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MISIÓN SUCRE
FACILITADOR: INTEGRANTES:
VILLASMIL ANDREINA-14.550.636
BETANCOURT YAFFELL-11.163.223
Introducción 3
Conclusión 54-55
Bibliografía 56
1
INTRODUCCIÓN
Los tres primero, Historia mítica, Historia social del pueblo y Territorio –
población actual, están destinado a exponer los aspectos relacionados con el
origen del grupo y las características del contacto con los otros grupos socio
culturales que han habitado la región, haciendo un recorrido desde las
explicaciones míticas hasta los datos historiográfico que aparecen reseñados en la
bibliografía, así mismo se hace una descripción de las características
poblacionales actuales.
A partir del primer contacto histórico de los pueblos indígenas que habitaban la
parte occidental del actual estado Zulia con las tropas de Ambrosio Alfinger, entre
1530 y 1534, se inicio un proceso de enfrentamientos violentos entre los
colonizadores y los pueblos indígenas, que obligo a estos últimos a refugiarse en
la Sierra de Perijá, hasta que los misioneros capuchinos buscaron el contacto
pacífico con el grupo de los aratonos en el año de 1691.
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Desde este momento y hasta el último cuarto del siglo XVIII, algunos grupos se
establecieron en las misiones en el oeste de las tierras bajas del lago de Maracaibo
y en el valle del Cesar (Ruddle, Wilbert 1983:46). Retornó la violencia a las
relaciones interétnicas por el reclamo indígena de sus territorios perdidos a manos
de los invasores ganaderos; y sus contactos con los misioneros se suspendieron a
raíz de su salida de las colonias con la guerra de independencia; los indígenas se
refugiaron en la Sierra.
Todo el siglo XVII, estuvo marcado por enfrentamientos entre los grupos
indígenas de Perijá, entre los que se encontraban los yukpa, y los colonizadores
quienes incursionaban en los territorios y en varias oportunidades intentaron
fundar poblados.
Durante este periodo y hasta 1821, cuando los misioneros producto de la guerra de
independencia debieron abandonar el territorio, un nutrido grupo de yukpa
convivió en la misiones y en oportunidades colaboraron con los misioneros en la
incursiones que hacían en pro de “pacificar” a los barí.
Aunque con la salida de los misioneros muchos yukpa de los que habitaban los
centros misionales regresaron a las zonas altas, conservaron el contacto con la
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sociedad criolla, en oportunidades comercializaban o intercambiaban productos
con los colonos.
Durante todo el siglo XIX y XX, en forma general el contacto de los yukpa con la
sociedad criolla fue básicamente violento, sin embargo la fundación de la Misión
Los Ángeles del Tokuko, en 1945 por los misioneros Capuchinos, marco un hito
en la historia de este grupo indígena, estos los apoyaron en la defensa de sus
territorios y la presencia misional contribuyo en el control de la invasión de la
cual eran objeto por parte de los hacendados. También se inicio el proceso de
agrupamiento de las poblaciones alrededor de lo que luego se denominaron
centros pilotos, en busca de acceso a los programas sociales y a los servicios
públicos.
Los colonos colombianos y los wayuu también forman parte de la realidad social
del pueblo yukpa, los primeros han llegado a las comunidades producto de la
conflictividad que se vive en la frontera de su país, muchos de ellos han formado
familia con mujeres de la etnia, en algunos casos se han asimilado a la dinámica
de las comunidades y en otros han sido causa de nuevos conflictos por las tierras y
las actividades socioeconómicas de la mismas.
Los Yukpa son la tribu Caribe contemporánea venezolana que vive más hacia el
oeste y es posible que sus antepasados que hablaban una lengua Caribe migraran
gradualmente desde la región del Amazonas a su territorio tribal actual en el curso
de más de 4.000 años.
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Ahora bien, es evidente que este autor trabaja sobre el supuesto de que los
Japreria, el otro grupo Caribe que habita el oeste venezolano, son una parcialidad
de los yukpa, lo cual ya ha sido aclarado por investigaciones posteriores, sin
embargo esto no resta valor en relación con las posibilidades de que el pueblo
yukpa haya iniciado su recorrido desde el sur de Venezuela, para llegar a ocupar
las tierras bajas, el piedemonte y los valles de la Sierra de Perijá,
aproximadamente entre el río Apón, desde el Norte, en el límite con el territorio
del pueblo japreria, hasta las márgenes superiores del río Santa Rosa en el Sur, en
el límite con el territorio del pueblo barí.
