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¿Fuiste

 Visitado?    
 

 ANÉCDOTA:  Estaba  un  policía  en  su  patrulla  de  rutina  en  el  turno  de  
madrugada,  cuando  observo  a  un  hombre  bajo  una  luz  que  parecía  estar  en  
busca  de  algo.    

El  hombre  parecía  estar  bien  preocupado  y  solo  miraba  la  acera  con  mucha  
intensidad.  El  policía  viendo  la  desesperación  en  la  cara  de  este  hombre  llegó  a  
su  lado  y  le  preguntó  ¿cual  era  el  problema?  El  hombre  entonces  le  explico  que  
lo  que  había  sucedido  es  que  había  perdido  las  llaves  de  su  automóvil  y  de  su  
casa.    

El  policía  queriendo  servir,  pues  entonces  se  puso  a  buscar  con  el  hombre  en  la  
acera.  Después  que  pasaron  varios  minutos  y  ninguno  de  los  dos  encontraban  
las  llaves,  el  policía  le  dijo:  llevamos  mas  de  quince  minutos  buscando,  ¿estas  
seguro  que  se  te  cayeron  aquí?  Entonces  el  hombre  le  dijo,  no,  a  mi  se  me  
cayeron  allá,  apuntando  al  otro  lado  de  la  calle,  apuntado  a  un  sitio  donde  no  
había  luz.  Que  cómico  esto  ¿verdad?    

Cuando  me  lo  hicieron  me  reí  mucho,  pero  a  la  misma  vez  me  di  cuenta  de  que  
existía  un  mensaje  bien  poderoso  en  El.  

 En  muchas  ocasiones  escuchamos  que  personas  se  quejan  porque  


dicen  que  el  Señor  no  les  habla,  dicen  que  el  Señor  no  se  les  ha  
revelado.  En  realidad  esto  no  es  la  verdad,  el  Señor  si  nos  habla  y  
si  se  revela  de  numerosas  maneras,  lo  que  sucede  es  que  la  
mayoría  del  pueblo  de  Dios  no  se  da  cuenta  del  hecho.  
Les  digo  que  no  se  dan  cuenta  porque  infortunadamente  es  la  
verdad.  Es  la  verdad  porque  la  mayoría  del  pueblo  de  Dios  no  ha  
tomado  el  tiempo  de  conocerle,  no  ha  tomado  el  tiempo  de  
conocer  Su  palabra.  

Es  por  eso  que  estaremos  examinando  estos  pasajes  bíblicos  en  el  
día  de  hoy.  
  2  

La  entrada  triunfal  en  Jerusalén  y  Cuando  el  Hijo  


del  hombre  venga  en  su  gloria    
(Mt. 21.1-11; Mr. 11.1-11; Jn. 12.12-19)
Texto: Lucas 19:35-40:19:28
Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén.
19:29 Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se
llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos,
19:30 diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino
atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo.
19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así:
Porque el Señor lo necesita.
19:32 Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo.
19:33 Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el
pollino?
19:34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.
19:35 Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino,
subieron a Jesús encima.
19:36 Y a su paso tendían sus mantos por el camino.
19:37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la
multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces
por todas las maravillas que habían visto,
19:38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el
cielo, y gloria en las alturas!
19:39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro,
reprende a tus discípulos.
19:40 El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras
clamarían.
19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,
19:42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que
es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.
19:43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con
vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán,
19:44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra
sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.

Juan 12:12-16«Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se
enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén; 13 tomaron ramas de palma y
salieron a recibirlo, gritando a voz en cuello: –¡Hosanna! –¡Bendito el que
viene en el nombre del Señor! –¡Bendito el Rey de Israel! 14Jesús encontró un
burrito y se montó en él, como dice la Escritura:
  3  

