Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
CONSTANTINO MPODOZIS Servicio Nacional de Geologla y Minerla, Avda. Santa Maria 01 04 ,Santiago, O1i1e
SUZANNE MAHLBURG KAY Instituto para el Estudio de los Continentes (INSTOC), Comell University ,
Snee Hall, Ithaca, NY 14853, U.S.A.
RESUMEN
Los batolitos de la Cordillera Frontal del Norte Chico (28-31 OS) están formados por dos superunidades intrusivas : Bqui
(SE), Carbonlfero superior-Pérmico Inferior e Ingaguás (SI), Pérmico-Triásico. La SE incluye tonalitas y granodiontas
calcoalcalinas de margen continental activo (Unidad Guanta) y facies tardlas peraluminosas (Unidad Cochiguás) , cJya
geoqulmica indica una fuente con componente metasedimentaria y mineralogía de alta presión. Este cambio se debería
al engrosamiento tectónico de la corteza producido durante la fase San Rafael (FSR).
La SI, asociación de intrusivos epizonales, postectónicos, ineluye granodioritas derivadas de la corteza inferior
(Unidad Los Carricitos) y granitos calcoalcalinos hipersilíceos, provenientes de la fusión de niveles medios de la cort3za
en proceso de adelgazamiento extensional. La SI pertenece a la Provincia Magmática ácida Choiyoi que se extiende por
más de 2.500 km a lo largo de los Andes, en Argentina y Chile.
Consideraciones regionales permiten sugerir que la FSR sería el resultado de la colisión oblicua, en el Pérmico me:lio,
de un terreno alóctono. Esta se asocia con el cese de la subducción, engrosamiento tectónico y rotación de bloqJes
corticales en el margen de Gondwana. El colapso extensional postectónico habría favorecido la fusión descompresicnal
en el manto, generando basaltos que, acumulados en la interfase manto-corteza, produjeron fusión cortical, originando
la SI. Colisiones pérmicas, que han sido detectadas en otros sectores del margen (New England Fold Belt, Austré.lia)
marcan el fin del período de rápida deriva de Gondwana. La subducción permaneció activa en la parte central del bade
gondwánico (Patagonia-Antártica) hasta, por lo menos, el Jurásico. Durante ese período, el aislamiento térmico del manto
producido por el supercontinente estacionario elevó la temperatura hasta que, nuevamente, la acumulación de magnas
básicos, y subsecuente fusión cortical, originó las provincias magmáticas ácidas de Patagonia (Chon-Aike) y Antártca.
Estas preceden en el tiempo la ruptura jurásica entre Africa y la Antártica con que se inicia la dispersión de Gondwana.
Palabras claves: Granitos, Paleozoico, Tectónica, Gondwana, Terrenos exóticos, Norte Chico, Chile.
ABSTRACT
The batholiths of the Andean Cordillera in the Atacama and Coquimbo Regions (28-31 OS) reflect tectonic processes
associated with the evolving margin 01 the Gondwana supercontinent. The batholiths consist of the Carbonilerous-LoNer
Permian Elqui Superunit which records the linal assembly 01 Gondwana, and the Permian-Triassic (Lower Jurass c?)
Ingaguás Superunit which coincides with the period of stability 01 the supercontinent. These events are tied to th:>se
occurring along the Gondwana margin Irom Perú to Australia.
The oldest Elqui unit, Guanta, is composed 01 calc-alkaline tonalites and granodiorites lormad along an active
continental margino These granitoids are intruded by leucocratic peraluminous granitoids (Cochiguás and El Volcán urits)
derived Irom melting 01 variable crustal sources. So me 01 these granitoids have trace element signatures consistent with
a high pressure residual mineralogy suggesting that they lormed by melting 01 a thickened crust. AII 01 the Elqui granitoids
are mesozonal and show evidence 01 contemporaneous and post-emplacement delormation. Their uplilt is contempora-
neous with a compressional delormation (San Ralael Phase) in the Argentine loreland.
The Ingaguás Superunit is an association 01 epizonal, post-collisional , intrusives which inelude granitoids derived Irom
deep levels in a garnet-bearing thickened crust (Los Carricitos Unit) and hypersilicic, calc-alkaline to transitional A-t/pe
granites, indicating extensive crustal melting 01 a garnet-poor crust. These granites and the synchronous Pastos Blan:os
Rhyolites are part 01 the Choiyoi Magmatic Province which extends lor more than 2,500 km along the Central and Southern
Andes.
Regional considerations suggest thaf the uplift 01 the Elqui Superunit and the San Ralael Phase could have resulted
from the oblique collision of an allochthonous block to the west in the mid-Permian . This collision could explain crustal
thickening and the termination 01 subduction and block rotations in the Argentine Frontal Cordillera. The removal 01 the
inactive subducted plate would lavor decompressional melting, generating large volumes 01 basalt that could accumulate
at the base 01 the crust and produce the crustal melling that lormed the Choiyoi Province.
A similar Permian collision has also been suggested in the New England Fold 8elt in Australia. These collisions
coincide with the end 01 the rapid movement 01 Gondwana relative to the South Pole. In the central par! 01 the Gondwana
margin from Patagonia to Antarctica, subduction continued until the Jurassic. 'Thermal blanketing' of the mantle by the
stationary supercontinent resultad in accumulation of basaltic magmas at the crust-mantle boundary. The basaltie magmas
accumulated below the eollage of are magmatie roeks and exotie bloeks aeereted in the Paleozoie produeed extensive
melting lorming the Gondwana granite-rhyolite provinees. These events preceded the Jurassie dispersal 01 the Gondwana
supereontinent in this region .
INTRODUCCION
ASOCIACIONES
DE ANTEA
(Paleozoico
superior)
(f)
--
o
FIG. 1. Mapa que muestra la ubicación de los batolitos del Norte Chico. dentro del contexto de la Cordillera Frontal. En
el recuadro. área de la figura 2.
servan aún como afloramientos discontinuos de una de la Cordillera Frontal y Cordillera de la Costa de
secuencia afio lítica desmembrada, a lo largo dellími- Chile central y sur, hasta Nahuelbuta. Afloramientos
te entre Precordillera y Cordillera Frontal (Haller y del prisma de acreció n se encuentran a lo largo de la
Ramos, 1984; Kay el al., 1984). Finalmente, la sub- región costera de Chile. por lo menos. desde Chañaral
ducción de la corteza del Protopacífico, durante el hasta Islas Diego Ramlrez. al sur de Cabo de Hornos
Paleozoico superior, originó un arco magmático a lo (Ramos el al., 1986; Hervé el al., 1987; Davidson et
largo del margen de Gondwana. El arco carbonífero al., 1989).
se prolongarla. al menos. desde la zona central de Cuencas sedimentarias de intra-arco y tras-arco
Chile hasta la Penfnsula Antártica. Isla Thurtson, An- se desarrollaron sincrónicamente con el magmatis-
tártica oriental y Australia (Milne y Millar. 1989). En mo. tanto en Chile como en Argentina. y fueron relle-
Chile, estuvo limitado. hacia el oeste . por un ancho nadas por varios miles de metros de sedimentos ma-
prisma de acreción. Representantes del primero rinos y continentales (Caminos. 1979; Reutter,1974;
serían los granitoides más antiguos (carboníferos) Polanski,1970), con edades comprendidas entre el
156 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
An
GEOQUIMICA o Guanta
• Montoso
Cochiguós [J
Como se ha indicado en el párrafo introductorio,
• El Volcón
las características químicas de las superunidades
Elqui e Ingaguás serán analizadas, con mayor deta-
lle, en un trabajo específico que se publicará próxi-
mamente (Mpodozis y Kay)O, en el cual, además de
considerar los datos aportados por los trabajos de
Nasi et al. (1985); Rex (1987); Parada (1982, 1984,
1988) Y Mpodozis y Cornejo (1988), se presentan
nuevos datos de elementos trazas y tierras raras. En
el presente artículo sólo se da a conocer un análisis
resumido de dichos datos, destacando, espe-
cialmente, la interpretación petro-tectónica. Aunque
el modelo presentado no es único, es consistente
con los datos disponibles a la fecha.
La Unidad Guanta es un grupo de tonalitas y gra- Ab Or
nodioritas (SiO principalmente de 62-65%) calcoal-
calinas, metalu~inosas (ASIC1) . 0,88-0,94). El análi- FIG. 3. Diagrama triangular Ab/Or/An normativo de la Su-
sis geoquímico de sus elementos trazas indica una perunidad Elqui. LImites de los campos según
Barker (1979). Los datos químicos, al igual que en
evolución dominada por el fraccionamiento de pla-
las figuras 4,5,6,8,9, provienen de Rex (1987);
gioclasa, piroxeno y anfíbola, a partir de un magma Mpodozis y Cornejo (1988) Nasi et al. (1990) y
basáltico aluminoso. Estos caracteres permiten com- Mpodozis, Moscoso y Nasi (en prep.).
pararla con los granitos I de arcos continentales, lo
elevadas razones ~O!N~O y FeO!MgO permiten
que se confirma por razones iniciales 87SrJl6Sr mode-
comparararla, favorablemente, con los granitos S
radamente altas (>0,7055; Rex, 1987), consistentes del Lachlan Fold Belt australiano (White y Chappell,
con su intrusión a través de una corteza continental 1983). En el diagrama Ab-Or-An de Barker et al.
más antigua. La Unidad Montosa se diferencia de la (1986), las muestras de la Unidad El Volcán se ubi-
Unidad Guanta por sus mayores contenidos de Si02,
°
menores de K2 e {ndice ASlligeramente más ele-
can en el campo correspondiente a granitos de
fuente cortical, derivados de un protolito cuarzo-
vado (Mpodozis y Kay)o. feldespático. Sus patrones de tierras raras muestran
La Unidad Cochlguás (69-74% Si02 ) es clara- marcadas anomalías negativas de Eu, diseños pia-
mente peraluminosa (ASI(1) = 1,14-1,18) como lo nos de HREE y contenidos variables de LREE:31, que,
demuestra la presencia de muscovita. Sin embargo, a diferencia de la Unidad Cochiguás, serían con-
su contenido de KP«3%) es demasiado bajo y el de sistentes con el fraccionamiento ylo fusión a baja
Na:p (2,5-5%), alto, para considerarla dentro del gru- presión.
po de los granitos S. Muestras recolectadas en el va-
lle del Cochiguás presentan diseños de tierras raras Petrogénesis
con fuerte pendiente (razones LaJYb hasta 40) indi- La Unidad Guanta representaría a plutones ge-
cando una fuente en equilibrio con una fase retentiva nerados en un arco magmático sobre la zona de
de HREE(2), probablemente granate. Esta fuente a subducción gondwánica del Carbonífero superior.
alta presión se encontraría, probablemente, a nive- Sus razones iniciales 87S r¡B6Sr, relativamente eleva-
les profundos de una corteza engrosada, que pre- das (Rex, 1987), indican la adición de una compo-
sentaba una componente metasedimentaria. LaUni- nente cortical metasedimentaria más antigua, proba-
dad El Volcán (Si02 = 68-77%) es fuertemente per- blemente derivada del prismade acreció n sincrónico
aluminosa (ASI = 1,05-1,18), rica en potasio o del basamento de Chilenia que, al mezclarse con
(K20>2,5%) y pobre en sodio (N~O<3,0%). Sus magmas provenientes del manto, habríadadc-origen
° Mpodozis, C.; Kay, S.M. Late Paleozoic to Triassic evolution ol!he Gondwanamargin: Evidence Irom Chilean Frontal Cordillera Batholiths.
