Institución Educativa Sor Juana Inés de la Cruz
“Solidaridad y Compromiso trascendiendo en la formación Integral de la Comunidad”
Área de Educación Religiosa Escolar
NOMBRE:
ÁREA: ED. RELIGIOSA ESCOLAR DOCENTE: CLAUDIA A. ASTUDILLO
Desempeño: Analiza, explica y aplica conceptos relacionados con los valores que propone la cultura y los relaciona de forma adecuada.
TEMA 1: LA MORAL PÚBLICA Y LA CONCIENCIA.
Actividad 1: Saberes previos
1. ¿Cuál es la diferencia entre ética y moral?
2. ¿Es posible una moral pública y una privada?
3. ¿Qué relación encuentras entre moral y conciencia?
Actividad 2: Lee y subraya ideas fundamentales.
4. Busca las palabras desconocidas y escríbelas en el
cuaderno.
Responde las siguientes preguntas de acuerdo con el
texto.
ENTRE LA ÉTICA PRIVADA Y LA PÚBLICA: LA
CONCIENCIA DE LOS COLOMBIANOS Y LOS
VALORES COLECTIVOS
Luis Fernando García Núñez
Esta reflexión parte de la observación que, con seguridad,
se hacen muchas personas. En primer lugar, de la razón
misma de nuestra conducta como miembros de una
familia, de una comunidad, de un municipio, de un país.
Es una mirada franca y categórica, que nos permitirá
asumir la responsabilidad que tenemos frente a la
compleja crisis que se vive en todos los campos de la vida
diaria. Y es que la ética es el resultado que combina el
carácter, el temperamento, los modos de ser, los hábitos
que tenemos y que, en una sola dimensión, nos posibilitan
relacionarnos en forma clara y coherente. Muy
relacionada con las normas que establecen los seres
humanos para que reine la confianza y con ello el respeto,
la tranquilidad, el equilibrio, la armonía, el amor, la
tolerancia.
Y cuando hablamos de normas de alguna forma
establecemos unos principios frente a los cuales
tenemos deberes y derechos. Y éstos dependen, en gran
medida, de nuestra posición en la sociedad, de nuestras
obligaciones y del papel protagónico que tengamos. En la
conducta ética del ser humano hay unos escalones que le
permiten enfrentar compromisos y responder por ellos: no
tienen las mismas responsabilidades éticas los hijos que los
padres, ni los ciudadanos corrientes que los funcionarios
públicos, ni los estudiantes que los maestros. Cada uno, de
acuerdo con sus obligaciones, adquiere deberes y debe
responder por ellos. Y es aquí donde se establecen algunas
diferencias con la moral -a pesar que ambas tengan,
semánticamente, el mismo significado-: la ética nos viene
del interior, la moral se establece con normas que da la
sociedad.
5. ¿Por qué no todos tenemos las mismas
responsabilidades éticas?
6. ¿Qué quiere decir la frase subrayada?
Empieza, por lo tanto, a tener resultados esenciales el
comportamiento ético, y uno de ellos es
la credibilidad que debemos propiciar -y mantener-,
sobre todo cuando ejercemos, por ejemplo, cargos
públicos o cuando adquirimos el papel de padres, de
maestros, de tutores. En esta instancia no se puede olvidar
que la ética es una ciencia racional que fundamenta su
accionar en unas causas, en unas razones, que explican
cómo ciertas conductas son dignas de realizarse y cómo
GRADO:9°___ PERÍODO: 3 TEMA 1
FECHA: - 07 - 2019
otras no: es precisamente el ser y el deber ser, que nos
relacionan, además, con lo normal en derecho. Empieza a
sentirse la fuerza del verbo deber de, deber: la primera,
dicen los gramáticos, denota probabilidad o suposición,
mientras la segunda significa obligación.
La misma etimología nos acerca a ese plano de lo
colectivo. Las normas existentes se establecen para
convivir en armonía, para transformar el sentido mismo
de la libertad y de las relaciones que debemos tener con
quienes compartimos este paso por el mundo. De ahí el
salto a la ética de lo público, a la ética pública: la presión
social, por ejemplo, nos confronta y, por lo tanto, nos
contradice. Los colombianos, para no ir muy lejos,
tenemos una Constitución y unos códigos que nos señalan
el camino que debemos seguir, gústenos o no. No ceñirnos
a ese camino nos puede costar caro, y aquí es
precisamente donde se presentan algunos conflictos.
Sin embargo, es preciso reconocer la capacidad del ser
humano de elaborar teóricamente una ética universal,
compatible con todas las formas de pensar, y plantear
unos criterios que impidan que la sociedad permanezca
segmentada y llena de conflictos, para que el principio de
la igualdad de todos no sea solo un acto retórico y, además,
no abunden los sentimientos racistas, los prejuicios, los
estereotipos y las prácticas intolerantes.
7. ¿Qué quiere decir el párrafo anterior?
