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POSNOVICIADO SALESIANO FELIPE RINALDI

METAFÍSICA
Harold Camilo Marín Torres, SDB.
11 de septiembre de 2019

REFUNDACIÓN DEL PENSAMIENTO METAFÍSICO

Cualquiera que haya estudiado con éxito la composición literaria,


sabe que, cuando el tema ha sido largamente estudiado, todos los documentos recogidos,
todas las notas tomadas, son necesarios para iniciar el verdadero trabajo de composición1.

El siguiente texto, tiene como finalidad dar cuenta de la lectura hecha del documento de Henri
Bergson ¿Qué es Metafísica? Aquí, se busca en primer lugar, presentar la postura del autor frente
a la Metafísica; en segundo lugar, expresar de qué manera se desarrolla la argumentación en el
texto, indicando cómo se sustentan las diferentes tesis y analizando la manera en que se organiza
dicho proceso lógico. Además, se presentará de manera puntual las nociones, conceptos y/o
categorías principales que el texto propone, mostrando cómo están articuladas y desde ahí
reconocer y exponer la concepción que se despliega sobre la metafísica. Finalmente, se
exteriorizarán las inquietudes que quedan frente al texto en cuestión.

Inicialmente, se puede enunciar que el autor asume una postura con el modo de hacer
Metafísica, donde se ve una crítica al uso de conceptos prescritos, utilizándolos de manera
indiscriminada, olvidando la realidad móvil. La precisión que hace en torno a esto es aclarar que
al acceder a la realidad móvil apresándola en conceptos, no se obtiene un conocimiento interior y
metafísico de lo real, debido a que en la forma de aprehender la realidad se deja escapar la esencia
misma, pues se busca responder preguntas prácticas. Se comprende cómo se aplica a la metafísica,
lo que es un ejercicio de entendimiento cotidiano de utilidad práctica.

Conjuntamente, se propone situar la reflexión en lo móvil para atravesar las posiciones


inmóviles, es decir, no se debe reconstruir la realidad (que en esencia es móvil) mediante conceptos
dogmáticos y universales que lo único que hacen es inmovilizarla y hacerla menos aprehensible.

1
(Bergson 1903) Pg. 92
Esto se da, en consecuencia, de que no hay medio alguno de reconstruir, con la fijeza de los
conceptos, la movilidad de lo real2. En suma, se propone una actitud de vigilancia frente al vicio
dogmatista que intenta reconstruir la movilidad de lo real mediante conceptos fijos, no obstante,
esto no impide al sujeto tomar de algún modo dicha realidad.

Entonces, se identifica en el autor una necesidad por demostrar que la forma en como se hace
metafísica es quizás una forma equívoca, porque mediante demostraciones de la relatividad del
pensamiento, el hombre posa la mirada en el uso de conceptos fijos para comprender una realidad
que en esencia es móvil. Sin embargo, muestra que se puede seguir un camino inverso instalando
el entendimiento en la realidad móvil adoptando su dirección siempre cambiante3. Para ello, es
menester que el espíritu se obligue a invertir el modo en el que normalmente se piensa
interesándose por refundar las categorías que ya ha obtenido. Así pues, el sujeto debe entrenarse
en el seguimiento del movimiento propio de la vida interior de las cosas.

Este proceso, se propone durante la argumentación del texto, como constitución de una
filosofía progresiva que busque resolver los problemas que le atañen directamente de manera
natural sin hacer uso de términos artificiales con los que normalmente se plantean respuestas. Es
pues, una llamada clara de la Metafísica, a abstenerse de convertir la intuición en símbolo, pues
esta encierra la reflexión de la realidad móvil y la limita. De esta manera corre el riesgo de perder
un cierto nivel de rigor y utilidad con respecto a la ciencia, pero aun perdiendo esto, se
recompensará en alcance y extensión de sus resultados.

Además, en el proceso argumentativo que Bergson hace, expone el hecho de que, si la


metafísica sigue este camino de unión a la movilidad de la realidad, se hará similar a la matemática
en la medida en que analizará tomando contacto con la continuidad y siendo consciente de ella,
teniendo en cuenta la movilidad de lo real donde ese contacto es maravillosamente utilizable4.
Ahora bien, en el avance de tal proceso, la metafísica, encontrará que algunos objetos no son
traducibles en símbolos, haciendo distinciones cualitativas entre los objetos. Esto privilegia el
hecho de que no quede reducida a la mera matemática universal, que, en sí, ya tiene su valor propio
y su modo de estar como ciencia exacta en el mundo académico.

Sumado a esto, se hace hincapié en estudiar el movimiento en sí, dejando de lado los
conceptos preconcebidos o prefabricados que generan una dificultad frente a la comprensión de la

2
(Bergson 1903), Pg. 71
3
(Bergson 1903), Pg. 72
4
(Bergson 1903), Pg. 75
realidad, pues el hombre constantemente desarrolla el pensamiento mediante un principio que
resulta falaz: existe algo más en lo inmutable que en lo moviente, y se pasa de lo estable por una
simple disminución5. Tal premisa resulta problemática al momento de entender y comprender la
realidad, debido a que fija la mirada en comprenderla desde lo inmóvil. No obstante, el autor es
consciente de que cuando tales comprensiones son vislumbradas por un sujeto, estas terminan
convirtiéndose en conceptos inmóviles.

Sin embargo, es de remarcar, que tal inclinación a encajar la realidad en conceptos que no se
enmarcan en la lógica móvil, es una condición que está presente en el hombre, pero la filosofía
debe ayudar a trascender. Teniendo en cuenta que, la forma en la cual se ha formulado el
pensamiento hace que tales conceptos vayan obteniendo el carácter de símbolos, y el importante
hallazgo ante el cual el hombre creyó estar, fue la relatividad del conocimiento, llevando a la
metafísica a hacer lo mismo.

Pero, la metafísica, no ingenuamente, a lo mejor no tan consciente de que lo estaba haciendo,


logró levantar el Alma sobre la Idea (en sentido platónico), logrando devenir en una marcha opuesta
al pensamiento antiguo. Pero ella, haciendo un uso de los símbolos termina pareciéndose a las
ciencias, olvidando en cierta forma su vocación principal de hacer una ruptura con los símbolos.
Aunque esta realidad es evidente, es claro que se ve impulsada por el entendimiento humano, que
busca operar sobre elementos estables, busca la estabilidad, sea en las relaciones, sea en las cosas6.
Esta realidad hace evidente que en un hecho errático el entendimiento hace un uso de la metafísica
que no le permite a ella ser independiente.

Finalmente, el autor apunta en su reflexión a una facultad en el hombre distinta al analizar,


apunta a la intuición la cual centra su mirada en el corazón mismo del tema para encontrar en
esencia los datos que se recogen y se estudian de un tópico. No obstante, si el hombre se vuelve
bruscamente hacia el impulso que siente detrás de él mismo para aprehenderlo, se escapa, porque
no es una cosa, sino una iniciación al movimiento7. Por tal motivo, el trabajo de intuición metafísica
es en pura realidad, el conjunto de observaciones de la ciencia positiva y las reflexiones del espíritu
sobre el espíritu, que no busca apresar la realidad en conceptos, generalizando la experiencia, sino
apunta a una comprensión de la realidad desde lo móvil, experiencia integral.

5
(Bergson 1903), Pg. 79
6
(Bergson 1903), Pg. 83
7
(Bergson 1903), Pg. 93

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