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Etapa

Edades Desarrollo psicosocial


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EL YO EN DESARROLLO El crecimiento cognoscitivo que tiene lugar durante la niñez media
permite a los niños desarrollar conceptos más complejos de sí mismos y mejorar la
comprensión y el control emocional.
DESARROLLO DEL AUTOCONCEPTO:
SISTEMAS REPRESENTACIONALES
Alrededor de los siete u ocho años, los niños alcanzan la tercera etapa del desarrollo del auto
concepto de la que hablamos en el capítulo 8. En esta época los juicios acerca del yo se
vuelven más conscientes, realistas, equilibrados y generales a medida que los niños forman
sistemas representacionales: auto conceptos amplios e inclusivos que integran varios aspectos
del yo (Harter, 1993, 1996, 1998).
AUTOESTIMA De acuerdo con Erikson (1982), un determinante importante de la autoestima
es la opinión que tienen los niños de su capacidad para el trabajo productivo. Esta cuarta etapa
del desarrollo psicosocial se enfoca en la laboriosidad frente a la inferioridad. La niñez media
es el momento en que los niños deben aprender habilidades valoradas en su sociedad.
CRECIMIENTO EMOCIONAL Y CONDUCTA PROSOCIAL A medida que los niños crecen,
toman más conciencia de sus sentimientos y de los de otras personas. Pueden regular o
controlar mejor sus emociones y responder al malestar emocional de otros. A los siete u ocho
años es común que tengan conciencia de los sentimientos de vergüenza y de orgullo, así como
una idea más clara de la diferencia entre culpa y vergüenza (Harris, Olthof, Meerum Terwogt
y Hardman, 1987; Olthof, Schouten, Kuiper, Stegge y Jennekens-Schinkel, 2000). Esas
emociones influyen en la opinión que tienen de sí mismos (Harter, 1993, 1996). También
entienden las emociones contradictorias. Los niños aprenden qué les hace enojarse, sentir
temor o tristeza y la manera en que otras personas reaccionan ante la manifestación de esas
Niñez 6 y 11
emociones, y aprenden a comportarse en consecuencia. Cuando los padres responden con
media años
desaprobación o castigo, emociones como la irritación y el temor pueden hacerse más intensas
y dañar el ajuste social de los niños (Fabes, Leonard, Kupanoff y Martin, 2001).
EL NIÑO EN LA FAMILIA Los niños de edad escolar pasan más tiempo fuera de casa en
visitas y actividades sociales con sus pares que cuando eran más pequeños. También pasan
más tiempo en la escuela y en los estudios y menos en las comidas familiares que los niños
de una generación anterior (Juster et al., 2004). Pese a ello, el hogar y las personas que viven
en él, siguen participando de manera importante en la vida de la mayoría de los niños. Para
entender al niño en la familia es necesario examinar el ambiente familiar, su atmósfera y
estructura. A su vez, éstos son afectados por lo que sucede más allá de las paredes de la casa.
ATMÓSFERA FAMILIAR Las influencias más importantes del ambiente familiar sobre el
desarrollo de los niños provienen de la atmósfera del hogar. Un factor que contribuye a
configurar la atmósfera familiar es si la familia brinda apoyo y es cariñosa o si está cargada de
conflictos. En un estudio de 226 familias étnicamente diversas con hijos en edad escolar
(Kaczynski, Lindahl, Malik y Laurenceau, 2006) se observó una relación permanente entre el
conflicto matrimonial y la crianza ineficaz; los niños expuestos a la discordia de los padres y la
mala crianza tendían a mostrar altos niveles de conductas de internalización, como ansiedad,
temor y depresión, y de conductas de externalización, como agresividad, peleas,
desobediencia y hostilidad.