15″No temas, oh hija de Sión; mira, que aquí viene tu rey, montado sobre un
burrito.”
16Al principio, sus discípulos no entendieron lo que sucedía. Sólo después de
que Jesús fue glorificado se dieron cuenta de que se había cumplido en él lo
que de él ya estaba escrito.»
Introducción:
Haremos una pausa con el tema de la muerte de JESÚS, siendo que este domingo
Abril, se conmemora la entrada triunfal a Jerusalén por nuestro Salvador, y
comienza lo que conocemos como Semana Santa. Trataremos los siguientes
Puntos:
(1) Cumplimiento de una Profecía
(2) La entrada del Rey
(3) El día de la visitación
Lección:
1. Cumplimiento de una Profecía. — Debemos regocijarnos cuando la Biblia
menciona Profecías cumplidas. Es una prueba de la Divinidad de las Escrituras
que han sido dadas por el Espíritu Santo.
a. Casi 500 años antes de Jesucristo, Zacarías profetiza de la entrada del Mesías
Rey a Jerusalén.
i. Zacarías 9:9 dice: «¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de
Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, salvador y humilde. Viene
montado en un asno, en un pollino, cría de asna.»
b. Los judíos esperaban al rey prometido en las Escrituras. Dios le había
prometido al rey David, que uno de sus descendientes estaría sentado en su trono
para siempre. Y esa expectación se había hecho más real con los hechos
milagrosos de JESÚS.
La gente se preguntaba a sí misma si Él era El Cristo, el Mesías que iba a
librarlos del yugo Romano. Un hombre común no podía hacer los milagros que
Él hacía. Hasta ahora, nuestro Salvador había esquivado toda proclamación de
ser coronado como Rey. JESÚS sabía muy bien que el pueblo quería un Salvador
al estilo del mundo. Un Salvador que los haría independiente de Roma, que les
daría de comer. JESÚS había dicho: “Mi reino no es de este mundo”. Con eso no
quería decir que JESÚS nunca iba a reinar en la tierra, sino que Su reino era
guiado por principios espirituales y no mundanos. Los deseos de este mundo son
pasajeros. Los deseos de Dios son eternos. Veremos el siguiente punto con la
entrada Triunfal a Jerusalén.
2. La Entrada del Rey. — Ese primer día de la Semana era el día que los
Hebreos separaban el cordero que iba a ser sacrificado para la Pascua. Jerusalén
estaba llena de gente que había venido de todo el mundo conocido, y se estima la
cantidad en unos tres millones de personas.[1] El SEÑOR JESÚS sabiendo todas
  4  

las cosas, había preparado los eventos que iban a ocurrir. Ahora era el tiempo de
entrar abiertamente como el Cristo, como el Rey de Israel.
a. El burro no era en Palestina una bestia humilde y símbolo de ignorancia como
en otros países, sino un animal noble. Los reyes iban a caballo a la guerra;
cuando iban en son de paz usaban el burro. Al escoger su montura, JESÚS se
ofrecía como rey de amor y de paz, y no como el héroe militar y conquistador
que la gente esperaba.[2]
b. ¡Hosanna, Hosanna! La gente y los niños gritaban. Hosanna quiere decir:
“Salva ahora.” El pueblo lo recibe como el Rey de Israel, y gritan que los salve.
¿Los salve de qué? ¿Del pecado? No, del yugo romano. De la vida miserable que
muchos vivían. Sus deseos eran como ya dijimos, de este mundo. Regresaban
una y otra vez a los deseos temporales y no a los eternos.
c. No había nadie que gritara: ¡Sálvanos de nuestros pecados! Para la mayor
parte, la causa de ese gozo eran los milagros que había visto, y especialmente el
milagro de la resurrección de Lázaro, que había tenido lugar poco tiempo
antes.[3]
d. A pesar de los gritos de ¡Hosanna! Al que viene en el nombre del SEÑOR,
Jerusalén no aceptó a JESÚS como su rey, al contrario, lo rechazó. Esto nos lleva
al último punto de nuestra predicación, cuando nuestro Salvador va llegando a
Jerusalén, y pronuncia un lamento por la falta de decisión de la gente.
3. El día de la visitación era real. — Lucas 19:41-44 dice: «Cuando se
acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella. 42Dijo: –¡Cómo
quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto
a tus ojos. 43Te sobrevendrán días en que tus enemigos levantarán un muro y
te rodearán, y te encerrarán por todos lados. 44Te derribarán a ti y a tus hijos
dentro de tus murallas. No dejarán ni una piedra sobre otra, porque no
reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.»
a. La multitud de los discípulos estalla en alegres aclamaciones, ¡y JESÚS llora!
Las palabras que pronuncia nos dicen la causa de sus lágrimas. Pero esas
lágrimas mismas nos revelan, mejor aun que sus palabras, la tierna compasión
del Salvador al mismo tiempo que su amor hacia su pueblo cuya ruina Él
conocía, y la certidumbre de los juicios de Dios que ese pueblo va a atraer sobre
sí por su endurecimiento.[4]
b. El rechazo es por ignorancia, pero es voluntario.– Noten como JESÚS dice:
«porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte».El tiempo de la
visitación
c. Hay un tiempo de visitación que debemos conocer y para el que debemos estar
alertados; son días en que el mensaje de la Palabra penetra con fuerza en
nosotros, y la gracia de Dios llama urgente e insistentemente a la puerta de
nuestro corazón.[5]
  5  

