. Las dos
jos la superficie. En los caras de perfil que se ob-
pila.res toté1rlicos los cuer- servan n1:ís arriba en el
pos representados ocupan costado de la 1nis1na inan-
un espacio considerable.
ta son evidcnrcn1entc re-
La n1onotonía de la super- llenos. Podrían sustituirse 1
fig. 270a, en l_a cara más inferior de la fig. 204 y en las caras infe- menos de un sexto de la anchura. El rasgo fundamental del pa-
riores de la f1g. 2 71. trón de n1a~1ta es la división del can1po en tres tableros, de los cuales
~~.., 1 uo:. u .. i.. .... Ju .... ;,_.._, ~,,;;,·,~;.rr~·-dcl ajuste d:.:- la f~~r:na _anin1al al el ,central nene ce~ca del doble de la anchura de los laterales, 0 algo
ca1npo decorativo. :F.stc ajuste por ningún concep:o es, libre; for- 1nas. En la 111ayor1a de las n1antas la línea de división de estos cam-
111as definidas y estilísticas pueden reconocerse en el. li.stas apare- pos':' muy clara y está indicada por líneas negras y blancas. Los
cen con o-ran claridad en las tnantas chilkats. disenos de los ca111pos laterales son siinétricos y n1uy distintos del
o can1po central.
L<lS mantas pue-
den ·dividirse en dos
grandes grupos. Sus
patrones fundan1en-
tales están indicados
esguen1ática111cn_te en
la fig. 267. Uno de
los <lisefios es con
Fig. ?.67. Diseño csqucnl<Ítico qiic tnucsrra _la disposiciún del can1po central de la
lll<Ult:.1 chdk;'!t.
toda claridad la re-
prescn taciún de un
anin1al con una gran
~
cabeza que ocupa
toda la parte supe-'
rior del campo hasta
. •
. una línea transversal
y casi recta ( ca111pos
!, 2 y ;, fig. 268). b
Debajo· se halla el Fig. 269. i\lantas chilkats.
cuerpo (campo J) y
en el borde inferior la cola y las ancas (campo 4) del animal. Puede
observarse que hay sie111pre dos articulaciones de la cola, aunque en
otros casos es bastante constante el uso de una sola articulación de
la cola p<1ra las aves y de una cola doble para los n1an1íferos n1arinos.
~os ca111pos ?• 7 y 8 se usan de varias 111aneras. No son partes esen-
~
c1alcs del. an1n1al representado, aunque el cainpo 6 puede utilizarse
con el ob¡eto de 1no~trar las parres de la espalda, y el can1po 7 para
~
.•· . .. ~ d~r. una. rcprcsentac1c'in· de los antebrazos. En este estilo poden1os
d1snngu1r, en el an1plio centro, una faja central, con1pucsta de elc-
l•'ig·. 268. Planos generales de bs 1nan~;1s .chil\,;atS. n1entos gue llevan los nún1eros 6, 2, 3 y 4 y dos fajas laterales
con los nú1neros 5, 1, 7 Y 8. Generaln1ci1tc e.stas secciones se en-
;_\
Las 1ncdidas de las 1nanras dcnn1cstran que la altura central trelazan. En unos pocoS cje111plos los línlitcs externos del carn-
es cerca de la nlitad de la anchura. '(~] borde angüslo co111pucsto po 3 se llevan al borde inferior de inodo que forn1an una cincha
de una banda negra y an1arilla nlidc cerca de un docc::vo de la a:1- línea ;onrinu~ con los lí111itcs externos del ca1npo 4.
chura total. :El <.Íngulo del borde inferior es nn1y variable; la d1s- En las f1gur:-~s 202 y. _¿69 se presentan cjc1nplos de este tipo,
r-1ncia vertic<1l desde una línea que unicr-.1 L1s esquinas inferiores en los cuales la figura annnal colocada en el ccntr-o aparece con
d~ la 1nanta hasta su t11<1yor profundidad es por lo general un poco gran claridad. Se notará que los grandes ojos del anin1al lle,·an
'!,..•
,.,
252 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 253
sien1pre agregado un diseño de carrillo. Estos aparecen ta111bién diseños de ojo, ocupan el centro del borde inferior. Estos pueden
en la figura 203 que reproduce una 111anta perteneciente a Ja 111isn1a identificarse a 1nenudo con las ventanas de la nariz d;:: !.:• ...:.a:.. . . L..<I. a
clase, cuya panc inferior, sin en1bargo, presenta con n1enos claridad que pertenecen los dos grandes ojos inferiores. Este parrón es
el cuerpo y Ia cola pertenecientes a la gran cabeza. La reducción mucho n1ás sünétrico que el tipo anterior, pero su simbolismo
del can1po 7 y su prolongación hasta el 111argen inferior son ran1s es 1nucho 111éÍs obscuro. Supongo que la posición invenida del
en otros cjcn1pios. En la figura 202 el can1po 7 está ocupado por ojo en el borde
]as n1anoslevan- superior se debe
radas del ani- esenciahncn te al
.. a
mal, n1ientras
que en la figu-
esfuerzo para con-
scgll.!.~ n1ayor si-
ra 269s está mct¡;Íjl. Para expli-
ocupado por un carse este punto es
· dis-eño de ala. necesario ver los
El n1arco rec- ojos de arriba
rang u lar que con10 una parte
rodea el cuerpo del cuerpo c.1 ue.
en la fig. ~69b está vuelta al re-
es un rasgo ex- vés. En las figu-
cepcion:J que ras 103 y 271 pue- 6
b he visto sola- den verse algunos
n1ente en otra ejemplos caracte-
n1anta 111odcrn~1. rísticos de este ti-
En la figura po. En éstos los
~70a puede" dis- campos a derecha
tinguirse un e izquierda de la Fig. 271. 1\'Iantas chillrnts.
Fig. 270..\!antas chilkats. subtipo en que cara central están
hl parte inferior tratados en la pri-
ha sido tratada de manera diferente. Los dos del campo 4 son del .n1era c o 111 o una
nlisn10 ta1naño que los del ca1npo l. De esta 111ancn1 se log_r:l produ- cara de perfil, r
cir una in1prcsión n1ás si111étrica, pero :1 expensas de la unidad de la en la segunda apa-
fortna ani111al. Fstc trata111iento se presta. a una separación 111ás Ill<lr- recen decorados
cad<.J. en los can1pos 5. 1 y 8 con respccto.<l los can1pos 6, 2, 3 ;i- -+. 1 con un relleno con
de nL1ncra c¡uc todo el c:1n1po ccntr:1l p;1rcce estar dh·idido en tres :l disefio de plun1a. -=--
secciones ( vé_ase fig. ~0-l). La figura 270a está decidida1~1enrc baj_o ¡ Un trat;.u11iento Fig. 272. i\bntas chilkats. -.--·
la influencia del segundo ópo de ~nan~<I. cc_>.1_1 l_~~-~uarro OJOS aprox1- un tanto diferente
111ada1nentc del n1Ísn10 t;unaño' y arrc"'gt1dos si111étric;1111ente alrede- ·1 se presenta en la figura 272, que puede con1pararse con Ja figu-
dor de una cara centn1l. · ... ~, ra 270. En ainbas h;.1y una gran cara que ocupa el centre: de todo el
Fl rasgo fundamental del segundo ripo de m;mtas es una c;1r:1 diseño. rodeada de los cuatro grandes ojos, y los espac10s laterales
-~·.¡
central colocada un poco n1ás arriba que en el tipo precedente. han sido llenados con diseños de pluma .
de 1nodo que fon11a cxact . unente el centro del can1po. En Iug .1r _de .En Ja figura 273 ~e han n1ovido hacia el centro los ojos supe-
los gr<tndes ojos de la p~1rre superior cnconrran1os dos grandes OJOS riores. !' el diseño de ojo Se ha an1pliado hasta forn1ar un perfil
inYerridos, frecuenrcn1ente sin el diseño contiguo de n1andíbula. que ocupa todo el 111argen superior del ca111po central. Los ca~pos
I~n inuchos casos dos pequeños patrones circulares, o pequeños later:1lcs vecinos a la cara central están ocupados en la figura
154 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 155
27 3 b por los dos lados de la aleta dorsal, de manera que la forma de la 1nanta, nlientras que en las cajas aparece una línea recta inedia
de una ballena se destaca aquí con bastante claridad. que se destaca sobre las orillas paralelas superior e inferior de la
El esquema general de los angostos tableros laterales es muy caja. Los tableros laterales de Ja manta corresponden en cierto
definido. Práctican1ente en todas las tnantas cnconrra111os un diseño 111odo :l las angostas bandas laterales que se hallan enfrente de las
de ojo -parte del perfil de la cabeza de un animal- en el ángulo cajas largas (fig. 274 a) que se caracterizan por un diseño de ojo
externo superior; otro Jiseño de ojo cerca del borde inferior, gene- bastante grande que se ve en cada esquina. Estas están unidas entre
rahncnre hacia el .inedio del can1po lateral. La posicic.'n1 del diseño
de <~o inf_erior es
r'l.1ücho .. n1ás .jrre-
gular que la del
superior. En ge-
--~.:-···;.. .. :;;, neraI se nos da la
~~-
in1pres.ión de un
anin1al cuyo cuer-
po se extiende a
lo largo del extre-
mo externo de la
n1anta, ocupando
la cabeza el centro
del tablero, nüen-
b
tras que los pies y
la cola se 111ues-
tran a lo largo del
borde inferior. De
esta rnanera se de-
Fig. 2TL .\·f:i.ntas chilk?.ts. ja un espacio en el
n1edio, junto al ta- Fig. 274. Frente, rcl"erso y costado de una caja pintad;t.
blero central, que no pertefl_ece escncialn1cnre a la forn1a del ani1nal.
En a1nbos tipos fundamentales los espacios intcnnedios que sí por una Yariedad de clc1nenros decorativos. De esta 1nc1ncra
no están llenos de los grandes diseños de ojo, el cuerpo, la cola y se originan cinco c;1111pos en el borde inferior del frente de la caja.
las extrenlidades, se han Hcnado con una variedad de patrones El del 111cdio está ocupado por el cuerpo del anin1al central; en
que sólo en parre dependen de la selección del ani111al que se tra-
las csquiriaS se h:.1llan los diseños de ojo que forman la base de L1s
ta de representar, pero que están dcrcnninados princip-.1linente poi
fajas laterales. Entre éstas quedan algunos espacios que se llenan
consideraciones estéticas.
Los anchos lados de las cajas rectangulares llevan el nlisrno frccucnren1entc .con diseños que r1:;presenran las patas delanteras
.. l
diseño funda111enral que el pri111er tipo de n1antas: un anin1al con
.,..() -uaSCra::s~rraa~i~i11al. La divisiún en cinco can1pos no aparece con
tant<l claridad en lc1 figun1 275 a causa del can1bio de }t;:¡-ar de los
una cnonne cabeza en el borde superior y cuyo cuerpo ocupa el
centro n1ás abajo. Entre los tipos de manta y~ de caja existe una
.
ojos. El reverso de la figura 276 se ha tratado de 111anera "diferente;
diferencia bastante constante; el borde inferior de Ia cara grande en el can1po inferior se ha onlitido el cuerpo, y los dos ojos se han
es curvo en las cajas y recto en las n1antas. Esta diferenci~1 creo colocado en el 111edio, de n1odo que se ha producido una división
que se debe al deseo de evitar el excesivo paralelis1110 ..En la 111anra en cuatro p:.irtcs de roda el área que se encuentra debajo de la
la línea recta inferior de la cabeza se destaca sobre las curvas de la boca. Un trata1niento scn1ejante se ha dado a un frente (fig. ?.77),
parte superior de la n1is111a y sobre el ángulo del borde inferior en el cual los ojos han sido colocados en los· ángulos, y el 1ncdio
256 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 257
está ocupado por los dos lados de una col_a qu~, sin ,embargo'. se l:a esr~ espécin1cn se conservan los ojos; la cara central del campo in-
tratado con1o si fuera una cara de gavilan. El caracccr arb1trar10 ferior representa probablen1ente el cuerpo, al cual están unidos los
- -- -- -- · de los detalles apa- brazos y las manos, Sin embargo, en la mayoría de estos ejemplos
rece 111 uy claro en la sección inferior se ha su prin1ido casi por co1npleto; se conserva
este arreglo.
Los costados an-
gostos de las cajas
están pintados gc-
ncrahncntc con u1i
diseño análogá al
_dibuj"::,tfol frente,
· P~l.~).. _co.1~ es~~ _d1-
f crcncfa: qne no.
Fig. 2/5. Frente i.ic una caja pintadol y rallad~l. existen c~1blcros la-
tenile> y la cabeza
está 111ás con1pri111ida. En algunos C<lsos los la~os 1ncnorc.s__ están tra-
tados de 111ancra diferente, con10 se ve en "la figura 2 76. Estos lados
contienen 111uy rara vez una figura <le perfil que no ocupa todo el
ancho de los rÍiismos (fig- 277)~
Hay también algunas cajas bajas que se han tratado de manera
un tanto diferente_ A cal_\sa de la poca altura de los lados el borde
inferior de la cabeza se traza en línea recta, fonnándose un angosto
t•1hlc:ro rectangular a lo largo de la orilla inferior (fig. 178). En
Fig. 277. Los Cllatro lados de una caja pintada, con ei frente en n1ayor escala,
dingits.
fig. 2i6. Los cuatro !.idos lle tlll:l caj;t pint;tda, tlingits. Fig. 278. Frente ~· costado de una c;1'¡;1 pintada.
258 COSTA J)E[ 'CIFICO SEPTENTRIONAL
e· P .~
-·
nas inferiores y los de la boca están colocados de tal 1nodo que e izquierda de la cara y el cuerpo. Los diseños de las esquinas
forman una curva continua. En la figura 274b el arreglo de los o¡os superiores son clara111ente ornamentales y no representan una par-
en las esquinas superiores, los ojos de la gran cabeza y los de la te determi11~1da <le ia cabeza; los ojos de los ángulos interiores se
boca fonnan una curva bastante regular. consideran con10 pies y dedos; los grandes oj?s encima de los án-
]~n las cajas cuadradas en que súlo se ve en cada costado_ un gulos inferiores, con10 articulaciones de la rodilla. Los dos costados
lado de la cara (fig. ~80), el tan1año del cuerpo está 1ntt)' reducido. de la caja que se n1ucstran a n1ano derecha corresponden en todos
sus d.e.tallcs a los de la izquierda, a excepción de la boca, que está
a a
b
b
d
I'\~ '1J ~~
~Jf\\: _:::::~_,,
--
l'Hff@ fi
1 H\ 1 ,'ü,e 1 )
f~n !a n1·ayorL1 de ellas h1 gr«lll cabeza _está linütad;1 por ~lcbajo por
una línea rccru, nlicnrras que en h1s c~lJ<lS b1rgas que contienen ro,da e
J,1 c;1ra en el frente. la línea inferior de h1 cara es curva. Tan solo
en una de ésta~ (fig-. ~78) cnconrrainos linlirada la cara, por h1
parre de ahajo, por ~1na línea recta. . . ,
I::n la figur;1 280 a los dos lados de ~a izquierda cstan ocupados
-----.-~:::'." por- una gran cabeza en la parte s.upc:1or, (]UC corr_:spond~ ~ los
cainpos en blanco 1, 2 y 5. La orc1a ( >) es de t;n11,:1no nn1~ 1edu-
cido. l:] pico agudo del n1cdio indica :1uc se pcnso representar al .:;.
ga\·itín. Debajo de él se ve un p_equcnc_> _';<llnpo <.JUC corre~p~nde.
al c;1111po 3 en las 111antas, y Jcba¡o t;111lll1cn u1~;1 cc1r<I con sus dos
ojos, que corresponde al 4. El ca1npo 7 esta ocup~1do por Ins
brazos, los cuales están indicados por la línea curY<l que corre del
hoinbro :1 la n1uñeca de la inano levantad<L Todo el can1po lateral
<le la 111;u1ta se condensa en la angost:1 faja l}UC se Ye el la derecha Fig. 283. Bandejas talladas.
262 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PAClFlCO SEPTENTRIONAL 263
tratada de n1anera n1uy diferente; las ventanas de la nariz se pre- inferiores son excepcionales en cuanto a que no están colocados
sentan en el cenero. en las esquinas sino cerca del cuerpo y pueden considerarse como
En la figura 280 b la porción inferior del lado dec_orad_o_ es de articulaciones del tobillo; debajo de .-:!-!0:; :::::;~::.::. !:;:; :..~:~~::::. !._G~ -dko-
cainaño n1uy reducido y los can1pos 1na_r9inales se. han s1mphf1cado. ños de ojo en las esquinas superiores ocupan el lugar de las orejas.
La cabeza puede representar a un gav1lan; los OJOS de los ca111pos La reducción del cuerpo es todavía inás 111arcada en la figura 281;
aquí los diseños de ojo y las curvas adyacentes del borde superior
~V~' moé$) ~
son eYidente111ente rellenos.t, ~l cucrpn ha sido co1~pletan1ente des-
~ I
,. \
e
viado. Los ojos de las esquinas inferiores y la curva inferior anexa
revelan el intento de representar una pata natatoria. El carácter
con1ún de estos tres ejen1plos son la línea divisoria horizontal de-
bajo de la boca y (exceptuando la cara de la figura 281) la ten-
dencia general a hacer un arreglo sin1étrico de las líneas en los
ca1npos superior e inferior. Las líneas del can1po superior apuntan
desde el medio hacia abajo, y las de abajo del medio hacia arriba.
~ INP• o/
\
IJ f brazos hu111anos y sobre él está indicada la gran cabeza caracterís-
tica. La cola se n1uestra en el corto lado opuesto 1 junto con l3s
piernas tr:1seras y los dos ojos desconectados tiuc ordinarian1entc
fonnan las articulaciones de la c::1dcra v deberían unirse al extren10
Fig. 284. B;tndcjas talladas. superior de los 1nuslos. En todos estos. ejen1plos (fig. 282a, b ~{ e)
264 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRlf>' \L COSTA DEL PACIFICO SEPTF.NTRIO"AL 265
a b e
b
'M
extrcn1os los rostros característicos, pero que están decorad<lS en
los h1dos por grupos de corras líneas paralelas (fig. 28+. p. 262). .
El parrón de línea y círculo del plato (fig. 168. p. 189) demuestra .
ta1nhién el uso de las forn1as geon1érricas para fines decorativos.
'I
En Ja cuchara pan bayas (fig. 21i, p. 217) el espacio <1ue deja
Y;1cantc el diseño si111búlico se llena con una red de Iíne;1s cruzadas. .
~
uno de los e1en1entos derivados de n1otivos ani1nales nna función
significativa, sino que 1nuchos de ellos se en1plean, prescindiendo
de roda idea de significado, para fines puran1entc orna1nenrales .
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' Fig. :!98. Garrotes hechos de hueso de ballen.1, :S-ootka y CO!ita de Salish.
p-.1rcci<l<1, aunque no t·an ínti111a, existe entre.: la~ act~\'idadcs ~c_li 111a d~ arte. l:~ntre todas las tribus poden1os ohscr\··.ir que los jefes
giosas y las 111anifestaciones ;.1rrístic;1s. 1'~~ conH~ s1 las_ ideas _nob1~1a supcn_orcs pretcnt~cn poseer fonnas de arte inuy especializadas t¡uc
rias se hubieran apoderado de toda la v1d;.1 y 1c hubieran 1111bu1do han, s1_do C~)llstru1d;1s :obre h1 base general de la reprcsentaci 1'in
el pensa111ien~o de que l; i?osici.<'>n_ so~ial debe c_xp_res;:rs~. a cada t<JtCilllC<l. l·,n el sur existen pruebas evidentes del reciente des:1rro-
paso por ntec.ho de h1 ~cral_d1ca, s1 bien c~ta no se hnut:l u~1!ca1~1ente llo exuberante de 1:1 ide<l toténlic;1, que quíz::ís podría· lh11nar.se del
a las for_1nas del cspo1~10, sino _<.]UC se e;nend_c :1_ la expr~sH_):1 litera- pen:1cho, <l::;arrollo que se debe al gran en1peño de ele\·~1r, 111 edian-
ria, 1nus1cal y dran1ánca. ¿Quien podrta decir s1 la_ asoc1ac1011 ent~e te la poseston de fonnas de arte, el nivel de las unid;1des sociales
la po:~iciún social )" el uso de cierras fonna; an1111a~e~ ~e~ decir a que pertenece el indi,·iduo. Prueba bastante de estas relaciones
.. - ~·-: -.-.,,, .. · ',-:c::c·rtl"i-•l1cCro· toténlic<) de la· Yida-, ha dado c.l 1111pe:u 1n1c1al al, d_es- 5~)11 )a 111ultiplicid,1t~ de fonnas emre-"imr-rrn1nerosas pequeñas di\·i-
arrollo del arte, o si, por el contrario, ha sido el nnpulso art1st1co s1ones de los k"·ak1utlcs y la apariciún esponidica de fon11;1s ani-
ei que ha desarrollado y enriquecido la Yid~1 totén1i~;1? ?'_. 1estras 111ales entre sus yecinos los salishes.
observaciones dan lugar a creer qne el des;1rr~llo sunh,oli~o del L.a patri;1 de este estilo se encuentra indudablc111cntc en el
;1rte no habría ocurrido si hubieran faltado las ideas torc1n1cas, y norte de la Colu111hia Británica v sur de i\laska. Las 111anufactu-
<.1ue nos halL1111os frente J la inYasiún gradua~ de n1~)ti\·os ;1nin1:1les ras de las tribus de la isla de \T;incouycr 1nuesrran un uso 1nucho
cada vez n1ás ahundantes en un arte con\•encH>nal h1cn establecido. n1ás extendido de la ornan1ent;1ci<'in gcon1étrica que las de h1s tri-
Por otra parte parece cosa averiguada que la exube~ancía de la bus d~I nor~)este .. Tengo la i111pre_siún d_e que éstas son restos de
forn1a torénlica ha sido estin1ulada por el \·al(lr conccd1do ;1 la for- un estilo 111as annguo. Las bandeJ<IS, ca¡as y cest;1s de los indios
ESTILO 149
148 ESTILO
hábitos niás antiguos que ellos. En tien1pos posteriores puede ha-
t1ucológicos de este tipo son raros, 1 de 111ancra que no es seguro berse invertido el orden en cuanto a que cada generación estabiliza
:¡::~ ::;::: :_:::'.::-::~~:: -J:.:-<:.:;rr;1.r haya ·:;-iJo· d~:.1.1so general en la éf)oca sus hábitos de ar;ucrd0 con los objetos a que está acostu111brada.
:1nngua. ~n la actualidad está distribuído' indudahlcn1cntc en todo I.<:n los tien1pos 111odernos existe una pern1anencia sen1ejante de
el continente.:! f•] cuchillo se usa cotno dC'shastador llcv;l.ndolo en fonna de los utensilios que.se ajustan a hábitos concretos de n10\'i-
dirccci/in. al cuerpo. l~~n Africa, por otral});1i·rc. el rallado se h;1cc 1nicnto, co1110 se den1uestra por la rigidez de forn1a de n1uchos
c.:on una cscofin~1 y un cuchillo recto y dC dos filos.:: Slilo una \ºCZ instrun1cntos de los n1ercaderes o la pennanencia del teclado del
he encontrado una referencia del uso de un cuchillo corvo en for- piano.
1na de h~~z. que se usaba para desbastar J.i1 _vara de una flecha \·, .:\u1it1ue basado en la educación _de otro órgano de los senti-
probablcn1cntc, para otros fines sc111cjantcS: ·sch\veinfurth 4 infonl1a dos, se encuentra el nüs1110 conservatisn10 en la estábilidad de las
,t}L_IC los I_n_angbattu son el. ún_ico pueblo Cn la!i, r~gioncs que VISl(O fonnas- de las letras de nuestro alfabeto. Cuando escribi1nos, tanto
-1ncl':1ycn?o hasta los cg1pc1os-, que están fanüliarizados con el los h<íbitos de n1ovi111iento fir1nen1cnt€: establecidos· con10 la fijeza
uso del. trinchante de un solo filo, n1ientras que los de1nás usan de las asociaciones entre la itnagen visual y los Caracteres, ayudan
el cucl11lln. de dos filos. Se dice también del pueblo que habla ifo a estabilizar laS forn1aS antiguas y a dificultar las innovaciones.
<-JUe usa un, asta de lanza para trinchar.:; · La estabilidad del lenguaje es otro. fenún1eno de ~a n1isn1a clase.
Otro.~jc111plo que viene a con1probar nuestro aserto se encuen- Las característica.o; fonéticas funda111entales de una ICngua se basan
tra en los ;1-nartillos que usan los indios de la· costa de la A1néricn del en los h;.\bitos de n1n\·inüento; el uso del vocabulario y de las forn1as
Norte. Las tribus de la costa de '\tashington _usan un n1artillo de gr:u11aric;1Jes está fundado en parte en asociaciones auditivas. En
1nan~ hecho de _una sola piedra con una cape_za lateral para golpear; 'todos estos casos, en el uso de instru1nentos, fonnas y lenguaje, la
las tribus _de la isla de \ 1ancouver un n1arríllo de 111ano hecho ta111- inteligencia se vucl\·e tan con1pleta1nente ajustada al uso de hábitos
bién de una so~a pi:dra con un brazo cilín'drico y una cabe?.:a plana definidos de 1novin1icnto. y a ciertos tipos de asociación entre Lis
en el extre1110 inferior; i; los de la Colu111biri I~ritánica del norte una in1prcsioncs de los sentidos y actividades concretas, que la resisten-
piedra-n1artillo pesada atada a un 111ango g'rande de n1adera. cia a cualquier c~unbio se presenta con10 la ~1ctitud 111ental 111ás na-
Los hábitos de 111ovinlic:nto o posicic'~j :se expresan de otr<l ina- tural. por la sencilla razc'n1 de que tal ca111bio exigiría el trabajo de
nera en los tnueb_les de casa y el vestido. I_,a.s trihus que acostu111br:1n . ;
olvid.1r lo aprendido :- Yolver a aprender. Debe entenderse que esto
sentarse e~1 cuclillas en el sucio no usan Í>;1ncos ni sillas. 1_,as que .,. 1 no i111plica una est;Ü>ilidad absoluta, la cual no existe, sino única-
acostu111bfan acostarse de h1do no usan los ~oportcs del cuello que se 111cnte la resistencia indi,-idual a los ca1nbios bruscos.
encuentra~_1 entre la gente que usa un to:cado cotnplicado y que ;¡· t~sta resistencia se expresa de otra 111anera poi 111edio de un
::, 1,
se acuesta ?obre las esp;-1ldas. apego c1notivo a 1:1s fonnas usuales. t~n el can1po dc:.·1os instru111cn-
.. l~s 111~1y poco probable que los hábit(>s de la gente se hay~1n ! ,. tos, quiz;Ís no sea sólo el placer del juego el que induce al ho111bre
or~g1n:1d_o ·1en las fonnas de _los efectos do111ésticos que usaban. l~s a cons:1grar tanto rr.1b:1jo a la fabricaciún de sus ute1isilü1s, con10 el
1nas fac1l ~<>uponer <]U.e los inventos hayan ~ido"· deter111inados por a111or al instrtu11ento especial (1ue está usando, a1nór que in1plica
pL1ccr en los 111ovinüentos acostun1brados y en la foín1a del objeto.
. 1 1--Iarlail l. Smith, ".-\rchacolngy of thc Tho~npson Ri\·cr Rcgion'', ]'ubl.
l'~sta actitud n1ent;1l es una de las fúentes 1nás iinportantcs del con-
l•'sup !v~orr::-[~,1cific ~:xp1.:ditio11 1 Yol. 1, fig. 352d, p. 418; Jan1cs Tcit, ···rhc ·rho1np-
son lnd1ans , 1d1?111, f1~~. 125, 126, ¡i. ·t84; tal-~YcZ"ñsiinisn10 cl""cuCbillo de diente de ser,·aris1no en la forn1a de los objetos de U'.:iO, y de la tenden~i.<l <l
c:1stor. id~·111, fig. 49, p. 1-H-. darles la 111ayor pcrfccciún técnica pos~blc. l ..a intensidad de la rela-
:: ()tis ·1.·. 1\lason, R,•port U.S. 1V,Ttio11al ,-Vfusetffl!, 1897, parte 1, pp. 7~5 .u . ciún cn1otiva entre un~1 persona y su 1nsrru111cnro es nart~rahncnrc
.• :: ,\!._ :vCiss, /)ir: Voik<:rstii11r11h' i111 Norden /)e11tscb-Ostafri~·.1s, p. +2! ss.; t;1n1- 1nayor cuando el fabricante v el que lo va a US<lr son la nIIs111a per-
l11cn G. lc~~n1;1n11, J)ie Pm1g~<1.1e, p. 222; Jan Cz.ckano\\·sJ.:y (Ruand::i), Le. (\'l:;1sc
p. 115), p. 155. so1ia, v tiene qüe decaer ant~ la facilidad con que se· obtienen otros
·l G. Sel1wcinfunh, hu H er::.e11 'i.'OJ7 Afrika, )\l cd., p. 349. para s.ustituirlo. Esta es una de las causas de la r<Ípida decadencia en
;, F. \\.'. _S111ith y A . .\!. l)alc, 1"hl' lln-.~1n·aki11g l'i:vples o{ Northt•rn J?.odl.>.·si.1, la belleza de la fonna de los utensilios nativos que se presenta tan
p. 199.
