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PBI EN EL PERÚ Y

AMERICA LATINA

ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA

AUTORES : Morales Vargas Diego


Díaz Olazabal Jesús
Rodas Acosta Danna
Olivera Campos Mariana
De La Rosa Ramos José
Leyton Chapoñan Daniel
DOCENTE : Castro Muñoz Willian
ASIGNATURA : Introducción a la Economía
CICLO :V

Pimentel, Abril del 2019


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………….………….3

OBJETIVO GENERAL………………………………………….………….5

OBJETIVOS ESPECÍFICOS………………………………………….………….7

PBI EN EL PERÚ…………………………………………….…………9

PBI EN AMÉRICA LATINA……………………………….…………30

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES………………………49

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………….53
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCION:

En el campo del análisis macroeconómico y de la comprensión de la realidad


económica, se concibe al Producto Bruto Interno (PBI) como el indicador más
completo e importante de la economía por su capacidad de sintetizar,
representar y explicar el comportamiento de la economía.
La capacidad de síntesis señalada, se explica porque en el Producto Bruto
Interno se concentra una gama importante de conceptos macroeconómicos que
definen el desenvolvimiento o características de los diferentes componentes que
constituyen el sistema económico.
El Producto Bruto Interno (PBI) es un indicador que debe englobar a toda la
economía, reflejando el valor agregado que genera un país. Esto significa, por
ejemplo, que a un auto producido en la Argentina se le debe descontar el valor
de las partes que se importaron para saber cuánto de ese valor fue efectivamente
generado en el país.
OBJETIVO
GENERAL
INTRODUCIR EL CONCEPTO DEL PIB Y SU IMPORTANCIA COMO
PRINCIPAL INDICADOR ECONÓMICO DE LA PRODUCCIÓN TOTAL DE
UNA ECONOMÍA.
OBJETIVOS
ESPECÍFICOS
 Mencionar las partes que integran el PIB.

 Comprender los métodos para calcular el PIB según el enfoque del gasto, el
enfoque del valor añadido y el enfoque de los costes.

 Mostrar la relación entre PIB real y PIB nominal

 Explicar el PIB a la Renta disponible.


DESARROLLO
PBI EN EL PERÚ
¿QUÉ ES EL PBI?
El Producto Bruto Interno (PBI) es el valor monetario de los bienes y servicios
finales producidos por una economía en un período determinado (trimestral,
semestral, anual)
El PBI es un indicador que ayuda a medir el crecimiento de la producción de
empresas de cada país dentro de su territorio. Es un indicador que refleja la
competitividad de las empresas.

¿CÓMO SE MIDE?
El PBI puede expresarse matemáticamente como el valor de la producción de un
país a precios de mercado, o bien como el valor del gasto total efectuado por el
país:

1) PIB como valor de la producción a precios de mercado:

PRODUCTO BRUTO INTERNO EN EL AÑO 2017:


PERU: 211,4 miles de millones USD
CHILE: 277,1 miles de millones USD
ECUADOR: 103,1 miles de millones USD
BRASIL: 2,056 billones USD
COLOMBIA: 309,2 miles de millones USD
BOLIVIA: 37,51 miles de millones USD
FUENTE: BANCO MUNDIAL
PRODUCTO BRUTO INTERNO EN EL PERÚ (2017)
El Producto Bruto Interno (PBI) de Perú aumentó 1.32% en diciembre y acumuló
101 meses continuos de avance, con lo que el año 2017 cerró con un crecimiento
de 2.50% y sumó 19 años de crecer en forma consecutiva, informó el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI).
El crecimiento de la producción peruana en el año 2017 fue impulsado
principalmente por el incremento del sector Primario en 3.06% (Minería e
Hidrocarburos 3.19%, Agropecuario 2.62% y Pesca 4.67%) y Servicios en
2.74%. Además, aumentó el sector Secundario en 0.53%.
En el resultado de diciembre del 2017 contribuyó la evolución positiva de la
demanda externa, reflejada en las mayores exportaciones (3.88%), tanto
tradicionales como no tradicionales; entre los que destacan hierro, plata, zinc,
molibdeno, derivados de petróleo, petróleo crudo y gas natural; asimismo, los
productos textiles, pesqueros y metalmecánicos.
Igualmente, contribuyó la recuperación de la demanda interna reflejada en la
mayor importación de bienes de consumo no duradero (6.59%), las ventas
minoristas (1.69%) y los créditos de consumo (3.75%).
El crecimiento productivo de diciembre 2017 (1.32%) se sustentó en el resultado
favorable de la mayoría de los sectores de la economía, entre los que destacaron
el sector Minería e Hidrocarburos, Construcción, Agropecuario,
Telecomunicaciones, Comercio, así como Transporte, Almacenamiento y
Mensajería, que explicaron más del 100% del resultado del mes.
Por el contrario, la disminución en la producción de los sectores Manufactura,
Pesca y Electricidad, Gas y Agua le restaron puntos al resultado global.

AGROPECUARIO

El sector Agropecuario registró la segunda tasa de crecimiento más alta del 2017
(11.47%) principalmente por el resultado favorable del subsector Agrícola
(19.47%) y el subsector Pecuario (1.77%).

En el crecimiento del subsector Agrícola influyeron los mayores volúmenes


obtenidos de uva (106.9%), maíz amarillo duro (37.4%), cacao (33.5%), plátano
(30.1%), arroz cáscara (18.1%) y papa (16.4%) por mayor superficie cosechada
ante las condiciones favorables del clima.

En el subsector Pecuario se incrementó la producción de ave (2.2%), leche


fresca (4.8%), huevos (2%) y porcino (2.8%).

El año 2017, el sector Agropecuario registró un crecimiento anual de 2.62%.


PESCA

La producción del sector Pesca disminuyó en 6687% explicado por la nula captura
de anchoveta para consumo humano indirecto (-100%) debido a la suspensión
de la segunda temporada de pesca, ante la presencia de juveniles.

Por otro lado, la pesca de consumo humano directo de origen marítimo aumentó
en 4.91%, por la mayor disponibilidad de especies destinadas a la preparación
de curado (29.1%), enlatado (26.7%) y al consumo en estado fresco (13.3%);
mientras que disminuyó el desembarque de especies para congelado (-4.5%).

En el año 2017, el sector Pesca acumuló una variación de 4.67%.

MINERÍA E HIDROCARBUROS

En diciembre del 2017, el sector Minería e Hidrocarburos creció 5.55%, su


tercera tasa más alta de crecimiento durante el año 2017, por la mayor actividad
del subsector minería metálica (6.60%); en tanto que disminuyó la actividad de
hidrocarburos (-0.32%).

Entre los productos mineros que destacaron hierro (46.1%), molibdeno (16.6%),
cobre (7.4%), zinc (3.8%) y plata (2%), por el alza de los precios internacionales.

En el subsector Hidrocarburos disminuyó la producción de líquidos de gas natural


(-6.8%) y gas natural (-8.8%); sin embargo, aumentó la producción de petróleo
crudo (25.7%).

El sector Minería e Hidrocarburos, en el año 2017, aumentó en 3.19%.


ELECTRICIDAD, GAS Y AGUA
El sector Electricidad, Gas y Agua disminuyó en 0.63% explicado por la menor
producción del subsector Electricidad (-0.90%) y Gas (-9.58%); en tanto que el
subsector Agua creció 2.61%.

El resultado contractivo del subsector Electricidad estuvo determinado por la


menor generación de las empresas Cerro del Águila, Termochilca, Kallpa
Generación y Engie Energía Perú.

La disminución del subsector Gas se debió a la menor demanda de las


generadoras eléctricas (-17%); sin embargo, aumentó la demanda de las
industrias (20.7%) y distribuidoras de GNV (2.2%).

En el año 2017, el sector Electricidad, Gas y Agua aumentó en 1.14%.

MANUFACTURA

En diciembre del 2017, la producción del sector Manufactura disminuyó en


12.50% afectado por el resultado negativo del subsector Fabril Primario (-
32.66%) por la menor elaboración y conservación de pescado, crustáceos y
moluscos (-92.34%), que representó cerca del 80% de la caída del sector
Manufactura.

A ello se sumó, la disminución en 3.45% del subsector No Primariopor la menor


producción de bienes consumo (-3.72%) y bienes intermedios (-1.91%); sin
embargo, creció la elaboración de bienes de capital (14.17%).

Durante el año 2017, el sector Manufactura disminuyó en 0.27%.


CONSTRUCCIÓN

La producción del sector Construcción se incrementó en 6.62% y reportó su


tercera tasa más alta del año 2017, debido al mayor consumo interno de cemento
(6.67%) y mayor gasto en inversión de obras públicas (6.68%).

El resultado positivo del consumo interno de cemento se debió a la continuidad


de obras de construcción en unidades mineras; edificios de oficinas; centros
comerciales; remodelación de tiendas en grifos y construcción de condominios y
edificios de vivienda multifamiliar.

El aumento del avance físico de obras estuvo vinculado a la mayor ejecución de


obras de construcción en el ámbito del Gobierno Local (6.9%), Gobierno
Regional (6.5%) y Gobierno Nacional (6.3%).

En el año 2017, el sector Construcción aumentó en 2.20%.

COMERCIO

En diciembre del 2017, el sector Comercio aumentó en 1.93% y sumó ocho


meses de crecimiento continuo, impulsado por las mayores ventas y reparación
de vehículos (5.54%), venta al por mayor (1.62%) y venta al por menor (1.69%).

El año 2017, el sector Comercio registró un crecimiento de 1.03%.


TRANSPORTE, ALMACENAMIENTO Y MENSAJERÍA

La producción del sector Transporte, Almacenamiento y Mensajería creció en


4.01% por la mayor actividad de Transporte (5.76%); mientras que el subsector
Almacenamiento y Mensajería disminuyó (-0.41%).

