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Chile y la conformación de un régimen nacional de alteridad en el espejo del pueblo

Mapuche

Sebastian Varas J.

Introducción

Comenzaremos este breve ensayo señalando qué entendemos por régimen nacional de
alteridad para luego adentrarnos en la disyuntiva Chileno-Mapuche y otorgarle un
contexto al desarrollo del Estado-nación chileno y su conflicto con el pueblo mapuche
dando cuenta del desarrollo paralelo que existe entre ambos elementos y como estos
condicionan la existencia y las características del otro. Para continuar con un reflexión en
torno a las identidades y la ambivalencia que tiene y ha tenido la cultura mapuche en la
chilenidad, pues por un lado se habla de la sangre guerrera mapuche y se entonan
canticos orgullosos de la herencia guerrera y por el otro se estigmatiza al mapuche como
un otro flojo alcohólico y poco civilizado. Para terminar con una conclusión sobre si es
pertinente o no hablar de régimen nacional de alteridad en el caso Chileno-Mapuche y las
implicancias que esto puede tener.

Régimen nacional de Alteridad

Cuando hablamos de régimen nacional de alteridad nos referimos al término acuñado


por Paula López Caballero en su libro Indígenas de la nación, etnografía histórica de la
alteridad en México (Milpa Alta, siglo XVII-XXI) donde nos plantea que el régimen
nacional de alteridad es el desarrollo e implementación por parte del Estado-nación de
diversos mecanismos (políticos, económicos, culturales y sociales) de crear en los
márgenes de su institucionalidad excepciones u otredades en relación al sujeto por
excelencia de los modelos liberales requeridos por el Estado para la conformación de
naciones avanzadas, los ciudadanos. (Caballero, 2017).Es decir, que a medida que se
desarrolla la institucionalidad oficial con sus características modernas e ilustradas para el
caso americano en los márgenes o en los límites de estas instituciones se conforman
otredades que se ven marginados por las políticas estatales centradas en su mayoría en
lo que Bengoa llama WCS (White, Cristian, Spanich.)1 El hombre blanco que quedo a
cargo de la nación tras las guerras de independencia quienes eran descendientes al fin y
al cabo de los modos españoles y correspondía a un número reducido de señores que
tomaron las riendas de los países americanos luego de las luchas por la independencia.
(Bengoa, 2017) Dejando en segundo y tercer orden a los demás sujetos sociales como
los mestizos y por sobre todo a los indígenas.

En la introducción de su libro Caballero nos plantea una paradoja que se repite o es muy
parecida a lo que ocurre en Chile cuando nos señala esta ambivalencia existente en el
valor del indígena mexicano:

“En México, esta tensión entre pueblo y soberanía será constitutiva del campo de
identificaciones atravesado, como ya se dijo, por un sentimiento de orgullo respecto
del lejano pasado indígena concebido como glorioso pero inexistente en el
presente, y por una “fe ciega” en la inferioridad de los indígenas contemporáneos”
(Caballero, 2017, pág. 16).

Para el caso chileno es aún más evidente por cuanto el pueblo Mapuche es famoso por
sus hazañas guerreras de resistencia al español invasor y uno de los ejemplos más
claros lo podemos observar en el primer escudo nacional confeccionado a cargo de José
Miguel Carrera donde podemos ver dos Indígenas a los costados de éste dando cuente
de la importancia que a ellos se les otorgaba como símbolo de resistencia anti-española.
Pero también podemos ver al igual que en el caso mexicano como es denostado el
pueblo mapuche en diversos ámbitos (políticos, sociales, culturales y económicos).como
nos señala Bengoa en otro de sus textos: En el origen del Estado de Chile: por un Lado,
patriótico discursos en torno a la “valerosa sangra araucana”; por el otro, un
comportamiento de enfrentamiento, discriminación y conflicto (Bengoa J. , 1999, pág. 27).