d. Tal vez hoy es el día de visitación para ti que estas presente oyendo esta
predicación. A veces uno pregunta como se puede saber cuando Dios nos está
llamando. El simple hecho de estar escuchando el mensaje de la Divina Palabra
de Dios es prueba que Dios nos está llamando y visitando.
4. Resumen de los que hemos aprendido.
a. Cumplimiento de una Profecía que se cumplió exactamente como el profeta
Zacarías lo había dicho por inspiración Divina.
b. La entrada del Rey JESÚS a Jerusalén nos recuerda que un día Él vendrá a
reinar físicamente en Jerusalén.
c. El día de la visitación fue real para Jerusalén, pero lo es también para nosotros.

 Busquemos  en  la  Palabra  de  Dios  para  que  vean  el  mensaje  que  recibí.    

En  el  día  de  hoy  estaremos  leyendo  de  Mateo  25:31-­‐46.  

31  «Cuando  el  Hijo  del  hombre  venga  en  su  gloria  acompañado  de  todos  sus  
ángeles,  entonces  se  sentará  en  su  trono  de  gloria.  
 32  Serán  congregadas  delante  de  él  todas  las  naciones,  y  él  separará  a  los  unos  
de  los  otros,  como  el  pastor  separa  las  ovejas  de  los  cabritos.  
 33  Pondrá  las  ovejas  a  su  derecha,  y  los  cabritos  a  su  izquierda.  
 34  Entonces  dirá  el  Rey  a  los  de  su  derecha:  "Venid,  benditos  de  mi  Padre,  
recibid  la  herencia  del  Reino  preparado  para  vosotros  desde  la  creación  del  
mundo.    
35  Porque  tuve  hambre,  y  me  disteis  de  comer;  tuve  sed,  y  me  disteis  de  beber;  
era  forastero,  y  me  acogisteis;    
36  estaba  desnudo,  y  me  vestisteis;  enfermo,  y  me  visitasteis;  en  la  cárcel,  y  
vinisteis  a  verme."  
 37  Entonces  los  justos  le  responderán:  "Señor,  ¿cuándo  te  vimos  hambriento,  y  
te  dimos  de  comer;  o  sediento,  y  te  dimos  de  beber?    
38  ¿Cuándo  te  vimos  forastero,  y  te  acogimos;  o  desnudo,  y  te  vestimos?  
39  ¿Cuándo  te  vimos  enfermo  o  en  la  cárcel,  y  fuimos  a  verte?"    
40  Y  el  Rey  les  dirá:  "En  verdad  os  digo  que  cuanto  hicisteis  a  unos  de  estos  
hermanos  míos  más  pequeños,  a  mí  me  lo  hicisteis."    
41  Entonces  dirá  también  a  los  de  su  izquierda:  "Apartaos  de  mí,  malditos,  al  
fuego  eterno  preparado  para  el  Diablo  y  sus  ángeles.  
 42  Porque  tuve  hambre,  y  no  me  disteis  de  comer;  tuve  sed,  y  no  me  disteis  de  
beber;    
  6  

