Vous êtes sur la page 1sur 46

Realidades de la Nueva

Creación
Ricardo Botto

Diseño de carátula por Gina Blest

Copyright © 2012 Espíritu de Fe


Impreso en Perú
Primera Edición

A menos que se especifique de otro modo los versículos se toman de la Biblia Versión Reina Valera
1960

Puede comunicarse conmigo escribiendo al correo electrónico ricardobotto@hotmail.com


Contenido
Introducción
1. La Palabra de Dios
2. Pensando Como Dios Piensa
3. Redimidos Por la Sangre de Cristo
4. Nuestra Justificación
5. Nuestra Identificación Con Cristo
6. Las Bendiciones de la Promesa
7. El Espíritu Santo en Nosotros
Introducción
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
- 2 Corintios 5:17

¿Qué es la nueva creación?

Es la persona que nos convertimos cuando nacemos de nuevo; es la persona que somos por estar en Cristo.

Es el resultado en nosotros de aceptar la obra completa de Cristo en la cruz

Juan 3:1-8
1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre
de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en
el reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel
que es nacido del Espíritu.

Jesús le dijo a Nicodemo: “Te es necesario nacer de nuevo.”

La palabra nuevo es “arriba”.

Vine lo traduce de esta manera

Anothen, de lo alto, de arriba. Se usa de lugar: (b) de cosas que provienen del cielo, o de Dios en el cielo. Se utiliza
también en el sentido de «de nuevo».

El Diccionario Completo de Estudio de la Palabra traduce está palabra así:

Otra vez, nuevamente como en Juan 3:3, Juan 3:7, “nacer de nuevo.” Esto también podría haber sido traducido “ser
nacido de arriba.” Ambos significados son correctos debido a que este es un nacimiento que viene de Dios y es un
nuevo nacimiento. En Juan 3:4 Nicodemo toma claramente el significado como nacer por segunda vez (deúteron).

Entonces este nuevo nacimiento viene por parte de Dios, somos nacidos de nuevo, una nueva raza totalmente
diferente.

¿Por qué era necesario nacer de nuevo?

En Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,
así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
En los primeros tres capítulos de Génesis podemos ver la creación y caída del hombre, como es que un hombre
creado a la imagen y semejanza de Dios murió espiritualmente debido al pecado.

Génesis 1:26-28
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los
peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces
del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, y le dio autoridad y señorío sobre toda su creación.

Génesis 2:15-17
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Lo puso dentro del huerto con un trabajo y una responsabilidad. Además le dio el libre albedrío, es decir, la
oportunidad de decidir su propio destino.

Pero en Génesis 3 vemos que el hombre, utilizando este libre albedrío, decidió pecar y morir espiritualmente.

Génesis 3:1-6
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a
la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no
muráis.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien
y el mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar
la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Podemos ver aquí que la mujer fue engañada, pero Adán no lo fue, Adán decidió su propio destino y fue por eso que
él murió espiritualmente.

Por eso es que en Romanos dice:

Romanos 5:12
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a
todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Es decir, la muerte pasó a todos los hombres, el hombre fue separado de Dios.

De ahí la necesidad de Dios proveer un medio para que los hombres puedan volver a acercarse a Dios.

Romanos 5:17-21
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo,
los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la
justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por
la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

Dios envió a Jesucristo para poder justificarnos y de ese modo llegásemos a ser nuevas criaturas.
2 Corintios 5:17-21
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados,
y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en
nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él.

Jesucristo, el justo, se hizo pecado para que nosotros pudiésemos se justos y convertirnos en la nueva criatura en
Cristo.
Capítulo 1
La Palabra de Dios
Hechos 20:32
32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y
daros herencia con todos los santificados.

Hechos 20:32 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)


32 Ahora os encomiendo a Dios y a su mensaje de amor; un mensaje que tiene fuerza para que todos los consagrados
a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la herencia prometida.

Hechos 20:32 (Biblia Latinoamericana)


32 Ahora los encomiendo a Dios y a su Palabra portadora de su gracia, que tiene eficacia para edificar sus personas
y entregarles la herencia junto a todos los santos.

Hechos 20:32 (Biblia del Pueblo de Dios)


32 Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la
parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados.

La Palabra de Dios tiene poder para sobreedificarnos y darnos herencia junto con los santificados, es decir con todos
los creyentes.

La palabra griega que se usa para sobreedificar es epoikodomeo que según Vine significa construir sobre,
sobreedificar, edificar encima (epi, sobre).

Esta palabra es la suma de otras tres: epi que significa encima o sobre; oikos que significa una casa; y, domo, una
edificación. De ahí podemos ver que epoikodomeo significa construir una casa sobre una edificación.

La Biblia del Pueblo de Dios nos da la idea más clara cuando dice “construir el edificio”.

Las bases ya fueron colocadas ahora solo debemos construir encima.

1 Corintios 3:10-15
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica
encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de
cada uno cuál sea, el fuego la probará.
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Jesucristo es la base o fundamento sobre el cual debemos pararnos, pero nuestra responsabilidad es edificar encima
de Él.

1 Pedro 2:1-5
1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Nosotros somos una casa espiritual que debe ser edificada o construida, no es algo que dependa de Dios, sino que
es algo que depende de nosotros.

La palabra griega que se usa para desear es epipotheo que significa tener un deseo muy intenso, un deseo muy
ardiente.

Es como el deseo de un joven que se enamora por primera vez no puede esperar la hora para poder ver a su amada.

La palabra para crecer es auxano que significa crecimiento, incremento, aumento.

Y salvación es soteria que nos habla de todas las bendiciones concedidas a los hombres en Cristo a través del
Espíritu. Es la liberación, preservación y protección del peligro y mal material y temporal.

De ahí podemos ver que si queremos recibir todas las bendiciones de Dios debemos desear ardientemente y
meternos a fondo en la Palabra de Dios.

La única manera de crecer y sobreedificarnos es depositar la Palabra de Dios en nuestro interior.

2 Pedro 1:3-4
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el
conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia.

2 Pedro 1:3-4 (Nueva Versión Internacional)


3 Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido
todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.
4 Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción
que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.

Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, todo lo necesario para vivir como Él manda,
y todas ello lo encerró en su Palabra.

Esto significa que al pasar tiempo en su Palabra creceremos hasta alcanzar todas las bendiciones que Dios nos dio.

Efesios 1:3
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo.

Este verso nos dice que todas las promesas y bendiciones de Dios son legalmente nuestras.

Hay dos aspectos de la Palabra de Dios en nuestras vidas:

El aspecto legal, y el aspecto vital

El aspecto legal nos dice que todas las bendiciones y promesas de Dios son legalmente nuestras.

El aspecto vital nos habla de poder experimentar en nuestras vidas lo que legalmente nos pertenece.

El hecho de que las promesas de la Palabra nos pertenezcan legalmente no significa que las experimentemos en
nuestras vidas.
Como vimos en Hechos 20:32: “Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene
poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.” Es decir, la Palabra tiene poder para
sobreedificarnos pero somos nosotros los que debemos hacer algo.

Para poder experimentar las promesas de Dios en nuestras vidas debemos entender que confiabilidad, respaldo y
autoridad tiene la Palabra.

Lo primero que debemos entender es que Jesús y su Palabra son uno.

Juan 1:1,14
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad.

En este pasaje la palabra verbo es logos que significa: palabra.

La Palabra hecha carne es un titulo del Hijo de Dios, el cumplimiento del título logos, es la manifestación personal
de toda la deidad, no solo una parte de la naturaleza divina.

1 Juan 1:1
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado,
y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida.

Aquí Jesús es llamado el logos de vida.

Entonces podemos ver que Jesús es la Palabra de Dios. Por eso, el lugar que le damos a la Palabra de Dios en nuestras
vidas es el lugar que le damos a Dios en nuestras vidas.

Lo segundo que debemos entender es que el poder de Dios está encerrado en su Palabra.

Hebreos 1:1-3
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo
el universo;
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a
la diestra de la Majestad en las alturas.

Aquí palabra es rhema, que se define: “El significado de rhema a diferencia de logos esta ejemplificado en la orden
de “tomar la espada del espíritu que es la Palabra de Dios,” que está en Efesios 6:17, la referencia aquí no es a toda
la Biblia en conjunto (como en logos). sino a las porciones individuales de la Escritura que el Espíritu nos hace recordar
en tiempo de necesidad, siendo el requisito previo el almacenar regularmente la Escritura en nuestra mente.”