Problemas de la crianza: del control a la corregulación En el curso de la niñez se produce un
cambio gradual en el control que los padres ejercen sobre la conducta de su hijo. La niñez
media trae consigo una etapa de transición llamada de corregulación, en la cual padre e hijo
comparten el poder. Los padres supervisan, pero los niños disfrutan de autorregulación
continua (Maccoby, 1984). Los padres también modifican el uso que hacen de la disciplina
física (como las palizas) a medida que los niños crecen. Por lo general, el uso del castigo
corporal se asocia con resultados negativos para los niños. Es verdad que algunos padres
nunca recurren a las palizas, sin embargo, Incluso para los que sí practican el castigo físico, el
uso de dichas técnicas tiende a disminuir a medida que los niños se hacen mayores y sus
capacidades de razonamiento aumentan. Los padres que siguen usando las palizas como
técnica disciplinaria después de los 10 años son los que más adelante suelen tener las peores
relaciones con sus hijos adolescentes así como hijos adolescentes con los peores problemas
de conducta (Lansford et al., 2009).
Cuando los padres se divorcian En primer lugar se presenta el estrés del conflicto
matrimonial y luego el de la separación de los padres con la partida de uno de ellos, por lo
general el varón. Los niños quizá no entiendan del todo lo que sucede y por qué. Por supuesto,
el divorcio también es estresante para los padres y puede repercutir en la crianza. Es probable
que el estándar de vida de la familia se deteriore, y si uno de los padres se muda, la relación
del niño con el que no tiene la custodia puede verse afectada (Kelly y Emery, 2003).
Efectos a largo plazo La mayoría de los hijos de padres divorciados se ajustan
razonablemente bien. Sin embargo, la ansiedad vinculada con el divorcio de los padres puede
aflorar cuando los hijos entran en la adultez e intentan establecer sus propias relaciones
íntimas (Amato, 2003; Wallerstein, Lewis y Blakeslee, 2000). Al haber experimentado el
divorcio de sus padres, algunos jóvenes adultos temen hacer compromisos que pudieran
terminar en una decepción (Glenn y Marquardt, 2001; Wallerstein y Corbin, 1999).
RELACIONES ENTRE HERMANOS En las áreas rurales remotas de Asia, África, Oceanía y
Centro y Sudamérica es común ver a las niñas mayores que cuidan a tres o cuatro hermanos
menores. En dichas comunidades, los hermanos mayores tienen un importante papel definido
por la cultura. Los padres entrenan a sus hijos para que éstos enseñen a sus hermanos y
hermanas menores a recoger leña, acarrear agua, atender a los animales y cultivar la comida.
Los hermanos menores absorben valores intangibles como el respeto a los mayores y a colocar
el bienestar del grupo por encima del bienestar personal (Cicirelli, 1994).
EFECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LAS RELACIONES CON LOS PARES
Los niños se benefician cuando hacen cosas con sus pares. Desarrollan las habilidades
necesarias para practicar la sociabilidad y la intimidad, lo que les permite obtener un sentido
de pertenencia. Tienen motivación de logro y adquieren un sentido de identidad. Aprenden
roles y reglas así como habilidades de liderazgo, comunicación y cooperación. A medida que
los niños empiezan a alejarse de la influencia de los padres, el grupo de pares les abre nuevas
perspectivas y los libera para emitir juicios independientes. Cuando se comparan con otros
niños de su edad, pueden hacer un juicio más realista de sus habilidades y adquirir un sentido
más claro de autoeficacia (Bandura, 1994). Por el lado negativo, el grupo de pares puede
reforzar el prejuicio: actitudes desfavorables hacia los extraños, en especial hacia miembros
de ciertos grupos raciales o étnicos. Los niños suelen inclinarse hacia los que son como ellos,
pero a excepción de la preferencia por los niños del mismo sexo, esos sesgos disminuyen con
la edad y el desarrollo cognoscitivo (Powlishta,Serbin, Doyle y White, 1994)
AMISTAD Los niños pasan buena parte de su tiempo libre en grupos, pero sólo hacen amigos
como individuos. La popularidad es la opinión que tiene el grupo de pares sobre un niño, pero
la amistad es una vía de dos sentidos. Los niños buscan amigos de edad, sexo e intereses
similares. Las amistades más sólidas implican igual compromiso e intercambio mutuo. Aunque
los niños tienden a elegir amigos de antecedentes étnicos similares, un estudio reciente
realizado con 509 alumnos de cuarto grado demostró que las amistades interraciales o
interétnicas se asocian con resultados positivos del desarrollo (Kawabata y Crick, 2008).
