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Este documento describe el desarrollo psicosocial y cognitivo de los niños entre 6 y 11 años. Durante esta etapa, los niños desarrollan un autoconcepto más complejo y realista. Comienzan a comprender mejor sus emociones y las de otros, y aprenden a controlar mejor sus emociones. Las relaciones con la familia, los pares y los hermanos influyen en su desarrollo psicosocial durante la niñez media.
Description originale:
Descripción comparativa de las etapas del desarrollo humano enfocado desde la perspectiva psicosocial
Este documento describe el desarrollo psicosocial y cognitivo de los niños entre 6 y 11 años. Durante esta etapa, los niños desarrollan un autoconcepto más complejo y realista. Comienzan a comprender mejor sus emociones y las de otros, y aprenden a controlar mejor sus emociones. Las relaciones con la familia, los pares y los hermanos influyen en su desarrollo psicosocial durante la niñez media.
Este documento describe el desarrollo psicosocial y cognitivo de los niños entre 6 y 11 años. Durante esta etapa, los niños desarrollan un autoconcepto más complejo y realista. Comienzan a comprender mejor sus emociones y las de otros, y aprenden a controlar mejor sus emociones. Las relaciones con la familia, los pares y los hermanos influyen en su desarrollo psicosocial durante la niñez media.
s EL YO EN DESARROLLO El crecimiento cognoscitivo que tiene lugar durante la niñez media permite a los niños desarrollar conceptos más complejos de sí mismos y mejorar la comprensión y el control emocional. DESARROLLO DEL AUTOCONCEPTO: SISTEMAS REPRESENTACIONALES Alrededor de los siete u ocho años, los niños alcanzan la tercera etapa del desarrollo del auto concepto de la que hablamos en el capítulo 8. En esta época los juicios acerca del yo se vuelven más conscientes, realistas, equilibrados y generales a medida que los niños forman sistemas representacionales: auto conceptos amplios e inclusivos que integran varios aspectos del yo (Harter, 1993, 1996, 1998). AUTOESTIMA De acuerdo con Erikson (1982), un determinante importante de la autoestima es la opinión que tienen los niños de su capacidad para el trabajo productivo. Esta cuarta etapa del desarrollo psicosocial se enfoca en la laboriosidad frente a la inferioridad. La niñez media es el momento en que los niños deben aprender habilidades valoradas en su sociedad. CRECIMIENTO EMOCIONAL Y CONDUCTA PROSOCIAL A medida que los niños crecen, toman más conciencia de sus sentimientos y de los de otras personas. Pueden regular o controlar mejor sus emociones y responder al malestar emocional de otros. A los siete u ocho años es común que tengan conciencia de los sentimientos de vergüenza y de orgullo, así como una idea más clara de la diferencia entre culpa y vergüenza (Harris, Olthof, Meerum Terwogt y Hardman, 1987; Olthof, Schouten, Kuiper, Stegge y Jennekens-Schinkel, 2000). Esas emociones influyen en la opinión que tienen de sí mismos (Harter, 1993, 1996). También entienden las emociones contradictorias. Los niños aprenden qué les hace enojarse, sentir temor o tristeza y la manera en que otras personas reaccionan ante la manifestación de esas Niñez 6 y 11 emociones, y aprenden a comportarse en consecuencia. Cuando los padres responden con media años desaprobación o castigo, emociones como la irritación y el temor pueden hacerse más intensas y dañar el ajuste social de los niños (Fabes, Leonard, Kupanoff y Martin, 2001). EL NIÑO EN LA FAMILIA Los niños de edad escolar pasan más tiempo fuera de casa en visitas y actividades sociales con sus pares que cuando eran más pequeños. También pasan más tiempo en la escuela y en los estudios y menos en las comidas familiares que los niños de una generación anterior (Juster et al., 2004). Pese a ello, el hogar y las personas que viven en él, siguen participando de manera importante en la vida de la mayoría de los niños. Para entender al niño en la familia es necesario examinar el ambiente familiar, su atmósfera y estructura. A su vez, éstos son afectados por lo que sucede más allá de las paredes de la casa. ATMÓSFERA FAMILIAR Las influencias más importantes del ambiente familiar sobre el desarrollo de los niños provienen de la atmósfera del hogar. Un factor que contribuye a configurar la atmósfera