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Cartagena es a día de hoy, la joya perdida del mediterráneo.

Una ciudad con más de 3000


años de historia, que ha permanecido en un discreto segundo plano. La explicación la
encontramos, en el tardío descubrimiento de numerosos restos arqueológicos, que conforman
a día de hoy un basto patrimonio digno de elogiar. Será sin duda, una de las ciudades que
más crezca en el panorama turístico en los próximos años.
Les recomendamos entre otros, los siguientes lugares. Indispensables de visitar. Dada su
cercanía podrá llegar a todos ellos a pie, aprovechando así para recorrer el bonito centro de la
ciudad. Descubrirá por el camino que Cartagena está llena de sorpresas interesantes.

El Augusteum se ubica en la calle Caballero, en el casco antiguo de la ciudad, donde se


situaba el antiguo Foro. Es un edificio fundamental para conocer la vida en la Cartagena de
los siglos I y II d. C. Una construcción de carácter público con una celebrada riqueza
decorativa. Aquí se reunían en tiempos de Augusto los sacerdotes que rendían culto al
emperador. En la antigüedad, era el lugar donde se asentaba la zona más importante de
Carthago Nova, su centro administrativo, comercial y religioso; allí se erigían los edificios más
significativos. En la actualidad, es un espacio diseñado para explorar la vida en la ciudad
durante aquellos siglos de Pax Romana.
En la parte baja del Augusteum el visitante encontrará un área de recepción a un yacimiento
que le permitirá conocer de cerca la estructura original de la Carthago Nova romana.
Duración aproximada: 30 min.

Dirección: CABALLEROS, 6

La Casa de la Fortuna alberga los restos de una vivienda romana sacados a la luz en el año
2000. Su construcción data de finales del siglo I a.C., coincidiendo con un importante proceso
de urbanización. La casa ocupaba una extensión de 204 m2 y pertenecía a una familia
acomodada, ya que este tipo de vivienda unifamiliar, domus, solía ser la residencia de las
clases más adineradas.
En la Casa de la Fortuna vivirás de cerca cómo eran las viviendas de la ciudad bajo el signo
del Imperio Romano y a través de sus elementos decorativos, pinturas murales y mosaicos,
descubrirás sus patrones estéticos.
Duración: Treinta minutos.

Dirección: PLAZA RISUEÑO, 14


Teatro Romano de Cartagena: Los trabajos arqueológicos efectuados desde 1990 hasta la
actualidad han permitido conocer y comprender la excepcional arquitectura y significado del
edificio de espectáculos. Su situación en uno de los cerros más elevados de la ciudad y junto
al puerto produciría una primera imagen de magnificencia a todos los que llegaban a la ciudad
por mar.
El museo no sólo sirve de adecuado marco expositivo sino que, en la brillante concepción del
arquitecto Rafael Moneo, permite conducir a los visitantes desde la Plaza del Ayuntamiento
hasta el interior del monumento. Con la entrada situada frente al Palacio Consistorial, el
museo se articula en dos edificios distintos unidos por un corredor subterráneo que da pie a
incorporar el Palacio Pascual de Riquelme. Un corredor arqueológico, bajo la Iglesia de Santa
María la Vieja, conduce a la última y más notable pieza del Museo, el Teatro.
Duración: 90 minutos aproximadamente.

Dirección / Punto de encuentro:PLAZA AYUNTAMIENTO, 9

Durante la Guerra civil, Cartagena fue una de las ciudades españolas peor paradas durante
los bombardeos. El hecho de que la ciudad fuese el centro de operaciones de la flota
republicana hizo de esta el objetivo principal para las fuerzas aéreas italianas y alemanas que
ayudaban a Franco.
Para defenderse del bombardeo, que comenzó en octubre de 1936, la población organizó la
construcción de refugios antiaéreos. El refugio de la calle Gisbert era uno de los más
grandes, con capacidad para 5.500 personas.
Dirección / Punto de encuentro:GISBERT, 10

El ascensor panorámico fue construido a principios del milenio como parte de un ambicioso
plan de regeneración urbana y ha superado todas las expectativas por la apertura de una
parte de la ciudad para los visitantes, que a su vez han aportado desarrollo cultural, social y
económico. La idea era vincular la calle y el Castillo de la Concepción en la cima de una
montaña a través de los 45 metros (150 pies) de altura del hueco del ascensor, pero las obras
ayudaron a descubrir una serie de grandes galerías en el interior de la montaña que habían
servido de refugio durante la Guerra Civil Española en la década de 1930.
Entre las vistas panorámicas que podrás admirar desde el ascensor están el Hospital Militar,
el Pabellón de Autopsias y los cuarteles Antígona, que datan del siglo XVIII y ahora son parte
de la universidad. Verás también la plaza de toros, construida en la década de 1850 sobre un
anfiteatro romano del siglo I, el Castillo de los Moros y el Castillo de San Julián, que protegían
el puerto, y la Iglesia de la Caridad. También hay una serie de edificios modernos destacados
a la vista, como la Casa del Estudiante y el Auditorio.
Dirección / Punto de encuentro:GISBERT, 10

