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José Pascual Buxó, Construcción y crítica del corpus literario hispanoamericano

La cuestión historiográfica de la crisis de la historia comienza en Budapest en 1930. El problema


que propone Buxó es el siguiente : ¿Cuál es la historicidad de los fenómenos literarios y cuál es la
posibilidad de establecer entre ellos relaciones de causa o de efecto? ¿Es el conocimiento histórico
causal o condicional? El autor define lo histórico como una selección dentro de una infinita
variedad de hechos. Sin embargo, la historia de la literatura tiene leyes propias en la cual se
enfrentan la crítica y la historia literaria. El problema de la literatura es el de la dilucidación de su
objeto de estudio porque tiene más ámbitos de validez socio-cultural. En este procedimiento, el
examen de entidades semióticas es importante para entender el propósito simbólico de la obra y su
intención estética. Estas dos dimensiones son los productos de una sociedad y son históricamente
caracterizables. Los diversos condicionamientos de la literatura permiten destacar una entidad
cultural a través de un uso peculiar de la lengua y que son productos de una voluntad particular. La
creación artística permite capturar la experiencia del tiempo y de su entorno social. Este
procedimiento se define como una producción semiótica. Los textos se destacan a través de un
lenguaje artístico. El universo literario es figurativo y autónomo, lo que causa cuestiones de
objetividad al estudiarlo : hay diferentes versiones de los hechos. La historicidad de las obras se
enfrenta a las interpretaciones de las realidades históricas.

La obra tiene una naturaleza figurativa y es de condición autónoma que se manifiesta por la
distancia entre los referentes extra lingüísticos. La obra tiene un sistema lingüístico diferente del
sistema común. Los universos semánticos de las obras son propios a ellas. Destacan diferentes
formas de manifestaciones de los géneros discursivos. Nos podríamos preguntar entonces si para
cumplir con el objeto que es la literatura no se debería hacer de la historicidad un arte. En la tería de
la lengua habría un uso formulario y un uso poético.

La composición de un corpus debe de ser homogénea, no pueden ser todos los documentos escritos.
Se pueden escoger en función de los recursos artísticos, de los efectos semánticos y de los
condicionamientos históricos. ¿Cómo se podría partir de perspectiva diferentes? Primero por la
formulación de una teoría de naturaleza semiótica, por el corpus textual después y en fin por el
tríptico análisis, interpretación, evaluación. Se tiene que definir que objetos son los géneros
literarios y que métodos se han de escoger. Estos objetos de estudio han sido influenciados por los
contextos históricos. La tarea del historiador sería también de fijar la naturaleza semiótica del
corpus, es decir la reglas del discurso, a demás de su función comunicativa, es decir la producción
de sentido. Se podría entonces pensar a la vez el lenguaje y la historicidad. La idea que subyacente
es la de un mundo como paradigma de los comportamientos morales y sociales. La teoría abstracta
de la literatura alterna entre semejanza y contrariedad que son las dos características necesarias a la
constitución del corpus. Los textos tienen que tener la misma intención comunicativa, además de
tener un contexto textual similar. El riesgo en la tarea del historiador es la desnaturalización de su
objeto de estudio. En efecto, los textos científicos son una comunicación unívoca de contenidos
semánticos cuando a la diferencia de ello, las obras literarias tiene una gran polivalencia semántica
con cierta ambigüedad referencial. El crítico no es solo el interprete autorizado, su obra tendría que
tener cierta dimensión poética, tal como lo entiende Jakobson. De hecho, la función emotiva de
algunas obras se opone a la función conitiva esencial de la crítica. Lo más eminente ha de ser
identificado como figura textual en este caso.

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