familiar es si la familia brinda apoyo y es cariñosa o si está cargada de conflictos. En un estudio de 226 familias étnicamente diversas con hijos en edad escolar (Kaczynski, Lindahl, Malik y Laurenceau, 2006) se observó una relación permanente entre el conflicto matrimonial y la crianza ineficaz; los niños expuestos a la discordia de los padres y la mala crianza tendían a mostrar altos niveles de conductas de internalización, como ansiedad, temor y depresión, y de conductas de externalización, como agresividad, peleas, desobediencia y hostilidad. Problemas de la crianza: del control a la corregulación En el curso de la niñez se produce un cambio gradual en el control que los padres ejercen sobre la conducta de su hijo. La niñez media trae consigo una etapa de transición llamada de corregulación, en la cual padre e hijo comparten el poder. Los padres supervisan, pero los niños disfrutan de autorregulación continua (Maccoby, 1984). Los padres también modifican el uso que hacen de la disciplina física (como las palizas) a medida que los niños crecen. Por lo general, el uso del castigo corporal se asocia con resultados negativos para los niños. Es verdad que algunos padres nunca recurren a las palizas, sin embargo, Incluso para los que sí practican el castigo físico, el uso de dichas técnicas tiende a disminuir a medida que los niños se hacen mayores y sus capacidades de razonamiento aumentan. Los padres que siguen usando las palizas como técnica disciplinaria después de los 10 años son los que más adelante suelen tener las peores relaciones con sus hijos adolescentes así como hijos adolescentes con los peores problemas de conducta (Lansford et al., 2009). Cuando los padres se divorcian En primer lugar se presenta el estrés del conflicto matrimonial y luego el de la separación de los padres con la partida de uno de ellos, por lo general el varón. Los niños quizá no entiendan del todo lo que sucede y por qué. Por supuesto, el divorcio también es estresante para los padres y puede repercutir en la crianza. Es probable que el estándar de vida de la familia se deteriore, y si uno de los padres se muda, la relación del niño con el que no tiene la custodia puede verse afectada (Kelly y Emery, 2003). Efectos a largo plazo La mayoría de los hijos de padres divorciados se ajustan razonablemente bien. Sin embargo, la ansiedad vinculada con el divorcio de los padres puede aflorar cuando los hijos entran en la adultez e intentan establecer sus propias relaciones íntimas (Amato, 2003; Wallerstein, Lewis y Blakeslee, 2000). Al haber experimentado el divorcio de sus padres, algunos jóvenes adultos temen hacer compromisos que pudieran terminar en una decepción (Glenn y Marquardt, 2001; Wallerstein y Corbin, 1999). RELACIONES ENTRE HERMANOS En las áreas rurales remotas de Asia, África, Oceanía y Centro y Sudamérica es común ver a las niñas mayores que cuidan a tres o cuatro hermanos menores. En dichas comunidades, los hermanos mayores tienen un importante papel definido por la cultura. Los padres entrenan a sus hijos para que éstos enseñen a sus hermanos y hermanas menores a recoger leña, acarrear agua, atender a los animales y cultivar la comida. Los hermanos menores absorben valores intangibles como el respeto a los mayores y a colocar el bienestar del grupo por encima del bienestar personal (Cicirelli, 1994). EFECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LAS RELACIONES CON LOS PARES Los niños se benefician cuando hacen cosas con sus pares. Desarrollan las habilidades necesarias para practicar la sociabilidad y la intimidad, lo que les permite obtener un sentido de pertenencia. Tienen motivación de logro y adquieren un sentido de identidad. Aprenden roles y reglas así como habilidades de liderazgo, comunicación y cooperación. A medida que los niños empiezan a alejarse de la influencia de los padres, el grupo de pares les abre nuevas perspectivas y los libera para emitir juicios independientes. Cuando se comparan con otros niños de su edad, pueden hacer un juicio más realista de sus habilidades y adquirir un sentido más claro de autoeficacia (Bandura, 1994). Por el lado negativo, el grupo de pares puede reforzar el prejuicio: actitudes desfavorables hacia los extraños, en especial hacia miembros de ciertos grupos raciales o étnicos. Los