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Estela Falicov
Entre estas personas hay muchos abuelos y los llamo así cuando tienen
nietos (no a causa de su edad); nacieron durante la década de 1940 o antes;
fueron adolescentes y adultos jóvenes en los ’60 y, como es de público
conocimiento, quienes vivieron su adolescencia y juventud en esa década (“los
sixties”) nunca envejecerán.
Podríamos llamarnos “mayores millennials” porque llegamos a esta nueva
era teniendo 60 o más años.
Si no todos, ya que algunos eligen “hacerse viejos” o “vivir su edad” (tal
como se acostumbraba décadas atrás, y es una elección válida), vivimos a
plenitud los eventos contemporáneos, incluyendo el uso, más o menos
competente, de las tecnologías de la información y la comunicación.
Sé de algunas personas que consideraban que la computadora --que lleva
décadas entre nosotros-, los celulares, internet y todos sus derivados (en especial
las redes sociales) los superaban porque “son cosas de jóvenes” y que, por una u
otra causa, al comenzar a usarlas se vuelven tan adictos como cualquiera “más
joven”, por usar sus propias palabras.
Muchos vivimos los avances tecnológicos con naturalidad y forman parte de
nuestra manera de transitar nuestros 60, 70, 80 o más años. Nos producen
incomodidad, a veces enojo, algunas reacciones de personas más jóvenes para
quienes no respondemos a las “expectativas socialmente programadas” para las
personas mayores y aun para nuestras relaciones con nuestra familia, incluyendo
a los nietos.
En estas personas actúan a plenitud el “viejismo”, el conjunto de
estereotipos y prejuicios sobre las personas mayores. El supuesto viejista es que
son (somos) más débiles, menos competentes, pasivos y asexuados.
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Instructivo para el buen trato
Es una lista personal, aunque testeada con personas con las que estoy en
contacto.
Algunos SÍ:
Los mayores de este milenio (muchos, al menos) nos sentimos
plenos protagonistas del siglo 21 y es muy cansador tener que
ponerlo a prueba, desafiando el viejismo de nuestros interlocutores.
Tutear, si corresponde, en un ambiente donde los demás
participantes lo hacen. (Evitar la aclaración de “Lo/a trato de usted
por respeto”. El respeto puede practicarse o faltarse tratando de
“usted” o de “vos”.)
Dar ayuda cuando es pedida.
Algunos NO:
No felicitar porque la persona trabaja, viaja con frecuencia, maneja
tecnología de última generación o está en una relación sentimental.
O sea, haciendo cosas “de persona normal”.
No avisar de obstáculos sencillos (presencia de escalones, por
ejemplo), si no lo harías a personas de tu misma edad.
No preguntar “¿Podrás … (cargar bolsas de compras, valijas,
paquetes)?” La respuesta suele ser SÍ, porque se plantea como un
desafío. Si necesito ayuda la pido (ver uno de los sí).
No dar por supuesto que no sabemos qué es una computadora o
cómo son los celulares de última generación (si somos afectos a la
tecnología).
No expresar asombro porque usamos Instagram, Whatsapp y hasta
¡Facebook! Ni felicitarnos por eso.
Cualquiera que sea tu edad, tus ideas y observaciones sobre este tema,
incluyendo el instructivo, serán muy bienvenidas.
Buenos Aires, marzo de 2019.
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