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CAPITULO 23

BASE Y SUPERRESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD.

Se inicia el análisis del tema examinando los conceptos de base y superestructura.

23.1 Base y superestructura

Con los conceptos estudiados en los anteriores temas ya se puede comprender la estructura
económica de la sociedad. El estudio detallado y riguroso de esta estructura es fundamental,
pues a partir de ella se pueden comprender los otros niveles de la sociedad.

Marx y Engels han llamado Infraestructura o Base a la estructura económica de la sociedad y


superestructura a las instituciones jurídico-políticas. Estado, derecho, etc., y a las “formas de la
conciencia social” que corresponden a una infraestructura determinada.

En el anti-Duhring Engels dice; la estructura económica de la sociedad constituye en cada caso


el fundamento real a partir del cual hay que explicar en última instancia toda la
superestructura de las instituciones jurídicas y políticas así como los tipos de representación
religiosa, filosófica y de otra naturaleza, de cada periodo histórico.

Mediante las nociones Base y superestructura Marx y Engels expresaron la relación que existe
entre el aspecto económico de la sociedad y los aspectos jurídico-político e ideológicos
(“formas de la conciencia social”).

De la misma manera que en un edificio los cimientos sirven de base para su construcción, la
estructura económica es la base de todo el edificio social.

Uno de los grandes aportes de Marx y Engels es haber descubierto que para estudiar la
sociedad no se debe partir de lo que los hombres dicen, imaginan o piensan, sino de la forma
en que producen los bienes materiales necesarios para su vida.

Marx, en “El Capital”, señala que en todos los casos es la relación directa entre los propietarios
de las condiciones de producción y los productores directos donde encontraremos el secreto
más íntimo, el fundamento oculto de toda la estructura social, y por consiguiente también de
la forma política que presenta la relación de soberanía y dependencia, en suma, de la forma
específica del estado existente en cada caso. Esto no impide que la misma base económica, en
virtud de incontables diferentes circunstancias empíricas, condiciones naturales, relaciones
raciales, influencias históricas operantes desde el exterior, etc., pueda presentar infinitas
variaciones y matices en sus manifestaciones, las que solo resultan comprensibles mediante el
análisis de estas circunstancias empíricamente dadas.

La noción de superestructura designa, por lo tanto, dos aspectos de la sociedad; la estructura


jurídico-política y la estructura ideológica. A la primera corresponden el estado y el derecho, a
la segunda, las llamadas “formas de la conciencia social”.

a) Superestructura; una noción problemática.

El haber empleado el término “noción” para hablar de la superestructura no se debe a un


simple accidente, se debe a que no ha sido estudiada en forma acabada por los marxistas.

¿puede decirse, por ejemplo, que todo lo que ocurre en una sociedad que no pertenece a la
instancia económica debe ser considerado como un fenómeno perteneciente a la
superestructura?
Stalin, en su artículo “a propósito del marxismo en lingüística”, afirma que el lenguaje no es un
fenómeno perteneciente a la superestructura ni a la base o infraestructura.

Por otra parte, Althusser, al criticar a Gramsci, sostiene que la ciencia es un fenómeno que no
puede ser colocado bajo la categoría de superestructura.

Si el concepto de superestructura no da cuenta de todos los fenómenos extra económicos,


¿cuál debe ser el concepto que permita dar cuenta de ellos? Este es un problema teórico que
el marxismo debe resolver.

23.2 relaciones entre base y superestructura.

Según la teoría marxista, es en la infraestructura donde hay que buscar el “hilo conductor”
para explicar los fenómenos sociales pertenecientes a la superestructura, pero esta afirmación
no implica afirmar que todo se reduce o es un simple reflejo de lo económico.

Sin embargo, muchos textos de Marx y Engels se presentan para una interpretación de este
tipo debido a la acentuación excesiva que dan al papel que desempeña la estructura
económica dentro de la sociedad.

Por tanto, es necesario formularse la pregunta, cual puede ser la razón que llevo a Marx y
Engels a realizar tal acentuación.

En este sentido y tratando de responder esa inquietud se debe indicar que en el momento
histórico en que estos autores escribían existía una fuerte; corriente idealista que atribuía a la
voluntad y al pensamiento de los hombres la causa de los fenómenos sociales, despreciando el
papel de la vida material. Aun los pensadores que ocupaban las posiciones más avanzadas,
como los materialistas ingleses y franceses de los siglos XVII y XVIII y el materialista alemán
ludwing feuerbachk, continuaban sosteniendo principios idealistas cuando se trataba de
explicar los fenómenos de la vida social, la historia de las sociedades.