En el subsector Transporte aumentó el transporte aéreo (16.7%) por el mayor


tráfico de pasajeros; también se incrementó el transporte por vía terrestre y
tuberías (2.8%) por el mayor tráfico de carga y pasajeros por vía férrea y por
carretera.

La menor producción del subsector Almacenamiento y Mensajería se explicó por


la menor actividad de almacenamiento y actividades de apoyo al transporte (-
0.4%), así como postales y mensajería (-0.8%).

En el año 2017, el sector Transporte, Almacenamiento y Mensajería creció en


2.92%.

ALOJAMIENTO Y RESTAURANTES

El sector Alojamiento y Restaurantes aumentó en 2.21% por el resultado positivo


del subsector Alojamiento (4.19%) y Restaurantes (1.94%).

En el subsector Restaurantes destacó la mayor actividad de los establecimientos


de café restaurantes, comidas rápidas, restaurantes, restaurantes turísticos,
pollerías, chifas y entre otros.

Además, se observó una recuperación de los servicios de comida a empresas-


concesionarios, servicios de catering y servicios de bebidas.

En el año 2017, el sector Alojamiento y Restaurantes aumentó 1.24%.


TELECOMUNICACIONES Y OTROS SERVICIOS DE INFORMACIÓN

El sector Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información creció 6.35% en


diciembre por la mayor actividad de Telecomunicaciones 7.34% por el
incremento de servicios de internet y televisión por suscripción (8.2%) y servicio
de telefonía (7.6%).
El subsector Otros Servicios de Información aumentó en 2.88% por la mayor
programación de TV y radio; producción exhibición de películas y programas de
TV; así como de servicios de consultoría y programación informática.
En el año 2017, el sector Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información
creció en 8.02%.

FINANCIERO Y SEGUROS

El sector Financiero y Seguros aumentó en 4.73% por el incremento del


otorgamiento de los créditos hipotecarios (5.79%), de consumo (3.75%) y
créditos corporativos (1.98%), dirigidos a los sectores Minería, Hoteles y
Restaurantes, Agricultura, Ganadería, Caza y Silvicultura, así como Comercio.
Asimismo, los depósitos se incrementaron en 7.64%.

En el año 2017, el sector Financiero y Seguros aumentó en 1.24%.

SERVICIOS PRESTADOS A EMPRESAS

El sector Servicios Prestados a Empresas se incrementó en 2.01% en diciembre


del 2017 por la mayor actividad en agencia de viajes y operadores turísticos
(7.9%); publicidad e investigación de mercados (5.2%); actividades de servicios
administrativos y de apoyo (1.6%); así como las actividades profesionales,
científicas y técnicas (1.5%).

Durante el año 2017, el sector Servicios Prestados a Empresas creció en 1.01%.


PBI EN PERÚ EN LOS ULTIMOS 10 AÑOS (PORCENTAJE DE VARIACIÓN
ANUAL)

PBI EN EL PERÚ (ENERO – DICIEMBRE 2018)


La economía peruana obtuvo un crecimiento de 3,99% durante el 2018,
alcanzando un resultado que se encuentra levemente por debajo de lo que en
su momento proyectó el Ministerio de Economía y Finanzas (4%).

Los sectores manufactura, agricultura y construcción fueron los que


sostuvieron el dato anual; según reveló el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI).

En el caso de la manufactura, que creció 6,17% en el 2018, se observó un


importante dinamismo de la elaboración y conservación del pescado, crustáceos
y moluscos. También la mayor producción de carnes ahumadas y la elaboración
de azúcar.

En el caso del sector agrícola, el crecimiento alcanzado durante el 2018 fue de


7,54% gracias a las condiciones favorables en las regiones. Hubo mayor
producción de arroz cáscara, aceituna, papa, café, cacao entre otros. Empujaron
a la baja productos como el pallar grano seco, chirimoya, maca entre otros.

Asimismo, el sector construcción tuvo un alza de 5,42%. La mayor demanda de


cemento por las mineras Chinalco, Quellaveco, Las Bambas, Antamina Y
Shougang sostuvo el indicador. Los proyectos inmobiliarios en ciudades
como Miraflores, Jesús María entre otros también motivaron el alza del
resultado.
El único sector que cerró en negativo este 2018 fue Minería e Hidrocarburos (-
1,29%), dejando atrás tres años consecutivos de crecimiento.
Su descenso responde a una contracción en la actividad minera metálica por la
menor producción de oro, plata, cobre, plomo entre otros.
Respecto al subsector hidrocarburos, la menor explotación de líquidos de gas
natural empujó a la baja el subsector que cerró en -0,03%.
Observando solo el mes de diciembre, el crecimiento fue de 4,73%. Sostuvieron
el crecimiento la manufactura (12,415) y la pesca (255,88%).
La minería, nuevamente, cerró el último mes del año en negativo con un -1,23%.
PROYECCIONES MACROECONÓMICAS

En comparación a lo previsto en el Marco Macroeconómico Multianual 2019-


2022 (MMM) se ha revisado a la baja la proyección de crecimiento mundial en
línea con la desaceleración económica global observada desde la segunda mitad
de 2018. Sin embargo, la implementación de nuevos planes de estímulos fiscales
y monetarios en las economías más importantes del mundo, y las mejores
perspectivas de que se alcance un acuerdo comercial entre Estados Unidos y
China han incrementado la probabilidad de una recuperación económica más
rápida en el corto plazo. En este contexto de menor dinamismo de la actividad
económica global, se ha revisado a la baja el crecimiento de los socios
comerciales y de los precios de las materias primas para el presente año; no
obstante, se prevé una recuperación del precio de los metales en el horizonte de
proyección 2020-2022.

En el plano local, se mantiene la proyección de crecimiento del PBI en 4,2% para


2019, similar a lo previsto en el MMM y por encima de lo registrado en 2018
(4,0%), explicado, principalmente, por la dinámica favorable de la inversión
privada asociada a una mayor inversión minera. El mayor crecimiento de la
actividad económica se da a pesar de un contexto internacional poco favorable,
el cual incidiría en un menor ritmo de crecimiento de las exportaciones respecto
a lo esperado en el MMM.

En 2019, la inversión privada se consolidará como uno de los principales motores


de crecimiento de la economía y crecerá 7,6%, la tasa más alta desde 2012. Esta
aceleración se explica, principalmente, por la mayor inversión minera en los
grandes proyectos que iniciaron construcción en 2018 (Quellaveco, Mina Justa
y la ampliación de Toromocho), y los encadenamientos que esta genera en otros
sectores como construcción, metalmecánica y servicios. Asimismo, la inversión
no minera continuará acelerándose debido a la recuperación de la inversión en
infraestructura (Línea 2 del Metro de Lima y Callao, la ampliación del aeropuerto
Jorge Chávez, entre otros) y las perspectivas favorables para la inversión en el
resto de sectores como inmobiliario y retail. Sumado al fuerte impulso de la
inversión privada, la inversión pública crecerá 4,5% real en 2019, similar a lo
estimado en el MMM, por la continuidad de proyectos de gran escala como las
obras de Reconstrucción, los Juegos Panamericanos y la Modernización de la
Refinería de Talara. Además, se han implementado medidas para fortalecer la
inversión pública de los nuevos gobiernos subnacionales. Estos factores
favorecerán la ejecución de la inversión pública, que revertirá la tendencia
observada en años posteriores a periodos electorales de los gobiernos
subnacionales (2011 y 2015). Además, las mayores inversiones (privada y
pública) fortalecerán la dinámica del círculo virtuoso inversión-empleo-consumo
y permitirán que el consumo privado alcance una tasa de crecimiento de 3,8%,
similar a lo previsto en el MMM, en un contexto donde las condiciones financieras
locales continúan siendo favorables.
La proyección de crecimiento del PBI para 2019 es consistente con una dinámica
diferenciada de la economía entre la primera y segunda mitad del año, ya que
se proyecta una aceleración del crecimiento del PBI en el 2S2019, en línea con
un mayor impulso tanto de la inversión privada y pública, luego de una reversión
de choques negativos que afectaron a los sectores primarios en el 1T2019 y
efecto estadístico negativo para el 2T20191. Así, la economía peruana crecerá
4,2% en 2019 y continuará liderando el crecimiento en la región, acompañada
por sus sólidos fundamentos macroeconómicos. Esta perspectiva económica
favorable para Perú es consistente con lo previsto por organismos multilaterales
como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Para el periodo 2020-2022, se mantiene la proyección de crecimiento promedio
del PBI en 4,8%, impulsado por la demanda interna, en un contexto donde el
Gobierno viene trabajando activamente en un conjunto de medidas de política
económica orientadas a mejorar el crecimiento potencial de la economía, sin
descuidar la sostenibilidad fiscal. Particularmente, hay un mayor impulso a la
competitividad y productividad, que permitirá desarrollar nuevos motores de
crecimiento que incrementen la frontera de posibilidades de producción de la
economía peruana.