La ética pública empieza por la aceptación del otro como
fundamentalmente igual, lo cual implica que no se puede
programar la propia vida con indiferencia hacia la suerte de los
demás, que hay una obligada comunidad de intereses y una
necesidad de inclusión; la igualdad fundamental es ya
incipientemente solidaridad, lo ha dicho el sacerdote jesuita
Ricardo Morales Basadre, que también nos recuerda que para
poder actuar por propio convencimiento, responder a las
normas establecidas, a las costumbres que tenemos, debemos
propugnar por una ética planetaria que esté a la altura de las
nuevas situaciones, alejada de pretensiones absolutas,
ahistóricas, que se afane por ser construida través de consensos
y convergencias: "emerge de la base de la sociedad: del diálogo
entre hombres y mujeres de todos los credos o de ninguno,
unidos por preocupaciones comunes; de pequeños grupos que
integran comités de bioética o formulan códigos de
comportamientos en campos tan diversos como la investigación
neurológica o la economía; de las cátedras de ética de las
universidades o grupos de estudio en los parlamentos. El
objetivo es una ética global y los caminos que llevan a ella
transitan de la ciencia moral a la ciencia responsable, de la
tecnología y la industria orientada al lucro a una economía al
servicio de las necesidades humanas, del ejercicio egoísta del
poder al respeto a la justicia y de las democracias meramente
formales a sistemas de vida que hagan posibles los derechos
humanos".
8. ¿Cómo se debe construir la ética?
9. ¿Por qué falta consciencia en las personas?
UNA ÉTICA DE LO PÚBLICO vs. LA ÉTICA PÚBLICA
La ética de lo público, no es sólo el compromiso
que deben tener los ciudadanos de hacer una veeduría
permanente sobre lo público, ni de indignarse ante la
corrupción del gobierno de turno, ni protestar contra una
justicia incapaz de dar solución satisfactoria a los
crímenes que se cometen todos los días; tampoco se trata
de apelar a principios morales para resolver los conflictos
entre la legalidad formal y la justicia sustancial. En el
actual momento del país, la preocupación por establecer
referentes éticos es mucho más fuerte: confesión implícita
de un gran vacío en la filosofía política en que descansa la
convivencia ciudadana y búsqueda de criterios válidos
para interpretar nuestra vida pública y regular sus
inminentes transformaciones. Una reflexión que permita
diferenciar lo individual, de lo colectivo, lo esencial de lo
accesorio, lo prioritario de lo postergable, lo moral de lo
ético.
10. ¿A qué se refiere el autor con los referentes éticos?
Ahora, en una mirada al país -en transición o
subdesarrollado o en vías de desarrollo-, y a quienes hoy,
designados por el pueblo, ejercen el poder, deberíamos
hacerles varias preguntas: ¿qué entienden por ética de lo
público? y ¿qué por ética pública?, ¿cómo está su
'relación' ética con la comunidad, con la familia, con el
país?, ¿conocen, realmente sus dificultades y sus
fortalezas en el manejo adecuado de la cosa pública?,
¿cómo es la relación de los funcionarios públicos
colombianos con los entes de control? y ¿cómo son las
relaciones con los grupos opositores, con los ciudadanos,
con la prensa? Las respuestas a estas preguntas nos abren
el primer camino para diferenciar las "cosas públicas" de
lo "público", y los compromisos que se adquieren según
las diferencias. Vean, por ejemplo, la diferencia entre un
funcionario que maneja el presupuesto y otro que no: los
núcleos de la responsabilidad ética varían ampliamente.
11. ¿Qué quiere decir el párrafo anterior?
Las preguntas permiten establecer que las vicisitudes
cotidianas modifican las relaciones de los funcionarios y del
gobierno con los partidos o con el sistema político, y
trascienden a la sociedad civil. "Todo es anecdótico y lo que
caracterizará la nueva etapa a la que nos dirigimos será, en
el fondo, un cambio de naturaleza moral: una nueva manera
de comprender y de organizar el ámbito social, poniendo fin
a los comportamientos discrecionales del poder e
inaugurando la vigencia de normas comúnmente aceptadas
y socialmente exigibles. Más que reforma del Estado, lo que
inconscientemente se busca y se desea es un cambio en las
reglas éticas de la vida pública y en las justificaciones de las
decisiones relacionadas con el bien común".
12. ¿Por qué se busca un cambio en las reglas éticas de la
vida pública y en las justificaciones de las decisiones
relacionadas con el bien común"?
El argentino Rodolfo Arland, licenciado en administración
pública y ciencias políticas, consultor en estrategias contra la
corrupción y el fraude, dice que en el ámbito político se debe
constatar "la veracidad en las relaciones entre gobernantes y
gobernados; la transparencia en la administración pública;
la imparcialidad en el servicio de la cosa pública; el respeto
de los derechos de los adversarios políticos; el uso justo y
honesto del dinero público; el rechazo de medios equívocos
o ilícitos para conquistar, mantener o aumentar a cualquier
costo el poder, son principios que tienen su base fundamental
en el valor trascendente de la persona humana y en las
exigencias morales objetivas de funcionamiento de los
estados. El Estado moderno, concebido como un campo
autónomo de funcionarios estrictamente limitado por las
leyes, representa él también, un valor universal frente al
interés de los grupos que actúan enquistados en su seno".
