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EVALUACION DEL PROCESO DE APRENDIZAJE:

En este tema vamos a abordar la evaluación del proceso de aprendizaje, es decir,


de la actuación del alumnado (que es quien aprende), diferenciándola así de la
evaluación del proceso de enseñanza (que se estudia en el tema siguiente).

La evaluación se define como “El proceso metodológico que permite la recogida de


información relevante y susceptible de comparación respeto a unos objetivos o
metas establecidos previamente y que añade valor a los criterios que sirven de
base para una toma de decisiones”. De esta definición podemos extraer que la
evaluación:
• Es un proceso metodológico.
• Para obtener información.
• Permite comparar la información obtenida con metas u objetivos
previamente determinados.
• Constituye un fundamento para la toma de decisiones.

Todo ello, con la finalidad de mejorar el proceso de formación.

¿Quién debe evaluar este proceso?


Tanto el profesor como el alumno deben evaluar cómo este último está realizando
su aprendizaje. Tenemos, por tanto, dos evaluaciones:
• La evaluación que hace el profesor de la actividad del alumno.
• La evaluación que hace el alumno de su propia actividad.

Como en toda evaluación, hay que dar respuesta a 3 cuestiones: ¿Qué evaluar?,
¿Cómo evaluar? y ¿Cuándo evaluar?

EVALUACIÓN ALUMNO-ALUMNO (autoevaluación).


¿Qué evaluar?
El alumno evalúa cómo está llevando a cabo su aprendizaje, si está evolucionando
correctamente o está “estancado”, si está alcanzando los objetivos propuestos…

¿Cómo evaluar?
Normalmente, a través de un cuestionario de autoevaluación propuesto por el
profesor, con preguntas que le obliguen a reflexionar, del tipo:
Valora del 1 al 10 las siguientes afirmaciones:
• Estoy consiguiendo los objetivos que me propuse a principios de curso.
• Sé que tengo que estudiar más.
• Mi actitud e interés en clase es completamente adecuado.
• Sé que si me esfuerzo más, podré aprobar la asignatura.
• Cada tarde, organizo perfectamente los tiempos de estudio. …

También es muy útil la autocorrección de exámenes fotocopiados.


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¿Cuándo evaluar?
Lo más recomendable es hacerlo unos días antes de los exámenes y después de
los mismos.

EVALUACIÓN PROFESOR-ALUMNO:
¿Qué evaluar?
El profesor va a evaluar cómo el alumno está llevando a cabo el aprendizaje.

¿Cuándo y cómo evaluar?


Según el momento en que se realice la evaluación, esta podrá ser inicial, formativa
o sumativa.

La evaluación inicial o diagnóstica, se realiza antes del profeso formativo, con la


finalidad de conocer las capacidades, intereses, necesidades y expectativas del
alumnado, para adecuar la programación y para que ellos tomen conciencia de su
punto de partida. Puede realizarse también al principio de un módulo, de una
unidad, de una actividad, etc.
Se denomina inicial por el momento en que se realiza y diagnóstica, porque
permite conocer las potencialidades del alumnado para encauzar la actividad
didáctica.
Para hacer esta evaluación, el profesor puede utilizar herramientas como el
brainstorming, la visualización de un vídeo o la lectura de un pequeño artículo,
comentando a la postre lo que saben acerca del tema.

La evaluación formativa o continua, como su nombre indica, es la que se realiza


de forma continuada, a lo largo de todo el proceso y su objetivo no es dar una
calificación numérica, sino comprobar cómo se está llevando a cabo el proceso de
enseñanza, en qué medida se están alcanzando los objetivos, qué dificultades
están encontrando los alumnos, qué está funcionando bien y qué hay que
cambiar… todo ello con el propósito de mejorar el proceso educativo durante su
fase de desarrollo.

Esta evaluación se realiza fundamentalmente mediante la observación del trabajo


diario del alumno (atención e interés, resolución de problemas, apuntes y material,
participación en clase, relación con compañeros, incidentes… en resumen, evalúa
el día a día del alumno en clase). Es muy útil el registro de estas observaciones a
través de instrumentos como las fichas de registro o las listas de control.

Esta evaluación es muy motivadora para el alumno, ya que le ayuda a corregir


errores desde que estos aparecen y a evitar retrasos y dificultades posteriores.

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La evaluación sumativa o final, como su nombre indica, se realiza al final del
proceso formativo (al final de un tema, de un trimestre, de una asignatura…) y
consiste en formular un juicio global, expresado mediante una nota numérica, de
cómo el alumno ha llevado a cabo su aprendizaje, de en qué medida ha alcanzado
los objetivos propuestos.
Para obtener esta información (no hay que olvidar que evaluar es, entre otras
cosas, recoger información) existen múltiples pruebas o técnicas de evaluación
(formas de preguntar en un examen).

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