43  era  forastero,  y  no  me  acogisteis;  estaba  desnudo,  y  no  me  vestisteis;  
enfermo  y  en  la  cárcel,  y  no  me  visitasteis."  
 44  Entonces  dirán  también  éstos:  "Señor,  ¿cuándo  te  vimos  hambriento  o  
sediento  o  forastero  o  desnudo  o  enfermo  o  en  la  cárcel,  y  no  te  asistimos?"  
 45  Y  él  entonces  les  responderá:  "En  verdad  os  digo  que  cuanto  dejasteis  de  
hacer  con  uno  de  estos  más  pequeños,  también  conmigo  dejasteis  de  hacerlo."  
46  E  irán  éstos  a  un  castigo  eterno,  y  los  justos  a  una  vida  eterna.»    
 
Un  poema  subversivo.  

Tuve hambre, y formaron una comisión para considerar


mi problema.

Estuve en la cárcel, y se retiraron en silencio a orar por


mi libertad.

Estuve desnuda, y reflexionaron sobre la inmoralidad de


mi aspecto.

Estuve enferma, y agradecieron de rodillas por su propia


salud.

Necesitaba un techo, y me predicaron sobre el refugio


del amor de Dios.

Estuve en soledad, y me abandonaron para ir a orar por


mí.

Parecen tan santos, tan cerca de Dios...

Pero yo todavía sufro hambre, frío y soledad.

(Poema escrito por una mujer desesperada...)


  7  

El poema sugiere, en efecto, muchas cosas... y todas


ellas reales. Tan reales que desde el propio
conocimiento y la experiencia personal nos inducen a
pensar qué tipo de creencia tenemos muchas veces, por
dónde hemos enfocado nuestra perspectiva espiritual...
La dicotomía creencia personal y sentido de la
verdadera ayuda y responsabilidad quedan patentes en
el poema que ojalá no fuera más que eso, un poema.
Pero lamentable y desgraciadamente no se queda
solamente en palabras. Y de esto podemos dar fe de
ello. Con todo nos queda la esperanza de que
aún quedan en este mundo personas con pleno sentido
de la responsabilidad en el testimonio verdaderamente
cristiano, incluso con sus limitaciones e imperfecciones
humanas.  
Si  se  acuerdan  hace  unas  semanas  atrás  hablamos  acerca  del  
abogado  que  se  convirtió  en  juez.  Cuando  leemos  los  primeros  
cuatro  versículos  de  este  pasaje  vemos  exactamente  que  aquí  
tenemos  otra  confirmación  de  esto.  En  estos  primeros  cuatro  
versículos  vemos  que  El  separara  a  Su  pueblo  de  los  pecadores  en  
el  día  del  juicio.  Así  que  no  nos  concentraremos  en  los  primeros  
cuatro  versículos,  sino  nos  concentraremos  en  lo  que  le  sigue  para  
llegar  a  tener  mayor  entendimiento  de  lo  que  Jesús  nos  esta  
diciendo  a  nosotros  en  el  día  de  hoy.    

¿DIOS NOS HABLA TODAVÍA?


  8  

Un joven había estado en el estudio bíblico del miércoles a la noche. El


pastor había hablado de escuchar y obedecer la voz del Señor. El
joven no pudo evitar pensar, ¿Dios habla con la gente hoy? Después
del servicio, salió con unos amigos a tomar un café y comentaron el
mensaje. Varios contaron cómo Dios los había guiado en diversas
oportunidades. Ya eran las 10 de la noche cuando el joven emprendió
el regreso hacia su casa.

Sentado en el auto comenzó a orar: "Dios, si todavía hablas con la


gente... por favor háblame a mí. Yo te voy a escuchar. Voy a hacer
todo lo que pueda por obedecerte." Mientras manejaba por la calle
principal de su ciudad, tuvo un pensamiento extraño: parar y comprar
un litro de leche. Sacudió la cabeza y dijo en voz alta "¿Dios, eres
tu?" Como no obtuvo respuesta, siguió camino hacia su casa. Pero,
nuevamente el pensamiento: "compra un litro de leche".

