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Resumen Abstract
Se expone la intervención sobre la sintomato- It is exposed the intervention on depressive
logía depresiva, la sintomatología psicótica, tan- symptoms, psichotic symptoms both positive
to positiva como negativa, y la discapacidad per- and negative, and perceived disability of a
cibida en una paciente afectada de un trastorno female patient with a psychotic disorder.
psicótico. La intervención ha consistido en 14 se- Treatment consisted in 14 sessions of Behavioral
siones de Terapia de Activación Conductual. Los Activation Therapy. Pretreatment measures (BDI,
instrumentos de evaluación usados (BDI, PANSS, PANSS, SDI) show a significant improvement.
SDI) demuestran una significativa mejoría tras la Depressive disorder was in remission and we
intervención, dejando de presentar sintomatolo- find a remarkable improvement in symptoms,
gía compatible con un episodio depresivo, mejo- psychotic as well as general symptomatology.
ría marcada en la sintomatología, tanto psicótica There was a decrease in the levels of perceived
como general, y con una disminución de los ni- disability, from marked affectation to some
veles de discapacidad percibida pasando de una mild levels after treatment. These results were
marcada afectación a unos niveles leves tras la maintained at follow-up of 16 weeks. Further
intervención. Estos resultados se han mantenido studies should confirm these initial data.
en el seguimiento de 16 semanas. Estudios futu-
ros deberían de confirmar estos datos iniciales.
Correspondencia: Rafael Romero Gamero. C/Muro de los Navarros Nº14 3ºizq. 41003 Sevilla. Correo electrónico: rrgamero@yahoo.es.
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60 EFECTOS DE LA ACTIVACION CONDUCTUAL SOBRE LA SINTOMATOLOGIA DEPRESIVA ...
conducta de evitación (que supone la inacti- tivación Conductual para la Depresión (TACD).
vidad, el abandono de actividades gratifican- Estos autores destacan la ley de la igualación
tes, el delegar responsabilidades, etc.) ante de Herrstein (1970), que subraya la importan-
situaciones que han adquirido un alto control cia de observar el contexto completo en el que
punitivo. Esto impide que se desarrollen con- ocurre la conducta, no sólo los reforzadores es-
ductas que suponen contacto con posibles pecíficos que siguen a la conducta específica.
fuentes de reforzamiento positivo (en el con- Ambos modelos añaden, a la visión funcio-
texto de las relaciones sociales, familiares, de nal de la problemática depresiva, una elabora-
tiempo libre, aficiones, etc.) manteniendo de ción teórica más perfilada, un nuevo enfoque
éste modo un contexto depresivo al impedir sobre los aspectos motivacionales, un protoco-
el desarrollo de comportamientos antidepresi- lo de tratamiento organizado jerárquicamente
vos. Por consiguiente el restablecer al paciente de las técnicas de activación conductual más
en un marco de acción y nuevas rutinas puede contrastadas empíricamente, el trabajo de la
dar pie al contacto con las fuentes reforzantes rumia cognitiva desde una perspectiva fun-
produciendo un bloqueo de las conductas de- cional, el desarrollo de instrumentos de eva-
presivas. Cualquier tratamiento que permita luación originales y la búsqueda de evidencia
recuperar el contacto con las actividades gra- empírica de sus intervenciones.
