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CUALIDADES Y CARÁCTER DE UN LÍDER UNGIDO

UN LIDER LLAMADO POR DIOS

"Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las
naciones" (Jeremías 1:5)

Cuando se habla de liderazgo, es importante entender el término llamado, porque sólo de esta forma lo
desarrollamos con excelencia. Debemos asegurarnos de entender que ser un líder es el propósito de Dios para
nosotros, y que tenemos que cumplir con la obra que Él nos ha encomendado.

Para poder llevar a cabo Su propósito en esta tierra, Dios siempre cuenta con el elemento humano. Cuando el
Señor Jesús estuvo aquí, Él escogió doce hombres, a quienes llamó apóstoles. En ellos invirtió la mayor parte
de Su vida ministerial, y luego los envió a que dieran continuación a la misión redentora que Él había
iniciado.

¿QUÉ ES EL LLAMADO?

Aunque Jesús pudo haber vertido Su vida en las multitudes, no lo hizo, sino que prefirió trabajar hábilmente
en la formación del carácter de doce personas completamente diferentes las unas de las otras. Y al igual que el
alfarero con el barro, por tres años y medio dio forma al carácter de cada uno de ellos.
Luego sopló, y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo" (Juan 20:22b).
¿Cómo pudo lograr el Señor Jesús que doce personas sin cultura, sin educación, sin riquezas ni posición
social, llegarán a convertirse en los pilares del cristianismo? La respuesta es sencilla, estas personas
respondieron al llamado de Dios y estuvieron dispuestas a dejarse moldear por Él para ser enviados.

RECONOZCA EL LLAMADO

La sensibilidad al Espíritu Santo es una de las condiciones esenciales para escuchar el llamado de Dios y
atenderlo. Somos conscientes de que no estamos dentro del ministerio por nuestros dones, talentos o
habilidades, sino por la gracia de Dios para con cada uno de nosotros. "Pero a cada uno de nosotros fue dada
la gracia conforme a la medida del don de Cristo" (Efesios 4:7). Cuando somos sensibles al Espíritu, los dones
empiezan a ser revelados a nuestra vida. En Efesios 4:11 y 12, encontramos los cinco ministerios, éstos son la
extensión del carácter de Cristo dentro de nosotros.

En el reconocimiento del llamado intervienen varios aspectos:

a. Conviccion. Es fundamental tener la plena certeza de que Dios nos llamó al ministerio y que la motivación
para perseverar dentro del mismo es la correcta, ya que resultaría imposible pretender desarrollar una labor
sobrenatural con una actitud y una motivación natural. Además, sabemos que a quien Dios llama, lo equipa y
lo respalda en todas las cosas.

b. Compromiso. El simple hecho de saber que entre los miles de millones de seres que habitan en el planeta
tierra, fuimos seleccionado por Dios para darle continuidad a Su obra, debiera hacer surgir en nosotros un
compromiso profundo con Él. El Señor pudo haber escogido a otro, pero lo prefirió a usted. Sin temor, haga la
obra de Dios.

c. Quebrantamiento. "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda
solo; pero si muere, lleva mucho fruto" (Juan 12:24). El quebrantamiento es el mecanismo de protección más
poderoso que pueda tener un creyente ante las diferentes adversidades de la vida.
d. Unción. Equivale a experimentar la presencia de Dios de una manera permanente en nuestra vida, lo cual
se refleja en lo que hablamos, enseñamos, oramos, emprendemos y en las personas que lideramos. "Pero el
Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con
fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos" (Jueces 15:14b). Dios nos dio la unción para que
desarrolláramos efectivamente Su obra.

e. Sujeción. Las personas constituidas como autoridades espirituales deben entender que su autoridad sobre
otros no es impositiva, sino directiva, presentándose como ejemplo en todas las cosas. Y así, de una manera
recíproca, los discípulos van aceptando la autoridad y ejerciéndola, sin que nadie se sienta herido (Romanos
13:1, 2).

f. Fructificación. Desarrollar todo el potencial que hay dentro de sus vidas se ve reflejado en la fructificación.
Sé que no existe mayor gozo que sentirnos útiles dentro de la obra del Señor (Lucas 17:10).

El Señor tiene una misión asignada para su vida. "Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se
pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé" (Ezequiel
22:30). Sea fiel al llamado, pues los ojos de Dios están puestos en usted.

CONCLUSIÓN
Cada lider tiene que ser preparado y tratado por Dios para que alcance su sueño de un liderazgo de éxito
contando con aspectos que son indispensables. Por los cuales de esta manera recibirá el reconocimiento de
Dios y de los demás.

APLICACIÓN
El llamado de Dios al liderazgo es un privilegio y una responsabilidad, disponga su vida en un cien por ciento
en las manos de Dios y verá los frutos en abundancia en su ministerio.

"LA SENSIBILIDAD AL ESPÍRITU SANTO ES UNA DE LAS CONDICIONES ESENCIALES PARA


ESCUCHAR EL LLAMADO DE DIOS".

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