La búsqueda de la identidad
Durante los años de la adolescencia aparece en escena la búsqueda de la identidad, definida
por Erikson como una concepción coherente del yo, compuesta por metas, valores y creencias
con las que la persona establece un compromiso sólido. El desarrollo cognoscitivo de los
adolescentes les permite construir una “teoría del yo” (Elkind, 1998).
ERIKSON: IDENTIDAD FRENTE A CONFUSIÓN DE IDENTIDAD
La principal tarea de la adolescencia, decía Erikson (1968), es confrontar la crisis de identidad
frente a confusión de identidad, o identidad frente a confusión de roles, de modo que pueda
convertirse en un adulto único con un coherente sentido de yo y un rol valorado en la sociedad.
El concepto de crisis de identidad se basó en parte en la experiencia personal de Erikson.
Erikson considero que el principal peligro de esta etapa era la confusión de identidad o de
roles, que puede demorar en gran medida la obtención de la adultez psicológica. (El mismo no
resolvió su crisis de identidad hasta los 25 o 26 años). Cierto grado de confusión de la identidad
es normal. De acuerdo con Erikson, eso explica la naturaleza en apariencia caótica de buena
parte de la conducta del adolescente y su dolorosa timidez. El exclusivismo y la intolerancia a
las diferencias, sellos distintivos de la escena social adolescente, son defensas contra la
confusión de identidad.
MARCIA: ESTADOS DE IDENTIDAD, CRISIS Y COMPROMISO
logro de la identidad Estado de identidad, descrito por Marcia, que se caracteriza por el
compromiso con las elecciones hechas después de una crisis, un periodo que se dedica a la
exploración de alternativas.
Exclusión Estado de identidad, descrito por Marcia, en que una persona que no ha dedicado
tiempo a considerar las alternativas (es decir, que no ha pasado por una crisis) se compromete
con los planes que otra persona ha establecido para su vida.
Adole
11 y 20 Moratoria Estado de identidad, descrito por Marcia, en el que una persona (en crisis) considera
scenci
años alternativas, al parecer dirigida por un sentido de compromiso.
a
Difusión de identidad Estado de identidad, descrito por Marcia, que se caracteriza por la
ausencia de compromiso y la falta de una consideración seria de las alternativas.
DIFERENCIAS DE GÉNERO EN LA FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD Muchas
investigaciones apoyan la opinión de Erikson de que, para las mujeres, la identidad y la
intimidad se desarrollan juntas. No obstante, en lugar de considerar que este patrón es una
desviación de una norma masculina, algunos investigadores consideran que señala una
debilidad de la teoría de Erikson, la cual, afirman, se basa en los conceptos occidentales de
individualidad, autonomía y competitividad centrados en el hombre. De acuerdo con Carol
Gilligan (1982,1987a, 1987b; L. M. Brown y Gilligan, 1990), el sentido del yo femenino se
desarrolla no tanto mediante la adquisición de una identidad separada sino por medio del
establecimiento de relaciones. Las niñas y las mujeres, dice Gilligan, se juzgan a sí mismas
por su manejo de las responsabilidades y por su habilidad para cuidar de otros y de sí mismas.
RELACIONES CON LA FAMILIA, LOS IGUALES Y LA SOCIEDAD ADULTA La edad se
convierte en un poderoso agente de vinculación en la adolescencia. Los adolescentes pasan
más tiempo con los compañeros y menos con la familia. Sin embargo, los valores
fundamentales de la mayoría de ellos permanecen más cercanos a los de sus padres de lo
que en general se da uno cuenta (Offer y Church, 1991).