Logos nos muestra lo que la Palabra es en esencia, rhema lo que la Palabra puede hacer por nosotros.

El poder que hay en la Palabra se desata a través del rhema.

Lo tercero que debemos entender es que la Palabra es verdad.

Juan 17:17
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

El logos de Dios es la verdad de Dios.


Números 23:19
19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no
lo ejecutará?

Si Dios dijo algo en Su Palabra, es un hecho que va ha suceder.

Lo cuarto que debemos entender es que la Palabra de Dios no cambia.

En Mateo 24:35, Marcos 13:31 y Lucas 21:33 dicen lo mismo:

Mateo 24:35
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

El logos de Dios nunca cambia.

Santiago 1:16-17
16 Amados hermanos míos, no erréis.
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza,
ni sombra de variación.

Dios no cambia, ni varía ni se muda, Él siempre es el mismo.

Hebreos 13:8
8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Jesucristo, la Palabra viva, no ha cambiado, por tanto la Palabra de Dios sigue vigente hoy.

Lo quinto que debemos entender es que la Palabra trae las cosas de Dios al mundo natural.

Hebreos 11:3
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía.

Hebreos 11:3 (Biblia del Pueblo de Dios)


3 Por la fe, comprendemos que la Palabra de Dios formó el mundo, de manera que lo visible proviene de lo
invisible.

Hebreos 11:3 (Biblia Castilian 2003)


3 Por la fe sabemos que los mundos y los tiempos fueron organizados por la palabra de Dios, de suerte que de lo
invisible surgiera lo visible.

Hebreos 11:3 (The Message)


3 Por la fe podemos ver que el mundo fue llamado a existencia por la palabra de Dios, lo que vemos fue creado por
lo que no vemos.

Este verso que vemos es bien claro, el mundo y todo lo que conocemos fue formado por la Palabra de Dios, creando
las cosas que se ven de las que no se veían.

Dios llamó al mundo a la existencia con sus palabras tal como vemos en Génesis.

Génesis 1:1-3
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se
movía sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Si vemos todo el capítulo 1 de Génesis veremos que Dios habló 7 veces para hacer su creación y cada vez que Él
habló fue formado algo.
Su Palabra tiene poder creador.

Lo sexto que debemos entender es que la Palabra de Dios tiene poder para reproducirse en nosotros.

La parábola del sembrador es una muestra clara de cómo la Palabra de Dios puede llegar a reproducirse en nosotros.

Lucas 8:11
11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

Mateo 13:19
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su
corazón.

Veamos ahora como es que esa semilla de la Palabra crece en nuestro corazón.

Marcos 4:26-29
26 Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;
27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.
28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;
29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.

La Palabra tiene poder para reproducirse en nosotros y dar fruto.

Le sétimo que debemos entender es que para que la Palabra se vuelva real en nosotros debemos vivirla.

Nosotros no podemos llegar a vivirla si es que no la conocemos.

Juan 8:31-32
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos;
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Para poder ser verdaderos discípulos de Jesús debemos conocer y permanecer en Su Palabra.

Santiago 1:21-25
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en
un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo,
sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Este pasaje es bien claro; no solo debemos recibir la Palabra sino que debemos convertirnos en hacedores de ella;
debemos vivirla para que se vuelva una realidad en nosotros.

Josué 1:7-9
7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te
mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo
en dondequiera que vayas.

Esta orden que Dios le dio a Josué sigue vigente para nosotros; debemos oír la Palabra, guardarla y hacerla, solo así
la haremos una realidad en nuestra vida y producirá el fruto deseado.
Lo octavo que debemos entender es que debemos permanecer en la Palabra.

Juan 15:7
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

Debemos de permanecer en los Rhemas de Dios.

Colosenses 3:16
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda
sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

El logos de Dios debe habitar ricamente en nosotros. Es nuestra responsabilidad el pasar tiempo en la Palabra de
Dios.

Al habitar y permanecer en la Palabra de Dios vamos a poder conocer el aspecto legal de la Palabra y sabremos que
hacer para experimentar el aspecto vital de ella.

Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Esta es la clave para experimentar el aspecto vital en nuestras vidas.

1. Tener la Palabra de Dios siempre en nuestra boca.

2. Meditar la Palabra de Dios de día y de noche.

3. Guardar la Palabra en nuestro corazón.

4. Hacer lo que dice la Palabra de Dios.


Capítulo 2
Pensando Como Dios Piensa
En Dios hay una clase de vida más alta de la que vivimos, es la vida que Dios preparó para nosotros, pero para llegar
a alcanzarla debemos dejar nuestra clase de de vida baja, que está regida por nuestra baja de forma de pensar,
entonces cambiemos nuestra forma de pensar por la forma alta de Dios.

Isaías 55:8-11
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.
10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada
en aquello para que la envié.

¿Cómo es que cambiaremos nuestra forma de pensar baja por la manera alta de pensar de Dios? Por medio de la
renovación de nuestra mente.

1 Tesalonicenses 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Para entender la renovación de la mente debemos entender la naturaleza tripartita del hombre; el hombre es un
espíritu que tiene un alma y vive en un cuerpo.

El espíritu es la parte central del hombre, es el hombre interno, el corazón.

El alma es la parte mental del hombre, su intelecto, sus pensamientos, su voluntad.

El cuerpo es la parte física del hombre, que está regida por los cinco sentidos físicos.

2 Corintios 5:17
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El día que nacimos de nuevo nuestro espíritu fue salvo pero no el resto de nuestro ser, ahora nos toca hacer algo
con el alma y el cuerpo.

1 Pedro 1:9
9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

La palabra griega para fin en este verso es telos, que significa el resultado final de un estado o proceso, dando énfasis
en el destino del asunto o de la cosa.

Para salvación, es soteria, que nos habla de un rescate en este verso, de la experiencia presente del poder de Dios
para librarnos del pecado; para el creyente esto es equivalente a la santificación.

Este verso no nos habla de la salvación eterna, sino del recate de nuestras almas del presente sistema en el que
vivimos.

Efesios 2:1-3
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad
del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Antes de conocer a Jesús nuestra forma de pensar era la manera que tiene el mundo, siguiendo la corriente de este
mundo y su estilo de vida. Los patrones que teníamos nos inducían una y otra vez a caminar en pecado.

Efesios 4:17-24
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su
mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la
dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda
clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Ahora que hemos nacido de nuevo, Dios nos manda a no caminar mas como el mundo lo hace, y la forma de hacer
esto es cambiando nuestra forma de pensar, por medio de la renovación de nuestra mente.

Romanos 12:1-2
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Nuestro espíritu fue renacido pero nuestra alma debe ser renovada.

La palabra griega para transformaos es metamorphoo de donde viene nuestra palabra metamorfosis, Vine la define
así:

METAMORPHOO: cambiar en otra forma (meta, implicando un cambio, y morphe, forma), se usa en Voz Pasiva para
los creyentes, en Romanos 12:2, “transformaos,” la obligación de experimentar un cambio completo que, bajo el poder
de Dios, encuentra su expresión en el carácter y la conducta; morphe hace hincapié en el cambio interior, schema (ver
suschematizo, el verbo precedente en ese verso) hace hincapié en el cambio exterior, el tiempo presente continuo
indica que es un proceso; en 2 Corintios 3:18 se describe a los creyentes siendo “transformados a su imagen” (la de
Cristo con todas Sus excelencias morales), cambio que es efectuado por el Espíritu Santo.

La palabra para renovación es anakainosis que significa hacer nuevo (ana, de nuevo u otra vez, kainos, nuevo, no
reciente pero diferente), renovar. Vine lo define así:

Es usada en Romanos 12:2, “la renovación (de vuestro entendimiento),” es el ajuste de la visión moral y espiritual, y
del pensamiento hacia la mente de Dios, la cual es designada para tener un efecto transformador sobre la vida; este
pasaje en Romanos hace hincapié en la voluntad de responder por parte del creyente.

Es al creyente a quien le corresponde renovar el entendimiento, no a Dios.

La palabra entendimiento es nous, que Vine la define así:

Nous: mente, generalmente hablando denota el centro de la conciencia reflexiva, incluyendo las facultades de
percepción y entendimiento, y las de sentimientos, juicio y determinación.
Veamos Romanos 12:2 en otras versiones para tener una idea más amplia:

Nuevo Testamento de Arcas y Fernández


No os amoldéis a los criterios de este mundo. Dejaos transformar; renovad vuestro interior de tal manera, que sepáis
apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es agradable, lo perfecto.