Desde la segunda mitad del siglo XVI, con la llegada de los conquistadores a la
cuenca del lago de Maracaibo, y hasta la primera mitad del siglo XX, el pueblo
yukpa fue perdiendo el dominio sobre su territorio ancestral, viéndose obligados a
ubicarse, en su mayoría, en las zonas altas de la Sierra de Perijá, proceso en el
cual muchos fueron exterminados.
Ya entre 1694 y 1750, estas congregaciones habían establecido contacto con los
yukpa y fundado centros misionales, en los cuales se asentaron algunos miembros
del grupo que ante la promesa de paz bajaron nuevamente, hasta 1821 cuando los
misioneros producto de la guerra de independencia debieron abandonar el
territorio hoy venezolano.
También se cuentan entre los invasores del territorio yukpa, a las empresas
petroleras que a principios del siglo XX incursionaron en la Sierra de Perijá en
busca de petróleo. Y más recientemente, a finales de la década de 1980, las
trasnacionales del carbón, con apoyo de entes gubernamentales, también
generaron grandes conflictos por el territorio yukpa, estas últimas aun constituyen
una amenaza fuerte sobre las tierras de este grupo, pues aun cuando los trabajos
finales de exploración y la explotación se han detenido las concesiones no han
sido derogadas.
En síntesis es posible afirmar que el territorio yukpa ha estado en por lo menos los
últimos tres siglos de Norte a Sur entre el río Apón y las márgenes nortes del río
Santa Rosa, respectivamente, puesto que las reducciones se han dado en dirección
este – oeste, despojándolos de casi la totalidad de las tierras bajas.
Según los censos indígenas en Venezuela, para 1992 la población yukpa estimada
era de 4.054 individuos, lo cual representaba el 2,12 % de la población indígena
del Estado Zulia, pero para el censo 2001 la población total asciende a 10.424, lo
que significa que este es un pueblo que esta en franco crecimiento, a pesar de los
problemas que actualmente enfrenta, en los últimos diez años ha duplicado su
población, ubicándose de esta manera entre los diez grupos con mayor población
en Venezuela.
Aunque ellos hacen una clasificación de sus comunidades por sector, si usamos
los criterios de cantidad de población, tamaño y conjunto de servicios públicos
con los que cuentan pudiéramos afirmar que existen tres tipos de comunidades
• Centros pilotos: de los cuales generalmente se reconoce uno por sector. Cuentan
con los servicios públicos, escuelas, ambulatorios, electricidad, acueductos, entre
otros, concentran la mayor parte de la población del sector.
• Comunidades pequeñas: estas generalmente son las que están ubicadas más
hacia dentro de la sierra de Perijá, comúnmente no cuentas con servicios públicos,
aunque pueden llegar a tener un maestro y un enfermero que sin contar con
infraestructura adecuada prestan algún tipo de servicio a los miembros de la
misma.
Fuera de esta clasificación se encuentra la comunidad yukpa “El Caujaro”,
ubicada en el Km. 9 ½ de la vía a Perijá, Parroquia Domitila Flores del Municipio
San Francisco, la cual fue fundada con la intención de reubicar a aquellas familias
que se habían desplazado desde la Sierra de Perijá hasta los terrenos que se
encuentran en las inmediaciones del Hospital General del Sur.
4. Sistema Político
Las funciones del primer jefe o cacique, presenta dos instancias de acción, a lo
interno de la comunidad, se encarga de mantener el orden y garantizar la
convivencia, es el responsable de aplicar las sanciones a quienes cometan
infracciones o delitos contemplados en las leyes tradicionales, consultando
previamente con los ancianos. Así mismo, es el encargado de distribuir las
responsabilidades entre los miembros de la comunidad cuando se preparan para
efectuar alguna festividad o recibir visitantes.