Entre los factores internos que impulsarán el crecimiento económico destaca la


inversión privada, que crecería 7,4% en promedio entre 2020-2022, debido a la
construcción de grandes proyectos de infraestructura como la ampliación del
aeropuerto Jorge Chávez, la Línea 2 del Metro de Lima y Callao y el terminal
portuario Salaverry. A estos proyectos se sumará el terminal portuario Chancay,
cuya inversión de la primera etapa asciende a US$ 1,3 mil millones y se
convertiría en el hub portuario y logístico entre China y la costa oeste de
Sudamérica, y los proyectos que Pro Inversión adjudique. Pro Inversión tiene
como meta adjudicar 58 proyectos por US$ 10 mil millones2 entre 2019-2021.
Por otra parte, se prevé una moderación del crecimiento de la inversión minera
por la culminación de la fase de construcción de grandes proyectos mineros. No
obstante, nuestro país tiene una cartera de 41 proyectos mineros por US$ 49 mil
millones que podrían iniciar su desarrollo en los próximos años. Asimismo, Perú
continuará siendo un polo de atracción para nuevas inversiones en minería
debido a su alta competitividad (bajos cash cost, grandes reservas y políticas
atractivas para la inversión), y a las medidas que se están implementando para
generar un ambiente favorable para la inversión minera y hacer sostenible el
crecimiento del sector.
Finalmente, con el objetivo de dar soporte al crecimiento de mediano y largo
plazo de la economía peruana, la administración actual viene trabajando en una
estrategia integral para impulsar la competitividad y productividad del Perú a
través de la Política Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP) y el rol
de las mesas ejecutivas. Así, el 31 de diciembre de 2018, el Gobierno aprobó la
PNCP cuyo objetivo principal es aumentar el bienestar de todos los peruanos
sobre la base de un crecimiento sostenible, la cual está compuesta por nueve
objetivos prioritarios. Asimismo, como parte de la PNCP, se está elaborando el
Plan Nacional de Infraestructura (PNI) que permitirá priorizar, articular y
consensuar proyectos para promover la competitividad en el corto, mediano y
largo plazo. El PNI tendrá un enfoque territorial, que aproveche la potencialidad
de cada región, y multisectorial, que agrupe proyectos de diversos sectores.
Respecto a las mesas ejecutivas, a abril de 2019, se han implementado ocho
mesas ejecutivas3, y este año, el Gobierno lanzará medidas de política que se
enfocarán, principalmente, en el desarrollo de tres de estas: forestal, acuícola y
turismo. Para ello, se está trabajando en la mejora de la conectividad, seguridad
e infraestructura; además, se tendrá un marco normativo para eliminar las
barreras que impiden el despegue de estos sectores.

FINANZAS PÚBLICAS

Las proyecciones fiscales del presente informe son consistentes con el marco
macro fiscal vigente para el Sector Público No Financiero (SPNF). Dicho marco
establece que el déficit fiscal del SPNF seguirá una trayectoria de convergencia
gradual hasta alcanzar el 1,0% del PBI en 2021 y en adelante. En 2018, Perú
mostró una mejora significativa en su posición fiscal debido a que el déficit fiscal
del SPNF alcanzó 2,3% del PBI, por debajo de la regla de 3,5% del PBI, y registró
la menor deuda de la región (25,7% del PBI).

En este contexto, los logros en el ámbito fiscal de 2018 permiten plantear una
nueva senda de consolidación con menores déficits fiscales para el horizonte
2019-2022. Así, en 2019, el déficit fiscal se ubicará en 2,2% del PBI (regla: 2,9%
del PBI), se reducirá a 1,8% del PBI en 2020 (regla: 2,1% del PBI) y se ubicará
en 1,0% del PBI a partir de 2021 en adelante. Esta senda de consolidación
garantiza una trayectoria estable de la deuda pública al final del horizonte de
proyección, en cumplimiento con su regla fiscal. En consecuencia, el manejo
prudente de las finanzas públicas mediante reglas fiscales reitera el compromiso
del Estado con la sostenibilidad fiscal.
La estrategia de consolidación fiscal se sostiene en medidas orientadas a
incrementar los ingresos fiscales permanentes y a mejorar la eficiencia del gasto
público. De esta manera, el diseño de la consolidación fiscal evita que el retiro
del impulso fiscal a lo largo de la trayectoria afecte el gasto público y el
crecimiento económico. Los mayores ingresos obtenidos mediante las medidas
de política y administración tributaria permitirán la provisión adecuada de
servicios e infraestructura pública de calidad. La consolidación por el lado de los
ingresos resulta factible y eficiente dada la persistencia de un elevado nivel de
incumplimiento tributario que se ha incrementado en los últimos años.
En el horizonte de proyección se prevé un mayor dinamismo de los ingresos del
Gobierno General, los cuales se expandirán desde un nivel de 19,5% del PBI
previsto para 2019 a 20,5% del PBI en 2022. En 2019, los ingresos del Gobierno
General crecerán 4,6% real. Entre 2020 y 2022, los ingresos fiscales crecerán
6,7% promedio real.

La proyección de ingresos se sustenta en un crecimiento económico en torno a


su potencial, la normalización de las devoluciones y el inicio del pago del
impuesto a la renta de proyectos mineros nuevos. Un factor clave en la dinámica
de los ingresos será la recaudación prevista por la maduración de las medidas
aprobadas en 2018, dirigidas a combatir la evasión y elusión de impuestos, como
la masificación de comprobantes de pago electrónico y el fortalecimiento del
marco antielusivo. Los ingresos provenientes de las medidas tributarias serán de
carácter permanente y permitirán incrementar los ingresos estructurales.

La dinámica de los ingresos proyectados será similar a la de los ingresos


estructurales en un contexto en el cual las brechas del producto y de precios de
exportación son casi nulas. Así, entre 2019 y 2022 los ingresos observados serán
ligeramente superiores a los estructurales como reflejo de una brecha positiva
del producto, y de precios de exportación minero y de hidrocarburos que irán
acercándose a sus estimados potenciales en el horizonte de proyección.

Hacia adelante, es importante advertir que las proyecciones de ingresos están


expuestas a riesgos relacionados con cambios adversos en el entorno
internacional y a la efectividad de las medidas tributarias adoptadas. En un
contexto de mayores ingresos vinculados a la cotización de commodities e
incertidumbre sobre el futuro del comercio mundial, los riesgos para las cuentas
fiscales peruanas siguen latentes. Se estima que una caída de 10 puntos en el
índice de precios de exportación reduciría los ingresos fiscales en torno a 0,6%
- 0,7% del PBI. Si a esto se suma un menor crecimiento del PBI en 1 p.p. respecto
a lo proyectado, los ingresos fiscales podrían reducirse entre 0,7% y 0,9% del
PBI de materializarse ambos efectos.

Por el lado del gasto público, su evolución será resultado de una estrategia fiscal
diseñada para minimizar el impacto de la consolidación fiscal sobre la actividad
económica. Así, se prevé que el gasto no financiero del Gobierno General se
estabilice en torno al 20,2% del PBI entre 2019 y 2022 y crecerá a un ritmo
promedio de 4,8% real. Este nivel de gasto permitirá continuar fortaleciendo las
capacidades del capital humano, el suministro de bienes y servicios públicos de
calidad, y seguir con el cierre de brechas de infraestructura. Ello se desarrollará
en un contexto de manejo responsable de las cuentas fiscales y de políticas
públicas enmarcadas en la modernización de los sistemas administrativos del
Estado, que implica un uso de recursos más efectivo, eficiente y transparente.
Por el lado del gasto corriente, en 2019, se mantendrá en línea con las reglas
fiscales y llegará a 15,3% del PBI luego de alcanzar un máximo de 15,9% del
PBI en 2015, en un contexto de una programación presupuestal que promueve
la eficiencia del gasto. Para el periodo 2020-2022 el gasto corriente se
estabilizará en un promedio de 15,0% del PBI.
Se estima que, en 2019, la inversión pública del SPNF crezca 4,5% real, en un
contexto de ejecución de proyectos de gran escala, y aprobación de medidas
presupuestales y de gestión pública que buscan atenuar los efectos del primer
año de las autoridades Regionales y Locales. La proyección considera la
continuidad de proyectos de gran envergadura, como las obras de la
Reconstrucción (presupuesto total de S/ 9 mil millones o 1,2% del PBI), la
Modernización de la Refinería de Talara (estimado de ejecución de S/ 2,3 mil
millones o 0,3% del PBI), y Juegos Panamericanos (estimado de ejecución de S/
2,2 mil millones o 0,3% del PBI).
El crecimiento de la inversión pública se sustenta en el fortalecimiento del marco
normativo de la inversión y de la programación presupuestal, junto al despliegue
de medidas de gestión para acelerar el proceso de aprendizaje de las
autoridades electas de los Gobiernos Regionales y Locales. A diferencia del
2011 y 2015, años en los que también hubo cambio de autoridades, se han
fortalecido los marcos normativos de ejecución de las inversiones. Así, se han
establecido los criterios de priorización de proyectos, la regulación de las fases
del ciclo del proyecto y de los convenios entre entidades; en las Asociaciones
Público - Privadas, destacan las Oficinas de Gestión de Proyectos (PMO), y en
Obras por Impuestos, la ampliación a más sectores.

Es preciso señalar que la inversión pública tendrá mayor incidencia sobre la


actividad económica en los próximos meses debido a la gradualidad en el ciclo
de inversiones y al proceso de aprendizaje de autoridades regionales y locales.
Al 2022, la inversión pública alcanzará niveles de 5,3% del PBI, superior al
promedio registrado en el periodo 2010-2018 (5,2% del PBI). El despliegue de la
inversión en infraestructura pública se desarrollará con un enfoque de cierre de
brechas, esencialmente en infraestructura de saneamiento, transporte, salud,
educación y seguridad ciudadana.

En consistencia con la Estrategia de Gestión Integral de Activos y Pasivos y la


trayectoria de la consolidación fiscal, la deuda pública del SPNF alcanzará un
nivel de 26,5% del PBI en 2019, para luego descender hasta 25,0% del PBI en
2022, manteniéndose en niveles sostenibles y por debajo de su regla fiscal (30%
del PBI). Así, el éxito de la consolidación fiscal fortalecerá la sostenibilidad de la
deuda pública, lo que contribuirá con la estabilidad macroeconómica y brindará
al país una sólida posición fiscal frente a escenarios adversos como crisis
financieras o desastres naturales. Además, permitirá mantener una calificación
crediticia favorable, para ampliar el portafolio de inversionistas institucionales, y
una baja carga de pago de intereses, que brindará mayor espacio para gasto
público productivo que mejore el bienestar de los ciudadanos.
COMPORTAMIENTO DE LA ECONOMÍA PERUANA EL PRIMER TRISTE DEL
2019

En el primer trimestre del año 2019, el Producto Bruto Interno (PBI) a precios
constantes de 2007, registró un crecimiento de 2,3%, incidió en este resultado la
evolución favorable del gasto de consumo de las familias (3,2%) y el mejor
desempeño de la inversión privada (3,7%), registrando 39 trimestres de
crecimiento ininterrumpido.