Es necesario además señalar los complejos conceptos que abordan y se entrecruzan en


regímenes nacionales de alteridad como nos señala la autora:

“En el cruce de las investigaciones sobre las “identidades” y la investigación sobre


el fenómeno estatal propongo, pues un objeto de estudio relativamente poco
explorado en el que convergen debates y estudios que abordan tanto la identidad

1 Hombre Blanco, cristiano y español.


nacional, el nacionalismo, la formación del Estado y de la nación como la cuestión
indígena. Lo que llamo “régimen nacional de alteridad”.” (Caballero, 2017)

Esta cita da cuenta en cierta medida de complejo es el concepto de los regímenes


nacionales de alteridad pues y todas las variantes que se interceptan para el desarrollo
de estos fenómenos ya que relaciona la identidad nacional, el nacionalismo, la formación
del Estado junto a la cuestión indígena y la ambivalencia que se genera en los márgenes
de las sociedades que a medida que se va formando este Estado-nación va creando
alteridades en los márgenes del sistema sistemas de sujetos rezagados que no cumplen
con el perfil moderno de las ciudades ilustradas diseñadas por los criollos herederos
directos de la tradición occidental, como señalamos más el desarrollo de estas
subalternidades es potenciado de distintas maneras por el Estado o las practicas
institucionales de los ciudadanos que en su conjunto de acciones forman la maquinaria
del Estado que va delimitando el proyecto político y social que es el correcto para el
desarrollo de los países.

Estado-nación de Chile/Pueblo-Mapuche

El conflicto persistente entre Chile y el pueblo Mapuche se remonta a la llegada de los


españoles en conquista del territorio ocupado por distintos pueblos que convivían al sur
del continente americano y que a diferencia de otros pueblos de la región como los Incas
por ejemplo no lograron ser sometidos en su totalidad y resistieron ferozmente a los
extranjeros. Con éxitos y fracasos configurando en Chile a diferencia de otras regiones
una Capitanía general por el estado de constante guerra en el que se encontraba el
territorio, definiendo el rio Biobío como frontera natural en el Parlamento de Quilin (1641).
Otra de las características que permitió que no se sometiera el pueblo Mapuche se
agrupaba en diferentes comunidades lo que permitió o produjo que nunca hubiera un
líder de toda la nación mapuche sino que los parlamentos y las victorias solo fueran con
un grupo determinado de mapuches mientras que el resto se revelaba lo que a fin de
cuentas posibilito que fueran irreductibles. También hay que señalar que en el conflicto
que enfrento a criollos contra españoles en el sur de Chile hubo mapuches que apoyaron
a los realistas, lo que no fue bien visto por los criollos vencedores.
Tras este breve vistazo a algunos elementos que nos permiten entender el conflicto que
sólo logra agudizarse en la conformación del Estado-nación chileno republicano y la
formación además de lo que hoy podríamos entender como pueblo mapuche (en el
sentido de que el constante “contacto” entre ambas bandos condiciono la configuración
tanto histórico como social de ambos lados del Rio Biobío). En primer lugar señalar que
hay autores como Góngora y Mellafe que han desarrollado tesis al respecto de cómo el
Estado chileno organizo la sociedad nacional y no al revés como en algunos países
europeos, para este apartado utilizaremos una artículo de José Bengoa que se titula La
formación del Estado y los mapuche(s) o Los mapuche(s) y la Formación del estado
Nacional en Chile donde nos plantea la importancia que tuvo la existencia del pueblo
mapuche en la configuración de la nación chilena en todas sus dimensiones, la constante
guerra presente en tierras Chilenas durante la conquista y la colonia configuro en Chile
un carácter centralizado y autoritario además el constante peligro y los levantamientos
indígenas hicieron que los españoles exigieran garantías y beneficios producto de la
“difícil” situación en la que se encontraban por lo que solicitaron tierras de por vida lo que
instauro a la hacienda a la par con la iglesia católica como las instituciones por excelencia
en Chile (Bengoa, 2017) además posiciono a Santiago como el eje estratégico de las
contiendas, características que hoy son muy fáciles de identificar en Chile, es decir, esta
sociedad de frontera va configurando en ciertos aspectos a ambas sociedades que más
tarde se encontraran violentamente forzadas por la expansión territorial de un Chile
republicano. Podemos ver en este primer momento como es el pueblo mapuche el que
va configurando la futura sociedad chilena.