Enviado para publicación al Geological Society ~f Americ~n,. Bulletin.
1'1 ASI: Aluminium Saturation Index. Indice de SaturacIón de Alumlna (mol AI,O¡Ca,O+KP, Zen, 1986)
t21 HREE: Heavy rare earths (tierras raras pesadas)
1" LREE: Ligth rare earths (tierras raras livianas)
160 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
a las tonalitas (Mpodozis y Kay)o. dos en el manto. Sus acentuados caracteres cata-
Las elevadas razones iniciales 87Srj8SSr de la elásticos (Mpodozis y Cornejo, 1988) indican una
Unidad Cochigúas (O,709, Rex, 1987), reflejarían la fuerte deformación poco después de su emplaza-
incorporación de un volumen mayor de la misma miento.
componente metasedimentaria. Sus diseños de tie- El engrosamiento cortical, ocurrido después del
rras raras, con fuerte pendiente, requieren una fuen- emplazamiento de la Unidad Guanta y antes del de
te con mineralogía de alta presión, que incluyagranate la Unidad Cochiguás, es un evento tectónico de mag-
y escasa plagioclasa. La Unidad Cochiguás puede nitudes, que puede homologarse con las etapas ini-
haberse generado a niveles profundos de la corteza ciales de la Fase Orogénica San Rafael (FSR), bien
precalentada y engrosada después del emplaza- documentada en la vertiente argentina de la Cordille-
miento de la Unidad Guanta, debido a la intrusión de ra Frontal, y datada entre 275 y 265 Ma (Azcuy y
magmas basálticos provenientes del manto. Caminos, 1987; L1ambíasy Sato, 1990). Las unidades
La Unidad El Volcán se habría originado por fu- Guanta y Montosa podrían ser consideradas como
sión de una fuente metasedimentaria empobrecida lntrusivos pretectónlcos, mientras que las unidades
en granate a niveles más elevados (medios) de la Cochiguás y El Volcán podrían ser intrusivos sintec-
corteza, sin interacción directa con magmas genera- tónicos con respecto a la FSR.
La Superunidad Ingaguás es una asociación in- qui. El mayor volumen (>80%) de la Superunidad In-
trusiva epizonal, emplazada con posterioridad a un gaguás está formado por granitos leucocráticos que
período de alzamiento regional y erosión, que puede se pueden agrupar, de acuerdo a diferencias textu-
ser considerada como postectónica, en relación con rales, en tres unidades principales. La Unidad Cho-
la Fase San Rafael. Incluye numerosas facies de lIay constituye la casi totalidad del batolito del mismo
grano fino, algunas porfídicas, con cavidades miaro- nombre y gran parte del Batolito del Potro, entre los
líticas y texturas gráficas. A diferencia de la Super- 28° y 29°30'S (Fig. 2). Está formada por granodiori-
unidad Elqui, no presenta efectos cataclásticos sig- tas a sienogranitos leucocráticos, de grano grueso,
nificativos, siendo más escasas las inclusiones y di- predominando las facies graníticas (Fig . 4). Los mi-
ques. Los intrusivos de la Superunidad Ingaguás for- nerales máficos (biotita ± anfíbola) ocupan sólo un
man gran parte de los batolitos Chollay y Montosa-El pequeño porcentaje en volumen . El feldespato potá-
Potro, al este de los afloramientos principales de la sico aparece como grandes cristales de ortoclasa
Superunidad Elqui (Fig. 2). Los plutones de este gru- pertítica y, en algunos casos, de microclina. La Uni-
po, que intruyen a la Superunidad Elqui, forman dad El león es una asociación de granitos rosados,
cuerpos circunscritos, -de bordes limpios y tajantes y hololeucocráticos, predominantemente monzograni-
techos planos. tos, de grano medio, en los cuales la biotita (2-8%) es
La Superunidad Ingaguás comprende un peque- el principal, y en muchos casos, único mineral máfi-
ño volumen de gabros y granodioritas de biotita y ca. La Unidad El Colorado, de acuerdo con sus rela-
anfíbola, y un gran grupo de granitos hololeucocráti- ciones de contacto (Mpodozis y Cornejo, 1988) es,
cos, hipersilíceos, en diferentes variedades textura- relatival!1ente, la más joven dentro de la Superuni-
les. Las escasas facies básicas son monzogabros de dad Ingaguás y es una asociación texturalmente he-
piroxeno y gabros de anfíbola, que forman pequeños terogénea, y de un típico color rojo ladrillo, de grani-
stocks en el valle del río Laguna (30 0 10'S) y río tos gráficos de grano grueso, con cavidades miaro-
Manflas (Mpodozis y Cornejo, 1988; Nasi et al., líticas, granitos de grano fino y pórfidos riolíticos in-
1990). Mayor volumen alcanza la Unidad los Carrlci- trusivos con ojos de cuarzo. Su moda es monzogra-
tos, stocks irregulares y circunscritos de granodiori- nítica, en promedio, ligeramente más rica en feldes-
tas de biotita (± hornblenda), que aparecen desde pato alcalino que la Unidad El León. Algunos pluto-
Cerro del Potro hasta Sierra de Las Palas, en el Ba- nes de la Unidad Colorado forman cuerpos tabulares
tolito Chollay (Fig. 2) Y diversos plutones que, en el y diques, que parecen estar controlados por fractu-
Batolito Elqui-Limarí, intruyen a la Superunidad EI- ras o fallas (Fig. 2).
C. Mpodoz;s y S.M. Kay
161
An
+ Los Carncltos
Con excepción de una edad K-Ar en biotita de • Chollay
o El León
276 ±4 Ma, obtenida en la Unidad El León (Mpodozis Q El Colorado
y Cornejo, 1988), las edades K-Ar y Rb-Sr de la Su-
perunidad Ingaguás diponibles se sitúan en el inter-
valo 240-180 Ma (Parada et al., 1981; Nasi et al., 1985;
Brook et al., 1986, Rex, 1987; Pankhurst, com un. es-
crita, 1988). En el Plutón Monte Grande de la Unidad
El León, se han obtenido, por ejemplo, dos isócronas
Rb-Sr concordantes de 192 ± 11 y 200 ± 10 Ma
(Brook et al., 1986). Rex (1987) obtuvo edades Rb-
Sr similares tanto en la Unidad Los Carricitos (205 ±
41 Ma) como también en la unidades El León (204±
11 Ma) y El Colorado (202 ± 5 Ma). Estas edades
parecen ser anormalmente jóvenes considerando el
contexto geológico regional ya que, en varios luga-
res, plutones de la Superunidad Ingaguás están cu- A~b-------=----""--'------------:O~r
biertos, en discordancia, por secuencias volcánicas
FIG. 4. Diagrama triangular Ab/Or/An normativa de la Su-
y sedimentarias, en parte fosilíferas, del Triásico Me-
perunidad Ingaguás.
dio-Jurásico Inferior. En opinión de los autores es
probable que algunas de ellas no representen reales granitos leucocráticos de las unidades Chollay, El
edades de emplazamiento y/o cristalización . Sólo el León y El Colorado, que, pese a sus diferencias tex-
uso de métodos más penetrativos (U/Pb) permitirá turales, parece corresponder a un solo grupo genético.
resolver finalmente el problema.
UNIDAD LOS CARRICITOS: GRANITOS I DE UNA
GEOQUIMICA FUENTE CORTICAL PROFUNDA
Desde un punto de vista químico existen, dentro La Unidad Los Carricitos está compuesta porgra-
de la Superunidad Ingaguás, dos grupos de intrusi- nodioritas calcoalcalinas (Si02 65-70%), meta a per-
vos: 1. La Unidad Los Carricitos (y, probablemente, aluminosas, pobres en potasio (~0<3%) y de baja
los plutones menores de gabro, para los cuales no se razón FeO/MgO (Figs. 5, 7). En los diagramas discri-
dispone de análisis químicos), y 2. El gran grupo de minantes (Rb versus Yb + Y; Ta V8rsus Yb y Rb ver-
14
+ a b
Los Co rricitos 90
+ Los Carricitos /
..•
[ Chollay
12 • El León
•
[ Cholloy
El León /
/...-
. .. ' .~V'1
El Colorado El Colorado
80
10 /./" .~
lo,,·
0
~
N
8
Alcalino / /'
/
.. ....
-1-:
.~
• O
N
ü5
70
.~
:j:t~+9 •
O6 N
// +\.*t 60
Calcoalcalino /
e
z 4 / • / Toleítico
/ /'
- /
50
2 / Subalcalina
.......... /
40
50 60 70 80 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0
40
Si02 FeO· /(FeO· +MgO)
FIG. 5. Superunidad Ingaguás. a. Diagrama (Nap+ 1<,,0) I/e(SUS Si02 • LImite de los campos según Irvine y Baragar (1971);
b. SiO. versus (FeO*'FeO*+MgO). Campos toleítico y calcoalcalino según Miyashiro (1974).
162 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
500
100r-------~-------+~~~------------------------------------~
50
10r-------------------------------------------~~------------~
LOS CARRICITOS
5
• HC 277 69,9% Si02
+ HC 86 70,0% Si02
O AC 9 70,1 % Si02
K Rb Bo Sr U Th Ta Lo Ce Nd Sm Eu Tb Yb Lu
AG. 7. Diagramas normalizados en relación a condritas de elementos trazas y tierras raras, Unidad Los Carricitos . Datos
anaHticos en Mpodozis y Kayo.
C. Mpodozis y S.M. Kay
163
7
Guanta
o Cochiguós 0 2,0
Calcoalcalino _
[
Montoso ~
...
6 • El Volcón
o • ~1,8 • Wt •
+ Los Carrici!os , o Peraluminoso
}i
- -
....01,6 ® • ••• • -
Z
ChOlla y D •
• El León / - - - ; ' __~_ .. e ,.
5 Lf
[ El Colorado _ .-~............--
•• •• •
o
1
0+ Q¡+
Jo¡.. o .c:¡,
•
.~.
~
.~f,'" ,1
~
"."
l. A "
0 1,4 -:1'1 ? - - - -
8... •• /er.
'1ft
+ +d"Dt\ ~• • • 'I·~-:;Io •• ,
-
e/ _.
o d8 \. lO Alcalino
~",I,2
o o +0 o °0 ~ •• ~.Jf-I..~ • /
o o o o r;¡, Q5¡D
ocP ~"6 _-:><~".'.