Biblia Latinoamericana
No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior.
Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.

Biblia del Pueblo de Dios


No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad, a
fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Biblia Castilian
No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada
opere la transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es
la voluntad de Dios.

Dios Habla Hoy


No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie
su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir,lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es
perfecto.

The Message
No te vuelvas tan ajustados a tu cultura que encajes en ella sin siquiera pensarlo. En vez de eso fija tu atención en
Dios. Serás cambiado desde tu interior. Fácilmente reconocerás lo que Él quiere de ti, y rápidamente responderás.
A diferencia de la cultura que te rodea, siempre arrastrándote a su nivel de inmadurez; Dios sacará lo mejor de ti;
desarrollando en ti una bien formada madurez.

Estos es lo que hablamos acerca de renovar la mente; la cultura que vivimos y los moldes y patrones del mundo en
que vivimos nos están alejando de lo mejor que Dios tiene para nosotros; nos impiden crecer, madurar y alcanzar la
perfecta voluntad de Dios para nuestras vidas.

Por eso debemos cambiar nuestra baja manera de pensar; y transformarla, renovando nuestra mente, pensando
como Dios piensa, por esos caminos más altos que están escritos en Su Palabra.

Dios quiere que hagamos una metamorfosis; así como un feo gusano se convierte en una bella mariposa;
convirtamos nuestra mente pervertida por la forma de pensar del mundo en una mente madura que camina y
conoce la perfecta voluntad de Dios.

Salmo 23:3
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre

Salmo 23:3 (Biblia de las Américas)


3 El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.

Salmo 23:3 (Nácar Colunga)


3 Recrea mi alma, me guía por las rectas sendas por amor de su nombre.

Salmo 23:3 (Palabra de Dios Para Todos)


3 Él renueva mi alma. Me lleva por buenos caminos para mostrarme lo bondadoso que es.

Salmo 23:3 (Reina Valera 1865)


3 Hará volver mi alma: guiarme ha por sendas de justicia por su nombre.

Salmo 23:3 (Reina Valera 2000)


3 Convertirá mi alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre.
Aquí vemos varios significados de la palabra que Reina Valera tradujo como confortar; en realidad el significado es
más profundo; la palabra hebrea usada, shub, significa voltear, devolver, restaurar; y ese es el sentido que le dan las
otras versiones de la Biblia.

No nos habla de un sentimiento de comodidad, como parece mostrarnos la palabra confortar, sino que nos habla
de un cambio más radical y profundo: recrear, restaurar, renovar, hacer volver, convertir.

Esta palabra me recuerda lo que hacía mi abuelita que era una mujer muy hábil y emprendedora.

Me acuerdo que los sillones de la sala de estar tenían la tela desgastada; así que ella fue, compró nueva tela, quitó
completamente la antigua tela, quedando solo con el esqueleto del sillón, y finalmente colocó la nueva tela.

Al final se veía un sillón nuevo, pero en realidad no estaba nuevo, estaba renovado o restaurado.

¿Cómo renovamos o restauramos nuestra mente?

En Santiago 1:21 vemos como funciona este proceso:

Santiago 1:21
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

En este pasaje vemos el proceso de la renovación de la mente, a traves de las palabras desechar e implantar. La
palabra desechar es apotithemi, la cual Vine define así:

APOTITHEMI, sacarse de uno (apo, de, y tithemi, poner, colocar, establecer), sacarse, desechar, dejar de lado, denota
en la voz media, sacarse de uno, echar fuera, alejar.

Vemos mucha similitud con la idea que nos da Romanos 12:2 cuando nos habla de una metamorfosis; para hacer un
cambio es necesario desechar algo.

La otra palabra, implantar, también tiene que ver con esto, pues ya que hemos sacado algo debemos colocar algo.
La palabra implantar es emphutos la cual define Vine de esta manera:

EMPHUTOS, implantado, o enraizado (de emphuo, implantar), es usada en Santiago 1:21, “implantada,” la palabra de
Dios una “palabra enraizada,” una palabra cuya propiedad es enraizarse como una semilla en el corazón.

Para palabra se usa logos, una palabra que ya conocemos y significa, la Palabra de Dios como un todo. Es decir nos
habla del estudio continuo de la Palabra, como una herramienta para que nuestra mente sea renovada.

Un alma salva, es una mente restaurada o renovada por la Palabra de Dios.

Si quieres renovar tu mente, debes colocar la Palabra de Dios en ella, para que ya no pienses como piensa el mundo,
sino como Dios lo hace.

2 Pedro 2:1-1
1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

Debemos depositar la Palabra de Dios en nuestras vidas para de esa manera renovar nuestras mentes y poder salvar
nuestras almas.

Proverbios 23:7
7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él...
La importancia de la renovación de la mente es que nosotros nos convertimos en aquello en lo cual pensamos en
nuestro interior.

Isaías 55:8-9
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos

Como vimos al principio, los pensamientos de Dios son mayores y más altos que los nuestros; Dios sabe todas las
cosas y conoce el plan que tiene para nuestras vidas; así que debemos empezar a pensar lo que dice la Palabra y no
lo que dice nuestra mente.

Santiago 1:22-25
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en
un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo,
sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

La Palabra de Dios es la que nos muestra lo que somos, por eso debemos ir continuamente a ella para poder
guardarla y hacerla, y convertirnos finalmente en lo que ella dice que somos.

Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

La clave del éxito en la vida es la meditación de la Palabra de Dios, esa es la clave para la renovación de la mente,
estar colocando de día y de noche la Palabra de Dios en nuestra mente, para así guardarla y hacerla.

La meditación es sencillamente, colocar algo de manera continua en nuestra mente, ¿Qué colocamos? La Palabra
de Dios.

Deuteronomio 6:6-9
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando
te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

La clave de la meditación es pasar tiempo hablando la Palabra, pegándola en las paredes de tu casa, repetirla en
todo momento, la Palabra de Dios todo el día.

Es como un amigo, que tenía que llevar un curso muy difícil y trabajoso en la universidad, así que empezó a colocar
versos por todo su cuarto, en las paredes, en el techo, en todo lugar imaginable e inimaginable.

Si se sentía tentado a flojear un poco él miraba el techo de su cuarto donde decía en letras grandes: “Mira a la
hormiga perezoso.”

Cuando terminó ese ciclo en la universidad, estaba completamente agotado, pero había aprobado el curso con una
nota alta.

Tomemos la Palabra de Dios, coloquémosla en nosotros y meditemos en ella, así pensaremos como Dios piensa y
viviremos una vida más alta.
Capítulo 3
Redimidos Por la Sangre de Cristo
En los tres primeros capítulos de Génesis vemos la historia de la creación y caída del hombre.

En Génesis 1:26-27 vemos que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza: “Entonces dijo Dios: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos,
en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

En 1 Tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”

El hombre es imagen de Dios en el sentido que es un ser espiritual, tal como Dios lo es y es semejanza de Dios en el
sentido que es trino como Dios.

Juan 4:24
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Como vimos en 1 Tesalonicenses 5:23, el hombre posee tres partes: un espíritu, un alma y un cuerpo, que aunque
los separamos por cuestión de estudio, es una unidad.

El espíritu es la parte central del hombre, el verdadero yo del hombre.

Cuando el cuerpo físico del hombre muere y es enterrado, el espíritu sigue vivo. Es la parte eterna del hombre. El
espíritu nunca puede morir, y como hombre es un espíritu tampoco muere.

En Filipenses 1:23-24 Pablo se encuentra en una disyuntiva, no sabe si quedarse en la tierra o ir al Cielo: “Porque de
ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero
quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.”

Pablo dice que sea que muera físicamente o que se quede en la tierra él iba a seguir vivo.

Leamos 2 Corintios 4:16: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando,
el interior no obstante se renueva de día en día.”

La Biblia en Lenguaje Sencillo nos aclara la idea: “Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va
gastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza”.

Hay un hombre interior y un hombre exterior, el hombre interior es el espíritu, y el exterior es nuestro cuerpo. El
hombre exterior, el cuerpo, no es nuestro verdadero yo, es la casa donde vive el hombre interior que es el verdadero
yo.