tificantes seria eficaz por sí mismo. Esto supo- Exponiendo lo anterior de forma más con-
ne una perspectiva funcional, analizando los creta, respecto al marco teórico aunque am-
eventos destacados que ocurren en las vidas bos enfoques comparten un modelo muy se-
de las personas deprimidas, las conductas que mejante presentan algunas diferencias, siendo
desarrollan ante los eventos y las consecuen- lo más característico que en el modelo de AC
cias que se obtienen. presentado por Martell et al. (2010) la atención
Esta nueva perspectiva ha dado lugar al se dirigen hacia el reforzamiento negativo y en
desarrollo de dos enfoques con sus corres- la TACD se añade, además la importancia del
pondientes manuales de tratamiento (Barra- reforzamiento positivo que se obtiene de las
ca, 2009). Por un lado el modelo denominado conductas depresivas. El trabajo de la moti-
Activación Conductual (AC) desarrollado por vación en ambos modelos es imprescindible,
Martell, Addis y Jacobson (2001) y Martell, Di- se valora como fundamental que la persona
midjian y Herman-Dunn (2010). Estos autores entienda y se muestre de acuerdo con el mo-
realizaron un esfuerzo por restablecer la teoría delo teórico presentado así como entender la
original conductual recibiendo una gran in- importancia de comprometerse en unos obje-
fluencia de la obra de C.B. Fester que enfatiza- tivos indistintamente del estado anímico. Para
ba el papel de la evitación en el mantenimien- favorecer este trabajo debe prestarse especial
to de la problemática depresiva. Por otro lado, cuidado a la relación terapéutica y a la muestra
Lejuez, Hopko y Hopko (2001) han desarro- de empatía a la hora de convencer y apoyar en
llado el modelo de Tratamiento Breve de Ac- el proceso de terapia. En cuanto a las técnicas
de intervención, la técnica básica es la progra- EROS es una breve escala de 10 ítems desarro-
mación de actividades en ambos modelos y llada para obtener una medida del grado en
su correspondiente automonitorización. En que el entorno refuerza al sujeto. Los elemen-
el modelo AC se incluyen además otras téc- tos que lo componen miden el incremento
nicas conductuales como la exposición a si- de la conducta y el afecto positivo que surge
tuaciones evitadas, la distracción temporal o como consecuencia de experimentar vivencias
el entrenamiento en asertividad. En cuanto a reforzantes del entorno. Por su parte, el BADS
la frecuente rumiación cognitiva, en el mode- es una escala de 25 ítems que evalúa cuatro
lo AC se establece un trabajo directo a través dimensiones: (1) Activación; (2) Evitación / Ru-
del cuestionamiento de su funcionalidad, sin mia; (3) Afectación del trabajo o del rendimien-
embargo desde el modelo TACD no se plantea to académico; y (4) Afectación de la vida social.
ninguna intervención directa, considerando su Además de obtener una puntuación general
desaparición en la medida en que avance la ac- (Barraca & Pérez Álvarez, 2015).
tivación conductual. Sobre la estructura y du- Las aplicaciones clínicas realizadas han sido
ración de las sesiones ambos modelos abogan diversas. La mayor parte de los estudios han
por la brevedad, siendo este tema más eviden- buscado mostrar la efectividad del presente
te en el modelo TACD donde se establece una enfoque en población adulta diagnosticada
duración de 10 a 15 sesiones con una frecuen- con depresión mayor (Coffman, Martell, Di-
cia de 2 a 3 sesiones semanales al comienzo y midjan, Gallop, & Hollon, 2007; Barraca, 2010;
con sesiones posteriores semanales de entre Hunnicutt-Ferguson, Hoxha, & Gollan, 2012) y
15 a 30 minutos. En el modelo AC la duración distimia (Barraca, 2014). Existen estudios que
del tratamiento puede ser mayor, esperable al muestran su efectividad en comparación con
plantearse el uso potencial de un número ma- otras intervenciones tanto farmacológicas
yor de técnicas, de entre 20 a 24 sesiones con (Dobson et al., 2008) como psicológicas (Ma-
una frecuencia bisemanal al principio y pos- zzucchelli, Kane, & Rees, 2009), comparando
teriores citas de una hora de duración. Final- principalmente los efectos de esta con la tera-
mente en cuanto a los métodos de evaluación pia cognitivo-conductual. Con adolescentes se
usados, aparte del uso del análisis funcional, es han desarrollado algunas investigaciones con
frecuente el uso de cuestionarios tradicionales resultados positivos (Ritschel, Ramirez, Jones,
para la valoración de la sintomatología depre- & Craighead, 2011). Su uso se ha extendido a
siva y de instrumentos desarrollados dentro otras patologías como el trastorno de perso-
del modelo de la Activación Conductual como nalidad límite (Hopko, Sánchez, Hopko, Dvir, &
son el Environmental Reinforcement Observa- Lejuez, 2003), Trastorno por estrés postraumá-
tion Scale o EROS (Armento & Hopko, 2007) y tico (Mulick & Naugle, 2004; Wagner, Zatzick,
el Behavioral Activation for Depression Scale o Ghesquiere, & Jurkovich, 2007), consumo de
BADS (Kanter, Mulick, Busch, Berlin, & Martell, sustancias (MacPherson et al., 2010), pobla-
2007; Kanter, Rusch, Busch, & Sedivy, 2009). El ción hospitalizada con múltiples diagnósticos
(Hopko, Lejuez, LePage, Hopko, & Neil, 2003) y cultades cognitivas que presentan y a los cam-
pacientes oncológicos (Fernández et al., 2011; bios vitales sufridos tras el diagnóstico con la
Fernández, & González, 2014). Por otro lado, la correspondiente pérdida de reforzadores. Asi-
AC ha mostrado ser útil para la intervención en mismo agradecen un tratamiento donde su
contextos de salud pública (Porter, Spates, & opinión y valores son parte esencial del trata-
Smitham, 2004). miento alejado del enfoque estrictamente mé-
Finalmente se ha comenzado a utilizar en dico que suelen recibir.
