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Ciclo Lento
Dadas estas condiciones, la ventaja competitiva de este tipo de negocios es difícilmente imitable y
obtienen beneficios propios de una posición de monopolio. Su estrategia es la que se conoce como
la estrategia del “Jardinero” ya que siembran (invierten) sin saber a priori cuál de sus semillas
(proyectos) va a fructificar, pero cuando uno de ellos lo hace, puede gozar por un tiempo prolongado
de sus beneficios.
Este tipo de negocios puede estar sujeto a un fenómeno competitivo conocido como el “Efecto
Pendiente o Inclinación” donde todo el mercado se inclina hacia un sólo competidor, derivando en un
monopolio. Tal es el caso de empresas como Merck, Microsoft o como lo fue Disney.
Ciclo Rápido
Para algunos negocios, los ciclos de innovación/destrucción son muy cortos. En estos casos, el
lanzamiento de una innovación viene rápidamente seguida por la imitación por parte de los
competidores y/o la obsolescencia del producto por pérdida de interés de los consumidores.
En parte, la explicación para este fenómeno radica en que la estructura organizacional requerida
para este tipo de negocios es relativamente simple, los productos utilizan un número relativamente
limitado de partes y piezas que se encuentran fácilmente disponibles en el mercado. Tal es el caso
de muchos aparatos electrónicos (radios, cámaras digitales), ropa etc., que viven permanentemente
en una situación de destrucción creativa.
Dado que la ventaja competitiva en estos ciclos es efímera, los negocios exitosos son aquellos que
operan en un esquema de éxito preplaneado donde, al momento del lanzamiento de un nuevo
producto, ya se ha desarrollado al sucesor que en muy poco tiempo hará su estreno en el mercado.
Utilizan una estrategia de precios dinámicos, que tiene por objetivo obtener los mayores ingresos
posibles, en cualquier momento del tiempo. Son negocios en general, de alto riesgo y alto retorno.
Ciclo Estándar
Las dos situaciones recién descritas representan los dos extremos en términos de tiempos en que la
Ventaja Competitiva se renueva, ciclos lentos o rápidos. Entre ambos se encuentran aquellos
negocios, que si bien no se encuentran totalmente protegidos de la amenaza de los competidores,
tampoco enfrentan el fenómeno de la creación/destrucción de valor, propia de los ciclos rápidos.
Estos son los negocios de Ciclo Estándar. En general, este tipo de negocios se caracteriza por ser
de consumo masivo, con fuerte orientación en los procesos, y su ventaja suele sustentarse en efecto
escala (producción de grandes volúmenes para un aprovechamiento más eficiente de las
instalaciones). Con frecuencia, este tipo de empresas, realiza grandes inversiones de tal forma de
mejorar la eficiencia.
De la descripción anterior, no es difícil imaginar de qué forma se espera que evolucionen los precios
de los productos de negocios pertenecientes a cada uno de estos ciclos: rápidamente a la baja para
ciclos rápidos, estables o eventualmente crecientes para ciclos crecientes, y con un descenso menor
para ciclos estándares. (Vea en Material Recomendado, “Evolución de Precios según Ciclos
Competitivos”, un resumen de los resultados de un estudio de este tema).