Podemos definir entonces que el espíritu es el verdadero yo del hombre, el hombre interior, el cual es eterno.
También podemos definir que el cuerpo es el hombre exterior, la casa donde vivimos.

¿Qué es el alma? El alma es la parte mental o intelectual del hombre, donde se encuentran nuestras emociones,
pensamientos, decisiones e intelecto.
En Hebreos 4:12 hablando de la diferencia entre el espíritu y el alma dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,
y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Veamos como lo dicen otras versiones:

La Biblia de Jerusalén
Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las
fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del
corazón.

La Biblia de las Américas


Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división
del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las
intenciones del corazón.

Notemos que entre el espíritu y el alma hay una frontera o división, es decir son dos cosas distintas, aunque están
unidas, son parte de un todo, que es la persona. Por eso los separamos para poder estudiarlos.

En 1 Corintios 14:14 podemos ver la diferencia: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi
entendimiento queda sin fruto.” La Biblia de Jerusalén nos da más luces acerca de esto: “Porque si oro en lengua, mi
espíritu ora, pero mi mente queda sin fruto”.

El espíritu ora, pero el entendimiento o la mente, que es parte del alma, queda sin fruto. Es decir, podemos ver que
el espíritu y el alma son y tienen funciones diferentes.

Definiendo:

El espíritu es la parte central, el hombre interior, el verdadero yo del hombre.

El alma es la parte pensante del hombre, donde se encuentran las emociones, las decisiones y pensamientos del
hombre.

El cuerpo es la parte externa del hombre, el hombre exterior, la casa en la cual vivimos.

Entendiendo esto veamos la creación y la caída del hombre.

En Génesis 1:26-27 vemos que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, es decir como un ser espiritual,
y a la vez un ser trino, pues tenía un espíritu, un alma y un cuerpo.

Génesis 1:26-27
26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los
peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra
sobre la tierra.
27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Adán fue colocado en la tierra como el gobernador de este mundo, se le dio dominio y autoridad sobre toda la
creación; y se le encargo como tarea cuidar del huerto de Edén.

Se le dio inteligencia, de hecho el le puso nombre a todos los animales que existían, Dios le dio una compañera (Eva);
vivía en un lugar de gran abundancia, donde la felicidad y alegría reinaban.

Solo se le dio una advertencia: “Mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
(Génesis 2:16-17).
Ese momento Dios le dio algo al hombre, el libre albedrío; es decir, la capacidad de elegir su propio destino. El
hombre podía decidir si es que iba a vivir o a morir; la decisión no era de Dios sino de él.

Pero en Génesis 3:1-6 vemos que el hombre decidió desobedecer a Dios; en realidad, el estaba en su derecho pues
Dios le había dado la libertad de tomar sus propias decisiones y elegir su destino, pero decidió mal, falló en el blanco.

Génesis 3:1-6
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a
la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no
muráis.
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien
y el mal.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar
la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Ese el significado del pecado, fallar en el blanco. Adán pudo haber cumplido su meta y propósito pero el decidió
pecar y morir.

En Romanos 5:12 nos dice lo que paso: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado
la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”

El pecado había entrado al mundo, y con el la muerte, pues en Romanos 6:23 dice que la paga del pecado es la
muerte. Sin embargo, vemos que apenas Adán pecó no murió físicamente, sino que siguió viviendo hasta una edad
avanzada.

En este punto definamos lo que es la muerte. Contrario a lo que la gente piensa, la muerte no significa cesación de
vida; la muerte significa separación.

En Santiago 2:26 dice: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.”

Por ese motivo como vimos antes, Pablo decía que podía partir e ir al Cielo, o quedarse en la tierra, su espíritu y su
alma iban a ser separados de su cuerpo.

La muerte de la que estamos hablando es de la muerte espiritual, o la separación de Dios. Dios en su santidad no
podía tener comunión con el pecado y ese era el estado en el que el hombre quedo después de su caída.

Vemos que después de comer del fruto varias cosas pasaron con el hombre:

En primer lugar su naturaleza fue cambiada.

En Génesis 3:7-8 dice: “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces
cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al
aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.”

Hasta ese momento el no había conocido lo que era el temor, al ser abiertos sus ojos se dieron cuenta que algo les
faltaba.

En segundo lugar rompió su comunión con Dios.

En Génesis 3:9-10 dice: “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el
huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.”

Por primera vez el hombre estaba alejado de Dios, no podía estar en su presencia como sucedía antes.
En tercer lugar el hombre empezó a auto justificarse.

En Génesis 3:11-13 dice: “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te
mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”

El hombre no quiso aceptar su falta, le era más fácil echarle la culpa a Dios de lo que había hecho.

En cuarto lugar el hombre entró en maldición.

En Génesis 3:14-19 vemos que el hombre no solo murió espiritualmente sino que también entró en maldición y con
el arrastro a toda la creación.

Génesis 3:14-19
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los
animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú
le herirás en el calcañar.
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu
deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No
comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo
eres, y al polvo volverás.

En quinto lugar el hombre fue echado del Edén.

En Génesis 3:22-24 dice: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal;
ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó
Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al
oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el
camino del árbol de la vida.”

Finalmente el hombre fue echado del huerto, a una tierra totalmente diferente a la que conoció, donde las cosas le
iban a ser difíciles y complicadas, y donde finalmente moriría físicamente.

Sin embargo, dos cosas sucedieron que le darían esperanza al hombre de que sería finalmente redimido.

Primero, en Génesis 3:15 se da la primera mención respecto a la venida del Mesías al mundo.

Génesis 3:15
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le
herirás en el calcañar.”

Segundo, Dios establece el derramamiento de sangre como medio de expiación de los pecados del hombre.

En Génesis 3:21 dice: “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”

Para poder vestir con pieles a Adán y Eva Él tuvo primero que matar animales; esto significa que para cubrir el pecado
del hombre se necesitaba del derramamiento de sangre.

Jesús cumplió con estas dos cosas por nosotros; Él es nuestro Mesías y Él vino para quitar nuestros pecados por
medio de su sangre su sangre.
En Romanos 5:14, 18-19 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Así que, como por la transgresión de uno
vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,
así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”

Debido al pecado de Adán, todos los hombres murieron espiritualmente y luego físicamente; los hombres se
convirtieron en pecadores, pero por la obra de Jesús fueron hechos justos.

En Juan 8:44 vemos que la misma naturaleza del hombre fue cambiada y se convirtió en hijo del diablo: “Vosotros
sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y
no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es
mentiroso, y padre de mentira.”

El hombre que había sido creado para tener a Dios como Padre ahora tenía un nuevo padre que era el diablo.

En Efesios 2:1-3 vemos las consecuencias de esa transformación: “En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus
transgresiones y pecados, en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que
gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo
también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra
propia voluntad y nuestros propósitos.* Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios” (Nueva
Versión Internacional).

El hombre estaba muerto, viviendo en pecado, siguiendo los deseos de su cuerpo y su alma, se había convertido en
hijo de ira, es decir, condenado al infierno.

Por este motivo Dios tenía que preparar un plan para poder rescatar al hombre de su destrucción final; este plan de
rescate es la redención.

En 1 Pedro 1:18-19 podemos ver claramente lo que significó nuestra redención: “Sabiendo que fuisteis rescatados
de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.”

Fuimos rescatados de la esclavitud del pecado mediante el pago de un precio, la preciosa sangre de Jesús.

Veamos las 4 palabras griegas que se encuentran en el Nuevo Testamento y que son muy importantes para poder
entender nuestra redención.

1. AGORAZO

El término agorazo significa sencillamente comprar en un mercado; de manera más específica un mercado de
esclavos; donde estos eran tratados peor que animales, siendo pateados, golpeados, molestados, comprados y
vendidos; se les maltrataba para determinar cual era su temperamento.

Wuest dice acerca de esta palabra: “La primera (palabra para redención) es agorazo (1 Corintios 6:20), que significa
comprar en un mercado de esclavos). Éramos esclavos del pecado. El precio de nuestro rescate fue pagado por Jesús,
Su preciosa sangre. Pedro dice en su primera epístola (1:18) que no fuimos redimidos con las pequeñas monedas de
plata y oro que se usaban para comprar un esclavo y sacarlo de la esclavitud, sino con sangre preciosa y grandemente
honrada, de un cordero sin sangre ni contaminación, la sangre de Cristo. Además, los creyentes se han vuelto esclavos
de nacimiento del Señor Jesús por derecho de compra. La palabra doulos, esclavo de nacimiento en Romanos 6:18,
se refiere a uno nacido en esclavitud.”