El Castillo de la Concepción es el mejor punto para conocer la ciudad y adquirir una visión
general de los 3.000 años de historia: la Cartagena púnica fundada hacia el año 229 a.C. por
el general Asdrúbal; la riqueza minera que atrajo años más tarde a los romanos convirtiéndola
en una de las colonias más importantes de la Hispania romana; la toma por los árabes y la
conquista para Castilla por Alfonso X en 1245; el esplendor militar del siglo XVIII al convertirse
en el Departamento Marítimo del Mediterráneo; y el siglo XIX, cuando Cartagena vive una de
sus épocas de esplendor gracias a la industrialización y al importante tráfico de su puerto.
Duración: 60 minutos.

Dirección: PARQUE ALFONSO TORRES, S/N

El Centro de Interpretación de la Muralla Púnica supone la recuperación de los restos de la


antigua muralla cartaginesa (siglo III a.C.) situada a la entrada de la ciudad, y uno de los
escasos yacimientos púnicos localizados en la península ibérica. Los restos hallados tienen
una longitud de 30 metros, y en algunos puntos se han conservado hiladas de bloques con
una altura de unos 3 metros.
Duración: 45 minutos.

Dirección / Punto de encuentro:C/ SAN DIEGO, 25

Desde el mar, la ciudad de Cartagena ofrece una visión diferente. A bordo de un moderno
barco, te proponemos la fascinante experiencia de descubrir todos los rincones de la dársena
natural de la ciudad, conocer de cerca todo el sistema de fortificaciones de defensa de la
bahia: castillos, fuertes y baterías de costa; también la historia y leyendas que nos hablan de
las diferentes épocas y del papel comercial y militar que jugó Cartagena en sus más de 2.000
años de historia, mediante una locución en diversos idiomas.
Duración: Una hora.
Dirección: Puerto de Cartagena
MURCIA
Murcia, capital de la Región de Murcia, asentada en el Valle del Río Segura y flanqueada al sur por las
sierras de Carrascoy y Cresta del Gallo, ofrece a lo largo de todo el año una amplia oferta cultural y de
actividades lúdicas, acompañadas siempre de una primavera continua.

¿Qué ver?
Sin duda el monumento mas emblemático de la ciudad es la Catedral (siglos XIV-XIX), de la que
destacan su fachada barroca, donde escultura y arquitectura se unen para alumbrar una maravillosa
obra de arte; su torre de noventa y dos metros de altura y la Capilla de los Vélez, auténtica joya del
gótico isabelino. En su interior el Museo de Arte Sacro y frente a ella, el Palacio Episcopal. Barrocas
son la Iglesia de San Juan de Dios, que alberga un museo de imaginería religiosa, y las de San Nicolás
y San Miguel, cuyos retablos definen perfectamente el peculiar estilo del Siglo de Oro español en
Murcia. El Convento de San Esteban (siglo XVI), hoy sede del Gobierno Regional, fue el primer colegio
de Jesuitas de España y su iglesia, actualmente desacralizada, alberga magníficas exposiciones
temporales. Junto al Palacio de Almudí, hoy Centro de Arte y Archivo Histórico de la ciudad, con una
impresionante sala de columnas, hallamos las ruinas de las murallas que rodeaban la ciudad (siglo XI-
XII). Del siglo XIX, destacar el Ayuntamiento, el Teatro Romea o el Casino, lugar en el que admirará la
galería acristalada, el vestíbulo, los patios neonazarí y pompeyano, o el espectacular salón de baile
estilo Luís XV.

Entre los museos, el dedicado al escultor e imaginero Francisco Salzillo, en el que se pueden admirar
sus célebres pasos de Semana Santa y su magnífico belén barroco. Otros museos destacables son el
de Santa Clara la Real, Bellas Artes, el Museo Arqueológico, que contiene una de las más completas
colecciones Ibéricas del país, el Museo Ramón Gaya, donde admirar la obra de este pintor
galardonado con el Premio Velázquez de las Artes, el Museo de Arte Sacro de la Catedral, el Espacio
Molinos del Río-Caballerizas, el Museo de la Ciencia y el Museo de la Ciudad.