CAMBIOS EN EL USO DEL TIEMPO Y EN LAS RELACIONES
Una forma de medir los cambios en las relaciones de los adolescentes con las personas
importantes en sus vidas es observar como aprovechan su tiempo libre. La cantidad de tiempo
que los adolescentes estadounidenses pasan con sus familias disminuye de manera notable
durante los años adolescentes. Sin embargo, esta separación no es un rechazo de la familia
sino una respuesta a las necesidades del desarrollo. A menudo, los adolescentes jóvenes
pasan tiempo a solas en su habitación para alejarse de las exigencias de las relaciones
sociales , recuperar la estabilidad emocional y reflexionar sobre las cuestiones de identidad
(Larson, 1997).
Individuación y conflicto familiar La individuación es una batalla del adolescente por su
autonomía y diferenciación o identidad personal. Un aspecto importante de la individuación
es forjar los límites de control entre el yo y los padres (Nucci, Hasebe y Lins-Dyer, 2005),
proceso que puede acarrear conflictos en la familia
Estilos de crianza y autoridad de los padres La crianza autoritativa continua fomentando un
desarrollo psicosocial sano (Baumrind, 1991, 2005). Los padres que muestran decepción por
la mala conducta de los adolescentes motivan de manera más
Eficaz la conducta responsable que los que imponen castigos severos (Krevans y Gibbs, 1996).
La crianza autoritaria demasiado estricta puede llevar al adolescente a rechazar la influencia
de los padres y a buscar el apoyo y aprobación de los compañeros con todos los costos que
ello implica (Fuligni y Eccles, 1993).
Supervisión de los padres y confidencias de los adolescentes La supervisión eficaz de los
padres puede ayudar a prevenir problemas de conducta de los adolescentes (Barnes, Hoff -
man y Welte, 2006). Sin embargo, la creciente autonomía de los jóvenes y la reducción de las
áreas en que se percibe la autoridad de los padres redefinen los tipos de conducta que se
espera que los adolescentes revelen a sus padres (Smetana, Crean y Campione-Barr, 2005).
Estructura y atmósfera familiar Los adolescentes, como los niños pequeños, son sensibles
a la atmosfera del hogar familiar. En un estudio longitudinal con 451 adolescentes y sus padres,
los cambios en las dificultades o conflictos matrimoniales—para mejorar o empeorar—
predecían cambios correspondientes en el ajuste de los adolescentes (Cui, Conger y Lorenz,
2005). En otros estudios, adolescentes de ambos sexos cuyos padres se divorciaron
mostraban más problemas académicos, psicológicos y conductuales antes de la ruptura que
aquellos cuyos padres no se divorciaron (Sun, 2001).
ADOLESCENTES Y HERMANOS
A medida que los adolescentes pasan más tiempo con los compañeros, tienen menos tiempo
y menos necesidad de la gratificación emocional que solían recibir del vínculo fraterno. A esta
edad son menos cercanos a sus hermanos que a los padres o amigos, son menos
influenciados por ellos, y se distancian aún más a medida que avanzan en la adolescencia
(Laursen, 1996).
ADOLESCENTES E IGUALES Una fuente importante de apoyo emocional durante la compleja
transición de la adolescencia, así como una fuente de presión para desarrollar
comportamientos que los padres reprueban, es el grupo de iguales. El grupo de iguales es una
fuente de afecto, solidaridad, comprensión y orientación moral; un lugar para la
experimentación y un escenario para convertirse en seres autónomos e independientes de los
padres. Es un lugar para formar relaciones íntimas que sirven como ensayo para la intimidad
adulta.
Amistades Es probable que la intensidad e importancia de las amistades y la cantidad de
tiempo que se pasa con los amigos sean mayores en la adolescencia que en cualquier otro
momento del ciclo de vida. Las amistades tienden a incrementar su grado de reciprocidad,
equidad y estabilidad. Las que son menos satisfactorias pierden importancia o se abandonan.
Relaciones románticas Las relaciones románticas son una parte esencial del mundo social
de la mayoría de los adolescentes pues contribuyen al desarrollo de su intimidad e identidad.
Al inicio de la pubertad, la mayoría de los jóvenes heterosexuales de ambos sexos empiezan
a pensar y a interactuar más con los miembros del sexo opuesto

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