El desempeño del PBI en el primer trimestre, tuvo lugar en un contexto


internacional caracterizado por tensiones comerciales entre Estados Unidos y
China, y restricciones financieras en las economías avanzadas, afectando el
crecimiento de nuestros principales socios comerciales, repercutiendo en el
precio y volumen de nuestros bienes de exportación. La demanda interna creció
en 2,8%, debido al incremento del consumo total (3,0%) y de la formación bruta
de capital en 2,2%. El gasto de consumo final privado aumentó en 3,2%,
explicado por el incremento del ingreso total real de los trabajadores en 2,5% y
el aumento del empleo en 1,8%. El gasto de consumo final del gobierno creció
en 2,0%, por el mayor gasto en Educación pública 7,3% y Salud pública 7,7%,
mientras que, los gastos en Administración pública y defensa disminuyeron en -
1,8%.
La inversión bruta fija aumentó en 1,4%, como resultado del incremento de
nuevas construcciones en 1,8% y de las compras de maquinaria y equipo en
0,8%, influenciado por la mayor adquisición de maquinaria y equipo de origen
nacional (5,6%), en tanto que, la adquisición de equipamiento de origen
importado disminuyó (-1.7%). La inversión privada aumentó en 3,7%, mientras
que, la inversión pública se contrajo en -8,0%.

El debilitamiento en el desempeño de la economía mundial, se reflejó en la


disminución de las cotizaciones internacionales de los minerales, así como, en
el incremento de la cotización del petróleo, trigo y maíz, en relación a similar
trimestre del año anterior, incidiendo en la desfavorable evolución de los términos
de intercambio (-4,7%). En este contexto, nuestras exportaciones de bienes y
servicios decrecieron (-0,7%), en tanto que, aumentó el volumen de las
importaciones en 1,2%.
El crecimiento del Producto Bruto Interno (2,3%) por actividades económicas en
el primer trimestre del año, se debió a la favorable evolución de las actividades
extractivas 0,6% y de servicios 3,7%, las actividades de transformación
disminuyeron en -0,1%. Las actividades extractivas, crecieron por el buen
desempeño de la Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (4,9%), atenuada por
la contracción de la Pesca y acuicultura (-20,3%) y la Extracción de petróleo, gas
y minerales (-0,6%). Las actividades de transformación crecieron como resultado
de la evolución diferenciada del crecimiento de la Construcción (1,8%) y la
disminución de la Manufactura (-0,9%). Las actividades de servicios crecieron
principalmente por los incrementos de Electricidad, gas y agua (5,9%),
Telecomunicaciones y otros servicios de información (6,3%), Servicios
financieros, seguros y pensiones (4,8%), Administración pública y defensa
(4,7%), y Alojamiento y restaurantes (3,6%), entre otros. El PBI
desestacionalizado disminuyó en -0,5% respecto al trimestre inmediato anterior.

EN 10 AÑOS PERÚ ALCANZARÍA ACTUAL PBI PER CÁPITA DE CHILE SI


CRECE 5% ANUAL

La economía peruana está aún lejos de países desarrollados. Si el PBI creciera


a un ritmo de 6.5% anual por los próximos 20 años, el Perú alcanzaría el PBI per
cápita actual de Canadá.

El crecimiento sostenido del PBI real per cápita del Perú en los últimos años -en
porcentaje- permitió que en el 2018 se ubique al mismo nivel del PBI per cápita
promedio de los países de Europa emergente y supere al de América Latina y el
Caribe; sin embargo, en montos, todavía estamos lejos de otras economías.

Si la economía del Perú creciera a una tasa de 5% anual (considerando como


base el PBI per cápita del 2018), le tomaría 19 años alcanzar el nivel del PBI per
cápita que tiene Corea hoy.

Pero el país no solo está lejos de los países del Asia; de hecho todavía existe
una distancia respecto a las economías de la región. Al Perú le tomaría 10 años
alcanzar el nivel del PBI per cápita que tiene Chile hoy, y un periodo de 5 años
para estar al nivel del PBI per cápita actual de México.

Según la proyección del Gobierno, recién a partir del 2021 la economía peruana
alcanzaría un crecimiento sostenido de 5%. Para este año aún se espera un
incremento por debajo de esa cifra (4.2%).

La competitividad es uno de los grandes retos y es la única manera de crecer a


estas tasas de manera sostenible. Cualquier otra forma de crecer más alto, si no
está basada en la competitividad, va a ser de corta vida tal como nos ha pasado
durante la década pasada.
Basta ver el Índice de Competitividad Global -del World Economic Forum 2018-
para notar que, de los pilares analizados, el Perú solo supera al promedio de los
países de la OCDE en estabilidad macroeconómica, pero está por debajo en
dinamismo empresarial, mercado laboral, capital humano, infraestructura e
institucionalidad.

A finales del 2018 el Gobierno publicó la Política Nacional de Competitividad y


Productividad (PNCP) , quedando pendiente hacia junio de este año la
presentación del Plan Nacional y hacia adelante el Sistema Nacional, ambos en
la misma línea.
PBI EN AMÉRICA
LATINA
PBI DE CHILE
INTRODUCCION:
Chile es considerado tradicionalmente como un modelo en América Latina en
términos de transparencia política y financiera. También ha sido una de las
economías de más rápido crecimiento en América Latina en la última década,
permitiendo al país reducir significativamente la pobreza (Banco Mundial). Según
el Banco Central de Chile, el PIB creció un 4% en 2018 y se espera que crezca
un 3,4% en 2019 y un 3,2% en 2020 (FMI). Coface también proyecta un
crecimiento del PIB del 3.5% en 2019. La recuperación económica de Chile luego
de años de bajos precios de productos básicos dependió de un mayor consumo
e inversión privada, salarios más altos, tasas de interés más bajas, confianza en
el sector privado, precios más altos del cobre, crecimiento de la producción
minera y en menor medida, sobre el aumento del comercio al por mayor y los
servicios comerciales (Banco Mundial).
DESARROLLO DEL PBI:
El Producto Interno Bruto (PIB) de Chile creció un 4 % en 2018, después de
aumentar un 3,6 % en el último trimestre del año, informó hoy el Banco Central
(BC).
La cifra está en línea con las expectativas del mercado y del Gobierno chileno, y
supone la mayor tasa de crecimiento de la economía desde el año 2013.
Según el emisor chileno, todas las actividades económicas cerraron el 2018 con
números verdes, y la minería, los servicios personales y el comercio son los que
tuvieron una mayor incidencia.
La minería registró un incremento del 5,2 % el año pasado después de caer tres
años consecutivos, liderada por la explotación de cobre.
Esto se explicó por la baja base de comparación debido a la paralización de
faenas mineras en 2017 y por las mejoras de procesos, precisó el Banco Central.
La industria manufacturera se expandió un 3,9 % anual en 2018 y la actividad de
electricidad, gas, agua y gestión de derechos (EGA) lo hizo un 5 %.
La construcción se recuperó de la caída que había sufrido en 2017 y anotó un
alza del 3,2 % que se debió, principalmente, a la edificación de viviendas.
La actividad comercial cerró el 2018 con un aumento del 5 % y números positivos
en todos sus componentes, especialmente en el comercio mayorista, el
automotor y el minorista, precisó el emisor chileno.
Desde la perspectiva del gasto, el PIB estuvo impulsado por la demanda interna,
que subió un 4,7 %, y la formación bruta de capital fijo (inversión), que también
aumentó un 4,7 % anual después de acumular cuatro años con números rojos.
En cuanto al comercio exterior, las exportaciones subieron un 5 % liderada por
el cobre, el salmón y las frutas.
Las importaciones, en tanto, aumentaron un 7,6 % en 2018 impulsadas por
mayores comprar en el exterior de automóviles y maquinaria de uso industrial y
minero, indicó el Banco Central.
El emisor revisó también las cifras del PIB de los años 2016 y 2017. En el caso
de 2016, subió la tasa de crecimiento del 1,3 al 1,7 %, y en 2017 lo redujo del
1,5 al 1,3 %.

PRINCIPALES SECTORES ECONÓMICOS:

Los sectores de actividad clave de Chile incluyen la minería (cobre, carbón y


nitrato), productos manufacturados (procesamiento de alimentos, productos
químicos, madera) y agricultura (pesca, viticultura y fruta). El sector industrial en
Chile contribuyó con el 29,96%del PIB en 2018 y empleó al 22,74% de la
población activa, según el Banco Mundial. Sin embargo, las industrias chilenas
cayeron un 1,6% en julio de 2018 en comparación con junio de 2017, con los
mayores perdedores, incluida la minería (2,5%); electricidad, gas y agua (1,7%);
y fabricación (1,4%) ((INE).

