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SISTEMA DE SALUD EN COLOMBIA

El sistema de salud en Colombia hace parte del Sistema Seguridad social de


Colombia regulado por el gobierno nacional, por intermedio del Ministerio de la Salud y
Protección Social.
El sistema general de seguridad social de Colombia integral vigente en Colombia está
reglamentado por la Ley 100, expedida el 23 de diciembre de 1993. Colombia para el
año 2000 se encontraba en el puesto 22 de 191 países, por su desempeñó general del
sistema de salud según un informe de la Organización Mundial de la Salud.
El sistema de salud colombiano se caracteriza por estar formado por dos sistemas
coexistentes: el régimen contributivo (privado) y el régimen subsidiado (gratuito) por medio
del Sisbén. Ambos regímenes proporcionan cobertura universal, acceso por igual a
medicamentos, procedimientos quirúrgicos, servicios médicos y odontológicos.
El Ministerio de Salud y Protección Social es el responsable de desarrollar políticas en
materia de salud, así como el encargado de regular la salud en el país. La Entidad promotora
de salud (EPS) son empresas regionales de sanidad que se encargan de implementar los
objetivos fijados por el Ministerio de Salud, de desarrollar las líneas maestras y sus
protocolos, y también de supervisar la actuación de los cuidados en salud. Para cumplir con
sus responsabilidades las EPS deben conformar una red de servicios para lo cual cualquier
entidad promotora de salud puede contratar a clínicas, hospitales o un Instituto prestador
de salud (IPS) de forma independiente y autónoma o pueden garantizar el acceso a los
servicios con su propia red. Además deben contratar un porcentaje determinado mínimo con
instituciones prestadoras de servicios públicos.
El sistema de salud colombiano es descentralizado, las fuentes de financiación de la salud
son principalmente del Sistema General de Participaciones (SGP), los aportes de
empleadores y trabajadores al régimen contributivo que se administran por la
Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES), y
los recursos obtenidos en los juegos de suerte y azar administrados por Coljuegos, también
existen otras fuentes de financiación de menor envergadura.

El sistema en salud está compuesto básicamente por tres entes:


El estado (Gobierno): actúa como ente de coordinación, dirección y control. Sus organismos
son: El Ministerio de la Salud y Protección Social (Colombia).
Los aseguradores: Son entidades privadas que aseguran a la población, actúan como
intermediarias y administradoras de los recursos que provee el estado en forma
de prima anual denominada Unidad de Pago por Capitación -UPC-. Son las entidades
promotoras de salud (EPS) y las administradoras de riesgos laborales (ARL).
Los prestadores: son el Instituto prestador de salud (IPS), son los hospitales, clínicas,
laboratorios, etc. Que prestan directamente el servicio a los usuarios y aportan todos los
recursos necesarios para la recuperación de la salud y la prevención de la enfermedad, los
profesionales independientes de salud (médicos, enfermeros, etc.) y los transportadores
especializados de pacientes (ambulancias).

SISTEMA CANADIENSE

En el sistema canadiense hay acceso universal de alta calidad para todos los ciudadanos. Es
públicamente financiado y los prestadores son privados. El medico u hospital hace una
factura al gobierno por el servicio prestado. Este requiere impuestos altísimos o “sin taxes”.
Es decir cerveza a 7000 pesos y cigarrillos a 15000 pesos la caja. Se prohíbe la práctica
privada de medicina, con lo cual si un paciente quiere pagar a un médico de su bolsillo se
considera ilegal.

SISTEMA BRITÁNICO

En este sistema hay hospitales públicos y privados. Todos los ciudadanos están asegurados
para tratamientos en hospitales públicos y en ciertas ocasiones se hacen asociaciones con
hospitales privados. Si el hospital privado que está disponible no cumple con los estándares
de precios gubernamentales el pago pasa a depender del paciente. Requiere igualmente
altísimos impuestos. La práctica de la medicina de manera privada es legal, pero es muy
pequeña y se encarga de tratamientos básicos.

