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Keith Moxey
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Título original: The Practice of Theoly y The Practice of Persuasion
Cornell University 1994 y 2001
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1
Impreso en España
D.L.: B. 42371-2003
Impresión: Tallers Gráfics Soler
ISBN: 84-7628-421-7
SECULART026
Sumario
Introducción 7
Sumario 0
VII. Nostalgia de lo real. La problemática relación
de la historia del arte con los estudios visuales
«Cuando lo real ya no es lo que era, la nostalgia del modernismo artístico ha tocado a su fin: el re-
asume su pleno significado». lato según el cual los diversos movimientos mo-
Jean Baudrillard, The Precession of Simulacra dernistas están en relación dialéctica entre ellos,
de modo que cada nueva iniciativa contradecía a
su predecesora para someterla a su propia natu-
raleza, ha llegado a su conclusión. El descubri-
miento del Brillo Box de Andy Warhol (1964), in-
Una de las características persistentes de los es- trodujo una nota de ironía que completó el
critos de teoría del arte en los últimos veinte años proceso.
ha sido la preocupación de una serie de críticos por
insistir en el «final del arte», el «final de la histo- «Durante el siglo pasado, el arte fue incli-
ria», y el «final de la estética». Motivados por va- nándose hacia una autoconsciencia filosófi-
rias perspectivas críticas, todos estos teóricos se ca, lo que tácitamente fue entendido como
ocuparon del gran relato del «arte» que aportó la que los artistas debían producir un arte que en-
filosofía hegeliana. Algunos creen que vivimos el carnase la esencia filosófica del arte. Ahora
final del proceso descrito por Hegel, según el cual, podemos ver que ese entendimiento fue erró-
el arte debería ser visto como la materialización del neo; con un entendimiento más claro viene el
espíritu, el principio de la ilustración, en su camino reconocimiento de que a la historia del arte ya
a través del tiempo. no le quedan direcciones que tomar. Puede
Siguiendo a Hegel, Arthur Danto, por ejem- ser cualquier cosa que los artistas y los mece-
plo, argumenta que la época del arte ha llegado a nas quieran que sea» 2 .
su fin porque el espíritu ha trascendido su mate-
rialización en producción artística y ha asumido Otros críticos, como Hans Belting, también siguen
una forma completamente intelectual como filo- a Hegel en la convicción de que el arte y la histo-
sofía. Aun reconociendo que la creación artísti- ria del arte han llegado a un fina. Así como la pro-
ca continúa constante, Danto insiste en que el ducción artística ha perdido su necesidad inter-
impulso transhistórico hacia la autoconsciencia na, el principio de forma, o estilo, por el que la
ya no se realiza en el arte. El empuje teleológico historia del arte podía ser distinguida de otras for-
1 Danto, Arthur: «The End of the Art». The Philosophical Di- 2 Danto, «Three Decades...», p. 36.
senfranchisement of Art. Columbia University Press, Nueva
York, 1986, p. 81-115; «Three Decades after the End of 3 Belting, Hans: The End of Art History. University of Chica-
Art». After the End of Art: Contemporary Art and the Pare go Press, Chicago, 1987; Beltig: Das Ende der Kunstges-
of History. Princeton University Press, Princeton, 1997, p. chichte. Eine Revision nach Zehn Jahren. Beck, Munich,
21-39. 1994.
Nostalgia de lo real. La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales
mas de interpretación histórica, ya no vale como y se aseguró de que sólo pudiese ocupar una po-
garantía de la autonomía de la disciplina. El colapso sición marginal en la vida de la cultura.
de la idea de estilo como factor unificador de la his-
toria del arte, ha resultado en una proliferación de «Una vez materializada dentro del museo, se
diferentes historias del arte, cada cual siguiendo podía esperar que la estética idealista neutra-
su propio programa. lizase la posibilidad de arte como praxis o re-
sistencia revolucionaria. La extirpación efec-
«Cuanto más se perdía la unidad interior de tiva del arte de su implicación directa en la
la historia del arte entendida como disciplina vida social, la creación de un ámbito «autó-
autónoma, más se dispersaba en el contexto nomo» para el arte, se convirtió en la misión
social y cultural circundante al que supuesta- de los museos; y contra esto se dirigieron las
mente pertenecía. La lucha por el método per- formas radicales de teoría y práctica moder-
dió su agudeza y los intérpretes sustituyeron nista» 6.