,·oL t,
pronto con10 se introducen instrun1entos y artefactos europeos.
Frnnz Boa.~, "Thc K\\·akiutl of \·ancou\·cr lsland", l'ublications o( tbe f••n1p
r;
Nurtb /',rci(ic H.i.·pr:dition, \·ol. 5, pp. 31-+ ss.
150 ESTILO ESTILO 151
Si bien la falta de variación en las formas de los utensilios y su El conservatisn10 de la forn1a se hace sentir en inuchos casos
caracterización regional son a 111cnudo expresiones de hábitos de en que se hace un objeto con material nuevo. El abandono dd_ ma-
n1ovimiento definidos, o de otras reacciones sensoriales que están terial antiguo puede provemr de la falta de u~a cantidad suficiente
asoc1adás "iif'1ne111ente {:(}Íl. acnvidadcs útiles qüe se han vuelto cul- del 1nisn10, o puede ser debido a una 1nnovac1on que procede de ~n
turaln1cntc fijas, hay otros casos en llUC la retención conservadora iinpulso creador interno. Constituye una ruptura con el pasa~o. Sin
de la forn1a no puede explicarse de l..1 niis111a 111ancra. Esto es espc- e111bargo, las forn1as antiguas se conservan algunas veces. i\11entras
ciahnenrc cierto cuando el uso de un objeto no depende en grado 111ás plástico es el nuevo n1aterial, 1nás fácihnente ocurr:,n esta~ sus-
considerable de su for1na. l·:J hecho de que una cesta sea redonda u tituciones. El barro, la madera en menor grado, y tamb1en la p1edr,1
oblonga, angular o sin esquinas, no ipfluyc en la 111ancra de usarla, son los n1ateriales principales en que pueden ün_i~arse las fonnas ~e
a n1enos que sirva para el acarreo. Sin c111bargo, en 111uchos casos, la bulto. Especialmente el barro se presta con facilidad para la fa\m-
fanliliaridad que resulta del uso prolongado de los objetos puede cación de una gran variedad de fon11as. ~uando se ha logrado la
coriducir fáciln1ente a un apego en1otivo que encuentra expresiú:n necesaria destreza errdar el tc111ple a la arcilla, en 111odelarla y que-
en la pcrn1ancncia de la fonna y en la negativa de aceptar fonnas marla,-<e tiene fa" oportunidad de copiar toda clase de forn1as. De
nuevas no fa111iliarcs para el uso de todos los días, una resistencia esta n1anera encontrafnos platos y cu<:ha_ras de concha, ;1 as~1as h~
en1otiva al ca111bio que-puede expresarse de va~ios n1odos -con10 un chas de calabaza y fonnas de cestas 1nutadas en la cera1111ca. En
sentinüento de lo inadecuado de ciertas for111as, de un valor especial la actualidad seglli111os haciéndolo así; e1: nuestra lDza de C~1i
de índole social o religioso, o de un tcn1or supersticioso inspirado na tene111os ejen1plos innu111erables de copias hasta de lo~ tro1ba¡os
por el ca111bio. Favorece ta111bién la pcrrnanencia de la fonna la par- 111.í.s finos. En Africa encontra1nos lán1paras de barro derivadas de
ticipaciún de n1uchos individuos en la fabricación de los objetos. las for111as de lán1paras de bronce de la antigüedad en las cu·~~es los
1
En la n1ayoría de los casos celda pcr;,ona. acude a sus propias necesi- con1plicados pies i1:ütan la labor de al~n1bre, y n1uchas v;.1s11as de
dades. El nún1ero de n1entalidadcs originales no es seguran1cnre 111ás barro parecen copias de cestas._ P?r e1c111plo, los platos de, barro
grande en la sociedad prinliri,r.a que en la nuestra, aunque no creo ccren1oniales con 111ango de los 1nd1os pueblos se parecen 1nas a las
que sea 111cnor. La 111ayor parte de los fabricantes de objetos de uso cestas que a la._.;; vasijas de barro. . . . . ,
cuDtidiano son, en consecuencia, inütadores v no creadores, v la En vista de la aran frecuencia de fon11as 11111tarl\·as en L1 ccr~1-
Ill<lsa d~ n1ateriai uniforn1e que se e111plca y que se ve consta;1te- tnica se ha for111uiado la teoría de que todas las fornu1s de artefactos
111enre tiene que in1itar el libre juego de la i111aginaci<)n de los pritne- de barro se han de haber originado de prototipos que fueron he~
ros autores. El deseo de probar dclibcradan1ente a crear algo nuevo, chos pri111eran1ent? n1edianrc otra téc~1i_ca. El profesor Sc::huci;a~dt'
que can1crcriza las industrias de nuestra época, no se h<llla presente supone que las pruneras fonnas neoltncas que son punnagu<.~<lS en
en los ho111bres pri111itivo:.;, co1no ta111poco existe entre nuestros la base, deben ser copias de bntellas hechas _de_ cuero. C~1sh_:ng }-
cainpcsinos nlientras no se han cont;uninado de la:-; influenci<l~ de la Holtncs s han sostenido la teoría de que la ccranuc~1 y los disenos de
la 1nisn1<1 se han desarrollado de la cestería, que las ,-~1sij-,1s fué-ron
ciudad. Con esto no pretendo asegurar que h1s fonnas prinürivas S(1n
absoiura111cntc estables; n;1dü habría n1ás lejos de h1 verdad; pero el prin1cro n1odeh1das en una cest:1 y <.1.t~e la cesta y· su· cubierta de
h:irro fueron quc111ad:1s a cont1nuac1on. De esta tnancra !:1 ccs-
esfuerzo consciente de hacer ca111bioS t¡ue caracteriza nuestras nH>-
t;.1 se quetnaba y }a vasija de barr,o quedaba :on la fonna de la cesta.
das es raro. So1nos tan1bién conser\•adores en h1s for1nas cuya tnodi-
En con1probac1on de esta teor1a se ha sc1~alado el h9_cho de que
ficaciún exigiría ca111bios funda111entales de hábitos. · c·feGri\'.af1~te s~· h~Jn encontrado cest11s cub1ertas de arcilla, en cuya
La est¡lbilidad de los arreglos interiores de h1s casas, no ohs- superficie se ve pintado en barro. el diseño ornan1ental qt~e se obser-
t<lntc todas las v~riaciones de detalle; el apego a tipos de vcntan~1s ,-.1 corrienten1ente en la cesta. Sin en1bargo, estas tentat1v;.1s no n1e
que se usan en diferentes países; las fortnas de las iglesias; nuestros
hábitos locales de ali111entaciún, son cjetnplos de un grado conside- < c.i.rl Schud1ardr, Alteuropa, Berlín, 1919, p. 44.
rable de conservatis1110. Esto ocurre tan1bién, por lo inenos en parte, ~ \V. H. Hohncs, "()rigin and i)e,·clopn1ent of Fonn and Ornanient in Cer-
ainic Art''; Frank Han1ilton Cushing, "A. Srudy of Pueblo Pottery", Fourtb A11111rnl
en 1<.1s patrones fundan1cntalcs de la indu111enraria 111asculina y fc- Ri!port, H111·eau of Ethnolor.r,y, Washington, 1886. l·Iay prueh·.1s, sin ctnlnrgo, de
n1cn1na. que fas yasijas fueron 111oldeadas en ccst;\S y Juego retiradas y quen1adas.
216 COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIO,,,AL 277
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ballena (fig. 298). L'n motivo relacionado con éste se presenta
en los contrapesos de rueca de la figura 296, y aparece tan1bién
en grabados de 111~der;:, repr.:!Sentatívos, como en el diseño de águila
que se ve en el pilar de una casa del delta del Río Fraser (lámi-
na XIII, p. 280). Este ornamento adquiere mayor imponancia en la
regiún n1ás al sur, con10 puede verse en los platos y cucharas de
ia regi<Ín del Río Colu111bia, en los cuales se presenta asinlis1110
el diseño circular col) el punto en el centro (fig. 297).
Algunos ejemplares antiguos de-
rnuestran la existencia en esta zona de
un es.tilo de fl.(~Wijo, representativo
pero de carácter diferente del estilo de
la costa del noroeste. Estc5 Se con1prue-
ba 111ejor con el exai:nen de una serie de
garrotes de guerra. El tipo fundamen-
tal pres~nta una hoja de corte lenticu-
lar coronada por una cabeza parecida
a la de un águila, la cual ostenta un to-
cado de ave que no difiere del que
usan los nootkas en la época actual.1 G :,-,. ."J
En todos los ejemplares representados .,
en las figuras 298 y 299 puede recono- ' ~
.~
ción con las ceren1onias toténlicas y otras parecidas, tienen el tipo
del norte, n1ienrras que los objetos de uso cuotidiano tienden a
~tdoptar la orna111cntaciún gco111étrica. r] uso de fonnas anin1ales
en platos grandes (véase fig. 198, p. 205) es un rasgo caracterís- I":~>.,;:;::::.,,¿.
tico de esta región. ~ ~...,, ~
f
/
/
g
.,. 1
corteza del cedro (fig. 302). Los patrones que se Yen en tejidos h
de raíz de abeto, especialn1entc en so1nbreros, sun 111ás co1nplica- Fig ..Hl.+. Diseños dccuratin>s de (;¡ ccstcrí:1 tling-it.
dos. t~stos se hacen de hilo torcido \T las líneas orn;unentales se Yan
forn1ando salteando de· tien1po en tien1po dos hilos de la tra111a.
r:sre procedin1icnto pennite producir líneas que parecen levan-
tarse de la superficie del tejido lisn. Los diseños 111;.Ís frecuentes,
hechos de esta 111anera, se cotnponen de una serie de figuras poligo-
nales )' líneas en zigz;1g. ..\ Yeccs los son1breros t:unbién están
284 COSTA DEL PAUl'ICO SEPTENTRIONAL
.
.
=
produce un efecto decorativo. }:] único cspéci111en que yo conoz-
co, de. faja decorativa en el borde superior, carece .de bordado b
en color )' tiene únican1ente una dccoraciún en zigzag ejecutada
por el procedi1nicnto de asargado ya descrito, parecido al patrón
de la figura 304 b. La n1ayor parte de las cestas están adornadas
con una faja ancha paralela al borde, que consta de dos tiras
anchas separadas por una tira angosta. Estas fajas está colocadas
a corta distancia del borde superior (látn. XIV). La distancia,
frecuente1nentc, es n1ás o n1enos igual a la anchura de la banda
central. Los diseños de las anchas fajas superior e inferior son gene-
raln1ence idénticos. La faja divisoria central está decorada en la
111ayoría de los casos con pequeños elen1entos dispuestos en líneas d
en zigzag. En un nún1ero bastante grande de casos solan1ente las dos
bandas exteriores están bordadas, n1iencras que la faja central per-
manece sin decorar. En unos pocos ejen1plos la banda central a
está reducida a una sola línea de puntadas sin decorar, dando la
impresión de una sola banda ancha que circunda coda la cesta.
En canastas caladas para pescar la faja central se coloca cerca del 111111
n1edio, n1iencras que las bandas exteriores se trasladan al fondo y al
borde superior...\unque algunos de los diseños son de tal carácter
que pueden usarse cotno bandas horizontales continuas, hay una
tendencia tnarcada a dividir la circunferencia en una cantidad de
~
f
tableros separados por líneas rectas verticales.
Considerable nún1ero de cestas decor<l.das con tres bandas tie-
nen dos o cuatro ve~tederas, y en unos pocos casos el diseño de la
\·ertedera se repite en el diseilo superior. _L.] nú111cro de repeticiones·
del diseño en la banda es bastante irregular; algunos de los tnás
grandes se repiten únican1ence dos veces. Cuando hay inuchas de
estas repeticiones en la banda superior y en la inferior, su distri-
bución es por lo general independiente, es decir, los ele111entos del e h
diseño superiores e infr.riores no se ajustan el uno sobre el otro.
No se dispone desgraciada1nente de suficientes bordados de Fig. 305. Disefios dccorati,·os de cestería tling-it.
puercoespín que nos pern1itan investigar en detalle las relaciones
que existen entre los patrones que se usan en esca induscri;t y en la
cestería. Los diseños que aquí se describen son parecidos a los pa-
trones de la cestería geon1écrica de otras partes de la vertiente
del Pacífico y a algunos disei"i.os que se presentan en el bordado de
288 cos·r..\ DF.L P:\CIFIC() SE.P'l"ENl.'RIONAL
COSTA DEL PACIFICO SEPTENTRIONAL 289
cuentas. Son ajenos por co111pleto a la pintura y tallado que se han
inesetas vecinas del interior n1erece especial consideraci6n. El con-
des_cr~_to en las p~gi1~a~ anteriores.
r.rastc entre las dos es notable. Unas cuantas tribus que han adopta- ,
La cultura de la costa del noroeste ha ejercido influencia
t;1nto sobre las tribus del norte con10 sobre las del sur. Los tra- ~o, por lo 1ncno~ en parte, las ideas totén1icas de la gente de la
costa, co1no los hllooets, han ton1ado junto con ellas una cantidad
bajos en 111adera de la región del llío Colun1bia y del norte de
C:alifornia han sido indudablc111cntc csti111uL1dos por su cje111plo.
nH_Jdcra~a d~ escultura. Lrnas pocas que han caído 111ás de lleno
Aunque el estilo can1bi;1 111atcriah11cntc, la ·técnica de i11ancjar--la-
ba¡o el mf!u¡o de la cultura del noroeste, como la Bella Coola, Ba-
h.1nc ~· unas cuant~~ tribus de Alaska cerca de la costa del sur,
111adera y la relativc1 abundancia de obras de talla indican la inter-
han adoptado tan1b1en, en SUiTIO grado, el estilo de arte de L,1 cn~t:L
rclacién1 de estas culturas. To1nánclolas en conjunto con otros as-
pectos, con10 el tipo peculiar de correlación de riqueza y rango
y el extenso uso de unidades de cotnparacibn de valores, la rela-
ción histórica parece firn1c111ente establecida. ~:l estilo de arte del
tallado en inadera no presenta una afinidad estrecha con la costa
del noroeste. Hemos demostrado que el arte más antiguo del Golfo
de Georgia es muy distinto del de la costa del noroeste. Mientras
n1ás al sur nos dirigin1os niás escasos son los vestigios del estilo
si111bólico de que aquí se trata.
En el norte las circunstancias son en cierto 111odo diferentes .
.A.ún entre las tribus tlingits pueden observarse algunos tipos de
ináscaras que son diferentes en su concepción de los que se encuen-
tran 1nás al sur. Se car:1ctcrizan por la agregación a la cara de
pequeñas figuras anin1ales, principahncnte a la frente y a los carri-
llos. Esta costu1nbre es inucho inás frecuente entre las tribus es-
quin1ales.1-" Sus 1náscaras tienden a ser planas y p<lreccn representa-
Fig. 306 . . a, bolsa de cu:ro crudo, salishcs o chinookcs; b, diseño de parflecbe
ciones plásticas de sus pinturas y dibujos: forn1as realistas de seres
(cuero de bufalo), Fon Coh·ille, Estado de Washington.
hu1nanos o in1aginarios o de anin1ales. Han tnn1ado de la costa del
noroeste la agrcgaciún a la cara de partes del cuerpo, nlientras que .En cuanto avanza111os 1nás hacia el interior encontran1os un
estas p<lrtcs -con10 las 111anos y los pies- conser\·an su carácter a:te q!1e, e? sus características esenciales. está sujeto al de las Plani-
realista. La agregación a !.1 cara de pequeñas forn1as anirnales es fies. El _esnlo Y adorno de los trajes son en el fondo los mismos de
aquí su111an1cntc frecuente. Tal vez pueda encontrarse su origen ~s P~an1c1es. Se usa extensan1ente una pictografía tosca. No se hace
en la aplic;1ci/in de c~1bezas de ani111al a los objetos tallados. que. n1ngun esfll:erzo para ~daptar _la representación pictográfica al can1-
es uno de Lis rasgos principales del arte decoratiYo de los esqui- po d_~corat1_"º. que sirve ún1~anlente con10 el fondo en que se
n1ales de ,_'\laska. l}n cjetnplo de esto se encuentra en los alfileteros coloca con\ e111ent;n~ente el diseno representativo. La n1ayoría de
que se ven en la figura 119. I:~s difícil con1prender la abundancia l?s patrones geon1etr1cos que se encuentran están íntin1an1ei1te rela-
de i11áscaras a nlenos que acepten1os que los hábitos de ~a costa del ... -a~onad.~.-~~n las formas del este. Puede servir de ejemplo una bolsa
sur ejercieron una influencia poderosa sobre los esqunnales. Los ~uer~ crudo d.e~ interior de la Colun1b1a Británica (fig. 28,
csquin1alcs del este, sobre quienes no existe esta influencia, tienen \· 4_)_ En los par/leches:· bolsas de cuero crudo de Fort Colville
;)OC<lS n1áscaras de un tipl'.> diferente. \ del R10 Columbia (f1g. 306) encontramos los mismos diseños
Lc1 relación del arte de la costa del noroeste con el de las q_u~ caracterizan las pinturas del este en cuero crudo (véase
u: \'Case E. \\·. "Nc\son, "Thc Fski1no about Bchrin~ Srr<lit"", !Stb. Au11. Rcp. figs. 144-146, pp. 168-170). For111as se111ejantes se encuentran en
Bur. A1llerica11 ¡..;rbuology ( 1899) hí.n1. 95 ss.; tanibién l:;s 1noíscaras <lthap::iscan de los tallados en hueso de los tahltanes de Alaska (fig. 307). En al-
An,·ik en J. ,V_ Chapnian, "i'\otcs 011 thc Tinnch Trihc of An\·ik'', Co11gn:s g~nas partes al sur de Ias 111esetas de la Colun1bia Británica el pa-
bzternation,1/ des At11t'rica11istes, XV sessiou, Yo!. '.!, pp. 7 JJ". tron decorativo 1nás con1ún en hueso y n1adera se con 1pone de
290 COSTA llEL PACIFICO Sl•'.PTENTRIONAI.
parcci~o. Los indios .sugieren que las asas pueden haber tenido
por origen el uso antiguo de canastas hechas de la corteza del abe-
dul, cuya parte superior era forrada frecuentetncnte de piel de VII
ante. La parte inferior de la piel quedaba colgando en libertad y
forn1aba flecos, de n1odo que las vertederas representan los flecos. LITERATURA, MUSICA Y BAILE
J\ 1ochos de los discíios <le los lillooet son de grandes din1ensiones
(l:ím. XV).
El tipo chilcotin difiere del anterior por el ta1naño ·pegueño
del rollo y la forn1;1 distinta, siendo n1ás altos los cxtrcn1os ancros- ~RATARE~1os ahora de la. literatura, música y baile. Es un hecho
tos que. el n1c~io .de los lados nlayores. El tratanliento del ca1~1po bien averiguado que un rico arte literario está distribuído más uni-
decoran":.º es sen1ejantc al que usan los tlingits. La-ormunentación versaln1ente que un arte d_ecorativo bien desarrollado. Algunas tri-
cons~J de -tres bandas; la superior y la inferior SOt1 anchas y ll~van bus como las ~e los bosqmmanos y los esquimales orientales poseen
la m1sn1a clase de diseño decorati\•o, y la del centro es inás ancros- 1nuy poc?s ob¡e~os manufacturados que tengan valor artístico, pero
.
ta, unas veces aparece sin decorar y otras con un diseño de carácter
b
en can1b1~ son dueños de una copiosa producción literaria. Se
diferente. Los arreglos de este género se usan con tanta frecuen- han recogido volúmenes de narraciones de los esquimales y si no
cia que no parece justo considerarlos con10 prueba de una conexión f~eron i:iecesario~ un. conocimiento Íntim? de la gente y una infi-
histórica entre la cestería tlingit y la chilcotin. Arreo-los sen1e- nita dos!s de pa~1en.c1a para :ecoger canciones y poemas, la canti-
. a dad de estos seria, sin duda, igual a la de los cuentos. Las coleccio-
¡antes encontran1os, por ejemplo, en las bolsas de los indios de los
bosques a que nos hemos referido en la p. 173 (figs. 149 y 150). nes literarias de los bosquimanos son tan1bién muy extensas. Creo
que no hay que ir a buscar muy lejos la diferencia entre an1bos
. ·' género~ de a~e ... El arte dec?rati~o requiere desc:anso y quietud y
una residencia fi¡a. Se necesita disponer de facilidades para llevar
adelante con constancia el trabajo que requiere el uso de instn1-
n1entos; o, por lo 1ncnos, debe tenerse la libertad de suspenderlo
y reanudarlo después. La vida de los cazadores no se presta para
la prosecución de esta clase de trabajo. Aquellos deben, ante todo,
n!Jntener en orden sus annas de cacería. Las provisiones disponi-
bles son tan escasas, y tan litnitada la posibilidad de aln1acenarlas
para stt u;o ulte_rio:, que el ca7..ador se ve obligado a pasar casi
todo el d1a pers1gu1endo a la caza, y le queda poco ticn1po par;1
atender a sus ocupaciones do1nésticas. i\de111ás, cuando se levanta
el ca1npo y se va en busca de otro, lo que acontece con frecuen-
cia, lct obra _p_es~1da y a 111edio ~on_cluir sola1nente puede transpor-
tarse con d1f1cu!tª?· Por cons1gtnente, no hay· que extrañar c¡uc
'r
los efectos don1esncos del cazador sean pocos de fácil conduc-
c1on. Los bienes de una fainilia bosqui111ana, pOr cje1nplo, pueden
tr;insportarse con las n¡anos.
i\'Iuy ·diferentes son las circunstancias en que se dc.sarrol1,1n
las labores literarias y l·a n1úsic~1. Dirán algunos que el cazador dis-
pone d~ ra~1, poco tie~npo para la con1posición poética con10 para
la fabr1c:1c1on de ;._1rt1culos decorados; pero esta opinión se bas;l
en un concepto equivocado del trabajo del ca1_ador, que no est·~
293
LITERATURA, 1\IUSICA Y BAILE 295
LITERATURA, MUSICA y BAILE
294
. , f . , ente las huellas de los animales del Estas condiciones se realizan 1nás fácihnente tratándose de las
sicn1pre s1gu1endo at1gosan1 .~ bien se sienta a esperar con artes que no requieren trabajo 111anual que de aquellas que se ba-
· e se vale de tramp,is, o ' · l san en la~r ocup~tciunes industriales, y de ahí la distriUuciún 1nás
ca1npo, sino qu < . _. Los csquiinales por f)Ctnp o,
1
tranquilidad que se preset~te ª. C"·ª; .l .sirio donde ~alen las focas a111plia del arte literario.
se están sentados inuchas _1oras J~ln f':,,''t·1.s1',, vaga en libertad y to- La canciún y el cuento, las dos fonnas fun<la111ent;:ilcs de la
. D te ese nctnpo :-,U " • • ·~ ' f literatura, se cnctlcntran univcrsalinente v deben considerarse con10
a respirar. uran .· . [-l . ·1dcn1·ís otros n10111entos de or-
inan cuerpo sus canciones. . ,1y, :.l l d.c,dicarsc al trab·ajo inanual la forn1a pri111ordial de la actividad lite;aria. Poesía sin 111ú:;ica, es
¡;;1da holgan7.a en los que cls Hll}:')s1 l cvol-:1.r Iib.rcn1cnte la i111agina- decir, n1oc.L1lid;:idcs de expresión literaria de fortli~l rítnüca fija, sólo
v en ca1nbio la gente_ pucl <fe ,ce iar. a d<>' ·11 caer en una corriente se encuentran en con1uni<ladcs civilizadas, con la posible excep-
·cion.
, U n ·JOYCI1 es'C],uUna• uc ·1rrastra • '
'. : des Jués de ala-unos días. • n
E ción de Lis fúnnulas c:111radas. En las fannas culturales 1nás senci-
de. hielo, pero logro llc_gar .ª ncrrcl e Iestuvo exP'uesto coinpuso Has la soh1 n1úsica del lenguaje no parece producir- fa ·sensación de
n1cdio.-tlcl~·peligro y pnvalc101l1ebs ªdequsc1s propi··>s infortunios Y de una expresiún ~1rtística, inicntras que rinnos fijos gue se c:antan se
· ., l e se )Ur ·a a · '' . ··
,
ª
una canc.1011 ert .- qt~ d . t, que cautivó la 1n1ag~na-
11 b 1 fJ'l.'ia o· su c,111 e ·-
encuentran en. todas partes.
los traba1os que ª ª ' ' ' · hizo. l'~J)Ular en todas las aldeas~
ción de la gente y que pronto se
Pode111os llegar hasta descubrir que en todas partes del n1undo
se encuentran canciones cuyas palabras están subordinadas a la inú-
decía así: 1 sica. !)e la nüs111;1 n1anera que canran1os n1elodías sin palabras, por-
, estoy -Qué hu e no es esto 1 que no las conoce111os; o, lo que es n1ás significativo, repitiendo
A va, que contento · . · 1 • , ·Q é bueno es esto!
,
A ya, no a h v n1ás que hielo en coi no a nu. i u un estribillo hecho de vocablos con1puestos de sílabas sin sentido;
, l . ·to'
A ya, qtté cOntento estoy. ·
¡Que >ueno es es .
· l esto'
así se encuentran en todas partes del globo canciones que se han
J\{i tierra es sólo fango. ¡Qt1c n1cno es . . transnütido repitiéndolas sin darles significado alguno. Ko se re-
Ava qué contento estoy. ¡Qué buen? es esto! i gistr.111 con frecuenci·a porque la recolección de n1aterial de esta
A..ya' ;cuan - , es·to::. ·Que
, d o se-.acal>ara bueno es esto·
1 , 1 clase es cosa tnuy nueva., pero los datos que tene111os a !·a 111ano
E.~o~· ..cansado de yc\ar Y Yigilar. ¡Que bueno es esto.
de111uestran que la conexic'Jn entre la canción y el estribillo es uni-
Oc~en1os recordar que la priinera condición para efl desarro- versal. Los esquin1alcs tienen canciones que se desarrollan sobre
d d . ·anso Jlor 111uv uerte que las sílabas a11n111 aya, iya aya y otras sen1ejantes. l~n algunos casos
llo de la obra artística es gozar e ese, . . . :. 1l b
sea el in1 ulso del arte, no puede expre::-;arse nuent_r,,1s e ~0111 re har cierto significado e1notívo que es inherente al estribillo. con10
~íene su tfen1po ocupado por co1_npleto por lal at~~~1on a ~ª:r::~~~ ocur1 e en la costa noroeste de los T:~stndos {)nidos donde las c-an-
cioncs se refieren a diferentes seres sobrenaturales, cada uno de los
sidades n1;1teri<1les de su vida. l'.l cazador P.ª eo 1:1eo qu_ ...
. dibu· os en las cavernas debe haber podido d1stra~r suf1c1ent~ cu-ales tiene sus propic1s sílah<ts can1crerísticas: ;1! espíritu caníbal
s~1s dl l e ded1'caba al traha1· o de ¡)rocuc1rsc su ahn1ento, parJ. corresponde ba111 ba111, al oso pardo hei bei y así sucesivan1cnte
tten1po e qu ' • ' ' ' . ¡ . ·F l Siguiendo la definición usual de poesL1 dehcrían1os tal ,.Ci'. excluir
poder disfrut~1r d.cl placer de pintar los annnalcs de a caza. .'1~ e
estas C<lnciones, pero esto es i111po.sih!c porque la rransici/111 entre
estudio de las producciones de arte de catL1 pucl;lo tcn~nt~),s ~-e las canciones que se transniiten sc'ilo por el estribillo y otr;1.s que
r~con;lcer ( ue Ll cantidad producida por éste cst? en ~e ;1c1on _1- cohtiencn palabr~ts significati\'cts es enrera111entc gr;1du:1l. F.n 111u-
l . r·d d de dcsc·Jnso de ('·IJC ha podido chsponer. l.n
recta con la can 1 a · ' · ·1• . l . chos caso:Js se intnH.h;cc una si111plc palabra c1_1--u~1- punto definido
, etinsccnencia· se encontrar<Í tlue las tribus que ad~1;11cre1l1 <l il11a; or de la n1clodí:1 v los ,-crsos contienen cad<t uno una sola palabra.
. , .. l' . . . 1·1 est·1c1on \" ·1s a n1<1ee-
partc de sus provisiones a tn1cnnc1as en u1 . . , . . i,. ,, d s que puede sc,r CI non1hrc del ser sobrenatun1\ a que la canciún se
tra el resto del año V que gozan por lo n11s1no le peri-J do refiere.
nl'ellld}~~canso ~on h1s ~¡ue' })roduc~n n1<1yor cantid·.1d d_e obr~~s e ..\sl encontr:nnos en la Colu111bi:i Brit~lnica:
1.. • • l . 11·1111fest·1c1ones
. se •dcdic·1n
• • _
<l. asuntos ccrc111on1;.1 es ~r otras I , . ' .
,1rte Y ' ·b ll 1r \·ts sii11¡1lcs neces1- H;'.111 [1:1111 ha111a:·a, l·~l-c¡uc-viaja-dc-t1n-cxtrc1110-al-otro
de ti vida soci;.1\ que no cont~·1 u_ycn a en< ,.
del-1úundo, ha111 ha1n.
dadcs de la ,1lin1entacic'Jn y alo1an11ento. I-fa1n ha111 h:1n1a\·a, J~l-gran-caníbal-dcl-cxtrcll10-nortc-del
1 \'éas(' fo11r11.1l o{ A111cri1:,111 Folk l.or<?, \·ol. \·11, 11· 5D.
