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EQUILIBRIO FINANCIERO DEL CONTRATO - Prestaciones correlativas /

ECUACION FINANCIERA DEL CONTRATO - Decreto ley 222 de 1983 /


ECUACION FINANCIERA DEL CONTRATO - Hechos
determinantes.Rompimiento

Para establecer el contenido del concepto “Equilibrio” cabe tener en cuenta lo que
motiva a cada uno de los sujetos de la relación jurídico negocial derivada del
contrato estatal; para el Estado, desarrollar los fines que nuestro sistema jurídico
le atribuyó fundamentalmente la satisfacción del interés público; para el particular,
obtener un lucro personal. El contrato estatal debe entonces colmar las
expectativas de uno y otro contratante, para lo cual se ha previsto la conservación
de la ecuación financiera del contrato existente a la fecha en que surge la relación
jurídico negocial. Por virtud de la mentada ecuación, se pretende que la
correspondencia existente entre las prestaciones correlativas que están a cargo de
cada una de las partes del contrato, permanezca durante toda su vigencia, de tal
manera que a la terminación de éste, cada una de ellas alcancen la finalidad
esperada con el contrato. Cuando las condiciones económicas pactadas a la
celebración del contrato, se alteran en perjuicio de una de las partes contratantes,
a consecuencia de hechos que no le son imputables y que ocurren con
posterioridad a la celebración del mismo, surge el deber de reparar la ecuación
financiera del contrato. Los hechos determinantes del rompimiento de la ecuación
financiera del contrato son: el hecho del príncipe, los actos particulares de la
administración en ejercicio de la potestad de dirección y control (particularmente
del ius variandi) y los factores sobrevinientes y exógenos a las partes del negocio.
A más de lo anterior, y no obstante que el contrato que se estudia está sometido al
imperio del decreto ley 222 de 1983, resulta ilustrativo anotar que la ley 80 de
1993, al regular la figura del rompimiento del equilibrio financiero del contrato,
incorporó el incumplimiento como factor determinante del mismo (art. 5, num 1),
disposición ésta que debe interpretarse dentro del contexto de la responsabilidad
contractual del Estado, toda vez que es uno de los elementos que la determinan.
El estatuto aplicable al contrato, del que deriva el litigio objeto de este proceso, es
el vigente al momento de su celebración, esto es, el decreto ley 222 de 1983 que,
si bien no reguló ampliamente lo relativo a la ecuación financiera del contrato
estatal, contiene algunas disposiciones que permiten inferir su consagración legal,
tales como los artículos 19 y 20, que establecen los poderes exorbitantes de
terminación y modificación unilateral de los contratos, para la administración, cuyo
ejercicio se condicionó a la debida protección de los intereses económicos del
contratista, otorgándole, en el primer caso, el derecho a una indemnización y, en el
segundo, el derecho a conservar las condiciones económicas inicialmente
pactadas. Se sujetó la modificación unilateral del contrato a la observancia, entre
otras, de las siguientes reglas: “_c) Deben respetarse las ventajas económicas
que se hayan otorgado al contratista. d) Debe guardarse el equilibrio financiero del
contrato para ambas partes. e) Deben reconocerse al contratista los nuevos
costos provenientes de la modificación”. De igual manera, determinó la posibilidad
para el contratista de no continuar con la ejecución del contrato, cuando la
modificación unilateral variara, en más del 20 o/o el precio inicialmente pactado.
Se tiene así que, en el decreto ley 222 de 1983 se incluyeron disposiciones
orientadas a la conservación de la ecuación financiera del contrato en beneficio de
las partes contratantes y particularmente frente a actuaciones legítimas de la
administración. También se previeron eventos determinados por hechos exógenos
a las partes, cuando se reguló la revisión de precios para los contratos de obra
pública, consultoría y suministro. (arts. 86, 113). El reajuste de los contratos se
dispuso respecto de los contratos de tracto sucesivo, puesto que estos eran
vulnerables frente al fenómeno inflacionario.
FUENTE FORMAL: DECRETO LEY 222 DE 1983 - ARTICULOS 19 Y 20 / LEY 80
DE 1993

NOTA DE RELATORIA: Ver Exp. 14855 del 29 de abril de 1999

TEORIA DE LA IMPREVISION - Condiciones para su aplicación / EQUILIBRIO


ECONOMICO DEL CONTRATO - Hecho imprevisible. Punto de no pérdida

Se presenta cuando situaciones extraordinarias, ajenas a las partes, imprevisibles


y posteriores a la celebración del contrato alteran la ecuación financiera del
contrato en forma anormal y grave, sin imposibilitar su ejecución. Resulta,
entonces, procedente su aplicación cuando se cumplen las siguientes condiciones:
a) La existencia de un hecho exógeno a las partes que se presente con
posterioridad a la celebración del contrato. b) Que el hecho altere en forma
extraordinaria y anormal la ecuación financiera del contrato. c) Que no fuese
razonablemente previsible por los contratantes al momento de la celebración del
contrato. Respecto del primer supuesto cabe precisar que no es dable aplicar la
teoría de la imprevisión cuando el hecho proviene de la entidad contratante, pues
esta es una de las condiciones que la diferencian del hecho del príncipe, que es
imputable a la entidad. Y en relación con la imprevisibilidad del hecho, cabe
precisar que si el hecho era razonablemente previsible, no procede la aplicación
de la teoría toda vez que estaríamos en presencia de un hecho imputable a la
impericia, negligencia o falta de diligencia de las partes contratantes, que por lo
mismo hace improcedente su invocación para pedir compensación alguna, toda
vez que a nadie le es dable alegar su propia culpa en beneficio propio. Cuando se
demuestra la ocurrencia del hecho imprevisible, posterior a la celebración del
contrato, determinante del rompimiento anormal y extraordinario de la economía
del contrato, surge el deber de compensar al cocontratante afectado el desmedro
sufrido. Dicho en otras palabras, sólo nace el deber legal de llevar al contratista a
un punto de no pérdida, no surge la obligación de reparar la integridad de los
perjuicios. Según Riveró: “A diferencia de lo que ocurre en la teoría del príncipe,
esta indemnización no es nunca igual a la totalidad de las pérdidas sufridas, o
carga extracontractual.”; para Bercaitz el contratista afectado tiene derecho a
reclamar “sólo un aumento de su contraprestación” y, para Jeze, “La teoría de la
imprevisión tiene por finalidad hacer participar a la Administración, en cierta
medida y temporariamente, en las pérdidas experimentadas por el contratante. No
tiende a reparar un daño. Nunca conduce a mantener el beneficio del contratante,
ni aún a preservarlo de cualquier pérdida. El hecho del príncipe, en cambio, tiene
por resultado, cuando influye sobre la situación económica del contratante, otorgar
a éste el derecho de exigir la reparación definitiva del perjuicio causado por la
Administración, en forma de un suplemento de precio; la equidad exige que el
contratante no sufra una pérdida, ni aún una disminución de sus beneficios, a raíz
del hecho de la Administración.

NOTA DE RELATORIA: Ver Exp. 14577 del 29 de mayo de 2003

TEORIA DEL EQUILIBRIO FINANCIERO DEL CONTRATO - Conservación de la


estructura original del contrato / RIESGOS DEL CONTRATO - Regla general /
TEORIA DE LA IMPREVISION - Riesgos externos, extraordinarios o
anormales / DISTRIBUCION DE RIESGOS CONTRACTUALES - Se asumen al
momento de contratar

La Sala precisa que la teoría del equilibrio financiero del contrato procede respecto
de todo contrato oneroso, de tracto sucesivo, conmutativo y sinalagmático, sin
consideración al sistema de pago acordado. La aplicación de la teoría del
equilibrio financiero del contrato está condicionada a la conservación de la
estructura original del contrato, esto es, a que se mantengan las obligaciones y
derechos originales que surgieron para los co-contratantes, muchos de los cuales
están determinados por los riesgos o contingencias que sumieron. En estas
condiciones no es dable considerar que el contratista, por las variaciones
ocurridas con posterioridad a la celebración del contrato, está eximido de atender
los riesgos que asumió. Dicho en otras palabras, so pretexto del restablecimiento
del equilibrio financiero del contrato, no puede modificarse el régimen de riesgos
acordado, para incorporar o excluir derechos u obligaciones que se originaron
para cada una de las partes al contratar. La Sala ha manifestado que, por regla
general, el contratista asume “un riesgo contractual de carácter normal y si se
quiere a todo tipo de contratación pública.” pero ello no significa que, en un
contrato particular, el contratista no pueda asumir riesgos adicionales a los
denominados riesgos normales, como sucedió en el presente caso. La entidad
regula la distribución de riesgos cuando prepara los documentos formativos del
contrato, según sus necesidades y la naturaleza del contrato, diseñado para
satisfacerlas. Y es el contratista el que libremente se acoge a esa distribución
cuando decide participar en el proceso de selección y celebrar el contrato
predeterminado. Como se indicó precedentemente, los riesgos externos,
extraordinarios o anormales, configuran la teoría de la imprevisión y, por tanto,
deben ser asumidos, con las limitaciones indicadas, por la entidad. De manera que
la teoría del equilibrio financiero del contrato, fundada en la imprevisión, sólo se
aplica cuando el contratista demuestre que el evento ocurrido corresponde al álea
anormal del contrato, porque es externo, extraordinario e imprevisible y porque
alteró gravemente la ecuación económica del contrato, en su perjuicio. La Sala
encuentra que, mediante el contrato bajo estudio, el contratista asumió riesgos
adicionales a los que normalmente asume quien celebra el contrato de obra
pública, lo cual significa que debe soportar los efectos nocivos derivados de
hechos relacionados con los mismos, que hayan ocurrido con posterioridad a la
celebración del contrato y no estén cobijados por la teoría de la imprevisión. En
efecto, en el caso concreto, el contratista propuso contratar bajo la modalidad III,
lo que comportó la asunción de mayores riesgos, relativos a: la selección del
inmueble en el que se desarrollaría la obra; la tramitación de los permisos y
licencias; la tramitación e instalación de los servicios públicos, el diseño de las
obras, la realización de obras urbanísticas etc. Si hubiera querido asumir menores
riesgos debió proponer y contratar bajo la modalidad I o II, que comportaba el
adelantamiento previo de algunas etapas, lo que implicaba mayor certeza y
seguridad respecto de las características y plazos de ejecución de las obras. De
conformidad con lo anterior, la Sala deduce que no es dable afirmar que el
equilibrio financiero del contrato no se predique respecto de un contrato como el
que se estudia, de obra pública bajo modalidades específicas, toda vez que por
tratarse de un contrato conmutativo, sinalagmático y oneroso, comprende
obligaciones y derechos recíprocos y equivalentes para las partes, que se
garantizan durante la ejecución del contrato. Lo que sucede es que las
obligaciones asumidas por las partes no pueden modificarse durante la ejecución
del contrato, con fundamento en que se presentaron causas de rompimiento del
equilibrio financiero del contrato. Dicho en otras palabras, si al momento de
contratar el contratista asumió contingencias o riesgos, que podían presentarse
durante la ejecución del contrato, no le es dable solicitar a la entidad que los
asuma y cubra los sobrecostos que hayan podido generar.

NOTA DE RELATORIA: Ver Exp. 10151 del 9 de mayo de 1996

TEORIA DE LA IMPREVISION - Prueba indispensable para su aplicación -


PRORROGA DEL CONTRATO - No significa aceptación de efectos
económicos negativos

Luego del análisis de los eventos anteriores, que fueron invocados reiteradamente
por el contratista para fundar sus solicitudes de prórroga del plazo contractual, la
Sala concluye que son eventos comprendidos dentro del álea normal del contrato,
puesto que, a pesar de que se demostró su ocurrencia, no se probó que los
mismos fuesen extraños, imprevisibles y anormales al contrato, requisitos
indispensables para aplicar la teoría de la imprevisión, determinante de la
obligación de la entidad a reparar la ecuación financiera del contrato. En otros
términos, por la naturaleza del contrato celebrado entre las partes, por las
obligaciones y riesgos asumidos por el contratista, no le era suficiente probar
hechos o actos provenientes de sujetos o entidades distintas al contratista, para
justificar la prórroga de los plazos e imponer a la entidad la obligación de asumir
los sobrecostos generados por los mismos. Además de lo anterior, cabe agregar
que la circunstancia de que la entidad hubiese aceptado prorrogar el plazo
contractual, porque encontró justificadas las razones del contratista, no traduce en
la asunción de los sobrecostos generadas con la mismas. Es un comportamiento
que desarrolla los principios de lealtad y buena fe que gobiernan los contratos
estatales, por virtud de los cuales las partes co- contratantes deben propender por
la ejecución del contrato en las mejores condiciones posibles para cada uno de
ellos. La entidad, al aceptar las prórrogas solicitadas por el contratista, ofreció a
este las posibilidades necesarias para que salvara las dificultades que invocó,
permitiendo así que el contratista tuviera mas tiempo para ejecutar las
prestaciones adquiridas y evitando que éste incumpliera el contrato por la no
entrega de las obras dentro del plazo contractual. Lo anterior no significa, como
equivocadamente lo invocó el contratista, una aceptación por la entidad de los
efectos económicos negativos que las prórrogas pudiesen causar al contratista;
pues, ya resultaba suficiente que asumiera los efectos causados con la demora en
entregar las unidades de vivienda a los adjudicatarios, que fueron privados de
recibirlos en las oportunidades previamente acordadas.

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION TERCERA

Consejero ponente: GERMAN RODRIGUEZ VILLAMIZAR

Bogotá, D.C., veintiséis (26) de febrero de dos mil cuatro (2004)

Radicación número: 25000-23-26-000-1991-07391-01(14043)

Actor: SOCIEDAD VIVIENDAS Y CONSTRUCCIONES DE HORMIGON


ARMADO LTDA.

Demandado: CAJA DE VIVIENDA MILITAR

Referencia: APELACION SENTENCIA RELATIVA A CONTROVERSIAS


CONTRACTUALES
Corresponde a la Sala decidir el recurso de apelación interpuesto por la parte
demandante contra la sentencia proferida, el día 15 de mayo de 1997, por el
Tribunal Administrativo de Cundinamarca, mediante la cual dispuso:

“PRIMERO.- Declárase no probada la objeción que por error grave se


formuló contra el dictamen pericial.

SEGUNDO.- Declárase no probadas las excepciones propuestas por la


demandada.

TERCERO.- Deniéganse las pretensiones de la demanda.

CUARTO.- Sin condena en costas.” (fls. 620 a 621, c.ppal.)

Antecedentes Procesales
1. Demanda

Fue presentada el 30 de agosto de 1991 y reformada el 16 de marzo de 1992, con


el objeto de que se hicieran las siguientes declaraciones y condenas:

“PRIMERA.- Que la CAJA DE VIVIENDA MILITAR -CVM- incumplió el


contrato cofinanciado número 036 de 1987 y sus adicionales Nos. 043 y 061
de 1987, 057, 089 y 099 de 1988 y 012, 032 y 044 de 1989, celebrados con
la firma VIVIENDAS Y CONSTRUCCIONES DE HORMIGON ARMADO
SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA HORA LTDA.- y que
tuvieron por objeto adelantar un programa cofinanciado de vivienda, por
virtud del cual HORA LTDA. Se obligó a elaborar, someter a aprobación y
construir un proyecto de 201 apartamentos, junto con las obras de
urbanismo, complementarias e instalación de servicios.

SEGUNDA.- Que como consecuencia de la anterior declaración, se condene


a la CAJA DE VIVIENDA MILITAR a pagar a la firma VIVENDAS Y
CONSTRUCCIONES DE HORMIGON ARMADO SOCIEDAD DE
RESPONSABILIDAD LIMITADA HORA LTDA-, los perjuicios de todo orden
que les causó con el incumplimiento de los mencionados contratos,
incluyendo el daño emergente y el lucro cesantes resultantes de la mayor
permanencia en la obra, el inadecuado ajuste, las mayores cantidades de
obra y las obras adicionales ejecutadas por la demandante y no pagadas por
la demandada, así como los sobrecostos financieros o costos de oportunidad
en que incurrió mi mandante en el desarrollo de los mencionados contrato.

TERCERA.- Que esa H. Corporación efectúe la liquidación del contrato


036/87 y sus adicionales, con inclusión en ella de todas y cada una de las
pretensiones indemnizatorias de que trata la petición anterior.

CUARTA.- Que el monto indemnizatorio debe actualizarse o corregirse


monetariamente con el fin de compensar a la firma demandante de los
efectos de la pérdida del poder adquisitivo del dinero (inflación) entre la
época de la causación del daño y la fecha del pago efectivo, y que sobre las
cantidades respectivas deben reconocerse intereses comerciales desde la
época en que se causó el perjuicio o sobrecosto correspondiente la fecha de
la sentencia (sic) que providencia (sic) que ponga fin al proceso.

QUINTA.- Que la CAJA DE VIVIENDA MILITAR debe dar cumplimiento a la


sentencia dentro del término de treinta (30) días contados a partir de la fecha
en que la providencia le sea notificada.

SEXTA.- Que la CAJA DE VIVIENDA MILITAR CVM, pagará en favor de la


demandante intereses comerciales sobre las cantidades líquidas reconocidas
en la sentencia, durante los seis (6) meses siguientes a la ejecutoria del fallo,
e intereses moratorios después de ese término.” (fls. 3 a 5, 167 y 168))

1.1 Hechos de la demanda

Fueron resumidos así por el Tribunal:

1) El 23 de mayo de 1987 la Caja de Vivienda Militar convocó el concurso


No. 002-CVM-87 para contratar por el sistema de cofinanciación, la
construcción de un mínimo de 100 y un máximo de 300 viviendas,
contemplando tres alternativas de licitación de acuerdo a las condiciones que
se ofrecieran, así: si contaban con un proyecto aprobado, con licencia de
construcción vigente y la posibilidad de iniciar de inmediato la construcción
podían optar por la alternativa I; si el proyecto además,, se encontraba ya en
proceso de construcción, podían optar por la alternativa lI; y, si solamente
ofrecían un anteproyecto con plano topográfico aprobado, respuesta de
Planeación Distrital a la consulta previa para urbanizar e indicación de las
Empresas Distritales sobre las posibilidades de obtención de servicios
públicos, se podía optar por la alternativa III.

2) Si la propuesta seleccionada correspondía a la alternativa III, el contratista


cofinanciador debía elaborar el proyecto arquitectónico, obtener la
aprobación de la licencia de construcción y de la resolución urbanística ante
las autoridades, aportar el lote sobre el cual se proyectaba la obra, elaborar
los diseños, cálculos y memorias del proyecto y ejecutar la obra, ajustándose
a plazos determinados en 4 meses para obtener la licencia de construcción,
a partir del perfeccionamiento del contrato, y 12 meses para la ejecución y
entrega de la obra. El contratista seria el constructor del proyecto de
vivienda, su programador y debía elaborar todos los estudios técnicos
necesarios para la realización total del proyecto, de manera que tendría
remuneración por todos estos últimos conceptos.

3) Conforme a las normas básicas de la licitación mientras a los proponentes


que eligieron las alternativas I y II se les exigió un estudio de suelos definitivo
como recomendación de cimentación, a los proponentes de la alternativa III,
solo se les pidió un estudio de suelos preliminar. Además, las normas
básicas determinaron el valor jurídico del contrato, integrándolo con todos los
documentos con él relacionados y la obligación de someterse a las normas
que sobre construcción indicaran la oficina de Planeación Distrital y las
Empresas de Servicios del Distrito.
4) Como documentos integrantes de la propuesta para la alternativa III, se
contempló, entre otros, el estudio de suelos preliminar y, dentro de los
aspectos técnicos que se determinó que los oferentes debían haber
estudiado “... Las condiciones del suelo donde se levantará la construcción y
determinado el tipo de cimentación y estructura a utilizar, entendiéndose con
esto que con posterioridad a la aceptación de la propuesta, la Caja no
reconocerá mayores costos por circunstancias imprevistas del suelo o
replanteamiento en los diseños de cimentación o estructura requeridos para
garantizar a cabalidad la estabilidad de la construcción. Igualmente, debían
prever las necesidades técnicas exigidas por las Empresas Distritales de
Servicios Públicos para garantizar un perfecto funcionamiento de los
servicios hidráulicos, sanitarios y telefónicos para todos y cada una de las
viviendas.

5) Dadas las condiciones de los suboficiales que ocuparan las viviendas la


Caja estimó un costo inicial por unidad entre $2.800.000.oo y 3.300.000.oo.

6) El 9 de julio de 1987 la sociedad Hora Ltda. presentó propuesta


acogiéndose a la alternativa III, para la construcción de 178 apartamentos y
9 locales comerciales por valor total de $ 572.522.510. Ofreció ejecutar la
obra en un plazo total de 14 meses incluyendo tanto la etapa de elaboración
del proyecto y obtención de licencia de construcción en 3 meses contados a
partir del perfeccionamiento del contrato, como la ejecución de la obra en 11
meses a partir de la fecha del acta de iniciación. El 19 de agosto de 1987 la
Junta Directiva de la Caja autorizó al representante legal de la misma para
adjudicar el contrato a la demandante.

7) El 27 de agosto de 1987 la firma Hora Ltda. y la caja celebraron el


contrato cofinanciado No. 036 de 1997 y las partes convinieron que, por el
mismo precio de $572.522.510.oo, en lugar de la construcción de 178
apartamentos y 9 locales, se construirían 181 apartamentos. La Caja se
compromete a aportar el 75% y la contratista a cofinanciar el 25% restante
del valor. Los aportes de la Caja se entregarán en la forma allí acordada.
Se pactaron reajustes de las actas mensuales con base en los índices de
CAMACOL fijando la fórmula respectiva conviniendo, así mismo, no hacer
reajustes con posterioridad al vencimiento del término de ejecución salvo que
la CAIA acepte la prórroga pactando reajustes durante ella.

8) El contrato quedó perfeccionado con la aprobación de las pólizas el 8 de


septiembre de 1987 dando comienzo a la primera etapa contractual, es decir,
la obtención de las respectivas licencias y como el plazo para tal efecto se
pacto en tres meses era de esperar que el 8 de diciembre se hubieran
obtenido.

9) El 30 de diciembre de 1987 las partes celebraron el contrato adicional No.


043/87 conviniendo la construcción de 20 apartamentos adicionales por valor
de $52.450.722.oo, para un total de 201 apartamentos.

10) El 30 de octubre de 1 98 7 Hora Ltda. envió al Director de la caja una


comunicación haciéndole entrega del cronograma de actividades y el estado
del trámite del proyecto arquitectónico, manifestándole su preocupación por
la demora de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá en
presentar al Comité Técnico de Servicio Público de Planeación Distrital los
presupuestos y diseños del acueducto de la urbanización.
11) Debido a la demora de la mencionada Empresa el día 19 de noviembre
de 1987 la contratista se vio en la necesidad de pedir a la Caja una prórroga
de 40 días en el plazo de la primera etapa contractual. La Caja accedió a la
prórroga pero solo en 30 días y las partes celebraron en contrato adicional
No. 061 del 27 de noviembre de 1987 prorrogando tal plazo hasta el 7 de
enero de 1988, por cuanto se consideró la no obtención de los documentos
del caso y no era responsabilidad imputable al cofinanciador.

12) No obstante que antes de la obtención de las licencias, razones de orden


jurídico y técnico imposibilitaban al contratista para comenzar la obra, los
términos para la iniciación, ejecución y entrega de la misma no fueron
modificados y el 1 de diciembre de 1987 las partes suscribieron el acta de
iniciación de las obras, restringiéndose las labores de la contratista a la
realización de descapote, cerramientos, replanteo, fijación de ejes, niveles y
tala de árboles.

13) Solo hasta el 31 de diciembre de 1987 el Departamento de Planeación


Distrital expidió la resolución No. 621 de 1987, aprobando el proyecto, de
manera que la contratista había acumulado un atraso de 30 días en obra y
aun faltaba la aprobación de los planos de arquitectura y las licencias de
construcción ante la Secretaría de Obras Públicas.

14) El 5 de enero de 1988, Hora Ltda. envió a la Caja comunicación que las
licencias de construcción no podían ser obtenidas para el 7 de enero, fecha
limite contractual. Finalmente se obtuvieron el 2 de marzo de 1988 con un
atraso de casi tres meses en relación con la programación inicial debido a las
demoras de las entidades Distritales.

15) La demora en la obtención de las licencias generó gravísimos perjuicios


económicos a la contratista por concepto de mayor permanencia en la obra
con los consiguientes sobrecostos, además que la formula de reajuste
prevista en el contrato establecía la utilización de los índices de CAMACOL
para reconocer los aumentos con base en el mes de agosto de 1987 y el
mes en que, de acuerdo con la programación, debían ejecutarse las obras,
de manera que el atraso implicaba encarecimiento de los costos que debía
ser asumido por el contratista salvo que la Caja en aplicación de la Cláusula
Séptima aceptara ajustar los precios hasta el mes de ejecución de la obra, lo
que no ocurrió.

16) Con posterioridad a la adjudicación y celebración del contrato, las


Empresas Distritales de Servicios Públicos y la Caja introdujeron,
modificaciones al proyecto urbanístico, que la contratista ejecutó y cuyos
sobrecostos no fueron compensados, así:

a) La Empresa de Teléfonos modificó el proyecto de la Canalización


Telefónica, presupuesto que ella misma elaboró según oficio del 20 de marzo
de 1987 que se acompañó a la propuesta y que fue aceptado por la Caja, de
donde resultaron mayores obras por $3.521.083, según descripción del
hecho 25 de la demanda.

b) La Empresa de Energía ordenó la introducción de modificaciones al


proyecto inicial cuyos mayores costos no fueron compensados, por
$17.213.824.oo según descripción del mismo hecho.
c) La Empresa de Acueducto también introdujo modificaciones que dieron
lugar a que variara fundamentalmente el proyecto urbanístico de
alcantarillado fluvial y de aguas negras, con un costo adicional de
$5.548.187, también discriminado en la demanda.

d) Otra variación resultó de la modificación ordenada por la Cala para


construir un mayor número de apartamentos en lugar de los locales (contrato
adicional 043) dando lugar a cambios en obras relacionadas con vías y
parqueaderos y la ejecución con mayor cantidad de obra, ocasionando
sobrecostos para el cofinanciador que no fueron establecidos en el contrato,
y arrojan un valor de $8.149.283, también discriminados en el hecho 25.

e) El 9 de febrero de 1988 la Caja ordenó la modificación de las bajantes de


aguas lluvias lo cual implicó la construcción de 1 35 metros adicionales de
bajantes por un valor total de $329.115.95.