Nostalgia de lo'reaL La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales
particular en un momento particular 1 °. La intro- construcciones históricas específicas de tiem-
ducción del término estuvo claramente motivada pos y lugares culturales diferentes» 13 .
12 Mitchell, W.J.T.: «What Is Visual Culture?». Meaning in the 15 Un punto débil compartido por ciertas publicaciones sobre
Visual Arts: Views from the Outside: A Centennial Comme- el tema de la cultura visual es que, aunque celebran la he-
moration of Erwin Panofsky (1892-1968). Irving Lavi (ed.), terogeneidad de sus potenciales materias de estudio, no
Institute for Advanced Study, Princeton, 1995, p. 207-17. consiguen ocuparse de la necesidad de ofrecer un enfoque,
Nostalgia de lo real. La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales
históricas, les permite a los analistas de esos cam- lo visual como imagen incorpórea, recreada
pos, evaluar los parámetros dentro de los que ope- en los espacios virtuales del intercambio de
ran. Percibir que las disciplinas no están congela- signos y la proyección fantasmática. Es más, si
das en el tiempo —que no hay nada fundacional este nuevo paradigma de la imagen fue desa-
en las diferencias metodológicas que las distin- rrollado originalmente en la intersección de los
guen— permite que aquellos que estudien la cultura discursos psicoanalítico y mediático, ahora ha
visual crucen las fronteras entre disciplinas con re- asumido un rol independiente de medios es-
sultados creativos y productivos. Si no hay nada sa- pecíficos. Como corolario, sugeriríamos que
grado en el modo en que un tema ha sido estudiado los estudios visuales ayudan, de una manera
en el pasado, no hay nada que impida que pueda modesta y académica, a producir sujetos para
ser visto desde otra perspectiva en el futuro. la nueva fase del capital globalizado» 18.
No hace falta decir que la aparición de la cul-
tura visual como tema de interés académico ha ¿Quién ha hecho esa sugerencia? ¿Quién dijo qué
sido cuestionada. Irónicamente, su cuestiona- a quién, cuándo y dónde? ¿Qué quería decir con
miento ha venido tanto de académicos familiares ello esa persona? La voz incorpórea del texto no
y comprensivos con el pensamiento postestruc- nos da pistas, y pone en desventaja al potencial in-
turalista, como de aquellos dedicados a la preser- terlocutor que intente rebatir estas afirmaciones.
