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AMERICA PRE COLOMBINA: AZTECAS, MAYAS E INCAS,

DESARROLLO DE LA IDENTIDAD CULTURAL


El surgimiento de nuevas civilizaciones y asentamientos de

pobladores en América, simbolizo una estructura compleja, religiosa, con

unidad y organización política, estructura urbana desarrollada, de comercio

e intercambio, evidenciándose grandes avances científicos y tecnológicos

sin precedentes para la época, fundamentada en la creación de

instituciones que relacionaba a los hombres entre sí, que marcan grandes

diferencias de otros emplazamientos cultuales. Los territorios que

actualmente se conocen como México, Guatemala y El Salvador y la región

Andina, que comprenden Colombia, Ecuador, Perú, el noreste de argentino

y norte de Chile, son los escenarios de desarrollo de las Culturas Aztecas,

Mayas e Incas, antes de la llegada de los españoles. Resignificando la

cultura propia de estas civilizaciones a través de fenómenos antropológicos

y arqueológicos.

Entendiendo la cultura antropológicamente como todo el producto

del quehacer humano, engloba armónicamente todas las manifestaciones,

entrelazando elementos técnicos, sociológicos e ideológicos, la adaptación

del hombre a los sistemas físicos y bióticos en que vive, forman parte de

un sistema mayor conocido como sistema ecológico-cultural, que dan paso

a la agrupación de los hombres en pueblos o asentamientos. La evolución

de la cultura desde sus primeras manifestaciones rudimentarias hasta un

nivel más complejo denominado civilizaciones, está directamente

relacionado con las tareas desempeñadas por el hombre, haciendo

distinción entre lo urbano y rural, lo urbano se evidencia en el desarrollo de

sistemas más complejos de administración civil, donde existen figuras de


que resguardan las tierras y a sus habitantes; como guerreros y sacerdotes,

evidenciando una sociedad jerarquizada y compleja dirigida por un rey que

representa el Estado. Por ello sus monumentos, ciudadelas y templos se

presentan como sitios testimoniales que reconstruyen el esplendor de su

historia, para comprender el presente conflictivo de aquellos que

descienden de dichos pueblos, fomentando políticas de promoción de

destinos turísticos ligados a las culturas originarias en América Latina, con

diferentes matices, incentivando el desarrollo endógeno de las economías

aborígenes y una herramienta útil en la recuperación de la identidad.


Los aztecas cultura originaria de los Toltecas, surgieron en el

siglo XIV y XVI DC, con constante guerra con los pueblos “nahuas”, la

fundación de Tenochtitlan pone fin al nomadismo de los Aztecas, fijando

límites del territorio mexicano hasta la llegada de los españoles. Fue su dios

Huilzilapachiti, quien los guio hasta su destino final. Formando

asentamientos con un carácter de clanes o familias, a su vez cada familia

tenía un representante en el Consejo Supremo, que cumplían labores

políticas, jurídicas y administrativas, gozaban de cierta divinidad y

autonomía, templo, tierras colectivas. Para la llegada de los españoles el

sistema político era una monarquía hereditaria de carácter semidivino.

Es así como la organización social, se ve claramente

diferenciada por: clase alta: nobles; descendientes de fundadores; familia

del jefe supremo; sacerdotes y guerreros distinguidos, siguiente clase: en

su mayoría agricultores y artesano o plebeyos libres, finalmente los

descendientes de pueblos derrotados o infractores de las costumbres, en

su mayoría esclavos y sirvientes. Además, existía una clase conformada

por mercaderes, quienes servían como espías de pueblos vecinos.

La poligamia estaba permitida entre los nobles y los matrimonios

se realizaban con alianzas entre otros clanes. Procurando una educación

estricta y militarizada, a lo que se ingresaba cerca de los 15 años, una

escuela para jóvenes nobles con miras al sacerdocio y otra para plebeyos,

también se aprendía escritura, lectura, historia y música.


La construcción de suelos cultivables sobre las aguas

pantanosas, hicieron de la agricultura principal fuente de ingreso de su

economía; sus productos agrícolas fueron: el maíz, el camote, tomate, ají,

aguacates, legumbres, melón, vainilla y el cacao.

Con la edificación de pirámides truncadas sobre las cuales

reposaban los templos de adoración de sus dioses, la cultura azteca fue

meramente religiosa. La regencia de sus rituales y ceremonias, se hacía a

través del calendario astronómico y el de mayor importancia el litúrgico, sus

conocimientos en astronomía, le permitieron identificar eclipses, predecir el

tiempo e identificar estrellas, además de usar el sistema de numeración

decimal. La literatura azteca solo se desarrolló después de la conquista.

Gran parte de su vida y cultura estaba determinada por sus

creencias religiosas, por un sistema teocrático, siendo una religión

politeísta, donde practicaban sacrificios humanos y animales para alimentar

a los dioses, así lo refiere, Solís “El conocido rito de la extracción del

corazón usaba un cuchillo de sacrificio; el téchcatl, la mesa-altar donde se

efectuaba esta práctica, y los cuauhxicalli, recipientes sagrados que

contenían los corazones humanos y su sangre, alimento sagrado” (p.4)

En parte del sur de México, Guatemala y Honduras, surge la

considerada civilización más antigua de América, Los Mayas, con

desarrollo cultural pujante hasta su decaimiento por causas desconocidas,

divididos en 2 grandes periodos: el antiguo y el nuevo imperio; este último


que se establece en la península de Yucatán a partir del siglo X DC, con

sistema cultural y religioso distinto hasta el entonces conocido.