Es obligado el recorrido por los alrededores de la ciudad. Así, en el Parque Natural de El Valle
podemos visitar el Centro de Visitantes La Luz, junto al eremitorio del mismo nombre. En dicho centro
se nos muestra la historia del lugar con una exposición permanente en torno a los primitivos
asentamientos íberos del lugar, hasta llegar al siglo XX. Desde el centro podemos disfrutar de una
espléndida panorámica del paisaje de la sierra, valle y costa mediterránea. El centro está dotado de
cafetería-restaurante y de un Departamento de Actividades de la Naturaleza, desde donde se
organizan rutas de senderismo y escalada a lo largo de todo el año. Desde allí, a escasos minutos, a
través del Sendero Cultural de El Valle, podemos llegar a la Ermita de San Antonio el Pobre, de estilo
barroco murciano, enclavada en un lugar privilegiado de la sierra, cercana al Convento Franciscano de
Santa Catalina del Monte, y donde se expone y explica la vida, usos y costumbres de los eremitas que
poblaron el lugar. En la pedanía cercana de Algezares, y también en el Parque Natural se erige el
Santuario de la Virgen de la Fuensanta (siglo XVII), patrona de la ciudad.

Asímismo, en la pedanía huertana de Guadalupe el Monasterio de los Jerónimos (siglo XVIII),


conocido como el Escorial murciano, actual sede de la Universidad Católica de San Antonio, se nos
muestra en todo su esplendor. Entre los numerosos vestigios arqueológicos cabe destacar el del
Castillo, Castillejo y Castelar de Larache, en Monteagudo, la Basílica paleocristiana de Algezares o el
Martiryum paleocristiano de La Alberca. También conviene visitar el Museo de la Huerta de Alcantarilla,
donde conocer la típica barraca, modesta vivienda del huertano durante mas de cuatro siglos, y la
noria de herencia árabe que, junto con la de La Ñora, recuerdan la importancia que el agua ha tenido y
tiene en el desarrollo de estas tierras.

¿Qué hacer?

Pasear por sus calles, hoy, pequeños centros comerciales "abiertos", algunas de ellas reflejo de la
antigua estructura gremial de la ciudad, como Platería, Trapería, Alfareros o Jabonería. Recorrer el
Paseo del Malecón, muro de contención de las riadas, obra del siglo XVIII que entre el río y el jardín
botánico se interna en la huerta que rodea la ciudad.

Jugar al golf a 15 minutos de la ciudad en alguno de los campos de golf que rodean la ciudad.
Practicar el senderismo o la bicicleta de montaña en el cercano Parque Regional de El Valle y
Carrascoy.

Disfrutar del amplio programa cultural del Auditorio y Centro de Congresos, el Teatro Romea o
Festivales como el de las Tres Culturas, Jazz, Folklore en el Mediterráneo o Murcia en Verano. Visitar
las numerosas galerías y centros de arte, donde se exhibe el arte clásico o el más vanguardista. Vivir
su impresionante y bella Semana Santa o festejos populares como el Entierro de la Sardina o el Bando
de la Huerta y su Feria de Septiembre.

¿Qué comprar y comer?


Murcia le pone fácil y cómodo llevarse un recuerdo en su maleta. Una gran oferta comercial tanto
artesanal como de las primeras marcas comerciales de moda se ofrece al visitante en las más variadas
propuestas. Entre las compras gastronómicas, basta con acercarse a los mercados de abastos:
conservas vegetales, embutidos, pimentón con Denominación de Origen o salazones del pescado de
nuestra costa, como la hueva de mújol o la mojama de atún. En sus confiterías, el sabroso pastel de
carne o la combinación dulce y salado de los pasteles de Cierva y Salteadores.

Si hablamos de artesanía, destaca la del belén, inspirada en el Belén de estilo napolitano realizado por
Francisco Salzillo. Merece la pena visitar alguno de los numerosos talleres de artesanía belenística,
donde se puede admirar la exposición de figuras y comprar, la mayoría de ellos ubicados en la pedanía
de Puente Tocinos. Esto, sin olvidar la artesanía del cartón-piedra, cerámica o bordados regionales
que podemos encontrar también en talleres, en los comercios ubicados en el casco histórico de la
ciudad o en el Centro Regional para la Artesanía.

Nada mejor que disfrutar de la bonanza del clima "tapeando" en las terrazas de las Plazas de San
Juan, Santa Catalina, Las Flores o Romea. "Matrimonios" (anchoa en salmuera sobre un boquerón en
vinagre), pulpo al horno, caballitos o "marineras" (ensaladilla rusa sobre una rosquilla y anchoa) son
algunas de las propuestas.

De las grandes barras del centro de la ciudad a los mas selectos restaurantes, disfrute de la cocina de
la Huerta de Murcia: arroces con verduras, cocido de pava con pelotas, michirones, arroz con
verduras, zarangollo, pisto o las mil y una combinaciones de las hortalizas y verduras, a la plancha, en
ensalada... Y de postre, arrope, tocino de cielo o los singulares paparajotes, hojas de limonero
envueltas en una masa frita y espolvoreadas de azúcar.

Y por último, no deje de acercarse a los tradicionales merenderos de los alrededores de la ciudad, en
los que degustar la carne a la brasa, las patatas cocidas o asadas con ajo, el arroz con conejo, asado
de cabrito o los exquisitos embutidos caseros.

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