· niun~io, ha111 h;1lll.
LITERATURA, MUSICA Y BAILE 297
~96
Lrl"i".RATURA, ,\\USICA Y BAILE
Ham hain han1aya, El-que-lleva-los-cadáveres-para-su- El resultado de nuestras observaciones puede expresarse di-
ali1nento, ham han1. ciendo que la canción es n1ás antigua que la poesía y que ésta se
h:1 .eni;1ncipado-gradu:i!n1ente de la n·lúsica.
L·~n otr~1 s ca"ncioncs las palabras significat~vas son 111.is tral>a- La relación que existe entre la n1úsica, las palabras y el baile
jadas. Son frases a?ap~adas a la 111elodía, que v1ol~nt~1n 1.nuchas. v~ es de carácter sc1nejante. La expresiún literaria prin1itiva va acon1-
ces las fornias ord 111 ,1nas de las palabras y l'.1s .suJet,111 .11 don11n10 paiiada algunas veces, aunque no sien1pre, de alguna clase de n10-
de la inúsica. l)odrían1os inlitar este proced1n11ento de la 111anera Yin1ien:o; o ~ien cierta clase de 1novin1ientos pueden producir ex-
siguiente: . · ·b · chnnactones que to1nan la fonna de cantos o de palabras habladas.
~:n lugar de las palabras "Yo vi al gran esp1r1tu que 1 a via- J.. a en1ociún, cuando es fuerte, pero controlada, se expresa por
jando'\ podrían1os decir: 111edio de los 111ovi111ientos del cuerpo y de sonidos articulados, y
Yo vi-yí al gra-án esp'ritu que iyiba vi'jando, han1 hatn. los discursos cniotivos.producen. n1q~ir.1licnros _si1nilares. Así se de-
duce de la frecuente asociación de canto y baile, de canto y juegos
_ _E.stc procedinliento no e,s del todo desusado _.en e~ ~?~01~1~1 in-> ~l de adc1nanes y lenguaje anin1ado. El baile ha estado sien1prc
giés cuando etnplea111os el ap<~strofo. en _lugar de cierras ~1laba~ que asociado con la n1úsica, pero con la etnancipacibn de la poesía, la
no se suprin1en en el lengua¡e ord1nar10; cuando an11:ha~11os una n1úsica ha perdido su estrecha asociación con la palabra hablada.
yocal larga en \·arios tOllOSj Cuando utilizantOS J.?r011UllC1<1ClOl1eS ar- La prosa <lrtística prinütiva reviste dos for1nas importantes:
caicas por cxigenci;]S del n1etro, o cuando se .introducen acentos la narrativa y la oratoria. La forn1a de la prosa 1noderna se deter-
indebidos. ()bsérvase asinüs1110 el nlenosprc_ci.o por las palabras mina principalmente por el hecho de que es leída y no hablada,
totnadas de las canciones i111portadas de otros id1<?111as que no. se en- 1nientras que la prosa pri1nitiva se basa en el arte de la exposición
tienden y en los cuales dichas palabras (que corr1c~t~n1cnte se pro- oral y, por consiguiente, está 1ná<> íntin1an1ente relacionada con
nuncian 111al) tienen únican1ente ~l. valor de ~n estrilnllo qu~ p~e~e la oratoria n1oderna que el estilo literario itnpreso. La diferencia
estar conectado con cierta en1oc1on deter1n1nada po_r el ~1so a <.: estilística entre las dos forn1as es considerable.
canci<'.1n. Todas estas fonnas se encuentran dondequiera )' en C<~;1- Desgraciadan1ente la prosa n1ás prünitiva súlo se ha recogido
sccuencia deben considerarse con10 los funda.111enros de la poes.1a: en las lenguas europeas y es in1posiblc deter1ninar la exactitud de
J_,c1 poesía pri111itiYa es principaln1ente_ línea, en 1nu~h<~s ~-Jsos la interpr"etaciún. En Ja n1ayoría de los casos hay el propósito evi-
diriránibica· los ele111entos que expresan ideas concr~tas > cohe- dente de adaptarla al estilo literario europeo. Aun cuando se dis-
rentes son,' con toda probabilidad, desar!o~los ulterl~)rc~. :.\ca;o pone del n1aterial en el texto original, podenios suponer que, por
podan 1os ver aquí una ;1nalogía en el. crec1n,11e~to del len?_~:11c ...E.~ lo 111enos en la 1nc1voría de los casos, no alcanza el grado de exce-
el nnindo ;uiiinal los gritos son en prnner tern11n~> la rc;1cc1011 .cau lencia del arte nar~ativo indígena. La dificultad dC la interprcra-
s·,lda j)Of las cnHJcion~s y súlo indircctan1entc des1~n;1n ~1lgt:n~1 idee~. ciún fonética de las lenguas extranjeras exige tal lentitud en el
P·1recc pro 1)~1 11 " 11 11i·111'> el anto
1 e que en el lcngu.11c u , , ,:. c111ocHin:1l
, cs- :,,·; dictado que el estilo artístico forzosan1ente se resiente. El nú1nero
1
)~lnt;Í.nco precediú a h1 cxpr;<;i/:n dcsign;'!ti\':l y 111ucho ~'.ª~. a .\:~ de co1npiladorcs que poseen el donlinio con1pleto de l<ls lenguas de
~1fin11ativa. .Esto no significa en n1ancrc1 al_gun;i (1~1c la cxcl.1111.1 los indígenas es su1nan1ente reducido. La n1anera de llegar lo 111:í.s
ci/n1 haya sido el origcl1 del lengu;1je .organ_1~ado, !-ano que proha- cerca posible del arte narrativo del pueblo prin1itivo se encuentr·a
hleincntc fué la prin1er.1 forn1a de ;1rncul·ac1on. , _. .. probable1nentc en aquellos casos en que indígenas instruídos escri-
. , No debe suponerse que el control ~e ~ª.palabra por l;'! 1:.n1s1c.1 ben los textos, o en las rra:I'istñpcionCS'.hechas por los n1isioncros
·s.
sea característico de rodns los cantos pnn11t1Yos. :\l contrat 10: c 1 ~ que a través de largos años de Íntin10 contacto personc1l con di-
]os recitati~·us, que son b;1st<lnte con1unes. h1s_ palahras son 111uch•:~ chas gentes han adquirido el doniinio coinplcco de su idion1a y
\·eces el clctncnto <lonlinante y L1s frases n1t1s1calcs se :~grcgan o se están anuentes a darnos exactan1ente lo que oyen.
01 niten sietnprc que la letr<l lo rc_llui.erc .. Con frccuenc1;,t ~i:c('.nt.r;:~ Co1110 ejc111plo de la diferencia de estilo entre la \·ersiún libre
1110 s anihas tendencias entre los 1n<l1os s1~>ux; las p;1\ahr.1s se_, .1LL1¡ de un cuento referido en inglés por un intérprete y· la tr:-lduc-
t;ln a la 111 úsica, y ésta, por su parte, se ;11usta a Lis palabras.- ción· de un texto indígena, reproduzco parte del cuento de los sias
:! Frnnccs J)cns 1norc. "'fcton Sioux i\lusic", B'!llf. lhir. Anh'r. F.t!)110!. 61. acerca del Héroe-Ge1nelo, tal como lo refería ii\1. C. Stevenson, y
\\º:íshington, 1918; \'é;lSl', por cjcn1p!o, el :"'1 :;8. P· 16~.
298 LITERATURA, ,\!US!CA Y IlAILE LITERATURA, MUSICA Y BAILE 299
el 111is1110 cuento con10 1ne lo dictaron en Laguna. ~ 11rs. Ste\·en- "¿C<'>n10 estáis?", les dijeron aquéllos. "Todos bien" di¡'eron la G _
son=1 lo refiere con10 sigue: tC "S'" ' sen
es- c'.torras .. ~ e.ntaos.'. ag.reg~ron .. Entonces se sentaron y pronto
1
Visitando la plaza los ge1nelos enconti-arori una gran reunión y qut'""'"'u ->.J.\.1:::01..:l...uu:::. . .n.1 i..:auu ue·un rato la qué ei'a illadre del G _
los techos de h1s casas estaban llenos de las gentes que contcn1plahan el t~~OJtorra excla1nó: ."~adles de con1er", así les dijo. Al insta~te ~~s
baile. I~os muchachos que se acercaron a .la plaza desde una calle ~s dieron de con1cr y s1rv1eron la carne de venado en un plato Lueao
trecha del pueblo pcnnancCicron de pie a la entrada dura,nte. algun hab~ó la n~~dre y dijo: "Ton1ad esto, corned." En seguida J~ iVIu~r
riernpo. Lino de ellos dijo: "Creo (lttc toda la g:~nte 1~os est~ n1líand_9 de Sal n1et10 la .n1ano en la sopa que les había servido y la incneó c~n
y pensa1~do que sonl?,S unos n1uchachos 1,11u:~_pol:;es; f11arc. con10 ''.ª" Y Ia 111ano y co1n1c:ron y quedaron satisfechos. Luego la que era Ja ina-
vienen sin hablarnos ; pero poco. dcspucs dljo: Tene1nos un poco de dre (~C la~ G;~nt~:.~torra la ret_iró ~y dijo: "¿Por qué es tan diferente
hambre dcn1os una yuelta y vcan1os si encontran1os algo que con1er." es~a sopa. ~n seg~1da la probo. Entonces la n1adre dijo: "¡Oh, Dios
l\1iraro 1; a todas las casas rj_ue -daban a la plaza y vieron el fe~'tÍn que 11110!, cst~ sopa e~ta n1uy dulce." Así dijo la que era la 111adre. Enton-
había en su interior, pero li.adic los invitó a con1er, y aunque fueron ces hablo ·la ·~·u]er de Sal v di¡' o: ''J\1irad seguid servidla d'd · ¡ .
i"A'·· .· • ' .,asea\
cxan1inando casa por casa sólo e~ una los invitaro1~. En esta casa l,:s co1~1~,( · _ ;::-·· s_1 d1¡_~ la J\1u¡er de ~al. En seguida sacó la sopa y la rC-
dijo la nn1jer: «J\'luchachos, venid y con1ed; n1e f.1gun~ ~ue te,~dre1s pa1t1u. Estaban sentados todos ¡untos. Luego la J\1ujer de S3.J tonió
ha1nbre." Después de la con1ida le dieron las gracias d1c~cndo F_stu- unas es~an1a~, de su c~1crpo (que era de sal) y las echó en la sopa.
vo 1nuv buena." Luego dijo uno de ellos: "Listed, nn1¡er, y ust~~· A.. cont1nu~c1on la i\'lu¡er de Sal exclan1ó: "Sigan1os 1neneándola!" Así
ho1nbré", dirigiéndose al esposo de ac¡uella, "ustedes y toda su fan11lia d1¡0 l~ 1\-iu¡er de ,?~L Luego. la n1enearon y co1nieron. Entonces dijo
1
son buenos. Hemos con1ido en su casa v 1nucho se los agradece1nos. la .J\Iu¡er de Sal: \'o.\· a deciros una cosa. ):'o soy la iVlujer de Sal, en
Ahora escuchen lo que les voy a decir. Quiero que usted y todos sus ri;.1 cuerpo. no hay en;,ermed~~· ¿Ac~o no es mi cuerpo de pura sal:",
hijos salgan de aquí y recorran alguna distancia hasta llegar a otra d1¡0 l.~ i~1u¡e~. ~e ~al: Ta1nb~e.n os digo lo siguiente", agregó. "¿Cuán-
casa que está sola, la casa redonda afuera del pueblo. Pennaneced to- tos hi¡o~ tenc1s y cu~ntas fam1h~ de ~,ente-Cotorra viven aquí?" "Aho-
dos vosotros allí por un tien1po. ra continuad y ve°:1d en esta d1recc1on", dijo la l\1ujer de Sal u ues
estoy 111uy agradecida porque nos disteis de comer". Entonces' la P ue
La versión de Laguna es con10 sigue:"' e:~ la 1n?dre de la Gente-Cotorra fué a lla1nar a sus parientes y ~l
Hace n1uchos -¡oh!- n1uchos años vivía la gente en el norte, en v10 t~-~~·c~~dolos _a todos. Luego los hizo bajar a la casa v !a 1\'Itijer de
Whitehouse. En aquel tictnpo celebraban una danza guerrera; y cuan- Sal d1¡0:. ¿Son estos vuestros parientes, Is Gente-CotorrÜ?" -"Sí" di' o
do estaban bailando, la i\1ujer de Sal y sus nietos lo~ Héroe;<1-Gen1el~s, la que er~ la 111,~dr~: "Ciertan1ente", dijo. "Adelante, coged es; c~
iban \·iajando en esta dirección en busca de una ciudad, si: de algun .i nasta ~- dadn1cla , d110 la J\lujcr de Sal. Entonces le dió Ja canasta a
lugar donde nadie ensuciara, en busca de buena agua depos1;a?a en el la l\1u¡er de Sal y de sus brazos y sus pies salió Ja sal; ella la recogió
suelo, esto era lo que iban buscando. Cuando llegaron a ~ h1tehouse Y la puso er:_Ia canasta. "~?n1ad esto", dijo Ja i\-lujer de Sal. "C'On
la gente estaba celebrando una danza de guerra. Llegaron al extren10 e~~o saz?narc1s 1o <1ue co111a1s." l.... ueao volvió a hablar así. "I3 st "
oriCntal del pueblo. y subi~ndo por la escalera baja.ron al o.ero h1do y
d1¡0 ,; '·I;1 en est'a, gracia~ .
.. . _.\1 lo1·a su b'1re111os
b , • .
la escalera v saldrcinos a ade,
entraron, pero nadie_ les dqo cosa alguna. En scgu1~a vo\y1eron a s~ aqu1. ~ o~otro_s os queda1s :~quí:·, dijo la_ 1\:lujer de Sal, ¡,Y Juego, cuan-
bir y a hajar. Baj:.1ron de nueYo a una casa del poniente y entraron.ª do l~~s I--I~;oes-~e111elos .esten listos, abnre111os la puerta después de un
ella -bajando la escalera. ~.\quí ta1npoco los i1n·itaro1~ a ent.rar y nadie rato ..A.si hablo la ,\lu¡cr de Sal. En se()'uida subieron la cscal r .
fue¡· ¡ I d Oº . . ea,se
les diú de con1er. l~uego subieron la escalera para salir y ba1:i.ron por el _ron y Ja¡aron por e otro ~-o. espués que habían bajado por Ja
la<lo de afuera. ..\ continuaciún l:l abuela dijo estas palabras: "¿Te- p~1te d.c afuera, lleg-a;·on los n1nos y los estuvieron 111irando durante
néis hatnhre, hijos n1Íos!=" \- los Hérocs-Gen1clos hablaron y le dije- <;1en;.o ~ien1po ... Los H~roes-Gc111e-~~s estaban jugando por ahí cerca con
ron "Sí"_ l::ntonces la ahucia, i\lujcr de Sal, hahlú :· les dijo: "\""an1os ~n ~eh1l~te., I,..u~~o d11eron .l:>s n111os: "i\·Iuchacho, anda \" tráenie ese
ahora por últi1na yez, subatnos a la casa del poniente." Esto dijo la _1e~1let~. As1 d_t¡er01~ los.. nu10~. Entonces habló el n1ás ·joven de Jos
l\1ujer de SaL l·\1éronse al poniente y subieron :· baj;u·on J,1 escalera y Heroes-Gen1elos
. ,
\' d1¡0: ScO"t11d
. ti
adelante • coloca'os. ali'.... en e ¡ su1
. · d e-
entraron. Cuando entraron la Gente-Cotorra iba a co1nenzar a con1er. baJO del alan10." J_,os niíl.os se diri<rieron al sur llccraron allá d .. - .
"Ad¡ ,, .. ... , ¡ ,, d .. ti ' ;:, y 1¡eron.
:i ;\1atildc C(lxc StcYcnson, "'fhc Si<\··. lltb_ A111n1<1l Hcport, B11rc.1u of Etbno-
" e ante.1 . 1•11aos a 1ora , 1¡0 el n1ayor de los Héroes-Gen1elos,
logy, \\'áshington, 189+, pp. 5+-55. voy a arrop1r el rehilete hacia el sur". Cuando lleO"Ó al sur donde
-1 Frnnz. Boas, ··1'.crcs;\n ·rcxts'', l'ublic.1tious of tbe An1erica11 Etb11ological el_Io~ estaban, el rehilete cayó en n1edio de ellos, v en<=> seguida se con-
Society, \·ot 111, p. 17. virtieron todos en grajos del chaparral y se fue~on volando. En se-
300 UTERA TURA, M USICA Y BAILE LITERATURA, MUSICA Y BAILE 301
guida la 1\1.ujer de Sal y sus nietos se encan1inaron hacia el sur.. Cuando primera formación y era obscuro con10 una chimenea durante la no-
llegaron al sur el n1ayor de los l-léroes-Ge1nelos se puso de pie y a su che, y hediondo tañ1bién con10 las entrañas del vjentre), se encontró
vcL. t1.11 . . : , .... ; , .... :1;lci..c. El tnás j:->·:-::!n di;-'"': "Atención, ahora ine toca rebosando de serc.:;. Po¡· todos lados había criaturas sin tern1inar, que
a 1ní. Déj:une que yo haga volar el rehilete hacia el no~tc." -".~de se arrastraban con10 reptiles, una sobre otra, entre la suciedad y las
lante", dijo el n1ayor. El 111ás joven hiz~ volar el rehilete ~a~1a el tinieblas, a1nontonándose todas juntas y pisoteándose unas a otras,
norte; llcg<'i allá a la plaza, y cu:11:do cayo la;, gent,~s s~ co1,:v1rt1eron escupiendo una sobre la otra o con1etiendo otras indecencias, tanto
en piedras. Entonces h<tlilo la l\1uier de Sal. Basta , dlJO. Id ahora que sus 111un11uraciones y lan1entaciones se hicieron n1ás y n1ás fuer-
a la casa de la Gente-Cotorra y abrid·.-la puerta." tes hasta que 111uchos de ellos trataron de escapar, volviéndose n1ás
entendidos y. n1ás parecidos al ho111hre.
No estará de más este otro ejemplo. La doctora Ruth -~e
nedict transcribic'i lo siguiente con10 parte del 1111~0 de l~ cr~ac1on, E'.stos eje111plos den1uestran, a nii JU1c10, que no es fácil des-
contado pür un indio zuñi que conoce bastante lnen L'i ingles: <;!.}b,i;:ir. en los 111ateriales publicados el patrón estilístico de la na-
rración prín1itiva. A veces Ia interpretación es seca y escueta de-
J. .os dos vinieron al cuarto n1undo. Estaba obscuro y no po-
dían ver nada. Encontraron a un hon1bre1 estaba desnudo y tenía el
bido a las dificultades de expresión que el intérprete no puede
cuerpo cubiertó de litno verde, tenía cola y un cuerno e~ la fre,?te. superar; y ,1 veces está trabajada en un pon1poso estilo literario
Este los condujo a donde estaba su gente. Los Dos les d1¡eron: En que no corresponde al original.
el inundo superior no ha\" nadie que pueda adorar al sol. El nos ha En la libre narración en prosa se concede especial in1portan-
enviado para llevaros al nlundo de allá arriba." Ellos contestaron: "'Es- cia a la sucesión nünuciosa de los hechos. Tanto los informantes
tan1os dispuestos. En este n1undo no poden1os vernos el ux:o al otro~ "pueblo'' con10 los k\\·akíutles critican los cuentos desde este pun-
andan1os uno sobre otro, orina111os uno sobre el otro, escup1n1os sobre to de vista. Un indio "pueblo" se expresará así: "Ud. no puede
el otro, nos echan1os los desperdicios unos sobre los otros. Aquí ~ decir 'él entró a la casa', porque prin1ero tiene que subir la esca-
n1uy sucio, no qucren1os estar aqu~. Hen1os e,s.tado es_perando que YI- lera )r luego bajar al interior de la casa. Debe saludar correcta-
niera alITuno para sacar·nos de aqu1. Pero tcnc1s que ir ante el sacer- 1úente a los presentes yr recibir In respuesta cortés que correspon-
dote del norte, porque queren1os saber lo que él dice." , .. de." ?'\inguno de estos pasos puede oniitirse. L"1"n ejen1plo de esto
Lleváronlos entonces ante el sacerdote del norte, v este les dIJO:
se encuentra en el cu~nto de Laguna a que hace poco nos referi-
"¿Qué es lo que habéis \: enido a d~cirn1e?" - ''.Qucrenlos que \'engáis
n1os. Los k\vakiutles no pueden decir "entonces hable'>", sino que
al inundo superior." - "Estan1os dispuesto~ a 1r. En este mundo no
pode1nos ver, can1inan1os ui:io_ sobre otro, onna1nos e~ uno sobre el otro, dinín "entonces se le,-.-111tb, hablú y dijo". A nadie se le pertnitc
nos arrojan1os los dcsperd1c1os uno al otro, escupnnos uno sobre el llegar a un lugar sin hacerle salir primero y en1prender el' viaje. La
otro. Aquí es n1u:· sucio :· no queren1os estar aq,~1í.. I-Ien1os estado difusión épica, la insistencia en los detalles, son características de
esperando que alguien viniera a sacarnos. Pero de_he1~, 1r ante el sac~r h1 ni..1yorh1 de los relatos libres prinlitivos.
dotc del oeste, porque queren1os saber lo que dice. 1.Esto se repite _.\de111ás de estos clc111entos libres, la pros::l pritninva conttene
con respecto a !os s~c:crdotes de las seis direccioncs.J pasajes de fornlc1 fija que en gran parte son el foco de atracción de
Cushing~' refiere el 111is1110 incidente con10 sigue: los oyentes. Estos pasajes consisten 111uy a inenudo en conversa-
les idénticas. Estas ocurren en todas las canciones sin palabras, que de~inidos a que el texto se ajusta. 17
Yo he recogido un cuento es-
constan únican1cntc de sílabas. Un ejcn1plo de esto se encuentra qmmal de Cumberland .S<mnd en el cual se refieren los viajes del
en la siguiente canción de gondoléro kwakmtl en que cada sílaba hcroc en un canto entrcn1ezclado de fiases· ni.elódicas. 18 En las Ia-
se canta junto con un golpe de los reinos: 1nentacion~s l~, rep;ti.ción a c?rtos intervalos del gcn1ido forn1al 1
y
la pronunciac10n raptda y umforme de la recitación crean una es-
A\\', ha ya ya ha tructura rítnlica.
ha ya he !-ª a
hn v~1 he \'a ii
La estructura rítn1ica de la canción es 111ucho rn;Ís estricta gue
l~ de la p:osa. Frecuentetnente se supone que la regularidad del
1\, ha \.ra ha \·a h~i
a\\", ha- va he· va ha rxnno n1us1cal qu.e s.t .encuentra en h1s con1p~1siciones 1n;Ís pritnitivas
he r=a ha Va hei se debe a la n1ult1phc1dad de forn1as de 1nov1111iento conectadas con
· va.ha la tnúsica, y en especial a la relación entre ésta v el baile. Es cierto
ha ha .\,·o ,vo .._,·o. que la canción prin1itiva va a incnudo acon1p;11.ada de n1ovin1ien-
tos del cuerpo,-pies y brazos, paln1oteo de. las n1anos y pataleo; pero
Encuénrransc ran1bién estas repeticiones en rnuchos cantos en es un error suponer que en todo esto exista el niisn10 sincronismo
que la 1nelodía se desarrolla por 111edio de sílabas con10 introduc- a que est~m~s acostutnbrados. Entre nosot:?s el pataleo ~{ el pal-
ciún a las palabras de la canciún: u; n1otco co1nc1den con el acento de la canc1on. Algunas tribus se
:\'lai han1an1a.
excitan de tal 111ancra que coinciden el estín1ulo de... la articulación
Hain1;1.n1a han1an1ai han1an1an1ai. y el del n1ovin1iento de las n1anos y los pies. Este hábito tiene por
Han1a111a han1a1navan1ai efecro hacer que ª! palmoteo, toque del tambor o pataleo siga el
I-Jaiman1a han1amai han1a1namai. acento de la canc1on. Tan1poco es raro el caso <le que el patrón
rítnlico de los n1ovi111icntos del cuerpo y la canción no sean ho-
El rirn10 no se líniira a las grandes unidades, sino que se apli- 111úlogos, sino (]liC estén relacionados entre sí de diferentes n1ane-
ca con10 recurso artístico en la ~0111posición de los det;.1llcs .•.:\lgu- ras, o que a veces parezcan ser del todo independientes. La 111úsica
nas tribus desarrollan una forn1a rínnica agregando a cad<t palabra
de los negros y la del noroeste de-los Estados Cnidos ofrecen ejen1-
una sílaba fuertcn1cntc acentuada. Los k\vakiutles usan con este
plos de esta clase. ·
objeto la tenni1;aciún ai fucrtc111cnte acentuada. Se podría in1~
tar la in1presión que caus_a su lenguc1jc diciendo: Bien. \·enidos-a1! . :i\.ungue el proble111a <.1uc presenta la estructura de la poesía
pnnlltl\";l se con1prende n1e¡or hoy guc hace algunos años, y aun-
hcnnanos-ai'. <t 1ni ficsta-a1! ...\quí el nen1po correspondiente ~1 ca¿a
grupo de palabras que tcnnina en oi es aproxi111ad.1n1en~c el. rn11~~ que se hace~ grandes esfue~z;os para obtener colecciones a i1ropó-
1110, o, por lo 111enos, las pala?ras que conduce~1 <1 la tern11~1ac1on 1;z s1to, el n1atenal p;1ra el estudio de este asunto es todavía insuficiente.
se pronunci:1n con gran rapidez cunndo connenen un:1 írase n:as Es raro que los viajeros estén adiestrados en el arte de rccocrer ·
larga . canciones; ade111:ls. tienden •1 darnos únitan1cnte las fon11as 1~ás
... En la recitaciún de poen1::-1s initolúgicos se obtiene <llgunas ve- sencillas que ofrecen las 1ncnores dificultades, o a resuniir sus ob-
ces la estructura rítn1ica añadiendo sílabc1s sin sentido que trans- servaciones en descripciones que a 111enudo resultan engañosas. Sin
forn1an la recitación en canto. De esta n1;1nerc1 los indios foxes, e~11b~rgo, las obser\'·Jcio~es exacta~ den1uestr;1n que L1 ~on1plejid;~d
recitando ia levend.l del Héí"<>C-dC la ·cü1tuia; agregan las ·sílabas r1tnuca es bastante con1un. Los rttn1os regulares constan de dos a
uootcbee, 11ooicbee. A. l .... J(roeber y Lcslie Spier nos dicen que siete pa.rtes y. ª.lgunos grupos n1ucho 111ás 'gr;1ndcs se presentan sin
los 1nitos de California del Sur son ·cantados..E,d\\··ard s~1pir ha ob- r~gulandad v1s1ble de estructura rít1nica. Su repetici/Jn en una se-
servado la canción en forn1a de recitativo en la nlitología paiute, rie de versos den1uestra que se trata de unidades fijas.
en la que h<1bh1 cada anin1al de ;1cuerdo con un ritn10 y <1rn1onía
17 "Song Rccit:lth·c in Paiutc .\Iytholog~"', Jour11al A111cric.11z Folklore,
HI "Thc Social Organization and thc Sccrct Socictics ~1f thc l(\\·al.:iutl ln- \"O!. 13,PP· 455 SS.
dians''; Rep. (;. S. ]\.7atio11al 1VI11se;1111 correspondiente a 1895, \V;lshington, 1897, is F. Boas, Bu!!. A11ll!rican M11seu1TT of Natural History, yoJ. 15, pp. 335 y
340, b n1úsic:i en Sixtb .A.1111ual Report Bureau of Etbnology, p. 655, 0:" 13.
p. 703.
..;;::
308 LITERATURA, MUSICA Y BAILE LITERATURA, MUSICA Y BAILE 30?
Debido a su calidad emotiva fisiológicamente determinada, el tiva. Al contrario, a medida que se extiendan nuestros conoci-
rirn10 entra en las actividades de todas clases que en alguna forma niientos de la literatura primitiva se encontrará con toda seguridad
se rCJaCiáúan con la vida· en1otiva. Su efecto excitante se n1ani- que predomina la individualidad del estilo. Sin embargv, pa,·ec~
ficsta en las canciones religiosas y en los bailes. Su acciún domi- probable que ciertos rasgos se1nejantes a nuestros propios recursos
nante puede observarse en los cantos guerreros; sus efectos cal- literarios pueden revelar tendencias generales.
111antcs aparecen en las 111clodías; su valor estético se observa en la En la prosa y cantos de los kwakiutles se usa extensan1ente
canción y en el arte decorativo. l•] origen del rinno no debe bus- el énfasis de l.os puntos salientes, el cual se produce con n1ayor
carse en 1<ts actividades religiosas y sociales; pero su efecto es pare- frecuencia por n1edio de la rcpeticibn. Citaré algunos ejen1plos
cido a los estados cn1otivos relacionados con ellas y, en consecuen- to111ados de discursos:
cia, las despierta y a su vez es despertado por cllaS.