Son el primer y segundo jefe las figuras de poder que siempre están presentes en
las comunidades, su servicio es cotidiano y permanente, situación que los
diferencia de las otras autoridades, quienes son nombrados y se les reconoce como
tales pero sus funciones dependen de la existencia de actividades específicas, es
decir, pueden pasar días, semana y hasta meses en los cuales no requieran ocupar
su tiempo en el desempeño de alguna actividad concerniente a su rol, de hecho
pueden ausentarse por periodos relativamente prolongados de la comunidad, sin
que su asignación sufra algún peligro, mientras que al primer y segundo jefe se les
exige permanencia, sus salidas de la comunidad deben ser justificadas ante los
miembros de la misma, de lo contrario se inicia un proceso de cuestionamiento
que puede desembocar en la sustitución.
Asimismo, los periodos de crisis y/o conflicto con matices interétnicos, en los
cuales se debaten temas o recursos que afectan a diferentes comunidades y en
1
general al grupo étnico, tales como la problemática de los territorios, la
construcción de vías de acceso, proyectos de desarrollo que involucran a varias
comunidades, entre otros, constituyen momentos en los cuales la legitimidad de
las decisiones de las autoridades tradicionales se pone a prueba, pues el cacique
debe moverse entre los intereses especifico de la comunidad que representa, los
intereses de las comunidades del sector y los del grupo étnico como tal.
Según los datos recolectados es posible establecer dos grandes grupos de delitos o
hechos punibles:
Graves: son aquellos que atentan contra la integridad física de uno o varios
miembros de la comunidad, o que impiden y afectan notoriamente la convivencia
y el equilibrio emocional de los miembros de esa comunidad. Entre estos delitos
se encuentra el asesinato o la agresión física que pueda causar lesiones graves, y
las violaciones a niñas antes de la primera menstruación.
Leves: son aquellos delitos que aun cuando alteran la cotidianidad de la familia o
la comunidad pueden ser corregidos en los espacios de convivencia habitual.
Entre estos delitos se encuentra: los insultos o peleas entre miembros de la
comunidad, las infidelidades tanto de hombres como de mujeres, la huida de
parejas que no cumplan con los rituales de matrimonio establecidos por la cultura
Yukpa, la violación a mujeres que ya hayan tenido su primer periodo menstrual.
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Sobre las sanciones:
d) La multa: está relacionada con una indemnización que el agresor, muchas veces
con la colaboración de su familia nuclear, debe otorgar al agredido.
5.1. Producción
Pesca
Caza
La cacería, según cuentan los miembros de las comunidades era una actividad
económica importante para todos los miembros del grupo, sin embargo,
actualmente debido a la perdida de gran parte del territorio tradicional y a la
significativa intervención humana que se presenta en los espacios que aun les
quedan, las cantidad de animales de las especies que consumen ha disminuido
considerablemente, por tanto se práctica con bastante moderación y
principalmente en las comunidades que están más hacia dentro de las montañas de
la Sierra de Perijá.
Entre las especies que consumen se encuentran: cochino de monte, báquiro, danta,
rabipelado, picure, lapa, marimonda araguato, guacamaya, paují, pava de monte,
entre otros.
Cría de animales
Existen familias que cuentan con ganado vacuno, producen queso y leche que
generalmente venden a los mismos miembros de las comunidades y en algunas
oportunidades, a pequeña escala, a los parceleros cercanos o los llevan hasta las
ciudades cercanas. También se presenta la comercialización de la carne, pero
como las cantidades con las cuales cuentan no son muchas esto solo lo hacen o
cuando ya el animal no produce leche o en casos de urgencias que se presente la
necesidad de obtener una cantidad significativa de dinero.
Por otro lado, generalmente casi todas las familias crían aves de corral, pollos y
patos principalmente, que usan para el consumo familiar. También se presentan
algunos casos aislados de familias que crían cochinos, igualmente para el
consumo familiar.
Agricultura
Recolección
Vestido
Para los hombres, el traje propio de la cultura yukpa, consiste en una túnica
amplia y larga, denominado Kojiricha, hecha de un tejido grueso y compacto,
cuya resistencia permitía su uso por un largo tiempo. Su color original es blanco,
con franjas verticales de color pardo, amarillo, rojo o azul, pero con el uso
continuo, y la intemperie, tiende a tornarse parduzco, parecido al caqui oscuro.