Las modificaciones enunciadas generaron también demoras en la


programación de la obra y, en consecuencia, mayor permanencia en la
misma. ,

17) Acorde con la alternativa escogida HORA LTDA, acompañó a, su


propuesta un estudio de suelos preliminar junto con el plano de sondeos.
Los expertos que realizaron tal estudio recomendaron a la demandante una
cimentación normal para la Sabana de Bogotá para edificios hasta de cinco
pisos y con fundamento en él se ofreció en la propuesta aceptada por la Caja
una cimentación basada en placa aligerada con casetón de guadua. Para la
zona No. 2 se previó la posible necesidad de complementar la placa con
pilotes de madera, pero no se podía establecer su necesidad real ni la misma
cantidad, lo cual sólo podía determinarse una vez se conocieran las
condiciones reales del terreno al hacer las excavaciones correspondientes.

18) El 5 de noviembre de 1987 se culminó el estudio de suelos definitivo y


como resultado el asesor del proyecto en la materia recomendó
complementar la cimentación de la manzana No. 1 con utilización de pilotes
de madera, elaborándose una placa que incluyó 495 pilotes de madera,
aprobado por la demandada. Además, durante la ejecución de labores de
excavación correspondientes a la misma manzana se encontró que las
condiciones reales del terreno exigían cimentación con un mayor número de
pilotes de madera, situación que determinó la necesidad de ejecutar
numerosas obras adicionales y mayores cantidades de obra de cimentación,
excavaciones, rellenos, obras exteriores y estructura, concluyendo en que se
debieron hincar 990 pilotes con cabezal de concreto reforzado y con acero
de refuerzo sobre pilote de dos metros lineales, con sobrecostos totales de
$3.473.910, por pilotes de madera y $5.831.377.oo por cabezotas de
concreto los cuales no fueron reconocidos.

19) Al realizar las excavaciones de las manzanas 1 y 2 se encontraron


rellenos no previstos y para conseguir una adecuada cimentación fue
necesario removerlos para reemplazarlos por rellenos de material de recebo
compactado, con sobrecostos no reconocidos por $5.722.277.oo.

20) Como resultado del estudio definitivo de suelos y el plano de cimentación


elaborado por el asesor del proyecto y aprobado por la Caja fue necesario
aumentar los espesores de la capa de cimentación, lo cual arrojó una mayor
cantidad de obra a cargo del contratista, por valor de $4.256.737.65.
21) El 14 de abril de 1988 HORA LTDA., solicitó a la CAJA el reconocimiento
de los mayores valores de obra y obras adicionales enunciadas
anteriormente, pero la Caja negó tales reconocimientos aduciendo en cuanto
a las mayores obras en energía y teléfonos, que conforme a los pliegos de
condiciones, estos ítems debían haberse incluido en la propuesta, sin tener
en cuenta que fueron producto de modificaciones que no podían estar
contenidas en ella, y, en cuanto al mayor valor por cimentación, que el
contratista debió ajustar su propuesta a las posibilidades contenidas en el
estudio de suelos que previó la utilización de pilotes de madera y en lo
dispuesto por el literal C.3 de las normas básicas, aplicable a las alternativas
I y II pero no a la llI.

22) Al realizar las excavaciones fue necesario retirar unas raíces de gran
tamaño, dando lugar a la construcción de unos replanos cuyo costo total fue
de $1.471.122.oo. El reconocimiento de tal suma fue solicitada el 29 de abril
de 1989 y negada por la Caja.

23) Para el mes de junio de 1988 los hechos y actuaciones derivados de la


demora de las Empresas Públicas en la aprobación de los planos y
expedición de las licencias y las exigencias de la Cala de efectuar gran
cantidad de obras adicionales y mayores cantidades de obra, hablan
transformado totalmente la programación de las obras determinando un
atraso de tres meses en desarrollo de la etapa de construcción de la obra,
razón por la cual el contratista solicitó a la Caja una prórroga de 100 días en
el plazo contractual, mediante comunicación del 21 de junio de 1988.

24) El día 8 de agosto de 1988 las partes celebraron un nuevo contrato


adicional el No.057/88, por valor de $13.093.629.93 que tuvo por objeto la
realización de algunas obras adicionales.

25) Para el 19 de septiembre de 1988, dado que la caja no habla respondido


la petición de prórroga, Hora Ltda. insistió nuevamente y, como habían
surgido nuevos inconvenientes ajenos a su responsabilidad, le solicitó que la
prórroga se concediera por 120 días. Los nuevos inconvenientes consistieron
en:

a) El excesivo aumento de pilotaje;

b) La construcción de un “box Culvert" por parte de la Empresa de


Acueducto;

c) Las dificultades presentadas en el proceso de negociación de


servidumbres, indispensables para la salida de los colectores de aguas
lluvias y negras al canal de Torca;

d) El incumplimiento de la ladrillera Santafé en suministro de labriblock, con


el consiguiente retraso de la obra pues tal material era insustituible para la
construcción de las fachadas de los edificios;

e) Los cambios ordenados por la Caja mediante memorando del 27 de


agosto de 1988, en los acabados de pisos, cocinas, etc., sumados a las
características de las nuevas obras;

f) La restricción de crédito bancario existente en el país durante 1988 que


impidió a la contratista la consecución de los recursos económicos
necesarios para el cumplimiento de sus aportes;

g) La falta de servicio de agua entre el 24 de agosto de 1988 y el 24 de


noviembre del mismo año debido a la construcción del “box Culvert” de la
calle 183.

25) Tanto la Junta Directiva como el Director de la Caja encontraron


justificada la petición de prórroga y el 14 de octubre de 1988, las partes
celebraron el contrato adicional No. 089/88 ampliando el plazo en 4 meses,
es decir hasta el 2 de marzo de 1989.

26) Como una consecuencia mas de la naturaleza de los suelos y del


estudio definitivo de los mismos, la contratista tuvo que modificar el diseño
estructural del tanque de concreto reforzado con la creación de unos lastres
en concreto ciclópeo, ocasionando sobrecostos por $653.632.oo que
tampoco fueron reconocidos.

27) Los problemas descritos en relación con las servidumbres generaron


retraso en la programación contractual en lo relacionado con las obras de
urbanismo que debiendo culminar en el mes de julio de 1988, sólo pudieron
terminar el 4 de julio de 1989, con recibo por parte de la Empresa de
Acueducto. Por tal razón fue necesario prorrogar el plazo de ejecución del
contrato en tres ocasiones a través de los contratos adicionales 012, 032 y
044 de 1989, de fechas 10 de febrero. 2 de marzo y 6 de junio de 1989.

28) En razón de la naturaleza de los suelos el contratista tuvo que ejecutar


mayores cantidades de cimentación del muro de cerramiento con un
sobrecosto de $2.290.675, no reconocidos.

29) En relación con el acabado de los edificios e instalaciones la caja ordenó


múltiples modificaciones, cuyos sobreprecios ascendieron a $21.195.003, no
cancelados (hecho 39).

30) Los retardos en el desarrollo de la obra generaron una mayor


permanencia en ella de 11 meses durante los cuales la contratista tuvo que
mantener todo su equipo humano y técnico con costos directos de
$31.718.614.05 e indirectos por $62.282.115.oo.

31) Además de lo anterior, el demandante sufrió perjuicios financieros


resultantes de haber tenido que pagar los mayores costos del contrato,
acudiendo para ello a sus recursos y a préstamos del sector bancario y
extrabancario, incurriendo en costos de oportunidad del dinero, pago por
concepto de intereses, gravámenes hipotecarlos para garantizar los
préstamos, costos de procesos judiciales y honorarios de abogados.

32) En vista del grave desequilibrio financiero y a pesar de las negativas de


Caja a efectuar los reconocimientos, de la demandante presentó el 22 de
septiembre de 1989 una reclamación para el reconocimiento de los
perjuicios.

33) En reunión realizada el 27 de septiembre de 1989, se suscribió el acta


de finalización de la obra en donde la interventoría dejó expresa constancia
de que Hora Ltda., finalizó los trabajos encomendados y la Caja las recibió a
satisfacción.
34) Además de los costos directos e indirectos ya mencionados Hora Ltda.,
sufrió perjuicios financieros resultantes de haber tenido que pagar los
mayores costos del contrato acudiendo a recursos propios y préstamo del
sector bancario y extrabancario. Para establecer el valor del perjuicio
financiero se debe partir del monto del perjuicios principal que ascienden en
total a $179.657.563 que debe corregirse monetariamente entre agosto de
1987 y la fecha de pago de la indemnización, además del costo propiamente
financiero que consiste en los intereses que compensen a su vez los
intereses pagados durante la ejecución de la obra, suma que debe calcularse
a una tasa comercial tomando como fecha inicial la fecha de los
desembolsos que se iniciaron a finales de diciembre de 1987 y terminaron a
mediados de septiembre de 1989 con un promedio que debe situarse en
diciembre de 1988.

35) El día 28 de septiembre de 1989 las partes contratantes se reunieron


con el fin de efectuar la liquidación final del contrato. Como para tal fecha la
Caja no habla resuelto la reclamación final formulada por la contratista, el
acta suscrita en esa fecha no contiene el reconocimiento de los valores
reclamados, el representante legal de Hora Ltda., la objetó con la nota
“Queda pendiente la reclamación 220-GE-021/89, radicada en la Caja de
Vivienda Militar en fecha Sobre. 22/89”. En razón de tal circunstancia el
contrato no fue liquidado.

36) Como respuesta a la reclamación final la Caja, mediante oficio No. 01


1408 del 13 de octubre de 1989, la Caja contestó que no le correspondía
adoptar, contradecir o conceptuar sobre su petición, considerando: a) que ya
se habla firmado el acta final de liquidación del contrato; b) que el acta de
liquidación final se ajustaba al procedimiento de ejecución y a los elementos
esenciales del contrato; c) que el régimen de contratación, las condiciones
generales y especificas de las áreas técnicas, económica y financiera y las
recomendaciones contenidas en la propuesta, a juicio de la Caja, habían
quedado perfectamente establecidas y aceptadas por Hora Ltda.; d) que la
firma Hora Ltda. No había utilizado la oportunidad para formular consultas
sobre aquellos aspectos de las normas básicas en que pudiera haber
encontrado las dudas que le habían surgido al momento de finalizar las
obras; e) que la peticiones formuladas por Hora Ltda. en su reclamación
tratan sobre asuntos que se liquidaron en el acta final y no puede
introducirse otro tipo de contratación con diferentes estipulaciones para el
pago de los conceptos reclamados que no corresponden a lo previsto en las
etapas del contrato cofinanciado; f) que el acta de liquidación final incluye la
ejecución de un presupuesto, programa de obra y previsiones convenidas
siguiendo un orden cronológico y coherente con el propósito de lograr el
objeto contractual; g) que las actas de avance de obra y las de reajuste
surtieron sus efectos administrativos y fiscales, razón por la cual no admiten
modificaciones o adiciones.

37) Mediante comunicación 220-GE-1 13/89 del 8 de noviembre de 1989,


Hora Ltda. insistió en que se le resolviera la reclamación, haciendo ver que
se habla presentado antes de la liquidación del contrato para que se tuviera
en cuenta en ese momento y, además,, que se habla firmado el acta de
liquidación dejando expresa constancia de su inconformidad por no
reconocer los valores contenidos en su reclamación con la cual, de
conformidad con la jurisprudencia, tenia la oportunidad de insistir en su
petición frente a la Caja, o acudiendo al juez del contrato.
38) Con fecha 22 de diciembre de 1983 la Caja mediante oficio No. 0183,
dio respuesta reafirmando su posición de no resolver la petición ante una
supuesta incompetencia, absteniéndose de restablecer el equilibrio
financiero del contrato cuyo rompimiento ocasionó inmensos perjuicios
patrimoniales a la demandante.” (fols. 168 a 259)

2. Intervención de la parte demandada

La entidad demandada, contestó la demanda en oportunidad 1, mediante escrito en


el que se opuso a las pretensiones de la demanda, reconoció como ciertos
algunos hechos, negó otros y aclaró el contenido de los restantes. Manifestó que:
en la etapa precontractual el contratista tuvo oportunidad de conocer las
condiciones general y especiales del plan a los cuales se acogió al presentar su
propuestas; en las normas básicas del contrato se dispuso que la Caja no
reconocería mayores costos por circunstancias imprevistas del suelo o
replanteamientos en los diseños de cimentación o estructura; el contratista en el
numeral 7, cláusula 8ª se obligó a ejecutar las obras en un todo de acuerdo con
las especificaciones particulares ofrecidas y discriminadas; las normas que invocó
el actor para sustentar sus peticiones no tienen nada que ver con el contenido de
la demanda; no existió violación de normas constitucionales ni legales puesto que
la entidad cumplió todas las prestaciones que tenía a su cargo.

Propuso las “excepciones” de falta de causa en las pretensiones, pago de lo no


debido, falta de competencia del Tribunal y caducidad de la acción. (fols. 154 a
162)

3. Sentencia apelada.

El Tribunal negó las súplicas de la demanda con fundamento en las siguientes


consideraciones:

a) En relación con la mayor permanencia en la obra por 10 meses; afirmó que


debió generar sobrecostos al contratista por administración y utilización de
maquinaria, pero no se acreditó que sus causas no fuesen imputables al
contratista. “La caja de vivienda militar cumplió el contrato en los términos
pactados y a ella no son atribuibles las causas de la prolongación del término de

1
La Sala advierte que la entidad contestó la demanda dentro del término de fijación en lista,
dispuesto luego de la admisión de la demanda originalmente presentada. (fol. 161)
ejecución y, por tanto, estas sólo pudieron tener origen en la conducta del mismo
contratista y en hecho imprevistos o imprevisibles para las partes.”

Dijo:

- La morosidad de la administración Distrital en la expedición de autorizaciones y


licencias era un hecho previsible, que el contratista asumió cuando propuso un
menor plazo y que no produjo mayores contratiempos porque el contratista inicio
las obras sin las licencias, puesto que el retraso presentado fue a causa de la
escasez de personal.

- Si bien es cierto que se probó la construcción del box culvert por la empresa de
acueducto y que ello generó demoras, el mismo no tiene la virtualidad suficiente
para justificar las prórrogas que se produjeron.

- La obtención de las servidumbres era un evento previsible para el contratista,


pues “es evidente que quien va a construir una urbanización debe prever todas las
condiciones necesarias para la instalación y correcto funcionamiento de los
servicios de acueducto y alcantarillado y con ellos la necesidad de hacer las
diligencias pertinentes..”

- La construcción de obras “adicionales” en la cimentación y estructura pudo


generar retrasos “pero no se demostró cual fue su incidencia en el desarrollo total
de la obra y ...dentro de la primera etapa del desarrollo contractual en que se
debía ejecutar tal parte, los períodos de atraso respecto al programa fueron
mínimos según se desprende del libro de obras y los informes mensuales sobre su
desarrollo, siendo así que sólo en la última etapa del contrato se pidió la primera
prórroga...”

- La demora en el suministro de ladriblock se probó, pero no la proporción, ni la


incidencia en la obra porque se podían adelantar otros frentes de la misma.

b) En relación con los ajustes de las actas, explicó que se realizaron de


conformidad con lo acordado en el contrato, las actas se suscribieron sin objeción
alguna y su modificación implicaría un desconocimiento del contrato.
c) Respecto de las mayores cantidades de obra y obras adicionales, señaló que la
viabilidad de estas peticiones está limitada por la naturaleza del contrato y el
sistema de pago acordado.

- El contrato se acordó bajo el sistema de precio global, toda vez que la entidad se
obligó a pagar al contratista el valor inicial de $641.797.731 con reajuste por
avance de obra, a cambio de lo cual el primero debía lograr la elaboración y
aprobación del proyecto, tramitar la licencia, construir 201 apartamentos, obras de
urbanismo, complementarios e instalaciones de servicios, con tradición del
dominio del lote donde se construiría la urbanización y la entrega definitiva de las
construcciones a la Caja.

Por tratarse de un contrato sometido a ese sistema, no resulta procedente invocar


mayores cantidades de obra u obras adicionales, porque el contratista asumió la
ejecución y entrega de las obras a cambio de un precio predeterminado.

Además de lo anterior, en el numeral C 3 de las normas básicas del contrato se


dispuso el no reconocimiento de mayores costos por circunstancias imprevistas
del suelo o replanteamiento en los diseños.

d) No es dable el reconocimiento de sobrecostos financiero o costos de


oportunidades porque esta pretensión estaba condicionada a la prosperidad de las
anteriores. (fls. 563 a 621 c. ppal)

4. Recurso de apelación

Fue interpuesto por la sociedad demandante con el objeto de que se revoque la


sentencia y en su lugar se acceda a las súplicas de la demanda.

Afirmó que en la sentencia impugnada se violaron normas legales que regulan los
efectos de la falta de contestación de la demanda y de la falta de asistencia a la
audiencia de conciliación; invocó la ocurrencia de indicios graves en contra de la
entidad y de confesión respecto de los hechos imputados a la misma, respecto de
los cuales guardó silencio.

Adujo que la providencia está carente de una adecuada valoración de la prueba,


que el Tribunal omitió considerar el comportamiento omisivo y negligente de la
entidad; que el a quo a pesar de que encontró probados los hechos que
determinaron las prórrogas del contrato, no los consideró acreditados como
causas del desequilibrio financiero del contrato, imputables a la entidad.

Explicó que en el expediente hacen falta documentos que reposan en la entidad,


que fueron pedidos como prueba, requeridos a la demandada y negados por esta
en forma injustificada.

Reiteró lo expuesto en anteriores oportunidades procesales, que la disposición


contenida en el literal C 3 de las normas básicas, en la que consta que la Caja no
reconocería mayores costos por circunstancias imprevistas, no le era aplicable
porque el propuso dentro de la alternativa III, que exigía un anteproyecto
arquitectónico y un estudio preliminar de suelos, información con la cual no le era
posible establecer las circunstancias imprevistas que normalmente se presentan al
momento de la excavación. Explicó que la referida cláusula era violatoria del
artículo 868 del Código de Comercio que regula la imprevisión y determina la
revisión del contrato cuando las circunstancias imprevistas hacen excesivamente
onerosa la ejecución de las prestaciones contractuales.

Insistió en que la entidad modificó el objeto del contrato cuando dispuso la


construcción de 181 apartamentos, a cambio de los 178 apartamentos y los 9
locales inicialmente acordados; como también cuando ordenó la construcción de
20 apartamentos adicionales para un total de 201 apartamentos.

Afirmó que las demoras en la expedición de las licencias y autorizaciones


imputables a las entidad competentes deben analizarse bajo los fundamentos del
hecho del príncipe y no como circunstancias imputables a la imprevisión del
contratista.

Explicó que la reubicación de los edificios determinó que una parte de los mismos
quedara en un sector del predio en el que, ni el estudio preliminar de suelos ni el
definitivo, hubieran permitido prever la presencia de grandes cantidades de
escombros y de raíces de árboles en el subsuelo.

Manifestó que el Tribunal no valoró importantes declaraciones de personas


conocedoras y expertas en el tema de suelos y estructuras, quienes manifestaron
que el estudio definitivo de suelos ocasionó cambios importantes en el diseño
estructural de las placas de cimentación, que determinó el aumento de la cantidad
de obra y por ende un mayor tiempo de ejecución; además explicaron que un
estudio preliminar de suelos en zonas heterogéneos, como las presentadas en el
caso concreto, no permite definir adecuadamente lo que va a ocurrir en el proyecto
y agregaron que la elaboración del proyecto arquitectónico definitivo es condición
para elaborar un estudio definitivo de suelos.

Con fundamento en lo anterior el recurrente afirma que no se puede imputar


imprevisión a la demandante cuando la entidad invitó a contratar en la alternativa
III con un estudio preliminar de suelos, como tampoco aplicar la previsión C 3 de
los pliegos porque fue la entidad la que abocó a su contratista a situaciones
imprevisibles, para luego negárselas.

Dijo que resultaba inexplicable que el Tribunal hubiese negado las pretensiones de
restablecimiento, no obstante haber encontrado acreditada la mayor permanencia
en lo obra y haber considerado que tal circunstancia debió generar mayores
costos al contratista y determinar el desequilibrio financiero del contrato. No tuvo
en cuenta el tribunal que las prórrogas se produjeron por causas no imputables al
contratista, al tal punto que fueron aceptadas por la entidad como causas
justificativas de la prórroga.

Respecto de las demoras generadas por el trámite de las servidumbres necesarias


para realizar las obras de acueducto y alcantarillado, manifestó que no eran
imputables al contratista, sino a la entidad, toda vez que fue diligente en esa
gestión, a pesar de los límites propios de su condición particular. Informó que
mediante oficio del 8 de noviembre de 1988 solicitó a la entidad intervenir en la
obtención de las servidumbres, mediante el ejercicio de sus facultades legales y
reglamentarias y en consideración a su calidad de dueño del predio.

Reclamó la adecuada valoración del dictamen pericial solicitado, decretado y


practicado legalmente en el proceso, con fundamento en que el mismo no se
realizó dentro de la inspección judicial a los libros y archivos correspondientes,
conforme se había solicitado y decretado, porque el día de la inspección el
Tribunal lo consideró innecesario. Adujo que si el Tribunal descartó la inspección
judicial porque era innecesaria, como es que ahora desecha el dictamen porque
carece de fundamentos?
Finalmente solicitó tener en cuenta la valoración del perjuicio realizada por los
peritos, según la cual el daño emergente, a la fecha del dictamen, corresponde a
la suma de $3.630’315.518. (fols. 623 a 647 c. ppal)

5. Escritos finales

En la oportunidad para alegar de conclusión las partes guardaron silencio, en tanto


que la Procuradora Segunda Delegada ante la Corporación rindió concepto
mediante escrito en el que solicitó confirmar la sentencia apelada.

Afirmó que el contrato celebrado es de cofinanciación, privado de la


administración, sometido al derecho privado, pactado a precio global, “es decir que
el contratista se obligaba a ejecutar la totalidad de la obra, sin consideración al
valor unitario de los ítems que conformaban la propuesta.”

Explicó que en consideración a tal naturaleza, en principio, no resulta procedente


una remuneración adicional por el aumento de las cantidades de obra inicialmente
proyectadas, puesto que el contratista se obligó a ejecutar todas las obras y
labores necesarias para cumplir con el objeto como contraprestación al precio
pactado. Sin embargo, precisó, el reconocimiento sería procedente si las mayores
cantidades de obra obedecieron al ejercicio del poder de modificación unilateral
del contrato o a un hecho imputable a la administración, puesto que en estos
eventos sería viable la pretensión fundada en las mayores cantidades de obra.

Afirmó que en el caso concreto el demandante no probó que las mayores


cantidades de obra se hubiesen originado en actos o hechos imputables a la
entidad, explicó que la circunstancia de que para ofertar sólo se le hubiera exigido
un estudio preliminar de suelos, no eximía al proponente de prever la utilización de
un sistema de cimentación adecuado, sobre todo si en el mismo estudio preliminar
se vislumbraba tal posibilidad.

Agregó que en el numeral C 3 de las normas específicas de promoción, se


dispuso que la Caja no reconocería mayores costos por circunstancias no
previstas del suelo o replanteamientos en los diseños, norma que resulta aplicable
a todas las alternativas de contratación porque no contiene exclusión o diferencia
alguna. Dijo que resulta contrario al principio de buena fe, que el contratista,
después de haber contratado sin reparo alguno, pretenda desconocer las reglas a
las que se sometió.

En relación con la mayor permanencia en la obra, señaló que el contratista no


demostró que las causas que la generaron fueren imputables a la entidad, puesto
que la morosidad de la administración Distrital en el trámite de la licencia de
construcción no entorpeció la ejecución del contrato, porque la misma se adelantó
aún sin lamisma. Agregó que la construcción del Box Colbert, si bien fue un hecho
imprevisto que pudo ocasionar dificultades, estas no se probaron en el proceso.
Igualmente señaló que las demoras en la tramitación de las servidumbres, se
presentaron por la falta de previsión del contratista, quien debió ajustar su
conducta a los dispuesto en la cláusula C3, según las cual debía prever las
necesidades técnicas exigidas por las empresas de servicios públicos para
garantizar un perfecto funcionamiento de los mismos; máxime cuando mediante
oficio del 19 de marzo de 1987 la Empresa de Acueducto y Alcantarillado requirió
al contratista para que presentara el detalle de la entrega al canal de Torca y al
colector de la calle 183, para todos los desagues. (fol. 231 c. 3)

De igual manera consideró que la demora en el suministro de ladriblock por el


fabricante es un evento que debió manejar con este y no con la entidad; que las
restricciones en los créditos bancarios que invocó no es imputable a la entidad
sino a su falta de previsión y que el ajuste de precios se hizo conforme a la
cláusula que pactó, que es claramente aplicable mientras no sea declarada nula.

Finalmente concluyó:

“la parte actora no acreditó que la mayor permanencia en la obra se haya


debido a las razones aducidas en la demanda y, por el contrario, en el
proceso se encuentra probado con las anotaciones hechas en el libro de
obra y con los informes de la interventoría que la demora en la ejecución de
las obras se debió a hechos imputables exclusivamente al contratista, como
son la falta de personal suficiente y de la maquinaria requerida, la necesidad
de corregir deficiencias técnicas por requerimiento de la interventoría y fallas
en los suministros de los subcontratistas. (fols. 658 a 684 c. ppal)

CONSIDERACIONES

El demandante pretende la revocatoria de la sentencia apelada con el objeto de


que se acceda a las súplicas de la demanda; fundó su solicitud básicamente en
que: no se realizó una valoración adecuada de la prueba; no se tuvo en cuenta
que la falta de contestación de la demanda y la inasistencia a la audiencia de
conciliación permiten tener por acreditados hechos en los que se funda la
demanda mediante la confesión y el indicio grave en contra del demandado; se
probó el desequilibrio financiero del contrato por causas no imputables al
contratista; la Caja incumplió obligaciones derivadas del contrato estatal; se
causaron graves perjuicios al contratista por mayor cantidad de obra, mayor
permanencia en la obra, inadecuados reajustes de precios; y sobrecostos
financieros.

Para definir la cuestión planteada la Sala desarrollará los siguientes capítulos: 1.


Hechos probados; 2. La naturaleza del contrato celebrado entre las partes; 3. La
teoría del equilibrio financiero del contrato estatal 4. El desequilibrio financiero
invocado en el caso concreto.

1. Hechos probados

La Sala advierte que para definir los hechos que se relacionan a continuación se
valoraron los documentos auténticos aportados por las partes, las declaraciones
rendidas ante esta jurisdicción y los dictámenes periciales rendidos en el proceso.

Precisa igualmente que no son de recibo los argumentos del demandante que
tienen por objeto considerar probados los hechos en que sustentó sus
pretensiones, con fundamento en el comportamiento procesal de la parte
demandada, porque la entidad demandada si contestó oportunamente la demanda
inicial (fol. 161) y la no contestación en tiempo de su adición no le resta el valor
jurídico atribuido a la primera intervención del demandado.

- La Caja de Vivienda Militar, mediante resolución N° 767 del 8 de mayo de 1987


dispuso la apertura de la promoción No. 002-CVM-87, con el objeto de recibir
ofertas que incluyeran lote, proyecto y la construcción de hasta 350 soluciones de
vivienda, conforme a las normas básicas contenidas en el pliego elaborado para
tales efectos.