__ -c;0EI""___ • \--... S
1,0
y. ?-/""..
:3
2
o
/(
/-/ . S
./
/
I
0,8 +----,--,-----,-_.---._..,
o 246 8 ~ ~
Qioclasa. La Unidad Los Carricitos derivaría de por- durante la fusión parcial, podría dejar piroxenas po-
centajes más elevados de fusión parcial de una bres en aluminio como residuo y un magma enri-
fuente aún más rica en granate que aquélla de la quecido en alúmina. Según Clem mens et al. (1986)
Unidad Cochiguás, ubicada en niveles profundos de y Colllins et al. (1982), los Granitos A, se emplazan
la corteza (Mpodozis y Kay)o. en un régimen tectónico extensional, en niveles altos
de la corteza y provendrían de magmas secos (PHP/
UNIDADES CHOLLAY, EL LEON y EL COLORADO: Ptot < 1) de alta temperatura (- 900°C), provenientes
GRANITOS CALCOALCALlNOS MUY EVOLUCIO- de la fusión parcial de fuentes de 'melt-depleted lower
NADOS crustall type sources', aunque esta exigencia de una
fuente residual ha sido puesta en duda por Whalen et
Las granitos leucocráticos de la Superunidad In- al. (1987) y Kleemman y Twist (1989). El calor nece-
gaguás son rocas subalcalinas, hipersilíceas (70- sario para la fusión requiere de una fuente extracor-
80% Si02), sódicas (Nap>3,5%) y ricas en potasio tical que, probablemente, correspondería a magmas
(KP-3-5,5% (Figs. 5a, 6). Son relativamente ricas basálticos derivados del manto.
en hierro y, en el diagrama FeO*/(FeO*+MgO)ver- A pesar de estas analogías, las características
sus Si02, cortan a través de la línea divisoria entre los anorogénicas de los granitos de la Superunidad In-
campos calco-alcalino y toleítico (Fig. 5b), Consti- gaguás no son extremas. Los granitos A proterozoi-
tuyen un grupo químicamente homogéneo de rocas cos de los Estados Unidos son, por ejemplo, fran-
marginalmente peraluminosas (ver Anderson, 1983) camente toleíticos (Anderson, 1983), lo que no es el
con valores ASI entre 1 y 1,1 (Fig. 6). caso en la Superunidad Ingagúas. Por otro lado, los
Las características químicas, petrográficas y mo- granitos de la Superunidad Ingaguás son más po-
do de afloramiento de los granitos de la Superunidad bres en sodio que los granitos A australianos, y se
Ingaguás llevaron a Parada (1982,1984) a compa- ubican en la difusa zona transicional entre granitos I
rarlos con los granitos A, o anorogénicos, descritos y A en el diagrama Na20 versus K20 (Fig. 8) del Lach-
por Loiselle y Wones (1979) y Collins et al. (1982), lan Fold Belt (White y Chappell, 1983). Presentan
Una de las características de los granitos A es, pre- niveles de tierras raras relativamente elevados, pero
cisamente, su naturaleza marginalmente peralumi- más bajos que los granitos A de Australia y Estados
nasa. Según Shaw y Flood (1981), en este tipo de ro- Unidos (Collins et al., 1982; Whallen et al., 1987).
cas la descomposición de hornblendas pargasíticas, El diagrama de Sylvester (1989) (A1203 + CaO)/
164 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
(FeO· + N~O + K2 0) versus 100 (MgO + FeO· + fraccionamiento de feldespato potásico fue impor-
Ti02 ) /Si02 ; Fig. 9) discrimina entre granitos alcali- tante sólo en las muestras más diferenciadas, que
nos (incluyendo a los granitos A) de granitos calco- poseen grandes anomalías de europio.
alcalinos yperaluminosos. Los granitos de la Super-
unidad Ingagúas se ubican en la zona alcalina, pero PETROGENESIS
en la región de traslapo con granitos considerados
como diferenciados extremos de magmas calcoal- Los diseños de tierras raras de la Unidad Los
ca linos (Fig. 9). Carricitos indican la participación de granate en la re-
Una forma de discriminar entre ambos grupos es gión fuente. Considerando que sus razones iniciales
considerar su contenido de elementos incompati- 87S r/86S r (0,707; Rex, 1987) son más bajas que en la
bles. Los bajos niveles de LREE (Ce=35-95 ppm) de Unidad Cochiguás(4) es probable que ésta correspon-
los granitos de la Superunidad Ingaguáscomprueban da al residuo granulítico de intrusiones previas (proba-
su afinidad con los granitos calcoalcalinos diferen- blemente de la Unidad Guanta), acumulado en la cor-
ciados (Ce< 80-90 ppm, Whallen et al., 1987), con teza inferior. Este residuo se habría fundido debido al
algunas muestras transicionales a granitos alcali- influjo de magmas basálticos originados en el manto,
nos (Ce>80 ppm). Según Sylvester (1989) los grani- cuando el engrosamiento cortical fue máximo, o bien,
tos alcalinos y diferenciados calcoalcalinos extre- al inicio de la relajación extensional postectónica sub-
mos, como la Superunidad Ingaguás, se pueden secuente a la FSR. Su afinidad con rocas de arco se
generar, no sólo en condiciones anorogénicas, sino, explicarfaconsiderando que la fuente correspondería
también, en ambientes postcollslonales, por fusión a los niveles más profundos del arco carbonífero
de corteza continental tectónicamente engrosada. (Mpodozis y Kay)o.
Los granitos de la Superunidad Ingaguás pre- Los granitos de la Superunidad Ingaguás (Cho-
sentan diseños planos de tierras raras (LaJYb = 5- lIay, El León, El Colorado), son intrusivos calcoalcali-
14) con notables anomalías de europio (Fig. 10). nos altamente evolucionados, transicionales a grani-
Los cambios en la razón LaJYb están controlados tos alcalinos, que muestran afinidades quím icas con,
por variaciones en el contenido de LREE y la falta de entre otros, los granitos proterozoicos de las Mon-
correlación positiva entre LREE y Th con Si02 sugie- tañas St. Francois, Missouri (Cullers et al., 1981).
re la participación de un mineral accesorio, quizás Según Whitney (1988) rocas de este tipo se pueden
monazita, como fase magmática fraccionada o re- formar por la fusión de rocas intermedias con biotita
sidual. En magmas graníticos, el fraccionamiento de ± hornblenda en la corteza media-inferior. La magni-
fases accesorias puede producir una drámatica dis- tud de la fusión cortical requiere una fuente de calor
minución en los niveles de LREE y una rotación de capaz de elevar la temperatura, por lo menos, hasta
las HREE, enmascarando la posible participación de 750-850° (Whitney, 1988). La fuente calórica más
fases retentivas de HREE (ver Miller y Mittlefeldt, probable puede ser la acumulación de grandes volú-
1982). Sin embargo, las muestras menos silíceas de menes de magmas basálticos en la base de la corte-
la Superunidad Ingaguás presentan los diseños de za (Huppert y Sparks, 1988). Las razones iniciales
LREE más empinados y los HREE más planos, lo 87S r/86Sr relativamente bajas de los granitos (0,7056-
cual indicaría que, efectivamente, corresponden a 0,7062; Brook et al., 1986; Rex, 1987), a pesar de su
un rasgo heredado de la fuente. Estas característi- composición hipersilícea, se pueden explicar sólo si
cas contrastan (a niveles similares de Si02 ) con la la componente cortical se hubiese formado durante el
Unidad Los Carricitos, no existiendo, en los grani- Paleozoico. Esta correspondería, probablemente, a
tos, evidencias de granate en la región fuente. parte de la corteza siálica de Chilenia. La ausencia de
Las anomalías de europio se hacen mayores a granate de la fuente indicaría que la corteza estaba en
medida que el Si02 aumenta y disminuye el Sr, indi- proceso de adelgazamiento, durante un período de
cando participación de feldespato. Debido a los extensión acompañado de erosión, subsecuente a la
niveles relativamente elevados de Ba, Rb y Sr, el FSR.
l') Válido en el caso que las isócronas Rb·Sr de la Superunidad Ingagúas representen. efectivamente, edades de cristalización.
C. Mpodozis y S.M. Kay 165
500 CHOLLAY
IOO~---~~---~--~~-~--~-------------~
50
500
~~------~----~\---~~~----~------------------~IOO
50
• AC 402
+ AC 335 74,1 % 5i02
O HC 7 79,1% 5i0 2
500 ¡-~¡-----------------------~~¡+~~~~=~~~ IO
100 t------\-I--\----\+---/l---------1~.__-_h.::::".,_--
50
I O ~------~++_+t---------------------------~-l------------4
5 EL COLORADO
K Rb 80 Sr U Th To Lo Ce Nd So Eu Tb Yb Lu
FIG. 10. Diagramas normalizados en relación con condritas de elementos trazas y tierras raras , unidades Chollay, El León
y El Colorado. Datos analíticos en Mpodozis y Kayo.
166 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
Los granitoides del Norte Chico chileno forman Brook et al., 1986) concordantes con los datos u/Pb
parte de las extensas franjas plutónicas del Paleozoi- de M. Hervé (comun. oral, 1990), parecen indicar que
co superior-Triásico de los Andes chileno-argentinos el magmatismo ácido habría comenzado, en el norte
(Agu rre, 1983; Forsythe, 1982; Hervé et al., 1987). de Chile, durante el Carbonífero superior, lo cual im-
Dent·o de ellas se incluyen tanto batolitos represen- plicaría diacronismo, con edades más jóvenes hacia
tativos del arco carbonífero gondwánico, tales como el sur, a lo largo de la Provincia Choiyoi.
el Baolito de la Costa de Chile centro-sur como fami- Trabajos detallados en el Batolito de Colangüil
lias ce granitos hipersilfceos que, junto con sus equi- permiten efectuar una comparación con la Superuni-
valentes ácidos efusivos, integran la Provincia Mag- dad Ingagúas. Según Llambías et al. (1987) y Llam-
mática Acida Choiyoi (Kay et al., 1989). Las dimen- bías y Sato (1990), el bato lito está formado por gra-
siones de la Provincia Choiyoi permiten compararla nodioritas y granitos epizonales leucocráticos (75-
con la Provincia Acida Proterozoica (1.480-1.440 76% Si02 ), con edades Rb-Sr entre 265 y 245 Ma,
Ma) del centro de Estados Unidos, que ocupa más de que ocupan una superficie superior a los 2.000 km 2 •
1.000.000 km 2 en el corazón del continente nortea- De acuerdo con Llambías y Sato (1990), el Batolito
mericano entre Canadá y Texas (ver Anderson 1983; de Colangüil se emplazó durante el período exten-
Van Schmus et al., 1987; Bickford, 1988; Windley, sional, subsecuente al engrosamiento cortical pro-
1989). ducido por la Fase Orogénica San Rafael (Pérmico
La Superunidad Ingaguás pertenece a la Provin- Inferior tardío). Esta fase se manifiesta en la fuerte
cia Choiyoi y, por su edad, es sincrónica con la Pro- discordancia entre las sedimentitas de la Formación
vincia Mitu de Perú y Bolivia (Figs. 11, 12). Cerro Agua Negra (Carbonífero superior-Pérmico In-
ferior) y el Grupo Choiyoi.