El joven recordó como el pequeño Samuel no reconocía la voz del


Señor y acudía a pedirle ayuda a Heli. "Esta bien, Dios, en caso de que
seas Tu, voy a comprar la leche." No parecía una prueba muy difícil de
obediencia. La leche siempre es útil. Se detuvo, compró el litro de
leche y siguió camino hacia su casa. Cuando estaba por pasar la calle 7,
sintió de nuevo el impulso, "Dobla en esta esquina." "Esto es una
locura", pensó y pasó de largo la intersección. De nuevo, tuvo la
sensación de que debía haber doblado en la calle 7. Así que en la
siguiente intersección dobló y volvió hacia la calle 7. Medio en broma
dijo en voz alta, " De acuerdo, Dios, así lo haré”.

Anduvo por varias manzanas, cuando de repente sintió que tenía que
parar. Estacionó y miró a su alrededor. Estaba en una zona sumí-
comercial de la ciudad. No era de las mejores, pero tampoco era lo
peor. Los negocios estaban cerrados y la mayoría de las casas estaban
oscuras, como si sus habitantes ya se hubieran ido a dormir. Otra vez
sintió algo, "Anda y dale la leche a la gente de la casa de enfrente. El
joven miró la casa. Estaba oscura y daba la impresión de que la gente
se había ido o estaba durmiendo. Empezó a abrir la puerta y se volvió
  9  

a sentar en el auto. "Dios, esto es una locura. Esa gente debe de estar
durmiendo y si los despierto se van a enojar y yo voy a quedar como un
estúpido " Nuevamente sintió que debía ir y darles la leche.
Finalmente, abrió la puerta del auto y dijo "Está bien, Dios, si eres tu,
voy a ir y les voy a dar la leche. Si quieres que quede como un loco,
está bien. Quiero ser obediente. Supongo que eso servirá de algo pero
si no me contestan rápido, me voy." Cruzó la calle y tocó el timbre.

Se escuchaban ruidos que venían desde adentro. Un hombre gritó:


"¿Quién es? ¿Qué quiere?" Y la puerta se abrió antes de que el joven
pudiera salir disparando. El hombre que abrió parecía que recién se
había levantado de la cama. Tenía una mirada extraña y no parecía
muy contento de ver a un extraño parado en la puerta de su casa.
"¿Qué quiere?" le preguntó El joven sacó la botella de leche y dijo,
"Aquí tiene, esto es para usted." El hombre tomó la leche y corrió por
el pasillo hacia adentro hablando en español. Luego vio pasar a una
mujer llevando la leche a la cocina. El hombre la seguía cargando un
bebé en bazos. El bebé lloraba. El hombre tenía los ojos llenos de
lágrimas y le dijo casi llorando: "Estábamos orando. Tuvimos que pagar
muchas cuentas este mes y nos quedamos sin dinero. No teníamos
leche para nuestro bebé. Le estábamos pidiendo a Dios   que nos
muestre como conseguir leche". La esposa desde la cocina gritó: "Le
pedimos que mandara a un ángel con un poco de leche. ¿Es usted un
ángel?

El joven buscó su billetera, sacó toda la plata que tenía y la puso en la


mano del hombre. Dio media vuelta y volvió a su auto. Las lágrimas
corrían por su rostro. Se dio cuenta de que Dios todavía contesta
nuestras oraciones. Esto es simplemente una prueba...

Mateo  25:35-­‐40  -­‐  Porque  tuve  hambre,  y  me  disteis  de  comer;  tuve  
sed,  y  me  disteis  de  beber;  fui  forastero,  y  me  recogisteis;  36  
estuve  desnudo,  y  me  cubristeis;  enfermo,  y  me  visitasteis;  en  la  
  10  

cárcel,  y  vinisteis  a  mí.  37  Entonces  los  justos  le  responderán  


diciendo:  Señor,  ¿cuándo  te  vimos  hambriento,  y  te  sustentamos,  o  
sediento,  y  te  dimos  de  beber?  38  ¿Y  cuándo  te  vimos  forastero,  y  
te  recogimos,  o  desnudo,  y  te  cubrimos?  39  ¿O  cuándo  te  vimos  
enfermo,  o  en  la  cárcel,  y  vinimos  a  ti?  40  Y  respondiendo  el  Rey,  
les  dirá:  De  cierto  os  digo  que  en  cuanto  lo  hicisteis  a  uno  de  estos  
mis  hermanos  más  pequeños,  a  mí  lo  hicisteis.  