vación del statu quo. Aunque la tendencia a difu- Por ejemplo, ¿qué se quiere decir con «la condi-
minar la distinción entre arte y no arte contiene ción previa de los estudios visuales como carrera
un rechazo implícito a la idea de valor estético interdisciplinaria es una concepción de nuevo
universal que ha sido la base habitual de los es- cuño de lo visual como imagen incorpórea »? Si se
tudios de la historia del arte, también parece ha- supone que esto quiere decir que los estudios vi-
ber ofendido a los críticos que llevaban tiempo suales persiguen apartar a la imagen del resto de
identificados con nuevos enfoques de la inter- producciones culturales que la rodean, nada po-
pretación en las artes visuales, incluidos aquellos dría estar más lejos de la verdad. El tema de los es-
que rechazaron explícitamente la idea de sujeto tudios visuales, tal como yo lo veo, es localizar la
humanista en la que se basan las concepciones imagen en el contexto de los procesos creadores
estéticas tradicionales. de significado que constituyen su entorno cultu-
En 1996, la revista October envió un cuestio- ral. Tal definición implica, por ejemplo, que los es-
nario a un amplio número de académicos rela- tudios visuales ignoren las garantías establecidas
cionados con el estudio de las imágenes, desde por los académicos interesados en preservar la
historiadores del arte, estudiantes de cine, y es- autonomía del arte. Uno de los presupuestos sub-
tudiosos de la visualidad en general, pidiéndoles yacentes a los estudios visuales, creo, es que la
su opinión acerca de la iniciativa de la cultura vi- imagen está saturada de palabras. Sin negar la
sual. El cuestionario confirmó la sospecha de sus imposibilidad de traducir adecuadamente las imá-
autores: es decir, el establecimiento de este nue- genes a palabras, los sistemas de signos visuales es-
vo campo era un desarrollo desafortunado que tán atados inextricablemente al código lingüísti-
abastecía los intereses de explotación del capita- co y a otros códigos que caractericen a una cultura
lismo tardío. Ya que dicha afirmación no resulta
evidente, pasemos a examinarla en detalle. La
pregunta 3 dice: 18 October, n° 77, 1996, p. 25. Para las reacciones a los temas
suscitados por este cuestionario, ver Crimp, Douglas: «Get-
ting the Warhol We Deserve: Cultural Studies and Queer
«Se ha sugerido que la condición previa de Studies». Social Text, n° 59, 1999, p. 49-66; y Rogoff,
los estudios visuales como carrera interdisci- «Studying Visual Culture». The Visual Culture Reader. Ni-
plinaria es una concepción de nuevo cuño de cholas Mirzoeff (ed.), Routledge, Londres, 1998, p. 14-26.
19 Mitchell, W.J.T.: Picture Theory. University of Chicago Press, 22 Silverman, Kaja: «Fassbinder and Lacan: A Reconsideration
Chicago, 1994, p. 5. of Gaze, Look and Image». Male Subjectivity at the Margins.
Routledge, Nueva York, 1992, p. 125-56.
20 Krauss, Rosalind: «Welcome to the Cultural Revolution».
October, n° 77, 1996, p. 85. 23 Vide Jameson, Fredric: El posmodernismo o la lógica cultu-
ral del capitalismo avanzado. Paidás Ibérica, Barcelona 1995;
21 Crimp: «Getting the Warhol We Deserve...» p. 53. The Cultural Turn: Selected Workings on the Postmodern.
Verso, Londres, 1998.
Nostalgia de lo real. La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales
porque su cultura refleja la naturaleza de la eco- culturales cuya importancia delata los valores de
nomía del capitalismo tardío. Aunque esa con- quienes las crearon, manipularon y consumie-
cepción contempla la historia como un movi- ron. Más que limitarse a una teoría totalizadora
miento teleológico a través del tiempo, el modelo que reduzca la innovación teórica a la «superes-
en el caso de Jameson no es hegeliano sino mar- tructura» ideológica de una cultura modelada por
xista. El motor de la historia no es el transitar del su «base» económica, los estudios visuales insis-
espíritu, sino la lucha de clases. Según Jameson, ten en que, a pesar de las fuerzas culturales que
las críticas teóricas a los grandes relatos de la his- necesariamente condicionan la conciencia, la ac-
toria occidental proporcionados por el pensa- ción humana está lejos de ser predecible: los pro-
miento marxista deben ser consideradas como pios conflictos del discurso cultural (su hetero-
síntomas del momento histórico en que son for- glosia) ocasionan que el principio de agencia no
muladas. La crítica a las teorías totalizadoras de la pueda ser pasado por alto en el análisis cultural.