En el caso de los jefes y de otros individuos con cierta relevancia o prestigio
dentro del grupo, el vestuario masculino es acompañado de dos accesorios básico,
el Oamko, que consiste en una banda de aproximadamente 1.20 mts. de largo por
10 o 15 cms. de ancho, fabricada con un tejido similar al de la Kojiricha y
decorado con franjas longitudinales, se lleva en el pecho, atravesado de derecha a
izquierda; y el maiu, una bolsita también del mismo tejido colgada del hombro
izquierdo por medio de un tirante utilizado como bolsillo para guardar algunos
utensilios personales como la pipa o el rollo de tabaco. Así mismo, los jefes
acostumbraban llevar sombrero de paja con copa cónica, alas cortas y levantadas,
adornados con abundantes plumas de colores.
Otro aspecto importante, son los accesorios. Los collares son comunes a ambos
sexos, aunque los de las mujeres tienden a ser más coloridos. En la fabricación de
estos se han incorporado materiales de origen occidental, tales como bisutería,
botones, entre otros, sin embargo, lo más común es que se confeccionen con
semillas propias de la zona donde habitan.
Viviendas
Actualmente los yukpa siguen construyendo este tipo de viviendas, tanto las
denominadas provisionales como las permanentes, sin embargo presentan algunas
modificaciones de forma y han incorporado materiales manufacturados
provenientes de la sociedad mayoritaria.
En las comunidades grandes que han sido intervenidas por las misiones y por
organismos gubernamentales estas tienen la forma de las viviendas rurales,
internamente presentan dos habitaciones y un espacio corrido en el cual se debería
ubicar la sala, comedor y cocina, sin embargo las familias tienden a construir en la
parte posterior una especie de enramada que es usada como cocina, y tanto los
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cuartos como los otros espacios son usados como dormitorio, pues las actividades
cotidianas se realizan en los espacios externos a las viviendas. En aquellas
comunidades en las cuales el contacto con la sociedad mayoritaria ha sido más
permanente e intenso, y en las cuales existen altos porcentajes de escolarizados,
las familias comienzan a organizar y dar uso a los espacios de las viviendas de
acuerdo a las pautas occidentales.
Herramientas de trabajo
Las herramientas de trabajo producidas por los yukpa, obviamente dan respuesta a
las actividades de producción, para la cacería y la pesca elaboraban arcos y
flechas de diferentes formas; aunque en la actualidad para estas actividades
tienden a usar herramientas industrializadas provenientes de la sociedad nacional,
como escopetas o chinchorros de pesca (estos en muy escasas ocasiones), se
siguen elaborando arcos y flechas, para ser usados por adultos que las mantienen
como la mejor opción o para la comercialización como objetos decorativos,
aunque en estos casos han sufrido algunas variaciones, así mismo se producen
para que los niños los usen como juguetes.
5.2.1. Intercambio
En las comunidades yukpa existe un alto sentido de valor y uso del dinero, así que
generalmente las actividades económicas que desarrollan las efectúan a través de
transacciones comerciales, los intercambios son una actividad que poco se
practica, queda reducida a relaciones entre familiares y vecinos muy cercanos que
se apoyan mutuamente en la satisfacción de algunas necesidades relacionadas con
la alimentación.
Tal vez las condiciones en las que establecen relaciones con algunos agentes
externos a las comunidades podrían denominarse también como intercambios, en
tanto los miembros de las comunidades yukpa acostumbrar obsequiar
principalmente collares, pero también cestas, esteras, objetos ornamentales que
producen para la comercialización, arcos y flechas, entre otros a aquellas personas
que visitan las comunidades y que les obsequian ropas usadas, cuadernos y otros
útiles escolares. Así mismo, llevan este tipo de obsequios a las personas que
visitan fueras de sus comunidades y que los alojan en sus viviendas.
5.2.2. Comercio
De allí que generalmente cuando los funcionarios que han laborado como apoyo,
asesores y/o administradores en el proceso de activación y traslado de
responsabilidades de la actividades productivas de la torrefactora yukpa a los
miembros de las comunidades, comienzan a detectar las actuaciones de los
mismos en función de los interese familiares y a procurarse ventajas competitivas
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para colocar su producción, sin que para ellos esto signifique una agresión para
con los otros productores y sus familias, tienden a “moustrificar” a los
comerciantes, en definitiva se activa la concepción etnocentrista de occidente y se
asumen actitudes que a la final no son otra cosa que racismo, en tanto se abortan
los procesos por que los indígenas no se comportan como ellos lo han soñado.