Antes de venir Jesús, Satanás tenía el control del mercado de esclavos; ahora hemos sido redimidos; pero las
personas que rechazan a Jesús siguen en ese mercado.
Veamos Romanos 6:17-20 para ver esto de manera más clara: “Pero gracias a Dios, ustedes, después de haber sido
esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina que les ha sido transmitida y ahora, habiendo
liberados del pecado, han llegado a ser esclavos de la justicia. Voy a hablarles en términos humanos, teniendo en
cuenta la debilidad natural de su carne. Si antes entregaron sus miembros físicos, haciéndolos esclavos de la
impureza y de la iniquidad cada vez mayor, pónganlos ahora al servicio de la justicia que lleva a la santificación.
Porque cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia” (Biblia Expandida de Fe).

Este pasaje nos da una idea muy clara de lo que pasaba antes de conocer a Jesús, estábamos en ese mercado de
esclavo; esclavizados completamente al pecado; pero al recibir a Jesús y nacer de nuevo hubo un cambio; fuimos
quitados de ese mercado y dejamos de ser esclavos del pecado; ahora somos esclavos de la justicia.

Como dice en 1 Corintios 6:20 ya hemos sido comprados: “Porque han sido comprados por un precio. Por tanto,
glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios” (Nueva Biblia de los Hispanos).

La Biblia en Lenguaje Sencillo lo coloca de esta manera: “Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio
que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.”

Hemos sido comprados y rescatados del pecado; ahora tenemos un nuevo amo, al cual debemos honrar, agradar y
glorificar, a Dios.

En Efesios 2:2 vemos cual era nuestra condición antigua: “En los cuales anduvisteis [de manera continua] en otro
tiempo, siguiendo las corrientes y modas de este mundo [están bajo el vaivén de las tendencias de esta edad],
conforme al príncipe de la autoridad del aire (la atmósfera inferior), [son obedientes y están bajo el control de] el
espíritu [demoníaco] que ahora está operando en los hijos de desobediencia [los indiferentes, rebeldes, e incrédulos
que están en contra de los planes y propósitos de Dios]” (Biblia Expandida de fe).

Ya no vivimos bajo las corrientes ni modas de este tiempo, ni tampoco esclavizados bajo el dominio de Satanás ya
hemos sido hechos libres.

Ya hemos sido comprados y hecho libres.

Como dice en 1 Corintios 7:23: “Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie” (Nueva
Versión Internacional).

Somos libres por el pago de la Sangre de Jesús hace 2000 años por nosotros, así que no nos dejemos esclavizar por
nadie.

2. EXAGORAZO

Este término griego significa ser removido o quitado del mercado de esclavos, sacado para ser hecho libre, rescatado
de la perdición.

Wuest nos dice de esta palabra: “La segunda palabra que Pablo usa (para redención) es exagorazo; el comprar a un
esclavo sacándolo del mercado. El esclavo de nacimiento del Señor Jesús es comprado no solo para ser su esclavo,
sino que es comprado para salir del mercado de esclavos, para nunca volver a ponerlo en venta en ningún mercado
de esclavos. Se vuelve esclavo del Señor Jesús por el tiempo y la eternidad.”

En Gálatas 3:13 podemos ver la aplicación de esta palabra: “Cristo compró nuestra libertad [redimiéndonos] de la
maldición (el destino funesto) de la Ley [y su condenación] por [Si mismo] al hacerse maldición por nosotros, como
está escrito [en las Escrituras], Maldito todo el que es colgado de un árbol (es crucificado)” (Biblia Amplificada).

Nuestro precio no fue el de un esclavo barato; Jesús dio todo lo que tenía, su vida misma.

En Gálatas 4:3-5 volvemos a ver esta palabra: “Así también nosotros, cuando éramos menores de edad (en la etapa
de niñez), estábamos permanentemente sometidos a la esclavitud (servidumbre) de las leyes, las normas y los
principios del mundo en que vivimos. Pero cuando llego la plenitud (el cumplimiento) de los tiempos [, es decir, el día
señalado por Dios], Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido en sujeción a [las reglas y regulaciones de] la Ley,
para redimir (pagar el rescate y liberar) a los que estaban sujetos a la Ley, a fin de que fuéramos adoptados como
hijos [y podamos ser colocados en nuestra posición de hijos adultos]” (Biblia Expandida de Fe)

Cristo nos redimió para llevarnos de una posición de esclavos del pecado a hijos de Dios.

3. LUTROO

Lutroo significa simplemente el pagar un rescate.

Wuest dice de esta palabra: “La tercera palabra (para redención) es lutroo (1 Pedro 1:18, Tito 2:14). El sustantivo
teniendo misma la raíz quiere decir “el dinero del rescate usado para liberar a un esclavo”. El verbo quiere decir:
“liberar por el pago de un rescate.” El esclavo del Señor Jesús ha sido liberado de su primera esclavitud para pecar,
para lograr en su vida aquello que para lo cual fue creado por Dios, para glorificar a Dios y disfrutar de Él por
siempre.”

En 1 Pedro 1:18-19 dice: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un
cordero sin mancha y sin contaminación.”

En Tito 2:14 dice: “Que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y para purificar para
sí un pueblo escogido, celoso por hacer el bien” (EUNSA).

Jesús nos redimió de toda iniquidad, para que pasemos de nuestro antiguo amo el diablo a nuestro nuevo amo
Jesucristo, y podamos así tener comunión y servir a Dios.

4. APOLUTROSIS

Apolutrosis significa rescatar completamente, liberación, salvación, redención total.

Wuest nos dice de esta palabra: “La palabra redención es apolutrosis que Thayer define como sigue: ‘el redimir a uno
pagando un precio, hacer que uno salga libre por recibir un precio’; el sustantivo, ‘la liberación efectuada por el pago
de un rescate, liberación, liberación procurada por el pago de un rescate.’”

En Efesios 1:7 dice: “En quien tenemos redención (liberación, salvación y rescate) a través de su sangre, la remisión
(perdón y libertad) de nuestros pecados (faltas y transgresiones), según las [abundantes] riquezas de su gracia (el
favor y la buena voluntad de Dios hacia nosotros)” (Biblia Expandida de Fe).

En Romanos 3:24 dice: “Justificándose gratuitamente por su gracia, por la redención la en Cristo Jesús” (La Biblia de
las Américas).

Hemos sido justificados gratuitamente por la gracia de Dios por medio de la redención que tenemos en Cristo Jesús..

Podemos ver estas 4 palabras de esta manera:

1. Agorazo - Jesús nos encontró en nuestra esclavitud

2. Exagorazo - Jesús nos quitó de ella

3. Lutroo - Jesús pagó nuestra rescate

4. Apolutrosis - Jesús nos restauró cómo hijos de Dios


Ahora vivimos en un nuevo reino debido a la redención que tenemos en Cristo tal como dice Colosenses 1:13: “Él
nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo” (Nueva Versión Internacional).
Capítulo 4
Nuestra Justificación
2 Corintios 5:17-21
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados,
y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en
nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él.

Hemos sido hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús, las cosas viejas ya pasaron, todo es hecho nuevo. Sin embargo,
cuando recibimos a Jesús todo parecía ser igual exteriormente; teníamos el mismo pelo, los mismos ojos, el mismo
cuerpo, pensábamos igual, sentíamos lo mismo; ¿dónde fue el cambio?

1 Tesalonicenses 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

El hombre es un ser trino, tiene un espíritu, un alma y un cuerpo. Pero aunque son tres partes, el hombre es un solo
ser.

El espíritu es la parte central del hombre, la verdadera persona. El alma es la parte mental del hombre, donde está
su intelecto, sus pensamientos, sentimientos deseos y voluntad, el cuerpo es la parte exterior del hombre, donde se
encuentran los sentidos físicos.

Podemos decirlo así: “El hombre es un espíritu que posee un alma y vive en un cuerpo.”

Al nacer de nuevo la parte de nuestro ser que se convierte en una nueva criatura es nuestro espíritu.

Romanos 12:2
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Nuestra alma no ha sido cambiada por eso debemos hacer algo con ella, debemos renovar nuestra mente con la
Palabra de Dios.