Organizados en estados gobernados por monarcas

hereditarios, pero no absolutos y un consejo compuesto por jefes y

sacerdotes. Nunca constituyeron un estado unificado. El pueblo era la clase

más numerosa, que se dedicaba a la agricultura y construcción de templos,

la sociedad estaba divida en 4 clases sociales: nobles, sacerdotes, pueblos

y esclavos, está compuesta por prisioneros de guerra.

Con métodos de cultivos rudimentarios su economía basada en

la agricultura, principalmente por la siembra de maíz, sumándose la

producción de algodón, cacao, frijoles, tabaco y fibras naturales. Desde el

punto de vista cultural, destacan enormemente por su sistema de escritura

codificadas (códices), alcanzaron importantes avances en aritmética

conocían el sistema numérico vigesimal, conocían el cero y cuatro

operaciones básicas. En astronomía idearon el calendario solar, que

regulaba sus actividades diarias y agrícolas, calcularon la traslación de la

Luna y Venus. Poseían un calendario litúrgico Lunar que regía sus rituales

y horóscopos. Destacándose en lo elaborada de sus pinturas y frescos

religiosos, así como sus esculturas realistas y abstractas y por su

arquitectura, la construcción de grandes pirámides alineadas con las

constelaciones.

La dualidad de su religión, les permitió disponer de gran

cantidad, de sacerdotes, curanderos y adivinos, permitiendo sacrificios


humanos, Barrera (1997) refiere “Ofrendaban a sus dioses, sangre y

corazones de animales diversos; mazorcas de maíz y en general, las

primicias de sus cosechas”. (p.339)

El Tahuantinsuyo o Imperio Inca, que a partir de su cuida capital

El Cuzco, que era considerado el centro del mundo, se dividía en 4

regiones: Chinchasuyo; actualmente una pequeña parte de Colombia,

Antisuyo; Ecuador, Contisuyo; Perú y Collasuyo; Chile. Considerados el

imperio más grande de América, con una organización política basada en

la célula fundamental “la familia”, que desprende una sociedad jerarquizada

y compleja, de una burocracia sofisticada. El estado disponía de un grupo

de trabajadores, campesinos, militar, esclavos, ente otras clases

privilegiadas, profundas diferencias sociales y funciones diferentes. Su

sociedad se basa en la reciprocidad, el trabajo era un tributo.

Esta organización social no deja causar asombro ante los

investigadores por su complejidad. Es así como el estado llevaba un control

estadístico de todo el Imperio, de todos sus residentes, absolutamente todo

era incumbencia del estado. Organizaron así, su economía en diferentes

zonas productivas, abarcando grandes extensiones de terreno y disfrutar

de una gran variedad de productos que garantizaban la subsistencia. Con

una producción agrícola altamente sofisticada, por sus cultivos en terrazas

y canales de regadío. Innovando en la ganadería con la cría de llamas,

vicuñas y alpacas.
El gobierno centralizador y expansionista, que reflejo su cultura

Imperialista. La cerámica su medio de expresión en formas muy detalladas

y con un acabado artístico, destacando por su orfebrería y textiles muy

coloridos, así como su arquitectura impresionante y de gran envergadura,

la más importante en todo el mundo Machu Pichu, caminos de guera

diseñada para adorar al Dios regente El Sol, que controlaba el calor y el

agua y regia las estaciones del año y el ciclo agrícola; La Luna su

contraparte femenina el dios trueno y la Pachamama.

En definitiva, es absolutamente fascinante y rico todo el legado

de estas 3 grandes civilizaciones precolombinas en la cultura de América,

en lo social, cultural, político, y económico, aunque la mayoría de los

latinoamericanos convivan día a día con elementos de estas culturas,

aunque no lo perciben normalmente, es importante entender, que la llegada

de los españoles trajo consigo la transculturación y el desarraigo de la

identidad cultural de los pueblos.


El esplendor de su historia como civilizaciones que dejaron un

legado en los pueblos que hoy conforman lo que fue su territorio, invita

reflexionar sobre la importancia del desarrollo de la identidad cultural, que

al pasar la colonización y diversos eventos históricos/políticos del presente,

dejaron huella en el enriquecimiento de la cultura propia.

El pueblo por el cumulo cultural que ha heredado, debe y puede

legar a futuras generaciones; estando en armonía con el patrimonio

universal, sin alejarse de su idiosincrasia y generar actitud de desarraigo.

Por ello sólo a través del turismo cultural las personas pueden interactuar

directamente con esas realidades diferentes, con la herencia del desarrollo

prehispánico, contribuyendo así al renacimiento de las culturas locales,

fomentando el rescate de la identidad cultural, políticas en materia de

turismo y que potencien las economías locales.


FUENTES CONSULTADAS
- M. Lucena, La América precolombina, Col. "Biblioteca básica de
Historia", Anaya, Madrid, 1989.
- A. Barrera. Costumbres religiosidad del pueblo Maya: en Revista
de la Universidad de Yucatán. Mexico,1997
- F. Solís, El Imperio Azteca. Museo Nacional de Antropología,
INAH, MEXICO DF. 2005

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