13. ¿Cómo se evidencia la corrupción en la vida
cotidiana? ¿Por qué cuesta pensar éticamente?
He ahí la razón por la cual se deben establecer criterios
que orienten al ciudadano frente al cómo: cómo ven los
funcionarios públicos al ciudadano, o cómo el ciudadano
ve a los funcionarios y cómo unos y otros se necesitan. Y
desde esta óptica considerar la ética como un método que
oriente a los sectores que deben relacionarse con el
propósito de poder valorar positivamente la democracia,
que señala David Mathews en su libro Política para la
gente, cuando se refiere a Estados Unidos, y sobre todo
cuando "el verdadero reto no es sólo reinventar al
gobierno", pues "El gobierno no puede cambiar a menos
que cambie el sistema político. Sin una política diferente,
la gente no va a regresar al sistema. Si su coraje y su
cinismo eran simplemente una dispepsia pasajera, sus
actitudes hubiesen ya cambiado. Y no han cambiado. Un
estudio reciente reportó que el 75 por ciento de los
ciudadanos dudan que a los políticos les importan los
intereses de 'gente como yo', mientras una población aún
mayor cree que los políticos favorecen contribuidores
grandes e intereses especiales".
14. ¿Cuál es el verdadero reto?
HACIA DÓNDE VAMOS ¿PODREMOS CONCLUIR?
Son muchas las consideraciones que podemos abordar para
entender los dilemas por los que atraviesa la sociedad
colombiana frente a la ética, considerada ésta desde
múltiples fronteras: religiosas, educativas, políticas, sociales.
Son reflexiones muy amplias y, además, condicionadas por
aspectos tan controversiales como la paz, la pobreza, el
desempleo, la violencia. ¿Cómo podremos ver el mundo de
la justicia, si con frecuencia nos plantean la necesidad de
perdonar y olvidar lo que es imperdonable y, por lo tanto, no
se puede olvidar? ¿Cómo pedirle a un niño que perdone a los
asesinos de sus padres y de sus hermanos, o a una viuda
pedirle que perdone la muerte de su esposo y de sus hijos?
"Sea de esto lo que fuere -dice Luis Eduardo Hoyos en su
artículo 'Negociación con justicia'(2006)-, lo cierto es que es
muy improbable que haya algo en los gustos, las afinidades,
las aversiones y los intereses personales que, por sí mismo,
garantice la sociabilidad y la convivencia. Esto es más obvio
en las situaciones de conflicto que en las situaciones en las
que no lo hay", y claro, también en estas situaciones debe
mirarse hoy el accionar ético de funcionarios, de ciudadanos,
de la prensa, de los maestros. Es imperioso hoy "volver a
traer a la gente de vuelta a la política", no importa que esto
preocupe "a aquellos que dudan de la capacidad de la
mayoría de la gente de ser ciudadanos competentes, de tomar
decisiones difíciles que avanzan el interés público
mayoritario", pues es un papel trascendente de la ética
pública el hacer que la gente "esté a la altura de las
exigencias de la ciudadanía democrática". He ahí, pues, la
profunda relación entre ética y democracia, entre
ciudadanía y participación, entre compromisos y derechos.
Ya no podemos seguir pensando que la ciudadanía no es
competente para tomar decisiones acertadas. Hay que
confrontar a la sociedad civil con sus propias
contradicciones y señalar su sentido común y la
responsabilidad social que tienen, y no esperar que ciertos
sectores, solitarios y elitistas, resuelvan ellos los problemas.
Debemos "creer que el autogobierno es posible, que la gente
puede formar públicos viables, democráticos en sus
comunidades y en el país, y que nos podemos relacionar
entre nosotros y a nuestros problemas en maneras que son
consistentes con las normas de la democracia" y, de paso, con
la ética.
15. ¿Por qué es importante que la gente vuelva a la política?
Y es que, "Un público democrático, está, de hecho,
constituido de relaciones o maneras de relacionarse que
están basadas en aseveraciones no tanto sobre qué somos
sino sobre lo que debemos ser. La premisa es que cada
individuo tiene un interés en las decisiones de la
comunidad política porque esas decisiones afectan a
todos. Por lo tanto, no importa cuán diferentes seamos en
otros aspectos, nos tenemos que tratar como iguales
políticos porque tenemos el mismo interés en el futuro"
(Mathews, Política para la gente, 2006). Quizás,
entonces, hemos empezado a entender que la ética no es
simplemente un concepto, un término para buscar en un
diccionario, sino es una suma de conductas, de
compromisos, de experiencias y de relaciones que
permitirán al ser humano convivir en armonía y con
tranquilidad.
16. ¿Qué relación encuentras entre lo ético público y lo
religiosa?
17. Elabora 5 conclusiones.