pacientes con patología mental grave como Con el objetivo de incrementar el conoci-
son las personas afectadas de trastornos del miento de la aplicación del enfoque de AC en
espectro psicótico (Fernández, Fombellida, & pacientes psicóticos se expone el siguiente
Montero, 2014; Mairs, Lovell, Keeley, & Camp- trabajo. Se presenta los resultados de la aplica-
bell, 2011; Romero, Poves, & Vucinovich, 2011). ción de una intervención siguiendo el enfoque
Concretamente el estudio de Romero et al. de Activación Conductual para el tratamiento
(2011) expone el caso de un paciente con un de la sintomatología depresiva, la sintomato-
diagnóstico de esquizofrenia paranoide y sin- logía psicótica, evaluando tanto el síndrome
tomatología depresiva, los resultados fueron positivo como negativo, así como en la capaci-
muy destacados tanto en la resolución defini- dad de la intervención a la hora de disminuir el
tiva de episodio depresivo, además se produjo nivel de discapacidad percibida.
un descenso significativo tanto en la sintoma-
tología general como en la propiamente psi- Método
cóticos, tanto en el síndrome positivo como en Participante
el negativo. Fernández et al. (2014), también Alicia es una mujer de 36 años. Vive en una
en el contexto de la atención sanitaria pública, zona rural y posee estudios universitarios. Sin
expone el caso de un paciente con esquizo- antecedentes psiquiátricos de interés, hasta
frenia paranoide con resultados importantes hace tres años que comienza a presentar difi-
en distintos síntomas tan limitantes como el cultades de tipo laboral. Alicia es miembro de
enlentecimiento psicomotor, el ensimisma- un sindicato y es defensora de los derechos de
miento y de las preocupaciones somáticas, las mujeres en su trabajo, tras ciertos cambios
con una recuperación del proceso de volición en la empresa comienza a sufrir lo que ella
y la mejora de las funciones cognitivas. Estos considera desplantes, comentarios machistas
resultados aunque positivos hay que tomarlos y reacciones vejatorias por parte de los direc-
con cautela en espera de un mayor número de tivos. A partir de aquí comienza a presentar
estudios. Finalmente ambos estudios, realiza- tendencia al aislamiento con reducción signi-
dos en nuestro país y en la sanidad pública, ficativa de sus relaciones sociales, irritabilidad
destacan la utilidad del presente enfoque a la constante con un menoscabo de su relación de
hora de trabajar con personas con trastornos pareja que concluye en ruptura con el corres-
psicóticos. Se adapta a las necesidades y difi- pondientes incremento del afecto negativo y
puntos. No existen puntos de cortes, a mayor les fueron concretados en diversas objetivos
puntuación mayor discapacidad percibida. Su más específicos a lo largo del tratamiento, por
sencillez permite su uso en pacientes grave- ejemplo:
mente afectados (Sheehan, Hamett-Sheehan,
& Raj, 1996). 1) Regular los hábitos de sueño, mante-
niendo un horario fijo para acostarse y levan-
Procedimiento tarse.