Ciertan1ente, ciertan1ente, son verdaderas las palabras de la can-
Pienso que la gran variedad de forn1as en que se en1plea la ción, de nli canción, cantada para tí, tribu mía.19.-
repetici<~n ríttnica de los 1nisn1os o parecidos cle1nentos, en la pro- Bondadoso jefe es aquel que es bondadoso v que habla con bon-
sa y en el verso con10 ritn10 de tic1npo y en el arte decorativo dad a los que le .tienen por jefe. 2 º "'·
con10 rinno de espacio, den1uestra que la teoría de Bücher, según Ahora he tenninado la canción de mi jefe. La o-rande canción
la cual todo rinno s.e deriva de los 1noviniientos que aco1npañan el ha tern1inado.~1 /")
trabajo, no puede sostenerse, al 111enos en su totalida.d. \Vundt de- Darás ahora el no111bre de Gran-Invitante al Invitante que ha sa-
riva del baile el rinno de las canciones que se usan en las cere1nonias, lido del cuarto de ella, de la que ha sido hecha princesa, de la que es
y el de la canción del trabajo de los 111ovi1nientos que en éste se toda ella una princesa en virtud de lo que se ha hecho por este jefe
que la tiene par princesa.:?:!
Í-equieren, teoría práctican1ente idéntica a la forn1ulada por Bücher,
ya que los 111ovi1nientos del baile son inuy parecidos_ a los del tra- Las repeticiones son n1ucho n1ás frecuentes en el canto que
bajo. No hay ninguna duda de que el sentido del nnno se forta- en el lenguaje hablado. Daré algunos ejemplos:
lece con el baile v los 1novi111ientos necesarios para la ejecución del
Wa, quÍtate de delante! Wa\v ha\v ha\va, Wa, quítate de delante!
tr:1bajo, no súlo én las labores con1uncs de grupo, o sea de los indi- Ah, no pidas en vano n1isericordia y alza las n1anos. :?:{
viduos que deben tratar de llevar el co1npás, sino tan1bién en el
trabajo industrial, con10 la cestería o la alfarería, par~ cuyas ope- He aquí otro ejemplo:
raciones se necesitan 1novin1ientos regularn1ente repetidos. L<~S re- \·o soy el único árbol grande en el mundo, yo el jefe: \'o soy el
peticiones que ocurren en la narración en prosa, así con10 los r1tn1os único árbol grande en el n1undo, yo el jefe.
del arte decorativo, hasta donde no los requiere la técnica, son . Yo soy el p;,.an jefe que triunfa, Ha, ha, yo soy el gran jefe que
una prueba de la insuficiencia de la explicacitin pura1ncnt~ téc- tnunfa, Ha, ha. -
nica. t~l placer que produce la repetición en el bordado, la pintura El énfasis puede obtener<e colocando la palabra que se desea
v el ensartado de cuentas no puede atribuirse a 111ovi111icntos regu,- acentuar al final de una frase y con1enzando la siguiente con la
iares técnican1cnte deterniinados y no existe indicio alguno que 111is111a palabra.
pueda sug-erir que esta clase de rinno se haya desarrollado después Ha)' ta111bién n11.1chas partículas enfáticas. La sílaba terminal
que· el p~oducido por hábitos de 111oviniiento. . ai de 1.1ue se ha hablado antcriorn1ente )r que se usa en la oratoria
· , . ._., Difícil tarea es la de tratar de las fonnas poéttcas prun1tn'as, exhortatoria, pertenece c1 este grupo. Los afijos verbales que signi-
tanto porque es 111uy poco el n1atcrial disponible, con10 par la in1-
posihilidad de obtener una pcrccpci<'in justa del significado y~ ~.. alor 10 "Contribnrions to thc Ethno!Og)· of rhe K'\\<·akiud'', Colznnbia .University
de la exprcsi{in literaria sin un conoci1nicnto Ínrin10 de la lengua y Contributíons to Antbropology, vol. 111, p. 194.
:!C1 ldC7n, p. 258, línea 24.
cultura que les han dado el ser. Por este n1oti\·o, en las explica- :'.!t ldl'11l, p. 268, línea 25.
ciones que siguen, 1ne servirán principalinente de base nüs obser- :!2 lde-111, p. 308, línea 3.
Yaciones de la tribu k\vakiutle 1 cuya lengua >~ cultura n1e son :!:I Ethnology of thc K\\"akiutl, Thirty-fifth Annual Rcporr, Burcau A.me-
fa111iliarcs. 1' o sería justo generalizar ni pretender que los rasgos rican Ethnology, p. 1288.
:?4 ldCTJl, P· 1290.
de que voy a trat•tr son característicos de toda la literatura priini-
I·'
\
fican "realmente", "de veras" y otros parccid~~ se u;an en el len- Se n1e ha dicho que lo siga curando, por
guaje fonnal para darle fuerza a _roda la expres10n. En una lamen- el Buen Poder Sobrenatural.
Se n1e h<l: dicho que siga poniendo sobre él el anillo de abeto
cacit.lll ca1ll<( ü.1Tá 1uu1cr lo qu..:. s1gL;..:. por el Sha111án-del-Mar,
I-Iaha, hanane, rcahncnte yo ha~o esto, recuerdo a 1nis \~erd~dcrc~~ el ·Buen Poder Sobrenatural.
antepasados y rcaln1cntc abuelos i111os, y ahora rcaln1en_rc ~on~11~.t1:ue Se 111e ha dicho que regrese su al1na a nuestro an1igo, por
aquí con el nlito de n1i fan~ilia, hablando de esto, de nu pnnc1p10 en el Buen Poder Sobrenatural.
el principio del n1undo, <lcl ¡efe (jUC n~1cc en este n1undo, hah~, hanane; Se 1nc ha dicho que le conceda laraa vida por el
y rcahncnte éste era mi antepasado que rcaln1cntc vagaba dccla- J
J)ispensador-de-Larga-V ida-del-iZlar, el efe-de-la-lVIarea-Alra
n1ando.:!;; el Buen Poder Sobrenatural. '
La narración de un cuento se hace inás viva en Africa por La sin1ct~ía, en el sentido estricto de la palabra, no existe en
las cxcla111acioncs afirn1ativas del auditorio. Cuando dice el n.arra- las arte~ <¡ne uenen por-b;i.se el orden de sucesión del tiempo. Una
dor: "La tortuga inatú al leopardo", el auditorio repite, pali110- 1nvers1on de d1~ho qr!;le:n no se..estuna.con10 sin1etría tal con1o ocu-
teando, "al leopardo, al leopardo". . ~re con una ~nversión del orde.n de sucesión en el espacio donde
Se consigüe iguahnentc el énfasis 111ediantc ,la ~cu111ulac1ón de cada punto nene su punto egu1valentc. En la sucesión de tiempo
sinúnin1os. A n1enudo se usan de esta 1nanera tcrnunos alternos, y tenctnos una sen~a:if>n de sin1erría únicamente en lo que se refiere
en el original tienen frecuentc1ncntc un valor rínnico adicional en al orden de rcpenc1on y a las frases estructurales. El siguiente poe-
virtud de la sen1ejanza de forma. Así el k'vakiutl canta en una can- n1a de los negros den1uestra este punto:
ción panegírica: IZo ka re ko kom on do!
1·o le temo mucho a nuestro jefe, ¡oh tribus! 1·o ticn1blo a causa I..a muchacha se fué, él no· se fué,
de este gran n1edio de tratar de produci: ~en1or, de este gran ~ledio de Ka ko re ko kom on do! ao
tratar de producir terro'r, de esta grand1s1111a causa de t~rror.-'
1· o ron1peré, haré desaparecer el gran ~obre, propiedad d~l gran Sin. c111bargo: p~1~ece que en la poesía recitada y en Ja música
loco ' del :;:.
aran extravao-antc del :::>nran sobresaliente, •del que va n1as ade- de los ne111pos pr11111nYos esta for111a no es tan frecuente con10 en
;::. '
lantc, el n1ayor Espírin.1-de-los-Bosqucs entre los Jefes.-'
..-
la can,ci~in popular o en la poesía de la época nioderna.
I•J ef~xto de la poesía y la oratoria depende en parte del uso
1] principio o el fin de una unidad rín1üca va n1arcado algu- de Ja n1erafora. i\penas es posible tratar de este asunto de 1nanera
nas veces por una interjección, con10 el "haha hanane" de la la111en- general porque la apreciaci6n de la tnetáfora requiere el n1ás ínti-
taciún citada antcrion11ente, o por h1 repcticiún de una n1is111a pa- 1110 cono~inliento de la lengua en que se presenta. Es probable que
labra. Se encuentran frecucnten1ente a111bas fonnas en las canciones . ·_,_,_!_
-,•j la ausencia -apar~ntc de la n1etáfora se .deba n1~s bien a lo iinper-
a111orosas: fecro de las coptas gu~, a la falta efecn:·a ?e figuras del lenguaje.
\ºe ya a\·e va! Tú tienes nial corazc'in, tú que dices t]UC n1c an1as. Llarna, 1~1ucho la at:ncron que sea t~n ~1fíctl encontrar expresiones
Tie11cs ·n1al corazón, querido n1ío! ~nctafoncas en la literatura de los indios an1ericanos, cuando son
\ºe va aye va! Eres cruel, tú que dices que estás loco de a111or ,é.• 1ndudahlen1entc un elen1ento de su arte oratorio. Toda el sistema
j:ior i11Í, "querido 111ío! de dar. no~nhres, de los indios an1ericanos 1 demuestra su afición al
\-e ya aye ya! ¿Cuándo vas a hablar de n1i a1nor? querido 111ío! 28 lengu~¡e f1gpr<1dJl.
o en una canción de s!J111ná11 (brujo)::!~' r~n esto Iirnitaré. tarnbién nüs obser,·aciones al uso de la inetá-
fora entre l<~s k"·akiutles, cu.yas fonnas de expresión rnc son bas-
'.!.-, ldCTu, p. f:l.\6. tante conocidas. Las expresiones n1eta~úricas se usan en especial
:.!G ldCTn, p. 1:!87- ~uando se hahh1· de la grandeza de un ¡efe o de un guerrero. Al
27 Con la palabra "cobre" se trata de significar uno de los Yaliosos platos
de cobre que se consideran conto la c\;\se ··111ás clc\·:ida" de propiedad. El "Es-
Jefe se le co1npara con una n1ontaña; con un precipicio (por el cual
píritu-de-los-Bosques" es el sínibolo <le riqucz~t y poder, ldc1n, p. 1288. 30 i\fartha \\",1rrcn Bcckwit!i, "Ja1naica Anansi Stories", /L1e111oirs A ner.
'.!:-; ldl"fll, p. 1301. 1
Folklore Socieyt, \·o!. xnr (19:!4), p. 107.
'.!!/ fJCT11, p. 1296.
31 :! LITERATURA, MUSICA Y BAILE LITERATURA, MUSICA Y BAILE 313
rueda la riqueza abru111a:dora a las tribus); con una peña a la que Cuando una persona da una gran fiesta para su rival, se dice
no es posible subir; con el pilar del cielo (que sostiene el mundo); que apaga el fuego de la casa de éste; su fiesta se eleva hasta el
1
con el único árbnl robusto (que levanta su copa sobre los árboles fuegp del C<!ntro de la casa. Si le gana en libcr·.'.Ed:::.~ :: :::..:. ~·i·;;:~,
1nenores del bosque o que se yergue solitario en n1edio de una su fiesta atraviesa el fuego y llega hasta la parte posterior de la
isla); con una canoa cargada que ha echado el ancla; con el que casa donde está sentado el jefe.
llena de hu1110 a todo el 111untlo (a causa del fuego de la casa en Los regalos de la novia son una cuerda para c111pacar, con la
que da sus fiestas); con el árbol corpulento; con h1 nlÍz vigorosa (de cual puede llevarse sus cosas, una estera para sentarse y un 1nástil
la tribu). Se dice de él que con sus grandes· <lCtos que1na a las para sn canoa.
tribus, ténnino que se usa en prin1er lugar habl~ndo del guerrero. ~o n1cncionaré aquí los nun1erosos térn1inos eufcn1ísticos que
La gente va en pos de él co1no los patitos de pico cortado siguen se aplican a la enfern1e~ad y la n1uerte: el jefe 1nuerto se ha ido a
a la 111adre. Hace sufrir al pueblo con su ha.cedor de C>:)rta vida; d_escansar, ha .<!;:saparec1do de este n1undo, ya no volverá, o está
rechaza a las tribus. A su rival, a quien trata de vencer, se le llan1a acostado.
el de las plun1as arrugadas; el que él lleva atravesado sobre sus es- No es . raro. cn<..""-Ontrar en las canciones figuras 111etafúricas.
paldas (con10 un Job~ que va cargando a un ciervo); el de la len- De la 111uc.rte de ?n ho1nbre fan1oso que pereció ahogado se dice
gua de fuera; el que pierde la coh1 (con10 el sahnón); la n1ujer en este canto elegiaco:
araña; perro viejo; rostro enrnohecido; cara enjuta; pedazo de
cobre roto. 1\·Ie hizo perder el juicio, cnando la luna se ocultó a la orilla
de las aguas.:n
J\. la grandeza de un jefe se le llan1a el peso de su non1bre;
cuando aquel se casa con una princesa levanta su peso del suelo; Y en otra canciún plañidera::i:!
las 111antas que constituyen su riqueza son una n1ontaña qu~ se yer- Hana, hana, hana. Se ha roto la colun1na del n1undo.
gue en 111cdio de los ciclos; en la fiesta, rodeado de su tribu, está Hana, hana, hana. Rodú por tierra la colun1na del inundo.
de pie en su fortalez:a~· La ri<.iueza que adquiere es un saln1ún que Hana, hana, hana. Nuestro gran jefe se ha ido a desc:insar.
h?. cogido. Hana, hana, hana, hana .•'\hora ha caído nuestro últin10 jefe.
Cuando las gentes, ponen en práctica viejas costtunbrcs, dicen
que van andando por el can1ino que construyeron sus antepasados. l~n l~na c:1nciún de fiesta se con1para al jefe con el sal111ún: ~e:
. ji.
Al g-ucrrcro o a una persona de rnal carácter se le da el non1- El .QTande no se 010,·erá, el 111.l.s grande, el grande Sahnún de Pri111a-
bre de '~eléboro". Al guerrero se le llama también "la serpiente ,·era. Sigue, grande, hiere a los nifios 'pequeños, a Jos huniildes
de dos cabezas del inundo". gorriones a quienes estás n1olestando, gran Salinún de Pri-
n1a\·era.
Los rénninos n1cti.1fúricos son un elen1ento in1portante de los
discursos que se pronuncian durante las ventas ·públicas, p~rticular l·~n otra c:1nción de fiesta· se con1para a los ri,·alc.s con 111-
n1cnte las de "cobres" valiosos. i\luchos de estos térnunos \'an sectos: :l-f
acon1pa1ladns de acciones sin1búlicas. La priincra parte del pago
Soy un jefe, soy un Jefe, so.\· ,·uestro jefe, el vuestro, ague! junto al
a cuenta del ,·alor de un "cobre" se llarn;a la aln1ohada o colchón cual estáis ,·olando.
en gue aquél va a descansar, o la cuerda del harpón con <.:¡uc se le
Soy deinasiado grande para guc n1c piquen esas 1110.squitas que están
arrastra. La propi;1 con1pn.1 se dcnonlina "cn1pujc'n1", tér111ino con ,·olando.
el cu.11 se trata de indicar que el Yaior de la co1npra se hace subir· a
So:· -deffiasiado grande para ciue deseen ali111entarse de 1ní esos pequc-
no111bre del con1prador cuyo rango se eleva ta1nbién por este n1e- 11.C?s tábanos que están \·olando por allí. .
diu, Al terminar la transacción, el vendedor le da al comprador
cierto nún1ero de n1antas (que son rncdida de los valores) co1no un :n "Ethnology of thc K\\·:tkiutl", 3Sth. A1111ual Rcport Hureau A1neric,;n
"cinturón" para sujetar las n1ant:1s (en que se ha fijado el precio), Etbnoloy, p. 1292.
:{:! Bo::is, "K,n1kiud EthnoloaY", Coltn11hit1 Uni"..·crsity Co11trih11tions to An-
con10 cajas para guardar estas n1antas, y, po~ últin10, ~e da una ca~1- thropology, Yol. 111, p. 77. · ~·
tidad con10 vestido para su bailadora (es decir, su parienta que baila ªª ld1!111, p. 123.
para él en las fiestas), 3.i; ldc111, p. L~9.
1;
LITERATURA, MUS!CA y BA!LE LITERA TURA, MUS!CA Y BAILE 315
1 314
1 Soy den1asiado grande para qu~ ine piquen esos pequeños inosquitos Sobre quién podren1os quitarnos sien1pre nuestras 1nocasinas, se decían
que están volando por alh. uno al otro, se ha dicho en esta casa.
y en una cancilin tnás lo cotll.paran con un árbol: :1~. Aquí, 'el quitarse las 1nocasinas significa aplastar y 1natar al ene-
1nigo, personificado en este caso en el joven adolescente.j~
Un aran hailarÍn de cedro es nuestro jcf~, tribus nuestras. En el discurso que contiene la leyenda de la einigración de
No ~e le ucde abrazar a nuestro j~fe, tribus nuestra~ . .· . . los creeks, el jefe decía: "Los cassctaws no pueden dejar sus co-
A este n1rjcfc desde hace_ n1ucho t1~1npo, desde el pnnc1p10 del tternpo
razones rojos que son, sin embargo, blancos de un lado y rojos
de los 111 icos, para vosotras, tnbus. del otro." 40
Alaunos dichos de los tsi1nshiancs presentan igu-aln1cnrc exce- Jan1es Mooney registra la siguiente fónnula para tener buen
lentes ~sos .del uso de la n1ctáfora. :'Un ci~rvo aunque no tenga éxito en la cacería, la cual obtuvo de Jos cherokees: 41
. de l1acer oigo". "sblo esta dunn1cndo.-,e.11 un cuero de Dan1e el viento. Da1nc la brisa. ¡\.u! Oh Gran Cazador Terrestre,
d 1entes pue " • · , . · l'd d ·) "
venado" (es decir, que no espera prox~~nas pe~1a ~•.ª -~~-- ;___ parece vengo al borde de tu salivazo donde descansas. Deja que tu estó-
que crees que el río Nass está sic1nprc en calina, (es Oec1~,f que n1ago se cubra a sí n1ís1no; deja que se cubra de hojas. Deja que se
siem re ~erá afortunado); "sólo está gozando d~ los nenu ar;s cubra en una sola vuelta, y que jan1ás estés satisfecho. Y tú, oh Anti-
. P . " (co111c1 un oso que se está conucndo los nenu- guo Rojo, que puedas revolotear sobre nli pecho 1nientras estoy dur-
por corto tiempo · · d '
farcs Y se halla a punto de que lo tnate el caza or que esta en 1niendo. Ahora que se desarrollen los buenos (¿sueños?); pennite que
36 mis expresiones sean propicias. ¡Ha! Ahora pern1ite que n1is can1initos
acecho) . • d t arse
Aquí y allá, en las canciones y discursos, pue en cncon r se dirijan, pues están tendidos en varias direcciones (?). Deja que las
ejen1plos de n1etáforas. Los osages cantan: . hojas se cubran de sangre coagub.da, y que nunca deje de ser así. Tan1-
Ho! ¿Hacia dónde dirigirán sus pasos (los pequeños)?, se ha dicho bién vosotros dos la enterraréis en vuestros estón1agos. Yu.
en Ja casa. En esta fór111ula se invoca a los dioses de la caza, al fuego
Hacia un pequeño Yalle dirigirán sus pasos.
En verdad no es un valle pequeño aqu_el_ d,el cual se habla.
'r el a.gua. El Gn1n Cc1zador Terrestre es el río, su saliva la espuma;
las hojas n1anch::1das de sangre en que se ha dado n1ucrte a la caza
Es hacia la vuelta del río a donde, d1r1g1ran sus pasos. deben cubrir la superficie del a~ua. El cazador pide que se junte
En verdad no es de la vuelta del r10 de lo que se habla. toda la caz::i. en una Yuelta del río, el cual se cree que suspira
Es hacia una casita a donde dirigirán sus pasos. eternan1ente. En la segunda parte el Antiguo Rojo es el fue~o.
J~] valle ,.,. la vuelta del río represe1:ta1: el can1ino de la vi~a Revolotea sobre el pecho porque el cazador se lo frota con ceniza.
ue se Jinta ·cruzando cuatro valles o s1gu1e1~do el curso del ~;o Las hojas 1nanchadas de sangre se arrojan al fuego y <11 -agua, lo
q · } ltas ::7 Este concc¡Jto esta expresado n11nb1en que se expresa diciendo que se las entierra en el cstón1ago.
que nene cuatro vue • · · . ... . . . . :i.~
en el arte decorat~vo de los indios de las Plan1~1cs. El contenido de la narración, la poesía y la c·,u1ción prin1itivas,
En el cjen1plo que sigue se US•l otra n1etafon.1: es tan Yari:1do con10 los intereses cultun1les de los cantores. No es
adn1isible apreciar su Yalor literario us.u1do con10 n1cdida las en10-
¿Sobre quién nos quitaren1os nuestras 1 nocasinas~ se decí:i uno ·al otro, ciones que producen en nosotros. Debcrían1os a\'eriguar ante todo
se ha dicho en esta c:i.sa. hasta qué punto expresan convcniente1nente la Yida en1otiva ·de los
Hacia el sol poniente nativos. Para el hon1bre prin1itivo el ha1nbre es al~o co1npleta-
Hav un adolescente mente rlistinto de lo que es para nosotros que no sabe111os por Ju
:t;.Tdeur, n. 127. . ., -
con1ún lo que significan los tornientos de est:l cahunidad y no co1n-
8
:\J;Jot1r11ttl of A111Cric,1n Folf.:-T.orc, ,·(11. ~ (1RR9), P:. -• ). •...• >9tf:. A1n111al
'3~ Francis La Flcsche, l.ir:111, p. 84.
ºº F ·. T a Flcschc "Thc Os:lge Tribc, 'fhe Rnc of \ 1gtl .
"' ·ranc1s ~ · ' ~ · . ,- "'i'R 40 Albcrr S. Gatschct. A .l'1igratio11 Legcnd of t!.1e Creek /11dii111s, Filadelfia,
R Bur A 1ner E1'111olo~v, ' ' :tsh1n!!'ton, 19 -'· P· -· · l
cport, ~ l. ¡· l. : ;,The. A.ra¡1aho" Rt1llcti11, A111cric,1n .l'1usr?u111 of '!•latura 1884; p. 251.
:is ..... ~ ... roe iei, · ' · · . · A,, f tl Sioux
i.
Histor;, ·,. 0 1R, láni. 16, p. 100; Cbrk \Yiss\cr, "Dccoran,·c · rt o 1e ·
41 Jan1es i\looney, ''Thc Sacred Fonnula.s of the Chcrokees", Se7.:e11tb
A11nual Rcport of tbr: Bure,ru of A1IU!ric,r11 Etf.111ology,· p. 369.
)i
Tndi:tns. Tdc111, p. 2+2. fig. 77.
: ..
...
\'.
1
en cantos religio-so:;. Ignoro hast~1 dúndc puede ocurrir esto en la ral. L;1 111isn1a historia cont;1c.h1 por distintas tribus puede presentar
poesía pri1niti\·a. l·~ntre las tribus que conozco 1ncjor h~1y una una fisono111ía co111pJeG111)cnte diferente. No súlo es otro el esce-
tcndcnci;1 decidida a asociar cierto rit1110 ~1 cierto grupo de can- nario sino que los n1úviles y los puntos principales de los cuentos
ciones. Así, c.·I rit1110 de cinco p:1rrcs de h1 costa del noroeste de se •lcentúan de distint;.1 111a11era por las diferentes tribus y to111;1n
los F.stados l.'nidos parece cst:lr Ínti111:1111cnte relacionado con el un color local que únic:1111ente puede con1prendcrse en funcic'in de
ccrc111011i;1J religioso de invierno, los c:111tos fúnebres con el roque toda la cultura. Para de111ostrar este punto prescntarc111os un eje111-
lento y rcgul:1r d<.:I tainhor. plo to111;1do de los cuentos de los indios de 1:1 A111érica del ~or~c.
F.n h1 n:1rraeiún :1parccc t:1111hién con ch1rid;1d h1 relaciún in- o sea !-.1 historia del lllclrido estrella que se refiere en las praderas,
rcrll<l entre cJ tipo litcr.1rio V la cultur:l. en la Colun1bia Británica v en la costa del i.\tlúntico del norte.
l. ..:>s 111otiYos <le ohr-ar e.st:.ln detcnnin:tdos por la clase <le Yida Refieren las tribus de las p~aderas que dos doncellas salen· :1 aca1n-
y los intereses princip;1les de h1 gente, los cu~1Ies se reflejan en la par )r arranca.r.:.·raíccs. \,..en dos estrellas y quieren c~1s·,1rse con ellas.
1
- 1·- tr<lll1<! de la ohr.1. .A la 111aíi.an1 ~ig.uic1:ttc..sc encuentran en el ciclo c-.1sadas con h1s
1.·~n n1uchos cuentos típicos de los chukchees de Siberi"J. el estrellas. Se les prohibe arranc:ir raíces grandes, pero las jó,·enes
te111a consiste en la tiranía v do111inadora arrogancia de un gue- no obedecen las úrdenes de sus n1<.1rid.:is )', por un hoyo abierto en
rrero o caz;tdor atlético y lo~ esfuerzos de los ;1!dcanos para lil;rar-
se de él. l~ntrc los esquinÍales un grupo de hcnnanos to111<1 a 1ncnudo 1 el suelo, ven la tierra que se halla debajo. Se apoderan entonces
de Ull'<l cuerda y descienden por ella. i)e aquí en adelante J,1 histo-
l
el puesto del hr-.1Yucún del pueblo. l:~ntre a111bos grupos de ge1~tes ria ton1a diversas forn1"1s en his distintas áre;1s geográficas. [·~n una
t1ue vi,·en en lu<r;.1rcs pct1ucños, sin una finne v estricta organ1za- de elhts se describen l:1s avcntur;1s de las 111u)erc; después de su
cilH1 política dcs~n1pcña un P"tpcl in1pore1nte ef nliedo a la i;ersona regreso, en la otra las proez;1s del hijo n;1cido de un~1 de ellas. I]
nt<ls fuerte, sin que teng;1 que \"Cr que su fuer1.:;.1 esté basada en _el punto de vista central de Ja n1is111a historia tal con10 L1 cuentan los
\'igor de su cuerpo o ~n supuestas cu;1lidades sobrcn'<ttur-.1les. E~n ¡' indios de la Coltnnbia Brit:ínic.1 resulta con1plcr;H11ente can1hiado.
cs'tos cuentos se escor~c generahnente :1 un 1nuch:1cho débil e insig- ¡ Las n1uchachas de una aldea constru:·cn una cas~1 en 1:1 lJUC :1cos-
nificante co1110 s;.1!,-.1aor'" de h1 con1uniJad. 1.\unt1ue entre los indios ' tu1nbn.1n jugar, y un dí:1 h:1blan de las estrcll:1s y de los felices que
ap;1rccen cuentos de jefes tir;lnicos, no son por ningún concepto éstas deben ser porque pueden \'Cr todo el n1undo ...\ la n1a1lana
el tipo predon1inante. siguiente despiertan en el ciclo, frente ;1 la cas;1 Je un grJn jefe.
F.l reina princip:1l de los indios de la Colun1hia .Brit<Ínica, cuyos l.a c;1sa esti hellan1ente labrad;1 y pinta<l;t. J)e repente aparecen
pcnsanlientos estún doniinados c;1si por co111pleto por el deseo de unos ho111bres que trat:.1n de "1br~1zar ~1 !:1s n1uchach;1s :- las n1atan
ohreiu:r r;1ngo y ·,1Jr;1 posiciún en !;1 co1nunidad. es el cuento de un chupclndoles los sesos. Sola1nente se s:1l \"<111 L1 hij;1 del jefe }' su
ho111hre pob:-e que llega a ocupar un ~1lto puesto, o de las luch:ts her1nana n1enor. I.. . a hen11;111;1 n1:1vor se con,·icrte en L1 n1ujer del
entre dos c;1cil1ues que tratan de sohrepuj-.1rse uno "1l otro re:lli- jefe de Lis estrellas. Por úlrin10 eÍ jefe h1s 111;111d:1 de \·uelta con L1
z:1ndo haza1las que hagan crecer su posicit'>n soci"1l. l~ntre los pron1esa de ayud;1rL1s sien1pre que lo necesiten. L..leg:;1n ;l };1 aldea
h!;1ckfccr el tcn1;1 principal es la :tdquisiciún de ceren1oni~1s cu~':l ,~la encuentran desierta; el jefe de 1:1s cstrel1;1s cn,·í:1 ;1 L1 ticrr;1 su
posesiún y pr:Í.ctic~1 constituyen el cle1nento ni;ís i111porr:1nte de su C.1s;1 :i: las 111Úscaras y pitos pertenecientes a un;1 cerc111011ia. los
,·ida. cuales se Yuelven propiedad hercditari:1 de la f;1111ilia de h1 111ujcr.
