El Pensamiento negativo: la Lógica de Protesta Derrotada

Marcuse, Herbert (1993). El Pensamiento negativo: la Lógica de Protesta Derrotada. En

Herbert Marcuse, El hombre unidimensional (pp. 197-230) Buenos Aires, Argentina:
Planeta

Herbert Marcuse presencio la segunda guerra mundial y se vio directamente afectado por ella al
ser un judío, esto determinó su postura crítica frente a la estructura del poder, la distribución de la
riqueza y la sociedad de consumo. A esta sociedad la llamo la sociedad unidimensional, una
sociedad sometida al consumismo como algo implantado por las grandes elites (empresas, bancos,
etc) para enriquecerse. Frente a esta problemática, Marcuse presenta una propuesta para liberarse
de este consumo y del poder de estas elites.

De ahí, Marcuse presenta en el capítulo 5, el Pensamiento negativo: la Lógica de Protesta

Derrotada, que la lógica de esta sociedad se fundamenta en una realidad falsa, una realidad
establecida, en una negación del ser, del pensamiento autentico, que se manifiesta en la idea
errónea de que lo que tiene sentido, aquello que es real, verdadero es lo material con lo que se
distorsiona el verdadero concepto de la razón que se manifiesta en el pensamiento negativo, es
decir en dejar de ser, en destruir al ser. Pero, ¿Cómo saber que una forma o condición realmente
es o no lo es? La respuesta es que por ejemplo el consumismo es una forma de existencia que no
es verdadera porque no se basa en el gozo del ser.

Marcuse pone en evidencia que la lógica de la dominación fue creada por las grandes elites para
que la sociedad creyera que el consumismo obedece a la razón, que es la única verdad, asumiendo
que se debe trabajar y consumir siendo lo único real aunque en realidad solo parecen ser reales.
Así, implantando esta lógica por medio de un discurso dominante de que el consumismo hace libre
y usando elementos del pensamiento han ajustado las reglas del pensamiento a las reglas del
control y la dominación; logrando dominar a la sociedad, haciéndoles creer que deben consumir
porque lo dicta la razón porque es verdadero, esto se traduce en un pensamiento negativo en la
medida que es erróneo y perjudicial.
De acuerdo con Marcuse, la civilización actual basada en la tecnología funciona sobre una lógica
errónea que gira en torno a la libertad y opresión, la productividad y la destrucción, el crecimiento
y la regresión como lo afirma Marcuse (1993). La tecnología es otra estrategia del capitalismo para
dominar a las personas estableciendo una forma de pensar, de aprender, creando tendencias.

Por tanto, el capítulo 5, el Pensamiento negativo: la Lógica de Protesta Derrotada hace un análisis
de como la civilización actual puede liberarse de la necesidad, del control y predicción de la
tecnología, y por ende del pensamiento negativo que la está llevando a la destrucción del ser,
planteando que la solución está en proceso del ser y del pensamiento, en someter la experiencia.

En este sentido, siguiendo a Marcuse, la respuesta está en una existencia verdadera y libre que no
necesariamente obedece a la razón y la lógica. Una existencia basada en la esencia del hombre y
en su pensamiento autentico crítico que es libre de toda subversión de la verdad porque niega lo
establecido y asume nuevas posiciones, una experiencia inmediata libre de la objetividad, que no
acepten las cosas tal y como aparecen y son dadas.

Así entonces, a partir de la lectura del capítulo el Pensamiento negativo: la Lógica de Protesta
Derrotada se puede deducir que la civilización tecnológica es un impedimento a esta respuesta ya
que el hombre está sometido a satisfacer las erróneas necesidades implantadas por el capitalismo,
a la falta de libertad y a la falsedad. Esto impide alcanzar una forma de existencia basada en la
verdad, y por ende en el ser.

En conclusión, el Pensamiento negativo: la Lógica de Protesta Derrotada, es un capítulo en el

que se explica porque el triunfo de las grandes elites y de la racionalidad tecnológica creada por
ellas está dado por su capacidad de lograr transgiversar la idea de la razón y chocar el pensamiento
positivo con el negativo. También se esboza la idea de que la filosofía no solo obedece a lo lógica
porque esta última muchas veces abstrae el pensamiento autentico y desdibujo lo que es verdad,
real por lo que la filosofía asumida desde la lógica podría ser una herramienta de control, puede
ser la lógica de la dominación. Marcuse, por el contrario, se inclina por la lógica dialéctica que
deshace las abstracciones de la lógica formal y de la filosofía trascendental.