SISTEMA SUIZO

En este hay varias empresas aseguradoras privadas compitiendo por clientes y todos los
ciudadanos están obligados a comprar un seguro médico. Si el costo del seguro supera un
10% de su salario el gobierno cubre el resto, alrededor de un 30% de los ciudadanos tienen
ayuda gubernamental. Las aseguradoras están fuertemente reguladas. Por ejemplo deben
cobrar una tarifa idéntica a todos sus afiliados, no pueden negarle el seguro a alguien por
condiciones pre-existentes y deben ofrecer un paquete obligatorio sin obtener beneficios
económicos, pudiendo crear ganancias a partir de otro tipo de seguros

SISTEMA ESTADO UNIDENSE

Es por todo esto que el sistema de salud en Estados Unidos es uno de los temas más
controversiales en la política hoy en día. El debate es intenso en temas de calidad y futuras
políticas de mejoramiento. Más allá de un debate político, es un debate social. En un extremo
hay gente que piensa que el sistema de salud estadounidense es uno de los mejores en el
mundo. Calificando la calidad del servicio, la tecnología y las facilidades médicas, junto con
la libertad de escoger cuánto y cuál servicio recibir como las razones por las que el país es
pionero en medicina. En el otro extremo, sin embargo, estamos quienes consideramos a este
sistema un sistema fragmentado e ineficiente. Para entender de donde proviene el debate
se necesita entender de manera general la estructura del sistema de salud en el país.

50 millones de personas sin seguro

La organización del sistema de salud en este país como en el mundo es mixta, es decir hay
tanto aseguradoras públicas como privadas. Lo que es único de este sistema es el dominio
del sector privado sobre el público. En 2011 el 49% de la población estadounidense recibe
un seguro médico privado por medio de su empleador, el 5% tiene un seguro médico
independiente, 16% no goza de un seguro médico (es decir, 50 millones de personas), el 13%
está cubierto bajo Medicare y el 18% tiene Medicaid o algún otro tipo de seguro médico
público. Estas estadísticas según la oficina de análisis legales.

Dentro de los programas públicos que cubren al 31% de los estadounidenses asegurados,
tenemos a Medicare, Medicaid y otros programas patrocinados por el Estado
Federal. Medicare es un programa federal que cubre a personas de 65 años en adelante. La
mayoría de la población adulta mayor en los Estados Unidos goza de este servicio. Este es un
programa administrado por el gobierno y es lo que llamamos “single payer” o pagador único,
lo que significa que el gobierno es la entidad que actúa como aseguradora.

Medicaid, es un programa designado para las familias de bajos recursos económicos. Están
protegidos bajo ley federal, las mujeres embarazadas, niños, adultos mayores, personas con
discapacidad y padres de familia que califican bajo los estándares de pobreza del país. Este
programa es administrado por los distintos estados, o sea que hay 51 programas diferentes
de Medicaid. S-CHIP es un programa público que ofrece ayuda financiera para aquellas
familias que ganan más del límite para calificar a la ayuda de Medicare pero no lo suficiente
para obtener un seguro médico privado. Veteran´s Administration es un programa
administrado por el gobierno federal que ofrece beneficios médicos a los veteranos del
ejército.

A pesar de los beneficios de estos programas de seguridad pública (y del bajo costo
administrativo de los mismos) hay muchos aspectos que todavía son problemáticos. Por
ejemplo, Medicare no cubre medicina preventiva, o servicios como dentistas u oculistas.
Medicaid está expuesto al rechazo por parte de los proveedores de los servicios de salud,
puesto que su tasa de reembolso es muy baja. De la misma manera el programa S-CHIP.
El sector privado

En el sector privado hay dos formas de obtener un seguro médico. La primera es por medio
de su empleador, esta es la forma más común en los Estados Unidos. La segunda es en el
mercado de una manera individual, el gran problema con esta última opción es que las
aseguradoras tenían la posibilidad de negar la cobertura basándose en la salud general y
condiciones preexistentes de los asegurados. Esta última característica cambió desde que se
firmó el ACA o “Obamacare.” Los beneficios que los asegurados reciben varían de gran
manera en el sector privado además que el financiamiento difiere de empresa a empresa.

Pero, ¿cómo y quién paga para que el sistema siga a flote? De la manera más simple se puede
decir que el dinero que entra al sistema es el pago por el servicio y el dinero que sale está
representado por los reembolsos que las personas aseguradas reciben. En este país la
responsabilidad de manejar las funciones intermediarias está en las manos de compañías
públicas y privadas, lo que en algunas ocasiones es considerada la razón para el alto costo de
los servicios.

El dinero se mueve de nosotros los pagadores de impuestos y compradores de seguros, hacia


instituciones gubernamentales o aseguradoras privadas. En ocasiones incluso, el dinero va
desde las instituciones públicas hacia las aseguradoras privadas, por medio de la prima de
los empleados públicos. De las aseguradoras sale hacia los proveedores de los servicios de
salud, doctores, enfermeras, paramédicos, etc. Estos últimos son pagados por servicio lo que
en teoría incrementa la competitividad y la eficiencia.

