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“LA ENRAMADA: Almacén de Tramas Culturales” Una

experiencia en construcción…
Desarrollada por “Poriajhú” desde el Programa Banco
Popular de la Buena Fe (MDSN)

LA PREVIA:
Cuando en el año 2005 se empezó a desarrollar el Banco Popular de la Buena Fe en el Centro
Ecuménico Poriajhú se integró la experiencia anterior de trueque y ferias en lugares
públicos.Muchos de los prestatarios/as venían de esos espacios por lo que no resultó difícil
incorporar estas prácticas a las vidas de centro y a otros momentos como eventos de la
Organización, en principio, y luego en otros espacios. Durante la primera operatoria del
Banquito, una de las organizaciones locales fue la Asociación Civil “Manos Abiertas” que luego
al ingresar la segunda operatoria fue presentada como Administradora comenzando a
acompañar a cinco bancos y al terminar la operatoria 2006, diez bancos desarrollados por
otras tantas Organizaciones Comunitarias.
Desde los comienzos, los equipos técnicos de la Administradora Poriajhú y Manos Abiertas
constituyeron un grupo de trabajo que articuló los 20 bancos como una red de apoyo a los
emprendedoresen el marco de la economía del trabajo.

LOS COMIENZOS:
Hacia fines del 2006 y siendo el problema de la comercialización central en las evaluaciones
participativas sobre la marcha de los emprendimientos surge la idea conjunta de
prestatarios/as y promotores, de realizar para el mes de diciembre, de ese año, un “Feria
Navideña permanente bajo techo”, como una forma de dignificar el trabajo y brindar un mejor
servicio a los clientes, y se consiguió el préstamo de un salón en el centro de la ciudad de
Capitán Bermúdez en el que se armó una feria con tablones, ornamentación navideña que
abrió de mañana y tarde desde el 18 de diciembre hasta el 6 de enero (plazo acordado
previamente)

a) De la toma de decisiones:
Las decisiones se tomaron en forma parcial en las vidas de centro de los bancos más
cercanos (Fray Luis Beltrán, Poriajhú y Manos Abiertas de Capitán Bermúdez y Granadero
Baigorria), luego en asamblea se acordaban los criterios generales de organización para la
atención y difusión.

b) De cómo se fue entramando la cultura en La


Enramada:
Desde el comienzo se pensó en articular con acciones culturales que integraran lo económico
productivo como un aspecto más de la cultura. En ese momento la Radio abierta para
comunicar al barrio quiénes éramos y qué hacíamos allí y transmisiones directas a los
programas que Poriajhú tenía en la FM Centenario fueron herramientas no sólo para informar
sino también para reflexionar internamente sobre lo nuevo de la práctica.

c) La evaluación de la primera etapa:


La evaluación que se hizo el 6 de enero fue altamente positiva, pudiendo aflorar recién en ese
momento los prejuicios con los que habíamos iniciado la experiencia, cabe destacar que
participaron prestatarios, otros productores y artesanos, promotores, referentes de las
organizaciones y vecinos. El entusiasmo derivó en la idea de poder establecer la permanencia
de este espacio de comercialización ya que había funcionado como una extensión del
acompañamiento a los emprendedores que habían recibido el microcrédito y las vidas de
centro del banquito. Hubo alfabetización (había que escribir, sacar cuentas, etc), intercambio
de saberes sobre modos de producción, empaquetado, etc y un reconocimiento como grupo
de que podían superarse, planificar, discutir, ponerse de acuerdo, comprometerse. Eran 20
emprendedoras que al cerrar ese ciclo tenían fortalecida la autoestima y animado el proceso,
ya iniciado en el banquito, de recuperación de su dignidad a través del trabajo.

Una idea firme: Apertura del local en forma permanente.