El sector agrícola contribuyó con el 3,83% del PIB y empleó al 9,35% de la


población activa en 2018. La agricultura y la ganadería son las principales
actividades en el centro y sur del país. Las exportaciones de frutas y hortalizas
han alcanzado récords históricos debido a una estrategia deliberada
implementada en la década de 1990 dirigida a los mercados europeos,
norteamericanos y asiáticos. La ubicación de Chile en el hemisferio sur le permite
ofrecer frutos fuera de temporada a los países del hemisferio norte. Las
exportaciones de uva y nueces han sufrido, según Juan Sutil, director de
la Sociedad Nacional de Agricultura, debido a la mayor competencia del Perú en
la industria de la uva y el arancel de importación de la India, que aumentó la
oferta y disminuyó los precios internacionales de la nuez. También se espera
que las exportaciones de salmón coho a China aumenten en 2019 (UCN).
El sector de servicios contribuye con el 57,59% del PIB y emplea a alrededor
del 67,92% de la población. La economía chilena enfrenta tres desafíos
principales: superar su dependencia tradicional del precio del cobre, ya que la
producción de cobre representa el 50% de las exportaciones del país; desarrollar
un suministro de alimentos autosuficiente, ya que la agricultura actualmente
produce menos de la mitad de las necesidades domésticas; y aumentando su
productividad, especialmente en el sector minero. Según Fedetur, el turismo en
Chile disminuyó un 11% desde los niveles de 2017 debido a una disminución del
25% en los visitantes argentinos.
PBI DE BRASIL
INTRODUCCION:
Brasil es la octava economía más grande del mundo. Después de casi una
década de fuerte crecimiento (2002-2013), Brasil entró en la peor recesión de su
historia en 2015 (-3,8% del PIB) y 2016 (-3,6%). Esta crisis económica se debió
a la caída de los precios de los productos básicos y al descenso del consumo y
de la inversión. Sin embargo, la economía se recuperó en 2017 y el PIB registró
una progresión del 1%. El ajuste presupuestario y las condiciones económicas
favorables han favorecido la recuperación. En 2018, la economía brasileña
confirmó su repunte y el PIB del país creció un 1,4%. Se espera que la economía
siga creciendo en 2019, alcanzando una tasa de crecimiento anual estimada del
PIB del 2,4% (FMI).
En 2018, la inflación creció ligeramente, alcanzando el 3,7% (en comparación
con el 3,4% del año anterior) y se espera que aumente al 4,2% en 2019. La
consolidación fiscal es el principal objetivo del gobierno, pero aunque se espera
que el déficit fiscal se reduzca en 2019, la promesa del presidente de reducir el
desequilibrio a cero este año no es factible. El saldo presupuestario del gobierno
registró en 2018 un déficit del 7,3% que debiera mantenerse en un nivel similar
en 2019 y 2020.
DESARROLLO DEL PBI:
"En lo acumulado del año el PIB creció 1,1% en relación al mismo período de
2017", agregó el instituto en un comunicado.

El resultado coincide con las estimaciones de los analistas consultados por la


prensa local que apuntaban un avance de entre 0,7 y 0,8%, principalmente
explicado por la débil base del trimestre anterior.

La mayor economía latinoamericana creció 0,2% en el período abril-junio,


marcado por una dura huelga de camioneros y por incertidumbres electorales, y
otro 0,1% en enero-marzo.
En el período julio-septiembre, el sector agropecuario lideró con una expansión
de 0,7%, seguida por servicios, con 0,5% y por la industria, con 0,4%, reseñó el
IBGE.

En detalle, en el sector servicios todos los componentes mostraron saldos


positivos, siendo el rubro de transporte, almacenamiento y correo el que
despuntó (2,6%), seguido por comercio (1,1%) y actividades inmobiliarias (1%).

Ya en el área industrial, las industrias de transformación (0,8%), las extractivistas


(0,7%) y las de construcción (0,7%) crecieron, a diferencia de las de electricidad,
gas, agua, cloacas y actividades de gestión de residuos que sufrieron una
retracción de 1,1%.
Por el lado de la demanda, las inversiones (formación bruta de capital fijo)
crecieron 6,6%. El consumo de las familias aumentó 0,6%, marcando el mejor
resultado desde el tercer trimestre de 2017, y el consumo del gobierno, 0,3%.

Comparado con el mismo período de 2017, el tercer trimestre de este año mostró
un alza de 1,3%.
En el acumulado de los últimos cuatro trimestres, el PIB subió 1,4% respecto a
los cuatro trimestres inmediatamente anteriores.

Brasil salió en 2017 de dos años de recesión, con una expansión de 1%.
La expectativa inicial del gobierno de Michel Temer y del mercado era que este
año el despegue se consolidara, con un aumento del PIB de cerca de 3%; pero
el recelo de inversores y consumidores, así como la huelga de camioneros que
a fines de mayo paralizó once días al país, redujeron esas proyecciones a menos
de la mitad, en torno a 1,4%. Para 2019 la estimativa de expansión se mantiene
en 2,5%.

Las incertidumbres electorales que marcaron 2018 terminaron con la victoria en


octubre del ultraderechista Jair Bolsonaro. Su campaña prometió poner fin a la
corrupción, a la criminalidad y a la crisis económica que sumió a la principal
potencia latinoamericana en dos años de recesión y otros dos de débil
crecimiento.

Uno de los principales desafíos del gobierno de Bolsonaro, que asume el 1º de


enero, será justamente el de reactivar la economía.

En este punto, el mandatario promete aplicar una política ultra liberal que incluye
privatizaciones y una reforma tributaria y del sistema de jubilaciones, con el
objetivo de sanear las cuentas públicas y recuperar la confianza de los
inversores.

PRINCIPALES SECTORES ECONÓMICOS:

Brasil tiene abundantes recursos naturales y una economía relativamente


diversificada. Es el mayor productor mundial de café, caña de azúcar y naranjas,
y es uno de los mayores productores mundiales de soja. Con bosques que
cubren la mitad del país y la selva tropical más grande del mundo, Brasil es el
cuarto mayor exportador mundial de madera. Además, en Brasil se encuentra el
mayor ganado comercial del mundo. El país también atrae a muchos grupos
multinacionales en las industrias de alimentos y biocombustibles. Aun así, la
agricultura contribuye relativamente poco al PIB (4,6%) y solo emplea al 10% de
la población, mientras que representa el 40% de las exportaciones.
Brasil también es una gran potencia industrial, y se ha beneficiado enormemente
de su riqueza en minerales. El país es el segundo mayor exportador mundial de
hierro y uno de los principales productores mundiales de aluminio y carbón.
Como productor de petróleo, Brasil apunta a convertirse en independiente de la
energía en un futuro cercano, con reservas que podrían convertirlo en uno de los
cinco principales productores de petróleo del mundo. Además, el país se está
afirmando cada vez más en los sectores de la industria textil, aeronáutica,
farmacéutica, automotriz, siderúrgica y química. Muchos de los grandes
fabricantes de automóviles del mundo han establecido plantas de producción en
Brasil. El sector industrial aporta 18,5% al PIB y emplea a 20,9% de la población.
A pesar de que el sector ha experimentado una desaceleración en los últimos
años, se ha estado recuperando desde 2016 y está creciendo nuevamente.

El sector de servicios representa más del 63% del PIB brasileño y emplea a casi
el 70% de la fuerza laboral activa. En los últimos años, el país se ha embarcado
en la producción de servicios de alto valor agregado, especialmente en los
campos de la aeronáutica y las telecomunicaciones. El turismo también ha ido
en aumento en los últimos años, por lo que es un segmento importante del
sector.
PBI DE COLOMBIA
INTRODUCCIÓN:
La economía de Colombia es de ingresos medianos-altos. Se destaca en el
ámbito internacional por el importante crecimiento que ha experimentado en la
última década en la exportación de mercancía y por el atractivo que ofrece a
la inversión extranjera. Es la cuarta economía más grande de América Latina,
tras las de Brasil, México y Argentina. En la clasificación internacional, se
encuentra dentro de las 30 mayores del mundo.
Hasta los años 1950 e incluso hasta la década anterior, el principal medio de
Colombia para obtener divisas se centró principalmente en las ventas externas
de café. Sin embargo, existen varios sectores que hicieron que Colombia fuera
uno de los países más reconocidos por su producción, como son
las esmeraldas y la floricultura. También se destacan los sectores de la industria
automotriz, textiles y es un gran exportador de oro, zafiros y diamantes, entre
otros productos.

DESARROLLO DEL PBI:


El producto interior bruto de Colombia en el cuarto trimestre del 2018 ha crecido
un 0.6% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de 2 décimas menor que la
del tercer trimestre de 2019, cuando fue del 0.8%.
La variación interanual del PBI ha sido del 2.9%, luego no se ha producido
variación desde el trimestre anterior.
La cifra del PBI en el cuarto trimestre del 2018 fue de 68.515 millones de euros,
con lo que Colombia se situaba como la economía número 30 en el ranking de
PIB trimestral de los 50 países que publicamos.
Colombia tiene un PBI per cápita trimestral de 1.390 euros, 30 euros mayor que
el del mismo trimestre del año anterior que fe de 1.360 euros
Si ordenamos los países que publicamos en función de su PBI per cápita
trimestral, Colombia se encuentra en el puesto 47, por lo que sus habitantes
tienen, según este parámetro, un bajo nivel de riqueza en relación a los 50 países
de los que publicamos este dato.
Durante el 2018, las ventas reales del comercio al por menor aumentaron en 6,2
por ciento, con lo cual, este sector, que es gran generador de empleo, siguió
siendo uno de los motores de la economía.