Normas básicas del plan


Se destacan los siguientes apartes:

- La propuesta debe tener por objeto la construcción de un mínimo de 100 y


un máximo de 350 viviendas en lote de propiedad del oferente, dentro de las
siguientes alternativas:

I) Proyecto aprobado por la oficina de Planeación Distrital con licencia de


construcción vigente expedida por la secretaria de Obras Públicas del
Distrito, para iniciar en forma inmediata el proceso de construcción de la
obra, en un plazo máximo de 12 meses.

II) Proyecto aprobado por la oficina de Planeación Distrital con Licencia


expedida por la secretaria de Obras Públicas del Distrito y obra en proceso
de construcción indicando el porcentaje de adelanto para la cual se
propondrá un término de ejecución de 12 meses.

III) Proyecto en trámite de aprobación; en este caso debe contar por lo


menos con el plano topográfico aprobado y con la respuesta del
Departamento Administrativo de Planeación Distrital a la consulta previa para
urbanizar, en donde las Empresas de Servicios Públicos de Bogotá indiquen
que el predio cuenta con posibilidad de servicios. Se debe indicar
claramente el estado del trámite, el tiempo previsto de conclusión de cada
una de las etapas pendientes.“Para esta alternativa se propondrá un término
máximo de cuatro (4) meses hasta obtener la licencia de construcción y
máximo de 12 meses para llevar acabo la construcción”. (Fol. 200 Cuad. 4).

- A. NORMAS GENERALES.
A.1 PLAN COFINANCIADO. DEFINICIÓN
“Es la participación directa de capital privado en la realización de los
programas de vivienda que adelante la Caja de Vivienda Militar con destino a
los afiliados – adjudicatarios de la misma entidad.”

A. 24. (...)
“Los contratos se adjudicarán a los proponentes favorecidos por el valor de
sus respectivas ofertas por unidad de vivienda y con el término de ejecución
incluido en la misma propuesta, siempre y cuando se encuentren dentro de
las condiciones establecidas en estas normas básicas.”
A.28 PRESENTACIÓN DE DOCUMENTOS PRECONTRACTUALES
Para la alternativa III se exigió la presentación, entre otros, de los siguientes
documentos que debía aportar el oferente favorecido, una vez le fuera
notificada la resolución de adjudicación:

ESTUDIOS TÉCNICOS.

a. Estudio de suelos y recomendaciones de cimentación.


b. Cálculos estructurales y memorias de cálculo.
c. Planos de instalaciones hidráulicas y sanitarias (redes interiores y
exteriores).
d. Planos de instalaciones eléctricas y telefónicas.

Todos los planos anteriormente enumerados, deberán estar aprobados por


las diferentes empresas de servicios públicos de Bogotá y Planeación
Distrital. Y debidamente respaldados con la firma y matrícula profesional de
quien los ejecutó.
Si la alternativa ofrecida y favorecida para la celebración del contrato es la de
un proyecto (alternativa III), el Cofinanciador se compromete desde ahora a
la presentación de los documentos señalados anteriormente, obtener su
aprobación por la autoridad competente y licencia de construcción en el
plazo establecido en el contrato para llevar a cabo esta actividad y su no
cumplimiento por causas imputables al Cofinanciador, dará lugar a la
imposición de multas o a la declaratoria de caducidad administrativa del
contrato” (Subraya la Sala, fol. 213 C. 4)
B NORMAS ESPECÍFICAS
(...)
B.2 VALOR JURÍDICO DEL CONTRATO INTEGRADO
“Debe entenderse que el contrato contiene la normativa general, fundamento
de las obligaciones, para llegar al cumplimiento exacto de su objeto.
Los anexos, trátese de planos, gráficos, dibujos o similares, como también
las normas básicas, presupuestos, .......son extensión de estas cláusulas,
son preceptos del convenio contractual y surten el efecto jurídico que
aquellas tienen en caso de duda, interpretación, incompatibilidad,
desacuerdo o situación semejante que se presente en el desarrollo de la
obra y ejecución del contrato, se preferirá, adaptará o aplicará lo mas
favorable al cumplimiento del objeto del mismo, sin mengua en el equilibrio
económico financiero del programa cofinanciado.”(Subraya fuera del texto)

B. 3. NORMAS DE LA OFICINA DE PLANEACIÓN DISTRITAL Y DE LAS


EMPRESAS DE SERVICIOS DE BOGOTÁ D.E.
(...)
“El proyecto contemplará todas las “OBRAS DE URBANISMO” necesarias
para la instalación y suministro de los diferentes servicios públicos. En caso
que en la actualidad falte por construir algún tramo de estas obras, la
propuesta debe incluir su costo y la construcción, entendiéndose con esto
que la Caja recibirá las viviendas con los servicios públicos instalados y en
perfecto funcionamiento” (Fol 217 C. 4).
(...)
B. 7 DERECHOS POR SERVICIOS PÚBLICOS
“El valor de los derechos que cobren las empresas de servicios públicos por
concepto de instalación, empates, conexiones de acometidas de acueducto,
energía, teléfonos (excluida la ejecución material de la obra), serán
sufragados directamente por la Caja, y por lo tanto el Cofinanciador no
puede reclamar ningún derecho al porcentaje de AIU sobre estos costos.”
(...)
NOTA
“El valor del capítulo de los estudios técnicos, el valor del terreno y el valor
entregado como antició al cofinanciador no son reajustables” (fols 220 a 224
c. 4)
(...)
c.2 DOCUMENTOS INTEGRANTES DE LA PROPUESTA
1. Presupuesto diligenciado en formato anexo, por capítulos, valores por
capítulos, valor total, valor de la oferta globalmente considerada y valor por
unidad de vivienda.
El valor de la oferta se resaltará claramente en letras y en números.
El presupuesto debe ser firmado por el proponente.
El valor del lote, debe obedecer a una oferta sobre precios reales........
Igual cuidado debe tenerse en el valor propuesto para los diseños y estudios
técnicos correspondientes.
Finalmente, el valor presupuestado por unidad de vivienda, debe consultar
las condiciones socio económicas del grupo a quien va dirigido el plan de
vivienda, principalmente, en lo que hace relación a la capacidad de
endeudamiento y pago de un suboficial de las fuerzas militares o de la
Policía Nacional; para ello la Caja ha estimado un costo inicial por unidad de
vivienda entre $2’800.000 y $3’300.000.”
2. (...)
si la oferta es sobre la alternativa III, se especificará el estado actual de
desarrollo y/o trámite de los estudios técnicos e incluirá en el cronograma de
actividades el tiempo que le tomará su ejecución, aprobación y entrega
(máximo cuatro meses).
(...)
16. Plano con levantamiento topográfico aprobado.
17. Estudio de suelos preliminar para quienes presenten oferta sobre la
alternativa III.

C.3 ASPECTOS TÉCNICOS.


Los aspectos técnicos que se incluyen a continuación, son los mínimos que
deben contener las ofertas y deben ser complementado por el oferente de
acuerdo con las exigencias de las presentes normas básicas.
Los diseños, estudios técnicos y finalmente la construcción, se realizarán
conforme a las disposiciones de las diferentes Empresas Distritales de
Servicios Públicos, como también a las contenidas en el Decreto 1400 de
1984 (Código de Construcciones Antisísmicas)
Los oferentes deben haber estudiado las condiciones del suelo donde se
levantará la construcción y determinado el tipo de cimentación y estructura a
utilizar, entendiéndose con esto que con posterioridad a la aceptación de la
propuesta, la Caja no reconocerá mayores costos por circunstancias
imprevistas del suelo o replanteamientos en los diseños de cimentación o
estructura, requeridos para garantizar a cabalidad la estabilidad de la
constitución. Igualmente deben prever las necesidades técnicas exigidas por
las Empresas Distritales de Servicios Públicos para garantizar un perfecto
funcionamiento de los servicios hidráulicos, sanitarios, eléctricos y
telefónicos para todas y cada una de las viviendas” (Subraya la Sala; fol. 231
C. 4)

Se indican también en este capítulo las condiciones mínimas de la solución


individual y las especificaciones de acabados; respecto de estas últimas se
solicitó indicar en documento anexo “todas y cada una de las
especificaciones particulares de construcción a utilizar, detalladas ítem por
ítem e indicando la calidad, marca y referencia correspondientes.”(fol. 232
c.4)

En relación con el PRESUPUESTO se dispuso presentarlo tomando como


base la unidad de vivienda, “pero para efectos de los pagos parciales de
avance de obra (los cuales se calcularán y liquidarán por porcentajes),
reajustes y otros pagos contractuales, el proponente presentará un
presupuesto despiezado por capítulos según la siguiente relación:: Obras de
Urbanismo, Estudios Técnicos, Cimientos, Pisos, Mampostería, Estructura,
Cubiertas, Pañetes, Acabados, Obras exteriores, Limpieza General, Retiro
de Sobrantes y Lote. (fols. 234 y 235 c. 4)

Se dispuso un formato para la presentación del presupuesto, por unidad de


vivienda, con los 17 items arriba mencionados y lo siguiente:

Total costo directo


AUI (%)
Sub total
Valor del terreno
Valor total de la oferta
Valor total por unidad de vivienda (fol. 237c. 4)

- La Caja formuló invitación para participar mediante avisos publicados en diarios


de la capital, los días 23 y 28 de mayo de 1987; 11 personas retiraron las normas
básicas y se formularon 3 propuestas dentro de la alternativa III del pliego. (fols. 3,
81 y 82 c. 4)

La propuesta de Hora Ltda

El 9 de julio de 1987 la sociedad Hora Ltda presentó propuesta en la que incluyó


un valor inicial por unidad de vivienda de $3.163.108, para un total por 181
soluciones de $572.522.510; a un plazo de 14 meses, que comprendía “los
tiempos de elaboración del proyecto, aprobación y obtención de licencia de
construcción, ejecución final de la obra y entrega de la misma a la Caja.”

Propuso, en síntesis, lo siguiente:


- Un lote ubicado entre la calle 183 y las carreras 36ª y 37, que no cuenta con vías
de acceso totalmente desarrolladas, pero con perspectivas por la construcción de
la avenida San Antonio que conectaría la avenida 7 con la autopista norte.

- Un conjunto de 2 agrupaciones de edificios de 5 pisos, con tres apartamentos por


piso, para un número de 178 apartamentos y 9 locales (éstos últimos con un área
equivalente a 3 apartamentos), zonificadas alrededor de un parque de cesión tipo
A, con parqueaderos a nivel de terreno y obras necesarias para su normal
funcionamiento.

- Areas por unidad entre 64,20 y 66,40 metros cuadrados, para un área promedio
por apartamento de 64.75 metros cuadrados y un valor por inmueble de
$3’163.108.

- No especificó área privada por apartamento.

- Propuso un valor total de $572.522.510; de los cuales son $413’831.000 por


costo directo; el 21% por AIU, $19’500.000 (3,4% del total) por costo de estudios
técnicos; y $52.287.000 por valor del terreno. (fols. 51 c. 4, 6 y 7 c. 3)

- En relación con las especificaciones de construcción consta en la propuesta:

4. Descapote.(Incluye retiro de sobrantes) Antes de iniciar los trabajos de


cualquier tipo de construcción o de relleno de tierra, el terreno natural se
despojará de todos los elementos extraños, tales como escombros, residuos,
malezas etc y se ejecutará el descapote teniendo el cuidado de dar la
profundidad necesaria para extirpar raíces, troncos y demás elementos
extraños que estorban el desarrollo de la construcción
(.....)
Cuando las especificaciones del terreno así lo aconsejen, la Caja de
Vivienda Militar podrá ordenar modificaciones en la profundidad o área
de descapote.
(...)
5. Excavaciones para cimentación.
Las dimensiones de las excavaciones se determinan en los planos y detalles
del proyecto de acuerdo con previo estudio de suelos.
(......)
Cuando las excavaciones son muy profundas se tomarán las medidas
contundentes a evitar derrumbes que ocasionen accidentes de trabajo.
El contratista deberá prever condiciones climáticas, de consistencia del
terreno y de profundidad de excavaciones ya que cuando se presenten
condiciones extremas en forma que hagan necesarias el uso de
entidades o equipos de bombeo la Caja no reconocerá obra adicional o
reajustes por tales conceptos
(...)
Cuando el terreno presente condiciones de resistencia que no
correspondan a la cimentación proyectada, el Constructor y el
Interventor... podrán en conocimiento de la División técnica esta novedad
con el fin de que sean adoptadas nuevas soluciones, absteniéndose de
ejecutar cimentaciones o profundizar excavaciones en tales sitios, hasta
tanto la División Técnica suministre los nuevos diseños o que el Constructor
presente nueva solución a la Caja..., cuando se trate de un plan presentado
por él mismo.
(...)
Antes de fundir o cargar cualquier cimiento, el CONTRATISTA dará aviso a la
Interventoría, para que ésta le de el visto bueno a las excavaciones,
agregados, armaduras, formaleta, etc. El acabado final de cimentación debe
ser Horizontal”
(...)
8. Movimientos de Tierra
Esta especificación se refiere a la remoción y retiro, por medios manuales y/o
mecánicos de toda la tierra, roca o conglomerado necesarios para obtener
los niveles previstos en los planos. El constructor será responsable de los
procedimientos que para esta actividad proponga la Caja...
El terreno se debe dejar nivelado, cumpliendo con las cotas previstas en los
planos...” (Resalta la Sala) (fols. 270 a 298 c.3)

- De los documentos integrantes de la propuesta de Hora Ltda. se destacan los


siguientes:

- Comunicación 394750 del 19 de marzo de 1987, en el cual la Empresa de


Acueducto y Alcantarillado de Bogotá define los datos técnicos y
especificaciones que habrán de cumplirse para el proyecto de alcantarillado
de la Urbanización Pepita Norte.- Etapa I.
En relación con las aguas negras, indica la localización de las tuberías y
agrega: “Los urbanizadores además del área propia deberán considerar
las áreas indicadas en las planchas y desaguar en la forma señalada en
las mismas, entregando el área señalada al colector de 36’’ existente
por la calle 183, el cual deben investigar en el terreno. El resto del área
debe entregar a un colector que proyectaran por la calle 185 para entregar
finalmente al futuro inteceptor derecho de Torca. Provisionalmente, pueden
entregar al zanjón de Torca, el cual deben investigar en el terreno. (Negrillas
de la Sala)

Respecto de las aguas lluvias se indican los elementos necesarios, las


especificaciones y la localización de las tuberías “por el eje de las vías
excepto en las avenidas de mas de 15.000 metros donde irán a 5.50 mts. de
paramento. Los interesados deberán recibir las áreas indicadas en las
planchas a las cotas y tiempos de concentración anotadas y desaguar en la
forma señalada en la misma, a un colector que proyectarán por la calle 185
el cual deben tener a la altura de la carrera 36 una cota clave de 19,65 y el
cual conectarán al proyecto del canal de Torca según las cotas y sección que
se indican. Deben presentar el detalle de la entrega al canal de Torca y al
colector de la calle 183. Para todos los desagues por fuera de la
Urbanización deben conseguir los permisos y servidumbres que sean
convenientes.” (fols. 231 y 232 c. 3)

- Comunicación del Departamento Administrativo de Planeación Distrital del


18 de junio de 1984, en el que se informa que el plano de la Urbanización La
Pepita Norte fue aceptado y se definen condiciones para continuar con la
tramitación. (fols. 309 y 310 c. 3)

- Estudio preliminar de suelos y análisis de cimentaciones, del 21 de


noviembre de 1985, en el que se afirmó: “En el caso de que al efectuar el
análisis detallado de los asentamientos se encontraran valores elevados
sería necesario complementar la cimentación con los pilotes
mencionados. En la zona 1 la presencia de rellenos y materiales
orgánicos hasta profundidades entre 1.8 y 4.4 metros bajo el nivel 0.0
obliga a la utilización de pilotes en la mayor parte de los casos.
.......Para edificios dependiendo de la magnitud de sus cargas se
podrían utilizar pilotes cortos del mismo tipo que los escogidos para
las casas o podría ser necesario recurrir a pilotes con mayor longitud y
diámetro.”

En la parte final del documento el Ingeniero que lo realizó ofreció ampliar la


información “sobre el sistema de cimentación para el tipo de estructura que
ustedes escojan” (fol. 318 y 319 c.3)

- Oficio del Departamento Administrativo de Planeación Distrital en el que


expuso las especificaciones y requisitos necesarios para la urbanización del
predio La Pepita Norte, Etapas 1 y 2. Manifestó que era un área de actividad
residencial, con tratamiento de desarrollo progresivo y etapa de fundación
mejorada; definió los requisitos para la obtención de los servicios básicos, las
vías, las normas urbanísticas, lo relativo a la cesión de zonas verdes y
comunales, a estacionamientos, normas específicas y demás requisitos que
deben cumplirse para la obtención de la licencia y el permiso de venta. (fols.
323 a 330 c.3)

- Mediante oficio del 19 de junio de 1987, la Caja respondió interrogantes


formulados por algunos proponentes que consideraron muy corto el plazo
dispuesto para la obtención de la licencia de construcción en el evento de
contratación III; explicó que ese plazo correspondía a un estudio teórico realizado
previamente teniendo en cuenta las demoras de los trámites en las entidades
distritales y que se ajustaba a una actuación diligente; agregó: “No obstante la
Caja a través de la División Técnica o según el caso a quien corresponda está en
capacidad de valorar casos de fuerza mayor o imponderables como también la
responsabilidad imputable al contratista” (fols. 339 ss c. 3)

Evaluación de las propuestas

- El comité de evaluación consideró que la Sociedad Hora Ltda presentó buena


zonificación del lote y ofreció trámites adelantados, porque “se encuentran
aprobados el plano topográficos, consulta previa, los datos técnicos de las
empresas públicas y el proyecto definitivo de energía y teléfonos.” (fol. 7 c. 4)

- En relación con el estado del proyecto, la sociedad demandante obtuvo 7 puntos


de los 10 posibles para quien presentara un proyecto aprobado, con obra
ejecutada en un 50% o más, porque “presentó ofertas con proyecto en trámite de
aprobación”

- En cuanto al aspecto técnico obtuvo el máximo puntaje por la ubicación del lote;
un puntaje regular por el diseño arquitectónico y un puntaje regular por las
especificaciones particulares de construcción.

- Respecto de los factores económicos obtuvo por valor inicial por metro cuadrado,
13.12 puntos de un máximo de 15; por programas de barras, el puntaje máximo de
5 puntos; por plazo, el máximo de 5 puntos; por área unidad, el máximo de 10
puntos y por valor del terreno, el máximo de 5 puntos.

- En relación con la capacidad del oferente, obtuvo el máximo puntaje de 10


puntos.

- La sociedad Hora Ltda. obtuvo un puntaje total de 86,87 sobre 100, superando a
la otra oferta mejor calificada. (fols. 10 a 11 c. 4)

- El jefe de sección de interventoría observó, a propósito de la propuesta que: “VI.


Las especificaciones presentadas están dentro de las exigencias de la Caja...,
aunque no son muy claras en el capítulo de pisos y cocinas, no especifica closets
y calentadores. (...) VIII. En caso de resultar favorecida la propuesta, sería
recomendable una revisión detallada de especificaciones técnicas, presupuesto e
incluso el diseño mismo para lograr de esta manera el óptimo aprovechamiento de
un lote como el propuesta en esta oferta. Una vez revisado el estudio de suelos,
se encontró que el sistema de cimentación propuesto coincide con las
recomendaciones del estudio técnico en mención.” (fols. 51 y 53 c. 4)

- El 22 de julio de 1987 la Junta Técnica de la Caja recomendó adjudicar el


contrato a las sociedades que ocuparon el primero y segundo lugar, esto es, a
Hora Ltda y Asucol Ltda, respectivamente. (fol. 80 c. 4)

El contrato y su ejecución

- El 1 de septiembre de 1987 la Caja de Vivienda Militar y la sociedad Viviendas y


Construcción de Hormigón Armado Ltda. Hora Ltda. suscribieron el contrato No.
036 que tuvo por objeto “Adelantar un programa cofinanciado de vivienda
consistente en la elaboración, aprobación del proyecto, trámite de la licencia,
construcción de 181 apartamentos, obras de urbanismo, complementarias e
instalación de servicios, con tradición de la propiedad del lote en el cual se
construirá el proyecto a favor de la Caja de Vivienda Militar”.(cláusula primera).

El plazo se fijó en 14 meses discriminados así: 1) Tres meses calendario a partir


de la fecha de perfeccionamiento del contrato “para la elaboración y aprobación
del proyecto urbanístico de 181 apartamentos, obras de urbanismo y
complementarlos y trámite de la licencia de construcción”. 2) Once meses
contados “a partir de la fecha del acta de iniciación de la obra para la construcción
y entrega de las mismas a la Caja, totalmente terminadas”.

Se acordó que tales plazos podían prorrogarse mediante contrato adicional,


“unilateralmente cuando la Caja lo considere conveniente o si el cofinanciador lo
solicita entre treinta y cuarenta y cinco días de antelación al vencimiento,
aduciendo las causas y allegando las pruebas que lo justifiquen plenamente, lo
cual será estudiado y recomendado por la Interventoría y la Junta Técnica de la
Caja.” (Cláusula Segunda)

Se acordó como valor inicial total la suma de $572.522.510 “de acuerdo con el
presupuesto por capítulos, costos directos e indirectos aceptados por la Caja y el
cofinanciador, que se anexa y forma parte integral de este contrato” (Cláusula
tercera).

La Caja se comprometió a aportar el 75% del valor del contrato ($429’391.882,50)


y la sociedad el 25% restante ($143’130.627,50), mediante un sistema de aportes
dispuesto en las cláusulas quinta y sexta así:

CLÁUSULA QUINTA. LA CAJA, entregará su aporte así:

A) VALOR DEL ANCIPO PARA APROBACIÓN DEL PROYECTO: La suma


de VEINTIOCHO MILLONES SEISCIENTOS VEINTISÉIS MIL CIENTO
VEINTICINCO PESOS CON CINCUENTA CENTAVOS MONEDA
CORRIENTE ($28.626.125.50) equivalente al cinco por ciento (5%) del valor
inicial de que trata la cláusula tercera, que se girará a EL COFINANCIADOR,
cuando se perfeccione el contrato y haya ingresado a la Oficina de Registro
de Instrumentos públicos y Privados de Bogotá, la escritura pública que
transfiera a favor de LA CAJA, la propiedad dominio y posesión del terreno
donde se construirá el programa de vivienda.

EL COFINANCIADOR, con el valor dado como anticipo abrirá una cuenta en


Banco o Corporación Oficial, autorizando la firma del Interventor de LA CAJA
y la refrendación de las facturas para la compra de materiales y demás
gastos con destino a la obra.

B) VALOR DEL ANTICIPO PARA CONSTRUCCIÓN.

La suma de CIENTO CATORCE MILLONES QUINIENTOS CUATRO MIL


QUINIENTOS DOS PESOS MONEDA CORRIENTE ($114.504.502.00)
cuando EL COFINANCIADOR haya entregado a LA CAJA el proyecto de
vivienda debidamente aprobado o que a juicio de LA CAJA, se autorice la
entre de este valor existiendo la certeza de su próxima aprobación. La suma
de dinero establecida en este numeral una vez sea entregada por LA CAJA a
EL COFINANCIADOR, ingresará a la cuenta corriente abierta con los dineros
girados como anticipo del proyecto aprobado, de que trata el literal C,
precedente, y se le dará el mismo tratamiento allí establecido.

C) VALOR EN AVANCE DE OBRA.

La suma de DOSCIENTOS OCHENTA Y SEIS MILLONES DOSCIENTOS


SESENTA Y UN MIL DOSCIENTOS CINCUENTA Y CINCO PESOS
MONEDA CORRIENTE ($286.261.255.00) en montos correspondientes a los
valores que resulten en cada una de las actas mensuales de avance de obra,
según el procedimiento y liquidación que enseguida se establece.

EL COFINANCIADOR, entregará su aporte así:

A)VALOR DEL TERRENO.- La suma de CINCUENTA Y DOS MILLONES


DOSCIENTOS OCHENTA Y SIETE MIL PESOS MONEDA CORRIENTE
($52.287.000.00) mediante la tradición de la propiedad, dominio y posesión a
favor de LA CAJA del terreno en donde se construirá el programa de vivienda
objeto de este contrato cofinanciado.

B) VALOR EN AVANCES DE OBRA.- La suma de NOVENTA MILLONES


OCHOCIENTOS CUARENTA Y TRES MIL SEISCIENTOS VEINTISIETE
PESOS CON CINCUENTA CENTAVOS MONEDA CORRIENTE
($90.843.627.50) en montos correspondientes a los valores que resulten en
cada una de las actas mensuales, según el procedimiento y liquidación que
enseguida se establece.

ACTA DE AVANCE DE OBRA. Para elaborar el acta de avance de obra, se


procederá así:

1. Cada mes a partir de la fecha del acta de iniciación de la obra de


construcción el Interventor de LA CAJA hará constar y relacionará, junto con
EL COFINANCIADOR la cantidad y porcentaje por capítulos de la obra
ejecutada durante ese período, acorde con el presupuesto.

2. La sección de Liquidación de LA CAJA, liquidará el avance de obra.

a) Liquidación del avance de obra.

De conformidad con el programa de trabajo y el presupuesto, se liquidará el


avance de obra del respectivo mes por porcentaje de ejecución de cada
capítulo, suma total que se incrementará en un veintiuno por ciento (21%) de
A.U.I. (Administración, utilidad e imprevistos). A continuación se liquidará el
valor del proyecto aprobado y el del terreno, obteniéndose el valor global del
acta.

b) Cofinanciación.

De este valor global se deducirá en la primera acta de avance de obra la


suma de CINCUENTA Y DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y
SIETE MIL PESOS MONEDA CORRIENTE ($52.287.000.00) que
corresponde al valor del terreno en donde se construirá el programa de
vivienda. A continuación se deducirá un veinticinco por ciento (25%) para
demostrar la inversión de la cofinanciación restante, y así sucesivamente en
las demás actas de avance de obra, hasta completar la suma de NOVENTA
MILLONES OCHOCIENTOS CUARENTA Y TRES MIL SEISCIENTOS
VEINTISIETE PESOS CON CINCUENTA CENTAVOS MONEDA
CORRIENTE ($90.843.627.50) para un gran total de CIENTO CUARENTA Y
TRES MILLONES CIENTO TREINTA MIL SEISCIENTOS VEINTISIETE
PESOS CON CINCUENTA CENTAVOS MONEDA CORRIENTE
($143.130.627.50) equivalente al aporte de EL COFINANCIADOR.

c) Amortización de los anticipos. Del mismo valor global del acta, se


deducirá otro veinticinco por ciento (25%) para amortizar los valores
entregados como anticipo para la aprobación del proyecto y para la
construcción de que tratan los literales A y B de la Cláusula Quinta, y así
sucesivamente en cada una de las actas de avance de obra, hasta completar
la suma de CIENTO CUARENTA Y TRES MILLONES CIENTOS TREINA MIL
SEISCIENTOS VEINTISIETE PESOS CON CINCUENTA CENTAVOS
MONEDA CORRIENTE ($143.130.627.50).

d) Valor favor de EL COFINANCIADOR. Finalmente se obtendrá el valor a


favor del EL COFINANCIADOR, que equivale al aporte de LA CAJA,
enunciado en el literal C de esta cláusula.