1 Pedro 1:23
23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece
para siempre.

1 Pedro 1:23 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)


23 Por cuanto habéis nacido de nuevo, no de un padre mortal, sino de uno inmortal, mediante la palabra de Dios
viva y permanente.

Hemos nacido de nuevo por la Palabra de Dios.

En Juan 3 Jesús habló con Nicodemo acerca del nuevo nacimiento:

Juan 3:1-8
1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre
de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel
que es nacido del Espíritu.

Nicodemo no estaba entendiendo las palabras de Jesús, pensaba que Jesús le estaba hablando acerca de la
reencarnación: por eso le preguntó si un hombre debía volver de nuevo al vientre de su madre y nacer, pero Jesús
le estaba hablando de algo completamente diferente, del renacimiento del espíritu humano.

Efesios 2:1-10
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad
del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas.

Debido al pecado, estábamos muertos espiritualmente, es decir, separados de Dios. Pero Dios nos dio vida cuando
hizo resucitar nuestro espíritu muerto y nos sentó en los lugares celestiales juntamente con Cristo.

Como vimos en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él.”

Jesús que nunca había pecado, tomó nuestro lugar y se hizo pecado por nosotros para que fuésemos justos delante
de Dios.

Un pasaje muy conocido por todos nosotros es Romanos 3:23, que dice: “Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios.” Este pasaje siempre lo usamos cuando predicamos, pero no nos damos cuenta de
que lo estamos sacando de su contexto.

Romanos 3:21-26
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber
pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la
fe de Jesús.
El contexto de este pasaje es la justicia de Dios, la justificación ha sido provista gratuitamente por Dios a todos los
hombres mediante la redención que es en Cristo Jesús, debido a que todos los hombres sin excepción son incapaces
de salvarse por si mismos debido al pecado que es lo que los separa de Dios.

Esta palabra justificación significa sencillamente que Dios nos declaró inocentes e hizo justos no por nuestras propias
acciones de justicia sino por medio de la obra de Cristo.

En 2 Corintios 5:19 vimos: “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a
los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” Es decir, Dios estaba en Cristo
reconciliando al mundo, no tomándole a los hombres sus pecados; y es lo que vemos en los versos 25 y 26 de
Romanos, que por medio de la sangre de Jesús Dios manifestó su justicia, debido a que pasó por alto nuestros
pecados pasados con el fin de manifestar su justicia.

No son nuestras propias acciones, no son nuestras obras de justicia. Como dice en Isaías 64:6: “Si bien todos nosotros
somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.”

No es nuestra justicia, pues ella es incapaz de alcanzar a Dios, ya que para el es como un trapo de inmundicia. La
traducción literal se que nuestras propias justicias son para Dios como un trapo de menstruación usado.

En Romanos 5 vemos:

Romanos 5:17-19
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los
que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la
justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por
la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

Debido al pecado de Adán es que la condenación y la muerte espiritual reinaron en el mundo sobre todos los
hombres, los cuales se volvieron pecadores; pero por medio de Jesucristo, los hombres han sido constituidos justos.

Ahora podemos caminar con la cabeza levantada, sin temor, culpabilidad ni condenación porque somos nuevas
criaturas que han sido justificadas por Cristo.

Ya no eres un pecador ahora eres un justo.

Cuando Satanás te diga que eres un sucio pecador dile: “eres un mentiroso, yo soy justo delante de Dios.”

Antiguamente yo decía: “Soy un pecador salvo por gracia”; pero ya no, ahora sé lo que soy, “soy un justo salvo por
gracia.”

En Romanos 5:1 dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo.” Dios ya no tiene nada contra nosotros, estamos en paz con Él. En los versos del 8 al 11 amplia más esta
idea:

Romanos 5:8-11
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido
ahora la reconciliación.

Ya no somos enemigos con Dios, la ira de Dios ya no está contra nosotros, por medio de la sangre de Cristo hemos
sido justificados y reconciliados con Dios.
No, ya no son los pecados los que separan al hombre de Dios, es un solo pecado el que causa la separación, el no
creer en Jesús; como dice en Juan 16:

Juan 16:8-9
8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
9 De pecado, por cuanto no creen en mí.

Es por eso que el infierno está hoy lleno de personas cuyos pecados han sido perdonados, por un solo motivo, porque
decidieron no creer en Jesús.

Pero nosotros, que hemos decidido creer en Jesucristo hemos recibido la justificación, es decir, hemos sido
declarados inocentes y hechos justos,
Capítulo 5
Nuestra Identificación Con Cristo
Romanos 5:12
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a
todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

1 Corintios 15:21-22, 45
21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

Desde el punto de vista de Dios, en el momento que Cristo fue crucificado, muerto, sepultado, resucitado y sentado
en los lugares celestiales, nosotros también.

El primer Adán fue la cabeza de una raza de hombres que murió espiritualmente; el postrer Adán es la cabeza de
una nueva raza de hombres que nunca antes existió.

Todos los hombres están incluidos en Adán y en todas las cosas en las que participó, pues estamos identificados con
él.

Identificación significa: “La identificación con Cristo es nuestra completa unión con todo lo que él hizo, junto con él
pasamos lo que él pasó. La identificación es el aspecto legal de nuestra redención, lo que el Espíritu hace en nosotros
es el aspecto vital. La identificación es todo lo que Cristo obtuvo para la nueva criatura.”

Doce Aspectos de la Identificación


1. Crucificados con Cristo
Gálatas 2:20
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne,
lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Ya hemos sido juzgados, condenados, flagelados, desvestidos y crucificados con él.

Romanos 6:6
6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Participamos en sus sufrimientos y estamos incluidos en su muerte para ya no estar bajo el primer Adán sino bajo
Cristo.

Romanos 6:14
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Hemos muerto y ya no estamos bajo ley sino bajo la gracia.

2. Él Fue Hecho Pecado


2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en
él.

2 Corintios 5:21 (Wuest)


21 Aquel que no conoció pecado de manera experimental, a favor y en vez de nosotros, fue hecho pecado, para que
nosotros, podamos convertirnos en la justicia de Dios en Él.

2 Corintios 5:21 (Biblia en Lenguaje Sencillo)


21 Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.

2 Corintios 5:21 (Biblia Latinoamericana)


21 Dios hizo cargar con nuestro pecado al que no cometió pecado, para que así nosotros participáramos en él de la
justicia y perfección de Dios.

2 Corintios 5:21 (Biblia del Pueblo de Dios)


21 A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos
justificados por él.

2 Corintios 5:21 (Biblia Castilian)


21 Porque Dios tomó a Cristo, que de sí mismo no conocía el pecado, y le hizo cargar con el nuestro como si fuera
suyo; de esta forma, a nosotros, libres ya de toda culpa, Dios nos declara justos.

2 Corintios 5:21 (Versión Torres Amat)


21 El cual por amor de nosotros ha tratado a aquel que no conocía al pecado, como si hubiese sido el pecado mismo,
con el fin de que nosotros viniésemos a ser en él justos con la justicia de Dios.

Al ver varias versiones de la Biblia podemos ver la riqueza de la obra de Dios por nosotros por medio de Jesucristo.

A pesar de que Jesús no peco ni conoció por experiencia el pecado; Dios mismo lo idéntico con el pecado a favor de
nosotros y en nuestro lugar, al poner sobre Él y cargar nuestro pecado como si fuera suyo.

Todo esto lo hizo con el propósito de librarnos de la pecado para hacernos justos e inocentes, para que en Él
participáramos de su justicia y perfección.

Al hacerse pecado Jesús se estaba identificando con los hombres tomando la naturaleza caída para poder tomar
nuestro lugar y justificarnos.
.
3. Él Fue Hecho Enfermedad
Isaías 53:3-5
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido.
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y
por su llaga fuimos nosotros curados.

En esa cruz Jesús no solo llevó nuestros pecados sino también nuestra enfermedad. Él se hizo enfermedad por
nosotros para que no tengamos que sufrir en enfermedad.

Mateo 8:17
17 Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó
nuestras dolencias.

No tenemos que estar llevando lo que Jesús llevó. Jesús llevó nuestras enfermedades; no hay ningún motivo para
que las llevemos en nuestro cuerpo.
Una vez le di un ejemplo a mi hijo Ricardo mientras íbamos a la escuela de Sanidad Divina.