¿Se  están  dando  cuenta  de  lo  que  les  hablo?  Aquí  Jesús  nos  esta  
diciendo  claramente  que  El  también  habita  en  todos  esos  lugares  
donde  frecuentemente  no  le  buscamos.  Lo  que  El  nos  esta  
diciendo  es  que  la  verdadera  identidad  de  un  Cristiano  genuino  no  
es  su  conocimiento  bíblico,  no  es  el  creer,  sino  tener  una  fe  
genuina,  el  obrar  en  el  amor  de  Cristo.  

Aquí  Jesús  se  esta  identificando  con  todos  aquellos  que  están  
necesitados,  en  otras  palabras,  El  nos  esta  diciendo  que  la  
verdadera  identidad  de  un  Cristiano  es  el  amor  que  demuestran.  
El  nos  esta  diciendo  que  cuando  ayudamos  a  personas  necesitadas  
en  realidad  le  estamos  ayudando  a  El.  Es  por  esta  razón  que  les  
digo  que  todos  hemos  sido  visitados  por  nuestro  Señor.  Pero  
como  les  dije  previamente  no  nos  damos  cuenta.  La  evidencia  de  
esto  esta  aquí  claramente  "¿Y  cuándo  te  vimos  forastero,  y  te  
recogimos,  o  desnudo,  y  te  cubrimos?  ¿O  cuándo  te  vimos  
enfermo,  o  en  la  cárcel,  y  vinimos  a  ti?"    

¿FUISTE VISITADO?
Lisa fue a su buzón de correo y solo había una carta. Ella la tomo y la
miro antes de abrirla, y noto el nombre y dirección. Ella leyó: Querida
Lisa: "voy a estar en tu barrio el sábado en la tarde y quisiera verte.
Te quiere siempre, Jesús"
  11  

Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. ¿Por que


Dios querrá visitarme si no soy nadie especial? También recordó que
no tenia nada que ofrecerle, pensando en eso, ella recordó su alacena
vacía. "OH, no tengo nada que ofrecerle. Tengo que ir al
supermercado y comprar algo para la cena".

Ella tomo su cartera que contenía 5.00 € "Bueno, puedo comprar pan y
embutidos por lo menos". Se puso el abrigo y corrió a la puerta.
Compro un molde de pan francés, 200 gramos de jamón de pavo y un
cartón de leche lo que le dejo con tan solo doce céntimos hasta el
lunes. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su
humilde compra bajo el brazo. "Señorita, por favor, ¿puede
ayudarnos?" Lisa había estado tan sumergida en sus planes para la
cena que no había notado dos figuras acurrucadas en la acera. Un
hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos. "Mire señorita, no
tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles,
nos estamos congelando y tenemos mucha hambre y si usted nos
pudiera ayudar se lo agradeceríamos mucho".

Lisa los miro. Ellos estaban sucios y mal olientes y pensó que si ellos
en verdad quisieran trabajan ya habrían conseguido algo. "Señor, me
gustaría ayudarlos, pero soy pobre también. Todo lo que tengo es un
poco de pan y jamón, y tendré un invitado especial a cenar esta noche
y pensaba darle esto de comer. "Esta bien, comprendo. Gracias de
todas maneras. El hombre puso su brazo sobre los hombros de la
mujer y Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón".
"Señor espere". La pareja se detuvo, mientras ella corría hasta ellos.
"Por que no toman esta comida, puedo servirle otra cosa a mi invitado"
dijo ella mientras le entregada la bolsa del supermercado.