niños suelen inclinarse hacia los que son como ellos, pero a excepción de la preferencia por los niños del mismo sexo, esos sesgos disminuyen con la edad y el desarrollo cognoscitivo (Powlishta,Serbin, Doyle y White, 1994) AMISTAD Los niños pasan buena parte de su tiempo libre en grupos, pero sólo hacen amigos como individuos. La popularidad es la opinión que tiene el grupo de pares sobre un niño, pero la amistad es una vía de dos sentidos. Los niños buscan amigos de edad, sexo e intereses similares. Las amistades más sólidas implican igual compromiso e intercambio mutuo. Aunque los niños tienden a elegir amigos de antecedentes étnicos similares, un estudio reciente realizado con 509 alumnos de cuarto grado demostró que las amistades interraciales o interétnicas se asocian con resultados positivos del desarrollo (Kawabata y Crick, 2008). La búsqueda de la identidad Durante los años de la adolescencia aparece en escena la búsqueda de la identidad, definida por Erikson como una concepción coherente del yo, compuesta por metas, valores y creencias con las que la persona establece un compromiso sólido. El desarrollo cognoscitivo de los adolescentes les permite construir una “teoría del yo” (Elkind, 1998). ERIKSON: IDENTIDAD FRENTE A CONFUSIÓN DE IDENTIDAD La principal tarea de la adolescencia, decía Erikson (1968), es confrontar la crisis de identidad frente a confusión de identidad, o identidad frente a confusión de roles, de modo que pueda convertirse en un adulto único con un coherente sentido de yo y un rol valorado en la sociedad. El concepto de crisis de identidad se basó en parte en la experiencia personal de Erikson. Erikson considero que el principal peligro de esta etapa era la confusión de identidad o de roles, que puede demorar en gran medida la obtención de la adultez psicológica. (El mismo no resolvió su crisis de identidad hasta los 25 o 26 años). Cierto grado de confusión de la identidad es normal. De acuerdo con Erikson, eso explica la naturaleza en apariencia caótica de buena parte de la conducta del adolescente y su dolorosa timidez. El exclusivismo y la intolerancia a las diferencias, sellos distintivos de la escena social adolescente, son defensas contra la confusión de identidad. MARCIA: ESTADOS DE IDENTIDAD, CRISIS Y COMPROMISO logro de la identidad Estado de identidad, descrito por Marcia, que se caracteriza por el compromiso con las elecciones hechas después de una crisis, un periodo que se dedica a la exploración de alternativas. Exclusión Estado de identidad, descrito por Marcia, en que una persona que no ha dedicado tiempo a considerar las alternativas (es decir, que no ha pasado por una crisis) se compromete con los planes que otra persona ha establecido para su vida. Adole 11 y 20 Moratoria Estado de identidad, descrito por Marcia, en el que una persona (en crisis) considera scenci años alternativas, al parecer dirigida por un sentido de compromiso. a Difusión de identidad Estado de identidad, descrito por Marcia, que se caracteriza por la ausencia de compromiso y la falta de una consideración seria de las alternativas. DIFERENCIAS DE GÉNERO EN LA FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD Muchas investigaciones apoyan la opinión de Erikson de que, para las mujeres, la identidad y la intimidad se desarrollan juntas. No obstante, en lugar de considerar que este patrón es una desviación de una norma masculina, algunos investigadores consideran que señala una debilidad de la teoría de Erikson, la cual, afirman, se basa en los conceptos occidentales de individualidad, autonomía y competitividad centrados en el hombre. De acuerdo con Carol Gilligan (1982,1987a, 1987b; L. M. Brown y Gilligan, 1990), el sentido del yo femenino se desarrolla no tanto mediante la adquisición de una identidad separada sino por medio del establecimiento de relaciones. Las niñas y las mujeres, dice Gilligan, se juzgan a sí mismas por su manejo de las responsabilidades y por su habilidad para cuidar de otros y de sí mismas. RELACIONES CON LA FAMILIA, LOS IGUALES Y LA SOCIEDAD ADULTA La edad se convierte en un poderoso agente de vinculación en la adolescencia. Los adolescentes pasan más tiempo con los compañeros y menos con la familia. Sin embargo, los valores fundamentales de la mayoría de ellos permanecen más