historia —en este caso, a la visión marxista— es así Como consecuencia del postestructuralismo —un
considerada más una manifestación de la condi- conjunto de teorías que enfatizaron la indeter-
ción posmodema que un reto a la concepción tra- minación del significado y nuestra incapacidad
dicional de la historia. En esta visión, el entendi- para conocer el mundo— Jameson defiende uno de
miento marxista de la historia no puede ser los grandes relatos de la historia más tradiciona-
cuestionado porque es imposible pensar fuera de les: el llamamiento de Marx a entender la relación
él. La historia coincide con las circunstancias rea- de los seres humanos con las circunstancias rea-
les de la existencia humana y no se considera les de su existencia. En el contexto de una tradi-
como una perspectiva filosófica particular en esas ción filosófica postestructuralista cuya mayor pe-
circunstancias. Sólo si aceptamos una visión tele- netración es el reconocimiento de la opacidad del
ológica de la historia, que identifique el posmo- lenguaje y su incapacidad de ofrecernos acceso al
dernismo y sus desarrollos intelectuales como fase mundo, sólo puede decirse que la teoría de la cul-
necesaria bien en la evolución del espíritu, bien en tura de Jameson, y el ataque a los estudios vi-
la evolución del capital, puede ser reducida la crí- suales que se basa en ella, constituyen una nos-
tica de las filosofías historicistas o marxistas a ser talgia por lo real.
la característica de un periodo histórico. El mar- En su contribución al mismo número de Oc-
xismo de Jameson es necesariamente una meta- tober, Hal Foster se une a Krauss en asumir una
filosofía que debe abarcar todos los otros sistemas opinión negativa de la idea de cultura visual ar-
filosóficos y al mismo tiempo negarse a conside- gumentando que ese enfoque de las imágenes
rarse a sí mismo como tal. Es justamente esta fal- implica un movimiento desde «el arte a lo visual
ta de auto-reflexividad, esta justificación de las y desde la historia ala cultura»24. Ocupándose pri-
bases del pensamiento histórico, lo que los estu- mero del primer par, Foster afirma que la cultu-
dios visuales pretenden cuestionar. ra visual participa de lo que él llama el «giro et-
Basados en una filosofía del lenguaje derri- nográfico » . Al asumir que la posicionalidad
dana que insiste en que el lenguaje es el hogar importa en la producción de discurso, que el co-
de la metafísica, los estudios visuales se centran en nocimiento está conjugado por los intereses de
primer lugar y principalmente en el marco den- los responsables de su articulación, él defiende
tro del que se produce significado. Así como el
análisis del discurso enfoca el lenguaje como un
código arbitrario de signos que sirven de sustitu- 24 Foster, Hal: «The Archive Without Museums». October, n°
tos del mundo más que de ruta por la cual tene- 77, p. 104; ver también su capitulo «The Artist as Ethno-
mos acceso a él, los estudios visuales están inte- grapher». The Return of the Real. MIT Press, Cambridge,
resados en cómo las imágenes son prácticas 1996, p. 171-204.
Nostalgia de lo real. La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales
Al contrario que Foster, yo argumentaría que Sión no esencialista del arte, que no esté preocu-
las oposiciones binarias autonomía/sometimien- pada por defender la «autonomía» de su empre-
to y arte/visual son, de hecho, inapropiadas. Con- sa contra otras formas de discursividad cultural,
siderar el arte como una de las muchas activida- atrae nuestra atención hacia los cambios en el
des discursivas, una forma visual de crear gusto que sirven para transformar al arte en no arte
significado comparable en sus procedimientos con y viceversa.