"Gracias. Muchas gracias señorita "Si, Gracias" le dijo la mujer y Lisa


pudo ver que estaba temblando de frió. "Sabe, tengo otro abrigo en
casa, tome este", le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros. Ella
regresó a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su
invitado. Se estaba desanimando a medida que se acercaba a la puerta
  12  

de su casa, pensando que no tenía nada que ofrecer al Señor. Cuando


metió la llave en la cerradura vio otro sobre en su buzón. "Que raro.
Usualmente, el cartero no viene dos veces el mismo día". Ella tomo el
sobre y lo abrió: Querida Lisa: Fue muy agradable verte de nuevo.
Gracias por la comida y gracias también por el hermoso abrigo. Te
quiere siempre, Jesús.

A veces es difícil encontrar a Dios en las pequeñas cosas que nos


rodean, incluso en las personas que a veces nos son desagradables,
pero es precisamente ALLÍ donde EL quiere que le encontremos: en
cada pequeña y hermosa cosa que esta hecha para nosotros!!!!!

EL REINO DE CRISTO, NO ES UNA RELIGIÓN, NI SIQUIERA LA


IGLESIA, SE REFIERE A NUESTRA RELACIÓN DE AMOR CON LOS
DEMÁS

Lo  que  estamos  viendo  aquí  son  todos  los  Cristianos  que  hicieron  
las  cosas  sin  el  menor  interés.  Estamos  viendo  que  todas  estas  
personas  ni  tan  siquiera  se  acordaron  de  las  cosas  que  habían  
hecho.  ¿Por  que  es  esto?  Simplemente  porque  fueron  cosas  
hechas  con  el  amor  de  Cristo.  Fueron  cosas  hechas  por  nuestra  fe,  
porque  una  fe  genuina  inevitablemente  produce  buenos  frutos.  

El  obrar  con  una  fe  genuina  es  el  no  tener  memoria  ni  interés.  Es  el  
hacer  las  cosas  no  para  obtener  reconocimiento,  no  porque  
tenemos  algún  tipo  de  interés  o  ganancia  en  ellas,  no  porque  
estamos  tratando  de  ganarnos  el  cielo,  no  porque  queremos  ser  
mayores  que  otros.  Hermanos  cuando  hacemos  las  cosas  guiados  
por  el  amor  de  Cristo,  cuando  hacemos  las  cosas  guiados  por  una  
fe  genuina,  El  esta  presente,  El  se  glorifica.  

¿Que  sucede  cuando  obramos  con  una  fe  genuina?  "Y  


respondiendo  el  Rey,  les  dirá:  De  cierto  os  digo  que  en  cuanto  lo  
hicisteis  a  uno  de  estos  mis  hermanos  más  pequeños,  a  mí  lo  
hicisteis.."  Mas  claro  que  esto  ni  el  agua.  Aquí  el  Señor  nos  dice  
  13  

claramente  que  cuando  obramos  con  una  fe  genuina  cuando  


hacemos  las  cosas  sin  considerar  algún  tipo  de  interés,  en  realidad  
le  hemos  hecho  el  favor  o  obra  a  El.  En  otras  palabras  El  nos  visito,  
y  nosotros  le  recibimos.  Es  por  esto  que  les  digo  que  no  podemos  
estar  buscando  al  Señor  en  los  lugares  obvios,  sino  buscarle  en  
todo  lugar.  

Lo  que  sucede  es  que  existe  un  gran  grupo  de  personas  en  el  
cuerpo  de  Cristo  que  no  obran  con  una  fe  genuina.  Existe  un  gran  
grupo  de  personas  en  el  cuerpo  de  Cristo  que  se  pasa  el  tiempo  
anotando  todas  las  buenas  obras,  anotando  todas  las  veces  que  le  
ministraron  a  personas  necesitadas,  anotando  todas  las  veces  que  
ayudaron  a  una  persona.  Pero  les  digo  que  están  anotando  todas  
estas  cosas  en  vano,  no  les  va  servir  de  nada.  No  les  va  servir  de  
nada  porque  nuestro  Dios  escudriña  los  corazones,  no  les  va  a  
servir  de  nada  porque  cuando  no  obramos  con  una  fe  genuina  
podemos  engañar  a  las  personas,  podemos  engañar  al  hombre,  
pero  a  Dios  nunca  le  podremos  engañar.  ¿Como  puedo  estar  
seguro  de  esto  que  les  digo?  Simple,  esta  aquí  en  la  palabra  de  
Dios.  

