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LOS PRECIOS

Los juicios subjetivos de las personas, son los que determinan los precios. La
cataláctica al aproximarse al proceso de formación de los precios, necesariamente
vuelve a la categoría fundamental de la acción, preferir a sobre b. Por lo tanto, la
cataláctica trata de los precios reales, liquidados en intercambios concretos, no se
recurre a precios hipotéticos. Los precios tienden a un punto en el que la demanda
total es igual a la oferta total.
Los precios de los bienes de orden superior se determinan por los precios de los
bienes de primer orden. En resumidas cuentas, están determinados por las
valoraciones subjetivas de todos los integrantes que componen el mercado. Hay
que aclarar que aquí se habla de una unión de precios, no de una unión de
valoraciones. El cálculo económico maneja precios, no valores.
En el cálculo empresarial se consideran las sumas de dinero que se necesitan para
adquirir los factores de producción. Cuando un proyecto no es rentable porque los
costos son más altos que los ingresos, indica que los factores de producción se
pueden emplear de manera más útil. El empresario ajusta su esfuerzo a la mejor
satisfacción posible de las necesidades de los consumidores al embarcarse en
aquellos proyectos empresariales de los que espera el mayor excedente de
ganancias sobre los costos. La producción debe detenerse en el punto en el que la
utilidad marginal del incremento ya no compense el aumento marginal en la utilidad
de los costos.
La discrepancia entre los economistas lógicos y los matemáticos llega hasta el
fundamento mismo de la economía. El método matemático se rechaza debido a su
esterilidad, pues se basa en suposiciones falsas y conduce a inferencias
equivocadas. No existe la economía cuantitativa. No hay en el campo de la acción
humana ningún medio para tratar eventos futuros que no sea el proporcionado por
el entendimiento. Todas las investigaciones relacionadas con la relación de precios
y costos presuponen tanto el uso del dinero como el proceso del mercado.
Los precios competitivos resultan de una adaptación completa de los vendedores a
la demanda de los consumidores. El proceso económico funciona en beneficio de
los consumidores.
La cataláctica se encarga de los precios del monopolio. El surgimiento de precios
de monopolio no es el único requisito previo del monopolio, hay una condición
adicional requerida, a saber, una cierta forma de la curva de demanda. No todos los
precios a los que un monopolista vende un producto monopolizado es un precio de
monopolio. Los precios de monopolio son solo precios a los que es más ventajoso
para el monopolista restringir la cantidad total a vender que expandir sus ventas al
límite que un mercado competitivo permitiría. Al tratar con los precios de monopolio
siempre debemos buscar el factor monopolizado. Si no existe tal factor, no pueden
surgir precios de monopolio. El precio de monopolio óptimo produce las ganancias
netas más altas. duopolio y oligopolio no son variedades especiales de precios de
monopolio, sino simplemente una variedad de los métodos aplicados para el
establecimiento de un precio de monopolio.
El gran problema del monopolio que la humanidad tiene que enfrentar hoy no es
una consecuencia del funcionamiento de la economía de mercado. Es un producto
de la acción intencional por parte de los Estados. La acción monopolística es
ventajosa para el monopolista solo si los ingresos netos totales a un precio de
monopolio exceden los ingresos netos totales al precio competitivo potencial. La
acción restrictiva siempre es ventajosa para el grupo privilegiado y desventajosa
para aquellos a quienes excluye del mercado.
El mercado está poblado por hombres que no son conocedores completos, solo les
basta saber lo básico de las circunstancias. El comprador debe confiar en la
honradez del vendedor. La buena voluntad es la confianza que una empresa o
persona adquiere debido a su actuar pasado. Implica la expectativa de que el
portador de la buena voluntad en el futuro estará a la altura de sus estándares
anteriores.
Los precios de monopolio sólo pueden surgir de un monopolio de la oferta. Un
monopolio de la demanda no genera una situación de mercado diferente a la de la
demanda no monopolizada.
El consumidor individual puede reaccionar a los precios de monopolio de diferentes
maneras. Sin embargo, puede reaccionar, su satisfacción parece verse afectada
desde el punto de vista de sus propias valoraciones. No está tan bien servido bajo
los precios de monopolio como bajo los precios competitivos.
Pueden aparecer en el mercado condiciones que permitan al vendedor discriminar
entre dos compradores. Puede obtener precios que a veces incluso pueden llegar
al punto en que desaparece todo el excedente de un comprador del consumidor. La
discriminación de precios por parte del comprador solo se puede practicar si el
Estado interfiere.
Sería absurdo considerar un precio definido como si fuera un objeto aislado en sí
mismo. Lo que se llama precio es siempre una relación dentro de un sistema
integrado que es el efecto compuesto de las valoraciones humanas.
Los precios no se pueden construir sintéticamente. Son el resultado de una cierta
constelación de datos de mercado, de acciones y reacciones de los miembros de
una sociedad de mercado.

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