CAPITULO 7 Nombre : Lizeth Zuluaga 03\09\19

Surge una pregunta frente al concepto de ver al hombre en términos económicos y evalúan minuciosamente si es compatible con la biblia. a partir de esto son
mencionadas una serie de pautas bíblica, La primera afirma que el ser humano es un ser tridimensional el cual se relaciona con Dios, con el prójimo y la
comunidad, esta tercera relación corresponde a su carácter como trabajador. Desmienten la afirmación sobre el trabajo como maldición debido a la caída y
revela que el hombre encuentra una auto-realización atreves del mismo. Enfatizan que la propiedad es una bendición que Dios otorga, también nos muestran
como a lo largo del nuevo testamento se produjeron cambios los cuales introdujeron una nueva escala de valores , esta indica que el hombre vale por la relación
que tiene con Dios. Esta relación es lo que preserva el corazón Del hombre para que no sirva a las riquezas haciéndole comprender que está en las manos de su
creador. El eje central de este capítulo es resaltar que una cosmovisión cristiana en relación con la economía es mirar todo en relación con cristo, los bienes
materiales son de él, vienen de El por ende se han de usar para su gloria; el comprender esto nos hace enfocarnos en el reino de Dios y descansamos en la
promesa de que el suplirá .También se hace una aclaración acerca de los diezmos enfatizando en la vigencia que tuvieron en el antiguo testamento , pero en el
nuevo se habla más acerca de las ofrendas voluntarias en respuesta a la comprensión del señorío de Cristo en nuestras vidas; Por ultimo nos menciona la
verdadera motivación del hombre de negocios cristiano y es la de agregar todo su aporte a la iglesia, a los necesitados y a la extensión del reino de Dios por
medio de su ofrenda.

Apreciación personal: me encanta la conclusión de este capítulo pues apunta a la raíz de la mayoría de conflictos culturales y es la necesidad de una reforma en
la mentalidad, si vemos lo que antes era gastos, como inversión cambia nuestra forma de dar, cambia una conducta y esta trasciende. La clave para una
cosmovisión cristiana en cuanto en la economía, es mirar los bienes en su relación con Dios, nos preserva de caer en idolatría si comprendemos siempre que Dios
es el propietario de todo lo que poseo por lo tanto ni siquiera soy mayordomo, soy forastero y extranjero, esto revela mi propósito y es no acumular tesoros en
la tierra los invierto en lo que Dios ama , en mí , en mi prójimo y por supuesto en su reino.