LA PROVINCIA CHOIYOI
LA PROVINCIA MITU (PERMO-TRIASICO) DE PERU
La Provincia Choiyoi (Fig . 11) se extiende por y BOLIVIA: EQUIVALENTE INTERNO DE LA
másde 2.500 km desde Collaguasi (22"S) en el norte PROVINCIA CHOIYOI
de Chile (Vergara y Thomas, 1984) hasta la Cuenca
del Neuquén y el Macizo Norpatagónico (40 0 S) (Llam- En la Cordillera Oriental de Perú y Bolivia aflora
bías y Leve ratto , 1975; Rapela y Kay, 1988, Kay et el Grupo Mitu (Newel et al., 1953; Mégard, 1978), for-
al., 1989). Sus mayores afloramientos se encuentran mado por sedimentos molásicos continentales, inter-
en la Cordillera Frontal y Bloque de San Rafael, de calados con lavas basálticas y acumulados en cuen-
las provincias de Mendoza y San Juan, en Argentina cas extensionales entre el Pérmico medio y el Jurásico
(29-33°S; Mpodozis et al., 1976; Caminos, 1979), Inferior (Laubacher, 1978; Kontak et al., 1985). La
donde predominan los afloramientos de la cubierta extensión ha sido considerada como una relajación
volcánica, con grandes volúmenes de ignimbritas subsecuente a la fase tectónica tardi-hercí nica
riolíticas (Cortés, 1985), asociados a batolitos graníti- (Mégard et al., 1971) o bien un fenómeno rela-
cos como el de Colangüil (29-31 oS, Llambías et al., cionado con el inicio de la ruptura de Gondwana
1987; Llambías y Sato, 1990). Los afloramientos de (Noble et al., 1978). Entre las lavas se incluyen desde
la Superunidad Ingaguás, parte del bloque de la Cor- basaltos alcalinos hasta shoshonitas y absarokitas
dillera Frontal, representan al ambiente intrusivo epi- (Kontak et al., 1984, 1985). El Grupo Mitu se encuen-
zonal del complejo pluto-volcánico. Niveles más su- tra atravesado por un rosario, de 1.200 km de largo,
perficiales, que exponen la interfase entre rocas plu- formado por stocks graníticos, permo-triásicos, cir-
tónicas y volcánicas y donde Davidson et al. (1985) cunscritos (McBride et al., 1983; Kontak et al., 1985).
indicaron la presencia de calderas, se encuentran Los intrusivos son granodioritas de biotita, monzo-
más al norte, entre los 23° y 26°S (Cordillera de 00- granitos y sienogranitos leucocráticos, subalcalinos,
me~ko; Naranjo y Puig, 1982; Boric et al., 1990). Da- peraluminosos (ASI = 1-1,2) con elevados valores de
taciones K-Ar y Rb-Sr de granitos y riolitas pertene- la razón inicial 87Sr/86S r (0,7081-0,710), diseños pia-
cientes al lapso 300-280 Ma (Davidson et al., 1985; nos de tierras raras y notable anomalía de europio.
C. Mpodozis y S.M. Kay
167
, 720 PERU' 68 0
" '\. Paleozoi~o superior-
\
\ ) BOLIVIA Triásico
\ I
,'( •\
I /~, \
{"''-~'v,., -
I {I' \ '-
/¡ l'~-\/;/1'"
I I1 Caldero Mariposas
290-225Ma
Granitos de Chañ,aral 1"I~\\caldera Imilac
~ /, I ~ ~floram i entos de lavas
I &' . ., Cordillera de Domeyko aCldas
I J, ",,' 1+ + I Aflotam ientos de grani-
I +l,I/' SUPERUN I DAD
INGAGUAS tOldes
(,
/
I
"
1
I
~
l.,
.:/ ,.:Q,
1 j', ;~0:-
- '~\>-,...
í'' / Rlolitas de Cerro Varela
'J'¡'': ~ íf&(
1" - ' '8 ' 1 - , /
Jr-fAJ~<,f~'I/'~\~\
, ~ f1<I/_\ . . . ~\'':'1
l
t)/
( ~,t~.:-.;
,~,~
'. ':J~\ RIOLlTAS DEI LlHUEL CALEL
,.,. / / ~',."'~
V) /" " el,- / Ií ....
,~i + / /-,' .' Riolitas deVentana
..... , I
A "''' / ' I ,I~_~,%
..... / .... ';/'
1,. ' - , " / .....
I
.....t)\, ',+-/\
\ ~+
+"
A +.
~
1'~
I
Pozos en la Cuenca de N~uquen
,
~; I
D I~\'0\,~E-'}
00
~f~,
I\I ~ I/ ~\~~
o ~
Q.>I
(;JI \
~
\ /':~ffi7
~ 1t1l~1pIl"'11 CHONAIKE
\ t;11 / 1:
I
\
"'DO
9P "
\
Itl}t" . ~ \\ 1/ II \\ \\
4Pozos en la Cuenca
\\ \\. \\ /¡ \ ,\ /¡ ~ /1 11 ~ I Jurasico Medio
de San Jorge
I
,.
\ , \. ~ 1'~ ; ~/I ~ \'" It = ~ 1/
/ "" \\~ 11·\\ ~It ~
Lav~s rlolltlcas y andesltlcas \\ " \\ ~~ "';J~ RIOLlTAS "DE CHON AIKE
juroslcas;con tnflue1Cla~~~ea~rCO~\lr! \'~II~:".I/ "" \\ ~
150-145Ma \ qt\) ,~'" ~/~5(-,t ",.-
\\ <YJ
o
I oo.
1/4'
'
,
\\·\' ~ /
~ h
It :11, \1
I
( 155-165Ma
/ ~o 'l.''.''/¡ I
\ \("'il.~~'~+-~. \\ p¡o\zos en la Cuenca de Mogollones
\
\ ~
'o.
,'""
• ~~
~\\
1/
~
.. .. 1/
,111.
~
\1
\
"-
, lt\J.
,," o.,,
-, '"
~0
a::.Zü
o 225 450km
1:0.
.,_ _,,====dl ", o <> Serie Tobífero
FIG. 11. Las grandes provincias magmáticas ácidas (Choiyoi, Chon Aike) de Argentina y Chile.
(Basado en Kay et al. (1989), modificado.)
168 PROVINCIAS MAGMATICAS AC IDAS V EVOLUCION TECTONICA DE LOS AND ES
FIG. 12. Distribución de las provincias magmáticas ácidas en el margen de Gondwana entre Perú y Australia. I::stas se
desarrollan, de preferencia, sobre la franja de terrenos exóticos y bloques microcontinentales, acrecionados al
supercontinente en el curso del Paleozoico. Al este de los terrenos acrecionados, sobre el núcleo cratónico pre-
dominan las provincias basálticas (Karroo, Serra Geral). IT:lsla Thurston ; MB : Tierra de Marra Byrd; NZ: Nueva
Zelandia. Reconstrucción de Gondwana a los 240 Ma, según Lawver et al. (1989) .
Kontak et al. (1985) consideraron que derivarían de por la acumulación de magmas basálticos en la in-
magmas secos, productos de la fusión de la corteza terfase manto-corteza.
inferior, inducida por una anomalía térmica causada
De lo anteriormente expuesto se desprende que, En Argentina, los efectos de la FSR han quedado
para comprender la evolución del magmatismo del registrados en el Batolito de Colangüil (ver Llambías
Paleozoico superior-Triásico en el margen sudame- y Sato, 1990) y gran parte de la Cordillera Frontal, sin
ricano deGondwana, conviene discutir el significado que la deformación afecte a los sedimentos del Gru-
y naturaleza de la Fase Orogénica San Rafael. po Paganzo (Salfity y Gurostovich, 1983), acumula-
C. Mpodozis y S.M. Kay 169
dos más al este, sobre el cratón sudamericano. mado al efecto causado por la remoción de la placa
En la Cordillera del Tigre (Cordillera Frontal de subductada inactiva, para producir fusión descom-
Mendoza), la naturaleza de la FSR ha sido documen- presional en el manto. Grandes volúmenes de mag-
tada a través de estudios paleomagnéticos. En esa mas basálticos se habrían acumulado contra la base
zona, las secuencias volcánicas del Carbonífero de la corteza continental en fase de adelgazamiento
superior-Pérmico Inferior (Formación Portezuelo del extensional. La transferencia de calor a la corteza y
Cenizo) datadas en 281±1 O Ma (edad K-Ar recalcu- subsecuente fusión habría originado el magmatismo
lada por Vilas y Valencio, 1982) e incluidas por Cor- ácido de la Provincia Choiyoi (Fig. 13). La mayoría de
tés (1985) en el Grupo Choiyoi, habrían sido rotadas los magmas basálticos quedó atrapada contra la ba-
en torno a ejes subverticales (Rapalini, 1989). Las se de la joven corteza continental de la Provincia
unidades superiores riolíticas del Grupo Choiyoi (for- Choiyoi, formada, en su mayor parte, por fragmentos
maciones Tambillos y Horcajo), acumuladas entre exóticos (i.e. Chilenia) colectados contra el margen
los 263 y 230 Ma, no muestran evidencias de rota- de Gondwana durante el Paleozoico. Aquélla se en-
ción. Estos datos se complementan, a escala global, contraba demasiado dúctil y caliente para que se
con el análisis de las curvas de deriva polar de Gond- produjesen fracturas frágiles, que permitieran el as-
wana (Valencio et al., 1983). De ellas se deduce que censo de los basaltos. Sólo más al este, ya en el bor-
la FSR coincide con el fin del período de rápido des- de del rígido y frío cratón sudamericano, los magmas
plazamiento continental del Carbonffero-Pérmico In- basálticos alcanzaron la superficie junto con los
feriory que, desde el Pérmicotardío-Jurásico, el con- magmas ácidos, para formar la Provincia bimodal Mi-
tinente permaneció estacionario, sin registrar mayo- tu.