Teólogos y filósofos idealistas, sociólogos e historiadores burgueses, todos los ideólogos de la


aristocracia feudal y de la grande y pequeña burguesía veían en la conciencia, la razón, las
ideas políticas, morales y religiosas la fuerza motriz fundamental y determinante del desarrollo
de la sociedad.

Por combatir posiciones de este tipo Marx y Engels caen, en ciertos textos, en el extremo
opuesto. Estos, aislados del contexto y del campo ideológico en que han sido producidos, han
conducido a falsas interpretaciones. La interpretación mecánica, no critica, de textos como
estos ha dado nacimiento a una simplificación del marxismo.

Ciertos marxistas, los llamados por Lenin “marxistas vulgares”, se esfuerzan por deducir
directamente de la economía todos los fenómenos producidos a nivel ju5ridico-politico e
ideológico.

Son el caso de la ideología filosófica, por ejemplo, pretenden deducir los conceptos de materia
y de espíritu de las relaciones sociales de producción. El concepto de materia correspondería al
proletariado (trabajo material) y el concepto de espíritu correspondería a los capitalistas
(trabajo de organización y administración que no es un trabajo de tipo material).

Lenin rechaza con energía este simplismo haciendo ver que estos conceptos han sido
producidos hace más de dos mil años por filósofos que pertenecían a diferentes clases.
A los marxistas vulgares debe repetírseles la frase de Engels en su carta a borgius del 25 de
enero de 1894; no existe “un efecto automático” de la situación económica.

Es necesario mostrarles que si Marx y Engels han acentuado el lado económico se debe a que
frente a sus adversarios les era necesario “subrayar este principio fundamental” negado por
ellos.

El estudio de las obras políticas de Marx y Engels es la prueba más evidente de la importancia
que daban a los otros niveles – no económicos – de la sociedad y, sobre todo, a la acción
revolucionaria, producto de la lucha de clases.

Las condiciones económicas son “en definitiva las decisivas”, pero los otros aspectos de la
sociedad desempeñan también un papel. Engels en el volumen de “obras escogidas” señala
que el desenvolvimiento político, jurídico, filosófico, religioso, literario, artístico, etc., se basa
en el desarrollo económico, pero restos elementos interactúan entre si y también vuelven a
actuar sobre la base económica.

Los elementos de la superestructura están ligados directa o indirectamente a los cambios


operados en la infraestructura, pero tiene una autonomía relativa y su desarrollo se encuentra
regido por leyes específicas.

Engels señala como el desarrollo de la filosofía, por ejemplo, no puede ser explicado pura y
simplemente a partir del desarrollo económico; la filosofía de cada época, puesto que es un
dominio preciso de la división de trabajo, presupone un determinado material intelectual
heredado de sus antecesores y del que toma su punto de partida.

Se puede, por lo tanto, decir que puedan existir ciertos elementos ideológicos que se
trasmiten de una formación social a otra, pero estos elementos están siempre puestos al
servicio de los intereses de las clases dominantes, a las que sirven de instrumentos de lucha.

La transformación radical de la superestructura y su remplazo por una nueva no excluye la


continuidad de algunos elementos.

Si la economía determinara mecánicamente toda la superestructura y el desarrollo de la


sociedad, Marx y Engels caerían en un contrasentido absurdo; hacer un llamado a la lucha de
clases y a la revolución cuando todo estaría ya determinado por anticipado por la economía.

Este es uno de los puntos más frecuentemente repetidos por los críticos del marxismo. Se
complacen en señalar “la incoherencia lógica” de la teoría marxista. Por una parte, la
afirmación de la determinación económica y, por otra, la afirmación de la necesidad de la
acción de los “hombres” en la historia. Esta crítica no hace sino revelar la ignorancia o la mala
fe de quienes la formulan, los que parecen olvidar la diferencia radical que existe entre el
determinismo marxista y el determinismo mecanicista.

Lamentablemente, Marx y Engels no pudieron desarrollar una manera sistemática y profunda


el problema del determinismo especifico del marxismo.

Althusser en su obra “el objeto de El Capital” dice que el término “causalidad estructural” que
propone, plantea un problema absolutamente nuevo, dentro del más grande embrollo teórico,
ya que no se dispone de ningún concepto teórico elaborado para resolverlo.

Algunos años más tarde el filósofo francés preferiría el término “causalidad dialéctica
materialista” al de “causalidad estructural”
22.3. base y superestructura en la formación social boliviana.

En el marco de uno de los objetivos centrales del libro que es el de comprender y explicar la
formación social boliviana, se analiza; forma como se relacionan base y superestructura en la
formación social boliviana.

a) Forma como se relacionan base y superestructura en la formación social boliviana.