Yo le había estado enseñando que Jesús había llevado nuestras enfermedades, así que le dije: “Supongamos que mi
Biblia es la enfermedad, yo soy el enfermo y tu eres Jesús, ahora tu toma la Biblia y llévala”; el me quitó la Biblia y se
la llevó, así que le dije: “Eso fue lo que hizo Jesús el tomó nuestras enfermedades y se las llevó, ahora él es quien
tiene nuestras enfermedades.”

A veces pensamos que tenemos que ir por la vida llevando nuestras enfermedades; pero, la enfermedad ya no es
nuestra, Jesús la tomó y se la llevo, así que no vayas detrás de él, queriendo quitarle tu enfermedad para volverla a
sufrir.

4. Él Se Hizo Pobre
2 Corintios 8:9
9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para
que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

2 Corintios 8:9 (Nueva Biblia de los Hispanos)


9 Porque conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a ustedes se hizo
pobre, para que por medio de Su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.

2 Corintios 8:9 (Dios Habla Hoy)


Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes,
para que por su pobreza ustedes se hicieran ricos.

Fue en la cruz donde Jesús se hizo pobre por nosotros, cuando fue crucificado no tenía ni siquiera el taparrabo que
le pusieron para tapar sus partes íntimas, estaba totalmente desnudo.

Durante su ministerio nunca experimentó hambre ni necesidad, todo lo que necesitaba lo tuvo. Pudo alimentar
durante todo su ministerio a sus discípulos, dio de comer a los pobres, no le falto donde dormir a él ni a los suyos.
Sin embargo, en esa cruz lo dejó todo, murió sin nada.

Es a través de está pobreza que nosotros somos hechos ricos.

Hebreos 8:6
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores
promesas.

Es a través de nuestra identificación con Cristo que recibimos las bendiciones del nuevo pacto. Todo lo que somos y
lo que tenemos es la consecuencia de la obra de Jesús por nosotros.

En el mundo tendremos aflicción y persecución, pero eso no significa que dejemos de recibir las cosas que nos
pertenecen.

La tribulación contra el creyente no es la enfermedad ni la pobreza, la tribulación es un ataque contra el creyente


debido a la Palabra que ha recibido.

Marcos 4
16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la
reciben con gozo;
17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por
causa de la palabra, luego tropiezan.

La tribulación o persecución vienen con el propósito de robar la Palabra que fue sembrada en nosotros

Juan 16:33
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido
al mundo.

A pesar de las persecuciones que lleguen contra nosotros tenemos la victoria.

5. Hemos Muerto con Él


Isaías 53:9-12
9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo
engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación
por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a
muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta
la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

En Hebreo dice “en sus muertes”. Para poder identificarse con nosotros Jesús tuvo que morir tanto física como
espiritualmente.

2 Timoteo 2:11-13
11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él;
12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará.
13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.

Para vivir con él también debemos morir con él.

Romanos 6:7
7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

Al morir con Él es que somos justificados del pecado.

1 Pedro 2:24
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los
pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

Jesús se hizo pecado por nosotros para que nosotros podamos vivir.

6. Fuimos Sepultados con Él


Colosenses 2:12-13
12 Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de
Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados.

Romanos 6:4
4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

El hecho de haber sido sepultados con Cristo significa que nuestro viejo hombre ya fue sepultado y nosotros somos
ahora nuevas criaturas.

7. Él Sufrió Todo por Nosotros


Salmo 88:3, 7
3 Porque mi alma está hastiada de males, mi vida cercana al Seol.
7 Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah

Este Salmo nos habla de los sufrimientos que iba a sufrir Cristo por nosotros.

1 Pedro 3:18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo
a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.

Jesús sufrió en la carne para llevarnos a Dios.

Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero
y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades.

Jesús sufrió los tormentos del infierno, la ira y separación de Dios y debido a eso paralizó a Satanás y le quitó las
llaves de la muerte y el hades.

8. Vivificados con Él
Colosenses 2:13
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados.

Efesios 2:5
5 Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).

Nosotros que estábamos muertos hemos recibido la vida eterna juntamente con Jesucristo.

Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección.

Hechos 13:33
33 La cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el
salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

1 Pedro 3:18
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo
a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.

A través de la resurrección de Jesús es que nosotros somos llevados a Dios,

9. El Fue Hecho Justo


Romanos 3:21-26
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber
pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la
fe de Jesús.
Somos justos por la obra de Dios en Cristo, y por eso es que tenemos la naturaleza de Dios en nuestras vidas.

Romanos 4:24
24 Sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó
de los muertos a Jesús, Señor nuestro,
25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Jesús fue hecho justo cuando resucito a fin de poder justificarnos.

10. Conquistó a Satanás


Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero
y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades.

En su resurrección Jesús conquistó el reino de Satanás y tomó dominio sobre él.

Mateo 28:18
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra

Jesús recibió la autoridad que el diablo tenía sobre la tierra.

Colosenses 2:15
15 Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

En la cruz Jesús despojó al diablo y sus huestes de su poder y autoridad.

Hebreos 2:14
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por
medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo

Este verso es un poco engañoso en la revisión Reina Valera de 1960, nos hace pensar que Satanás fue destruido,
pero veamos que dicen otras versiones.

El Nuevo Testamento de Arcas y Fernández dice: “Y como los miembros de una familia participan de una misma
carne y sangre, también Jesús comparte carne y sangre con los hombres. Puede así, con su muerte, reducir a la
impotencia al señor de la muerte, es decir, al diablo”

Esta versión dice que Satanás fue reducido a la impotencia.

Veamos lo que dice la Biblia Latinoamericana: “Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también
experimentó esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al
diablo.

Aquí dice que le quito su poder a Satanás.

La Biblia de las Américas lo describe así: “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente
participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte,
es decir, el diablo.”

Aquí vemos que anuló su poder.


La Palabra de Dios Para Todos dice: “Los hijos de una familia son seres de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de
carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la
muerte.”

Entonces, vemos que Jesús no destruyo a Satanás lo que hizo fue quitarle y anular su poder, reduciéndolo a la
impotencia.

Romanos 8:37
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Nos identificamos con esta victoria en el hecho de que somos más que vencedores, es decir, Jesús ya venció la
batalla, ahora nosotros disfrutamos de la victoria.

11. Somos Resucitados con Él


Romanos 6:5
5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección.

El ser plantados juntamente con Jesús en su resurrección, significa que Dios acepto el sacrificio de Jesús en la cruz y
que podemos disfrutar de la vida eterna.

Efesios 1:19, 20, 2:1


19 y cuál la extraordinaria grandeza de su poder con respecto a nosotros, los que creemos, según la eficacia del
poder de su fuerza
20 que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo,
2:1 Y a vosotros, que estabais muertos por las culpas y pecados.

Nosotros somos también identificados con Cristo en su resurrección.

12. Se Sentó
Hebreos 1:3
3 El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a
la diestra de la Majestad en las alturas.

Colosenses 3:1
1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Jesús habiendo acabado su obra en la tierra se sentó a la diestra de Dios; esto significa que ya no le toca a él hacer
la obra aquí en la tierra sino a nosotros.

Juan 19:30
30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.

Su obra ya terminó, el pagó el precio de nuestra redención por tanto hagamos nosotros las obras de Dios en la tierra.

Efesios 2:4-7
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo(A) (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús.

Jesús terminó su obra y nosotros estamos sentados con el en el mismo trono de autoridad en que Él está.
Romanos 5:17
17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los
que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

La Versión Amplificada dice que “reinemos como reyes en vida”; es decir, ya que estamos sentados en el mismo
trono de Jesús, reinemos en esta vida como reyes.
Capítulo 6
Las Bendiciones de la Promesa
Gálatas 3:6-14
6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a
Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.
9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. 10 Porque todos los que dependen de las obras
de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas
en el libro de la ley, para hacerlas.
11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el
que es colgado en un madero),
14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la
promesa del Espíritu.

Las bendiciones del pacto de Abraham son para los creyentes por medio de la fe en Jesucristo.

Gálatas 3:15-18
15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida,
ni le añade.
16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase
de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta
años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.

El pacto fue hecho por la fe y no por la ley; es decir, la herencia del pacto viene para aquellos que somos de la fe.

El pacto con Abraham vino 430 años antes de la ley.

Gálatas 3:19-29
19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien
fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.
21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la
justicia fuera verdaderamente por la ley.
22 Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los
creyentes.
23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús.
29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

La ley no fue dada para justificarnos, pues nadie puede cumplirla debido a que exige un cumplimiento total. La ley
era como un ayo (paidagogos) que nos lleva a Cristo.