res desplazamientos latitudinales (Rapalini, 1989; El principal problema del modelo propuesto es la
Ramos y Kay, en prensa; Kay et al., 1989). falta de pruebas acerca de la existencia del Terreno
La rotación de bloques in situ, engrosamiento X. Sin embargo, trabajos recientes de paleomagne-
cortical, cese de la subducción y detención del des- tismo en la Cordillera de la Costa del Norte Chico
plazamiento polar de Gondwana, que se manifiestan sugieren grandes desplazamientos longitudinales
a través de la FSR, son consistentes con una hipóte- de bloques a lo largo del margen chileno durante el
sis, que aquí se propone, de la colisIón oblicua con un Triásico-Jurásico Inferior (Forsythe et al., 1987). Si a
elemento alóctono extracontlnental (Terreno X) como ello se suma una posible erosión por subducción de
causa próxima de la deformación. Utilizando esta hi- una parte del ante-arco andino, durante el Mesozoi-
pótesis colisional se puede construir el siguiente mo- co y Cenozoico (Rutland, 1970; Ziegler et al., 1981;
delo, que es consistente con los datos geoqufmicos Bourgois, 1989; Mpodozis y Ramos, en prensa), es
y explicaría la evolución del magmatismo del Paleo- probable que el Terreno X haya sido removido del ac-
zoico-Triásico Superior del Norte Chico chileno, así tual margen chileno.
como sus relaciones con las provincias ácidas Choiyoi La hipótesis de una colisión durante la FSR expli-
y Mitu. caría, fácilmente, una de las grandes interrogantes
La construcción de un arco magmático, Carboní- de la geología de los Andes chilenos: la causa del
fero-Pérmico Inferior, de borde continental, en el abrupto salto al oeste del eje del magmatismo entre
margen pacífico de Gondwana (Unidad Guanta), se el Paleozoico superior y el Jurásico. Dentro del con-
habría visto favorecida por la rápida deriva aparente texto de Gondwana, esta hipótesis colisional no es
del supercontinente con respecto al polo. Durante el singular. Una evolución semejante se registra en el
Pérm ico medio (ver Valencio et al., 1983) habría te- Carbonífero-Triásico del New England Fold Belt aus-
nido lugar la colisión oblicua y amalgamación de un traliano (Fig. 12) con la ventaja que, allí, se ha reco-
frag mento exótico contra el margen activo de Gondwa- nocido el terreno exótico.
na. Debido a ello y, coincidiendo con la FSR, se ha-
bría producido un engrosamiento cortical generaliza- LOS GRANITOS TRIASICOS DEL NEW ENGLAND
do en lazona de la actual Cordillera Frontal, acompa- FOLD BELT (AUSTRALIA): UNA SORPRENDENTE
ñado por la rotación de bloques en torno a ejes ver- ANALOGIA CON LA PROVINCIA CHOIYOI
ticales y emplazamiento de granitoides sin a post-
colisionales (Cochiguás, El Volcán, Los Carricitos), El New England Fold 8elt es la parte más joven
con una importante componente cortical. y oriental del Cinturón Orogénico Tasman, que bor-
El calor liberado por la colisión puede haberse su- dea la región costera del este de Australia (Leitch,
170 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
Prisma de acreción
CARBONIFERO SUPERIOR
PERMICO INFERIOR
.:-:-: ..
.. .... . . . . ..!....:..:..
...........
PERMO- TRIASICO
FIG.13. Esquema que ilustra el modelo colisional propuesto para explicar la génesis de la Superunidad Ingaguás y la
Provincia Choiyoi. La colisión oblicua de un bloque exótico (Terreno X) habría sido la causa de la FSR y engro-
samiento cortical asociado. El posterior colapso gravitacional de la placa subductada inactiva habría favorecido
la fusión descompresional en el manto, la formación de magmas basálticos y la fusión cortical.
1975; Roberts y Engel, 1987; Murray et al., 1987). deformación y engrosamiento cortical, acompañada
Representa un sistemade margen continental activo por movimentos transcurrentes interrumpió el ciclo
del Paleozoico superior, con subducción dirigida ha- en el Carbonífero superior-Pérmico Inferior (280 y
cia el oeste, del cual se conservan las facies de pris- 235 Ma) produciendo la extinción del arco. Dicho
ma de acreción, ante-arco y, en parte, los granitoi- episodio (Evento Hunter) estaría relacionado con la
des del arco (Sylvester, 1989). Los intrusivos más colisión de un terreno exótico (Terreno Beenleigh)
antiguos del New England Batholith, entre Brisbane contra el margen australiano (Degeling et al., 1986;
y Sidney, son granitos S, peraluminosos, producto Korsh et al., 1986; Korsh y Harrington, 1987).
de la fusión del prisma de acreción, en el frente del El plutonismo se reactivó en el Pérmico (255 Ma)
arco carbonífero (Shaw y Flood, 1981). Una fase de con la intrusión de tonalitas, granodioritas y granitos
c. Mpodozis y S.M. Kay 171
1, metaluminosos, de hornblenda y biotita, hasta cul- La evolución del New England Batholith se com-
minar en el Triásico con un gran volumen de granitos para, favorablemente, con aquélla de los bato litas
postcolisionales (Hensel et al., 1985; Sylvester,1989). del Norte Chico chileno, tanto en su cronología como
Al igual que los granitos de la Superunidad Ingaguás, en su deformación y geoquímica, definiendo una his-
los granitos triásicos del New England Fold Belt ('Ieu- toria plutónica en la cual las leucoadamelitas ten-
coadamelitas' según Shaw y Flood,1981) son grani- drían un significado similar a los granitos de la
tos de biotita hipersilíceos (74-77% Si02 ), potásicos Superunidad Ingaguás: intrusivos postcolisionales
(4-5% K2 0) Y ligeramente peraluminosos, que pre- que siguen a la amalgamación, en el Pérmico Infe-
sentan diseños relativamente planos de tierras raras, rior, de un terreno exótico al borde de Gondwana.
y notables anomalías de europio (Shawy Flood,1981).
La historia gondwánica de Chile central-norte costa atlántica, Isla de los Estados y Cuenca de las
culminó con el evento Choiyoi al que sucedió, en el Malvinas en el Atlántico Sur, ocupando una superfi-
Triásico, la formación de cuencas extensionales, a- cie de más de 1.000.000 km 2 (Lesta et a/.,.1980; Nat-
compañadas, en la costa, de movimientos de blo- land et al., 1984; Bruhn et al., 1978, Gust et al., 1985;
ques a lo largo de fallas transcurrentes (Charrier,1979; Dalziel et al., 1987). Rocas equivalentes se encuen-
Forsythe et al., 1987, Ramos y Kay, en prensa). En tran incluso en el margen continental del suroeste de
la zona central del margen de Gonwana (Patagonia, Africa (Bristow y Saggersson, 1983).
Antártica Occidental), la subducción parece haber Kay et al. (1989) consideraron que existiría un
continuado por lo menos hasta el Jurásico (Gust et paso transicional a la Provincia Choiyoi, marcado por
al., 1985; Sto rey et al., 1987; Davidson et al., 1989). una progresiva disminución de la edad de la Provin-
No está claro si la subducción se detuvo en el Jurá- cia Chon Aike, hacia el norte, y rejuvenecimiento de
sico Medio, cuando un intenso magmatismo ácido, la Provincia Choiyoi, hacia el sur. Estudios recientes
precedido de rifts extensionales, dio origen a los en el Macizo Norpatagónico (40-44°S) han detec-
plateaus riolíticos de la ProvinciaAcida Chon Aike de tado numerosos granitos leucocráticos hipersilíceos,
la Patagonia (Kay et al., 1989) y a la intrusión de gra- asociados a riolitas ignimbríticas (Formación Marifil),
nitos leucocráticos en los Montes EIIsworth-Withmore con edades Rb-Sr cercanas a los 200 Ma (Cortés,
(Figs. 12, 14). Aunque más joven que la Provincia 1981; Cingolani et al., en prensa). En Magallanes y
Choiyoi, este magmatismo ácido, jurásico, acom- Santa Cruz datos estratigráficos indican edades del
pañado más al este por la efusión sincrónica de Jurásico Medio-Superior, concordantes con las data-
basaltos (Fig. 16) se integra dentro de la cadena de ciones Rb-Sr (157 ± 7 Ma) de los ortoneises graníti-
eventos que culminaron en la ruptura inicial de cos de Cordillera Darwin, equivalentes intrusivos de
Gondwana, entre Africa y la Antártica a los 170 Ma las riolitas Chon Aike (Nelson et al., 1980; Hervé et
(Martin y Hartnady, 1986). al., 1981). La provincia contiene un elevado volumen
de lavas e ignimbritas riolíticas (72-78% Si02 ) y da-
LA PROVINCIA JURASICA CHON AIKE cíticas asociadas a un volumen pequeño de lavas
(TOBIFERA) DE LA PATAGONIA andesiticas y basálticas. Su extrusión estuvo prece-
dida y acompañada por una notoria tectónica exten-
Según Kay et al. (1989), los afloramientos de la sional, que dio origen a nurT1erosas cuencas de rift.
serie volcáñicá silíceaju-rásl"ca (Formación Tobífera, Según Bruhn el al. (1978), Gust et al., (1985) y
Serie Porfiríticao Formación Chon Aike y equivalen- Dalziel et al. (1987), las riolitas de la Provincia Chon
tes) de la Patagonia, forman parte de otra provincia Aike serían el resultado de anatexia cortical, cau-
magmática ácida: la Provincia Chon Aike. Se extien- sada por la acumulación de magmas basálticos con-
den desde la zona de los archipiélagos, al oeste del tra la base de la corteza. Los espesores mayores de
Batolito Patagónico (Forsythe y Allen, 1980}y regiones rocas volcánicas se alcanzan en los 'grabens' exten-
de Aysén, Magallanes, Santa Cruz y Chubut hasta la sionales (Natland et al., 1974).