De los dos protocolos existentes nos hemos 2) Incrementar de forma paulatina el
decantados por el modelo AC (Martell et al., tiempo dedicado a su hija, aspecto muy valio-
2010) al considerarlo, tras el análisis del caso, so para la paciente, comenzando por las acti-
como más pertinente. En concreto, el protoco- vidades lúdicas pasando posteriormente, y al
lo de AC: (1) enfatiza el papel del reforzamiento ritmo de mejora anímica, a actividades de tipo
negativo en el mantenimiento de los estados escolar.
depresivos aspecto claramente presente en el 3) Incrementar el contacto con amistades
caso que nos ocupa; (2) dispone de un abani- previas.
co más amplio de estrategias de intervención 4) Retomar el contacto con compañeros
además de la incorporación progresiva de ta- de trabajo, actividad consideraba relevante
reas y, finalmente, (3) hace hincapié de forma para su recuperación pero vivida como la más
explícita en el área de intervención sobre las aversiva de todas.
respuestas depresivas cognitivas, como la ru- 5) Aprendizaje de habilidades de con-
miación constante. ciencia como autocuidado a largo plazo.
La intervención activa consistió en 14 sesio-
nes semanales de una hora de duración. Las Junto a la programación de actividades se
2 primeras sesiones se centraron en la valo- utilizó el trabajo sobre la funcionalidad de las
ración del caso, estudio psicométrico inicial, conductas desplegadas a nivel cognitivo, en
análisis funcional, establecimiento de objeti- concreto, sobre la rumia cognitiva: si le ayuda-
vos y presentación del tratamiento. Las 12 se- ba o no a lograr sus objetivos el pensar tanto
siones restantes consistieron en la ejecución sobre su pasado y cuestionar sus capacidades.
del tratamiento propuesto. Los objetivos fue- Junto a esto se le instruyó en técnicas básicas
ron consensuados con la paciente atendiendo de atención plena, en concreto, el fomento
siempre a trabajar las áreas que eran conside- de la atención a la experiencia del momento
radas valiosas para ella. presente (Segal, Williams, & Teasdale, 2002) y
Los aspectos a trabajar, tras el análisis de las pautas de habilidades sociales para realizar y
áreas vitales valiosas (trabajo, relaciones socia- rechazar peticiones fomentando conductas
les, tiempo de ocio, cuidado físico/espiritual más asertivas.
y responsabilidades diarias), se especificaron El trabajo sobre las conductas de evitación
en los siguientes objetivos generales, los cua- que presentaba (principalmente, postergar ac-
Tabla 1
Resultados de las pruebas
óptimo, que no disponía desde mucho antes intensidad donde el abandono de actividades
de comenzar su trastorno psicótico. En cuanto previamente gratificantes, unido a un impor-
a los niveles de discapacidad en la esfera social tante componente evitativo, se encuentran
los resultados indican que se mantienen los ni- en la base del mencionado estado. Las limita-
veles que se obtuvieron al final del tratamien- ciones funcionales son evidentes para ellos y
to. En cuanto al perjuicio a nivel laboral, se ha los que le rodean intensificando sus niveles de
producido un incremento de su capacidad, desesperanza respecto al futuro.
con un descenso de los niveles de discapaci- En el presente artículo se ha expuesto la in-
dad, pasando del nivel moderado a un nivel tervención realizada sobre la sintomatología
leve de afectación funcional. Los datos obteni- depresiva en una paciente con un trastorno
dos respecto al estrés percibido en su vida ac- psicótico. La intervención ha consistido en 14
tual muestran que se mantienen los resultados sesiones de Terapia de Activación Conductual
al concluir la terapia e incluso se incrementa la para la depresión. La paciente presentó un alto
mejora alcanzada. Finalmente respecto al nivel nivel de motivación, se encontraba de acuer-
de apoyo subjetivo se ha producido un incre- do en que su problemática y su resolución se
mento pasando a una puntuación del 70%, adaptaba al modelo teórico planteado. Partici-
es decir, de un apoyo moderado a un nivel de pó activamente en la definición de objetivos y
apoyo social considerable. en los medios para alcanzarlos, aspectos bási-
cos para el fomento de una alianza terapéutica
Discusión positiva. De esta forma ella se convertía en la
Los pacientes que reciben un diagnóstico principal artífice de su tratamiento y no en una
de trastorno mental grave deben de enfrentar- mera receptora pasiva de intervenciones. Lo
se a una serie de cambios difíciles de asimilar anterior resultó en un incremento de su nivel
que suponen una ruptura con el estilo de vida de control sobre lo que le ocurría en el día a día,
llevado hasta esos momentos: el seguir un tra- aspecto que ella lamentaba no haber podido
tamiento estricto, una reducción o eliminación disfrutar en los tratamientos previos. La medi-
de la actividad laboral, afectación en su vida cación se encontraba sin modificar dos meses
familiar, social, etc. La propia psicopatología antes de iniciar la terapia. Durante el último
de tipo psicótica, tanto negativa como positi- mes de seguimiento se le disminuyó la dosis
va, le puede llevar a la evitación y abandono de tratamiento antipsicótico debido a la mejo-
de situaciones que suponen una gratificación ría experimentada. Por consiguiente podemos
demorada (búsqueda de nuevos contactos confiar en que la mejoría se debe a la terapia
sociales, actividad ocupacional, etc.). El riesgo implementada y no al efecto de la medicación.