Es necesario que tanto los organismos gubernamentales como los miembros de las
comunidades yukpa, reflexionen sobre este circulo vicioso que los mantiene en
posición de desventaja para ingresar y participar en el proceso de producción y
comercialización, tanto del café como de los otros productos agrícolas, se deben
desarrollar alternativas de negociación cultural que les permita romper la
dinámica actual, una vía se ha abierto a partir de la conformación de los consejos
comunales, pero debe existir el debate y el establecimiento de consenso, pues
hasta ahora los proyectos que se han desarrollado desde esta instancia han sido
básicamente para el desarrollo de infraestructura y se servicios comunitarios, solo
en aquellas comunidades más pequeñas, en las cuales los lazos familiares y de
alianza parental abarcan a todos los miembros se han iniciado ensayos con
proyecto de carácter productivo.
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Los objetos artesanales constituyen el otro rubro de comercialización de los
miembros de las comunidades yukpa, también en estos casos la producción es una
actividad de carácter familiar, para la comercialización los miembros de las
familias, incluidos adultos y niños de ambos sexos, se trasladan hasta las ciudades
y de manera ambulante ofrecen sus productos. Esta constituye una de las razones
de movilización, recorren las ciudades cercanas a sus comunidades, pero también
se desplazan hacia otras ciudades bastante retiradas, en algunas oportunidades se
reúnen grupos de dos o tres familias para movilizarse hasta los estados centrales
del país a vender mercancía.
También se presentan los casos en los cuales los artesanos yukpa están pendientes
de las ferias en las ciudades, cercanas o lejanas, y se desplazan para aprovechar
las posibilidades de comercialización artesanal. En el caso de la ciudad de
Maracaibo, se han registrado algunos acuerdos con los comercios artesanales
turísticos para la adquisición al mayor de productos yukpa, pero este tipo de
transacción es bastante bajo en comparación con la cantidad de artesanos que
salen a comercializar de manera ambulante.
Los productos de comercializan son básicamente con fibra vegetal, tales como:
cestas, sombreros, esteras, arcos y flechas de diferentes tamaños, así como
collares. También han desarrollado objetos artesanales que solo se producen para
comercializar, especies de recuerdos de carácter ornamental, por ejemplo tejen
círculos de palma de manera que adquieren la forma de un plato llano, sin bordes,
sobre los cuales colocan en forma de aplicaciones miniaturas de cestas,
sobreros, arcos y flechas, adornados con hilos de colores.
6. Religión y medicina
6.1. Religión
Cuando el fallecido es un niño, sus padres también queman las pertenencias del
mismo; ellos deben raparse el pelo, acatar algunas restricciones en la
alimentación, aislarse y abstener de realizar gran parte de sus actividades
cotidianas. Estos rituales tienen especial significación para los padres cuando el
que muere es el primer hijo, pues existe la creencia de que no cumplir a tiempo
con los mismos implicaría el fallecimiento de todos los hijos posteriores.
Otra restricción que se origina a partir de la muerte de algún miembro del grupo
esta relacionada con las actividades de subsistencia, referida a la prohibición de
talar el bosque cerca de las cuevas osarías pues los espíritus residen en los árboles
cercanos alrededor.
Cinco plantas tienen importancia ritualística tradicional: dos pira blanca (kutia) y
onoto (onoto) para preparar pinturas cosméticas. Los frutos del ají (kakask) se
queman para alejar los malos espíritus de los Yukpa muertos (okátu), que aparecen
durante la noche para espantar a diversos demonios de la selva. El ají nunca se usa
como condimento. Las flores de algalin (kont lela) se queman para alejar las
lluvias que pueden causar daño al maíz que se está secando en los campos. Non-
que (Wita) se cultiva por su polen y sus frutos. El polen prové un alucinógeno
potente que tiene usos importantes en el sistema mágico religioso. Las semillas
puestas en la comida de enemigos pueden causarles un coma, durante el cual se
despacha al inoportuno invitado con una flecha bien colocada.
