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aprobación del anteproyecto que se transformará en ley en noviembre del mismo año,
En diciembre, del año citado, 1983, el diputado José María Ruiz-Gallardón, del Grupo
previo de inconstitucionalidad, que entonces existía, paralizó durante dos años la entrada
primera norma legal de despenalización del aborto, no sin antes producirse intensos
planteando reformas de esta Ley para adaptarla a los cambios sociales y, se puede
comprobar, que pese al transcurrir de los años, sigue habiendo opiniones muy enfrentadas
la sentencia de abril de ese año, 1985, cuyo ponente fue Manuel Díez de Velasco Vallejo,
relación a la malformación del feto, que “el fundamento de este supuesto se encuentra en
de la madre”, que no figuraba en la sometida a consulta del TC y que luego fue la más
utilizada (en el 96% de los casos) y la que más inseguridad jurídica produjo. Fue un
proceso largo y difícil que estamos volviendo a revivir.71 El PP gobernó durante ocho
lograrlo, aunque se intentó en varias ocasiones sin éxito, hasta la aprobación de la Ley
Orgánica 2/2010 de 3 de marzo hoy vigente y sobre la que está pendiente otro recurso de
http://elpais.com/elpais/2012/07/26/opinion/1343321360_293809.html (Consultado el
y seguridad para sus destinatarios, pues, según se dice, «la libertad sólo encuentra refugio
instrumentos citados por la Exposición de Motivos del Proyecto que analiza. Sino que
Unidas (París, 10 de diciembre de 1948), se puede leer: «Todo ser humano tiene derecho,
afirmándose en su artículo 25.2 que «la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados
y asistencias especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera del matrimonio,
Derechos Civiles y Políticos (1966) dispone que «todo ser humano tiene el derecho
inherente a la vida. Este derecho será protegido por la ley. Nadie será privado
protección legal, tanto antes como después del nacimiento». A su vez, el Principio 4 de
la Declaración postula que tanto el niño como su madre cuenten con cuidados especiales,
figurar entre los primeros que reciben protección y socorro (Principio 8). – El artículo 6
1989) establece que «los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho
forman parte de nuestro ordenamiento interno, pero Lo cierto es que ningún Tratado
entorno susceptibles de ser tomados como modelos– sobre el que el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos ha rehusado pronunciarse (caso Tysiac contra Polonia, par. 104), que
personalísimo –como el que existe sobre el propio cuerpo–» a eliminar un bien jurídico
autor establece que no parece que el texto del Proyecto sirva con eficacia a tan razonable
propósito ya que según el mismo de acuerdo con lo preconizado por la Sentencia del
Tribunal Constitucional 53/1985, de 11 de abril, aun cuando los términos previstos por el
en cada caso concreto, cuál sea su alcance75., apreciándose así en el Proyecto que el
citado autor 73 Sobre este aspecto, cfr. las conclusiones del Informe aprobado el
23.6.2009 por el Consejo Fiscal, a propósito del Anteproyecto del texto que aquí se
Mundial de la Salud (art. 2 del Proyecto), según las cuales la salud no sólo se identifica
con el estado de completo bienestar físico y mental sino también social. Y, del mismo
en qué consiste realmente ese bienestar, configurándose así una suerte de concepto
jurídico indeterminado cuya integración se presenta harto compleja. Para este autor,
en la que la mayor parte de los tratadistas se han venido fijando a la hora de delimitar el
ámbito del derecho a la salud está constituida por el artículo 12 del Pacto Internacional
de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 16 de diciembre de 1966, a cuyo
tenor: 1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al
disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental77 . irretroactividad de lo no
que, en relación con la materia sobre la que se legisla, sepan los operadores jurídicos y
deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar la plena efectividad de
en caso de enfermedad», siendo tan importante esta norma que la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU identifica el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel
posible de salud física y mental con el contenido propio del derecho humano a la salud,
haciendo derivar ese derecho de la dignidad inherente a toda persona humana78 . Sin
embargo, para este autor identificar, sin más, la salud con el estado de bienestar «social»
por causas médicas, siempre que no se superen las veintidós semanas de gestación y exista
cabría la posibilidad, para acogerse válidamente a esta indicación, de que se invocase una
ausencia de bienestar «social» o «sociocultural». Por otra parte, el autor destaca dos cosas
del mencionado texto: Primera, que el mismo equipara, en algunos pasajes, embarazada
y paciente, sugiriendo según él una visión negativa del embarazo, que paragona con
Sobre todo, si se tiene en cuenta que el Proyecto concibe la interrupción voluntaria del
primer criterio a valorar es, precisamente, el del significado literal de las palabras (art.3
casos de «fundamentales», como si se tratase de los que, con este carácter, reconoce
nuestra CE. En este sentido, el artículo 1 se refiere a los «derechos fundamentales en el
ámbito de la salud sexual y reproductiva», con impropiedad y sin especificar qué derechos
que el nasciturus termina no siendo otra cosa que parsmulieris. Sin embargo, para él una
manera de ver las cosas que apunte en esta dirección es rechazable, pues falta la medida
en que el derecho excluya cualquier tipo de protección frente a las decisiones libérrimas.
Entre los límites que el propio texto proyectado fija y el reconocimiento del derecho
subjetivo hay alguna contradicción muy difícil de salvar. Concluye Navarro Valls, la
del Proyecto y en la que se residencia uno de los supuestos de interrupción voluntaria del
embarazo por causas médicas, –al menos, en su actual formulación normativa– no puede
ser suplida por el criterio libre e ilimitado del Comité Clínico a que alude el mismo
inconstitucionalidad del mencionado proyecto de reforma del aborto. Así, para el mismo
núcleo esencial del Proyecto está constituido por su Título Segundo, en el que se acomete
la nueva regulación de la interrupción voluntaria del embarazo79, que pasa del vigente
modelo de indicaciones a un «sistema de plazos». De acuerdo con éste, la IVE es del todo
acogimiento de alguna diferencia. Para el autor citado, no parece que la apuesta decidida
que en el Proyecto se hace por el denominado «sistema de plazos» –cuya regulación se
plasma en los arts. 12 y 14– sea acorde con la CE a la vista de la Sentencia del Tribunal
Art.10 CE, y derecho a la vida, Art.15 CE, son el punto de arranque, el prius lógico y
contra el proyecto de reforma del Código Penal, en la que el artículo 417 bis declaraba no
es del concebido pero aún no nacido.80 Para el mismo, si la CE protege la vida con la
que, no sólo es condición para la vida independiente del claustro materno, sino que es
también un momento del desarrollo de la vida misma, por lo que la vida del nasciturus,
en cuanto encarna un valor fundamental garantizado por el artículo 15, constituye un bien
por otro, el Tribunal Constitucional recuerda que también la dignidad de la persona (en
sobre el que se han dado respuestas plurívocas, no sólo en razón de las distintas
perspectivas (genética, médica, teológica, ética, etc.), sino también en virtud de los
diversos criterios mantenidos por los especialistas dentro de cada uno de los puntos de
vista considerados. En todo caso, el Alto Tribunal sostuvo en su decisión que la vida es
un devenir, un proceso que comienza en la gestación y que termina con la muerte; en otras
naturaleza somática y psíquica que tienen un reflejo en el status jurídico público y privado
lleva consigo el respeto correlativo por parte de los demás, lo que hace patente un
mujer, además, en un contexto que no tiene parangón con ningún otro, dada la especial
relación del feto respecto de la madre, así como la confluencia de los bienes y derechos
constitucionalmente en juego.