A pocos días de que el Dane presente los resultados de la producción total del
país durante el año pasado, los principales sectores que hacen parte de la
medición del producto interno bruto (PBI) ya están dando las señales de un
crecimiento similar al que espera el mercado: 2,6 por ciento. Este jueves, con los
resultados del comportamiento del comercio, la industria y las edificaciones, se
completó el paquete.
Según el Dane, solo en diciembre pasado las ventas reales del comercio
minorista aumentaron 7 por ciento, frente al mismo mes del 2017, cuando
bajaron 4,7 por ciento. Esta rama incluye 16 líneas de mercancía, de las cuales
15 registraron crecimientos positivos en diciembre, mientras que la resta la puso
el segmento de los repuestos, partes, accesorios y lubricantes para vehículos.
En el año completo, fueron dos los subsectores que restaron (al de repuestos se
sumó el de productos farmacéuticos y medicinales).
Déficit comercial creció US$ 1.021 millones en el 2018
Ventas del comercio crecieron 7% en diciembre; la industria bajó 0,8 %
Informalidad de trabajadores no cede y es de 48,2 %, según Dane
ASÍ LE FUE A LA INDUSTRIA

En lo que tiene que ver con la producción industrial, durante el último mes del
año bajó en 0,8 por ciento, en comparación con una caída del 1,1 por ciento en
el mismo mes del 2017.

Entre tanto, para el año completo, la producción real de la industria


manufacturera tuvo un crecimiento positivo de 2,9 por ciento, y las ventas reales
se incrementaron en 3,4 por ciento.

Esta actividad económica abarca 39 ramas, 20 de las cuales presionaron el


sector a la baja, con variaciones negativas en el resultado anual, mientras que
19 subsectores aportaron positivamente al resultado.

¿CÓMO LE FUE A LA CONSTRUCCIÓN?

De acuerdo con el censo de edificaciones que dio a conocer este jueves el Dane,
durante el 2018 se iniciaron nuevos proyectos de construcción que sumaron
15’459.830 metros cuadrados, es decir, 2’268.637 menos que en el 2017. Las
cifras muestran una reducción de 12,8 por ciento.

Según la encuesta del Dane, hubo una disminución de 11,5 por ciento en el área
nueva que comenzó obra para vivienda. Lo mismo sucedió con oficinas, cuya
variación fue de -34,8 por ciento; bodegas, con -37,4 y hotelería, con -65,7.

En cuanto a los metros cuadrados nuevos para comercio y educación,


sobresalen porque, en comparación con el 2017, aumentaron 6,1 por ciento y
42,2 por ciento, respectivamente.

COMPRAS Y VENTAS EXTERNAS


En un 11,2 por ciento se incrementaron las importaciones de Colombia en el
2018 frente al mismo mes del 2017, al totalizar 51.231 millones de dólares. Solo
en el último mes del 2018 las compras externas del país sumaron 4.183 millones
de dólares, lo que representó un aumento de 15,1 por ciento con relación al
mismo mes del 2017.
Tras estas cifras, la balanza comercial en diciembre del 2018, es decir, el
comparativo entre lo que compra y lo que vende el país en el exterior, estuvo en
desequilibrio.

El déficit en el último mes del año pasado fue de 586,9 millones de dólares,
panorama contrario al de igual mes del 2017, cuando se presentó un superávit
de 517,2 millones.

En el año completo, de acuerdo con el informe del Dane, el saldo en rojo en la


balanza comercial colombiana del 2018 fue de 7.113,3 millones de dólares,
mientras que en el año inmediatamente anterior había sido de 6.091,7 millones
de dólares.

Los analistas de Bancolombia expresaron que el crecimiento más pronunciado


de las importaciones en comparación con las exportaciones, lo que llevó a una
ampliación del desbalance comercial, se había corregido en los dos últimos años,
hasta niveles inferiores a 2 por ciento del producto interno bruto (PBI).
En el último trimestre crecieron los pagos en las obras civiles
Luego de tres trimestres en decrecimiento, durante el último tramo del 2018 (de
octubre a diciembre), los pagos en obras civiles se incrementaron por primera
vez, en un 5,27 por ciento, según las estadísticas del Dane.

Sin embargo, este impulso en el último trimestre no logró empujar más el


resultado total y, durante el año, la variación fue negativa (-2,25 %).

El subsector que más expansión logró en el cuarto trimestre fue el de vías


férreas, pistas de aterrizaje y sistemas de transporte masivo (35,3 %). en
contraste, el que presentó variación negativa fue el de vías de agua, puertos,
represas, acueductos, alcantarillado y otras obras portuarias (-9,9 %).

Las entidades del orden nacional casi emparejan con las del orden territorial en
cuanto a los pagos efectuados: las nacionales registraron un aumento de 47,5
por ciento y las territoriales, 40,6 por ciento.

Se destaca también que el grupo de carreteras, calles, caminos, puentes,


carreteras sobre elevadas, túneles y construcción de subterráneos tuviera un
aumentó en 4,4 por ciento en sus pagos, por lo que sumaron 1,9 puntos
porcentuales a la variación anual, indicó el Dane. “este resultado está explicado
por el aumento de los pagos destinados a la construcción, mantenimiento,
reparación y adecuación de vías interurbanas”, señaló la entidad.

Este es uno de los sectores de la economía que también le aporta mucho a la


generación de empleo, por lo que su repunte en el último trimestre del año
pasado es una buena señal.
PBI DE VENEZUELA
INTRODUCCION:
Dotado de las reservas de petróleo más grandes del mundo (302,807 billones de
barriles en 2017, según la OPEP), Venezuela depende en gran medida de las
fluctuaciones de los precios del petróleo (que representan el 96% de las
exportaciones). La economía venezolana se ha visto fuertemente afectada por
la caída de los precios del petróleo. El FMI prevé una disminución del PIB del
18% en 2018, seguida de una disminución del 5,0% en 2019 y del 2,0% en 2020
(el Banco Central del país no ha publicado datos sobre el PIB desde
2015). Según el FMI, el PIB de Venezuela en 2018 sería inferior a la mitad en
comparación con 2013 (una contracción más importante que la que Estados
Unidos presenció durante la Gran Depresión de 1929-1933). El PIB per cápita
se dividió por 2 entre 2016 y 2018, pasando de 7688 USD a 3300 USD, y debería
continuar su tendencia bajista.
DESARROLLO DEL PBI:
El consumo de los hogares y la inversión privada fueron débiles en 2018. La
inflación llegó a 1% en 2018 y, según las previsiones del FMI, se supone que
alcanzará el 10% en 2019. Esta tendencia, junto con la caída del valor de la
moneda nacional, El bolívar, solo ayudó a empeorar la situación económica. La
deuda aumentó a 159.0% del PIB en 2018, y debería crecer a 162.5% del PIB
en 2019 (estimaciones del FMI). Venezuela sufre de un desequilibrio comercial
a pesar de la disminución de las importaciones, Lo cual está vinculado a la falta
de competitividad del sector industrial. Además, el clima de negocios es malo, el
Estado está procediendo en particular a expropiaciones arbitrarias: el Presidente
Maduro puso la producción y distribución de artículos esenciales bajo el control
de los militares y los grupos locales de miembros del partido en el poder.
En Venezuela, los aumentos de salarios no siguieron al alza de la inflación. Por
lo tanto, el poder de compra es débil y ha disminuido fuertemente durante los
últimos años; La pobreza ha aumentado y el sistema de salud se encuentra en
estado crítico. La tasa de desempleo ha aumentado y se ubicó en 34.3% en
2018, con predicciones de 38.0% para 2019 y 39.8% para 2020. El país también
enfrenta un aumento de la inseguridad, con la tasa más alta de homicidios en el
continente sudamericano. Debido a la catástrofe económica, la escasez de
alimentos y medicamentos ha aumentado.
PRINCIPALES SECTORES ECONÓMICOS:

El sector agrícola representa el 5.0% del PIB venezolano (Banco Mundial) y


empleó al 10% de la población activa en 2018. Los principales productos
agrícolas del país son el maíz, la soja, la caña de azúcar, el arroz, el algodón,
los plátanos, las verduras, el café, Cacao, carne de vacuno y carne de cerdo,
leche, huevos y pescado. Venezuela goza de importantes recursos naturales:
petróleo (principal recurso natural), gas, minas de oro y plata, bauxita y
diamantes. Según el informe anual de 2018 de la OPEP, los recursos probados
del país en materia de petróleo alcanzarían los 302.809 millones de barriles, lo
que lo coloca en el primer lugar en el mundo frente a Arabia Saudita. En realidad,
a pesar de una disminución continua de la producción de petróleo en 2017 (que
alcanzó en marzo de 2017 su nivel más bajo en 30 años), el país sigue
dependiendo en gran medida de los ingresos del petróleo,
El sector industrial representa el 37,2% del PIB y emplea al 23,56% de la
población activa en 2018, según los datos del Banco Mundial y el FMI. Las
principales actividades industriales son el petróleo (controlado por una empresa
estatal, el petróleo representa la primera riqueza natural del país con casi el 50%
de la riqueza nacional), equipos de construcción, alimentos, textiles, hierro,
acero, aluminio y ensamblaje de piezas de motores. Debido al control estatal de
la moneda y los precios, las industrias locales han encontrado dificultades para
adquirir los bienes necesarios para mantener las operaciones o para vender
bienes con ganancias en el mercado local.
El sector de servicios representa el 52,6% del PIB y emplea al 66,45% de la
población activa en 2018. El sector de servicios es una fuente importante de
ingresos y empleos. El sector incluye banca y finanzas, bienes raíces,
educación, medicina, agencias gubernamentales, hoteles y restaurantes, así
como entretenimiento. En conjunto, estas actividades representan más de dos
tercios del empleo total en Venezuela.