otras formas de imaginería, significa que estas La cultura visual también ha sido objetivo
prácticas pueden ser vistas como equivalentes en- de la crítica de Thomas Crow. Al igual que Fos-
tre ellas. Más que insistir en la primacía del arte ter, Crow quiere defender la autonomía del arte,
en relación con otras formas de imaginería visual, pero en este caso la noción de autonomía está
¿por qué no reconocer simplemente su carácter suscrita por un llamamiento a lo que él llama la
distintivo? ¿Por qué no ver el arte como una de «esfera pública ». Sigue a Jürgen Habermas ar-
las muchas formas de imaginería que constitu- gumentando que el final del siglo xvm presenció
yen la cultura visual? A la cultura visual no le in- el desarrollo de una cultura burguesa dedicada
teresa disolver el arte en otras formas de imaginería a los principios del nacionalismo que se situó en
que lo rodean, sino reconocerlo como forma dis- oposición a la tradicional autoridad autocrática
tintiva de creatividad visual que posee su propia del estado. Es en esta esfera pública, supuesta-
tradición historiográfica. Además, la cultura vi- mente caracterizada por un intercambio de vi-
sual no sólo debería reconocer los diferentes gé- siones sin trabas a través del cual se forja el con-
neros de producción de imágenes que animan senso social, donde Crow ve una garantía de la
una cultura particular, sino también resaltar que autonomía del arte 28. La esfera pública es el es-
sus calidades únicas requieren distintos enfoques pacio crítico en el que la idea de lo que consti-
para su interpretación. tuye el arte debería ser discutida y alcanzar su
Más importante quizás, es que el enfoque de consenso. Observando la situación artística en
la producción artística dentro del contexto de la los Estados Unidos a consecuencia del postes-
cultura visual nos permite observar tanto la es- tructuralismo y el ascenso de las políticas de
pecificidad social como la maleabilidad histórica de identidad, Crow lamenta el fracaso de una idea
las afirmaciones de valor estético. Las formas de de comunidad consensual, porque marca el fa-
producción visual que han alcanzado cierta cate- llecimiento de cualquier acuerdo acerca de lo
goría y apreciación dentro de una cultura, no con- que constituye la calidad artística 29. Atribuye la
siguen necesariamente la misma atención en otra. falta de dirección del mundo del arte, la pérdi-
El concepto occidental de arte disfruta de un re- da de una vanguardia, al colapso de la esfera pú-
conocimiento global y le permite a culturas no blica, sugiriendo que la base comunal en la que
occidentales encontrar tipos de artefactos equi- se apoyaba la idea de arte ha sido saboteada por
valentes a aquellos que gozan de prestigio en la tra- intereses especiales.
dición europea y competir en un universo políti-
co dominado por la idea de nación-estado. El
reconocimiento de los orígenes y funciones de 28 Crow, Thomas: Pintura y sociedad en el París del siglo xvw.
este concepto, sin embargo, revela cómo la no- Editorial Nereá, 1989. Su teoría se basa en el libro de Ha-
ción de arte transforma necesariamente el modo bermas, Jürgen: The Structural Transformation of the Public
en que los artefactos de culturas no occidentales Sphere: An Inquity into the Category of Bourgeois Society.
eran entendidos antes. Concebir el valor estético MIT Press, Cambridge, 1988.
como una práctica discursiva también nos per- 29 Crow, Thomas: «These Collectors, They Talk About Baudri-
mite apreciar la manera de cambiar en el curso del Ilard Now». Discussions in Contemporary Culture. Bay Press,
tiempo de la naturaleza de dicha práctica. Una vi- Seattle, 1987, p. 1-8.
31 Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal: Hegemonía y estrategia 32 Elkins, James: «Art History and Images That Are Not Art».
socialista: hacia una radicalización de la democracia. Siglo Art Bulletin, n° 77, 1995, p. 553-71; ver también Elkins: The
XXI de España Editores, 1987. Domain of lmages. Cornell University Press, Ithaca, 1999.