3) La Oficina Jurídica redactará el acta y si a ello hubiere lugar incluirá las


observaciones, obligaciones y demás asuntos pertinentes, tales como las
diferencias encontradas en la comparación, entre el programa de trabajo y el
avance de obra. Formarán parte del acta los anexos de constancia de
avance de obra y los cálculos de valore y estado financiero del contrato.

4) El proyecto de acta será sometido a estudio, revisión y recomendación de


la Junta Técnica.

5) Se suscribirá el acta por el Subdirector el Jefe de la Oficina de


Planeación, el Jefe de la Sección de Liquidaciones, los Jefes de las
Divisiones Técnica y Financiera, el Interventor y EL COFINANCIADOR, para
luego ser verificada y firmada por el Auditor Especial ante LA CAJA y
autorizada por el Director General de la Entidad.

6) Con base en el acta de avance de obra, EL COFINANCIADOR,


presentará cuenta de cobro, que se someterá al trámite administrativo y
fiscal para su pago.

SEXTA. REINTEGRO DE LOS APORTES.- EL COFINANCIADOR,


reintegrará su cofinanciación y la suma aportada por LA CAJA, mediante la
ejecución de este contrato, todo de conformidad con el programa de trabajo,
presupuesto y demás estipulaciones contractuales así:
1) Cuando EL COFINANCIADOR demuestre la inversión del 100% del valor
de cofinanciación, LA CAJA le reintegrará la suma de SETENTA Y UN
MILLONES QUINIENTOS SESENTA Y CINCO MIL TRESCIENTOS TRECE
PESOS CON SETENTA Y CINCO CENTVOS MONEDA CORRIENTE
($71.565.313.75) equivalente al cincuenta por ciento (50%) del valor de
cofinanciación, mediante la expedición en la fecha del acta de avance de
obra, en que se establezca tal situación de doce (12 pagarés con
vencimientos mensuales y sucesivos a partir de esta fecha, e interés a la
tasa del 24% anual sobre saldos.

2) La suma de SETENTA Y UN MILLONES QUINIENTOS SESENTA Y


CINCO MIL TRESCIENTOS TRECE PESOS CON SETENTA Y CINCO
CENTAVOS MONEDA CORRIENTE ($71.565.313.75) una vez se
perfecciones el acta de liquidación final del contrato, mediante la expedición
en esa fecha de doce (12) pagarés con vencimientos mensuales y sucesivos
a partir de esta misma fecha, e interés del 24% anual sobre saldos, para
reintegrar el cincuenta por ciento (50%) restante de aporte de EL
COFINANCIADOR.

PARAGRAFO.- Los pagarés serán entregados a EL COFINANCIADOR en


la fecha de su expedición, con excepción del último que será entregado seis
(6) meses después de la fecha de su expedición siempre y cuando no se
encuentre pendiente de solución alguna, queja o reclamo por parte de los
adjudicatarios del plan de vivienda relacionada con la construcción o cono
los materiales empleados en ella, así como por defecto en las instalaciones
hidráulicas, sanitarias, eléctricas, teléfonos, etc.

Llegado el día para la cancelación del pagaré, sin que hubiere sido
entregado y pagado por LA CAJA, por existir una cualesquiera de las
causales señaladas anteriormente, el pagaré no causará ninguna clase de
interés comercial y LA CAJA procederá mediante acto administrativo a
ordenar la ejecución de las obras o reparaciones que fueren imputables al
Cofinanciador, cuyo costo se cancelará con cargo al valor del pagaré,
reintegrando al Cofinanciador el saldo, si a ello hubiere lugar.

En relación con los reajuste se acordó lo siguiente.

CLÁUSULA SÉPTIMA: REAJUSTES.- Durante el desarrollo de este


contrato se reajustarán las actas mensuales de avance de obra, en un valor
liquidación a los precios pactados en el contrato y en razón de la variación de
los costos de materiales y mano de obra en el sector de la construcción,
basándose en los índices del costo total de edificación, publicados por la
Cámara Colombiana de la Construcción -CAMACOL- Seccional
Cundinamarca.

ACTA DE REAJUSTE.- Para elaborar el acta de reajuste, se procederá así:

1) La sección de Liquidación reajustará cada una de las actas mensuales de


avance de obra.

a) Confrontará la obra ejecutada con el programa de trabajo, para verificar


su cumplimiento. Si de tal verificación se establece que EL
COFINANCIADOR ejecutó obra por un menor valor al estipulado en el
programa general de construcción, la diferencia se reajustará con base al
índice del mes en que ha debido ejecutarse y no podrá acumularse para mes
posterior, salvo imponderables acontecimientos extraordinarios, debidamente
comprobados y estudiados por la Junta Técnica de LA CAJA.

Así mismo si de tal verificación se establece que ejecutó obra por un mayor
valor al estipulado en el programa general de construcción la diferencia se
reajustará con base en el índice del mes en que se ejecutó.

b) A continuación aplicará la siguiente fórmula matemática:

Mes base: Agosto de 1987

R= (Po-A1) (Id/Io) + (Po-A2) (In/Id) - (Po+Vr)

DONDE:

Po = Valor global del avance de obra.


A1=Suma amortizada del primer valor agregado como anticipo y otros
valores no reajustables.
Id=Indica el costo total de edificación para el mes en que fue recibido el
proyecto aprobado (o sea el del mes anterior a la iniciación de la obra)
Io=Indice del costo total de edificación para el mes base (Agosto/87)
In=Indice del costo total de edificación aplicable al mes programado para
ejecutar la obra.
A2=Valores tomados del avance de obra para amortizar los anticipos y otros
valores reajustables.
Vr=Valor reajustable igual a (Po-A1-A2)

2) La Oficina Jurídica redactará el acta de reajuste, haciendo las


anotaciones pertinentes y adjuntando las liquidaciones de reajuste y estado
financiero.

3) El acta será suscrita por los mismos funcionarios y EL COFINANCIADOR


que firmaron el acta de avance de obra.

4) De conformidad con lo establecido en el Acuerdo No. 11 de 1976, el pago


de reajuste será autorizado por la Honorable Junta Directiva.

PARAGRAFO PRIMERO.- Los períodos de reajuste serán mensuales y no


se reajustarán actas acumuladas ni se levantarán actas de avance de obra
ejecutadas en período superior a un (1) mes.

PARAGRAFO SEGUNDO.- Con posterioridad al vencimiento del término de


ejecución del contrato, no habrá reajustes salvo que por LA CAJA se acepte
la prórroga y se pacten reajustes durante ella.

Respecto de las obligaciones de las partes se convino:

CLÁUSULA OCTAVA: OBLIGACIONES DEL COFINANCIADOR.- EL


COFINANCIADOR sujeto a las Normas Básicas de la Promoción No. 002-
CVM-87 y a su propia oferta se obliga a:

1) Transferir a LA CAJA, la propiedad, dominio y posesión del t4rreno en


donde se llevará a cabo la construcción del programa de vivienda, en una
fecha vista al recibo del primer anticipo y como requisito indispensable para
su cancelación.

2) Utilizar la suma aportada por LA CAJA y su propia cofinaciación,


exclusivamente en la ejecución del objeto contractual que incluye la
elaboración de planos, diseños, memorias, estudios, aprobación del
proyecto, trámite y obtención de la licencia de construcción así como la
construcción de 181 apartamentos sus obras de urbanismo,
complementarias e instalación de servicios, todo de conformidad con el
presupuesto con el presupuesto y oferta aceptada por LA CAJA.

3) Disponer los medios necesarios para que en un término de seis (6)


meses, contados a partir de la fecha del acta de iniciación de obra se
acondicione sin costo para LA CAJA, un apartamento modelo, teniendo en
cuenta facilidades de acceso, seguridad, etc., que garantice la exhibición y
visita de los posibles adjudicatarios.

4) Entregar 181 apartamentos del diseño, área, especificaciones, servicios,


etc. ofrecidos y aceptados por LA CAJA.

5) Adquirir a su costa los materiales, equipo, maquinaria, herramientas,


elementos y enseres necesarios para el correcto desarrollo de la obra,
entendiéndose que los materiales deben ser de la calidad propuesta y
aceptada por LA CAJA.

Los gastos de reparaciones y sostenimiento o cualquier erogación que


demanden dichos equipos y maquinaria serán de su cargo exclusivo, así
como los correspondientes a útiles, equipos y elementos de oficina y demás
que se requieran para la ejecución de la obra.

6) Entregar los diseños, planos, memorias y en general el proyecto


aprobado y licencia de construcción, dentro del plazo establecido en el
numeral 1) de la cláusula segunda de este contrato

7) Ejecutar las obras en un todo de acuerdo con las especificaciones y


calidades generales que figuran en las Normas Básicas, especificaciones
particulares ofrecidas y discriminadas por el Oferente, presupuesto,
programa de trabajo, planos y demás anexos de este contrato y entrega
terminado según lo exijan las autoridades y empresas de los servicios.

8) Llevar a cabo todas las actividades tendientes a la oportuna instalación


de los servicios públicos y su posterior entrega a la empresa de servicios que
corresponda.

9) Responder que la obra permanentemente sea dirigida por un Ingeniero o


Arquitecto Residente graduado y matriculado, aceptado por LA CAJA quien
deberá atender personalmente los trabajos.

10) Reconocer como representante de LA CAJA, para los efectos


relacionados con la ejecución de las obras objeto del contrato, al Interventor
que LA CAJA asigne, facilitarle su trabajo de inspección en la ejecución de la
obra, suministrarle los datos que requiera y atender sus indicaciones.

11) Responder por la estabilidad y buen funcionamiento de las obras


contratadas y por la calidad de los materiales descritos utilizados. Por lo
tanto los deterioros que ocurrieren, durante la ejecución o recibo de la obra,
ya sea por mala construcción o por defecto en los materiales serán
subsanados por su cuenta inmediatamente después del aviso dado por el
Interventor de LA CAJA.

12) Aceptar la subrogación de la acción consagrada por la Ley a favor de LA


CAJA por defectos de construcción, demás situaciones que consagra el
Artículo 2060 del Código Civil Colombiano, a los adjudicatarios en la
correspondiente escritura pública.

13) Demoler y reconstruir a su costa, la obra mal ejecutada o con


especificaciones inferiores a las estipuladas, dentro del plazo que fije la
Interventoría de LA CAJA, sin que esto motive modificación en el término del
contrato. LA CAJA podrá retener el pago de la respectiva cuenta, hasta
cuando EL COFINANCIADOR ejecute a su costo la obra rechazada.

14) Retirar por su cuenta todas las estructuras provisionales, así como los
desechos y sobrantes de materiales y transportarlos a lugares apropiados,
tanto durante la ejecución como al finalizar la obra.

15) Responder exclusivamente por la celebración y ejecución de


subcontratos o destajos y por consiguiente, el subcontratista no tendrá
derecho a reclamación alguna contra LA CAJA. De esta obligación se dejará
constancia en los subcontratos que suscriba EL COFINANCIADOR.

16) A establecer por su cuenta y bajo su responsabilidad exclusiva, las


relaciones laborales con el personal suficiente e idóneo para cumplir est3
contrato. LA CAJA se reserva el derecho de rechazarlos o de pedir el
término de dicha relación laboral.

17) A pagar oportunamente al personal empleado en la ejecución de las


obras, todos los honorarios, salarios, prestaciones sociales, asistenciales e
indemnizatorias que le corresponda de acuerdo con las leyes vigentes y en
especial, con las señaladas en el Código Sustantivo del Trabajo, así como
los subcontratos de empleados y obreros.

18) Responder exclusivamente por el valor o valores de la sentencia, aún


después del vencimiento de la vigencia de la póliza de garantía por
prestaciones sociales en caso de que se instauren acciones laborales contra
LA CAJA, por razón de hecho o de derecho, relacionadas con la ejecución
de este contrato.

19) Presentar las pruebas para demostrar que EL COFINANCIADOR ha


cumplido sus obligaciones en las relaciones laborales, tales como duplicados
de las planillas de pago de salarios, prestaciones sociales e indemnizatorias,
al igual que los subcontratos o destajos, debidamente cancelados, cuando
LA CAJA las exija.

20) Constituir en una compañía de seguros legalmente establecida para


funcionar en el país, una póliza de seguro de vida, accidente e invalidez que
ampare el personal bajo su dependencia, durante el tiempo de ejecución de
la obra o en su defecto tener afiliado al instituto de Seguros Sociales.
Cualquiera de los eventos deberá demostrarlos a LA CAJA a la firma del
presente contrato.
21) Suscribir las actas de iniciación de obra, avance de obra, reajuste y la
que liquide finalmente el contrato, sometiéndose a los formatos,
procedimientos y trámites administrativos y fiscales que rigen LA CAJA.

22) Responder desde el momento de la iniciación de obra, hasta la


terminación de los trabajos, por daños que por razón de los mismos ocasione
a terceros, arrendatarios o propietarios de los inmuebles aledaños.

23) Colocar al finalizar la obra, la nomenclatura interna de cada apartamento


así como la externa del edificio de acuerdo con lo establecido en el
reglamento y plano de propiedad horizontal.

24) Mantener en buen estado las vías públicas o comunales y repararlas al


finalizar la obra, en caso de daños por razón y causa de la construcción.

25) Colocar sin costo adicional para LA CAJA una valla en el sitio de los
trabajos y hasta la terminación de los mismos de las dimensiones, leyendas
y especificaciones que le suministre la División Técnica según lo regula al
Resolución No. 56 de 1978, emanada de la Dirección General de LA CAJA.

26) Presentar para la liquidación final del contrato, documento idóneo de


encontrase a paz y salvo por efecto de las relaciones laborales,
prestacionales, indemnizatorias, asistenciales, así como con subcontratistas,
proveedores, etc., como requisito indispensable para que LA CAJA proceda
a entregar todos los saldos a favor de EL COFINANCIADOR, una vez se
liquide el contrato.

27) Presentar para aprobación de LA CAJA, antes del primer avance de


obra y como requisito indispensable para la cancelación de los dineros a su
favor por este concepto, el programa de obra y flujo de fondos, porcentaje de
obra por entregar en las gráficas correspondientes CPM o PERT, así como
ruta crítica ajustada al programa de Barras GANT y organigrama de la firma
confinanciadora en la obra.

28) Ejecutar las obras de acuerdo con los diseños arquitectónicos, de


estructura, técnicos y demás estudios y responder por su cumplimiento en
los términos del título G- Capítulo G-1 del Decreto 1400 de 1984.

29) Acatar en un todo la Resolución No. 2413 del 22 de Mayo de 1979,


emanada del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, relacionadas con las
prevenciones a cargo de los Constructores para velar por la seguridad de la
mano de obra en el manejo de materiales, maquinaria y equipo.

30) Las demás obligaciones que surjan en la ejecución de este contrato y


por razón de la naturaleza del mismo.

NOVENA: OBLIGACIONES DE LA CAJA.- LA CAJA se obliga:

1) Aportar los dineros en efectivo, de acuerdo con la cláusula quinta, que


trata de la entrega de los valores cofinanciados para este contrato.

2) Expedir en su oportunidad los pagarés a favor de EL COFINANCIADOR,


para cancelar el aporte de cofinanciación.

3) Ordenar para los derechos no presupuestados por concepto de


instalaciones, empates y conexiones de acometidas de acueducto, energía,
teléfonos, etc.

4) Reconocer y pagar a EL COFINANCIADOR el porcentaje pactado por


concepto de administración, utilizad e imprevistos (A.U.I.) liquidado en las
actas mensuales de avance de obra.

5) Elaborar las actas de iniciación, avance de obra, reajuste y liquidación


final de acuerdo con las normas internas de la entidad y demás
procedimientos.

6) Cumplir las demás obligaciones que resulten en la ejecución del contrato


y por razón de la naturaleza del mismo. (folios 266 a 275)

- El 30 de septiembre de 1987 las partes suscribieron el contrato No. 043 de 1987


adicional al 036, en el que acordaron la construcción de 20 apartamentos
adicionales, obras complementarias e instalación de servicios, dentro del plazo
originalmente acordado, por valor de $52.450.722, de los cuales el 75% sería
aportado por la Caja y el 25% restante por el contratista, en las condiciones
inicialmente pactadas (Fols. 282 a 288 c. ppal).

- El 30 de octubre de 1987 el contratista informó a la Caja sobre el estado del


proyecto arquitectónico; explicó que se presentaba un atraso porque la empresa
de acueducto no presentó a tiempo los presupuesto y diseños correspondientes.
(fol. 123)

- El 19 de noviembre de 1987 el contratista solicitó a la Caja una prórroga de 40


días del plazo de la etapa de proyectos, con fundamento en que se había
aplazado la obtención de la licencia de construcción, hasta el 29 de diciembre
porque la “Empresa de Acueducto y Alcantarillado no presentó oportunamente la
aprobación, por su parte, de los proyectos de acueducto y alcantarillado al Comité
Técnico de Planeación Distrital”. Advirtió que “De todas maneras, estamos
haciendo los preparativos para iniciar las obras preliminares de construcción en
los próximos días, a fin de no perder tiempo en dicha etapa y comunicaremos a la
Interventora oportunamente para iniciar oficialmente la obra (Fol. 122).

- El 27 de noviembre de 1987, las partes suscribieron el contrato adicional No.


061, con el objeto de ampliar el plazo para la presentación del proyecto aprobado
y la licencia de construcción en 30 días calendarios contados a partir del 8 de
diciembre de 1987, con lo cual quedó como fecha límite la del 7 de enero de 1988,
“sin perjuicio de la fecha de iniciación de la obra, ejecución y entrega de acuerdo
con el programa anexo del contrato”.

Se afirmó que la prórroga atendía la solicitud formulada por el contratista, que se


consideró procedente porque “no es imputable a la responsabilidad del
cofinanciador la no obtención de los documentos aludidos”, como también que
todas las demás cláusulas del contrato principal quedaban vigentes (Fols. 289 y
290).

- El 1 de diciembre de 1987, se suscribió el acta de iniciación de la obra, en la que


consta que el representante de la contratista manifestó que el terreno destinado a
la urbanización estaba en condiciones propicias para iniciar los trabajos. (fol. 204
c. 5)

- El libro de obra se abrió la misma fecha; en él constan las anotaciones realizadas


por el interventor y la sociedad contratista respecto del desarrollo de la obra; de su
texto se destaca lo siguiente:

. 28 de enero de 1988, “De acuerdo a la definición arquitectónica sobre


los niveles definitivos del proyecto y teniendo en cuenta la topografía del
terreno natural, aparecen una serie de rellenos que en algunos casos son de
un espesor de importancia, los cuales deberán ser motivo de un estudio
especial. Estos rellenos no considerados en nuestra propuesta, son el
resultado de la definición basada en las rasantes de las vías y zonas internas
de parqueo.”

. 9 de febrero de 1988. “En la tarde de hoy se presentó a la obra el


interventor de la EAAB quien al no encontrar una persona que estuviera
responsabilidad en el momento de la obra por parte del contratista me hizo
las siguientes observaciones que esta interventoría corrobora y solicita sean
cumplidas rigurosamente:
1. Debe disponerse de un mezcladero para los concretos de atraque, que
impidan su contaminación.
2. Deben tomarse mínimo dos cilindros por tramo y llevarse a la EAAB para
su prueba.
3. Disponer de copias de planos aprobados por la EAAB en la obra.
4. No se han ejecutado excavaciones que conserven los lineamientos
totalmente rectos notándose unos atraques laterales insuficientes en la
tubería.
5. Aunque la tubería dispuesta en la obra se acepta por parte de la EAAB, se
observa que no reúne las calidades de una tubería tipo AA.

. 4 de abril de 1988. “A la fecha se observa bajo rendimiento en las


actividades que se está realizando.....”

. 20 de abril de 1988. “Como resultado de las verificaciones hechas por la


interventoría sobre los pilotes de eucalipto, hemos encontrado que una
buena parte de los últimos descargados en obra, no están cumpliendo con
los diámetros mínimos recomendados en el estudio de suelos.(...)”

. 5. de mayo de 1988. “A pesar de las repetidas solicitudes verbales hechas


por la interventoría acerca del cabal cumplimiento de la recomendación
dejada por el asesor de suelos en la nota N° 48 primera parte, hemos
observado que piedras con sobre tamaños están quedando sin rajonear
...Por las razones expuestas, esta interventoría le comunica a la firma
contratista que no aceptará el desplazamiento de pilotes en cuanto a su
localización se refiere, al tempo que le solicita se corrijan o se hinquen
nuevos pilotes en el sitio donde algunos de ellos no cumplen con este
requisito.”

.10 de mayo de 1988. “Paso revista a la obra en compañía del Dr... y de.......
Con respecto al lento avance de la obra se comenta que a partir del próximo
miércoles se normalizará la entrega de entrepisos lo cual permitirá un ritmo
apropiado para recuperar por lo menos 45 días del atraso teórico. Se
fundirán 1 placa diaria(...)”

.10 de mayo de 1988. “De la reunión en obra donde se trató el problema de


las grietas en los muros del primer piso sacamos las siguientes
conclusiones....”

. 15 de junio de 1988. Se visitó la manzana #1 y se observaron los trabajos


de construcción del pilotaje. Las inundaciones en esta zona no afectan el
futuro comportamiento dela cimentación, cual está prevista para estos suelos
blandos con un nivel freático alto( ...)
De otra parte se solicita pensar en la posibilidad de ampliar las dimensiones
de los tanques de agua y disminuir su profundidad a valores de 1.5 m o 2.0
m como máximo, ya que previendo inundaciones en un momento en que el
tanque esté desocupado..se podría presentar un empuje hacia arriba que
flotaría o sacaría el tanque. Por otra parte los tanques de agua deben ser
construidos a la mayor brevedad, pues sus excavaciones pueden afectar la
estabilidad de edificios aledaños.” (Recomendación del experto en suelos de
la contratista)

. 15 de junio de 1988; se condiciona la autorización para la ejecución de


muros a que se reciban las pruebas de resistencia de materiales, solicitadas
en repetidas ocasiones.

. 15 de junio de 1988. “Como consecuencia de los rechazos detectados en la


ejecución del hincaje de algunos pilotes en el Bloque 7 de la manzana 1, le
informamos a la firma contratista que se autoriza la fundida de sobre pilotes
en concreto menores de 2 metros...”
22 de junio de 1988. “Como resultado de la poca protección a la acción de
los agentes atomosféricos que se está dando al hierro de refuerzo destinado
a la obra, este se está colocando finalmente muy oxidado, por lo que la
interventoría exige a partir del módulo 4 de la manzana 1 y hasta cuando se
mantenga esta circunstancia que antes de ser colocado se le practique
limpieza”

.17 de agosto de 1988. “Con el propósito de rectificar las anomalías


presentadas al construir el tanque de la manzana 2, la interventoría de
común acuerdo con el contratista corrobora las soluciones tomadas en la
obra, así: (...)”

. 29 de agosto de 1988. Manifiesta el contratista que en la fecha de


presentación del apartamento modelo, la Caja, por medio de la interventoría,
solicitó el estudio de alternativas, que fue presentado por la contratista y está
a la espera de que la entidad los defina.
. 22 de septiembre de 1988. “En inspección hecha a la obra en el día de hoy
se encontraron totalmente paralizados los edificios 9 y 3 de la manzana 2 y
los edificios 1,3 y 9 de la manzana 1, de la misma forma el tanque manzana
1”

. 27 de septiembre de 1988. “La interventoría nota con gran preocupación el


bajo rendimiento de la obra y requiere del contratista se tomen las medidas
del caso para solucionar y reponer en gran parte el atraso alarmante que
presenta la obra. A continuación se relacionan actividades que se deben ir
ejecutando simultáneamente con la estructura:
. Rellenos en material común.
Terminación redes de alcantarillado.
. Tanque de la manzana 1.
. Ejecución de vias.
. Adelantar pañetes, pruebas hidráulicas, muros de aguas.....
. Incrementar el ritmo de trabajos de las diferentes actividades de acabados
como pañetes, carpintería metálica, muros de aguas, antepechos, ventanas
cubiertas, estuco, vinilo etc, para la manzana 2.
. Andenes exteriores e interiores.
La interventoría insiste nuevamente en la necesidad de ejecutar a la mayor
brevedad posible ls cubiertas de la manzana 2, ya que es la actual actividad
crítica de la obra, porque no se pueden terminar o ejecutar acabados de
quintos pisos.

. 3 de Octubre de 1998. Para efectos de la evaluación de los atrasos, esta


interventoría deja constancia que en el transcurso de la semana que terminó
el sábado 1 de octubre no se adelantaron actividades en los siguientes
bloques por manzanas así:
Lunes 26 de septiembre- Manzana 1- Bloques 1 al 4
Martes 27 Manzana 1- Bloques 2,4,6,9
Miércoles 28 Manzana 1- Bloque 9
Jueves 29 Manzana 1- Bloques 1, 4,9
Viernes 30 Manzana 1- Bloques 1 al 4 y 6 al 9
Sábado 1 octubre Manzana 1 – Bloques 1 al 5 y 8 al 9

Se aclara que el martes 27 de septiembre en las horas de la tarde se agotó


la existencia de bloque estructura en la obra.”
3 de Octubre de 1988. Concluida la semana del 26 de septiembre al 1 de
octubre, la interventoría considera importante que la firma contratista
acometa con prontitud las siguientes actividfades: 1...8”

.8 de octubre de 1988. Continuando con la evaluación de las causas del


atraso creciente, la interventoría deja constancia a través de este libro que
en la semana que terminó el 8 de octubre no se efectuaron actividades en
edificios por manzanas así:
Manzana 1
Lunes 3 Bloques 1,2,3,4,5,8
Martes 4 Bloques 2,3,4,5,8,9
Miércoles 5 Bloques 2,3,5,6,8,9
Jueves 6 Bloques 1,2,3,5,6,8,9
Viernes 7 Paralizados todos excepto el bloque 4

Se aclara que durante la semana en mención no hubo bloque estructural en


la obra, pero la obra si permitía adelantar varias actividades que van
después de la construcción de muros.”

. 14 de octubre de 1988. Interventoría advierte que no será de recibo la


utilización de material de segunda adquirido por la contratista.

. 2 y 28 noviembre, 5 diciembre de 1988. Interventoría formula observaciones


y recomendaciones en relación con la obra, para que el contratista las acate
inmediatamente conforme a las especificaciones técnicas correspondientes.