Aceptamos el desafío desde los banquitos y las dos regionales: Poriajhú y Manos Abiertas con
el apoyo de las Áreas de trabajo de Poriajhú: Educación, Comunicación, Arte y Economía del
Trabajo.Se intensificó el ritmo de las reuniones de promotores para desarrollar las tareas
previas a la apertura del local en forma permanente. Luego cada equipo trabajaba en las vidas
de centro, mientras se lograban acuerdos con redes de productores de otras provincias y de la
región para incorporar productos variados. Fue necesario profundizar conceptos como
“comercio justo” , “consumo responsable” y volver las veces que fuera necesario, a pensar
qué era la “economía solidaria”. En esas jornadas fue naciendo el nombre del local siempre
ligado a la idea de los viejos almacenes de ramos generales tan característicos de nuestra
zona en los comienzos de la urbanización.

Del Almacén de Ramos Generales a “La Enramada:


Almacén de Tramas Culturales”
Después de varios ensayos se llegó a un nombre que conformó, con esa idea de que el
nombre ya diga o sugiera lo que allí se hace: “La Enramada: Almacén de Tramas Culturales”,
cobijo, protección, entrelazamiento, red, tejido, acciones culturales, almacén (de todo un poco)
y mucho más, todo lo que estuviéramos dispuestos a generar.

¡Largada!
En el mes de junio de 2007, en el marco de un taller de comercialización en el que participaron
los emprendedores de la Feria Navideña, nuevos prestatarios, otros banquitos y los
compañeros de Entre Ríos de la Red dos orillas de Bancos Populares de la Buena Fe se dio
apertura a la Enramada tomando los aprendizajes de la experiencia piloto de fin de año: la
necesidad de capacitaciones periódicas para prestatarios/as y promotores, asambleas, y
acompañamiento del equipo regional.

¡Hay que sostener!


Funcionaba al comienzo sólo por la tarde, a los tres meses se agrega la apertura por la
mañana. Están guardados los primeros cuadernos de registro de productos, ventas, gastos y
la evolución de los mismos que aún hoy continúa cada vez que se arriba a la necesidad de
lograr practicidad y más transparencia. En este momento la organización se hizo cargo de los
gastos de alquiler y servicios y el acompañamiento desde el equipo regional de poriajhú y
Manos Abiertas.Los emprendedores aportaban el 15 % de las ventas a fin de implementar
mejoras en el local y mantenimiento.

“La Enramada: Almacén de Tramas Culturales”, una


herramienta del Banco Popular de la Buena Fe para el
aprendizaje de la comercialización en el marco de la
Economía del Trabajo.
La atención de La Enramada fue pasando por distintas etapas, hubo momentos de desaliento
porque no encontrábamos la forma de concretar los objetivos:
Primera etapa: Se hicieron cargo los promotores de los bancos con la idea de hacer de
puente entre los nuevos prestatarios y la Enramada, desde el principio fueron acompañados
por los primeros productores que sostuvieron la experiencia piloto.Hasta mediados del 2008 se
insistió en esta modalidad que parecía no ser efectiva como se esperaba, costaba hacer
transferencia de herramientas para la comercialización y los promotores asumían esa tarea en
La Enramada como propia. Fue en este momento en que se piensa en incorporar más
activamente a los prestatarios.

Crecimos hacia fuera: Red de Comercio Justo del Litoral:


Hay un año intenso de asambleas semanales de productores y una creciente participación en
Ferias, la constitución de la Red de Comercio Justo del litoral con otras organizaciones de la
economía solidaria y la realización de muestras de fotos, proyección de películas, charlas
debate, conferencias, peñas, presentaciones de libros, degustaciones que provocaron la
circulación de vecinos que se fueron convirtiendo en consumidores responsables. Un lema de
ese momento nos sigue acompañando: “Su consumo responsable genera trabajo” y se
profundizó la dimensión del trabajo político de análisis del contexto desde lo local a lo
internacional, reflexionando y enriqueciendo las prácticas de economía del trabajo desde la
convicción de aportar al proyecto nacional y popular, pensando en grande y procesando el
crecimiento de los emprendimientos como un logro colectivo que hay que engarzar con otros
para fortalecer el sector.Este proceso impulsado desde la Educación Popular se arraiga en
otro lema que aún hoy motiva reflexiones: “Comprar es político”
El protagonismo de las prestatarias/os:
Segunda etapa: Hacia mediados del 2009 se incorporan los prestatarios con
protagonismo definitivo en las tareas de La Enramada y evaluamos que ésto fue posible por la
primera etapa de aproximación a la misma (época valorada después cuando se pudo palpar la
importancia de los aprendizajes cuando se cuenta con espacios de reflexión de la práctica. De
todos modos hay que desafiar al desaliento ya que este período inicial había sido más largo de
lo que esperábamos).