PBI DE ARGENTINA
INTRODUCCION:
Argentina tiene una larga historia de inestabilidad política y económica. Después
de experimentar una contracción de -1,8% en 2016, y una tasa de crecimiento
de 2,9% en 2017, el PIB volvió a caer el año pasado a -2,6%. En 2018, el país
fue golpeado por un cambio de ánimo de los inversionistas extranjeros con
respecto a los mercados emergentes, lo que generó una larga y masiva
liquidación del peso, activando presiones inflacionistas, ante lo cual el Banco
Central subió con fuerza las tasas de interés. La inflación es una preocupación
de peso en Argentina; fue de 31,8% en 2018, cifra que debiera mantenerse en
2019. Sin embargo, aún se prevé que esta cifra baje progresivamente, llegando
eventualmente a 15,4% en 2020, según las estimaciones del FMI.
DESARROLLO DEL PBI:

La deuda pública general representó 62,7% del PIB en 218, y se prevé que se
mantenga a un mismo nivel en 2019, tras un aumento desde 57,6% del PIB en
2017. El presidente Macri lanzó un gran plan de reformas para mejorar la
situación económica y financiera del país: un ajuste monetario mayor para atraer
a nuevos inversionistas, la supresión de diferentes barreras a la inversión
extranjera y la implementación de exenciones de impuesto para industrias de
exportación claves (sobre todo de agricultura), medidas para reforzar el nexo con
EEUU y la UE. En 2018, Macri propuso un plan de reformas económicas que
busca proteger a los ciudadanos más vulnerables, expandiendo la cobertura de
las subvenciones universales para infancia y la cobertura de salud para las
personas de menores ingresos. Sin embargo, este plan no estuvo exento de
consecuencias para la popularidad de Macri, que fue blanco de crítica. Aunque
su coalición no detiene la mayoría en el Congreso, el gobierno fue capaz de
hacer aprobar el presupuesto de 2019, que apuntaba a un déficit primario de
cero en el año, lo que muestra el compromiso de la administración con limitar los
gastos. Además, la balanza pública general fue de -0,4% del PIB en 2019, y se
prevé que debiera subir en 2020 a 1,2%. Argentina posee un gran potencial en
términos de materias primas (litio, la segunda reserva mundial de gas de
esquisto, y la cuarta mayor reserva de petróleo), pero desde la caída de los
precios de los productos básicos en 2013, el gobierno ha buscado
permanentemente una estabilidad financiera y económica. En 2019, la
recuperación de la actividad agrícola y un entorno macroeconómico más
estabilizado, marcado por algunas mejoras de la inflación, podrían contribuir para
lograr resultados económicos relativamente mejores. Las exportaciones
debieran marcar un crecimiento más fuerte, impulsadas por los bienes primarios
(gracias a una buena cosecha) y mayores exportaciones manufactureras hacia
Brasil. El declive de las importaciones, debido a la depreciación de la divisa y la
baja demanda interna, y la recuperación de las exportaciones agrícolas,
contribuirán a reducir el desequilibrio de la cuenta corriente. Hasta las próximas
elecciones generales, a fines de 2019, el gobierno buscará implementar su
agenda de reformas, con tres prioridades: establecer una estabilidad financiera
y fiscal; fortalecer el mercado laboral; e implementar reformas institucionales.En
2018, la tasa de desempleo en Argentina fue de 8,9%, y se prevé que esta cifra
aumente a 9,4% en 2019, y que luego baje ligeramente a 9,2% en 2020. El
gobierno argentino ha tenido dificultades para luchar contra los altos niveles de
pobreza y desempleo. La situación social del país se caracteriza por tensiones
constantes entre el gobierno y los movimientos sindicales en torno a las reformas
anunciadas. Además, el país está dividido entre autoridades centrales y
descentralizadas, que se afrontan en torno a la distribución de los ingresos
federales. Casi un tercio de la población en Argentina vive bajo la línea de
pobreza. La red de infraestructura requiere una mayor inversión, ya que no existe
siempre un acceso a la electricidad y el agua en zonas rurales.
PRINCIPALES SECTORES ECONÓMICOS:

A pesar de sus recientes problemas económicos, Argentina sigue jugando un


papel importante en la economía global, sobre todo por su producción agrícola.
Este sector representa 5,6% del PIB, pero solo emplea a 0,5% de la población.
Está basado en la cría de ganado, la producción de cereales (trigo, maíz y soja
transgénica), los cítricos, el tabaco, el té y la uva (principalmente para la
producción de vino). A nivel mundial, Argentina es el primer exportador de
productos derivados de la soja y el tercer productor. El cultivo de soja y caña de
azúcar sirve para elaborar el biocarburante, una especialidad del país que es el
mayor exportador de biodiesel y el cuarto productor mundial. Rica en recursos
energéticos, Argentina además tiene un gran potencial en materias primas: es el
primer productor de gas en América Latina, tiene el segundo yacimiento más
importante de gas de esquisto a nivel mundial, la cuarta reserva de petróleo y
litio.

El sector industrial se ha desarrollado considerablemente durante los últimos


años. Contribuye aproximadamente 21,8% del PIB y emplea a cerca de un cuarto
de la población. La preparación industrial de los alimentos (en particular el
envasado de la carne, la molienda de harina y las conservas) y la molinería
constituyen las principales industrias del país. El sector industrial se apoya
además en las filiales de automóviles, los bienes de consumo durable, el sector
textil, las actividades químicas, de imprenta, metalúrgicas y siderúrgicas,
maquinaria industrial y agrícola; electrónica y electrodomésticos. EL sector sigue
estando expuesto a la competencia interncional, y tras un crecimiento de 2,5%
en 2’17, la producción industrial se redujo 5% en 2018.

El sector terciario ha seguido la misma tendencia que la industria. Representa


casi 57% del PIB y emplea a tres cuartos de la población activa. Argentina se ha
especializado en servicios de sectores de punta y el país es especialmente
competitivo en el desarrollo de software, call centers, energía nuclear y turismo.
El sector de la telefonía y las TIC se desarrolla con fuerza, al igual que el turismo,
que se está convirtiendo en un sector importante.
PBI DE ECUADOR
INTRODUCCIÓN:
Gracias al boom del precio del petróleo, Ecuador experimentó un episodio de
crecimiento y reducción de la pobreza entre el 2007 y el 2014. Este auge ocultó
algunos problemas estructurales —como un sector público poco eficiente,
importantes desbalances macroeconómicos, carencia de mecanismos de
estabilización y una baja inversión privada— que se hicieron evidentes cuando
los precios cayeron.

Desde el 2014, Ecuador ha tratado de equilibrar y adecuar su economía a un


contexto internacional desafiante, caracterizado por los bajos precios del
petróleo, la apreciación del dólar y el encarecimiento del financiamiento externo.
Ante la ausencia de ahorros fiscales, el Gobierno inició un proceso de
racionalización de la inversión pública y el gasto corriente. También ha
movilizado diferentes fuentes de financiamiento externo y aplicado medidas
temporales para incrementar los ingresos públicos no petroleros.

DESARROLLO DEL PBI:

La consolidación fiscal en curso ha permitido reducir el déficit fiscal de un pico


de 7,3% del PIB en 2016 a 1,2% en 2018, aún queda mucho camino por delante
para retomar una senda de prosperidad compartida. El crecimiento del PIB ha
promediado sólo 0,6% entre 2015 y 2018 y la pobreza y el índice de Gini se han
mantenido relativamente estables—en torno al 22,7% y 0,47 respectivamente—
desde el 2014.

En marzo de 2019, el Fondo Monetario Internacional aprobó un acuerdo con


Ecuador que brinda apoyo a las políticas económicas del gobierno enmarcadas
en un amplio programa de reformas propuesto en el Plan de Prosperidad 2018 –
2021. Plan en el cual varias instituciones internacionales, incluyendo el Banco
Mundial, comprometieron un apoyo financiero de USD 10.000 millones.

El programa incluye medidas dirigidas a asegurar la sostenibilidad fiscal,


fortalecer los fundamentos de la dolarización, impulsar la inversión privada,
garantizando la protección social para los grupos más vulnerables.

Resulta crítico mejorar la efectividad y progresividad de la política fiscal para


lograr una consolidación que garantice la estabilidad macroeconómica, que
proteja a la población más vulnerable y que preserve la confianza del sector
privado. También se propone mejorar la eficiencia en la provisión de servicios
públicos y crear mecanismos que protejan al país de los vaivenes del precio del
petróleo.

Las autoridades también buscan reforzar los fundamentos de la dolarización


fortaleciendo el marco institucional en el que opera el Banco Central,
acumulando reservas internacionales, y mejorando la supervisión de los
intermediarios financieros.

Considerando la importancia de la inversión privada el gobierno se ha propuesto


incentivarla para mejorar la competitividad y la creación de empleos. En un
contexto en el que la inversión pública no podrá continuar siendo motor del
crecimiento, es indispensable impulsar un clima de inversiones propicio y agilizar
la movilidad del capital y del trabajo a actividades emergentes.

El cumplimiento de este programa de reformas será crítico para que Ecuador


pueda sentar bases para retomar la senda de crecimiento sostenible que permita
seguir reduciendo la pobreza.

PRINCIPALES SECTORES ECONÓMICOS:

ENSEÑANZA Y SALUD

Un efecto de la inversión pública El crecimiento en los servicios de enseñanza


y de salud ha sido, en los últimos siete años, el que más se ha abierto espacio
en el cálculo del aporte al Producto Interno Bruto (PIB). Según el presidente del
Directorio del Banco Central, Diego Martínez, la inversión pública realizada en
estas áreas ha sido mayor en el período del régimen actual, que en igual rango
de tiempo hacia atrás. Por ello, eso se ha traducido en una mayor y mejor oferta
de estos servicios. De hecho, para este año se anunció la construcción de más
escuelas del milenio y de ocho hospitales más en distintas regiones del Ecuador.
Así, en los últimos años, según las autoridades, el país incrementó la cantidad
de dinero destinado hacia las áreas sociales. Mientras que antes del actual
régimen se destinaba cada año alrededor de USD 1 000 millones para
educación, ahora se canaliza unos 3 500 millones. En salud, sucede algo similar:
se dio un salto de USD 500 a 1 700 millones presupuestados cada año. Con ello,
las actividades paralelas también crecieron. Sin embargo, aún falta trabajo por
hacer, ya que según un informe reciente del Fondo Monetario Internacional
(FMI), la calidad en estos dos ámbitos todavía debe mejorarse.

