Vous êtes sur la page 1sur 3

Universidad Nacional

De San Agustín
T
R
A
B
A Facultad De
Agronomia

J Curso

Docente
Metodologia del Trabajo Intelectual Universitario
Manuel Augusto Vicente Otazú

Anyelo Rosello Quispe


Alumno

O
Majes - Arequipa, Perú
2019
El Suicidio de Alan García

Anyelo Rosello

El suicidio de Alan García, y sobre todo las circunstancias que rodearon el hecho, no sólo
sorprendió al país sino que, tambien, dividió aún más a los peruanos y generó un debate que
recién se inicia y que tiene que ver con las causas del acontecimiento pero también con el
personaje que lo consumó, con las acciones que lo indujeron a hacerlo y hasta con el imperio
de la justicia en un país como el nuestro, convulsionado por el accionar de mafias, que ha
colocado al Perú virtualmente al borde de un acantilado.

El suicidio, es el acto por el que una persona de forma deliberada se provoca la muerte. Por lo
general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible a una enfermedad física,
una enfermedad mental, como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o
el trastorno límite de la personalidad, el alcoholismo o el abuso de sustancias. No obstante, el
más importante factor de riesgo individual es el antecedente de un intento de suicidio no
consumado. A menudo influyen diversos factores estresantes como las dificultades
financieras, los problemas en las relaciones interpersonales o el acoso psicológico.

Los métodos de suicidio varían por país y están parcialmente relacionados con su
disponibilidad. Los más comunes son el ahorcamiento, el envenenamiento con plaguicidas y la
manipulación de armas de fuego. Esta fue la causa de muerte de 817 000 personas
globalmente en 2016, un aumento en comparación con las 712 000 muertes por esta razón en
1990. Por lo anterior, el suicidio es la décima causa de muerte a nivel mundial elevándose a la
segunda entre jóvenes de 15 a 29 años. Es más común en hombres que en mujeres; los
primeros tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de suicidarse que las últimas. Se
estima que cada año hay de diez a veinte millones de intentos de suicidio, que cuando no son
mortales pueden aún acarrear lesiones e incapacidades a largo plazo. Por su parte, los intentos
no consumados son más comunes en jóvenes y en mujeres.

En la antigua Grecia, quitarse la vida era considerado un error irreparable y, por tanto,
rechazado. Platón, sin embargo estableció “excepciones”: El que la muerte, fuese impuesta
por el Estado; que derivara de una enfermedad mortal; o que fuere resultado de una desgracia
insuperable que rebasara la resistencia emocional del afectado. A esta tercera excepción,
podría haber acogido García quien, de alguna manera, se despidió de todos en la rueda de
prensa que ofreciera en la víspera.
Todos estos elementos, nos dan suficiente poder para juzgar lo ocurrido el pasado 17 de abril
en circunstancia en la que el ex Presidente resistió a su manera, la orden de captura dictada
por el Poder Judicial para el cumplimiento de una prisión pre-eliminar, habida cuenta de la
naturaleza de los delitos que se le incriminaban y que eran muy semejantes a los que habían
llevado tras las rejas a variaos de sus colaboradores.

Por otro lado, su detención era esperada hacía mucho tiempo y más bien los peruanos se
preguntaban por qué ella no ocurría, existiendo poderosos elementos de juicio en su contra.
Por lo demás los cargos levantados no tenían ninguna connotación ideológica ni política. Se
trataba de acusaciones puntuales derivadas de su propia gestión gubernativa, del uso de
fondos del Estado y de recepción de dineros del exterior obtenido en forma ilegal.

En el fondo, eran acusaciones en buena medida similares, aunque bastante más graves, que
las que llevaron a prisión a Ollanta Humala durante nueve meses; que mantienen tras las rejas
a Keiko Fujimori desde diciembre pasado; y que han dado lugar hace apenas unos días a la
captura de Pedro Pablo Kuczynski, el ex-presidente peruano electo el 2016.

Tras conocerse este miércoles la noticia de su trágica muerte, las reacciones no se hicieron
esperar: “Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis
condolencias a su familia y seres queridos”, aseguró a través de Twitter el mandatario
peruano, Martín Vizcarra.

Si bien es cierto que el suicidio de García es la causa más trágica del proceso por corrupción de
Odebrecht, los cuatro últimos ex presidentes peruanos (incluido el líder del Apra) que
ocuparon el cargo sucesivamente desde 2001 hasta 2018 se han mantenido en la mira de la
justicia desde que se destapó, en diciembre de 2016, el escándalo de corrupción de la
constructora brasileña.

Su luctuosa muerte, no lo convirtió en héroe, ni borró sus crímenes. Para el mundo, Hitler
siguió siendo uno de lo más grandes criminales de la historia humana. Y su muerte, fue
atribuida a la cobardía que lo atenazó cuando supo que tendría que dar cuenta de sus actos.

Aquí ocurre lo mismo. Alan García nunca será absuelto por la historia.

Vous aimerez peut-être aussi