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Escuela de Ciencias Sociales

Seminario de Estudios Filosóficos Históricos

Ensayo

Material Audiovisual 3: La decisión más difícil

Estudiantes

Valeria Bolaños Murillo - 2015073898


Marvin Gerardo Peraza Morales - 2015125325

Profesor

M.Sc. Jorge Prendas Solano

Fecha

13 de octubre
II Semestre, 2016
La película “La decisión más difícil”, narra la historia de una joven, Kate, quien

padece de leucemia y además requiere de una donación de riñón. Se espera que su hermana,

Anna, quien fue modificada genéticamente y concebida para ser compatible con Kate, sea su

donadora, sin embargo ella, cansada de no tener control sobre su propio cuerpo, acude a un

abogado con el fin de lograr su emancipación médica. Posteriormente, una serie de sucesos

permiten comprender que la negación de Anna para que se llevara a cabo el trasplante tenía

otro trasfondo: Kate no estaba dispuesta, y a su vez deseosa morir.

¿Puede considerarse éticamente aceptable la decisión tomada por Brian y Sara, padres

de Kate, de modificar genéticamente y concebir una niña para que sus órganos fueran

compatibles con los de su hermana enferma? Las respuestas brindadas por las personas ante

esta pregunta podrían variar, pues depende de los principios éticos de cada uno. No obstante,

pueden enunciarse algunos problemas heredados por esta resolución. Esto estableció en Sara,

la madre, una forma de pensar en la cual Anna no era valorada propiamente por su esencia,

sino por sus cualidades que le permitían actuar como tratamiento para Kate. Cuando la niña

menor nació, la madre, lejos de preguntar cómo estaba la recién nacida, mostró su principal

preocupación por el cordón umbilical del cual se podían tomar células madre, incluso mejores

que las ofrecidas por la médula ósea. Además, como es evidente en la película, Anna llegó a

cansarse de las cirugías, las agujas y otros procedimientos médicos que le producían dolor, le

reprochaba constantemente a su familia el hecho de no poder ser una “niña normal”.

La vida de Sara consistía en una batalla por no dejar a Kate morir. Hubiera preferido

mantener a Anna sintiéndose miserable con su vida, que ver a Kate morir. Por tal motivo, al

recibir la demanda de su hija, apoyada por el abogado Campbell, su reacción fue enojarse y

tildar a Anna de egoísta.


Brian, en todo momento mantuvo una actitud más apropiada, pues era consciente de

que tanto Anna, como Jesse tenían otras necesidades e intereses. Este último, el único hijo

varón, sufría de dislexia, y con un afán de llamar la atención que no recibía en su familia,

llegó a cometer actos de delincuencia. El padre de familia quería asegurarse de que su hija

tuviera los mejores momentos en sus últimos momentos de vida. La escena de la playa, es el

único momento donde pudo verse verdadera unión de familia y felicidad en los personajes,

que anteriormente era inexistente.

Tomando a Brian como personaje contrastante, Sara parece ser irracional. Es

importante resaltar la contradicción en los actos por parte de esta, pues todo señala a que sólo

la mueve el amor por su hija enferma, tanto así que en vez de procurarle la felicidad por la

que tanto lucha, la encierra en una vida dolorosa que simplemente no la llena ni la satisface.

La película muestra como la convicción por darlo todo por alguien más, puede volver a una

persona tan “ciega” que la hace incapaz de ver cómo sus acciones desinteresadas realmente

son muy egoístas. Sara olvidó a su esposo, resagó a sus hijos y se abandonó a sí misma sólo

para intentar vencer al cáncer y protegerse del dolor inevitable de perder a un ser amado a

manos de esta enfermedad, ¿pero valía realmente la pena arriesgar tanto por una oportunidad

tan improbable?

Otro elemento en la película, y quizás el más importante, es la manera en la que Kate

quiere manejar su vida y su incapacidad de hacerlo, como si al ser diagnosticada de cáncer

estuviera perdiendo al mismo tiempo los derechos sobre su vida, entregándolos a sus doctores

y parientes. Un enfermo de cáncer debe pasar por situaciones y retos que solo se pueden

soportar armándose de voluntad y valentía, pero ¿cómo sobrevivirlo si no se desea luchar?

Este es el problema que rodea al personaje, pues ya no desea intentar vencer su enfermedad

ni seguir tratamientos dolorosos, sólo desea morir. La falta de estribos sobre su vida la lleva a
pedirle a su hermana que se niegue a proceder con las donaciones necesarias para su

tratamiento, lo cual parece una medida un tanto desesperada para una fin que parece tan

crudo como el querer fallecer. Aunque suele verse éticamente inaceptable querer terminar

con su existencia, también se vuelve incorrecto querer forzar a una persona a seguir en una

situación de dolor contra su voluntad. Por lo anterior, el filme plantea un terreno con una

doble moral, en el cual al posicionarse de un lado u otro del asunto, se está violentando lo que

tanto se está intentando defender al mismo tiempo: el respeto a la vida de un ser humano. De

cierta manera parece ser inconcebible el dejar que una vida termine, como si no tuviera

ningún valor o no hubiera ninguna diferencia entre contar con ella o dejar que se esfume;

pero desde otro punto de vista, someter a alguien a una cama para pasar dolor solo por la

mínima posibilidad de recuperación parece ilógico e inhumano.

En adición, hay otra situación que pasa desapercibida hasta casi finalizar la película,

la cual es la condición de salud del abogado de Anna, Campbell, y sus intenciones éticas.

Este es realmente muy bueno en lo que hace, y es sorprendente que acepte defender el caso

de emancipación de Anna cuando parece ser una persona egocéntrica e insensible. Lo

anterior se desmiente cuando el espectador se percata de que Campbell se ve a sí mismo en su

pequeña cliente, pues esta no es capaz de controlar su propio cuerpo debido a que sus padres

deciden por ella, y el abogado no tiene el control sobre el suyo porque sufre de epilepsia.

Además, Anna es invisible bajo la sombra de la enfermedad de su hermana, y Campbell

siempre fue ignorado por sus padres ya que no cumplía con sus altas expectativas de

perfección. Ambas razones anteriores desmantelan los valores y la moral que poseía este

personaje a pesar de tener una apariencia completamente distinta, lo cual lo hace ser tomado

en cuenta como uno de los personajes que toma mejores decisiones en la película.
En fin, aunque no se abarcó cada situación cuestionable éticamente, es esencial

mencionar que La decisión más difícil plantea muchos escenarios distintos en donde las

intenciones éticas chocan con los intereses personales, generando un ambiente conflictivo y

confuso en el plano de lo correcto e incorrecto. El límite entre estas dos zonas parece estar

bastante borroso en muchas de las áreas que trata la película, y le sugiere al receptor de la

historia unirse a un bando en cada enfrentamiento, como la lucha de una madre por salvar a

su hija, y la batalla de una paciente con cáncer por dejar de sufrir. ¿Qué bando es el correcto?

¿Qué decisión es la indicada? Esto queda en manos del espectador y sus principios.

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