Paidagogos significa “Un guía, un guardián o entrenador de niños; literalmente un líder de niños, un tutor. El
paidagogos no era un instructor de niños, pues, su propósito no era la impartición de conocimiento sino el
entrenamiento y la disciplina, así que ejercía una supervisión general sobre el niño, y era responsable de su bienestar
moral y físico.”

La ley no es lo que nos justifica sino la promesa que se recibe por medio de la fe en Cristo.

Por ese motivo es que las bendiciones de Abraham las recibimos por medio de la fe en Jesucristo.

Hebreos 8:6
6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores
promesas

Ahora estamos en un mejor pacto porque recibimos la promesa por medio de la fe y no por medio de las obras de la
ley; es decir, no es por medio de nuestras acciones que recibimos la promesa, sino por las acciones de otro, es decir
de Jesucristo

Romanos 4:1-16
1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.

Abraham mismo recibió las promesas por medio de la fe y no por medio de las obras

4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

No podemos esperar justificarnos ante Dios por medio de las obras para alcanzar justicia, porque en ese caso
recibiríamos la justicia como un salario por nuestras obras, mas es por fe, para que sea por gracia de Dios.

6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,
7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.
8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.

Aquí vemos que David también habló de una justificación gratuita, no por las obras que se hagan sino por el favor
de Dios.

9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión?
Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia.

¿Para quién es esta bendición? ¿Para los de la ley, o para los de la fe?

10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la


incircuncisión.
11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que
fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia;

Vemos que Abraham recibió la circuncisión, que es la señal del pacto, como consecuencia de la fe que tuvo cuando
era incircunciso.

12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas
de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

Y vemos que Abraham no solo es padre de los judíos, que son os que se circuncidan según la carne, sino también
padre de los que seguimos sus pisadas de fe, es decir de aquellos que hemos creído en el Señor Jesucristo.

13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino
por la justicia de la fe.

La promesa que recibió Abraham de ser heredero del mundo no vino por medio de la ley sino por medio de la fe.
14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

Si la ley nos diese la promesa, tendríamos que ganarla por medio de nuestras buenas acciones y la fe de nada valdría.

16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no
solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos
nosotros.

La promesa es por medio de la fe para que pueda ser firme para los que somos de la fe de Abraham; y por ser hijos
de Abraham podemos decir: “Las bendiciones de Abraham son mías.”

Bendiciones de Abraham
1. Abraham Recibió la promesa de Heredar el Mundo

Romanos 4:13
13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino
por la justicia de la fe.

Abraham recibió la promesa de heredar el mundo.

2. No Tuvo Enfermedad
Génesis 25:7-8
7 Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.
8 Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.

No hay ningún registro de que Abraham tuviese alguna enfermedad, es mas, el vivió hasta los 175 años, en buena
vejez (sin enfermedad) y lleno de días.

3. Dejó la Familia del Diablo para entrar a la Familia de Dios


Génesis 12:1-3
1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te
mostraré.
2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que
te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Dios lo sacó de una tierra de idolatría a ser el pueblo de Dios.

Génesis 17:7
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para
ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

A través del pacto Dios se convierte en el Dios de Abraham y el de su descendencia.

4. Nunca le Faltó Dinero


Génesis 13:2
2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.
Abraham era riquísimo en todo lo que tenía.
Génesis 14:21-23
21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.
22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la
tierra,
23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí
a Abram.

Abraham tenía la oportunidad de quedarse con todos los bienes que recuperó, pero él decidió poner su confianza
en el Dios que lo enriquecía y rechazó lo que le ofrecieron.

Génesis 25:10,34,35,53
10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de
su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
34 Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham.
35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos
y siervas, camellos y asnos.
53 Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su
hermano y a su madre.

Dios engrandeció a Abraham de tal manera que cuando mandó buscar esposa para su hijo pudo mandar a su siervo
con 10 camellos llenos de regalos escogidos, alhajas de plata y oro y vestidos.

Nunca le faltó ningún bien a Abraham.

5. Dios se Convirtió en el Protector de Abraham

Génesis 12:3
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Génesis 15:11
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu
galardón será sobremanera grande.

A través del pacto, Dios se convierte en el protector de Abraham.

6. Dios Hizo un Pacto Perpetuo con Abraham

Génesis 17:7
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para
ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

Dios estableció un pacto perpetuo con Abraham.

Salmo 89:34
34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

Dios nunca olvidará el pacto que hizo con Abraham.

7. Las Bendiciones de Abraham son para su descendencia

Génesis 13:15-16
15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu
descendencia será contada.

Génesis 15:5-6
5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu
descendencia.
6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

Abraham tuvo dos descendencias: la descendencia que es como el polvo de la que es el pueblo de Israel y la
descendencia que es como las estrellas del cielo que son los creyentes.

Génesis 17:7-8
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para
ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad
perpetua; y seré el Dios de ellos.

Las bendiciones de Abraham son tanto para el pueblo de Israel como para nosotros los creyentes, los cuales somos
los hijos de Abraham por medio de la fe. Por eso podemos decir: “Las bendiciones de Abraham son mías”.
Capítulo 7
El Espíritu Santo en Nosotros
2 Corintios 6:4-18
14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y
qué comunión la luz con las tinieblas?
15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como
Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
18 Y seré para vosotros por Padre, vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Dios ya no habita en templos hechos de manos humanas, Dios habita ahora dentro de personas, los creyentes somos
ahora el templo de Dios, y Dios habita en nosotros.

Juan 7:37-39
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo,
porque Jesús no había sido aún glorificado.

Jesús a través de su obra redentora permitió que el Espíritu Santo llegase a vivir en nuestras vidas.

Hechos 10:38
38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Jesús mismo durante su ministerio fue ejemplo de un creyente caminando bajo la unción y poder del Espíritu Santo.

Lucas 3:21-22, 4:14


21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,
22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres
mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.

Jesús no empezó su ministerio hasta ser lleno del Espíritu Santo.

Juan 14:12,15-18
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará,
porque yo voy al Padre.
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis,
porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

Jesús dijo que nosotros haríamos incluso mayores obras que las que él hizo, pero que no las haríamos solos sino que
el consolador, el Espíritu Santo a estar en nosotros.

Juan 14:26
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho.

El Espíritu Santo que vive en nosotros nos enseña todas las cosas y nos hace recordar las cosas que Jesús nos dice.
¿Cuándo es que Jesús nos habla? Cuando pasamos tiempo en la Palabra de Dios y la depositamos en nuestro Espíritu.
En ese momento le damos materia prima al Espíritu Santo para que pueda hablarnos.

Juan 15:26
26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre,
él dará testimonio acerca de mí.

El consolador es enviado por el Padre y por Jesús para estar con nosotros, es él Espíritu Santo, quien viene para dar
testimonio de Jesús.

Hechos 5:1-10
1 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,
2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.
3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del
precio de la heredad?
4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida,
¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.
7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han
sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la
sepultaron junto a su marido.

En la historia de Ananías y Safira vemos que Pedro les dice que al mentir al Espíritu Santo, le estaban mintiendo a
Dios. Es decir, que el Espíritu Santo es Dios.

Al contrario de lo que los testigos de Jehová dicen, el Espíritu Santo es Dios mismo.

Juan 3:1-7
1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios.
4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre
de su madre, y nacer?
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

El día que nacimos de nuevo, nacimos del Espíritu de Dios; no fue un volver a nacer como dentro del vientre de
nuestra madre, o la reencarnación que piensan las religiones orientales; el nuevo nacimiento es el renacimiento del
Espíritu Santo por la obra interior del Espíritu Santo.

1 Corintios 3:16-17
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros,
santo es.

Ese día nos convertimos en el templo del Dios viviente y el Espíritu Santo vino a morar en nosotros.

1 Pedro 2:4-5
4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Ahora somos casas espirituales que deben ofrecer sacrificios espirituales a Dios.

1 Juan 4:4
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo.

No tenemos que temer ningún ataque del diablo porque el mayor, el Espíritu Santo está morando en nuestro interior.

Romanos 8:9-11
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si
alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa
de la justicia.
11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a
Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Debemos tomar ventaja del mayor que mora en nosotros, apropiarnos de los beneficios que tenemos por su morada
en nosotros, y dejar que actúe en nuestras vidas.

Vous aimerez peut-être aussi