1-od~1s est:1s diferencias no son soh11ncntc de fondo, sino que T~~ cuento rcnnina·coH· 1~1 adquisiciún de la c:1sa )- la cercn1oni;1,
influyen en L1 fonna de la narracibn. pues ]ns incidentes est;.Ín cos:ts que constituyen el princip:.:1! interés en la Yida de los indios.
unidos entre sí de distintas n1ancras. l·] 111isn10 111oti\-o se repite -i·; De esta 111ancr;1 lc1 historia viene ~l ser uno 111:1.s <le L1 larga serie de
una ~- otra \"CZ en los cuentos de la gente pri111iti\·;1, de nt1ncra cuentos de i1nportanci:1 se111eja11tc, ;1u1H1ue su contenido'" pertenece
l]UC una gran c:.1ntid·,1d de n1;1teri·,1I recogido de la 11iis111:1 tribu a un grupo entera111entc distinto.
suele ser nu1~' n1onúron~1. y un<l YCZ que se ha llegado ;1 cierro Con10 segundo eje111plo n1encionaré l:.1 historia de Psi<1uis y
punto no se obricnen in<ÍS <jll<.: \·ariantcs de los ,-icjos ten1:1s. el ~'\n1or que ha sido fundida en uú nue,·o n1oldc por los indios
Sin en1bargo, S•Jn niucho n1;Ís funda111cnt;1les Lts diferencias "pueblos" __.\(]UÍ el ntílopc se presenta h<1jo L1 for111a de una don-
'\¡uc ricncn por... basc u11:1 difcrcnci<I general de pcrspecti\·;1 culru- cell::t y se casa con un jo,·en <l <Juien se le prohibe que \"C<l <1 h1
·.·.1
··~
.·'--,, LITEIL\TUIL\, .\IL>ICA Y BAILE LITl·'.IUTuRA, ,\IUSICA Y BAILE .,.
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111uchacha. l'.~i;rc desobedece la orden, y a la luz de una vela, la C~Jn Sería ~10 error supon~r ~1uc la ausencia de supervivencias del
tc111pla n1icntras ducnnc. L;t joven y la C<lS<l dcs"1parcc;n <11 punto t1c111po antiguo pued<l <ltnbu1rse a la pernl<Jnenc;ia de las circuns-
y el joven se encuentra en el leche de fango de u~1 annlopc. t<1ncias de at1uel entonces. :1 una falta de transforn1aci/1n histf>rica.
• Jauahncntc insrructiv:1s son las rransfor111;1c1oncs tiuc sufren L.a culrun1 pri111iti,·a c;s un producto del desarrollo histórico. de
\as hi~tori;1s híhlic:1s en boca de los 11:1tivos. l•J J)r. Bcnc~lict ~- el igu:1l n1anera t]UC 1:1 ciYilizaci/¡n n1odcrna. 1-J n1odo de vivir, las
l)r. P;l.rson:.; h:1n rcco~ido un:1 histori·.1 indígena de los zuí11s en que costu111brcs y crccnci;ts de lc1s triLos prin1itivas, no son estables;
:1p:1rccC _lcSÚS COlllO '"un:\ t!oncclla, hii,~t _del ·Sl~I.- (:uando 1y1c~ la pero L1 proporci/in en (¡uc.: se efectúan los can1bios, s<tl\'o c¡ue ocu-
niíia llegan a l:t:ncrla los a111111:1lcs do1ncsncos; solo la 1nula se 111c:ga rran perturbaciones externas, es r11:ís lent<l que entre no~otrns. L,o
a hacerlo v por ello es castig<H.la con la csrcrilic..l:1d. ~' n nuc\·o ~~s qpc falta en <H}ucllas es la estratificación social pronunciada de
pccro se d;1 a toda la lcycnd•~· Co~1 ella se trata de explicar !:1 fccun- ' nuestra época, tJUe hace.: que los varios grupos representen, con10
did<ld de los anin1:1lcs v se dice co1110 puede hacerse para au111entar- si dijéra111os. diferentes períodos de desarrollo. 1-Iasta donde alc•lll-
la, que esa es la ide;{ de n1;1yor i1nportancia en la 111cntc d~ los _zan~Jllis conoci111ientos el fondo cultural forn1al del arte de la na-
''nueblos." rraciún se encuentra detern1inado c:1si por con1pleto, entre l;is
' I...,os cuentos de h;1d;1s europeos difieren a este rc~pecto ~le los gentes pri111itiv.1s. por su presente estado cultural. Las únicas ex-
de las tribus prin1iti,·as, porque ~n su forn1a y con:cn1d<_> encierran cepciones se encuentran en períodos de ca111bios inusit;1d;1111ente
111 uchas rc1ninisccncias de los ne111pos pasados. l.·.s evidente t1ue
r.lpidos o de desintegraciún. l:~n estos casos, sin c111bargo, ocurre
estos cuentos no reflejan J;1s circunst;tncias del l::sr~1do de la época ta111hién un reajuste. Así. las historias de los negros nH;dcrnos de
;1crual, ni \;1s de nuestra yida di:1ria. sino que nos presentan un ...\ngola rcflej;1n la cultura 111ixta de h1 costa del :\frica occiden-
cuadro i1naginario de la vida rur:1l en los tic111pos scniifcodalcs. y t;11. En el fondo cultural de la narraciún las super\'Í\'Cncias no
que h1s con~radiccioncs entre el intele~tu;1lis1110 llHH.ierno ~· L1 an- dcse111pc1lan un papel in1portante, al nienos en circunstancias nor-
ticrua tr;1dici/n1 rural h.1ce nacer conflictos de puntos de \"!St<l que n1ales. l·] argu111cnto puede ser ;1ntiguo y to1naJo de fuentes ex-
p~edcn interpretarse con10 super,·i,·encias de las épo~:~s pre~érita;. rn1njeras. pero ;1! adopt<trlo p•tS<l por c:1111bios radicales.
()tr<l cosa sucede con los cuentos de la gente pru111nv·.1. I·.l ana- l·~stas observaciones rclativ;ls a la literatura no significan. natu-
lisis ininucioso de las historias tradicionales de algunas tribus indi.1s r<1l111ente, que en otr~JS aspectos de la ,·ida no pcrsist71n las <lntiguas
d·e;11uestra el con1pleto acuerdo tiuc existe cnn:c las condiciones costt1111bres y creencias durante largos csp:tcios de r1en1po.
;1ctuales de ,·ida \. las <-1ue se pueden extr;H!r de dichos cuentus. Las 1~e111us hablado h;1sta ahora de 1:1 t:structur;1 de los elc111entos
crccnci~1s y cost~nnbrcs en la Yida y en los cuentos guardan abso- de cuentos en pros;1 y de las c<l.ncioncs. ~~n h1 111aner-.1 de co1npo-
lut;1 conf<"innid,ul. l·~sto es cierto \::l se:1 t]UC se trate del n1.1rerial ncrlos se encuentran t:unbién i111port:1ntcs c;1racrerístic:1s. 1.·:n I.1s
n:1rr;1ri,·o antiguo o de las histori~ls i1nportadas que se h,111 inrro- narraciones de algu11;1s gentes \os episodios tienen la concisiú11 de
ducido hace algún tie111po y t]UC se adopt;tn r.ípida111cnte al 111odo la anécdot:t; en otras se rc\·e!a el deseo de crear una estructura n1;Ís
prcd;llninante de Yi\·ir. l·J ;tn;ílisis de los ~ucntos de Ll co~r_:i del coniplej<l. Fsto se logra 111u!· frecuente111ente por el pobre recurso
noroeste y de los "pueblos" conduce ;1\ 1~11s1110 rc:sultat~o: ,Solo ~e de conccntr;1r tod.1s 1:1s ;;nécdotas ;1\redcdor de un pcrson;1je.
producen contradicciones dur:1nrc los pe nodos. de trans1c1011 hacia l·:n 111uchos casos la astuci,1, fuerza, ,·oracid;1d \' ten1per;unen-
nue\·as 111od:1\id:1dcs de vida, con10 \01s que t11on\·a el contacto con to an1oroso del héroe le d:111 ;1 todo e[ ciclo un ~.1r;Íctcr 1nis o
europeos. l)e cst;1 n1anera acontece en los cuentos d_c Lagt!!l<l; ~1no n1enos definido. l·~-1 cuento del Cuervo de i\lask;1 consta ahsoluta-
de \os lug;1rcs habitados por los "pueblos" de ~uevo \Icx1co, 111cnte de episodios inconexos. F.l único e\e111ento de uni/in, aden1<ls
que el YisTt;1ntc entra sic1npre por el techo de L1 cas;1. no obstante de la identidad del héroe, es h1 voracitL1d l:el cucr\'o, pero h~1sta
<-luc L1s rcsidcnci.1s 111odcrna~ est;Í.n pro\·~st;~s de puertas. 1:] director ést<l des;1p;1rcce en n1uchos c;1s<)S ..\luy p•1rccid(>s s<in !(>s cuentos
de \J organi1.<1ciún ceren1on1al dese111pcna 1n1port<1nte papel en 1l\u- del Coyote de las ;\.¡csetas. los cuentos de 1:1 ..\rai1<l de los sioux,
ciH1S c1;cntos, aunque la org:1ni1.:1ciún h:1 des~tp;:rccido consider-.:- los cuentos del Conejo de los algonquines. los cuentos de la A raña
hle111cnte. Los cuentos de los indios de l;1s PL1n1c1es rcL1tan tod<t\·1;1 de la costa de (~uine:i, los cuentos del Conejo y 1;1 -rortÍ.1ga del
bis cacerías de húfalos, no obstante que h1 caza ha des;1parecido :y _.\frica del Sur y los cuentos de In Zorra de l·~111:op<1. '.':o h;~y co-
los h:1bitantes se han con\·ertido en ;1gricultores !' ohreros. nexiún interna entre el car;Í.eter específico del héroe -;r el contenido
'
1 '
1
LlTERATURA, MUSICA y BAILE Lrrf.RATUR:\, :\ lUSICt\ y BA.JLE 325
de la an~cd~Jta de los bai~arincs vendados (s~ )Crsuadc a la. de los kwakiutlcs. l.:] Ave del Trueno y su n1ujer viven en el ciclo;
para que O,uJcn con los <>Jos cerrados a fin de }i· .- , s aves bajan a la tierra y se convierten en los antepasados de una famili:L
tago_nisra. de retorcerles el cuello sin- ser o .. scr'<· .i; ocas~o~. al pro- . _El Transforn1ador .<-;f' encuentr<l con ellos y a través de una serie
cl d 1 . . . - - v,1u11 j>()l cua··J·
u.
. cuento .e prcsr~d1g1t~1<lor de los ojos (el héroe a quien se ." en d 1 de torneos den1uestran los dos poseer fuerzas iguales. Por últin10
~ .qrc. a~rOJC sus ºJºs, hacia arriUa, los cuales se quedan l;rc~ndi~ce
e .1s r,!Jll:~s d<..: un arbol, de inodo <¡uc aquel se vuelve . os
el Transfor111,1dor le pone ranas en el cstún1ago"" ;1J antepasado del
;\ye del l~rueno, quien se las saca y las deposita sobre una roca.
o c1: ~l inc1dcnrc del ;1nfitrión chapucero (el héroe e. . -~1c50); IJegan los hijos de uno de sus ;1111igos )r entonces l:1s r¡111as entnu1
partd1c1par. de alinicntos obtenidos ¡)or 111cdio de J·1 lll'IC;<.;1.·111y1v1ra o a en su csr/n11ago, pero los cura el :1ntep;1s.1do del A ye del Trueno,
pon e l·1 1nv·r· .·' f . . ' ·.e>' corres- quien recibe, en rccon1pcns<l, una canoa 111;ígica. Sigue el cuento
. I dacion, f?cro rc1cas;1 1gno1111niosa1ncntc al intentar re-
¡>ctir el,..1cto e 111:1g1a). ¡ relatando el naciniiento, creci111iento n1:'ígico y h<1z;111.as de sus cua-
d L<~s cuentos e?t:ín tejidos :1 ve.ces con el hilo sutil de una >d.
: tro hijos. Un espíritu se roba a su 111ujer y ésta da a luz a un 1nu-
~ u:i cuento de v1;11es y aventurc1. -A esta clase )Crtenece e e isea, 1 chacho a quien bafian en el linio de Ull<l sierpe de dos cahcz<ls. De
csquunal de un· hcroe <.¡ue se 11.b . ¡------
, . • .
_1
r::.1 e e una ten1pestad prod ·¿
p(~rl .irte de 111ag1a Y que atra\'1esa. por ¡)elicrros de n1ar <]LIC seucd1 a
l cuento 1
;:
esta 111ancra su piel se vuelve piedr;1. Continúa el cuento con un<l
larga serie de hazafias bélicas de este hijo. Finaln1ente ena111ora a
cr1 >en con ·¡Jo-' f Il 11
tra .
· t:::o
.. ',~_un_<. ct:t c . cg~ a una C<~sta extranjera V se cncuen-
.J
1
~i: r:i~an<l<: cún10 a<Juel jefe fué en bu~ca de su ~~~jc~. ·~~~ ~i;I~~:~~~<~~j 1 de ;1\·enturas y proezas obtienen a111bos poderes sohren.1turalcs.
, JC ei~cuentra a s~~es fabulosos que se reconocen )On ue fia r Se encuentran y c1nprenden viaje a la aldea de su padre, n1;1rando
en otros cuentos, \·1s1r:1 la cntr·1da ·1l 1 d . f . l 1 bu _an y tra1lsfor1nando en el can1ino ~1 111onstruos peligrosos. J\·Iienrras
con lo. . , . . , , , . I nin o in cnor V se co111un1ca
") bl s ~spintns, qu1c1_1es le dan instrucciones. 1':1itrc los indios tantn, Cuerpo-de-Piedr:-1 ha conseguido de una tribu del sur cierto
J Uc o~ ap;~rccc1_1 unidos entre sí nn1chísi1nos incidentes en un cercn1onial v se dirige a la 1\ lont;1ña-de-I)lu111a. situ;1da en el norte,
cuent.~> e enugrac1ones en que participa toda Ja tribu . a husc.1r el· plu111ún-dc :1ve que se neccsit:l p:1ra esta danza. }\. su
. . ,L.n_ otros casos se h:1ce un esfuerzo p<1ra est~1blcccr un:-1 co- regreso se cncuentLl con los antcpc1s::ldos de otra tribu cnn quienes
ncx1on interna entre los elc111cntos sueltos As1' el , . entra en un;1 lucha de fuerz;1s 111.lgicas. S;1lc Yencido ,. recibe Ja
del C . ¡ ·I · · · ""· , cuento 1nconexu n1ucrte junto con todos sus co111p:;fi.eros. F.11 la histori·a princip:il
Brít·ín~~~~~~l ~1 SI<. o rcc;n1struido de tal n1ancr,1 en la Colu1n[;ia
un·1 'c ' _., .ur que a :1 gunos de sus clernenrns se les ha unido en se ha on1itido este incidente; él sigue :1delante \" los dos her111:111os
: oncx1011 in:erna. f-.l tl\'C del trueno se roha a una n1u · cr. Para y las hijas de 1~1 inujcr que se csc~1p/, Yuclc:111 fa cano:1 de aqu~l }"
:ccuperarh1 fabr1ca el. cuervo una ballena de n1adera ,. n~at<I ~1 Ja lo 111atan. Durante una Yisita a su padre la n1ujcr c;1sada con el
~¡. o111a porqduc L1 nece.sJt<l J~:u~a cal;1fatcar 1:1 ballena. l·~n -otro cuento henll<lllO de Cuerpo-de-Piedra Ye la c;1bcz;1 de éste y :i.sí lo refiere
.1 111uene e ¡.1 o-onia ~, ·J . ,· - a su \·uclt:1 el hijo de <HJuéll<l. Entonces las gentes de su 1narido
1 .. . l 1 , : :- '. es a JJttro<.1ucc1011 a una visita al ciclo Les
iqos ~~ ~ ~0111a ases1n:H~;1 suben ;1l ciclo pc1r.1 Yena<lrse. . '. sc1len a ton1ar yeng;111z;1, pero les dan 111ucrte los dos hcnn;1nos,
de s ( :f(~"' cuentos ha1~ sido t;1n des;1rroIL1dos c¡ue,~)Or lo coinplejo tpiiencs ofrecen un hc1nquete en su c:.1sa .v 111altrar:1n :-1 sus invit:tdos.
. . · ~1. ,'1r.=.l~ll1cnto, .rc\·1:"'tcn fonn;1 no\·e/csc:i. I.J:1s levendas de la I-f~1sta ahora sol<11Hentc hc111os considerado el reflejo de h1 ,-ida
~rc_.icion de los pohncs1os tienen ese C;tníctcr. f-Iasr;1 -entre· l·1s t i- cultural en la forn1<1 de la narraciún; pero su influencia se expresa
)l!S llUC goz:111 con la ;1nécdor·1 brc,-c - · ¡' · '· r ta111l>ién de otra n1ancra. Cu:1ndo la narn1ci/ln ha penetrado a fondo
~~~'.~'~cic~)J.lC~ ?uc contiénen los cle1nentos·'~ce~~:~ ';~:~1~\,;~J~~~~~r~;:;;~~ en la \·ida del pueblo, se produce un hecho n1u.~{ p;1recido al que
e c¡cn1plo el esbozo so111cro de 1·1• histii1·1"1 1 f ·¡· se observa en el <lrtc decorativo. 1-\sí con10 una forn1a geon1étrica
· ' <.e una ;lllll ia
326 Lrrr·:RA"rURr\, 1\'\U~lC:\ y BAILE LITERATURA, MUSICA Y BAILE 327
recibe a n1cnudo un significado secundario que puede leerse en cados que tienen una cohesiún estructural definida y anécdotas
ella, así se da a la narración tui. significado interpretativo que es del breves; algunos que se refieren con el goce evidente que produce
todo extraño al cuento or.igina.1; :' de igual suerte que en el arte J., ¡1rnf11c:i/111 1ll" ..rlC't~J!l<'~, otros .r.<'.d.ucidps a una fór111ula. ~~je1nplos
decorativo el significado adventicio varía de carácter según la cul- de esto son las h1rgas histori;1s y las fábulas de ani111ales de los es-
tura del pueblo, el estilo de la intcrpren1ciún de un cuento de- qui1nales. Las prin~eras tratan de sucesos que ocurren en la socie-
pende de los intereses culrurales de la gente (}lle lo refiere, y, por dad hun1ana, de vi<1jes v a\·enturas, de encuentros con n1011struos
consirruicnte, reviste diferentes forn1as. l--Ie111os visto t1ue los estilos v seres sobrc11atur;1lcs, ·de los hechos de los sba111a"/ll'S (brujos).
de ar~c pueden dise111inarse en c:-.:tcns;1s ;l.reas 111icntras que el sig- ·Fstos son cuentúS novelescos. Por otro lado nn1ch:1s de las fábulas
nificado cxplic:1tivo <le las for111as de arte present;l n1ayor indi-· de ;111i111:iles son si111plcs fún11ulas. Contr;1stes parecidos se encuen-
. vidualidad .. Prccis;uncntc. de la 111is111a tnanera, pueden \:iajar los tran en los cuentos y fábulas de los negros.
cuentos a enor111cs dist~1ncias, pero su significado Y<l c~unbiando (•] estilo de Lls c·.1ncioncs varía tatnbién considerablen1entc
..de .acuerdo con los diversos intereses culturales de !:1s tribus. Corno según 1<1 oc;1sit'ln p;1ra la cual se co111po1lért. l·~ntre los k\vakiutles
.cjcn1plo..dc esto.n1encionaré la historia de la 1nuch:1ch;1 que se casa cncontran1os extensos cantares en que se. describe ·en for111a de
con un perro, fábula 1nuy conocida en la An1Crica del Norte. Se rccit;1tivo la grandeza de los antepasados. En los festivales religio-
le emplea para explicar el origen de la \'ía Láctea (Alaslrn); el í sos se usan cantos de rígida estructura rítniica con10 aco111paña-
origen del héroe de la cultura (Cohn11bia Brir.í.nica); el origen n1icnto de l;1s danzas. 'l·~n ellos se repiten las 111is111as palabras o
del antepasado de la tribu (Columbia Brit,ínica del Sur); el ori- sílabas una v otra vez, con la única variante de la introduccit'>n,
cren de una constelación (interior de Co!u111bia Briní.nic.1); el orig-en en cada nuéva estrofa, de otro apelativo del ser sobrenatur<ll en
de una peñ;1 blanca (interior de :-\lask;1); el origen de la So~ie cuvo honor se cantan. De diferente tipo t;nnbién son las canciones
dad del Perro (Blackfeet); y J;1 ra;i'.Ún por qué el perro es el anü- ;111lorosas, que por cierto no escasean.
go del hombre (Arapahos)c" Sorprende ver que ciertas fon11as literarias se encuentran entre
El criterio que sobre el desarrollo histórico de los cuentos todas las razas del \Ticjo i\'lundo, pero son desconocidas en ..A...1né-
explicativos cxpresan1os aquí es sen1ejante al que se h:1 expuesto rica. A este género pertenece el proverbio, cuya in1portancia en
sobre la relaciún entre el sin1bolis1110 ·y el diseílo. 1-] tipo general la literatura de Afric:1, Asia y tan1bién de f,uropa hasta época n1uy
de intcrpretaci/111 del si111bolisn10 existe en la tribu y el cuento se reciente, es bien conocid~l. Particulannente en _.:\frica encontr:1n1os
ha hecho de 1naner;1 tiue guarda conforn1idad con él. l'~n inuchos el proYerbio en constante uso. Sirve hasta de base a resoluciones
c~1sos la explicaciún sin1búlica o interpretati\·;1 es un clcn1ento ex- judiciales. Su in1portancia en t~uropa se con1prucha con la 111aner~1
traño que se ·.1grega al diseño o -,1\ cuento de acuerdo con un con {]lle lo '.tplic. 1 s.1ncho Pan·;;,1. L~1 literatur..1 así{1tic. 1 es igu;1li11en-
patrún estilístico {1ue do1nina la i111aginacic'>n del pueblo. l'~ste pro- te ric:t en dichos pro\•erhialcs. T.~n ca111hio, C<1si ninguno se conoce
ceso puede conducir t:1111hién i11direct.tn1enrc <1 un desarrollo es- procedente de los indios de .A..111érica ..A..ntcrionnenrc 111c he re-
tilístico proporcionado de otras representaciones, o <1 tentativas ferido a unos cuantos dichos 111et:1f/iricos de los rsi111shianes, los
de cxplicaciún de los fenú111enos de Lt naturalez:t. S<'i\o sobre la únicos dichos ineraf/iricos que conozco al norte de \ léxico.· 1s
base de un estilo preexistente que tiene su origen en fuentes no l.,;1 1nis1na situ;ici/111 e:-.:Íste con respecto a la adi,·i11;1nza, uno <le
sin1búlicas y no interpretati\·as puede des~1rrollarse !;1 fonna re- los pasatie1npos fa\·oritos del \'icjo i\1 undo, {1ue no existe casi
sult:ointe. en absoluto en ..:\111éric:1. Se conocen ;1Jgunas ;1diYi11;1nz;1s del río
No debe suponerse que el estilo literario de un pueblo es ,-uk/ln, regi/in en dond~ es· posibf;· dcscul;rir influcn~ias asi.í.ricas en
uniforn1e; al contrario, 1:1s for111;1s son 1nu\· Yariadas. l·lc indicado los r;1sgos ~ulruralcs. y ra111bil·n en el L.;1hr,1dor. l·~n orr;1s parres del
anteriorn1entc l]Ue tan1poc'o se encuentra· unid;H.l de estilo en el contincn:e 11(1 :~e ha podido descubrir su existencia, ;1 pesar de un
arte decor;1tivo, que pueden aducirse 111uchos casos en.l¡ue se usan
cuid:H.loso intcrrog;1torio. Causa sorpres:l Yer que ni ;1Ú11 en ~uc\·o
distintos cstiios en diferentes industrias :- entre distintos grupos
de la poblaci('n1. ,<\sí encontran1os en u1L1 trihu cuentos co111pli- is Dr: cntrr: lo" r:squin1:1ks de Cun1\icrbnd Sound n.:cogí un dicho: "Si \"O
~•
\\º;1tcr111:1n, -.·rhc Fxplanatory F.!crncnt in thc Folk·t;1ks of tht: "orrh fuera a C(>gerlos scrÍ;i con10 ci que \";t ;t coniprar b csp:1ld:1 de un s.1ltnlm (es
An1crican Indi:111s", foun1,rf of Anrcric.111 Folk-lor,-, \'l>L "27 (191-+J. pp. 28.u. decir. :ilgn que no \·:de 11:id:1) ...
328 J./'J"FRA"J"UR/\, 1\·IUSICA Y BAILE:
i\1 éxico y Ari:t.ona donde los indios y los es.eaño~es han estado
viviendo al lado unos de los otros durante varios s~glos, y donde bcn~os suponer 111ás ?ien que las circunstancias hisr<'>ricas han pro-
la literatura indígena está llen:1 d_c .elc111entos españoles, se haya ducido una fonna diferente de la dGJ \Tielo ,\,fundo.
adoptado fa ~;divin:1nza, ni siquicr:.1-- P<>rque los CSj)allcife.s de esta . f_,a a111pJia distribución de la n1ayorí; de estas forn1as entre
región son tan ;1ficionados a clL1s con10 los de otras partes del !º~ :~.1ropeos, n1011gole~, n1a~;1yos y negros dc1nuestra la indepen-
país. Sin c1nbargo, S:1haglin rccogiú <1lgu11;1s adivin<tnzas de Mé- ~:nc1.1 del de,s:.1rrollo htcr.1r10 con respecto a la descendencia ra-
xico;m Cl<ll. Y que esta es una de /;1.s c:1racrcrísticas del ;Íre;.1 cultural
Co1no tercer eje1nplo n1encionan'.: el dcs;1rrollo peculiar del Ci10f!lle111cnte C:\"tellS<l (jUe <lbarC:l Ja C~iSÍ tOt;1Jidad deJ 'ljejo ;\(un~
cuento ;1ni111al. (~01nún <l los ho1nbres de tod:.1s partes del inundo do, Y (JU?, en otros aspecto;;. :1p;1recc ta1nhién en visible contraste
es la fábula en que intervienen los ani1nalcs, por cuyo inedia se con el ¡\ llCVC? '~ f Ulld<!- ~0Ja111ente 111encionaré aquí eJ desarrollo
explic;1n la fon11a y _costu111bres de éstos o 1:1 existencia de los ¡ c~e un proced~nuento Jud1cial _fc_>r~11;1! fun~ado en Ja reccpci<'>n .de
l.t pruc!>:l. el ¡ura1,11~nro y el ¡u1c10 de Dios _\' la ausencia de este
l
fenú1nenos naturalGs. S!t1 e111bargo, la fábula 111oral pertenece al l
''iejo 1\tlundo. _ .. < con1pleJo e1: A111cnca; y la <lusencia tan1bién en este he1nisferio
l
Igualn1enre ;1111plia es 1<1 distribución de la poesÍ;I épic~1, aun- de la crc~nc1a en la ~>_h~csión }'en el n1al de ojo, (JUC son ;1111pli:anien-
que está liniitada a un ~lrea. circunscrit:1 co~1 bast:1nre cl:1ndad, o te Cc>noc1dos en el ,.ICJO i\'fund<1.
sea a Europa y parte cons1derablc del Asia Cent_ra_l. "\a l~e1nos _ IJas car<1Ct~r~stica~ (~C. la p~icsí:.1 nos IJe,-;111 a considerar Lis
dicho que en A111éric:.1 se encuentran extensas trad1c101~es tr1bal~s fo1111as de la nu1s1c;L l:·,J un1co genero de ésr:J que se presenr:i uni-
conectadas entre sí, pero h;Jsta ;1hora no se han descubierto vesti- vcrsal111cnrc es Ja c;1nc1~'>11 •.\'por consiguiente debe· buscarse en ella
gios de alguna composición (}UC pueda lh1n1arsc ron1ancc o <le Ia fuente del arte nn_1~1cal. Las car.1ctcrísticas reconocidas univer-
un verdadero poen1a épico. l~an1poco puede darse est~ no1nbr~ a sah11e'.1rc. de la C<1!1~·1.on deben constituir t;1111bién los principios
las leyendas de la Polinesia que hablan de la descendencia y hazanas g~,ner,des _de la 111us1~,1. Dos clen1entos son con1unes a tod;l can-
de sus jefes. L.a distribüci/in de esta fo~n1a pued~ con1pren~erse c1011: el nt1110 ~- los intervalos fijos. I-Icn1os de111ostrado ;1nterior-
únic:.1111ente sobre la base de la existencia de antiguas relaciones n1ente ~1uc el ntn10 no debe concebirse sobre Ja b;1se de nuestroi
culturales. Por esta razón no parece exacto el an<Ílisis de '\'undt rcguh~~l(LHI n1od~r~1'.1, con10 un;l succsiún de coinpascs de ig-ual
del origen del poen1a épico. Tiene sentido· única111cntc en ~uan~o dt~racion _v sub:ln·1.s1on un t:.into libre, pero su fonn:i es llH~cho
a que ha existido la inclinaci<'in a expresar en cantares la h1stor1a 1~1as gencr:1I. L<l ir:cgular~dad aparente no debe ser 1nal intcrprctad;t
de la tribu y los hechos de los héroes, patr/lll (}Ue se des,1rn1Iló ~_<llll.<_>, una c~1re1~c1;~. de nt~no, porque ~ada ,·ez_ que se repite una
locan1ente, pero que no se presenta con univers;1Jidad. c.111c1on s~ conser, ,1 el 1111sn10 orden sin can1b1o alguno. Prccis:l-
Fundándose en h1 distribución de estos tipos se pueden for- ,~~cn~,c.' ~1s1 co_1110 el orden rítniico c~l el a:~e dccor;1ti,·o priiniti,- 0
1nular dos conclusiones: pri1ncra, que estas fon11as no son por fuer- C.s _n1.1s co111phcado que el nuestro. as1 ta1nb1en el rit1110 n1usical está
za esc;1loncs en el des<1rr0Jlo de la for111:1 liter<1ria. sino que se pre- su¡?ro ;1 111:1yor C<llnplejid,1d. l:~xistcn con1pases regulares. pero 110
sentan soLunente b<tjo' cierras condiciones; >·, segunda, <1ue l:.1s for- esran confinados tan rígid;1111enrc :1 rie111pos de 2, 3 c'i -+ p:lrtcs.