. 9 de diciembre. Contratista manifiesta que la época invernal impide el inicio


de las obras de urbanismo faltantes; que la falta de solución respecto de la
obtención de las servidumbres ha generado grandes inconvenientes
económicos y de tiempo. “Las gestiones elaboradas por Hora Ltda para
resolver el grave problema han sido infructuosas, por lo tanto solicitamos a la
CVM por intermedio de la interventoría, gestionar lo que corresponda ante
los propietarios o entidades de servicio público para dar solución oportuna y
definitiva a esta situación. Queremos poner de presente el incumplimiento
reiterado de la Ladrillera Santa fé en el suministro de Ladriblock, situación
que nos ha implicado un retraso importantísimo en la estructura de la
manzana 1 y consecuentemente en los tiempos de entrega final de la obra”

. 14 de diciembre de 1988. La interventoría formula observaciones para que


se corrijan puntos que presentan anomalías.

.15 de diciembre de 1988. “Debido al atraso que ya marca la reprogramación


de obra, esta interventoría solicita se incremente la mano de obra en remates
de aptos y en pañetes para la manzana 1, ya que esta actividad se puede
adelantar sin ningún impedimentos hasta el 4 piso. Es importante aumentar
el rendimiento de la manzana 2 en actividades de acabados para evitar
atrasos considerables en la obra.”

. 23 de diciembre. “Interventoría reitera solicitudes realizadas al contratista


para que corrija aspectos de la obra.”

. 17 de enero de 1989. Interventoría reitera recomendaciones formuladas al


contratista para que realice las correcciones indicadas en cada caso, “y se
permita una verificación posterior, sin que hasta la fecha hayamos logrado
que esto ocurra con la eficacia que se espera. En la fecha esta interventoría
ha encontrado que se ha vuelto a desacatar las observaciones que en
ocasiones anteriores hemos impartido, en cuanto a que cada vez que haya
que corregir la colocación de una tubería, esta se debe hacer sin afectar la
estructura del edificio.” Luego de precisar los errores e inobservancias del
contratista, la interventoría exigió la aplicación de las correcciones
estructurales requeridas para cada caso

. 31 de enero de 1989. “Se le solicita a la firma contratista dar estricto


cumplimiento a las exigencias transmitidas por la interventoría, con relación a
los siguientes puntos.”(8 aspectos).

. 2 de febrero de 1989. “La interventoría insiste nuevamente en la falta de


colaboración por parte de la firma contratista para agilizar las revisiones de
las diferentes actividades por parte de la interventoría. ......Debido al atraso
que presenta la obra, es indispensable y urgente que estas revisiones las
atiendan inmediatamente para seguir con el normal desarrollo de la obra, de
lo contrario esto implica que se aumente el atraso y se estanquen varias
actividades de acabados. Se espera se tomen los correctivos necesarios en
cuanto a organización del personal de contra maestros, lo mismo que el
incremento de personal para realizar los remates de apartamentos. Un
ejemplo es la revisión de los pañetes de fachada, a los cuales no se les ha
realizado los correctivos, implicando esto un atraso en la pintura de los
antepechos.”

. 15 de febrero de 1989. “Nuevamente estamos recordando a la firma


contratista que la interventoría continúa a la espera de que se haga entrega
definitiva de la fachada (obra negra) por el costado sur de los edificios 9, 8, 7
cuya primera revisión la hizo desde el pasado 24 de enero sin que hasta la
fecha se hayan ejecutado los correctivos necesarios.”
. 16 de febrero de 1989. “Reiteradamente la interventoría ha insistido sobre
la desorganización y atraso en la colocación de la ventanería de la manzana
1, lo mismo que en la ejecución de los pañetes de fachadas, sin que hasta el
momento se hayan tomado los correctivos en estas actividades, ocasionando
esto un incremento en el atraso que ya presenta la obra.”

. 6 de marzo de 1989. Interventoría solicita a contratista tomar las medidas


necesarias de control respecto de la actividad de los plomeros en relación
con los elementos estructurales, en consideración a que se han presentado
“rupturas irresponsables”.

. 8 de marzo de 1989. “No obstante el reducido plazo con que se cuenta para
llevar a término la obra, es motivo de preocupación por parte nuestra, el bajo
rendimiento que se observa en las obras de la manzana 1; ..”

. 14 de marzo de 1989. Contratista da respuesta a la nota anterior para


indicar que el avance en la manzana 1 ha sido óptimo; “con respecto al
capítulo instalación de marcos, ventanas y puertas, este va al ritmo de los
suministros de los subcontratistas y en la actualidad sólo se encuentra en
bodega la marquetería que ha sido rechazada por defectuosa. En cuanto al
capítulo de pañetes de fachada, estos se han visto afectados por el alto
régimen de lluvias que hemos registrado en el mes de marzo.”
. 22 de marzo, 3 de abril de 1989. Contratista informa que realizó pruebas
hidráulicas sin la interventoría, porque no había ninguno de los funcionarios
que la ejercen.

. 17 de abril de 1989. “Dados las excelentes condiciones de tiempo en los


últimos 20 días, la interventoría considera que el ritmo de trabajo que se le
está dando a las obras de urbanismo (vias) no se compadece con la
necesidad urgente de terminar cuanto antes esta actividad, por lo que le
solicito verificar con el subcontratista y comunicar por este mismo medio a la
interventoría las razones de este reducido rendimiento.”

. 18 de abril de 1989. “En visita realizada a la obra, se encontró con gran


preocupación la falta de suministro de algunos materiales, como es el caso
de los aparatos sanitarios de la manzana 1, ocasionando atraso en la
secuencia de actividades posteriores. Lo anterior no se justifica a estas
alturas de la obra, ya que el pedido correspondiente se debió hacer hace
mucho tiempo......se llegó a un compromiso por parte de la firma para tener
como fecha límite la entrega a la interventoría de 7 bloques de la manzana 2
para el viernes 28 de abril de 1989. La interventoría requiere se cumpla con
este compromiso dado que no debe haber ningún impedimento, si se tiene
en cuenta que el contratista al determinar como entrega abril 14/89, es
porque cuenta con los medios y recursos para cumplir con esta solicitud.
También se nota el bajo rendimiento en las actividades de urbanismo
desperdiciando el buen tiempo que se presenta actualmente, es
indispensable contar con la maquinaria y materiales necesario para atender
varios frentes en la obra (todo urgente de terminar)......”

. 15 de mayo de 1989. Interventoría requiere al contratista para que


incremente el ritmo de trabajo, en consideración a que no se ha cumplido el
cronograma de entregas. “Por esta razón, la interventoría le solicita a la firma
contratista revisar el procedimiento de estas entregas, pues a nuestro modo
de ver exige que se le dedique mayor tiempo y se incrementen los frentes de
trabajo.”

. 6 de junio de 1989 “Una vez mas la interventoría pone de manifiesto su


inquietud respecto del mermado interés que la firma contratista le está dando
al proceso de entrega a la interventoría de la obra blanca de la manzana
II.Debo recordarles que de acuerdo con el último comité de obra se fijó como
fecha límite para estas entregas el día de hoy encontrándose que hasta este
momento quedan aún por efectuar la primera revisión a 25 apartamentos
mas el salón comunal..”A juicio de la interventoría deben incrementarse los
frentes de aseo, pues este ha sido el mayor problema a la hora de realizar
las entregas.

. 16 de junio de 1989. Interventoría reclama al contratista acatamiento de


observaciones y solicitudes realizadas anteriormente, respecto de aspectos
de las obras que se adelantan en el módulo 3 de la manzana II.

. 29 de junio de 1989. Interventoría formula solicitudes al contratista en


relación con aspectos de las obras “A juicio nuestro, se observa negligencia
por parte del sub contratista y exige que la firma contratista tome medidas
que corrijan esta anomalía, dado que esta circunstancia obliga a que se
desplace también la fecha tentativa para la obtención del servicio causándole
serios perjuicios a la Caja..”

. 18 de julio de 1989. Interventoría requiere al contratista para que tome los


correctivos necesarios a efecto de terminar las construcciones finales e
instalaciones en los apartamentos de la manzana I. Solicita igualmente la
reparación de elementos ya instalados en las edificaciones, que se han
dañado.

. 1 de agosto de 1989. Se solicita al contratista gestionar lo necesario para


que todo esté terminado, puesto que el conjunto residencial será inaugurado
el 16 siguiente.

. 11, 14 de agosto de 1989. Se solicita al contratista asear toda la


urbanización para su entrega.

. 2 de octubre de 1989. “Con fecha 29 de septiembre/89 la EAAB le ha


dirigido una nota originada en su sección de interventoría ala División
Técnica d ela Caja de Vivienda Militar que contiene observaciones
encontradas tras revisiones en el alcantarillado sanitario y que exige una
inmediata solución por parte de la firma contratista, puesto que ellos
constituyen en este momento requisitos cuyo cumplimiento es también
inmediato para que la EAAB permita que el trámite de consecución de agua
potable continúe su curso normal...” (Fols. 345 a 394 c. 3).

- El 31 de diciembre de 1987, mediante resolución N° 621 el Departamento


Administrativo de Planeación Distrital aprobó el proyecto general de la
Urbanización La Pepita Norte Etapa I. (fols. 92 a 103 c. ppal; 361 ss c. 2))

- El 5 de enero de 1988 el contratista informó a la entidad que no le era posible


obtener la licencia de construcción para la urbanización en la fecha acordada
mediante el contrato adicional 61 de 1987, esto es el 7 de enero siguiente. (fol.
112)

- El 21 de junio de 1988 el contratista pidió una prórroga de 100 días para la


entrega final, con fundamento en la demora en la aprobación de los planos, en la
consecución de las formaletas, en el intenso invierno y en el aumento de las
cantidades de obra, especialmente en la cimentación (Fol. 119).

- El 4 de agosto de 1988 el Interventor de la obra formuló al contratista


observaciones y sugerencias respecto del desarrollo de la obra, entre otras
relativas a: la presencia permanente de un profesional de la sociedad contratista
en el lugar de la obra, disponer de un acceso al cuarto de bombas y al
compartimiento de almacenamiento de los tanques; utilizar hierro no oxidado;
utilizar closets perfectamente acabados y pulidos; dejar las vigas en perfecto
estado, sin abultamientos; utilizar una válvula de alivio en el calentador por
razones de seguridad; terminar de colocar grifería; rectificar la colocación de la
caja de los automáticos. (Fols. 126 a 132).

- El 6 de agosto de 1988, se suscribió el contrato No. 057 para la construcción de


obras adicionales por valor de $13.093.624.93.La entidad se comprometió a
aportar el 75% de este valor l y el contratista el 25% restante, de la manera
dispuesta en el contrato principal. (fols. 291 a 298)

- El 7 de septiembre de 1988 el contratista solicitó a la Empresa de Acueducto que


reinstalara el servicio de agua, suspendido por más de 15 días, con ocasión de las
obras realizadas en la calle 183. (fol. 124)

- El 19 de septiembre de 1988 el contratista solicitó una prórroga de 120 días para


la entrega definitiva de las obras materia del contrato, con fundamento en lo
siguiente:

a) La licencia de construcción que conforme al contrato se debía obtener a


mas tardar el 3 de diciembre de 1987, solo se obtuvo el 2 de marzo de 1988,
por las trabas burocráticas del Distrito,

b) El estudio preliminar de suelos determinó un pilotaje parcial de la


manzana 1, pero no se previó en el programa de trabajo el mayor tiempo que
tomaría el exagerado aumento de pilotaje, que exigió el estudio definitivo de
suelos realizado con posterioridad al programa, ni el mayor costo que ha
causado un desequilibrio presupuestal y programático.

c) Ya avanzada la obra la Empresa de Acueducto inició la construcción de un


Box-culvert por la calle 183 impidiendo el acceso directo a la obra, que ha
impedido acometer las obras por las vías que circundan el proyecto. Yo
considero este como un hecho imprevisible, ajeno al contratista. Ver si
produjo alteración grave.

d) Se han presentado dificultades en la negociación de las servidumbres de


los predios vecinos.

e) La ladrillera Santafé ha incumplido los despachos.

f) Las formaletas necesarias para la construcción de los entrepisos en el


momento del diseño estaban disponibles en el mercado de alquiler de
equipos, pero al momento de requerirlos se encontraban ocupadas por otra
constructora.

g) A raíz de la entrega del apartamento modelo a la Caja, se suscitaron


cambios en el acabado que dilataron su definición para poderlos contratar,
tanto por razones de la interventoría como por demoras de los proveedores
en pasar cotizaciones;

h) Han existido dificultades para obtener los créditos bancarios para cumlir su
obligación de financiamiento de la obra.
i) Las intensas lluvias y la escasez de agua por algunos días interrumpieron
los trabajos. (Fols. 116 a 118);

- El 4 de octubre de 1988 la contratista informó a la Caja que, de acuerdo con


concepto emitido por el asesor de suelos, fue necesario modificar el diseño
estructural del tanque de concreto reforzado de la manzana 1, con la creación de
unos lastres en concreto ciclópeo, lo que determinó un nuevo costo de dichos
elementos por valor de $314.251.28. Advirtió que la construcción del tanque
quedaba pendiente de la aprobación de este valor (Fol. 114 y 115).

- El 13 de octubre de 1988 la entidad comunicó al contratista que los sobrecostos


que invocó con fundamento en las modificaciones del diseño estructural del
tanque, deben asumirse por el contratista toda vez que “las normas básicas para
este plan cofinanciado, determinan claramente en su numeral C3 la
responsabilidad del proponente en relación con los estudios técnicos.” (fol. 133)

- El 14 de octubre de 1988 las partes celebraron el contrato adicional No. 089, por
medio del cual ampliaron el plazo de ejecución en cuatro meses contados desde el
2 de noviembre de 1988, con lo cual quedó como fecha para la finalización de las
obras el 2 de marzo de 1989. La prórroga fue solicitada por el contratista con
fundamento en las dificultades invocadas durante la ejecución del contrato.

Consta en el contrato lo siguiente:

“La junta técnica en sesión del 29 de septiembre de 1988 analizó los


fundamentos de las dos solicitudes concluyendo que no obstante, no
aceptarse algunos de los argumentos de prórroga, unos porque no debieron
incidir en la construcción y otros porque son parte de los imprevistos
asumibles por el cofinanciador, son justificables los planteamientos en lo
relativo a la construcción de un Box Coulvert, por parte de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado, así como los trámites previos a obtener las
servidumbres necesarias de acueducto con los propietarios de predios
aledaños. En lo relativo al problema de orden financiero, actual y de
conocimiento público, de restricción en la concesión de préstamos y créditos
para financiera las obras de construcción se consideran justas y que
ameritan la modificación solicitada.
La junta técnica recomendó conceder la prórroga solicitada y modificar el
sistema de cofinanciación....”

En el contrato se dispuso respecto del sistema de cofinanciación, una modificación


de la cláusula sexta del contrato y sus adicionales así:

“1. Cuando el Cofinanciador demuestre la inversión del setenta y cinco por


ciento (75%) del valor establecido de cofinanciación en los contratos arriba
señalados, La Caja le reintegrará el cincuenta por ciento (50% ) de dichos
valores, mediante la expedición, en la fecha del acta de avance de obra, en
que demuestre tal situación de seis (6) pagarés con vencimientos mensuales
y sucesivos e interés del veinticuatro por ciento (24%) anual sobre saldos.
Parágrafo. Teniendo en cuenta que con el acta de avance de obra del mes
de septiembre de 1988, se demostró la inversión del setenta y cinco por
ciento (75%) del valor establecido como cofinanciación del contrato N°
036/87, La caja expedirá en la fecha de perfeccionamiento de este contrato,
los pagarés de cofinanciación hasta por la suma de Setenta y un millones
quinientos setenta y cinco mil trescientos trece pesos con setenta y cinco
centavos moneda corriente ($71’565.313,75,) en la forma estipulada en este
contrato adicional.
2. Cuando el Cofinanciador demuestre la inversión del ciento por ciento
(100%) del valor establecido en los contratos arriba señalados, la Caja le
reintegrará otro veinticinco por ciento (25%) de los mismos valores, mediante
la expedición en la fecha del acta de avance de obra en que se demuestre tal
situación, de seis (6) pagarés con vencimientos mensuales y sucesivos a
partir de esta misma fecha e interés del .....24% anual sobre saldos.” (fols.
298 a 301)

- Mediante comunicaciones de 8 de noviembre y 16 de diciembre de 1988, de 16 y


24 de enero de 1989 el contratista solicitó a la entidad intervenir ante los
propietarios de los predios vecinos para obtener las servidumbres de paso de la
tubería de alcantarillado de la urbanización el Valle de Usaquén. En las últimas
comunicaciones también propuso gestionar la adquisición de un lote vecino para
obviar las dificultades presentadas para la constitución de las servidumbres(fols.
104 y 105 c. ppal)

- El 9 de noviembre de 1988 las partes suscribieron el contrato adicional No. 099


por medio del cual se acordó el cambio de especificaciones en los apartamentos,
por valor $3.730.874, sin variación de las cláusulas del contrato principal y sus
adicionales, relativas a porcentajes de financiación, reintegro de aportes,
obligaciones de las partes, garantías etc.

Respecto de los reajustes se acordó que el valor adicional del contrato, incluido el
porcentaje de AIU “se reajustará siguiendo el mismo procedimiento y aplicando la
misma fórmula incluída en el contrato adicional N° 054/888 con mes base:
septiembre de 1988.”.(Fols. 302 a 307)

- El 10 de febrero de 1989 suscribieron el contrato adicional No. 012, con el objeto


de prorrogar el término de ejecución del contrato en dos meses más, esto es hasta
el 2 de mayo de 1989. Consta que la prórroga se produjo a petición del contratista
y que procedían los reajustes durante la prórroga (Fols. 308 y 309).

- El 4 de abril de 1989 la Caja explicó a la Empresa de Acueducto las dificultades


presentadas para desarrollar el proyecto de alcantarillado y solicitó agilizar la
tramitación de las soluciones alternas propuestas a esa entidad. (fols. 138 y 139)

- El 2 de mayo de 1989 las partes suscribieron el contrato adicional No. 032 por
medio del cual se amplió el plazo de ejecución hasta el 6 de julio de 1989; consta
que la prórroga se produjo a petición del contratista y que se seguirían reajustando
las actas durante la prórroga. (Fols. 310 y 311)

- El 15 de mayo de 1989 el Director de la Caja manifestó al contratista “... la gran


insatisfacción que ha producido en la Caja de Vivienda Militar, el negligente
manejo que la firma HORA LTDA. ha dado a la ejecución de las obras
encomendadas en desarrollo del contrato No. 036/87 y adicionales de 201
apartamentos en la urbanización “Valle de Usaquén”, manejo que permite deducir
que esa Empresa constructora no es la firma organizada y pudiente como
pretendió mostrarse para la adjudicación del contrato correspondiente”.

Afirmó que el plazo inicialmente pactado en 14 meses debió cumplirse el 1 de


noviembre de 1988 y como para entonces la obra no estaba terminada, se
concedió una prórroga de 120 días más que se vencieron el 1º de marzo de 1989,
fecha en la que tampoco se cumplió con lo acordado, lo que motivó conceder una
nueva prórroga por dos meses más hasta el 2 de mayo que tampoco fue cumplido;
lo que determinó a la Caja conceder una nueva prórroga hasta el 6 de junio, lo que
determinó molestias y perjuicios a los adjudicatarios de las viviendas, quienes
contaban con su vivienda para finales de 1988 y aún no tienen certeza sobre la
fecha de entrega.

Adujo también que en visita reciente se observó que el ritmo de ejecución de la


obra no era el suficiente para cumplir en el plazo vigente y que aún no se había
solucionado lo relativo a los desagües de aguas lluvias y negras. Agregó la Caja
que es incierta la instalación de los servicios públicos correspondientes, toda vez
que, de las comunicaciones recibidas de la contratista, se desprende su
despreocupación para hallar la solución correspondiente, porque pretende que sea
la Caja quien resuelva la situación, lo que llevó advertir al contratista que no sería
exonerado del cumplimiento de esa obligación y sería responsable de cualquier
perjuicio derivado de esa situación (fol. 163 y 164).

- El 6 de junio de 1989 celebraron el contrato adicional No. 044 por medio del cual
se prorrogó el término de ejecución, hasta el 31 de agosto de 1989.

También se dispuso la modificación del parágrafo tercero, de la cláusula tercera


del contrato adicional N° 089 de 1989, relativa al reintegro de aportes, así:

“Para el reintegro del 25% restante, la Caja expedirá en seis (6) pagarés con
vencimientos mensuales y sucesivos, equivalentes al 50% en el acta de
avance de obra del mes de junio de 1989 y en seis (6) pagarés, con
vencimientos mensuales y sucesivos el 50% restante, una vez se
perfeccione el acta de liquidación final.” (Fols. 312 y 313)

- El 27 de junio de 1989 la contratista informó sobre las gestiones adelantadas


para la instalación y funcionamiento de los servicios de acueducto, alcantarillado,
energía y teléfono. (fols. 110 y 111)

- El 22 de septiembre de 1989 la sociedad contratista formuló reclamaciones a la


entidad para el reconocimiento y pago de sobrecostos por valor de $362’447.220,
por reliquidación de honorarios, reajuste del terreno aportado, costos de
permanencia en la obra, costo real del contrato, reajuste de precios y reajuste de
reintegro de cofinanciación. (fol. 113)
- El 27 de septiembre de 1989 se suscribió por las partes el acta de finalización de
la obra, en la que consta que quedó pendiente la conexión definitiva de la red de
acueducto de la urbanización y la instalación de contadores de energía eléctrica
de la manzana I. (fol. 344)

- El 28 de septiembre de 1989 las partes suscribieron el acta de liquidación del


contrato, N° 42, en la que el contratista dejó a salvo la posibilidad de formular las
reclamaciones contenidas en el oficio 220-GE-021/89 radicada en la Caja el 22 de
septiembre de 1989.

Consta en este documento que el valor inicial del contrato fue de $641.797.731,
que correspondió al valor de obra ejecutada; que el valor de los reajustes fue de
116’807.324,32 y el valor de intereses de financiación fue de $11’231.460,31, para
un total de $769.836.515,63; que de esta suma $598’155.622,57 fueron
financiados por la Caja de Vivienda Militar y $171’680.893 ($160’449.432,75 valor
cofinanciado y $11’231.460,31, intereses de cofinanciación) por la sociedad
contratista; que la fecha de iniciación fue el 1 de septiembre de 1987 y la de
terminación, el 31 de agosto de 1989 y que todas las obras fueron ejecutadas por
el contratista y recibidas por la entidad.

El acta también da cuenta de que el contratista recibió los siguientes valores:


anticipo, 156’243.308; avances de obra, 321’033.837,12; reajustes,
$115’145.168,15 y pagarés expedidos, $150’096.030,38; y que a la suscripción de
la misma se adeudaba al contratista $27’318.171,9, por concepto de pagarés por
expedir ($21’584.862,68 y acta final de obra: $5’733.309,30).

Se disponen igualmente prestaciones finales a cargo de las partes, de las cuales


se destacan, de las obligaciones del contratista, constituir la garantía de
estabilidad de las obras; garantizar la conexión definitiva de algunos servicios
públicos en las manzanas 1 y 2, ejecutar reparaciones correctivas que se
presenten con posterioridad a la entrega de los inmuebles, permitir la retención del
pagaré N° 6 para garantizar el cumplimiento de algunas de esta obligaciones
poscontractuales; retirar las estructuras provisionales, responder por defectos post
liquidación del contrato y asumir la celaduría de la obra hasta que sean recibidos
totalmente y en forma definitiva los servicios públicos.

La entidad se comprometió a reintegrar los valores restantes de la cofinanciación,


cancelar el saldo final y entregar pagares Nos 5 y 6, una vez cumplidas las
condiciones correspondientes. (fols. 336 a 341 c. ppal; 1 a 200 C. 5).

- El 13 de octubre de 1989 la Caja se negó a acceder a las reclamaciones del


contratista, mediante escrito en el que manifestó que no era procedente modificar
lo dispuesto en el contrato y que el acta de liquidación se ajustó al desarrollo del
contrato y a lo pactado en él. (fols. 134 y 135)

- El 9 de noviembre de 1989 se suscribió el contrato adicional No. 099 que tuvo


por objeto “Cambio de especificaciones en los apartamentos” y el consecuente
incremento del valor original en $3.730.874.07. Se mantuvo el sistema de
cofinanciación acordado en el contrato principal y de reajustes. (fols. 306 y 307)

- El 22 de diciembre de 1989 el Director General de la Caja reiteró lo expuesto al


contratista en comunicación del 13 de octubre anterior, cuando este solicitó su
reposición. Señaló que el acta de liquidación se ajustó a derecho y que es el
competente para responder sus solicitudes.(fols. 136 y 137)

- El interventor y el Director de la obra en representación de Hora Ltda.,


presentaron informes de obra, en los que consta lo siguiente:

a) Enero de 1.988. La obra se inició de acuerdo con la fecha pactada con


poco personal y poco equipo, como consecuencia se ha venido ejecutado
lentamente (Fols. 242 y 243 C. 5).
b) Febrero de 1988. Se incrementó el personal para iniciar la actividad de
cimentación de la Supermanzana No. 2, pero continuó siendo insuficiente.
En dicha Supermanzana ya se encuentran fundidas tres cimentaciones y se
halla una pendiente (Fols. 238 a 240 C. 5).
c) Marzo de 1988. Se contrató personal de mampostería y se inició dicha
actividad en primeros pisos de los bloques 1, 2, 7, 8 y 9. Las redes de aguas
lluvias están en un 30% y la de aguas negras en un 80%. Continúa el atraso,
se recomienda al contratista incrementar las actividades en la
Supermanzana No. 1 (Fols. 236 y 237 C. 5).
d) Abril de 1988. Según el programa de obra el atraso ha aumentado en 25
días más, como ya se iniciaron los preplanos se espera que una producción
y colocación masiva permita reducir el atraso (Fols. 233 y 234 C. 5).
e) Mayo de 1988. El atraso frente al programa presentado por el constructor
es de 65 días. El contratista promete acelerar el ritmo de la obra (Fols. 231 a
232 C. 5).
f) Junio de 1988. El atraso se estima en 82 días. El contratista informa que
estudiará la posibilidad de crear un frente de trabajo adicional para reducir el
atraso. Continúa sin resolver el problema de las servidumbres para el paso
de redes de aguas lluvias y negras. Se recomienda al contratista que una
vez definidos los acabados disponga de personal suficiente para recuperar el
atraso que también se presenta en estas actividades (Fols. 227 y 228 C. 5).
g)Julio de 1988. Se completaron las cimentaciones (100%). Se presenta
problemas con el suministro de ladriblock. En este, mes se dio trámite al
problema de desagüe al vallado (servidumbre) quedando este solucionado.
El contratista comunica que la tubería estará en la obra en 25 días hábiles
para inmediatamente tendería al vallado. Se recomienda al contratista
disponer del personal necesario para adelantar a la mayor brevedad lo
concerniente a los acabados de los apartamentos (Fols. 225 y 226 C. 5).
h) Agosto de 1988. Se presentan problemas con el suministro de ladriblock.
A causa del invierno se pueden ver afectadas las obras de urbanismo. Se
recomienda al contratista acometer rápidamente lo concerniente a los
acabados y agilizar el trámite del problema de servidumbres de desagüe al
vallado. Las obras proyectadas para el mes se cumplieron en un 70% (Fols.
223 y 224 C. 5),
i) Septiembre de 1988. Se presentan problemas de suministro de bloque. Se
insiste al contratista en acometer simultáneamente los acabados de las
manzanas 1 y 2. Las obras proyectadas para el mes se cumplieron en un
61%. Se insiste al contratista para que incremente al personal (Fols. 221 y
222 C. 5).
j) Octubre de 1988. Continúa el problema con el suministro de bloque. Las
obras proyectadas para el mes se cumplieron en un 40%. Las obras de
urbanismo se deben acometer de inmediato. Se debe incrementar el
personal (Fols. 219 y 220 C. 5).
k) Noviembre de 1988. Observaciones similares al anterior (Fols. 217 y 218
C. 5).
l) Diciembre de 1988. Se ha incrementado el plazo en 4 meses. Es necesario
incrementar el personal para mejorar el rendimiento y así terminar con la
obra pendiente. De no solucionarse el problema de las servidumbres no se
podrán terminar las vías de la urbanización (Fols. 215 a 216 C. 5).
II) Enero de 1989. Es necesario incrementar el personal de obra por parte del
contratista (Fols. 213 y 214 C. 5 ).
m) Febrero de 1989. Autorizada prórroga de dos meses (Fols. 211 y 212
Cuad. 5).
n) Marzo de 1989. No se conoce aún la solución definitiva de los problemas
de servidumbre. Pese a habérsele concedido prórroga por segunda vez la
firma contratista no dispone en la obra de personal suficiente que haga
prever que se pueda concluir dentro del plazo final pactado (2 de mayo). Se
estima a la fecha un atraso de 12 días. Solo se cumplió el 60% del programa
de obra del mes (Fols. 209 y 210 C. 5)
ñ) Abril de 1989. Se prórroga en 35 días más el plazo a partir del 2 de mayo.
No se conoce aún la solución definitiva al problema del desagüe. El atraso
en la manzana 1 se debe al deficiente suministro de materiales de acabados
y a la falta de personal. la proyección de la obra se cumplió en un 50%. De
acuerdo con el estado actual se calcula que la manzana 2 se terminará en el
tiempo prorrogado; la manzana 1 presenta un atraso de 15 días. La
terminación del urbanismo depende de la solución al desagüe (Fols. 207 y
208 C. 5).