Ahora bien, además de estos rituales que están relacionados con la vida familiar,
se presentan otros concernientes a las actividades de producción y las convivencia
entre los miembros de las comunidades, en este caso una especial mención merece
el Kuje o Fiesta del Bollito, actividad relacionada principalmente con la
agricultura y la deidad que le dio origen, Ojesma, pero que en forma general es
expresión de toda la organización social del pueblo yukpa, constituye hasta donde
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sabemos la única festividad propia que en la actualidad logra involucrar a todos
los miembros de un sector o cuenca.
La fiesta yucpa del bollito el cuje, una de las tradiciones yukpa capaz de aglutinar
en sí misma una gran cantidad de elementos, creencias, mitos, leyendas, valores,
costumbres, culinaria, agricultura, cacería, cantos, danzas, etc., es decir, una
compleja información etnocultural resumida y concentrada en esta sola tradición.
Así mismo, dentro de las comunidades yukpa están presentes prácticas religiosas
tanto de la iglesia católica como de iglesias cristianas evangélicas, lo cual nos
lleva a contemplar la existencia de creencias religiosas no tradicionales.
Entre las enfermedades más frecuentes que aquejan a este pueblo indígena se
encuentran la hepatitis y la tuberculosis como las más graves, pero además de
ellas existen casos significativos de anemia, escabiosis y otras infecciones de la
piel, parasitosis, neumonía, diarrea, vomito, entre otras. Una mención significativa
requiere la diabetes, enfermedad que se ha convertido en una de las más
frecuentes entre los adultos.
Al preguntarles a los miembros de las comunidades sobre las formas en que tratan
este tipo de enfermedades, generalmente afirman que siguen las instrucciones del
curandero o médico para protegerse. El ciclo de tratamiento se inicia en la casa,
ante la enfermedad algún miembro de la familia toma medidas caseras a fin de
eliminar la afección que se presenta, si esto no da resultado acuden a los
curanderos para que les de preparados y algunas recomendaciones necesarias para
encontrar la cura, si después de un tiempo de tratamiento la afección persiste,
entonces recuren a la medicina de origen occidental, ya sea con los enfermeros
que están en la comunidad o trasladándose hasta los centros asistenciales más
cercanos, desde los cuales algunas veces son remitidos hasta los hospitales de la
capital del Estado.
Existen indicios de que tradicionalmente una comunidad estaba formada por una
familia extendida, es decir, por una pareja con sus hijos solteros, las hijas con sus
esposos y los hijos de estos, sin embargo, en la actualidad esta dinámica de
organización ha cambiado, inclusive en las comunidades más pequeñas la
tendencia es que existan por lo menos dos familias extendidas, en algunos casos
con relaciones generacionales, es decir, que una de las familias (la más joven) fue
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en épocas anteriores miembros de la familia extendida anterior. Y por supuesto en
las comunidades más grandes existen múltiples familias extendidas.
En el sistema de transmisión del saber del pueblo yukpa se pueden identificar por
lo menos tres acciones generales, que aun cuando las presentamos por separado
con la intención de describirlas, es obvio que existe una estrecha interrelación –
interdependencia entre ellas, lo que las convierte precisamente en un sistema.
Los cuales constituyen, por decirlo de alguna manera, hitos fundamentales no solo
en la formación del individuo, sino en la legitimación de su pertenencia al grupo.
En este caso la característica resaltante es que prevalece el carácter
eminentemente ritual y simbólico que los diferencia de las actividades cotidianas.
Actualmente, destaca lo relacionado con la llegada de la primera menstruación de
la adolescente, lo que inicia una serie de rituales durante dos a tres semanas, en los
cuales se le prohíbe ciertos alimentos, se le rapa el pelo y se le cortan las uñas y es
instruida por una mujer adulta, madre o abuela preferiblemente, en su nueva
condición de mujer adulta.
1
En segundo lugar, se encuentra la participación de los niños y niñas en las
actividades de la vida adulta, prevaleciendo el carácter cotidiano, los procesos de
socialización se envuelven en la dinámica diaria de las familias y la comunidad,
las niñas y niños y pequeños están a cargo de la madre o de las hermanas mayores,
a quienes acompañan constantemente en sus actividades, a medida que el varón
logra independencia en los movimientos tiende a acompañar al padre, de esta
manera se va aproximando a las actividades que le corresponden según su sexo.
