LIBRO: CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR (FIERRE PAULO)- SIGLOXIX 2008
MAESTRA: EDILMA BERNAL VALENCIA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL DE COLOMBIA
FACULTAD DE BELLAS ARTES DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN MUSICAL BOGOTÁ, 2019. PRÓLOGO.
El siguiente trabajo está basado en el resumen de una lectura,
que me fue otorgada en la clase pasada, corresponde al autor Fierre Paulo y el título del libro es cartas a quien pretende enseñar. En donde demuestra la importancia de los valores del docente, pedagogo. DE LAS CUALIDADES INDISPENSABLES PARA EL MEJOR DESEMPEÑO DE LAS MAESTRAS Y MAESTROS PROGRESISTAS.
Teniendo en cuenta que el progresismo es la ideología o doctrina que
defiende y busca el desarrollo y el progreso de la sociedad en todos los ámbitos especialmente en lo político social. Este resumen relata las cualidades y virtudes que debe tener el maestro a la hora de enfrentarse enriqueciendo su labor docente, para así un mejor desempeño. Estas están divididas en cinco secciones, cada una de ellas explica de manera clara y concisa, en contexto a lo que se debe poner en práctica. La primera virtud es: HUMILDAD: y para esto exige confianza en nosotros mismos, respeto, tanto para nosotros como para los demás. Y esta virtud nos permite reconocer que todos sabemos algo, y a la vez que todos ignoramos algo, sin importar su nivel intelectual etc. Expresa que cuando nos sentimos “llenos de nosotros mismos” es arrogancia, porque no nos atrevemos a escuchar al otro o a reflexionar sobre las situaciones de la otra persona, siempre buscando mi propio bien. Y es ahí, cuando aparece un auxiliar para la humildad y este es el sentido común, que nos ayuda a identificar actitudes cuando estamos cerca de superar el límite a partir del cual nos vamos perdiendo. El autoritarismo que no es más que “posiciones rebeldes que adoptan los hijos o alumnos, que pueden repercutir en la apatía, en la obediencia exagerada, en audiencia sin crítica, renunciación así mismo y miedo a la libertad. AMOROSIDAD: Sin ella no habría un buen desempeño como pedagogo y amorosidad no solo se refiere a sus alumnos si no al proceso de enseñar, sin ello no se podría sobre vivir a las negatividades de su quehacer. Por ejemplo, las injusticias, teniendo en cuenta que venimos de un contexto tan violento, la indiferencia del poder público, expresados en la desvergüenza de los salarios y a pesar de cada problemática social que se presenta en los educadores siguen entregando su amor por la vocación. VALENTIA: Virtud como superación del miedo: Cuando hablamos del miedo, nos referimos a algo muy concreto. Reflexión sobre la necesidad de ser muy claros respecto a nuestras opciones ante cualquier situación, reconociendo que sentir miedo es la manifestación de que estamos vivos. Lo que no se puede permitir es que el miedo nos paralice Educando el miedo, nace la valentía. TOLERANCIA: Sin esto es imposible realizar un trabajo pedagógico serio; no habría una experiencia democrática seria, autentica. L tolerancia no es amenazar al agresor ni disfrazarla, nadie aprende a ser tolerante en un clima de irresponsabilidad en el cual no se hace democracia, el acto de tolerar implica tener límites. La capacidad de decisión del educador o educadora es absolutamente necesaria en su trabajo formador, decidir significa romper para optar. SABIDURÍA: Con esta debe entregarse a la experiencia de vivir la tensión entre la paciencia y la impaciencia. En donde la paciencia desacomodada puede conducir a la inmovilidad o la inacción. Y la impaciencia puede llevar a la maestra a un activismo ciego, a la acción por si misma donde no se respetan las relaciones necesarias entre la táctica y la estrategia. PARSIMONIA VERBAL: Es la que implica el acto de asumir la tensión entre la paciencia y la impaciencia. El discurso del paciente siempre es bien comportado, mientras que el discurso del impaciente en general va más allá de lo que la realidad misma soportaría. El discurso y practica de que se es solo paciente en la clase hace pensar a los educandos que casi todo es posible, pero también existe el discurso nervioso, arrogante, incontrolado, irrealista sin límite que esta empapado de inconsistencia, de irresponsabilidad. Y estos discursos no ayudan en absolutamente nada al educando. Entonces el autor contribuye a crear la escuela alegre, a forjar la escuela feliz. Y esta es la escuela que marcha, que no le tiene miedo al riesgo y que por eso mismo se niega a la inmovilidad. Y existe una solución para enfrentar aquellos obstáculos y la falta de respeto del poder público, es la acomodación fatalista en la que muchos de nosotros nos instalamos. No hay más salida que la de la unidad a la adversidad de intereses antagónicos de los educadores en defensa de sus derechos, del derecho a la libertad docente, derecho a no quedarse callado, derecho a mejores condiciones de trabajo pedagógico y es ahí cuando es preciso luchar.