Comenzando el día del 28 de septiembre me encontraba tomando un café, en
ese momento me encontré con una de mis grandes amigas, ella me invitó a visitar y conocer los museos del Banco de la República . Durante el día recorrimos la casa de la moneda, las exposiciones de arte-fotografías, y el Museo Botero. De todos estos me lleve una gran enseñanza, pero el que más me cautivo fue el museo de Botero, este museo fue reconstruido por el banco conservando su estructura colonial ya que anteriormente funcionaba como un arzobispado. Cuando ingresé al museo me recibió muy amablemente una guía quien estaba a la espera para comenzar su recorrido, junto a ella se encontraba una mano gigante hecha por Fernando Botero, esta me dio la impresión de una señal de bienvenida y creó en mi cada vez más interés por conocer las maravillosas obras de este gran artista. La guía comenzó su recorrido hablándonos de la vida de este artista, donde nos contaba su recorrido, los países en los que obtuvo reconocimientos y expuso sus mejores obras. Después de esto ella nos mencionó algo muy interesante y es la técnica más utilizada por Botero llamada desproporción de volúmenes esta consiste en pintar los ojos, la nariz y la boca pequeños, mientras que el resto del cuerpo muy grande, lo que para muchos de nosotros es que Botero se dedica a pintar “gordos”. A medida que el recorrido avanzaba, mi interés por conocer más sobre este orgullo colombiano aumentaba, ya que solo con la entrada de este museo se llenaron mis expectativas.La guía nos dirigió hacia una sala de colección de artes, en esta sala se encuentran numerosas obras de artistas reconocidos a nivel mundial, al ingresar y tener estas obras tan cerca, observarlas y detallarlas causó en mi emoción y gratitud , por que transmiten tranquilidad, te sientes en épocas pasadas, me atrevería a decir que viajas en el tiempo en cuestión de segundos. Luego de esto pasamos a una sala donde se encuentran los dibujos hechos por el gran Botero; antes de ingresar a ella se encuentra un jardín muy hermoso lleno de flores y pequeñas plantas, mientras lo observaba se desprendía una pequeña llovizna y momentos así causan cierto grado de relajación,te brindan la oportunidad de soltar todo el agobio que puede causar una ciudad como Bogotá. Cuando ingresé a la sala volví a observar unas manos lo cual causó intriga en mí ya que al ingresar había una, estas manos dibujadas parecían las manos de bebés, en ese momento recordé a mis hermosas primas que llevaban días de nacidas. También observé un dibujo que significo mucho para mí, en ese dibujo se retrataba un hombre sobre un caballo, para Botero significa la ausencia de su padre durante su niñez, y para mí fue inevitable pensar en mi abuelo, el caballo me lo recordó en primer instante. Luego pasamos a la sala de pinturas, esta era demasiado deslumbrante, estas obras son grandes, expresivas y contienen pequeños detalles que dan libre imaginación a sus observadores, pondré de ejemplo una pintura en especial, esta contiene unas grandes naranjas que desde mi punto de vista son muy provocativas, un detalle que me guía a esto y me da la impresión de que lo que se pretende con esta pintura es comer son: unos cubiertos y una naranja partida en la mitad : como siempre en esta obra se ejemplifica técnica de desproporcionar el volumen. En esta sala se encuentran las mejores pinturas de Botero, todas tienen un significado y un detalle en especial. Botero no solo pintaba, en el museo también se encuentra una escultura tallada en roca: son dos personas de espaldas “muestran su trasero”.La organización de este museo estuvo a cargo de Botero y entre sus 123 obras decidió poner al frente de esta escultura una obra de Salvador Dalí ,para así expresar la enemistad que tenía con él,esto resulta una manera de expresión muy graciosa para mí y para el resto de observadores. Finalizando el recorrido observé obras donde se retrataban familias, la Mona Lisa, un retrato de él pintando, un lindo ramo de flores, un gran caballo y en todas noté una esencia de nuestro país. Cuando la guía dio final a nuestro recorrido nos dirigimos a la universidad, donde con mi gran amiga y más compañeros expresamos nuestra alegría y los conocimientos que adquirimos mediante un recorrido lleno de arte, y recordábamos “las gordas de botero” que están ubicadas en Medellín, y nos preguntábamos a nosotros mismos ¿quién se imagina que simplemente es una técnica? Este gran artista y su historia enseñan a las personas a perseverar por sus sueños a hacer las cosas e innovar cada día, el mismo Botero el dia de la inaguracion de este museo expreso que era para el era un placer saber que este museo se convertiría en un templo de arte y que seria perteneciente a su amado país Colombia.