TRANSPORTE

Nuevas obras impulsan Al sector El quinto sector que más contribuyó al PIB en
el 2013 fue el de transporte con el 0,39%. De hecho las cifras de venta de
camiones también revelan un crecimiento del sector. De acuerdo con datos
publicado por la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), las
ventas de camiones subieron de 10 954 unidades en el 2012 a 11 085 en el
2013. Las marcas más vendidas de estos vehículos fueron Chevrolet, Hino y
JAC. El gerente de la empresa de Transportes Grupo Noroccidental, Juan Carlos
Andrade, indica que entre los principales factores para el crecimiento del sector
están las obras de infraestructura impulsadas principalmente por el Estado.
Andrade advierte que las construcciones de las nuevas hidroeléctricas y
termoeléctricas han demandado de la contratación de transportistas así como
las obras de compensación por actividades extractivas que se llevan a cabo en
la Amazonía. Pese a este crecimiento, el sector afronta también problemas,
indica el presidente de la Federación Nacional de Transporte Pesado, Osvaldo
Jurado. Él señala que solo el 60% de los transportistas está plenamente
ocupado.
AGRICULTURA

El clima colaboró con la actividad El 2013 fue un buen año climático. Las
variaciones no impactaron profundamente en las cosechas y eso permitió que el
sector agrícola creciera en 6,1%. Pese a ello, sí se registraron dificultades en
varias áreas que, de alguna manera, incidieron para que ese crecimiento no
fuera mayor. Así, el país empezó a enfrentar a finales de año de una sequía en
varias zonas de la Costa. A eso se sumó las afectaciones por las erupciones del
volcán Tungurahua. Sin embargo, se pusieron en marcha planes que podrían
arrojar resultado aún mejor este año. Así, la Subsecretaría de Ganadería busca,
hasta el 2017, incrementar la producción de leche de 7,04 litros por hectárea a
13,52 litros. Y en el ganado de carne, pasar de 1,28 animales por hectárea a
2,08 animales. También está el programa de reactivación del café y de cacao
nacional fino de aroma. Se plantea cubrir por lo menos 6 000 hectáreas nuevas
en Guayas, con la siembra de café robusta semitecnificado y tecnificado.

CONSTRUCCIÓN

No alcanzó el ritmo de 2011 y 2012 Con un crecimiento del 8,6% en el 2013, la


construcción volvió a ubicarse como uno de los sectores de mayor dinamismo
de la economía. Inmobiliarias como Urbicasa, por ejemplo, crecieron un 50% el
año pasado frente al 2012. Pero el sector no alcanzó el ritmo de años anteriores
(14% en el 2012 y 21,6% en el 2011). Jaime Rumbea, director de la Asociación
de Promotores de Vivienda del Ecuador, señala que esto se debió a que el
Gobierno destinó menos recursos a la inversión en obra pública y a que el sector
inmobiliario perdió dinamismo. Édgar Barrionuevo, presidente de Urbicasa,
califica al 2013 como un año positivo, aunque su actividad se complicó a finales
de año por las nuevas regulaciones gubernamentales y retrasos del Biess en la
entrega de hipotecarios. El Biess cubre más del 60% de los préstamos de
vivienda. Rumbea cree que este año el sector volverá a retomar dinamismo si se
concreta la política pública de impulso a la vivienda social.

PETRÓLEO

Más producción con precios estables El sector petrolero tuvo la segunda mayor
contribución al incremento del PIB en el 2013 con el 0,51%. Este es resultado de
un aumento de la extracción de crudo en un 4,2% al pasar de 184,3 millones de
barriles a 192 millones. Al igual que en el 2012, el aumento de crudo extraído del
subsuelo vino de la mano de las empresas estatales. Tanto los campos a cargo
de Petroamazonas (actualmente única operadora pública) como Río Napo
(sociedad entre Petroamazonas y Pdvsa de Venezuela) tuvieron importantes
aumentos. De igual manera, el precio del barril de crudo se mantuvo estable.
Según datos del Banco Central, la cesta de crudos nacionales Oriente y Napo
cerraron en un promedio de USD 95,87. El presidente del Foro Petrolero, Jorge
Pareja Cucalón, dice que aunque existe incremento de producción aún no se
llega a los niveles alcanzados en el 2005. Añade que otro problema es el mínimo
aumento de reservas que solo se ha dado en Sacha.
CONCLUSIONES Y
RECOMENDACIONES
 Es prioritaria la implementación de un programa económico orientado a
alcanzar un crecimiento económico lo suficientemente alto y sostenido,
que contribuya a reducir el desempleo y la pobreza, conservando bajas
tasas de inflación y un nivel importante de reservas internacionales que
garantice la sostenibilidad de las cuentas externas.

 La política fiscal debe ser manejada prudentemente, de manera tal que


permita la participación de la inversión privada, motor principal del
crecimiento económico. Esta política fiscal deberá estar orientada a
alcanzar gradualmente el equilibrio fiscal, tomando en cuenta la
importancia de reducir los altos déficit observados en los años anteriores.

 La economía debería empezar a recuperar dinamismo, como


consecuencia de una recuperación de la inversión productiva. El
crecimiento en los últimos dos años del presente lustro, debería ser igual
al 6 %. El subempleo debería ser inferior al 30 % y el desempleo, al 5 %
de la población en edad de trabajar. El estado debe inducir a otros, a crear
el empleo, no crearlos directamente

 Siendo las exportaciones el principal factor para que el Perú logre


alcanzar el crecimiento sostenido, se deberá ampliar el número de
productos y mercados, así como el volumen de exportaciones
tradicionales, como no tradicionales. La meta es exportar $ 14,000
millones en el 2005, o sea, $ 500 / habitante., 50 % más que en 1965.

 El turismo es una fuente importante de divisas, se deberá fomentar el


incremento del número de visitantes, logrando $ 1,700 millones de dólares
anuales de recaudación por este concepto.

 La inflación declinó en toda América Latina durante la década pasada,


para atraer la inversión extranjera, esta es una de
las variables importantes, ya que constituye un indicador de la estabilidad
económica. Por lo tanto, debe seguir siendo inferior al promedio de la
región en su conjunto.

 Con una tasa de IGV igual al 18 %, el Perú obtiene una eficiencia relativa
del 48 % en su recaudación. Otros países con menor tasa que el nuestro,
como México, tiene una eficiencia relativa mayor, recaudando así más,
con menor impuesto.
 Crecer 6 % al año, como tasa meta – índice que permitirá una adecuada
generación de empleo y una efectiva reducción de la pobreza. – requiere
elevar la inversión privada de un 20 % del PBI, por lo menos a un 24 %,
por tanto, se necesita cada año, $ 2,500 a $ 3,000 millones de dólares de
inversión, sin embargo, las limitaciones que el sector privado enfrenta, son
grandes, por múltiples razones: costos de producción elevados, como
consecuencia, una infraestructura inadecuada; sobre costos tributarios y
altos costos de financiamiento; un mercado interno débil, y demasiado
concentrado en la ciudad de Lima; y un ambiente de negocios, inestable,
que es perseguido como políticamente riesgoso. Estas carencias definen
un conjunto de tareas pendientes, para los sectores público y privado, que
resulta imprescindible abordar.

 La estabilidad macroeconómica, es una condición fundamental para


lograr un ambiente general favorable para los negocios, la misma que, es
posible de lograr, estableciendo un marco legal estable y con reglas
claras, que propicie un ambiente de confianza, atractivo para la inversión
extranjera., para lo cual, se requiere, afianzar la autonomía del Banco
Central de Reserva – BCR., un manejo fiscal responsable, transparente y
predecible., y una deuda sostenible.

 Una deuda externa sostenible, el Perú afrontará, durante los próximos


años, un perfil creciente de pagos por su deuda externa. Así, entre el 2002
y 2006, el marco económico multianual, señala que el Perú, deberá pagar
cada año, $ 2,350 millones de dólares, como monto que se incrementará
a $ 2,700 millones de dólares, la carga financiera resulta aún más pesada,
si se considera que los supuestos bajo los cuales se renegoció la deuda,
no se han cumplido. La carga de la deuda externa, será manejable, en la
medida que la economía retorne a una senda de crecimiento sostenido y
genere ingresos fiscales en cantidades suficientes. Pero incluso, en
escenarios favorables, deberá liberarse recursos destinados al servício a
la deuda, con el fin de asignarlos a otras necesidades urgentes, e implica
negociaciones bilaterales con gobiernos acreedores.

 Otros puntos importantes para obtener un crecimiento sostenido, son:


Mejorar la competitividad, es decir, que los costos de los factores de
producción, estén dentro de los estándares internacionales.

Contar con un sistema impositivo competitivo en el ámbito internacional.,


que no extraiga recursos excesivos al sector privado, pues esto
desalienta la inversión.

La tasa promedio arancelaria nacional, aún se encuentra por encima de


la mayoría de la de los países de la región, teniendo efectos adversos
para algunas industrias locales.
Protección del inversionista., es necesario regular el uso de información
privilegiada.
La ingerencia empresarial del estado, el Estado deberá definir su
participación en algunos aspectos de la vida económica del país, que
genera distorsiones para el desarrollo de mercados privados,
competitivos y transparentes. Además se deberá continuar con el
programa de concesiones y privatizaciones pendiente.
Mayor financiamiento, el financiamiento al sector privado, es en general
escaso y caro, el mercado de capitales debería convertirse en un
importante canal de financiamiento empresarial.

Lucha contra el contrabando, la consecuencia directa del contrabando,


implica una menor recaudación tributaria, además de afectar a sectores
industriales importantes.
BIBLIOGRAFÍA
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