172 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
175 Ma
..,p- Zona d? subducción
gondwanlca
I ~~/~~\I Volcanismo ácido
[±] Gronitos
A FRICA [ZJ Lovas bósi cas
~ Límite entre terrenos exóticos
y el cratón gondwónico
Grabens
FI G. 14. Reconstrucción de Gondwana a los 170-160 Ma, mostrando la distribución de los flujos basáltico previa ru ptura
y las manifestaciones magmáticas ácidas sincrónicas (Chon Aike, Península Antártica, Montes ElIsworth-Whit-
more) , sobre el mosaico de bloques exóticos periféricos. Basado en Grunow et aJo (1987) Y White y Mckenzie
(1989).
bricas-pérmicas, afines con las de Cape Fold 8elt y compararlos con el Grupo Mitu, en el sentido de que
con las montañas Transantárticas, están cortados ambos se ubican en el borde del cratón estable de
por un grupo de granitos con edades Rb-Sr cercanas Gondwana y registran influencias cercanas de un
alas 175 Ma(Venumm etal., 1987; Millary Pankhurst, magmatismo basáltico contemporáneo. Dura~e el
1987; Sto rey et al., 1988). Son leucogranitos subal- Jurásico, un voluminoso magmatismo basálticotoleíti-
calinas de biotita± muscovita (Si0 2 = 70-76%), mar- ca de plateau se extendió, al este, sobre el núcleo de
ginalmente peraluminosos (ASI = 1-1,12), Y poseen Gondwana en Sudáfrica y la Antártica oriental (Fig.
razones K20/Na2 0 altas, algunos con afinidades to- 14). Representantes de aquél son no sólo el Super-
leíticas. Sus razones iniciales 87Srj86Sr son elevadas grupo Ferrar y el Macizo Dufek (Grindley, 1963;
(0,707 - 0,722) Y la relación 143Ndf1 44 Nd, baja (Sto rey Elliot, 1976), sino que los más de 140.000 km 2 del
et al., 1988). Presentan diseños planos de tierras Supergrupo Karroo, en Sudáfrica (Cox, 1970; Eales
raras, con una fuerte anomalía de europio (Eu/ et al., 1984); y los extensos niveles de basaltos que
Eu*=O,01-0,02). Los granitos de los MEW fueron afloran por más de 2.000 km a lo largo de los actuales
emplazados al mismo tiempo que los basaltos y dia- márgenes de Sudáfrica, Mozambique y la Ant~ica
basas del Supergrupo Ferrar de las montañas Trans- (Hinz y Krausse, 1982; White y McKenzie, 1969) e
antárticas, ubicadas justo al sur de los MEW (Cox, incluso, las doleritas de Tasmania (Dalziel er al.,
1978; Kyle et al., 1981; Dalziel et al., 1987). Según 1987). Los basaltos presentan variaciones regiona-
Sto rey et al. (1988), durante el Jurásico, magmas Fe- les en sus razones 87Srj86Sr, indicativas de un manto
rrar se acumularon, en gran volumen, contra la base heterogéneo (Kyle et al., 1981) o de diversos grados
de la corteza causando fusión cortical. La mezcla de de contaminación con material cortical (Faure et al.,
magmas corticales y magmas Ferrar habría dado 1982).
origen a los granitos. Los granitos con las razones Las edades más antiguas indican que el pr mer
87S r/86S r más elevadas (Linck Nunatak) provendrían, pulso volcánico del Karroo tuvo lugar a los 193± 5 Ma
exclusivamente, de la fusión parcial de material cor- (Fitch y Miller, 1985) pero el pulso principal, tant::> en
tical, mientras que aquéllos con las razones más ba- Sud áfrica como en la Antártica oriental, se produjo
jas (Pirrit Hills) se habrían originado por diferenciación entre los 180 y 160 Ma (White y Mckenzie, 1989) Es-
de los magmas Ferrar. tas edades se traslapan con la edad de la más anti-
gua anomalía magnética identificada en el piso oce~
LAS PROVINCIAS BASALTICAS DEL JURASICO; nico entre Africay la Antártica (170 Ma, Martin y Hart-
COMPLEMENTO DE LAS PROVINCIAS ACIDAS nady, 1986) y coinciden con el período de efusión del
Chon Aike e intrusión de los granitos de los MEN.
La posición de los granitos de los MEW permite
Según Veevers (1989), la progresiva agregación del planeta. Su estabilización sobre una misma re-
de bloques exóticos a Gondwana, ocurrida durante gión durante largos períodos produciría un aisla-
el Paleozoico, culminó en el Triásico Medio (230± 5 miento termal del manto sublitosférico ('thermal tlan-
Ma) en una singularidad, con todas las masas con- keting') que, al calentarse, terminaría por fund rse,
tinentales amalgamadas en un supercontinente único generando magmas basálticos que pueden ascen-
(Pangea 11, ver Ramos, 1989). Aunque casi inmedia- der y acumularse en la base de la corteza. Así, se fa-
tamente comenzaron los fenómenos de 'rifting' y es- vorece la fusión seca de la corteza inferior y el mag-
tiramiento intracontinental, la integridad del super- matismo ácido, acompañado de extensión hasta que
continente se mantuvo por más de 70 Ma, ya que se rompe la debilitada litósfera continental y el s~er
sólo en el Jurásico Medio (160 Ma) aparecieron los continente se dispersa (Anderson (1982, 1984; Po-
primeros espacios con fondo oceánico entre los di- lIack et al., 1981; Gurniss, 1988, Hoffman, 1989:.. La
versos fragmentos de Gondwana en incipiente dis- anomalía térmica crea un alto en la topografía del
persión (Lawver et al., 1987,1989). geoide, del cual las masas continentales escapal rá-
La formación de un supercontinente implica gran- pidamente, después de la ruptura, para acumularse
des perturbaciones en el régimen tectónico y termal en un bajo, donde el nuevo supercontinente perma-
174 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
necería estacionario, hasta que su ruptura inicie un en el caso del Choiyoi, el magmatismo ácido se de-
nuevo ciclo supercontinental de dispersión-agrega- sarrolla sólo sobre la franja de terrenos exóticos o
ción (Hoffman, 1989). prismas acrecionales, relativamente jóvenes, delga-
Los trabajos paleomagnéticos de Vílas y Valen- dos, calientes, ricos en volátiles del margen pacífico
cio (19~2) y Valencio et al. (1983) han demostrado de Gondwana. En el núcleo cratónico frío del super-
que después del Pérmico medio (FSR) y hasta el Cre- continente, el incremento de temperatura no fue su-
tácico, Gondwana permaneció estacionario, sin des- ficiente para permitir la fusión cortical, pero la ruptura
plazamiento, aparente, en relación al polo. Dentro de frágil de la corteza creó las fracturas necesarias para
este contexto,las provincias ácidas, jurásicas (Chon el ascenso de basaltos (Karroo, Farrar) hasta la su-
Aike, MEW) , del margen de Gondwana representa- perficie, culminando con la ruptura inicial entre Africa
rían productos de fusión cortical, inducida por la y la Antártica en el Jurásico Medio (Lawver et al.,
Anoma\fa Térmica de Pangea (Veevers, 1989) gene- 1989).
rada por aislamiento termal del manto. Al igual que
CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
Las ideas presentadas aquí son el resultado de lógicas de la Universidad de Cornell, Estados Unidos,
varios años de labor, iniciados con el levantamiento posibilitada gracias a una beca de la J.S. Guggen-
geológico de las Hojas Pisco Elqui, Guanta y El Trán- heim Memorial Foundation. Las discusiones y comen-
sito. Dichos trabajos, correspondientes al programa tarios efectuados por S. Rivano; E. Llambías; V. Ra-
de la Carta Geológica de Chile del Servicio Nacional mos; M.A. Parada; P. Sroaga; R. Kay; F. Hervé; L.
de Geología y Minería, se realizaron en colaboración Aguirre. E. Godoy y V. Maksaev han sido fundamen-
con C. Nasi, P. Cornejo R. Moscoso y V. Maksaev. tales en contribuir a dar su forma final al trabajo. Este
Gran parte de los análisis de elementos traza fueron se presenta como una contribución a los proyectos
efectuados en 1987, durante la estadía de unode los 249 ('Andean Magmatism and its Tectonic Setting') y
autores (C.M.) en el Departamento de Ciencias Geo- 279 (Terranes in Latin America') deIIGCP.
REFERENCIAS
Aguirre, L. 1983. Granitoids in Chile. Geological Society of Ameriea. Geological Society of America, Bulletin, No.
America, Memoir, No. 159, p.293-316. 100, p. 1375-1391.
Anderson, D.L. 1982. Hotspots, polar wander, Mesozoic Boric, A.; Maksaev, V. 1985. Magmatic events and related
convection and the geoid. Nature, Vol. 297, p. 391-393. metallogenesis in the Antofagasta Region, Northern
Anderson, D.L. 1984. The Earth as a planet: paradlgms Chile. Universidad de Chile, Departamento de Geolo-
and paradoxes. Science, Vol. 223, p. 347-355. gfa y Geoffsica, Comunicaciones, No. 35, p. 37-40,
Anderson, J.L. 1983. Proterozoic anorogenic granite plu- Santiago.
tonism in North America. In Proterozoic Geology : Boric, A.; Dlaz, F.; Maksaev, V. 1990. Geología y yacimien-
Selected Papers from an lnternational Proterozoic tos metalíferos de la Región de Antofagasta. Servicio
Symposium (Medaris, L.G.; Byers, C.W. ; Mickelson, Nacional de Geología y Minería (Chile), Boletín, No.
B.M.; Shanks, W.C.; editors). Geological Society of 40,246 p.
America, Memoir, No. 161 ,p. 133-154. Bourgois, J. 1989. Tectonic history 01 the Peruvian Margin
Atherton, M.P. 1984. The Coastal Batolith of Perú In with special relerence to tectonic erosion o In Interna-
Andean magmatism, chemical and isotopic constraints tional Geological Congress, No. 28, Proceedings, Vol.
(Harmon, A.S.; Barreiro, B.A.; editors). Shiva PUblishing, 1, p. 184, Washington.
p. 168-179. Bristow, J. W.; Saggerson, E.P. 1983. A general accountof
Azcuy, C. L. ; Caminos, A. 1987. Diastrofismo. In El Sis- Karroo volcanicity in southern Alrica. Geoiogische
tema Carbonlfero de la República Argentina (Archan- Rundschau, Vol. 72, p. 1015-1060.
gelsky, S.; editor). Academia Nacional de Ciencias de Brook, M.; Pankhurst, A.; Sheperd, T.; Shapiro, B.1986.
Córdoba, p. 239-251. Andchron. Andean geochronology and metaflogene-
Barker, F. 1979. Trondhjemite : Delinition, environmentand sis Overseas Development Administration, Open File
hypothesis 01 origino In Trondhjemites, dacites and Report, 83 p. London.
related rocks (Barker, F.; editor). Elsevier, p. 1-12. Bruhn, R.L.; Stern, C.A.; De Wit, M.J. 1978. Field and
Amsterdam . geochemical data bearing on the development 01 a
Barker, F.; Arth,J.G.;Stern, T.1986. EvolutionoftheCoast Mesozoic volcano-tectonic rilt zone and back-arc basin
Batholith along the Skagway Traverse, Alaska and in southern South America. Earth and Planetary Sci-
British Columbia. American Mineralogist, Vol. 71, p. ence Letters, Vol. 41, p. 32-46.
632-643. Caminos, A. 1979. Cordilera Frontal. In Geología Regional
Bateman, P.C.; Chappell, B.w. 1979. Crystallysation, frac- Argentina (Leanza, A.F.; editor). Academia Nacional
tionation and solidilication of the Tuolumne intrusive de Ciencias de Córdoba, p. 237-262.
series, Yosemite National Park, California. Geological Charrier, R. 1979, El Triásico en Chile y regiones adyacen-
Society of America, Bulletin, No. 90, p. 465-482. tes de Argentina. Universidad de Chile, Departamento
Bickford, M. E. 1988, The formation of continental crust: de Geologfa y Geoffsica, Comunicaciones, No. 26, p.
Part 1. A review of some principIes; Part 2. An applica- 1-37.
tion to the Proterozoic evolution of southern North Cingolani, C.; Dalla Salda, L.; Hervé, F.; Munizaga, F.;
Nota del Editor: La lista completa de los análisis qulmicos y de elementos mayores y trazas, que justifican el razonamiento petrol6gico
presentado, pueden ser solicitados en la Biblioteca del Servicio Nacional de Geologla y Mineda, Santiago, bajo el titulo: Análisis
qulmicos de los Batolitos Elqui-Limarl, Chollay y Montosa-El Potro, Regiones de Atacama y Coquimbo, de C. Mpodozis (Inédito).