- El 18 de junio de 1991 el señor Luis Fernando Orozco, asesor de suelos de la


obra, mediante documento que reconoció posteriormente en diligencia judicial,
expuso a la sociedad contratista aspectos relacionados con las dificultades
presentadas en desarrollo del contrato. Dijo que con el estudio preliminar de
suelos no se puede determinar, en forma exacta, los volúmenes y cantidades de
obra de cimentación para la elaboración de un presupuesto definitivo; con el
estudio definitivo se obtienen las características necesarias para efectuar el
presupuesto definitivo; la cantidad de terreno sólo se determina, en forma exacta,
al hacer las excavaciones y “la necesidad de quitar los árboles no fue
contemplada en nuestros estudios preliminar y definitivo. Aún así se aclara que el
volumen a rellenar como producto de la extracción de las raíces se determina
únicamente cuando se ha retirado el árbol” (fols. 140 y 141)

- El 26 de marzo de 1996 el Departamento Administrativo de Planeación Distrital


certificó que para el Conjunto Multifamillar del Valle de Usaquén se concedieron
las siguientes licencias de construcción: No. 039952 de marzo 2 de 1988,
solicitada el 18 de diciembre de 1987; No. 04756 del 27 de abril de 1989,
modificación de la anterior, solicitada el 18 de enero de 1989; No. 039931 del 2 de
marzo de 1988, solicitada el 20 de enero de 1988 (Fol. 262 C. 4).
Declaraciones rendidas antes esta jurisdicción

- Luis Fernando Orozco, experto y asesor en suelos de la contratista. Informó que:


“el estudio preliminar de suelos se realiza sobre un terreno con pocos sondeos
que son unas perforaciones para determinar las características del suelo que
permiten establecer preliminarmente o con anterioridad a los diseños las
características físicas aproximadas y por lo tanto le permite conocer el tipo de
problemas a los cuales se va a enfrentar durante las etapas de elaboración de los
proyectos definitivos. En zonas de suelos homogéneos la información del estudio
preliminar a veces permite definir bastante bien lo que va a ocurrir en el proyecto,
en zonas de suelos heterogéneos como es este caso simplemente le informa uno
que se va a encontrar con cierto tipo de problemas de cimentación....Para el
estudio preliminar de suelos basta con conocer cual es el terreno y saber que se
necesita conocer las condiciones físicas de los suelos en ese terreno....El estudio
definitivo de suelos determina de mejor manera las características físicas de los
suelos mediante una exploración de suelos mucho mas detallada y el estudio
definitivo es un requisito indispensable para que el ingeniero calculista pueda
llevar a cabo el diseño definitivo o final de la cimentación......Se hace una primera
aproximación con el estudio preliminar tratando de determinar como va a ser la
cimentación pero por su carácter preliminar en esta no se pueden basar
decisiones serias, con el estudio definitivo se hace la mejor aproximación que
tenemos antes de iniciar la obra incluyendo la posibilidad de que a pesar de haber
realizado todos los sondeos previstos se regrese al terreno a hacer mas sondeos
para corroborar ciertos aspectos de los cuales no se ha obtenido la totalidad de la
información, pero aún así durante la ejecución de la obra se presentan
circunstancias que requieren de modificaciones y ampliaciones de las cantidades
o diseños previstos, esto ocurre por ejemplo cuando se extrae una raíz muy
grande de un árbol que deja una depresión que no fue posible prever en su
tamaño...Concretando, únicamente se sabe con certeza lo que se gastócuando se
hizo porque durante la obra se presentan circunstancias que no eran posibles de
prever.......en la obra....en la etapa dos se presentó por una parte la necesidad de
utilizar pilótes de madera con cabezote de concreto y esto no se definió con
certeza sino con el estudio definitivo de suelos, con dicho estudio fue posible
obtener las dimensiones de las cimentaciones y las características de los pilotes
que iban debajo de las placas de cimentación........ ” (fols. 2 a 9 c. 2)
- Gonzalo Alberto Cárdenas, ingeniero interventor de la Caja de Vivienda Militar,
que supervisó la obra en su parte final; afirmó que el contrato se prorrogó en
varias oportunidades; que se presentaron dificultades respecto de la tramitación
de las servidumbres lo que determinó cambiar el diseño de alcantarillado; explicó
que por la renuencia de un dueño se solicitó a la EAAB la relocalización de la red y
esta entidad demoró la definición las obras, lo que determinó atrasos; manifestó
no saber si tales cambios causaron sobrecostos; agregó que sin la realización de
las obras de alcantarillado no se podían realizar las de urbanismo. (Fols. 11 a 15
C. 2).

- Humberto Amaya Rey, ingeniero calculista de la obra, que participó en su


ejecución, señaló que el anteproyecto estructural se basó en unos estudios
preliminares de suelos; que se hicieron estudios especiales de suelos para cada
uno de los edificios de la urbanización que determinaron cambios importantes en
el diseño estructural de las placas de cimentación, hasta el punto de repartir los
diseños para cada uno de los edificios y para los tanques de agua, apoyados
directamente sobre el terreno. Explicó que el aumento de la cantidad de obra
también se produjo por el volumen que ocupaban las raíces del gran número de
árboles que estaban en la zona y por la presencia de suelos contaminados con
materias orgánicas, todo lo cual ocasionó demoras difíciles de cuantificar, porque
las cimentaciones se hicieron durante un año y las demoras se causaron en forma
escalonada durante todo el período. Señaló también que, dadas las condiciones
del terreno, se necesitó un número adicional de pilotes que aumentaron el tiempo
de ejecución de la obra; que hubo necesidad de modificar la estructura del tanque
para reforzarlo; que se presentaron demoras por cambios de diseños efectuados
por la EAAB “que hizo que toda las conexiones sanitarias demoraran la definición
de la localización por un tiempo, esto demoró la obra entre 3 o 4 meses y eso
ocasionó una demora en la iniciación de las excavaciones de la cimentación de
algunos de los edificios porque ya había unos construidos” . Afirmó que también
se produjeron demoras por cambios dispuestos por la empresa de teléfonos y la
de energía. (Fols. 19 a 23 C. 2).

Dictámenes periciales.

1. Rendido por un contador y un ingeniero civil con el objeto de determinar el


monto de los perjuicios reclamados por la demandante, mediante la determinación
de los costos efectivos que demandó la ejecución del contrato.
Con fundamento en el análisis de los libros de contabilidad de la sociedad
contratista, determinaron que los sobrecostos financieros de la sociedad, para los
años 1988 a 1990 en la suma de $79.365.443; establecieron que los costos
directos e indirectos durante el mismo período fueron de $819.227.587, luego de
lo cual sumaron estas dos cantidades para un total de $898.592.950, que
actualizaron desde octubre de 1987 hasta agosto de 1994, para una cifra total de
$4.528.908.468, a la cual le restaron el costo obra y concluyeron que el daño
emergente corresponde a $3.630.315.518.

El lucro cesante lo calcularon aplicando un interés de 36.89% mensual sobre la


suma inicial durante el mismo periodo, con lo cual obtuvieron $2.311.228.492.
(Fols. 262 a 272 C. 2).

2. Rendido por un ingeniero civil con el objeto de explicar el concepto y la función


de los estudios preliminar y definitivo de suelos, determinar el costo de los
apartamentos construidos; conceptuar sobre la previsibilidad de las mayores
cantidades de obra y las obras adicionales que se ejecutaron y cuantificar el valor
actual de las mismas; definir las cantidades definitivas de las obras ejecutadas;
establecer el valor de las obras que no fue pagado por la Caja; definir si el precio
ofrecido por el contratista resultó suficiente para cumplir con las exigencias de las
normas básicas de la alternativa III; precisar el costo de la mayor permanencia del
contratista y el monto de todos los perjuicios sufridos por el contratista.

Los peritos dijeron en síntesis lo siguiente:

- Con el estudio preliminar de suelos no es posible determinar las cantidades de


obra a ejecutar en la cimentación, pues esto es función del estudio definitivo; los
costos por este concepto corresponden al “I” de imprevistos.

- El costo de apartamentos en agosto de 1987 para el contratista estaba entre


$2.800.000 y $3.300.000.

- No es posible para contratos de esta naturaleza determinar en la licitación la gran


cantidad de imprevistos que se pueden presentar para obtener las normas básicas
estipuladas.
- El cálculo del valor de las obras adicionales y mayores cantidades de obra se
logra con la diferencia entre el valor inicial y el valor final del capitulo de gastos,
así se deduce que el valor inicial fue de $551.031.531.61 y el final de
$757.374.381.61, para una diferencia de $206.342.580.01.

- El valor de las cifras ejecutadas y no pagadas por la Caja, corresponde a la


diferencia entre el valor de la obra ejecutada: $757.374.442.21 y el valor pagado
que consta en el acta de liquidación: $641.863.711.201, esto es, $167.863.711.20.

- El valor de la mayor permanencia en la obra se calculó en la misma suma:


$167.863.711.20 y los sobrecostos financieros por el mismo concepto en
$6.831.175.05.

El dictamen se rindió con fundamento en cálculos de costos iniciales y finales


hechos por la demandante según cuadros que anexan los puntos (Fols. 286 a 299
C. 2).

Este dictamen fue objetado por la parte demandada por considerar que se incurrió
en error grave en la totalidad del mismo: “El experticio en su totalidad carece de
apreciaciones en concreto, por el contrario se limita a apreciaciones subjetivas
utilizando conceptos que incurren en imprevisiones que traen como consecuencia
una desviación al valor técnico des esta prueba” (Fols. 511 a 513 C. 1).

2. Naturaleza del contrato

La Sala considera que el presente es un contrato de obra pública con modalidades


específicas respecto de las obligaciones asumidas por el contratista y por la
entidad; conexo al contrato de compraventa del inmueble en el que habría de
ejecutarse la obra.

El negocio jurídico elementos especiales respecto de las obligaciones asumidas


por el contratista, porque comprende no sólo la ejecución de la obra, sin también
la realización de estudio de suelos, preplanos, planos, obtención de licencias y
permisos.

También comprende un sistema especial de pago:


a) El contratista aportaría $52’287.000 en especie, mediante la venta y tradición de
un inmueble de su propiedad y $90’843.627,50, en dinero, para un total de
$143’130.627,50.

Se acordó que los aportes en dinero del contratista se irían realizando en forma
prgresiva, mediante descuentos del 25%, aplicados al valor de cada acta de
avance de obra, hasta completar los $90’843.627,50 correspondientes.

b) Se acordó el reintegro de los 143’130.627, 50 aportados por el contratista en


dos oportunidades; la primera cuando demostrara la inversión del 100% de sus
aportes en la obra y la segunda, una vez realizada la liquidación final del contrato.

El primer reintegro, por el 50% del valor de los aportes, se realizaría mediante la
expedición de 12 pagarés con vencimientos anuales y sucesivos a partir del
cumplimiento de la referida condición, a interés anual del 24% sobre saldos.

El segundo reintegro por el 50% restante, mediante la expedición de 12 pagarés


con vencimientos mensuales y sucesivos, bajo la misma modalidad de interés. Se
condicionó la entrega del último pagaré al transcurso de 6 meses contados a partir
del a fecha de su expedición y a que no estuviese pendiente de solución alguna
queja o reclamo de los adquirentes de las unidades. 2

c) De igual manera, y tal como acontece con los contratos de obra pública, se
acordó el la entrega de un anticipo que sería manejado en cuenta conjunta por el
contratista y el interventor, el pago de actas parciales de obra a las cuales debía
deducirse el 25% para amortizar el anticipo y el pago de una suma final una vez
ejecutada y entregada la obra a satisfacción de la entidad.

Se tiene así que este es un contrato de obra pública, al que se incorporaron


obligaciones adicionales a cargo del contratista, cuales fueron: tramitar las
licencias, elaborar estudios, diseños, anteproyectos y proyectos, tramitar y obtener
la instalación de los servicios públicos para la urbanización, no cobrar un 25% de
cada acta de avance de obra en la oportunidad de la ejecución parcial (porque
será tomado como aporte de “cofinanciación”) y recibir el pago de esos
porcentajes deducidos de cada acta de ejecución parcial, en dos contados

2
Como se indicó en el acápite de pruebas estos porcentajes se fueron variando mediante contratos
adicionales con el objeto de favorecer al contratista y salvar los efectos presentados con los retrasos.
condicionados: el primero a que los descuentos mensuales sumen los
$90’843.627,50, que corresponden a los “aportes” del contratista y el segundo, a
que se liquide el contrato y no queden reclamaciones sin resolver.

El contrato bajo estudio no es de cofinanciación porque este contrato típico e


innominado, comporta la asociación de la entidad, el constructor y el adjudicatario
de la vivienda, con el objeto de que todos realicen aportes para la construcción de
un número determinado de viviendas, en favor de los últimos; y en el caso
concreto, como quedó visto, el contrato fue celebrado por la entidad y el
contratista constructor.

Así también, la Sala de Consulta, en concepto del 14 de agosto de 1986, precisó


que los contratos de cofinanciación “se diferencian también de los contratos de
obras pública que requieren, cuando se adjudican mediante licitación pública, un
previo pliego de condiciones que sirva de base al concurso: en este caso éste se
surte con fundamento en todos y cada uno de los proyectos de los cofinanciadores
invitados a presentar sus propuestas” y como el contrato bajo estudio estuvo
precedido de un verdadero procedimiento de selección objetiva del contratista,
sometido a un “pliego de condiciones” denominado “normas básicas del plan”, que
fijó las reglas para la escogencia del contratista, las modalidades de contratación,
los aspectos técnicos, financieros y jurídicos que debían contener las propuestas y
la minuta del contrato que habría de celebrarse, no corresponde a esa categoría.

Por tratarse de un contrato de obra pública es un contrato administrativo, sometido


al estatuto vigente para la época de su celebración, decreto ley 222 de 1983 y
sometido al conocimiento de la jurisdicción.

De esta manera la Sala no acoge lo afirmado por la Sala de Consulta y Servicio


Civil de esta Corporación, en concepto 3 en el que consideró que un contrato
celebrado por la Caja de Vivienda Militar y el señor Jorge David Arévalo, con el
objeto de adelantar un programa de vivienda con participación de capital privado
para la construcción de 315 apartamentos, obras complementarias y demás de la
Urbanización Carimagua, no era de obra pública en los términos de decreto ley
222 de 1983, porque no estaba comprendido dentro de la clasificación de este
estatuto, estaba sometido al derecho privado y, por tanto, no era pasible de
revisión por esa Sala; además de las razones expuestas, porque se desconocen

3
N° 372 del 1 e marzo de 1990; Contrato cofinanciado 065 de 1989.
los elementos que configuraron ese contrato en particular.

Igualmente, conviene precisar que el contrato bajo estudio es del conocimiento de


esta jurisdicción, así tuviese la naturaleza de un contrato privado de la
administración, porque contenía cláusulas exorbitantes.

Finalmente la Sala advierte que el contratista asumió la construcción de las


unidades de vivienda a precios globales, con sometimiento a los requerimientos
definidos por la entidad en las normas básicas del plan, en las que no se exigieron
valores unitarios por ítems de obra, puesto que la entidad solicitó simplemente
“valores por capítulos, valor total, valor de la oferta globalmente considerada y
valor por unidad de vivienda.(fol. 227 c. 4) y el contrato se celebró bajo estas
condiciones.

En efecto, del análisis de los documentos y formatos integrantes del pliego, de las
propuestas presentadas, del contrato y sus anexos, no se deducen
especificaciones del valor del contrato por cantidades de obra o valores unitarios
de cada elemento; mediante los aludidos documentos se definieron el número de
viviendas, el costo por unidad de vivienda, el costo del terreno, el costo total de la
urbanización mediante la multiplicación del valor de cada unidad de vivienda por el
número de unidades, el área privada de cada apartamento, los componentes
básicos de cada unidad de vivienda, el sistema de construcción con indicación de
acabados de muros, techos, puertas, pisos, ventanería, y cocina; descripción del
calentador, lavadero y aparatos; como también la especificación de las
instalaciones hidráulicas, sanitarias y eléctricas, (fols. 48 ss c.4)

No se trató entonces de un contrato a precios unitarios.

3. La teoría del equilibrio financiero del contrato estatal

El contratista afirmó que la entidad estaba obligada a mantener el equilibrio


financiero del contrato, frente a las situaciones nuevas e imprevistas que se
presentaron durante su ejecución. Procede la Sala a precisar los elementos que
configuran esta teoría, particularmente por causa de la imprevisión.

1. Para establecer el contenido del concepto “Equilibrio” cabe tener en cuenta lo


que motiva a cada uno de los sujetos de la relación jurídico negocial derivada del
contrato estatal; para el estado, desarrollar los fines que nuestro sistema jurídico le
atribuyó fundamentalmente la satisfacción del interés público; para el particular,
obtener un lucro personal.

El contrato estatal debe entonces colmar las expectativas de uno y otro


cocontratante, para lo cual se ha previsto la conservación de la ecuación
financiera del contrato existente a la fecha en que surge la relación jurídico
negocial.

Por virtud de la mentada ecuación, se pretende que la correspondencia existente


entre las prestaciones correlativas que están a cargo de cada una de las partes
del contrato, permanezca durante toda su vigencia, de tal manera que a la
terminación de éste, cada una de ellas alcancen la finalidad esperada con el
contrato.

Cuando las condiciones económicas pactadas a la celebración del contrato, se


alteran en perjuicio de una de las partes cocontratantes, a consecuencia de
hechos que no le son imputables y que ocurren con posterioridad a la celebración
del mismo, surge el deber de reparar la ecuación financiera del contrato.

Los hechos determinantes del rompimiento de la ecuación financiera del contrato


son: el hecho del príncipe, los actos particulares de la administración en ejercicio
de la potestad de dirección y control (particularmente del ius variandi) y los
factores sobrevinientes y exógenos a las partes del negocio. 4

A más de lo anterior, y no obstante que el contrato que se estudia está sometido al


imperio del decreto ley 222 de 1983, resulta ilustrativo anotar que la ley 80 de
1993, al regular la figura del rompimiento del equilibrio financiero del contrato,
incorporó el incumplimiento como factor determinante del mismo (art. 5, num 1);
disposición que debe interpretarse dentro del contexto de la responsabilidad
contractual del Estado, toda vez que es uno de los elementos que la determinan.

Resulta ilustrativo tener en cuenta lo manifestado por la doctrina al respecto:

“ si el cocontratante debe soportar, como en todo contrato, el riesgo normal


propio de cualquier negocio, no debe cargar con un riesgo anormal, que lo
privaría de las ganancias razonables que hubiera obtenido si la relación

4
A este respecto puede consultarse la sentencia proferida el 29 de abril de 1999; expediente 14855.
contractual hubiera podido cumplirse en las condiciones tenidas en cuenta
inicialmente.

El fundamento jurídico de este derecho reconocido al cocontratante


particular, sin perjuicio de las disposiciones constitucionales o legales que en
cada país puedan darle sustento, se encuentra en el hecho de que teniendo
en cuenta los fines de interés público que dan lugar a la contratación
administrativa, y el rol que en ella tiene aquél al constituirse en un
colaborador activo para el logro de dichos fines, resulta justo que entre los
derechos y las obligaciones del cocontratante exista una equivalencia
honesta, una relación razonable, de modo que el particular no sea
indebidamente sacrificado en aras de una finalidad cuya atención
corresponde prioritariamente a la administración pública.
(...)
La ecuación económico - financiera del contrato puede verse afectada,
según se sostiene comúnmente, por tres causas fundamentales:

1)Por causas imputables a la administración pública, cuando ésta no cumple


en la forma debida las obligaciones que el contrato puso a su cargo o cuando
introduce modificaciones que las afectan. Estamos frente a supuestos que
generan responsabilidad para la administración y a los cuales nos referimos
en este mismo capítulo.

2).Por causas imputables al Estado, incluida, como es obvio, la misma


administración pública, y cuyos efectos inciden o pueden incidir en el
contrato administrativo. Estos supuestos son tratados, por lo general, dentro
de la llamada teoría del ‘hecho del príncipe’…

3).Por causas no imputables al Estado, que son externas al contrato y que


sin embargo alteran su economía general, por incidir en él. Estos supuestos
son tratados dentro de la “teoría de la imprevisión” 5

El estatuto aplicable al contrato, del que deriva el litigio objeto de este proceso, es
el vigente al momento de su celebración esto es el decreto ley 222 de 1983, que si
bien no reguló ampliamente lo relativo a la ecuación financiera del contrato estatal,
contiene algunas disposiciones que permiten inferir su consagración legal, tales
como los artículos 19 y 20, que establecen los poderes exorbitantes de
terminación y modificación unilateral de los contratos, para la administración, cuyo
ejercicio se condicionó a la debida protección de los intereses económicos del
contratista, otorgándole, en el primer caso, el derecho a una indemnización y, en el
segundo, el derecho a conservar las condiciones económicas inicialmente
pactadas.

Se sujetó la modificación unilateral del contrato a la observancia, entre otras, de


las siguientes reglas:

5
Escola, Hector Jorge, Tratado Integral de los Contratos Administrativos, Volumen II 1979, Editorial De Palma,
Buenos Aires, Argentina; págs. 453 y 454..
“…c) Deben respetarse las ventajas económicas que se hayan otorgado al
contratista. d) Debe guardarse el equilibrio financiero del contrato para
ambas partes. e) Deben reconocerse al contratista los nuevos costos
provenientes de la modificación”.

De igual manera, determinó la posibilidad para el contratista de no continuar con la


ejecución del contrato, cuando la modificación unilateral variara, en más del 20%
el precio inicialmente pactado.

Se tiene así que en el decreto ley 222 de 1983, se incluyeron disposiciones


orientadas a la conservación de la ecuación financiera del contrato en beneficio de
las partes contratantes y particularmente frente a actuaciones legítimas de la
administración.

También se previeron eventos determinados por hechos exógenos a las partes,


cuando se reguló la revisión de precios para los contratos de obra pública,
consultoría y suministro. (arts. 86, 113). El reajuste de los contratos se dispuso
respecto de los contratos de tracto sucesivo, puesto que estos eran vulnerables
frente al fenómeno inflacionario.

3.1 . La teoría de la imprevisión.

Se presenta cuando situaciones extraordinarias, ajenas a las partes, imprevisibles


y posteriores a la celebración del contrato alteran la ecuación financiera del
contrato en forma anormal y grave, sin imposibilitar su ejecución.

Según Riveró: “Para que la teoría se aplique se requieren tres condiciones: - los
cocontratantes no ha podido razonablemente prever los hechos que transtornan la
situación, dado su carácter excepcional (guerra, crisis económica grave) – Estos
hechos deben ser indepedientes de su voluntad. – Deben provocar un trastorno
en las condiciones de ejecución del contrato. La desaparición del beneficio del
cocontratante, la existencia de un déficit, no son suficientes: hace falta que la
gravedad y la persistencia del déficit excedan lo que el cocontratante haya podido
y debido razonablemente prever.”6

Resulta, entonces, procedente su aplicación cuando se cumplen las siguientes


condiciones:

6
Jean Riveró, Derecho Administrativo, Traducción de la 9ª edición, Universidad Central de Venezuela,
Caracas, 1984,Pág. 142.
a. La existencia de un hecho exógeno a las partes que se presente con
posterioridad a la celebración del contrato.

b. Que el hecho altere en forma extraordinaria y anormal la ecuación


financiera del contrato.

c. Que no fuese razonablemente previsible por los cocontratantes al


momento de la celebración del contrato.

Respecto del primer supuesto cabe precisar que no es dable aplicar la teoría de la
imprevisión cuando el hecho proviene de la entidad contratante, pues esta es una
de las condiciones que la diferencian del hecho del príncipe, que es imputable a la
entidad.