En este apartado no se pretende hacer un descripción de los innumerables conflictos


que enfrentaron al Estado-nación de Chile con el pueblo Mapuche sino más bien una
reflexión en torno a la definición o configuración de ambos sistemas y como la existencia
de uno condiciono la forma que el otro desarrollo, para esto hay que señalar que en la
colonia existieron diferentes tácticas para resolver la cuestión mapuche, guerra ofensiva,
guerra defensiva diferentes practicas como las malocas y los malones destacando los
parlamentos pues dan cuenta de que España reconoce la existencia de los Mapuche y
dialoga con ellos. Luego finalizada la guerra de la independencia nos encontramos con
los inicios del aparato estatal que adquiere todas las características de la Ilustración
europea y en pos de la modernidad y la razón que pone en evidencia el atraso que
caracteriza sobre todo a los araucanos que viven de acaballo en el campo sin
pretensiones de surgir al estilo moderno, un problema para el Estado Chileno que busca
“mejorar la raza”. Como hemos señalado más arriba, tras un momento en el que los
mapuche representaban la resistencia al dominio español para los criollos, un pueblo que
se revestía de una mística guerrea al entra en el Siglo XIX hubo un cabio de perspectiva
pues la esta visión positiva cambio radicalmente y uno de los mayores exponentes de
este cambio fue Diego Barros Arana uno de los intelectuales más importantes de la
época quien señalo que los mapuche vivían en un barbarie por lo que desde Santiago se
les miraba como atrasados salvaje bárbaros y uno de los elementos más
desconcertantes para los ciudadanos fue la práctica de la poligamia que rompía todos los
esquemas burguesoides de la elite chilena, todos sus valores morales y “científico”,
cuestión que los civilizados no podían comprender. Además se instauraba la idea de la
decadencia del pueblo mapuche corrompidos por el alcohol y por su negativa a formar
parte de la vida civilizada junto a la idea de que la frontera sur del Biobío era un terreno
que en la práctica se encontraba despoblado. (Fuica Gonzáles & Vega Bravo, 2010).
Como nos señala Bengoa de nuevo “los chilenos cultos…vieron un territorio del sur
desocupado, vacío, sin producir nada de su potencial agrícola y ganadero; vieron un
pequeño grupo de indígenas a los que había que reducir, educar e integrar lo más rápida
y pacíficamente posible al pueblo” (Bengoa J. , 1999, pág. 41) Como vemos, en la cita
vemos reflejada la necesidad del Estado chileno de reducir a los pueblos mapuches a
ciudadanos competentes impregnados del civismo progresista de la época y no solo esto
sino también transformar sus territorios en exitosos predios agrícolas y ganaderos sobre
todo debido al cerco civilizatorio que se adentraba cada vez más a su territorio por cuanto
“Por el norte era la República de Chile agrícola y hacendal que requería más tierras de
labranza. Por el sur era la colonia alemana exitosa, industrial, modelo de lo que debían
ser esas tierras maravillosas (Bengoa J. , 1999, pág. 43) en 1866 se inicia el proceso
conocido como “Pacificación de la Araucanía” y el propósito de esta consistía en civilizar
la los mapuches de manera pacífica de integrarlos exitosamente a la sociedad chilena
mientras obviamente se ocupaban sus tierras. Los territorios de la Araucanía fueron
declarados fiscales estableciendo títulos gratuitos para los indígenas quienes poseían la
tierra, con las leyes de 1866 y el otorgamiento de los títulos de merced se determina la
reducción las tierras mapuches pues el Estado arbitrariamente decidió cuales eran los
límites de la sociedad mapuche (Fuica Gonzáles & Vega Bravo, 2010, pág. 27) Por
cuanto el Estado de Chile:

“…determinó quiénes eran los caciques y les entregó tierras. Junto al cacique,
ubicó dentro de la reserva o reducción a otras familias, con sus jefes caciques, y los
transformó en dependientes del jefe nominado en el título de merced. Fue una
verdadera intervención explosiva la que hizo en Estado chileno en la sociedad
mapuche. El Estado chileno actuó de manera tal que partió en pedazos las
solidaridades y propugnó la división al interior de las familias mapuches.” (Bengoa
J. , 1999, pág. 54)

En este momento de la historia del pueblo mapuche podemos ver cómo actúa el Estado
nacional de alteridad definiendo el Estado de Chile arbitrariamente las dimensiones de la
sociedad separando y contraponiendo caciques y familias mapuche según sus
parámetros establecidos configurando además enemistades por esta cuasi ingeniería
social a los habitantes del sur de Biobío daño cuenta por cierto como se implementan
estas medida en la llamada eufemísticamente Pacificación de la Araucanía que a todas
luces fue una campaña militar para el exterminio y usurpación de las tierras de los
pueblos mapuches con el objetivo de adquirir las tierras para el Estado-nación.