1990.
176 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
Actas, Vol. 2, p. 66-83. San Carlos de Bariloche. R.D.;editors). John Willey& Sons, p. 36-44 . NewYork.
Hensel, H.D.; Mc Culloch, M.T. ; Chappel, B.w. 1985. The Korsch , R.J .; Harrington, H.J. 1987. Oroclinal bending,
New England Batholith: constraints on its derivation fragmentation, and deformation of terranes in the New
from Nd &nd Sr isotopic studies of granitoids and England Orogen, Eastern Australia. In Terrane accre-
country rocks. Geochimica et Cosmochimica Acta, tion and orogenic belts (Leitch, EC.; Scheibner, E.;
Vol. 49, p. 369-384. editors). American Geophysical Union, Geodynamics
Hervé, F. 1982. Condiciones de formación de complejos Series, Vol. 19, p. 129-139. Washington .
metamórficos chilenos a partir de la química de anfíbo- Korsch, R.J .; Lindsay, J.F.; O'Brien, P.E ; Sexton M.J.;
las en metabasitas . In Congreso Geológico Chileno, Wake-Dyster, K.D. 1986. Deep crustal seismic refrac-
No. 3, Actas, p. D93-115. Concepción. tion profiling, New England orogen, eastern Australia:
Hervé, F.; Godoy, E ; Parada. M.A. ; Ramos, V.A. ; Rapela, telescoping 01 the crust and a hidden layered sedimen-
C.; Mpodozis, C.; Davidson, J. 1987. A general view tary sequence. Geology, Vol. 14, p. 982-985 .
on the Chilean-Argentine Andes, with emphasis on Kyle, P.R.; Elliot, D.H.; Sutter, J.F. 1981 . Jurassic Ferrar
their early history. In Circum Pacific Orogenic Belts and Supergroup tholeiites Irom the Transantarctic Moun-
Evolution of the Pacific Ocean Basin (Monger, J.W.H.; tains, Antarctiea and their relationships to the initial
Francheteau, J.; editors). American Geophysical Un- fragmentation of Gondwanaland. In Gondwana Five
ion, Geodynamics Series, No. 18, p. 97-113. (Cresswell, M.M; Vella, P.; editors). Balkema, p. 283-
Hervé, F.; Nelson, E.; Kawashita, K. ; Suárez, M. 1981. 287. Rotterdam.
New isotopic ages and the timing of orogenic events in Laubacher, G. 1978. Géologie de la Cordillere Orientale et
the Cordillera Darwin, Southernmost Chilean Andes. de l'Altiplano au Nord-Ouest du Lac Titieaea (Pérou).
Earth and Planetary Science Letters, Vol. 55, p. 257- Travaux et Documents de I'ORSTOM, 217 p. París.
265. Lawver, L.A.; Scotese, C. R. 1987. A revised reconstruction
Hinz, K. ; Krause, W. 1982, The continental margin of of Gondwanaland.ln Gondwana Six : Structure, Tec-
Queen Maud Land, Antarctiea; seismic sequences, tonics and Geophysics (Mackenzie, G.D.; editors).
structural elements and geologieal development. American Geophysical Union, Monograph, No. 40, p.
Geologisches Jahrbuch, Vol. E23, p. 17-41 . 17-23.
Hoffman, P.F. 1989. Speculations on Laurentia's first gi- Lawver, L.A.; Gahahan, L.M.; Dalziel, I.W.D.; Sandwell,
gayear(2.0-1.0 Ga). Geology, Vol. 17, p.135-138. C.L.; Mayes, C.L.; Royer, J.Y; Seotese, C.R. 1989.
Huppert, H.E.;Sparks, R.S. 1988. Thegenerationofgranitic Paleozoic to Recent Gondwanaland and its breakup. In
magmas by intrusion of basalt into continental crust. 28th International Congress, No. 28, Proceedings, Vol.
Journal of Petrology, Vol. 29, p. 599-624. 2, p. 266. Washington.
Irvine, T.N .; Baragar, W.R.A. 1971 . A guide to the chemieal Leitch, EC. 1975. Plate tectonic interpretation of the
classification of the common volcanic rocks. Canadian Paleozoic history of the New England Fold Belt. Geo-
Journal of Earth Sciences, Vol. 8, p. 523-548. logical Societyof America, Bulletin, No. 86, p. 141-144.
Kay, S.M.; Ramos, V.; Kay, R. 1984. Elementos mayorita- Lesta, P.; Ferrello, R. ; Chebli, G. 1980. Chubutextraandino.
rios y trazas de las vulcanitas ordovícicas de la Precor- In Geología Regional Argentina (Turner, J.C.M.; editor).
dillera occidental: ¿Basaltos de rifts oceánicos tempra- Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, p. 60-
nos próximos al margen continental? In Congreso 653.
Geológico Argentino, No. 9, Actas, Vol. 2, p. 48-65. Llambras, EJ.; Leveratto, M. 1975. El Plateau riol¡tico de
San Carlos de Bariloche. la Provincia de La Pampa. In Congreso Iberoameri-
Kay, S.M.; Ramos, VA; Mpodozis, C.; Sruoaga, P. 1989. cano de Geología Económica, No. 1, Actas, p. 99-114.
Late Paleozoic to Jurassic silicic magmatism at the Buenos Aires.
Gondwana margin: Analogy to the Middle Proterozoic Llambías, EJ .; Sato, A.M.; Puigdomenech , H.H.; Castro,
in North America? Geology, Vol. 17, p. 324-328. C. 1987. Neopaleozoic Batholiths and their tectonic
Kleeman, G.J. ; Twist, D. 1989. The compositionally-zoned setting . Frontal Range of Argentina between 29° and
sheet-like granite pluton of the Bushveld Complex : 39°S. In Congreso Geológico Argentino, No. 10, Ac-
Evidence bearing on the nature of A-type magmatism. tas, p. 92-95, San Miguel de Tucumán .
Journal of Petrology, Vol. 30, p. 1383-1414. Llambías, EJ .; Sato, A.M. 1990. El Batolito de Colangüil
Kontak, D.J. ; Clark, A.J.; Farrar, E. 1984. The magmatic (29-31°S) : estructura y marco tectónico, Cordillera
evolution of the Cordillera Oriental, Southeastern Perú. Frontal de Argentina. Revista Geológica de Chile,
In Andean magmatism, chemieal and isotopic con- Vo1.17, No. 1, p. 89-108.
straints (Harmon, R.S.; Barreiro, B.A.; editors). Shiva Loiselle, M.C.; Wones, D.R. 1979. Characteristics and
Publishing, p. 203-219. origin of anorogenic granites. Geological Society of
Kontak, D.J.; Clark, A.H.; Farrar, E.;Strong, D.F. 1985. The America, Abstracts with Programs, Vol. 11, No. 7,
rift associated Permo-Triassic magmatism of the East- p.468.
ern Cordillera: a precursor to the Andean orogeny. In Martin, A.K.; Hartnady, C.H .J. 1986. Plate tectonic devel-
Magmatism at a Plate edge: The Peruvian Andes opment 01 the southwest Indian Ocean : A revised
(Pitcher,W.S; Atherton , M.P.; Cobbing, J. ; Beckinsa/e, reconstruction of East Antarctiea and Africa. Journalof
178 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES
Geophysical Research, Vol. 91, p. 4767-4786. Murray, C.G.; Fergusson, C.L.; Flood, P.G.; Whitakher,
McS-ide, S.L.; Robertson, R.C.R.; Farrar, E. 1983. Mag- w.G.; Korsch, RJ. 1987. Plate tectonic model lor the
matic and metallogenetic episodes in the northern tin Carbonilerous evolution 01 the New England Fold Bel!.
belt, Cordillera Real, Bolivia. Geologische Rundschau, Australian Journal of Earth Sciences, Vol. 34, p. 213-
Vol. 72, p. 685-714 . 236.
Mcn:Jtt, RH .; Crocket, J.H.; Clark, A.H.; Caelles, J.C.; Naranjo, J. A; Puig, A 1982. Hojas Taltal y Chañaral. 111
Farrar, E.; Haynes, S.J.; Zentilli, M. 1975. Initial 87Sr/ Región de Atacama. Servicio Nacional de Geología y
B6Sr ratios 01 plutonic and volcanic rocks 01 the Central Minería, Carta Geológica de Chile, No. 62-63, 140 p.
Andes between latitudes 26° and 29°S. Earth and Santiago.
Planetary Science Letters, Vol. 27, p. 305-313. Nasi, C.; Moscoso, R; Maksaev, V. 1990. Hoja Guanta.
Mégard, F. 1978. Etude Géologique des Andes du Pérou Regiones de Atacama y Coquimbo. Servicio Nacional
Gentral: Contribution a l'Etude des Andes. Travaux et de Geología y Minerfa, Carta Geológica de Chile, No.
Documents de I'ORSTOM, 310 p. Paris. 67, 141 p. Santiago.
Mégard, F.; Dalmayrac, B; Laubacher, G; Marocco, R.; Nasi, C.; Mpodozis, C.; Cornejo, P.; Moscoso, R.; Maksaev,
'v1artfnez, C. L; Paredes, J.; Tomasi, P. 1971 . La V. 1985. El Batolito Elqui-Limarl (Paleozoico superior-
:haine hercyniene au Pérou et en Bolivie; premiers Triásico) : Caracterfsticas petrográficas, geoquímicas
-esultats. Cahiers ORSTOM, Série Géologie, Vol. 3, p. y signilicado tectónico. Revista Geológica de Chile,
5-43. Nos. 24-25, p. 77-111.
Millar, I.L.; Pankhurst, RJ. 1987. Rb-Sr geochonology 01 Natland, M.L.; González, E.; Cañón, A.; Ernst, M. 1974. A
the region between the Antarctic Peninsula and the system 01 stages lor correlation 01 Magallanes basin
Transantarctic Mountains: Haag Nunataks and Meso- sediments. Geological Society of America, Memoir,
zoic granitoids. In Gondwana Six: Structure, tectonics No. 139,126 p.
andgeophysics (Mckenzie, G.D.; editor).American Geo- Nelson, E.; Dalziel, I.W.D.; Milnes, AG, 1980. Structural
physical Union, Geophysical Monograph, No. 40, p. Geology 01 the Cordillera Darwin: collision-style oro-
151-160. genesis in the southernmost Chilean Andes. Eclogae
Miller, C.F.; Mittlelet, D.w. 1982. Depletion 01 light rare- Geologicae Helveticae. Vol. 73, p. 729-751.
earth elements in lelsic magmas. Geology, Vol. 8, p. Newell, N.D.; Chronic, J.; Roberts, T. 1953. Upper Paleo-
412-416. zoic 01 Perú. Geological Society of America, Memoir,
Milre, AJ .; Millar, I.L. 1989. The signilicance 01 Mid- No. 58, 276 p.