111as no est:Ín dctenninadas por 1<1 raza. sino que dependen de co1no los nuestros. f... as scrics_de 5 _,- 7 parres se prescntJ:1 frccucn-
suces<>s histúricos. re1nenre_ ~- de hecho predo11l!n;111 en algunos tipos de niúsica: ri•-
. ~~ !1eE~,~~~d~ ~1.LIC coando lo~ españoles l_l_~g:1ron por prin_1cra n_1os de ) partes son co111unes en el noroeste de Jos I·:srados L-hi"Lios·
Yez al · Núcvo ·!\·[ üii'do, los an1cncc1nos no pose1;111 los tres npos
ntinos d_c 7 p<1rtes en el :.\si;1 n1cridional. Se encuentran alter;tci(·,~
de literatur;t que hen1os n1encionado, no signific:.1 que estos hc1hían
nes de_ nr1110.s que ;J nosntros nos p;1rcccn cxtrañ:1s. así co1110 series
aparecido en época ulterior. No ha)r r.1zú11 alguna par<l suponer
que la literatura ;1111eric:1na estah:1 111enos des;1rrnllada que la de
de soni_dos n1uy. co~1,1plic;1das que es ín1posible reducir ,1 conip<lSCS.
.--\fric:.1. Por el contrario, el :1rre de 1:1 11;1rraci{in v· el de la poesía
I~a n1e¡or descnpc1011 que podetnos h;1cer del rit1110 de n1uchos
tipos de inúsica priilliti\·:1 cs. decir l¡ue consiste de una sucesiún
est<Ín su1nan1cnte desarrollados en 111uch;1s partes de i\111éric:l. De-
regular de f!"•lscs 111usic<1les de estructura irregular. .-\ \"eces las
-1: 1 S:1hagún, op. cit., r. 11, pp. :n6 y 2.i? (cd. de 18.iO). frases se extienden en la_r~<l~ unid.1des rírniic<ts sin que en ellas
pucd;1n rcc<:nocer.se subd1\'1s1oncs.
1.ITl'.IC\TUH.-\, .-\lUSICA Y BAILE LlTERATURA, 1\lCSlCA Y B.\ILE 331
Un segundo e in1portantísi1no clc1ncnto de toda 1.11úsica es el grandes diferenc~as entre los sisten1as, cncontran1os <.JUC todos los in-
uso de intervalos fijos que pueden ser· transpor~ados oc un punt.o tervalos pueden interpretarse co1110 subdivisiones de la octava. 1_)ar~1
de la serie de tonos a otro y (Ittc se rcco1uiC.:t:-1f SIC1flprc c~n10 1.:qúi- · el <>ído no educ<1do la octava se presenta n1uy c<)111ún111cnte c 01110
valcnrcs. l·~n el canto estos intervalos son narun1h11cntc 1ncxactos1 un solo tono; en otras palabr:1s, no se hace distinción alguna entre
porque la cntona~iún_ ~s incic:ra y v~1~ilanrc y .d~pcnl~C .d~ la in- un n~no y su octa\'a. E:;to es cierto en incnor grando rra'tándose de
tensidad de la cxc1tac1on c111ot1va. l_.os intervalos ttcndcn ,1 ~1un1e;1- !:1 tp11nt:1 y :1u11 de la cu<1!·ta. l ..a n1ayoría de los intervalos <.JUC se han
rar a 111 cdid;1 que las c1nocioncs de_ \~)s. ca1~tantc~ suhc~l a un d1<.~paso1; ~1.1<.:ontrado deben considerarse co1110 subdivisiones de la octara.
111 ~\s alto. Por consiguiente es d1~1c1I, s1 no 111~pos1blc, ticc1r que S11.1 e~11~>;1rgo, 1:1 _suhdivisiún no procede sien1pre de acuerdo con
1
se propone cantar el artist:l. I:] 1ntcrvalo 1nl~s1<.:al pucL e co1npa- p~·1nc1p1os ::n110111cos co1110 en nu~stra 111úsica, sino por tonos equi-
rarse con la niclodía del lenguaje. La 1nayo:1:1 de las lcng~as no distantes. El desarrollo de la ar111onía en Ja 111úsica 111oderna h,1
usan el diapasún <le 111ancra tal qt~c ~~ co1_1v1crta en parte, in1por- dad<~ por rcsultad'..1 que henHJ.~ perdido todo el sentido de C<]Uidis-
1 - t;'!.ntc v significativa de la pronunc1ac1on_. l'.l uso del d1apason en el t:1n_c1a en una .s~r~c. arn.~<'!IJ.i.c_a .Y.-Sl~~~-Ja .n1úsica reciente en que se
lenguaje Cst•í, 111ás cxtensa111entc distribuido_ del~> qu~. ge.:1:raln1cn- aplican tonos ~qu1d1stantes ·no-a:111ónicos exigen una difícil ruptu-
tc se sabe. :"o es en n1anera ~1lguna ~l patn11~on10 cxclusn o {~e _los ra con el p:1tron de for1na n1us1cal a <.1uc cstan1os acostu111bracLis.
chinos, sino <.1ue se encuentra en Afnca lo n11sn10 que en :\n~enca, Trns una larga lucha hc111os llegado a aceptar una transacciún entre
para 110 habL1r de lo corriente de su uso en h1s le~1guas cscand1n_avas los dos sistctnas; el annúnico y el equidistante, dividiendo la ocra,·a
ven el ariCGO anticruo. Teúrican1cnte es conccb1blc <.1ue el ant1$UO en doce partes iguales que proporcionan un acuerdo bastante coni-
icnguajc~hu~1ano l~1ya us<.ulo intervalo; fijos y ~r;1seologÍ<~ nu;,s1cal pleto con lo~ intervalos annónicos 11;1turales, aun<.¡ue las diferencias
<le vocales v consonantes habladas, ast co1110 diferente t1111bre de son percep~1blcs para un oído educado. Los javaneses dividen la
\·ocales (o ~ca nuestras a, e, i, o, 11 y otros Yalorcs vocales), para oct<rva en siete pasos equidistantes, los sia111escs en cinco, si<ruiendo
expresar diferentes ideas, pero no puede de111ostrarse que tal cosa sis~c~11as ~uc están en conflicto fundan1ental con los de ~1ucstr:l
h,1va ocurrid~i. r:s 111ucho n1ás probable,_ de acuerdo con .la prueba 11.1us1ca. En una palabra, ~xistc una gran variedad de escah1s t1ue
}j 1{gilística disponible, <.1ue el tono 111us1~a~ en el lengua1e sea un sirven co1110 base de los s1stc111as n1usicales de diferentes pueblos,
dc;arrollo secundario debido a la des;1panc1Ón de elen.:cntos forn1a- y tod:ts parecen tener su funda111cnto en la octava.
ti,·os. J)ebcn1os considerar t:.u11bién que en lengu<lS con tono, los ::\'o iré 111ás l,ejos en ,asunto tan intrincado porque no se ha
deslizan1ientos son de gran in1portanci;1 y <.¡uc estos no son. partes e~1~~ntrado todaY1a un n_ietodo seguro que nos pcr111ita decir de-
típicas de la serie 1nelódica, atll1(1ll~ se presentan C<_>_n10 final ,de f1n1nvan1en~e lo que ;11!1eren cantar aquel~as gentes t1ue c;1rcccn
frc1ses. :\dc1n~ís, los inter\'<1los del discurso no son fqos y vanan de una _tc_o_r1a de la 111us1ca, co1110 la que existe entre nosotros 0 Li
consider.1h\cn1entc según la posiciún de L1 paL1h,ra en L1 fr<1s~ .. E~ gente cn·1!~zada del ~..\si:1, y l¡uc no tienen instru111entos dehidanicn-
consccuenci:1, no parece probable que, la. n1clod1a ,J)ueda der_1, arse tc construidos.
dircctatnente del discurso con10 quena l lerbcrt ,)pcnccr. ) º. n1e . :I·:xi,ste un.:1 cL1sC de instru111entos 111usicalcs que se cncucntr:t
;1dhiero 1n<is bien a la opiniún de St~!111pf, quien rccla111;1 un origen d~stnlH.11d:1. un1\·crsal111l:ntc: los insrru111entos de pcrcusi/in, 0 1ncjor
diferente pa.ra el uso de inte1_·,,a\os f1¡0~ y tonos estal~le~. la dicho, !~1,s 111s:run1cntos par;1 hacer ruidos <1ue 111:ircan el rin11o de
Cu:1lqu1l:r;1 l¡uc h;1:'~~. s!d(l su ()fl~~1:, dchen1os 1cco:1o~~r., la c;1nc1on. l·,n los C;tsos 111;ls sencillos consisten en p<1li!los con
cxis·tcnCÍa de intervalos ftJOS ,~ la pos1b1hdad de su tr:1nspos1c1on que se golpea sobre. t;1blas u otros objetos resonantes. Pero fuera
co1no requisitos fundan1cntalés de tod.1 1núsíca. Cie~·to es que ..en de estos cn~ontr<lillos.en todas partes el uso de :1lgun:1 ,·:1ried;1J de
:11gunas lengu~1s se siente hond:1t11cnte el \'alor del 1nrerY;Üo ft)O, t:in1bor: C<~¡:1s huec;ts de 111:1der:1. cilindros huecos- o aro:; cubiertos
c<;1110 se de711ucstra con el Han1ado lenguaje de tan1bor del _Afr1ea con una piel de ta111b<)r. Se encuentran ta111bién cascabeles y lo-
occidental en <.1ue la 111clodía del discurso y el r!tnH> se repiten en C<lln1_entc otros a_rtefacr<_is pai«I hacer ruido. l·:t uso de instru111Cnros
tainborcs de tonos definidos y donde se con1prenden estas secuen- de viento p:1~a .fines ·111usicales no estú igual111ente gencíalil".ado. J~l
en1pleo d.c .pttos p:1ra lb1111i1r es probable111cnte universal, pero la
ci;1s de ton»s. . .
La in\·esticraciún 1nás ;11nplia de la n1úsica prinutiYa requiere flaut•: <_> ~l _~~aranullo. no se US<l en todas partes c~in10 instrun1ento
un estudio de los inter\';1los propian1ente dichos. No obstante las de n1us1ca. l'.,l uso·de 1nstru111enros <le cuerda es todaví~1 in.is rcstrin-
r.r·rER:·\:rLJRA, .\lüSICA y B..\IL[ 333
1.rrERA'l'URA, ,\líJSICA \ BAILE
arrollado tipos sin1il~r~s. ,<le ~rte n1usical y en las cuales pueden
gido. En la época del dcscubrin1iento eran con1plcta1ncntc descono- segregarse, por subd1v1s1on, npos locales semejantes en carácter a
cidos en A111érica. Entre h1s tribus prinütivas, incluyendo todo el los que se encuentran en el arte decorativo. Hasta en la 1núsic-a
hen1isferio occidental, los c;1nros eran aco1npañadoS 1:1ñic"a.n1ente def. · moderna del pueblo, en Europa, se puede reconocer un carácter
golpe rínnico de los instrt1111entos de percusión. I::s interesante
observar que no siernpre coinciden los golpes con el acento de la
canción y que, por el contrario, tienen a n1enudo un rit1110 inde-
pendiente aunque coorainado (véase la p. 307). El canto dividido
~eukst du da. - ran, mein tapfrer La.-gi • en. ka, dassichder.einst in
en varias partes es desconocido tan1bién en la n1lisica prirnitiva.
En Africa existe el canto de un solista aco111pafi.ado del coro y una
especie de polifonía debida a la superposición de ambas cosas.
Alguna$ veces se ha observado en Africa el canto verdadero divi- Yo tro · ba·dor, yo p.:i. bre sin for-tu-oa, si te ad · mi. re las
dido en partes.
La 1núsica es sie1npre expresiva y fáciln1ente se ;1socia un;1
disposicián de ánin10 con una n1clodía y un ritn10, pero estas
asociaciones varían considerablen1ente de acuerdo con los estilos
un·serm Va-ter-laod, , • en. ka:. viert11.usec.d
an eu-rer Spit - ze nah bei Du-bi
}ocales. I::n Otro lua;1r lllC he referido a los sentin1ientOS que van
asociados entre nos~>tros con el tono 1nayor y el 111enor. De éstos
gra-ciasque tu tie-nes; yo 110 te ''eo mas be . Ua que la Iu-:ia, si te a.
no participan de ninguna 111anera las gentes que han crecido bajo
la influencia de otro estilo 111usical. Probable111ente el significado
sin1bólico de la n1úsica sola es tnás vago que el de la canciúil, pero es
<:Iífícil llegar a resolver. dcfinitiva111ente esta cucstiún porque hay ge gen sechzehn-tausend stand'? Oenkst du da -ran, . wie ich vomFeind um .
111uy poca 1núsic;1 sin pah1bras o que no esté asociada con actos
sin1bólicos o representativos. Tal vez pueda coinpararse csr~1 situa-
ción <l la que existe en el significado si1nbúlico de !.1s artes gráfic.1s y do~ro me per- do • nas o . trn \"ez Pro-5Cri-to yo, en e.1: - tran-jc ro
plásticas, cuyas connot<1cioncs, según hcn1os visto, son ciertas úni-
ca111entc cuando hav una rclaci(ln dcfinid;1 entre h1 forn1a ,. el con-
tenido irnplícito. se co111prendc que un tipo de 1nclodí~1 q"ue se usa
~ie1nprc en cere1noni~1s fúnebres produzca el efecto einotivo ·a pro- ge • ben, mit Mü- he nur die Frei-heit uns ge-wann? !ch den-ke
pi<1do, nüentras que el 11lis1110, en circunst<lncias diferentes. tendría
un efecto del todo distinto.
I·:n el estado actual de nuestros conoci111icntos de !:1 n1us1cc1 sue-lo, nohay pie-dad_ de Wlttis-le tro - ba-dor. _ Proscrl · to
pri111itiva no nos es pennitido fijar áreas 111usic;1lcs definidas. Sin
c111h~1rgo, se s<1be lo bc1st;1nte para de111ostr<1r (pie co1110 todos los
de1nás rasgos culturales, poden1os reconocer un·a .serie de dich<1s
áreas, en h1 que cad;1 una se caracteriza por rasgos con1uncs fun- dran, ich dan-ke dir mein Le-ben;
ch1111cnt<1les. r] espacio estrecho de Ja llll'1.'iiCa con que SC <lCOlllpafian
bs canciones de la Siberi<l oriental, la c.1denci,1 decreciente con
repeticic'ln de 111oti\·os en una serie descendente entre los indios JO ene1-tra.n-je - rosue·lo, no ha.y pie-dad de un tris· te tro-ba-dor.
de b1s Planicies, la ;111tífona de las canciones de los negros, son
cje111plos de lo que deci1nos. Los sistc1nas \·;:iri.1hles de t~>n;1Jidad, definido en la música popular de cada nación. Las melodías im-
el uso de n1úsicl:l. pura111entc instrun1ent..1l, L1 ch1se de aco1npaña- portadas y adaptadas a formas locales demuestran la existcnci,1 de
111icnto de la canción, son otros tantos. P;1rccc cierto que scr.Í este tipo de i1~di,·idualidad. Como ejen~plo de tal adaptación repro-
posible detenninar áreas extensas en que, por difusi<'>n, se han des- duzco en la pagina s1gu1ente una canc1on ale1nana que fué adoptada
33-f L!Tf.R.~TlJR.-\, .\IU$1C\ Y BAILE l.ITLIC\TlJRA, :llUSICA Y BAILE 335
por los mexicanos y que probablemente fué llevada al pa1s por que en el arte decorativo y en la música, se encuentran áreas de
el ejército de Maximiliano.
Con10 consecuencia de las interrelaciones entre los n10,·in1ien-
¡ forn1as de danza sc111ciantes. L;1s ·danzas co111une._-; de los indios
"pueblos" en que to111a parte un gran nlin1ero de baiLif1nes · v·esti-
tos del cuerpo y la palabra articulada parece probable que los ' dos de la 111is1na n1ancra )' en forn1ación, son del todo extrañas a la
n1ovin1icntos rítnlicos del prin1ero producen articulaciones rítnü- costa del Pacífico del norte donde prevalece la danza sola. En
cas, es decir, canciones; y 1..1ue en este sentido, aquellos C;:lntos que la danza formal femenina de la costa del noroeste, la bailadora
constan de sílabas faltas de significado pueden tener su origen en pern1anecc en el n1is1no lugar con las n1anos levantadas a ln altura
el 111ovin1iento. Por otra parte, h1 excitación causada por el canto de la cara, las pahnas abiertas hacia delante y ten1blando. Los n1ovi-
da lugar a movimientos que están relacionados con el ritmo de mientos del cuerpo se efectúan doblando suavemente las rodillas
aquél, de n1odo que, en este sentido, la danza está condicionada v con ligero .balanceo del cuerpo. El bailarín koriak que sostiene
por la canción. Entende111os atiuí por danza los n1ovi111ientos rít- el t_arnl!or se mueve de manera diferente, balanceando el cuerpo
micos de cualquier parte del cuerpo, el balanceo de bs brazos, el de la cintura para arriba y tocando el tambor (véase fig. 73, p. 86).
n1ovin1iento del tronco o la cabeza, o los n10Yi111ientos de las pier- Las danzas con1unes de los dos sexos son raras v los bailarines no
nas yr los pies. Las dos forn1as de exprcsiún están rnutuan1ente se n1ucven a 1ncnudo Je n1odo que sus cuerpos sé pongan en Íntin10
determinadas. contacto. Encontrarnos con llla\ror frecuencia danzas de una sola
Al llegar a este punto tenemos que recordar las obsen-aciones persona o un nún1ero de acto~"eS que repiten los n1isn1os n1ovi-
generales que hicin1os al principio con respecto a todo el arte. \T¡_ n1ie11tos. La efectividad de la danza aun1enta con el orden en que
mos entonces que sin un elemento formal el arre no existe. El pern1anecen yr se n1uevcn los bailarines.
trabajo técnico sin forma fija no crea el goce artístico. De igual Los 111ovitnientos sin1búlicos son tal vez n1ás frecuentes que la
suerte el 1110,·iniiento violento y expresivo nacido de la pasión danza pura111entc fonnal. Se hace uso de ellos no súlo par<1 acon1-
n1omentánea no es arte. El arte con10 cxpresi/Jn de sentin1ientos, 1 pañar el canto, sino tan1bién en la oratoria, !' el juego n1uscular
necesita de la forma tanto como el que nace del control de los que acon1paña a la con\"Crsaciún ap.in1ada de los ~los interlocu::orcs
procesos técnicos. Si ello no fuera eYidente por sí n1is1110, podría- es una n1anifcstaciún de la relación que existe entre el lenguaje y los
n1os indicar tan1bién que el grito apasionado no es poesía ni n1úsica. 111ovinüentos si1nbúlicos. T:~stos están hechos de 111aner;1 uniforn1c
Por consiguiente.. no es propio llan1ar danza a todos los n10Yin1ien- en cada árcc1 cultural. [:] nú111ero de adc111anes orgánica1nentc de-
tos violentos que se producen en el curso de la ,-ida de L.1 gente tern1inados es n1uy pc:.1uci10; la n1a}~or parte de eÜos esr:l.n sujetos
prin1iti,·a. Deben1os reser\·ar este térn1ino par;:l los 111Dvin1ientos de a un patrón cultural. :\luchos son t~1n auton1áticos que se pr;)duccn
forma fija. aunque hay que reconocer que al llegar al grado más al instante siguiendo la forn1a del pcnsaniiento. I~~n otros c;1sos el
alto de la excitación, la danza puede convertirse en un tun1ulro orador hace crecer el efecto de sus palabr;1s por 1ncdio de adc1nn-
infor111e, ~1sí con10 la n1úsica puede rransforn1~1rse en gritos in-ar- nes adecuados \~ el significado de la cancic'in se dcst;1ca 1n<Ís ,-iva-
ticulados de la excitación más desenfrenada. - 1nente por lo s;gnific;ti,-o de los n10,·inlientos .•\sí canta el coro
Observando a todas las tribus prinüti\·as Ycn1os que las e¡no- de. los indios del l>ucblo de L.agun~1:
ciones que logran manifestarse en acti,·idades de 1110\'imiento adop-
En el oriente se leYanta el jo,·en sol,
tan una forma definida. En este sentido la danza. como forma de
~~quí hacia el poniente :ic n1ue\"c con la vida ,. la ,·cgtnción.
~1rte, puede ser puran1ente forn1al, es decir, desproYista de signifi-
TJe,·ándolas en su cesta 1nientras \'a can1inando.
cado simbúlico. Su efecto estético puede estar fundado en el gt1ce
del 1110,·itniento del cuerpo. reforzado frccuenten1entc por la exci- Cuando entona cstJ canci<)n el cantor n1ira al poniente }- c;1-
tación en1otiva gue produce el n10,·in1iento de L1 danza. \ lientras 1nina hacia adcL111tc. L,1 palabr;1 "vcget;1ci<'n1" se expresa c1npuj;1ndo
11l<Í.S for111al sea ésta, n1ás fuerte ser;i el goce pnran1cnte estético la:; n1anos alternati,·,1111cnte h;1cia arrib:a; la p::1labr:.1 "cesta", descri-
\" de 111enos consideración el ele111ento enioti,·o. biendo con an1has 1nanos un gran círculo ~l juntándolas frente al
. ~~o cstan1os bien inforn1ados acerca de la distribuci<ln local cuerpo. El aden1;.Ín expresa el acto de :.1c;1rrear una ccst<l. La palabr;1
de los tipos de danza entre la gente primitiva, pero lo que sabemos "ca1ninando" se indica teniendo las n1;1nos hacia adelante fr-~nte al
,.,,,., .. ,,,.. .. ,, ,, r.lJ., ,...,, ,,,,(;,...;,..,,r,-. ,.,..,,, ..., ,...,,,,..,-,,;r;r,,nc- ~r>f";r n1lf> ln n1i<.:111n c·nrrnn ,r :1CTir:lndol:1s n1;Ís \~ n1{1s arriba.
\ ·,n·
l.ITERATUC~. ,\!USICA Y B,\11.E
está contenida por los límites del patrón. En casos .de mayor liber- presenta en un arreglo simétrico de frases. L1 danza contiene ele-
tad no se puede intervenir en el valor. represen~at1vo. Tal ocurre, . 1nentos tanto de las artes del espacio co111n rle 1:1.., drl tirn1~ln_._ Por
por ejemplo, con el S<,mbrero de palmito de Oriente y los adornos consiguiente, los principios de la primera pueden observarse en
de las isL1s !\:Iarqucsas, en que se prcscntah<~n en los antiguos r_1cn1- las for111.1s de la danza. J\"lovinlientus rítn1icos 1 orden rítn1ico del
pos dos deidades, es¡nlda con espalda, 1111entrns que. hoy. d1a se csp<1cio, sin1etría de posición y de n1ovin1iento, )' énfasis y eguili-
<Traban dos muchach<1S en un columpw, s1gu1cndo el mismo Jrreglo brio de fonna son esenciales en las formas de d.11w.a estética.
del cspJcio. Cu,mdo el p<itrim es muy formal y no se, adapta a la Las artes gráficas )" plásticas deben n1ucho Je su valor e111oti-
represcnt;1ciún, el resultado puede ser una gcon1ctr1zac1on apar~ntc. \'O <l los v·alores de forn1a representativos y si111b<'>licos, y ello es
La distinciún entre estos dos aspectos aparece con toL~a _clar1?ad ta1nbié1Y·cierto de la literatura, la inúsica y la danZ<l. J\ 1lien~ras con-
en aquellos casos en que la pictografía y el arte gco111ctr1co snn- tengan palabras co111prensibles, la narración y la poesía tendrán un
bólico aparecen uno al lado del otro. ;;!g-~1ifi_C::.~~~.<! que puede revestir un profundo sentido porque tocan
El arte de la costa del Pacífico del no~te nos ha. demostrado aquellos aspectos de la vida que excitan las emociones. A menudo
también que el estilo de una tribu debe ser siemp.re. umfor'.ne, pero exisre un significado adicion2l cuando las palabras tienen una con-
que es muy posible. que en diferentes mdustn~~· especialmente notaciún ulterior de carácter si111búlico relacionada con las ideas
cuando las ejercen diferentes partes de la P.oblacwn, pueden pre- religiosas o filosóficas. En la n1úsica y en el baile la significaciún
doniinar estilos n1uy distintos. La excelencia y const;1nc1a de un sin1bólica suele ir unida ta111bién a la forn1a.
estilo, así como la 1i'1ultiplicidad de fornns, dependen de b perfec- Hemos llegado al final de nuestras consideraciones, pero falta
ción de la técnica. Por esta razón he1nos encontrado que en aque- resolver una cuestión. Hernos visto que la aspiración a la expre-
llos casos en que el trabajo técnico se ejecuta solamente por los sión artística es universal. J>oden1os decir algo n1ás: que la n1asa de
hoinbres, son ellos los artistas creadores; que cuando las 111UJeres la poblaciún en la sociedad primitiva siente la necesidad de embe-
ejecutan gran c~1ntidad de trabajo técn~co 1 son _no n1eno~ prod~c llecer su ,-ida con n1ás intensidad que el hon1bre civilizado, al 1ne-
ti,·as, y q~1 e cuando los dos sc~os trabajan ,e1: d1fe~~ntes industria~ nos que c¡uienes pasan la vida acosados por el deber de adquirir los
es posible que dcs;1rroll~n estilos :aracte~1st1cos .. Sin e1_11~Jrgo1 c_s n1edios indispens;:lbles de subsistencia. Pero tan1bién, entre otros,
111 ás frecuente que el estilo de una industria do1:111:ante se i_1npo.r:g.1 el deseo de conseguir Ll comodidad ha sido superado por la aspi-
en los trabajos hechos mediante otros procedmuentos. El te¡ido raci/n1 a rC<llizar la belleza. l:ntre la gente prinlitiva el zui,(iv X<i'ra·lhÍ\'
de 111 atcriales ordinarios parecía ser fuente 111t\;l fecu1;da de patro- coinciden. L~1 bondad v la belleza son una 1nis111a cosa. .:Poseen
nes que se in1iti.111 en la pintura, el grabado )r la alfarer1a. ellos por \·entura la nüSn1a sutileza de c1preciaciún estética'" que se
La coinparación de los elen1entos fund<uncntalcs que se _en- cncucntr;1 al 111cnos en pc1rte de nuestra poblaciún? Creo que pode-
cuentran en las arres gráficas \r pl:ísticas -en las artes del espac10- 1nos decir con seguridad que en el estrecho canipo del arre can1c-
conrn.1stando con los ~de la pÓesía, L1 i~1úsica ~· la danza: -l:1s artes rcrístico de c:1da pueblo el goce de la belleza es el 111isn10 que entre
del tienipo- pone de rclieYC ciertJs d1fercnc1as y se111e¡an7,~l~. c;o~ nosotros: intenso entre unos pocos, ligero entre la n1asa. La dispu-
111 ún a an 1bas es el ritn10 y parece probabl: que el d.e L1 tecn1ca ~iciún a entregarse a la exalraciún producida por ci -arte e:.; proba-
sC<l solanientc una exprcsiún espaci.11 del rir1110 del t1cn1p<~ h~sta blc111cntc n1a~·or, porque Ll reserva convencional de nuestra époc;1
donde los 1110 \·inlÍentos rít1nicos dan por resultado for1nas r1rn11cas no existe en L1 nüsnl".:1 forn1~1 en la vida de los hon'.hres prirniti,-os.
CU<lndo se aplic,111 a en1presas técnicas. Quiz<Ís podría111os hal:lar Lo que distingue el scntitniento estético 111oderno del Je la gente
t:ui 1bién en a1nbos tipos de arte de esfuerzos por acc1:ruar L1s. for- pritniti\-a es el c~1rúctcr vari;1do de sus 111anifestaciones. 1-Ioy ya no
inas cerradas, pues a 1ncnudo encontra1nos fr::;scs n1us1cc1lcs. e I~C<~S son1os cschl\'OS de un estilo fijo. La cornplejidad de nuestr;J estruc-
suclr·.is en pocsí~1, rcn1atad·,1s por lo <..1~1c. podr1:11nos 1L11n·.1r un_ final tura social- y.r nuestros intereses n1ás vari,1dos nos pennitcn percibir
decorati,·o forn1.1do por codas o cstr1b1llos. Elcn1c1:to~ ~e1ne1Jntes bellezc1s que est<in ocultas p<1ra los sentidos de Lis gentes que viven
pueden aparecer t;1111bién con10 introducciones al pr1nc~p10 de esta_s en una cultur.1 111ás li1nitada. t·~s la calidad de la experiencia de
obras. Lo que falta en abso.luto e:1 L1s arr.es puras del t1c1~1po, e~}ª aquellas gentes, y no una diferencia de 111entalidad, lo que distingue
sin1ctría, porque un orden invertido de tie111po 1~0 d'! 1:1 onpres1on entre la producción y apreciación del arte por los hombres mo-
de sinictría. con10 ocurre en h1s arres del espacio. l n1ca111entc se dernos ~.r por los prin1itivos.