cercanos a los de sus padres de lo que en general se da uno cuenta (Offer y Church, 1991). CAMBIOS EN EL USO DEL TIEMPO Y EN LAS RELACIONES Una forma de medir los cambios en las relaciones de los adolescentes con las personas importantes en sus vidas es observar como aprovechan su tiempo libre. La cantidad de tiempo que los adolescentes estadounidenses pasan con sus familias disminuye de manera notable durante los años adolescentes. Sin embargo, esta separación no es un rechazo de la familia sino una respuesta a las necesidades del desarrollo. A menudo, los adolescentes jóvenes pasan tiempo a solas en su habitación para alejarse de las exigencias de las relaciones sociales , recuperar la estabilidad emocional y reflexionar sobre las cuestiones de identidad (Larson, 1997). Individuación y conflicto familiar La individuación es una batalla del adolescente por su autonomía y diferenciación o identidad personal. Un aspecto importante de la individuación es forjar los límites de control entre el yo y los padres (Nucci, Hasebe y Lins-Dyer, 2005), proceso que puede acarrear conflictos en la familia Estilos de crianza y autoridad de los padres La crianza autoritativa continua fomentando un desarrollo psicosocial sano (Baumrind, 1991, 2005). Los padres que muestran decepción por la mala conducta de los adolescentes motivan de manera más Eficaz la conducta responsable que los que imponen castigos severos (Krevans y Gibbs, 1996). La crianza autoritaria demasiado estricta puede llevar al adolescente a rechazar la influencia de los padres y a buscar el apoyo y aprobación de los compañeros con todos los costos que ello implica (Fuligni y Eccles, 1993). Supervisión de los padres y confidencias de los adolescentes La supervisión eficaz de los padres puede ayudar a prevenir problemas de conducta de los adolescentes (Barnes, Hoff - man y Welte, 2006). Sin embargo, la creciente autonomía de los jóvenes y la reducción de las áreas en que se percibe la autoridad de los padres redefinen los tipos de conducta que se espera que los adolescentes revelen a sus padres (Smetana, Crean y Campione-Barr, 2005). Estructura y atmósfera familiar Los adolescentes, como los niños pequeños, son sensibles a la atmosfera del hogar familiar. En un estudio longitudinal con 451 adolescentes y sus padres, los cambios en las dificultades o conflictos matrimoniales—para mejorar o empeorar— predecían cambios correspondientes en el ajuste de los adolescentes (Cui, Conger y Lorenz, 2005). En otros estudios, adolescentes de ambos sexos cuyos padres se divorciaron mostraban más problemas académicos, psicológicos y conductuales antes de la ruptura que aquellos cuyos padres no se divorciaron (Sun, 2001). ADOLESCENTES Y HERMANOS A medida que los adolescentes pasan más tiempo con los compañeros, tienen menos tiempo y menos necesidad de la gratificación emocional que solían recibir del vínculo fraterno. A esta edad son menos cercanos a sus hermanos que a los padres o amigos, son menos influenciados por ellos, y se distancian aún más a medida que avanzan en la adolescencia (Laursen, 1996). ADOLESCENTES E IGUALES Una fuente importante de apoyo emocional durante la compleja transición de la adolescencia, así como una fuente de presión para desarrollar comportamientos que los padres reprueban, es el grupo de iguales. El grupo de iguales es una fuente de afecto, solidaridad, comprensión y orientación moral; un lugar para la experimentación y un escenario para convertirse en seres autónomos e independientes de los padres. Es un lugar para formar relaciones íntimas que sirven como ensayo para la intimidad adulta. Amistades Es probable que la intensidad e importancia de las amistades y la cantidad de tiempo que se pasa con los amigos sean mayores en la adolescencia que en cualquier otro momento del ciclo de vida. Las amistades tienden a incrementar su grado de reciprocidad, equidad y estabilidad. Las que son menos satisfactorias pierden importancia o se abandonan. Relaciones románticas Las relaciones románticas son una parte esencial del mundo social de la mayoría de los adolescentes pues contribuyen al desarrollo de su intimidad e identidad. Al inicio de la pubertad, la mayoría de los jóvenes heterosexuales de ambos sexos empiezan a pensar y a interactuar más con los miembros del sexo opuesto