Nostalgia de lo real. La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales e
gar el no arte dentro del estudio del arte (como no del arte de distinguir la «mano» de diferentes ar-
era cuestión de plegar el arte dentro del no arte en tistas que les permite atribuir obras desconocidas
la discusión previa sobre la posición de Foster), a autores conocidos —en otras palabras, su talen-
sino de comparar y contrastar las herramientas to como connoisseurs— está amenazada, ya que se
heurísticas empleadas para crear significado por to- enfrentan a la necesidad de absorber metodologías
dos los tipos de producción de imágenes. conflictivas como la «arqueología» foucaultiana o
El fundamento para incluir o excluir diferen- la semiótica. Los historiadores del arte que parti-
tes géneros de producción de imágenes de la ca- cipan en programas interdisciplinares, argumen-
tegoría «cultura visual» debería basarse en las cir- ta la autora, llevarán su destreza consigo, pero no
cunstancias históricas, las necesidades educativas podrán transmitírsela a una nueva generación de
y consideraciones políticas. En nuestra actual si- estudiantes. La consecuencia de este proceso es
tuación, una de las razones más potentes para unir que la interdisciplinaridad conduce inevitable-
el estudio del arte con el del no arte está en el re- mente a la «impericia».
conocimiento del colapso de las teorías fundado- Yo argumentaría, en cambio, que esa afirma-
nalistas del conocimiento. Es más, los estudios vi- ción ignora el cambio histórico. Las disciplinas se
suales abren las puertas a la producción de adaptan necesariamente a las cambiantes circuns-
conocimiento desde enfoques muy variados. Im- tancias históricas, sus teorías y métodos triunfan y
pulsan formas de interpretación inspiradas por el caen según su relevancia para los profesionales en
feminismo, los estudios homosexuales y el pen- activo. Mientras que a finales del siglo 3ux y prin-
samiento poscolonialista. Más que buscar el con- cipios del xx, el saber de los connoisseurs puede ha-
senso, se benefician del radical desacuerdo entre ber sido una parte indispensable en la formación de
los diferentes estilos de interpretación. La hetero- un historiador del arte, los problemas de atribu-
glosia que caracteriza sus operaciones es un as- ción ya no son la principal atención de la discipli-
pecto dinámico y positivo de sus actividades. Ade- na. La práctica de los connoisseurs se ha retirado a los
más, la búsqueda de diferentes estilos de museos, donde se mantiene viva por los impulsos
interpretación bajo el eje de los estudios visuales coleccionistas del orgullo cívico y nacional, y al
significa que es difícil equivocarse acerca de los in- mundo de los tratantes de arte, donde el saber del
tereses particulares asociados a cada forma de pro- connoisseur es vital para las operaciones en el mer-
ducción de conocimiento. Si ya no es posible de- cado del arte. Y mientras la preocupación por da-
cir que el conocimiento es desinteresado, la tar e identificar los objetos en estudio ha bajado en
alteridad de las voces yuxtapuestas atraerá la aten- importancia, la prominencia de los problemas de in-
ción inevitablemente hacia los programas culturales terpretación ha subido. Alejados del tema de la in-
que informan cada empresa. Cada forma de argu- terdisciplinaridad, no es sorprendente que los his-
mentación más que ocultar, pondrá en primer pla- toriadores del arte hayan querido ir más allá de las
no sus filiaciones políticas. alternativas hermenéuticas de análisis estilístico,
Una objeción práctica al tipo de trabajo inter- iconografía e historia social que les fueron legadas
disciplinar vislumbrado por los estudios visuales por los fundadores de la disciplina.
ha sido articulada por Rosalind Krauss 33 . Apunta El argumento de la «impericia» oscurece la
que la interdisciplinaridad amenaza las destrezas «redestreza» que implica el trabajo interdiscipli-
tradicionalmente asociadas a la disciplina de his- nar, la adquisiCión de nuevas destrezas para sus-
toria del arte. La capacidad de los historiadores tituir o añadir a las antiguas. Quizás los historia-
dores pierdan su capacidad para distinguir
«manos» pero pueden encontrar estrategias in-
33 Krauss, Rosalynd: «Der Tod der Fachkenntnisse und Kunst- telectuales mucho más relevantes para su prácti-
fertigkeiten». Texte zur Kunst, n° 5, 1995, p. 61-67. ca profesional en el actualidad, sin mencionar su
Nostalgia de lo real. La problemática relación de la historia del arte con los estudios visuales