El territorio sur de los pueblos mapuche correspondía a alrededor de 10 millones de


hectáreas de las que el Estado Chileno otorgó 500 mil hectáreas correspondientes a
3.078 títulos de merced lo que representa una ínfima parte de lo que les correspondía, lo
que tuvo algunas consecuencias: aumento de la población rural al doble, disminución de
tierras por usurpación y entrega de otras tierras por parte del Estado que se tradujo en el
origen de la pobreza indígena, la conformación de los minifundios y se puede atribuírsele
prácticamente todos los problemas de la sociedad mapuche contemporánea (Fuica
Gonzáles & Vega Bravo, 2010).

Otro de los elementos imprescindibles para lograr comprender los alcances del régimen
nacional de alteridad Chileno radica en las practicas legislativas que permitieron o
facilitaron que los mapuches perdieran sus tierras y se formara un conflicto mapuche
encontramos la ley dictada en 1927 que permitió la división de los títulos de merced lo
que en la práctica provoco que muchas de las comunidades dividieran sus tierras y se
disolvieran jurídicamente cuestión que en la práctica no ocurrió (Fuica Gonzáles & Vega
Bravo, 2010) Como nos señala Bengoa:

“Fue esta la causa de numerosas ventas de tierras, usurpaciones legales en base a


escritos y papeles que llenaron los Conservadores de Bienes Raíces. Es el origen
de los actuales conflictos. Entre 1927 y 1973, desapariciones totalmente y sus
tierras fueron usurpadas. Esas tierras pasaron a privados y los indígenas tuvieron
que migrar” (Bengoa J. , 1999, pág. 28)

Es en estas circunstancias que el pueblo mapuche llama territorio usurpado a las tierras
que fueron entregadas por el Estado-nación de Chile en los llamados títulos de merced y
que fueron arrebatadas por diferentes medio coercitivos (presiones, amenazas y
artimañas legales) junto además de la radicación indígena (1884-1927) fue un proceso
lleno de injusticias y abusos (Fuica Gonzáles & Vega Bravo, 2010)Otra de las leyes que
han permitido o posibilitado el saqueo de las tierras mapuches lo podemos encontrar al
decreto de ley número 2.508 dictado por Pinochet en 1978, este decreto impedía la veta
de hijuelas es decir tierras indígenas provenientes de reducciones o reservaciones mas
no impedía el arriendo de estas lo que llevo a la práctica truculenta de un arriendo por 99
años que se traducía en una venta fraudulenta lo que mino aún más el territorio mapuche
(cita libro).

Identidades

La configuración de la identidad Chilena o de la chilenidad está ampliamente


condicionada por la mapuchidad como hemos señalado en los apartados anteriores, la
conformación de Chile y su sociedad está marcada a sangre y fuego por este otro
mapuche guerrero salvaje y a atrasado, podemos apreciar la dicotomía que existe en
diferentes niveles como: campo y ciudad, civilización y barbarie o chileno y mapuche,
esta figura contrapuesta se inscribe en diferentes momentos de la historia del territorio
permitiendo a la vez configurar el nosotros nacional y el otros que se extiende allí donde
el Estado-nación encuentra sus límites , en estas marginalidades imaginarias o
materiales se extiende el otro, lo que en algunos lugares se ha llamado incluso el
enemigo interno pues el territorio mapuche ya está circunscrito a la soberanía nacional
chilena, pero son considerados ciudadanos de segundo orden, a medio camino que
necesitan educarse en los quehaceres nacionales, en el progreso a la usanza occidental.
La configuración de identidades encontradas entre el chileno y el mapuche cambia
constantemente y muta dependiendo del momento histórico y las circunstancias en las
que se encuentren las sociedades afectadas.
El régimen nacional de alteridad chileno