de suicidio no es tema a minimizar en éstos Desde un principio, además de la psicoterapia
casos (Meltzer & Baldessarini, 2003). Todo éste individual, se le ofertó la asistencia a varios es-
contexto al que se ve avocada puede llevar a pacios grupales y talleres semanales dirigidos al
la persona a un estado depresivo de diversa incremento, entre otras habilidades, de hábitos
más saludables y mejora de sus recursos para (Pérez-Álvarez, 2007) que empieza por enseñar
hacer frente a la ansiedad. Sin embargo su asis- a la persona a comprender su problema en re-
tencia fue irregular dejando de acudir a ellos al lación a sus circunstancias vitales así como en
poco de iniciar la intervención psicológica por relación a cómo actúa ante ellas convirtiéndo-
lo que se considera que no han influido en los la en un agente activo de cambio (González &
resultados obtenidos. La paciente no concluyó Pérez-Álvarez, 2007). Finalmente, la disminu-
su tratamiento a las 14 sesiones si no que ha ción en la discapacidad funcional percibida
recibido una intervención basada en sesiones por la paciente es una muestra más de como
quincenales que podríamos definir de preven- este tipo de intervención, al centrarse en el
ción de recaídas. La gravedad y cronicidad del contexto vital de los afectados así como en el
trastorno que padece así lo requería. fomento de su responsabilidad ante el cambio,
Los resultados demuestran que la interven- en contrapartida al modelo médico pasivo, le
ción ha resultado muy eficaz para disminuir ha permitido volver a recuperar la vida que de-
la sintomatología depresiva inicial, dejando seaba; aspecto éste tan afectado en los pacien-
de cumplir criterios de episodio depresivo al tes aquejados por un trastorno mental grave y
finalizar el tratamiento y manteniéndose este a la vez tan prioritario en su abordaje.
resultado durante el seguimiento. Unido a lo Quedar por dilucidar si el añadir el enfoque
anterior se ha obtenido una destacada dismi- de la Terapia de Activación Conductual de for-
nución de la sintomatología de tipo psicótica ma rutinaria puede incrementar la eficacia de
y general. Este estudio confirma los resulta- las intervenciones tradicionales de tipo psico-
dos ya obtenidos por otros anteriores (Mairs social, y qué pacientes se podrían beneficiar
et al., 2011; Romero et al., 2011; Fernández et más, así como su eficacia comparada con otras
al., 2014). La mejoría obtenida en problemas intervenciones como la terapia cognitivo-con-
tan diversos como son los de tipo emocional ductual (Travé & Pousa, 2012). Las investiga-
como los de tipo psicótico nos indica que los ciones futuras deberían de responder a estas
mismos procesos psicológicos se pueden en- interrogantes.
contrar detrás del mantenimiento de estos, Se abren de éste modo nuevos caminos,
concretamente, el rechazo a contactar con de- tanto teóricos como prácticos, que pueden su-
terminadas experiencias e intentar evitar o al- poner grandes avances en los próximos años
terar su ocurrencia. Supone, de este modo, un para la psicología clínica. De éste modo el en-
cuestionamiento de las clasificaciones psiquiá- foque de Activación Conductual se muestra
tricas, basadas en la descripción de síntomas como una opción terapéutica válida para su
sin atender a su funcionalidad, que defien- aplicación en pacientes con trastornos men-
den un modelo de tipo biomédico centrado tales graves que presentan sintomatología
en un supuesto déficit en la persona , ya sea depresiva. Se espera que el presente artícu-
biológico o intrapsíquico. Como alternativa lo anime a otros profesionales a investigar la
nos encontramos ante un modelo contextual aplicación, tanto teórica como práctica de la