Cada vez más caro

Uno de los problemas más graves dentro del sector privado es el continuo incremento del
costo. En 2009, 2.5 trillones de dólares fueron dirigidos al sector de la salud. De esta cantidad
15% o cerca de 380 mil millones de dólares fueron exclusivamente dirigidos a gastos
administrativos u otros gastos profesionales no médicos. El costo de los seguros médicos casi
se duplicó en un espacio de 6 años.

De 2003 a 2009 el costo de los seguros médicos subió alrededor del 87%. Esto significa que
si un seguro médico le costaba a usted 1200 dólares anuales en el año 2003, en el año 2009
el mismo seguro le costó 2244 dólares. No sorprende entonces que el número de personas
sin seguro creció de manera extraordinaria, alcanzando los 50 millones hoy en día.
Más preocupante aún es la posibilidad de quedar en bancarrota después de un episodio
médico. El año pasado, de hecho, de cada 100 familias que quedaron en la pobreza, 46
llegaron a ese punto después de haber sufrido un episodio médico.

A pesar de ser el país con la mejor tecnología y servicios médicos, los Estados Unidos es el
país desarrollado con los peores resultados en salud a nivel nacional. El país gasta 12.6% de
su PIB en salud, el porcentaje más alto entre los países miembros de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés), como Canadá, Chile,
México y la mayoría de países de Europa. El país es el único en la OECD en que el sector
público es minoritario en el financiamiento de los servicios de salud.

Los cambios para mejorar el sistema son necesarios, el debate es político e ideológico, por
lo que debemos informarnos para reconocer las fortalezas y las debilidades de nuestro
sistema. En el siguiente número de La Voz presentaré los cambios que la ley de reforma del
sistema de salud, comúnmente llamada “Obamacare”, viene trayendo.

Qué sistema es el ideal para Colombia?

Muchas personas piensas que el sistema de salud ideal es el canadiense. Pero en Colombia
su uso sería catastrófico. Un aumento en los impuestos como el que sería necesario causaría
motines y protestas. Además algunos prestadores de servicio de dudosa moral encontrarían
formas de robar al estado pasando facturas falsificadas, lo que llevaría a un progresivo
empobrecimiento de la calidad de la salud en general, y a una progresiva disminución de
salarios para los médicos. Luego al no poder acceder a clínicas pagando directamente,
pasaríamos de un sistema en el cual solo los “ricos” pueden obtener atención medica de
calidad (nótese por ejemplo, que la fundación Santafé está considerada una de las mejores
5 clínicas de Latinoamérica), a un sistema donde nadie puede acceder a atención medica
buena. Y para colmo este sistema ya se implementó en Colombia antes de la promulgación
de la ley 100 en 1990 y no contaba con mejores resultados que los que tenemos
actualmente.
El sistema británico cuenta con problemas muy similares, y en este caso al ser la mayoría de
hospitales nacionalizados, ya no sería el sector privado el que robara potencialmente al
público sino los funcionarios públicos los mismos que desfalcan el dinero que está destinado
a este fin.

Luego llegamos al sistema suizo, y espero que hayan notado que este es muy similar al
colombiano, pero sus resultados son dramáticamente diferentes. ¿A qué se debe esto? A
algunos pequeños detalles que al parecer se olvidaron de copiar. La regulación a las EPS es
nula. Se debe crear políticas de estandarización de servicios, evitando así el rechazo que
reciben algunas personas por condiciones pre-existentes. Es decir, las EPS deben ser libres
de cobrar lo que les de la gana, pero a todos por igual. Las reglas del mercado haría que las
EPS que presenten mejores precios o mejor servicio prevalezcan. Si una EPS presenta
perdidas que llevarían a la banca rota, sus afiliados deben ser rescatados por el gobierno
mientras la empresa se hunde.

Luego el sistema anterior minimiza en nuestro contexto nacional (aunque está lejos de
acabar) el mordisco de la corrupción en el sistema de salud.
Pero nada de esto va a cambiar el hecho de que una proporción como la que tenemos en
Colombia de pobreza hace imposible un sistema de salud perfecto. Luego, aunque las
medidas que propongo, creo tendrían un efecto benéfico en nuestro sistema de salud, aun
no lo arreglarían del todo. La salud no es un derecho, es un servicio prestado por médicos y
hospitales. Y como todo servicio, lo ideal no es prestarlo “gratis”, sino que haya suficiente
riqueza en el país para que todos tengan acceso a él. Y acabar con la pobreza de un país es
algo muchísimo más complicado que formular un sistema de salud

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