Paleozoic basement in Graham Land, Antarctic Noble, D.C.; Peterson, P.S.; Vogel. T.A.; Landis, G.P.;
Peninsula. Journal of the Geological Society of London, Grant, N.K.; Jezek, P.A. 1978. Comendite (Peralkaline
Vol. 146, p. 207-210 . rhyolite) in the Mitu Group 01 Central Perú : Evidence 01
MiY3shiro, A. 1974. Volcanic rock series in island ares and Permian-Triassiccrustal extension in the Central Andes.
active continental margins. American Journal of U. S. Geological Survey, Journal of Research, Vol. 6,
Science, Vol. 274, p. 321-355. p.453-457.
Mpodozis, C.; Cornejo, P. 1988. Hoja Pisco Elqui. IV Pankhurst, R. 1982. Rb-Sr Geochronology 01 Graham
Región de Coquimbo. Servicio Nacional de Geología y Land, Antarctica. Journal of the Geological Society of
Minería, Carta Geológica de Chile, No. 68, 163 p. London, Vol. 139, p. 701-711.
Santiago. Pankhurst, R.J.; Hole, M.J.; Brook, M. 1988. Isotope
Mpodozis, C.; Nasi, C.; Moscoso, R.; Cornejo, P.; Maksaev, evidence lor the origin 01 Andean granites. Transac-
V.; Parada, M.A. 1985. El Cinturón Magmático del tions of the Royal Societyof Edinburgh, Eanh Sciences,
Paleozoico superior-Triásico de la Cordillera Frontal Vol. 79, p. 123-133.
chilena entre los 28° y 31°S: 'estratigrafía' ígnea y Parada, M.A. 1982. Petrology 01 the Lower Triassic anoro-
marco tectónico. Universidad de Chile, Departamento genic granites in the High Andes (30 0 S. L.), Chile.
de Geología y Geofísica, Comunicaciones, No. 35, p. Unpublished Ph.D. Thesis. Tohoku University, 170 p.
161-165. Parada, M.A. 1984. Caracterización geoquímica de ele-
Mpodozis, C.; Ramos, V.A.1990. The Andes 01 Central Ar- mentos mayores de las rocas ígneas de la Cordillera
gentina and Chi(e. In Geology 01 the Andes and its Frontal entre los 30° y 33°S. In Congreso Geológico
relation to hydrocarbon and mineral resources (Erick- Argentino, No. 9, Actas, Vol. 3, p. 159-170.
sen , G.E.; Cañas, M.T.; Reinemund, J.P . (editors). Parada, M.A. 1988.Pre-Andean peraluminous and metalu-
American Association of Petroleum Geologists, Earth minous leucogranitoid suites in the High Andes 01
Science Series, Vol. 11, p. 59-90. Central Chile. Journal of South American Earth
Mpodozis, C.; Rivano, S.; Parada, M.A.; Vicente, J.C. Sciences, Vol. 1, N°2, p. 211-221.
1976. Acerca del plutonismo tardi-hercínico en la Parada, M.A.; Munizaga, F.; Kawashita, K. 1981. Edades
Cordillera Frontal entre los 30-33°S (Provincias de San Rb-Sr del batolito compuesto de los ríos Elqui-Limarí a
Juan y Mendoza, Argentina, Coquimbo, Chile).ln Con- la latitud 30 0 S. Revista Geológica de Chile, Nos. 13-14,
greso Geológico Argentino, No. 6, Actas, p. 143-171. p. 87-93.
Bahía Blanca. Pearce, J.A.; Harris, N.B.w.; Tindle, A.G. 1984. Trace
C. Mpodozis y S.M. Kay 179
element discrimination lor the tectonic interpretation 01 cuenca del Grupo Paganzo (Paleozoico superior).
granitic rocks. Journal O, Petrology, Vol. 58, p. 956- Revista de la Asociación Geológica Argentina, Vol. 42,
981 . Nos. 3-4, p. 437-453.
Pitcher, W.S. 1974. The Mesozoic and Cenozoic Batho- Saunders, A.O.;Tarney, J. 1982. Igneous activity in the
liths 01 Perú. Paci'ic Geology, Vol. 8, p. 51-63. Southern Andes and Northern Antarctic Peninsula: a
Pitcher, W.S. 1985. A multiple and composite batholith. In review. Journal 01 the Geological Society of London,
Magmatism at a Plate edge : The Peruvian Andes (Pit- Vol. 139, p. 691-700.
cher, W.S, Atherton, M.P., CObbing, J., Beckinsale, Schmidt, D.L.; Rowley, P.D. 1986. Continental rilting and
R.O.; editors).John Willey & Son s, p. 93-107. New translorm laulting along the Jurassic Transantarctic
York. Rilt, Antarctica. Tectonics, Vol. 5, No. 2, p. 279-291 .
Polanski, J. 1970. Carbónico y Pérmico en la Argentina. Shaw, S.E.; Flood, R.H. 1981 . The New England Batholith,
EUOEBA, 216 p. Buenos Aires. eastern Australia: geochemical variations in time and
Pollack, H.N.; Gass, I.G.; Thorpe, R.S.; Chapman, O.S. spaee. Journal o, Geophysical Research, Vol. 86, p.
1981. Reply to 'Comment on the vulnerability 01 litho- 10530-10544.
spheric plates to mid-plate volcanism'. Journal o, Geo- Storey, B.C .; Tomsom, M.R.A.; Meneilly, A.w., 1987. The
physical Research, Vol. 86, p. 961-966. Gondwanian Orogeny within Ihe Antarctic Peninsula :
Ramos, VA 1988. Late Proterozoic-Early Paleozoic 01 A discussion.ln Gondwana Six: Structure, Tectonics
South America-A collisional history. Episodes; Vol. 11 , and Geophysics, (Mckenzie, G.D .; editor). American
No. 3, p. 168-174. Geophysical Union, Geophysical Monograph, No. 40,
Ramos, VA 1989. The birth 01 Southern South America. p. 191-198.
American Scientist, Vol. 77, p. 444-450. Sto rey, B.C.; Hole, M.J.; Pankhurst, R.; Millar,I.L.;Vennum
Ramos, VA; Jordan, T.E.; Allmendinger, R.W.; Mpodozis, W. 1988. Middle Jurassic within plate granites in West
C.; Kay, S.M., Cortés, J.M.; Palma, M. 1986. Paleozoic Antarctica and their bearing on the breakup 01 Gond-
terranes 01 the central Argentine-Chilean An- wanaland. Journal o, the Geological Society o, London,
des. Tectonics, Vol. 5, p. 855-880. Vol. 145, p. 999-1007.
Ramos, VA; Kay, S.M. (In press). Triassic rift basalts 01 Sylvester, P.J. 1989. Post collisional alkaline granites.
the Cuyo Basin, Central Argentina. Geological Society Journal o, Geology, Vol. 97, p. 251-280.
o, America, Special Papero Valencio, DA ; Vilas, J.F.; Pacea, I.G. 1983. The signili-
Rapalini, AE. 1989. Estudio paleo magnético del vol ca- canee of the paleomagnetism of Jurassic-Cretaceous
nismo Permo-Triásico de la región andina de la rocks from South America: predrift movements, hair-
República Argentina. Consecuencias tectónicas y spins and magnetostratigraphy. Geophysical Journal
geodinámicas. Tesis de Doctorado (Inédito). Universi- of the Royal Astronomical Society, Vol. 73, p. 135-151 .
dad de Buenos Aires, 278 p. VanSchmus, W.R. ; Bicklord, M.E.;Zietz, 1. 1987. Early and
Rapela, C.; Kay, S.M. 1988. Late Paleozoic to Recent Middle Proterozoic provinces in the central United
magmatic evolution 01 northern Patagonia. Episodes, States.ln Proterozoic lithospheric evolution (Kroner,
Vol. 11, No. 3, p. 175-182. A.; editor). American Geophysical Union, Geodynam-
Reutter, K.J. 1974. Entwicklung und Bauplan der chilenis- ics Series, No. 17, p. 43-68.
che n Hochkordillere im Bereich 29° südlicher Breite . Veevers, J.J. 1989. Middle/Late Triassic (230±5 Ma) singu-
Neues Jarbuch für Geologie und Palaontologie, Vol. larity in the stratigraphic and magmatic history of the
146, No. 2, p. 153-178. Pangean heatanomaly. Geology, Vol. 17, p. 784-787.
Rex, AJ. 1987. The Geology, geochemistry and minerali- Vennum, W.R .; Storey, B.C. 1987. Petrology, geochemis-
zation 01 the North Chilean High Cordillera. Unpub- try, and tectonic setting 01 granitic rocks Irom the
lished Ph .D. Thesis. Universityo' Leicester, 213 p. ElIsworth-Whitmore mountains crustal block and Thiel
England. mountais, West Antarctica. In Gondwana Six: Struc-
Rex, D.C. 1976. Geochronology in relation to the stratigra- ture, tectonicsandgeophysics (Mckenzie, G. D. ;editor).
phy 01 the Antarctic Peninsula. British Antarctic Survey American Geophysical Union, Geophysical Monograph,
Bulletin, Vol. 43, p. 49-58. No. 40, p. 139-150.
Ribba, L.; Mpodozis, C.; Hervé, F.; Nasi, C.; Moscoso, R. Vergara, H.; Thomas, A 1984. Hoja Collacagua, Región
1988. El basamento del valle del Tránsito : Eventos de Tarapacá. Servicio Nacional de Geología y Minería,
magmáticos y metamórficos y su relación con la evo- Carta Geológica de Chile, No. 59, 79 p. Santiago.
lución de los Andes chileno-angentinos. Revista Geo- Vilas, J. F.; Valencio, D. A 1982. Implicaciones geodinámi-
lógica de Chile, Vol. 15, No. 2, p. 129-149. cas de los resultados paleomagnéticos de forma-
Roberts, J.; Engel, B.A. 1987. Oepositational and tectonic ciones asignadas al Paleozoico tardío-Mesozoico
history 01 the Southern New England Orogen . Austra- temprano del centro-oeste argentino. In Congraso
lian Journal o, Earth Sciences, Vol. 34, p. 1-20. Latinoamericano de Geología, No. 5, Actas, Vol. 3, p.
Rutland, W.R. 1970. Andean orogeny and sea Iloor 743-758. Buenos Aires .
spreading . Nature, Vol. 233, p. 252-255 . Whalen, J.B.; Currie, K.L.; Chappel, B.w. 1987. A-type
Sallity, J. A; Gorustovich, S. 1983. Paleogeografía de la granites : geochemical characteristics, discrimination
180 PROVINCIAS MAGMATICAS ACIDAS y EVOLUCION TECTONICA DE LOS ANDES