En cuanto a la alteración de la economía del contrato, es de la esencia de la


imprevisión que la misma sea extraordinaria y anormal, supone: “que las
consecuencias de la circunstancia imprevista excedan, en importancia, todo lo que
las partes contratantes han podido razonablemente prever. Es preciso que existan
cargas excepcionales, imprevisibles, que alteren la economía del contrato. El
límite extremo de los aumentos que las partes habían podido prever..(...) Lo
primero que debe hacer el contratante es, pues, probar que se halla en déficit, que
sufre una pérdida verdadera. Al emplear la terminología corriente, la ganancia que
falta, la falta de ganancia, el lucrum cessans, nunca se toma en consideración. Si
el sacrificio de que se queja el contratante se reduce a lo que deja de ganar, la
teoría de la imprevisión queda absolutamente excluida. Por tanto lo que se deja de
ganar no es nunca un álea extraordinario; es siempre un álea normal que debe
permanecer a cargo del contratante”7 (Subraya la Sala)

Y en relación con la imprevisibilidad del hecho, cabe precisar que si el hecho era
razonablemente previsible, no procede la aplicación de la teoría toda vez que
estaríamos en presencia de un hecho imputable a la impericia, negligencia o falta
de diligencia de las partes contratantes, que por lo mismo hace improcedente su
invocación para pedir compensación alguna, toda vez que a nadie le es dable
alegar su propia culpa en beneficio propio.

7
Jeze Gastón, Principios Generales del Derecho Administrativo,Traducción directa de la tercera edición
francesa; Editorial de Palma, Buenos Aires, 1950; tomo V, págs. 51, 52,
Resulta ilustrativo conocer la explicación de cada uno de los anteriores supuestos
dada por Escola:

“Es condición exigida para que la teoría de la imprevisión proceda, tal como
es aceptada en el derecho administrativo, que se esté en presencia de un
contrato administrativo stricto sensu. Sólo relaciones contractuales de esta
naturaleza podrían generar ese efecto, pero, al mismo tiempo, también se
acepta que la imprevisión tiene vigencia en todo contrato administrativo,
cualquiera que sea su clase, y sin que se requiera la existencia de normas
legales o convencionales que le den cabida. Su aplicación responde a un
principio general del derecho administrativo.

El hecho que da lugar a la imprevisión no debe ser - valga el concepto -


previsible, es decir, debe ser un acontecimiento razonablemente imprevisible,
bastando a este objeto que la imprevisibilidad sea aplicable a las
consecuencias del acto, y no a éste en sí mismo. El hecho, además, debe
tener efecto sobre los aspectos económico - financieros del contrato, que
perjudiquen al cocontratante en las condiciones que exige la teoría en
cuestión.

El evento invocado debe producir una perturbación suficientemente profunda


en el equilibrio económico - financiero del contrato, de modo tal que se
evidencie que se está ante un alea contractual anormal, que excede los
cálculos que las partes pudieron hacer al contratar y que incluyen,
normalmente, el alea común a toda negociación, que el cocontratante
particular está obligado a tomar a su cargo.

Debe existir una íntima correlación, una relación directa, entre el hecho
alegado y el trastorno producido en la ejecución del contrato, estando a
cargo del cocontratante la prueba de esa relación.

Asimismo, para que un hecho determinado pueda dar lugar a la aplicación de


la teoría de la imprevisión, es preciso que ese hecho haya sido
independiente de la voluntad de las partes contratantes, o por lo menos de la
del cocontratante particular, puesto que éste no podría invocarlo si lo ha
provocado o si no ha hecho lo que podía y debía hacer para evitarlo.
El trastorno o perturbación del contrato no debe ser definitivo, sino, al
contrario, temporal o transitorio, ya que si así no fuera no habría motivo para
que el cocontratante reclamara la ayuda de su contraparte, que es admisible
sólo para continuar la ejecución del contrato. Correlativamente, debe estarse
en presencia de un contrato administrativo ya en curso de ejecución, puesto
que debe ser posterior a su celebración, y cuyas prestaciones no estén
enteramente concluídas, que en este último caso no habría interés en
“ayudar” a la ejecución de un contrato ya cumplido.

Por lo general, la teoría de la imprevisión es aplicable a los contratos


administrativos de cierta duración, que den lugar a prestaciones sucesivas o
múltiples u obligaciones a término. Pero ello no excluye que también pueda
aplicársela a contratos de cumplimiento inmediato, si las circunstancias
hicieran equitativa su vigencia.

Finalmente, es indispensable que el cocontratante particular, a pesar del


trastorno producido, no haya suspendido por sí la ejecución del contrato. Si
la imprevisión busca una ayuda al cocontratante para que éste no interrumpa
el cumplimiento de sus obligaciones, y si aquél debe actuar como un
colaborador de la administración pública, este requisito es de importancia
trascendental, pues da razón a ese apoyo económico. La imprevisión, en
consecuencia, impone la obligación de continuar con la ejecución del
contrato, para abrir en favor del cocontratante particular el derecho a una
indemnización.

(...) Debe tenerse presente que la aplicación de la teoría de la imprevisión, a


diferencia de lo que ocurre en los casos en que procede la teoría del hecho
del príncipe, no importa el derecho del cocontratante a una compensación
completa, integral, sino a la que sea necesario otorgarle a fin de asegurar la
ejecución del contrato y en la medida en que lo sea. Esta es la regla general
que habrá de hacerse prevalecer en todos los casos.” 8

Cuando se demuestra la ocurrencia del hecho imprevisible, posterior a la


celebración del contrato, determinante del rompimiento anormal y extraordinario
de la economía del contrato, surge el deber de compensar al cocontratante

8
Escola, Hector Jorge; ob. Cit. Pág.
afectado el desmedro sufrido.

Dicho en otras palabras, sólo nace el deber legal de llevar al contratista a un punto
de no pérdida, no surge la obligación de reparar la integridad de los perjuicios.
Según Riveró: “A diferencia de lo que ocurre en la teoría del príncipe, esta
indemnización no es nunca igual a la totalidad de las pérdidas sufridas, o carga
extracontractual.”; para Bercaitz el contratista afectado tiene derecho a reclamar
“sólo un aumento de su contraprestación”9 y para Jeze “La teoría de la imprevisión
tiene por finalidad hacer participar a la Administración, en cierta medida y
temporariamente, en las pérdidas experimentadas por el contratante. No tiende a
reparar un daño. Nunca conduce a mantener el beneficio del contratante, ni aún a
preservarlo de cualquier pérdida. El hecho del príncipe, en cambio, tiene por
resultado, cuando influye sobre la situación económica del contratante, otorgar a
éste el derecho de exigir la reparación definitiva del perjuicio causado por la
Administración, en forma de un suplemento de precio; la equidad exige que el
contratante no sufra una pérdida, ni aún una disminución de sus beneficios, a raíz
del hecho de la Administración.”10

3.2 La procedencia de la teoría del equilibrio Financiero en el caso concreto

El demandante invocó la aplicación de esta institución con fundamento en la teoría


de la imprevisión; el demandado alegó en varias oportunidades procesales que
esta figura no opera respecto de contratos pactados a precio global, como el
presente.

La Sala precisa que la teoría del equilibrio financiero del contrato procede respecto
de todo contrato oneroso, de tracto sucesivo, conmutativo y sinalagmático, sin
consideración al sistema de pago acordado; así lo precisó la Sala en sentencia
proferida el 29 de abril de 1999, cuando dijo:

“No es dable tampoco considerar que por tratarse de un contrato de obra


pública a ‘precio global’ el contratista estaba impedido para reclamar y
obtener el reconocimiento y pago de las mayores cantidades de obra que
ejecutó en cumplimiento de lo ordenado por la entidad contratante.

9
Bercaitz, Miguel Angel. Teoría General de los Contratos Administrativos. Segunda edición Ediciones De
Palma. Buenos Aires, 1980; pág. 153.
10
Jeze, Gastón. Ob. Cit. Pág. 38
La tendencia doctrinal y jurisprudencial contemporánea considera al contratista
como un COLABORADOR de la administración, no sometido de manera
exclusiva a los riesgos del alea de pérdida o ganancia en desarrollo del
contrato estatal. Ni siquiera en los contratos pactados a ‘precio global’, que
fueron definidos por el artículo 88 del decreto 222 de 1983, así:

‘Los contratos a precio global son aquellos en los que el contratista, a cambio
de las prestaciones a que se compromete, obtiene como remuneración una
suma global fija, en la cual están incluidos sus honorarios , y es el único
responsable de la vinculación de personal, de la elaboración de los
subcontratos, y dela obtención de materiales , todo lo cual realiza en su
propio nombre y por su cuenta y riesgo, sin que el dueño de la obra adquiera
responsabilidad alguna por dichos actos’.

En aplicación del principio general de la equidad, no puede atribuirse de


manera exclusiva al contratista los efectos que produce la presencia de áleas
en un contrato estatal, entendidas estas como los riesgos que pueden alterar la
economía original de los contratos. El derecho moderno reconoce y protege los
intereses legales y justos que movieron al particular a suscribir el contrato con
la administración.

Por otra parte, cabe afirmar que la modalidad de ‘precio global’ lo que pone de
presente son los elementos o aspectos que él envuelve o comprende, pero
nunca podrá entenderse como la rigidez inmutable que impida llevar a cabo los
desajustes de contenido económico, originados en causas sobrevinientes, eso
sí, no imputables al contratista.” (Se subraya)

Con fundamento en lo anterior y, a diferencia de lo manifestado por la demandada,


la Sala concluye que al contrato en análisis, le resulta aplicable la teoría del
equilibrio financiero del contrato.

3.3 La teoría del equilibrio financiero del contrato y los riesgos del contrato

La aplicación de la teoría del equilibrio financiero del contrato está condicionada a


la conservación de la estructura original del contrato, esto es, a que se mantengan
las obligaciones y derechos originales que surgieron para los co-contratantes,
muchos de los cuales están determinados por los riesgos o contingencias que
sumieron.

En estas condiciones no es dable considerar que el contratista, por las variaciones


ocurridas con posterioridad a la celebración del contrato, está eximido de atender
los riesgos que asumió.

Dicho en otras palabras, so pretexto del restablecimiento del equilibrio financiero


del contrato, no puede modificarse el régimen de riesgos acordado, para
incorporar o excluir derechos u obligaciones que se originaron para cada una de
las partes al contratar.

La Sala ha manifestado que, por regla general, el contratista asume “un riesgo
contractual de carácter normal y si se quiere a todo tipo de contratación
pública.”11pero ello no significa que, en un contrato particular, el contratista no
pueda asumir riesgos adicionales a los denominados riesgos normales, como
sucedió en el presente caso.

La entidad regula la distribución de riesgos cuando prepara los documentos


formativos del contrato, según sus necesidades y la naturaleza del contrato,
diseñado para satisfacerlas. Y es el contratista el que libremente se acoge a esa
distribución cuando decide participar en el proceso de selección y celebrar el
contrato predeterminado.

Como se indicó precedentemente, los riesgos externos, extraordinarios o


anormales, configuran la teoría de la imprevisión y, por tanto, deben ser asumidos,
con las limitaciones indicadas, por la entidad.

De manera que la teoría del equilibrio financiero del contrato, fundada en la


imprevisión, sólo se aplica cuando el contratista demuestre que el evento ocurrido
corresponde al álea anormal del contrato, porque es externo, extraordinario e
imprevisible y porque alteró gravemente la ecuación económica del contrato, en su
perjuicio.

Es por lo anterior que deben precisarse las obligaciones asumidas por el


contratista en cada caso para definir el álea normal del contrato, esto es, los
riesgos normales que asumió

11
Sentencia proferida el 9 de mayo de 1996; expediente 10151; Actor: SAE.
3.4 Los riesgos asumidos por el contratista en el caso concreto

Mediante la valoración de las normas básicas del plan, la propuesta del contratista
y las cláusulas del contrato la Sala encuentra probado lo siguiente:

a. El contratista asumió los riesgos derivados de la tramitación y obtención de la


licencia de construcción durante un plazo perentorio

La Caja diseñó tres alternativas de contratación, con diferentes niveles de riesgo;


dentro de la modalidad III se requirió a los interesados para que presentaran el
proyecto de urbanización en trámite de aprobación, por lo menos con el plano
topográfico aprobado y con la respuesta del Departamento Administrativo de
Planeación Distrital a la consulta previa para urbanizar, que comprendiera la
manifestación de las Empresas de Servicios Públicos de Bogotá respecto de la
viabilidad de servicios.

El proponente debía señalar el estado del trámite y proponer el tiempo necesario


para concluir las etapas pendientes, hasta obtener la licencia de construcción,
para lo cual se dispuso un término máximo de 4 meses. (Fol. 200 c. 4)

Bajo la misma modalidad la entidad exigió a los interesados comprometerse


“desde ahora” a presentar los documentos relativos al estudio de suelos y
recomendaciones de cimentación, cálculos estructurales y memorias de cálculo,
planos de instalaciones hidráulicas y sanitarias (redes interiores y exteriores) y los
planos de instalaciones eléctricas y telefónicas, debidamente aprobados por las
diferentes empresas de servicios públicos de Bogotá y Planeación Distrital. (fol.
213 C. 4)

Cada proponente debía definir la localización del lote y sus beneficios (vías de
acceso, servicios disponibles, estudio topográfico), valor del metro cuadrado del
lote, la forma de distribución de los inmuebles (número de agrupaciones, de
edificios, de pisos), el contenido del proyecto (parqueaderos, zonas verdes,
peatonales etc), el número de metros cuadrados de cada inmueble, la
composición definitiva de cada uno de estos (hall de alcobas o áreas de
circulación, etc), el sistema de construcción y el desarrollo de los trámites
administrativos y de servicios públicos.
En la minuta del contrato, que formaba parte integral de las normas básicas, se
definieron las obligaciones que estarían a cargo del proponente seleccionado,
dentro de las cuales se destacan la de transferir el derecho real de dominio del
inmueble en el que habría de desarrollarse el proyecto de urbanización; entregar
los diseños, planos, memorias y “en general el proyecto aprobado y la licencia de
construcción” en el plazo acordado.

La Sociedad Hora Ltda se acogió a la modalidad III y con ello asumió la obligación
de adelantar todo lo necesario para obtener la licencia de construcción, a cuyo
efecto propuso un término de 3 meses, en tanto que otras de las firmas
participantes propusieron el plazo máximo permitido en el pliego, de 4 meses (fol.
20 c. 4).

Así mismo manifestó en su propuesta que “si hay sugerencia de cambio del
proyecto arquitectónico, no se afecta el trámite adelantado”; respecto de proyectos
y gestión de servicios públicos, ofreció condiciones que motivaron a la entidad a
seleccionarla, como por ejemplo, un lote con futuro urbanístico en relación con el
cual la oferente sabía que sería afectado por obras viales, como en efecto ocurrió.

Celebró el contrato en las condiciones previstas en el pliego y con ello se obligó a


“la elaboración de planos, diseños, memorias, estudios, aprobación del proyecto,
trámite y obtención de la licencia de construcción (...) “6) Entregar los diseños,
planos, memorias y en general el proyecto aprobado y licencia de construcción,
dentro del plazo establecido en el numeral 1) de la cláusula segunda de este
contrato” .

De lo anterior se infiere que la sociedad Hora Ltda., asumió esas obligaciones y


con ello los efectos determinados por su no realización oportuna, al punto que
aceptó la sanción de multa o caducidad del contrato, en el evento de que no se
cumpliera esta obligación.

En el caso concreto no se cumplió esa obligación dentro del término acordado y la


entidad no sólo no multó al contratista, ni declaró la caducidad del contrato, a
pesar de estar facultado para ello, sino que en desarrollo del principio de buena fe,
le otorgó prórrogas con el objeto de que salvara las dificultades, previsibles, que
se presentaron.
Es por ello no que no resulta aceptable que, además de lo anterior, sea la entidad
la que asuma los efectos nocivos de tales demoras, cuando quien asumió el riesgo
fue el contratista.

b. Asumió los riesgos derivados de las dificultades del terreno

Como la sociedad seleccionó el inmueble donde se realizaría el proyecto de


urbanización y lo vendió a la entidad con fundamento en que era idóneo para la
construcción del proyecto urbanístico y viable para la instalación de los
correspondientes servicios públicos, adquirió un doble compromiso: como
vendedor y como constructor.

La primera condición, comporta garantizar las calidades ofrecidas del bien objeto
de la compraventa y la segunda, las obligaciones relativas al estudio y manejo del
suelo, con todo lo que ello implicaba: descapote, rellenos, retiro de sobrantes,
excavación, cimentación etc. (fols. 270 ss c.3)

La circunstancia de que el contratista hubiese formulado su propuesta con


fundamento en un estudio preliminar de suelos no lo exime de la asunción del
riesgo que se analiza, máxime cuando el profesional que los realizó ofreció
ampliar la información “sobre el sistema de cimentación para el tipo de estructura
que ustedes escojan”(fol. 310 c. 3) y la sociedad contratista decidió acogerse al
estudio original, olvidando que el mismo se había realizado el 21 de noviembre de
1985 y la oferta se presentó en julio de 1987. Ello permite inferir que el contratista
no fue diligente, ni adelantó todo lo que estuvo a su alcance para realizar su
propuesta sobre datos mas definidos.

Además de lo anterior se considera que los riesgos derivados de la obligación


asumida por el contratista eran conocidos por él, puesto que, para todos los
profesionales del ramo, es un hecho cierto y claro que el estudio preliminar de
suelos no permite definir los diseños definitivos, ni las cantidades exactas de la
obra de cimentación.

Se tiene así que el contratista a pesar de contar con el estudio preliminar de


suelos, se comprometió a que “Cuando las especificaciones del terreno así lo
aconsejen, la Caja de Vivienda Militar podrá ordenar modificaciones en la
profundidad o área de descapote” (fol. 272 c. 3) y además aceptó “prever
condiciones climáticas, de consistencia del terreno y de profundidad de
excavaciones ya que cuando se presenten condiciones extremas en forma que
hagan necesarias el uso de entidades o equipos de bombeo la Caja no reconocerá
obra adicional o reajustes por tales conceptos “ (fol. 213 c. 4)

c. Asumió los derivados de la ejecución de las obras en acatamiento de las


especificaciones dispuestas en el contrato y en los documentos que lo integran

El contratista se obligó a construir las unidades de vivienda con sus obras de


urbanismo, obras complementarias e instalación de servicios, en los términos de
las normas básicas y de su propuesta, dentro del plazo señalado, a sabiendas de
que el proyecto no contaba con licencia de construcción, ni con los
correspondientes servicios públicos.

Al efecto se obligó a adquirir los materiales, equipo, maquinaria, herramientas,


elementos y enseres necesarios para el correcto desarrollo de la obra, como
también a acatar lo indicado por el interventor designado por la caja y entregar las
obras dentro de los plazos previsto.

d. Asumió los derivados de la gestión e instalación de los servicios públicos

Porque así lo exigía la modalidad III de contratación y porque esa obligación se


acordó en la cláusula octava del contrato “ Llevar a cabo todas las actividades
tendientes a la oportuna instalación de los servicios públicos y su posterior
entrega a la empresa de servicios que corresponda”

Se obligó a la tramitación de todo lo necesario para realizar la instalación de los


servicios públicos y con ello a tramitar las servidumbres que fuesen necesarias,
de cuya existencia tuvo conocimiento con suficiente antelación, si se tiene en
cuenta que en la comunicación 394750 del 19 de marzo de 1987, que aportó con
su propuesta, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, al definir los
datos técnicos y especificaciones que habrían de cumplirse para el proyecto de
alcantarillado de la Urbanización Pepita Norte.- Etapa I, le indicó: “Deben
presentar el detalle de la entrega al canal de Torca y al colector de la calle 183.
Para todos los desagues por fuera de la Urbanización deben conseguir los
permisos y servidumbres que sean convenientes.”(fol 232, C. 3)

En estas condiciones se tiene que si la sociedad, a sabiendas de lo que se


requería para la instalación de los servicios públicos, aceptó gestionar lo
pertinente y entregar los inmuebles con los mismos instalados, dentro de un plazo
perentorio, asumió los riesgos derivados de estas actividades y por ende los
efectos nocivos derivados del incumplimiento de esta prestación.

e. Asumió los derivados de la renuncia al reconocimiento de sobrecostos por


circunstancias imprevistas del suelo o replanteamientos en los diseños de
cimentación o estructuras, requeridos para garantizar a cabalidad la estabilidad de
la obra

En efecto, dentro de los aspectos técnicos de las normas básicas de la promoción,


la entidad dispuso que los mismos debían ajustarse a las disposiciones de las
correspondientes empresas y a las normas sobre construcciones antisísmicas.
(C.3,. fol. 232 c. 4)

Se le impuso al oferente estudiar las condiciones del suelo donde se levantaría la


construcción y con fundamento en ello determinar el tipo de cimentación y la
estructura a utilizar, al punto de radicar en cabeza suya los sobrecostos generados
por las circunstancias imprevistas del suelo o el replanteamiento de los diseños de
cimentación.

La sociedad Hora Ltda al presentar su propuesta y celebrar el contrato se sometió


a esta disposición y por ende asumió el aludido riesgo.

f. Asumió los derivados del transcurso del tiempo presentado entre la celebración
del contrato y la fecha de iniciación de las obras, respecto del valor de las obras

En efecto, cuando formuló su propuesta y firmó el contrato aceptó la aplicación de


la cláusula de reajuste, integrada por un índice inicial determinado por la fecha de
iniciación de la ejecución de la obra, no por la fecha de presentación de la
propuesta o de su perfeccionamiento, con lo cual asumió los efectos de las
demoras que se presentaran durante la etapa de gestión de la licencia.
Conclusión

Con fundamento en todo lo anterior la Sala encuentra que, mediante el contrato


bajo estudio, el contratista asumió riesgos adicionales a los que normalmente
asume quien celebra el contrato de obra pública, lo cual significa que debe
soportar los efectos nocivos derivados de hechos relacionados con los mismos,
que hayan ocurrido con posterioridad a la celebración del contrato y no estén
cobijados por la teoría de la imprevisión.

En efecto, en el caso concreto, el contratista propuso contratar bajo la modalidad


III, lo que comportó la asunción de mayores riesgos, relativos a: la selección del
inmueble en el que se desarrollaría la obra; la tramitación de los permisos y
licencias; la tramitación e instalación de los servicios públicos, el diseño de las
obras, la realización de obras urbanísticas etc. Si hubiera querido asumir menores
riesgos debió proponer y contratar bajo la modalidad I o II, que comportaba el
adelantamiento previo de algunas etapas, lo que implicaba mayor certeza y
seguridad respecto de las características y plazos de ejecución de las obras.

De conformidad con lo anterior la Sala deduce que no es dable afirmar que el


equilibrio financiero del contrato no se predique respecto de un contrato como el
que se estudia, de obra pública bajo modalidades específicas, toda vez que por
tratarse de un contrato conmutativo, sinalagmático y oneroso, comprende
obligaciones y derechos recíprocos y equivalentes para las partes, que se
garantizan durante la ejecución del contrato.

Lo que sucede es que las obligaciones asumidas por las partes no pueden
modificarse durante la ejecución del contrato, con fundamento en que se
presentaron causas de rompimiento del equilibrio financiero del contrato.

Dicho en otras palabras, si al momento de contratar el contratista asumió


contingencias o riesgos, que podían presentarse durante la ejecución del contrato,
no le es dable solicitar a la entidad que los asuma y cubra los sobrecostos que
hayan podido generar.

4. El desequilibrio financiero invocado en el caso concreto


El demandante solicitó el restablecimiento del equilibrio financiero del contrato con
fundamento en que durante la ejecución del contrato se presentaron eventos
imprevisibles, externos y anormales, que alteraron gravemente la economía del
contrato en perjuicio suyo.

Se procede por tanto al análisis de cada uno de los hechos invocados en la


demanda, para definir si los presupuestos que hacen posible aplicar la teoría de la
imprevisión, se hayan cumplidos.

4.1 Mayores cantidades de obras y obras adicionales

Cabe tener en cuenta que en el caso concreto, se contrató la construcción de un


mayor número de unidades de vivienda (contrato adicional 043 de 1987, fol. 282),
a cuyo efecto se acordó el incremento el valor del contrato, determinado por el
número adicional por el valor unitario (20 x 2’622.536 = $52’450.722) y se pactó el
mismo sistema de pago previsto para el contrato original. En estas condiciones
estas obras se entienden cobijadas por el precio acordado en el correspondiente
contrato adicional.

Afirmó igualmente el contratista, que se presentaron mayores cantidades de obra


que se produjeron por causas que no le son imputables. Al efecto conviene
advertir que, por la modalidad acordada, precio por unidad de vivienda, no
resultaba suficiente probar que el incremento de los ítems de obra
correspondientes a cada unidad de vivienda; como se explicó en acápite
precedente, el demandante debía demostrar que hechos sobrevinientes,
extraordinarios y extraños a él, alteraron el normal desarrollo del contrato, en su
perjuicio.

Análisis de las causas invocadas

a. Variaciones unilaterales dispuestas por las Empresas Distritales y por la Caja

Afirmó el contratista que la entidad y las empresas distritales de servicios públicos


introdujeron modificaciones al proyecto urbanístico; explicó que las Empresas de
Teléfonos y de Energía, introdujeron cambios a los diseños aprobados por ellas,
que determinaron mayores costos que no le fueron compensados.

Al efecto conviene tener en cuenta que el contratista asumió las vicisitudes


derivadas de la tramitación e instalación de los servicios públicos a la urbanización
y aceptó acatar los requisitos dispuestos al efecto por las correspondientes
empresas.

Es por ello que el demandante debió probar que las empresas de servicios
públicos dispusieron y ordenaron medidas unilaterales injustificadas y absurdas
que implicaron variaciones del proyecto urbanístico en forma injustificada.

La sola demostración de que las empresas dispusieron procedimientos necesarios


para la instalación de los servicios públicos en la urbanización, como en efecto
ocurrió, no traslada a la Caja los efectos negativos para el costo del proyecto, que
el cumplimiento de tales requerimientos hubiese podido causar, si se tiene en
cuenta que el contratista, como se indicó, asumió esas obligaciones y por ende,
los riesgos derivados de su incumplimiento. (num. 7, cláusula octava del contrato,
fol. 269)

Con fundamento en las anteriores consideraciones la Sala considera


improcedente considerar que los efectos económicos negativos generados por el
cumplimiento de las recomendaciones y ordenes dadas por la entidad a través de
la interventoría deban ser asumidos por la entidad contratante, si se tiene en
cuenta que el contratista se obligó a acatar lo dispuesto por la entidad, con el
objeto de ajustar lo ejecutado a lo acordado en el contrato y sus documentos
complementarios. (num. 7 cláusula octava del contrato, fol. 269)

Afirmó el demandante que la entidad ordenó nuevas obras mediante memorando


del 4 de agosto de 1988, mediante anotaciones en libro de obra relativas a
accesos al cuarto de bombas, impermeabilización de tanques, tapas de alfajo,
escaleras de gato, topes para puertas, parqueaderos, estabilización del fondo de
las excavaciones, diseño y arranque de las escaleras, uniones de muros, pañetes,
entre otras.

Mediante el estudio de las anotaciones del libro diario la Sala deduce que no le
asiste razón al contratista, toda vez que en reiteradas oportunidades el interventor
dejó constancia de que la obra se estaba desarrollando con el desconocimiento de
los requisitos y especificaciones correspondientes.