Es importante resaltar que el padre, mientras esta en el hogar apoya en el cuidado
se los hijos, sean estos hembras o varones.
La tercera acción identificada esta referida a las relaciones entre los pares, las que
están marcadas principalmente por los juegos, lo cuales aprenden de los niños más
grandes o de los jóvenes. Los juegos presentan diferentes matices desde el punto
de vista instruccional, por un lado se encuentra el aprendizaje de normas de
convivencia e interrelación con los coetáneos, constituye un mecanismo para el
desarrollo de las habilidades necesarias en el cumplimiento de las actividades que
les corresponderán en su vida adulta y las posibilidades de aproximarse a través de
las historias del origen de los juegos a parte de la mitología del grupo.
1
7.3. Sistemas educativos occidentales:
Se puede decir que en forma general existen cuatro tipos de escuela dentro de las
comunidades yukpa, atendiendo a la infraestructura, el número de maestros y las
etapas del sistema educativo venezolano que alcanzan.
En las comunidades más pequeñas y que generalmente están más retiradas de las
vías de acceso carretero, comúnmente hay un maestro o maestra que atiende a los
niños más pequeños y que se propone enseñarles a leer, escribir y las operaciones
básicas de matemáticas, en estos casos los espacios educativos han sido
construidos por los mismos miembros de las comunidades con los materiales que
les proporciona el medio. Ellos tienden a afirmar que en estas escuelas se dan los
dos primeros grados de educación básica, pero la verdad esto es difícil de
determinar pues cuando se trasladan hasta los centros pilotos donde funcionan
escuelas más grandes, sobre todo si estas están dirigidas por las misioneras, a los
niños se le aplica una evaluación diagnostica a partir de la cual se determina en
que grado será ubicado el estudiante.
Existen solo dos casos de instituciones educativas en las comunidades yukpa que
abarcan la tercera etapa de educación básica y el ciclo diversificado. Estas se
encuentran en las comunidades Tokuko, que puede ser considerada como el centro
piloto más grande desde el punto de vista del espacio que ocupa y el número de
habitantes con los cuales cuenta, esta institución es dirigida por la congregación
de las hermanas de Santa Ana, aunque con la participación bastante activa de los
miembros de la etnia, quienes prácticamente controlan la 3era etapa y el
diversificado.
El proceso sostenido de reducción del territorio implicó tres opciones para los
miembros de este pueblo indígena, todas ellas atentan contra la continuidad
cultural y las posibilidades de crecimiento socioeconómico. Algunos debieron
refugiarse en las zonas más altas de la Sierra de Perijá, donde los espacios para la
producción agrícola están reducidos a pequeñas pendientes o mini planicies
existentes entre una montaña y otra, otros prefirieron resistir en algunos espacios
de las zonas bajas quedando atrapados entre los potreros de una hacienda y otra,
de manera que la circulación por los espacios vitales esta restringida por portones
que se abren o cierran dependiendo de los estados de ánimos y los intereses
particulares de los dueños de las haciendas y de sus empleados. Otros, tal vez los
que corrieron con menor suerte, se vieron en la necesidad de emigrar hacia los
espacios urbanos, generalmente para incorporarse en condiciones de marginalidad
a la realidad de las ciudades.
En este contexto, la lucha por las tierras nunca se ha detenido, desde que
perdieron sus últimas tierras planas entre 1920 a 1970 ante el establecimiento de
haciendas, los yukpa han vivido reaccionando contra la invasión y el despojo, los
intentos por rescatar parte de las tierras planas se inician en 1947-1948 con la
creación de lo que hoy se llaman Centros de Pilotos de Shirapta y Tukuko, hasta
1
hoy se mantiene la lucha en varios punto del territorio yukpa en este proceso
fueron atropellados, incriminados y asesinados centenares de indígenas.