Mateo  25:41-­‐46  -­‐  Entonces  dirá  también  a  los  de  la  izquierda:  
Apartaos  de  mí,  malditos,  al  fuego  eterno  preparado  para  el  diablo  
y  sus  ángeles.  42  Porque  tuve  hambre,  y  no  me  disteis  de  comer;  
tuve  sed,  y  no  me  disteis  de  beber;  43  fui  forastero,  y  no  me  
recogisteis;  estuve  desnudo,  y  no  me  cubristeis;  enfermo,  y  en  la  
cárcel,  y  no  me  visitasteis.  44  Entonces  también  ellos  le  
responderán  diciendo:  Señor,  ¿cuándo  te  vimos  hambriento,  
sediento,  forastero,  desnudo,  enfermo,  o  en  la  cárcel,  y  no  te  
servimos?  45  Entonces  les  responderá  diciendo:  De  cierto  os  digo  
que  en  cuanto  no  lo  hicisteis  a  uno  de  estos  más  pequeños,  
tampoco  a  mí  lo  hicisteis.  46  E  irán  éstos  al  castigo  eterno,  y  los  
justos  a  la  vida  eterna.  
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Aquí  el  Señor  le  esta  hablando  a  todas  esas  personas  que  no  se  
dieron  cuenta  o  que  ignoraron  cuando  El  les  visito.  El  les  esta  
hablando  a  toda  persona  que  no  obra  con  una  fe  genuina.  A  toda  
persona  que  obra  solamente  cuando  existe  algo  que  ganar,  
cuando  tienen  un  interés  en  las  cosas.  Aquí  el  Señor  les  habla  a  
toda  persona  que  no  están  buscando  de  El  en  los  lugares  donde  
mas  esta  El.    

Si  hermanos,  en  los  lugares  donde  mas  esta  El!  Les  digo  esto  
porque  donde  existe  una  persona  afligida,  El  esta  presente  para  
alegrarle.  Donde  existe  una  persona  desesperada,  El  esta  presente  
para  ayudarle.  Donde  existe  una  persona  con  una  gran  necesidad  
El  esta  presente  para  suplirle.  

Entonces  si  nosotros  solo  estamos  en  los  lugares  obvios,  si  solo  
tratamos  de  encontrarnos  con  El  en  la  luz,  pues  entonces  no  
estamos  obrando  con  una  fe  genuina.  No  estamos  obrando  tal  
como  El  quiere  que  obremos.  Si  lo  que  estamos  buscando  es  un  
reconocimiento  por  las  obras  que  hacemos,  tenemos  que  saber  
que  cuando  llegue  ese  día  que  estaremos  frente  a  El  oiremos  "De  
cierto  os  digo  que  en  cuanto  no  lo  hicisteis  a  uno  de  estos  más  
pequeños,  tampoco  a  mí  lo  hicisteis."  

Para  concluir.  No  podemos  limitarnos  a  buscar  al  Señor  en  los  
lugares  obvios.  No  podemos  limitarnos  a  buscarle  solo  en  la  luz.  El  
esta  presente  en  todo  momento,  El  es  la  luz  del  mundo  y  cuando  
llega  la  luz,  las  tinieblas  tienen  que  desaparecer.  Les  digo  que  
tenemos  que  reconocer  cuando  el  Señor  nos  visita.  ¿Cuantas  
veces  no  hemos  oído  de  personas  necesitadas?  ¿Cuantas  veces  no  
hemos  visto  a  personas  desesperadas  en  una  situación?  Estoy  
seguro  que  todos  aquí  hemos  tenido  experiencias  similares,  que  
hemos  visto  la  necesidad,  pero  que  por  una  razón  u  otra  no  hemos  
hecho  nada  para  ayudar.  No  hemos  obrado  con  una  fe  genuina,  no  
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hemos  obrado  con  el  amor  de  Cristo.  Les  dejo  con  este  
pensamiento,  les  dejo  con  estas  preguntas  para  que  todos  nos  
examinemos,  ¿has  sido  visitado  por  Jesús?  ¿Le  reconociste  o  
simplemente  le  ignoraste?  

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