'
INDICE DF LAS F!GCRAS INSERTAS EN FI. 1 FXTO
Fig.
. 16 Orla de polaina, indios tho1npson. '"!.~.:,,, ,.. ~'.,, ~~L _;,.1111 1.,;_.., "i.-~il, J. Walter Fe,\·kes, "Oesigns on Prehistoric Pottery fror-.i
"Thc Thonipson Indians", Publicatio11s o{ the fesup J\1lin1hres \·allev, Ne\\· i\1exico", lde7ll, vol. 7-+. >:9 6,
Nortb Pncific Expeditio11, mi. 1, fig. J 1J, p. 384 ..... . fig. 36, p. JJ .................................... . 43
17 Tejido salteado que 111uestra la altcrnaci/111 de los disefios. 3~ Orna111ento de bronce, Suecia, siglo \·11. Según E. \·on
A .. lf.N.H., 16/8191 . . . . . . . . . . . . ............... . 16 Sydo,,·, !Jie Kuust der lVatiir-vülker 1111d dr?r -11 or-:.eit,
18 Escultura tallada en la proa de una canoa. Bella Bella, Co- p. 480 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ................. .
lu111hia Británica. A ... it.1V.H . .................... _... . 36 3) l)iscño de un tejido peruano. S(:gún \Valter L.ehn1ann, Kuu-
19 i\1atraca usada en doble ceren1oni:il, indios k\\·akiutles, Co- stp;escbicbte des alte11 Peru, tíni. ..:f., p. 20 ............. . H
lumbia Británica. A .. 11.N.H., 16/8282 ............... . 37 3-+ f)iseños de un tejido peruano. lde!1JJ, \án1. 3, p. 16 ....... . 46
20 Base de un cuchillo de pedernal, Escandina\'ia .. Según Sophus 35 \-asija de barro cnrollad·a. lndios "puehlo" prehistóricos .
. 1\-lüller. 1\7ordiscbe Alterttt1l!sku11de, fig. 97, p. 190 .... 37 A.M.N.H . ........................................ . +7
21 Pintura de la cara, Tierra del Fuego. Según \Vilhelin Kop- )6 Collar de los inL.iios tho111pson. Según Gladys A. Reichard,
pcrs, U11ter f'e11er!.n1d-l11di.111er11, lá111. \" ............. . Arllerica11 A11tbropolo.Q,·ist, vol. xxn·, 1922, p. 188 48
22 Escudos australianos. A ..-\f.1V.H., p. 3957, p. -+21 ......... . 37 .J, Bordados kon·aks. De W. Jochelson, "The Korvak, fesup
13 Pinturas paleolíticas. Según Hug<) Ober111;icr, f'ossil .lla11 in No1·th Paciffc Expeditio11, mi. n, fig. 206, p. 690. b, Bor-
Spain, fig. 1O-+, p. 234 ...................... . 40 dado kol"\"ak. ldem, figs. 21-215, pp. 693-696 ......... . 51
1-+ Diseños de peines de ba111hú. Según \:aughn Stevens, Zeit- 38 a, b, e, d, Bordados koryaks. lde111, figs. 211-215, pp. 693-
scbrift f"Íir Etb11ologie, ,·ol. xx~·. lán1. I .................. . 4l 696 ................................... . 51
25 [)ise11.o de una lanza de ban1hú, Nue\·a Guinea. 1\111se11111 fiir 39 Bordado peruano de lea. A.,\f.N.H . ................ . 5-t
V Olkerf...·u11de, Han1hurgo. Seg·ún Ernst Fuhrn1ann, ?\reu -+O Tela peru;.1na. I"be Necropolis of A11co11, \V. Reiss y .A..
Gui11e11, p. l 14 ............... -~ ...................... . 4[ Stübel, \·o\. lf, láni. 67 b, fig. 3 ............. . 56
16 \·aso etrusco. Seg·ún .\ I. Eherr. Re11llexiJ..'011 der V ory;escbi- 41 Tela peruo1na. lde1n, lá1n. 67, fig. 6 ..................... . 56
cbte, rnl. 111, Ll.m. XX\"IJ[ e, p. HO ............ '..... . 41 -+~ l~ela peruana. lde1n, láni. -+8, fig. 1 ................... . 57
27 Diseiios peruanos. Seg·ún I11c11, \·ol. 1, fig·. r~. p. 230 41 43 Tela peruana. lde1!!, lá111. 6 ! ...................... . 57
28 Bolsas de cuero crud7J pinc1das. shuS\\·a...ps. Co!u1nbia Britá- 4-+ Tela peruana. ldr.!11!, lán1. 66 ir, fig. . ............ . 5:-:
nica. Ton1ado de J;1111es l~cit. "Thc Shus\\-:1p", Publica- -+~ 1.~cla pcruan~1. lde111, !án1. 6H a, fig. 3 ........ . 5¡.:
tions of the Jes11p ¡\rortb P11cific E:rpcditio11, ,-ol. 11, fi~·u- 46 Tela peru¡1na. lde1!l, lán1. 66. fig. 3 ............. . 5:-:
ra 220. p . .+98 .... .. . ........ • 47 Patrones de un Cúdice n1exicano (Code:r Nuttall) ...... . 59
29 l)iseiios de !os Da\·ak. Según :\lois R.•1in1und l--fcin, J)ie bil- .+:-: (7, \';1sijas de barro de Finlandia. Según .\l. Ebcrt, f{ealle.ri-
de11del! Kii11st~ bei de1~ /)11y,r/...'s <Itrf Borl!C!O, hí.ni. I\·, fi- /...•011 der v·orgeschichtC!, Yol. 111, lá111. 125 k. b.• \·asija de
gura 6; lú11i. \ •• fig·. 1 ~ .. _, . . -. .. ~ ............. . lea, Perú. A .. II.N.H. . ............................ .
30 Tahla tallada. 1':aiscri1; August•l Fluss. 7\ue\·a Guinea . . lfu- .+9 ,r, b, \'asijas de corteza de abedul del Río Ainur. (De Ber-
seu111 fiir f'ólkerk1111de, ...Ha1nburgo. Seg·ún 1~. l\1hrn1ann, thold I .. aufer. "Thc l)ecorati,·c ~.\rt of thc .A..1nur Trihes'',
l\ e11 GuiJh',r, p. 112. I . .os ele111e~1tos d~ L1s dos espirales
7
fesup /\lorth Pacific Expeditio11, \·o\. l\·, lán1. 20. e, Cesta
in,·ertidas est~in indicados por so111hreado oscuro y so111- de corteza de ahedul, shus\\·aps. Cohunbia Británica. d, e,
hrcado pálido ....... . ........ .' .. . +2 CulHJS de corteza, A!ask.1. e, d, e, de Jan1es Teit, "The
31 ,1 l)ise1l<J de la cerán1ica. de los antiguos "pueblos". Según Shus\\·ap". ]esup 1\7ortb P,1cific Expeditio11, ,-o\. u, figu-
J.. V\ta\ter Fe\\·kes, " ..\n :\rchaeolocrical
~
Collcction fro111 ras 205 \' 107 .......................... . 63
'\ oungs Can\·on near Flagstaff, .L\.rizona", S11Jitbso11i,111 50 11, /J, \'asij:{s de barro, Chiriquí. Costa Rica. Según G. G.
,\Jiscelirneou.:,: Collectio11, Y~>L 77. ~9 10, l:Ínt. I\. e). b, Me. Curd_1-, "A Studv of Chiriquian Antiquities", .lle-
l)iseiios de la cerá111ica de los antiguos "pueblos". Según 1noirs of thi.! (;ounecticut Acade1ny of Arts aud Scie77ces,
l'.:JllCE DE LAS FIGURAS
Fig.
Pag. 1 Fig.
!'>;DICE DE LAS FIGURA$ 349
51 a, Parte _de una 111arn,lita de esteatita; b, e, d, peine~·(¡~ ; 1 ;~~fi1·. Kuust der Natu.rvOlker u11 der Vorzeit, p. 273; b, Figura
cs{1u1111alcs. f)c I•. Boas, "The Eskiino of Baffinland and de 1nár1nol que representa a un arpista. Según Heln1uth
Hudson B~1y", !Ju//. A.11/.N.H., \·ol. xv, 1907, figs. 11') T. Bossert, Alkreta, fig. 17 b . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
~- 254 ;. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ~ . 64 ,\fáscara de 111adera, Urua, Congo. Según Herhert Ki.ihn,
65
52 ·rallado en .\ladera, Ba111hala, c:ong·o. Sco·lin l'ord~\-. ·\: j~>~_-c·e· Die Ku11st der Pri111itiveJ1 1 lá1n. XXIX . . . . . . . . . . . . . . . . 78
":\'orc;s crhnographiques sur les pc~plcs con1;11~.inén. c ~ 1 11 65 Tabla esculpida, Golfo de Papúa, Nueva Guinea. Según Her-
appelcs Bakuba, cte.". /_,es Busho!J.f!;O, /)oc11111e11ts eth11o- bert Ki.ihn, Die Kuust der Prh11itive11, lá111. L.J\l . . . . . . 78
gra¡Jhíq1:es coucerllflnt les pop11/atio11s du C'onp;o Beige, 6:'5 Pintura egipcia. Según Heinrich Sch3fer, V 011 Agy ptiscber
\·oJ. 11, lan1. 25 ficr. 7 . . . " --·· Kzmst, fig. 200, p. 257 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
' b .. ··················· 66
53 \"asija d_c barro, tipo '.\'lolkenherg, período 111cgalític<·>: ·s~~l;r~ 67 Dibujo haida que representa a un águila arrebatando a una
,\I. l·,bert, l?..eal/ex1ko7J der Vorgescbicbte, yoJ. 111, lánL 11. 111ujer; original de Charles Edensa\\' ............. : . . . . 79
P· 8-1- ..............................•.. 68. Dibujos egipcios, a, jarra y palangana; b, persona dun11iendo,
5-t Bolsa, arapahos. De A. L. Kroeber, "The Arapaho", JJ;1i1. cubierta con una 1nanta. Según Heinrich Schafer, V 011
A.,1/.N.H., vol. xrn1, fig. 23 s, p. 89 ................. . 67
Agyptischer K1111st, p. 1I l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
55 ,\locasma bordada, apaches. A.:11.N.H., 50/8622 /¡ ...... _. r,7 69 Grabado esquimal en colmillo de morsa, Alaska. A.M.N.H.,
56 a, b, e, \"asíjas de corteza de abedul, indios orientales. J)e 60/239 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Ja1nes Teir, Tbe S'busr;;,,·ap, \·ol. 11, fig. 21-t; d, \·asijas de 70 Pinturas en la roca de los bosquin1anos. Según 1\'loszeik. Die
c~>rteza de abedul, koryaks. De \V. Jochelson, "The .lfalerein der Buscl:n11ii1111er iu Siidafrika, lán1. I, fig. 236. 8~
f,oryak", /esup Nortb Pacific Expedition, ,-ol. ,-1, fi!!. 71 Pintura paleolítica que representa a un bisonte. Según Hugo
192 e, p. 675 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 1)8 Obermaier, Fossil Man iu Spai11, lám. 1 . . . . . . . . . . . . . . . 84
57 \"asij_a de barro, ..\rkansas. Según \\l. I-1. I-·lol111cs, :.,\·¡~<;I:i~ '72 So1nbrero de los indios nootkas. Según Haudboo/.: of tbe
g1nal Potrcry of rhe castern L1 nircd Sratcs", 20rh .4.n171111 J Etb11og-rapbic Col/ectious, Britisb Museuzn, fig. 235, p.
lieport Bure11t1 o{ A111erica11 ll.tbno/ouv !:111i. XX\· 68 256 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8)
58 (~esta C<>n s11pcrposicic'in, chilcotincs, C;ilu111l>i~1 Í3ritái~i<.~:l- , _, Esculturas de los korvaks. De \V. Jochelson, "The Kor-
Scgún Ja1~1cs_ Tcit,_ Tbe Sbusr;;,,·ap, ,-ol. 11, fig. 208, p. i72. 69 yak'", fesup Nortb' Pacific Expeditio11, vol. 6, figs. 170,
59 11, Bordados, 1nd1os hu1choles de ,\léxico. f)e Car! Lu1nho!rz. 172 V 17 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . K6
"f)ccoro.1ti\·c .:\rr of thc Huicho! lndic1ns", .llcn1oirs /l .. ll.
1
74 \~aciad<; en bronce, 13enín. Según Felix von L.uschan, A/ter-
:\ .H., ~·ol. 11:, Parte III, fig. 430, p. 303 thü111er von Be11i11, lán1. LI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
59 b, Sy1nholisn1 ot thc Huichol lndian. ldeu1, P,1rte f. fig. 92. 7 5 .\láscara de la cabeza, Cross River, Ca111erún. Según Ernst.
p. 92 ........ :-~·-.. ~.-;-:~.· .. ·.... ·.--~.-..... ~: .......... ~ ... .
Yatter, Relígióse Plastik der Naturvólker, 1926, fig. 57. 89
60 ·rrajc decorado de piel de pez, H. ío ,\n1ur. Según Berthold
76 Gbeza de terracota de !fe, país de Ynruba. Según Herbert
L;1ufcr, ~·1~~1-~· l):cor:l~i~·c Art of thc .:\n1ur Íri!Jcs", fesup J\:ühn, Die Kmm der Primiti<'eu, p. 92 ... _....... . . . . . 89
,\ ortb l 11c1f te f.xped1tzol!, Yo!. n·, híni. 30 ........... .
Cibeza de barro de Arkansas. Según \V. H. Holmes, "Abo-
6 l Fi1;1 superior: pictografías de los indios ojih\\·as; fib inferior:
riginal Pottery of the eastern U ni red States", 20th. Ammal
pictografÍ;1s de los indios dakotas. f)c (;arrick .\L11lcr\·,
Report B11rea11 of" America11 Etl.1110/ogy, lám. XXX . . . . 91
"Picturc \\lriting of i\1ncric;1n fndians", IOth. An111;,,¡
7~ Tallados en n1arfil ,. hueso y tatuaje de los esquiinales orien-
_ 1?.cport IJ111·e,n1- of A11u:rican l:i.tb11o!ogy, figs. J 6~ ,. J R-t .1·s. -:-..¡. tales. De F. B~as, "Esl~imo of Baffinland and Hudson
(¡2 P1ntur:1 lllCXiC<ll1:1 procedente del c:ode.t Borbo11ic11s: Seuún
Ba1·", /Julleti11 A.M.N.H., vol. xv, figs. 257, 258 y 268. 92
Fduard Sclcr, Ciesa111111e/te Ahhaud/ungc11, Yo!. J\', p. 39. f ~!)
79 Ornari1entos de los auetos, Brasil. Según Karl von den Stei-
350 1:-.JOICE DE LAS FIGURAS 1:-illlCF. DF. LAS FIGURAS 351
Fig. Fig. Pag.
nen, ·uutcr de11 1Vf!t111·roólkcru Ze11tral Brasilie 11..•· , ¡·a1ni- "Decorati1·e Art of the Huichol lndians, ,Hemqirs A.M .
na XXII ................................ . N.H., l"<Ji. 111, Parte Ill, fig. 527, p. 325 .............. . 105
95
HO Orna111cnros
, , ..
de los kara\·.i'cs.
•.
Se<rt'111
;;-
P~11tl l·'hrcnr~i~¡
· 1 ,· ."D"1e 95 Diseiios de tatuaje, Islas ,\latquesas. Según Karl rnn den
K_<1rayasra111111c a111 Tl10 Araguaya (Goyaz)", Jleróffen- Steinen, J)ie 1\:larquesa11er 1111d ibre Kuust: a, fig. 103, p.
t1Icb1111gen . fl11S de111 .t'1use11111 fiir Vólt.·er!..·1111de , Be r ¡·10. 155; b, fig. 101 .. p. 154; c 1 fig. 99, p. 152; d, fig. 100, p.
\"().1 11, f 1g. 11, p. 25 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
153; e, fig. 112, p. 163 ............................ . 105
81 Pari-~>I~cs de cestería de la Guayana Inglesa: a, c.:ulelira i)~~~i~ 96 l)isefi.os que representan la estrella, arapahos. De A. L.
gu1cn(~o ~ una rana; b, ho111bre; e, perro; d-f, nuez n1os- Kroeber, "Decotati1-e Att of the Arapaho", Bulleti11 A.M .
. ca:fa .s1_l__'·cstrc.___ .()e Waltcr I:~d111ond Roth, "An introduc- N.H., \'()\. X\'111 ..•...•....•.....•....••..•. 108
tory, study of thc arts, crafts and custo111s of the Guava- 97 Patrones gue representan personas. l~f e71~----'-·· .·.. _... _·-.:. ..._ .... . 109
n~ lndians", 38th. An7lual Report Bureau of A1neri~~111 9R Patrones que representan a la n1ariposa. !de111 ........... . 109
Etb11ology, figs. 168 v 178 99 J)isc1)os de ~eu-.\[ecklenhurg: 11, ba1nbú tallado; b, estera
96
8:! Patr<~ncs de c..·est~ría de ¡; Gua.\·ana lngles;1:. ,~: ~--i~ 1 ~ 1~·¡¿~;· {J: bordada. Según En1il Sthepan ~: Fritz Grábner, 1Veu
hierba de h1 sabana; c-f, pervincas; g·, n1ariposas; b-j, cu- Jlecklenburg, a, fig. 1:!O, p. 11 +; b, lán1. I, fig. 3 ...... . 109
lebras. lde111, fig. J 69 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 \' aina bordada de puiial. arapahos. De A. L. Kroebet, "De-
97
83 Dise~os de l.os indios _che_vennes. Según Paul f:h;·e~¡-~¡~j 1 ·, corati1·e Att of the Arapaho", B11lleti11 A .. \1.N.H., volu-
Ert:uolop;iscbes Not1=..blatt, \·o!. 11, ~9 J, pp. 27-'29, 1899. 98 n1en X\"111, lá1n. 13, fig. 5 .......................... . 111
R-1 ;\1 ocas1na: arapahos. Según ,.:\. I~. Kroehcr, "Thc Arapaho", 101 Tabla pintada, N"eu-;\lecklenburg. Según E1nil Stephan y
_ l311//et111 A .. l_J.N.H., mi. w111, fig. 5 b, p. 39 .......... . Fritz Griihner, ¡Veu-.\leckle11b11rg1 lá111. IX, fig. 8 . 111
¡..¡_.¡ r i 1 - 99
·un~ a e c. cu_ch1ll.o, ,i\rapaho. Ide111, fig. 22, p. 88 ..... 99 102 H. e1110 decorado, :'.'\'eu-.\lecklenhurg. lde1n, lá1n. \'I, fig. 3 b. 111
06
0
Poi.runas, 1nd1<)s s1oux. Según Clark \ \ 'isslcr, "l)ecorati\·e Art 103 .\lanta hecha de lana de cahra n1~nrés, tlingits, .A.lask;. De
of_ thc Sioux: Indians", Hulh'ti11 A .. ll.1\T.H., vol. X\"11!, Iá- e;. T. En1n1ons. "The Chilkat Blanker" • .\le1noirs A.Af.
1111na 1.1, fi<r. S" N.H., ,·ol. 111, fig. 56i, p. 377 . . . . . . . ........... . 11 ~
87 Tan~h~lr ~le los ~ss.inii)·(;¡~,~~-· 'r)~. R~ii;c·r~. H·. ·l·~;>~,··i·c: "..'-{-i ~. A~.,~
1
100
1ü-+ Parrones de cestería de los indios p<nnos. California. (Se-
~~11ho1ne, vol. J\", A11thropolo.1.1,·ic,7/ P,1pcrs, A .. ll.l\T.H., gún S. ~.\. J)a1-rctt, ··Pon10 Indian Basketry", U11i·-.:. ot Ca-
·1g. 11. p. :!7 ............................... . 101 lifor11i,1 Public,1tio1JS, Yol. 7, >J. 3, pp. 180, 1H2, 187, 190,
~¡..¡ Bolsa de cuero crudo, arapahos. Seg·ún ...\. L. J(roehcr: ~'TI~~ 20+,'232).............. ················· 11 3
c'9 ·.~rapaho", H11l_h:ti11 ,-4 .. ll.¡\r.H., ~·o!. X\'l!J, fig. 33, p. 115. 102 105 1-rabajos calados de \léxico. [)el ]011r¡¡al of ~4.111crica11 Fol-
l' f)1seno de un P'!r/lechc: (cuero de búfalo), Shoshones. A.Al. klore, Yo\. 33, 1920, p. 73 .................... . 114
N.H., 50/Cc99 . 106 l)ise1los de los ruandas. Según Jan Czekano\\·ski, TFissc11-
102
90 C<iff! ¿ie·--hóií1bú, de Friedrich~WiÜ1eh11. j~~~f·e·n·,. Nue\·a Gui- scbaftlicbe Erge_buíssc, der Deyt,y;.. hi?n ..Zeu_tral-Afríka Ex-
. . nea. ~c.gún 1·:1nil Steph:1n, S'iidsee!..•u11st, p. 101 ....... . 103 peditio11, 1907-1908, mi. n, Parte!, p. Ji'o ........... . 115
91 C~a¡c.te zun1, r()to y con los bordes gast;H.ios (propiedad par- 107 l)iseiios de los p:111g,\"Cs. Según Günther Tess1nann, Die
t1cubrj . . . . . . ..... . .. 103 Pílnp;r,.:.:e, Berlín, 1913, \'Oi. l, fig. '211, p. 25-+ ..... . 116
9:! Objct(J cerc111or:.ial, indios huicholcs, \léx:ic·(;.. i)~ ·K,~;l· Í..:u· 1 ~1 ~ JO~ l)isetios de los hushongos. Según E. Torda y y T. _-\.. Joyce,
holtz, ··sy111ho!isn1 of thc 1-lui<:ho! Indi:tns", .lfe111oirs T~es Busl.1011go. J)oc1nneuts etb11ographiq11es co11cer11a11t
A .. lf.l\l.H., ,·ol. 111, fig. 133, p. 1:!5" .............. . 10+ les pop11latio11s du C"o11go Help;e, figs. 322, 313, 219, 330. 117
93 Pre11da tejida cerc111onial. indios huicholcs, ,\léxico. f)c I<:ar! 109 Pies de \·asljas de barro, Chiriquí, Costa Rica. Según G. G.
I~u111holrz, ··syn1liolis111 of thc Huichol lndians", /deu 1 fi- .\IcC:urdy, ",\ Srud.y of Chiriquian . .:\ntiquitics'',
. .\'[<.'7ll.
gura 173, p. 146 ......................... ' 105 ('01111ectic11t Ac11de1ny of Arts 1r11d Scic11ci:s, \·ol. l!f, 1911,
9+ l)isc1)0 de u11:1 holsa, indios huicholcs. De J{;1rl. i.~ 1 ·n·1 ¡1~i;z·, figs. 1-tO, 141, 139, L~5 .................... . 118
352 l>;DICE DE 1..-\S FIGCR ..\S l>;DICE DE LAS FIGCR ..\$ 353
110 Orna111entos de Poliacsia. · Se:.s:ún Charles H. Read. Jour11aí 1nen··xxx1x. fig-.- 278; y según Hjahna'r Stolpe. Ou Ei:ol11-
of the Autbropoíogica/ lustit11te of Great Britai11 a11d tio11 iu the Orna1nent11! Art of S11"¡·11g<? l'eoplcs, figs. 22 1
of the Arapaho", Bulletiu A ..lt.N.H., mi. xrnr; los seis si- seum, 1884, p. 279 s. .............................. . 146
guientes, algonquines orientales. Según Frank G. Speck, 133 Tela 1.anuda del Congo. De Tordav y Joyce, "Notes ethno-
"The Double Cur\·e i\1loti\·e of ~ortheastern Alo-onkian graphiques sur les peuples communément appelés Baku-
Art", Geological Sur·i·ey of Canada, Antbropological " Se- ba, etc.". Les B11sho11go, /)ocu111e11ts etbnographzques
ries, N9 1; en la últin1a línc;1, el prin1ero es hopi, los de- co11cer11ant les populatio11s du Congo Beige, \·ol. u. lá-
111ina X\"I, figs. 2 v 4 .................. - .. · · - · - · · · · 154
n1ás son especín1enes arqueolc'Jgicos de la región "pueblo". 12!
1J8 Diseño triangular, "pueblos" prehistúricos. Según J. \V. I 34 Pintura haida que reP~esenta a un nionstruo n1arino en for-
.- :-'l' - 1.11-a .c;lc. u.u- lobo que conduce a dos ballenas .......... . 159
Fe\vkes, "Prelinlinarv Account of an Expcdition to the
Pueblo Ruins near Winslo\,-, .:.\rizona", S1nithsonia11 Re- 13 5 Dibujo haida que representa el cuento de un jonn que cazó
port for 1896, lám: 34 . . . . . . ........... . _,
] ?" a un n1onstruo n1arino ............................ . 159
l 19 .\lfileteros de Alaska. Según F. Boas, "Decorarive l)esigns 136 Dibujo haida que representa parte de la fábula del cuervo . 160
137 Tipos de espirales de Nueva Zelandia ................. . 161
of Alaskan Necdle Cases", Proceedi11gs United States Na-
tio11al i\tl11setnJ1, vol. 34, p. 321 ss., 1908 .............. . 126 138 Tipos de espirales de la Nueva Guinea Oriental. De E.
Fuhr111ann, /\.,Tuer,)a Gui11ea, lánl. 108 ...... . 162
120 l)c\·anaderas de los esquin1ales de .:.\\aska. United States 1\Ta-
tioual 1líuse1nu, nún1eros de arrih:1 ahajo, -+-+,99-t, 33,095, 1W Espirales del Río Amur. De Berthold Laufer, "The Deco-
38,276, 33,267, 45,l 10 . . . . . . . . . . . . . . . . ........ . 1.29 rati,·e Art of che ,_..\n1ur Tribes", jesup Nort Pacific Ex-
pedition, vol. J\", lán1. 20, figs. 3 v 4 ............... . 162
121 \"iseras y vas11a, an11nassaliks. Según Y\l. Thalbitzer, "The
.:.\111n1assalik Eskin10'', ¡\;[eddelelser 01n Grv11la11d, Yolu- J 40 Pictogr<1fías que representan s~res hun1anos: a, \\·ahpaton
354 !~DICE DE L\S FIGURAS !~DICE DF. LAS FIGCR.\S 355
Fíg. Pág.
Pag. Fig.
sioux. Según Skio1ú..:1, ''iuLii;.l11 ~'uu..: -. ;111Li- ·¡"\tofiographs", niocasina, lánL 3, fig. 2; l, polainas de n1ujer, lán1. 4, fi-
,-t/11se1nn of the A111ericau ludian, Heye f<'ou11datio11, \"Ol. gura 5; 1n, bolsa para el tocador, fig. 25; u, hoh;a para el
4, lán1. 23; h, 111cno111cnecs, según Skinncr, "Anthropolo- ~ocador, fig. 27; o, polainas de nn1jer, lán1. 2, fig. 5~ p,
gical Papers", A.M.N.H., mi. l 3, fig. 30, p. l 59; e, black- bolsa, lánl. 3, fig. 12; q, bolsa, lá111 . .+, fig. 12; r, n1ocas1na,
fcct1 según C:lark Wissler, ldeu1, Yol. 7, fig. 3, p. 4-0; d, lani. 2, :fig. 2; s, bolsa fen1enina, lán1. 2, fig. 15; t, vaina,
dakotas, según Garrick ,\lallerv, Pictographs of Nort lán1. 5, fig. 13 . . . . ....... · · · · · · · · · · - · · · · · · · · · · 176
A1nericau !11dia11s; e, esqui111ales. de Alaska, según W. ]. 15 3 [)iseños siou~. De Clark VVis!-:iler, '"Decorative ,.\rt of the
Hoffn1ann, "Ciraphic..: Art of the E.'ikin10", l~eport of the . Sioux Indians'', Bull. A.Al·.N.H., YoL X\"111: a, 111ocasi!1ª•
Uuited States l\latim1a/ ¡\1f11se11111, 1895, lá111. 63; f, esbozos fia. 98· b \·aina de cuchillo, Iá111. 4, fig. 49; e, holsa pe-
en lápiz· de lo~··esquinrale5" de la costa occidental de la q~eii.a, 'lát~L 3, fig . .+!; d, bolsa pata pipa, tán1. 2,. fig. ,4.7;
Bahía de Hudson ................................. . 163 e, bolsa para pipa, lá1n. 2, fig. 42; f, bolsa _para ,pipa, la~11.