A manera de ejemplo la Sala resalta eventos en que el contratista fue requerido:


20 de abril de 1988, para que utilizara pilotes adecuados; 10 de mayo, para
solucionar las grietas del entrepiso; 15 de junio, para que se amplíen las
dimensiones de los tanques porque las que se están utilizando ponen en riesgo la
estabilidad de los mismos frente a inundaciones; 22 de junio, para que se trate el
hierro oxidado antes de usarlo en la obra; 17 de agosto, para que se rectifiquen
anomalías en tanque; 14 de octubre de 1988, para que no se utilice material de
segunda; 2 y 28 de noviembre, para que contratista ajuste la ejecución de la obra
a las especificaciones técnicas correspondientes; 14 y 23 de diciembre, para que
se corrijan anomalías; 17 y 31 de enero de 1989, se le reiteran solicitudes para
que corrija los defectos de la obra; 16 y 29 de junio de 1989, para que acate
observaciones que se han realizado con fundamento en defectos de las obras:

Como puede verse, no fueron solicitudes injustificadas o caprichosas de la


entidad; por el contrario, fueron recomendaciones y observaciones fundadas en
deficiencias de la obra y en la necesidad de que esta se ajustara a los
requerimientos técnicos y específicos adecuados para la urbanización.

Si el contratista aceptó someter la obra a la evaluación y aceptación de la entidad


debía acatar las recomendaciones formuladas por esta y para que prosperaran
sus pretensiones debió demostrar que tales solicitudes escapaban a la obra
contratada, que eran obras suntuarias, caprichosas o innecesarias.

Por la calidad de los suelos y obras de cimentación

La modalidad de contratación asumida por el contratista comportaba el estudio y


manejo de los suelos; máxime cuando fue él quien propuso la ejecución de la obra
en ese inmueble.

El contratista afirma que como sólo se le pidió para ofertar el estudio preliminar de
suelos, no puede exigírsele que asuma los sobrecostos por rediseños y mayores
cantidades de obra en que incurrió, por la situación real del suelo.

Adujo igualmente aún con el estudio definitivo de suelos, e produjo un hecho


imprevisible consistente en que los suelos no cumplían con las condiciones
necesarias para realizar las cimentaciones previstas, lo cual generó obras
adicionales, mayores cantidades de obra, en las tareas de cimentación,
excavaciones, rellenos , obras exteriores y estructuras.

Con fundamento en lo anterior solicitó el reconocimiento y pago de mayores


cantidades de obra reflejadas en mayor número de pilotes de madera, cabezales
de concreto reforzado, rellenos para las manzanas I y II, áreas de cimentación,

Agregó que en el terreno fue necesario retirar raíces de gran tamaño de unos
árboles existentes en el lote, lo que generó la construcción de recebos de cemento
lo que determinó sobrecostos.

Así también afirmó que la Caja no podía aplicar lo dispuesto en el literal C. 3 de


las normas básicas del contrato porque lo allí dispuesto sólo era aplicable a los
contratos de las alternativas I y II, no a la III.

Al respecto la Sala considera que por la naturaleza del contrato y por los riesgos
que asumió el contratista, la entidad no está obligada a pagar los sobrecostos que
reclama el contratista.

Fue el contratista quien seleccionó el predio, realizó el estudio preliminar y


definitivo de suelos, quien diseñó el proyecto y se comprometió a la construcción
de los inmuebles; por tanto él debió tomar todas las medidas necesarias para
sobrellevar cualquier circunstancia nueva que se presentara en desarrollo de tales
prestaciones. Todas las razones expuestas pueden tener sustento en la realidad
fáctica del contrato, pero por tratarse de un contrato en el que el contratista
asumió prestaciones de cuyo cabal cumplimiento pendía el éxito de la
construcción, cualquier circunstancia que agravara o entorpeciera la ejecución de
las obras debía ser asumido por él.

Y no es dable aplicar aquí la teoría de la imprevisión, toda vez que la falta de


coincidencia entre la calidad de los suelos hallada y proyectada era un evento
fácilmente previsible, si se tiene en cuenta que así lo manifestó reiteradamente el
contratista y lo demostró cuando trajo documentos técnicos y declaraciones de
expertos, que informaron sobre la insuficiencia del aludido estudio preliminar, para
definir los diseños definitivos.

Dicho de otra manera, el contratista no probó la imprevisibilidad que alegó y como


todo hecho nuevo o toda dificultad no es de por sí un hecho imprevisible, el que
invoca la imprevisión tiene a su cargo el deber de probar la infrecuencia y
anormalidad del hecho.

En relación con las raíces, lo lógico era que la contratista hubiese previsto su
existencia cuando ofreció ese predio, realizó el diseño y el proyectó, con lo cual
resulta improcedente que invoque esta circunstancia como un hecho nuevo e
imprevisible.

Dicho en otras palabras, en nada cambia demostrar que los estudios preliminares
de suelos no arrojaban la información suficiente para determinar un diseño
definitivo y una proyección real de los costos de cimentación; tampoco probar que
para todos los expertos es una verdad sabida que los estudios preliminares, y
algunas veces los definitivos, pueden resultar equivocados frente a la realidad
presentada en el terreno. Puesto que cuando la sociedad demandante propuso
contratar bajo la modalidad III, con el pleno convencimiento de que los estudios
preliminares de suelos no arrojaban datos definitivos y reales para la ejecución de
las obras, asumió todos los riesgos derivados de esta circunstancia y, por ende,
quedó sin la posibilidad de reclamar a la entidad por los sobrecostos generados
precisamente por la situación real del suelo.

A demás de lo anterior, cabe tener presente que en la normas básicas del


contrato, literal C. 3, el contratista aceptó que la Caja no reconociera mayores
costos por circunstancias imprevistas del suelo o replanteamiento en los diseños
de cimentación o estructura requeridos para garantizar a cabalidad la estabilidad
de la construcción.

La demandante no probó que la anterior disposición no fuera aplicables a su


contrato por pertenecer a la alternativa III, pues está contenida dentro de un
capítulo general, “Aspectos técnicos”, aplicable a todos los interesados en
contratar con la Caja; a diferencia de lo que alega el contratista, la Sala considera
que el nivel de riesgo dispuesto dentro de la alternativa III era mayor, frente al
contemplado bajo los esquemas I y II, pues la primera comportaba mayores
obligaciones a cargo del contratista y por ende mayores contingencias.

Conclusión
Con fundamento en todo lo anterior la Sala considera que no resulta procedente
condenar a la entidad al pago de los alegados sobrecostos causados por las
invocadas obras adiciones y mayores cantidades de obra, puesto que, como se
explicó, las mismas se produjeron por hechos y circunstancias que asumió el
contratista.

4.2 Mayor permanencia en la obra por 11 meses

Está probado que, mediante contratos adicionales, las partes prorrogaron en


varias ocasiones el plazo del contrato, con fundamento en hechos y situaciones
invocadas por el contratista.

Procede la Sala al análisis de cada uno de esos hechos que invocó el contratista
al solicitar las prórrogas, con el objeto de establecer si los mismos le resultaban
imputables o no.

- La demora en la licencia de construcción.

El demandante afirmó que el Distrito demoró la aprobación de la licencia de


construcción, las entidades encargadas de lo servicios públicos también
demoraron la aprobación y disposición de lo relativo a las redes correspondientes,
lo que motivó atrasos en la primera fase del contrato. Ello motivó una suspensión
del plazo contractual que fue aprobada por la entidad.

La aprobación de planos y la obtención de las licencias de construcción exigía la


expedición de la resolución urbana de conformidad con lo dispuesto en los artículo
11 y 15 del decreto 2443 del 1 de diciembre de 1982, mediante el cumplimiento de
lo indicado, para el caso concreto, por el Departamento Administrativo de
Planeación Distrital. Este último documento sólo se obtuvo el 31 de diciembre de
1987 a pesar de que había sido solicitado el 19 de mayo de 1987, mediante
resolución 621 de 1987 y la licencia de construcción se expidió el 2 de marzo de
1988, esto es, 3 meses después de vencido el plazo fijado en la programación
contractual (8 de diciembre de 1987)

Afirma el demandante que lo anterior le generó un retraso inicial en obra de 30


días y con ello perjuicios por los costos por mayor permanencia en la obra. Explicó
además que estos perjuicios no se repararon con el ajuste de precios porque el
índice inicial allí previsto era el de la fecha de iniciación de la ejecución de las
obras.

La Sala considera que las demoras en los trámites de los documentos exigidos
para obtener la licencia de construcción, son eventos previsibles, que debieron ser
tenidos en cuenta por el cofinanciador al formular su propuesta.

En algunas comunicaciones (fol. 123) la contratista manifiesta que las demoras en


la obtención de la licencia obedeció a incumplimientos de la Empresa de
Acueducto y Alcantarillado en la presentación de documentos necesarios para la
aprobación del diseño del acueducto de la urbanización; sin embargo no aportó
pruebas demostrativas de que las mismas fuesen extraordinarias o anormales
para este tipo de trámites, sobre todo si se tiene en cuenta que a su cargo también
estaba la gestión de lo necesario para lograr la instalación de los servicios
públicos.

En estas condiciones se tiene que las demoras en la tramitación de la licencia de


construcción son eventos previsibles, que asumió el contratista cuando ofreció
contratar bajo la modalidad III; los efectos nocivos derivados de tales
circunstancias no pueden trasladarse a la entidad, porque el contratista no
demostró los mencionados supuestos que hacen procedente la aplicación de la
teoría de la imprevisión: no demostró que todas las demoras se hubiera generado
por causas extrañas a él, ni que las mismas hubiesen sobrepasado el límite de lo
frecuente y normal.

Construcción de un Box-culvert por la calle 183

El demandante alegó que la ejecución de esta obra, retrasó gravemente el


desarrollo del contrato y le generó graves sobrecostos.

La Sala encuentra que la ejecución de esa obra era un evento previsible para el
contratista, cuyos efectos asumió desde que ofreció el inmueble a la entidad, para
que se desarrollará allí el proyecto urbanístico, si se tiene en cuenta que el
inmueble fue calificado favorablemente por las buenas perspectivas que ofrecía
por la construcción de vías y obras de infraestructura de servicios públicos. (fol. 7
c. 4)
Además de lo anterior, el demandante debió probar la grave incidencia que este
hecho produjo en la ejecución del contrato; afirmó que impidió el acceso directo a
la obra y acometer las obras por las vías que circundan el proyecto, pero no
demostró los efectos concretos derivados de esta precisa circunstancia.

Insuficiencia de formaletas deslizantes

Adujo el demandante que las formaletas necesarias para la construcción de los


entrepisos estaban disponibles en el mercado para el momento en que se diseñó
la obra, pero al momento de requerirlos se encontraban ocupadas por otra
constructora. (fol. 117); al respecto la Sala considera que este es un evento típico
de incumplimiento contractual, si se tiene en cuenta que el contratista se obligó a
ejecutar la obra en las condiciones pactadas y a “ Adquirir a su costa los
materiales, equipo, maquinaria, herramientas, elementos y enseres necesarios
para el correcto desarrollo de la obra,” (num. 5, cláusula octava).

Disponer de la formaleta en el momento necesario, era una de sus obligaciones e


invocar la insuficiencia de la misma es una aceptación clara del incumplimiento de
esta obligación.

El trámite de las servidumbres para las salidas de colectores

Afirmó el demandante que las dificultades para obtener las servidumbres de paso
de los colectores de aguas lluvias y negras al canal abierto de Torca, determinaron
gran parte de la prolongación del plazo. Adujo que hizo todo para solucionar la
situación, planteó soluciones alternas, formuló solicitudes, pidió la colaboración de
la entidad y de las empresas prestadoras de servicios públicos.

Los problemas anteriores obligaron al contratista a realizar un diseño alternativo


que presentó a la Empresa de acueducto el mediante oficio del 4 de abril de 1989
y fue tramitado por esta, con carácter urgente.

Agregó que todo lo anterior generó atrasos y parálisis que hicieron necesario
prorrogar el plazo de ejecución del contrato por medio de los contratos en
reiteradas oportunidades.
Al respecto la Sala considera que estaba a cargo del contratista prever y atender
todo lo necesario para entregar la urbanización con los servicios públicos
debidamente instalados y en perfecto funcionamiento.

Debió tener en cuenta que el trámite de servidumbres de paso o la adquisición de


predios conjuntos para lograr la realización de tales obras demandaba tiempo;
debió también gestionar con la suficiente antelación una u otra alternativa.

No resulta aceptable que el demandante, luego de haberse obligado a realizar lo


necesario para dotar los inmuebles de los correspondientes servicios públicos,
pretendiera trasladar esa obligación a la entidad, con el argumento de sólo las
entidades públicas pueden ordenar las servidumbre o las expropiaciones
necesarias mediante actos administrativos.

Fue el contratista quien escogió el terreno, lo traditó a la entidad y suscribió un


contrato de obra pública, con obligaciones adicionales, que comprendió la
asunción de este preciso riesgo.

El contratista no demostró que la tramitación de servidumbres fuese un evento


exógeno y extraño a este tipo de trámites, máxime cuando, como se indicó, la
empresa de Acueducto y Alcantarillado, desde el 19 de marzo de 1987, le había
advertido sobre la necesidad de conseguir los permisos y servidumbres
indispensables para el desague de la urbanización. (fol. 231 c.3)

Se precisa igualmente que la demandante no demostró cual parte de los retrasos


presentadas durante la ejecución del contrato fue determinado por la falta de
instalación del servicio de alcantarillado, pues obran en el expediente suficientes
medios de prueba que dan cuenta de que gran parte de las demoras se
produjeron por la insuficiencia de materiales y el bajo ritmo de trabajo.

Insuficiencia en el suministro de ladriblock

Adujo la demandante que el exceso de demanda de este producto determinó que


la Ladrillera Santafe cambiara las condiciones de los despachos, incumpliera las
programaciones de las entregas y determinara una escasez de la mano de obra
especializada “que nos disminuyó el ritmo de la obra notoriamente”. Este hecho, al
igual que el relacionado con la formaleta, traduce de manera clara en un falta del
contratista al cumplimiento de sus obligaciones como constructor. No se trata de
un evento extraordinario, imprevisible e irresistible; era una situación que habría
podido resolverse con una actuación diligente del contratista.

Resulta absurdo pretender que sea la entidad la que asuma los efectos negativos
derivados de las demoras de los proveedores del contratista, cuando fue este
quien los escogió y negoció con ellos.

Cambios en acabados de las unidades de vivienda

Adujo el contratista que con la entrega del apartamento modelo se suscitaron


cambios en acabado de pisos, closets, cocinas y enchapes, “que dilataron por
varios días su definición para poderlos contratar, tanto por razón de la
interventoría como por las demoras de los proveedores en pasar sus
cotizaciones.” (fol. 118)

Obran en el expediente documentos que dan cuenta de que la interventoría tuvo


que requerir reiteradamente al contratista para que ajustara las obras a lo
dispuesto en las normas básicas del contrato, a las especificaciones de la
propuesta y a los planos aprobados (fols. 122 a 132). Se tiene así que si el
contratista estaba obligado a ejecutar las obras bajo la supervisión y vigilancia de
la Caja, debía acatar las observaciones formuladas por la interventoría y entregar
las unidades de vivienda a satisfacción de la entidad.

De los documentos obrantes en el proceso no se deduce que las exigencias


realizadas por la Caja, a través de la interventoría, hubiesen excedido lo dispuesto
en los referidos documentos; se infiere que si el contratista incurrió en
sobrecostos, fue porque pretendió eludir la obligación de acatar las normas y
disposiciones a que estaban sometidas las obras y de utilizar materiales de optima
calidad y ello le implicó, en muchas ocasiones, rehacerlas. (libro diario de la obra,
fols. 345 a 394 c.3)

Restricciones bancarias

Invocó también restricciones en los créditos bancarios, que había diligenciado


para obtener los recursos necesarios para el cumplimiento del contrato
Esta situación, como las anteriores, debe ser asumida por el contratista, porque a
su cargo estaba ejecutar las obras en las condiciones pactadas. Las dificultades
que se le hubieran presentado para la financiación de las obras, debían ser
afrontadas por él, máxime cuando, como en este caso, asumió un compromiso
económico de inversión, mayor al que deriva de un contrato simple de obra
pública.

Lluvias y escasez de agua

Afirmó el contratista que el trabajo se suspendió temporalmente por las fuertes


lluvias que causaron inundaciones parciales en el sitio de la obra; agregó que la
empresa suspendió el servicio de agua, con lo cual se obstaculizó la ejecución
normal de la obra.

La Sala reitera lo afirmado en anteriores providencias a propósito de las lluvias


invocadas como fenómeno de imprevisión, para señalar que sólo es dable tomarlo
como tal cuando se prueba que la intensidad, la frecuencia y la ocurrencia
geográfica de las mismas, es absolutamente extraordinario, imprevisible y
anormal.

A este respecto resulta ilustrativo tener en cuenta lo manifestado por la Sala en


sentencia proferida el 9 de mayo de 1996, expediente 10151, en la cual, no se
consideró previsible el evento que se analiza porque el demandante sólo demostró
el fuerte invierno pero no demostró su imprevisibilidad:

“Ninguna duda tiene la Sala sobre la presencia de una severa temporada de


lluvias en la zona por donde transcurrió la línea del oleoducto. La
certificación expedida por el Instituto Colombiano de Hidrología,
Meteorología y Adecuación de Tierras —HIMAT— sobre la precipitación
durante 1988 en los departamento de Santander y Boyacá (fls. 266 a 272 c.
1); los testimonios recaudados en torno de la época de lluvias y su incidencia
en el desarrollo de la obra y las fotografías aportadas al proceso igualmente
permiten concluir que fueron muchas y muy graves las consecuencias del
invierno que asoló la región, especialmente en la serranía de La Russa,
dificultando en grado sumo la labor de los obreros, impidiendo el desempeño
eficaz de la maquinaria, retardando el ritmo de la construcción y, obviamente
generando problemas y sobrecostos financieros para la compañía
constructora.

No obstante, estima la Sala que en tratándose de dificultades resultantes del


factor climático, el mismo no resulta extraño en esa y en casi todas las
regiones del país, dada su ubicación geográfica, a causa de la cual la
permanencia de una temporada de invierno o de verano casi siempre es
incierta y susceptible de inesperadas variaciones. Tal circunstancia no podía
pasar desapercibida para las partes y de manera especial para la contratista,
empresa que debía ser conocedora de las múltiples dificultades que podían
sobrevenir durante la construcción de oleoducto, pero de manera muy
especial y relevante, respecto de la topografía montañosa y de la severidad y
variación climática propia de esta zona geográfica. Así las cosas, desde el
momento mismo de la oferta la firma demandante ya sabía de esos
probables inconvenientes de la naturaleza, conocía lo escabroso del terreno
en la cordillera oriental, estaba obligada a conocer el rigor de las bajas
temperaturas, pero por sobre todo debía saber que la programación de la
obra en cuanto al clima o a la temporada invernal no ofrecía ninguna
garantía, que la pluviometría no era físicamente fácil de establecer y, en fin,
que se trataba de un álea que asumió desde el instante mismo en que se
comprometió en la construcción del oleoducto. Se infiere de las anteriores
consideraciones que la mayor permanencia de la contratista en la obra le
resulta jurídicamente atribuible a ésta por causa de la temporada invernal o
lluviosa.”

En el caso concreto está demostrado que se produjo un fuerte invierno y que el


mismo causó retrasos en la ejecución de la obra, pero no se acreditó que tal
circunstancia fuese imprevisible, por tanto está comprendido dentro del álea
normal del contrato y sus efectos son deben ser asumidos por el contratista.

Respecto de la escasez de agua, el demandante sólo aportó solicitudes que


tramitó ante la empresa de acueducto para que el servicio fuese reinstalado, en
las cuales adujo que las suspensiones se habían producido por las obras de la
calle 183 (fol. 124). La Sala considera que estas solicitudes no son suficientes
para considerar demostrado que las suspensiones determinaron todo el retraso
aducido, máxime cuando en una de tales solicitudes se informa a la empresa que
la suspensión del servicio de agua lleva casi 15 días, lo que impone preguntar
porque la sociedad demandante esperó tanto para hacer el reclamo.

Además de lo anterior, procede reiterar lo tantas veces expuesto respecto de las


obligaciones y riesgos asumidos por el contratista en el presente caso, para
indicar que solamente quedaba eximido de su cumplimiento y asunción cuando
demostrara los supuestos de la teoría de la imprevisión que invocó. De manera
que como no probó que la suspensión del servicio de agua fuese un evento
extraordinario, imprevisible y determinante de la alteración grave de la economía
del contrato, no procede el reconocimiento de los sobrecostos que alegó.

Otras causas probadas de retrasos

La Sala encuentra relevante precisar que está suficientemente demostrado que


gran parte del retraso ocurrido durante la ejecución del contrato se produjo por
omisiones y negligencia de la sociedad contratista.

A manera de ejemplo cabe tener en cuenta anotaciones realizadas por el


interventor en el libro diario de obra, de las que se deduce que el contratista fue
requerido en muchísimas oportunidades para que agilizara el desarrollo de la obra:
4 de abril de 1988, se observó el bajo rendimiento en las actividades; 22 de
diciembre de 1988, se encontraron totalmente paralizados los edificios 9 y 3 dela
manzana 2 y los edificios 1,3,9 de manzana 1; 27 de septiembre; se requiere para
que soluciones y reponga el atraso alarmante; se le propone adelantar obras en
forma simultánea; 15 de diciembre de 1988; se solicita el incremento de la mano
de obra, aumentar el rendimiento en las manzanas 1 y 2; 2 de febrero de 1988, se
insiste en la necesidad de que la contratista colabore atendiendo prontamente las
observaciones de la interventoría; 15 de febrero de 1989, se insiste en la
necesidad de que se entregue oportunamente la fachada de los edificios 9,8,7; 16
de febrero de 1989; se requiere diligencia del contratista en la ejecución de
algunas obras para no continuar con los retrasos; 8 de marzo, se pide al
contratista para que supere el bajo rendimiento presentado en la obras de la
manzana 1; 18 de abril, se solicita al contratista realizar lo necesario para superar
los retrasos presentados por la falta de materiales; 15 de mayo de 1989, se solicita
al contratista incrementar ritmo de trabajo; 6 de junio de 1989, se solicita interés y
cumplimiento frente a la llegada de la fecha límite. (fols. 345 a 394 c. 3)

Conclusión
Luego del análisis de los eventos anteriores, que fueron invocados reiteradamente
por el contratista para fundar sus solicitudes de prórroga del plazo contractual, la
Sala concluye que son eventos comprendidos dentro del álea normal del contrato,
puesto que a pesar de que se demostró su ocurrencia, no se probó que los
mismos fuesen extraños, imprevisibles y anormales al contrato, requisitos
indispensables para aplicar la teoría de la imprevisión, determinante de la
obligación de la entidad a reparar la ecuación financiera del contrato.

Dicho en otras palabras, por la naturaleza del contrato celebrado entre las partes,
por las obligaciones y riesgos asumidos por el contratista, no le era suficiente
probar hechos o actos provenientes de sujetos o entidades distintas al contratista,
para justificar la prórroga de los plazos e imponer a la entidad la obligación de
asumir los sobrecostos generados por los mismos.

Además de lo anterior cabe agregar que la circunstancia de que la entidad hubiese


aceptado prorrogar el plazo contractual, porque encontró justificadas las razones
del contratista, no traduce en la asunción de los sobrecostos generadas con la
mismas. Es un comportamiento que desarrolla los principios de lealtad y buena fe
que gobiernan los contratos estatales, por virtud de los cuales las partes co-
contratantes deben propender por la ejecución del contrato en las mejores
condiciones posibles para cada uno de ellos. La entidad, al aceptar las prórrogas
solicitadas por el contratista, ofreció a este las posibilidades necesarias para que
salvara las dificultades que invocó, permitiendo así que el contratista tuviera mas
tiempo para ejecutar las prestaciones adquiridas y evitando que éste incumpliera
el contrato por la no entrega de las obras dentro del plazo contractual.

Lo anterior no traduce, como equivocadamente lo invocó el contratista, en una


aceptación por la entidad de los efectos económicos negativos que las prórrogas
pudiesen causar al contratista; pues ya resultaba suficiente que asumiera los
efectos causados con la demora en entregar las unidades de vivienda a los
adjudicatarios, que fueron privados de recibirlos en las oportunidades previamente
acordadas.

4. 3 Reajuste de precios
El contratista afirmó que la cláusula de reajuste pactada en el contrato no salvó los
efectos nocivos que el transcurso del tiempo produjo respecto de los precios del
contrato; explicó que desde antes de que se presentaran los inconvenientes la
fórmula presentaba “un desequilibrio” porque tomó como mes base los precios de
materiales del mes de agosto de 1987, cuando debió tomar el mes de junio del
mismo año, en el que se hizo la propuesta.

La Sala considera que la fórmula de ajuste aplicable al caso concreto es la


pactada en el contrato y no le es dable a ninguna de las partes solicitar su
inaplicación con fundamento en que no atiende sus expectativas económicas.

Si la sociedad participó en el proceso de selección del contratista sometiéndose a


las normas básicas de la promoción y suscribió en contrato en las condiciones
señaladas, se obligó de conformidad con lo dispuesto en sus cláusulas. Por tanto
no resulta procedente pretender el desconocimiento de lo pactado, pues ello
resulta atentatorio contra los principios de lealtad y buena fe que rigen los
contratos estatales, dentro de los cuales se destaca la doctrina de los actos
propios, que impone al sujeto estarse a lo que pacto o decidió.

Tampoco resulta procedente modificar la cláusula con fundamento en que su


fórmula fue insuficiente para conservar la ecuación financiera del contrato, porque
esta, se definió al momento de la celebración del contrato y para entonces, como
se indicó, el contratista asumió los efectos nocivos que se pudiesen generar por
las demoras en la tramitación de la licencia de construcción.

5. Decisión

Con fundamento en todo lo anterior la Sala concluye que no se produjo el


rompimiento de la ecuación financiera del contrato que invocó el contratista, como
también que la entidad no incumplió las obligaciones derivadas, con lo cual se
impone confirmar el fallo apelado.

Finalmente se advierte que no procede la condena en costas, con fundamento en


lo dispuesto en el artículo 55 de la ley 446 de 1998, modificatorio del artículo 171
del C.C.A., vigente para el presente caso por ser una norma procesal de
aplicación inmediata, que condiciona el pago por este concepto a la prueba de la
conducta abusiva o temeraria de la parte vencida; la que no se presentó en el
subjudice.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección tercera, administrando justicia en nombre de la República
y por autoridad de la ley,

F A L L A:

CONFIRMASE la sentencia apelada proferida por el Tribunal Administrativo de


Cundinamarca, el 15 de mayo de 1997.

2. Sin costas

COPIESE, NOTIFIQUESE Y CUMPLASE.

Germán Rodríguez Villamizar Alier Eduardo Hernández Enríquez


Presidente de la Sala

Ricardo Hoyos Duque Ramiro Saavedra Becerra

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