“La Enramada: Almacén de Tramas Culturales” : Una


herramienta pedagógica
Las herramientas para el aprendizaje de la comercialización se incorporaron a los siete pasos
y especialmente en la semana de entrenamiento ya que una reunión de cada grupo se realiza
en el local con la presencia activa de parte del grupo comprometido en la experiencia para
mostrar las formas de registro de productos,ventas, gastos, organización de eventos
culturales, campañas de consumo responsable, difusión, funcionamiento: reuniones de ingreso
de nuevos prestatarios, reuniones semanales para la toma de decisiones y resolución de
conflictos (nunca llegó la sangre al río!!) con todas las personas que participan de La
Enramada, etc. Así se van incorporando los productores y artesanos. Y viceversa, se
acercan productores y artesanos y en las diferentes instancias se van conociendo,
construyendo la confianza y forman grupos para ingresar al banquito.

Más organización
Se consolidan espacios que se habían generado desde comienzo de año:
1) Compras comunitarias para abaratar costos de materias primas y sostener calidad y precio
de los productos tanto alimentos como textiles.
2) Reunión de capacitación semanal para productoras de alimentos sobre manipulación y
empaquetamiento y experiencia de asociativismo.
3) Comisión de ferias y sostenimiento de la Red Litoral de Comercio Justo.
4) Acompañamiento de espacios de comercialización en crecimiento: a) “La Enramada:
Almacén de Tramas Culturales” de Oliveros, b) Local en La Toma junto a la
organización”Aprender a Vivir mejor” Banco que funciona en este espacio recuperado, c)
Asociación con Mercado Solidario d) Articulación con La Minka e) Acompañamiento de la
formación de una Enramada en Ibarlucea y otra en Rosario con un emprendimiento asociativo
de 15 productoras textiles ARTESANALES.
5) Equipo de administración 6) Campañas y difusión.

Camino hacia la sustentabilidad


En octubre de 2009 se logra la autosustentabilidad de La Enramada, situación que se prolonga
hasta julio de 2010 ya que en asamblea del mes de marzo se había decidido que los
prestatarios que atendían La Enramada en reconocimiento a su aporte al colectivo no dejaría
el 15%. En compensación se organizarían eventos colectivos para reunir los fondos de
funcionamiento.Sistema que funcionó hasta junio de 2010, los emprendedores vendían cada
vez más pero La Enramada estaba en problemas para sustentarse. En asamblea se decide
volver al aporte del 15% y retornar a los eventos culturales pasado el invierno. Hoy se reúnen
en el local productos de más de 100 prestatarios/as de la zona y redes de alimentos
campesinos, de la red de comercio justo del litoral y otros banquitos.
Desde marzo de 2010 funciona en el local el banquito de Manos Abiertas y se sostienen los
espacios de reuniones para prestatarios/as a fin de circular los saberes y asambleas para
organizarse y tomar decisiones.Quince emprendedores han accesido al Monotributo Social y
se está pensando implementar la Marca Colectiva.
Las productoras y productores de alimentos han participado de los cursos para manipulación
de alimentos de las localidades de Capitán Bermúdez y Fray Luis Beltrán obteniendo las
aprobaciones correspondientes para producir alimentos. Desde el mes de octubre de 2010 se
cuenta con la aprobación del Municipio de Fray Luis Beltrán de la cocina de la Asociación Civil
”Manos Abiertas” como Centro Colectivo para la Producción de Alimentos por reunir todos los
requisitos requeridos por las oficinas de Bromatología.