141 a, b, e, Pic..:tografías de la Cue\·a de los (~aballos; d, pictogra- 3, fig. 42; g, c..:una, fig. 42; h, bolsa para pipa, lan1. 1, ~1g.
fía de los hosquiinanos. Según Oher111aier }~ \:\lernert. 164 .+2; 7, bolsa pequeii.a, lánL -l, fig. 41; j, bolsa para pipa,
142 C~ántaro zuii.í. Según C. F. I. . un1111is, ,\lesa, C'anyou <7nd Pue- Jám. l, fig. 47; k, bolsa para pipa. Járn. 3, fig. 43; 1, bolsa
blo, p. 369 ....................................... . 165 para pipa: fig. 99; 111, polainas de 111.ujer, fig. 74; 11., cuna,
14 3 Bordados de los ha usas: a, según Lepage, lA1 décoration pri- !\.a - ~ · o ' bols::i
p· 1 . ' .•
pequeii.a, lán1. l, fig. 41; p, polainas de
....
1niti'",:e; b, e, d, según Felix von L.uschan, Beitriige zür n1ujer, Iá111. 2, fig. 51; q 1 polainas de n1ujer, Ián1: 5, fip. 51;
Vd/kerh111de der deutscbrn l\o/011ifl, p. 50 ... 166 r, holsa pcqueii.a, lánl. ?· 7
fig; 41; s, -~'olsa para p~pa, l~1n. ;·
14..J. C:ucros crudos pintados, sauks v foxes. A .. 11.N.H., a, ;o¡ fig·. 43; t, bolsa para pipa, lan1. -t. tig. 47; 11, \~una, ~anl. -,
3597; b, 50/llR5 . . . ............. . ........ . 168 fl;r_ 49; "-', bolsa pequeña, lán1. 3, fig. 50; ,-~', Ya1~1a de
145 Cueros crudos pintados, sauks ,. foxcs. A .. \l.N.H., .r; 50/ c~c..:hiHo, lán1. 6, fig. 49; x, bo\s;1 para pipa, lán1. 3, f1g . .+7;
5112; b, 50/3595 . . . . ................ . 169 y, bolsa pequcii.a, lánl. 5, fig. 40; ::., bolsa para pipa, fig.
146 C:ucros crudos pintados, sauks \" foxes. A ... \l.L\1.H., 11, 50/ .100; ::. 1 , bolsa para pipa, lá111. 2, fig. 43 - ... - .. · 1/7
2282; h. 50/3630 ............ . 170 7 182
J 54 Casco r\ingit. A .. 1/.,\ .H., E/3453 ... - . . · · ·: · -. · ·
14 7 Cuero crudo pintado, io\\·a>·s. Pu bl ic .1111se11111 City o( .\1 il- J ~~ .\Iáscara que representa a un guerrero n1or1hundo, thng1ts.
·-c.·au kee, 30607 . . . . . . . . . . . . . . . . ................ . 171 A ...lf.i\l.H., l:~/2501 . . . . . ......... · · .. · .. 182
14R 17, {)1cro crudo pintado. io\\·-.1ys. l'uh/íc .\/ust!"l/7/J (.'íty of 156 Cabeza tal!ad<1 que se usa en las ceren1onias ~e \os 1nd1os
. \/i/.:;..:,ur/...•ct!, 30609; h, cuero crudo pint<Hio, otoes. Public k"·akiurlcs, .1/usel/71! fiir Viilker/...'ff!Jde, B,erlin .... - .... 184
.lluseu1n C'ity of Jli/.u·aukee, 30:177 ......... . Ii2 157 Esculturas que rcpresent:_1n al C<lstor, ton1adas de n1?delos
149 í)isciio de una hols<t, ojilJ\\·as. A ..l/.,\'.H .. 50/4596 173 de pilares rorén1icos de los haich1s tallados en pizarra.
1 i() l)iscii.o de los .Jos .lados de una bolsa, pot:-l\\·ato111is. A.i\l. A .. \l.N.H., 16/556, 16/551 ..............-... · .... · · · 185
:V.H., 50. l /7092 ............. . 173 j )8 J·:scultura de\ Jllango de un;1 c..:uchara que representa al castor,
15 ! Tipos de pintura de parflr!che ~· de Í.>o!s~1: d, arap<1hos, A.Al. tli1wits. A.l/.N.H., 19/1129 .. 185
¡\/.H.: b~ e, shoshoncs, A .. \/.i\i'.H., 50/2294, 2432 174 159
~
Tocado que representa al castor, en cuyo _pee o se ostenta h
J 52 I)iscii.os arapahos. l)c ,\. I.J. h:.roc\Jer, "The ,\rapaho", Bu!!. una libélula, haicbs. A .. H.N.H., 16/24) 185
A .. \l.?\7 .H., ,·o\. x\·111. fl, .\locasin:1, l:l.111. 2, fii.r. 5; b, bol- l 60 l)intura p-..1ra 1-a f"J.ch·,1d ..1 de una ~as~, coloca~a sobre la puerta
sa p<lLl el tocador. fig. 28; c. \Jo!s,1 pcqucíia. hf111. 4, fig. 2; y que representa ;.Ü castor, tn~ho~ k\\·::tk1utles ......... - 187
d, holsa pe(1ueíi.a, hí.ni. 4. fig. 11; e. Yaina de cuchillo, 161 Anzuelo del pez incro cnn un diseno t1ue representa a una
bí.ni. 2. fig. 13; f, \·aína de cuchillo, fig. 22; g, polainas escorpina tragántlosc un pez, tlingi_ts. _A.,.11.l\7.H., E/1251. 187
de n1ujcr, láni. 3, fig. 5; b, pol;tin~1s de n1ujcr, fig. 6; i, 162 Parte de un pilar toté111ico con un diseno que represent<l a
bolsa pequeña, fig. 23; j, bolsa pe(1ueii.:1, hí.111. 7, fig. 14; /..', una escorpina, tsin1shianes. A .. \l.1\7.H., 16/567 187
356 1:-;DJCE DE L.~S FICUl\AS !:"DICE DE L.-'.S FIGURAS 357
163 Polainas de lana con dise11.os aplicados que representan a la shiane~. 16254; e,- -tlingi·~s. 20820; d, cuchara para bayas.
escorpina, haidas. A.M.N.H., 16/.128 . . . . . . . . . . . . . '188 Museo Nacional de los Estados Unidos, 20825 . . . . . . . . 196
164 Pintura facial que representa a la escorpina ...... , . . . . . . . 189 183 Figura tallada que representa a un 111onstruo 1narino, tlingits.
165 Tocado que representa a un ga,·ilán, tsi1nshianes. A.J\J.N.H.) A.M.N.H., 19/377 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
16/252 . . . ........................ ...... ... 189 184 ;\'langas de cuchara tallados hechos de cuerno de cabra inon-
166 i\iango de cuchara hecho de cuerno de cabra n1ontés; la fi- tés, que representan a un inonstruo n1arino. A ..lf.N.H. 197
gura inferior representa a un gavilán; la figura superior 185 Parte de un pilar totémico tallado en piedra, que representa
a un ho111bre que sostiene una libélula, probahle111ente a un tiburón coronado por un águÜa, haidas. A.M.N.H.,
tsimshianes. A.M.N.H., 16/ 105 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 16/1161 ................. : ......................... 197
167 Cascabel con el di-seiio de ·un gavilán, tlingits. A.Al.N.H .. 186 Empuñadura de una daga que representa la cabeza ~<le un
E/1371 ..................•.... . .. >.......... 189 tiburón, tlingits. A.M.N.H., E/2037 ............ 197
168 Plato hecho de cuerno de carnero de grandes astas, tlingirs. 187 Pipa de palo que representa a un tiburón, tlingits. A ..ll.
A.,'v/.N.H., 19/696 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189 N.H., 19/98 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
169 Pintura facial que representa a un ga\·ilán . . . . . . . . . . . . . . 189 188 Tatuaje que representa a un tiburón, haidas. De t~na foto-
170 Tocado que representa a un águila que lle,·a una rana en el grafía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
pecho, tsimshianes. A.M.N.H., 16/249 . . . . . . . . . . . . . . . 189 189 1\1angos de cucharas que representan a un 111onstruo n1ari-
171 Pilar de casa que representa, arriba, a un águila, y abajo a no, huidas. A.M.N.H., a, E/298; b, E/826; e, E/296 . . . 199
un cuervo marino, haidas. A .. H.N.H., 16/3686 . . . . . . . . 190 190 Mangos de cucharas hechos de cuerno d_e cabrá montés, que
172 Pintura en un reino que representa al gavilán, k\\·akit:tles. 191 representan al caracol, tlingits. A.:'vf.N.H., a, 19/ 1116;
17 3 Pintura en el respaldo y un extre1no de un canapé, que re- b, E/828 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
presenta a u11 hotnbre y un ga,·ilán, k\\·akiutlcs . . . . . . . 191 191. Tipos de ojos de varios anin1ales, k\\·akiutles: a, oso 111arino;
li..J. ,\lango de cuchara hecho de cuerno de cabra 111ontés. que b, oso pardo; e, castor; d, lobo; e, águila; f. cuervo; g,
representa a una libélula, tlingits. A.Al.N.H., E/280 . . . 191 orca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
17 5 Cuchara para comer bavas con un grabado que rerresenta 192 Tipos de ojos de varios orígenes, k,,·akiutles: a, ballena; b,
a la libélula. De J. R. S"·anton, "The Haida India ns·, león n1aríno; e, rana; d, serpiente de dos cabezas; e, hon1-
femp North Pacific Expeditio11, mi.,., fig. H b, p. 1+8. 191 bre; f, tritón; g, espíritu del nlar ................. 201
l 76 a-e. Obras de talla en forn1a de 1nangos de cucharas de cuer-
193 Estilos de colas, k\\·akiutles: arriba, a,·e; abajo. 111an1íferos
no de cabra n1ontés que representan a la orca, tlingíts.
n1ar1nos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
A.Jf.N.H. ..... ............ .......... .......... 193
194- r-:stilos de dise11.os de alas \' discil.os de aletas. k\\'akiutles:
177 Cascabel que rep1-esenta a la orca, haidas. A ..11.N.H., 16/30+. 193
178 Flotador-de 111:h1era que representa a la orca, haidas. A ..l[.
a, aleta; b, ala ......... .. .. . ... .... .. ........ 202
195 Elen1entos usados en la reprcsentaciún dci 111ero. k\\·akiutles. 203
N.H., 16/8471 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
179 A1áscaras ;.·· platos que representan a l<l orca, k\\·akiutles. 196 l·]en1cntos usados en l.a reprcsentaciún del lobo, 1.;:,\·akiutles. 203
A.M.N.H., de F. Boas, "The K"·akiutl Indians", fesup 197 Pintura de la proa de una canoa, que repre>enta al lobo,
Nortb Pacific Expeditio11, mi. 1· . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . 194 brnkiutles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20+
1HO Casco <.1ue representa a la orca, tlingits ..\ luseo de la Acade- 198 ,\láscaras y ph1tos que representan al lobo, k\\'aki~!tles (a-e).
mia de Ciencias, Leningrado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194 De F. Boas, "The Kwakiutl of \"ancom-cr lslamf", fesup
~\·ortb 1'11cific Expeditio11, vol. , .. lá111s. 39, 42-4-+; g, ;\lu-
181 Tallados de 1nangos de cucharas hechos de cuerno de ca-
bra 111ontés que representan al oso. A .. \J.1\T.H. . . . . . . . . 19-+ sc:'J Británico; /J, A.:\f.I'1l.H., 16/3R4 . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
182 Cucharas para bayas, que representan ;1! oso. ,\luseo Kacio- 199 Pilar de casa, haidas. De John R. S\\·anton, "Thc Haida ln-
nal de los Estados Unidos: 11, tsin1shianes, 16253; b, tsin1- dians", Jesup ¡Vorth Pacific E.rpeditio11, \·ol. , .. fig. 10. 206
''),
.\'.
·*)
358 INDICE DE LAS FIG UR.-\S INDICE DE LAS FIGURAS 359
Fíg. Pág_ Fig.
Pág.
200 Diseños de un lote de palos para jugar. De John R. S\\";;n- 222 Pintura que representa a un oso, ha. idas .. · .... _........... .
220
ton, /de111, figs- 26-31 ..................... . 207 223 Pintura ton1ad~ de. la fachada de una casa, que representa a
:?01 Discilos de un lote de p<tlos para jugar. ldeu1 ........... . 20R un oso, tshnnsh1anes ............................... . 221
201 ,\1anra chilkat. J)e G. T. l•)11n1ons, The ('hi!J...'11t blcrnket, fi- 224 Son1brero de 111adera pintado con el dise11o de una escor-
gur:1 5-t6 . . . . . . . . ....... · · · · · · · · · · · · · · · · ·
203 ;\-'la~ta chilk:1t. ()e G. 1~. l:~n1111ons, lde111, fig. 561
210
210
,,-,
__ pina, haida,. A.M.N.H., 16/281 ................... .
Son1hrero hecho de raíces de abeto con el disei1o de un cas-
221
20+ i\.fanta chilkat. J)e G. T. F:111111ons, lde111, fig. 563 .... . 211 tor, haidas o tsi111shianes. A ..ll.1V.H., 16/692 ........ . 221
205 l\1anta chilkat. l)e G. T. J~n1111011s, Ide111, fig. 580 ....... . 212 226 Tatuaje que representa a un pato, haidas ......... .
221
205 ;\1odclo de pilar roté111ico con tres figuras que representan, 227 Tatuaje que representa ·a un cuer\-o, haidas ............. .
221
de abajo arriba, a la escorpina, la lija ~: el 111onstruo n1a- ~28
Delantal de baile tejid0 de .l.ª-IJ.ª- de cabra n1ontés, que repre-
nno, ha idas. A.Jf.N.H., 16/ 550 ................ . 2 IJ senta a un castor, tsi111shianes. A .. 14.i.V.H., 16/349 ..... .
207 1\'láscar.1 que represenr~1 al ga\·ilán, tlingits. A . .ll.1V.H., E/ 229 Polaina pintada con un dise1io que representa a un castor
1591 ............................................. . 213 sentado en una cabeza de ho111bre, haidas. A.1ll.J.\T.H.,
208 J\ 1Iáscara con pintura que si111holiza al pic.::~1111aderos, tlingits. 16/330 ........................................... .
A.M.N.H., E/337 ........ ." ..................... · · · · 21 J 2JO Cuero para jugar con un diseíi.o grabado que representa al '"
209 1\Iáscara con cejas que si111holizan al cala111ar. tlingits. A.JI. castor, tlingits. A.M.N.H., 19/1057 ................ . ___,
N.H., 19/920 ...................................... . 2H 231 Polaina bordada que representa a un n1onstruo 111arino con "'
210 1\láscara con pintura que sin1holiza a la orca, tlingits. A ..-1/. cabeza de oso y cuerpo de orca, haidas. A.,Vf.N.H., 16/
N.H., E/1629 .................................... . 214 334 ..... ······ . . . . . . . . . . . . ···············
211 Garrote ~oTahado que representa a la orca. tling·its. ,4 .. \J. - 232 Pintura que representa a la lija o cazón, haidas ......... . "'
- - .1
N.H., E/242 ..................................... . 215 23) Disefi~> de un plato de pizarra que representa a un tiburc.'>n,
Grabado en 111adera que representa la alct<I dorsal de la orca, haidas. A .. lf.N.H., 16/601 ......................... .
tlingits. ,4 .. ll.1V.H., E/923 ......... . ....... . 215 23-f. Pintura de la orilla de una n1anta que representa a una orca,
2 13 ,\ lodelo de un pilar toté111ico que reprcscnt~l a un tibur<'H1. ,,_ tlingits. A.M.N.H., E/1502 ........................ . 225
haidas. A .. lf.N.H., 16/1167 ....................... . 215 - ) ) :\ lodelo de pilar toté111ico gue representa a un 111011.struo n1a-
21+ \·ara del jefe, que represent;.1 al tiburún. tlingits. A ..\/.¡\1. rino, haidas. A .. 11.N.H., 16/S·H .................... . 226
H., 19/790 ......... ........... . ........ . 116 236 .\Iodelo de pilar totén1ico que 1~epresenta a una orca, haidas.
C~uchara para b;.1yas con disc1io que represenr:1 al ~íguila. l)c A .. \1.N.H., 16/1155 ............................... . 226
J. H... s,,·anton. ""The Haida Indians". /esup ,\Torth Pa- 237 :\Iod.elo de pilar toté111ico que representa a un 111onstruo nia-
ci(ic l~xpeditió11, \·o!. ,-, fig. 24 d, p. 1-+H .......... . 217 nno devorando <l un pez, haidas. A.,ll.LV.H . ......... .
216 .A.nzuelo p;.1ra inero que representa al castor, t!ingits. A.J!. 138 Grabado en p_izarra <"]lle representa ;1! 111011.struo inarino \\'as-
N.H., 19/1152 ..................... . 217 go, haidas. A .. 11.N.H., 16/687 ..................... .
~ 17 Parte de pilar totén1ico que representa al tibur<'in, h:1idas. 239 Tatuaje que representa al fabuloso nionstruo n1arino Ts"u n'-
1
A .. \1.N.H., 19/1154 ............ . 217 a'ks, haidas _....... . .. _.... _ ....
So111brcro de b::üle que representa a 1:1 orc;1, tsi111shiancs. 240 Plato de pizarr:1 con un disc1io gue represent<~ ·; i~ -,~r·c·a~ ·J~;.~i~
A .. \l.N.H., 16/5HO ................................ . 117 das. A ..ll.N.H., 16/ 605 . . . . . . ....
~19 So111hrero de palo con un grabado que representa a la escor- 241 Tan1bor pintado con el diseiio de un águila, tsi nshianes.
1
pina. A .. \l.N.H., 16/'82 .............. . 217 A.M.N.H., 16/7-!R ....... . 229
Plato para gr;1sa que representa a una foc;1 .... . 218 242 Tatuaje que representa a !a luna, haidas
229
Diseño de un brazalete que representa a un oso, indios del 24)
Grabado en el extre1110 de una bandeja para alin1ent<>s gue
Río Nass. A.M.N.H., E/2428 ..................... . 219 representa <1 un gaYilán, tlingits. A.Jl.LV.H., .E/1236 ... 229
.l60 1'-:l>ICE DE LAS FIGURAS INDICE DE LAS FIGURAS 361
244 Pintura ton1ada de la fachada de una .c;1sa, t1uc. representa al ?'-~ r.:':'.-::-:: -~~~ '":::~ '::~;:~ Ce- piz:i.rra con--:iiscñ~; gue representa a
a\·e del trueno, k\vakiutlcs ......................... . 230 un pez, haidas. A.M.N.H., 16/687 ............ . 243
245 J\fodclo de pilar toté111ico con diseño que representa a una 264 Pintura del cuerpo que representa al oso, k\\·akiutlcs ..... . 2H
orca, haidas. A.M.N.H., 16/1166 .................. . 231 265 Pintura del cuerpo que representa a la rana, k\vakiutlcs .. . 245
246 Pintura del frente de una caja, con diseil.o que representa a 266 Elc111entos de diseño de 111antas tlingits. J)e G. T. Enunons,
una rana, haid~1s . . . . . . . ,,,
. . . . . . . . . . ......... . -.l- The C/Jili!at ll!a11ket, fig. 559, p. 366 ............... . 246
2-+7 Pintura de la fachada de una caS<l, con di:-;crlo que represen- 267 l)isc11.o e.stiueznático que inucstra fa disposición del ca1npo
ta a una orca, k\\·akiutles ......................... . central de la nlanta chilkat ......................... . 250
248 Pintura de la fachada de una casa, con discfio que represen- 268 Planos generales de las mantas chilkars ................. . 250
ta a una orca, k\\·akiutles .......................... . 233 269 Mantas chilkats .. De G. T. Emmons, Tbe Chi/k,rt Bliruket,
249 Pintura de un reino, que representa a la n1arsopa y a la foca. fig. 548 b, fig. 560 a ............................... . 251
k,,·akiutles ...................................... . 270 Mantas chilkats. De G. T. Emmons, ldem, fig. 560 b y fi-
250 Pintura de la fachada de una casa, gue representa a un cuer- gura 562 b ....................................... . ,_
2 -,
,·o. k\\·akiutlcs .................................... . 135 271 1\lantas chilkats, a-b, J\·1useo Nacional de los Estados Llni-
251 Pintura de la fachada de una casa que representa al ave del dos. De G. T. Emmons, /dem, fig. 564 ............. . 253
trueno, k\\·akiutles ................................ . 272 ¡\!anta chilkat. De G. T. Emmons, ldem, fig. 571, p. 381 .. 253
252 Pintura de la fachada de una casa, que representa a una ba- 273 Mantas chilkats. De G. T. Emmons, ldem, figs. 570 b, p.
llena k\1·akiutles ........................ . 380, 572 a, p. 382 ................................. . 254
25) Pintura de la fachada de una casa. que representa a un cuer- 274 Frente, reverso }' costado de una caja pintada. J)e G. T.
[~n1111ons, lde111, fig. 551 a, p. 356; fig·. 552, p. 357 .... 255
,.o, k"·akiurlcs: 1. n1andíbula inferior; 2, lengua; 3. pe-
cho; 4, pies; 5. piernas; 6, ah1s . . . . ....... . 275 Frente de una caja pintada ~; tallada. J)e G. T. J·~n1111011s,
lde111, fig. 551, p. 356 ............................. . 256
15-t Pintura del borde de una n1:-1nta, <]lle represent;1 :1 un 1nons-
276 I .. os cuatro lados de una caja pintada, tlingits. A.Al.l\J.H.,
truo 1narino. c:olun1bia Británica del ~'orte. A .. \1.1V.H ..
E/652 ........................................... . 256
16/355 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......... . ..... .
277 L.os cuatro l-.1dos de una caja pintada, tlingits. A.:l!.1V.H.,
255 l)iseño de un brazalete de plata, que representa al c;.1stor.
E/1579 ......................... ·. ·. · · · · · · · · · · · · · · 257
haidas. A .. 11..Y.H., E/H62 ........... .
27~ Frente v costado de una caja pintada. l)e (~ . T. I:~111111ons,
256 J)isc11o de un brazalete de plata, que rcpresent~l <l un 111ons- !de1;1, fig. 553 d, p. 358 ........................... . 257
truo n1arino. haidas. A.1\f.;\T.H .. J·~/2--1-61 279 f'rentc, rc\·crso ). costado de algunas cajas talladas. f)e G.
157 J)ise11o de un brazalete de plat;.1, gue representa :11 ga\·ilán. T ..En1111ons, lde1n, fig. 553 a )l b, p. 358 ............. . 25~
haidas. A .. 11 ..\'.H., E/2463 . . . . . . . . . ....... . ~¡.;o C:lj:1s_,talladas. l)e G. T. En1n1ons, Ide111, fig. 556, a, b, p. 362. 258
258 PL1ro de pizarra con diseño que representa a un n1onstruo 281. Caja tallada, tlingirs. A.M.N.H., 19/1231 ............. . 259
lll;lrino. A .. 11.:Y.H., 16/611 . . ................. . 2-tO 282 Bandejas ralladas. De G. T. Emmons, ldem, figs. ii6 e-e, y
159 Frente de un:1 caja de pizarr:1 con disef10 que rcprcscnt~l ü 557 d, pp. 362, 363 ............................... . 260
un n1onstruo 111arino, haidas. ll .. 11.N.H., 16/6X7 283 Bandejas t;.11lad~1s. l)e G. T. En1111ons, lde111, fig. 557, a-e,
260 Plancha de piz<llTa con diseño (]UC representa a un 111ons- e, f, p. 363 '"A.M.N.H., l9/9;J ................... . 260
truo 111arino. h<1id;1s. A.,\l.1\'.H .. 16/1 J-f() ........ . 28.f Bandejas- talladas. De G. T. Emmono, ldem, fig. 554 ..... . 262
261 J)isc1io del cxtrcn10 de una bandcj:1 de ali111cnros, que repre- 285 Diseños de una arn1adura tlingit. I)e fotografía ton1ada de
sent;.1 ;1 un tiliun'ln, t!ing·its. ,·t.l/.1\'.H., 16/1187 ..... . c..;pecín1cne.s del 1\Iusco de la Acaden1ia de Ciencias de
262 Plato de pizarra con diseil~> que representa a h1 escorpin~1. I.eningrado ....................................... . 263
haicfas. A .. 11.X.H., 16/881 ........... . 286 Bandeja pintada. f)c G. T. Enunons, ide111, fig. 558 u, p. 36-t. 263
362 INDICE DE LAS FIGURAS
Ic-;DICE DE LAS FIGURAS 363
Fig. i'ág.
Fig. P,fg.
287 Cajas pintadas. De G. T. Emmons, lde-m, fig. 558, ú-J, P· M;;seo Británico, Cat. N9 9383); k, del Río Columbia
JM ··············································· 264
superior, recogido por el Coronel Brooks, Estados Unidos
288 Cucharas de cuerno con el reverso grabado. A.M.N.H., a,
de Norteamérica, hacia 1810, propiedad de \Ir. M. F.
16/8799 representa al rnonstruo 111arino; h, 16/8791, al
Savagc, Nueva York ( A.M.N.H., molde 1\'9 16/8578);
gavilán; e, -16/8792, al castor ('); d, 16/8796, al cuervo;
l (Museo Británico, Cat. N9 78-11-\.623); 711, de los noot-
~' 16/8795, a la orca; f, 16/879fl, al cuervo, g, 16/8794, kas (iVluseo Británico, Cat. 1',TQ 8766); 11 (Uui·-,:ersit_y J14u-
al dlia ('); h, 16/8793, al sol. ...................... . 26i
se11n1, Ca1nbridge, Inglaterra, Cnt. ~Q R.D., 112 d) .... 2i4
189 Plato de cuerno de carnero de grandes astas que representa
299 Garrotes hechos de hueso de ballena: a, de los indios qua-
al oso. Propiedad pat'ticular ...................... : . 266
n1ichanes, recogido por el Dr. C. F. Nevtcon1be (Field
290 i\láscara de los indios k\.vakiutles que se usa en el ceremonial
Museznn of Natural Histor_y, Chicago, Cat. ~Q 85348);
de invierno; según algunos, representa a un danzarín loco;
b, de un n1ontón de conchas, Plu111per's Pass, recogido
según otros, a Aquel-que-resplandece. Según L. Adam,
por l\1r. Eduard Lon1as (Pror¡_, i11ci11l 1it11se111n, \7"ictoria,
1
Fig. Pág.
~11., í)i<:f'ñn.;: f'n f'."t~t8S~. '4 .M.N.H.,: . a.,. lf)fQ990; b, 16/822,2, kwa-
kiutles ..................................... - ... · - . 2 8 I
303 So111brero tejido de raíz <le abeto, k\vakíutlcs. A.11tl.1V.H.,
I 6/9993 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 282 EXPLICAC!ON DE LAS LAMINAS
Frente a
304 Diseños decorativos de la cestería tlingit. !)e G. T. En1111ons, Láuz. la pág.
The Basketry of tbe Tliugit !11dinns . . . . . . . . . . . . . . . . 283
305 Diseños decorativos de la cestería tlingit. l)e G. T. En1- l. Cestería de Maidu. De Roland B. Dixon, "Basketry
111ons, ldem . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287 Designs of California'', Bull. Am. Musez1111 of N;-
306 a, bolsa de cuero crudo, ~alishes o chinooks, recogida por tural History, \·ol. 17 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Wilkes, 1840; b, diseño de parflecbe, Fort Colville, Wash- II. Pintura del cuerpo de un habitante de las islas Anda-
ington (Museo Nacional de los fatados Unidos, 2618 mán. De Bro"·n, The Anda111a11 lsla11ders . . . . . . 38
\' 672) . - ...... - ........ - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289 III. Casa en Melanesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
307 Ras~pador de huesü, Tahltan. Propiedad particular . . . . . . . . 290 IV. Tejidos penianos. De Charles W. ,\Iead, Boas A1111i-
308 Detalle de cestería superpuesta . . . . ........ 290 "iJersary Volu111e, lám. X . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
\T. \rasos de kun1ys de los yakuts. De W. Jochelson, Boas
A1111iversarJ Volu111"e, lám. XXI . . . . . . . . . . . . . . . . 60
VI. Traje de Sharnán, Río Amur. A.Al.N.H. . . . . . . 74
VII. Bolsa tejida, Columbia Británica. A.M.N.H. . . . . . . . 126
VIII. Manta tejida, Nuen Zelandia. Museo Nacional de los
Estados Unidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
IX. fjo·ura tallada, Colun1hia Británica. Linden 1l1useu111,
<=> Stuttgart ......... - .......................... . I82
X. i\'1anta chilkat. 1\luseo Etnológico, Copenhague ... - . 266
XI. 1\'Ianta de corteza de cedro, Colun1bia Británica. i\1u-
seo Británico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268
XII. Mantas de lana de cabra montés. Bella Coola, Colum-
bia Británica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
XIII. Pilar de casa, cerca de Eburne, del Río Fraser. Colun1-
bia Británica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
XI\-. Cestas tlingits. De G. T. Emmons. The Basketry of
the Tli11git !11di,111::: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 284
XV. Cestas superpuestas de Columbia Británica y el Esta-
do de Washington . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 290
365
1
f
''
rr-nncE GENERAL
Prefacio ........................................... . 7
l. Introducción · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
IV. Simbolismo 94
V. Estilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
367