Otro argumento que cobra fuerza para descalificar la lucha por las tierras yukpa,
es la afirmación de que estos no son productivos y que al entregarles las tierras se
pone en peligro la seguridad alimentaria de la región y del país, pues en esa
haciendas supuestamente se produce la carne y leche que nos alimenta, cuando la
verdad es que la mayoría de las tierras solicitadas por los yukpa son subutilizadas
o improductivas, muchas han sido relativamente abandonadas por sus
propietarios. Otra verdad que se oculta en este argumento es que la totalidad de las
tierras solicitadas por los yukpa escasamente supera el 1% del total de los espacios
que actualmente son haciendas y que un grupo muy pequeño de familias se
atribuye como propiedad.
Son los miembros de este grupo quienes han sido objeto de desalojos y traslados
colectivos obligatorios por parte de los organismos gubernamentales desde sus
espacios de ocupación en zonas urbanas hasta espacios cercanos a sus territorios
ancestrales. En detalles, hasta hace pocos años los representantes gubernamentales
tomaban un bus, recogían a todos los yukpa que se residenciaban en las
inmediaciones de vías principales y los llevaban hasta alguno de los caminos
cercanos a sus comunidades de origen, donde ya no tenían ni viviendas, ni
espacios para cultivar, ni mucho menos empleos, les daban una irrisoria cantidad
de dinero en efectivo a cada padre de familia, los bajaban del bus en medio de la
nada, como exiliados, negándoles el derecho que todo ciudadano venezolano tiene
de circular libremente por el territorio nacional.
8.2.1. Desplazamiento
Agotadas estas posibilidades los hombres y mujeres tienen que salir a buscar
fuentes de ingreso retirados de sus sitios de origen, aunque se ven casos, muy
pocos se emplean como peones de las haciendas cercanas, pues sus relaciones con
los hacendados siempre han sido bastante tensas debido a la dinámica de la lucha
por la tierras, de allí que deban trasladarse hasta las ciudades, en las cuales
tampoco tienen muchas oportunidades pues no han contado con un proceso
sistemático que les permita prepararse para ingresar al mercado laboral.
Hasta aquí llegan las oportunidades, quien no logra ubicarse en una de estas
plazas de empleo, subsiste con lo que pueda cultivar para el consumo familiar, en
la cacería bastante disminuida por la escasez de animales y con la pesca, si han
logrado mantenerse en sus territorios.
En relación con la mendicidad se han realizado denuncias según las cuales agentes
externos a las comunidades organizan y transportan a las mujeres y niños para que
practiquen esta actividad, sabemos que en algunos casos están presente individuos
que no pertenecen a la etnia y que se han incorporado a las comunidades, urbanas
principalmente, a partir de la convivencia con una mujer yukpa, sin embargo este
tipo de denuncias no se ha podido comprobar.
1
CONCLUSIÓN
Los miembros del grupo han fortalecido su sistema de resolución de conflicto para
dar respuesta a este tipo de situaciones, por un lado se fundan nuevas
comunidades en los espacios disponibles, siguiendo en la medida de lo posible las
pautas establecidas por el sistema de parentesco; por otro lado se encuentra el
control de las autoridades tradicionales, a partir del derecho consuetudinario, y la
comprensión de que en algunos momentos de crisis se pierde la armonía
comunitaria y se generan conflictos entre los miembros de las comunidades, pero
a partir del dialogo y de la aplicación de las normas es posible recuperarlo para
llegar nuevamente a un estado armónico donde es posible la convivencia y el
crecimiento mutuo.
1
En el caso del presente informe, requerido como marco de ilustración para tratar
la supuesta violación a las leyes por parte de algunos miembros del grupo étnico
yukpa, es necesario considerar estos mecanismos cíclicos, reconocidos en su
cosmovisión, sobre la alteración de la cotidianidad y el posterior regreso al orden,
así como, las posibles alteraciones emocionales a las cuales pudieran haber estado
sometidos los involucrados.
1
BIBLIOGRAFÍA
Álvarez, Aidé y Portillo, Lusbi (1994) Las Comunidades Barí y Yukpa en Defensa
de su Entorno. Resultados de una investigación – Acción en la Sierra de Perijá.
División de Extensión 1985 – 1994. (Trabajo de Ascenso: 9 Tomos). Facultad
Experimental de Ciencia. La Universidad del Zulia. Maracaibo – Venezuela.