“La Enramada: Almacén de Tramas Culturales”, espacio de


formación política
Los prestatarios tienen hoy una práctica de asamblea en la que han crecido en participación,
pueden decir lo que hacen, cómo comercializan en forma colectiva, reconocer errores y
aprender de ellos y lo que éstas prácticas aportaron a la mejora de la calidad de vida de ellos y
sus familias.Reciben nuevos compañeros transfiriéndoles la historia de la Enramada y el modo
de funcionamiento.Analizan los contextos y valorizan la experiencia en el marco de la
economía solidaria y del trabajo como un aporte al Proyecto Nacional y Popular. Se están
posicionando como mejores ciudadanos que saben que a través del valor de su palabra y de la
confianza construida a través de esos pequeños actos de justicia, transforman el mundo.
Hoy trabajan en mejoras de la presentación del local con estudiantes de arquitectura y diseño
industrial y también con el taller de ambientación de Industrias Culturales realizado en Poriajhú
con Fundación S.E.S y el Ministerio de Trabajo. También tienen participación activa en la
Radio Comunitaria Poriajhú a través de micros de “Economía Solidaria… y ¡No Solitaria!”.
También se dieron los primeros pasos para obtener la Personería Jurídica como Asociación
Civil.
Y un tema de intensa actualidad, es la reflexión sobre el vínculo con los gobiernos
municipales y la provincia, para lograr ser reconocido el espacio como una instancia de
trabajo y aprendizaje desde el Banco Popular de la Buena Fe para la superación de la
problemática de la comercialización en el marco de la economía social y solidaria.
Principales aprendizajes: Una enumeración sin
orden de importancia, sólo para seguir pensando…
• La herramienta metodológica del banquito genera los saberes previos necesarios para
ingresar a espacios de comercialización colectiva: el valor de la palabra, la confianza,
el trabajo en grupo, pensar lo personal en dimensiones colectivas más amplias,
recuperar dignidad y la identidad como ciudadano. Y también se produce una
devolución hacia el banco generando ámbitos autogestivos para los grupos de
recrédito sin dejar de contar con el apoyo de los equipos promotores y las
organizaciones.
• El trabajo sobre la autoestima personal se fortalece y retroalimenta como parte de un
proceso de autoestima comunitaria.
• Integrar o complementar los aprendizajes sobre comercialización a diversas áreas y
disciplinas: arte, comunicación, educación, etc.
• Ser conscientes de que el “monstruo neoliberal” está dentro nuestro y nos desafía a
desaprender y volver a aprender permanentemente desde la generación de nuevos
vínculos más solidarios, redistributivos y justos en el mercado.
• El ingreso de nuevos prestatarios favorece el ejercicio de actualizar la reflexión de lo
que hacemos, cómo lo hacemos y cómo lo comunicamos.
• Las ideas con las que partimos fueron revisadas periódicamente y enriquecidas con
nuevos aprendizajes: sabíamos que era posible desde el banco generar procesos de
comercialización colectivos y autogestionarios por la calidad de la herramienta pero la
práctica superó las expectativas en cantidad y calidad. Por ejemplo la posibilidad de
consolidar una red de Enramadas con una marca reconocida como práctica de la
economía del trabajo, social y solidaria.
• Es ahora el momento de articular con otras organizaciones para abordar las
problemáticas de género, violencia, legislación local y provincial, etc.
• Viene creciendo con entusiasmo la Red de Comercio del Litoral: aportando a la
conformación de Nodos de Producción e Intercambio Solidario (modo impulsado por la
Red a fin de generar un mercado interno con nuevos vínculos democráticos y
solidarios, fortaleciendo la oferta y desarrollando la demanda)
• Y vamos por más!

“Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del


subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no
expolian la cueva de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer
y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y
cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la
realidad es transformable”
Eduardo Galeano

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