En las distintas fases de desarrollo de la formación social boliviana (proteccionista, liberal,


nacionalista y neoliberal) e inclusive en la actual fase de estado plurinacional, la base de su
economía fue y sigue siendo la exportación de materias primas sobre todo minerales, esta
situación estructural, determino que siempre exista una relación entre la base económica
capitalista y la superestructura política, jurídica e ideológica también capitalista.

Sin embargo, esta relación fue mucho más intensa en las fases liberal y neoliberal.
Particularmente en la fase neoliberal iniciada en 1985 con base en la economía de oferta y
demanda de mercancías – fase en la que por otra parte, penetra más fuertemente la
globalización- , se impulsa desde el estado neoliberal, superestructuras liberales en los ámbitos
político (apoyo abierto a la economía de mercado), jurídico ( promulgación de leyes liberales
como la capitalización o flexibilización laboral) e ideológico ( generación de ideas capitalistas
mediante medios de comunicación de propiedad capitalista).

Para ilustrar esta nuestra aseveración se hace referencia al estudio realizado en 2000 por Max
castillo simbron relacionando fuerzas económicas, partidos políticos y medios de
comunicación; la primera fuerza económica, es la agroindustria cruceña ( producción de soya y
sus derivados, caña de azúcar y sus derivados, producción de arroz), representada por la
cámara agropecuaria del oriente; los mismos , se distribuyen en partidos como el MNR, ADN Y
MIR, y estos a su vez en medios de comunicación como EL MUNDO, EL DIA, RADIOS
TELEVISCION, etc. La segunda fuerza, es la minería que tiene una hegemonía política,
económica e ideológica ( mineros que explotan oro, plata, wolfran, antimonio, etc); este
bloque hegemónico, está representado por COMSUR y EMUSA, cuyos propietarios son las
familias Sánchez de Lozada, Mercado, Iturralde, Garafulik y Maclean, que se expresan en los
partidos de MNR y ADN, que reproducen su ideología en medios de comunicación social, como
son; LA RAZON,, ULTIMA HORA, ATB. La tercera, es la banca (banco hipotecario, banco
boliviano americano, banco santa cruz) , que condicionan la forma de trabajo de los medios de
comunicación. La cuarta, es le comercio (hansa, grace, la papelera) cuyos propietarios son las
familias Illanes y Bedoya). La quinta, es la industria ( CBN, TAQUIÑA, DUCAL, SAGIC, CEMENTO,
cuyos propietarios, son: grupo Quilmes y las familias calvo y doria medina=; estos empresarios
también detentan el poder a través de medios de comunicación (radio integración y otros);
también participa la iglesia, la democracia cristiana, con dominio de poder en las agencias de
noticias como ERBOL, RADIO FIDES, SAN GABRIEL otros. La sexta, es el narcotráfico y el lavado
de dólares que peligrosamente se introduce en esferas sociales y políticas. finalmente, existen
empresas capitalizadas- YPFB, ENRON, PETROBRAS, CHACO; ENTEL, ENFE Y LAB-, se trata de
empresas transnacionales (trust y consorcios) que funcionan con capitales de varias empresas
del mundo.

Otra aseveración ilustrativa referida al estado plurinacional, es la expuesta por Raúl


peñaranda, quien sostiene que, en Bolivia, en los últimos años el gobierno del MAS desplego
una estrategia para controlar importantes medios de comunicación, a través de su compra
mediante empresarios amigos o instalarlos directamente. Entre ellos están la redes de TV
nacionales ATB y PAT, los canales regionales FULL TV y abyayala y el diario la razón,
denominándolos medios “paraestatales”.

La particularidad de la relación entre base económica y superestructura política, jurídica e


ideológica, en la fase de estado plurinacional; es contradictoria, por la presencia de propuestas
políticas como el “socialismo comunitario” del gobierno del movimiento al socialismo, sin
afectar las relaciones capitalistas preexistentes. En efecto, en esta fase iniciada en 2006, la
relación es contradictoria, precisamente por la presencia de políticas como la mencionada del
“socialismo comunitario” del gobierno del MAS a tomar medidas como las nacionalizaciones o
formular declaraciones como la expresada ministro de economía y finanzas, Luis Alberto arce
catacora que sostiene que el nuevo modelo económico, social, comunitario y productivo,
sienta las bases para la transición hacia el nuevo modo de producción socialista de Bolivia,
aunque respetando al mismo tiempo la propiedad privada preexistente, haciendo
declaraciones de respeto de la propiedad privada, creando empresas capitalistas del estado o
permitiendo el enriquecimiento de empresas capitalistas transnacionales del petróleo y de la
minería.

Por tanto, la conclusión central es que mientras se mantenga intacta la base de la economía
boliviana, que es la exportación de materias primas de forma capitalista, siempre habrá una
relación entre la base económica capitalista y la superestructura política, jurídica e ideológica
también capitalista.

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