A partir de lo señalado en los apartados anteriores es necesario señalar las


características que, según nosotros, adquiere el régimen nacional de alteridad chileno
pues señalados algunos de los antecedentes sobre las políticas públicas que el Estado
de Chile a tomado en distintos momentos de su Historia y a medida que él mismo se iba
construyendo podemos señalar cómo estas políticas públicas han potenciado la creación
de sujetos subalternos en los márgenes de la institucionalidad, cuando se inicia en 1866
la adquisición del territorio mapuche en la “Pacificación de la Araucanía” y son reducidos
y reagrupados arbitrariamente los terrenos mapuches dividiendo y aglutinando a caciques
y familias cuando les otorgaron las mercedes de tierras vemos al régimen nacional de
alteridad en su máxima extensión pues estas políticas públicas condicionaran a
perpetuidad la sociedad mapuche condenando a las comunidades a la pobreza, y para
seguir la repartición de las tierras y junto con los arriendos a 99 que eran prácticas
fraudulentas todas practicas amparadas y estimuladas por de una u otra manera por el
Estado chileno, es aquí donde se puede ver con claridad las características de un
régimen nacional de alteridad donde un Estado-nación a través de sus mecanismos
jurídicos y de control continuamente desde su conformación hostiga debilita y extingue a
quienes siendo parte de su sistema se encuentran en la marginalidad de este siendo
considerados de mala gana o a medio tiempo ciudadanos chilenos, esto sin contar la
reactivación de lo que desde los 90” es llamado el conflicto mapuche y el asesinato por
parte de agentes del Estado de estas subalternidades que se revelan ante las prácticas
políticas chilenas que los oprimen y discriminan los asesinatos de Alex Lemún, de Matias
Catrileo, Jaime Mendoza Collío y Camilo Catrillanca por nombrar algunos del ultimo
tiempo. (Bengoa J. , 1999)

Conclusiones

Las dimensiones de este ensayo no dan cuenta de la vasta discusión que puede generar
Chile y el régimen nacional de alteridad que ha generado para el pueblo mapuche en sus
prácticas estatales y tampoco logra dimensionar la complejidad de conceptos e ideas que
desbordan la chilenidad, el Estado de Chile su maquinaria y la conflictiva y a veces
genocida relación que ha tenido con los pueblos mapuches pero a partir del texto
podemos generar algunas reflexiones: en primer lugar señalar que es pertinente la
existencia de un régimen nacional de alteridad chileno que se fue concretando de forma
paralela al Estado-nación Chileno y que sistemáticamente a dejado en los márgenes de
su sociedad civilizada al pueblo mapuche desde los inicios de la república hasta la
actualidad y contando. Otra de las conclusiones es que si bien es cierto que el régimen
nacional de alteridad fue configurando con sus políticas públicas el destino del pueblo
mapuche, el pueblo mapuche a configurado en gran medida la idiosincrasia chilena
desde la llegada de los españolas la sociedad de frontera esculpió los valores nacionales
del centralismo y condiciono por ejemplo a la hacienda como eje transformador de la
sociedad. Podemos ver como a fin de cuentas ambas sociedad nutrieron a la otra
muchas veces con sangre, pero la Historia del Estado-nación chileno y el pueblo
mapuche están estrechamente vinculadas para desgracia por cierto de estos últimos.

Bibliografía

Bengoa, J. (1999). Histora de un conflict: el estado y los mapuches en el siglo XX .


Santiago: Planeta.

Bengoa, J. (2017). La formación del Estado y los mapuche(s) o los mapuches la


Formacion del estado nacional en Chile. Revista Anales, 10-38.

Caballero, P. L. (2017). Indigenas de la nación Etnografia Histórica de la alteridad en


México (Milpa Alta soglos XVII-XXI). C. de México: Fondo de cultura economica.

Fuica Gonzáles, C., & Vega Bravo, J. (2010). Racismo Discursivo: Análisis del "conflicto
Mapuche" y su tratamiento en la prensa escrita. Santiago: UMCE.

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